SERMONES
La vida es corta
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Mientras meditaba el Señor me llevó al Libro de Juan Capítulo 11. En el Evangelio de Juan Capítulo 11, nosotros encontramos la historia de la resurrección de este personaje: Lázaro y de como el Señor Jesús manifestó su poder en medio de su vida. Y es un pasaje que ciertamente nos ayuda a pensar a nosotros y a meditar en este sentido de lo que es la vida, lo que es la muerte. Nos hace pensar en qué será, cómo será ese más allá.
Uno medita en tantas cosas pero a la misma vez, algo en lo cual yo quiero hacer hincapié es en la promesa que el Señor Jesús nos da a través de estas palabras. Y voy a leer algunos versos, salteados, para más o menos poner en contexto esta reflexión.
El Evangelio de Juan Capítulo 11 comenzando en el verso 1 dice así: “Estaba entonces enfermo, uno llamado Lázaro de Betania, la aldea de María y de Marta su hermana. María cuyo hermano Lázaro estaba enfermo fue la que ungió al Señor con perfume y le enjugó los pies con sus cabellos. Enviaron pues, estas dos hermanas para decir a Jesús: ‘Señor, he aquí que el que amas está enfermo.’ Y oyéndolo Jesús, dijo: ‘Esta enfermedad no es para muerte sino para la gloria de Dios. Para que el hijo de Dios sea glorificado a través de ella’.
Miren como dice este verso 5: “Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro. Pero cuando oyó pues que estaba enfermo se quedó dos días más en el lugar donde estaba”. Un poquito más al frente, verso 17, dice: “Vino, pues, Jesús y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro.
“Betania estaba cerca de Jerusalén como a quince estadios y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María para consolarlas por su hermano. Entonces Marta cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle pero María se quedó en la casa. Y Marta dijo a Jesús: ‘Señor, si hubieras estado aquí mi hermano no hubiese muerto'. Más también sea hora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará".
Quiero meditar un momento en estas palabras, mis hermanos. ¿Saben? Hay veces que en la vida suceden cosas que para nosotros pueden parecer bien injustas, y yo creo que son cosas que uno no las puede evitar verlas a través de ese lente. O mejor dicho, que nuestra reacción, la mayor parte de las veces es decir como que: “¡Guau! Pero esto es algo bien injusto. ¿Cómo algo así me va a suceder a mí? Si yo trato de vivir una vida recta, yo trato de enseñarle a mi familia, a mis hijos una vida apropiada como Dios manda. ¿Por qué hay veces que suceden estas cosas que son tan inesperadas?
Hay un libro, que yo me imagino que muchos de nosotros lo hemos leído, que dice: "Cuando lo que Dios hace, no tiene sentido". No se si en algún momento se han encontrado con ese libro, pero si no se lo recomiendo que lo lean. Porque hay veces que esas mismas cosas que suceden como que en nuestras mentes, como que no calculan, hay algo que no computa ahí adentro y se nos hace difícil poder procesar esas etapas de la vida.
Y aquí en este pasaje yo veo precisamente una mujer –en este caso el ejemplo de Marta- que en su desespero porque tenía este hermano a quien ella amaba tanto y tanto y tanto, que tal vez había buscado todos los recursos habidos y por haber porque él pudiese ser sanado, que pudiese recibir salud en medio de su condición. Y no habiendo encontrado nada, el último recurso que tuvo fue llegar a la persona de Jesús.
Ya había tenido un encuentro anterior con Jesús. Jesús y esta familia eran muy cercanos y al fin y al cabo después de no tener a nadie más; lo más que puede decir es ‘Mira, manda a buscar a Jesús y dile que por favor llegue’.
Ahora, si todos nosotros empezamos a analizar esta historia, si lo leemos hasta ahí, nosotros tendríamos la tendencia de pensar: ‘Bueno, tal vez cuando Jesús se enteró fue ipso facto’. Fue rápido, se apareció, dijo: “¡Ah! Está sucediendo eso, pues, dejo todo lo que estoy haciendo y me voy para allá". O al menos así es como nosotros responderíamos, verdad.
Si usted se entera de que un familiar suyo de repente sucedió algo y está en emergencia en el hospital, usted deja todo lo que está haciendo y sale corriendo para encontrarse con esa persona. O si en el centro de trabajo donde usted está, si tal vez usted está atendiendo un departamento y de repente sucede algo en otro departamento y usted tiene que salir corriendo y atender lo que está sucediendo allá. Usted deja lo que está haciendo y ¡sale! a ese lugar.
En el caso de uno como Pastor hay veces que uno recibe esas noticias de personas, miembros de la iglesia que están en situaciones emergentes y la situación es que cuando uno escucha eso, pues, la tendencia de uno Pastoralmente es como que ¡Guau! Pues déjame dejar todo lo que estoy haciendo e ir allá y estar con esa familia. Es una reacción natural de nosotros el hacer o pensar que eso es lo que va a pasar.
Pero aquí Jesús, irónicamente, se tomó su tiempo. Jesús intencionalmente cuando escuchó esa noticia, dice el texto que él decidió quedarse donde estaba por dos días más. ¿Qué es eso? Pero, tú eres Jesús, ¿por qué te estas tardando? ¿No se supone que tú vayas? Ándale, ándale, Jesús, muévete, muévete.
Pero, ¿sabes qué? Jesús no se adhiere a nuestro tiempo. Jesús no se adhiere a lo que nosotros verdaderamente queremos y deseamos como si fuera una exigencia de nosotros hacia Él. Pero Él tiene una intencionalidad con cada una de las cosas. Miren si se tardó que no fue hasta cuatro días después que Lázaro fue sepultado que Jesús llegó a donde él estaba. ¡Miren eso!
¿Acaso esto no nos hace pensar y reflexionar? Para algunos, uno puede pensar que eso fue algo injusto de parte de Jesús. La misma Marta cuando se acercó a Él le dijo: ‘Jesús, si tú hubieses estado aquí, Lázaro no hubiese muerto’.
Yo me imagino a esa mujer acongojada, con sus lágrimas, tal vez no tenía ni aliento para decir esas palabras. Tan atribulada estaba que quien sabe si entre silbo y silbo pudo decir ‘Jesús, si tú hubieses estado aquí, nada de esto hubiese sucedido’. Es como que como reclamándole algo al Señor. Y yo creo que ella estaba en toda su libertad de hacer eso.
Así como nosotros también estamos en nuestra libertad de proceder así con él. Pero la respuesta de Jesús fue bien interesante. Miren como Jesús le responde en el verso 23. Jesús le dice a Marta: ‘Tu hermano, resucitará’. Y Marta le dijo: “Sí, Jesús yo se que va a resucitar en la resurrección y en el día postrero". Pero Jesús le dijo: ‘Yo soy la Resurrección y la vida. El que cree en mí aunque esté muerto, vivirá’.
“Yo soy la Resurrección y la vida. El que cree en mí aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mi, no morirá eternamente”.
Y miren esta pregunta que hace. ¿Cómo dice esa pregunta a final?: “¿Crees esto? ¿Me crees lo que te estoy diciendo o te suena como falacia lo que estoy diciendo?”.
Miren que interesante en medio del dolor que Marta tenía, Jesús se atrevió –como quien dice a confrontarla- ‘Mira, yo te estoy diciendo algo y estoy siendo bien serio contigo. ¿Me vas a creer en medio de tu debilidad, en medio de tu dolor? ¿Vas a recibir mi palabra? ¿Vas a creer en lo que yo estoy diciendo? Si no lo crees no vas a ver lo que estas esperando, pero si lo crees entonces lo verás'.
Aquí es donde yo veo, mis hermanos, que el personaje de Jesús hace la diferencia donde que quiera que está. La persona de Jesús puede cambiar las cosas, puede cambiar el rumbo natural de nuestras vidas para Él poder mostrar la gloria de Dios Padre y suya también en su conexión con Dios. Mostrar su gloria en medio de nuestras vidas.
Y claro está, cuando nosotros leemos –si yo sigo leyendo el resto de la historia miren- el resto de la historia es bien interesante, es un drama, es una novela. Jesús cuando estuvo ahí postrado de frente a la tumba, el texto dice que: “Jesús mismo se echó a llorar”. Jesús mismo se identificó con el dolor de esa familia porque amaba a esa familia y el mismo texto nos los dice que: 'Él amaba a esa familia'.
Y cuando llegó allí, yo creo que ese lado humano de Jesús, se quebrantó. Se quebrantó con todos los que estaban allí. Tal vez se dijo: “Yo no puedo ser tan frío con esto. Yo tengo que sentir esto también.” Y lloró, se compungió también.
Se identificó con ellos. Pero después que botó sus lágrimas se levantó un Jesús totalmente distinto del suelo. Ahí se levantó ese Jesús que tiene un poder sobrenatural, ahí se levantó un Jesús que tiene autoridad sobre la vida y sobre la muerte, ahí se levantó un Jesús donde un capítulo antes Él sale y dice: “Yo conozco a mis ovejas y nadie me las puede quitar. Nadie las puede arrebatar de mi mano porque están en mi mano”. Y ese Jesús con esa autoridad se paró ante esa tumba e hizo una declaración como ninguna otra y el personaje de Lázaro salió de esa tumba.
Hay algunos que tal vez digan: “¡Guau, Omar! Eso es una novela muy bonita”. Pero ¿saben qué? Yo creo que esto es una historia real, que Jesús operó en esa forma. Y muchas veces nuestra tendencia es preguntar “¡Guau! ¿Jesús puede obrar así también en nuestras vidas? ¿Jesús puede hacer los mismos milagros? ¿Jesús podrá sacar a alguien de un ataúd?”
¿De qué si lo puede hacer? Lo puede hacer, sin duda alguna Él lo puede hacer. Ahora, pero de que quiera, ya estamos hablando de otra cosa.
¿Saben? El mismo Señor a través de la palabra, Él ha escrito tantas cosas que son inspiradas por Él, por su corazón. El mismo Dios dice que en la vida: “Todo tiene su tiempo”. En la vida todo tiene su tiempo, el libro de Eclesiastés Capítulo 3 nos habla de esto: “En la vida hay tiempo para todo.
Hay tiempo para reír, hay tiempo para llorar, hay tiempo para sembrar, hay tiempo para arrancar, hay tiempo para hablar, hay tiempo para callar, hay tiempo para hacer paz, hay tiempo para hacer guerra, hay tiempo para abrazar y hay tiempo para soltarse cada cual por su lado. Como también hay tiempo para la vida y también hay tiempo para la muerte”.
La muerte es parte en el curso natural en el cual Dios nos tiene. Es parte del rumbo de nuestras vidas. Tarde o temprano – a mí es interesante porque mi esposa siempre me dice que: ‘Mira, la vida es tan corta y uno la tiene que disfrutar al máximo’- y yo me alegro cada vez que yo escucho a mi esposa decir eso, porque es la verdad. Es una mujer que vive llena del Señor y le quiere sacar a cada minuto de su vida el máximo potencial.
Hay veces que yo me levanto así medio atribulado, con mi cara medio atribulada por lo que sea que haya pasado, ella me dice: “Hombre, ríete, la vida es corta. Ánimo”. Y esas palabras, como que si estoy bien, bien down, como que al principio es como que: “¡Ah! No me vengas con eso otra vez”. Pero mientras yo medito en esas palabras yo me digo: ¡Guau, Señor! Una vez más tiene razón. ¿Por qué voy a estar tan acongojado, si tú eres el que tiene el control de todas las cosas?”.
Si hay cosas que yo no puedo resolver, si hay cosas que están fuera de mi control, ¿por qué yo me voy a atribular por eso? Yo tengo que confiar que Tú eres el que va a obrar. Qué sea que yo me muera mañana o sea que me muera en veinte años, mira, todos esos días están en tus manos. Tú eres el que estás en control de cada una de esas cosas.
Y claro está, uno no quiere que llegue ese momento. Al menos que usted tenga pensamiento suicida uno no quiere que llegue ese momento. Uno no se quiere encontrar con la muerte. ¡No! Pero tarde o temprano eso llegará a nuestras vidas. Sea en la forma en que eso sea.
Pero lo que yo quiero enfatizar fueron las palabras que dijo mi hermana Linda al final de esta reflexión acerca de Holanda. Son unas palabras que están centradas en Primera de Tesalonicenses, Capítulo 4, y yo quiero leer estos versos, para ponernos en la misma página.
Dice Pablo hablando a esta iglesia, Primera de Tesalonicenses Capítulo 4 desde el verso 13 dice: ‘Tampoco queremos hermanos que ignoren acerca de los que duermen –en otras palabras los que mueren- para no se entristezcan como aquellos que no tienen esperanza–. Palabra clave: que no se entristezcan como aquellos que no tienen esperanza- porque si creemos que Jesús murió y resucitó así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en Él.
Por lo cual les decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor no nos vamos a ir antes de aquellos que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo. Y los muertos en Cristo resucitarán primero’. Y miren como se desenvuelve el drama.
‘Y luego nosotros los que vivimos, los que nos hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire y así estaremos por siempre con Él’.
En varias ocasiones yo he hecho esta pregunta y la voy a hacer otra vez hoy: ¿Cuál ustedes creen que es el aspecto más distintivo de nuestra fe cristiana? El aspecto más distintivo de nuestra fe cristiana es precisamente esa promesa. Que tenemos una promesa de vida eterna, que tenemos la esperanza de que cuando esta vida en este cuerpo llegue a su final, va a haber una vida eterna que nos va a estar esperando.
Y no con cualquier persona, va a ser una vida eterna con el Rey de reyes, el Señor de señor, el Creador de este universo y todo lo que hay en él. Va a ser una vida cara a cara, mano a mano, hombro a hombro con Él. Y en conjunto con Él, ¿saben qué? Todos aquellos que han confesado que Él es el Señor de sus vidas y los que Él quiera llevarse por ahí.
Hubo una vez que alguien me preguntó, ¿Pastor, Omar, usted cree que mi mascota me la voy a encontrar en el Cielo, también? Miren, ¿saben qué? Esas mascotas son creación de Dios y la creación misma espera y aguarda al retorno de Él. Le hablo en Romanos, está ahí. La creación misma espera ansiosamente el retorno de Jesús.
¿Si se va a encontrar con su perrito o su gatito o su periquito, o su monito o lo que sea? Yo no se. Eso está en Dios. Al menos yo no lo he leído aquí en la Biblia, pero si se da allá Dios. Voy a tener a muchos perros y gatos esperándome allá arriba en el cielo.
Pero por encima de todas esas cosas, mis hermanos, yo creo que yo voy a volver a reunirme con esos seres queridos que se han ido antes que yo.
Yo voy a tener una abuela que dio lo mejor, que yo voy a tener un amigo de escuela que era un gran ejemplo para mí. Y así muchas otras personas: hermanos en iglesias, las iglesias donde yo he estado en el transcurso de la vida, personas, hombres, mujeres, personas que fueron de tanta inspiración para mi que cuando esas personas se fueron de este mundo dejaron un hueco tan abierto y vacío pero a la misma vez ese hueco se llenaba con un sentido de esperanza.
Qué no era que le estaba diciendo adiós para siempre a esa persona, sino que le estaba diciendo “nos vemos luego. Nos vemos luego”. Pero eso lo puedo decir, solamente, porque creemos en esta promesa que el Señor Jesús nos ha dado.
Y yo aprovecho, mis hermanos y hermanas, yo aprovecho para compartir esto con ustedes hoy. Tal vez, alguno de ustedes ha perdido algún ser querido y se pueden identificar muy bien con mi hermano Darwin. ¿Saben lo que es perder a alguien que está tan y tan apegado a su corazón? Sea una madre, un padre, un abuelo, una abuela, un tío, una tía, un hermano, una hermana o un amigo o un conocido. Pero de alguna forma u otra nos podemos identificar.
Tal vez yo no puedo decir: “Yo se lo que se siente vivir eso” porque obviamente nunca he estado ahí. Pero sí puedo identificarme. Y ¿saben qué? ¡Qué bello es saber que el que más se identifica con cada uno de nosotros es Dios Padre!
Porque Él sabe lo que es perder un ser querido, Él sabe lo que es ver ese hijo tan preciado, ser absorbido por el poder de la muerte. Y precisamente porque Él mismo tiene control sobre la vida y la muerte, Él dice: “No, mi hijo no va a terminar ahí. Yo voy a levantar a mi hijo”.
Y el poder de la resurrección se mostró ahí. Y ese poder no se quedó ahí sino que ha sido extendido a cada uno de nosotros como una promesa de que llegará el momento de que si nosotros llegamos a estar siete pies bajo tierra va a haber un poder que va a obrar en nosotros y nos va a levantar con un cuerpo totalmente glorificado.
Si usted se va a casar o no en el cielo, mire yo no se, pero el mero hecho de que usted llegue al cielo y esté ante la presencia de Dios, Gloria a Dios por eso. Que si tiene un barrito en el frente de su cara, mire ese barrito no va a estar ahí, porque va a ser un cuerpo glorificado, que si tiene un pie más corto que el otro, mire, eso no va a estar en el cielo porque su cuerpo va a ser uno totalmente glorificado. Como Dios lo intenciona.
Que si sufrimos aquí en este mundo, en esta tierra donde estamos, que si sufrimos esa pérdida de esos seres que amamos, que queremos, que hay veces que hasta pensáramos como que ‘hubiese querido yo estar ahí en la posición de esa persona’ para que esa persona pudiese seguir viviendo. Pero así no fue como Dios lo intencionó.
¿Sabes qué? Uno se pregunta: Señor, ¿por qué? ¿por qué sucede esto? Yo estaba pidiendo que tú cuidaras a mi familia, estoy por acá, mi familia está allá. Yo oro: “Señor, protege a mi familia” constantemente. En ese aspecto yo si me puedo identificar muy bien contigo Darwin y con el resto de los familiares allá, yo me puedo identificar. Constantemente día tras día yo le pido a Dios por la protección y la salud de mis padres, de mi familia allá.
Pero a la misma vez yo se que en algún momento yo recibiré una noticia que no quiero escuchar. Y si ese momento llega, lo voy a sufrir, voy a llorar y yo espero que mi iglesia esté ahí para sostenerme. Pero a la misma vez porque tengo esta promesa, porque tengo esta esperanza, yo se que es un episodio de la vida.
Es un capítulo de la vida y que el Señor va a estar con cada uno de nosotros a lo largo de esos capítulos en cada página que está siendo escrito en nuestras vidas.
El Señor está ahí. El Señor está ahí para fortalecernos, el Señor está ahí para acariciar nuestra cabeza y abrazarnos en su pecho y dejarnos saber: ‘Mira, todo está bien. Todo está bien. Yo estoy en control’.
Como dice Pablo, hay personas que no pueden disfrutar esa esperanza porque no han conocido esa afinidad con Dios, pero ustedes que están aquí sí. Eso es lo que yo veo que hace la diferencia.
Ustedes son una familia donde el amor de Dios está ahí bien presente. En ustedes, familia, allá en Ecuador, el amor de Dios está bien presente en medio de ustedes. Y yo se que ustedes lo han sentido, lo han experimentado, que el Señor está ahí en medio de ustedes y eso es lo que los fortalece.
Yo les animo, hermanos, a que en estos episodios de la vida que no nos preguntemos tanto el por qué sino que podamos recibir esa pregunta que nos dice Jesús: ‘¿Crees esto? ¿Crees esto que yo soy la resurrección, que yo soy la vida?’
Y que si tú crees en mí aunque muramos aquí en esta vida, pero con todo y eso, la vida eterna que nos espera es mucho mejor. Yo creo que esto puede servir de fortaleza y esperanza a todos nosotros. Solamente si lo crees. Yo te invito a ponerte de pie y vamos a orar una vez más.
Gracias, Señor Jesús. Gracias Dios. Gracias Señor. Gracias Dios, Gracias Señor Jesús. Aleluya.
Yo te invito, vamos a cantar este himno: ‘Cuan grande es mi Dios’.
En momento así cuando uno logra declarar esa alabanza delante de Dios, de que Dios es grande. Ya uno en medio de esos momentos tan difíciles, el Señor está ahí con nosotros. Eso es algo que conforta el alma, que alienta el alma, que alienta el espíritu, que nos da fuerzas para seguir adelante.
Gracias Señor Jesús.
La generación Samuel
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El Primer Libro de Samuel, capítulo 3. Primero de Samuel capítulo 3 y voy a compartir con ustedes algo muy especial, que yo creo que Dios quiere que esto se comparta. Ayer tuvimos un hermoso evento donde vinieron miembros de unas 15 iglesias hispanas de Connecticut, Rhode Island, New Hampshire, Massachusetts, y había aquí un gran número de líderes que trabajan en el Ministerio de Educación para Niños, Educación Infantil. Hubo mucha bendición, muchos talleres que se dieron aquí.
Dios ha bendecido nuestra iglesia con un programa que se llama AWANA, las letras quieren decir algo que ahora no tengo claro, pero AWANA ha revolucionado la enseñanza infantil y de paso damos gracias al Señor por todos los maestros que durante tantos años han bendecido nuestra iglesia con Escuela Dominical para Niños, clases para Niños y el Señor como que siempre va mejorando, mejorando, mejorando así que damos gracias a Dios por todos esos maestros que han trabajado arduamente en el pasado.
Y AWANA ha venido para bendecir y mejorar y complementar lo que se hace. Ahora mismo, allá arriba, no me sorprendería, hay mas de 100 niños tomando clases en diferentes niveles desde muy infantiles hasta ya más creciditos. Una bendición tremenda. Y los viernes en la noche si usted viene aquí, las vigas de esta iglesia están dando tumbones porque hay niños saltando, adorando al Señor, danzando, cantando, jugando. Todo con un propósito inminentemente espiritual.
Dios está haciendo cosas muy bellas. Y nosotros hemos querido compartir esa bendición porque somos unas de las primeras iglesias hispanas en esta región que ha adoptado el programa de AWANA y entonces vinieron unos maestros de California, de Florida hubo talleres. Una bendición muy grande, muy especial.
Y me invitaron para dar la charla primera por la mañana. Y en realidad les digo la verdad, aunque yo adoro el Ministerio de Niños y creo que es algo tan especial, tan bello, en realidad ese no es mi llamado. Mi llamado es como Pastor, claro que sí, animar eso porque entiendo la importancia de los niños, hemos respaldado. Pero hay otras personas aquí en la Iglesia que ese es su don, su llamado, su pasión y están haciendo una obra maravillosa.
Y dije: '¿De qué voy a hablar yo con autoridad acerca del ministerio de los niños?'. Se me ocurrieron varias alternativas pero una se me grabó en la mente enseguida. Una imagen me vino. La imagen de Samuel en el Templo cuando niño, cuando Dios le habla por primera vez. Y quiero compartir eso porque lo compartí ayer y Dios me dio esa palabra como una palabra que yo siento que es más que simplemente una enseñanza, es como una palabra que Dios quiere marcar nuestra iglesia. Yo diría una palabra profética, no solamente para nuestra congregación, sino para la Iglesia latina y para las demás congregaciones.
Pero me voy a referir a la iglesia latina en este momento porque somos latinos aquí nosotros. Pero incluyo a todas las Congregaciones y quisiera declarar este sermón, esta palabra también a los hermanos y hermanas que nos escuchan a través del Internet, sus iglesias porque yo creo que esta es una palabra que Dios quiere para este tiempo que se acerca. El tiempo que se avecina, el tiempo que estamos entrando como iglesia de Jesucristo en general.
Y no voy a dar mucho más preámbulo. Vamos al capítulo 3, Primero de Samuel. Dice aquí:
"El joven Samuel"- déjenme pararme aquí un momentito. Cuando Dios me dio la imagen yo más bien veía a Samuel como un niño y siempre he pensado que Samuel era niño cuando recibió esta visión, esta revelación de parte de Dios. Pero dije: "¡Hm!”
El joven, me puse a buscar en New Kings versión y otras traducciones y dice "the child Samuel" y vi la versión de Las Américas de la Biblia en español y dice "el niño Samuel" pero no contento con eso quise buscar en el hebreo original porque es importante porque quiero hablar de los niños y la importancia de los niños y el destino que Dios tiene para los niños y el llamado a la Iglesia latina y a todas las demás iglesias a ministrarle específicamente a los niños, a una nueva generación.
Yo estoy llamando este sermón, esta palabra: "La generación Samuel". Dios quiere prepararse una generación en el espíritu de Samuel. Entonces busqué en el hebreo original y la palabra que se traduce joven aquí es 'naar' en el hebreo original quiere decir niño. En inglés la definición que yo encontré: lad, boy puede referirse a un adolecente. Y yo creo que Samuel era probablemente un adolescente.
Así que cuando dice aquí joven no piensen en un joven de 18, 19 años, 20 años yo creo que Samuel era mucho más jovencito que eso. Yo lo vería como un niño de 10 años, 11,12 años quizás. Es posible que él estuviera entrando en esa etapa de la pubertad, cuando ya era un hombrecito y quizás esto fue lo que inició. Quizás Dios dijo: "Este niño está preparado para entrar en su ministerio profético" y lo inició a través de esta palabra.
Pero es bien importante que no lea joven aquí como un adulto, un joven adulto haciendo la transición de la adolescencia a la juventud.
Entonces: "El niño Samuel ministraba a Jehová en presencia de Elí" -¿quien es Elí? Para los hermanos que no conocen. Elí era sumo sacerdote en Israel en ese tiempo. Era el sacerdote más importante en Israel, cabeza. Pero Elí era un hombre que había perdido la visión. Elí encabezaba espiritualmente a Israel pero como anciano había perdido el entusiasmo, había perdido la pasión. Sus hijos se habían corrompido. Eran sacerdotes también pero se habían corrompido moralmente, financieramente, abusaban de sus privilegios sacerdotales. Elí o los había corregido permitía que sus hijos hicieran todo tipo de desarreglos en su sacerdocio.
Elí era un hombre ya dice la Biblia y mire como murió Eli:" Elí de un susto se cayó de una silla donde estaba recostado y era tan obeso que el peso mismo de su cuerpo con el peso de su cuerpo y fue como castigo de parte de Dios, de paso.
Pero Elí representa esa visión espiritual que ha decaído, ha perdido el primer amor, el fuego, la pasión por Dios y que simplemente lleva a cabo sus labores formalmente pero no tiene pasión, no tiene visión, no tiene la bendición de Dios. Y esto es importante porque Samuel representa como el sustituto de Elí. Si Elí representa corrupción, falta de visión, holgazanería espiritual, Samuel presenta nueva vida, unción, nueva generación, palabra de Dios, profecía, dones sobre naturales. Un nuevo tiempo, una nueva iglesia. Entonces Samuel ministraba, porque cuando niño, su mamá que había pedido al Señor un niño porque era estéril y Dios le dio a Samuel.
Y esta mujer reconociendo que era un don de Dios, cogió a ese niño que ella tanto amaba y se lo dio a Elí para que creciera en el templo y creciera como un nazareo, un hombre dedicado al Señor. Y Samuel yo imagino que con una ruedita allí jugaba dentro del templo; si tenía una de esas Action Figures que los niños juegan o un camioncito él en el templo era que jugaba. Cuando se movía y entraba allí un sacerdote prendiendo la lámpara al Señor lo miraba así quizás entre las puertas. Creció compenetrándose con los gestos, los ritos, el ambiente, el olor a los diferentes perfumes que los sacerdotes quemaban en el templo, escuchando las palabras de alabanza de los diferentes cantores.
Ese fue el pan diario de Samuel desde bebé. Su mamá dice que lo visitaba y le llevaba una túnica especial cada año, pero yo sospecho que esta mujer también iba al templo y veía a su hijo regularmente pero lo había dedicado al Señor.
Entonces Samuel estaba ahí en el templo, ¿no? Dice que en presencia de Elí "y la palabra de Jehová escaseaba en aquellos días, no había visión con frecuencia", era un tiempo de esterilidad espiritual. Israel se había corrompido, los símbolos del Evangelio, de Jehová, de adoración al Señor se habían corrompido, había desanimo, dejadez, corrupción espiritual. Dios no se manifestaba. Yo creo que muy parecido a nuestros tiempos donde hay una escasez de verdadera palabra de Dios.
Dice: "Aconteció un día que estando Elí acostado en su aposento cuando sus ojos comenzaban a oscurecerse de modo que no podía ver". Su falta de visión física, reflejaba una falta de visión espiritual también. Dice que: "esa noche Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová" ¿por qué? porque vivía en el templo; "donde estaba el arca de Dios". ¿Por qué puso el espíritu Santo eso "donde estaba el arca de Dios? Porque Samuel se compenetraba en ese ambiente donde estaba la presencia sobrenatural de Dios que recordaba los actos poderosos de Dios en la historia de Israel.
"Y antes que la lámpara de Dios fuese apagada Jehová llamó a Samuel", de noche, se van a acostar, antes de que soplaran las lámparas y las apagaran, Samuel ya quizás se iba a acostar, Jehová llamó a Samuel y él respondió "heme aquí y corriendo luego a Elí dijo: 'Heme aquí, ¿por qué me llamaste?' Samuel pensó que era Elí que lo estaba llamando, quizás tenía un aposento contiguo al de Elí y pensó "me llamaron."
“Y como no tenía experiencia en las cosas de Dios fue donde Elí y le dijo: "Aquí estoy, ¿para que me quieres?" y Elí le dijo: "Yo no he llamado, vuelve y acuéstate" y él se volvió y se acostó. Y Jehová volvió a llamar nuevamente a Samuel, este niño y levantándose Samuel vino a Elí y dijo: "Heme aquí ¿para qué me has llamado?" y él dijo: "Hijo mío, yo no te he llamado. Vuelve y acuéstate".
Dice y aclara aquí: “Y Samuel no había conocido aún a Jehová,” no tenía experiencia en las cosas espirituales, no sabía discernir los moveres sobrenaturales de Dios ni la palabra de Jehová le había sido revelada. Todavía no había entrado en su función sacerdotal.
[Si alguien me puede traer un poquito de agua, uno de los fieles, se lo agradezco muchísimo. Agua mejor. Gracias, hermanos]
Ni la palabra de Jehová le había sido revelada. Jehová, pues, llamó la tercera vez a Samuel y el se levantó y vino Elí y dijo otra vez por tercera vez: "Heme aquí ¿para qué me has llamado? Entonces entendió Elí que era Jehová quien llamaba al niño, al joven".
Hermanos, hay una forma específica de uno relacionarse con Dios y de escuchar la palabra de Dios. A veces Dios quiere decirnos cosas pero nosotros estamos tan toscos, tan ignorantes, por eso es que el pueblo de Dios necesita meterse de nuevo en una transformación espiritual que nos permita escuchar de Dios.
Dios quiere comunicarse con su pueblo, Dios quiere traer palabra profética pero muchos de nosotros estamos toscos y torpes y como no tenemos experiencia en como discernir la voz de Dios, creemos a veces que es nuestro propio pensamiento, una inquietud psicológica o algo. Y tenemos que pedir al Señor: "Señor danos discernimiento y enséñanos como abrir nuestra alma, nuestra vida a ti y como estar preparados para adorarte".
Hay una forma específica, Dios nos está diciendo de entrelazarse y relacionarse con el mover sobrenatural de Dios. [Thank you, dear] y necesitamos aprender como es que a Dios se le responde. Entonces dice aquí que: "Elí entendió que era Jehová quien llamaba al joven y entonces Elí le dijo a Samuel: 'Mira, Samuel, ve y acuéstate. Y si Él te llamare otra vez, Dios, entonces tú le vas a decir: 'Habla Jehová porque tu siervo oye' ".
Yo me imagino ese niñito, ¿no?: 'Ok. Voy a decirle, habla Jehová porque tu siervo oye. Habla Jehová porque tu siervo oye'. Llega se mete en el dormitorio, se acuesta otra vez y escucha la voz de Dios. Dice: "Vino Jehová y se paró y llamó como las otras veces". Era el Espíritu Santo de Dios que quería hablarle a Samuel, quería comunicarle algo: 'Samuel, Samuel'. Entonces Samuel dijo: "Habla porque tu siervo oye".
Imagínense ese niñito diciendo esas palabras ensayadas que le habían dicho. Porque Dios quiere revelarse a los niños también, por eso digo la generación Samuel. Dios quiere comenzar a hablarle a los niños, prepararse una generación que escuche de parte de Dios. Y miren lo pesada que es la profecía que Dios le confía a este niño. Dice: "Jehová le dijo a Samuel. He aquí que yo haré una cosa en Israel que a quien la oyere le retinarán ambos oídos. Aquel día yo cumpliré contra Elí todas las cosas que he dicho sobre su casa, desde el principio hasta el fin. Y le mostraré que yo juzgaré su casa para siempre, por la iniquidad que él sabe; porque sus hijos han blasfemado a Dios y él no los ha estorbado. Por tanto yo he jurado a la casa de Elí que la iniquidad de la casa de Elí no será expiada jamás, ni con sacrificios ni con ofrendas.
Y Samuel estuvo acostado hasta la mañana y abrió las puertas de la casa de Jehová. [Él era como un pequeño levita, hacía los oficios de la casa y le tocaba, abrió las puertas del templo] Y Samuel temía descubrir la visión a Elí [lo que había escuchado, tenía temor de decirle que Dios le había dicho acerca de su mentor, prácticamente su padre espiritual].
Llamando pues Elí a Samuel le dijo: “Hijo mío, Samuel, ven acá. Y él le respondió: Aquí estoy. Y Elí le dijo: ¿Qué es la palabra que te dijo Dios anoche? Te ruego que no me escondas nada de lo que Él te dijo, porque si me encubres una palabra de todo lo que habló contigo…” -te parta un rayo, fue lo que le quiso decir- “…así te haga Dios y aún te añada si me encubres palabra de lo que habló contigo.
Yo creo que Elí sabía que le habían dicho algo y que tenía que ver con él, tenía la conciencia culpable y quería saber lo que Dios le había dicho. Le dijo: No me encubras nada, dímelo todo aunque sea malo, yo quiero saberlo, quiero escucharlo. Y Samuel se lo manifestó todo sin encubrirle nada y entonces Elí dijo: 'Bueno, Jehová es'. En otras palabras: Él es Dios, haga lo que le de la gana. Si eso es lo que Él determinó en mi vida, yo lo respeto y lo recibo. Se resignó a la palabra.
Y Samuel creció y Jehová estaba con él y no dejó caer a tierra ninguna de sus palabras. Así como dijo Dios sobre Elí así le pasó y usted puede leer el resto de la historia. "Y todo Israel, desde Dan hasta Beersheva, conoció que Samuel era fiel profeta de Jehová". Una nueva época se abre, el mover profético de Dios vuelve a correr. El viento del espíritu comienza a soplar otra vez, sobre la tierra, porque Samuel un profeta de Dios se está moviendo en el pueblo.
"Y Jehová volvió a aparecer en Silo". Silo era un lugar muy específico en la Escritura donde se dieron grandes milagros. Dios comenzó otra vez. "Porque Jehová se manifestó a Samuel en Silo por la palabra de Jehová".
Ahora, hermanos, lo que Dios puso en mi corazón que compartiera con los maestros de niños ayer y lo comparto ahora con ustedes y con los hermanos que nos escuchan y nos ven a través de la Internet. Dios dice a la iglesia de Jesucristo: "Prepárenme una generación como la de Samuel" y esto está hablándose no solamente a los padres de niños sino también a los adultos que no tienen niños, a los varones, a las hermanas solteras.
Mire, Dios quiere que nuestras iglesias sirvan como incubadoras de profetas y de evangelistas, de maestros, de apóstoles que en 20, 15 años lleguen a ser esa nueva generación que Dios va a usar. Porque yo no puedo explicarle todo a menos que ustedes no entiendan, está convicción que hay en espíritu y no mía solamente, sino es la convicción de mucha gente con la cual yo he estado conectándome, escuchando y leyendo porque Dios ha puesto esta inquietud en mi corazón y entonces he estado buscando en el Internet y leyendo y Dios le está hablando a su pueblo acerca de un tiempo que se avecina donde Dios quiere cambiar muchas cosas en el mundo y quiere iniciar una nueva época en la historia de la humanidad.
Yo siento que Dios está preparando un tiempo como nunca antes en la historia de la humanidad y yo creo que antes que Cristo venga [y de nuevo, no tengo tiempo para desmenuzar todo esto escatológicamente] en el mundo se tienen que dar ciertos fenómenos, ciertos eventos.
Yo creo que todavía Dios quiere que naciones vengan al conocimiento de Jesucristo. Nosotros estamos pensando simplemente en término de individuos, personas y eso es muy importante como decía el doctor Richard Booker el viernes: hay una diferencia entre el Evangelio de Salvación y el Evangelio del Reino.
Cristo habló del Evangelio del Reino y a mi siempre me ha impactado eso, porque el Señor dijo en su gran comisión: "Id y haced discípulos a las naciones". Mire que Dios siempre piensa en término de colectividades. "Serás salvo tú y tu casa". Si usted lee las profecías en el Antiguo Testamento habla de las naciones. Naciones, una y otra vez, habla de Egipto y de Mohab. Dios le habla de su juicio a las naciones.
Habla de que en los últimos tiempos habrá naciones que conocerán al Señor y por eso les digo que Dios ha estado hace ya varios años revolucionando mi escatología y yo no estoy seguro todavía, pero ahora estoy entendiendo un poquito mejor porque hay inquietudes que Dios ha puesto en mi corazón que no encajan con algunas cosas que yo oigo tradicionalmente en la escatología de la iglesia, pero ya eso viene de muchos, muchos años atrás.
Y Dios prepara una época en que yo creo, que la Iglesia de Jesucristo estará instalada como una Institución de gran autoridad en las naciones.
Yo creo que Dios quiere que la iglesia de Jesucristo impacte gobiernos, impacte sistemas legales, impacte el mundo académico, impacte el mundo filosófico-artístico, impacte los medios de comunicación, impacte el mundo corporativo-financiero. Nosotros siempre estamos pensando en términos de una persona. El diablo piensa en términos de una nación, un sistema, una colectividad, una doctrina, una disciplina académica, un área de la vida de una nación.
Dios está trayendo como una transformación a la iglesia de que comience a pensar en grande, que comience a pensar… Yo hace años escribí esto: El Master Plan que todavía está en el Internet. Ni siquiera me he preocupado por buscarlo. Hace ya como 4 o 5 años Dios me puso a escribir este documento a cerca de, precisamente, lo que Dios quiere de gobierno apostólico.
Y en ese tiempo yo no entendía tanto como ahora entiendo. De todas las cosas que Dios quiere hacer, de que Dios quiere que vayamos preparando para invadir, para establecer. Yo veo en mi espíritu una época que viene donde la iglesia de Jesucristo tendrá gran autoridad como nunca antes.
Ahora mismo, si miramos Europa, la iglesia de Jesucristo absolutamente está decrepita, completamente en el suelo. Estados Unidos cada día va empeorando la condición de la iglesia evangélica en Estados Unidos, no hay diferencias en muchas áreas entre un evangélico y un pagano.
Los gobiernos no toman noticia de los valores judeo-cristianos ya. Hemos perdido las universidades, hemos perdido los medios de comunicación, los periodistas, el New York Times, New York Post, Boston Globe, las páginas del internet no registran el impacto de la iglesia.
Personas como Sara Payline y Mike Cockaby son muy interesantes pero, no, jamás comandan respetabilidad intelectual o política. Hacemos el ridículo muchas veces. Y yo amo esa gente, yo creo que tienen un corazón puro pero o son lo que Dios necesita, lo que Dios quiere en este tiempo para comandar la atención.
Hay gente escondida que Dios tiene que sacar y llenar con el espíritu Santo. Hay Moiseses, que todavía están en Egipto, pero Dios quiere tomarlos y convertirlos en libertadores de su pueblo. Y la iglesia tiene que preparar eso para que verdaderamente podamos hablar en el espíritu profético.
Hoy en día en nuestros países, como en Guatemala, por ejemplo, es otro país surgen presidentes evangélicos y hacen el ridículo y fracasan y fallan. En Brasil tenemos un 30-40% de evangélicos pero no se siente la diferencia.
En el Salvador, en Puerto Rico hay grandes números de evangélicos pero pregúntese si los gobiernos, si la justicia social, si el progreso que se supone que represente el avance el evangelio se manifiesta en las estructuras de nuestras culturas. No. No lo hay. Aquí en Estados Unidos hay grandes congregaciones de miles de personas, los púlpitos más desarrollados se encuentran en Estados Unidos, sin embargo este país sigue despedazándose más y más espiritualmente.
El diablo sigue ganando más y más terreno porque la iglesia no hace una diferencia. Al diablo no le importa que se levante 100 ó 1000 mega iglesias si el se queda con los medios de comunicación, con las universidades, con los hospitales, con el gobierno, con las corporaciones, con las agencias sociales. Porque el piensa en términos de sistemas y legítimamente ha posesionado.
Hermanos, Dios quiere cambiar las cosas. Cada vez que yo paso por Harvard y yo veo todos esos edificios, ese gran vecindario, esa ciudad increíblemente poderosa que es Harvard, ustedes ¿saben lo que yo pienso? Nos la robaron. Porque Harvard fue fundada como una institución para el entrenamiento de ministros. La primera persona que dio dinero para Harvard fue John Harvard y dio su biblioteca y el equivalente de unos 10 mil dólares para fundar esa universidad y por muchas décadas, dos siglos y pico, Harvard fue un lugar que el evangelio se temía a Dios.
Por lo menos había temor de Dios y por mucho tiempo fue un lugar para con pasión con Dios. Hoy en día es un motor de secularismo y racionalismo terrible. Nos han robado esas cosas, pero yo creo que Dios quiere restaurar eso y quiere prepararse una generación. ¿Ve? Ahí es donde yo voy. Estos son tiempos de cambios.
Vamos a ver cambios y nosotros somos una generación de transición, pero yo creo que en 15, 20, 25, 30 años si Cristo no ha venido y yo personalmente creo que todavía falta para su venida, aunque puede venir ahora mismo; pero en 15,20,30 años Dios va a querer que esos niños que ahora están jugando allá arriba -y no jugando sino recibiendo enseñanza y palabra y que vienen los viernes- que esos niños sean la generación que esté en control y que haga establecer la presencia de Dios.
La palabra de Dios en esta nación: que sean abogados y gobernantes y hombres de negocios y periodistas; que reflejen los valores del reino de Dios y que la Iglesia tenga poder, tenga autoridad, que el mover profético de Dios esté en medio de la tierra y que esos niñitos sean adultos llenos del espíritu santo. Con una palabra profética para darle a presidentes, a primeros ministros, a los dirigentes de las instituciones poderosas. Esa generación Samuel que Dios está preparando y eso quiere decir que la iglesia hoy tiene que estarle preparando al Señor esa generación.
Ese es el punto que Dios me ha dicho.
Dios dice: "Prepárenme la generación que yo voy a usar para conquistar terreno". Ahora después de todo eso, sabemos que Dios tiene su venida y de nuevo nadie sabe como todo esto se ensambla. El problema es que hablar de estas cosas requiere tanto matiz que uno tendría que pasarse horas poniendo los puntos sobre las "íes".
Pero, valga decir, tiempos se acercan. Grandes transformaciones, gran influencia le espera a la iglesia de Jesucristo y Dios dice: "Prepárenme la generación que yo voy a usar para establecer por un tiempo mi dominio antes de que mi hijo venga. Para entonces yo buscar una iglesia que me entregue lo que a mí me pertenece y se la entregue a mi hijo y mi hijo me la entregue a mí. Y yo se El Todo en Todo como dice el apóstol Pablo".
Entonces, es importante que entendamos, Samuel nace en el contexto de esa iglesia decrepita, esa iglesia que representa Elí, decaída. El pueblo de Israel se ha corrompido, no hay fuerza, no hay palabra, no hay pasión para con Dios.
Y yo creo que estos niños se están desarrollando en medio de una iglesia así, que necesita fuerza, necesita renovación. El poder de Dios tiene que fluir en la iglesia, en nuestra iglesia, las iglesias de Cristo. Ahora mismo, estos niños representan esperanza de una iglesia nuevo-testamentaria, llena del poder del espíritu santo.
Y esos niños van, están ahora ahí desarrollándose en ese contexto, así que eso es bien importante. Esos niños están creciendo en el contexto de una iglesia mundial que necesita renovación y necesita una visitación del poder de Dios.
En segundo lugar, estos niños, esta generación Samuel, requiere padres que como Ana, amen a sus hijos, los valoren y los deseen. Dice la Biblia que "Ana le traía una túnica cada año". Ana no se desentendió de Samuel porque lo entregó en el templo, no, Ana seguía con sus deberes de madre. Y yo me imagino que ella visitaba continuamente a su hijo. Ana deseaba un hijo. Cuando ella vino ante Dios derramó su alma pidiéndole un hijo a Jehová y el Señor se lo concedió.
Hoy en día, hermanos, la gente no valora los niños muchas veces. La gente no quiere tener hijos. Ahora, los hispanos, gracias a Dios no tenemos ese problema. Nosotros nos estamos reproduciendo increíblemente, como conejos. Esto está creciendo, aunque nos cierren todas las puertas de Texas y de California, ya estamos metidos aquí, nadie nos saca de aquí. Vamos a seguir creciendo.
Dicen los sociólogos que una de las revoluciones más grandes que se están dando en los Estados Unidos es el desarrollo de la comunidad latina, ¿saben? Eso es así. Para el año 2050 se espera que este país que este país sea casi un 30% latino. Así que imagínese eso. Aquí la gente va a tener que aprender a comer plátano, tortilla y a tomar malta Goya aunque les guste o no les guste porque el pueblo de Dios y el pueblo latino y la iglesia de Jesucristo tiene un gran deber de discipular a esa comunidad y a nuestros niños, hermanos.
Nosotros tenemos el deber de levantarlos en el temor de Jehová y ofrecerle al Señor unos jóvenes, una generación dentro de 10, 15 años que revolucione esta nación. Yo creo que Dios ha traído la nación latina aquí como una comunidad profética. Nuestros valores son valores sanos, aún los que no conocen el evangelio como nosotros lo conocemos, son gente que son temerosa de Dios. Lo que pasa es que si no los discipulados, no los evangelizamos se van a ir, como se han ido los demás grupos, simplemente secularizándose.
Por eso es que la iglesia de Jesucristo está llamada a ser una iglesia militante y a tener visión para entregarle al Señor nuestra comunidad y decirle "Padre, aquí están los hispanos para hacer la diferencia en este país". Para que nosotros hagamos el balance, que esta nación ahora se va de un lado y del otro. Están como Israel entre dos dioses y nuestra comunidad cuando pueda votar y esa generación cuando llegue el momento de votar y de hacer valer sus valores cristianos, eso es lo que va a hacer la diferencia en este país.
Ahora mismo, nosotros hacemos ya una gran diferencia, pero todavía más. Por eso es que tenemos que amar a nuestros hijos. Padres, yo les digo: valoren a sus hijos. Como Ana valoró a Samuel. No, no dejen a sus hijos aquí. Hay hermanos que llegan a la iglesia y sueltan a los niños como si fuera una papa caliente y los sueltan por allí y se meten por aquí y se olvidan de sus hijos.
¿Dónde están sus hijos? A veces yo camino por los salones y las escaleras y encuentro a los niños colgándose de una de las barandas de... y los padres no saben donde están. Lleve a su hijo a la clase y dígale: "Te quedas allí o ya tú sabes lo que te va a pasar". Llévelo a la clase, péguese a ellos. En el tiempo de adoración no los deje sueltos, no, que aprendan a adorar al Señor. Valore a sus hijos, déle importancia a sus hijos.
Y le digo a los papás, a los varones: Varones amen, eduquen, discipulen a sus hijos. No le dejen todo el trabajo a las mujeres. Gregory me hablaba el otro día y Omar acerca de que se han dado cuenta de que padres jóvenes que vienen al frente con sus niños en los brazos. Oiga, eso es precioso. Eso quiere decir que estamos cogiendo la idea. ¡Qué bueno, cuando esos varones asumen su rol de discipuladores, también!
Óiganme el varón tiene un rol muy importante que jugar en la educación de los niños. No le dejen el trabajo a las mujeres solamente. Varones, métanse ahí a bendecir a sus hijos. A mí me encantaría ver hombres allí arriba trabajando en la escuela dominical, trabajando en AWANA y en todos estos Ministerios.
Varones, ¡por favor! Asuman su trabajo, la parte del trabajo. No le dejemos solamente a las mujeres. Yo celebro lo que están haciendo los hombres, como están creciendo, pero todavía necesitamos más. Porque tenemos el deber de valorar, amar y no le deje a la iglesia todo el trabajo. Ana aunque consagró a Samuel seguía involucrada en la vida de su hijo.
Nosotros tenemos que valorar a los niños. Los niños tienen alma, los niños tienen espíritu. Dios le quiere hablar a los niños como le habló a Samuel. Padres que amen a sus hijos, los valoren y los deseen.
En tercer lugar, la generación Samuel requiere gente que le consagre y entregue sus hijos al Señor desde pequeños. La clave aquí es consagrar, entregar. Padres, tomen a sus hijos y conságrenselos al Señor activamente, bendigan a sus hijos todos los días en la noche oren por ellos y declaren la bendición de Dios.
Declaren un destino profético sobre sus hijos, oren por ellos y digan: "Padre yo te entrego mi hijo, te entrego mi hija. Será un hombre, una mujer de Dios. Será una profetiza, será una consejera, un consejero para tu iglesia".
Hermanos, miren, yo le digo al Señor siempre, aunque mis hijas no lleguen a ser grandes e ilustres mujeres pero que amen a Dios. Eso es lo único, lo que más me importa. Ahora, gloria a Dios, van a ser y son mujeres especiales, pero sobre todo yo quiero que amen al Señor apasionadamente. Eso es lo más importante. Asegúrense de que sus hijos, consagren a sus hijos al Señor y derive placer de ver a sus hijos crecer en el amor a Dios.
Entréguelos, bendígalos, impóngale manos, únjalos, declare el favor de Dios sobre ellos.
Cuarto lugar. Esa generación Samuel es una generación que nace bajo una unción sobrenatural en respuesta a las necesidades del pueblo de Dios y de este tiempo. Hay una unción especial: esos niños, esta generación de niños, tiene un llamado, una unción profética sobre sus vidas y tenemos que reconocerlo.
Vea en su hijito. Iglesia: veamos en esos niños. Como Samuel un llamado especial, esos niños están destinados a ser cosas grandes y preparar esa venida del Señor poderosa, nuestros tiempos. Así que véalo así y cuide a esos niños, protéjalos, invierta en ellos, prepáreselos al Señor. Porque Dios está diciéndole a la Iglesia: "Prepárenme mi generación, Samuel. Preparen mi generación de transición. Preparen mi generación que va a sustituirlos a ustedes para la obra a la cual yo los he llamado".
Y tenemos un sagrado deber como iglesia de invertir y esforzarnos y trabajar. Así les hablo a las iglesias que escuchen este mensaje también: preparen esa generación que va a gobernar y que va a establecer grandes cosas en los tiempos futuros. Es una generación con una unción sobrenatural.
En quinto lugar, es una generación destinada a sustituir la iglesia actual que hasta cierto punto ha perdido su unción sobrenatural. Como Elí, Samuel sustituyó a Elí en el sacerdocio: poder profético en Israel. Nosotros tenemos cosas que hacer y Dios nos va a usar pero en realidad esa generación que viene va a ser como la generación que entró a la tierra prometida y nosotros estamos llamados a prepararle al Señor, educarle al Señor esos niños para que cuando entren en su adultez estén listos para hacer la obra que Dios quiere que hagan.
Ellos están llamados a sustituirnos a nosotros.
En sexto lugar, esa generación Samuel es una generación ungida específicamente para restaurar lo profético y para moverse bajo la unción profética. Esos niños van a ser adultos que van a escuchar de Dios, van a recibir palabra de Dios. Se van a mover bajo una unción poderosa, un peso de la generación de Dios.
Es una generación escogida para hacer grandes cosas y tenemos que educarlos como hizo Elí: instruirlos, que se acostumbren a adorar al Señor. Hay que pasarlos al frente para que dancen, para que canten, para que dirijan, hay que imponerles manos, hay que pedirles que oren también por otros. Hay que enseñarlos a orar, a adorar, hay que creer que van a ser bautizados en el Espíritu Santo.
Hay que creer que van a profetizar, hay que creer que esos niños van a hacer cosas muy grandes, muy poderosas y tenemos nosotros que estarlos entrenando para que sepan como moverse en la unción sobre natural.
Es una generación destinada a traer avivamiento y renovación a la iglesia porque ahora la palabra de dios escasea. La iglesia tiene meros asomos, hay pequeños destellos de la gloria y la presencia de Dios en este tiempo en la iglesia. Pero Dios quiere usar ahora esa generación para traer avivamiento a nosotros. El problema no es el mundo allá afuera, el problema es la iglesia.
Cuando la iglesia sea avivada el mundo tomará su directiva de la iglesia. Cuando la iglesia se ponga de pie y comience a vivir sobrenaturalmente fundamentada en la palabra de Dios, el mundo tendrá que tomar noticia.
Cuando Dios se mueve en la Iglesia el mundo... dice la Biblia que: "Dios nos ha entregado el mundo". Dios nos ha entregado la tierra. Dice: "Todo poder me es dado en la tierra y en el cielo por tanto id" fue lo que dijo el Señor Jesucristo. El tiene poder, el diablo quiere hacernos pensar que él es el que tiene poder y en un sentido es el príncipe de este mundo, pero por encima de él -él es un príncipe ilegitimo- está Jesucristo. Y hay una parte que nosotros tenemos y tenemos que prepararle al Señor: esa generación que va a darle duro al mundo con su unción y sustituirnos a nosotros.
En octavo lugar, esa generación Samuel debe crecer en el templo de Jehová donde está el arca de dios. Como creció Samuel, cerca de los dones, conociendo el poder de Dios, compenetrándose con él. Vamos a instruir a nuestros hijos en una visión sobrenatural.
Lo que a mí me gusta del ministerio de AWANA es que los niños crecen como con una mentalidad guerrera, tienen banderas, tienen chalecos, tienen sus bolsitas, tienen sus rangos, tienen sus canciones, tienen sus danzas, tienen sus símbolos y estos niños crecen en una manera diferente. Se aprenden textos bíblicos.
¿Saben hermanos? Que hoy en día muchas iglesias creen que con mucha tecnología, mucho video, muchas presentaciones de PowerPoint y todo eso es que vamos a hacer la diferencia. Yo creo que todo eso es bueno y debemos usar la tecnología, pero el diablo ha tenido tanto poder sobre los niños en este tiempo que nuestros niños muchos están ya corrompidos espiritualmente y necesitan liberación.
Necesitan una medicina muy fuerte, necesitan alimento sólido. Necesitan las abcs de la vida cristiana, necesitan que se ore con ellos y por ellos, necesitan que se les imparta la unción y el bautismo del espíritu santo. Necesitan aprender a usar las armas de guerra, porque están en guerra.
El diablo ha querido poseer sus almas. El Internet los corrompe, los medios de comunicación los sexualiza antes de tiempo, los convierten en consumidores antes de tiempo. Los niños están ya ordenándole a sus padres que les compren el tenis de última moda de 150 dólares porque sino se sienten ridículos. Las niñas están corrompidas a los 12, 13 años ya están sexualmente activas y los jovencitos se han convertido en predadores, victimarios de las niñas que el sistema este maldito de las escuelas y el Internet y todo eso endemoniado le está enseñando rebeldía contra los padres, una sexualidad desaforada, una actitud consumerista, secularismo, rebeldía contra la autoridad.
Todo lo malo el diablo ha querido metérselo y los poderes ahí afuera están cooperando con el enemigo. Deshaciendo lo que la iglesia trata de hacer, bajo supuestos valores y paradigmas seculares racionales que son verdaderamente doctrinas del demonio que están siendo infundidas. Y esa generación necesita un poder especial para sacar con fuego lo que el diablo ha metido en sus corazones.
Hay niños hoy a los 7, 8, 9 años ya están adictos a la pornografía porque la Internet los ha corrompido y los niños hoy en día crecen en su propia sub-cultura con los iPods los text messaging, el Internet, los tweeter y todas estas cosas, el Facebook y You Tube y todo esto. Los niños no necesitan a los padres ya, están creciendo en su propia subcultura y están siendo discipulados por el mundo secular. Necesitan liberación, necesitan sanidad.
Por eso es que tenemos que darle fuego, tenemos que darle espíritu santo, tenemos que darle palabra de Dios, tenemos que educarlos en el templo.
Cerca de donde está el arca de Dios que es símbolo de poder, de presencia de Dios. Tenemos que invertir en nuestros hijos, tenemos que traerlos a la iglesia, tenemos que pelear a brazo partido con el enemigo que quiere sellar a nuestros hijos antes porque quiere matar el espíritu profético.
El diablo quiere, como siempre ha hecho, con Faraón que quiso matar a los hebreos cuando nacían y como Herodes que quiso matar a esa generación para que no saliera el Mesías. Hoy en día el diablo quiere destruir esa generación profética y la iglesia tiene que ponerse de pie y decir: ¡No! Nosotros vamos a pelear por ellos y vamos a infundirles una mentalidad espiritual.
Padres entendamos que estamos en guerra por el alma de nuestros hijos y que tenemos que presentarle al Señor una generación como Él la necesita para sus propósitos de los últimos tiempos. Perdonen, pero esto es importante. Tengo un par de puntos más y les prometo que ya estoy aterrizando.
Esa generación Samuel, debe recibir un entrenamiento, una educación espiritual intensiva, continua, bíblica como Samuel la recibió. Las escrituras, aprenderse versículos, conocer los personajes de la Biblia, los libros de la Biblia, memorizarse coros, danzar ante el Señor. Debemos entrenarlos para que sean guerreros.
Tienen que ser instruidos en los misterios y el contenido de la Palabra de la biblia, tiene que ser entrenada en como comunicarse con Dios, como responder a Él cuando Dios hable. Bien importante.
Penúltimo punto, tiene que ser [esa generación Samuel tiene que ser] entregada, consagrada, cedida a Dios como propiedad suya por padres que entiendan el llamado especial profético que tiene esa generación para iniciar una nueva época en la vida del pueblo de Dios y aún de la sociedad en general.
Tenemos que entregar nuestros hijos al Señor y decirle: "Aquí está mi ofrenda. Tú me diste esta hija y yo te la ofrezco como instrumento en tus manos". Consagre sus hijos al Señor y entréguelos a Dios y dígale: "Señor, esto es tuyo para tus propósitos. Es una lanza, es una flecha, es una bala, es una bola de cañón, es un proyectil que yo quiero poner en tus manos para que Tú rompas cercos y derribes muros y traigas una nueva ola, un nuevo sistema en la vida de tu pueblo".
Consagre sus hijos al Señor, dele nombres proféticos a sus hijos. Comience a profetizar sobre sus hijos, visualice el tipo de hijo, de hija que usted quiere y profetice, declárelo delante del Señor. Háblele a su hijo y dígale: "Yo te declaro una mujer de Dios, una consejera, una Débora, una Sarah, una María en el pueblo de Dios". "Yo te declaro un Gedeón, yo te declaro un Kaleb, yo te declaro un Samuel, yo te declaro un Josué en la vida del pueblo de Dios. Yo te consagro para avivamiento, te consagro para renovación, te consagro para pronunciación de palabra profetica, te consagro para ser un profesional lleno del espiritu santo donde quiera que tú vayas, que tú declares que la gloria y la honra es para Dios. Te consagro como un cantante, como un salmista, como un profeta de Dios".
Declare el futuro de Dios sobre sus hijos y conságreselos al Señor.
Y por último lugar, la generación Samuel, será llamada a traer orden tanto dentro de la iglesia como fuera de la iglesia. Esa generación quitará y pondrá reyes, quitará y pondrá Primeros Ministros y Presidentes, consagrará gente para el servicio de Dios en mundo secular, inspirará santo temor entre los inconversos porque el poder de Dios será tan fuerte en ella que será como que profetas y apóstoles y ungidos de Dios están caminando sobre la tierra declarando la gloria de Dios y el mundo tendrá que poner atención y temer ante los decretos de esos hombres y mujeres llenos del espiritu santo.
Ahora la iglesia está en vergüenza, derrotada, perseguida, no tiene relevancia, no tiene vigencia, no es escuchada, es ridiculizada. La gente declara la muerte de la iglesia. Time Magazine, Newsweek, escritores de gran renombre se ufanan de que ya el tiempo de la iglesia cristiana en Estados Unidos está en decadencia y locamente declaran que ya la ciencia, el conocimiento, ridículo, ridículo.
En estos tiempos post-modernos, todavía el diablo tiene los corazones de la gente, haciéndoles creer que la solución está en más conocimiento, mejor psicología, mejor antropología, mejor sociología, mejor biología, química, cuando ya todo eso... ya ellos mismos confiesas que todo eso falló. Falló en el siglo XX y ahora el diablo quiere volver a renovarlo en el Siglo XXI, cosas locas. La ciencia y el conocimiento nunca han sido la solución para la humanidad y quieren despojarse de los que creen bajo el nombre de fundamentalismo.
Creen que al darnos un nombre de fundamentalistas ya nos están poniendo una X y nos están borrando del escenario. La religión, la espiritualidad nunca desaparecerá del ámbito humano porque está escrita en el corazón del hombre. Dios la escribió allí. Nadie se podrá zafar de eso, está en los genes, está en la biología, está en la química, está en la electrónica del cuerpo humano. Nadie podrá zafarse de eso.
Y la iglesia de Cristo todavía los mejores tiempos están delante de ella, hermanos. Tenemos que prepararle al Señor una generación nueva, tenemos que estar invirtiendo porque lo que viene es grande. Tenemos que estar envisionando cosas grandes que Dios va a hacer y preparándole a Dios sus profetas, sus maestros, sus apóstoles, sus evangelistas, sus pastores y pastoras. Gente llena del espiritu Santo, moviéndose en el poder de Dios.
Dios nos dice: "Celebren, casen a sus hijos y a sus hijas, abran negocios, construyan templos porque van a necesitar muchos lugares donde venga la gente a recibir palabra mía. Prepárenme vasijas, vasijas no pocas, porque el aceite que yo tengo que dar es mucho y va a correr por toda la tierra. Así que prepárenme una generación de líderes. Prepárenme una generación de líderes porque los necesito para la obra a la cual yo los he llamado".
Ese es el llamado de Dios para la iglesia de Jesucristo en este tiempo. Vamos a preparar la generación Samuel, vamos a preparar la generación que va a instalar a David y a Saúl y va a ungir a los reyes y va a caminar inspirando temor al mundo alrededor porque el Dios mismo caminará con ellos. Esa es la palabra del Señor para esta iglesia y para la iglesia de Jesucristo en este tiempo.
Vamos a ponernos de pie. Traigan sus niños aquí un momento, padres. Los que tienen niños tráiganlos aquí un momento. Y vamos a orar también por los que están allí arriba y proféticamente vamos a declarar la unción de Dios sobre esa generación en esta tarde. En el nombre de Jesús. Nosotros declaramos que esos niños son guerreros, generales, presidentes, médicos, periodistas, escritores, artistas, consejeras, son Deboras, son Sarahs, son Ruths, Esteres, que Dios está usando y ahora mismo en el nombre de Jesús.
Acérquense bien hacia adelante, vengan bien hacia adelante, y si hay que empujar un poquito los asientos primeros, por favor, acérquense madres y padres. Bien hacia adelante, bien hacia adelante. Inclusive si tienen que subir aquí, suban aquí algunos para que otros tengan oportunidad. Vengan aquí arriba algunos.
Vamos a entregarle esos niños al Señor y los que están allí arriba también se los consagramos al Señor. Si quieren subir aquí los niños déjenlos que suban como sea, o suban ustedes con ellos, no se apuren.
En el nombre de Jesús, declaramos tiempos nuevos, soltamos una unción especial y que esto sea simplemente una primicia. Esto es simplemente un símbolo de lo que Dios está haciendo y va a estar haciendo en Latinoamérica, en Asia, en Europa, en la India, en el Medio Oriente, en Australia, Asia Central, el Océano Pacífico, Rusia, Mongolia, Tíbet. El Señor está haciendo cosas grandes.
En el nombre de Jesús declaramos unción especial corriendo hoy en día. Esta es la generación Samuel, la generación Samuel. Declaramos una generación ungida llena del Espiritu Santo, una generación profetica. We declare a profetic generation. Declaramos que estos niños serán la punta de lanza que Dios va a usar, guerreros espirituales, entendidos en el mover de Dios.
Ponga su mano su niño ahora mismo y declare una nueva generación, un mover poderoso de Dios, la llenura del Espiritu Santo, plenitud de vida, revelación. Niños que vean visiones, sueñen sueños, reciban palabra profetica de Dios, se muevan en el poder del Espiritu santo.
En el nombre de Jesús, declaramos tiempos nuevos, un fluir del Espiritu Santo, llenura del espiritu de Dios, fluir del poder de Dios, fluir del poder de Dios. Una nueva generación. Generación profetica, generación Samuel, generación destinada a cambiar destinos, generación que tiene autoridad para fluir en el poder y los dones del Espíritu Santo.
En el nombre de Jesús declaramos padres sabios, padres entendidos que conozcan su llamado y que sepan lo que Dios les ha llamado a hacer. Ustedes son guardianes, ustedes son nodrizas, ustedes son madres espirituales, ustedes cuidan la propiedad de Dios. Sus hijos son el talento que Dios ha puesto en sus manos. Asegúrese de educar a sus hijos en el poder y el temor de Dios; proveerles ambientes sanos, donde la presencia de Dios pueda correr y hacer cosas.
Yo desato, en el nombre de Jesús, unción celestial sobre los niños de esta congregación, sobre los adolescentes de esta congregación. Sello sus mentes y sus corazones contra toda artimaña del diablo, toda malicia del enemigo que quiera poseer sus corazones y sus almas. Los declaramos una generación profetica que fluya en el poder del Espiritu Santo llena de los dones de Dios, sabia y entendida en el uso de los artefactos, los utensilios, las vasijas del templo de Dios.
En el nombre de Jesús, los adolescentes, los jóvenes de esta iglesia los declaramos ungidos, llenos del Espiritu Santo, sabios en el uso de las armas de guerra espirituales. En el nombre de Jesús. Sus corazones quedan sellados, declaramos la unción, la unción de Dios está fluyendo en este momento. El fuego de Dios está sellando los corazones, el calor de Dios está fluyendo.
Niños reciban la unción del Espíritu Santo, niños reciban la palabra de Dios, niños reciban revelación en sus espíritus y sus corazones, niños reciban, reciban en el nombre de Jesús gracia, Gracia de Dios, unción fresca de Dios. Unción de Dios. En el nombre de Jesús, gracias. Unción fresca del Espiritu Santo sobre los niños. Sean bendecidos, sean llenos del espiritu profético de Samuel. El espiritu profético de Samuel. Fluya el espiritu Santo, fluya la gloria de Dios.
"Levántenme una generación", dice el Señor. Yo me preparo una generación, Yo me reservo una generación elite, una generación sacerdotal, una generación guerrera, mis generales yo los preparo para la cosecha de los últimos tiempos", dice el Señor.
"Mi gloria se posará sobre ellos. El arca de mi poder caminará sobre ellos. Yo respaldaré su palabra y no dejaré que caiga una sola palabra de ellos a tierra como hice con Samuel, lo haré con ellos también", dice el Señor.Palabra de Dios en los corazones de estos niños. Un nuevo orden espiritual. Aleluya. Te damos gracias Señor. Ayúdanos a levantarte un ejército poderoso, Padre.
En el nombre de Jesús declaramos tu unción, declaramos tu Gloria.
Gloria de Dios sobre estos niños. Aleluya, Aleluya. Gracias Señor. Recibimos tu doble porción. Gracias Jesús. Amén.
El final de todas las cosas está cerca. Estás listo?
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El doctor Richard Booker es el fundador del Instituto para estudios hebreo-cristianos. También tiene otro Ministerio que se llama “Sonidos de la Trompeta”. Este hombre de Dios lleva más de 30 años llevando el mensaje hebreo-cristiano a las naciones. Hace más de 30 años el Señor tocó la vida del doctor Richard Booker mientras él era un hombre muy exitoso en el área de los negocios. Dios lo llamó al Ministerio a través de una visitación muy poderosa, una confrontación directa con Jesucristo. El doctor Richard Brooker llegó a conocer al Señor. Dejó todo su trasfondo secular, profesional y desde entonces sirve al Señor y al pueblo de Dios llevando a cabo el mensaje de las raíces hebreas del cristianismo y ayudando a los cristianos a recuperar esa dimensión de su fe.
Gail Thomas que es miembro de nuestra comunidad anglo-parlante aquí en León de Judá, es representante del ministerio que el doctor Richard Booker dirige. Gail ha estado trabajando con ese Ministerio durante muchos años de graduada del Instituto para estudios hebreo-cristianos y el hecho de que él esté aquí esta noche con nosotros es resultado de esa relación que muchos años ella lleva con ese Instituto. Así que es un privilegio tener al doctor Richard Booker y vamos a escuchar lo que Dios tiene para hablarnos a través de su ministerio.
Démosle un gran aplauso de bienvenida al doctor Richard Booker que está con nosotros.
Una cosa. Para los padres que tiene niños sepan que hay una película que se está ofreciendo ahora mismo arriba. Así que si usted tiene un niño y quiere que escuche o sea parte de una película que se está presentando, déjele saber. Es en el tercer piso allá en el 301, 302. Así que están bienvenidos.
Aleluya. Amen. Jesús es Señor. Gloria a Dios. Amén, Amén, Amén. Te adoramos, Señor. Bendecimos tu nombre. Magnificamos tu nombre. Tú eres el único Dios verdadero. El santo de Israel. Aleluya. Magnificamos tu nombre. Te damos alabanza y gloria y honor, Señor e invitamos a tu espíritu Ruajacodesh, que venga y este en nuestra presencia y en nuestro medio. Invade nuestras vidas, Señor. ¡Qué no vayamos a nuestras casas como vinimos! Cámbianos esta noche. Haznos más como Tú Señor, para que la ciudad de Boston vea tu luz y se arrodille a ese nombre que es sobre todo nombre. Aleluya. Denle un gran aplauso al Señor. Bendito sea su nombre, Aleluya. Gracias por toda esa alabanza hermosa que ustedes han presentado. Yo no sabía que estaba en Boston, pensé que estaba en Jerusalén. Aleluya. Ese es nuestro destino final. Amén. Quiero conversar con ustedes en esta noche. ¿Cuántos de ustedes creen que estamos viviendo los últimos tiempos? Aleluya.
Y eso quiere decir que la venida del Señor está a las puertas. Yo quiero hablar con usted acerca de cómo servir a Dios en los últimos tiempos. La Biblia nos dice que podemos hacer muchas cosas para servir al Señor en los últimos tiempos.
Y yo quiero compartir con ustedes una pieza de la Escritura esta noche. Está hacia atrás en el nuevo Testamento, escrito por un hombre judío.
En español lo llamamos Pedro. Ken quiere decir en hebreo ‘sí’. Así que si usted escucha algo que le gusta de momento usted puede decir “Ken”, “Sí”.
La primera vez que fui a Israel –hace 25 años- el nombre de toda la gente parecía que era Ken. Entonces me di cuenta que lo que quería decir era “sí”
Si usted tiene su Biblia, abra su Biblia en Primera de Pedro, capítulo 4. Quiero leer un pasaje de la Escritura y entonces comentarlo. Primera de Pedro, capítulo 4, versículos 7 al 11.
Estamos muy agradecidos de tener a Gail y su hermana con nosotros esta noche.
Gail fue con mi esposa y yo a Israel hace varios años ya. Y de momento descubrió que estaba en casa, finalmente al llegar a Israel.
Regresó a su estado natal de New Hampshire, vendió todo lo que tenía, que no era mucho, de paso. Se mudó a Houston, Texas donde yo vivo. Se pasó un año con nosotros en nuestro Ministerio. Tomó todos sus cursos, worked in the Ministry with us para absorber el Ministerio. Luego regresó aquí a Nueva Inglaterra para compartir lo que Dios había puesto en ella, con Nueva Inglaterra. Así que por favor, cuando puedan oren por Gail. Gracias
Aquí tenemos Primera de Pedro 4:7-11 y lee de esta manera:
Ahora quiero hablar a ustedes acerca de esta escritura. Pieza por pieza, parte por parte. Primeramente Pedro declara: “El final de los tiempos está a la puerta”. Ahora ¿qué quiso decir Pedro con esto?
¿Quiso decir él que el mundo se estaba acabando? No. Lo que él quería decir es que el orden actual, presente del mundo como está constituido, como lo conocemos, ese orden estaba llegando a un final. Ese sistema. Y si nosotros creemos que estamos viviendo en los últimos tiempos al acercarnos más y más a la venida segunda del Señor. Todo, entonces, sabemos va a cambiar. Amén. ¿Ken? Bien
Tov, en hebreo ahora, quiere decir bueno. Hable con alguien y dígale ‘tov’ a una persona al lado suyo. Háblele en hebreo. Ya están aprendiendo hebreo esta noche. ‘Genaima tov’ quiere decir: ‘mirad cuan bueno’. ‘Genaima tov, umanaim. Shevet ajim, gamiaja’: Mirad cuan bueno y delicioso es.
Habitad los hermanos juntos en armonía. Aleluya.
Ahora el apóstol Pedro escribió esta carta en los años sesenta en el primer siglo. No los 1960 sino los 60 del primer siglo. Y escribió otra carta también, ya hacia el final de su vida. Cuando Pedro escribió esta carta, los romanos odiaban a los cristianos porque los cristianos como ellos no adoraban a muchos dioses y por esto los Romanos consideraban a los cristianos paganos porque solo adoraban un Dios. Muchas gracias. ¡Ken, dice!
Tov!
La mente romana era carnal no entendía que esos primeros creyentes amaban las celebraciones, era un amor espiritual. Amor del corazón de los unos hacia los otros. Pensaban más bien, los Romanos veían esas manifestaciones de amor como incestuosas. Pensaban que el servicio de la comunión de la Santa Cena era una forma extraña de canibalismo, por esto de comer el cuerpo de Jesús y la sangre.
Ahora cuando Nerón era el emperador de Roma en el año 64 DC, sabemos que él quemó una buena parte de la ciudad de Roma. Era un hombre alocado completamente poseído por el demonio. Un hombre muy, muy terrible. Cuando él quemó la ciudad de Roma les echó la culpa a los cristianos de haber ellos quemado Roma y persiguió a los cristianos severamente.
Unos cuantos años después en el año 70 DC, el emperador romano el General Tito quemó completamente la ciudad de Jerusalén. Destruyó el templo y esparció al pueblo romano por todas las naciones del mundo. Los expulsó de Jerusalén y de Israel.
Y un poco tiempo después que Pedro escribió esta primera carta suya, fue asesinado, fue matado por los Romanos. Así que todos estos cambios tumultuosos tuvieron lugar en el tiempo en que Pedro escribió su primera carta.
Así que para Pedro y esos primeros creyentes era como que el final de los tiempos, de todos los tiempos, estaba ahí a la puerta, ya dándose.
El mundo según ellos lo entendían estaban llegando a su final. Todo lo que Pedro conocía y con lo cual se sentía cómodo estaba llegando como a un final. Y ciertamente así fue en los últimos años de su vida.
Y yo creo que las palabras del apóstol Pedro son para nosotros también en nuestro propio tiempo. Ahora yo les quiero hablar a ustedes como maestro pero también les voy a profetizar. Ahora cuando alguien dice que les va a profetizar, entonces como que todo el mundo se despierta y pone atención.
Así que yo les voy a hablar la palabra profética de Dios a ustedes.
En los próximos años veremos cambios dramáticos en nuestro mundo. El final del sistema mundial actual, según lo conocemos, está llegando a su final. Todo lo que pueda ser conmovido, será conmovido.
El Señor va a remover en una manera muy poderosa el mundo. ¿Ken? Aleluya. Tov.
¿Están ustedes listos para que el Señor conmueva el mundo? Todo lo que el mundo conoce y con lo cual es familiar, está familiarizado, y con lo cual se siente cómodo va a ser removido por el Señor. Ahora, ya que vivimos en este mundo, pero no somos de este mundo; muchas de las cosas con las cuales nosotros los creyentes nos sentimos cómodos también van a ser removidas y sacudidas. ¿Ken?
El Señor quiere que nosotros sepamos como servirle como creyentes victoriosos. Al ver estas cosas que están sucediendo, como llegando a su fin; cosas con las cuales estamos familiarizados, con las cuales nos sentimos cómodos y el Señor nos dice 5 cosas que podemos hacer para servir a Dios en los últimos tiempos.
Y Yo quiero compartir con ustedes estas 5 cosas.
Número 1: Él dice que debemos resistir hasta el final. Debemos persistir hasta el final. Eso quiere decir que debemos ser sobrios y vigilantes. Esa frase, el fin, quiere decir terminar algo o traer a un cierre, a una terminación, darle terminación a algo. Y el Señor dice: ‘Aquel que resista hasta el fin, ¡será salvo!’
Y este evangelio del Reino, será predicado en todo el mundo como testigo a todas las naciones.
Y entonces dice ‘vendrá el final’. ¿Ken? Aleluya.
El apóstol Pablo dijo: ‘Yo aguanto, resisto todas las cosas por el Señor’.
Dice que la Gloria de Dios pronto llenará toda la Tierra.
Pronto vamos a ver el derramamiento más grande de todos los tiempos del rua jakodesh.
El espíritu Santo que el mundo jamás haya presenciado en toda la historia de la humanidad. Lo mejor para el pueblo de Dios está ahora en juego y en el futuro que ha de venir. Pero primero tiene que haber una resistencia, un resistir a través de todos esos cambios que se van a dar en nuestro mundo. Y dice que Dios va a permitir que el Evangelio del Reino sea predicado. El Señor habló de ese Evangelio del Reino. Ahora es importante esto, el evangelio del Reino es diferente al evangelio de la Salvación. Son dos cosas diferentes.
El evangelio para salvación es recibir a Cristo como tu salvador y damos gracias a Dios por ese evangelio. Pero el evangelio del Reino que Dios usa también esa expresión en la Biblia, es diferente, es mucho mayor.
Dice la palabra: “Recibe a Jesús como Señor, como Rey, como maestro, como sanador, como redentor, como rey de reyes y Señor de Señores, en tu vida, hoy. Aleluya. Amén
Y por lo tanto, el Evangelio del Reino tiene el poder de Dios, que normalmente no vemos en manifestación. En el Evangelio para Salvación, son dos tipos de Evangelio, dos versiones, dos manifestaciones del Evangelio.
El Nuevo Testamento dice que Jesús predicó el Evangelio del Reino y cuando Él predicó ese Evangelio del Reino sus palabras eran seguidas por manifestaciones de señales y de prodigios y milagros. Aleluya.
Él sanó a los enfermos, libertó a las personas de los demonios, Él sanó a las personas.
Y el Señor dijo: “Mayores cosas que las que yo he hecho, ustedes harán, si ustedes proclaman este Evangelio del Reino. Aleluya.
Así que muy pronto vamos a ver el Evangelio de Salvación cambiar a esa proclamación del Reino de Dios y cuando nosotros proclamamos y proclamemos ese Evangelio del Reino, las señales y los prodigios de Dios, van a salir de nosotros.
Todos los que están aquí en este lugar, de ustedes saldrá esa manifestación poderosa hacia la gente, ustedes caminarán por las calles de Boston, estirarán sus manos y fuego y bendición saldrá de sus dedos, la gente será sanada. Pecadores serán salvos, Boston será cambiado, el reino de Dios descenderá y la gente reconocerá que Jesús es el Señor. Aleluya.
Isaías nos dice que el gobierno estará sobre sus hombros y que el aumento de su gobierno, de ese aumento no habrá fin. Seguirá creciendo y creciendo y creciendo. La gloria de Dios cubrirá toda la tierra como las aguas cubren el mar. Aleluya. Y nosotros lo ayudaremos a Él a administrar y manejar su reino sobre toda la Tierra.
Lo mejor para el pueblo de Dios está a las puertas. Aleluya. ¿Ken?
Bendito sea el Señor. Gloria a Dios. Pedro dice: “Todas las cosas, el fin de todas las cosas está a las puertas” y ¿qué quiso decir él con ‘todas las cosas’?
Todas las cosas que son contrarias a la voluntad de Dios, todas esas cosas están por terminar.
Todas las cosas que son malas están llegando a su final. Todas las cosas que carecen de la gracia de Dios, todos esos políticos corruptos están llegando a su fin. ¿Ken?
Todas esas declaraciones gubernamentales malignas van a llegar a su final también. ¿Ken?
Las guerras estarán llegando a su final, la pornografía está llegando a su final. Todos los que abusan sexualmente a los niños están llegando a su final. Asesinatos llegando a su final. Violaciones llegando a su final, también. Corporaciones avaras llegando al final. Dioses falsos están llegando también al final; pobreza, enfermedad llegando a su final, divorcios están llegando a su final; dolor del corazón, tristeza, desesperación todo esto llegando a su final.
Cristianismo tibio llegando a su final. Israel como una nación secularista también llegará a su final y lo único que quedará de pie es el Reino de Dios.
Aleluya. Pedro dice que el final de todas las cosas está a punto de llegar a las puertas y ¿qué quiere decir esto de “a las puertas” que está a punto ya de llegar? Esta frase “a las puertas” o “llegando al final” quiere decir muy cerca, cercano, acercándose, listo para ser revelado, desatándose, explotando, estallando, manifestándose hacia afuera. Y cualquiera que responda a ese Evangelio del Reino de Dios, la vida del Dios mismo, del Rey mismo se manifestará a través de esa persona. Explotará, estallará a través de esa persona. No la podrás contener cuando esa vida del Rey esté dentro de ti.
El Reino de Dios tiene que salir de ti y manifestarse a todos los que están a tu alrededor y de esta manera tú extenderás el Reino de Dios a la vida de los demás.
Y el Señor Jesús dice: “El Reino de Dios está a las puertas”.
Cada vez que el Señor hacía un milagro, era una revelación, una manifestación del Reino de Dios manifestándose, expresándose explosivamente y cuando veamos esa plenitud del Reino de Dios, desatándose y viniendo desde el cielo a la Tierra, pronto la veremos dentro de ti. Así que al ver nosotros que las cosas cambian no es tiempo para ponernos temerosos.
Es un tiempo para ser fieles. Aleluya. Es un tiempo para regocijarnos porque el Reino de Dios está a las puertas.
Celebramos esa venida del Rey de Reyes y Señor de los Señores. Ken.
Pedro dice 4 cosas más que tenemos que hacer mientras estamos resistiendo.
Él dice primeramente: ‘Ora como un vigilante, como un vigía, serio, comprometido’.
Como sabemos, esta parte del Nuevo Testamento fue escrito en el idioma griego.
Los Evangelios actualmente fueron escritos en hebreo
pero estas cartas, como esta carta de Pedro, fue escrita en griego. Y esa palabra griega que se traduce en inglés como serio, un atalaya serio, un vigía serio, lo que quiere decir es tener una mente correcta, una actitud correcta.
¿Tiene alguien por ejemplo un amigo o una amiga o un miembro de su familia qué ha hecho algo verdaderamente estúpido, tonto? Tonto y usted le dice a esa persona que ha hecho algo tonto: ¿estás en tus cinco sentidos?
Yo estoy seguro que ustedes no conocen a nadie que se haya portado de esa manera jamás. El Señor nos dice que se encontró con alguien así.
Este hombre poseído por el demonio que él encontró y ustedes recuerdan la historia.
Este endemoniado gadareno tenía que vivir en las cuevas. Lo habían encadenado. Estaba loco demoníacamente, en la cabeza y en el espíritu también. Muchas gracias.
Pero el Señor llegó, PERO el Señor llegó, PERO EL SEÑOR llegó. EL SEÑOR LLEGO. Aleluya
Y liberó a este hombre. Este hombre fue el liberado de todas estas cosas. Y la gente vino a ver a este hombre y dijeron ‘está en sus cinco sentidos’. Había vuelto en sí.
El Señor lo liberó de toda esa locura que lo hacía confuso en su mente y entonces lo devolvió a sus cinco sentidos, a una mente sana.
Así que ese sentido completo que se traduce en inglés la palabra ‘serio’, ser un vigilante, un atalaya, serio. Quiere decir ser un atalaya que tenga una mente sana, que este en sus cinco sentidos, sobrio, en control de si mismo, disciplinado, capaz de razonar con una mente santificada, una mente renovada por la palabra de Dios y el espíritu Santo, permitiéndonos pensar en la manera que Dios piensa.
Pedro dice que: “Debemos mantener oraciones vigilantes”, mantener una vida de oración vigilante. “Ser un vigía, un atalaya”.
¿Saben ustedes lo que hace un atalaya, verdad? Un atalaya se para encima del muro y cuando todo el mundo está durmiendo y han bebido demasiado y han fiesteado demasiado, el atalaya tiene que mantenerse despierto.
Está encima del muro, vigilando para que el enemigo no venga, tiene que ser sobrio, alerta, despierto, buscando por todas partes para que el enemigo no entre. Y si ve que el enemigo viene, ¿él que hace? Toca el shofal, toca la trompeta en atención y despierta al pueblo, que el enemigo se acerca.
Así que Pedro dice que debemos orar como un atalaya, estar alertas a lo que está pasando alrededor nuestro para saber lo que está haciendo el enemigo.
Para estar concientes y ver que es lo que Dios quiere hacer para prevenir ese desastre.
Segunda cosa que Pedro dice: “La segunda cosa por encima de todas las demás cosas es amar fervientemente”.
Primera de Pedro 1:22: “Amaos los unos a los otros fervientemente con amor sincero con un corazón puro”.
Ahora él dice: “Sean puros y sinceros. Eso quiere decir con motivaciones puras, que vivamos lo que decimos que creemos. Que tengamos un amor verdadero, sin condiciones, sin esperar nada en retorno.
En la Biblia esta palabra “serio”, un atalaya serio y sincero, la palabra “sincero” quiere decir ser probado por el sol, no tener cera.
[Risas] Yo creo que así es.
¿Qué quiere decir el apóstol Pedro con esta idea de “sin cera”, probado por el sol?
¿Qué quiere decir esto? En los tiempos de la Biblia muchas tienditas pequeñas hacían cerámica. Algunas veces esa cerámica que hacían se cuarteaba y cuando esa cerámica se cuarteaba le llamaban una cerámica crackeada, cuarteada.
Ahora si el mercader, el vendedor, el negociante no era honesto, lo que hacía en vez de botar esa cerámica cuarteada, que él no debía vender, lo que él hacía que sellaba esa grieta, esa partición con cera. Le metían cera en la grieta. Entonces lo que hacía es que ponía esa cerámica en la parte de atrás de los anaqueles o de la tienda donde no había mucha luz del sol, ¿ve? estaba oscuro la parte de atrás de la tienda.
Y entonces si el comprador, el cliente potencial no era sabio, no discernía, así en la oscuridad no se daba cuenta que la cerámica no estaba cubierta. Entonces ¿qué pasaba? Compraba una cerámica, o un vaso cuarteado. Pero si era un comprador astuto, sabio, ¿qué hacía? Cogía ese vaso, esa vasija, la sacaba al sol a la luz del sol, entonces la levantaba hacia el sol y al examinarla a la luz del sol, podía discernir si le había puesto cera en esas grietas entonces no compraba ese vaso o le pedía un descuento bastante jugoso.
Entonces cuando Pedro dice que nuestro amor debe ser “sincero” sus lectores en aquel tiempo entendían exactamente lo que quería decir acerca de cómo debía ser su amor. Su amor debía ser así probado por el sol, ser real, verdadero. Sin hipocresías, sin ningún tipo de agenda. Sin ninguna motivación egoísta, sin querer obtener algo de la persona que estaba pretendiendo amar.
Así que nosotros podemos determinar si nuestro amor no tiene cera por los tipos de relaciones que sostenemos con los demás. Si nuestro amor depende de usar a la persona para nuestros propios propósitos, entonces vamos a estar siempre quebrantando nuestras relaciones.
Cuando nos cansamos y no podemos utilizar más a la persona para propósitos egoístas, así que nosotros debemos permitir que nuestras vidas sean probadas por el hijo, no por el sol solamente. En inglés la palabra hijo y sol tienen la misma /son/. Deben ser probadas por el sol de Cristo Jesús, el hijo de Dios. ¿Ken?
Que el espíritu Santo, brille la luz de Dios sobre nuestros corazones para ver si estamos encubriendo algún tipo de grietas en nuestras relaciones.
En caso de que estemos pretendiendo ser algo que no somos. Así que debemos tener un amor genuino, sincero los unos con los otros. Tenemos que examinarnos unos a otros para ver si en términos espirituales nosotros somos vasijas cuarteadas, quebradas.
¿Entienden lo que estoy diciendo? Están un poquito callados ahí. ¿Ken?
Ahora ustedes deben sentirse animados por las cosas que quieren escuchar y las cosas que no quieren escuchar, pero necesitan escuchar. ¿Ken?
Aleluya.
Y la próxima cosa que dice el apóstol Pedro, es practicar la hospitalidad o servir a Dios y también servir a los demás sin quejarse.
No necesita traducción esa parte.
Pedro entendía esto porque el Señor le había hablado y anteriormente le había dicho: “Ve a la casa de un gentil”
La frase en hebreo es “ o vey”. ¡Oh, no! No esto por favor. Gentiles, no. Son impuros. Esa petición de Dios era tan traumática para un hebreo como Pedro que el Señor hizo descender un lienzo, un talit y ¿recuerdan la visión que tuvo Pedro? Ese lienzo estaba lleno de comida impura. Todo tipo de reptiles y cosas que se deslizaban que un judío jamás debía comer y Dios tampoco quería que Pedro comiera de esas cosas.
Pero ¿recuerdan que el Señor hizo descender ese talit, esa sábana tres veces? Porque en ese momento en que Pedro veía esa visión, tocando a su puerta había tres de esos gentiles impuros.
Pedro jamás había pisado la casa de un gentil. así que el Señor tuvo que hacer algo muy dramático para hacer que Pedro entendiera.
O sea que a la misma vez, Cornelio, el centurión, un buscador de Dios, había enviado esos tres siervos suyos a la casa de Peter. Y esos tres hombres decían: “Por favor ven a la casa de nuestro señor Cornelio”.
Como decimos Pedro jamás había pisado la casa de un gentil.
Aún peor, era tarde en la noche, Pedro invitó a esos tres gentiles a que entraran a su casa.
Yo me imagino que se habrá puesto los dedos a la nariz. Esto era un cambio dramático para la vida y las costumbres del apóstol Pedro.
Así que cuando Pedro finalmente fue a la casa de Cornelio, finalmente dijo: “¿saben qué? Dios me ha mostrado que no debo llamar impuro a ningún hombre, no limpio”
Entonces Pedro dijo: “Por lo tanto he venido sin resistir, sin rechazar o sin quejarme”.
Dice Santiago Capitulo 5 versículo 9: “No se quejen unos de los otros”
Eso es lo que hacen en New Hampshire, pero no lo hacen aquí en Boston. ¿Ken?
Aquí está lo que yo quiero decirles: En estos tiempos finales, mucha, mucha gente va a venir al Reino de Dios. No todos van a ser como ustedes, no todos van a ser como yo. Va a haber gente que uno seguramente pensará: “Definitivamente Dios no puede amar a la gente así”. Pero Dios sí los ama y los va a enviar a ustedes para que ustedes les puedan mostrar cuanto verdaderamente Dios los ama a ellos. Aleluya.
Gente de todo tipo de trasfondos, gente que uno de otra manera jamás tendría nada que ver con ellos van a venir a ustedes, porque verán la gloria resplandeciente, la belleza deslumbrante del Reino de Dios saliendo, emanando de ustedes.
Amen
Quizás usted va a tener que permitir que un extranjero, un extraño absoluto se siente en su silla favorita en la casa o que se coma su segunda porción de su comida favorita, quizás usted tendrá que recoger a alguien en el aeropuerto cuando no sea conveniente.
O dar sacrificialmente para alguien que este en necesidad. Compartir su hogar con extraños o miembros de la familia como miembros permanentes de su casa, como invitados permanentes en su cama, en su único sofá. ¿Ken? Ahí más o menos.
Es lo que dice Pedro: sin quejarse.¡Ustedes están quejándose!
Finalmente, tenemos oración, vigía, si es serio y amor sincero, hospitalidad y finalmente dice: ‘Usen sus dones espirituales de la multiforme Gracia de Dios’.
¿Qué quiere decir esto de ser buenos mayordomos de la multiforme Gracia de Dios?’ Esto quiere decir que el Señor tiene un plan maravilloso para cada uno de ustedes. Quiere decir que todo estará en el ministerio.
Ustedes todos son ministros de Dios. El Señor tiene un lugar de ministerio para cada uno de ustedes y Él quiere manifestar su vida a través de ustedes. En formas muy especiales que solamente Dios y usted específicamente pueden manifestar ese ministerio.
Ahora, Pedro usa esta frase: “la multiforme gracia de Dios”
¿Qué quería decir él con esta frase “multiforme gracia de Dios”? La palabra quiere decir multicolor. Se refiere como a un pedazo de vidrio que sirve como una prisma que refleja la luz, la refracta. Un prisma capta los rayos del sol. Por ejemplo uno puede ver muchas veces la luz solar traspasando las ventanas, los vidrios de una ventana. Y cuando los vidrios captan esos rayos solares los dobla, los refracta de esa manera uno puede ver los colores que componen esos rayos su composición interna. Cuando la luz es refractada uno ve su composición que de otra manera no podría verla.
Entonces lo que Pedro quiere decir es que nosotros somos como ese pedazo de vidrio de Dios. Nosotros somos el prisma de Dios.
Nosotros somos el pueblo que Dios ha puesto sobre la tierra que cuando la gente nos mira a nosotros, verán esos rayos, el amor y la Gloria de Dios en nosotros y entonces querrán lo que nosotros tenemos. Nosotros muchas veces le decimos a la gente ¡No! Mantén tus ojos exclusivamente en Jesús. ¿Dónde está Jesús? No lo puedo ver. Lo estoy buscando por todas partes. ¿Dónde está? ¡Oh! Ahí está, lo veo en ti. ¡Ah! Eso es lo que es el amor, entonces. Eso es lo que quiere decir paz en medio de la tormenta. ¡ah! Eso es lo que es la Santidad de Dios entonces cuando se ve en ti. Eso es lo que es ser puro.¡ah! Eso es lo que quiere decir tener gozo. No podemos ver al Señor en los cielos a menos que el Señor no descorra el cielo. La única manera en que el mundo puede ver a Dios es a través de nosotros. Amén. Ken. Así que una y otra vez en el Nuevo Testamento se nos dice: “Imiten al Señor”.
La gente muchas veces le gustaría escuchar o ver un sermón que escuchar un sermón. Le gustaría ver un sermón que escucharlo en cualquier momento. A ellos les gustaría mejor que la gente caminara con ellos que simplemente les apuntara hacia el camino. Así que tenemos que vivir nuestras vidas de manera que la gente pueda ver la vida de Dios en nosotros. Nosotros somos el prisma de Dios, somos ese pedazo de vidrio de Dios. Tórnese hacia la persona al lado suyo y dígale: “Tú eres el pedazo de vidrio de Dios”. ¿Ken?
Tú eres un pedazo de vidrio de Dios. Ahora, yo se que a ustedes les han llamado cosas mucho peores que pedazo de vidrio de Dios.
Pedro termina sus palabras y dice: “Amén”. La palabra Amén viene de tres letras hebreas: el alef, la men y la nun. Ken. Alef, men and nun.
En hebreo se pronuncia elmeje ne aman, que quiere decir Dios el Rey fiel.
Amén quiere decir es un fiel dios que guarda sus promesas, guarda sus pactos. Eso es lo que quiere decir la palabra Amen. Un Dios que guarda sus pactos, sus promesas.
Él que nos ha llamado es fiel, fiel a su palabra, fiel a Israel, fiel a aquellos de nosotros que hemos sido injertados. Es fiel para completar la buena obra en nosotros. Fiel para redimirnos y comprarnos para sí mismo. Fiel para ayudarnos a resistir hasta el fin. Dios es fiel para levantarnos de entre los muertos. Fiel para darnos un cuerpo glorificado para que podamos vivir por siempre con Él.
Él es fiel para establecer el Reino pleno de su reino sobre la tierra.
Para el reino de Dios está a las puertas, listo para ser revelado, manifestándose, derramándose en todos. Aleluya.
Denle un gran aplauso al Señor. Shavat Shalom.
Lléname de tu gloria! Estás apto para recibirla?
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Isaías, capítulo 6, mis hermanos, miren esto. Yo creo que esto es uno de los misterios de Dios más interesantes. Pero con todo y eso es una de las formas en las cuales él obra. Es algo que le sale a él de su corazón, de intervenir en la humanidad, de intervenir en el ser humano, de poner su mano en alguna forma u otra. Este capítulo de Isaías 6, es el capítulo donde Dios se encuentra con Isaías y le da como quien dice su comisión, su llamado. Pero el asunto es que la perspectiva de Isaías al principio fue una como de que quién soy yo para esto, y hay muchos personajes en la Biblia que respondieron de esa forma cuando se encontraron con Dios cara a cara. El mismo Moisés dijo, ah, pero quién soy yo, si yo soy tartamudo y rápido empezó a poner excusas.
Y Isaías obviamente no se quedó atrás, y por eso es que los quiero dirigir a este texto. Voy a empezar leyendo, obviamente el verso 1 para tener todo el contexto de la historia. Dice:
“En el año en que murió el rey Usías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, su faldas llenaban el templo…”
Yo quiero que se fijen primero en eso. Isaías vio al Señor “….por encima de él había serafines, cada uno tenía 6 alas, con dos cubrían sus rostros, con otras dos cubrían sus pies y con otras dos pues, volaban. Y el uno al otro daba voces diciendo santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos, toda la tierra está llena de su gloria. Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba y la casa de llenó de humo. Entonces dije, ay de mí, estoy muerto porque siendo hombre inmundo de labios y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey Jehová de los ejércitos….”
Yo quiero detenerme ahí. Aquí es donde yo quiero hacer referencia a algo, mis hermanos, porque obviamente en el tiempo en que Isaías estaba viviendo, el contexto aquí bíblico, recuerden que el pueblo de Israel estaba en exilio. Mientras que el pueblo de Israel estuvo en exilio es como quien dice se olvidaron por completo de todas las cosas que Dios les había ordenado, el haber seguido la ley, que era el Torá, ellos se olvidaron de eso por completo. Los babilonios se apoderaron de todos sus utensilios de adoración. Todo lo que implicaba la oración de ellos delante de Dios, ellos se quedaron con todo y el pueblo de Israel se quedó sin nada, era un pueblo esclavo, era un pueblo en la nada.
Y eso provocó a que más de la mayoría del pueblo de Israel se olvidara de todo lo que implicaba tener una relación con Dios. Y en medio de todo eso olvidarse de cuando tu no tienes esa estructura, ese sistema que le da forma a tu vida, que le da sentido y dirección, que define la forma en que una persona habla o se expresa, la forma en que una persona trata a la otra, pues entonces ¿Qué es lo que pasa? En la ausencia de eso todo lo demás del mundo secular en el cual se está viviendo comienza a tomar el lugar de ese sistema. Y por lo tanto ahí fue donde el pueblo de Israel se corrompió con todo lo que era el sistema de Babilonia.
Empezaron a adorar a otros dioses, se fueron detrás de otros ídolos, de los baales, de los chacales, de los… todos los demás que habían por ahí. No, chacal no existía para aquella… ¿Verdad? Que yo sepa. Si tenía una trompeta por ahí. Pero el asunto es que se fueron detrás de otros dioses. Está permitido que yo diga eso aquí? El asunto es que en medio de esa situación está Isaías, e Isaías reconoce que él es un hombre pecador, inmundo de labios. Sabe Dios el tipo de vocabulario que él tenía. Pero a Dios le dio con darle a él una revelación que no le iba a dar a ninguna otra persona.
Miren qué interesante. Dios aunque él mismo fue que mandó a ese pueblo de Israel a exilio, con todo y eso, Dios no se había desconectado de su pueblo. Aunque su pueblo insistía en caminar a espaldas de él, él seguí ahí encima de ellos. Y a través de todo eso él identificó a esta una persona para que él se encargara de divulgar la palabra, las intenciones, el propósito del corazón de Dios a su pueblo.
Y aquí está Isaías cuando se encuentra ante tal revelación y es bien interesante porque qué fue lo primero que él dijo? Ay de mí, que soy que? Hombre muerto. Eso suena como un perro muerto ahí en la calle, como perro muerto. Pero ¿saben qué? Mis hermanos, es bien interesante esta expresión porque en el acontecimiento bíblico cada vez que Dios revelaba su gloria a alguien esa persona no lo podía contener, no podía contener el peso de la gloria de Dios. Y o se caían de rodillas, qué fue lo que pasó cuando Moisés se encontró de frente a la zarza? Se iluminó todo, y qué fue lo que Dios le dijo? Pasó, discipulado 1, qué fue lo que le dijo Dios a Moisés? Quita tus sandalias porque el lugar en el cual estás es santo. Y qué fue lo que pasó? Él se tuvo que caer de cara al piso porque él sabía que no podía mirar en esa dirección.
El Apóstol Juan cuando estaba en la isla de Pasmos, que Jesús se reveló a él, cuál fue una de las primeras cosas que él dijo? Caí como muerto, como una guanábana, caí ahí. El mismo Pablo cuando Jesús se le reveló a él en el camino a Damasco, qué es lo que dice la Escritura? Que se cayó del caballo?, eso es lo que dice la Escritura. No, Señores y señoras, lean bien, no dice que se cayó del caballo, dice que se cayó. Dice que se cayó, no dice que se cayó del caballo, se cayó. Lean bien.
Si estaba en el caballo, pues está bien, yo entiendo que se cayó del caballo, pero como el texto bíblico no dice que estaba en el caballo, solamente dice que se cayó, pues yo asumo que estaba andando con el caballo y la soga del caballo en la mano, pero él iba caminando a pie. No sé, haga usted su propia historia.
El asunto es que la gloria de Dios es tan y tan pesada, mis hermanos, que no se puede contener. Yo le hago una pregunta, seamos honestos, vamos a hablar aquí honestamente: cuantos de nosotros en algún momento en nuestro tiempo de oración le hemos pedido al Señor, Señor, muéstrame tu gloria. Yo quiero más de tu gloria, Señor. Lléname, lléname, aquí estoy. Here is the target. Lléname de tu gloria. Cuántos hemos dicho eso? Ah? No, no han pedido eso? Mira, caramba! Ok, si no lo ha pedido por qué no la pedido, alguien que me lo explique. Por qué no ha pedido eso en oración? Ah? Por miedo, eso es una buena respuesta, me gustó.
Pero, ahá, muy bien. Me alegro por esa respuesta, espero que hoy aquí aprenda cómo pedir entonces. Voy a eso ya mismo. Voy a eso ya mismo. Así que me alegro por ese comentario. Pero miren, hermanos, ¿saben qué? Hay veces que, y no es que nosotros pidamos con mala intención, pedir vivir bajo la gloria, bajo la cobertura, bajo aún bajo la misma presencia de Dios es bueno. Pero el asunto es que nosotros no podemos contener ese poder.
Si ahora mismo a Dios le diera con bajar su shekina, con su gloria, su presencia y bajar aquí, yo voy a ser el primero que voy a caer en el piso. Y después de mí va a ser un domino effect. Todos los demás se van a ir por ahí. Es más, yo creo que vamos a tener que salir corriendo de aquí porque va a ser algo tan y tan pesado. No? No han leído el texto bíblico? Cuando Salomón terminó de dedicar el templo que restituyeron toda la alabanza a través de los levitas y que Dios los mandó a santificarse, y cuando esos levitas comenzaron a adorar en el templo, qué fue lo que dice el texto? Que la presencia de Dios bajó de tal forma que la gente se tuvo que ir porque no ponían contener la gloria de Dios.
Interesante porque viendo yo todo lo que Dios está haciendo ahora en Congregación León de Judá, los mensajes que ha estado transmitiendo a través de nuestro pastor, una de las cosas que ha hecho hincapié es que parte, o una de las intensiones y el propósito de Dios para la iglesia en este momento, es renovar y revitalizar lo que es la alabanza y la adoración en la iglesia. ¿Saben qué, mi hermano, mi hermana? Y yo sé que aquí tengo músico también y parte del grupo de alabanza y oración, pero yo anhelo y tal vez no sé cómo estoy pidiendo, mi identifico con usted, aún como pastor yo creo que tal vez yo no sé lo que estoy pidiendo, pero si es la voluntad de Dios que eso se de aquí, que la alabanza y la oración se renueve a tal forma que la presencia de Dios se manifiesta en este lugar, que todo el mundo tenga que salir corriendo de aquí porque es como que … that’s too much!
Usted se imagina que se prendan las alarmas de fuego o algo así porque la presencia es tan y tan fuerte, la temperatura en este lugar va a subir a tal forma que o nos caemos o salimos muriendo de aquí. Y no lo estoy diciendo en una forma negativa, mis hermanos, no estoy diciendo eso pero sí estoy diciendo que la visitación que Dios quiere traer en medio nuestro en estos días es de tal y tal magnitud que nosotros aunque lo deseemos, nuestra limitación humana no va a poder contener, no va a poder resistir lo que Dios quiere hacer, que vamos a tener que tratar, como quien dice, cógelo suave conmigo. Ay de mí que soy hombre muerto. ¿Verdad que sí?
Entienden por dónde va la expresión de Isaías? Miren lo que hace la presencia de Dios en medio de un lugar, la presencia de Dios revela todo lo que hay escondido. Yo puedo esconder muchas cosas de todas ustedes, hay cosas del pastor Omar Soto que ustedes ni las saben, ni las sabrán porque no se las voy a decir. Esa es la intensión de un secreto ¿verdad? Pero yo estoy seguro que si dentro de esos secretos que Omar está aguantando hay algo con lo cual Dios tiene que bregar y si Omar da la casualidad que ese día que la presencia de Dios se manifieste está aquí, yo sé que yo voy a tener que decir, ay de mí, Señor! Soy un hombre de labios inmundos, soy un hombre de corazón inmundo. Pero lo bello, lo misterioso de todo esto es que con todo y eso, Dios anhela revelarse a su pueblo.
Aunque vivimos en esta fachada tan caída, con todo Dios anhela y desea revelarse a cada uno de nosotros. En alguna forma u otra, mis hermanos y hermanas, ¿saben qué? Es interesante porque cuando Dios te mira, cuando Dios te mira lo primero que Dios ve no es el pecado que nos pueda dañar a nosotros, lo que Dios ve es la belleza que él puso en usted.
Miren cómo dice el texto, verso 6: “…. Y voló hacia mí uno de los serafines teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas, ¿y qué fue lo que hizo? Tocando con él sobre mi boca dijo, he aquí que esto tocó tus labios y es quitada tu culpa y limpio tu pecado….”
Antes que Isaías tal vez empezara a decirle la lista de todos su pecado a Dios, Dios dijo, espérate, antes de que tu digas algo, déjame yo dejarte saber lo que yo pienso de ti. En Zacarías, vayan conmigo al libro de Zacarías. Usted ha conocido a alguien que se llama Zacarías piedras del río? Está aquí en la Biblia. Es el Zacarías del cual estamos hablando, lo que pasa es que Zacarías es uno de esos libros que las páginas se pegan y como que no se puede encontrar rápido… ok, aquí.
Zacarías, capítulo 3, miren esto, Zacarías capítulo 3, la visión del sumo sacerdote Josué. Vamos a empezar en el verso 1, dice:
“Me mostró al sumo sacerdote Josué el cual estaba adelante del ángel de Jehová y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle….”
Miren ese panorama qué interesante. El mismo diablo estaba al lado de este hombre escogido por Dios para darle palo. Y qué fue lo que Jehová le dijo al mismo Satanás? Que Jehová te reprenda, muchacho, Satanás, perdón. Me emocioné ahí.
“….Jehová que ha escogido a Jerusalén te reprenda, dos veces lo dice. No es este, Josué, un tizón arrebatado del incendio? Y Josué estaba vestido de vestiduras viles, y estaba adelante del ángel. Esa imagen, vestido de vestiduras viles significa que él estaba sucio delante de la presencia del mismo Dios. Pero habló el ángel y mandó que los que estaban delante de él, diciendo: quítenle esas vestiduras viles y a él, a Josué, le dijo, mira que he quitado de ti tu pecado y te he hecho vestir de ropas de gala. Después dijo, pongan mitra limpia sobre su cabeza, y pusieron una mitra limpia sobre su cabeza y le vistieron las ropas. Y el ángel de Jehová estaba ¿qué? Sigue, sigue, y el ángel de Jehová entonces amonestó a Josué diciendo, así dice Jehová de los ejércitos. Esta es la parte que me da…. Si anduvieres por mis caminos, y si guardares mi ordenanza también tu gobernarás mi casa, también guardarás mis atrios y entre estos que aquí están te daré lugar.”
Miren lo que Dios puede hacer con una persona que él, como quien dice, tiene una intensión y un propósito. Miren, aunque el mismo diablo se pare delante de usted para hacerle la vida imposible, si el Señor tiene algo con usted you’ll come through, o sea, se va a hacer.
¿Saben qué? Ese encuentro tiene algo especial, porque yo me imagino a Josué tal vez con un sentido de vergüenza como que no me miren, por qué, y la confrontación que tuvo con el ángel. O sea, mira, yo reconozco que había algo malo en ti, pero eso te es quitado para que tu puedas entrar verdaderamente en lo que Dios tiene intencionado para ti. Hubiese sido bien interesante si Josué hubiese dicho, no, no, no, yo estoy bien con esta ropa vil, así apestosa y así andrajosa, yo estoy bien así. Déjame así. Es interesante, porque hay gente que responde así, hay gente que están tan acostumbrado a esa ropa vil, a esa ropa sucia, apestosa que cuando uno los quiere ayudar a cambiarse…, ya esa ropa yo aprieto el botón y se quita sola y se pone sola, como dice Roberto a veces. La ropa se pone sola y todo cae en su lugar. Pero miren, como yo decía el miércoles pasado, miren, cuando Dios tiene sus ojos puestos sobre usted y su corazón también está ahí, mira, no hay nada que se pueda interponer al deseo de Dios.
Yo quiero terminar leyéndoles este último texto que yo sé que muchos de nosotros lo conocemos, mis hermanos. Primera de Corintios, capítulo 2, perdón, capítulo 1, primera de Corintios capítulo 1. Aquí es donde están los misterios de Dios que yo por más que rompa la cabeza no lo voy a lograr entender. Pero dice en el verso 25, Primera de Corintios, capítulo 1, verso 25, dice:
“…. Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres….” y las mujeres también, claro está, no nos vayamos por algo de género, vamos a añadirlos a los dos ahí. Miren ustedes, hermanos, su vocación, que muchos de ustedes no son sabios según la carne y no muchos son poderosos, y no muchos son nobles, sino que lo necio del mundo, oiga, yo espero que usted tenga una buena autoestima porque el mismo Pablo está diciendo, lo necio, lo necio, me dijo necio Pablo, qué pasa? Tal vez algunos de ustedes, Omar tal vez tu dices que te dijo necio, pero yo no.
“…Pero lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios, y lo débil del mundo escogió Dios para avergonzar a los fuertes. Y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios y lo que no es para deshacer lo que es…”
Dígame usted si eso no es un misterio genial. Eso es un misterio genial, mis hermanos, porque es que solo a Dios se le ocurre decir algo así. O sea, nosotros estamos tan acostumbrados a pensar en la otra forma, que aquí lo que vale es lo fuerte, aquí lo que vale es lo noble, aquí lo que vale es el que tiene todos sus títulos de Phd de la mejor universidad, así es como este mundo funciona. Y la tendencia o el pensamiento que nos quieren sembrar a nosotros es que si tu quieres funcionar a ese nivel vas a tener que conseguir todas esas cosas para poder funcionar, para que te hagan caso, para que te escuchen tu voz y te tomen en cuenta, y que entonces te puedan dar el crédito a ti cuando salga una buena idea.
Pero Dios no brega así. Que somos nosotros los hispanos aquí en EEUU? Qué somos? Ese es el término político que nos dan. Minoría. Vamos a ver si ese va a ser el caso cuando venga el censo del 2010 ahora, ¿verdad? Vamos a ver si verdaderamente somos minoría. ¿Verdad? Somos la minoría más grande. Mira que coincidencia, que ironía, que ironía, las ironías de Dios. Somos la minoría mayoritaria aquí en EEUU.
Y mis hermanos, es tan interesante. ¿Saben qué? Al yo mencionar todas estas cosas, mis hermanos, yo comparto esto de mi corazón porque es que yo les tengo que decir, mis hermanos, las últimas semanas para mí han sido un tiempo de, como puedo decir, de romperme la cabeza. Pero yo sé que no voy a encontrar la solución. Pero el mero hecho de que yo estoy escuchando cada vez más y más y más que Dios tiene intensiones, que Dios tiene propósitos, que algo va a hacer Dios, ¿saben qué? Yo llevo escuchando eso desde que yo llegué aquí a EEUU, hace 10, 11 años atrás. Yo llevo escuchando lo mismo, lo mismo, lo mismo, parece un disco rayado. Dios va a ser algo, y todo profeta que se aparezca por ahí, todo Apóstol que se aparezca por ahí, dice lo mismo, lo mismo, lo mismo y lo mismo.
Y hay veces que uno dice, como que, ya, enough is enough. Cuando va a venir de verdad? Pero hay algo, mis hermanos, hay algo en el aire. Hay algo en el ambiente y yo no les se decir, no les se explicar con palabras, pero hay algo en el ambiente. Hay algo en los aires que se está dando. Yo me imagino cuando Daniel comenzó a orar que se dedicó a orar y a ayunar por 21 días y que cuando ese ángel se le apareció y se le reveló, lo primero que le dijo, fue, mira Daniel, perdona que me tardé pero tuve que pasar una lucha en los aires contra las huestes de Satán. Y yo me imagino que ahora mismo en los aires hay una lucha que se está desatando entre las fuerzas del bien y las fuerzas del mal. Hay algo que está sucediendo, hay una espada que Dios está usando para traspasar las tinieblas y verdaderamente traer su luz. Hay un juicio sagrado que se está acercando a la tierra hoy día, y es algo que ya está escrito en el mismo hebreo dice, es tiempo de que el juicio de Dios comience y que comience por dónde? Por la casa de Dios.
Hay un proceso de purificación en el cual Dios va a meter la iglesia, así como cuando en el tiempo de Salomón, cuando terminó la edificación del templo que entonces Dios dio la orden, yo quiero que el pueblo se santifique, porque hay algo que yo voy a hacer aquí que va a causar que la gloria venidera de esta casa sea mayor que, qué? Que la postrera. Hay algo, mis hermanos, hay algo en los aires. Y yo no me quiero quedar atrás. Yo no me quiero quedar atrás.
Y miren como Dios está hablando. Dios está hablando ahora más claro que nunca. Si uno no presta atención, mis hermanos, camarón que se duerme se lo lleva la corriente. Miren que interesante: el día de ayer yo estaba viendo las noticias por la mañana mientras preparaba a Lucas para llevarlo al cuido, y estaban entrevistando a esta muchacha que fue Miss California, no sé si escucharon la noticia de hoy de ella, Carrie Prejean, se llama ella. La estaban entrevistando porque si no lo saben, pues les digo ahora, ella ganó el certamen de Miss California, para ir a participar de Miss Universo, pero ¿saben qué? Aunque ella ganó cuando le estaban haciendo una de las preguntas al final, le hicieron la pregunta de, como era la pregunta? No, no fue necesariamente los gays, yo creo que le hicieron una pregunta medio tergiversada para ver cómo ella respondía. Tenía que ver algo con la familia y el matrimonio y la cosa fue que ella respondió diciendo, yo entiendo que el matrimonio tiene que ser entre un hombre y una mujer, y después dijo, yo lamento por aquellos que están ahí en el público que tal vez no están de acuerdo con mi respuesta, pero así es como yo pienso. Miren, mis hermanos, esa mujer le cayeron chinchas encima. A esa mujer la atacaron como usted tiene idea y la llamaron los nombres más feos que usted se pueda imaginar, la llamaron así en National TV.
Ayer cuando yo estaba viendo esta entrevista ella salió con un libro que se titula “Still standing”, Todavía estoy de pie, porque en ese libro ella está diciendo, y ella se está quejando de la ironía del media que define los EEUU, que supuestamente EEUU tiene esta ley de freedom of speech, de que todo el mundo se puede expresar libremente pero a ella le robaron ese derecho que tiene todo americano. Por el mero hecho de que ella dio su perspectiva con respecto a un issue la bombardearon y la siguen bombardeando todavía. Obviamente ahí salieron a la luz fotos que ella se tomó al desnudo en una época anterior, hasta salió a la luz supuestamente un video sexual que ella le hizo a su novio cuando tenía 16, 17 años. Todo por dañar su imagen, todo por dañar su reputación.
Ella se identifica como una mujer conservadora, cristiana y aún por eso la han criticado. La han criticado porque dicen entonces que es una hipócrita, que si eres cristiana cómo vas a estar posando en bikini en un certamen de belleza. Tantas cosas que le han dicho, pero a mí lo que me capto la atención de la respuesta de ella fue, ella dijo lo siguiente, miren, todo este mal, todos estos errores que yo he hecho han salido a la luz ahora, pero yo todavía estoy de pie porque creo en los principios en los cuales yo estoy basada. Yo creo en los principios de la palabra de Dios y de mi fe cristiana, ella lo expresó así, y nadie me va a quitar de eso.
Cuando yo escuché a esa mujer diciendo eso yo me dije, guau! Que inspirador es esto. Porque muchas veces uno lo que tiene temor es que salgan todos los esqueletos que uno tiene encerrado en el clóset, más sin embargo Dios precisamente lo que quiere hacer es que esos esqueletos salgan para él entonces verdaderamente hacer lo que él quiere hacer con los suyos, con sus hijos y con sus hijas. Dios no puede bregar con un pueblo que tiene esqueletos encerrados.
Y miren, yo les estoy diciendo esto con temor y temblor. Yo me pongo a pensar, guau, Señor, si a mí me salen todos mis esqueletos, ay mamá! Prefieren que me entierren, prefiero que me entierren de verdad. Digo, no vayan a pensar tan mal de mí, yo no soy… podré parecer pero no lo soy.
Pero mis hermanos, es algo que yo veo que Dios está haciendo en su pueblo. Hay algo que Dios está haciendo, cosas tan mínimas que uno puede pensar como que, eso no le importa Dios. Mire, aún eso el Señor quiere bregar con ello. Y ¿saben qué? Él está ahí de frente, él está de frente a la iglesia ahora mismo y él está diciendo las mismas palabras que él dijo con Isaías. Estas son las palabras que Jesús, que Dios, Jesús está diciendo ahora mismo delante de su pueblo. Termino aquí.
Él está diciendo ahora, a quién enviaré y quién irá por nosotros, a quién enviaré y quién irá por nosotros. Después que él purifica te comisiona. Porque eso fue una pregunta retórica lo que Dios hizo. Fue como si Isaías hubiese estado ahí y de repente Dios se para así, guau! A quién enviaré, quién va a ir, quién va a ir por nosotros? Entonces, como él no es Isaías por eso debe ser.
Pero entienden la idea, fue una pregunta retórica lo que él hizo, porque él sabía, él sabía que él había marcado a Isaías para eso, solamente estaba esperando a que él diera la respuesta. Es más, esto es bien revelador para mí ahora. Fácilmente Dios pudo haber dicho, déjame coger otra persona de Isaías entonces. Fácilmente, no déjame quedarme aquí. Fácilmente Dios pudo haber dicho, mira Isaías, ya te pegué este carbón en tu boca, tu estás curado. Vete. Ahora, vamos a responder. Y él, ok, fine, no pero Dios dijo como que, guau! Let me see if he gets the picture. Deja ver si él entiendo lo que yo verdaderamente intenciono con él.
Entonces hace la pregunta quién irá, a quién enviaré, quién va a ir por nosotros? Él sabe, él sabe que eres tu, él lo sabe, él sabe que eres tu, él sabe que eres tu, sabe que soy yo. Él lo sabe. Pero él te está dando tu espacio a que tu mismo digas, aquí estoy, aquí estoy, Señor, aquí estoy, soy imperfecto, tengo una rodilla que no da mucho, pero aquí estoy. Aquí estoy, tal vez mi pelo no es el más bello de todos pero mira, aquí estoy. Aquí estoy, Señor, mira, no tengo mucho dinero en mi cartera pero aquí estoy. Aquí estoy, Señor, mira, tengo achaques en la espalda, pero hey, mira, aquí estoy. Aquí estoy, Señor, estoy peleando con una enfermedad bien fuerte pero hey, aquí estoy. Heme aquí, mándame, como un cohete, a la luna contigo vamos. Aquí estoy, Señor, mira, tengo luchas todavía con esta dicción, pero mira aquí estoy, quiero estar de tu equipo. Aquí estoy Señor, mira, mis hijos, mis hijas todavía me están dando dolores de cabeza pero hey, aquí estoy. Aquí estoy. Aquí estoy, Señor, mira, ese pastor me está dando dolor de cabeza, no puedo bregar con él, pero Señor, aquí estoy. Aquí estoy. Aquí estoy. Envíame a mí, úsame a mí, yo quiero ser parte de tu equipo, Señor, no me quiero perder esta aventura aunque me duela Señor, aunque me tengas que apretar y exprimir y virar patas arriba como una media, Señor, hazlo pero si estoy en tus manos, es mejor sufrir bajo tu mano que sufrir bajo la mano de otra persona.
Claro está, hay veces que Dios usa personas para movernos de esa forma. Así que con esa oración yo digo, Señor, ayúdanos a entender cuando tu estás bregando con nosotros a través de otras personas.
Vamos a ponernos de pie, mis hermanos, y vamos a orar. Guau! Padre, yo te doy la gloria y la honra solamente a ti Señor Jesús. Gracias Jesús. Gracias Dios porque en ti nuestras vidas están seguras, en ti tenemos sentido, en ti tenemos propósito, hay una intencionalidad que tu nos das a nosotros, Señor Jesús. Como dijo Isaías, Señor, ay de nosotros, somos tan imperfectos, Señor, somos tan imperfectos de labios, de mente, de acciones, pensamientos, pero con todo y eso tu te paras de frente a nosotros, Señor Jesús y estás dispuesto a limpiarnos, a purificarnos, a cambiarnos esas vestiduras viles y ponernos un ropaje completo de gala, a poner un carbón encendido en nuestras bocas para purificar nuestro hablar, para verdaderamente funcionar como tus portavoces. Ahí está de frente a nosotros diciéndonos, a quién enviaré, quién irá por nosotros?
Señor yo declaro lo que dice tu Escritura, que tu pones en nosotros tanto el querer como el hacer. Buenas intensiones no son suficientes. El querer solamente no es suficiente. Pon en nosotros, Señor Jesús, ese querer como el hacer. El pedir sí que tu nos llenes con tu presencia pero que a la misma vez dejemos que tus manos nos trate, Dios.
Y Señor, tal vez yo mismo no sé cómo estoy orando, yo no sé qué vaya a psar cuando salgamos de aquí, yo no sé que nos espera allá afuera, Señor. Yo no sé que nueva lucha, yo no sé que nueva situación nos va a esperar allá afuera Señor que nos va a poner en un tanque, que tal vez va a causar en nosotros un sentido de desesperación. Yo no sé. Pero sea lo que sea, Señor, yo sé que con la prueba tu provees la salida y que tu nos das una prueba que no sea demasiado fuerte que no podamos sobrellevar. Yo te pido que sobre cada uno de nosotros repose esa fortaleza que solamente tu das, esa certeza en tus promesas, esa convicción de que los propósitos y las intenciones de tu corazón para el nuestro son buenas, que tu tienes planes de bien, Señor, que sobrepasan nuestra mente tan limitada. Tu lo sobrepasas todo.
Ayúdanos a confiar en ti, Señor, en todo momento por favor. Ayúdanos a reposar en ti, ayúdanos a saber discernir, a saber discernir cuando tu estás obrando Señor en las circunstancias de la vida para traernos a nosotros al nivel que tu quieres que estemos. Yo te ruego que tu seas con cada uno de mis hermanos y hermanas, Señor, que esta palabra, esta noche sea una palabra de ánimo, sea una palabra de esfuerzo, sea una palabra que afirme sus corazones, sus mentes, sus cuerpos, sus familias, su espíritu en ti, Señor.
Cualquiera sea la situación que mis hermanos y hermanas están viviendo ahora mismo yo declaro firmemente que tu estás en medio de ellos como poderoso gigante, Señor, que tu vas a proveer esa salida que ellos están buscando, que tu vas a proveer esas finanzas, esos recursos que necesitan para poder lograr alcanzar sus metas, que esas nuevas etapas de vida a las cuales muchos de nosotros nos estamos adentrando ahora, Señor, que aunque tal vez no sabemos cómo vaya a ser todo ese otro lado de la montaña, tu también estarás ahí, Señor, que tu también vas a proveer tu cobertura, proveerás tu sabiduría, proveerás tus recursos, tu eres el dueño del oro y la plata, Señor, y que de tus abundantes riquezas en gloria te encargarás a suplir a cada uno de tus hijos e hijas. Tu bendición enriquece y no trae consigo vergüenza, Señor. No hay por qué nosotros como tu pueblo, como tus hijos e hijas, tengamos que vivir en vergüenza porque es tu bendición la que enriquece nuestras vidas. A ti te doy toda la gloria y toda la honra por siempre y siempre, Señor Jesús. Recibe el honor en esta noche y da tu bendición a cada uno de tus hijos e hijas, por ti Jesús. Amen y amen.
No es cómo empezaste, es cómo termines
Transcripción
Ahora tenemos a Lilian Gutiérrez que no es extraña, que no es extranjera a León de Judá. Denle un gran aplauso a Lilian. Lilian es una New Yorkriqueña que Dios ha bendecido de una manera extraordinaria. Ella ministra en iglesias en muchas partes de esta nación y trae ese gozo del Señor, esa vitalidad que la caracteriza y siempre que está con nosotros nos gozamos tanto con ella, con su sentido de humor, su vitalidad, su gozo de la vida muy especial. Encarna esa vida abundante, que Cristo tiene para sus hijos y sus hijas así que es un gozo tenerte de nuevo Lilian con nosotros. Te bendecimos.
Vamos a darle un gran aplauso a la Pastora Lilian Gutiérrez.
Lilian Gutiérrez: Gracias, Pastor. Claudina y yo estábamos hablando, pongan mi nombre en ese directorio y cualquier hermano soltero por ahí, está bien que me llame a cualquier hora de la noche o de la mañana. Después que sea soltero, guapo, rico y sin compromiso. Ahora yo sé que me voy a meter en lío, es de locos, pero yo me voy para atrás para Bronx esta noche no me importa.
Bueno, que precioso estar aquí con ustedes. Le doy las gracias al Señor, a los Pastores por su invitación. A todas ustedes. ¿Cuántas hermanas estaban ayer en el retiro? Bueno, les tengo que confesar que después de meterle tantas patadas a esos ladrillos me dio un dolor en los pies que tuve que poner Bengay toda la noche. Pero le metimos cuantas patadas había. ¿Así se dice patadas o qué? Kicks. Le metimos patadas a esos ladrillos representando que hay veces que el Señor nos hace, "Mira, métete en mi presencia. ¿Tú me necesitas? Búscame. ¿Tú necesitas un milagro? Lánzate. No te aguates que yo me estoy moviendo". Pero el que busca es el que encuentra.
El que se lanza es el que consigue. Jesús dijo: "Pedid y os recibirá, buscad y hallarais, tocad y la puerta se abrirá". Pero la realidad es que eso está escrito en el griego es un tenso continuo. En otras palabras el que pide, pide, pide, pide, pide, pide, pide, pide al fin recibe. El que busca, busca, busca, busca, busca al fin haya; el que toca, toca, toca, toca, toca al fin la puerta se le abre.
Y eso es lo que pasa muchas veces que empezamos y no terminamos. Buscamos y no desmayamos. Pero el Señor quiere un pueblo que se levante firme y fuerte. ¿Sabes? Mis padres están ancianitos. Ustedes conocen mi testimonio. Ya mi papá tiene 90, mi mamá tiene 85. Entonces tienen mucho padecimiento. Mi papá está en una silla de ruedas, ya casi no pueden salir mucho. No pueden ir mucho a los cultos, ¿no? Entonces últimamente se han metido a hacer algo que nunca hacían y eso es mirar las novelas. Y algunas, yo le digo a mi papá, algunas son tan calientes que yo le digo; "Papi, no mires eso que eso te hace daño" y él me dice "Bendito, ¡déjame aunque sea mirar!"
Bueno, anyway, porque algunas son demasiado de calientes, ¿no? Pero una vez yo llegué y estaban viendo una novela que me gustó el título. Porque el título fue este: 'Las tontas no van al cielo'. ¡Ajá! Ustedes lo saben. Oh, my God! ¡Pastor! Pastor, ahora usted sabe por qué no vienen a los cultos de los viernes.
Gracias a Dios que esa novela ya se terminó. Pero ¿saben por qué me cogió ese título? Porque es una realidad. Los que son tontos, los que son bobos, los que se quedan hacia atrás no acaparan lo que necesitan y eso fue como es el "gist", el grueso de la novela: que era una mujer tan tonta que todo el mundo le brincaba por encima, le quitaban los maridos, le quitaban los novios.
¡No! Pero el Señor no está buscando un pueblo que deje que le quiten las bendiciones. Está buscando un pueblo que diga: 'Yo no soy tonta, ni tonto'. Porque las tontas no van al Cielo, los tontos menos todavía. Porque Jesús no era tonto. Jesús no fue un tonto. Por eso no me gustan los cuadros que pintan de Jesús que los hacen verse medio… [LENGUAJE CORPORAL].
Jesús no fue así, hablaba cuando tenía que hablar; reprendía cuando tenía que reprender; echaba fuera cuando tenía que echar fuera. Porque era un hombre completamente hombre, completamente Dios, completamente hombre. Con autoridad. Con integridad, con juicio y así es que tiene que estar el pueblo. ´Para tonto ni para atrás ni para adelante.
Hermanos, perdonen porque yo estudio, pienso y me preparo en inglés entonces cuando me paro dependo del Señor. Así que meto disparates, bueno, ustedes me ayudan, ¿Okay? Háblenle para que yo sea una Yankee. Pero déjenme decirles. Wait. Mi papá que les dije que tiene 90 y todavía tiene como un ladito como rebelde, ¿no? Pues él detesta a los Yankees, detesta a los Mets y le encanta los Boston Red Socks.
Entonces él mira los juegos y dice: "Qué pierdan, qué pierdan". Miren que traicionero. Pero como tiene 90 y es un veterano de la Guerra número 2 tenemos que dejar que él siga adelante. Amén. Así que sea la gloria para Cristo.
No, tenemos que gozarnos en el Señor. Es una cosa que el Señor me está enseñando a mí. Ay veces que uno se pone tan serio, tan sobrecargado, tan amargado que como decía mi viejo Pastor que era un cubano decía: "Hermanos -hablaba así bien cubano, ya él está con el Señor- Hermanos ¿aquí ustedes están bautizados en el espíritu o con jugo de limón? Y si es jugo de limón, prepárese una limonada y métale mucha azúcar". Para que se gocen.
La palabra dice que el gozo del Señor, nuestra fortaleza es y esta vida, esta vida, está llena de problema, tribulaciones, de lágrimas. Nos pasan cosas que no esperamos y tenemos que saber como reírnos. Especialmente reírnos de nosotros mismos. Hay veces que yo llego después de una predica y digo '¿Por qué yo habré dicho eso? ¿Por qué yo hice tal cosa?' Y me tengo que reír para no sobrecargarme ¿no? Tenemos que aprender a reírnos. Es bueno, tener un sentido de humor, un corazón alegre trae sanidad al alma.
¿Saben qué? hasta los psicólogos, los científicos, personas en la carrera de salud dicen que cuando uno se ríe, fíjese, es algo que el Señor ha creado, cuando uno se ríe, los sesos -the brains- desatan..¿se dice brains?. ¡oh cerebro! ¿Y qué son los sesos?
Anyway, ustedes entienden brains. Pues, eso mismo, the brains, desata una química, una hormona que viaja por todo el cuerpo y trae sanidad a todos los órganos del cuerpo. Mire lo que el Señor ha creado en nosotros, una defensa tan preciosa. Por eso tenemos que aprender a gozarnos, reírnos. El gozo, David dijo 'El gozo del Señor es mi fortaleza' y cuando dijo eso estaba en el medio de una crisis. Estaba bajo la persecución, había oposición, lo estaban oprimiendo y dijo 'El Gozo del Señor, es mi fortaleza'.
Por eso a mi me encanta venir a esta iglesia, porque me encanta ver como ustedes lo adoran y lo alaban. ¡Qué precioso! Y yo me río con gente que no le gusta la alabanza porque en el mundo la gente van a las fiestas y yo era una que cuando estaba en el mundo, yo era una que iba a muchos rock concerts, ¿no? ¿Qué era? Iba a los conciertos de salsa, ¿no? La gente va a los conciertos, se tiran, se jalan, ¡Azúcar!
La gente va, se merece ¡el venado! Yo fui a Puerto Rico y allá estaba Daddy Yankee: "Métele gasolina..." entonces la gente en el mundo se desbaratan. Para los Yankees en estos días, la ciudad de Nueva York si usted va, las bocinas, la gente gritando hasta las 2 o las 3 de la mañana: "Yankees". Bueno pero entonces llegamos a la casa y estamos… [LENGUAJE CORPORAL]
Tenemos que aprender, Señor. Tal como en el mundo yo me desbaraté para el diablo, ahora yo para ti, yo me gozo, yo te alabo porque Tú eres precioso. Y al Señor le gusta un pueblo que lo sepa alabar.
El Salmo 22 dice que: "El habita en las alabanzas de su pueblo" y habita no sólo que vive. En el hebreo una palabra que quiere decir que se mueve, que extiende su mano, que hace justicia y cuando usted lo está alabando, Él está haciendo justicia para con usted. El Señor está rompiendo, haciendo, deshaciendo y es una cosa maravillosa.
Y yo me alegro, Pastor, con el crecimiento que hay en este lugar. En el medio de un fallo de la economía. Cuando el mundo dice que no hay, cuando los bancos dicen que no, cuando el mundo cree que ya es imposible, el Señor los está expandiendo a ustedes. El Señor les está añadiendo a ustedes. ¿Por qué? Porque Dios obra en una economía celestial y aunque los bancos físicos están en malas condiciones, el banco de Gloria está lleno de riquezas. Y el Señor suple a su pueblo lo que necesita.
Allá nosotros también estamos envueltos en un "Building Project" ¿no?, de crecimiento y necesitamos 35 millones de dólares. Todos los bancos nos han dicho: "No way. No se puede, no se puede". Pero el Señor en estos días nos está diciendo: "Ten fe que cuando el hombre dice que No, yo digo que Si. Cuando el banco no suple yo desato del cielo el banco celestial". Y estamos creyendo por fe que el Señor nos va a ayudar porque necesitamos ampliar el templo para las almas que tenemos que alcanzar.
¿Sabe qué estamos en los últimos días? No se necesita, ¿cómo se dice? Un doctorado en Teología para saber que estamos en los últimos días. Pongan las noticias de las 6 y ya usted sabe que estamos en los últimos días. Pero el Señor dijo que "en los últimos días se iba a derramar sobre la faz de esta tierra de una manera que nunca jamás se había hecho".
Y le dijo a Joel: "En los últimos días yo derramaré mi espíritu sobre toda carne y mis hijos y mis hijas van a vivir, van a profetizar, van a tener visiones, van a ver mi mano moverse y yo voy a restituir lo que se ha comido la oruga. Lo que se comió Saltón, lo que se comió Revoltón, lo que se comió la langosta. Yo lo voy a restituir para que los hombres sepan que no es el hombre que está en cargo. Yo soy el que sigo sentado sobre el trono".
Y el Señor tiene la última palabra. Lo que el Señor dice, el Señor lo cumple. Porque el Señor, nos dio hijo de hombre para que el que mienta se arrepienta. Si el Señor te lo prometió, tarde o temprano el Señor lo cumple.
El Señor le habló a mi mamá que yo iba a llegar a sus caminos, muchos años antes de yo llegar y aunque yo salté, me rebelé, no quise, eso de religión eso es para los pobres, los ignorantes. ¡Ah, qué quiero saber yo de Jesús! Bueno, pues después que ella se enfermó, que le diagnosticaron cáncer del estomago, a mi papá se le fue la mente. Se puso en un estado catatónico. No hubo ni psiquiatra, ni medicina, ni shotverbing, no hubo tratamiento, nada que lo pudo sanar. Pero el Señor hizo una obra sobre natural: sanó a mi mamá, le devolvió la mente a mi papá, han pasado 28 años y todavía estamos aquí para la gloria de Cristo.
Ese es el Dios que nosotros le servimos y todavía sigue vivo, fuerte, maravilloso y el Señor se está moviendo. Vamos a movernos con el Señor para que podamos ser los hombres y mujeres que el Señor quiere que seamos. ¿Amén?
A ver esta mañana y esta tarde el Señor tiene para nosotros en el libro de Eclesiastés y si tienen la bondad de ponerse de pie cuando lo encuentre. Eclesiastés 9 y vamos a empezar en los versos 11 y 12. Y cuando lo tengan pueden decir Amén, Gloria a Dios. Las tontas no van al cielo, los tontos menos todavía. El Señor es bueno, hey, men?
Eclesiastés 9 versos 11 y 12. ¿Sabe? Cómo que a algunos libros de la Biblia como que se les pegan las páginas, no se encuentran muy bien. Ese es uno de ellos, pero si está por Proverbios, ya casi está por Eclesiastés. Y así lo vamos a leer en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Dice el verso 11: "Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera ni la guerra de los fuertes, ni aún de los sabios el pan. Ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor, sino que tiempo y ocasión acontece a todos. Porque el hombre tampoco conoce su tiempo como los peces que son presos en la mala red y como las aves que se enredan en lazo, así son enlazados los hijos de los hombres en el tiempo malo cuando cae de repente sobre ellos".
Y el mensaje es este: No es cómo se empieza, es cómo se termina. No es cómo empezamos esta carrera, es cómo la vamos a terminar. No es cómo se empieza, es cómo se termina. Padre en el nombre de Jesús de Nazaret te alabamos y te bendecimos, te damos Gracias, porque tú has sido más que bueno con nosotros. Gracias que hasta este momento tú has estado tan presente. Te hemos sentido, te hemos visto, te hemos palpado en este lugar, Señor.
Gracias. Gracias por las bendiciones ricas en este ministerio, esta Iglesia, estos pastores, gracias, gracias, gracias y sabemos que tú tienes aun más todavía. Ayúdanos a seguir corriendo esta carrera que terminemos como tu quieres que terminemos: en victoria, gloriosamente. Porque no es cómo empezamos en ti, es cómo terminamos. Ayúdanos a llegar hasta el punto final en ti para la gloria de Cristo Jesús. Y el pueblo dice Amén.
Y antes que se siente dígale a dos o tres hermanos o hermanas: "Hermano, hermana no es cómo empezaste, es cómo termines. No es como empezaste esta carrera, es como la termines. No es como empezaste en Cristo sino como vas a terminar". No es como empezamos, es como vamos a terminar.
Fíjese el libro de Eclesiastés se le conoce como parte de la literatura de sabiduría igual que el libro de Proverbios, el libro de Cantares. Y en el libro de Eclesiastés, Salomón que el Rey Salomón se le considera por muchos como un hombre más sabio de todo el mundo, de toda la humanidad.
Y en Eclesiastés, Salomón hace algo que algunas veces nosotros como que nos aguantamos un poquito de hacer y es esto: él cuestiona todo aspecto de la vida. Le hace preguntas a Dios de todo: de la vida, de la muerte, de lo malo, de lo bueno, de riqueza, de pobreza, de salud, de enfermedad, de amistades, de belleza, de trabajo, de vida, de vagancia, de muerte, de juventud, de vejez. Le hace miles de preguntas al Señor.
¿Sabe una cosa? Algunas veces nosotros nos detenemos pero yo he aprendido que a Dios le gusta una buena pregunta. Dios le gusta cuando le hagamos la pregunta. No, tiene que contestarla pero sí Dios se entretiene en nuestras preguntas. Y tarde o temprano cuando llegue el momento que el Señor dice: "Hoy es el día", el Señor contesta nuestras preguntas. No siempre la contesta como queremos que la conteste pero si nos manda la respuesta.
Y Salomón, por eso cuando empezamos en el verso once, me gusta, él dice: "Me volví", en otras palabras él estaba pensando en todos estos asuntos: la vida, la muerte, lo mucho, lo poco, los buenos, los malos y dice 'de repente como que recapacité -I returned'- me volví para atrás y puse mi pensamiento en el Señor y me di cuenta que la vida no es basada en lo que el hombre dice y hace si no lo que Dios quiere como Dios disponga.
Hay dos temas principales en Eclesiastés. Uno es este: en la vida todo es vanidad de vanidades. En otras palabras, todo es temporario. Todo empieza y termina; todo es superficial. Uno está aquí hoy quizás no está mañana. Uno es joven un día y al próximo día le salen las arrugas, la gravedad empieza a jalar todo en el cuerpo para abajo. Estoy hablándoles a los hermanos también, ¿sabes?
Ayer les hablé a las hermanas, pero los hermanos cuidado. ¿Yo les conté a las hermanas que algunas veces cuando uno dice, 'Señor por qué es que yo estoy soltera todavía, por qué será que yo no me he casado cuando yo tuve tantos novios qué se yo qué? Y un novio que tuve 30 años atrás que era guapo, buen mozo, elegante, bueno, anyway, yo no era cristiana; pero yo sé que mi mamá lo reprendió, lo echó de casa.
Anyway. Pero estuve en una comida de retiro de una principal amiga mía, porque yo trabajaba con la Junta de Educación y fui a una comida y lo menos que yo me esperaba allá me encontré este ex-novio. Y cuando lo miré, yo dije: "¡Ay, Señor! Está calvo, está ciego y está barrigón". Gracias, Señor que todavía tú me dejaste así. Gracias Señor".
Porque así es la vida, hermanos, todo cambia, todo cambia en la vida. Un día usted está fuerte y saludable, el otro día se encuentra en un salón de emergencia en el hospital. Un día usted tiene riqueza, viene un huracán le sopla la casa se queda sin nada. Un día usted tiene muchos amigos, otro día busca y no hay nadie que esté que le de el socorro. Y así es la vida. Todo es vanidad de vanidades. Por eso no vale la pena uno aferrarse de nada ni nadie. No se aguante con nada ni nadie, menos el Señor.
El segundo tema es este: la vida al futuro está lleno de sorpresas. Y muchas veces lo menos que uno espera es lo que le llega a la puerta y lo que más que uno anhelaba, lo que uno esperaba nunca se le aparece. Así es la vida. Sabemos que estamos aquí en este segundo preciso, pero aún cinco después de este momento no sabemos lo que puede suceder.
Cuantas personas no han visto y que conocemos de la Iglesia una familia que salieron del culto de los jóvenes, se metieron en el carro iban para un Friday's a comer juntos y vino un borracho en el carro y mató a los tres jóvenes, que salieron de un culto de adoración. Así es la vida.
El hijo menor de mi hermana, mi sobrino de 14 años, fue a nadar con unos amiguitos. Hubo un accidente y mi sobrino se murió, se ahogó. ¡Qué choqué para mi hermana, mi hermana! Pero así es la vida. Por eso dice la palabra: "El mañana no se le es prometido a nadie". Tenemos este segundo, este momento y tenemos que aprovecharlo.
Jesús, ¿dijo qué?: "Ni os afanáis por mañana, porque mañana trae sus propios afanes". Preocúpese por este momento lo que está sucediendo aquí ahora que solamente tenemos este segundo para agarrar. Amén.
Y así sigue Salomón. Y entonces termina, la conclusión en el capítulo 12 es este, esta es la conclusión de él: 'Para vivir, para seguir en esta carrera, para terminar como el Señor quiere que terminemos dos cosas: teme a Dios -porque el temor de Dios es el principio de sabiduría- teme a Dios y guarda sus mandamientos'. Este es el todo del hombre. Nada más vale la pena, nada más es importante. Temer a Dios y guardar sus mandamientos. Eso nos mantiene corriendo esta carrera hasta el día que el Señor nos mande a buscar.
Entonces Salomón hace unas observaciones. Este Capítulo 9 es un capítulo clave, bien significante y el mensaje principal es este: el hombre no debe vivir por sus propias fuerzas, habilidades o conocimiento sino con toda confianza y dependencia total en el Señor. Cuando vivimos así, el Señor dirige nuestros pasos y llegamos hasta donde tenemos que llegar.
Entonces en el verso 11 hace unas observaciones y en el 12 nos da un aviso. Lo primero que dice es esto en el 11: "Me volví y vi debajo del sol que ni es de los ligeros la carrera". Y busqué esta palabra en el hebreo para estar segura de lo que estoy diciendo, pero el término que usó aquí: que la carrera no es para aquellos que son naturalmente rápidos.
¿Sabes qué hay gente que son ligeras? Bueno, yo sé que ustedes están en Boston, aquí la gente son un poquito más... pero allá en Nueva York, allá caminamos rápido, allá se come rápido, allá se habla rápido, allá se hace todo rápido. Si usted se ha montado en un subway, ¿ustedes se han montado en un subway en la ciudad de Nueva York? Cuando el tren pare y se abran esas puertas, usted tiene que correr para adentro porque si usted no corre para adentro los que están saliendo corren para afuera y no sólo corren sino que corren todos juntos.
Entonces es como una ola: usted está entrando y ellos lo están echando para afuera. Usted tiene que seguir entrando porque sino se le cierra la puerta, se va el tren y usted se queda en la plataforma. Y así es la vida. La vida, uno tiene que moverse, porque sino se le escapan las bendiciones. Van y vienen las oportunidades.
Las puertas se abren y se cierran y usted todavía parado esperando, 'where's the train?' No, usted tiene que moverse. Usted tiene que buscar, usted tiene que hacer los arreglos, usted se tiene que determinar que usted se va a mover, usted va a buscar lo que usted necesita porque hay bendiciones para el pueblo, pero el pueblo se tiene que mover y se tiene que mover ligero. Se tiene que mover rápido.
El apóstol Pablo comparó esta vida con la carrera y le dijo a los Corintios: "No sabéis que los que corren en el estadio todos la verdad corren pero uno sólo se lleva el premio. Corred de tal manera que tú lo obtengáis'. En otras palabras, hay muchos que están corriendo en esta carrera pero al final solo uno se va a llevar ese premio. Corre tú individualmente como que ese premio tenga el nombre tuyo puesto ahí para que sigas corriendo y no te desmayes y no te eches hacia atrás.
En Corintio había un estadio que era uno de los más grandes en el Imperio Romano y cada tres y cuatro años tenían juegos como tenemos aquí Olympics -Olimpiadas le dicen- tenían esos juegos y aunque había muchas competiciones, la competición que más le gustaba a la gente era la de los que corrían la carrera y a esos le daban el entrenamiento más duro.
Y una de las cosas -yo leí esto y estuvo bastante maravilloso porque es algo que tiene, por eso Pablo lo usa, principios espirituales- les decían a los que corrían la carrera: "Corre y no mires a la derecha, no mires a la izquierda, mira solamente el premio que tienes al final porque si miras el que está corriendo a la derecha o si miras el que está a tu izquierda puede que te desanime, puede que te atribule, puede que te confundas. Para que ganes la carrera corre solamente mirando al premio que está al final de la carrera".
Y muchas veces eso nos pasa a nosotros espiritualmente, que si estoy pendiente de mi mamá, que si estoy pendiente de mi familia, que si estoy pendiente de los trabajadores, que si mi supervisor. ¡No! Mis ojos están puestos en Cristo Jesús y todo lo que me acapare el Señor es suficiente para bregar con todos los asuntos de mi vida.
El libro de Hebreos, ¿dice qué? "Puestos vuestros ojos en Cristo Jesús, el autor y consumidor de vuestra fe". Es el autor porque empezó el primer capítulo de mi vida, es el consumidor porque ya tiene escrito el último capítulo de mi vida y los demás capítulos yo tengo que seguir corriendo.
Como fui maestra tantos años, me gusta usar cuentos de hadas y fábulas porque realmente esos cuentos de hadas no fueron escritos para niños, aunque los usen estos días. Fueron escritos como satires, como comentarios contra el gobierno de Inglaterra y la opresión que había. Entonces estaba la fábula del conejo y la tortuga. ¿Lo conocen? Se acuerdan que empezó la carrera: get ready, set, go -a la lista, a la marca, bum! Entonces empezaron, el conejo rápido y la tortuga iba… [LENGUAJE CORPORAL]
Entonces el conejo miró para atrás y dijo, "esa tortuga está tan lenta, déjame pararme. Se fue a la casa del ratoncito y allí se tomó un cafecito Bustelo con leche. Bueno ¿aquí toman Bustelo o toman qué? Anyway, lo que sea… capuchino. Se tomó el cafecito. Salió, se metió otra vez en la carrera y allí estaba todavía la tortuga [LENGUAJE CORPORAL]
'¡Ay! Déjame ir a la casa del oso que me de una tortilla con habichuelas fritas, ahí; es más comió un bangú con quesocito o si no que me den un peñil con arroz con habichuelas, que me den arroz con andules, que me den frijoles, que me den tortilla'. Ya cubrí todas las naciones aquí. Okay, anyway. Qué me de spaghetti con meatballs, que me de couched hotdogs, lo que sea. Se sentó y se comió la merienda. Salió y todavía estaba la tortuga [LENGUAJE CORPORAL]
Entonces ¿qué pasó? Pasó al lado de una laguna, un laguito y estaba la palmita y se dijo el conejo: "¡Ah! Me voy a coger una siestecita aquí porque esa tortuga es tan lenta." Y se acostó en la laguna y se quedó dormido. Y al rato se despertó con gritos "¡Yeah! Tortuga" porque mientras él dormía [LENGUAJE CORPORAL]
Entonces yo la apoyo, sea usted rápido, sea lento, sea la media, siga caminando hasta llegar a su punto final que el Señor tiene un destino para cada uno. Muchos han empezado esta carrera y muchos se han desviado. Con muchos que yo fui al seminario 28 años atrás, en estos días, ya no existen. Muchas iglesias donde yo fui a predicar, Pastor, 20, 25 años atrás que estaban llenas y gloriosas ya no están en Ministerio.
¿Por qué? Porque se desvían, quitan los ojos de Cristo Jesús, se olvidan del premio que tenemos al final. El apóstol Pablo dijo: "Yo no estoy perfecto todavía. Todavía yo no he alcanzado la perfección. Pero una cosa yo estoy determinado a hacer. Me olvido de lo que me queda por atrás y prosigo a la meta que tengo en Cristo Jesús".
Y hay veces que usted se tiene que hacer de esa disposición. Yo me olvido de los errores, me olvido del pasado porque no importa como empecé, lo que importa es como yo voy a terminar. Y yo sigo adelante en Cristo Jesús, porque hay una carrera que correr.
Pero sigue Salomón y dice además de… ¿qué? "… la carrera no es de los ligeros. La batalla no es de los fuertes". Entonces busqué esa palabra fuertes, quiere decir 'aquellos que son naturalmente, físicamente fuertes. Hay gente que son fuertes y no conste su estatura. Creemos que solamente los grandes...
Mi papá es pequeño y frágil, es delgado pero mi papá tiene una fuerza que nació con ella. Yo me acuerdo años atrás cuando no era cristiano, se metió en una pelea con un hombre irlandés. El irlandés era grande, robusto, es más tenía dos o tres whiskys metidos. Entonces mi papá se salió del carro, estamos que rebuzne con el carro, mi papá se cortó, bueno y mi papá le dijo: "¡Hey!" y fue donde el gran irlandés. Mi mamá le gritaba: "Métete en el carro, que te va a matar ese irlandés" y mi papá "No, yo no le tengo miedo". Bueno, saben la verdad, mi papá le hizo tanto frente que el irlandés se metió en el carro y se fue.
Y hay veces, que personas así naturalmente son fuertes, tienen ánimo. Pero esta guerra mis hermanos no es física, esta no es una guerra de puños, esto es una guerra espiritual.
Pablo le dijo a los Efesios y los Efesios tenían lugares, bases militares, sabían eso de militar, de pelear guerra. Pero Pablo dijo: "En Cristo la guerra no es contra sangre y carne. Esta guerra es contra potestades, principios, huestes celestiales. Tenemos un enemigo que se esconde, que se tapa, que nos miente, que se cola, que se mete, que nos engaña, que nos enreda para que no lleguemos al lugar que el Señor tiene para nosotros".
Pero le dijo: "Revistase, no con tu propio poder, pero con el poder del Señor. Ponte la armadura para que cuando llega el día malo te puedas parar". Me gusta en inglés porque dice: "Take a stand". En otras palabras, literalmente, ponte de pie porque esta guerra no se puede pelear sentado. El pararse de pie es una posición de autoridad y no pararse con los pies juntos, fíjese. Literalmente dice: "pararte de pie con los pies separados" porque hay fuerza.
¿Sabe que cuando usted está así le soplan, usted pierde pero cuando usted se para así usted tiene mejor balance? Y aunque le soplen… [LENGUAJE CORPORAL]
Pastor, esta iglesia me hace hacer cosas locas… ¡porque me apoyan!
Aleluya. Así le dijo Pablo: "When you've done everything... cuando has hecho todo, cuando has orado lo más que tú puedes orar, cuando has ayunado que ya no puedes ayunar más, cuando has alabado, adorado y esperado, párate" y párate mira con así.
Acuérdese que los lomos significa lugar de seguridad. Yo sé en quien yo he creído. Bueno, ojalá que los hermanos hagan eso. Pero las hermanas, yo se en quien yo he creído. Y los hermanos, espiritualmente, yo se en quien yo he creído. Y yo se que el Señor va a perfeccionar todo lo que me corresponde hasta el día de Cristo. Y el Señor peleará mis batallas.
Cuando Moisés sacó a Israel de Egipto, llegaron al puente que estaban de frente al Mar Muerto y estaban los egipcios y el Faraón detrás de ellos y el pueblo lloró enseguida. Como hacemos nosotros, damos queja: "¡Ay, qué si estábamos mejor en Egipto!" Mentira, eran esclavos, estaban oprimidos, no tenían comida y mintieron dijeron: "Allá estábamos comiendo arroz con habichuelas, allá teníamos chuletas". Mentira, no tenían nada.
Estaba el temor y el Señor le dijo a Moisés: "Mira, dile a mi pueblo que se estén tranquilos. Que guarden su paz porque yo Jehová pelearé por ellos". Y los egipcios que ven hoy nunca jamás lo van a ver otra vez porque tenemos un Dios que sabe defender su pueblo.
David dijo en el Salmo 3: "Yo vi cuando Dios le metió un puño a mi enemigo y le tumbó los dientes". Y hay veces, tenemos que obrar por gracia y misericordia porque lo que va para allá viene para acá. Pero hay veces que usted dice: "Señor, ciérrale la boca a esos mentirosos. Señor túmbale los dientes a dos o tres que me están mortificando".
Cuando yo estaba recién convertida y el Pastor conoce muchas de las personas que yo conocí años atrás y la hermana que el Señor usó para que yo llegara a los caminos del Señor. Ese grupito de hermanas tenían un grupito de oración pero fuerte y cuando yo estaba recién convertida mi mamá me llevaba a sus cultos y esas hermanas ¡guau!
Esas hermanitas, que ya casi todas están con el Señor, oraban así: "Señor mira, esa nuera mía sinvergüenza. Jálale los pelos. Y mira ese yerno mío borrachón, mujeriego, rómpele las patas y mételo en el hospital". Y ¿saben una cosa? Así fue que llegamos muchos con las patas rotas, con los pelos jalados para arriba, sin dientes. Llegamos, pero llegamos porque ¡sí que oraban!
Y eso que, hermanos, yo no les sugiero que comiencen a orar así. Yo no oro así, pero si que esas hermanas oraban. Eran oraciones ¿saben qué? eran oraciones violentas. Pero ¿sabes lo que dijo Jesús? Jesús dijo esto:"Desde los días de Juan el Bautista hasta el presente el reino de Dios ha sufrido violencia. Pero los violentos lo arrebatan". Y esa palabra, ese término "arrebata" que lo miré en el griego quiere decir: "cogerlo rápidamente y no soltarlo ni por un segundo".
En otras palabras mis hijos le pertenecen al Señor. Mis hijos le van a servir a Cristo. Mi esposo va a venir. Las finanzas vienen porque vienen. La iglesia se va a llenar de su gloria. Mi sanidad ya está por llegar. Mis fuerzas el Señor va a restaurar, las bendiciones vienen porque vienen. El Señor va a hacer lo que va a hacer y lo tenemos que arrebatar y no soltar por nada ni por nadie. Porque hay bendiciones para tú, para mí y no es cómo empezamos es cómo terminamos esta carrera en Cristo Jesús.
Y sigue Salomón, además de que "la carrera no es de los rápidos, ni la guerra de los fuertes, ni aún de los sabios, es el pan. Y esto está hablando de sabio, está hablando de aquellos que saben hacerse, saben hacer planes". ¿Saben qué? A muchos nos gusta planificar, nos gusta hacer y deshacer pero la verdad es que nuestras necesidades están en las manos del Señor. El Señor es Jehová Giré que suple lo que necesitamos y podemos planificar, hacer y deshacer y tenemos que hacerlo pero al final del día el Señor es el que suple lo que yo necesite.
Yo lo compartí esta mañana en uno de los programas de noticias, no un programa cristiano, un programa que no sé si era 20/20, Line/line uno de esos programas de noticias estaban entrevistando a este hombre y él dijo que a los 14 años dejó a México, se fue para California, trabajó en un restaurante lavando platos, vivió en las calles, durmió en los parques, pero dentro de él había un sueño: que quería hacerse de algo en la vida. Luchó, se tiró y buscó del Señor. En estos días, para hacerle un cuento largo, en estos días, es el neurocirujano -neurosurgeon- número uno de este país que trabaja en John Hopkins Hospital.
Los grandes…, los grande políticos, los grandes hombres internacionales cuando hay un problema de la mente, del cerebro, tumores es a él a quien tienen que consultar. Y cuando lo entrevistaron el reportero le preguntó, "¿Y cómo tú llegaste?", él dijo "Porque el Señor me trajo hasta aquí. El Señor me suplió todo". El Señor le abrió las puertas.
Fíjese, 14 años, sin una palabra de inglés, sin familia, lavando platos, viviendo en las calles y llegó a ser un cirujano número uno del mundo. Ese es el Dios al cual nosotros le servimos. Por eso el Señor dijo: "la plata es mía, el oro es mío. Lo que tú necesites yo te lo puedo suplir".
"Las riquezas, dice también Salomón, no es para aquellos que son negociantes". Hay gente que son negociantes, se saben hacer de dinero, pero muchas veces lo hacen a través de manipulaciones, a través de tricks, hasta la buscan, se mueren.
Cuando yo estaba en la universidad trabajé part-time en un negocio de stereo equipment, equipo, entonces fíjese, el hombre, era un pueblo -me da lástima decirlo pero es la verdad- era de un pueblo latino que había mucha gente pobre, mucha gente de necesitada. El hombre, el dueño no hablaba una palabra de español. Bueno tres palabras: bueno(u), bonito(u), barato(u) y la verdad es que muchas de las cosas que le vendía a esa gente pobre no eran ni bueno, ni bonito, ni barato. Porque él cogía mercancía vieja, usada, la limpiaba, la volvía a reempacar con cajas nuevas y la vendía como productos nuevos. Cosas ya usadas que ya no servían para robarle el dinero a gente pobre.
El mundo está lleno de negociantes así. Pero en la casa de Dios, nosotros hacemos negocios limpios, porque Dios suple a través de su propia voluntad. Y cuando oramos y le pedimos el Señor nos ha dicho que nos va a suplir. Es más ¿qué nos ha dicho? "Qué le va a tocar el corazón a ciertos millonarios de Nueva York que nos van a dar ese dinero". Sabemos que el Señor sabe hacerlo de su manera perfecta y preciosa y de la manera que Él lo haga, el Señor sabe hacerlo bueno. Pero cuando nosotros queremos meter la mano, manipular y hacer negocios muchas veces dañamos el guiso. El San Cocho se daña.
Tenemos que dejar que el Señor sea el que supla nuestras necesidades.
Y sigue aquí Salomón y dice otra cosa más, fíjese: "El favor de Dios no es para aquellos que son elocuentes". ¿Saben que hay gente que son muy elocuentes? Saben hablar, saben con quien hablar y otra vez es para la Junta de Educación, 33 años en Nueva York. Fui todo: de maestra, administradora, supervisora, etc. Yo vi personas en el sistema educacional que no tienen nada que ver con la educación. No saben nada de maestría, no tienen compasión para con los niños, no están interesados en la educación de niños pero conocen a la gente correcta, son bien políticos, bien carismáticos, saben con quien hablar, saben cuales puertas tocar y están en posición haciendo decisiones para millones de niños, que no deben de estar ahí.
Pero la casa de Dios, el favor de Dios, la gracia de Dios no esta basada en lo elocuente que uno sea o lo mucho que uno sepa. Está basada en que Dios derrama su gracia a quien Él quiere bendecir.
Dios levanta a quien Él quiere levantar, Dios apoya a quien quiere apoyar, Dios sana cuando Él quiere sanar, Dios mueve cuando Él quiere mover. Dios hace lo que Él quiere hacer y como lo quiere hacer. Y tenemos que depender de esa gracia.
El apóstol Pablo estuvo un aguijón. Hay muchas interpretaciones de que era ese aguijón. Algo que Pablo dijo que lo amargó tanto, lo afligió tanto que él clamó a Dios que se lo quitara. Algunos dicen que quizás estaba ciego por la luz del damasco, algunos dicen que "No, quizás fue que sufría de problemas psicológicos" porque había veces que estaba contento y había veces que estaba triste. Sufría de depresiones. Hay otros que dicen: "No, era el dolor emocional, que sus hijos en el Señor se fueron contra él y lo criticaron, lo acusaron de ciertas cosas".
No sabemos el aguijón, pero sabemos esto: Pablo, clamó, le pidió al Señor que le quitara ese aguijón. Pero el Señor no le dijo "Te lo voy a quitar", le dijo ¿qué? "Bástate mi gracia. Porque mi gracia se perfecciona en tus debilidades". En otras palabras, mientras más débil estemos, más problemas tengamos, más se manifiesta el poder de Dios en nuestras vidas.
Entonces Pablo dijo: "Bueno, si es así, entonces yo me glorió en los problemas, me glorió en las enfermedades, me glorío en las tribulaciones porque cuando estoy débil es cuando más fuerte estoy. Porque cuando estoy débil en mi persona, entonces tengo que depender de la gracia de Dios". Y Dios nos dice: "Pueblo, bástate en mi gracia. Venga lo que venga, pase lo que pase no se detenga ahí, siga corriendo, que mi gracia te llevará de aquí a allá y de allá a allá y de allá al otro día y de mes en mes y de año en año hasta que llegue al punto final y termine con victoria".
El Señor quiere que el Pueblo termine con una victoria, no como victimas, como vencedores en Cristo Jesús. Y Salomón termina con este aviso y dice esto: "Cuidado que el tiempo malo no los agarre, no llegue de repente como les hace a los peces y a las aves".
¿Sabe que los pececitos, los peces están nadando en el agua, no? El pececito está lo más contento... 'Hay poder, poder, sin igual poder...' Está nadando de lo más happy: "Yo tengo gozo, gozo, gozo. Es tan hermoso..." Bueno, ahí está el pez. Pero de repente ¿qué pasa? Le tiran la red y agarran el pez cuando menos lo esperaba.
El ave está volando lo más contento, se sienta sobre las rameras 'phis' ahí está la trampa que agarra al pobre ave y Salomón dice esto: "Estén listos apercibidos para que cuando les llegue el día malo no les pase como al pececito que está nadando o el ave que está sentado sobre la ramera. Sino que usted tenga los ojos abiertos para que sepa cuando se acerque el día malo. Y cuando se le acerca aprende a pararse y seguir corriendo para que nada ni nadie lo detenga de las bendiciones que el Señor tiene para usted".
El Señor tiene bendiciones para cada uno de los que están aquí. Tiene su nombre sobre su bendición. Hay un premio al final de esta carrera y no importa cuando empezaste, como empezaste, lo que importa es como tú vas a terminar: o te vas a desmayar y salir de la carrera o vas a seguir corriendo como la tortuga. Llego porque llego y aunque el conejo se detenga por aquí, aunque algunos se desvíen por allá, usted mire… [LENGUAJE CORPORAL]
Yo llego porque llego, porque yo estoy determinada a perseverar hasta el día del Señor Jesucristo.
Pablo dijo: "Yo estoy persuadido que el que empezó esta buena obra en mí, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Y aunque todavía me falta mucho, yo se que el Señor no ha terminado conmigo. Yo soy una obra en el proceso -a work in progress- el Señor me ha cambiado mucho, pero todavía me falta. Porque la carne todavía está viva". Como le dije: si me dejan le tiro un venado, le tiro un métale gasolina. Si me dejan le tiro un merengue bien merengueado, ¿si me dejan le echo una salsa y tos? Fuerte porque mi carne está viva. La carne está viva. El espíritu está salvo pero la carne está viva. Tengo que crucificar mi carne.
Pablo dijo: "No soy yo que vivo en Cristo, sino Cristo que está viviendo en mi. Tengo que matar la carne, las pasiones naturales para seguir corriendo esta carrera que empecé en Cristo Jesús". Porque lleguen o no lleguen los demás yo tengo que seguir corriendo hasta el día que Cristo me llame.
Como dije, mi papá tiene 90, tiene Parkinson Disease y cuatro años atrás le dio un stroke, el año pasado se cayó en la casa y se rompió la cadera, tiene una mecha con tornillos. Noventa años, ¿y saben? Los médicos le dicen: "Pero usted debe de estar muerto ya," y saben la respuesta de él: "Yo soy un veterano de la Guerra número 2".
Entonces una de las cosas que hacían los soldados en la guerra 2 para apoyarse los unos a los otros es que se decían esto: 'Praise the Lord, pass the ammunition'. En otras palabras: 'Alaba a Dios, pásame las balas que voy a matar a dos o tres más'. Entonces mi papá a los 90 en silla de ruedas con tantas enfermedades todavía está diciendo: 'Praise de Lord, pass the ammunition'. Alaba a Dios y dame el rifle que tengo que matar a dos o tres más demonios por ahí.
Y esa debe de ser la disposición del pueblo. Venga lo que venga, pase lo que pase: Praise de Lord and pass the ammunition, que no es cómo empecé, es cómo voy a terminar.
Y yo estoy determinado que voy a seguir hasta que vea la gloria de Dios en la tierra de los vivientes. David dijo: "Yo hubiera desmayado si no creyese que voy a ver las bondades, las riquezas, las bendiciones de Dios en la tierra de los vivientes".
Hermanos, hay bendiciones para usted, hay salud para usted, hay finanzas para usted, hay trabajo para usted, hay casa para usted, hay prosperidad para usted, hay familia para usted pero se tiene que levantar y correr esta carrera. Tiene que pelear hasta el día que usted termine, tiene que seguir hasta el día que el Señor enraba su redil porque el Señor le dará su gracia. Bastate en mi gracia.
¿Saben? a mi papá le gustan mucho himnos antiguos pero uno que se pasa cantando es este: 'Cuando allá se pase lista, cuando allá se pase lista, cuando allá se pase lista, a mi nombre yo feliz responderé' y entonces el grita "Felipe" y él mismo contesta: "Presente".
Y yo le pregunté: "¿Por qué tú te pasas cantando eso viejo?" Me dijo: "Estoy practicando para el día que se me diga 'Felipe' y yo diga 'Presente' ". Ya yo llegué, peleé la buena batalla, corrí hasta el final, no me dejé vencer. Soy victorioso. Lo gané. Seguiré adelante. Yo tendré la victoria porque NO ES CÓMO EMPECÉ, ES CÓMO TERMINO.
Gracias Señor. Gracias, Señor. Y hermanos, como decía mi viejo Pastor: "Para atrás ni para coger impulso". Siga adelante que las tontas no llegan, los tontos menos.
Pero vamos a seguir porque vamos a terminar en gloria, vamos a terminar en victoria. Vamos a terminar con la cabeza para arriba no para abajo. Vamos a terminar en integridad, vamos a terminar en santidad del espíritu, vamos a terminar haciendo la voluntad del Señor. No nos vamos a dejar llevar por el fraude, vamos a seguir por delante en Cristo Jesús. Amén. Praise God.
Antes de seguir. Hay alguien en este lugar que quizás usted nunca ha tenido una experiencia con Cristo Jesús, qué quizás este es el día que el Señor le diga 'Pasa por aquí que yo voy a empezar una carrera contigo. Qué este sea el día del comienzo de tu carrera en Cristo'.
¿Hay alguien que diga "Hermana yo quiero empezar en este día? Quizás yo estaba apartada, quizás yo nunca he estado". Ven hermana, pasa por aquí. Vente se atrevida, pasa por aquí. Aleluya.
Acuérdese que los tontos no llegan, pero los que están dispuestos a pelear, los que están dispuestos a correr esta carrera llegan hasta el final. Hay alguien mas que dice, este es el día, que yo me restauro que yo renuevo mi voto con el Señor, porque voy a seguir corriendo esta carrera y "Para atrás ni para coger impulso".Por que estoy determinada a seguir corriendo.
Gracias Señor, gracias, hermana. Gracias, Señor, Dios me la bendiga. Gracias Señor.
Usted que esta ahí extienda su mano hacia aquí por que cuando venga una sola alma hay gozo en el cielo.
Hay fiesta en Cristo Jesús, cada vez que una persona diga hoy “Señor yo quiero empezar contigo, Señor yo te entrego mi vida” Hay fiesta en el cielo, hay fiesta, hay fiesta en Cristo Jesús.
Gracias Señor.
La multitud y los discipulos
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Esta mañana quiero compartir algo que un momento también -yo no hablo nunca algo que no ha sido ministrado en mi vida primero porque es necesario que Dios nos quebrante a los pasos para que la palabra tenga sentido, ¿verdad? y la palabra llegue al corazón.
Y a todos nos gusta cuando nos convertimos, cuando conocemos al Señor, llega a nuestras vidas como una estabilidad y esa estabilidad de saber que somos algo, que ya Dios nos rescató de ese infierno, ¿verdad? de esa profundidad donde vivíamos, de esa oscuridad de las tinieblas y Dios nos trae a su luz.
Muchos de nosotros nos quedamos tan contentos o tan en paz por la salvación tan grande que Dios nos ha traído que no nos damos cuenta que hay una demanda, hay un deseo de Dios para que nosotros nos convirtamos en discípulos y lo que hemos recibido por gracia lo podamos dar.
Vamos a inclinar nuestros rostros y vamos a pedirle a Dios que esta palabra nos marque.
Padre en el nombre de Jesús. Yo se que Tú estás aquí Padre y eres Tú el que hablas al corazón, Señor. Queremos escucharte, Señor. Siempre hablas tu palabra con gracia porque con gracia nos has salvado, Señor. Siempre Tu palabra, Señor aunque es enérgica y a veces penetrante y como dice tu palabra "tan cortante" que penetra hasta lo más profundo, Señor. Hasta los tuétanos, Señor.
Señor, necesitamos tu palabra, necesitamos ser despertados por tu palabra y necesitamos que cada día nos alumbres con tu luz para saber cual es el camino a seguir. Señor, yo te doy gracias, porque esta oportunidad que nos das de escucharte solamente la tienen aquellos que han sido redimidos por la sangre y ha decidido seguirte, Señor. Señor, gracias. Quédate con nosotros espíritu Santo, que Tú tomas del Padre y nos los haces saber. En el nombre de Jesús. Amén.
Y venimos a esa estabilidad emocional, esa estabilidad espiritual, mental, hacemos decisiones, hacemos cambios. Nuestra vida es transformada al instante. Yo recuerdo cuando yo me convertí al instante, yo dejé algunos vicios. Recuerdo que dejé de fumar. Y esas primeras dos semanas tuve lucha, pero cuando el Señor me dijo -cuando yo tuve que hacer una decisión, recuerdo que el Señor me dijo- iba a cantar por primera vez, yo llevaba como un mes de convertida y por primera vez a mí me habían dado una canción y para mi eso era lo más grande del mundo.
Yo canté en el mundo como loca, así decimos en Puerto Rico. Hay algunas palabras boricuas que voy a decir, así que los que no son de Puerto Rico, como yo les dije a las muchachas, pues me dicen y yo trato de buscar una palabra neutral. Amén.
Yo recuerdo que cuando me dijeron que iba a cantar esa primera canción, yo dije "¡Guau!" y cuando iba de camino encendí un cigarrillo y yo recuerdo como que el Espíritu empezó como a 'hmmm' y me habían aceptado en la iglesia. Yo no tenía ningún problema en esa transición de dejar mis cosas.
Pero hay un momento en que Dios dice "Ya, quiero transformar un área de tu vida. Tienes que tomar una decisión". Y yo recuerdo que yo subía a la catacumba y me metía mis chicles y todo el mundo, yo juraba que nadie sabía que yo me había fumado cuatro cigarrillos antes
Pero llegaba y ellos me amaban, me abrazaban y me besaban porque ellos sabían. ¿Por qué? Porque ellos habían pasado por su proceso. Pero tenemos que tomar decisiones en Cristo. Y es cuando el espíritu nos pide algo, no cuando alguien te pida algo. Es cuando Dios te dice: "Quiero redimir esto en tu vida. Sencillamente no lo necesitas para seguirme. No necesitas esto".
Y yo recuerdo que yo cogí y no solamente tiré el cigarrillo sino que hice busqué en la cartera aquella cajetilla que había costado en aquella época era barata, pero ahora, una cajetilla es una cosa... no vale la pena. Con eso puedes ir y comprar cosas. La saqué y la tiré por la ventana y eso, esa decisión que yo tomé, Dios la respaldó.
Toda decisión que tú tomes Dios la va a respaldar. Ahí vienen lo sobrenatural de Dios que viene y hace "¡pup!": "Lo hiciste, ahora yo te voy a ayudar". Y recuerdo que aquello fue como que se quebró ese vicio, se quebró y milagrosamente -porque obviamente no entendemos esas cosas que hace el Señor que son milagros- cuando tú decides te quita algo y ya; que cuando yo llegué, canté, sentía la libertad de haber hecho una decisión a favor del Maestro. Y cuando regresé pasaron las semanas, mi esposo todavía no se había convertido y él también fumaba.
Yo recuerdo que me fumaba al lado y yo '¡pah! Pregúntame, como decimos en Puerto Rico. No tenía deseos de fumar'. Quiere decir que yo me di cuenta que hay un poder sobrenatural que corta y que te puede sacar la raíz del pecado y tú puedes ser libre. El único que te puede hacer libre es Jesucristo.
Por eso la palabra dice: "Conoceréis la verdad y la verdad os hará libre". Entonces en este caminar en el Señor, van a ver cosas que van a tener que decidir hacer. No van a venir por osmosis. Nosotros quisiéramos que todo viniera por osmosis, así como que del cielo, bajara eso, yo sintiera: "¡Ah! Porque lo siento". El amor es una decisión, adorar es una decisión, levantar las manos al cielo delante de la presencia del Señor, es una decisión.
Nunca esperes sentirlo porque la carne jamás querrá adorar. Jamás. Cuando los líderes le digan a ustedes levanta las manos, ustedes hagan "Señor hoy quisiera estar acostada, pero duelen los dedos, pero voy a levantar las manos porque tu palabra lo dice. Lift your hands. Lo voy a hacer en el nombre de Jesús". Yo decido y tan pronto tú haces eso, ¡ah! vencí lo que me estaba venciendo.
Entonces en aquella época que Jesús estuvo caminando sobre la tierra Él decidió hacer discípulos. Pero también Jesús estuvo cerca, Jesús trabajó. Jesús era un hombre de multitudes y sabía que en medio de la multitud había gente que le iba a seguir y había gente que seguían al maestro por la curiosidad, por saber quien era Él, porque muchos estaban esperando el Mesías. Sabían que el Mesías venía y cuando Jesús llegó a la tierra eso fue una revolución total.
Él llegó y todo lo establecido se empezó a, Él quebrantó toda la religiosidad establecida, Él era el sumo sacerdote, Él sabía lo que iba a pasar y entonces hubo contienda, hubo de todo allí. Y pudimos identificar -a través de los evangelios- que había una multitud que seguía a Jesús. Pero Dios escogió unos discípulos que iban a estar cerca, que eran los que verdaderamente Él iba a utilizar para multiplicarse en ellos. Todavía esa intención del Maestro, está.
"De tal manera amó Dios al mundo", dice la Biblia, "que envió a su hijo unigénito para que todo que aquel que crea no se pierda y tenga vida eterna". Pero de tal manera amó Dios al mundo, todos conocerán de Jesús. Eso será así. Jesús no vendrá hasta que todos conozcan quien es Él.
Ahora no todos le van a seguir. Entonces muchos de nosotros llegamos y nos convertimos y venimos a la presencia del Señor. Entonces cuando llegamos a ese camino nos damos cuenta que no es un camino ancho, sino que es un camino estrecho, como ahorita veremos acá al frente, nada cambiará en las circunstancias de la vida. Estamos viviendo un mundo caído que será redimido y habrá situaciones y habrá cosas que nosotros tendremos que tomar decisiones.
Ahora, caminaremos ¿cómo caminaba la multitud o caminaremos como caminaban los discípulos? Y en esta mañana yo quisiera desafiarte como Dios me desafió en un momento dado, para saber ¿en dónde yo estoy? ¿Cómo yo estoy caminando? Tengo una salvación tan grande, ¿me quedaré en mi Salvación o estaré yo multiplicándome? ¿Estaré siendo un discípulo del maestro o simplemente me he quedado siguiendo al maestro de lejos, disfrutando de sus bendiciones pero no haciendo ajustes en mi vida para ser un verdadero discípulo? ¿Somos discípulos o somos multitud?
Dios en la palabra nos sugiere que Él se revela a curiosos ocasionales de su presencia o que ellos lo pueden encontrar. La Biblia dice: "Buscadme y viviréis" o sea que es el que le busca el que va a encontrar los tesoros y va a conocer el corazón de Dios. Es el que le busca.
Y a veces nosotros nos quedamos ¿verdad? como a mitad de camino. Yo se lo que es tener una semana bien agitada, bien terrible y desde la mañana cuando abro mis ojos saber que tengo una agenda impresionante y que en vez de preguntarle a Dios cual es la agenda de Dios yo quiero correr la mía. Cuando eso sucede, amados, nosotros terminamos ese día tan agotados que no tenemos tiempo para... el tiempo fue como cisternas rotas que no retienen agua. No retenemos el tiempo, ¿por qué? porque entramos en un afán, en una ansiedad tan impresionante.
"El reino de los cielos se hace violento y solo los violentos lo arrebatan", dice la Biblia. Quiere decir que la violencia mayor que tú y yo vamos a tener en estos últimos tiempos que la venida de Cristo se acerca va a ser el tiempo. Porque es ese tiempo que la prisa loca de vivir nos quiere robar para nosotros tener tiempos -valga la redundancia- de calidad con el maestro.
Porque es lo que nos va a hacer crecer, eso es lo que nos va a hacer saber cual es nuestro propósito, eso es lo que nos va a dar dirección, visión. ¿Qué es lo que tú quieres hacer? ¿Para qué me quieres? Voy a ser de impacto en mi oficina, voy a ser de impacto en mi iglesia, voy a ser de impacto en la casa.
Nosotras las mujeres necesitamos tanto saber como bregar con nuestros hijos, como bregar con nuestros esposos, necesitamos una urgencia, saber como nos vamos a comportar, como vamos a hacer ayuda idónea. Entonces necesitamos tiempo y muchas veces ante ese llamado de Dios somos tardos en oír y reaccionamos sin pasión pero prontos para pedir y recibir la bendición.
En otras palabras, somos, estamos -sabemos que él está con nosotros- cuando Él nos llama a la presencia del Señor cuando Él quiere tener intimidad, cuando Él quiere intimar con nosotros: "¡Ay, sí, cuando yo regrese voy a orar!" ¿A cuántos les ha pasado eso? Entonces cuando regreses que vas a orar aquella serie de... tienes que abrir la computadora porque tienes como 55 en adelante de mensajes que tienes que contestar.
Entonces depende de la edad, ¿verdad? pero aquellas que tenemos ya, que estamos entrando en los 40, 50 ¿verdad? que es la mejor etapa de la vida. No se equivoque nadie. Esta es la flor, lo que pasa es que llega un momento en que tenemos que cerrar los ojos para descansar.
Mi papá dice que para descansar es la muerte, pero ya yo me estoy dando cuenta que no es la realidad. En esos momentos cuando dan las 9 qué tú dices: "El Señor me iba a dar una palabra, el Señor, hay yo no me he encontrado con Dios. Pero voy a ir" y ahí cuando te arrodillas o te sientas en tu sitio entras en una profundidad de la presencia de Dios tal que sencillamente Él dice: "Déjame dejarla descansar, porque imagínate si ella ni puede decir Gloria a Dios".
Eso me pasa a mí, yo no sé si a ustedes y no nos damos cuenta de que perdemos el track, de que perdemos el ritmo. No nos damos cuenta que estamos dejando a Dios a un segundo lugar y somos prontos para cuando la cosa se aprieta -como decimos en Puerto Rico- cuando el gas pela, esa es una de nuestras frases boricuas, cuando los huevos se ponen a peseta. Ya no, ya están más caros. Entonces, tengo que ayudar, tengo que orar, pero es por una situación especial.
También me ha pasado, entonces ahí somos prontos para buscar la presencia del Señor y es algo, amados, que Dios no tiene problema. El problema no es de Dios, el problema es de nosotros porque nosotros dejamos de conocer, dejamos de descubrir el poder de Dios. Dejamos de descubrir hacia donde me llevaba el Señor y no estamos en su perfecta voluntad. Hay una voluntad que es permisiva pero hay una perfecta que ahí es donde nosotros vemos, los ojos se nos abren y vemos como el plan de Dios se cumple y hay cosas imposibles para el hombre pero para Dios son posibles y las empezamos a descubrir.
Vemos la revelación de la palabra en nuestras vidas, que nos marca para el diario. Yo no creo que la revelación de la palabra sea algo etéreo que es como que no la puedo alcanzar. ¡No! La revelación de la palabra es algo que es para hoy, como decía el Pastor, es tan real Dios, es tan real. Él da soluciones tan pero tan sencillas pero tienes que meterte ahí.
¿Dónde nos podemos identificar? Vamos a Juan 6:1 al 14. Estoy mandando a preguntar algo porque ya yo se lo había dicho a la Pastora, que necesito saber horarios, el culto se acaba a las ¿11 y media? ¡Oh! Padre mío, ¡qué barbaridad! Yo tenía que preguntar eso ahí. Bendito. Pero yo voy a avanzar Pastor, vamos a ver como yo hago esto.
Al llegar a la página tres usted escuche todo lo que voy a decir y punto. No pestañeé porque voy a las millas. Okay. Juan 6: 1 al 14 dice: Me encanta esta palabra: Jesús alimenta 5000. "Algún tiempo después Jesús se fue a la otra orilla del mar de Galilea y mucha gente lo seguía porque veía las señales milagrosas que hacían los enfermos. Entonces subió Jesús a una colina y se sentó con sus discípulos. Faltaba muy poco tiempo para la fiesta judía de la Pascua.
Cuando Jesús alzó la vista y vio una gran multitud que venía hacía Él le dijo a Felipe: '¿Dónde vamos a comprar pan para que coma esta gente?' Esto lo dijo solo para ponerlos a prueba porque Él ya sabía lo que iba a hacer. Ni con el salario de 8 meses podríamos comprar suficiente pan para darle un pedazo a a cada uno, respondió Felipe. Otro de sus discípulos -Andrés, que era hermano de Simón Pedro- le dijo: 'Acá hay un muchacho que tiene 5 panes de cebada y hay dos pescados. ¿Pero que es esto para tanta gente?' 'Hagan que se sienten todos', ordenó Jesús. Me gusta cuando dice: ordena cosas.
'En ese lugar había mucha hierba así que se sentaron y los varones adultos eran como 5 mil. Jesús, tomó entonces los panes, dio gracias y distribuyó a los que estaban sentados, los que quisieron. Lo mismo hizo con los pescados. Una vez que quedaron satisfechos dijo a sus discípulos: 'Recojan los pedazos que sobraron para que no se desperdicie nada'.
Así lo hicieron y con los pedazos de los cinco panes de cebada que le sobraron a los que habían comido, llenaron 12 canastas. Al ver la señal que Jesús había realizado, la gente comenzó a decir: "En verdad este es el profeta, el que ha de venir al mundo". Pero Jesús dándose cuenta de que querían llevárselo a la fuerza y declararlo rey, se retiró a la montaña solo".
Mateo, me gusta mucho Mateo, creo que es o Marcos, porque en Mateo eso está en 14, sólo voy a leer esa frasecita porque me encanta: "Cuando Jesús recibió la noticia". Jesús venía de recibir la noticia de que Juan el Bautista había sido decapitado. Obviamente, Jesús hombre estaba en un proceso difícil. Una persona que él amaba que se criaron juntos, Juan de Elizabeth, se criaron juntos, eran primos y lo habían decapitado. Jesús viene de pasar un proceso 'hm', aceptar la voluntad de Dios como a veces nos toca a nosotros Señor. No hubiera querido pero la aceptó y dice:
"Cuando Jesús recibió la noticia se retiró él sólo en una barca a un lugar solitario". Jesús necesitaba espacio. "Pero las multitudes se entraron, y lo siguieron a pie desde los poblados y cuando Jesús desembarcó y vio a tanta gente, tuvo compasión de ellos y sanó a los que estaban enfermos". Y vemos un Jesús compasivo, ¿verdad? No quería perder ese punto.
¿Cuáles son las características de la multitud? La multitud como vemos aquí en Juan y también lo vemos relatado en los demás evangelios era gente de doble ánimo. Gente que dependiendo de como, de que era lo que se estaba ofreciendo, pues, ellos estaban allí. Gente que buscaban la oportunidad para investigar quien era ese hombre llamado Jesús.
Fíjate que en Santiago 1:8 -voy a leer esto rapidito- la gente que trabaja, la multitud, los que tenemos ese espíritu, esa cosa de multitud de solamente seguir es indeciso y es inconstante en todo lo que hace. Esa es una de las características de una persona que es multitud. Es indeciso, inconstante en todo lo que hace. Comienza algo pero no lo termina. Decide ir a la iglesia el domingo, pero al otro domingo no puedo ir. Voy a comenzar a leer la Biblia pero ¡Ah! se me perdió la Biblia. Compro otra pero la abrí en un año, pero Hm. A todos nos ha pasado, yo creo que aquí no hay nadie exento de eso.
A mi me ha pasado. ¿Usted no sabe cuantas biblias yo he comprado en mi vida? Hasta que empecé a tomar decisiones. Disfrutan de los milagros, disfrutan ver la obra de Dios a través de su talento. Disfrutan de los milagros, disfrutan de lo que hacen, disfrutan de ver las cosas que Dios hace con otros pero no abren su corazón. No le dan espacio a Dios para que haga milagros en su vida. Esa es una característica de multitud.
Buscan saciar sus necesidades. Es el Dios de la Bendición: Jehová Giré. Dios dame. Dios necesito y solamente vamos a la presencia del Señor para pedirle a Dios. Y no hay nada malo con pedirle a Dios, tenemos que pedirle a Dios porque la Biblia lo recalca: "Tocad la puerta y se abrirá, buscad y hallareis". Tenemos que pedirle al Señor pero ¿será que todo el tiempo y el único momento en que tenemos en que tenemos intimidad, tenemos relación con Dios es cuando le pedimos?
Andan detrás de las señales, son aquellos que van detrás de las señales pero no cambian. A veces vamos de iglesia en iglesia corriendo: "allí está fulano, allí está mengano. Están haciendo un milagro. Vamos para allá". Y muchas veces es que nos arriesgamos, estamos comiendo palabra buena aquí, no adultera, Cristo-céntrica y de momento nos vamos a un lugar porque hay fuegos artificiales y están pasando cosas, cuestiones y allá nos vamos y nos podemos confundir.
¡Cuidado! Siguiendo las señales. ¿Qué dice Marcos? Yo hice como mi esposito, mi esposito las marca para no perderse. Mira lo que dice de aquellos que conocen a Dios, los discípulos: "Estas señales seguirán a acompañarán a los que crean. En mi nombre expulsarán demonios, hablarán en nuevas lenguas. Tomarán en sus manos serpientes y cuando beban algo venenoso no les hará daño. Pondrán las manos sobre los enfermos y estos recobrarán la salud. Después de hablar con ellos el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Los discípulos salieron y predicaron por todas partes y el Señor los ayudaba en la obra y confirmaba su palabra con las señales que los acompañaban".
¡Qué diferente! No íbamos corriendo detrás de las señales. Los discípulos empezaron a correr detrás de las señales, las señales los acompañaban y dice aquí que era Jesús: "El Señor los ayudaba" ¿Cómo los ayudaba Jesús? ¿Qué hablaban ellos? Cuando nosotros hablamos y cuando nosotros declaramos algo lo declaramos ¿en el nombre de quien? En el nombre de Jesús y ese es el sentido que trae esa palabra: en el nombre de Jesús las cosas son hechas.
No temas, porque tú tienes el mismo Jesús que esta gente tenía. El espíritu de Dios habita en ti. Tú tienes autoridad para echar fuera, tú tienes autoridad para imponer manos y sanar, tú tienes esa autoridad. Tienes que ejercerla. Tienes que ser discípulo. La multitud -mejor es que lo haga otro- es aquellos que se sientan y miran: "¡Ay! Mira fulano, pasó. ¡Que tremendo! Mira el Señor lo bautizó, ¡que bueno!" pero yo nada.
Entonces, Dios quiere que tú entres a las aguas y esas aguas te cubran, que tú tengas la experiencia de ser usada por Dios, de saborear lo que es el poder de Dios en tu vida. Eran oidores olvidadizos y no hacedores de la palabra. Escuchaban la palabra pero no la retenían para accionarla. ¡Eso nos pasa tanto! La competencia del mundo es tan grande, hermanos, hay tanta presión en el mundo, hay tanta distracción en el mundo, hay tantas cosas que nos llaman la atención, hay tantas cosas que nos retan a hacer a no tener el carácter de Cristo y contestar mal por mal y si me dan una bofetada doy la otra.
En el mundo estamos llenos de violencia. Estamos viviendo -yo creo- los tiempos más violentos. Yo veo los jóvenes, yo admiro. Miren, hermanos, cuando yo voy a este viaje de jóvenes y veo jóvenes encendidos en la presencia de Dios digo: "¡Ay Dios mío! De verdad tú eres real. Tú no has perdido -nosotros decimos que los jóvenes se están perdiendo- mentira del diablo.
Hay jóvenes que están llenos de Dios, hay jóvenes que desean servirle al Señor, hay jóvenes que buscan en secreto la presencia del Señor y en público Dios los respalda. Jóvenes que no se quieren, adultos, mujeres, niños que no se quieren contaminar, que no quieren vivir en esas dos aguas y Dios los respalda. Pero tenemos… ¿qué? No podemos olvidarnos de la palabra.
Huyen ante el compromiso. Una de las cosas que la multitud vio en Jesús era que ellos pensaban que Él era el Mesías o algunos dicen que era el Mesías, otros decían que era el profeta. Pero cuando ellos vieron a Jesús en la mente de ellos eso significaba que era el líder político y dijeron "¡Guau! Llegó el Mesías", el líder político como el Mesías y que vencería a los romanos y marcaría el comienzo de una nueva era de riqueza y de paz para el pueblo de Israel.
Pero Jesús hablaba de un reino que no era de este mundo, entonces era un reino espiritual que él iba a establecer y cuando la multitud se dio cuenta que él no era el rey de los judíos aquel ¿qué hicieron? lo crucificaron. No le siguieron más. No se comprometieron. Necesitamos tener compromiso. Este es el tiempo de cuando viene el momento de la prueba no podemos huir. No podemos decir: "¡Ay! Cuando estaba en Egipto era mejor".
Compromiso delante de Dios. Regresaban, tenían otras prioridades antes que Dios. ¡Uy! Esto a mi me mató. Cuando esta frase me golpeó a mí: que yo supe tener prioridades más importantes que Dios. Yo sabía que había momentos en donde tenía que tomar decisiones y no las hacía. Cuando vino la decisión de dejar la universidad, fíjate si Dios es paciente con nosotros, pero tiene un deadline, tiene un límite y ahí es donde tú dices: "¡Oops! ¿Qué hago?"
Cuando llegó el momento yo estaba en los momentos, miren hermanos, más hermosos de mi trabajo en la universidad, yo dirigía el Coro, yo dirigía el departamento de Música allí. Habíamos tenido un viaje a Italia, el coro había ganado copa de oro en música sacra y coros mixtos, las banderas de Puerto Rico y usted sabe que eso es una emoción bien high. Sube un… -y yo digo: "¿Ahora me estás llamando para irme?"
Cuando esto está tan bueno aquí. El coro estaba bien, tenía unas buenas voces, habíamos trabajado muchísimo. Y cuando recibimos el premio que Dios me lo había dicho, yo me acuerdo que el Señor me había mostrado, yo había visto esa victoria. Preparé los muchachos porque para mí el coro eran parte de mi ministerio: ellos oraban, se convertían. En ese viaje se convirtieron los que no se habían convertido. Tenía hijos de pastores en el coro, los hijos del Pastor Mijain, eran estudiantes míos. Dios hizo lo que tenía que hacer allí en el coro, en ese viaje.
Pero además de que se convirtieron ganamos ese primer lugar. Cuando regresamos, comenzó el proceso de yo renunciar a la universidad. El Señor me dijo: "No te vas a ir, no vas a esperar a jubilarte, porque eso es lo más fácil. Yo te estoy llamando a que te jubiles para que después me sirvas. Te vas ya".
Yo anhelaba eso en mi corazón, pero tuve que tomar una decisión. Le dije: "Dios mío". Mi sangre fluía con la música coral. Eso era mi vida total. Era hacer música y cuando tomé la decisión me sacudí y dije: "Este es el tiempo de Dios". Lo hice con gozo pero decidí comprometerme con Dios y esa prioridad que Dios me estaba pidiendo: "Sal, ya es tiempo de que salgas". Fue romper, nunca miré hacia atrás. Yo no volví a la universidad ni a buscar un diploma. Todavía están allí y llevo casi 5 años fuera.
Regresan por más provisión y no por Dios. La multitud regresaba por más provisión. Seguían al maestro, porque el maestro les iba a dar algo. Ahora, características del discípulo. Los discípulos sirven y recogen los pedazos. La Biblia dice en Juan: "Cuando todo terminó Jesús les dijo a ellos: 'Vayan y recojan los pedazos que sobraron'".
El discípulo es el que sirve, el discípulo es el que se entrega al Señor y aún las cosas que nadie va a hacer y aún las cosas por las cuales nos vamos a tener que humillar las vamos a hacer, por amor a Cristo.
La multitud una vez termina todo, se va literalmente. El que es discípulo se mantiene fiel, pase lo que pase, venga lo que venga. Yo no voy a negar a Cristo. ¿Me tengo que humillar? Me humillo, ¿tengo que perdonar aunque no se arrepientan? Lo hago. ¿Tengo que enfrentarme a una persecución a causa del maestro? Recojo los pedazos. ¿Me hieren aunque amando más sea amada menos? Como decía Pablo: eso es recoger los pedazos.
Ahora hay una bendición de recoger los pedazos. El que recoge los pedazos es aquel que después de la fiesta tiene una parte especial con el maestro. ¿Usted sabe eso? Usted va a una fiesta y todo el mundo se va y entonces los íntimos se quedan con y allí el vino nuevo es el que sale, allí las cosas que no se dijeron al público se dicen en lo secreto, ahí tu compartes con esa persona. Es como cuando tú tienes una novia y los novios se casan, se va todo el mundo, pero casi siempre los novios se quedan al final y entonces vienen los abrazos. ¿Quien se queda? la familia, los íntimos.
¿Usted quiere ser íntimo de Dios? Tiene que recoger pedazos. ¿Usted quiere tener la calidad, lo bueno, lo sumo, el melao de la caña y no quiere que se le diluya? Pues no sea multitud, tiene que ser discípulo, tiene que estar en los últimos momentos ahí donde Dios hizo milagros impresionantes.
No todos los milagros se vieron en la multitud. Dios hizo cosas, ¿se acuerdan cuando Jesús fue a sanar aquella niña? Le dijo a la gente: "Nadie, los gritones no me acompañen, y los que lloran y los que no tengan fe no vayan conmigo. Yo me voy a llevar a estos tres. Y estos tres: Simón Pedro -ahora no tengo la Palabra no hago nombres. Yo no digo muchos nombres cuando yo no tengo las cosas claras en la palabra- se quedaron y vieron el milagro de la resurrección de esa niña, la hija de Centurión. ¿Verdad? Lo siguieron donde fuese.
Conocían al maestro. Filipenses 7 al 10 habla sobre eso, conocen al Señor. Saben lo que al maestro le agrada, saben lo que le desagrada. Tienen una intimidad con el espíritu santo, tienen una conexión donde el espíritu de Dios como no está contristado -acuérdate que cuando somos multitud- hay tantas cosas que están corriendo en nuestra mente y en nuestras emociones que el espíritu se contrita.
Pero cuando somos discípulos estamos sensibles a la voz de Dios, sensibles a lo que el maestro está diciendo. Y por ahí: "No, no hagas ese préstamo ahora", pero si yo iba a hacer ese prestamos. "No, no lo hagas", el espíritu te inquieta.
Conocen al Señor, saben hacia donde van, saben lo que es puertas abiertas y saben cuando las puertas se cierran y son de Dios. Dios siempre contesta: "Si, no o espera". A nosotros no nos gusta el espera, casi siempre es sí y sí y si me retiro y hago lo que me da la gana a veces nos damos duro cuando decimos "Sí el señor dijo" y Él había dicho: "Espera".
Somos formados por Él. Dios comienza a formarnos, Dios comienza a quebrantarnos como vasos en manos del alfarero. Dios nos lleva al lugar para afinarnos como la plata, nos pasa por el fuego. Los discípulos son transformados en carácter, en todo de adentro hacia afuera. Son quebrantados por Él.
Todas tus ambiciones se destruyen, tus sueños ya no son los tuyos, son los sueños de Dios. La limpieza empieza por la casa nosotros empezamos a ser transformados. A veces estamos casadas y mujeres, lo siento, pero yo tiro un poquito más a ellas. Nosotras a veces queremos que nuestros maridos sean transformados pero nosotras nos ponemos salvajes y queremos que las cosas sean ahora, les faltamos el respeto a nuestros esposos, les predicamos en vez de mantener....
Hay un proverbio que dice que en las muchas palabras no falta pecado. ¡Uy! Eso a mí siempre se me ha quedado aquí. A veces queremos insistir, a nuestro tiempo, como nosotros queramos. Cuando el Señor comenzó a trabajar con mi esposo. Lo primero que me dijo fue: "Quita tus manos y cierra tu boca. Tú vas a colaborar conmigo orando" y eso para mi no fue fácil.
¿Para qué mujer es fácil callarse y solamente orar? ¡Ay, bendito Dios!
Eso es pedirle a la chacha. Dios transfórmame si tú quieres que yo haga esto. Porque yo...va a haber momentos donde Dios te va a decir quebrantada, te voy a quebrantarte, te voy a callar. Y en ese proceso es donde Dios empieza a quebrantarte, donde la palabra empieza a ser vida, donde la única alternativa que tu tienes es buscar la palabra y saber cual es la voluntad de Dios.
Y Dios empieza a quebrarte y empieza a hacerte un hombre nuevo o una mujer nueva. Un hombre que pueda ser sacerdote, que pueda ser sabio para dirigir su familia. Fue una de las cosas impresionantes que Dios hizo en mi esposo: de ser seguidor, lo hizo cabeza, no cola. Comenzó a entender y a ser la puerta. El varón es la puerta del hogar. La unción comienza, el aceite dice en los Salmos que se derrama, ¿por dónde? Por la cabeza de Arón, baja por las barbas y ¿qué pasa? bendice todo el cuerpo.
El hombre es la cabeza donde quiera que se pare, varón usted es la cabeza. Está en su familia y su mujer tendrá tremendas ideas y tremendo liderazgo pero usted es la cabeza y eso... vas a rendir cuentas. Adán tuvo que bregar con esa situación. "La mujer que me diste", llamó Adán, ella metió la pata pero llamaron a Adán. ¡Qué barbaridad! ¿No es justo verdad?
Yo siempre pienso que los hombres pensarán eso: "Pero no es justo, si ella fue la que se zumbó. ¿Por qué me están llamando a mí? Llámala a ella". Pero el orden de Dios era ese, por eso no se deje. Nosotras somos influyentes y tenemos.... les comemos los dulces, pero usted no se deje comer los dulces, cuando usted tenga la razón y usted sepa hacia donde va, varón de Dios, prosiga y su mujer que se sujete. ¡Eh, Padre! Estoy como mala hoy.
No me inviten para congreso de hombres porque entonces sí... Miren yo he tenido que sujetarme. ¡Ay, bendito! Y no es que eso, ¿no es verdad, chicas? no es fácil: "Ay, sí me voy a sujetar. Hmmm!" Pero ahí es donde Dios nos quebranta, ahí es donde Dios nos enseña, mujeres, varones. Dios le enseña. Mantenga la firmeza, usted dirige. Nosotras nos sujetamos. Amén.
Dar cuentas. El discípulo da cuentas. ¡Qué difícil es dar cuentas! Un discípulo no camina como Llanero Solitario en la vida. Un discípulo da cuentas. El varón, el esposo le dice a su esposa; la esposa da cuentas a su esposo. Los líderes dan cuentas al Pastor, rinden responsabilidad.
Si usted dice que es discípulo y arranca, coge las maletas y es líder y coge las maletas y se desaparece y el Pastor no lo sabe, está actuando como multitud. La multitud era la que entraba y salía como le daba la gana, no le daba cuentas a nadie. Pero nosotros los discípulos, los líderes, la Grey, todos, en el orden establecido por Dios de sujeción, tenemos que dar cuenta.
No voy a versículos porque ya son las once y cuarto. Tenemos que dar cuentas. ¿Jesús dio cuentas? Pues claro. David, todas las victorias de David, consultó con Dios. ¿Qué le pasó a Saúl? Tuvo derrotas porque no se sujetó a Dios, no dio cuentas. Habitan en su presencia, cargan con la presencia del Señor, esperan en Él. Esperan que Dios se mueva primero, dejan que Dios de el primer paso. El discípulo carga con la presencia del Señor.
Es ese pollito, el pollino, que cargó a Jesús cuando entró a Jerusalén. Usted carga con la presencia del Señor. No la deje en su casa. ¿Sabe lo que pasa? El Señor como que a veces nosotros lo bajamos. Yo a veces lo bajo del carro.
En Puerto Rico, los tapones es una cosa impresionante y la gente hace sus cositas y yo "Dios te bendiga" y esa bendición se convierte, viene como con un saborcito de "te aplasto porque si te digo otra cosa me pueden salir..." y a veces le decimos al Señor: "Tú no estás, dame 5 minutos, que yo pongo a fulanito en orden". "Dame un break, Señor, que yo tengo que hacer unas cositas aquí para que la gente entienda".
Lo hacemos hermanos. Tenemos tantos rasgos de multitud y no nos damos cuenta y los metemos ahí y somos... vamos chigüín, chigüín, pero tenemos tantos rasgos.
Y por último tenemos que pagar el precio. Hay precio. Seguir al maestro, hay un precio, y es muerte. Es morir. Es morir a nosotros. "Es menguar, dice Pablo, para que Cristo crezca en nosotros".
Somos pescadores de hombres. Fue la primera y la última llamada de Dios. "Y, ya sois discípulos" les dijo al final. Pero al principio cuando decidió por sus discípulos les dijo: "Yo les voy a cambiar de pescador. En vez de pescar peces, van a pescar hombres".
Estableció el principio y el final de su ministerio y es el mismo llamado para nosotros. Somos convertidos. La salvación es preciosa, tenemos vida eterna, pero hemos sido llamados a pescar hombres y al final también se nos recuerda Jesús en el final del evangelio, va a ser difícil.
Va a ser una enseñanza difícil. Esta sí es la última. Juan 60. Esta es fuerte, yo nunca me imaginé a Jesús hablando en estos niveles, pero la Biblia lo dice. Pero Juan 60 es una enseñanza difícil y es un reto difícil para nosotros cuando nosotros no hacemos decisiones a tiempo. Con las que no estamos de acuerdo, a veces no estamos de acuerdo con todo lo que implica ser discípulo y es difícil aceptarlo.
Pero mira Juan 6:60. Esa es fuerte, ¿verdad? ¿Yo dije 60? No voy a decir por qué, porque hay varones y la mente se me va.
"Todo esto dijo Jesús mientras enseñaba en la sinagoga de Capenahum. Jesús había hablado fuerte entonces al escucharlo -dice 6:60- muchos de sus discípulos exclamaron: '¡Uy! esta enseñanza es muy difícil, ¿quien puede aceptarla?' Pero Jesús muy consciente de que sus discípulos murmuraban por lo que había dicho les reprochó: "¿Esto les causa tropiezo?". ¿Ustedes se imaginan a Jesús en esa? ¿Te molesta?
"¿Qué tal si vieran subir al hijo del hombre a donde antes estaba? ¿Qué tal si el plan de salvación de libertad y vida se desvanece? El espíritu da vida, la carne no vale para nada". Estoy en la nueva versión internacional.
"Las palabras que les he hablado son espíritu y son vida", o sea te estoy traspasando con la palabra. Te estoy dando un yugo fuerte, pero esto es vida para ti. La palabra es vida para nosotros aunque nos caiga a veces y sea difícil.
"Sin embargo hay alguno de ustedes que no creen". Es que Jesús conocía desde el principio quienes eran los que no creían y quien era el que iba a traicionarlo. Así que añadió: "Por esto les digo que nadie puede venir a mi a menos que se lo haya concedido el Padre". Entonces muchos de sus discípulos le volvieron la espalda, ya no andaban con él. Así que Jesús les preguntó a los 12 -a los íntimos, a los que recogen los pedazos-:"¿También ustedes quieren mancharse?".
¡Uy! Yo me imagino la cara de todos los discípulos: 'Oh, my God! Se molestó'
"Señor -Simón, siempre, es un baba en las buenas y en las malas, metiera o no metiera la pata- Simón Pedro dice: '¿A quien iremos? Tu tienes palabras de vida eterna y nosotros hemos creído y sabemos que Tú eres el Santo de Dios' "¿Cuantos han creído aquí? ¿Cuantos sabemos a quien vamos a ir? Dale un aplauso al Señor.
Él tiene palabras de vida eterna. Nos va a costar. Ahora es momento de que nos va a costar. Ponte de pie donde estas. Vamos a ponernos de pie y vamos a hacer un pacto con Dios y vamos a decirle:
Señor, se que tengo características. Se que mi llamado, que mi compromiso contigo en un momento se ha diluido. Se que te he tenido a veces no en primer lugar, ni en segundo, a veces te he tenido en último lugar. Aún así Tú me has amado, Tú eres fiel conmigo. Aún así Tú me has librado, Tú me has sanado, me has perdonado. Pero yo tengo que tomar decisiones.
Nos enfrentamos a muchas cosas, sí, pero jamás Pedro dijo: ¿A quién iré? Para sobrevivir, para tener vida en este tiempo y en el venidero solamente lo puedes dar Tú. Tú eres el único que puedes dar vida.
Vamos a orar, levanta tus manos al cielo.
Señor en el nombre de Jesús, venimos delante de ti, Señor reconociendo nuestra vulnerabilidad, nuestra debilidad, Señor. Señor yo se que cada día que nos confrontamos con estas palabras, Señor, nos confrontas, Señor. Nos pones la mirada, nos afinas la mirada, Señor, para mirarte a ti como viendo el invisible, para creerte.
Como dijo Pedro, nosotros hemos creído, hemos creído que tú eres Dios. Cueste lo que cueste, tengamos que morir, tengamos que padecer, tengamos que escoger, renunciar, rechazar los ofrecimientos del mundo, hemos creído que tú eres Dios.
Señor, y una vez más, Señor nosotros te decimos, te confesamos en esta mañana que queremos ser discípulos, que nos ayudes, Señor, a no ligar, a no mezclar a no diluir nuestro llamado, a mantenernos firmes en las tentaciones que el mundo nos trae que son impresionantes, Señor. Que nuestra carne tiembla, porque nuestra carne es débil pero tenemos el espíritu de Dios que habita en nuestros corazones y que nos dice y nuestro espíritu clama a tu espíritu como un abismo a otro abismo.
Padre, tú eres mi Padre, tú eres mi Señor. Tú sangre tiene un valor, Oh! Jesus! es incalculable tu valor, Padre. No vale la pena, lo que el mundo, lo que el tiempo me quiere robar. Quiero centrarme en ti, Señor queremos centrarnos en ti, queremos vivir para ti, queremos ser ofrenda grata a ti, Señor.
Ayúdanos, Señor, en nuestra incredulidad de que tus ofrecimientos son mayores. Tu palabra es verdad y se cumple. Que tu presencia irá con nosotros, irá delante de nosotros y calma la tempestad. Qué tu entras a lo secreto de nuestras vidas y nos transformas y nos perdonas.
Padre, necesitamos, Padre que nos ayudes a creer, pero nosotros tomaremos decisiones en esta mañana, Señor.
Si hay alguno que en esta mañana sabe, que así como yo saqué esa cajetilla de cigarrillos y la tiré, si Dios tiene que hacer un milagro, yo te diría que corras. Nos quedan cinco minutos. El espíritu santo hace lo que quiere en el momento que tú le das permiso.
Así que si hay alguien que tiene que venir aquí al frente, venga conmigo aquí vamos a orar una vez más. Vamos a hacer un pacto con Dios.
¿Hay alguien que en esta mañana corre a este lugar? y dice Señor hay un área en mi vida que yo tengo que cambiar. Yo te la tengo que entregar. Yo no puedo seguir siendo una multitud en esta área.
Dios te bendiga. No tengas miedo. Esto yo lo hago en lo secreto. Cada vez que descubro que hay un área en mi vida que yo tengo que darle freno y decir: "No. Basta ya. Yo no voy a hacerlo". Una de las áreas donde Dios me ha confrontado más es en ser una esposa sujeta y mansa. Mansedumbre. Escuchar y aprender a callar y Dios me demandó eso.
"Pero, Señor, es que yo tengo la razón", "No, no, no. Respeta a tu marido".
Recuerdo que mi esposo cuando comenzó la transformación de nuestra casa, por venir de un hogar matriarcal, lo que yo decía estaba bien. Hasta que llegó un momento en que él tuvo que tomar una decisión, guiar nuestra familia. Él no lo sabía todo pero Dios lo sabía todo y Dios era su líder y comenzó la transformación de ser el hombre, la cabeza, la puerta y toda bendición fluía. No era perfecto, nunca lo será, pero Dios comenzó a decirle "Yo te escogí a ti para que cuides de tu esposa y de tus hijos y los lleves a mi presencia".
El varón, varón tú tienes esa responsabilidad aunque sientas que sea dura. Dios está contigo, como decía el Pastor esta mañana y no habrá tormenta y no habrá llamado que Dios no te ayude a lograrlo. Por eso este es el tiempo de ser honesto con Dios, de escudriñar nuestros corazones y ser sincero con Dios.
Si este es el tiempo para hacer cambios, sal de tu asiento y dile Señor, ¿a quien iré si no a ti? Solo tú tienes palabra.
Padre en el nombre de Jesús nos reunimos delante de ti hombres y mujeres imperfectos, hombres y mujeres que necesitamos que tú Señor, estamos tomando decisiones en esta mañana. Padre cuando salimos de nuestro asiento, cuando respondemos a tu palabra es porque somos tus hijos. Somos tus hijos, hemos sido lavados por la sangre de Cristo.
Señor hemos sido escogidos por ti de entre la multitud para ser discípulos. Padre, en esta mañana, Señor entregamos todo lo que nos ha impedido, Señor, entregamos nuestras justificaciones, entregamos nuestros fracasos que nos impiden seguir adelante.
Señor y tomamos la decisión de seguirte porque todo lo que tú hiciste y tu palabra dice que "aún cosas mayores haremos". Sí te creemos, Señor nosotros damos un paso hacia adelante pero es un paso de decirte Sí creo. Sí creo que puedo ser un esposo sabio, un esposo, Señor, que pueda dirigir su familia.
Sí creo que pueda ser una mujer prudente. Yo recibo este reto en el nombre de Jesús.
Recibimos el reto que tú estas dando de ser ofrenda, de ser hombre de valor, mujeres de ayuda idónea, mujeres que no Padre, contemplen la vida con sencillez, que no somos mujeres ligeras en el pensar y en el actuar, sino que somos gente comprometida con nuestras familias, comprometidas con nuestros padres. Y los jóvenes Señor, radicales para Cristo. Jóvenes, Señor que no se dejan engañar ni seducir por los ofrecimientos del mundo, sino que deciden seguirte aunque les cueste. Aunque sean vituperados, aunque sean humillados, Señor.
Yo sé en quien he creído. Nosotros sabemos en quien hemos creído y hoy tú traes libertad en el accionar en el nombre de Jesús, tú traes libertad de los recuerdos del pasado, de los vicios del pasado. En el nombre de Jesús.
La carne hoy queda libre, la mente, las emociones quedan libres. En el nombre de Jesús. Para seguir a Cristo como un discípulo.
Padre, Señor nos humillamos delante de ti, nos sacudimos papá. Nos sacudimos Señor. Padre porque tu palabra dice que somos ministros del nuevo pasto. Sí, Señor. Oye bien esta palabra, esta es la confianza que delante de Dios tenemos por menos de Cristo. No es que nos consideremos competentes en nosotros mismos. Nuestra capacidad viene de Dios. Él nos ha capacitado para ser servidores de un nuevo pacto. No en el de la letra sino en el del espíritu, porque la letra mata y el espíritu es y da vida.
Estamos reunidos aquí creyendo que no nos vamos a descartar porque Dios no nos descarta. Somos ministros de un nuevo pacto. En esta mañana hemos tomado la decisión de sí pagar el precio de ser discípulos, de amar, de dar cuentas, de sujetarnos los unos a los otros en amor, de creer de buscar la palabra de hacer decisiones en su presencia. De seguirlo cueste lo que cueste.
Padre en el nombre de Jesús nos comprometemos y hacemos pacto contigo. Repite conmigo. Señor. Todos aquellos que quieren hacer pacto, levanten una mano. La decisión está en tus labios y en tu boca. Señor en el nombre de Jesús venimos delante de ti.
¿A quien iré sino a ti? Tú tienes palabra de vida.
Yo renuncio a mi estilo pasado de vida, a mi dureza de corazón, a mi falta de entendimiento, a mi insensibilidad para escuchar la voz de Dios cuando quiere transformarme. En esta mañana me acerco a ti en confianza sabiendo que es tu espíritu el que me llama, el que me toca y el que me puede cambiar.
Renuncio a mi estilo pasado de vida y acepto el llamado. Recibo la unción de tu espíritu santo, el poder de tu espíritu para poder lograr, para poder vencer toda tentación y ser un hombre, una mujer conforme a tu corazón.
Quiero agradarte en todo, por eso me comprometo delante de ti. Hago pacto contigo. No quiero volver atrás. Ayúdame en mi incredulidad. No quiero volver atrás. Recibo este llamado y me declaro en tu nombre discípulo tuyo, dispuesto a recoger los pedazos, dispuesto a rendirme a ti y a vivir vida santa, pura, agradable a ti.
Gracias, Señor, porque tú lo has hecho. En el momento que tomo la decisión tú lo haces y me darás la fuerza para seguir. Gracias Señor, Gracias, Jesús. Gracias, Papá. Te damos gracias.
No es cómo empezaste, es cómo termines
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Ahora tenemos a Lilian Gutiérrez que no es extraña, que no es extranjera a León de Judá. Denle un gran aplauso a Lilian. Lilian es una New Yorkriqueña que Dios ha bendecido de una manera extraordinaria. Ella ministra en iglesias en muchas partes de esta nación y trae ese gozo del Señor, esa vitalidad que la caracteriza y siempre que está con nosotros nos gozamos tanto con ella, con su sentido de humor, su vitalidad, su gozo de la vida muy especial. Encarna esa vida abundante, que Cristo tiene para sus hijos y sus hijas así que es un gozo tenerte de nuevo Lilian con nosotros. Te bendecimos.
Vamos a darle un gran aplauso a la Pastora Lilian Gutiérrez.
Lilian Gutiérrez: Gracias, Pastor. Claudina y yo estábamos hablando, pongan mi nombre en ese directorio y cualquier hermano soltero por ahí, está bien que me llame a cualquier hora de la noche o de la mañana. Después que sea soltero, guapo, rico y sin compromiso. Ahora yo sé que me voy a meter en lío, es de locos, pero yo me voy para atrás para Bronx esta noche no me importa.
Bueno, que precioso estar aquí con ustedes. Le doy las gracias al Señor, a los Pastores por su invitación. A todas ustedes. ¿Cuántas hermanas estaban ayer en el retiro? Bueno, les tengo que confesar que después de meterle tantas patadas a esos ladrillos me dio un dolor en los pies que tuve que poner Bengay toda la noche. Pero le metimos cuantas patadas había. ¿Así se dice patadas o qué? Kicks. Le metimos patadas a esos ladrillos representando que hay veces que el Señor nos hace, "Mira, métete en mi presencia. ¿Tú me necesitas? Búscame. ¿Tú necesitas un milagro? Lánzate. No te aguates que yo me estoy moviendo". Pero el que busca es el que encuentra.
El que se lanza es el que consigue. Jesús dijo: "Pedid y os recibirá, buscad y hallarais, tocad y la puerta se abrirá". Pero la realidad es que eso está escrito en el griego es un tenso continuo. En otras palabras el que pide, pide, pide, pide, pide, pide, pide, pide al fin recibe. El que busca, busca, busca, busca, busca al fin haya; el que toca, toca, toca, toca, toca al fin la puerta se le abre.
Y eso es lo que pasa muchas veces que empezamos y no terminamos. Buscamos y no desmayamos. Pero el Señor quiere un pueblo que se levante firme y fuerte. ¿Sabes? Mis padres están ancianitos. Ustedes conocen mi testimonio. Ya mi papá tiene 90, mi mamá tiene 85. Entonces tienen mucho padecimiento. Mi papá está en una silla de ruedas, ya casi no pueden salir mucho. No pueden ir mucho a los cultos, ¿no? Entonces últimamente se han metido a hacer algo que nunca hacían y eso es mirar las novelas. Y algunas, yo le digo a mi papá, algunas son tan calientes que yo le digo; "Papi, no mires eso que eso te hace daño" y él me dice "Bendito, ¡déjame aunque sea mirar!"
Bueno, anyway, porque algunas son demasiado de calientes, ¿no? Pero una vez yo llegué y estaban viendo una novela que me gustó el título. Porque el título fue este: 'Las tontas no van al cielo'. ¡Ajá! Ustedes lo saben. Oh, my God! ¡Pastor! Pastor, ahora usted sabe por qué no vienen a los cultos de los viernes.
Gracias a Dios que esa novela ya se terminó. Pero ¿saben por qué me cogió ese título? Porque es una realidad. Los que son tontos, los que son bobos, los que se quedan hacia atrás no acaparan lo que necesitan y eso fue como es el "gist", el grueso de la novela: que era una mujer tan tonta que todo el mundo le brincaba por encima, le quitaban los maridos, le quitaban los novios.
¡No! Pero el Señor no está buscando un pueblo que deje que le quiten las bendiciones. Está buscando un pueblo que diga: 'Yo no soy tonta, ni tonto'. Porque las tontas no van al Cielo, los tontos menos todavía. Porque Jesús no era tonto. Jesús no fue un tonto. Por eso no me gustan los cuadros que pintan de Jesús que los hacen verse medio… [LENGUAJE CORPORAL].
Jesús no fue así, hablaba cuando tenía que hablar; reprendía cuando tenía que reprender; echaba fuera cuando tenía que echar fuera. Porque era un hombre completamente hombre, completamente Dios, completamente hombre. Con autoridad. Con integridad, con juicio y así es que tiene que estar el pueblo. ´Para tonto ni para atrás ni para adelante.
Hermanos, perdonen porque yo estudio, pienso y me preparo en inglés entonces cuando me paro dependo del Señor. Así que meto disparates, bueno, ustedes me ayudan, ¿Okay? Háblenle para que yo sea una Yankee. Pero déjenme decirles. Wait. Mi papá que les dije que tiene 90 y todavía tiene como un ladito como rebelde, ¿no? Pues él detesta a los Yankees, detesta a los Mets y le encanta los Boston Red Socks.
Entonces él mira los juegos y dice: "Qué pierdan, qué pierdan". Miren que traicionero. Pero como tiene 90 y es un veterano de la Guerra número 2 tenemos que dejar que él siga adelante. Amén. Así que sea la gloria para Cristo.
No, tenemos que gozarnos en el Señor. Es una cosa que el Señor me está enseñando a mí. Ay veces que uno se pone tan serio, tan sobrecargado, tan amargado que como decía mi viejo Pastor que era un cubano decía: "Hermanos -hablaba así bien cubano, ya él está con el Señor- Hermanos ¿aquí ustedes están bautizados en el espíritu o con jugo de limón? Y si es jugo de limón, prepárese una limonada y métale mucha azúcar". Para que se gocen.
La palabra dice que el gozo del Señor, nuestra fortaleza es y esta vida, esta vida, está llena de problema, tribulaciones, de lágrimas. Nos pasan cosas que no esperamos y tenemos que saber como reírnos. Especialmente reírnos de nosotros mismos. Hay veces que yo llego después de una predica y digo '¿Por qué yo habré dicho eso? ¿Por qué yo hice tal cosa?' Y me tengo que reír para no sobrecargarme ¿no? Tenemos que aprender a reírnos. Es bueno, tener un sentido de humor, un corazón alegre trae sanidad al alma.
¿Saben qué? hasta los psicólogos, los científicos, personas en la carrera de salud dicen que cuando uno se ríe, fíjese, es algo que el Señor ha creado, cuando uno se ríe, los sesos -the brains- desatan..¿se dice brains?. ¡oh cerebro! ¿Y qué son los sesos?
Anyway, ustedes entienden brains. Pues, eso mismo, the brains, desata una química, una hormona que viaja por todo el cuerpo y trae sanidad a todos los órganos del cuerpo. Mire lo que el Señor ha creado en nosotros, una defensa tan preciosa. Por eso tenemos que aprender a gozarnos, reírnos. El gozo, David dijo 'El gozo del Señor es mi fortaleza' y cuando dijo eso estaba en el medio de una crisis. Estaba bajo la persecución, había oposición, lo estaban oprimiendo y dijo 'El Gozo del Señor, es mi fortaleza'.
Por eso a mi me encanta venir a esta iglesia, porque me encanta ver como ustedes lo adoran y lo alaban. ¡Qué precioso! Y yo me río con gente que no le gusta la alabanza porque en el mundo la gente van a las fiestas y yo era una que cuando estaba en el mundo, yo era una que iba a muchos rock concerts, ¿no? ¿Qué era? Iba a los conciertos de salsa, ¿no? La gente va a los conciertos, se tiran, se jalan, ¡Azúcar!
La gente va, se merece ¡el venado! Yo fui a Puerto Rico y allá estaba Daddy Yankee: "Métele gasolina..." entonces la gente en el mundo se desbaratan. Para los Yankees en estos días, la ciudad de Nueva York si usted va, las bocinas, la gente gritando hasta las 2 o las 3 de la mañana: "Yankees". Bueno pero entonces llegamos a la casa y estamos… [LENGUAJE CORPORAL]
Tenemos que aprender, Señor. Tal como en el mundo yo me desbaraté para el diablo, ahora yo para ti, yo me gozo, yo te alabo porque Tú eres precioso. Y al Señor le gusta un pueblo que lo sepa alabar.
El Salmo 22 dice que: "El habita en las alabanzas de su pueblo" y habita no sólo que vive. En el hebreo una palabra que quiere decir que se mueve, que extiende su mano, que hace justicia y cuando usted lo está alabando, Él está haciendo justicia para con usted. El Señor está rompiendo, haciendo, deshaciendo y es una cosa maravillosa.
Y yo me alegro, Pastor, con el crecimiento que hay en este lugar. En el medio de un fallo de la economía. Cuando el mundo dice que no hay, cuando los bancos dicen que no, cuando el mundo cree que ya es imposible, el Señor los está expandiendo a ustedes. El Señor les está añadiendo a ustedes. ¿Por qué? Porque Dios obra en una economía celestial y aunque los bancos físicos están en malas condiciones, el banco de Gloria está lleno de riquezas. Y el Señor suple a su pueblo lo que necesita.
Allá nosotros también estamos envueltos en un "Building Project" ¿no?, de crecimiento y necesitamos 35 millones de dólares. Todos los bancos nos han dicho: "No way. No se puede, no se puede". Pero el Señor en estos días nos está diciendo: "Ten fe que cuando el hombre dice que No, yo digo que Si. Cuando el banco no suple yo desato del cielo el banco celestial". Y estamos creyendo por fe que el Señor nos va a ayudar porque necesitamos ampliar el templo para las almas que tenemos que alcanzar.
¿Sabe qué estamos en los últimos días? No se necesita, ¿cómo se dice? Un doctorado en Teología para saber que estamos en los últimos días. Pongan las noticias de las 6 y ya usted sabe que estamos en los últimos días. Pero el Señor dijo que "en los últimos días se iba a derramar sobre la faz de esta tierra de una manera que nunca jamás se había hecho".
Y le dijo a Joel: "En los últimos días yo derramaré mi espíritu sobre toda carne y mis hijos y mis hijas van a vivir, van a profetizar, van a tener visiones, van a ver mi mano moverse y yo voy a restituir lo que se ha comido la oruga. Lo que se comió Saltón, lo que se comió Revoltón, lo que se comió la langosta. Yo lo voy a restituir para que los hombres sepan que no es el hombre que está en cargo. Yo soy el que sigo sentado sobre el trono".
Y el Señor tiene la última palabra. Lo que el Señor dice, el Señor lo cumple. Porque el Señor, nos dio hijo de hombre para que el que mienta se arrepienta. Si el Señor te lo prometió, tarde o temprano el Señor lo cumple.
El Señor le habló a mi mamá que yo iba a llegar a sus caminos, muchos años antes de yo llegar y aunque yo salté, me rebelé, no quise, eso de religión eso es para los pobres, los ignorantes. ¡Ah, qué quiero saber yo de Jesús! Bueno, pues después que ella se enfermó, que le diagnosticaron cáncer del estomago, a mi papá se le fue la mente. Se puso en un estado catatónico. No hubo ni psiquiatra, ni medicina, ni shotverbing, no hubo tratamiento, nada que lo pudo sanar. Pero el Señor hizo una obra sobre natural: sanó a mi mamá, le devolvió la mente a mi papá, han pasado 28 años y todavía estamos aquí para la gloria de Cristo.
Ese es el Dios que nosotros le servimos y todavía sigue vivo, fuerte, maravilloso y el Señor se está moviendo. Vamos a movernos con el Señor para que podamos ser los hombres y mujeres que el Señor quiere que seamos. ¿Amén?
A ver esta mañana y esta tarde el Señor tiene para nosotros en el libro de Eclesiastés y si tienen la bondad de ponerse de pie cuando lo encuentre. Eclesiastés 9 y vamos a empezar en los versos 11 y 12. Y cuando lo tengan pueden decir Amén, Gloria a Dios. Las tontas no van al cielo, los tontos menos todavía. El Señor es bueno, hey, men?
Eclesiastés 9 versos 11 y 12. ¿Sabe? Cómo que a algunos libros de la Biblia como que se les pegan las páginas, no se encuentran muy bien. Ese es uno de ellos, pero si está por Proverbios, ya casi está por Eclesiastés. Y así lo vamos a leer en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Dice el verso 11: "Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera ni la guerra de los fuertes, ni aún de los sabios el pan. Ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor, sino que tiempo y ocasión acontece a todos. Porque el hombre tampoco conoce su tiempo como los peces que son presos en la mala red y como las aves que se enredan en lazo, así son enlazados los hijos de los hombres en el tiempo malo cuando cae de repente sobre ellos".
Y el mensaje es este: No es cómo se empieza, es cómo se termina. No es cómo empezamos esta carrera, es cómo la vamos a terminar. No es cómo se empieza, es cómo se termina. Padre en el nombre de Jesús de Nazaret te alabamos y te bendecimos, te damos Gracias, porque tú has sido más que bueno con nosotros. Gracias que hasta este momento tú has estado tan presente. Te hemos sentido, te hemos visto, te hemos palpado en este lugar, Señor.
Gracias. Gracias por las bendiciones ricas en este ministerio, esta Iglesia, estos pastores, gracias, gracias, gracias y sabemos que tú tienes aun más todavía. Ayúdanos a seguir corriendo esta carrera que terminemos como tu quieres que terminemos: en victoria, gloriosamente. Porque no es cómo empezamos en ti, es cómo terminamos. Ayúdanos a llegar hasta el punto final en ti para la gloria de Cristo Jesús. Y el pueblo dice Amén.
Y antes que se siente dígale a dos o tres hermanos o hermanas: "Hermano, hermana no es cómo empezaste, es cómo termines. No es como empezaste esta carrera, es como la termines. No es como empezaste en Cristo sino como vas a terminar". No es como empezamos, es como vamos a terminar.
Fíjese el libro de Eclesiastés se le conoce como parte de la literatura de sabiduría igual que el libro de Proverbios, el libro de Cantares. Y en el libro de Eclesiastés, Salomón que el Rey Salomón se le considera por muchos como un hombre más sabio de todo el mundo, de toda la humanidad.
Y en Eclesiastés, Salomón hace algo que algunas veces nosotros como que nos aguantamos un poquito de hacer y es esto: él cuestiona todo aspecto de la vida. Le hace preguntas a Dios de todo: de la vida, de la muerte, de lo malo, de lo bueno, de riqueza, de pobreza, de salud, de enfermedad, de amistades, de belleza, de trabajo, de vida, de vagancia, de muerte, de juventud, de vejez. Le hace miles de preguntas al Señor.
¿Sabe una cosa? Algunas veces nosotros nos detenemos pero yo he aprendido que a Dios le gusta una buena pregunta. Dios le gusta cuando le hagamos la pregunta. No, tiene que contestarla pero sí Dios se entretiene en nuestras preguntas. Y tarde o temprano cuando llegue el momento que el Señor dice: "Hoy es el día", el Señor contesta nuestras preguntas. No siempre la contesta como queremos que la conteste pero si nos manda la respuesta.
Y Salomón, por eso cuando empezamos en el verso once, me gusta, él dice: "Me volví", en otras palabras él estaba pensando en todos estos asuntos: la vida, la muerte, lo mucho, lo poco, los buenos, los malos y dice 'de repente como que recapacité -I returned'- me volví para atrás y puse mi pensamiento en el Señor y me di cuenta que la vida no es basada en lo que el hombre dice y hace si no lo que Dios quiere como Dios disponga.
Hay dos temas principales en Eclesiastés. Uno es este: en la vida todo es vanidad de vanidades. En otras palabras, todo es temporario. Todo empieza y termina; todo es superficial. Uno está aquí hoy quizás no está mañana. Uno es joven un día y al próximo día le salen las arrugas, la gravedad empieza a jalar todo en el cuerpo para abajo. Estoy hablándoles a los hermanos también, ¿sabes?
Ayer les hablé a las hermanas, pero los hermanos cuidado. ¿Yo les conté a las hermanas que algunas veces cuando uno dice, 'Señor por qué es que yo estoy soltera todavía, por qué será que yo no me he casado cuando yo tuve tantos novios qué se yo qué? Y un novio que tuve 30 años atrás que era guapo, buen mozo, elegante, bueno, anyway, yo no era cristiana; pero yo sé que mi mamá lo reprendió, lo echó de casa.
Anyway. Pero estuve en una comida de retiro de una principal amiga mía, porque yo trabajaba con la Junta de Educación y fui a una comida y lo menos que yo me esperaba allá me encontré este ex-novio. Y cuando lo miré, yo dije: "¡Ay, Señor! Está calvo, está ciego y está barrigón". Gracias, Señor que todavía tú me dejaste así. Gracias Señor".
Porque así es la vida, hermanos, todo cambia, todo cambia en la vida. Un día usted está fuerte y saludable, el otro día se encuentra en un salón de emergencia en el hospital. Un día usted tiene riqueza, viene un huracán le sopla la casa se queda sin nada. Un día usted tiene muchos amigos, otro día busca y no hay nadie que esté que le de el socorro. Y así es la vida. Todo es vanidad de vanidades. Por eso no vale la pena uno aferrarse de nada ni nadie. No se aguante con nada ni nadie, menos el Señor.
El segundo tema es este: la vida al futuro está lleno de sorpresas. Y muchas veces lo menos que uno espera es lo que le llega a la puerta y lo que más que uno anhelaba, lo que uno esperaba nunca se le aparece. Así es la vida. Sabemos que estamos aquí en este segundo preciso, pero aún cinco después de este momento no sabemos lo que puede suceder.
Cuantas personas no han visto y que conocemos de la Iglesia una familia que salieron del culto de los jóvenes, se metieron en el carro iban para un Friday's a comer juntos y vino un borracho en el carro y mató a los tres jóvenes, que salieron de un culto de adoración. Así es la vida.
El hijo menor de mi hermana, mi sobrino de 14 años, fue a nadar con unos amiguitos. Hubo un accidente y mi sobrino se murió, se ahogó. ¡Qué choqué para mi hermana, mi hermana! Pero así es la vida. Por eso dice la palabra: "El mañana no se le es prometido a nadie". Tenemos este segundo, este momento y tenemos que aprovecharlo.
Jesús, ¿dijo qué?: "Ni os afanáis por mañana, porque mañana trae sus propios afanes". Preocúpese por este momento lo que está sucediendo aquí ahora que solamente tenemos este segundo para agarrar. Amén.
Y así sigue Salomón. Y entonces termina, la conclusión en el capítulo 12 es este, esta es la conclusión de él: 'Para vivir, para seguir en esta carrera, para terminar como el Señor quiere que terminemos dos cosas: teme a Dios -porque el temor de Dios es el principio de sabiduría- teme a Dios y guarda sus mandamientos'. Este es el todo del hombre. Nada más vale la pena, nada más es importante. Temer a Dios y guardar sus mandamientos. Eso nos mantiene corriendo esta carrera hasta el día que el Señor nos mande a buscar.
Entonces Salomón hace unas observaciones. Este Capítulo 9 es un capítulo clave, bien significante y el mensaje principal es este: el hombre no debe vivir por sus propias fuerzas, habilidades o conocimiento sino con toda confianza y dependencia total en el Señor. Cuando vivimos así, el Señor dirige nuestros pasos y llegamos hasta donde tenemos que llegar.
Entonces en el verso 11 hace unas observaciones y en el 12 nos da un aviso. Lo primero que dice es esto en el 11: "Me volví y vi debajo del sol que ni es de los ligeros la carrera". Y busqué esta palabra en el hebreo para estar segura de lo que estoy diciendo, pero el término que usó aquí: que la carrera no es para aquellos que son naturalmente rápidos.
¿Sabes qué hay gente que son ligeras? Bueno, yo sé que ustedes están en Boston, aquí la gente son un poquito más... pero allá en Nueva York, allá caminamos rápido, allá se come rápido, allá se habla rápido, allá se hace todo rápido. Si usted se ha montado en un subway, ¿ustedes se han montado en un subway en la ciudad de Nueva York? Cuando el tren pare y se abran esas puertas, usted tiene que correr para adentro porque si usted no corre para adentro los que están saliendo corren para afuera y no sólo corren sino que corren todos juntos.
Entonces es como una ola: usted está entrando y ellos lo están echando para afuera. Usted tiene que seguir entrando porque sino se le cierra la puerta, se va el tren y usted se queda en la plataforma. Y así es la vida. La vida, uno tiene que moverse, porque sino se le escapan las bendiciones. Van y vienen las oportunidades.
Las puertas se abren y se cierran y usted todavía parado esperando, 'where's the train?' No, usted tiene que moverse. Usted tiene que buscar, usted tiene que hacer los arreglos, usted se tiene que determinar que usted se va a mover, usted va a buscar lo que usted necesita porque hay bendiciones para el pueblo, pero el pueblo se tiene que mover y se tiene que mover ligero. Se tiene que mover rápido.
El apóstol Pablo comparó esta vida con la carrera y le dijo a los Corintios: "No sabéis que los que corren en el estadio todos la verdad corren pero uno sólo se lleva el premio. Corred de tal manera que tú lo obtengáis'. En otras palabras, hay muchos que están corriendo en esta carrera pero al final solo uno se va a llevar ese premio. Corre tú individualmente como que ese premio tenga el nombre tuyo puesto ahí para que sigas corriendo y no te desmayes y no te eches hacia atrás.
En Corintio había un estadio que era uno de los más grandes en el Imperio Romano y cada tres y cuatro años tenían juegos como tenemos aquí Olympics -Olimpiadas le dicen- tenían esos juegos y aunque había muchas competiciones, la competición que más le gustaba a la gente era la de los que corrían la carrera y a esos le daban el entrenamiento más duro.
Y una de las cosas -yo leí esto y estuvo bastante maravilloso porque es algo que tiene, por eso Pablo lo usa, principios espirituales- les decían a los que corrían la carrera: "Corre y no mires a la derecha, no mires a la izquierda, mira solamente el premio que tienes al final porque si miras el que está corriendo a la derecha o si miras el que está a tu izquierda puede que te desanime, puede que te atribule, puede que te confundas. Para que ganes la carrera corre solamente mirando al premio que está al final de la carrera".
Y muchas veces eso nos pasa a nosotros espiritualmente, que si estoy pendiente de mi mamá, que si estoy pendiente de mi familia, que si estoy pendiente de los trabajadores, que si mi supervisor. ¡No! Mis ojos están puestos en Cristo Jesús y todo lo que me acapare el Señor es suficiente para bregar con todos los asuntos de mi vida.
El libro de Hebreos, ¿dice qué? "Puestos vuestros ojos en Cristo Jesús, el autor y consumidor de vuestra fe". Es el autor porque empezó el primer capítulo de mi vida, es el consumidor porque ya tiene escrito el último capítulo de mi vida y los demás capítulos yo tengo que seguir corriendo.
Como fui maestra tantos años, me gusta usar cuentos de hadas y fábulas porque realmente esos cuentos de hadas no fueron escritos para niños, aunque los usen estos días. Fueron escritos como satires, como comentarios contra el gobierno de Inglaterra y la opresión que había. Entonces estaba la fábula del conejo y la tortuga. ¿Lo conocen? Se acuerdan que empezó la carrera: get ready, set, go -a la lista, a la marca, bum! Entonces empezaron, el conejo rápido y la tortuga iba… [LENGUAJE CORPORAL]
Entonces el conejo miró para atrás y dijo, "esa tortuga está tan lenta, déjame pararme. Se fue a la casa del ratoncito y allí se tomó un cafecito Bustelo con leche. Bueno ¿aquí toman Bustelo o toman qué? Anyway, lo que sea… capuchino. Se tomó el cafecito. Salió, se metió otra vez en la carrera y allí estaba todavía la tortuga [LENGUAJE CORPORAL]
'¡Ay! Déjame ir a la casa del oso que me de una tortilla con habichuelas fritas, ahí; es más comió un bangú con quesocito o si no que me den un peñil con arroz con habichuelas, que me den arroz con andules, que me den frijoles, que me den tortilla'. Ya cubrí todas las naciones aquí. Okay, anyway. Qué me de spaghetti con meatballs, que me de couched hotdogs, lo que sea. Se sentó y se comió la merienda. Salió y todavía estaba la tortuga [LENGUAJE CORPORAL]
Entonces ¿qué pasó? Pasó al lado de una laguna, un laguito y estaba la palmita y se dijo el conejo: "¡Ah! Me voy a coger una siestecita aquí porque esa tortuga es tan lenta." Y se acostó en la laguna y se quedó dormido. Y al rato se despertó con gritos "¡Yeah! Tortuga" porque mientras él dormía [LENGUAJE CORPORAL]
Entonces yo la apoyo, sea usted rápido, sea lento, sea la media, siga caminando hasta llegar a su punto final que el Señor tiene un destino para cada uno. Muchos han empezado esta carrera y muchos se han desviado. Con muchos que yo fui al seminario 28 años atrás, en estos días, ya no existen. Muchas iglesias donde yo fui a predicar, Pastor, 20, 25 años atrás que estaban llenas y gloriosas ya no están en Ministerio.
¿Por qué? Porque se desvían, quitan los ojos de Cristo Jesús, se olvidan del premio que tenemos al final. El apóstol Pablo dijo: "Yo no estoy perfecto todavía. Todavía yo no he alcanzado la perfección. Pero una cosa yo estoy determinado a hacer. Me olvido de lo que me queda por atrás y prosigo a la meta que tengo en Cristo Jesús".
Y hay veces que usted se tiene que hacer de esa disposición. Yo me olvido de los errores, me olvido del pasado porque no importa como empecé, lo que importa es como yo voy a terminar. Y yo sigo adelante en Cristo Jesús, porque hay una carrera que correr.
Pero sigue Salomón y dice además de… ¿qué? "… la carrera no es de los ligeros. La batalla no es de los fuertes". Entonces busqué esa palabra fuertes, quiere decir 'aquellos que son naturalmente, físicamente fuertes. Hay gente que son fuertes y no conste su estatura. Creemos que solamente los grandes...
Mi papá es pequeño y frágil, es delgado pero mi papá tiene una fuerza que nació con ella. Yo me acuerdo años atrás cuando no era cristiano, se metió en una pelea con un hombre irlandés. El irlandés era grande, robusto, es más tenía dos o tres whiskys metidos. Entonces mi papá se salió del carro, estamos que rebuzne con el carro, mi papá se cortó, bueno y mi papá le dijo: "¡Hey!" y fue donde el gran irlandés. Mi mamá le gritaba: "Métete en el carro, que te va a matar ese irlandés" y mi papá "No, yo no le tengo miedo". Bueno, saben la verdad, mi papá le hizo tanto frente que el irlandés se metió en el carro y se fue.
Y hay veces, que personas así naturalmente son fuertes, tienen ánimo. Pero esta guerra mis hermanos no es física, esta no es una guerra de puños, esto es una guerra espiritual.
Pablo le dijo a los Efesios y los Efesios tenían lugares, bases militares, sabían eso de militar, de pelear guerra. Pero Pablo dijo: "En Cristo la guerra no es contra sangre y carne. Esta guerra es contra potestades, principios, huestes celestiales. Tenemos un enemigo que se esconde, que se tapa, que nos miente, que se cola, que se mete, que nos engaña, que nos enreda para que no lleguemos al lugar que el Señor tiene para nosotros".
Pero le dijo: "Revistase, no con tu propio poder, pero con el poder del Señor. Ponte la armadura para que cuando llega el día malo te puedas parar". Me gusta en inglés porque dice: "Take a stand". En otras palabras, literalmente, ponte de pie porque esta guerra no se puede pelear sentado. El pararse de pie es una posición de autoridad y no pararse con los pies juntos, fíjese. Literalmente dice: "pararte de pie con los pies separados" porque hay fuerza.
¿Sabe que cuando usted está así le soplan, usted pierde pero cuando usted se para así usted tiene mejor balance? Y aunque le soplen… [LENGUAJE CORPORAL]
Pastor, esta iglesia me hace hacer cosas locas… ¡porque me apoyan!
Aleluya. Así le dijo Pablo: "When you've done everything... cuando has hecho todo, cuando has orado lo más que tú puedes orar, cuando has ayunado que ya no puedes ayunar más, cuando has alabado, adorado y esperado, párate" y párate mira con así.
Acuérdese que los lomos significa lugar de seguridad. Yo sé en quien yo he creído. Bueno, ojalá que los hermanos hagan eso. Pero las hermanas, yo se en quien yo he creído. Y los hermanos, espiritualmente, yo se en quien yo he creído. Y yo se que el Señor va a perfeccionar todo lo que me corresponde hasta el día de Cristo. Y el Señor peleará mis batallas.
Cuando Moisés sacó a Israel de Egipto, llegaron al puente que estaban de frente al Mar Muerto y estaban los egipcios y el Faraón detrás de ellos y el pueblo lloró enseguida. Como hacemos nosotros, damos queja: "¡Ay, qué si estábamos mejor en Egipto!" Mentira, eran esclavos, estaban oprimidos, no tenían comida y mintieron dijeron: "Allá estábamos comiendo arroz con habichuelas, allá teníamos chuletas". Mentira, no tenían nada.
Estaba el temor y el Señor le dijo a Moisés: "Mira, dile a mi pueblo que se estén tranquilos. Que guarden su paz porque yo Jehová pelearé por ellos". Y los egipcios que ven hoy nunca jamás lo van a ver otra vez porque tenemos un Dios que sabe defender su pueblo.
David dijo en el Salmo 3: "Yo vi cuando Dios le metió un puño a mi enemigo y le tumbó los dientes". Y hay veces, tenemos que obrar por gracia y misericordia porque lo que va para allá viene para acá. Pero hay veces que usted dice: "Señor, ciérrale la boca a esos mentirosos. Señor túmbale los dientes a dos o tres que me están mortificando".
Cuando yo estaba recién convertida y el Pastor conoce muchas de las personas que yo conocí años atrás y la hermana que el Señor usó para que yo llegara a los caminos del Señor. Ese grupito de hermanas tenían un grupito de oración pero fuerte y cuando yo estaba recién convertida mi mamá me llevaba a sus cultos y esas hermanas ¡guau!
Esas hermanitas, que ya casi todas están con el Señor, oraban así: "Señor mira, esa nuera mía sinvergüenza. Jálale los pelos. Y mira ese yerno mío borrachón, mujeriego, rómpele las patas y mételo en el hospital". Y ¿saben una cosa? Así fue que llegamos muchos con las patas rotas, con los pelos jalados para arriba, sin dientes. Llegamos, pero llegamos porque ¡sí que oraban!
Y eso que, hermanos, yo no les sugiero que comiencen a orar así. Yo no oro así, pero si que esas hermanas oraban. Eran oraciones ¿saben qué? eran oraciones violentas. Pero ¿sabes lo que dijo Jesús? Jesús dijo esto:"Desde los días de Juan el Bautista hasta el presente el reino de Dios ha sufrido violencia. Pero los violentos lo arrebatan". Y esa palabra, ese término "arrebata" que lo miré en el griego quiere decir: "cogerlo rápidamente y no soltarlo ni por un segundo".
En otras palabras mis hijos le pertenecen al Señor. Mis hijos le van a servir a Cristo. Mi esposo va a venir. Las finanzas vienen porque vienen. La iglesia se va a llenar de su gloria. Mi sanidad ya está por llegar. Mis fuerzas el Señor va a restaurar, las bendiciones vienen porque vienen. El Señor va a hacer lo que va a hacer y lo tenemos que arrebatar y no soltar por nada ni por nadie. Porque hay bendiciones para tú, para mí y no es cómo empezamos es cómo terminamos esta carrera en Cristo Jesús.
Y sigue Salomón, además de que "la carrera no es de los rápidos, ni la guerra de los fuertes, ni aún de los sabios, es el pan. Y esto está hablando de sabio, está hablando de aquellos que saben hacerse, saben hacer planes". ¿Saben qué? A muchos nos gusta planificar, nos gusta hacer y deshacer pero la verdad es que nuestras necesidades están en las manos del Señor. El Señor es Jehová Giré que suple lo que necesitamos y podemos planificar, hacer y deshacer y tenemos que hacerlo pero al final del día el Señor es el que suple lo que yo necesite.
Yo lo compartí esta mañana en uno de los programas de noticias, no un programa cristiano, un programa que no sé si era 20/20, Line/line uno de esos programas de noticias estaban entrevistando a este hombre y él dijo que a los 14 años dejó a México, se fue para California, trabajó en un restaurante lavando platos, vivió en las calles, durmió en los parques, pero dentro de él había un sueño: que quería hacerse de algo en la vida. Luchó, se tiró y buscó del Señor. En estos días, para hacerle un cuento largo, en estos días, es el neurocirujano -neurosurgeon- número uno de este país que trabaja en John Hopkins Hospital.
Los grandes…, los grande políticos, los grandes hombres internacionales cuando hay un problema de la mente, del cerebro, tumores es a él a quien tienen que consultar. Y cuando lo entrevistaron el reportero le preguntó, "¿Y cómo tú llegaste?", él dijo "Porque el Señor me trajo hasta aquí. El Señor me suplió todo". El Señor le abrió las puertas.
Fíjese, 14 años, sin una palabra de inglés, sin familia, lavando platos, viviendo en las calles y llegó a ser un cirujano número uno del mundo. Ese es el Dios al cual nosotros le servimos. Por eso el Señor dijo: "la plata es mía, el oro es mío. Lo que tú necesites yo te lo puedo suplir".
"Las riquezas, dice también Salomón, no es para aquellos que son negociantes". Hay gente que son negociantes, se saben hacer de dinero, pero muchas veces lo hacen a través de manipulaciones, a través de tricks, hasta la buscan, se mueren.
Cuando yo estaba en la universidad trabajé part-time en un negocio de stereo equipment, equipo, entonces fíjese, el hombre, era un pueblo -me da lástima decirlo pero es la verdad- era de un pueblo latino que había mucha gente pobre, mucha gente de necesitada. El hombre, el dueño no hablaba una palabra de español. Bueno tres palabras: bueno(u), bonito(u), barato(u) y la verdad es que muchas de las cosas que le vendía a esa gente pobre no eran ni bueno, ni bonito, ni barato. Porque él cogía mercancía vieja, usada, la limpiaba, la volvía a reempacar con cajas nuevas y la vendía como productos nuevos. Cosas ya usadas que ya no servían para robarle el dinero a gente pobre.
El mundo está lleno de negociantes así. Pero en la casa de Dios, nosotros hacemos negocios limpios, porque Dios suple a través de su propia voluntad. Y cuando oramos y le pedimos el Señor nos ha dicho que nos va a suplir. Es más ¿qué nos ha dicho? "Qué le va a tocar el corazón a ciertos millonarios de Nueva York que nos van a dar ese dinero". Sabemos que el Señor sabe hacerlo de su manera perfecta y preciosa y de la manera que Él lo haga, el Señor sabe hacerlo bueno. Pero cuando nosotros queremos meter la mano, manipular y hacer negocios muchas veces dañamos el guiso. El San Cocho se daña.
Tenemos que dejar que el Señor sea el que supla nuestras necesidades.
Y sigue aquí Salomón y dice otra cosa más, fíjese: "El favor de Dios no es para aquellos que son elocuentes". ¿Saben que hay gente que son muy elocuentes? Saben hablar, saben con quien hablar y otra vez es para la Junta de Educación, 33 años en Nueva York. Fui todo: de maestra, administradora, supervisora, etc. Yo vi personas en el sistema educacional que no tienen nada que ver con la educación. No saben nada de maestría, no tienen compasión para con los niños, no están interesados en la educación de niños pero conocen a la gente correcta, son bien políticos, bien carismáticos, saben con quien hablar, saben cuales puertas tocar y están en posición haciendo decisiones para millones de niños, que no deben de estar ahí.
Pero la casa de Dios, el favor de Dios, la gracia de Dios no esta basada en lo elocuente que uno sea o lo mucho que uno sepa. Está basada en que Dios derrama su gracia a quien Él quiere bendecir.
Dios levanta a quien Él quiere levantar, Dios apoya a quien quiere apoyar, Dios sana cuando Él quiere sanar, Dios mueve cuando Él quiere mover. Dios hace lo que Él quiere hacer y como lo quiere hacer. Y tenemos que depender de esa gracia.
El apóstol Pablo estuvo un aguijón. Hay muchas interpretaciones de que era ese aguijón. Algo que Pablo dijo que lo amargó tanto, lo afligió tanto que él clamó a Dios que se lo quitara. Algunos dicen que quizás estaba ciego por la luz del damasco, algunos dicen que "No, quizás fue que sufría de problemas psicológicos" porque había veces que estaba contento y había veces que estaba triste. Sufría de depresiones. Hay otros que dicen: "No, era el dolor emocional, que sus hijos en el Señor se fueron contra él y lo criticaron, lo acusaron de ciertas cosas".
No sabemos el aguijón, pero sabemos esto: Pablo, clamó, le pidió al Señor que le quitara ese aguijón. Pero el Señor no le dijo "Te lo voy a quitar", le dijo ¿qué? "Bástate mi gracia. Porque mi gracia se perfecciona en tus debilidades". En otras palabras, mientras más débil estemos, más problemas tengamos, más se manifiesta el poder de Dios en nuestras vidas.
Entonces Pablo dijo: "Bueno, si es así, entonces yo me glorió en los problemas, me glorió en las enfermedades, me glorío en las tribulaciones porque cuando estoy débil es cuando más fuerte estoy. Porque cuando estoy débil en mi persona, entonces tengo que depender de la gracia de Dios". Y Dios nos dice: "Pueblo, bástate en mi gracia. Venga lo que venga, pase lo que pase no se detenga ahí, siga corriendo, que mi gracia te llevará de aquí a allá y de allá a allá y de allá al otro día y de mes en mes y de año en año hasta que llegue al punto final y termine con victoria".
El Señor quiere que el Pueblo termine con una victoria, no como victimas, como vencedores en Cristo Jesús. Y Salomón termina con este aviso y dice esto: "Cuidado que el tiempo malo no los agarre, no llegue de repente como les hace a los peces y a las aves".
¿Sabe que los pececitos, los peces están nadando en el agua, no? El pececito está lo más contento... 'Hay poder, poder, sin igual poder...' Está nadando de lo más happy: "Yo tengo gozo, gozo, gozo. Es tan hermoso..." Bueno, ahí está el pez. Pero de repente ¿qué pasa? Le tiran la red y agarran el pez cuando menos lo esperaba.
El ave está volando lo más contento, se sienta sobre las rameras 'phis' ahí está la trampa que agarra al pobre ave y Salomón dice esto: "Estén listos apercibidos para que cuando les llegue el día malo no les pase como al pececito que está nadando o el ave que está sentado sobre la ramera. Sino que usted tenga los ojos abiertos para que sepa cuando se acerque el día malo. Y cuando se le acerca aprende a pararse y seguir corriendo para que nada ni nadie lo detenga de las bendiciones que el Señor tiene para usted".
El Señor tiene bendiciones para cada uno de los que están aquí. Tiene su nombre sobre su bendición. Hay un premio al final de esta carrera y no importa cuando empezaste, como empezaste, lo que importa es como tú vas a terminar: o te vas a desmayar y salir de la carrera o vas a seguir corriendo como la tortuga. Llego porque llego y aunque el conejo se detenga por aquí, aunque algunos se desvíen por allá, usted mire… [LENGUAJE CORPORAL]
Yo llego porque llego, porque yo estoy determinada a perseverar hasta el día del Señor Jesucristo.
Pablo dijo: "Yo estoy persuadido que el que empezó esta buena obra en mí, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Y aunque todavía me falta mucho, yo se que el Señor no ha terminado conmigo. Yo soy una obra en el proceso -a work in progress- el Señor me ha cambiado mucho, pero todavía me falta. Porque la carne todavía está viva". Como le dije: si me dejan le tiro un venado, le tiro un métale gasolina. Si me dejan le tiro un merengue bien merengueado, ¿si me dejan le echo una salsa y tos? Fuerte porque mi carne está viva. La carne está viva. El espíritu está salvo pero la carne está viva. Tengo que crucificar mi carne.
Pablo dijo: "No soy yo que vivo en Cristo, sino Cristo que está viviendo en mi. Tengo que matar la carne, las pasiones naturales para seguir corriendo esta carrera que empecé en Cristo Jesús". Porque lleguen o no lleguen los demás yo tengo que seguir corriendo hasta el día que Cristo me llame.
Como dije, mi papá tiene 90, tiene Parkinson Disease y cuatro años atrás le dio un stroke, el año pasado se cayó en la casa y se rompió la cadera, tiene una mecha con tornillos. Noventa años, ¿y saben? Los médicos le dicen: "Pero usted debe de estar muerto ya," y saben la respuesta de él: "Yo soy un veterano de la Guerra número 2".
Entonces una de las cosas que hacían los soldados en la guerra 2 para apoyarse los unos a los otros es que se decían esto: 'Praise the Lord, pass the ammunition'. En otras palabras: 'Alaba a Dios, pásame las balas que voy a matar a dos o tres más'. Entonces mi papá a los 90 en silla de ruedas con tantas enfermedades todavía está diciendo: 'Praise de Lord, pass the ammunition'. Alaba a Dios y dame el rifle que tengo que matar a dos o tres más demonios por ahí.
Y esa debe de ser la disposición del pueblo. Venga lo que venga, pase lo que pase: Praise de Lord and pass the ammunition, que no es cómo empecé, es cómo voy a terminar.
Y yo estoy determinado que voy a seguir hasta que vea la gloria de Dios en la tierra de los vivientes. David dijo: "Yo hubiera desmayado si no creyese que voy a ver las bondades, las riquezas, las bendiciones de Dios en la tierra de los vivientes".
Hermanos, hay bendiciones para usted, hay salud para usted, hay finanzas para usted, hay trabajo para usted, hay casa para usted, hay prosperidad para usted, hay familia para usted pero se tiene que levantar y correr esta carrera. Tiene que pelear hasta el día que usted termine, tiene que seguir hasta el día que el Señor enraba su redil porque el Señor le dará su gracia. Bastate en mi gracia.
¿Saben? a mi papá le gustan mucho himnos antiguos pero uno que se pasa cantando es este: 'Cuando allá se pase lista, cuando allá se pase lista, cuando allá se pase lista, a mi nombre yo feliz responderé' y entonces el grita "Felipe" y él mismo contesta: "Presente".
Y yo le pregunté: "¿Por qué tú te pasas cantando eso viejo?" Me dijo: "Estoy practicando para el día que se me diga 'Felipe' y yo diga 'Presente' ". Ya yo llegué, peleé la buena batalla, corrí hasta el final, no me dejé vencer. Soy victorioso. Lo gané. Seguiré adelante. Yo tendré la victoria porque NO ES CÓMO EMPECÉ, ES CÓMO TERMINO.
Gracias Señor. Gracias, Señor. Y hermanos, como decía mi viejo Pastor: "Para atrás ni para coger impulso". Siga adelante que las tontas no llegan, los tontos menos.
Pero vamos a seguir porque vamos a terminar en gloria, vamos a terminar en victoria. Vamos a terminar con la cabeza para arriba no para abajo. Vamos a terminar en integridad, vamos a terminar en santidad del espíritu, vamos a terminar haciendo la voluntad del Señor. No nos vamos a dejar llevar por el fraude, vamos a seguir por delante en Cristo Jesús. Amén. Praise God.
Antes de seguir. Hay alguien en este lugar que quizás usted nunca ha tenido una experiencia con Cristo Jesús, qué quizás este es el día que el Señor le diga 'Pasa por aquí que yo voy a empezar una carrera contigo. Qué este sea el día del comienzo de tu carrera en Cristo'.
¿Hay alguien que diga "Hermana yo quiero empezar en este día? Quizás yo estaba apartada, quizás yo nunca he estado". Ven hermana, pasa por aquí. Vente se atrevida, pasa por aquí. Aleluya.
Acuérdese que los tontos no llegan, pero los que están dispuestos a pelear, los que están dispuestos a correr esta carrera llegan hasta el final. Hay alguien mas que dice, este es el día, que yo me restauro que yo renuevo mi voto con el Señor, porque voy a seguir corriendo esta carrera y "Para atrás ni para coger impulso".Por que estoy determinada a seguir corriendo.
Gracias Señor, gracias, hermana. Gracias, Señor, Dios me la bendiga. Gracias Señor.
Usted que esta ahí extienda su mano hacia aquí por que cuando venga una sola alma hay gozo en el cielo.
Hay fiesta en Cristo Jesús, cada vez que una persona diga hoy “Señor yo quiero empezar contigo, Señor yo te entrego mi vida” Hay fiesta en el cielo, hay fiesta, hay fiesta en Cristo Jesús.
Gracias Señor.
La multitud y los discipulos
Transcripción
Esta mañana quiero compartir algo que un momento también -yo no hablo nunca algo que no ha sido ministrado en mi vida primero porque es necesario que Dios nos quebrante a los pasos para que la palabra tenga sentido, ¿verdad? y la palabra llegue al corazón.
Y a todos nos gusta cuando nos convertimos, cuando conocemos al Señor, llega a nuestras vidas como una estabilidad y esa estabilidad de saber que somos algo, que ya Dios nos rescató de ese infierno, ¿verdad? de esa profundidad donde vivíamos, de esa oscuridad de las tinieblas y Dios nos trae a su luz.
Muchos de nosotros nos quedamos tan contentos o tan en paz por la salvación tan grande que Dios nos ha traído que no nos damos cuenta que hay una demanda, hay un deseo de Dios para que nosotros nos convirtamos en discípulos y lo que hemos recibido por gracia lo podamos dar.
Vamos a inclinar nuestros rostros y vamos a pedirle a Dios que esta palabra nos marque.
Padre en el nombre de Jesús. Yo se que Tú estás aquí Padre y eres Tú el que hablas al corazón, Señor. Queremos escucharte, Señor. Siempre hablas tu palabra con gracia porque con gracia nos has salvado, Señor. Siempre Tu palabra, Señor aunque es enérgica y a veces penetrante y como dice tu palabra "tan cortante" que penetra hasta lo más profundo, Señor. Hasta los tuétanos, Señor.
Señor, necesitamos tu palabra, necesitamos ser despertados por tu palabra y necesitamos que cada día nos alumbres con tu luz para saber cual es el camino a seguir. Señor, yo te doy gracias, porque esta oportunidad que nos das de escucharte solamente la tienen aquellos que han sido redimidos por la sangre y ha decidido seguirte, Señor. Señor, gracias. Quédate con nosotros espíritu Santo, que Tú tomas del Padre y nos los haces saber. En el nombre de Jesús. Amén.
Y venimos a esa estabilidad emocional, esa estabilidad espiritual, mental, hacemos decisiones, hacemos cambios. Nuestra vida es transformada al instante. Yo recuerdo cuando yo me convertí al instante, yo dejé algunos vicios. Recuerdo que dejé de fumar. Y esas primeras dos semanas tuve lucha, pero cuando el Señor me dijo -cuando yo tuve que hacer una decisión, recuerdo que el Señor me dijo- iba a cantar por primera vez, yo llevaba como un mes de convertida y por primera vez a mí me habían dado una canción y para mi eso era lo más grande del mundo.
Yo canté en el mundo como loca, así decimos en Puerto Rico. Hay algunas palabras boricuas que voy a decir, así que los que no son de Puerto Rico, como yo les dije a las muchachas, pues me dicen y yo trato de buscar una palabra neutral. Amén.
Yo recuerdo que cuando me dijeron que iba a cantar esa primera canción, yo dije "¡Guau!" y cuando iba de camino encendí un cigarrillo y yo recuerdo como que el Espíritu empezó como a 'hmmm' y me habían aceptado en la iglesia. Yo no tenía ningún problema en esa transición de dejar mis cosas.
Pero hay un momento en que Dios dice "Ya, quiero transformar un área de tu vida. Tienes que tomar una decisión". Y yo recuerdo que yo subía a la catacumba y me metía mis chicles y todo el mundo, yo juraba que nadie sabía que yo me había fumado cuatro cigarrillos antes
Pero llegaba y ellos me amaban, me abrazaban y me besaban porque ellos sabían. ¿Por qué? Porque ellos habían pasado por su proceso. Pero tenemos que tomar decisiones en Cristo. Y es cuando el espíritu nos pide algo, no cuando alguien te pida algo. Es cuando Dios te dice: "Quiero redimir esto en tu vida. Sencillamente no lo necesitas para seguirme. No necesitas esto".
Y yo recuerdo que yo cogí y no solamente tiré el cigarrillo sino que hice busqué en la cartera aquella cajetilla que había costado en aquella época era barata, pero ahora, una cajetilla es una cosa... no vale la pena. Con eso puedes ir y comprar cosas. La saqué y la tiré por la ventana y eso, esa decisión que yo tomé, Dios la respaldó.
Toda decisión que tú tomes Dios la va a respaldar. Ahí vienen lo sobrenatural de Dios que viene y hace "¡pup!": "Lo hiciste, ahora yo te voy a ayudar". Y recuerdo que aquello fue como que se quebró ese vicio, se quebró y milagrosamente -porque obviamente no entendemos esas cosas que hace el Señor que son milagros- cuando tú decides te quita algo y ya; que cuando yo llegué, canté, sentía la libertad de haber hecho una decisión a favor del Maestro. Y cuando regresé pasaron las semanas, mi esposo todavía no se había convertido y él también fumaba.
Yo recuerdo que me fumaba al lado y yo '¡pah! Pregúntame, como decimos en Puerto Rico. No tenía deseos de fumar'. Quiere decir que yo me di cuenta que hay un poder sobrenatural que corta y que te puede sacar la raíz del pecado y tú puedes ser libre. El único que te puede hacer libre es Jesucristo.
Por eso la palabra dice: "Conoceréis la verdad y la verdad os hará libre". Entonces en este caminar en el Señor, van a ver cosas que van a tener que decidir hacer. No van a venir por osmosis. Nosotros quisiéramos que todo viniera por osmosis, así como que del cielo, bajara eso, yo sintiera: "¡Ah! Porque lo siento". El amor es una decisión, adorar es una decisión, levantar las manos al cielo delante de la presencia del Señor, es una decisión.
Nunca esperes sentirlo porque la carne jamás querrá adorar. Jamás. Cuando los líderes le digan a ustedes levanta las manos, ustedes hagan "Señor hoy quisiera estar acostada, pero duelen los dedos, pero voy a levantar las manos porque tu palabra lo dice. Lift your hands. Lo voy a hacer en el nombre de Jesús". Yo decido y tan pronto tú haces eso, ¡ah! vencí lo que me estaba venciendo.
Entonces en aquella época que Jesús estuvo caminando sobre la tierra Él decidió hacer discípulos. Pero también Jesús estuvo cerca, Jesús trabajó. Jesús era un hombre de multitudes y sabía que en medio de la multitud había gente que le iba a seguir y había gente que seguían al maestro por la curiosidad, por saber quien era Él, porque muchos estaban esperando el Mesías. Sabían que el Mesías venía y cuando Jesús llegó a la tierra eso fue una revolución total.
Él llegó y todo lo establecido se empezó a, Él quebrantó toda la religiosidad establecida, Él era el sumo sacerdote, Él sabía lo que iba a pasar y entonces hubo contienda, hubo de todo allí. Y pudimos identificar -a través de los evangelios- que había una multitud que seguía a Jesús. Pero Dios escogió unos discípulos que iban a estar cerca, que eran los que verdaderamente Él iba a utilizar para multiplicarse en ellos. Todavía esa intención del Maestro, está.
"De tal manera amó Dios al mundo", dice la Biblia, "que envió a su hijo unigénito para que todo que aquel que crea no se pierda y tenga vida eterna". Pero de tal manera amó Dios al mundo, todos conocerán de Jesús. Eso será así. Jesús no vendrá hasta que todos conozcan quien es Él.
Ahora no todos le van a seguir. Entonces muchos de nosotros llegamos y nos convertimos y venimos a la presencia del Señor. Entonces cuando llegamos a ese camino nos damos cuenta que no es un camino ancho, sino que es un camino estrecho, como ahorita veremos acá al frente, nada cambiará en las circunstancias de la vida. Estamos viviendo un mundo caído que será redimido y habrá situaciones y habrá cosas que nosotros tendremos que tomar decisiones.
Ahora, caminaremos ¿cómo caminaba la multitud o caminaremos como caminaban los discípulos? Y en esta mañana yo quisiera desafiarte como Dios me desafió en un momento dado, para saber ¿en dónde yo estoy? ¿Cómo yo estoy caminando? Tengo una salvación tan grande, ¿me quedaré en mi Salvación o estaré yo multiplicándome? ¿Estaré siendo un discípulo del maestro o simplemente me he quedado siguiendo al maestro de lejos, disfrutando de sus bendiciones pero no haciendo ajustes en mi vida para ser un verdadero discípulo? ¿Somos discípulos o somos multitud?
Dios en la palabra nos sugiere que Él se revela a curiosos ocasionales de su presencia o que ellos lo pueden encontrar. La Biblia dice: "Buscadme y viviréis" o sea que es el que le busca el que va a encontrar los tesoros y va a conocer el corazón de Dios. Es el que le busca.
Y a veces nosotros nos quedamos ¿verdad? como a mitad de camino. Yo se lo que es tener una semana bien agitada, bien terrible y desde la mañana cuando abro mis ojos saber que tengo una agenda impresionante y que en vez de preguntarle a Dios cual es la agenda de Dios yo quiero correr la mía. Cuando eso sucede, amados, nosotros terminamos ese día tan agotados que no tenemos tiempo para... el tiempo fue como cisternas rotas que no retienen agua. No retenemos el tiempo, ¿por qué? porque entramos en un afán, en una ansiedad tan impresionante.
"El reino de los cielos se hace violento y solo los violentos lo arrebatan", dice la Biblia. Quiere decir que la violencia mayor que tú y yo vamos a tener en estos últimos tiempos que la venida de Cristo se acerca va a ser el tiempo. Porque es ese tiempo que la prisa loca de vivir nos quiere robar para nosotros tener tiempos -valga la redundancia- de calidad con el maestro.
Porque es lo que nos va a hacer crecer, eso es lo que nos va a hacer saber cual es nuestro propósito, eso es lo que nos va a dar dirección, visión. ¿Qué es lo que tú quieres hacer? ¿Para qué me quieres? Voy a ser de impacto en mi oficina, voy a ser de impacto en mi iglesia, voy a ser de impacto en la casa.
Nosotras las mujeres necesitamos tanto saber como bregar con nuestros hijos, como bregar con nuestros esposos, necesitamos una urgencia, saber como nos vamos a comportar, como vamos a hacer ayuda idónea. Entonces necesitamos tiempo y muchas veces ante ese llamado de Dios somos tardos en oír y reaccionamos sin pasión pero prontos para pedir y recibir la bendición.
En otras palabras, somos, estamos -sabemos que él está con nosotros- cuando Él nos llama a la presencia del Señor cuando Él quiere tener intimidad, cuando Él quiere intimar con nosotros: "¡Ay, sí, cuando yo regrese voy a orar!" ¿A cuántos les ha pasado eso? Entonces cuando regreses que vas a orar aquella serie de... tienes que abrir la computadora porque tienes como 55 en adelante de mensajes que tienes que contestar.
Entonces depende de la edad, ¿verdad? pero aquellas que tenemos ya, que estamos entrando en los 40, 50 ¿verdad? que es la mejor etapa de la vida. No se equivoque nadie. Esta es la flor, lo que pasa es que llega un momento en que tenemos que cerrar los ojos para descansar.
Mi papá dice que para descansar es la muerte, pero ya yo me estoy dando cuenta que no es la realidad. En esos momentos cuando dan las 9 qué tú dices: "El Señor me iba a dar una palabra, el Señor, hay yo no me he encontrado con Dios. Pero voy a ir" y ahí cuando te arrodillas o te sientas en tu sitio entras en una profundidad de la presencia de Dios tal que sencillamente Él dice: "Déjame dejarla descansar, porque imagínate si ella ni puede decir Gloria a Dios".
Eso me pasa a mí, yo no sé si a ustedes y no nos damos cuenta de que perdemos el track, de que perdemos el ritmo. No nos damos cuenta que estamos dejando a Dios a un segundo lugar y somos prontos para cuando la cosa se aprieta -como decimos en Puerto Rico- cuando el gas pela, esa es una de nuestras frases boricuas, cuando los huevos se ponen a peseta. Ya no, ya están más caros. Entonces, tengo que ayudar, tengo que orar, pero es por una situación especial.
También me ha pasado, entonces ahí somos prontos para buscar la presencia del Señor y es algo, amados, que Dios no tiene problema. El problema no es de Dios, el problema es de nosotros porque nosotros dejamos de conocer, dejamos de descubrir el poder de Dios. Dejamos de descubrir hacia donde me llevaba el Señor y no estamos en su perfecta voluntad. Hay una voluntad que es permisiva pero hay una perfecta que ahí es donde nosotros vemos, los ojos se nos abren y vemos como el plan de Dios se cumple y hay cosas imposibles para el hombre pero para Dios son posibles y las empezamos a descubrir.
Vemos la revelación de la palabra en nuestras vidas, que nos marca para el diario. Yo no creo que la revelación de la palabra sea algo etéreo que es como que no la puedo alcanzar. ¡No! La revelación de la palabra es algo que es para hoy, como decía el Pastor, es tan real Dios, es tan real. Él da soluciones tan pero tan sencillas pero tienes que meterte ahí.
¿Dónde nos podemos identificar? Vamos a Juan 6:1 al 14. Estoy mandando a preguntar algo porque ya yo se lo había dicho a la Pastora, que necesito saber horarios, el culto se acaba a las ¿11 y media? ¡Oh! Padre mío, ¡qué barbaridad! Yo tenía que preguntar eso ahí. Bendito. Pero yo voy a avanzar Pastor, vamos a ver como yo hago esto.
Al llegar a la página tres usted escuche todo lo que voy a decir y punto. No pestañeé porque voy a las millas. Okay. Juan 6: 1 al 14 dice: Me encanta esta palabra: Jesús alimenta 5000. "Algún tiempo después Jesús se fue a la otra orilla del mar de Galilea y mucha gente lo seguía porque veía las señales milagrosas que hacían los enfermos. Entonces subió Jesús a una colina y se sentó con sus discípulos. Faltaba muy poco tiempo para la fiesta judía de la Pascua.
Cuando Jesús alzó la vista y vio una gran multitud que venía hacía Él le dijo a Felipe: '¿Dónde vamos a comprar pan para que coma esta gente?' Esto lo dijo solo para ponerlos a prueba porque Él ya sabía lo que iba a hacer. Ni con el salario de 8 meses podríamos comprar suficiente pan para darle un pedazo a a cada uno, respondió Felipe. Otro de sus discípulos -Andrés, que era hermano de Simón Pedro- le dijo: 'Acá hay un muchacho que tiene 5 panes de cebada y hay dos pescados. ¿Pero que es esto para tanta gente?' 'Hagan que se sienten todos', ordenó Jesús. Me gusta cuando dice: ordena cosas.
'En ese lugar había mucha hierba así que se sentaron y los varones adultos eran como 5 mil. Jesús, tomó entonces los panes, dio gracias y distribuyó a los que estaban sentados, los que quisieron. Lo mismo hizo con los pescados. Una vez que quedaron satisfechos dijo a sus discípulos: 'Recojan los pedazos que sobraron para que no se desperdicie nada'.
Así lo hicieron y con los pedazos de los cinco panes de cebada que le sobraron a los que habían comido, llenaron 12 canastas. Al ver la señal que Jesús había realizado, la gente comenzó a decir: "En verdad este es el profeta, el que ha de venir al mundo". Pero Jesús dándose cuenta de que querían llevárselo a la fuerza y declararlo rey, se retiró a la montaña solo".
Mateo, me gusta mucho Mateo, creo que es o Marcos, porque en Mateo eso está en 14, sólo voy a leer esa frasecita porque me encanta: "Cuando Jesús recibió la noticia". Jesús venía de recibir la noticia de que Juan el Bautista había sido decapitado. Obviamente, Jesús hombre estaba en un proceso difícil. Una persona que él amaba que se criaron juntos, Juan de Elizabeth, se criaron juntos, eran primos y lo habían decapitado. Jesús viene de pasar un proceso 'hm', aceptar la voluntad de Dios como a veces nos toca a nosotros Señor. No hubiera querido pero la aceptó y dice:
"Cuando Jesús recibió la noticia se retiró él sólo en una barca a un lugar solitario". Jesús necesitaba espacio. "Pero las multitudes se entraron, y lo siguieron a pie desde los poblados y cuando Jesús desembarcó y vio a tanta gente, tuvo compasión de ellos y sanó a los que estaban enfermos". Y vemos un Jesús compasivo, ¿verdad? No quería perder ese punto.
¿Cuáles son las características de la multitud? La multitud como vemos aquí en Juan y también lo vemos relatado en los demás evangelios era gente de doble ánimo. Gente que dependiendo de como, de que era lo que se estaba ofreciendo, pues, ellos estaban allí. Gente que buscaban la oportunidad para investigar quien era ese hombre llamado Jesús.
Fíjate que en Santiago 1:8 -voy a leer esto rapidito- la gente que trabaja, la multitud, los que tenemos ese espíritu, esa cosa de multitud de solamente seguir es indeciso y es inconstante en todo lo que hace. Esa es una de las características de una persona que es multitud. Es indeciso, inconstante en todo lo que hace. Comienza algo pero no lo termina. Decide ir a la iglesia el domingo, pero al otro domingo no puedo ir. Voy a comenzar a leer la Biblia pero ¡Ah! se me perdió la Biblia. Compro otra pero la abrí en un año, pero Hm. A todos nos ha pasado, yo creo que aquí no hay nadie exento de eso.
A mi me ha pasado. ¿Usted no sabe cuantas biblias yo he comprado en mi vida? Hasta que empecé a tomar decisiones. Disfrutan de los milagros, disfrutan ver la obra de Dios a través de su talento. Disfrutan de los milagros, disfrutan de lo que hacen, disfrutan de ver las cosas que Dios hace con otros pero no abren su corazón. No le dan espacio a Dios para que haga milagros en su vida. Esa es una característica de multitud.
Buscan saciar sus necesidades. Es el Dios de la Bendición: Jehová Giré. Dios dame. Dios necesito y solamente vamos a la presencia del Señor para pedirle a Dios. Y no hay nada malo con pedirle a Dios, tenemos que pedirle a Dios porque la Biblia lo recalca: "Tocad la puerta y se abrirá, buscad y hallareis". Tenemos que pedirle al Señor pero ¿será que todo el tiempo y el único momento en que tenemos en que tenemos intimidad, tenemos relación con Dios es cuando le pedimos?
Andan detrás de las señales, son aquellos que van detrás de las señales pero no cambian. A veces vamos de iglesia en iglesia corriendo: "allí está fulano, allí está mengano. Están haciendo un milagro. Vamos para allá". Y muchas veces es que nos arriesgamos, estamos comiendo palabra buena aquí, no adultera, Cristo-céntrica y de momento nos vamos a un lugar porque hay fuegos artificiales y están pasando cosas, cuestiones y allá nos vamos y nos podemos confundir.
¡Cuidado! Siguiendo las señales. ¿Qué dice Marcos? Yo hice como mi esposito, mi esposito las marca para no perderse. Mira lo que dice de aquellos que conocen a Dios, los discípulos: "Estas señales seguirán a acompañarán a los que crean. En mi nombre expulsarán demonios, hablarán en nuevas lenguas. Tomarán en sus manos serpientes y cuando beban algo venenoso no les hará daño. Pondrán las manos sobre los enfermos y estos recobrarán la salud. Después de hablar con ellos el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Los discípulos salieron y predicaron por todas partes y el Señor los ayudaba en la obra y confirmaba su palabra con las señales que los acompañaban".
¡Qué diferente! No íbamos corriendo detrás de las señales. Los discípulos empezaron a correr detrás de las señales, las señales los acompañaban y dice aquí que era Jesús: "El Señor los ayudaba" ¿Cómo los ayudaba Jesús? ¿Qué hablaban ellos? Cuando nosotros hablamos y cuando nosotros declaramos algo lo declaramos ¿en el nombre de quien? En el nombre de Jesús y ese es el sentido que trae esa palabra: en el nombre de Jesús las cosas son hechas.
No temas, porque tú tienes el mismo Jesús que esta gente tenía. El espíritu de Dios habita en ti. Tú tienes autoridad para echar fuera, tú tienes autoridad para imponer manos y sanar, tú tienes esa autoridad. Tienes que ejercerla. Tienes que ser discípulo. La multitud -mejor es que lo haga otro- es aquellos que se sientan y miran: "¡Ay! Mira fulano, pasó. ¡Que tremendo! Mira el Señor lo bautizó, ¡que bueno!" pero yo nada.
Entonces, Dios quiere que tú entres a las aguas y esas aguas te cubran, que tú tengas la experiencia de ser usada por Dios, de saborear lo que es el poder de Dios en tu vida. Eran oidores olvidadizos y no hacedores de la palabra. Escuchaban la palabra pero no la retenían para accionarla. ¡Eso nos pasa tanto! La competencia del mundo es tan grande, hermanos, hay tanta presión en el mundo, hay tanta distracción en el mundo, hay tantas cosas que nos llaman la atención, hay tantas cosas que nos retan a hacer a no tener el carácter de Cristo y contestar mal por mal y si me dan una bofetada doy la otra.
En el mundo estamos llenos de violencia. Estamos viviendo -yo creo- los tiempos más violentos. Yo veo los jóvenes, yo admiro. Miren, hermanos, cuando yo voy a este viaje de jóvenes y veo jóvenes encendidos en la presencia de Dios digo: "¡Ay Dios mío! De verdad tú eres real. Tú no has perdido -nosotros decimos que los jóvenes se están perdiendo- mentira del diablo.
Hay jóvenes que están llenos de Dios, hay jóvenes que desean servirle al Señor, hay jóvenes que buscan en secreto la presencia del Señor y en público Dios los respalda. Jóvenes que no se quieren, adultos, mujeres, niños que no se quieren contaminar, que no quieren vivir en esas dos aguas y Dios los respalda. Pero tenemos… ¿qué? No podemos olvidarnos de la palabra.
Huyen ante el compromiso. Una de las cosas que la multitud vio en Jesús era que ellos pensaban que Él era el Mesías o algunos dicen que era el Mesías, otros decían que era el profeta. Pero cuando ellos vieron a Jesús en la mente de ellos eso significaba que era el líder político y dijeron "¡Guau! Llegó el Mesías", el líder político como el Mesías y que vencería a los romanos y marcaría el comienzo de una nueva era de riqueza y de paz para el pueblo de Israel.
Pero Jesús hablaba de un reino que no era de este mundo, entonces era un reino espiritual que él iba a establecer y cuando la multitud se dio cuenta que él no era el rey de los judíos aquel ¿qué hicieron? lo crucificaron. No le siguieron más. No se comprometieron. Necesitamos tener compromiso. Este es el tiempo de cuando viene el momento de la prueba no podemos huir. No podemos decir: "¡Ay! Cuando estaba en Egipto era mejor".
Compromiso delante de Dios. Regresaban, tenían otras prioridades antes que Dios. ¡Uy! Esto a mi me mató. Cuando esta frase me golpeó a mí: que yo supe tener prioridades más importantes que Dios. Yo sabía que había momentos en donde tenía que tomar decisiones y no las hacía. Cuando vino la decisión de dejar la universidad, fíjate si Dios es paciente con nosotros, pero tiene un deadline, tiene un límite y ahí es donde tú dices: "¡Oops! ¿Qué hago?"
Cuando llegó el momento yo estaba en los momentos, miren hermanos, más hermosos de mi trabajo en la universidad, yo dirigía el Coro, yo dirigía el departamento de Música allí. Habíamos tenido un viaje a Italia, el coro había ganado copa de oro en música sacra y coros mixtos, las banderas de Puerto Rico y usted sabe que eso es una emoción bien high. Sube un… -y yo digo: "¿Ahora me estás llamando para irme?"
Cuando esto está tan bueno aquí. El coro estaba bien, tenía unas buenas voces, habíamos trabajado muchísimo. Y cuando recibimos el premio que Dios me lo había dicho, yo me acuerdo que el Señor me había mostrado, yo había visto esa victoria. Preparé los muchachos porque para mí el coro eran parte de mi ministerio: ellos oraban, se convertían. En ese viaje se convirtieron los que no se habían convertido. Tenía hijos de pastores en el coro, los hijos del Pastor Mijain, eran estudiantes míos. Dios hizo lo que tenía que hacer allí en el coro, en ese viaje.
Pero además de que se convirtieron ganamos ese primer lugar. Cuando regresamos, comenzó el proceso de yo renunciar a la universidad. El Señor me dijo: "No te vas a ir, no vas a esperar a jubilarte, porque eso es lo más fácil. Yo te estoy llamando a que te jubiles para que después me sirvas. Te vas ya".
Yo anhelaba eso en mi corazón, pero tuve que tomar una decisión. Le dije: "Dios mío". Mi sangre fluía con la música coral. Eso era mi vida total. Era hacer música y cuando tomé la decisión me sacudí y dije: "Este es el tiempo de Dios". Lo hice con gozo pero decidí comprometerme con Dios y esa prioridad que Dios me estaba pidiendo: "Sal, ya es tiempo de que salgas". Fue romper, nunca miré hacia atrás. Yo no volví a la universidad ni a buscar un diploma. Todavía están allí y llevo casi 5 años fuera.
Regresan por más provisión y no por Dios. La multitud regresaba por más provisión. Seguían al maestro, porque el maestro les iba a dar algo. Ahora, características del discípulo. Los discípulos sirven y recogen los pedazos. La Biblia dice en Juan: "Cuando todo terminó Jesús les dijo a ellos: 'Vayan y recojan los pedazos que sobraron'".
El discípulo es el que sirve, el discípulo es el que se entrega al Señor y aún las cosas que nadie va a hacer y aún las cosas por las cuales nos vamos a tener que humillar las vamos a hacer, por amor a Cristo.
La multitud una vez termina todo, se va literalmente. El que es discípulo se mantiene fiel, pase lo que pase, venga lo que venga. Yo no voy a negar a Cristo. ¿Me tengo que humillar? Me humillo, ¿tengo que perdonar aunque no se arrepientan? Lo hago. ¿Tengo que enfrentarme a una persecución a causa del maestro? Recojo los pedazos. ¿Me hieren aunque amando más sea amada menos? Como decía Pablo: eso es recoger los pedazos.
Ahora hay una bendición de recoger los pedazos. El que recoge los pedazos es aquel que después de la fiesta tiene una parte especial con el maestro. ¿Usted sabe eso? Usted va a una fiesta y todo el mundo se va y entonces los íntimos se quedan con y allí el vino nuevo es el que sale, allí las cosas que no se dijeron al público se dicen en lo secreto, ahí tu compartes con esa persona. Es como cuando tú tienes una novia y los novios se casan, se va todo el mundo, pero casi siempre los novios se quedan al final y entonces vienen los abrazos. ¿Quien se queda? la familia, los íntimos.
¿Usted quiere ser íntimo de Dios? Tiene que recoger pedazos. ¿Usted quiere tener la calidad, lo bueno, lo sumo, el melao de la caña y no quiere que se le diluya? Pues no sea multitud, tiene que ser discípulo, tiene que estar en los últimos momentos ahí donde Dios hizo milagros impresionantes.
No todos los milagros se vieron en la multitud. Dios hizo cosas, ¿se acuerdan cuando Jesús fue a sanar aquella niña? Le dijo a la gente: "Nadie, los gritones no me acompañen, y los que lloran y los que no tengan fe no vayan conmigo. Yo me voy a llevar a estos tres. Y estos tres: Simón Pedro -ahora no tengo la Palabra no hago nombres. Yo no digo muchos nombres cuando yo no tengo las cosas claras en la palabra- se quedaron y vieron el milagro de la resurrección de esa niña, la hija de Centurión. ¿Verdad? Lo siguieron donde fuese.
Conocían al maestro. Filipenses 7 al 10 habla sobre eso, conocen al Señor. Saben lo que al maestro le agrada, saben lo que le desagrada. Tienen una intimidad con el espíritu santo, tienen una conexión donde el espíritu de Dios como no está contristado -acuérdate que cuando somos multitud- hay tantas cosas que están corriendo en nuestra mente y en nuestras emociones que el espíritu se contrita.
Pero cuando somos discípulos estamos sensibles a la voz de Dios, sensibles a lo que el maestro está diciendo. Y por ahí: "No, no hagas ese préstamo ahora", pero si yo iba a hacer ese prestamos. "No, no lo hagas", el espíritu te inquieta.
Conocen al Señor, saben hacia donde van, saben lo que es puertas abiertas y saben cuando las puertas se cierran y son de Dios. Dios siempre contesta: "Si, no o espera". A nosotros no nos gusta el espera, casi siempre es sí y sí y si me retiro y hago lo que me da la gana a veces nos damos duro cuando decimos "Sí el señor dijo" y Él había dicho: "Espera".
Somos formados por Él. Dios comienza a formarnos, Dios comienza a quebrantarnos como vasos en manos del alfarero. Dios nos lleva al lugar para afinarnos como la plata, nos pasa por el fuego. Los discípulos son transformados en carácter, en todo de adentro hacia afuera. Son quebrantados por Él.
Todas tus ambiciones se destruyen, tus sueños ya no son los tuyos, son los sueños de Dios. La limpieza empieza por la casa nosotros empezamos a ser transformados. A veces estamos casadas y mujeres, lo siento, pero yo tiro un poquito más a ellas. Nosotras a veces queremos que nuestros maridos sean transformados pero nosotras nos ponemos salvajes y queremos que las cosas sean ahora, les faltamos el respeto a nuestros esposos, les predicamos en vez de mantener....
Hay un proverbio que dice que en las muchas palabras no falta pecado. ¡Uy! Eso a mí siempre se me ha quedado aquí. A veces queremos insistir, a nuestro tiempo, como nosotros queramos. Cuando el Señor comenzó a trabajar con mi esposo. Lo primero que me dijo fue: "Quita tus manos y cierra tu boca. Tú vas a colaborar conmigo orando" y eso para mi no fue fácil.
¿Para qué mujer es fácil callarse y solamente orar? ¡Ay, bendito Dios!
Eso es pedirle a la chacha. Dios transfórmame si tú quieres que yo haga esto. Porque yo...va a haber momentos donde Dios te va a decir quebrantada, te voy a quebrantarte, te voy a callar. Y en ese proceso es donde Dios empieza a quebrantarte, donde la palabra empieza a ser vida, donde la única alternativa que tu tienes es buscar la palabra y saber cual es la voluntad de Dios.
Y Dios empieza a quebrarte y empieza a hacerte un hombre nuevo o una mujer nueva. Un hombre que pueda ser sacerdote, que pueda ser sabio para dirigir su familia. Fue una de las cosas impresionantes que Dios hizo en mi esposo: de ser seguidor, lo hizo cabeza, no cola. Comenzó a entender y a ser la puerta. El varón es la puerta del hogar. La unción comienza, el aceite dice en los Salmos que se derrama, ¿por dónde? Por la cabeza de Arón, baja por las barbas y ¿qué pasa? bendice todo el cuerpo.
El hombre es la cabeza donde quiera que se pare, varón usted es la cabeza. Está en su familia y su mujer tendrá tremendas ideas y tremendo liderazgo pero usted es la cabeza y eso... vas a rendir cuentas. Adán tuvo que bregar con esa situación. "La mujer que me diste", llamó Adán, ella metió la pata pero llamaron a Adán. ¡Qué barbaridad! ¿No es justo verdad?
Yo siempre pienso que los hombres pensarán eso: "Pero no es justo, si ella fue la que se zumbó. ¿Por qué me están llamando a mí? Llámala a ella". Pero el orden de Dios era ese, por eso no se deje. Nosotras somos influyentes y tenemos.... les comemos los dulces, pero usted no se deje comer los dulces, cuando usted tenga la razón y usted sepa hacia donde va, varón de Dios, prosiga y su mujer que se sujete. ¡Eh, Padre! Estoy como mala hoy.
No me inviten para congreso de hombres porque entonces sí... Miren yo he tenido que sujetarme. ¡Ay, bendito! Y no es que eso, ¿no es verdad, chicas? no es fácil: "Ay, sí me voy a sujetar. Hmmm!" Pero ahí es donde Dios nos quebranta, ahí es donde Dios nos enseña, mujeres, varones. Dios le enseña. Mantenga la firmeza, usted dirige. Nosotras nos sujetamos. Amén.
Dar cuentas. El discípulo da cuentas. ¡Qué difícil es dar cuentas! Un discípulo no camina como Llanero Solitario en la vida. Un discípulo da cuentas. El varón, el esposo le dice a su esposa; la esposa da cuentas a su esposo. Los líderes dan cuentas al Pastor, rinden responsabilidad.
Si usted dice que es discípulo y arranca, coge las maletas y es líder y coge las maletas y se desaparece y el Pastor no lo sabe, está actuando como multitud. La multitud era la que entraba y salía como le daba la gana, no le daba cuentas a nadie. Pero nosotros los discípulos, los líderes, la Grey, todos, en el orden establecido por Dios de sujeción, tenemos que dar cuenta.
No voy a versículos porque ya son las once y cuarto. Tenemos que dar cuentas. ¿Jesús dio cuentas? Pues claro. David, todas las victorias de David, consultó con Dios. ¿Qué le pasó a Saúl? Tuvo derrotas porque no se sujetó a Dios, no dio cuentas. Habitan en su presencia, cargan con la presencia del Señor, esperan en Él. Esperan que Dios se mueva primero, dejan que Dios de el primer paso. El discípulo carga con la presencia del Señor.
Es ese pollito, el pollino, que cargó a Jesús cuando entró a Jerusalén. Usted carga con la presencia del Señor. No la deje en su casa. ¿Sabe lo que pasa? El Señor como que a veces nosotros lo bajamos. Yo a veces lo bajo del carro.
En Puerto Rico, los tapones es una cosa impresionante y la gente hace sus cositas y yo "Dios te bendiga" y esa bendición se convierte, viene como con un saborcito de "te aplasto porque si te digo otra cosa me pueden salir..." y a veces le decimos al Señor: "Tú no estás, dame 5 minutos, que yo pongo a fulanito en orden". "Dame un break, Señor, que yo tengo que hacer unas cositas aquí para que la gente entienda".
Lo hacemos hermanos. Tenemos tantos rasgos de multitud y no nos damos cuenta y los metemos ahí y somos... vamos chigüín, chigüín, pero tenemos tantos rasgos.
Y por último tenemos que pagar el precio. Hay precio. Seguir al maestro, hay un precio, y es muerte. Es morir. Es morir a nosotros. "Es menguar, dice Pablo, para que Cristo crezca en nosotros".
Somos pescadores de hombres. Fue la primera y la última llamada de Dios. "Y, ya sois discípulos" les dijo al final. Pero al principio cuando decidió por sus discípulos les dijo: "Yo les voy a cambiar de pescador. En vez de pescar peces, van a pescar hombres".
Estableció el principio y el final de su ministerio y es el mismo llamado para nosotros. Somos convertidos. La salvación es preciosa, tenemos vida eterna, pero hemos sido llamados a pescar hombres y al final también se nos recuerda Jesús en el final del evangelio, va a ser difícil.
Va a ser una enseñanza difícil. Esta sí es la última. Juan 60. Esta es fuerte, yo nunca me imaginé a Jesús hablando en estos niveles, pero la Biblia lo dice. Pero Juan 60 es una enseñanza difícil y es un reto difícil para nosotros cuando nosotros no hacemos decisiones a tiempo. Con las que no estamos de acuerdo, a veces no estamos de acuerdo con todo lo que implica ser discípulo y es difícil aceptarlo.
Pero mira Juan 6:60. Esa es fuerte, ¿verdad? ¿Yo dije 60? No voy a decir por qué, porque hay varones y la mente se me va.
"Todo esto dijo Jesús mientras enseñaba en la sinagoga de Capenahum. Jesús había hablado fuerte entonces al escucharlo -dice 6:60- muchos de sus discípulos exclamaron: '¡Uy! esta enseñanza es muy difícil, ¿quien puede aceptarla?' Pero Jesús muy consciente de que sus discípulos murmuraban por lo que había dicho les reprochó: "¿Esto les causa tropiezo?". ¿Ustedes se imaginan a Jesús en esa? ¿Te molesta?
"¿Qué tal si vieran subir al hijo del hombre a donde antes estaba? ¿Qué tal si el plan de salvación de libertad y vida se desvanece? El espíritu da vida, la carne no vale para nada". Estoy en la nueva versión internacional.
"Las palabras que les he hablado son espíritu y son vida", o sea te estoy traspasando con la palabra. Te estoy dando un yugo fuerte, pero esto es vida para ti. La palabra es vida para nosotros aunque nos caiga a veces y sea difícil.
"Sin embargo hay alguno de ustedes que no creen". Es que Jesús conocía desde el principio quienes eran los que no creían y quien era el que iba a traicionarlo. Así que añadió: "Por esto les digo que nadie puede venir a mi a menos que se lo haya concedido el Padre". Entonces muchos de sus discípulos le volvieron la espalda, ya no andaban con él. Así que Jesús les preguntó a los 12 -a los íntimos, a los que recogen los pedazos-:"¿También ustedes quieren mancharse?".
¡Uy! Yo me imagino la cara de todos los discípulos: 'Oh, my God! Se molestó'
"Señor -Simón, siempre, es un baba en las buenas y en las malas, metiera o no metiera la pata- Simón Pedro dice: '¿A quien iremos? Tu tienes palabras de vida eterna y nosotros hemos creído y sabemos que Tú eres el Santo de Dios' "¿Cuantos han creído aquí? ¿Cuantos sabemos a quien vamos a ir? Dale un aplauso al Señor.
Él tiene palabras de vida eterna. Nos va a costar. Ahora es momento de que nos va a costar. Ponte de pie donde estas. Vamos a ponernos de pie y vamos a hacer un pacto con Dios y vamos a decirle:
Señor, se que tengo características. Se que mi llamado, que mi compromiso contigo en un momento se ha diluido. Se que te he tenido a veces no en primer lugar, ni en segundo, a veces te he tenido en último lugar. Aún así Tú me has amado, Tú eres fiel conmigo. Aún así Tú me has librado, Tú me has sanado, me has perdonado. Pero yo tengo que tomar decisiones.
Nos enfrentamos a muchas cosas, sí, pero jamás Pedro dijo: ¿A quién iré? Para sobrevivir, para tener vida en este tiempo y en el venidero solamente lo puedes dar Tú. Tú eres el único que puedes dar vida.
Vamos a orar, levanta tus manos al cielo.
Señor en el nombre de Jesús, venimos delante de ti, Señor reconociendo nuestra vulnerabilidad, nuestra debilidad, Señor. Señor yo se que cada día que nos confrontamos con estas palabras, Señor, nos confrontas, Señor. Nos pones la mirada, nos afinas la mirada, Señor, para mirarte a ti como viendo el invisible, para creerte.
Como dijo Pedro, nosotros hemos creído, hemos creído que tú eres Dios. Cueste lo que cueste, tengamos que morir, tengamos que padecer, tengamos que escoger, renunciar, rechazar los ofrecimientos del mundo, hemos creído que tú eres Dios.
Señor, y una vez más, Señor nosotros te decimos, te confesamos en esta mañana que queremos ser discípulos, que nos ayudes, Señor, a no ligar, a no mezclar a no diluir nuestro llamado, a mantenernos firmes en las tentaciones que el mundo nos trae que son impresionantes, Señor. Que nuestra carne tiembla, porque nuestra carne es débil pero tenemos el espíritu de Dios que habita en nuestros corazones y que nos dice y nuestro espíritu clama a tu espíritu como un abismo a otro abismo.
Padre, tú eres mi Padre, tú eres mi Señor. Tú sangre tiene un valor, Oh! Jesus! es incalculable tu valor, Padre. No vale la pena, lo que el mundo, lo que el tiempo me quiere robar. Quiero centrarme en ti, Señor queremos centrarnos en ti, queremos vivir para ti, queremos ser ofrenda grata a ti, Señor.
Ayúdanos, Señor, en nuestra incredulidad de que tus ofrecimientos son mayores. Tu palabra es verdad y se cumple. Que tu presencia irá con nosotros, irá delante de nosotros y calma la tempestad. Qué tu entras a lo secreto de nuestras vidas y nos transformas y nos perdonas.
Padre, necesitamos, Padre que nos ayudes a creer, pero nosotros tomaremos decisiones en esta mañana, Señor.
Si hay alguno que en esta mañana sabe, que así como yo saqué esa cajetilla de cigarrillos y la tiré, si Dios tiene que hacer un milagro, yo te diría que corras. Nos quedan cinco minutos. El espíritu santo hace lo que quiere en el momento que tú le das permiso.
Así que si hay alguien que tiene que venir aquí al frente, venga conmigo aquí vamos a orar una vez más. Vamos a hacer un pacto con Dios.
¿Hay alguien que en esta mañana corre a este lugar? y dice Señor hay un área en mi vida que yo tengo que cambiar. Yo te la tengo que entregar. Yo no puedo seguir siendo una multitud en esta área.
Dios te bendiga. No tengas miedo. Esto yo lo hago en lo secreto. Cada vez que descubro que hay un área en mi vida que yo tengo que darle freno y decir: "No. Basta ya. Yo no voy a hacerlo". Una de las áreas donde Dios me ha confrontado más es en ser una esposa sujeta y mansa. Mansedumbre. Escuchar y aprender a callar y Dios me demandó eso.
"Pero, Señor, es que yo tengo la razón", "No, no, no. Respeta a tu marido".
Recuerdo que mi esposo cuando comenzó la transformación de nuestra casa, por venir de un hogar matriarcal, lo que yo decía estaba bien. Hasta que llegó un momento en que él tuvo que tomar una decisión, guiar nuestra familia. Él no lo sabía todo pero Dios lo sabía todo y Dios era su líder y comenzó la transformación de ser el hombre, la cabeza, la puerta y toda bendición fluía. No era perfecto, nunca lo será, pero Dios comenzó a decirle "Yo te escogí a ti para que cuides de tu esposa y de tus hijos y los lleves a mi presencia".
El varón, varón tú tienes esa responsabilidad aunque sientas que sea dura. Dios está contigo, como decía el Pastor esta mañana y no habrá tormenta y no habrá llamado que Dios no te ayude a lograrlo. Por eso este es el tiempo de ser honesto con Dios, de escudriñar nuestros corazones y ser sincero con Dios.
Si este es el tiempo para hacer cambios, sal de tu asiento y dile Señor, ¿a quien iré si no a ti? Solo tú tienes palabra.
Padre en el nombre de Jesús nos reunimos delante de ti hombres y mujeres imperfectos, hombres y mujeres que necesitamos que tú Señor, estamos tomando decisiones en esta mañana. Padre cuando salimos de nuestro asiento, cuando respondemos a tu palabra es porque somos tus hijos. Somos tus hijos, hemos sido lavados por la sangre de Cristo.
Señor hemos sido escogidos por ti de entre la multitud para ser discípulos. Padre, en esta mañana, Señor entregamos todo lo que nos ha impedido, Señor, entregamos nuestras justificaciones, entregamos nuestros fracasos que nos impiden seguir adelante.
Señor y tomamos la decisión de seguirte porque todo lo que tú hiciste y tu palabra dice que "aún cosas mayores haremos". Sí te creemos, Señor nosotros damos un paso hacia adelante pero es un paso de decirte Sí creo. Sí creo que puedo ser un esposo sabio, un esposo, Señor, que pueda dirigir su familia.
Sí creo que pueda ser una mujer prudente. Yo recibo este reto en el nombre de Jesús.
Recibimos el reto que tú estas dando de ser ofrenda, de ser hombre de valor, mujeres de ayuda idónea, mujeres que no Padre, contemplen la vida con sencillez, que no somos mujeres ligeras en el pensar y en el actuar, sino que somos gente comprometida con nuestras familias, comprometidas con nuestros padres. Y los jóvenes Señor, radicales para Cristo. Jóvenes, Señor que no se dejan engañar ni seducir por los ofrecimientos del mundo, sino que deciden seguirte aunque les cueste. Aunque sean vituperados, aunque sean humillados, Señor.
Yo sé en quien he creído. Nosotros sabemos en quien hemos creído y hoy tú traes libertad en el accionar en el nombre de Jesús, tú traes libertad de los recuerdos del pasado, de los vicios del pasado. En el nombre de Jesús.
La carne hoy queda libre, la mente, las emociones quedan libres. En el nombre de Jesús. Para seguir a Cristo como un discípulo.
Padre, Señor nos humillamos delante de ti, nos sacudimos papá. Nos sacudimos Señor. Padre porque tu palabra dice que somos ministros del nuevo pasto. Sí, Señor. Oye bien esta palabra, esta es la confianza que delante de Dios tenemos por menos de Cristo. No es que nos consideremos competentes en nosotros mismos. Nuestra capacidad viene de Dios. Él nos ha capacitado para ser servidores de un nuevo pacto. No en el de la letra sino en el del espíritu, porque la letra mata y el espíritu es y da vida.
Estamos reunidos aquí creyendo que no nos vamos a descartar porque Dios no nos descarta. Somos ministros de un nuevo pacto. En esta mañana hemos tomado la decisión de sí pagar el precio de ser discípulos, de amar, de dar cuentas, de sujetarnos los unos a los otros en amor, de creer de buscar la palabra de hacer decisiones en su presencia. De seguirlo cueste lo que cueste.
Padre en el nombre de Jesús nos comprometemos y hacemos pacto contigo. Repite conmigo. Señor. Todos aquellos que quieren hacer pacto, levanten una mano. La decisión está en tus labios y en tu boca. Señor en el nombre de Jesús venimos delante de ti.
¿A quien iré sino a ti? Tú tienes palabra de vida.
Yo renuncio a mi estilo pasado de vida, a mi dureza de corazón, a mi falta de entendimiento, a mi insensibilidad para escuchar la voz de Dios cuando quiere transformarme. En esta mañana me acerco a ti en confianza sabiendo que es tu espíritu el que me llama, el que me toca y el que me puede cambiar.
Renuncio a mi estilo pasado de vida y acepto el llamado. Recibo la unción de tu espíritu santo, el poder de tu espíritu para poder lograr, para poder vencer toda tentación y ser un hombre, una mujer conforme a tu corazón.
Quiero agradarte en todo, por eso me comprometo delante de ti. Hago pacto contigo. No quiero volver atrás. Ayúdame en mi incredulidad. No quiero volver atrás. Recibo este llamado y me declaro en tu nombre discípulo tuyo, dispuesto a recoger los pedazos, dispuesto a rendirme a ti y a vivir vida santa, pura, agradable a ti.
Gracias, Señor, porque tú lo has hecho. En el momento que tomo la decisión tú lo haces y me darás la fuerza para seguir. Gracias Señor, Gracias, Jesús. Gracias, Papá. Te damos gracias.
El corazón de Dios para su casa
TRANSCRIPT
Vamos al Libro de Primera de Reyes Capítulo 9 y hoy quisiera hablarles de este tema: ‘El corazón de Dios para su casa’.
Escuchen eso: el corazón de Dios para su casa. Usted saben bien que muchas veces, cuando yo hablo, o he hablado en estas noches aquí con ustedes, cada vez que yo me refiero a iglesia no tan solamente estoy hablando de un edificio estructural sino que más bien estamos hablando que cada uno de ustedes hacen…. ¿qué?
Si se recuerdan bien, cada uno de nosotros hacemos… ¿qué? ¿La…? Iglesia. Cada uno de nosotros hacemos la iglesia. Cuando usted sale de aquí de esas puertas y usted llega a su casa, usted sigue siendo ¿qué? La iglesia. Si usted va al supermercado a comprar leche, queso, jamón y pan para el desayuno aún en el colmado usted sigue siendo ¿qué? la iglesia.
Cuando usted está en el tráfico y está a punto de bajar las bendiciones del cielo a la persona que le cortó al frente usted… ¿es, qué ahí? No, usted es usted. Usted es la iglesia, también. Usted es usted pero está siendo la iglesia también.
Hermanos, si nosotros como Iglesia entendemos que sí un edificio estructural se convierte en una casa, se convierte en la casa de Dios pero bajo el entendimiento de lo que Jesús ha hecho en nosotros, este cuerpo se convierte en la casa de Dios también. Y por ende este cuerpo cuando se une a otras personas, cuando llegamos aquí todos nosotros hacemos un cuerpo mayor y ese cuerpo mayor sigue siendo la casa de Dios.
Por eso es que yo me he dirigido a meditar en este tema, que para mí me parece muy particular: el corazón de Dios por su casa. En otras palabras, cuando hablamos del corazón, en el corazón es donde usted tiene los deseos que nadie más conoce. En su corazón están sus pensamientos más íntimos y más profundos.
En su corazón están sus anhelos que tal vez son secretos para muchos pero no son secretos para usted y no son secretos para Dios. Y muchas veces en su corazón podemos aguantar estos rencores y estos odios acerca de otras personas, pero ese es un corazón que no ha sido tratado por Dios.
Pero también parte de ese deseo del corazón es poder dar a conocer precisamente esos deseos, la forma en que nosotros hemos sido creados, la forma en que Dios ensambló esos cables en nuestro cerebro. Nos ha formado con ese sentir de poder compartir lo que está en mi corazón con otra persona. Por eso es que existen estás conexiones entre seres humanos, que Dios nos ha hecho para vivir en comunidad, para vivir en conexión con otros, con otras a nuestro alrededor.
Por eso es que se forman matrimonios, por eso es que se forman familias, por eso es que se forman grupos de amistades donde yo puedo compartir con un grupo de amigos o amigas y conectamos porque hay algo que nos identifica, hay algo que nos une. Y cuando estamos en esa dinámica de conexión, hay algo que me mueve y me impulsa a yo poder compartir lo que está en mi corazón con otra persona.
En el contexto del matrimonio, un esposo, una esposa van a compartir los anhelos y los deseos que tienen el uno para el otro, ¿por qué? Porque es parte de su deseo que su compañero o su compañera puedan crecer y puedan edificarse juntos. En una familia un padre o una madre comparten que deseo que tiene en su corazón con su hijo o con su hija, ¿por qué? Porque anhelan y desean que ellos puedan crecer también a la altura de lo que ellos como padres desean para ellos.
Cuando usted está con un grupo de amigos o hermanos o hermanas -piense tal vez en una célula- cuando usted es parte de una célula; es más lo voy a decir así: cuando usted llega nuevo o nueva a una célula, obviamente usted no va a sacar toda su historia ahí para que todo el mundo lo conozca sino que usted poco a poco va conociendo la gente, va conociendo cuan genuino o hipócrita es la gente y lo digo así, porque a veces pensamos así, pero uno va pensando en todas esas cosas y a medida que uno va conociendo la gente, pues, uno va como que poquito a poquito, abriendo lo que uno tiene en su corazón.
Hasta que uno tiene un nivel de confianza con esa persona que en el momento más oportuno, tú abres tu corazón con esa persona y tú le dices: "Mira, esto es lo que está en mi corazón. Estos son mis deseos, estas son mis luchas, estos son mis anhelos, estos son mis traumas de vida y tú los compartes con esa persona porque tú sabes que esa persona no te va a pisotear sino que esa persona va a ¿qué? a levantar y edificar tu vida y te va a ayudar. Va a orar por ti, te va a dar una palabra de consejo o te va a dirigir a alguien que te pueda ayudar si esa persona no sabe como trabajar o tratar contigo.
Pero el asunto es que en el corazón está el deseo de compartir lo que está en su interior. De poder exponerlo a otro o a otra y cuando hablamos del corazón de Dios, esto no es una excepción. En el corazón de Dios está el deseo de compartir todo lo que Él tiene, todo lo que está en su interior, todo lo que forma su carácter, su esencia. El deseo de Dios es poderlo compartir con todos y cada uno de nosotros, que somos sus hijos, sus hijas, creación, hechura de sus manos.
Él desea compartir todas esas cosas con cada uno de nosotros.
Por eso cuando estoy hablando de este tema el corazón de Dios por su casa es porque hay una intención que Dios tiene en su corazón de compartir con su cuerpo, con su iglesia y más en estos días en los cuales vivimos que lo sabemos y entendemos así que Dios está trayendo algo distinto al ambiente, a la cultura, al ethos, a la atmosfera de lo que es Congregación León de Judá.
¿Por qué? Porque hay algo en el corazón de Dios que Él quiere compartir con nosotros. Ya ha habido o ha ocurrido una afinidad entre Congregación León de Judá y el corazón de Dios que Dios ha dicho como que: "Quiero ir a otro nivel con esta parte de mi cuerpo. Quiero dar a conocer algo nuevo de esta parte de mi cuerpo".
Y comienza a darse esta interacción. Pero para que esa interacción se de tienen que haber algunas cosas que tienen que estar en parámetro. Hay unas cosas que tienen que estar en lugar. Y aquí es donde los dirijo al texto.
Primera de Reyes Capitulo 9. Voy a comenzar con el verso 1 y dice así: “Cuando Salomón hubo acabado la obra de la casa de Jehová y la casa real y todo lo que Salomón quiso hacer, Jehová se le apareció a Salomón por segunda vez como le había aparecido en Gabaón. Y le dijo Jehová: Yo he oído tu oración y tú ruego que has hecho en mi presencia. Y yo he santificado esta casa que tú has edificado, para poner mi nombre en ella para siempre; y en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días”.
Vamos a leer esa última parte juntos. ¿Dónde estoy? ¡Oh! "Y en ella estarán mi ojos y mi corazón todos los días". Ojos y corazón. ¿Alguna vez usted le ha hecho a alguna persona este gesto de...?
[GESTOS CORPORALES]... parece que a uno se le confunden los dedos, y se le mete el dedo en el ojo. Pero eso es lo que yo entiendo, es como si Dios dijera...
Hay algo que yo veo que ocurre aquí porque hay todo un drama detrás de estas palabras que estamos leyendo. En el capítulo anterior, Salomón, después de haber sido elegido Rey y después de haber tomado este reto de su padre David de edificar una casa, edificar un templo donde pudiese habitar la presencia de Dios; después que se terminó Salomón hizo esta oración ejemplar de como él comienza a interceder delante de Dios por su pueblo.
Y estos versos que nosotros leímos fue la respuesta de Dios a esa oración.
Pero hay algo clave que está aquí cuando Dios dice: “Yo voy a poner en ella mi nombre para siempre y en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días”. Cuando está hablando de ese lugar específico.
Miren, eso significa que Dios está en ese lugar específico. No te vayas a buscarlo en el árbol detrás de la esquina, no te vayas a buscarlo en la tienda de aquel otro, está ahí en ese lugar. Hay algo cuando Dios dice que le está prestando atención a un lugar específico que trae un sentido de cobertura.
Hay algo cuando Dios dice intencionalmente -porque miren, obviamente, Dios nada ni nadie lo puede contener. El mismo Salomón en el capítulo 8, miren esto que interesante: el mismo Salomón comienza a orar delante de Dios, él mismo le dice: "¿Es verdad que Dios morará sobre la tierra? He aquí que los cielos, y los cielos de los cielos no te pueden contener".
El mismo Salomón reconoce que nada ni nadie puede contener lo que Dios es, lo que Dios significa. Pero cuando Dios -sabiendo que él sobrepasa todas las cosas- dice que sus ojos y su corazón van a estar en un lugar específico ya entonces está insinuando que Dios tiene una intención "intencional"-valga la redundancia; Dios tiene una intención directa con ese lugar en específico y que el que quiera disfrutar de lo que está en el corazón de Dios tiene que estar en ese lugar específico. Si te sales de ahí, hay problemas.
Déjenme darles esta ilustración. Me imagino que ya se imaginan que voy a hablar de Lucas, ¿verdad? Siempre hablo mucho de Lucas. Yo digo que los niños son tan interesantes. Yo he conocido en estas últimas dos semanas unas dinámicas tan interesantes con niños así de dos años, un año y medio.
Miren esto. Cuando Elle y yo salimos con Lucas que tal estamos caminando en el mall o algo así, Lucas tiene la tendencia que le gusta irse corriendo al frente de nosotros y nosotros lo empezamos a llamar: "Lucas, no te vayas muy lejos" y la gente así corriendo entre medio de nosotros. Pero Lucas aunque se va así corriendo él siempre tiene la tendencia de mirar para atrás a ver si nosotros estamos ahí todavía, a ver si no nos ha perdido de vista. Él sigue corriendo pero mirando para atrás y vuelve. Después que me ve y sabe que estamos ahí sigue corriendo.
Y eso a mí me captó la atención porque aunque le gusta coger su libertad, como quiera tiene en su mente ese sentido de que: "Okay, no me puedo alejar mucho de papi y mami. Al menos los tengo que ver para saber que ellos están ahí".
En esta semana pasada que estuvimos en Puerto Rico, mi hermana, tiene su hijo menor que es de cuatro años -mi sobrino- y yo me digo aquí es donde se ven las dinámicas con los niños, la influencia que ejerce un niño sobre otro. Cuando salimos al Mall a caminar mi sobrino le da con irse a correr al frente pero es de los que se da con irse a correr al frente y se va, y se va, y se va y uno: '¡Ey, muchacho!' y uno lo llama y él no hace caso y sigue corriendo, corriendo, corriendo.
Y el asunto es que Lucas se va corriendo detrás de él también. Entonces yo llamo a Lucas y cuando Lucas está solo si yo lo llamo él responde y vuelve para atrás pero esta vez seguía y seguía y seguía y se iba corriendo detrás de mi sobrino. Y uno tenía que salir corriendo detrás de ellos para poderlos alcanzar.
Yo me dije: "Mira que interesante lo que es la influencia”. Y conste que no estoy hablando mal de mi sobrino, mi sobrino es un ángel y yo lo amo a morir, también. Pero yo estoy diciendo lo que es la influencia de otro sobre una persona.
Porque yo me imagino, nosotros estamos bajo esta cobertura que Dios tiene sobre nosotros y hay veces que nosotros mismos nos gusta -como quien dice- empujar los límites que Dios tiene con nosotros.
Y hay veces que Dios dice: "¡Ey! Mis ojos y mi corazón están sobre este universo, ya tú sabes cuales son tus parámetros" y uno dice "¿de verdad? pero vamos a probar o ¿me puedo ir?" y salimos corriendo y miramos atrás. Okay, todavía estas ahí y si me llamas, Okay, regreso para atrás.
Me dan ganas de irme corriendo para otro lado pero mirando para atrás. ¿Estás ahí? Okay, vuelvo para atrás. Pero hay veces que hay cosas a nuestro alrededor que empiezan a ejercer un tipo de influencia que vemos esas cosas que se van corriendo y uno como que va detrás de ellas y allá el otro llamando: "Mira, muchacho vuelve para acá" y uno sigue corriendo en esa dirección y se olvida de esto otro que existe acá.
¿Estoy hablando verdad o me estoy inventando un cuento que me lo estoy sacando aquí de la manga ahora?
Es real, mis hermanos, es real. En alguna forma u otra todos y cada uno de nosotros, sea ayer, sea hoy o sea mañana nos va a pasar eso: que vamos a salir corriendo detrás de algo que creemos que es bien vislumbrante pero Dios está como que: "¡Ey! ¿Qué pasa? Estoy mirando, estoy velando. Ven acá, mantente bajo esta cobertura, bajo este lugar".
¿Saben? Al yo pensar en esto mis hermanos, yo me digo:'¡Guau! Si hubiese gente que pudiesen entender ese misterio'. Gente que verdaderamente pudiesen comprender lo que está en el corazón de Dios. Lo que Dios verdaderamente desea hacer con esa creación suya de sus manos.
Pero hay gente que está tan y tan confundida que aunque Dios se mate llamando, llamando y llamando van a seguir corriendo en su dirección y no le van a prestar atención porque están ya hipnotizados por esta influencia que -sea el mundo, sea la sociedad, sea el novio o la novia, el esposo o la esposa, el trabajo, el carro, la falta de dinero o el mucho dinero, sea lo que sea.
Los ha hipnotizado ya y se les hace difícil poder discernir cuando Dios está llamando y está diciendo: "¡Ey! ¿Tú quieres experimentar mi Bendición? ¿Tú quieres experimentar la cobertura mía? Pues mira asegúrate de que tú estés en este lugar. Asegúrate de que tú estés en mi casa para que en mi casa tú puedas conocer cuales son los deseos que yo tengo para tu corazón".
Y yo lo tengo que decir, hermanos, hay veces que si nosotros tenemos achaques en esta vida es porque nosotros mismos nos los hemos buscado. Nosotros mismos por nuestra propia terquedad nos hemos buscado los achaques que tenemos hoy en día. Y lamentablemente ese misterio de la palabra de Dios que: nuestros pecados visitan a la tercera, a la cuarta, a la quinta generación; miren hay veces que los achaques de nuestros hijos o los hijos de nuestros hijos caen sobre ellos por las metidas de pata que nosotros hacemos en estos días también.
Y ¿saben qué? Yo digo eso pero a la misma vez pido la cobertura y la protección de Dios sobre todas esas generaciones. ¡Ish! ¡Qué Dios libre la generación que está saliendo de mí ahora! Yo no quiero que las fallas de mis pecados caigan sobre la generación que está saliendo de mí. Y yo pido por la cobertura de Dios sobre eso.
Sobre ello y pido la cobertura de Dios sobre su cobertura, también. ¿Por qué? Porque yo creo que la intención de Dios es una intención buena que todos nosotros debemos disfrutar de ella.
Ahora, pero ¿qué pasa? ¿Qué pasa si seguimos corriendo, corriendo y corriendo y papá está llamando y no hacemos caso? Miren que interesante. Aquí es donde yo quiero apuntar distintas cosas y voy a ser -Okay 5 minutos- breve.
Algunas de las cosas que Salomón hizo en su oración, estoy leyendo en el Capítulo 8, él dice en el verso 29: "que estén tus ojos abiertos de noche y de día sobre esta casa, sobre este lugar del cual has dicho: Mi nombre estará allí; y que oigas la oración que tu siervo haga en este lugar. Oye, pues, la oración de tu siervo, y de tu pueblo Israel; cuando oren en este lugar, también tú lo oirás en el lugar de tu morada, en los cielos; -¿y qué es lo que dice después? Escucha y perdona."
Marquen esas palabras ahí: escucha y perdona.
Verso 31: "Si alguno pecare contra su prójimo, y le tomaren juramento haciéndole jurar, y viniere el juramento delante de tu altar en esta casa; tú oirás desde el cielo y actuarás, y juzgarás a tus siervos, condenando al impío y haciendo recaer su proceder sobre su cabeza, y justificando al justo para darle conforme a su justicia."
Brinquen conmigo al verso 38: "Toda oración y toda súplica que hiciere cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, cuando cualquiera sintiere la plaga en su corazón – and plaga meaning enfermedad-, y extendiere sus manos a esta casa"- esto es si la persona está fuera de la casa-, miren eso la cubierta de seguro va hasta fuera de la casa.
Hoy día que las cubiertas de seguro está medio rara, la cubierta de seguro de Dios llega un poquitito más lejos que los seguros hoy día y es más barato. Este cuesta gracia y misericordia cuesta este seguro. No es como los otros. Óigame que cosa brava, hay que orar por los seguros de hoy día.
Hago un paréntesis, porque yo he escuchado en las noticias, que la verdad que yo me quedo con la boca abierta. Una familia se quejó -estoy haciendo un paréntesis- en National TV de esta aseguradora de planes médicos porque no quisieron asegurar a su hijo de 2 años de edad, porque estaba overweight, porque estaba en sobrepeso el niño, en un porcentaje bien mínimo.
Yo me digo: ¡Guau! No van a darle cobertura a un niño de 2 años que supuestamente está en sobrepeso y tal vez en los próximos 6 meses ese peso se va a ir por el piso. Entonces ¿van a esperar a que se ponga más flaco para que le den cobertura? Pero no se vaya muy lejos porque el otro día salió otra familia que se estaba quejando de que el seguro no quería asegurar a su hijo porque era muy flaco. El sistema de este mundo, mis hermanos, hay que seguir orando por eso. Cierro el paréntesis.
Okay. "Tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, y perdonarás, y actuarás, y darás a cada uno conforme a sus caminos, cuyo corazón tú conoces porque -miren este paréntesis, a mí me gusta, lo marqué ahí en rojo- "(porque sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres)". Caso cerrado.
"Sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres". Hermanos, yo les digo: hay algo bien particular del corazón de Dios y es el mero hecho de que en el corazón de Dios como hemos escuchado mucho en nuestra doctrina y teología aquí en León de Judá; o sea nosotros no somos ese tipo de iglesia que quiere ser bien nice, bien buena con la gente, como que: "¡Ah! Olvídate de esos temas que son medio conflictivos. No le prestes atención a eso. Dios te ama sea como sea".
Miren, Amén. Dios te ama sea como sea. Pero Dios también tiene este lado que parece un guayo que cuando te lo pega te va a sacar la costra que tengas. Te la va a sacar, porque te la va a sacar. Eso es lo bello de la gracia. La gracia podrá ser una palabra que suena como un poema a nuestros oídos pero la gracia tiene un lado que es bien rough también. Porque así es como Dios trata con nosotros. Ese es el tipo de papá que Dios es con nosotros.
Como dice la Escritura: "Dios a quien ama, disciplina, castiga", como usted quiera.
Mire esto otro verso que me llamó la atención. El verso 41, ahí mismo en el capítulo 48 dice: "Asimismo el extranjero, que no es de tu pueblo Israel, que viniere de lejanas tierras a causa de tu nombre -y dice en paréntesis- (pues oirán de tu gran nombre, de tu mano fuerte y de tu brazo extendido). Si este hombre extranjero o mujer extranjera viniese a orar a esta casa, tú oirás en los cielos en el lugar de tu morada y harás conforme a todo aquello por lo cual el extranjero hubiere clamado a ti para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre y te teman, como tu pueblo Israel, y entiendan que tu nombre es invocado sobre esta casa que yo edifiqué".
Déjenme cerrar aquí mis hermanos. Esta es la parte uno, como quien dice, de este mensaje.
Yo entiendo que lo que Dios está haciendo en medio de su Iglesia, estoy hablando de Iglesia con "I" mayúscula, su cuerpo mayor, alrededor del mundo. Yo creo que hay algo que Dios está dando en medio de su cuerpo, en medio de su Iglesia, en medio de su casa. Hay algo que Dios le está diciendo: "Mira yo he santificado esa casa. En otras palabras yo he separado esa casa en donde ustedes se reúnen para adorarme. Mis ojos están sobre ese lugar, mi corazón está sobre ese lugar".
Cuando alguien habla con ese nivel de intencionalidad hay que prestar atención porque hay algo que va a suceder en ese lugar; hay algo que va a suceder en esa casa que va a cambiar el curso de la historia de ese cuerpo, de esa casa. Algo va a suceder que va a cambiar el curso de las cosas. Y por ende eso significa que al nosotros estar bajo esa cobertura de los ojos y el corazón de Dios, al estar bajo esa sombrilla cuando ese algo ocurra de alguna forma u otra algo va a tener que suceder en su vida.
Amén. Al menos el hermano Roberto está prestando atención.
Déjame darle rewind. Okay. Si usted está bajo esa cobertura, bajo esa sombrilla, cuando ese algo que Dios tiene intencionado ocurra por ende algo va a suceder en usted. Amén. Okay, al menos ahora...
Hermanos, les estoy diciendo, sí en un tono jocoso, pero yo espero que estén entendiendo la seriedad que yo estoy diciendo aquí. Hoy más que nunca, mis hermanos, cada palabra que sale del corazón de Dios tiene una intencionalidad y si nosotros queremos experimentar el fruto de lo que esa palabra que sale del corazón de Dios, produzca, nosotros vamos a tener que tener nuestros oídos bien abiertos y bien afinados.
Porque yo creo que se están acercando tiempos donde la paciencia de Dios se va, como que, agotando cada vez más y más, y más y más y más. Hasta el día de hoy somos muchos, y lo estoy diciendo así, somos muchos que hemos vivido bajo un sentido de gracia barata.
Que pensamos -como dicen algunas iglesias que se enfocan en ese aspecto de ser una iglesia nice- pensamos que tan solamente con predicar una gracia de un Dios bueno que se compadece de nosotros, un Dios que no pide ni requiere nada de nosotros sino que vengamos ante Él tal y como somos y ahí lo dejamos. Ese tipo de Dios está llegando a un término final.
Yo creo que el tipo de Dios que se va a empezar a revelar hoy día va a ser un Dios mucho más serio. Y créanme que al yo decir esto me tiemblan las rodillas, mis hermanos, porque yo se que ni yo me voy a librar de las cosas que yo haya hecho delante de él.
Y yo estoy escuchando esa palabra que Dios está diciendo. Yo estoy escuchando esa palabra de que Dios tiene los ojos puestos sobre este lugar y que Dios tiene su corazón puesto sobre este lugar y lo que sea que salga del corazón de Dios, yo quiero disfrutar aunque sea de una migaja de eso. Porque aunque sea una migaja va a poder edificar en mí la intención que Dios tiene para con mi vida y como yo pueda desenvolver eso en los distintos ámbitos que yo me muevo.
Sea en mi casa con mi esposa, con mi hijo, aquí en la iglesia como Pastor con ustedes, con mi círculo de amistades, con mi familia extendida; lo que sea que salga del corazón de Dios yo se que me va a hacer a mi un mejor hombre, una mejor persona para yo poder llevar a cabo lo que Dios tenga para mi.
Persona que mantenga una perspectiva rebelde, un corazón endurecido, corazón que se cree que lo sabe todo cuando no sabe nada; una persona que mantenga ese tipo de perspectiva, miren ¿saben qué? no voy a decir que es lo que va a pasar pero no creo que vaya a recibir gran cosa. Y si recibe algo, créanme que se va a confirmar aún más la misericordia de Dios.
Mi mente humana piensa que esa persona no va a merecer nada, pero la mente de Dios trasciende la mía y si yo entiendo que esa persona merece no recibir nada pero Dios me dice: "¿Quién eres tú para juzgar si yo quiero hacer algo lo hago?". Fine, have your way y haz lo que tú quieras, pero hazlo. ¿Están entendiendo por donde voy con esto mis hermanos?
Mire, yo le invito a que usted lea ese capítulo 8 y capítulo 9 Primera de Reyes. Yo les invito a que ustedes lean eso. Mira - voy a terminar aquí, se los prometo- lo que Dios le dice a Salomón: "en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días" y después mira lo que dice: "Si tú anduvieses delante de mi como anduvo David tu padre en integridad de corazón, en equidad, haciendo todas las cosas que yo te he mandado y guardando mis estatutos y mis decretos yo afirmaré el trono de tu reino sobre Israel para siempre".
Verso 6, ¿qué es lo que dice? Bien claro, yo no puedo quitar esta parte de la Biblia pero dice: "Más si obstinadamente", ¿alguien que por favor me defina la palabra obstinado? Neciamente. ¿Algún otro sinónimo? Tercamente. Tercamente desordenado. ¿Hay algún Thesaurus por ahí que me pueda dar más palabras? Asignación: lo buscan para después.
"Mas si obstinadamente -en otras palabras esto quiere decir: si sabiendo que vas a hacer el mal te vas a apartar de mi y con todo eso lo haces, ¿qué es lo que dice?: " os apartareis de mi vosotros y vuestros hijos, y no guardareis mis mandamientos y mis estatutos que yo he puesto delante de vosotros, sino que fuereis y sirviereis a dioses ajenos, y los adoraseis.
“Entonces yo cortaré a Israel de sobre la faz de la tierra que les he entregado; y esta casa que he santificado a mi nombre, yo la echaré de delante de mí, e Israel será por proverbio y refrán a todos los pueblos y esta casa estaba en estima, cualquiera que pase por ella se asombrará, y se burlará y dirá: ¿Por qué ha hecho así Jehová contra esta tierra y esta casa?"
No, Dios es serio. No lo puedo esconder, no lo puedo obviar.
Así como Dios tiene ese lado dulce, amoroso que va y nos saca del lodo cenagoso, así también Dios tiene ese lado fuerte. Dios tiene ese lado duro, un lado que yo le tengo miedo pero que no me puedo esconder de ese lado. Tarde o temprano mi nalgada va a venir. Pero yo prefiero recibir una nalgada de parte de Dios que recibir una nalgada de alguno de ustedes. Al menos de mi madre, a ella sí se la acepto, que no fueron tantas las que me dio pero las que me dio fueron suficientes.
Mis hermanos, los quiero dejar ahí. Está palabra la estoy compartiendo más bien para seguir esta línea de mensajes que Dios está trayendo en medio de nosotros mis hermanos. Hay una intención que Dios tiene con nosotros como Iglesia. Hay una intención que Dios tiene con esta parte de su cuerpo universal que yo se, y como yo se los digo: cada uno de nosotros tiene un rol que jugar en esa parte del cuerpo.
Quiera Dios que cada uno de nosotros podamos mantenernos bajo la cobertura de los ojos y el corazón de Dios. Qué cuando Dios nos haga: '¡Ey!', que nosotros podamos decir: [LENGUAJE CORPORAL]
¿Me siguen? ¿Me entienden?
Vamos a ponernos de pie y vamos a orar. Padre, yo te doy las gracias porque Tu palabra es viva, tu palabra es verdad y no hay nada ni nadie que se pueda interponer a los planes e intenciones que tú tienes en tu corazón para cada uno de tus hijos e hijas.
Y Señor, asimismo, como dijo Salomón en esa oración hace tantos años atrás: que cualquiera que en esta casa dirigiera sus oraciones a ti, pidiendo perdón por sus pecados, que Tú le escucharás desde el lugar de tu morada y actuarás de acuerdo a lo que esa persona merece. Pero lo que esa persona merece no se mide a través de nuestros propios criterios sino que se mide a través de los tuyos.
Padre es bello y hermoso poder escuchar palabra de las grandes cosas que tú quieres hacer con esta iglesia Congregación León de Judá. Es excitante, al menos para mi es excitante Señor, me anima, me entusiasma. Pero a la misma vez, Señor Jesús yo te pido que nosotros también podamos abrir nuestro corazón al trato que tú tengas con nosotros porque para poder alcanzar ese nivel de altura también van a haber aquellas cosas que tú quieres corregir en nosotros.
Habrán áreas en las cuales nosotros vamos a tener que ser disciplinados. Señor ayúdanos a reconocer que cuando Tú disciplinas es porque nos amas y que si nos disciplinas, Señor, también declaro lo que dice tu palabra: que Tú no nos darás una prueba que sea mucho más fuerte o demasiado grande que nosotros no podamos sobrellevar.
Tú sabes cuál es el yugo que Tú pones sobre nosotros porque ese yugo se pone con gracia, con misericordia, con amor. Es un yugo que no durará por toda la vida sino por el tiempo que tú has determinado para entonces nosotros verdaderamente poder crecer y formarnos en el tipo de hombre, en el tipo de mujer que tú quieres que seamos para servir mejor en tu reino.
Señor, yo te pido que las intenciones y el deseo que tú tienes en tu corazón, que son buenas, sin duda alguna sabemos que son buenas, son interesantes, son buenas intenciones. Aventureras pero también son de grandes retos y bien fuertes de enfrentar. Esta iglesia, Señor, cada uno de nosotros, mi persona, nos exponemos a ti, Señor. Trata con nosotros.
Qué cuando Tú llames -porque tal vez nos estamos yendo muy lejos de tu cobertura, Señor-, que nosotros no seamos tercos, que no seamos obstinados, sino que podamos volver a ti y tornar nuestros ojos y nuestro corazón a ti Señor para poder seguir viviendo bajo esa cobertura que Tú tienes para nuestras vidas en estos días tan importantes que nos está tocando vivir.
Yo pido Tu bendición sobre cada uno de mis hermanos y hermanas que están aquí, Señor. Yo declaro tu paz, declaro tu bien sobre ellos, declaro tu ánimo, Señor. En ningún momento esta palabra ha sido para causar desánimos sino todo lo contrario, es para mimar, para motivarlos en los propósitos que Tú tienes para sus vidas.
Que cuando ellos salgan por esta puerta, mi Dios, que esta palabra siga haciendo eco en sus mentes, en sus corazones, en su espíritu y que esta palabra nos ayude a alinearnos aún más con las intenciones de tu corazón para nosotros, las intenciones de tu corazón para esta iglesia y como esta iglesia puede servir en conjunto con otras en el propósito que Tú tengas a nivel del mundo entero.
Bendice a mis hermanos y mis hermanas. Que ellos puedan salir de aquí en paz, dales un sueño profundo, tranquilo, reparador, mi Dios. Háblales, revélales en sus sueños, Señor y que con esos sueños venga la capacidad de recordar, de retener y de poder interpretar las cosas que tú estas revelando a tus hijos e hijas y que el día de mañana -si así Tú lo permites- podamos alcanzar grandes cosas para tu gloria y tu honra.
Pedimos esto en el nombre de tu hijo Jesús a quien le damos toda la gloria, toda la honra por siempre y siempre. Amén y Amén.
Un llamado a la madurez
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Escuche la palabra de Dios ahora mismo, para su vida, para su espíritu. Capítulo 4 del libro de Efesios, la carta a los Efesios: es un llamado de Dios hacia la madurez. Yo podría titular este sermón, asimismo "Un llamado a la madurez". Un llamado a la madurez. Eso es lo que Dios está llamando a la congregación León de Judá.
El apóstol Pablo en el versículo tres de Efesios, llama a esta congregación y por extensión nos llama a nosotros a través de los siglos, desde que fue escrita esta epístola y nos dice a nosotros congregación León de Judá: "Estén solícitos en guardar la unidad del espíritu en el vínculo de la paz". Estar solícitos quiere decir cuidadosos, diligentes, comprometidos en guardar la unidad del espíritu en el vínculo de la paz.
“Un cuerpo y un espíritu como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación. Un Señor, una fe, un bautismo; un Dios y padre de todos Él cual es sobre todos y por todos y en todos." Esa parte del llamado del apóstol Pablo es a la unidad; a la unidad en espíritu, la unidad en compromiso, la unidad en mentalidad, la unidad en el entendimiento de la palabra de Dios. La unidad de fluir juntos como un cuerpo fluye en sus movimientos en armonía y coherencia hacía un propósito específico.
Dios ha hecho de nuestra iglesia, una iglesia muy diversa: todos los colores, los diferentes niveles económicos, diferentes nacionalidades, diferentes niveles educativos. Pero de esa diversidad Dios quiere que haya una unidad en el espíritu. Y Dios quiere que nuestra iglesia fluya en el compromiso con Dios. Que todos bebamos de la misma agua y que todos recibamos el mismo bautismo del espíritu Santo.
En nuestros tiempos de oración y de adoración es el momento en que Dios envía su espíritu sobre nosotros y derrite el metal de los temperamentos y las personalidades y las proveniencias culturales diferentes. Y derrite todos esos metales de diferentes composiciones y hace de ellos una sola sustancia de unidad en el espíritu.
Dios quiere eso para esta iglesia. Dios quiere que nos amemos, que nos visitemos, que nos prefiramos unos a otros, que pongamos a un lado las barreras y que nos constituyamos en un solo espíritu; que bebamos de la misma agua.
Dios quiere que cuando haya tiempos de adoración, en que el espíritu esté exaltando, que no haya gente- como a veces uno ve- con la mirada perdida mientras hay una fiesta grande. A veces uno ve esa gente por un momento, cuando cruza, cuando uno corre la vista a través de la Congregación, hay gente llena del espíritu: adorando y experimentando la gloriosa presencia de Dios y hay otros con la mirada perdida, vacía.
Y no lo digo para atacar, sino para expresar, yo creo que el deseo del espíritu Santo de que esas personas también entren en la misma fiesta y un mismo espíritu; que haya unidad, haya compañerismo en el espíritu. Dios quiere que en esa unidad pueda caer la unción.
Dice la palabra del Señor: "Mirad cuan bueno es y cuan delicioso habitad los hermanos -¿cómo?- juntos en armonía". Dice que es como el óleo, es como el aceite que corre desde la cabeza y va por la barba y sigue bajando por las vestiduras hasta llegar al borde de las vestiduras. Y cuando hay esa unción de Dios que puede bajar porque hay unidad, no hay nada que la interrumpa, dice que: "Entonces allí envía Jehová bendición y vida eterna".
Entonces en este tiempo de nuestra vida como Congregación, Dios quiere que todos nosotros entremos en un mismo fluir y en una misma unidad. Yo creo que Dios está preparando cosas grandes, cosas grandes. No sólo para esta congregación sino para toda su iglesia en la tierra pero se requiere una unidad del espíritu.
Entonces más adelante en el versículo 11 dice el espíritu Santo por medio del apóstol Pablo: "Y Él mismo -es decir Dios- constituyó a unos apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros".
Fíjense algo, Dios cuando derramó su espíritu sobre la iglesia en el día de Pentecostés, declaró ciertos dones, ciertas aptitudes en medio de su pueblo para que esas aptitudes, capacitaran y bendijeran al pueblo de Dios. Y algunos de esos dones y algunas de esas funciones del cuerpo de Cristo son los apóstoles, los profetas, los evangelistas, los pastores y los maestros. Son diferentes funciones. Los maestros enseñan, instruyen; los pastores pastorean, nutren, gobiernan, dirigen, imparten orden, cobijan, aconsejan, administran.
Los evangelistas recogen almas y las traen y no solamente los evangelistas como Billy Graham o Yiyi Ávila, yo creo que toda iglesia tiene gente con espíritu evangelístico, unción.
Hay evangelistas en las iglesias, gente que tiene amor a las almas, que tiene apetito por las almas y que tiene una dotación especial para alcanzar las almas. Hay evangelistas. También hay profetas, hay gente con una dotación profética. Escuchan de Dios, reciben impartición de visiones, sueños, revelación y Dios quiere activar más el mover verdadero, genuino del profeta en medio de su pueblo.
Hay mucha gente, es como una antena medio defectuosa, es como esas antenas de televisión: reciben un poco pero lo que sale por la pantalla es a veces como un poquito borroso y a veces vienen unas líneas y otras cosas. Yo no se si eso se da ahora en las nuevas televisiones, quizás estoy pensando en las viejas de antes, ¿no? Ahí revelo ya mi edad.
Pero Dios quiere profetas bien sintonizados, como esos televisores de High Definition, high definición, de definición perfecta, que escuchen de Dios y que quede a un lado las emociones y las agendas y las heridas y los defectos de temperamento y que eso quede a un lado. Y que reciban directamente la palabra de Dios y la canalicen pura, limpia a su pueblo. Y esa unción profética, Dios la quiere extender más. Y también apóstoles.
El Ministerio del apóstol ha estado como sotto voce, ha estado bajito por mucho tiempo en el pueblo de Dios. Ha estado como ahí en remojo. Pero ahora el Señor está levantando más y más el ministerio apostólico porque Dios necesita. El ministerio apostólico no es un ministerio local, el ministerio apostólico es para su Iglesia con "i" mayúscula, el ministerio apostólico es para el orden que Dios necesita restaurar en estos tiempos.
El apóstol no es para una sola Congregación, sino es propiedad de la iglesia en general y le habla a la iglesia en general con una unción especial para declarar el mensaje que Dios tiene para un tiempo específico y para un propósito específico. Y Dios está levantando, también, sus apóstoles.
Entonces estas funciones que Dios declara sobre su pueblo, están en vigencia. Ahora ¿para qué? Dios derrama estas funciones. Es decir, Él mismo constituyó. Constituir quiere decir 'declaró', 'instaló' oficialmente designó a unos apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros.
¿Para qué? Mire esto, bien importante, dice: "A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio". Ahí hay unas palabras que hay que afinar y definir. Perfeccionar: es decir, mire, el propósito, la razón por la cual Dios derramó esos dones específicos como gotas de bendición y de unción específica sobre su pueblo fue para perfeccionar.
¿Qué quiere decir perfeccionar? Cuando un artista que lleva años estudiando un instrumento se va a otro país o se va a un conservatorio -usted ha oído: "¿se fue para perfeccionarse? ¿Para perfeccionar su don?" Esa expresión se usa en español. ¿Qué quiere decir eso? Para pulir, para completar, para afinar, para avanzar, para desarrollar.
Entonces mire eso. Dios ha decretado su unción sobrenatural sobre su iglesia en la forma de estos ministerios, no para que esos ministerios se exhiban a sí mismos, o simplemente se esparzan gratuitamente sobre el pueblo de Dios, sino con un propósito: de ser canales para el perfeccionamiento, el mejoramiento, el avance de ¿quién? de los santos. Digan todos: "Santos".
Ahora déjenme decirles, si usted viene de la tradición católica, de la cual yo respeto, esa palabra no va a hacer sentido como sonaba para Pablo. Porque para mucha gente santo es Santa Teresa de Jesús, o ¿cómo se llamaba la última que estaba en la India? Mother Theresa o la Madre Teresa. Gente de unos logros increíbles y de una fuerza ultra humana, o lo que sea; escogidos como para habitar en la estratosfera espiritual.
¿Sabe qué? Cuando Pablo dice "los santos" a ¿quién se está refiriendo? A ustedes, a la iglesia. Diga: "A mí." Santos quiere decir a los apartados, para Dios, a los consagrados, designados. ¿Sabe usted, que usted es santo? Hay santos que todavía hay que arrancarle un poquito los colmillos -yo entiendo- y las uñas; pero en la mente de Dios, usted es... porque usted ha sido apartado.
La palabra santo viene del hebreo original: la palabra "agios" o del griego. Quiere decir "es separado, apartado", es como digamos a un instrumento que ha sido separado para la adoración de Dios solamente. El arca, por ejemplo era santa, el templo era santo, los sacerdotes eran santos porque habían sido apartados para un propósito.
Bueno, en la economía del evangelio cada creyente, cada cristiano es apartado por Dios. Y es algo que tenemos que entender, hermanos, cuando Dios te llama, cuando tú entras en los caminos del Señor, entiende algo y es que se supone que tú te apartas ahora de ciertas prácticas. Tú vives en el mundo, pero no estás en el mundo -en un sentido- no eres del mundo. Has sido apartado. Ahora tú eres un instrumento, se supone, para la gloria de Dios.
Tú vives para Cristo, todo lo que tú eres pertenece para glorificar a Dios.
Oiga, ¡qué diferente eso a la idea de que mucha gene tiene del Evangelio! Qué es: “bueno ya yo soy evangélico, ya tengo el carnet de evangélico, voy a la iglesia, canto tres coritos, escucho un sermón a medio cocinar y me voy para mi casa hasta el próximo domingo” y eso me hace evangélico. Esa no es la idea. La idea es consagración total de tu vida, es un cambio radical. Y es una de las cosas que el espíritu santo le está hablando al pueblo de Dios.
Diciendo: "Congregación León de Judá quítate el velo y quita todo lo que impide la conexión directa con Dios y reconoce que Dios te ha llamado a vivir una vida consagrada al servicio del Señor." Porque tú eres por definición un santo. Si tú, verdaderamente, te crees un cristiano, tienes que ser un santo, quienes que ser apartado para el Señor. No hay términos medios. El Señor aborrece la gente tibia.
En el libro de Apocalipsis el Señor dice: "Por cuanto no eres ni frío ni caliente, te vomitaré de mi boca." Los tiempos de la tibieza cada día se hacen más y más inapropiados para los hijos de Dios. Entonces el apóstol Pablo dice: "Dios derramó de su espíritu en forma de apóstoles, profetas, pastores, evangelistas, maestros para que perfeccionen al pueblo de Dios". Para que trabajen para perfeccionar a los santos, dice ¿para qué? "para la obra del ministerio". Para la obra del Ministerio.
Hermano, entiende lo que está diciendo aquí de nuevo: Dios ha derramado su espíritu para prepararte a ti a través de sus designados, para que tú te perfecciones, tú vayas creciendo para la obra del ministerio. A veces nosotros pensamos que los únicos que están en el ministerio son ¿quienes? los pastores. ¿Verdad que sí? ¡Ah! Esos son, él está en el ministerio. Pero ¿sabe qué? La Biblia una y otra vez te dice a ti que tú estás llamado también para la obra del ministerio.
Tú eres parte y Dios quiere, Dios ha invertido su poder, su esencia sobrenatural para que tú te perfecciones y vayas creciendo y mejorando y aprendiendo y desarrollándote para que entonces ese crecimiento redunde en servicio al Señor. Y ¿cómo trabaja uno en la obra del ministerio? Uno trabaja en la obra del ministerio visitando a los enfermos, trayendo gente al conocimiento del Señor y predicando la palabra de Dios, haciendo obra de evangelismo personal.
Uno trabaja para el Señor visitando los hospitales, visitando a las viudas, a la gente que está solitaria, visitando a las personas que están deprimidas. Uno trabaja para el ministerio sirviendo en la Congregación para que toda necesidad que haya en la comunidad de fe en la cual uno está sea llenada por alguien, que diga "yo soy parte del ministerio" y que tú des de tu tiempo y te prepares para ser útil en el reino de Dios.
Dios te usa en el ministerio cuando tú das tu diezmo al Señor para que tu iglesia tenga lo que tu iglesia necesita para llevar a cabo las tareas que Dios le ha asignado. Es una manera también de tú trabajar para la obra del ministerio. Entonces lo que está diciendo aquí es que "todo lo que sucede en la vida de un hijo de Dios, está designado para preparar esa hija, ese hijo de Dios para que sea un miembro útil del reino de Jesucristo".
¿Cuántos pueden decir Amén si entienden lo que estoy diciendo?
Hay mucha gente que cree que ser miembro de una iglesia es para venir y como un catador de vino escuchar el sermón y hacer buches: "¡Mm! Déjame ver si me gustó el sermón hoy o no", si está salado, si está demasiado desabrido. Y se van y hacen comentarios: "Hoy me gustó el sermón." "No pero le faltó esto", son catadores de vino y no se lo tragan nunca, lo escuchen como hacen los catadores de vino.
Y lo que Dios quiere es que tú vengas a la iglesia y que tú recibas la unción que hay en la iglesia, recibas la bendición pero entonces que eso sea como la gasolina que tú uses para servir en la obra del ministerio; que cuando tú salgas de la iglesia, tú salgas a servir. Hay mucha gente que critica lo que se da en la iglesia y que exige que se haga en la iglesia pero no trabajan en la obra. Son consumidores, pero Dios quiere productores. Dios quiere hacedores, Dios quiere ministros.
Y ese es el mensaje de Dios claro para estos tiempos en nuestra congregación y en todo el pueblo de Dios. Dios le está diciendo al pueblo de Dios: 'Yo quiero un ejercito activado para el servicio. Yo quiero hombres y mujeres allá en las calles, en los vecindarios de mi comunidad predicando la palabra de mi Hijo porque yo vengo pronto".
No quiere Cristianos encubiertos, no quiere agentes secretos del Reino, Dios quiere gente declaradamente abierta, que salgan del closet. Hay mucha gente saliendo del closet hoy en día pero hay muchos cristianos que todavía están metidos en el closet. Y los que están saliendo del closet debería quedarse y los que debieran estar fuera no están donde tienen que estar. El Señor dice "Sal, ministra, sirve en mi nombre".
A fin de perfeccionar los santos para la hora del ministerio para la edificación del cuerpo de Cristo. Todo lo que se da en la iglesia es para edificar el cuerpo del Señor. Y ¿hasta qué punto? ¿Cuando podemos decir, Okay ya tengo todo lo que necesito, ya Dios se movió lo suficiente en medio de su iglesia? Mire dice: "hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento de hijo de Dios."
A un varón, a una mujer perfecta, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Dios quiere, hermanos, entienda esto, Dios no quiere que tú te quedes pequeño. Tu meta como sierva de Dios, como siervo de Dios es crecer cada día.
Usted sabe, ¿cuando los niños llegan a cierta edad qué les encanta medirse a ver si crecieron una pulgada más? ¿Cuantos han tenido niños así que dicen: "Mamá, mírame" porque quieren ver si crecieron un poquito más en los últimos meses? Dios quiere que esa misma mentalidad este en nosotros también. Que nos preguntemos, ¿en los últimos tres meses, he crecido? ¿Cómo he crecido? ¿He crecido en carácter? ¿He crecido en compromiso, he crecido en conocimiento de la Palabra?
¿He crecido en el mover del espíritu de Dios en mí? ¿He crecido en discernimiento de la voluntad de Dios en mi vida? ¿He crecido en amor por las almas? ¿He crecido en entendimiento de los misterios de la palabra de Dios? ¿He crecido en celo por el Señor? ¿He crecido en santidad? ¿He crecido en eliminar un poco más los defectos que distorsionan mi personalidad en Cristo? ¿He crecido en entregarle al Señor más y más de mí vida? ¿He crecido en ser un cristiano contagioso?
Tenemos que estarnos preguntando eso continuamente. La gente viene a la iglesia y muchas veces simplemente vienen a sentarse allí pero no hay un sentido de que el hijo de Dios, la hija de Dios tiene que estar en continuo crecimiento. Tiene que estar en continuo proceso. La única manera que un cristiano no se estanca es fluyendo, cambiando, procesando, evolucionando.
Los cristianos no somos lagos, somos ríos que corren. El Señor dijo: "Ríos de agua viva correrán de su interior". No dijo lagos placidos. El cristiano que no fluye es como un pozo de agua maloliente, agua estancada, agua -eso fue el espíritu santo diciendo Amén.
Hermanos, si el cristiano no usa la unción de Dios, si la unción de Dios se pudre dentro de él y se convierte en algo dañino, la unción de Dios está hecha para fluir. Por eso es que si tú no sirves al Señor, si tú no haces algo con la unción de Dios, la unción de Dios se torna hostil contra ti. Porque la unción de Dios está hecha para correr. La unción de Dios que no se pone a correr y a evolucionar para avance del Reino de Dios es como una uña que crece a través de la carne. Y ¿cuánto duele una uña crecida?
Perdonen, quisiera buscar un ejemplo más agradable pero me parece que usted se va a recordar de ese. Hay cristianos que son así, tienen la unción de Dios les está rompiendo la carne porque quiere fluir y no la están dejando porque están consumiéndola, consumiéndola y la unción les hace daño. Cuando uno sirve a Dios y le da a Dios, cuando uno usa lo que Dios le da… ¿sabe qué? Dios le da más. Pero cuando usted no usa lo que Dios le ha dado, usted contrita al espíritu santo.
¿Qué dice la palabra? "Al que tiene se le dará más y al que no tiene aún lo que no tiene le será quitado". La unción de Dios está hecha, si usted mira la escritura una y otra vez; una y otra vez, toda la enseñanza de Jesucristo, todas sus parábolas eran de esa manera. Dios te da algo y Él espera que tú lo inviertas en su reino y que se lo devuelvas ¿cómo? multiplicado. ¿Sí o no?
Siempre, busque toda la escritura. Y si tú no se lo devuelves multiplicado Él se desagrada y te lo deja saber. Es la única manera, hermanos, el Señor quiere que tú inviertas, negocies con lo que Él te ha dado y se lo devuelvas multiplicado. Entonces por eso dice aquí que: "Dios quiere perfeccionarnos para que trabajemos, para que el cuerpo de Cristo sea edificado, sea aumentado. Que todos sigan" y dice: "Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe del conocimiento del Hijo de Dios".
¿Hasta dónde quiere que nosotros lleguemos? Hasta la unidad. ¿Recuerdan que comenzamos con la idea de unidad? Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios. ¿Saben lo qué pasa normalmente en las iglesias? Que hay personas que han crecido muchísimo, hay algunas que se han quedado a medias y hay algunos que todavía son niñitos espirituales.
Y hay una desigualdad tremenda en el Reino de Dios. Hay diferentes niveles de compromiso, diferentes niveles de entrega, muchos diferentes niveles de conocimiento de la palabra, discernimiento, uso de los dones. Es un desajuste tremendo y lo que Dios quiere es que todos crezcamos paralelos.
Hermano, Dios te está llamando. Este es un tiempo en que Dios espera que todos crezcamos. Yo espero en el Señor que en las próximas semanas nosotros -este fin de semana estuvimos en un retiro de líderes, de algunos líderes de ministerios y de pastores de la iglesia- y Dios nos está hablando, Dios nos está llamando para preparar y yo quiero, hermanos que cuando nosotros demos ese llamado, muchos de ustedes acudan para recibir entrenamientos intensivos.
Dios me ha puesto en la mente, en el corazón un evento que se repita unas cuantas veces al año de fin de semana donde venga gente nueva en el evangelio, gente que todavía necesita aprender y necesita una introducción básica a las verdades del Evangelio y que por un fin de semana intensivo nosotros les introduzcamos como a una inmersión básica de las verdades del evangelio y ministremos a su vida y que concluya esto con una graduación -por así decirlo- el domingo y para algunos quizás un bautismo para que eso sea el inicio y de ahí que usted continúe en los discipulados que nosotros ofrecemos a fin de que todos crezcamos en la unidad del conocimiento del Hijo de Dios.
Porque muchos de ustedes necesitan -no se los digo excepto como medica clínicamente necesitan- y Gloria a Dios que ustedes, yo se que van a estar dispuestos y anhelosos. Porque a través de la enseñanza es como el pueblo de Dios crece. Hay mucha gente en el pueblo de Dios que se está quedando atrás y Dios nos está diciendo como iglesia, nos está diciendo "prepárense, entren a las filas del servicio cristiano".
Yo compartía con los hermanos, y ya voy terminando hermanos, nuestra iglesia crece y sigue creciendo y gloria a Dios por eso, muchas vidas se suman al conocimiento de Dios. Pero hay un problema y es que yo no creo que estamos siendo tan efectivos como pudiéramos ser en ayudar a esa gente nueva y también en otros que ya llevan muchos años aquí en la iglesia que debieran estar ya a otro nivel de servicio y de entrega al Señor. A entrar en esa vida madura del espíritu y… ¿qué pasa?
Cuando una iglesia sigue creciendo en los bordes, pero la gente no entra hacia el centro, lo que pasa entonces es que esa iglesia -en inglés hay una expresión "top heavy"- es una iglesia que es como una casa bien ancha arriba pero con una fundación pequeña y con columnas débiles que cada día va aumentándole el peso arriba y si no hay columnas más anchas y si la base no se hace más grande el peso superior hace que se desplome.
Y cada día se suman almas pero, yo creo que tenemos que ir más en la medida de ayudar a esas vidas a convertirse en contribuidores al ministerio. Santos que sirvan en el ministerio del evangelio. Porque sino, ¿qué pasa? Más gente que bautizar, más gente que enterrar, más gente que casar, más gente que aconsejar y no hay una expansión del grupo de pastores, del grupo de líderes, del grupo de maestros.
Entonces ese grupo que se queda, que no está creciendo a la misma velocidad que están creciendo las necesidades cada día siente más la presión y aumentan las necesidades pero no aumenta el suplimiento de líderes porque no hay...
Estas personas que vienen con sus necesidades no sirven al Señor como debieran, no conocen de la palabra como debieran, no pueden ayudar en el ministerio, no dan para que crezca la base de la iglesia y entonces hay necesidades que cada día se quedan atrás, atrás, atrás y proporcionalmente la iglesia va perdiendo terreno en vez de ser lo contrario. Mientras más vienen al evangelio, más los preparamos, más los capacitamos, más les inducimos una mentalidad de servicio y de consagración al Señor y por lo tanto tenemos más líderes y más siervos que pueden hacer más la obra del evangelio. ¿Usted entiende?
Por eso es que Dios quiere que crezcamos en ese conocimiento hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios. A un varón, a una mujer perfecta a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo para que ya ‘no seamos niños fluctuantes llevados por doquiera de todo viento de doctrina por estratagema de hombres, que para engañar emplean con astucia las artimañas del error’.
Yo lo voy a dejar allí. Cada parte de ese texto está preñado de enseñanza y significado.
Lo que está diciendo, claramente hermanos, ya no podemos seguir con tantos niños inmaduros en la iglesia de Jesucristo. Necesitamos más líderes, necesitamos más gente que muera al mundo y que se entregue a servir al Señor.
Hermanos, León de Judá ya está llegando al punto de que Dios quiere que esta iglesia estalle y arrope esta comunidad. Pero no lo puede hacer hasta que esta iglesia se una más en la madurez que Cristo quiere y que tengamos más líderes y que haya una mentalidad aguerrida, una mentalidad de gente entregada radicalmente a los intereses del reino de Dios.
Y yo quiero hacer mi parte como Pastor de ustedes y su iglesia quiere hacer su parte; queremos darles las herramientas. Pero necesitamos que ustedes cuando escuchen el llamado acudan. Amén. Esa es la parte.
¿Cuántos aquí, por ejemplo...? Vamos a ver una pregunta ¿cuántos aquí han tomado las clases de discipulado que ofrecemos? Pónganse de pie un momentito por favor. Si usted ha tomado la clase de discipulado en algún momento, alguna de las clases. Si usted mira, yo creo que no más de una cuarta parte de la Congregación y sin embargo eso es manjar.
Yo hablaba como una hermana que está sirviendo como ujier y que lleva unos cuantos años aquí en León de Judá y ahora yo la estoy viendo por ese fuego por el Señor. Estoy dándome cuenta de los dones que hay en ella y yo la detuve -esta mañana entre los dos servicios- y le dije, "¿Sabes qué? Dios te está llamando a servir más al Señor" y yo le dije, "¿Tú has tomado los discipulados?"; me dijo: "¡Ah, Pastor, si usted supiera! Yo he tomado y eso cambió mi vida. Eso ha hecho la diferencia en mi vida". Y yo entonces: "¡Ah, claro que sí! Ahora entiendo".
Porque cuando la palabra de Dios comienza a entrar a tu vida hay cambios. Entonces Dios quiere que tú te capacites, que te perfecciones para el ministerio. Dios te va a usar en la medida que tú te capacites y te perfecciones.
Y yo quiero que cuando nosotros digamos: "Hermanos, por aquí es por donde la iglesia tiene que ir", que nosotros nos unamos como un ejército y fluyamos en esa dirección, en unidad. A eso es que Dios está llamando a la Iglesia, a esa autoridad apostólica que cuando los líderes de Dios digan: "Por aquí es por donde el pueblo de Dios tiene que ir" fluya el pueblo en esa dirección y reciban bendición y sean fortalecidos y sean perfeccionados porque están comiendo directamente de la comida que sale de la boca de Dios.
Pueblo de Dios, Dios te llama a la madurez, Dios te llama al compromiso, Dios te llama a la consagración, Dios te llama a dejar de jugar el jueguito de 'hoy sí, mañana no y después al otro día'.
Dios quiere gente entregada, gente militante, gente comprometida, gente disciplinada al Señor, gente que puedan adorar cuando está la parranda de la adoración pero que también que escuchen la palabra del Señor y la reciban porque que tienen apetito y saben discernir y disfrutar de la palabra del Señor.
Que no digan: "Bueno, ya yo adoré. Pues me voy para mi casa ahora." No, no, que estén ahí para recibir y prepararse porque saben que necesitan ese alimento para poder servir al Señor como necesitan. Ese es el llamado de Dios para esta iglesia en este tiempo.
Vamos a ponernos de pie. Vamos a hacer actos de consagración en nuestra vida, entregarnos más al Señor, darle más a Dios. Quiera el Señor que cada día nos hagamos más y más un pueblo radical, un pueblo comprometido, un pueblo militante para con Dios. Vamos a darle al Señor sin ambages, sin limitaciones, todo lo que Él tiene para nosotros.
Gracias Señor, Gracias Dios, Gracias. Gracias Señor, Gracias. Para que ya 'no seamos niños fluctuantes -dice la palabra- llevados por doquiera por todo viento de doctrina, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo, en aquel que es la cabeza. Esto es Cristo.' Crezcamos, Dios quiere un pueblo en crecimiento, un pueblo en evolución, un pueblo que viva para Dios y que se goce solamente en darle a Él la gloria. Un pueblo consagrado, un pueblo santo, un pueblo apartado, un pueblo entregado radicalmente al Señor.
Quiera Dios que ese espíritu llene tu vida en este día.
Te damos gracias, Señor. Nos consagramos a ti una vez más y pedimos que sea tu espíritu, Señor, tomando posesión de la tierra y llenándonos totalmente. Señor, consagrándonos, te pedimos una iglesia consagrada, una iglesia comprometida, una iglesia entregada a ti completamente, Señor. Te adoramos y te bendecimos, Dios.
Extranjero y peregrino
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Mis hermanos, Primera de Pedro, capítulo 2, comenzando con el versículo 9. Leamos del versículo 9 al 12, tal vez un texto conocido por muchos. Le voy a confesar algo mis hermanos, yo luché con el Señor acerca de esta palabra porque para mi esta palabra fue como un rayo que cayó -yo no se ni de donde- este texto no estaba siguiendo el patrón de estudio mío, era una palabra que me vino de repente.
Esta mañana pidiendo palabra para hoy, para esta noche, y luché con el Señor hasta digamos 45 minutos atrás diciéndolo una hora atrás y diciéndole: “Bueno, Señor, si esta es la palabra, Great! ¿Qué tiene que ver conmigo y este pueblo?” ¿Qué nos quiere decir? No tardó 5 minutos cuando el Señor no solamente me respondió, pero me respondió de una manera que jamás me olvidaré, y tengo un testimonio que compartirles. Ahora yo creo que ese testimonio les va ha oír muy familiar.
Primera de Pedro, capítulo 2, Versículo 9: “Mas vosotros, sois ¿qué? linaje escogido. Real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anuncies las virtudes de aquel que os llamo de las tinieblas a su luz admirable. Vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios. Que en otro tiempo no habéis alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia”.
Y luego dice en el versículo 11: “Amados yo os ruego como a extranjeros y peregrinos que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma. Manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles, para que en los que murmuran de vosotros como malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras”.
La frase que me vino repercutando una y otra vez fue esa frase: extranjeros y peregrinos. Busqué el texto y pedí al Señor: ‘Bueno Señor ¿como explico esto?’ Y en vez de explicar que es lo que quiere, cuando el Señor declara que usted, hermanos sepamos, que si usted se considera un discípulo de Jesucristo si usted se considera un cristiano, el Señor te considera todo esto. Real Sacerdocio, nación santa, un pueblo escogido por Dios y a la vez, el otro lado de esa moneda, es que a la vez, para este mundo, somos peregrinos y somos extranjeros.
Y le estaba pidiendo al Señor: “Padre, ¿como explico esto?” Y el Señor me lo reveló en tal vez uno de los lugares más especiales que yo conozco Saigo a donde como sushi de vez en cuando antes del servicio y ahí estoy leyendo esta palabra, pidiendo parte al Señor, sabiendo: “Bueno Señor y… ¿qué?”
Dentro de cinco minutos la joven que me estaba atendiendo se me acerca, mientras estoy leyendo esta palabra, y ella me pregunta: ‘¿Eso es una Biblia verdad?’ y le dije: Sí. Yeah it’s a Bible’ y ella me declara esto: "Yo nunca he leído una Biblia" "I’ve never read the Bible".
Ahora, mis hermanos, yo no estoy hablando; esta es una joven que habla muy bien el inglés muy educada, muy yo diría hasta profesional. The young professionals group which identify remarkably with her. Una joven se supone que ella fue a la Universidad. She’s a woman who knows, sabe que estudió, que ha estudiado.
Y para mí alguien que no ha leído nunca una Biblia y yo le pregunté: ‘Y ¿nunca te has sentido curiosa acerca de la Biblia? Nunca, pero ¿nunca en tu vida has leído la Biblia?’. ‘No’. Y eso ¿qué es? You know, por ‘¿Qué sacas tú de esto? Ella me dice: ‘bueno yo me consideraba ateo, pero no estoy seguro de eso. Yo estoy explorando y una vez yo visite una Iglesia tal vez en High School pero no he regresado después de eso’.
Yo dije: ‘Señor, esto es aquí en Boston, no estoy hablando del otro lado del mundo’. Esto es aquí en Boston, pero no puedo, yo no tengo que ir muy lejos de eso. Este fin de semana ¡guau! Yo me sentí, yo no podría ser más distinto que un marciano aquí en esta situación. Pero este fin de semana yo me sentí igual y eso fue aun entre mi propia familia. Y estábamos nosotros en una reunión familiar celebrando, un aniversario, y tuve yo que escoger, aún dentro de mi propia familia: ‘Señor, ellos están, ¿saben? No fue nada loco, pero yo no me sentí cien por ciento cómodo con toda la celebración y me vi como algo súper raro.
Yo le voy ha decir la verdad, no me gustó sentirme raro especialmente entre mi familia. No me gustó sentirme raro. I didn’t like that. Y ellos me conocen, ¿saben? claramente como familia de ellos, pero hermanos, a la vez me siento privilegiado de ser un seguidor de Jesucristo. Pero con cada día, yo me tengo que preguntar ¿qué es lo que eso representa? What does it really mean? A mi sociedad aún a mis propios familiares que tal vez no siguen al Señor, o no conocen al Señor como yo.
¿Qué es lo que quiere decir esto? Y quiere decir que a la vez nosotros tenemos un gran privilegio, somos , real sacerdocio y a la vez somos, por la misma razón que somos real sacerdocio, somos peregrinos y somos extranjeros. What does that mean? ¿Qué quiere decir eso? What does that mean? Primeramente quiere decir que nosotros no meramente, usted y yo, si usted se considera un cristiano, si usted se considera -para que usted sea real Sacerdocio, nación santa- quiere decir que hubo algo mucho más que meramente un cambio de religión para ti.
Y eso es lo primero que hablando con esta joven, eso fue una de las cosas que me vino a la mente. Yo le estaba tratando de explicar lo que era una Biblia y lo que era una religión, instintivamente. Eso era lo que estaba tratando de hacer. Porque ella me preguntó y eso, los cristianos y es como si fuera, hay cristianos y hay católicos y ‘¿Cómo es la cosa?’ Y le tuve yo que explicar: cristianos, católicos, lo que sea, toda esta gente tienen algo en común: creen que Jesucristo es Dios en carne.
Que Dios visitó la tierra y vino con poder para rescatarnos y se levantó de entre los muertos y por eso lo adoramos como Dios. Pero me encontré explicándole una religión, cuando la verdad, hermano eso no es lo que te hace, eso no es lo que nos hace real sacerdocio. Yo mismo caigo en esa misma trampa, no es una Religión que nos une, no es una Religión que nos hace hermanos. Es un milagro lo que nos une. Es un milagro que nos hace hermanos.
Hubo algo, hubo un terremoto espiritual en nuestras vidas, una experiencia que, es como si hubiésemos pasado por un filtro invisible. Dios nos vino al encuentro. Explicarle a ella lo que me sucedió, y tal vez lo que le sucedió a usted y hermanos si esto no es lo que te ha sucedido, si usted no entiende esto, yo no quiero que usted se vaya de aquí sin estar seguro de esto, sin experimentar esto. Explicarle a ella lo que me hace un seguidor de Cristo, es igual que explicarle a alguien, tal vez un encuentro extraterrestre.
Hay, tuve un encuentro y al final me di cuenta de eso y le di la dirección de la Iglesia, y le dije: ‘¿Sabe? Creemos esto, esto y lo otro, pero ¿sabe como sabemos que esto es verdad? La prueba está en la evidencia. Hay vidas transformadas, hay gentes que no son iguales. Y yo le dije yo he trabajado en el sistema legal, yo he trabajado en el sistema de Servicio Sociales, yo he visto millones de dólares, derramados sobre problemas, yo he visto el poder del Sistema Judicial tal vez más exaltado de todos los municipios de los Estados Unidos: la ciudad de Nueva York, derramándose sobre un joven, rodeado de Profesionales. Probation officers, Jueces, psicólogos y yo he visto cambios en una humilde Iglesia donde se predica de esta Biblia, que todo ese sistema no lo ha podido lograr.
Y yo digo eso es Iglesia tras Iglesia, vida tras vida. Hermano, lo que te hace un cristiano, lo que te hace un seguidor de Cristo es un milagro no una religión. Es una experiencia y como cualquier experiencia que uno tiene, no se sienta mal si usted tal vez lucha con tratar de explicar lo que te pasó. Eso es como la gente que ha estado, ¿sabe? Tratar de explicar una sinfonía a alguien: “¿Cómo estuvo?” ¿Qué le dice como estuvo? Como le voy ha explicar como estuvo, no lo oyó, no lo sintió, no vio los músicos tocando, no estuvo en el momento, lo perdió, lo perdió.
¿Cuando te casaste que sentiste? ¡Qué te voy a explicar como me sentí! Cuando nació tu primer hijo y lo cargaste ¿Qué te pasó por la mente? Qué importa. Perdí mi mente en ese momento dirían muchos padres, como te voy a explicar. Hermano la cosa mas bella, más grande, más impactante de tu vida es a la vez la más inexplicable. Sépalo, no trate de reducir en palabras lo que te ha pasado porque perderá su poder, eso es lo que pasa. Eso es lo que les pasa a los poetas -los pobres- por eso muchos de los poetas más poderosos son los que menos dicen.
Las poesías más poderosas son las más densas, las más cortas, porque dejan vacios que solamente aquellos que han tenido esa experiencia lo pueden compartir.
Lo que te hace lo que eres es un milagro. Luego uno lo trata de explicar, luego -es más uno no lo trata de explicar- uno va a este libro para que me explique lo que me pasó. Entonces abrimos este libro, para ver que fue lo que me sucedió, y qué significa y qué tengo que hacer con ella y qué consecuencias hay de haber vivido esa experiencia y como puedo yo garantizar que esa experiencia no sea más que meramente una emoción que el Señor que arrope esto que yo, yo veo aquí y así le tuve que explicar, yo veo en estas páginas no gente del pasado, de la antigüedad; yo me veo a mi, yo veo a mis amigos, yo veo a mi familia.
Esta gente puede ser hasta familia mía, yo vivo esto, le digo, es no estamos cuando leemos la Biblia, nos transportamos a ella, creemos que estamos caminando esas calles, porque vemos verdad. ¿Sabemos por qué es verdad? ¿Sabes por qué es verdad? ¿Sabe lo que me asegura a mí como es, por qué es verdad? Con una mente de Fiscal. Si una historia es demasiado perfecta, hay algo mal en ella.
Si todos los detalles caen en su lugar perfectamente, ya yo se que ese testigo me está mintiendo. Did something wrong cuando está demasiado perfecto. Aquí yo veo mucha imperfección, muchas vidas desechas, aún entre los héroes de la fe, aún entre el mismo Adam -el primer hombre- tuvo una falla terrible, Moisés, Abraham, David, Pedro, Pablo y tú y yo.
Y eso es lo más que me encanta de la Biblia, eso es lo más que me encanta de la Biblia, porque yo veo reflejada gente como yo que tuvo esta experiencia, y después de tener este encuentro con Dios vivo “¡Pum!”, cambian algo sucede. Pero entonces ella dijo algo interesante que nos trae a nuestro próximo punto.
Luego ella me pregunta esto : “Pero tú dices que son gente imperfecta. ¿La Biblia no dice que no deberíamos pecar? ¿No dice la Biblia que no deberíamos pecar?” Y yo dije ‘¡Guau! Ella nunca ha leído la Biblia, pero ella sabe. Ella que nunca ha leído la Biblia, ella sabe que la Biblia dice que no deberíamos pecar”
¿Saben lo qué me dice eso hermanos? Ellos tal vez no leerán la Biblia o tal vez no compartirán nuestro Dios, pero si en el momento que usted se identifica como uno de esos extraterrestres que sigue a un Dios vivo, esperan algo diferente de nosotros. There’s a different standard. Aún en el año 2009, aún en este nuevo siglo.
Se supone que el Cristiano tenga otra unidad y nos miden por eso, nos miden por eso, estamos bajo una lupa, estamos bajo una luz, estamos siendo observados muy cercanamente y hermanos eso me trae a la mente, eso me trae estas palabras ‘extranjero y peregrinos’ más enfáticamente todavía. Porque cada día, hermano, usted sabe lo que a usted le ha acontecido. We know what happened to us. Sabemos que es real, sabemos que no fue meramente una emoción, sabemos que Dios toco nuestras vidas, y en el momento que tocó nuestras vidas, algo sucedió.
Pero a la vez, hermanos, estamos en este mundo, estamos en este mundo. Y yo se mi hermano que día tras día yo tengo que hacer la, yo me tengo que recordar -así como recordó Pedro a la Iglesia- yo me tengo que recordar que para este mundo y esta gente, siempre seré un poco raro. Nunca me van a abrazar completamente, y si me abrazan completamente algo ha perdido el evangelio de su poder.
Ellos hermanos están buscando y noté eso aún eso entre mi familia hablando conmigo, compartiendo conmigo: ‘¿Samuel no quiere esto? Samuel no sea tan aburrido es esto es lo otro’. Pero a la vez ¿saben lo que estaban haciendo ellos? ‘Cuéntame’, ellos quieren: ¿Será esto verdad?, ¿Será esto verdad?, ¿Será esto verdad?
No te sorprenda que la misma gente que tal vez se olvide o te invitan a olvidarte que eres real sacerdocio, son la misma gente que van a pedir oración de parte de ti. Considera eso un privilegio, considera eso un privilegio; cuando te llamen a ti. Siendo usted dos mil millas de tu hogar, estando usted a una distancia de dos mil quinientas millas de su aldea, te llaman a ti y te piden Oración. ¿Sabes por qué? Porque en el momento que usted tiene esta experiencia, usted se convierte en Sacerdote de ese hogar.
Y todo lo que nosotros hacemos, todo lo que nosotros decimos, aún lo que nosotros pensamos: cuenta. Everything we say, everything we do, everything we think at that point it counts. Y ¿Sabes qué? Eso es parte del privilegio, eso es parte del privilegio, eso es parte de haber entrado en una estrada de existencia. Esto es meramente un ensayo. Lo que verdaderamente eres todavía está por revelarse.
El precio que usted esta pagando entre poco dice el Señor: “No te apures, no te apures si murmuran de vosotros, no tengas pena, murmuraran”. La palabra dice cuando murmuran. When it happens. No te apure, porque en el día que Dios nos visite y ese día vendrá, en el día de la visitación el Señor será Glorificado. ¿Por que? Por tu vida y eso nos da una vuelta de ciento ochenta, trescientos sesenta de grados y terminamos en donde comenzamos.
Hermano, su vida es la Biblia. Nuestra vida, el poder del Evangelio, viene de cada milagro que hace el Señor. Cada vida transformada delante de la presencia del Señor. Hermanos, esto es una invasión y el Señor estará produciendo más y más y más peregrinos y más y más y más extranjeros y lo hará a través del poder del testimonio de sus vidas.
Pongámonos de pie mis hermanos.
Antes de concluirme se me ocurre -y esto tal vez no será para todo el mundo- pero si lo que acabo de decir se oye raro -como quien dice- yo se eso de una religión o de ser cristiano. Pero eso que tú describes Samuel de una experiencia transformadora, impactante; Samuel yo te tengo que confesar yo no se lo que, no estoy seguro de lo que estas hablando.
Yo diría que en mi propia experiencia yo no he sentido eso, la quiero sentir. Anhelo sentirlo, anhelo sentirlo, yo quiero que Dios me traspase a eso y siento que estoy cerca, pero no, no he pasado a eso. ¿Si eso eres tú? Yo te invito no salgas de aquí sin pedirle al Señor: “Padre, dame eso. Jesús, dame eso. Espíritu de Dios no quiero salir de aquí sin saber que tú me has visitado con poder”.
Inclinemos nuestros rostros. Quiero orar por ti si ese eres tú. I don’t know if… pero quiero orar por ti si ese eres tú. Señor en el nombre de Jesús que cada… Señor te damos gracias por la luz. Maestro, que nunca nos olvidemos de las tinieblas, que nunca nos olvidemos de esos días, de esos momentos, de esa pesadilla en vida en que no te teníamos.
Porque hubieron tinieblas, y hubo Señor otra experiencia, yo jamás me olvidaré; el que te conoce y ha experimentado eso jamás se olvidará y primeramente Señor te damos Gracias. Gracias por encontrarnos. Gracias porque cuando no teníamos la capacidad de pedírtelo tú nos distes lo más que nosotros necesitábamos.
Nos sacaste del infierno literalmente. Nos sacaste de la muerte, nos sacaste Señor de una vida de confusión y una vida sin respuestas, una vida sin esperanza, una vida sin gozo, una vida sin propósito, una vida sin meta, una vida que no iba a llegar para ningún lugar, una vida sin milagros, una vida sin esperanza, una vida sin ni siquiera de oír del poder del Dios Altísimo.
Señor, te damos gracias porque ahora nuestra vida es irreconocible, aunque no podemos explicar como lo hiciste y vamos a vivir toda una eternidad sin saber exactamente que fue lo que hiciste. Pero sabemos que si no hubiese sido por ti, Jesús, it wouldn’t have happened and it happened because of you. Sucedió por ti y besamos tus pies y te damos gloria y te amaremos por siempre, por hacer eso, por sacarnos de las tiniebla.
Y Señor si hay alguien aquí que no sabe lo que es eso, todavía esta viviendo en tinieblas todavía no sabe lo que es la esperanza Señor, quieren eso, por eso están aquí, extiende ese milagro a sus vidas. Despiértalos Padre, sácalos de la tinieblas tráelo a la luz ahora en el nombre de Jesús.
Señor, ahora presentamos todos la luz a nuestro, todas las tinieblas a nuestro alrededor. Te damos Gracias por el privilegio de ser peregrinos en Boston, por ser extranjeros en Massachusetts, por ser Peregrinos en Colombia en donde nacimos, o en Puerto Rico o en la República Dominicana o entre nuestra familia en Florida. De ser extranjeros aún entre la gente que nos ama y nos conoce. Y yo te pido Señor en el nombre de Jesús tu unción sobre tu pueblo.
Yo pido ahora en el nombre de Jesús, tu unción sobre tus hijos. Te pido Señor tu iluminación.
Padre que tú pongas palabra de vida en los labios de cada uno a quien se le pregunte Señor la razón por su gozo; a quien se le pide la razón por su gozo, que ellos no, Señor que la sonrisa nada más lo diga todo.
Señor que el gozo nada más sea su mensaje. La vida transformada no lo cambiaríamos por nada Señor. No lo cambiaríamos por nada, no lo cambiaríamos por nada. Thank you Jesus.
Liberado de juegos de azar y de cocaine
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Mustafa: Hello. Hi, everyone. My name is Mustafa and I’m 30 years old.
Intérprete: Me llamo Mustafa, tengo 30 años
Mustafa: At a very young age, like, you can tell, Mustafa is a Muslim name.
Intérprete: Como se fijan el nombre Mustafa es un nombre musulmán.
Mustafa: When my father was bringing me up he didn’t, he wasn’t teaching me in the Muslim way. He wasn’t forcing me to be a Muslim. He was teaching me. He wanted me to choose which way I wanted to go.
Intérprete: Mi papá me educó no obligándome a ser musulmán pero enseñándome en esta religión.
Mustafa: At a very young age I started dealing with sin.
Intérprete: Así que muy joven empecé a tratar con el asunto de lo que es el pecado
Mustafa: and because I didn’t know about the word of God
Intérprete: Y sin conocer la palabra de Dios
Mustafa: I went the wrong way for a long time
Intérprete: Yo iba en un camino equivocado por mucho tiempo
Mustafa: I dropped out of school at a very young age
Intérprete: Dejé la escuela muy joven
Mustafa: And I came from Africa to the United States
Intérprete: Yo vine del África a los Estado Unidos
Mustafa: America, yeah! “Because the enemy says, John 10:10, he comes to kill, steal and destroy”
Intérprete: Pero como dice la Palabra en Juan10: “Qué el enemigo no ha venido sino para robar, matar y destruir”
Mustafa: He already had a control over my mind
Intérprete: Ya tuvo control sobre mi mente
Mustafa: So, my life, I was seeking for things that weren’t real
Intérprete: Así que yo en mi vida, yo buscaba cosas ilusorias, cosas que no eran reales.
Mustafa: And he lived in me.
Intérprete: Y el enemigo habitó dentro de mi
Mustafa: So, I kept following at first I get addicted to gambling
Intérprete: Al principio me puso adicto a juegos de azar, el juego
Mustafa: I didn’t like the fact that I was gambling because at the end of the month I had the plan, I had the bugdget I had to meet but I wasn’t able to meet that budget
Intérprete: Llegó al punto de que yo perdí mi dinero. Durante el mes no pudo pagar mis biles al final del mes
Mustafa: I remembered I wanted to commit suicide
Intérprete: Llegó el punto que yo quería terminar mi vida
Mustafa: Because I’ve lived the lie and after following the lie I find myself on a place that I thought it was going to give me fulfillment
Intérprete: Yo creí la mentira y pensé que iba a encontrar algo bueno en eso
Mustafa: It was just a lie. I wasn’t a man. I was told I was one but I wasn’t a man. I was weak. Everything that rose within me, every desire, everything that rose between me, I would follow
Intérprete: Yo era un hombre pero no sentí como hombre, me sentí como débil, como un esclavo a cada impulso que yo tenía
Mustafa: And it’s right. I became a slave to weaknesses. And I would follow after relationship. Then the last thing that brought me so desperate was crack cocaine
Intérprete: Y llegué al punto de tomar el crack cocaine
Mustafa: I found myself in the street of Candemn, New Jersey
Intérprete: Y llegué a las calles the Candemn, New Jersey
Mustafa: Very bad city
Intérprete: Una ciudad no muy buena
Mustafa: I was so desperate then that I called to God in the park one day. After I called, God made the way for me to get into a program in Connecticut called Turning Point Christian…
Intérprete: Llegué a un punto de desesperación en la calle, clamé a Dios y Dios abrió puertas para mi entrar en un programa en Connecticut que se llama Turning Point. Gracias a Dios.
Mustafa: ¡Aleluya! After I got into the program, two weeks after I was in the program somebody read Roman 7
Intérprete: Y después de dos semanas en el programa, alguien me leyó el texto Romanos 7
Mustafa: I got so excited like: “This is me, this is me. This is my life. I’ve been going through this struggle and he is talking about all my life,” and my eyes got open
Intérprete: Es un texto que habla de la lucha de Pablo diciendo que “Lucho con el pecado, yo hago lo que no quisiera hacer y ¿quién me va a librar de ese cuerpo de muerte?” Y yo me sentí “Esa es mi vida, yo conozco este hombre, yo estoy viviendo la realidad de este texto”
Mustafa: Amen. After that happened I learned about Jesus, I learned about what Jesus died on the Cross for us and what he has provided for me. Then I accepted Jesus to coming into my life, to become my savior
Intérprete: Y después yo aprendí que Jesús es el salvador, que Él vino a morir en la Cruz por nosotros, y yo lo acepté en mi corazón como mi Salvador
Mustafa: Amen. Thank you Jesus!
Intérprete: ¡Gracias, Jesús!
Mustafa: The Bible say we have to be transformed, to renew our mind
Intérprete: Pero la Biblia dice que tenemos que ser transformados por la renovación de la mente
Mustafa: So for a couple of –that was in 2006- years I became to serve the Lord and God was leading me in the right way
Intérprete: En 2006 esto comenzó y comencé a servir a Dios y Dios me guiaba en el camino correcto
Mustafa: But I came to a crossroad
Intérprete: Pero llegué a una encrucijada
Mustafa: Jesus says: “If anyone wants to be my disciple you have to pick up your cross you got to deny yourself and follow me daily
Intérprete: Jesús dice, “Si alguien quiere venir en pos de mi, tiene que tomar su cruz y negarte a ti mismo todos los días”
Mustafa: And I didn’t want to pick up my cross
Intérprete: No me daba la gana de tomar esa cruz, no me daba la gana hacerlo
Mustafa: So I got back to my old ways
Intérprete: Así que volví a mis caminos de antes
Mustafa: But God is good and the blood of Jesus, the Grace of God again in my live. In June of this year, God opened the door for me to come to Boston Teen Challenge
Intérprete: Pero Dios es bueno y la sangre de Jesús me buscó y así que en Junio de este año se me abrió una puerta para entrar en este programa Boston Teen Challenge
Mustafa: Since I’ve been to Teen Challenge, God has forgiven me and he has restore onto me the joy of my Salvation
Intérprete: Dios me ha perdonado, me ha restaurado el gozo de mi Salvación
Mustafa: Now, I’ve committed to pick up my cross and to follow God
Intérprete: Ahora si, ahora si me comprometo a tomar mi cruz y seguir a Jesús todos los días
Mustafa: Thank you. God bless you!
Intérprete: ¡Gracias!
Reunido con la esposa
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Rick: Good afternoon everyone. My name is Rick and I’m from Boston Team Challenge
Intérprete: Buenas tardes. Mi nombre es Rick y estoy aquí de Boston Team Challenge
Rick: I’ve been in Team Challenge for three years
Intérprete: He estado por 3 años en Team Challenge
Rick: I came in broken and chained to bones. I mean just completely crashed
Intérprete: Vine quebrantado y en cadenas, destruido
Rick: I came into Team Challenge thinking that I would solve my problems and could quit in about 30 days but like any recovery place I went to but that wasn’t what God in mind. He had a whole different plan
Intérprete: Yo vine a Team Challenge pensando que en 30 días iba a tratar the arreglar mis problemas pero no fue así, Dios tenía otro plan para mi vida
Rick: As the fog started to clear from my mind
Intérprete: Cuando se quitó la neblina de mi mente
Rick: and the world of God enter my heart and my soul
Intérprete: Cuando la palabra de Dios comenzó a alimentar my corazón y mi mente
Rick: I started to see what Jesus had in mind for me
Intérprete: Comencé a ver lo que Jesús tenía en mente para mí
Rick: My life was his
Intérprete: Que mi vida era de Él
Rick: Not mine.
Intérprete: No mía
Rick: As I surrendered to the will of God
Intérprete: Cuando yo me rendí a la voluntad de Dios
Rick: I started to do ministries like this but out of the State
Intérprete: Comencé a hacer ministerios como este pero fuera del estado
Rick: We had a DAT team, I don’t know if you have seen us on store fronts with a table we read literature
Intérprete: No se si nos han visto a veces en asientos de comercios con mesas
Rick: We went to Virginia in a two weeks’ lift
Intérprete: Fuimos a Virginia en una dos semanas
Rick: The Pastor that spoke on a Sunday, he wasn’t supposed to be there because the Pastor of the church took ill
Intérprete: El Pastor que estaba there no debería estar allí pero el que iba a estar allí se enfermó
Rick: He started to prophecy on one side of the church and the church is crowded –600 people
Intérprete: Le cruzó profetizar de un lado, de un ángulo de la iglesia y estaba llena como 600 personas
Rick: I was still a new student about 5 months into the program
Intérprete: Yo era un nuevo estudiante como 5 meses en el programa
Rick: And the Pastor from Africa started to come towards me
Intérprete: El Pastor de África comenzó a caminar hacia mí
Rick: and I said, “Please Lord don’t it let to be me”
Intérprete: Y yo dije “Por favor, Señor, que no sea yo”
Rick: He came right two feet in front of my face, pointed at my chase and said: “Wait upon the Lord that he will soften your wife’s heart”
Intérprete: Vino delante de mi y me dijo: “Espera en Jehová, el Señor va a ablandar el corazón de tu esposa”
Rick: And I stayed in agreement because I knew the trouble I caused at home
Intérprete: Y yo me quedé en acuerdo porque yo sabía el problema que había causado en casa
Rick: My brothers around me knew through my testimony they knew what happened
Intérprete: Y mis hermanos sabían el problema que yo había causado en casa
Rick: But I couldn’t understand how the Pastor knew
Intérprete: Pero no entendía como aquel Pastor sabía
Rick: But I knew right that moment that God spoke through the Pastor to me because those words got to my heart…
Intérprete: Yo sabía que el Señor estaba usando aquel profeta aquel Pastor porque sus palabras llegaron a mi corazón como un fulmino
Rick: So for 20 months I wrote letters home to my wife and my daughters
Intérprete: Por 20 meses escribí cartas a mi esposa y a mis hijas
Rick: Telling them how great Jesus has treated me and how I’m changing and I’m a better man
Intérprete: Y diciéndoles que tan cosas grandes Jesús ha hecho en mi vida y como soy un mejor hombre
Rick: No reply at all from my family
Intérprete: Pero no había ninguna respuesta de mi familia
Rick: After 20 months of being in the program I got divorce papers
Intérprete: Después de 20 meses de estar en el programa me llegaron papeles de divorcio
Rick: I was devastated. I looked up and I said: ‘Lord, you said you’d soften my wife’s heart
Intérprete: Y yo estaba destruido y yo le dije: “Señor, Tú dijiste que ibas a ablandar el corazón de mi esposa”
Rick: But because of the Team Challenge I learnt about God and I learnt God never falls through on his word. He always stays on
Intérprete: Pero aprendí que a través de Team Challenge Dios siempre cumple su palabra
Rick: So for the next 30 days I still believed that God was gonna do what he said he would do
Intérprete: Y por los siguientes 30 días seguí creyendo que Dios iba a hacer lo que Él me profetizó, lo que me dijo
Rick: As I went to the Court Room my wife was there
Intérprete: Cuando llegué a la Corte y miré a mi esposa, estaba allí, ella
Rick: I said ‘Lord, I can’t. In 15 minutes we will be in front of the divorce judge’
Intérprete: Y dije “En 15 minutos, Señor, vamos a estar delante del juez de divorcio”
Rick: ‘And you said…’
Intérprete: “Y tú dijiste…”
Rick: ‘ You’d soften my wife’s heart’
Intérprete: ‘Que ibas a ablandar el corazón de mi esposa’
Rick: What shall I do?
Intérprete: ¿Qué hago?
Rick: And he said: ‘Pray’
Intérprete: Y me dijo: “Ora”
Rick: It’s what I also said
Intérprete: Es lo que yo también dije
Rick: I said: My wife doesn’t want to look me in the eyes because of all the things I’ve done
Intérprete: Dije: Mi esposa no puede ni verme a los ojos por todas las cosas que yo he hecho
Rick: So I was sure of his word and my wife Valerie is right there
Intérprete: Y aquí está mi esposa Valerie
Intérprete: Gloria a Dios
Rick: Thank you Jesus
Intérprete: Gracias Jesús
Rick: The Lord said: ‘Pray’, so we prayed together
Intérprete: La Palabra dijo: “Orad y oramos juntos”
Rick: And the blood of Jesus just covered us, comforted us
Intérprete: Y la sangre de Cristo nos cubrió, consoló
Rick: What it took from the City Hall Plaza to South East Station
Intérprete: Lo que tomó del City Hall Plaza a la estación
Rick: A 15-minute-walk
Intérprete: Unos 15 minutos
Rick: Took 2 and a half hour for my wife to take the train home
Intérprete: Le tomó 2 horas y media que mi esposa se fuera a la casa
Rick: We were holding hands
Intérprete: Estábamos teniendo las manos
Rick: Talking about our future
Intérprete: Estábamos hablando del futuro
Rick: And 3 hours earlier my wife didn’t want to look at me
Intérprete: Y dos horas antes ni quería verme mi esposa
Rick: But God
Intérprete: Pero Dios
Rick: He said
Intérprete: Él dijo
Rick: He softened my wife’s heart
Intérprete: Él ablandó el corazón de mi esposa
Rick: And he stood on those words
Intérprete: Dios fue fiel a su palabra
Rick: The Lord changed me
Intérprete: El Señor me cambió a mí
Rick: Through the basis of Team Challenge
Intérprete: por este instrumento de Team Challenge
Rick: And I’m not the same man
Intérprete: Yo no soy el mismo hombre
Rick: That walked through that door
Intérprete: Qué caminó entre esa puerta
Rick: I’m a new creature of Creation
Intérprete: Ahora soy una nueva criatura en Cristo
Rick: I’ll leave you with an inscription?
Intérprete: ¿Los dejo con una escritura?
Rick: Romans 12:1-2
Intérprete: Romanos 12:1-2
Rick: “Thee for I pledge you rather in God’s mercy to offer your bodies as living sacrifices”
Intérprete: “Os ruego que presenten vuestros cuerpos como sacrificios vivos”
Rick: “Holy and pleasant to God”
Intérprete: “Santos y agradables a Dios”
Rick: “This is a special act of worship”
Intérprete: “Que este es un servicio agradable de sacrificar
Rick: “ Do not conform any longer to the bounds of this world”
Intérprete: No se conforme a las prácticas de este mundo
Rick: “But be transformed by the renewing of your mind”
Intérprete: Pero sed transformado por el renuevamiento de vuestra mente
Rick: So you can test and approve what God
Intérprete: Para que puedan comprobar y aprobar las cosas
Rick: “This will impliciting a perfect will”
Intérprete: Toda aquella voluntad perfecta de Dios, se va a comprobar en vuestras vidas
Rick: Amen
Intérprete: Amén
El orgullo y la ambición son dos cosas distintas
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Segundo de Crónicas 26. No vamos a leer este capítulo entero pero sí ciertas secciones en particular, comenzando con el primer versículo: “Entonces todo el pueblo de Judá tomó a Uzías, el cual tenía diesiéis años de edad, y lo pusieron por rey en lugar de Amasías, su padre. Uzías edificó el Elot y restituyó a Judá después que el Rey Amasías durmió con sus padres. De dieciséis años era Uzías cuando comenzó a reinar y cincuenta y dos años reinó en Jerusalén. El nombre de su madre fue Jecolías de Jerusalén e hizo lo recto ante los ojos de Jehová conforme a todas las cosas que había hecho Amasías sus padre. Y persistió en buscar a Dios en los días de Zacarías, entendido en visiones de Dios y en estos días que buscó a Jehová, Él lo prosperó”.
Versículo 8: “Y dieron los amonitas –todo este relato es consistente y estos versículos están respaldando este relato- presentes a Uzías y se divulgó su fama hasta a frontera de Egipto porque se había hecho altamente poderoso.” Sigue el relato: “E hizo en Jerusalén máquinas inventadas por ingenieros para que tuviesen en las torres y en los baluartes para robar saetas y grandes piedras. Y su fama se extendió lejos porque fue ayudada maravillosamente hasta hacerse poderoso”
Pero ahora el relato toma otro giro. Y esa es la Palabra del Señor para nosotros hoy. “Más cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció para su reino, porque se reveló contra Jehová su Dios. Entrando en el templo de Jehová para quemar incienso en el altar del incienso y entró tras él el sacerdote Asarías y con él 80 sacerdotes de Jehová, varones valientes –y me imagino con las rodillas temblando- se pusieron contra el rey Uzías y le dijeron: «No te corresponde a ti ¡Oh, Uzías! el quemar incienso a Jehová sino a los sacerdotes hijos de Aarón que son consagrados para quemarlo. Sal del Santuario, porque has prevaricado, y no te será para gloria delante de Jehová Dios».”
Y pueden tomar asiento, mis hermanos. Sentados les termino el relato. “Entonces, Uzías teniendo en la mano un incensario para ofrecerle el incienso se llenó de ira y en su ira contra los sacerdotes la lepra brotó en la frente. Delante de los sacerdotes en la casa de Jehová, junto al altar del incienso y le miró el sumo sacerdote Asarías y todos los sacerdotes. Y he aquí la lepra que estaba en su frente y le hicieron salir de ese lugar y él también se dio prisa en salir porque Jehová lo había herido.”
“Así el rey Uzías fue leproso hasta el día de su muerte. Y habitó leproso en una casa apartada por lo cual fue excluido de la casa de Jehová. Y Jotam su hijo tuvo cargo de la casa real, gobernando al pueblo de la tierra. Los demás hechos de Uzías primeros y postreros fueron escritos por el profeta Isaías –hijo de Amós- y durmió Uzías con sus padres y lo sepultaron en el campo de los sepulcros reales porque dijeron: «Leproso es» y reinó Jotam su hijo en su lugar.”
¡Qué bache de agua sobre nuestra fiesta, esta noche! ¿Qué querrá decir el Señor con esta palabra? Y hermanos, me siento un poco como Asarías en esta noche y me siento que también mi rodillas están temblando. Pero ¿sabes qué? Primeramente, reciban esta promesa. Hermanos, vienen días gloriosos para el reino de Dios y esta iglesia. No siente usted, hermanos, que lo que hemos esperado, muchos de nosotros 25 años, 20 años, 15 años ya el Señor está comenzando a dar revelaciones. Algunos testimonios que brotaron están noche así como el Pastor declaró el domingo esto es un principio nada más. Dios es grande.
Estamos experimentando solamente la frontera del poder de Dios, el Dios de la biblia no se ha anulado. Nuestra palabra declara un Dios, un Dios que levanta a los muertos de sus sepulcros. Y en el nuevo Testamento en Romanos capítulo 8 el Señor promete que el mismo espíritu que levantó a Jesucristo dentro de los muertos mora en usted.
O sea, no es la intención de Jehová, no es la intención del Señor que su mano sea cortada en estos momentos si no el deseo, el anhelo del corazón del Señor es revelarse con más poder todavía. Es que a través del poder del Señor, el nombre del Señor sea como un relámpago y aún los cimientos de nuestra sociedad tiemblen delante de la presencia del Señor y que los hombres no tendrán otra sino que de rodillas y declarar que Jehová, tu Dios, es Dios y a Él servir.
El Señor desea hacer eso y hacerlo en su familia, hacerlo con su cuerpo, hacerlo con sus hijos, hacerlo con su mente, hacerlo contigo, hacerlo conmigo. Y a la vez que el Pastor compartía esta visión también el Pastor compartió algo que nos debe hacer estremecer. Él dijo que este es el deseo, el anhelo del Señor. Hay cosas que Dios quiere que experimentemos como Iglesia y como iglesia de Jesucristo con “I” mayúscula. Pero hay ciertos patrones, hay ciertos códigos que el Señor espera que nosotros toquemos para que esa puerta se abra. Hay llaves espirituales que sólo a través del uso de ellas se permite que el fluir de Dios se pueda ver con todo su poder y toda su autoridad.
Hermanos, eso en estos días, hermanos, nosotros que estamos pidiendo que el avivamiento del Señor llegue de una vez, esa es la manera que deberíamos orar. Maestro, cualquier cosa que pueda impedir –sea en la Iglesia de Jesucristo o sea en mí como parte del cuerpo de Cristo- Señor que sea removido en el nombre de Jesús y cualquier obstáculo a tu poder, cualquier obstáculo a tu gracia, cualquier cosa que se atreva limitar o embotar que la voz del Señor se oiga. Señor, que sea removida y echada. Decimos Amén.
Cualquier cosa que pueda resistir el fluir del Señor; Señor aléjalo de aquí. Y no solamente aléjalo de aquí, aléjalo de mí. Y mis hermanos, hay un obstáculo gigantesco que puede resistir el trato de Dios en nuestra iglesia, pero no solamente en nuestra iglesia, en su vida y hacer inefectivo su ministerio y aún destruir su efectividad como un siervo de Dios. Y es hermanos, este germen, este obstáculo, este pecado –en verdad ha existido aún antes del planeta Tierra- el orgullo.
Mis hermanos, la receta de Satanás no ha cambiado desde el momento que él aprendió a usar esto para –no solamente que él cayera delante de la presencia del Señor- pero logró convencer una tercera parte de los ángeles del Cielo. Y desde ese momento su receta no ha cambiado y aquí lo vemos desglosado.
Solamente, hermanos, vamos a hablar de las manifestaciones que están aquí claro. Vamos a aprender de Uzías, vamos a aprender de él. Hay un par de cosas que podemos recibir, precisamente ahora en este tiempo de Jerusalén, Israel estaba en un tiempo de avivamiento y por esto es que nosotros tenemos que prestar atención. Esto no ocurrió a Uzías en un tiempo de vergüenza en la vida de Judá, sino de Gloria. Lo que le aconteció a Uzías aconteció en la cúspide de un avivamiento que se había desatado en Judá. Y sobre su propia vida y su propio ministerio.
En otras palabras, hermanos, una de las cosas sobre las que tenemos que velar, a pedirle al Señor, ‘sí que vengan estos milagros. Sí manifiesta Tu poder’, es velar por esto. Y una de las aplicaciones más sencillas es ésta.’ Bueno, Pastor Samuel, claramente esto habla de orgullo de puesto’ y hermanos, esa es una de las aplicaciones más obvias. What was he thinking? ¿En qué estaba pensando Uzías? Más claro no pudo ser la palabra. Era un hombre instruido en la palabra del Señor toda su vida, acostumbrado -52 años él visitando el templo- él no era un novato aquí. Él sabía que eso no era su puesto. ¿Qué le entró? Le entró la idea que alguien le prohibió algo. Había algo inalcanzable, prohibido a él.
Hermanos, lo prohibido es atractivo. Hermanos, diga usted, ‘pero Pastor Samuel, ¿qué hay de malo un poco de ambición? ¿Qué hay de malo? ¿No dice la palabra que ‘el que desea obispado buena cosa desea’? ¿No puedo yo desear hacer algo más en el Reino de Dios? ¿No puedo yo anhelar subir de puestos? Hermanos, el deseo de obispado es cuando habla la palabra del Señor y a la vez cuando el Señor habla de eso dice: “No todo el mundo puede llenar esos lugares. Hay gente a quienes le corresponde”.
Pero habla más de esto y vamos a ir al meollo. No es el deseo, es el orgullo y la ambición que son dos cosas distintas. Yo les invito, hermanos, a pensar en esto y esto es la red que echa Satanás porque no hay un fin a esto. Es un espiral vicioso. No hay manera. Si tú te montas en ese carrusel no hay lugar a donde usted se pueda despegar. No hay un nivel que le va a satisfacer. El que le abría la puerta al Rey le envidiaba al teniente a Rey, el teniente a Rey anhelaba ser el rey. El rey no estaba satisfecho con ser un rey cualquiera, quería ser un rey poderoso y el rey poderoso no se sintió satisfecho en ser un rey poderoso si no a la vez sacerdote.
Y usted que es por la Gracia de Jesucristo Rey y sacerdote -porque eso es lo que dice el Señor- aún así encontramos maneras de montarnos sobre la ambición. Y sabes lo que te invito en nombre de Jesús: piensa bien. ¿De dónde sale eso? Porque en esto hay, escucha la voz del amor del Señor. Muchas veces eso sale de un vacío dentro de usted. Eso nace, hermanos, de nuestro carácter –tal vez que puede llenar tal vacío con un título más o un puesto más- y el vacío está ahí todavía.
Lo que te dice el Señor esta noche es: examinemos nuestros corazones. Yo estoy predicando esta palabra, estoy bajo esta palabra y estoy bajo el dedo de Dios también. ¡Estoy predicando también!
Y mis hermanos, sepan esto, si usted se ha sentido por esto es el Señor, yo, tú conoces mi corazón, eso es precisamente por esto. Preocúpate por la manera que te quiero amar y no tanto en como te quiero usar. Preocúpate por mi amor, déjame amarte. Déjame llenar todo hueco, todo vacío. Déjame yo ser tu personalidad, que tú te informes por el hecho de que tú eres mi hijo, tú eres mi hija y no hay nada en la casa que no es tuyo.
Todo está a tu alcance y te amo. Y deja que el Señor llene ese vacío. Pídaselo al Señor.
Hermanos, yo creo que hay una aplicación más básica todavía. El Rey Uzías fue confrontado con su error. Y yo le voy a preguntar a usted: ¿usted se ha encontrado como el rey Uzías de vez en cuando? Cuando estamos fuera de orden y si tú eres hijo de Adán, hija de Adán, de vez en cuando estaremos fuera de orden.
Cuando estamos fuera de orden y el Señor nos llama la atención y el 99% de las veces no será a través de un ángel que Él envía sino uno de sus Ministros. Un profeta del Señor. Puede uno de los Pastores de staff, puede ser alguien en su célula, puede ser una amiga en su círculo de oración. Pero eres confrontado y de momento el profeta de Jehová –quien el Señor escoja- te dice: “No te corresponde eso. Estas actuando de una manera pecaminosa. No estás honrando al Señor de esta manera.”
¿Cómo reaccionas? Estos pobres sacerdotes, dice: ‘Ochenta hombres valientes’ y si vas a confrontar a un hombre con un ejército aún sumando de 300 mil hombres. You’d better be courageous to do that, –valiente. Ellos lo confrontan y en vez de él reconocer lo que había hecho. ¿Qué tenía en la mano? Un incensario, ¿no? La palabra te deja llenar los blancos. Pero hermanos, vean esta película: el hombre está al punto de -esto es un aparato grandísimo- y está a punto de quemar incienso y se llena de ¿qué? De ira
Y, ¿eso no te ha pasado? Pero ¿qué tan malo es lo que estoy haciendo? Solo estoy adorando al Señor. Sólo a mi manera. ¡Estoy quemando incienso! Hermanos, ¡qué difícil es esto! Muchas veces nosotros aún quemando incienso delante de la presencia del Señor y el Señor indicando lo que desea el Señor es que lo obedezca.
De esa manera eres un adorador. ¿Quieres adorar al Señor? Hónralo. Porque lo que estas haciendo Fulano, lo que estas haciendo Rey no te corresponde hacerlo. El Señor te quiere bendecir, te ama, te honra, pero no lo puede hacer porque no estás haciendo lo que te corresponde.
El hombre se llena de ira. Okay. Dos cosas acontecen y dos tienen un símbolo gigantesco. Primeramente, le brotó inmediatamente en su frente… ¿qué? Lepra. Y si eso es lepra, por lo que yo entiendo por letra –hay un libro excelente por el Dr. Philip Jansie: “Where is God? Where it hurts?,” que describe muy bien lo que esto. La lepra en sí no es fatal. Mata de una forma extraña porque la lepra es a la vez una enfermedad no sólo de la piel sino de su sistema nervioso y esto es lo único que hace.
Es una insensatez, pierdes el sentir. Los leprosos pierden su vista porque el Señor ha llenado su cuerpo de alarmas. Y hay una alarma en sus ojos que te avisa, que tienen que cerrar sus ojos y abrirlos porque si no se te secan.
Si usted pierde esa alarma, si usted pierde, si usted se hace insensible a eso, a la larga va a perder su vista. Si usted es insensible al tacto, los leprosos pierden sus manos muchas veces sobre un fuego encendido. Ellos pueden hablar contigo lo más bien y sus manos se están achicharrando porque ellos ya no sienten, ¿saben lo qué pasa?
Dicen los sacerdotes: usted ha revelado contra su Dios. ¿Sabe lo que pasa cuando usted decide rechazar esa palabra? Te brota lepra. Porque ya eso es un área de su existencia sobre el cual el Señor ya no te puede sanar. Ya es algo que el Señor no puede… es un área que usted va a perder, su sensibilidad al espíritu. Es lo primero que uno pierde, es la sensibilidad al espíritu. Y sin la sensibilidad al espíritu viene lo próximo: no hay manera que el Señor te pueda usar.
Este pobre rey vivió todo el resto de su vida en una casa aparte, fuera del palacio, fuera del templo, lejos de todo eso. Ya nadie buscó su consejo. Ese ejército ni siquiera se podía acercar a él. Un hombre inútil. Y su hijo tuvo que gobernar por el resto de su reino.
¿Saben? Yo leo eso, hermanos, yo he leído eso y me he afligido. Les voy a ser sincero: yo me he afligido por Uzías. Yo le he dicho al Señor:’ Señor, that’s just not fair’, ‘Señor se te fue la mano, eso es fuertísimo. Un hombre que te sirvió toda su vida, un hombre ungido, un hombre que tú honraste, un hombre que desató reformas en toda Judá, ¿cómo va a ser que él sea leproso toda su vida? Miriam, Señor que hizo algo más feo todavía, y le sanaste su lepra. Akab que era un sinvergüenza, Señor, y tú tuviste misericordia de él y lo perdonaste’.
Por años yo he tenido esa lucha con el Señor. Es más me molesta leer el Segundo de Crónicas 26. Es una lucha con Él. Aún preparándome para hoy esta noche, luchando yo con el pobre Señor. Hasta que ¿saben qué? El Señor esta tarde me dice: “Breakthrough”. Esta tarde el Señor me dice: “Samuel, Okay. Akab, Miriam, Samuel… ¿dónde ves tú que él me pidió que lo limpiara? Samuel, ¿dónde ves tú que él se humilló?”
Yo sentí que esto fue la voz del Señor. “Si él hubiese, me lo hubiese pedido, Samuel. If he’d only asked. Si me lo hubiese pedido, yo lo pude haber limpiado en cualquier momento.” Y me vino a la mente esta imagen de este hombre, no solamente leproso pero orgulloso y lleno de amargura, toda su vida, de tal manera que ni siquiera se atrevía pedirle que el Señor lo limpiara. Y eso es buenas noticias porque el Señor exalta a los humildes. El Señor exalta a los humildes and that is good news.
No hay una lepra que el Señor no pueda limpiar. No hay nada que usted tenga, arrastre a este lugar, delante de su altar que pidiéndole al Señor, humillado delante de Él, recibiendo lo que tenemos que recibir del Señor. Porque de esa manera Él nos santifica. Y de la manera que Él nos santifica más nos acercamos a Él y tenemos acceso a su poder. Y por más acceso que tenemos a su poder, más milagros hace Él y más te puede usar.
Pongámonos de pie.
Testimonios de Sanidad
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Pastor Miranda: Gloria, tú tienes un testimonio de nuevo… Amén, amén
Gloria: Cuando estábamos cantando ‘Que queremos darte gloria y alabanza’ y este es un testimonio de sanidad y yo sentía que era el momento. Yo lo estaba largando porque no es fácil pararse acá a hablar y yo estaba esperando, no se que estaba esperando, pero yo estaba esperando, pero yo había pactado con mi Señor en darle la Gloria y la alabanza cuando sucediera el milagro.
Hace 22 años yo estaba enferma de la tiroides y todos los días me tenía que tomar una pastillita -los que están con esa condición saben que todos los días hay que tomársela- y yo decidí en un momento mientras daba las clases de discipulado que uno tiene que declarar la palabra y declarar sanidad. Y yo empecé a declarar sanidad en mi cuerpo y para la Gloria y Honra del Señor, el Señor me sanó. Ya no tengo que tomarme ninguna pastilla. Y yo había pactado darle la Gloria y la Honra y lo hice en un grupo de hombres que estuvimos por allá en algo misionero y yo estaba con que no sabía como decirlo pero ya estoy aquí. Gloria a Dios. La Gloria y la Honra para mi Señor.
Pastor Miranda: Gloria a Dios. Si alguien ha recibido otro tipo de sanidad o crea sanidad en su vida y quiere testificar, miren vamos a abrir este momento para si alguien más Dios ha hecho una obra de sanidad en su vida en estos días y usted quiere testificar acerca de ello. Ven por aquí primero. Amén. Vamos a darle Gloria.
¿Cuántos están dispuestos a escuchar un momento? El Señor está haciendo todas esas cosas. Amén, amén.
Walter Matute: Dios los bendiga. Mi nombre es Walter Matutes. Ya tengo más de un año de asistir a la iglesia constantemente. El testimonio que tengo no es precisamente mío pero es como que fuera mío porque es de mi hija.
Mi hija hace un año le detectaron un quiste en la rodilla izquierda y los doctores creían que era cáncer al principio. Mi esposa está aquí y ella pues también, no creo que ella pueda dar testimonio porque ella fue la que fue al hospital y ella fue la que trató con los médicos. El rostro de los médicos... y el veredicto de los médicos era al hacer la radiografía, no era alentador. Están hablando de un cáncer en la rodilla y tenía que hacerle más estudios.
Nosotros nos pusimos en oración junto con la hermana Gloria y el hermano Rafael, en casa. Y después de tres días de orar y de todo, pues, de estar ante la presencia del Señor, nosotros fuimos a hacerle los exámenes a mi hija y sólo le detectaron un quiste en la rodilla. Ella ha sido operada dos veces, ya porque el quiste regresó después de seis meses. Pero para la honra y Gloria de Dios ahora ya tiene ella más de ocho meses. La hemos llevado al doctor la semana pasada y todo está perfectamente bien. Ella ahora corre, ella ahora salta y todo sea para Alabanza del Señor.
Pastor Miranda: Amén, amén. Gloria al Señor. Alguien más levantó la mano y creo que, mire, ¿testimonio de Sanidad específicamente? ¿Si? Okay. Mirey es brasilera así que va a tener que hablar bien lentamente para que podamos entenderla.
Meyri: Que Dios los bendiga. Mi deseo como familia, la familia hispana como mi familia. Seis años atrás yo tuve una cosa llamada artritis y estaba ahí y fue al hospital y también apareció la hepatitis C y yo no sabía la gravedad de la cosa. Y era una cosa muy contagiosa.
Entonces yo le dije al médico: “Mi Dios me va a sanar,” cuando ella me dijo. Estaba en la iglesia aquí y vine al frente y pedí en oraciones y me preocupaba más por las personas porque es una cosa tan terrible que usted no puede ni dar la mano a la persona, no puede besar. Es una cosa horrorosa y yo no conocía. En un mes, el día que mi nieto nació yo tenía que ir al hospital. Cuando llegué el médico estaba riendo y dijo: “Tengo una buena noticia para usted. Su caso es diferente. No tiene nada”.
Y continué haciendo los exámenes y desapareció. Y pasaron unos días y me dieron un año yendo al hospital y porque mi dedo no doblaba. Cuando tenía que tomar unas inyecciones para ella dio todo normal. Dio dos meses nuevamente y yo pedí al Señor. Y un día una mañana cuando desperté mi dedo ... El Señor me ha sanado y nunca más para Gloria de Dios.
Pastor Miranda: Amén, amén. Yo creo que alguien más había levantado su mano. Okay.
Mujer: Buen día. Dios les bendiga, hermanos. Primera vez que me pongo de frente aquí a la Congregación pero ya yo soy viejita aquí en esta congregación. Le quiero dar la Gloria y la Honra a mi Dios porque tenía más de 15 años sufriendo de esta rodilla. Y yo le dije al Señor: ‘solamente te voy a pedir esto solo: que me ayudes a subir las escaleras como todo el mundo las sube’.
Y nunca me voy a olvidar de Él, donde quiera que yo fuera, dijera que Él me hizo esa operación y aún siendo cristiana dudaba porque tenía miedo de operarme. Porque nunca había tenido una cirugía. Pero para la Gloria y la Honra de mi Dios eso se acabó en el mismo día dos o tres horas y para la Gloria y la Honra de mi Dios yo estoy aquí.
Los que me conocen saben como yo venía a la iglesia. Me decían: ‘Tú eres fuerte hermana’ y yo les decía: ‘Yo tengo que venir aunque sea arrastrada a la Iglesia’. Y hasta lo último vine y estaba, después que Dios me operó estaba loca por venir de lo bien que me sentía. Pero tuve que esperar un tiempecito. La gloria y la honra se la tengo que dar a mi Dios porque tenía mucha vergüenza de pararme, pero la gloria y la honra de mi Dios y creámosle siempre al Señor, porque Él lo puede todo. Si lo pudo conmigo y esperé más de 15 años, teniendo ese Dios, el de ayer y anteayer y el de hoy es lo mismo. Entonces yo dudaba, aún siendo cristiana, dudaba pero ya yo le dije al Señor:’ Solamente quiero que tú me pongas a caminar como todo el mundo’.
Y la Gloria y la honra se la doy a mi Dios. Dios les bendiga, hermanos.
Pastor Miranda: Amén hermana. Le bendecimos en el nombre del Señor. ¡Qué bueno esos testimonios así concretos, específicos y al grano! Eso nos bendice. Así podemos más de nosotros testificar. Eso es bueno.
Karina García: El Señor les bendiga, mis hermanos. Mi nombre es Karina García y tengo un año y medio congregándome en esta hermosa congregación. Bueno mi testimonio también es bien poderoso y hermoso. Y estoy muy agradecida del Señor de las maravillas que Él ha hecho en mi vida. Hace aproximadamente 4 meses, después que tuve mi última bebé. Pues me diagnosticaron que tenía, pues, aparentemente un quiste que me refirieron a un cirujano para operarme. Me diagnosticaron que tenía problemas muy -aparentemente- serios en el hígado. También que tenía problemas. Me dio un patatús malísimo.
Me llevaron de emergencia al hospital, me hicieron MRI, y de todo. Pensaron que era hasta un tumor que tenía en la cabeza. Bueno, yo estaba muy mareada y creo que era -si el Pastor lo recuerda- ese día yo llegué aquí a la iglesia y había un día de sanidad. Un domingo de Sanidad. Y el Pastor oró por mí. Yo le comenté al Pastor cual era mi problema y yo no podía -incluso yo estaba estudiando- no podía guiar bien, una tontera bien terrible, era algo bien difícil. Duré como cuatro días en cama sin poderme levantar y yo: ‘Señor tú sabes, tengo tres niños. Mi vida… tengo que seguir adelante. ¿Qué es lo que me está pasando? Mi vida está en tus manos, yo soy tu hija’.
Hermanos, sin abundarles mucho, el Señor hizo la obra. Simplemente un día yo fui y volvieron a hacerme todos los análisis. Todo desapareció. Todo. El quiste, no había quiste. Todo. Los problemas del hígado se fueron, los mareos. Y resulta que los médicos, ahora no saben que pasó, ahora dicen que era stress. Que aparentemente era que yo estaba muy cargada de muchos problemas y mucho estrés esos días. Y yo alabo al Señor, porque el Señor es fiel. Miren no hay nada imposible, nada imposible que usted tenga en su vida que Dios no lo pueda resolver. Amén. Dios los bendiga.
Julio Valdez: Muy buenas tardes. Mi nombre es Julio Valdez. Yo el testimonio mío -estoy un poquito nervioso, me excuso, perdonen- yo tenía como dos meses con dolores en el cuerpo, musculares. Fui al doctor. El doctor me recetó unos calmantes y antes de que yo puse mi receta en la farmacia, pero antes de ir a buscarla yo vine el domingo que vino la violinista -la que estaba tocando el violín. Me hinqué ahí y le pedí a Dios que me quitara esos dolores, porque no podía hacer fuerza. Un tipo como yo, saludable, que hace un trabajo de mantenimiento. Entonces ella vino y se pegó delante de mí. Yo sentía como que algo se derretía de mi cuerpo, así como que se iba derritiendo. Después de eso sentí la sanación de mis hombros. Y le doy Gracias y Honra a Dios. Aleluya.
Pastor Miranda: Gloria al Señor.
Mujer: Amén. Hermanos, Dios los bendiga a todos. A mi me pasó algo. Yo tengo problemas, no declaro problema, declaro que yo estoy sana. Pero los doctores dicen que yo tengo problemas en la espalda, hernias y cosas varias. Yo trabajo en un hospital como asistente de enfermera y mi trabajo es bien duro. Tengo que levantar los pacientes, sentarlos, ¿ustedes saben, no? Como se tienen que tratar a los pacientes en el hospital. Hacía varios meses que yo me sentía muy bien. Gracias doy a mi Señor. Pero ¿qué pasó? El lunes yo estaba libre, era holiday, y me puse a limpiar la casa. Y no se que me pasó, de repente, lo que no me pasó en el hospital, me pasó en la casa. De repente, cuando estoy trapeando me quedé completamente doblada de un lado. Así. Y yo no sabía que hacer.
Era un dolor terrible y yo comencé a invocar la presencia del Señor decirle: ‘Padre, ¿qué pasa? Si Tú eres mi padre, Tú eres mi esposo, Tú eres mi amigo. ¿Qué está pasando? Ayúdame’. Yo soy padre y madre de mi casa y yo tengo que trabajar para mi casa, para mi hogar, para mi hija. Y nada. Y con toda mi desesperación seguí orando y como pude me fui arrastrando, agarrándome de las paredes y cogí almohadas, cogí un paño caliente y me lo puse en la espalda. Me bebí dos Ibuprofen. El Pastor… es un poquito largo pero voy a terminar. Nada, seguía bien fuerte el dolor. Entonces decidí llamar al hijo mío y le dije: “Gaby, yo estoy bien mal con la espalda. Yo no me puedo mover, yo no puedo caminar” Estaba bien, terriblemente doblada.
Comencé, seguí orando diciendo: ‘Señor, esto es tuyo, Papá. Yo tengo que trabajar mañana así que ¿yo no se que tú vas a hacer? Pero vamos a pelear porque esto es tuyo Padre. Tú me tienes que levantar. Yo me tengo que levantar y presentar a mi trabajo. Seguí todo el día así, seguí orando e invocando la presencia. Vino el hijo mío y me ayudó y me llevó a acostarme. Me puso en la cama. Al otro día yo dije: Yo no voy a llamar a enferma. Yo no voy a llamar a enferma porque Tú dices que Tú eres mi Padre. Que Tú estás conmigo como poderoso gigante, peleando mis batallas y mis peleas. Y Tú me vas a levantar de aquí’.
Hermanos, yo como pude a las cinco y media de la mañana yo me paré de la cama. Doy fe. Yo me vestí como pude. Salí, cogí mi carro y me fui a trabajar. Y fui ahí caminando al pasito al pasito. Y le doy las gracias al Señor. Nosotros tenemos una situación en el hospital que se llama one-to-one y nosotros atendemos pacientes. Un paciente, sentada todo el día en una silla atendiendo ese paciente cuando son agresivos, cuando tienen problemas de psiquiatría o problemas de que no se pueden mover y eso. Pues nada.
Cuando llegué al hospital, yo tenía más de dos meses que a mí no me ponían a hacer un one-to-one. Yo siempre estaba en el piso, bien duro, en los pisos más pesados del hospital. Así con mi espaldita, le pido fuerzas al Señor que siempre me ayuda. Y nada. Cuando llegué al hospital me dice la supervisora: “Tú vas para one-to-one para psiquiatría”. Yo dije: ‘¡Upa, dé gracias, Señor! Yo venía caminando, yo venía llorando: Gracias Señor porque Tú eres tan lindo”.
Bueno llegué al lugar al lugar donde tenía que trabajar y me senté todo el día, las 8 horas. Como podía me paraba al pasito porque la paciente cuando quería agua o algo. Gracias al Señor era una paciente con problemas… no gracias al Señor, porque la pobrecita estaba bien mala de psiquiatría y se pasó todo el día en la cama con una muñeca pensando que había parido, que había dado a luz. Y yo dije ‘Gracias Padre, por lo menos, Tú me estás permitiendo que yo cumpla con mis 8 horas’. Llegó la hora de irme. Me fui para mi casa. Al segundo día lo mismo, seguí orando, seguía con el dolor pero un poquito mejorcita. Y seguía bien fuerte: ‘Señor, ayúdame, mañana yo tengo que trabajar otra vez. Esto es tuyo Padre’.
Bueno me levanté de igual manera me fui a trabajar y cuando llegó me dicen otra vez: “Tú vas para one-to-one”. Yo digo: ¡Oh, Padre, Señor! Gracias. Yo no sabía ni como darle gracias al Señor por eso. Así pasó. Al tercer día también, hermanos me mandaron para el one-to-one. Y ya al cuarto día que fue el jueves, seguí haciendo one-to-one. Entonces el viernes me mandaron para el piso donde están los viejitos enfermos, el Geriatric. Y nada cuando estuve ahí, el día lo pasé de lo más tranquila trabajando como pude.
Le doy gracias al Señor. Yo pensaba que yo no iba a poder venir hoy a trabajar como ujier. Pero Gracias, yo le doy a mi Señor que yo estoy aquí. Ustedes me han visto moviéndome y todo eso. Gracias a Dios que pienso que él tiene control y ha tenido el dominio mío de mi espalda. Yo les pido que sigan orando por mí porque yo tengo años con este problema. A veces me tumba, a veces me para, pero yo quiero una Sanidad y completa. Que el Señor, definitivamente, el Señor haga la obra en mi espalda. Gracias hermanos. El Señor me los siga bendiciendo.
Pastor Miranda: Bueno, vamos a orar por nuestra hermana. Un momentito, ven, vamos a orar por ti y presentar.
Sí Señor, en el nombre de Jesús, Padre, declaramos sobre tu hija esa Sanidad total que ella necesita, Padre. En este ambiente donde te estamos dando Gloria y donde estamos declarando que Tú eres nuestro Dios sanador. Donde declaramos milagros e intervenciones que Tú has hecho en nuestras vidas, Señor. Nosotros declaramos sobre su espalda, una unción poderosa, Padre. Un toque, Señor, de tu espíritu, deshaciendo toda torcedura, toda imperfección, Señor. Todo desajuste, Padre en el nombre de Jesús. Fortalece lo débil, Señor. Endereza lo que esté torcido, Padre. Quita cualquier obstrucción Señor, cualquier impedimento de que fluya la energía como Tú has diseñado esta espalda, este cuerpo, Señor. Esa cintura.
En el nombre de Jesús nosotros declaramos tu poder sanador sobre esta vida, Padre. Desde la cabeza hasta los pies, desde su nuca, Padre hasta la parte baja de su espalda, señor. Sus piernas, Señor. En el nombre de Jesús todo su sistema neurológico, Padre los regulamos, Señor y establecemos Padre tu normalidad. Dios mío como Tú lo diseñaste este cuerpo Padre, para que funcione, reprendemos todo mal. Gracias Señor, en el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús declaramos sanidad. Amén, Amén, Amén.
Gloria a Dios. Amén, Amén.
Mujer: Mis hermanos yo también quiero dar, declarar una palabra de victoria y dar un breve testimonio. Al igual que la hermana, en Julio me hicieron un MRI y me detectaron que tenía un disco fracturado y las personas que saben que significa eso, es prácticamente cuando la gelatina del disco se sale y presiona contra los nervios. Y como por un mes yo tenía un dolor horrible. Era tanto el dolor que la mano se me estaba durmiendo y no hay posición que te permita estar sin dolor y era difícil para mí identificar si el dolor era en el músculo o era en el hueso. A tal punto que yo llegaba donde el doctor y le decía: ‘Mire haga algo yo no se que es lo que está pasando’.
Me mandan a que me haga un MRI y detectan que tenía dos discos fracturados. La solución es operarte o darte medicina fuerte como antidepresivos, para que entonces bloqueen la sensación en tu mente. Y cuando me dijeron que esas eran mis opciones, o terapia y cuando me dijeron que esas eran mis opciones, me molestó muchísimo. Porque yo soy una persona que gracias a Dios, no tengo que tomar medicina o sea medicinas fuertes y el hecho que me dijeran que tenía que tomar antidepresivos para neutralizar el dolor, me angustie, porque uno sabe que eso tiene muchos efectos alados.
Pero también, mis hermanos, yo creo que a veces uno tiene que simplemente presentarle esas cosas al Señor. Y decirle: ‘Okay, Padre’ y muchos hermanos Diáconos y los Pastores oraron por mi. Porque no sólo estaba bregando con el dolor, pero estaba bregando con la situación: que si tomo o no tomo la medicina. Y lo que yo sentí es: ‘OK. Señor voy a tomar esta medicina porque si Tú quieres que yo siga este tratamiento por ahora yo se Señor que Tú vas a librar de cualquier otra cosa’.
Y eso me enseñó que también uno no puede irse en contra de las direcciones del doctor. Pero siempre yo decía: ‘Señor, yo no quiero tomar esta medicina un día más de lo que Tú no quieras’.
Hubo un día de oración, yo pasé al frente, todavía sentía dolor pero son esos momentos que uno dice: ‘Señor yo voy a declarar por fe que después de estas semanas yo no voy a tomar esta medicina’.
Me enviaron a terapia y, mis hermanos, tengo ya dos meses de no tomar ninguna pastilla y tengo toda la fuerza en mi mano. No tengo dolor, ya la mano no se me duerme. Y la Gloria y la Honra es para el Señor. Y uno tiene que estar siempre agarrándose de la mano del Señor. Y aunque uno no lo crea, mire mi hermano, hay que declarar la victoria y la sanidad en el cuerpo porque Dios es fiel. Gracias.
Myriam Díaz: Hermanos, que el Señor les bendiga. Mi nombre es Myriam Díaz. Mi hijo Ricardo Antonio Díaz fue diagnosticado con Hutchinson linfoma que es un tipo de cáncer. Fuimos al tratamiento, nosotros nunca aceptamos el diagnostico, siempre dijimos “Ricardo no tiene. Ricardo fue diagnosticado”. Ricardo dio su testimonio y previamente había que hacerle otro examen y cuando le iban a hacer el PET scan, el Señor me había dicho: “Reúne los elders de la Iglesia -los ancianos- y yo había hablado con el Pastor para que ese domingo reuniera a los ancianos pero el señor que canta, el artista que canta estaba aquí -Ron Cannoly- y se tardó tantísimo que se le fue al Pastor de rabal. Entonces el miércoles -pero nosotros tenemos un Dios bien grande- y cuando tú clamas a Dios por encima del Pastor, el Señor lo va a hacer. Entonces el miércoles llegó y yo quería que mi hijo viniera aquí al servicio del miércoles y yo le dije: ‘Pues, Señor, la honra y la gloria para ti. En un servicio pequeño da igual’. Pero el martes le habían dado tratamiento a mi niño y no pudo venir. Y yo estaba un poquito desesperada y la cita de él era el viernes y yo le había dicho al Señor: ‘Entonces me voy para otra iglesia porque los ancianos de la iglesia tienen que orar por él’.
Pues no se pudo, el nene siguió enfermo. Entonces cuando fui a la cita el viernes, en el Children’s Hospital la máquina se dañó y no pudieron hacerle el scan. Ya yo se lo había dicho al Señor, yo le dije al Señor: “Yo hice todo lo que yo pude, todo lo que estuvo a mi alcance. Ahora te toca a ti. Si los ancianos no oraron por él no fue por falta de yo no seguir las instrucciones”. Martes la máquina seguía dañada, miércoles seguía dañada y se vino a arreglar el lunes próximo después que los ancianos de la iglesia oraron por mi hijo. Y para la Gloria y la Honra del Señor, Ricardo no tiene nada.
Pastor Miranda: Amén. Bueno. Yo desaté una -no voy a decir un avispero- algo santo aquí. Voy a decir amén. Este es el sermón que Dios quiere, hay que darle Gloria al Señor. Porque hemos pedido tanto porque Dios haga milagros y sanidades. Hay que darle Gloria a Dios y que nuestra Fe se fortalezca al escuchar estas experiencias de nuestros hermanos.
Mujer: ¡Aleluya! Cuando hay en nosotros un espíritu en nuestro corazón, hermanos, ¿verdad que no podemos callarlo? Yo doy gracias al Señor porque yo he tenido cuatro sanidades. Aquí he tenido dos sanidades. Hermanos, cuando el Señor sana a uno, sana de un todo. No tenemos porque estar sintiendo el dolor o la cosa ¡no!
Yo me vine de Honduras hace dos meses. Yo venía con mi vista roja, roja. Los doctores de allá uno de ellos me dijo: “Su vista va a ser perdida. Su vista va a ser chupadita y ya no” -me dice. Yo fui operada hace tres años y la circulación de mi cuerpo tanto me ha molestado como no hay verdad. Pero yo le dije: “Doctor, yo tengo un amigo. Yo tengo un sanador de arriba que es Cristo”. Me dice: “Mire, aquí tiene una medicina que usted estarla tomando. No le voy a garantizar que usted va a mirar, que usted va a recobrar su vista”. Le dije: “Si, doctor, pero yo es lo que le digo que yo tengo quien va a volver mi vista”. “¡Ah, bueno!” me dice. Yo le avisé a mi familia acá e inmediatamente me mandaron a traer.
Yo doy Gloria al Señor porque yo me sentaba, hermanos, yo no podía mirar mi Biblia. Yo no podía mirar las letras, solo miraba en negrita mi Biblia. Me daba un dolor en mi corazón. No podía dejarla en la casa sino que tenía que traerla. Yo miraba al hermano predicar, yo solo miraba el bulto, no le miraba nada. Y doy Gloria al Señor porque el día de hoy yo miro su rostro. Mi nieta me pidió una Biblia con letra grande. Estuvo como cuatro o cinco días para llegar. Yo estoy leyendo lindamente porque mi… este ojo tengo la córnea de abajo del ojo inflamada y el doctor, pues él me dijo ‘lo tiene inflamado. Le voy a dar unas gotitas’. Pero yo he estado con la fe completamente y estoy mirando completamente, no bien, bien pero ya puedo leer la Biblia. Ya puedo mirar la claridad. Que el Señor sea Glorificado...
Pastor Miranda: Amén, hermana. Gloria a Dios. Amén.
Isabel: Hermano, que el Señor continúe bendiciendo. Voy a ser bien al punto. Tengo tres problemas en la columna: tengo una desviación, tengo artritis degenerativa por los médicos y tengo dos espolones en el medio de la columna en la parte de adentro pero no se puede operar y me ha pillado un nervio. Los dolores son increíbles. Estoy en medicamentos bien delicados. Aparte de eso, últimamente, aparte de que tengo artritis en otras partes de mi cuerpo, son unos dolores que me cogen toda la coyuntura que cuando me levanto se me hacen difícil los dolores en las plantas de los pies.
El Señor siempre -que es lo que yo quiero dejar en los corazones de ustedes porque yo estoy tratando de bregar con esa situación- una de las cosas que el Señor me ha declarado, la palabra de Dios dice: “Por las llagas de Jesucristo hemos sido curados”. Entonces ¿por qué eso no pasa? Entonces es porque nosotros declaramos lo que sentimos, lo que vemos y lo que creemos nosotros, menos la palabra de Dios. Y ahí es que está el key del asunto: declarar lo que dice la palabra de Dios. Y en eso estoy. Porque no es difícil, uno con un dolor fuerte, declarar que yo estoy bien.
Y le doy gracias al Señor porque me da la oportunidad de que nadie cree lo que yo tengo porque Dios me permite arreglarme en medio de toda la situación de dolor y depresión. Porque el dolor me ha dado una depresión fuerte. Así es que lo que tenemos que hacer es un ejercicio que es lo que yo estoy haciendo de que aunque yo esté con todo mi dolor, yo digo: ‘Estoy bien’ por fe y ya los hermanos saben que la situación está pero yo declaro que estoy bien. Y Dios nos da la fortaleza todos los días, para hacer -aún a veces con limitaciones- las cosas más importantes y darle prioridad.
Pero que no olvidemos que si Dios está con nosotros y además de eso el Señor -en medio de eso- algo muy importante me ha bendecido porque cuando yo comencé los problemas el Señor me dijo a mí, me mostró la cruz y me mostró todo lo que pasaba porque yo me ponía más impía que cualquier impío, mis hermanos. Soltaba por la boca veneno. Le pedí al Señor que me preparara y me llevara. Y me ponía con los muchachos bien agresiva y entonces los médicos decían que era por causa del dolor. Y el Señor me mostró todo lo que Él pasó y ¿qué hizo? Y ya yo cuando estoy en medio de esa situación, me meto en mi cama, me tomo mi pastilla y me pongo en comunión con el Señor. Y he sellado mi boca porque Dios me dijo ante el dolor grave, el Señor me dijo: “O te sometes o la prueba será mayor” y a los tres meses la prueba fue heavy. Así que el Señor les bendiga.
Pastor Miranda: Amén. Vamos a orar por ti. Ven hermana. Y vamos a dejarlo ahí, ya. Para el próximo domingo -porque siento ya, este es el tiempo- hemos dado gloria al Señor y sí vamos a tener otros momentos en que vamos a poder darle gloria. Así que resérvese testimonio y vamos a tener otros momentos. Pero siento que ya es el tiempo de terminar con esta parte.
Padre, presentamos a Isabel delante de ti y pedimos Señor que Tú hagas una obra en su espíritu, sus emociones, su mente, así como su cuerpo también que necesita urgentemente un toque tuyo, Padre. La bendecimos. Bendecimos su familia, Padre y pedimos que hagas una obra, Señor en esas áreas que ella señaló delante de tu pueblo, haz una obra de Sanidad, Padre. Lo declaramos así en el nombre de Jesús.
Y te damos gracias por estos testimonios recibidos, Señor. Y creemos que Tú vas a estar haciendo cosas mayores.
Declaramos que estos son simplemente principios de milagro, Señor, que Tú haces en medio de tu pueblo. Declaramos tu poder Sanador, Padre. Pedimos que Tu Gloria se desate, Señor, en medio de tu pueblo. Necesitamos poder dar grandes testimonios, Señor, en este tiempo en que los hombres niegan tu presencia y tu poder.
Declaramos que Tú eres más que poderoso, más que suficiente, Señor y que veremos cosas mayores. Declaramos así: milagros grandes, milagros poderosos, Señor. Milagros que dejen a la gente boquiabierta. Milagros que no puedan ser controvertidos, ni negados, ni contradichos por la persona más escéptica, Señor incluyendo cualquier médico, Padre de esta ciudad.
En esta ciudad hay tanta medicina, Señor, los mejores médicos, mejores hospitales, mejores lugares de investigación médica, mejores maquinarias, Señor en que muchos de esos médicos no te glorifican ni creen en tu poder.
Pedimos que en esta ciudad, Señor, donde la medicina ha llegado a un nivel bien alto, y te damos Gracias por esos médicos, Padre. Te damos gracias por los avances de la ciencia porque son un paliativo pero declaramos, Señor, que en esta ciudad donde hay tanta medicina humana, la medicina de tu Espíritu Santo y el poder de tu palabra y los dones sanadores de tu espíritu, Padre y la palabra profética, la palabra apostólica, la palabra ungida, señor, harán milagros que pondrán en vergüenza todo avance, todo invento, toda técnica, toda tecnología de los médicos y será evidente que Dios es el mismo ayer, hoy y por los siglos.
Así lo declaramos y abrimos este lugar, Señor, para la manifestación de tu Gloria. En el nombre de Jesús. Nosotros decimos amén, amén. Gloria al Señor, amén, amén.
No conformarse con menos que lo mejor
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La palabra del Señor como decía, quiero ser obediente a la palabra de Dios y quiero ir a un pasaje. Primero de Crónicas capitulo 13. El Señor me cambio un poco el sermón, no un poco bastante por que voy a predicar otro Sermón diferente al que yo tenia.
¿Ven lo que digo acerca de que tenemos que creer, que hay que hacer lo que Dios quiere y no lo que nosotros queremos y nos proponemos y Él nos provee y El nos bendice, no?
Así que los dos vamos a cocinar este Sermón juntos, ustedes y yo ahora y el Espíritu Santo ¿Está bien?
El capitulo 13, donde vemos que David después de ser instalado como Rey, en Israel, una de las primeras cosas que él se propone hacer es, traer el Arca. ¿Cuántos han oído hablar del Arca, del pacto? El Arca, ok la mayoría, ¿todos? ¿Cuántos no han oído, no saben lo que es El Arca? No tenga vergüenza levante su mano OK.
Él propone traer El Arca a Jerusalén y ese es uno de sus primeros actos oficiales como Rey, y… Qué bueno sería si tuviéramos un presidente, se me ocurrió así de momento, si dijera una de mis primeros actos oficiales va a ser asegurarnos de que traigamos la Gloria de Dios a Estados Unidos.
Hoy en día, desgraciadamente tenemos un presidente y lo digo así, hay muchas cosas buenas que lo recomiendan ¿no? Es un hombre inteligente y muy sabio y lo digo con respeto pero hoy en día mucho de estos presidentes lo que quieren es restaurar la homosexualidad, su naturalidad aquí en los Estados Unidos, quitar las reglas que impiden que los homosexuales sean parte del ejército, quitar los impedimentos que hay, para un comportamiento que es destructivo.
Promover el aborto en nuestra nación, cosas que maldicen a nuestra tierra. Amamos a los homosexuales, amamos a cualquier mujer que haya tenido un aborto y se haya arrepentido de ello. Pero nosotros creemos que cuando un Presidente, cuando hombres y mujeres de estado promueven estas cosas, "maldicen la Tierra" y por más buenas intenciones que tengan y por más programas federales y oficiales que traten de hacer para mejorar la justicia en esta Nación, todo va a resultar en arena y muerte, porque Dios no se contradice a sí mismo
Así que ¡ojala que haya gobernantes en nuestra Tierra que sean verdaderamente, que pongan la prioridad donde tiene que ir! Suena muy fuerte para las diez y media de la mañana hermanos, ¿me disculpan? Pero me vino eso a la mente y no quiero reprimirlo por que yo creo que tenemos que hablar la verdad en este tiempo. Hay otras cosas, hay otras sutilezas que podríamos poner allí pero esa es la verdad y hay que decirlo de esa manera.
David tenia un corazón que amaba a Dios y por eso una de las primeras cosas que él hace es tratar de traer El Arca de Dios y ponerla de nuevo en Jerusalén y les voy a decir por que él trata de hacer eso.
Pero déjenme no adelantarme demasiado y vamos al capitulo 13 y entonces dice, aquí en el versículo 9, “Entonces David -son dos o tres capítulos así que voy a tener que saltar versículos- David tomó consejos con los capitanes de millares y de centenas y con todos los Jefes y dijo David a toda la Asamblea de Israel, "Si os parece bien y si es la voluntad de Jehová nuestro Dios enviaremos a todas partes por nuestros hermanos” y Versículo 3 :"Y tráiganos el Arca de nuestro Dios a nosotros, porque desde el tiempo de Saúl no hemos hecho caso de ella"
Fíjense eso, dice, “desde el tiempo de Saúl no hemos hecho caso de ella”, eso me impresiona al leer esa parte. Y dijo toda la asamblea “que se hiciese así, por que la cosa parecía bien a todo el pueblo”.
Una pregunta, aunque me doy cuenta ahora mismo mientras leo: ¿Por qué él tomó consejo con los capitanes y con los Jefes? ¿Por qué con los militares primeramente? Yo creo que era porque El Arca, El Arca del pacto, ¿Ustedes recuerdan? Dios mandó que se hiciera un Arca con unas dimensiones bien específicas, que era como el símbolo de su gloria, era como su presencia misma habitando simbólicamente en medio de su Pueblo.
En ese Arca era como un cofre se levantaba una tapa, encima de esa tapa había dos querubines; de paso, dicen que un querubín miraba en una dirección y el otro en la otra opuesta, pero sus alas que estaban abiertas se tocaban una a otra y adentro de esa Arca había El Maná -parte del Maná como recuerdo de la liberación de Egipto- había la vara de Aron también, que floreció, y estos eran símbolos de la presencia de Dios en Israel, los milagros de Dios.
Esa arca se guardaba en el lugar santísimo donde solamente el Sumo Sacerdote podía entrar una vez al año, en el día de Expiación para interceder por los pecados del pueblo. En ese lugar Santísimo se suponía que habitaba la misma presencia de Dios, me imagino en forma muy condensada.
Pero esa Arca vino a ser como símbolo de la presencia de Dios en medio de su Pueblo y esa Arca muchas veces los guerreros la llevaban delante de ellos con los Sacerdotes a la guerra como símbolo de la compañía de Dios, con los ejércitos del Dios vivo cuando peleaban contra sus enemigos, como símbolo de que los ejércitos de Israel necesitaban la presencia de Dios para pelear sus batallas.
El Arca era sumamente sagrada y por eso yo creo que él consulta con los soldados, los generales, porque estaban en un sentido, como desprovistos de ese apoyo tan importante para la guerra y para la peleas que el pueblo necesitaba emprender, estaban desamparados en cierto sentido y por eso David que era un hombre de guerra y un estratega muy logrado, pensó: “¡Ey! Necesitamos tener El Arca de nuevo en medio de nosotros, necesitamos traerla de nuevo a su lugar, instalarla adonde tiene que estar.”
¿Qué había pasado? ¿Por qué el Arca estaba descuidada? Fíjense lo que dice aquí: "no hemos hecho caso de ella desde el tiempo de Saúl." Fíjense lo que había pasado ¿qué pasaba en el tiempo de Saúl? La presencia de Dios no estaba en Israel. Había un Rey que era un hombre que se había pervertido, era un hombre tosco de entendimiento, no tenia discernimiento Espiritual su corazón se había apartado de Dios.
Dios lo había desechado, en el Sacerdocio estaba Elí como Sumo Sacerdote, un hombre ya anciano que también había perdido el entendimiento Espiritual. Sus hijos que eran Sacerdotes también se habían pervertido y hacían todo tipo de cosas deshonestas y había corrupción moral y había corrupción financiera, entre los Sacerdotes en Israel y Eli nunca había corregido a sus hijos que abusaban de la autoridad de su padre. Y Elí también había perdido la bendición de Dios, no tenia la aprobación.
¿Qué pasa en una Nación cuando tanto las autoridades civiles se han apartado de Dios y la bendición de Dios no esta sobre ellos, como también las autoridades eclesiásticas se han apartado de Dios y tampoco la bendición de Dios esta sobre ellos? ¿Qué pasa? La presencia de Dios se va, la presencia de Dios esta impedida, los dones del Espíritu, la unción de Dios, el Shalom de Dios no puede habitar en una tierra así.
Entonces, los Hebreos no tenían discernimiento y creían que ‘Bueno tenemos El Arca vamos a usarla, porque Dios dijo, donde estuviera El Arca ahí estaría su Poder,” y se metieron en una guerra con los Filisteos 20 años atrás, de paso por que no tenemos ocasión de leer todos los pasajes. Esto me vino a mi últimamente especialmente cuando estaba ahora en Texas me puse a leer estos pasajes y llevaron El Arca y sufrieron una terrible derrota y los filisteos enemigos de Israel acérrimos tomaron posesión del Arca.
¿Qué pasa cuando la gente cree que simplemente la presencia de Dios es cuestión de ritos vacíos, programas, cantos, cosas físicas y no de la presencia actual de Dios que bendice esas cosas? ¿Qué pasa muchas veces en las Iglesias? La presencia de Dios se ha ido.
Pero la gente sigue cantando igualito, los órganos siguen tocando igualito, los micrófonos se prenden cuando comienza el servicio. Se hace todo lo que hace una Iglesia, el símbolo del Arca que para suscitar la presencia y el mover de Dios. Pero Dios no esta en ninguna de esas cosas y creemos que con esas alabanzas huecas vacías, ese programa esos rituales vacíos que no representan verdaderamente un pueblo que está viviendo y gozando de la presencia de Dios y creemos que con eso vamos a recibir la bendición y tener éxito en nuestras batallas, nuestras peleas contra el Diablo y todas las fuerzas que quieren destruir nuestra vida. Sufrimos derrota.
Dios no se enamora de un pedazo de madera aunque este cubierto de oro y un símbolo y aunque lo haya bendecido en otro tiempo. El Arca en sí no tenía nada, el Arca era simplemente un símbolo de la presencia de Dios. Uno hubiera pensado "Dios nunca va ha permitir que esa Arca sea tomada."
Fue tomada, fue tomada por que ahí no estaba la presencia Dios en ese momento y es algo para nuestras Iglesias, porque muchas veces nosotros seguimos haciendo las mismas cosas de la vida Cristiana y nos preguntamos, ¿Por qué Dios no me bendice? ¿Por qué yo no tengo sanidad? ¿Por qué no tengo prosperidad? ¿Por qué en mi familia no hay bendición? ¿Por qué mi estado emocional no cambia? ¿Por qué mis finanzas no son bendecidas? Bueno hermano muchas veces quizá es porque la presencia de Dios no está con nosotros y tenemos que buscar ese Poder de Dios, tenemos que ir donde esta el Poder de Dios y hacer real los ritos en los cuales participamos.
Si nosotros venimos a la Iglesia simplemente creyendo que porque el Pastor o los músicos van a hacer ciertas cosas yo voy a ser bendecido, apártese de esa idea. Usted tiene que participar activamente en la acción para que tenga significado. Las acciones solas no significan nada, lo que significa es el corazón que se une a la acción y lo actualiza y lo convierte en poder de Dios.
Entonces los Judíos se metieron a la guerra con un Arca vacía ¿y qué pasó? los Filisteos lo derrotaron completamente y le arrebataron el Arca y se la llevaron. Larga la historia. Dios allí defendió su nombre, mientras El Arca estaba en el poder de los Filisteos y obligó a los Filisteos a devolverla, un pasaje precioso quizá en otro día lo vamos a discutir, pero Dios mostró que esos enemigos de Él no podían quedarse sin embargo con ese símbolo tan precioso, y El Arca fue devuelta con mano fuerte y brazo extendido a Israel, pero se quedó como descuidada, en la casa de un hombre que la recibió y allí estuvo casi veinte años, simplemente descuidada.
¿Por qué? Porque en Israel no había entendimiento espiritual: ‘bueno se robaron El Arca y ahora está en algún sitio por allí y bueno que lastima.’ Pero no había el entendimiento espiritual profético para discernir que esa Arca tenía que ser devuelta a su lugar Santísimo donde tenia que estar, como había tosquedad había torpeza Espiritual, el Pueblo no entendía lo importante que era tener ese símbolo de la presencia, de los dones, del poder de Dios en medio de Israel. Claro, si los dirigentes no tenían entendimiento Espiritual, donde no hay discernimiento, dice el Pueblo perece, donde no hay sabiduría, donde los líderes Espirituales no tienen entendimiento de la necesidad del Poder y la presencia de la Gloria de Dios, el Pueblo, el pobre hace lo que puede pero están patinando siempre sobre el mismo lodazal.
Pero cuando viene David que es un hombre que tiene Espíritu profético y que entiende así de una manera instintiva lo que es el Poder de Dios y como movilizar el poder de Dios. Él dice ‘¡Guau esto es un escándalo! ¿Cómo es posible que tengamos descuidada el Arca de Dios ahí en un… warehouse? ¿Cómo se dice warehouse en español? Alguien ayúdeme, un almacén, un almacén. ¿Cómo es posible que la tengamos allí metida con los caballos y cogiendo polvo descuidada en un sitio? Vamos a restaurar el…
David era sumamente cuidadoso de la gloria de Dios, ¿recuerda eso? Necesitamos que Dios nos de un celo nuevo y fresco por la gloria de Dios, en nuestras Iglesias. Entonces David dice, consulta con los lideres nacionales ‘tenemos que traer esta Arca’ y todo el mundo dice ‘Claro que sí’ .Amen, vamos a traerla, hermanos yo siento, ¿por qué estoy predicando esto?
Siento que Dios me a hablado en este tiempo acerca de la necesidad de nosotros buscar la Gloria de Dios mas y mas como Iglesia y como Iglesia Universal de Cristo en toda la Tierra. La Gloria de Dios ha sido desestimada, no hemos hecho caso de la Gloria de Dios como dice David.
Yo creo que tenemos un Pueblo una Iglesia en este tiempo que no entiende verdaderamente lo que es la Santidad y la Gloria de Dios. Un Pueblo que no entiende lo que son los misterios de Dios y como se mueve el Poder de Dios y como se suscita y se activa el Poder de Dios para que la Iglesia pueda llevar acabo las tareas que Dios le ha encomendado. Y yo creo que la Iglesia de Jesucristo como yo decía, el domingo antepasado hay cosas que Dios va a estar restaurando en este tiempo, cosas que han estado en desuso como el Arca, han estado en descuido, han estado desatendidas.
Y yo creo que El Señor va a llamar a la Iglesia a que vaya a esos lugares descuidados y vuelva a sacar esos utensilios del templo y esos elementos, esos artefactos que son necesarios para la adoración verdadera. Porque Dios se mueve a través de la adoración de su pueblo. Dios se mueve atreves de un corazón hambriento. Por eso es que tenemos que pedirle al Señor: ‘Padre ayúdanos cada día, enséñanos como enamorar tu presencia y como desatar tu presencia en nuestras reuniones, para que se hagan las cosas que tú quieres que se hagan en medio de nosotros’.
Yo siento que tenemos que pedirle al Señor: ‘Ayúdanos a ponerle carne, hueso y Espíritu a todo lo que hacemos, a todos los programas, a todas las cosas’. Yo espero que ese no sea mi celular porque me daría una vergüenza tremenda. No, OK ¡uf! Porque así es que suena el mío. Así es que suena la alarma, porque a veces uno pone la alarma y ni sabe para que la puso y suena en el momento menos apropiado. ¡Y yo que siempre hablo de los celulares! El caso es que hermanos yo creo que lo que Dios esta pidiendo a su Pueblo en este tiempo es que aprendamos a enamorar su presencia.
No lo puedo poner de otra manera, suscitar, activar, levantar su presencia en nuestros hogares en nuestros servicios. Como esta mañana que nos involucramos en ese momento de pedir la presencia de Dios y cuando la presencia de Dios desciende , los dones comienzan a fluir, el aceite activa la máquina entonces es más fácil uno fluir en eso.
‘Señor ayúdanos enséñanos como hacerlo’ en una manera genuina, no una manera mecánica, pero una manera genuina del corazón, porque yo siento que eso es lo que hace la diferencia, “esa unción que pudre el yugo” como dice la Biblia. Ese aceite que pudre la soga y hace que se rompan y fluya la presencia de Dios y las ataduras se rompan y fluya la sanidad y fluyan los dones, el entendimiento, el discernimiento, la palabra de sabiduría, la sanidad.
Es en medio de la presencia de Dios donde se mueve eso. El Señor se mueve en la adoración, el Señor se mueve en la alabanza, El Señor se mueve cuando nosotros declaramos sus atributos. Entonces Él acude y cuando Él está presente en un lugar el Diablo tiene que huir, con todas sus enfermedades, con todas sus ataduras, todas sus sogas y sus cadenas se las tiene que llevar con él, huyendo porque la presencia de Dios esta allí.
Yo creo que cada día más y más: Señor ayúdanos a activar tu presencia y ayúdanos a ser tales como hijos tuyos que podamos facilitar tu presencia en nuestros hogares, nuestros lugares de trabajo, nuestras Iglesias, nuestras oficinas, nuestros carros, nuestros dormitorios, que tu presencia pueda estar en esos lugares y habitar allí Señor. Porque donde está la presencia de Dios hay libertad como dice el corito.
Esa Arca era símbolo de la presencia de Dios, la Gloria Yekina se suponía que estuviera ahi, donde estuviera esa Arca, ahí estaba la presencia de Dios y David entendía esto y él quería traer esa Arca. En David había un Espíritu de adoración David era el máximo adorador, era un hombre que adoraba al Señor, ustedes lo van a ver adorando al Señor dentro de un momento si nos da tiempo.
Lo importante es eso, si hay algo que se puede quedar en nosotros de este Sermón es solamente eso: que Dios quiere hacer descender su Gloria de nuevo sobre la Tierra sobre sus Iglesias, pero el necesita un Pueblo que este hambriento de su Gloria y de su Presencia, un Pueblo renovado, un Pueblo con entendimiento, un Pueblo que no se contente con la rutina, un Pueblo que no se contente simplemente con lo normal, lo mediocre, lo básico.
Cuantos de nosotros le damos a Dios solamente un poquito de nuestras vidas y creemos que ya le dimos la gran cosa, ya estamos agotados, cansados por que fui a la Iglesia el domingo y ya no hay más nada. Si nos invitan un miércoles, no como es posible como se atreven no saben que yo tengo tantas otras cosas que hacer en mi vida. Somos tacaños con Dios, somos mezquinos y miserables para con Dios.
¿Usted cree que Dios va a fluir de esa manera en su vida? ¿Usted cree que Dios va a fluir en la vida de una persona que solamente le da con una cucharita de esas de té adoración y alabanza? A Dios le gusta la gente como David que adoró al Señor, se olvidó que era el Rey y se quedó casi en paños menores adorando al Señor y no le importó que estuvieran ahí las cámaras de televisión transmitiendo nacionalmente, internacionalmente. Eso es un poquito de exageración mía pero por si acaso, no vayan a pensar: ¡Ups! un momento.
El adoró al Señor con toda soltura, el era un adorador de primera, todos esos Salmos que él escribió, él era un adorador tremendo, por eso Dios lo amaba tanto. ¿Usted no ve que Dios siempre se mueve en la alabanza en la adoración? Gente que ama el corazón de Dios con toda su mente con toda su fuerza, esa es la gente que Dios verdaderamente honra y bendice. Como la mujer que le trajo el vaso de Alabastro, un perfume carísimo y era una mujer pobre y quebró ese vaso de perfume le tumbó la cabeza y derramó el perfume costosísimo sobre Jesús porque tenia tanta adoración en ella y secaba los pies de Jesús con su cabello y lloraba lágrimas de amor sobre Él.
Él Señor no se escandalizó de nada de eso, Él lo recibió todo. Mientras el mezquino ese Fariseo Simón miraba críticamente y decía: “Si este hombre fuera un verdadero profeta no permitiría que esa mujer se le acercara”. El Señor sabía quien ella era, pero sabía también que ella lo amaba y lo adoraba y había recibido bendición y por eso tenia tanto amor y por eso el Señor le dijo: "Déjala tranquila, no te atrevas a criticármela. Porque ella ha discernido que me está ungiendo para mi sepultura”.
¿Qué pasa? Cuando hay adoración los dones fluyen, ella discernió espiritualmente en ese momento, por el Espíritu Santo, sin saberlo que a Jesús lo iban a sepultar y era como una unción profética la que ella estaba haciendo sobre el cuerpo de Jesús. Porque donde hay alabanza donde hay adoración, donde hay apetito por la Gloria de Dios, Dios viene, Dios es agradado, busque en la Biblia cuantas veces la adoración desata el poder de Dios y por eso David ,déjame quedar un momentito allí, porque ya queda poquísimo tiempo, yo quiero ser sabio en el uso del tiempo.
Pero fíjese hay varias ocasiones en la escritura, yo continuaré con esto, hay varias ocasiones en la escritura donde en medio de la oración y ministración al Señor los dones caen y fluye el poder de Dios. Por ejemplo si usted busca en Hechos, Capitulo 13 dice allí que un día se reunieron unos profetas y siervos del Señor , para ministrarle al Señor, dice, específicamente.
Puede haber sido -a veces yo he pensado que fue un sábado por la mañana fíjese- no se por qué, no hay nada en la Biblia que sugiera. Pero yo imagino a estos hombres llegando como a las diez de la mañana a una de las casas ¿no? y vienen todos bien serios a adorar al Señor dice que- versículo 2 bueno un poquito antes- ‘Había entonces en la Iglesia que estaba en Antioquia Profetas y Maestros Bernabé, Simón -el que se llama Ariger- Lucio de Sirene Manahen -que se había criado junto con Herodes el Petrarca, Isaulo.
Usted imagine estos Titanes llegando por la mañana del sábado a una casa quitándose el abrigo con una cara seria porque venían a hacer una cosa bien clara al Señor. Yo digo hermanos, mire, cuando usted pueda únase con cuatro o cinco personas en una casa y adore al Señor. No tiene que ser la Iglesia solamente.
A mí me encanta cuando yo oigo de hermanos y hermanas que se reúnen en su casa, mire no tiene que haber -a veces creemos que tiene que haber un coro con diecisiete instrumentos y cuatro micrófonos y cuarenta bocinas para que la presencia de Dios se manifieste- a veces coja un día fuera de lo ordinario y reúnase con cuatro o cinco de sus amigas o amigos y reúnanse en una sala de una casa y comiencen a adorar al Señor y partan el pan de la palabra.
Uno coge un pasaje y lo comparten en armonía. No tenga guille de Profeta o de Apóstol. Porque muchas veces ¿sabe? se ponen a pelear uno con los otros porque el hermano monopoliza y comienza a predicar todo un Sermón con tres punto y cuatro poemas y todos los demás hermanitos ahí. ¡No! Comparta si tiene una palabra déla, no monopolice eso es lo que pasa, mata muchas veces es el ego de los hermanos, pero compartan como hermanos el pan de la palabra, adoren al Señor, canten unos cuantos coros y minístrense unos a otros en el Espíritu de Jesucristo. Prefiriéndose, humillándose uno delante de los otros y declaren la gloria de Dios sobre sus vidas, su Iglesia, sus ministros, su familia, sus amigos y después váyanse para sus casas tranquilitos y yo le aseguro que eso va a ser de gran bendición.
Porque a Dios le encanta ‘Donde estén dos o tres reunidos en mi nombre allí yo estaré’ y a Dios le gusta esas reuniones sencillas en los hogares, en las casas. Nos hemos puesto demasiado sofisticados a Dios le gusta que su pueblo se reúna y lo adoren así sencilla, extraordinariamente y que lo adoren ahí en esos lugares. Ahí muchas veces se dan cosas que uno ni siquiera se imagina.
Estos hombres llegaron allí tenían el Espíritu profético y llegaron con deseos mire lo que dice aquí dice: ‘Y ministrando estos al Señor y ayunando dijo el Espíritu Santo’. Ahí dice ministrando estos ¿a quien? al Señor, ¿Qué quiere decir esto? ¿Qué quiere decir la palabra ministrar? Eso quiere decir sirviéndole al Señor, ¿de dónde viene la palabra ministerio? Es de servicio.
Esta gente estaba ministrándole al Señor es decir adorando al Señor, estaban como un mozo que le sirve a un cliente la sopa, el agua, el postre.
Cuando nosotros venimos a la Iglesia, ¿sabe a qué venimos? A ministrarle al Señor. Eso es lo único que nosotros venimos a hacer, es a declararle al Señor sus atributos, reconocerle lo que Él es, mencionar sus principios, dedicarle ese tiempo al Señor.
Mucha gente viene a la Iglesia y no sabe a que viene a la Iglesia. La mayoría de los creyentes, yo creo desgraciadamente, hermanos, venimos a la Iglesia a un show o venimos a la iglesia porque es bueno ir a la Iglesia y nos sentamos allí, pero nuestra mente no está enfocada, no entendemos a que es que vamos a la Iglesia. Cuando uno va a la Iglesia uno va a ministrarle a Dios. Todo lo que se hace tiene que estar encabezando y guiándose hacia una sola cosa y es agradar al Padre, adorar al Padre y traer gozo a su corazón y darle la Gloria que sólo Él se merece.
Cuando nosotros adoramos al Padre, estamos haciendo lo que el Diablo se rehúsa hacer y lo que la mayoría de los seres humanos se rehúsan a hacer que es darle la Gloria a Dios y nosotros decimos: aunque ustedes no se la den, nosotros se la vamos a dar. Y entonces venimos a la casa del Señor y nosotros lo adoramos y lo Glorificamos y exaltamos su nombre y todo lo que se hace está encausado hacia darle Gloria y Honra a Él solamente.
Por eso es que cuando usted venga a la Iglesia yo les suplico: "entienda a qué usted vino" y dígase claramente: “yo he venido a ministrarle al Señor, yo he venido a asegurarme de que yo deje todo aquí antes de irme de regreso a mi casa. Yo deje toda la Gloria, toda la honra que está en mi corazón, el agradecimiento. Todo ahí a los pies del Señor.”
Cuando yo me vaya me voy vacío porque se lo dejé todo a Dios, y eso es lo que a Dios le agrada eso es lo que desata el poder el mover la bendición de Dios en nuestras vidas. Eso es lo que hace cuando salimos: salimos sudados, salimos refrescados, salimos como un atleta después de correr diez millas y está todo sudado, pero se siente, las endorfinas están por las nubes.
Se siente gozoso y alegre, liviano de cabeza, porque ha hecho lo que tenía que hacer y su cuerpo está contento. Eso pasa con el Espíritu cuando le damos al Señor toda la Gloria, toda la honra y podemos entrar en esa intimidad con Dios. Eso es lo que desata el Poder, la bendición en nuestras vidas, y eso es lo que Dios está buscando un pueblo que lo adore en Espíritu y en Verdad. Esas dos cosas son tan importantes, en Espíritu y en Verdad.
Es interesante lo que le pasó a David, porque David yo creo que quiso adorar al Señor en Espíritu pero no lo hizo en Verdad y hubo problema la primera vez, hubo muerte. Esa es parte de la historia, la trama esta, porque a veces tenemos buenas intenciones pero no tenemos como adorar al Señor verdaderamente. Como Él ha dicho que se le adore, no tenemos la verdad, la parte de la verdad, tenemos el Espíritu buenas intenciones, pasión, deseo de adorar al Señor, pero lo hacemos indisciplinadamente y eso no es suficiente. Tiene que haber estructura, tiene que haber claridad, tiene que haber verdad Bíblica debajo de la adoración para que Dios la reciba como es debido y tenga su impacto.
Entonces David, y bueno de nuevo, vamos a ver por un momento, regresando a lo de estos hombres todos varones ¿no? Dice que: ‘Ministrando estos al Señor, gracias a Dios que dijo ministrando al Señor, porque si hubiera dicho solamente ‘ministrando estos’ uno no entendería claramente que fue lo que paso allí. ‘Ellos estaban bendiciendo al Señor orando, leyendo la palabra’.
Era todo como una gran solicitud para que Dios fuera agradado y estaban en ayuno. Ayuno es una palabra que hoy en día ni sabemos como deletrearla muchas veces. Muchos de nosotros necesitamos ayunar y pedirle al Señor que nos de la fortaleza. El ayuno es poderoso, el ayuno tiene poderes. Tenemos que descubrir estos artefactos que están escondidos y descuidados. Tenemos que pedirle al Señor capacidad para entender, en esa combinación de alabanza, adoración, ministración de la palabra, profecía ministrándose unos a otros.
¿Que pasó? Dijo el Espíritu Santo, el Espíritu Santo habló, se manifestó. No fue que el Espíritu Santo habló -digamos en una manera, yo no creo que fue audible- como que salió una voz del aire, que dijo lo que sigue. Pero fluyó profecía. Uno de estos hombres que eran Profeta, el Espíritu Profético vino sobre él y él Profetizo y dijo: " Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado". Entonces habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.’
Hermanos, ese es el momento, uno de los momentos mas importantes en toda la historia de la Iglesia en los dos mil años que tiene la Iglesia de Jesucristo sobre la Tierra ese es uno de los momentos más importantes ¿Por qué? Porque allí se inició el ministerio del Apóstol Pablo. Hasta ese momento Saulo era simplemente un hombre conocido así un poquito porque había sido un Fariseo perseguidor de la Iglesia, se había convertido, pero era más bien simplemente un siervo de Dios pero no tenia autoridad.
No tenía un llamado todavía específico ministerial. Pero desde ese día el Espíritu Santo dijo: “Yo quiero a ese hombre a Saulo y a Bernabé que me los aparten, porque yo tengo una obra especial para ellos”.
Entonces esos Apóstoles, esos Profetas -mejor dicho y estos maestros, entendieron y le impusieron manos, quizás después de un tiempo de ayuno, dice: “Ayunando y orando”. Yo sospecho que ellos dijeron: ¿Sabes qué? Vamos a prepararnos un tiempo, vamos a ayunar todos y quizá unos días después se reunieron en ayuno y oración, le impusieron manos a Pablo, a Saulo era en ese tiempo.
Y a Bernabé y los consagraron para el ministerio y los enviaron en uno de los ministerios más poderosos que ha conocido toda la Tierra: el Ministerio de Pablo que escribió dos terceras partes del Nuevo Testamento y que desató el mover de la Iglesia en el siglo primero.
¿De dónde nació ese ministerio tan poderoso y esa palabra profética? De una reunión común y corriente donde gente le ministró al Señor y adoró al Señor. Ve, ¿ve lo que hace la declaración del poder de Dios cuando hay gente verdaderamente consagrada y entendida en lo que están haciendo? Los dones fluyen, el poder de Dios fluye. Entienda la conexión. Yo quiero que mantengamos la conexión.
David quería traer el Arca porque el Arca simbolizaba la presencia de Dios, de donde salían los dones y el poder para derrotar al enemigo y para traer prosperidad y bendición a Israel y el Arca era símbolo de esa presencia de Dios. Entonces la pregunta ¿Cómo se atrae la presencia en nuestro tiempo? A través de la adoración, la alabanza, la declaración del poder de Dios a través del ayuno, el clamor, los ministerios proféticos, a través de la asamblea de hombres y mujeres llenos del Espíritu Santo.
Ese es el equivalente de traer el Arca. Es decir ahora nosotros no necesitamos una caja de madera, cubierta de oro para traer la presencia de Dios. Ahora la presencia de Dios viene a nuestras reuniones completa a través de la alabanza y la adoración. Ese es el equivalente ya nosotros no necesitamos usar un templo como un lugar Santísimo cubierto con un velo inmenso. Hoy en día nosotros lo hacemos directamente apelando al trono de Dios y la presencia de Dios baja en nuestros medios y hace lo que tiene que hacer.
Entonces eso es lo que pasa cuando un pueblo aprende a adorar al Señor. Yo le pido: Señor ayúdame a mi primero a descubrir, eso es lo que yo, esa es mi petición hoy en día, ayúdame a descubrir la manera Señor, enséñame como entrar en tu lugar santísimo, como habitar en ese lugar secreto donde esta tu presencia.
Dame las palabras, dame la fórmula para que tu presencia pueda bajar al llamado de mi voz no por mí, sino porque tú quieres que tus hijos te adoren como es debido. Para que yo pueda hacer las cosas que tengo que hacer, para que tu Iglesia pueda hacer las cosas que tiene que hacer en este tiempo de la historia. Porque donde adoramos al Señor en la forma que Él quiere, allí está.
Yo encuentro cada día más y más difícil pedirle al Señor cosas específicas, porque lo único que me sale es eso de pedir la presencia de Dios, pedir la llenura del Espíritu Santo. Pedir su unción, porque si tenemos eso todo lo demás va a venir. ‘Buscad primeramente la Gloria de Dios, el Reino de Dios y su justicia y todas las demás cosas serán añadidas’, dice la palabra. Si tenemos la presencia de Dios, todo lo demás viene por naturaleza, por automático.
A veces nos pasamos el tiempo pidiendo al Señor: ‘Dame dinero, dame salud, resuelve mi problema, sana mi matrimonio, consígueme un trabajo, mejora mi condición financiera’, cuando lo que necesitamos es: ‘Señor dame tu presencia en mi vida, lléname de tu Espíritu’. Si yo lo tengo, eso todo lo demás va a venir. Si yo estoy lleno del Espíritu Santo y se como ir directamente al trono de la gracia yo voy a recibir todo lo que yo necesito.
Tenemos que cambiar las prioridades y buscar al dador de todos los bienes, en vez de buscar los bienes, en vez de buscar solamente el dame, dame, dame. Llénate del poder, busca el poder de Dios en tu vida. Busquemos el poder de Dios como Iglesia, busquemos el poder de Dios para nuestras familias, convirtámonos en gente hambrienta de la gloria de Dios, porque cuando tengamos la presencia de Dios en nuestras vidas todo lo demás vendrá por añadidura.
La palabra dice: ‘Doblemos las rodillas, clamemos al Señor, acerquémonos a Dios y Él se acercará a nosotros’. Dice la Palabra: ‘Acercaos a Dios y Él se acercará a vosotros’, dice la Palabra de Dios. Lo que necesitamos es acercarnos, tenemos mucha gente, tenemos mucha gente que no está donde tiene que estar con respecto a ese aspecto de hablando, lo que uno está hablando, acerca de la madurez, tenemos que…
Dice ….capitulo 4 Santiago: “¿De dónde viene la guerra y los pleitos entre vosotros? No es de vuestras pasiones las cuales combaten vuestros miembros, codicias y no tenéis. Matáis y arded de envidia y no podéis alcanzar, combatís y lucháis pero no tenéis lo que deseáis porque no pedís. Pedís y no recibís, porque pedís mal para gastar en vuestros deleites. ¡Oh almas adúlteras! No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios”.
Cualquiera pues que quiera ser amigo del mundo se constituye enemigo de Dios. O pensáis que la escritura dice en vano: “El espíritu que Él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente. Pero Él da mayor gracia, someteos pues a Dios”, dice la palabra, “Resistir al Diablo y huirá de vosotros, acercaos a Dios y él se acercara a vosotros. Pecadores limpiad las manos y vosotros los de doble ánimo purificad vuestros corazones. Afligíos, lamentad y llorar. Vuestra risa se convierta en lloro, vuestro gozo en tristeza. Humillaos delante del Señor y Él os exaltará”
Eso es lo que está buscando el Señor en este tiempo. El Apóstol Pablo dice “¿Por qué es que ustedes piden siempre y no reciben nada? Siempre están diciendo ‘necesito esto’ y clamando al Señor y llorando que el diablo me está haciendo esto y ‘¡qué vida tan triste yo llevo!’ y ¡qué cuanto sufro!’ y ‘¡qué cuanto no tengo!’ y lo que él dice es: “Mira lo que tienes que hacer es deja esa amistad con el mundo, deja ese amor que le tienes al mundo.
Deja esa timidez que tienes con Dios. Dobla las rodillas, acércate al Señor. Él se acercará a ti. Clama, santifica tu vida. Consagra al Señor y eso te va a dar el poder que tú necesitas para hacer lo que tienes que hacer.”Y eso es lo que Dios está buscando, ¿entienden? Nuestras vidas son ineficientes, inefectivas, no porque Dios se haya debilitado con el paso de los años.
Dios no conoce de senilidad ni de vejez. Dios es perpetuamente joven. Es más, Él ni siquiera es joven, porque si fuera joven, podría ser viejo o habría sido niño. Él es simplemente es lo que Él es, no cambia y Él siempre tiene el mismo poder. El problema es de nosotros que no sabemos como desencadenar. ¡Pobre Dios!
Él está allí arriba de ese oso mordiéndose los nudillos esperando cuando nosotros vamos a saber como llamar su poder y Él se pueda mover como Él quiera; que se levante de su trono y cubra la tierra con su poder. Porque hay una iglesia que sepa como hacer bajar su poder sobre la tierra.
Pero nosotros estamos en ese punto, ¿usted ve la conexión? Yo quería hablar de madurez, pero Dios está ensamblándolo todo. Dice: “Si ustedes quieren mi gloria, pónganse las pilas. Si ustedes quieren mi poder, hagan lo que tienen que hacer. Búsquenme como yo merezco ser buscado. A mi no se me busca como cualquier hijo de vecino por allí. A mí hay que buscarme como yo digo. Yo voy a bajar pero será mejor que ustedes sepan el protocolo de cómo acercarse a mi”.
Porque queremos ver la gloria de Dios, pero no sabemos como es que se le enamora, como es que uno le pide a ese Padre Todopoderoso, absolutamente, increíblemente Santo que descienda sobre nuestras vidas.
Cuando aprendemos a adorar al Señor, cosas grandes pasan.
Lo voy a dejar allí. Búsquese después, cuando usted pueda otro pasaje más para completar eso que yo le estaba diciendo: cuando nosotros suscitamos la presencia de Dios y Dios baja. Y es el pasaje cuando están Pablo y -creo que es Silas- están prisioneros… si alguien lo recuerda me lo dejan hacer llegar, y adoran al Señor. Están encarcelados, acaban de ser azotados y ellos adoran al Señor y la gloria de Dios desciende en ese momento y se rompen las cadenas y ese carcelero -ahí en 16 Hechos, versículo 25- “pero a medianoche orando Pablo y Silas, cantando himnos a Dios y los presos los oían y entonces sobrevino un gran terremoto de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían y al instante se abrieron todas las puertas y las cadenas de todos se soltaron” Porque donde está la presencia de Dios no hay cadenas. No puede haber cadenas.
Las cárceles por orden tienen que abrirse. Donde está la presencia de Dios, traída por la adoración. ¿Cuánto le habrá costado a Pablo y a su compañero adorar al Señor con sangre corriéndole por las espaldas, después de haber sido azotados? Si hubiésemos sido usted o yo, hubiésemos dicho ‘Señor ¿cómo tú permites que me azoten? Ahora no te voy a servir más por lo menos por lo menos por seis meses para que aprendas’. Pero a Pablo lo azotan, lo apedrean, lo meten en una cárcel y ellos adoran al Señor.
Yo le pido al Señor ese espíritu, porque nosotros sufrimos cualquier cosita y ya dejamos de adorar al Señor, dejamos de servirlo, nos ponemos resentidos con Él, nos enfriamos. Pablo y Silas lo adoraron, lo adoraron y mientras cantaban himnos bajó la presencia de Dios y rompió las cadenas, se abrieron las puertas de la cárcel. El carcelero este que los había azotado quizás él mismo, se echó a los pies y les dijo: ‘¿qué tengo que hacer para ser salvo?’
Esa misma noche estaban comiendo mangú con bacalao en la misma casa del carcelero y llevándolo, bautizándolo a él y a toda su casa, porque el poder de Dios, descendió a la adoración y el clamor de Dios.
Pidámosle al Señor que nos visite con su poder. Nos visite con su gloria. Vamos a ponernos de pie.
Yo pido al Señor que nos enseñe. Pidan al Señor si algo te ha tocado esta palabra. Hermanos, Dios está buscando un pueblo serio. Esos manganzones que están pensando en veinte mil cosas mientras adoran, Dios está harto de ellos. Los tibios le dan nauseas al Señor, ¿saben? Dios está buscando un pueblo renovado, un pueblo maduro, un pueblo consagrado, un pueblo entregado al Señor.
Yo le pido: comienza conmigo y comienza con los líderes de esta iglesia. Comienza con los que tenemos tanta responsabilidad delante de ti. Séllanos, séllanos, séllanos. Quémanos, destrúyenos y haznos de nuevo. Mata todo lo que tengas que matar, quema todo lo que tengas que quemar, cierra todo lo que tengas que cerrar, deshaz todo lo que tengas que deshacer pero queremos tu gloria, Señor.
Queremos que tú; te plazca habitar en nosotros y en medio de nosotros. Quema todo peligro, Señor y deja solamente un asiento donde tú te puedas sentar cómodamente. En nuestros corazones, nuestros hogares, nuestros carros, nuestros momentos de intimidad. Enséñanos como ser un pueblo agradable delante de ti.
Pidámosle al Señor que nos consagre. Hermanos, el Señor nos dice: es tiempo, es tiempo de consagrarlo, es tiempo de morir, es tiempo de dejar el atuendo de niños, es tiempo de dejar los juguetes y los juegos de muñecas, es tiempo de morir para vivir. Dejarlo todo para recibirlo todo, debilitarnos para ser fuertes. Perder todo lo que amamos para tener el mayor objeto de amor que debe ser nuestro Dios.
Tenemos que morir, morir, morir, morir, consagrarnos, consagrarnos, consagrarnos. Gente de doble ánimo el Señor nos dice: unifíquense, un solo propósito porque no queda mucho tiempo, no hay tiempo para jugar, no hay tiempo para estar esperando. No quiero adoración mixta, no quiero corazones divididos, no quiero mentes devaneando mientras me buscan. Quiero consagración, quiero limpieza, quiero pureza, quiero entrega, quiero que mueras de una vez por todas y te dediques a mi gloria. Los años que te quedan sobre la tierra, dedícamelos a mi, dedícamelos a mi. La fuerza que tienes dedícamelas a mi, conságramelas a mi, búscame a mi.
Abandona todo doblez de ánimo y entrégate. Te digo yo que merezco lo mejor y no me conformo con menos que lo mejor, lo máximo, lo extremado. Si me das menos que lo máximo no lo quiero, lo aborrezco, dice el Señor. Si me das lo que no necesitas o lo que te sobra lo aborrezco, no me agrada. Quiero tu vida, quiero tu corazón, quiero tus entrañas, quiero lo máximo de ti. Y lo tendré o no tendré nada, dice el Señor.
Vamos a entregar al Señor. Padre, enséñanos, yo mismo que predico esto, Señor, no se lo que estoy predicando, pero necesito que tú aclares las cosas y que nos enseñes como habitar en tu presencia, Padre. Guárdanos de errores, Señor, guárdanos de deshonrar tu santidad, deshonrar tu Gloria, Señor. No nos dejes caer de la altura desde donde Tú nos permites ver ciertas cosas, Señor. Desata tu unción sobre este pueblo.
Yo te quiero invitar, si tú sientes que esto está llamando a ti a consagrarte y no lo hagas si no lo sientes verdaderamente, pasa aquí adelante, pero no tiene que ser todos. Pero hay alguno de ustedes que debe estar diciendo: ‘yo necesito que Tú me lo des todo y que me consagres todo’.
Si tú eres uno de esos, ven aquí adelante. No tiene que ser todo el mundo… algunos si tú te sientes tranquilo y tú sabes que estás en esa dirección… Amén, quédate allí. No hay ningún juicio. Nadie tiene que mirar quien vino y quien no vino. Pero yo quiero invitarte en el nombre de Jesús. Pasen bien adelante, pasen bien adelante, que tú le entregues al Señor. Yo voy a estar allí con ustedes porque yo necesito entregarte más y no voy a estar contento hasta que no te lo haya entregado todo.
Así que yo estoy allí con ellos ahora mismo, porque yo necesito que Dios me cave por dentro. Coja una cuchara y saque todo lo que está adentro y ponga cosas nuevas. Yo quiero que él tenga todo de mí, así que Señor te entregamos nuestras vidas.
Queremos ver tu gloria, queremos ver tu gloria. Conságrate al Señor y sella esta entrega. Séllala y no vuelvas a tras, no subestimes la importancia de lo que estas haciendo. Márcalo ahí en alguna parte de tu Biblia y di en tal día yo entregué mi todo al Señor y no vuelvo atrás, no voy a seguir jugando con el Señor.
Yo voy a ser una mujer radicalmente comprometida con Dios, un hombre escandalosamente entregado a Dios. Quiero morir y me pongo sobre el altar y le pido al Señor que me meta el puñal de una vez por todas y me sacrifique delante de Él y que yo quede entregado, entregada a él.
Dale al Señor, dale al Señor, tú veras que Dios no se cansará de darte a ti. Entenderán lo que es verdaderamente, experimentar la gloria de Dios. Confiésale al Señor tu entrega ahí donde estás. Vive para él, trabaja para él. Habrá tiempo en la eternidad para gozar de muchos otros placeres, aquí en la tierra dale al Señor lo que te queda.
Cuando estés allá en el cielo podrás tener millones de años para disfrutar. Aquí en la tierra, Dios quiere gente consagrada a Él: siervos y siervas que le den a él todo y que no aguanten nada. Que lo que Él les pida se lo den inmediatamente porque ya se lo han puesto en las manos.
Esa es la gente que Dios quiere bendecir, esa es la gente que Dios quiere usar. A esa gente Dios le quiere hablar, a esa gente Dios le quiere ministrar. A esa gente Dios la quiere usar para hacer sus milagros.
¡Oh, Señor! Ten misericordia, perdónanos por descuidar tu gloria. Perdóname, perdónanos por descuidar tu gloria, por no tener suficiente sentido para buscarte como Tú mereces ser buscado. Nos entregamos. Esta iglesia, Señor, te la entrego, te la cedo, te la concedo porque es tuya, Padre. Por favor arráncanoslas de las manos, señor y toma Tú control de ella. Toma Tú control de ella. Necesitamos ver tu gloria padre. Necesitamos ver tu gloria.
¡Qué tu gloria descienda sobre la tierra! Vengase tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Vénganos tu gloria, vénganos tu gloria, vénganos tu gloria, vengamos tu gloria. Haz descender tu gloria. Haz mover las aguas, haz mover las aguas para que se manifieste tu poder en medio de nosotros.
¡Aleluya, aleluya!
Yo hago cosa nueva
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Isaías 43, versos 18 y 19. Okay. Si usted tiene la Biblia ahí, vamos a leerlos todos juntos. ¿Estamos listos? ¿Si? Okay. Déjame leer de la misma versión que ustedes puedan tener también. Dice, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
“No os acordéis de las cosas pasadas ni traigan a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva. Pronto saldrá a la luz, no la conoceréis. Otra vez abriré caminos en el desierto y ríos en la soledad.”
Recibe esa palabra. Dígale a esa persona al lado suyo, “Recibe esa palabra”. Omar, recibe esa palabra. Santo. Con acento en la “i”: Recibe esa palabra. Un llamado a cosas nuevas, eso es lo que Dios puso en mi corazón hoy. Es algo bien interesante porque, y esto es algo que lo estoy meditando más o menos en línea con las cosas que Dios ha estado trayendo a nosotros como Iglesia en estas últimas semanas y por alguna razón u otra el Señor me hizo reflexionar más en este verso que yo hice referencia a él el miércoles pasado. Pero hoy el Señor me inquietó a detenerme más en él.
En este texto de Isaías, ese verso 18 comienza con un llamado de olvidar las cosas del pasado. Olvidar las cosas del pasado. Brevemente, les voy a dar un minuto. Yo quiero que usted piense aunque sea en tres cosas de su pasado que usted quisiera olvidar pero que no es difícil olvidar. No me las tiene que decir, solamente piénselas. Tres cosas de su pasado que usted quisiera olvidar pero que se le hace difícil olvidar. Okay, ya las tiene ahí. Eso fueron 30 segundos, no un minuto. Sorry, mi reloj está malo acá arriba.
El asunto es que lo que Dios está haciendo con esa palabra es que él está motivando a su pueblo en ese momento, en el contexto donde se está trayendo esta palabra –recuerden que el pueblo de Israel, en ese momento, estaba como quien dice en exilio, estaban en cautiverio, estaban siendo presionados por naciones, por pueblos que eran más fuertes que ellos y se estaban aprovechando de su nobleza. Y estaban siendo atormentados hasta cierto aspecto y en medio de esa situación, esta es la palabra que el Señor trae- ‘Olvídate de tu pasado, no vivas ya en él porque yo voy a hacer algo nuevo’.
Ahora yo quiero que usted se imagine esto: porque si usted está en un aprieto y de repente yo vengo y le digo: “Mira, ¿sabes que? Olvídate de ese aprieto o de lo que causó ese aprieto. Piensa en lo nuevo que Dios va a hacer contigo”. ¿Sabes qué? Hay veces que uno está tan hasta las narices de ese aprieto donde uno está que lo que yo le digo le puede entrar por una oreja y le sale por la otra.
Eso nuevo es como que ¡guau! Parece que está tan y tan allá que yo todavía estoy lidiando con lo que tengo aquí ahora mismo, o con esto que estoy arrastrando desde hace mucho tiempo.
Pero el llamado es a olvidarnos de ese pasado. El olvidarnos de ese llamado, significa que hay que aceptar que hay que recibir y hasta cierta forma hay que buscar intencionalmente esas cosas nuevas. Miren esa última parte que yo dije: hay que aceptar, recibir y en cierta forma buscar intencionalmente esas cosas nuevas.
Es bien interesante, porque el texto dice ‘Yo hago’, es como que las está haciendo. Está allá arriba en algún lugar, en algún lugar de ese mundo eterno del cual se hablaba el domingo pasado hay algo que Dios decreta a ese nivel. Que ya lo esta haciendo, pero nosotros no lo vemos tangible aquí en el ahora y por lo tanto parte del llamado es que nosotros nos podemos esforzar para buscar y encontrar y aceptar esas cosas nuevas que el Señor las tiene como quien dice “marcadas para cada uno de nosotros”.
Es parte de su propósito, es parte de la intención del corazón de Dios. Déjeme adelantarme, déjeme decirles el último punto aquí. Como parte de ese proceso, mis hermanos, hay que pedir un discernimiento sobrenatural. ¿Por qué yo digo esto? Pregunta, por muestra de manos: ¿Cuántos de ustedes en su tiempo de oración le piden al Señor discernimiento por x o y situación? La palabra discernimiento, no estoy hablando de sabiduría, no estoy hablando de inteligencia, no estoy hablando de cualquier otra cosa. Estoy hablando de discernimiento. ¿Oran por eso? Si no lo están haciendo, les animo a que lo hagan.
Porque hoy más que nunca necesitamos poder discernir bien las cosas que están aconteciendo a nuestro alrededor. Porque hay veces que cosas nuevas pueden suceder en nuestro entorno y nosotros podemos decir: “¡Guau! esto es Dios”. Pero Dios no está metido en eso ni para los pillos, para ningún lugar. Puede ser cualquier otra cosa y uno tiene que saber discernir que es “eso” nuevo que Dios está haciendo en medio de la gamuza de cosas que está sucediendo a nuestro alrededor.
El discernimiento es importante. ¿Por qué yo hago mención de estas tres cosas? Yo quiero que vayan conmigo a Mateo, capítulo 14. ¿Cuáles son esas cosas nuevas a las cuales el Señor nos está llamando? Esas cosas nuevas a las cuales el Señor nos llama.
Mateo, capítulo 14. Muchos de ustedes son bien familiares con esta historia. Los versos del 22 al 33. Este es uno de mis pasajes favoritos y hasta me atrevo a decir que este fue el primer mensaje que yo prediqué en mi vida. El pasaje de cuando Pedro caminó sobre las aguas así que este es un pasaje bien cerca del tuétano de mi corazón. Pero miren, les voy a hablar un poquito del relato.
Verso 22 dice: ‘Enseguida Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca y se le adelantaran al otro lado, mientras Él despedía a la multitud. Después de despedir a la gente, subió a una montaña para orar a solas. Cuando llegó la noche, estaba allí solo y la barca ya estaba bastante lejos de la tierra, zarandeada por las olas y porque el viento le era contrario. En la madrugada Jesús se les acercó a sus discípulos, caminando sobre el agua del lago y cuando los discípulos lo vieron caminando sobre el agua quedaron aterrados y empezaron a gritar que era un fantasma’.
Miren una de las primeras cosas que yo veo aquí. Jesús en su soberanía de alguna forma u otra Él orquestó todo lo que estaba aconteciendo en este escenario, en este panorama. Porque si vemos bien desde el principio dice que “enseguida Jesús hizo que sus discípulos fueran a, se montaran en la barca y fueran al otro lado. O sea ya Jesús tenía una intención.
Miren, que interesante, me gusta el trato de Jesús, porque Jesús ve todo el panorama. Nosotros vemos parte nada más: lo que tenemos de frente. Pero Él ve más allá y porque Él ve más allá yo me atrevo a decir que Jesús provoca situaciones en nuestras vidas para ver donde nosotros estamos, como vamos a responder a tal o tal otra situación.
Y no es tan solamente porque Él sea un Dios terco y nos quiera probar, pero nos quiere probar. Él quiere probar donde nosotros estamos en nuestra vida de Fe. Él quiere de una forma u otra estirarnos, enseñarnos algo de las cosas, de los propósitos que Él tiene para nuestra vida y de lo que Él quiere hacer con nosotros.
Así que en ese panorama, yo veo como de alguna forma u otra, Jesús lo estaba preparando y aquí es donde yo veo que sucedió algo nuevo para los discípulos. Algo nuevo, inesperado que tuvo que provocar que los discípulos se olvidaran de lo que ellos conocían del pasado, lo que ellos conocían de la ciencia de que: no hay nadie que pueda caminar sobre el agua. Ellos se tuvieron que olvidar de esa teoría porque se encontraron con alguien que pudo romper esa teoría. Hubo alguien que desafío la fuerza de la gravedad y pudo caminar sobre el agua.
Esas cosas nuevas de Jesús, mis hermanos, son las que a mí me llaman la atención. Porque cuando empiezan a suceder cosas nuevas, ¿saben qué es lo que pasa? Nosotros respondemos igual que los discípulos: nos aterramos.
Hay veces que las cosas nuevas, los cambios nuevos que suceden en nuestras vidas, noticias que uno recibe –deseadas o no deseadas- hay veces que todas esas cosas, como que, la reacción primordial es como que ¡uhh! Me da el susto.
Apareció el cuco como quien dice. Y en medio de todas esas cosas, sabes que yo oigo como que el eco de las palabras de Jesús diciendo: “¡Hey! Tranquilo, calma, no te apures, yo soy. Es Jesús el que está con ustedes”. En medio de esas cosas nuevas, mis hermanos, miren esto. Hay cuatro cosas que yo quiero resaltar aquí. Lo voy a hacer lo más rápido que pueda. Pero hay algo que yo aprendo del personaje de Pedro, aquí.
Si seguimos leyendo el texto -el verso 27- ‘Pero enseguida, Jesús les habló diciendo: Tengan ánimo yo soy. No tengan miedo’. Entonces Pedro le dijo a Jesús: ‘Señor, si eres Tú, manda, ordena a que yo vaya a ti sobre las aguas’ y Jesús le dijo ¿qué? ‘Atrévete, ven sal del barco. Atrévete’.
Yo quiero hacer una ilustración aquí un momento. Yo necesito 13 voluntarios. 13. Yo necesito 11 personas que se paren aquí y yo voy a ser el número 12. Viene, viene. No se si las cámaras van a poder coger esto, pero 11 personas que se paren aquí. Medrat yo te voy a usar a ti de Jesús, vete allá. Voy a hacer una ilustración aquí. Váyase ya, allá a la otra esquina.
Yo quiero que ustedes se imaginen esto, porque hay veces que hay cosas… No están los 11 pero está bien, estamos algunos. Yo voy a hacer el personaje de Pedro -déjame quitarme lo que tengo en los bolsillos- ya porque me voy a meter al agua. Aquí estamos en una barca, esta es nuestra barca, la barca se está moviendo de lado a lado por las olas, cosas así y de repente Pedro que se conoce como el imprudente pues le dice: “Jesús si verdaderamente eres tú el que está sobre el agua, yo quiero que Tú ordenes que yo pueda caminar sobre el agua y vaya hacia ti”.
Y obviamente, Jesús le dice ‘¿Cómo?’. Dímelo al estilo tuyo, ¿cómo tú me lo dirías? Dale, así me gustó. Okay, ahora imagínense esto. Mira, Pedro recibió ese llamado pero todos los demás lo escucharon. ¿Qué ustedes me dirían ante eso que dijo Jesús?
‘No te atrevas Pedro, mira lo que me dijo, te vas a ahogar’. Tú me dirías: te va a ahogar. Fine. Respuesta humana, señoras y señores.
Empújenme, dale empújenme, suave… suave. Okay. El asunto es que ante tal reto, ante eso nuevo que se apareció delante de Pedro, Pedro decidió tomar ese llamado, aceptó ese llamado. Y ahí va Pedro. Yo no se si el brincó por el borde o se bajó poquito a poquito y tocó el agua así con el dedo primero a ver si lo aguantaba o no… el asunto es que se bajó y todo el mundo se queda con la boca abierta, también.
El asunto es que poco a poco, Pedro ahí va. Ahora pero ¿qué es lo que dice el texto después? Voy a darle pausa a la escena. Pausa. ‘Él dijo: “Ven, y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús”. Pedro al ver el fuerte viento –todo el mundo que haga el efecto del viento y alguien que haga relámpagos también y lluvia- Okay.
El asunto es que ante todas esas cosas, Pedro empezó a tener miedo y, ¿qué pasó? Jesús no me quiere salvar. So, Jesús me agarra y yo como que estoy mitad adentro y mitad afuera, todavía del agua y ¿qué es lo que Jesús me dice? “Hombre de poca fe”.
Pero como me lo dirías tú. ¡Qué guajero eres! Ahora yo no sé si ustedes van a poder ver esto pero aquí es donde yo veo lo bello de esta historia, mis hermanos, porque hay mucha gente que cuando leen esa historia piensan que lo que pasó con Pedro fue un fracaso.
Pero lo que pasó con Pedro fue algo totalmente distinto porque no tan solamente el hombre pudo caminar sobre el agua, pero él caminó sobre el agua de la mano de Jesús.
Miren esto. Cuando fueron a la barca, Jesús como que no “he didn’t drag him”, Él no arrastró a Pedro por toda el agua ahí. Yo no creo que… arrástrame, te voy a dar permiso para que me arrastres… pero en dirección al barco. Yo no creo que Jesús hizo eso. Yo creo que Jesús agarró a Pedro de la mano y los dos estaban parados sobre el agua y yo creo que los dos juntos fueron así bien pegaditos.
Y los dos fueron ahí, pie con pie y mano con mano y aquellos con la boca abierta. No, no sin temblar porque estoy agarrado de la mano de Jesús. Aquellos con la boca abierta y no decían nada ahí.
Gracias, gracias a nuestros actores. Un aplauso a nuestros actores.
Se te contestó la petición, ¿qué era tu petición? Arrastrarme por el piso a mí o algo… Hermanos, miren, yo sé que hay veces me pongo medio dramático. Pero yo quiero ilustrar algo para cada uno de ustedes. En todas nuestras etapas de nuestra vida, tanto como individuos, como personas, como familias, como iglesia que somos. Yo entiendo que hay veces que Dios orquesta una serie de cosas para que nosotros podamos ver algo nuevo de parte de Él.
Y hay veces que nosotros podemos estar tan y tan cómodos en lo que parece común, en lo que parece conocido a nosotros que miren, aunque tengamos al mismo Jesús delante de nosotros, hay veces que vamos a escoger hacer lo que los once discípulos hicieron y no tener el coraje y el valor de lo que hizo Pedro de atreverse, y lanzarse y caminar en esa nueva dimensión que el Señor tenía para él.
Miren, mis hermanos, yo no puedo decir que en esas nuevas etapas, que en esas nuevas dimensiones todo va a salir bien. Si yo les digo eso, les estoy mintiendo, les estoy engañando y yo no quiero hacer eso. Yo se que en esas nuevas etapas, en esas nuevas dimensiones cuando uno comienza a lanzarse a hacer cosas nuevas, siempre van a haber sus errores. Siempre van a haber sus momentos en los cuales nos vamos a caer o vamos a hacer que otros caigan. Pero es parte del proceso.
Lo que hace la diferencia es que nosotros podamos reconocer que en medio de esas cosas, no estamos solos. Sino que hay alguien que nos puede agarrar de la mano y que nos puede levantar para edificar nuestras vidas y en ese caso el fracaso se convierte en el fundamento para el éxito de nuestras vidas. El fracaso se convierte en el semillero para nosotros poder experimentar los frutos de la bendición de Dios en medio de nuestras vidas.
Tal vez la zancadilla que nosotros le dimos a otra persona se puede convertir no tan solamente en la oportunidad de crecimiento para su vida, sino también para la otra persona cuando procedemos en la forma que Dios tiene ordenado. En vez de buscar la mano de otra persona, poder buscar la mano del Señor Jesús que nos pueda levantar y que nos pueda poner en un terreno sólido aunque parezca agua, pero es sólido porque estamos con Él, eso es lo que hace la diferencia.
¿Saben qué? No hay nada mejor que disfrutar de la Gloria de caminar sobre los mares de nuestra vida junto de la mano del Maestro, no hay nada mejor que eso. En los mares y en las tormentas de la vida, no hay nada mejor que disfrutar de la Gloria de caminar junto a la mano del Maestro.
Déjeme decir eso otra vez. Cierre sus ojos y piense en esas palabras: En los mares de nuestra vida no hay nada mejor que la Gloria de caminar junto a la mano del Maestro. No hay nada mejor, no hay nada que se compare a eso. Pero para eso, mis hermanos, se necesitan agallas, se necesita tener valor. ¿Saben? Yo pensaba en estas palabras reflexionando en las cosas que Dios está haciendo con nosotros como Iglesia, mis hermanos. A mi pastoralmente se me hace difícil desconectarme de esas cosas.
Yo estoy tan y tan emocionado, entusiasmado por ver lo que el Señor Jesús quiere hacer en medio de nosotros, lo que el Señor Jesús quiere hacer conmigo, lo que el Señor Jesús quiere hacer contigo, contigo, contigo, contigo, contigo, contigo… yo quiero ver lo que el Señor Jesús va a hacer. Yo estoy bien convencido de que hay algo –como dice el profesa Isaías: ‘hay algo que el Señor está haciendo’.
Y el Señor Jesús nos está diciendo: ‘Olvídate de las cosas del pasado’. Pasado, pasó. El pasado está allá. La gloria que viste allá esa fue la Gloria que viste allá. La Gloria venidera va a ser mucho mejor. Las cosas en como el Señor –mira, escucha esto- la forma en que el Señor trató contigo allá no va a ser la misma de cómo el Señor va a tratar contigo ahora.
Por eso es que el discernimiento es tan importante, porque es rápido cuando pensamos en esas cosas nuevas, estamos esperando ver lo que para nosotros parece conocido, lo que para nosotros parece familiar y por eso es que el Señor dice: “¡Ah, ah! No pienses en eso que para ti parece familiar. No pienses en eso que a ti te trae recuerdos del pasado- Busca cosas nuevas, cosas locas”.
Yo jamás pensé que yo iba a ser arrastrado por el piso por Medrat. Pero, yo creo –no es que me estoy degradando- que a través de ese tipo de ilustración algo se les va a quedar a ustedes en su cabeza y no es tan solamente la imagen del Pastor Omar siendo arrastrado por el piso por un hombre que es el doble de grande de él. Sino es más bien la ilustración que Jesús en medio de esos aspectos de sus vidas, Él no te va a ti a arrastrar.
Dios no va a permitir que tú seas arrastrado. Dios no va a permitir que las circunstancias de la vida te tiren tan y tan al fondo que tú seas puesto en vergüenza. El Señor no va a hacer eso, porque el Señor no deja caer en vergüenza a ninguno de sus escogidos y ustedes -cada uno de ustedes- son escogidos por Dios.
Dios no te va a dejar caer en vergüenza, nunca. El que te puede dejar caer en vergüenza es el otro, pero el Señor no va a dejar que eso suceda. Y si te acercas aunque seas un vislumbre a un ese poquito de vergüenza el Señor la va a tornar en Gloria para ti. Y eso yo lo creo porque es una promesa de Él.
Así que mis hermanos, -¡guau! Sharp!- hermanos, miren yo los quiero dejar con esto. Yo los quiero dejar con esto, yo los quiero hacer pensar, hacer reflexionar. A mi me gusta hacer eso. A mí no solamente me gusta que su corazón palpite bien duro o algo, no. Mi deseo como predicador como Pastor es que estas palabras se cimienten en su corazón. Porque yo se que estas palabras son palabras de vida para usted.
Porque ahora mismo, yo no se, yo se que usted está en una etapa, en un momento, usted está en una posición en su vida donde el nosotros poder comprender estos principios de la palabra de Dios pueden hacer la diferencia en nosotros.
El yo comprender que si a Jesús le da con hacerme a mi caminar en el agua –y a lo que me refiero con eso es a hacer algo totalmente distinto, inesperado; hacer algo que en mi cabeza tan limitada nunca jamás podría haber llegado ese pensamiento a mi cabeza- si el Señor me hace a mi lograr hacer algo como eso. Miren yo se que va a ser primero que nada para la gloria de Él y segundo para enseñarme a mi lo que Él quiere hacer en mi vida y a través de mi vida.
Miren, yo compartía hoy con un hermanos de la iglesia, que este personaje de Pedro tenía tantas áreas en su vida que eran tan rough, como que tan ásperas y el Señor Jesús trató con él en tantas maneras, trató con él en tantas maneras al punto de que él sí llegó al punto de humillación.
Pero fue una humillación que él mismo se la provocó. O vuelvo y digo que Jesús mismo la había orquestado. Porque Pedro le dice –este fue el momento fulminante, no culminante, fulminante para Pedro- cuando Pedro dijo: “Jesús yo nunca te voy a negar”. ‘Ya tú veras’. “Antes de que el gallo cante tú me vas a negar 3 veces” y cuando sucedió –a mi me gustan las palabras que usan, creo el Evangelio de Lucas- ‘que cuando Pedro se dio cuenta lo que hizo, se fue y lloró amargamente’.
‘Lloró amargamente’. Esas palabras, mis hermanos es como que le llegan a uno al ser interior. Encontrarse uno en una situación en donde uno llora amargamente porque no has ofendido a nadie, no has frustrado a nadie; lo has hecho al mismo señor Jesús.
Eres un impío en otras palabras.
Pero que lo bello de todo esto es que ya Jesús lo sabía. Ya Jesús sabía cual iba a ser el resultado final. Jesús sabía que era necesario que Pedro se bebiera esas lágrimas amargas para poder hacer lo que iba a hacer después en Él.
Mire, perdone que le diga esto, pero es necesario que usted se beba dos o tres lágrimas amargas en algún momento en su vida, porque después de eso la Gloria que Dios va a traer sobre usted va a ser maravillosa, va a ser fantástica. Tal vez no en la misma forma que Pedro, pero en la forma que Dios quiera ministrarle a usted.
Hay cosas nuevas, mis hermanos. Dios nos está llamando a cosas nuevas y como iglesia y como individuos, como hombres, como mujeres, como jóvenes que somos tenemos que responder a ese llamado de Dios. Tenemos que responder a ese trato de Dios en nosotros. Mire, si eso significa que de vez en cuando nosotros tengamos que quitar nuestra atención y nuestro enfoque de las situaciones cotidianas de la vida, miren, despeguémonos de eso por un momento y busquemos enfocarnos.
Póngase como que, ‘okay, estoy en mi barca, estoy en medio de esta tormenta. ¿Cómo me voy a encontrar a Jesús en medio de esto? ¿Se me va a aparecer Jesús caminando por el agua? O ¿va a salir con un equipo de scuba con su careta y sus tanques? O ¿va a venir con un cometa? O ¿se me va a aparecer como un pececito que brinque y me muestre algo?’
¿Qué es lo que va a hacer? Yo no sé. Lo importante es que nosotros sepamos tener ese ojo para saber discernir lo que Él haga. Cosa que no nos creamos que es algún fantasma ahí que se apareció de la nada, sino que podamos entender y discernir e interactuar. Poder interactuar con lo que el Señor quiera hacer con nosotros. Qué no nos quedemos ahí blandengues, aplatanados en la barca como hicieron los otros 11 –no por ofender a los que estuvieron aquí- pero que sepamos como atrevernos a salir de esas áreas en las que estamos cómodos y lanzarnos a lo que el Señor Jesús tenga para nuestras vidas. ¿Amén? ¿Amén?
Vamos a ponernos de pie y vamos a orar. Gracias Señor Jesús. Gracias Dios. Gracias por tu Palabra, Señor. Padre tu palabra es vida, tu palabra es verdad, tu palabra es rica, Señor. Tu palabra es divertida, tu palabra es fuerte, tu palabra es seria, tu palabra nos confronta en distintas etapas de nuestras vidas. Tú nos encuentras a través de tu palabra.
Y Señor Jesús, yo no tengo la más mínima duda de que Tú nos estas llamando a cosas nuevas. Tú nos quieres sacar del anonimato, Tú nos quieres sacar de la rutina. Y hay veces que nosotros estamos tan acostumbrados a esa rutina, al pensar que vivimos como islas apartadas de los demás.
Pero Señor, no, Tú no nos llamas a ser eso. Tú nos llamas a ser una luz en medio de las tinieblas, Tú nos llamas a ser una ciudad puesta sobre lo alto de una montaña donde cualquier otro lugar, cualquier otra nación pueden ver esa ciudad. Tú nos llamas a ser un pueblo escogido, un linaje escogido, un sacerdocio real.
Y Señor Jesús tal vez no tenemos el plano de todo el proceso, tal vez no podemos ver todo el escenario como Tú lo ves. Y aunque nos incomode eso Señor, aunque no nos guste poder tener todos los detalles en su lugar. Señor declaramos nuestra total dependencia en ti porque Tú si ves todas las piezas. Tú vez todas las partes, Tú aún vez los futuros errores que nosotros vamos a cometer, Tú los ves, Tú los conoces ya.
Aunque te pedimos que nos libres de ellos, pero aún cuando sucedan, Señor, yo se que Tú vas a estar ahí para levantarnos, para fortalecer nuestra fe, para fortalecer nuestro caminar contigo. Gracias porque en medio de las circunstancias Tú no nos dejas caer en vergüenza, Señor sino que Tú nos levantas y nos pones sobre ese fundamento firme y nos permites caminar mano a mano contigo, Señor.
Que si hay momento que si nos dejas caminar a nosotros solos, pero hay otros momentos donde Tú estás tan y tan cerca. Yo pido que nos ayudes a discernir, Jesús como pueblo, quita de nuestros ojos, de nuestro corazón, de nuestro espíritu, de nuestra mente ese velo que impide el que nosotros podamos verte en una forma clara.
Y Señor que cuando Tú te aparezcas, cuando Tú te reveles, cuando Tú muestres esas cosas que Tú estás preparando ya en los cielos para cada uno de tus hijos e hijas, Señor que no nos dejemos llevar por el temor, que no nos dejemos llevar por el afán sino que podamos entender que eres Tú el que te estás acercando a nosotros, caminando sobre las aguas de nuestros mares, de nuestras vidas.
Qué Tú nos llamas a salir de esa barca, qué Tú nos llamas a hacer, nos llamas a experimentar esas cosas nuevas que Tú tienes para nuestras vidas, para fortalecer y edificar tu cuerpo, Señor Jesús, y cada uno de nosotros podernos convertirnos en esas piedras sólidas donde tu iglesia pueda seguir siendo edificada, Jesús.
Padre yo declaro mi bendición sobre cada uno de los hermanos y hermanas que están aquí, Jesús. Tú nos llamas a cosas nuevas, Tú nos llamas, Tú nos llamas a cosas nuevas.
Recibamos ese llamado del Señor a cosas nuevas. Busquémoslas intensamente. No nos quedemos sentados en lo común, en lo cotidiano, en lo rutinario; busquemos, busquemos intencionalmente esas cosas nuevas que el Señor tiene.
‘Buscad y hallaréis, Pedid y se os dará. Toquen a la puerta y se les abrirá.’
Esas son las palabras del Señor Jesús para cada uno de nosotros en esta noche. Busca, pide, toca la puerta y vas a ver, vas a recibir. Señor Tú deseas y anhelas comunicar los secretos que están en tu corazón a cada uno de tus hijos. Que tal vez, la revelación plena no se pueda dar de un solo momento, pero Tú sabes como llevarnos paso a paso. Enséñanos, mi Dios, a saber seguir el paso tuyo. Poder colaborar contigo, mi Dios.
Bendice a mis hermanos a medida que se preparan para salir de aquí, Señor. Llévalos con bien, llévalos con tu paz hasta sus hogares. Dales un sueño tranquilo, reparador mi Dios. Renueva sus fuerzas en una forma sobrenatural, que esta noche ellos puedan dormir en una forma tranquila.
Que tú te reveles a través de sus sueños, Señor y que mañana si así Tú lo permites, Señor, Tú les des un nuevo vislumbre de cómo meterle mano a las distintas cosas que puedan surgir en el día. Yo declaro tu bendición sobre tus hijos e hijas. Tu provisión sobre cada uno de ellos, tu protección mi Dios y el gozo tuyo que sea sobre cada uno de ellos.
Por tu hijo Jesús te damos toda la Gloria y toda la honra, Señor. Amén y Amén.
Cuando lo eterno toca lo interno, transforma lo externo
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Isaías Capítulo 40 verso 28. Estoy seguro que es un pasaje que muchos conocemos, pero dice la Escritura: “¿Acaso no lo sabes, acaso no te has enterado –estoy leyendo de la nueva versión internacional por si acaso ven palabras distintas ahí- que el Señor es el Dios eterno, creador de los confines de la tierra, no se cansa ni se fatiga y su inteligencia es insondable?”
Déjame leer esa parte de nuevo: “El Señor es el Dios eterno”.
Yo quiero que usted le diga a la persona que está al lado suyo lo siguiente, dígale: ‘Cuando lo eterno toca lo interno transforma lo externo’. Suena como un trabalenguas, yo lo se pero está aquí no se confunda. Otra vez, concéntrese bien: ‘Cuando lo eterno toca lo interno transforma lo externo’. Okay. Se pueden sentar.
¡Guau! Ustedes están llenos de energía hoy. Yo me siento energizado ahora. Gracias, Señor.
Miren hermanos, este tema es un tema que el Señor ha estado cocinando en mi cabeza y mi corazón ya por varias semanas y este tema surgió de una de las prédicas que yo hice un miércoles en la noche.
Que de hecho, hago un paréntesis hermanos: aquellos de ustedes que puedan llegar los miércoles en la noche al servicio de oración, mis hermanos, el Señor se está moviendo aquí en una forma exorbitante, extraordinaria por así decirlo. Así que si usted tiene la oportunidad de sacar una hora, una hora y media, miren eso es de bendición. Es algo que les recarga las baterías a través de la semana. Así que ténganlo en mente. Cierro el paréntesis.
Pero a través de esos mensajes que yo he estado predicando, el Señor puso esto en mi corazón y hay algo bien importante que yo quiero compartir con ustedes en el tiempo que me queda. Pero en esta frase hay un secreto que está inmerso en esto, que tal vez no es tan secreto, pero es algo que es bien sencillo y profundo a la misma vez. Pero esa dinámica de que ‘cuando lo eterno toca lo interno transforma lo externo’ esto es una dinámica que sale del corazón de Dios.
¿A qué yo me refiero? ¿Cuál es la implicación de todo esto? Miren lo eterno es todo aquello que se refiere a Dios. Eso es lo eterno. Si usted busca la definición de la palabra “eterno” en el diccionario, eterno significa algo que no tiene ni principio ni fin, algo que es persistente, algo que es constante, algo que no se rinde, algo que está en constante búsqueda todo el tiempo y nada ni nadie lo puede detener. Eso es el significado de lo eterno.
Y que yo sepa en el mundo entero donde nosotros vivimos lo único que encierra esa capacidad o él único que encierra esa definición se encuentra en Dios. Los atributos de Dios lo distinguen a él como un Dios eterno. Ese pasaje que acabamos de leer en Isaías es la base de todo. El Señor Jehová es el Dios eterno.
Hay otro pasaje que dice que con misericordia eterna me acordé de ti, te recogí, te restauré, te levanté… las misericordias de Dios son nuevas cada mañana. Todo esto implica que es algo que es nuevo, constante, se mantiene, permanece y que aunque tal vez por un momento uno como que ‘mete las patas’ y el Señor como que ahí ‘falló de nuevo’ pero con misericordia eterna una vez más vuelve y lo recoge y lo restaura y lo anima a seguir adelante.
Esas son las características de Dios. Es más Juan 3:16 ¿qué significa? Digo ¿cómo dice Juan 3:16? ‘De tal manera amó Dios al mundo que ha dado su hijo unigénito para que todo aquel que en Él crea no se pierda más tenga vida eterna’.
Nadie puede dar vida eterna, más que Él. Así que estos son atributos que encierran lo que es Dios. Dios es un ser eterno. Pero con todo y que es un ser eterno, Él tiene el deseo y la intención de invadir el mundo interno. El mundo interno ¿de quién? De usted y yo. El mundo interno del ser humano. Ese es el deseo de Dios de invadir todo lo que nosotros somos.
Ahora, este mundo interno también tiene una serie de atributos y características. En Jeremías se dice “engañoso es el corazón más que cualquier otra cosa”, ¿quién lo podrá entender? Solamente el Dios eterno lo puede entender. Usted hoy puede estar pensando una cosa y cuando salga ahí a la puerta va a estar pensando otra cosa totalmente distinta.
Hoy usted le puede decir a su esposo o a su esposa: ‘Mi amor, ¡qué lindo te ves!’ y por la tarde le va a decir ‘¡Eesh! ¿Qué pasó?’ o por la mañana, mejor dicho, cuando uno se levanta con todos los olores de la mañana, ¿verdad? Uno bosteza y ‘mi amor ¿cómo estas?’, ‘¡Hg! Si te amo’. Engañoso es el corazón más que cualquier otra cosa. Gracias a Dios que Dios es el único que lo entiende.
Es más en el ser interior, mis hermanos, hay veces que sucede algo que yo lo he identificado como la “esquizofrenia del alma” por así decirlo y no lo estoy diciendo en términos negativos pero es algo que demuestra lo que sucede en el ser interior. ¿Cuántos de ustedes se recuerdan las palabras de Pablo en Romanos Capítulo 7? En donde Pablo está diciendo de esa lucha interna que está dentro de él. Que él dice: ‘No entiendo que es lo que me pasa, pues no hago lo que quiero sino aquellas cosas que aborrezco. Eso es lo que hago’.
Y si sigo leyendo, ahora bien, ‘si hago lo que no quiero estoy de acuerdo con que la ley es buena, pero en ese caso ya no soy yo quien lo hace sino el pecador que está en mí. Ahora, yo sé que en mí –en mi naturaleza pecaminosa- no hay nada bueno. Aunque deseo hacer lo bueno pero no soy capaz de hacer lo bueno’. Yo no se, pero yo leyendo estas palabras ya me confundo yo mismo. ¿Qué revolú tiene este en la cabeza, ahí?
Pero esto es algo que muestra, mis hermanos, lo que sucede en el ser interior, en el mundo interior de cada uno de nosotros; que hoy somos sí y mañana somos no; que hoy estamos más o menos y yo no se que pasa después. Pero son cosas que suceden en nuestro ser interior. Es una dinámica que está ahí y obviamente cuando estoy hablando de lo “externo”; lo externo me refiero al mundo en el cual vivimos, la sociedad en la cual vivimos, los trabajos en los cual nos metemos, los colmados donde hacemos compras, las escuelas donde nuestros hijos estudian o donde usted se prepara para la universidad, el banco donde usted hace fila para cambiar su cheque. Todas esas cosas son el mundo que nos rodea.
La música que oímos, ‘Pegado de Cristo’ eso es como el “concón de Cristo”. Tenía que usar una expresión así. Pero eso es lo que pasa en el mundo en el cual estamos, mis hermanos, la música que escuchamos, todo eso influye sobre nuestras vidas.
Ahora, hay algo que yo quiero aplicar, porque voy a ir a un punto con esto. Hay una dinámica que se da entre estos mundos. En el mundo eterno -y quiero ser bien visual para que usted pueda entender lo que estoy diciendo- el mundo eterno siempre ha tenido ese deseo de conectar con ese mundo interno de nuestras vidas.
Si usted se da cuenta del centro de ese círculo emana esta luz blanca y para mí eso implica lo que la palabra dice ‘que nosotros somos creados y hechos a imagen de Dios’. Por lo tanto hay algo en nosotros, hay una esencia en nosotros y por eso es que yo lo identifiqué como esa luz ahí en el mismo medio.
Ahora pero en el círculo exterior ¿qué es lo que hay? Una sombra negra. Esas son las áreas negras y oscuras de nuestra naturaleza pecaminosa que alguna forma u otra ahí es donde se ve esa dinámica de “esquizofrenia del alma” que están estas dos personalidades en constante lucha y pelea por “quien va a dominar más que quien”.
Esta mañana yo decía es como tener dos perritos en mi casa y el que más yo alimente es el que más va a ganar, el que más fuerte se va a poner. Si yo alimento mi carne, pues mi carne es la que va a dominar y ese círculo negro se va a engrandecer y la luz del medio se va a ir apagando. Ahora si yo alimento ese espíritu, esa esencia de Dios que está en mi, esa luz va a brillar y va a ir creciendo de tal forma que esa influencia pecaminosa en mí se va a ver cada vez más pegada a los bordes hasta que se deshaga por completo.
Ahora lo interesante es –esa flecha amarilla que ustedes ve ahí- que hay una lucha constante entre lo eterno y lo interno. Siempre hay una lucha entre las intenciones que Dios tiene con cada uno de nosotros y como nosotros respondemos a esa intención de Dios. Y aquí es donde yo digo que el fuego quema, por así decirlo, porque en esa lucha mis hermanos es que nosotros podemos ver si esa luz que está en el interior crece o se debilita.
En como nosotros podamos responder a ese trato de Dios en medio de nuestras vidas, como Dios pueda trabajar en nosotros de una forma u otra. Ahí es donde nosotros vamos a ver si ese ser interno que está ahí, verdaderamente anhela y desea seguir lo que está guardado en lo eterno o si solamente se va a dejar llevar entonces por las influencias del mundo externo en el cual estamos. Y esto es algo que está en constante comunicación.
En ese mundo de lo eterno, mis hermanos, hay una serie de secretos, hay una serie de misterios que Dios anhela y desea revelar a cada uno de nosotros en algún aspecto de nuestras vidas, en alguna etapa de nuestras vidas.
Si usted se fija la parábola del sembrador, yo no se cuantos de ustedes son familiares con la parábola del sembrador- pero cuando Jesús habló por primera vez la palabra del sembrador y me estoy refiriendo a Mateo capítulo 13. La primera vez que él dijo esa parábola sus discípulos se le vinieron a él aparte y le preguntaron: ‘Jesús ¿por qué tú le hablas a la gente con parábolas? La gente no te está entendiendo’ y Jesús le dejó responder a sus discípulos: ‘A ustedes –esto es a los discípulos- se les da a conocer los secretos del reino de Dios pero a ellos que no han querido recibir esa verdad, le son ocultos’.
Por lo tanto, mis hermanos, yo escucho una palabra así, yo le doy Gloria a Dios porque nosotros que hemos decidido recibir ese trato de Dios, Dios nos da a conocer, Dios nos da a revelar esos secretos que Él tiene guardados en su corazón para cada uno de nosotros.
Pero la dinámica de nosotros…la belleza de nosotros poder vivir a la luz de esos secretos va a depender de cómo nosotros respondemos a ese trato de Dios.
¿Me están siguiendo hasta aquí? Déjame concretizar esto un poco más. ¿A qué se refiere esto con nosotros como León de Judá? ¿Qué es lo que está hablando el Pastor Omar? Miren, sin duda alguna a través de estos últimos 25 años de historia de Congregación León de Judá Dios ha tenido un trato bien directo con nuestra iglesia.
Dios ha tenido un trato bien directo con cada uno de nosotros. Desde que esta iglesia empezó en sus inicios allá en el Corpus Centre de ahí trasladarse a Cambridge y de Cambridge cruzar el río y venir hasta acá, Dios ha tenido ciertos tratos con esta iglesia. Dios ha permitido que esta iglesia llegue a unas profundidades en la dimensión espiritual que otros no han podido disfrutar, que otros no han podido experimentar.
Y quiero que tengan bien claro mis hermanos, que cuando yo estoy hablando de iglesia, yo no estoy hablando de la estructura de este edificio. Cuando yo hablo de iglesia, yo me refiero a cada uno de nosotros, porque ustedes son los que hacen la iglesia... Usted aquí, tal y como usted es, tal y como usted está, usted es la iglesia. Con sus defectos y sus virtudes, usted es la iglesia.
Cuando usted sale por esas puertas, la iglesia no se acaba, la iglesia continua porque: usted es la iglesia. Así que grábese eso bien: usted es la iglesia.
Por lo tanto a través de todos estos años, Dios ha tenido un trato con lo que es Congregación León de Judá, e distintas facetas, en distintas formas de nuestras vidas, Dios ha estado y ministrando en sus vidas. Yo puedo ver aquí alrededor de este salón y yo se que distintas personas aquí han experimentado una transformación de Dios de alguna forma u otra.
Ustedes han experimentado la bendición, el toque de Dios en medio de sus vidas en alguna forma u otra. Cosas tal vez tan sencillas como que no tenían que comer y de repente alguien se apareció y le dejó una compra ahí a la puerta de su casa. O el mero hecho, o algo tan grande y tan poderoso como que estaban a punto de desahuciarlo de su casa y Dios operó en una forma milagrosa y a usted le dieron el permiso de quedarse en su casa y no tan solamente eso sino que, le permitieron comprarse un carro, también. I don’t know. Un ejemplo.
Cosas tan bellas y preciosas como ver familias que estaban llegando aquí que se estaban rompiendo en cantos; que la esposa le estaba dejando al esposo calvo porque le estaba arrancando los pelos y el esposo porque tal vez no soportaba más a la esposa y ver a esas familias que llegan aquí y son transformadas, son renovadas y ahora son familias sólidas, bellas, preciosas que adornan la vida de esta iglesia y que adornan el reino de Dios.
Dios está haciendo cosas y yo no tengo duda de eso. Pero, hay algo más que el Señor quiere hacer. Hay algo más a lo cual el Señor quiere llevar a esta iglesia y aquí yo quiero hacer referencia, mis hermanos, al mensaje que predicó el Pastor Miranda el domingo pasado. Yo estoy seguro que la mayoría de ustedes lograron escuchar ese mensaje si estaban aquí. Si no lo han escuchado, por favor, vaya al internet y escuche ese mensaje del domingo pasado.
Pero ese mensaje, mis hermanos, a mí me hizo que me temblaran las rodillas y les voy a explicar por qué. El mero hecho de que yo escuche a nuestro Pastor decir que esta iglesia todavía no ha llegado al nivel que Dios quiere que llegue y que aún encima de eso decir que esta iglesia no está preparada para recibir lo que Dios tiene. Hay que prestar atención.
¿Saben por qué yo digo esto mis hermanos? Porque si yo veo todo lo que esta iglesia ha logrado alcanzar yo me voy a decir como que “¿cómo voy a hacer?” Todo lo que esta iglesia hace, la gente que esta iglesia ha logrado bendecir, las personas que han sido restablecidas. Tantas cosas que yo me pongo a pensar y escuchar que ¿todavía no estamos ahí? ¡Guau! Eso es fuerte mis hermanos, porque eso requiere un nivel de entrega, un nivel de sometimiento de parte nuestra a lo que Dios quiere hacer y como quien dice desventurarnos a los misterios y los secretos que Dios tiene guardados en su mente y su corazón para nosotros aunque nosotros no los conozcamos.
Miren, hay un pasaje bien bonito en Isaías 42, el Señor está diciendo a través del profeta: “Yo les anuncio cosas nuevas, pronto saldrán a la luz. No la conoceréis pero ya están en camino de suceder”. Y es bien interesante mis hermanos porque cuando yo oigo palabras así, yo me digo ‘¿qué es lo que ha pasado hasta el día de hoy?’.
Y me gustó la ilustración que el Pastor Miranda usó el domingo pasado cuando dijo que lo que nosotros hemos vivido y experimentado hasta el día de hoy ha sido todo a través de un velo. Usted se pone un velo en la cara y tal vez usted puede ver al otro lado pero en una forma borrosa, empeñosa pero no ve las cosas tal y como son.
Ahora una vez que ese velo es quitado y removido pues ya nuestros ojos se abren a una dimensión totalmente clara, nueva, que uno puede ver las cosas con un nivel de detalle, con un nivel de perfección. Y cuando usted hace eso su vida entonces se siente aún mucho más completa, su vida se siente hasta en cierto aspecto aún más útil porque al uno poder discernir las cosas mejor, uno entonces puede proceder en una forma más certera con lo que uno tiene que hacer.
Y yo entiendo mis hermanos que eso es parte del trato de lo que Dios está queriendo hacer con nosotros hoy día y esto por más excitante y aventurero que pueda sonar no va a ser nada fácil mis hermanos. Y esto yo lo estoy diciendo con mucha cautela, con mucho respeto de cada uno de ustedes, con respeto delante de Dios pero yo creo mis hermanos que esta iglesia va a ser estirada a un nivel totalmente nuevo, comenzando con el liderazgo del Pastor.
Déjenme decirles por qué. Conociendo yo al Pastor Miranda por estos últimos diez años que he trabajado con él –y esto yo lo digo con certeza, yo se que a él no le gusta que hablen mucho de- pero yo quiero mencionar esto porque esto nos puede ayudar a nosotros como iglesia a procesar algunas cosas. Cuando yo escuché en el mensaje del domingo pasado al Pastor decir que el llamado que Dios tiene para su vida es uno profético y apostólico, eso a mí me hizo llorar cuando yo lo escuché.
Pero no llorar en el sentido de duda, llorar en el sentido de que ‘finally’-finalmente como quien dice- hay una puerta que se está abriendo aquí. ¿Saben por qué yo entiendo que esto fue algo difícil para el Pastor mencionar? Porque conociendo a nuestro Pastor y esto lo digo para que usted lo conozca, él es bien cauteloso. A él no le gusta decir muchas así de su persona pero cuando él llega al punto de decir algo, es porque él entiende que es el tiempo de Dios de decirlo y que si lo dice es porque reconoce el reto y la responsabilidad que eso conlleva también.
¿Saben? Esto es algo que yo digo con mucho cuidado pero hay muchas personas allá afuera en el mundo donde nosotros vivimos hoy día que se protagonizan a sí mismos como profetas y apóstoles. Y, ¿saben qué? Algunas de esas personas, yo entiendo que tienen un llamado genuino de parte de Dios de ejercer ese tipo de ministerio, este tipo de llamado en el tiempo en el cual nosotros estamos viviendo hoy día. Pero hay otros, mis hermanos, que no dan el grado. Que se han autodenominado a si mismos sin verdaderamente Dios haber declarado eso –como quien dice- en los reinos espirituales para que se concretice en el mundo en el cual vivimos hoy día.
Yo quiero presentarles un panorama a ustedes, mis hermanos, porque parte de este trato que Dios está teniendo con nosotros como iglesia, todos nosotros vamos a jugar un rol en esto mis hermanos. Todos nosotros vamos a tener que apoyar en oración a nuestro Pastor ahora más que nunca. Si usted oraba por el Pastor dos o tres días a la semana, yo le sugiero que usted ahora por él: 7 días a la semana, es más 8 días a la semana ore por el Pastor ahora.
Porque yo entiendo que no es fácil la nueva dimensión a la cual Dios lo está moviendo a él. Y él va a necesitar todo el discernimiento que hay en el mundo espiritual para saber como moverse en eso. Y ¿por qué lo estoy diciendo, mis hermanos? Porque a medida que él se mueva en esa dirección van a haber implicaciones para nosotros como iglesia, también.
Nosotros como iglesia vamos a tener una responsabilidad de saber como responder a ese nuevo llamado, a ese nuevo nivel que Dios está moviendo, no solamente a nuestro Pastor sino también a nosotros como iglesia. Esta iglesia siempre ha sido bien cautelosa de no abusar de los dones del espíritu santo sino que los dones del espíritu santo se puedan mover con libertad en una forma genuina como mucho discernimiento porque entendemos que esos dones son para la edificación del cuerpo y no para la destrucción del cuerpo.
Y cuando estamos hablando de lo profético y de lo apostólico estamos hablando de ministerios que han sido ordenados por Cristo Jesús para el funcionamiento de la iglesia. Y es por eso, mis hermanos, que nosotros vamos a tener que ‘endure the process’, vamos a tener que soportar el proceso y dejar que el trato de Dios opere en medio de nuestras vidas.
¿Cómo el trato de Dios se da en medio de nosotros? Miren, mis hermanos, Dios puede tratar con usted en una forma individual como también Dios puede tratar con usted a través de las autoridades que ha establecido aquí hoy día. Yo decía este comentario en la mañana y yo reconozco, mis hermanos, que parte de ese trato de Dios también se da a través de los Pastores que nosotros tenemos aquí y de cómo nosotros somos receptivos a la enseñanza, la corrección, el ánimo que nosotros recibimos de nuestros Pastores.
Yo decía esta mañana que en una reunión que yo estuve con los diáconos y el Pastor donde él estaba empezando a comunicar toda esta visión donde él entiende que el Señor lo está moviendo, él en una mencionó en esa reunión –y me rio pero es serio- diciendo que él por muchos años, hay veces que se ha aguantado de decir cosas que él siente en su corazón por evitar problemas con la gente, por evitar problemas con nosotros porque no quiere con quien dice ‘pisarnos los callos’. Pero él ha entendido que por no hacer eso ha aguantado la bendición que Dios quiere traer a muchas personas.
Pero él ha reconocido ahora que, ‘miren yo estoy seguro que –estas son las palabras de él- si yo les digo algunas de las cosas que el Señor me inquieta, algunos de ustedes que están aquí yo se que van a salir corriendo porque no van a poder soportar lo que yo les voy a tener que decir. Se van a molestar, se van a frustrar, me van a mal entender y por eso se van a ir algunos. Y yo entiendo eso’.
Y cuando yo escuché eso, yo me hundí en mi asiento porque yo me dije: ¡Guau! ¿Qué tú me vas a querer decir a mí a través del Pastor? Yo usé este ejemplo esta mañana, es un ejemplo, pero yo me dije, miren si a mi el Pastor me sienta en un momento y me dice: ‘Mira Omar, yo se que a ti te gusta mucho hacer ejercicio, a ti te gusta correr bicicleta, participas en competencias y todo eso, pero yo creo Omar que por una temporada tú te deberías aguantar, abstener de todo eso y dedicar ese tiempo más a orar, a buscar la presencia del Señor, a estudiar la palabra”.
Yo estoy seguro que si el Pastor me dice eso a mí, yo estoy seguro que me van a crujir los dientes. Porque estaría quitándome algo que para mí es tan valeroso, o sea, yo admiro eso, yo admiro el hacer ejercicio. Me entretiene, mantiene mi cuerpo físicamente activo, con energía y me encanta participar de todo eso. Si él en un momento me dice ‘Yo creo que tú tienes que sacar eso de tu plato e incorporar esta otra cosa’, yo sé que yo me voy a molestar. Y les estoy hablando claramente y quien sabe si hasta me estoy preparando a escuchar eso en algún momento.
Estoy predicando. Señor ten misericordia por favor. Aunque sea salir a correr bicicleta dos o tres veces al año, please. Pero, ¿entienden lo que les estoy diciendo, mis hermanos? Yo creo que el trato de Dios con nosotros a veces se mete por donde más nos gusta y por donde más nos duele. Piense usted, ¿qué sería algo en su vida que por alguna razón u otra, Dios ha tratado de meterse por ahí, pero como a usted le gusta tanto y se siente tan cómodo y “no me toques por aquí, tócame por acá”, la bendición no está entrando por ahí?
Y de alguna forma u otra, mis hermanos, es como una palabra que Dios reveló a través de un hermano aquí en la iglesia. Por esas cosas nosotros le estamos robando el tiempo a Dios. Le robamos el tiempo de lo que Dios quiere hacer con nosotros. No dejamos que Dios, que esa dimensión de lo eterno verdaderamente se meta en nuestras vidas y haga los cambios que tiene que hacer.
Y mira, mi hermano, mi hermana, aunque duela, yo les estoy hablando ahora mismo y a mí me duele el corazón con lo que yo estoy diciendo porque sé que me estoy predicando a mí mismo. Pero aunque duela, mis hermanos, la bendición de Dios no avergüenza, la bendición de Dios es para prosperar nuestras vidas, a que nosotros podamos verdaderamente movernos en esas dimensiones que Dios tiene guardadas para cada uno de nosotros.
Y hermanos, movernos en esa dimensión no significa que yo voy a andar con dos alitas de ángel y una aureola, no significa eso; pero significa que mi vida personal sea mucho más genuina, más activa en cuanto a las cosas que Dios quiere que yo pueda hacer, que si Él me dice: “Omar brinca” que yo le diga ‘¿Cuán alto tú quieres que yo brinque y cuanto tiempo me quedo en el aire?’ No que: “Omar necesito que hagamos esto”, y empieza a refunfuñar ahí como si nada.
Y hermanos, yo les digo esto es algo serio, algo bien serio que todavía no lo logro comprender en su plenitud. Pero yo estoy seguro, mis hermanos, que si nosotros nos sometemos a ese trato de Dios como iglesia, si nosotros nos sometemos a ese trato de Dios que no tan solamente de parte de Él directa, que cuando Él ponga alguna impresión en nuestro corazón que nosotros no digamos “No, no. Eso es invento mío. Eso no proviene de Dios”.
Pero mire, recíbalo como de parte de Dios. Es más, ¿saben qué? Hay veces que –yo he dicho esto anteriormente, pero lo voy a mencionar otra vez- hay gente que viene donde mi y me dice ‘¡Ay! Pastor Omar si yo vengo a Cristo, Cristo me tiene que aceptar tal y como yo soy. Yo no tengo que cambiar nada porque Él me acepta tal y como yo soy’
Y, ¿saben qué? Yo estoy de acuerdo con esa persona. Dios te acepta tal y como tú eres. A ti te gusta darte dos o tres cervezas en una hora, date dos o tres cervezas, como tú quieras. Te gusta ir a Vincent’s por las noches y disfrutar allá –no he visto a nadie allá by the way- pero ¿te gusta ir clubbing o algo así? Es que yo vivo cerca, mis hermanos, todos los días yo tengo que pasar por Vincent para llegar a mi casa so por eso es que digo que no he visto a nadie cuando paso por el estacionamiento.
Pero miren si a ustedes les gusta, usted era de esas personas que se fumaba tres cajetillas de cigarrillos al día venga con sus tres cajetillas de cigarrillos. A mí no me importa, venga tal y como está, pero venga con el deseo de verdaderamente conocer a ese Dios eterno.
¿Saben por qué hago énfasis en eso, mis hermanos? Porque si usted viene con un deseo genuino de encontrarse con ese Dios eterno, de conectarse con todos esos misterios y secretos que están en ese nivel de lo eterno, mire por osmosis usted va a cambiar. Bueno, no por osmosis, bueno por esa conexión con lo eterno, su vida va a cambiar. Usted mismo va a venir donde mi y me va a decir ‘Mire Pastor, ya no estoy fumando 3, estoy fumando una.’ Fantástico, amén. Yo no te tuve que decir que cambiaras pero Dios está obrando ese cambio en ti.
Mire que si antes ‘iba cuatro noches a Vincent’s y ahora estoy yendo solamente una…’ Amén, ¡qué Dios haga ese cambio en ti! ¡Que si me compraba six packs de cerveza y ahora lo reduje a un pack nada más! Amen, que sea así. ¡Que si antes me salían cuatro palabras malas en una oración y ahora me sale uno, y es más o menos, mira, Amén! La cosa es que Dios está obrado el cambio en ti ¿por qué? Porque tú has decidido someterte a ese trato de Dios.
‘Pastor antes oraba 5 minutos. Ahora estoy orando 15’. Amén, Gloria a Dios o si antes oraba una vez a la semana y ahora estoy orando tres veces a la semana, amén. Gloria a Dios.
Esos cambios los produce Dios en ti.
Antes tú veías tu vida a través de unos lentes bien específicos. Cuando tú llegas a la presencia de Dios, Dios lo que te va a decir es: “Te tengo que cambiar la receta. ¿Me permites cambiarte los espejuelos?” y te los va a quitar y te va a poner otros lentes para que puedas ver la vida a través de la perspectiva de él.
Miren, mis hermanos, estas cosas que yo estoy compartiendo con ustedes yo las comparto con mucho temor, mis hermanos, porque yo sé, y una vez que Dios decida comenzar a interrumpir el transcurso de nuestras vidas para Él meter su agenda en medio de nosotros, las cosas van a cambiar. Las cosas van a cambiar.
Milagros que nosotros hemos visto hasta el día de hoy se van a quedar cortos al lado de lo que Dios va a estar haciendo. Restauraciones en las vidas de personas, de parejas, de familias que nosotros hemos visto van a ser nada comparado a lo que Dios va a estar haciendo desde ese momento en adelante.
Y yo les digo, mis hermanos, para mí esto es una aventura, para mí esto es algo bien excitante y yo quiero que ustedes reciban este mensaje así. Yo no lo estoy diciendo para que salgan de aquí diciendo “¡Ah! Esa iglesia, León de Judá se va a meter en lo apostólico ahora; van a ser un chorro de locos que van a estar diciendo un montón de cosas. Yo no vuelvo a esa iglesia”.
Mire, no piense así porque eso no es lo que va a estar ocurriendo. Déjenme decirles: ¿ustedes entienden lo que es un ministerio apostólico? ¿Entendemos lo que es un ministerio apostólico genuino? Mire, un apóstol, no es necesariamente una palabra que se para aquí en el altar y empieza a decir ‘así dice el Señor, así dice el Señor’ y está dando palabra profética por todos lados. No, no. Si usted ve el ministerio apostólico bíblicamente, ministerios apostólicos son aquellos donde si fluyen las palabras proféticas pero que son líderes que Dios establece para cubrir el liderazgo de otros.
El Apóstol Pablo donde quiera que él abría y plantaba una iglesia ¿qué hacia? Dejaba un líder, un Pastor a cargo de esas iglesias. Uno de los ejemplos mejores que tenemos es el ejemplo de Timoteo. Ese es uno de los perfectos ejemplos que tenemos acerca de eso. ¿Qué es lo que hacía Pablo? Pablo –como puedo decir- daba una cobertura espiritual sobre cada uno de esos líderes que estaban a cargo de cada una de esas iglesias y esa cobertura se veía también a través de una palabra profética donde Dios le hablaba contextualmente a cada una de esas iglesias y traía mensajes específicos para cada una de esas iglesias.
Si Dios mueve esta iglesia, en ese ámbito ahora mismo, por un lado yo no estaría sorprendido porque son muchos los Pastores hoy día que llaman aquí a esta oficina pidiendo cobertura de nuestro Pastor Roberto Miranda. Son muchos los Pastores que vienen y se quieren acobijar bajo sus alas porque entienden que hay una autoridad que Dios ha puesto sobre él.
Ahora, esto no es algo fácil de entender o recibir mis hermanos. Pero aquí es donde yo veo que está la conexión de todo esto. Porque si es algo que Dios tiene intencionado no tan solamente para nuestro Pastor sino también para nuestras vidas como iglesia entonces tenemos que decir ‘Señor, mira… -es más, como decía el texto Bíblico del domingo pasado- Señor no sé que hacer. Me estoy encontrando ante este nuevo reto y no se que hacer. Pero te miro a ti porque yo se que tú eres el que tienes la respuesta a todo esto’
En esta misma forma, mis hermanos, cada uno de nosotros, en esta etapa de nuestras vidas como iglesias, en esta etapa de su vida personal donde usted está tal vez estamos diciendo lo mismo, ‘Señor aquí estoy. No sé que hacer, no se que significa esto, yo no se que nuevo reto va a traer esto a nuestra iglesia pero Tú estás ahí arriba y yo estoy acá abajo, yo voy a decidir confiar en ti, yo voy a decidir confiar en tu palabra, yo voy a decidir confiar en lo que Tú quieras hacer’.
Mis hermanos, por último punto y déjenme subrayar esto aquí. Gran parte de la bendición que esta iglesia pueda experimentar se va a ver en la forma en como nosotros nos sometamos a la autoridad de ese líder principal que Dios ha establecido aquí. Hay un principio bien importante aquí mis hermanos y es ese principio de aprender a someternos a esa autoridad.
Si usted ven ejemplos bíblicos a través de toda la escritura, el más tangible que yo puedo pensar es el del Rey David. El Rey David –bueno David porque no… había sido ungido Rey pero todavía no era rey. Saúl todavía estaba en el poder- ¿qué era lo que estaba tratando de hacer Saúl? Tratando de eliminar a David. Estaba buscándolo por cielo, tierra y mar tratando de matar a ese que le iba a coger su puesto.
Y ¿Cuántas veces David tuvo la oportunidad de eliminar al Rey Saúl? En tres veces David estuvo ahí hasta en clavar una lanza en la cabeza de Saúl, pero no lo hizo. ¿Por qué? Porque él sabía que Saúl aunque estuviera loco, desquiciado, que lo quisiera matar, él sabía que Saúl fue un escogido de Dios y el estaba respetando eso. Y porque él respetó eso él pudo cubrir su Ministerio cuando le tocara a él subir al reino. Por eso es que como David no ha habido ningún otro Rey en la historia de Israel.
Asimismo, mis hermanos, nosotros hoy día si nosotros aprendemos a someternos a esas autoridades que Dios ha establecido en medio nuestro, nosotros –yo estoy seguro- que vamos a poder experimentar la bendición de Dios en una forma más tangible y más fluida en medio de nuestras vidas.
Miren, ¿cuál es una de las primeras autoridades que Dios estableció para nosotros? Dígame usted, piense, rápido. Piense desde que usted nació ¿cuál es una de las primeras autoridades que tenemos en nuestras vidas? Los padres. ¿Qué es lo que dice uno de los mandamientos? Honra a papi y a mami para que te vaya bien y tengas una vida larga en este mundo en el cual tú estas. Ese es el primer mandamiento que tiene una promesa.
Piense ¿usted ha tenido una vida abundante? ¿Usted puede mirar atrás en los tantos años que usted tenga, mirar atrás y decir ‘sí mi vida ha sido abundante, placentera, chévere, guau? Si usted no puede decir eso, analícese como usted ha estado en su relación con sus padres.
¿Usted ha honrado a sus padres en todo? Pregunta retórica.
Pero el punto es ese, mis hermanos, yo creo que el trato que Dios tiene con nosotros como iglesia, la intención de Dios es que esta iglesia pueda seguir siendo una influencia solida sobre la comunidad, la sociedad en la cual nos ha tocado vivir. No tan solamente aquí en este estado, sino también a través de las redes de la Internet hasta donde quiera que llegue esta iglesia.
Dios nos está llamando a nosotros continuar siendo los transmisores de esa bendición de Él, de que ese centro en medio de nuestras vidas, esa luz que el Señor ha puesto en medio de nuestros vidas, pueda seguir creciendo y creciendo y aunque en el proceso duela; aunque hayan cosas que tenga que cambiar en mi vida. Si tengo que cambiar mí forma de vestir y vestirme de otra forma solamente para que Dios pueda moverse a través de mí en una forma totalmente nuevamente nueva y distinta, pues mira: lo hago.
Si tengo que llevar mi chequera de otra forma para experimentar la bendición de Dios, pues mira, déjame llevar la chequera en otra forma para experimentar la bendición de Dios. Si en vez de estar tirándole cuchillos a una persona por la espalda y tengo que te tirarme esos cuchillos yo a mí entonces, entonces pues mira lo hago, para poder experimentar la bendición de Dios.
Si tengo que bajar mi nivel de orgullo porque estoy admirando los títulos que tengo en la pared de mi casa y poderme hacer tan humilde como otra persona que Dios ha puesto a mi lado, pues mira, lo hago por el mero hecho de experimentar la bendición de Dios en mi vida y de seguirla transmitiendo a otros a mi alrededor.
Hermanos, esto es algo serio y profundo y es bello a la misma vez. Ya emociona el mero hecho de que Dios tiene esta iglesia en su radar, de que Dios tiene esta iglesia bien pendiente, de que la está mirando con un microscopio y está diciendo: ‘Mira ahí está Françoise, yo veo a Françoise allí, tiene su vida bien medida. Y allí está Rosa. La estoy viendo a Rosa, la tengo bien clara y ahí está María y está Pedro y está Juan’.
Y Dios nos ve a todos y a cada uno de nosotros, ‘y esa es mi iglesia, una iglesia que yo he escogido con la cual yo tengo propósitos’.Miren, yo les voy a decir algo. Son muchas las personas hoy día que cuando tú le preguntas, ¿a qué iglesia es que tú vas? Ah, yo voy a Congregación León de Judá y esa es mi iglesia. Te dicen ‘esa es mi iglesia’ pero no se aparecen aquí más que dos o tres veces al año. Y ellos se caen de pecho diciendo que esa es su iglesia. Mira, amen, que digan que esa es su iglesia. Fine.
Pero yo creo que está llegando el momento donde Dios va a empezar a decir: ‘Tú dices que tú eres de Congregación León de Judá. Let’s prove it!. Vamos a probarlo a ver si tú verdaderamente eres de Congregación León de Judá. Vamos a ver si tú estas viviendo de acuerdo a todos los principios que se transmiten a través de la palabra que se predica en León de Judá’.
Si a ti te preguntan de que iglesia tú eres y dices ‘Yo soy de León de Judá, de verdad’ Y ¿por qué? Porque en León de Judá se predica esto, esto, esto y esto y yo estoy viviendo de acuerdo a cada una de esas cosas que se predican en esa iglesia y te las puedo enumerar desde la ‘a’ hasta la ‘z’ y desde la z hasta la a otra vez. Te las puedo enumerar. Una persona que no pueda responder a eso lamentablemente no creo que nosotros vayamos a reconocer que tú vienes a León de Judá. ¿De verdad? Como diría Jesús ‘No te conozco’.
Vienen tiempos emocionantes, mis hermanos. A esta iglesia se están acercando unos momentos sólidos, se están acercando unos momentos transformadores. Miren, yo le estoy orando a Dios que haya domingos donde la gente solamente por entrar por esas puertas, miren que se quebranten en llanto, que se quebranten en gozo, que cualquier cadena que tengan que ya estén entregando sus vidas al Señor y vengan de rodillas por ahí caminando porque no pueden cargar la gloria que hay en este lugar.
Amén.
Yo estoy orando, mis hermanos, de que si Dios pone algo en nuestro corazón y hablo de nuestro como autoridad pastoral para comunicar con usted uno no tenga que venir con “¡Ay! Bendito mi hermano, pero si puede hacer esto’. Pero el mero hecho de uno sentarse en una mesa con usted, que ya usted diga “yo sé que tengo que trabajar en esto”. Amén. Nos van a librar un dolor de cabeza bien grande, sin tener que romper la noticia a usted porque ya usted se está sometiendo al trato de Dios.
Mire que si aquí se hace un llamado tenemos que orar, tenemos que ayudar, mira que la iglesia se replete y la gente se esté tirando por los balcones porque no cabemos. Pero después que estamos ahí buscando intensamente la presencia de Dios.
Que si hay que hacer algún tipo de impacto en medio de la ciudad en la cual nosotros vivimos, mira que no titubeemos en hacer eso, pero en la medida en que Dios determine para cada uno de nosotros que nosotros podamos hacer nuestra parte. Que si yo tengo que ir desde Randolph hasta Burlington porque hay que ayudar a una señora porque no tiene, pues mira, que yo me mueva desde Randolph hasta Burlington para hacer la compra, llevársela a la casa, ponerla en la nevera y volver otra vez a mi casa y aunque sean dos horas del día pero lo implementé en edificar la vida de una hija o un hijo de Dios. Amén.
Yo quiero cerrar este momento, ¡guau! Me extendí. Yo quiero tomarme un momento para orar.
Vamos a ponernos de pie, vamos a orar. Cuando lo eterno toca lo interno transforma lo externo. Señor tú eres un Dios eterno, Tú eres el mismo de ayer, hoy y siempre y no hay nada ni nadie que se pueda comparar contigo, Señor. Y es por eso que yo te doy a ti toda la gloria y toda la honra Dios, porque solo tú la mereces. Nosotros somos nada, Jesús, somos polvo, somos un grano de arena, como cantaba Ramón hace unos minutos.
Sin embargo, de ese grano de arena, Señor, tú has decidido edificarte un pueblo, edificarte un ejercito Señor. El cual tú puedas usar, el cual tú puedas trabajar con ellos. Y Padre reconocemos que tú estás moviendo a Congregación León de Judá y a todos sus integrantes, todas esas partes de su cuerpo. Tú nos estas moviendo a nuevos niveles que por una parte no sabemos como nos vamos a mover en esas dimensiones pero sabemos y creemos que de ti provienen las palabras de vida.
De ti provienen esas palabras que nos van a enseñar el camino para nosotros poder andar en él. Yo te pido Señor de que cuando llegue el tiempo de que tú empieces a demandar, a requerir de nosotros, no porque eres un Dios autoritario sino porque eres un Dios que nos amas, eres un Dios que es todo amor. Que nosotros como hijos e hijas podamos alinearnos a ese llamado que tú tienes sobre nuestras vidas Jesús, que no seamos rebeldes, que no seamos testarudos pero que podamos ser sensibles a tu voz.
Crea en nosotros, Señor, un espíritu noble, un espíritu recto, un espíritu enseñable. Danos un corazón abierto y sensible a ti, Señor para poder recibir esta palabra mi Dios y poder responder en una forma afirmativa Jesús.
Padre en una forma especial, como iglesia queremos orar e interceder por nuestro Pastor Roberto Miranda, Señor. Padre le decimos Amén a lo que tú tienes guardado para él y para su familia, Señor y primero que nada sobre todos ellos pedimos tu cobertura, Señor, pedimos tu provisión, pedimos tu paz a través de este proceso, Señor, que tú les enseñes, que tú traigas revelación tanto a Roberto como a Mercedes, a sus hijas, Señor Jesús. Que tú traigas revelación de los planes que tú tienes allá guardados en lo eterno para cada uno de ellos.
Enséñales el camino en que deben andar y a nosotros como iglesia enséñanos a saber ser una piedra de apoyo para nuestro Pastor, Jesús, en este ministerio. Que no seamos piedras de tropiezo, Señor, que no entorpezcamos lo que tú quieres hacer para este tiempo sino que todos nosotros mi Dios, podamos estar listos, dispuestos a responder a lo que tú tengas para nosotros y lo que tú quieras transmitir a nuestras vidas a través de él Jesús.
Padre, declaramos tiempos nuevos sobre la vida de esta iglesia. Yo lo declaro así, Jesús. Yo declaro un tiempo nuevo, yo declaro que ese viento, ese aire fresco, esa agua renovadora que tú estas trayendo a esta iglesia Señor. Abrimos las puertas para que tú entres, entra como el Rey que tú eres de esta iglesia, como el Señor que tú eres de esta Iglesia y al menos para aquellos que así lo sientan, Señor, yo declaro esto: Te damos permiso para que tú trabajes en esas áreas de nuestras vidas que tienen que ser tratadas por ti.
Señor, que aunque duela, aunque moleste aunque incomode pero si proviene de ti Señor, lo recibimos con brazos abiertos. Tú sabes como tratar con nosotros, tú no avergüenzas, tú no avergüenzas, Señor sino que tú traes convicción para edificar nuestras vidas y levantarnos al nivel que tú tienes para nosotros.
Señor yo declaro tu bendición sobre tu pueblo, Jesús. Declaro tu bendición sobre tu pueblo, Señor. Enséñanos, enséñanos. Una vez más yo te lo pido, Señor, enséñanos a saber como colaborar contigo en este tiempo y no se estorbos para ti.
Enséñanos a como colaborar contigo, con ese Dios eterno. Interrumpe la agenda de nuestro interior para nosotros poder ser esas luces en el exterior que tú nos llamas a vivir. Padre, llénanos con tu presencia, llénanos con tu espíritu Señor. Que no estemos andando por ahí soñando con pajaritos en el aire, Señor sino que sepamos como traer tu palabra a cada una de esas esquinas de nuestras vidas, para saber como vivir una vida justa, una vida digna, integra, delante de ti y de aquellas otras personas que tenemos a tu alrededor.
Permite que esta casa, Señor, sea una casa donde tu Gloria se manifieste. Que si hay cosas que limpiar en esta casa, Señor, enséñanos a como limpiar, a como desechar esas cosas que hay que desechar para traer esos utensilios mi Dios que tú estas trayendo una vez más. Esos dones que tú quieres traer en medio de tu pueblo, Señor.
Llena, llena tu iglesia, llena a tus hijos e hijas, Señor. Te lo pido en el nombre de tu hijo Jesús. Tú que has sido el que comenzó esa obra en nosotros, Señor, lo declaramos que tú vas a ser fiel en completarla. Nuestro deseo es honrarte a ti, Señor. Nuestro deseo es honrarte a ti con nuestro corazón, con nuestras acciones, con nuestros pensamientos, con nuestras palabras queremos traer honra y gloria a tu nombre. Se tú exaltado por encima de todas las cosas.
En el nombre de tu hijo Jesús, te adoramos, Señor. Amén. Amén. Gracias Jesús, Gracias Dios.
Mi fe es como mi radio...
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Algo que el Señor ha puesto en mi corazón y yo no se cuantos de ustedes estuvieron aquí el domingo en el segundo servicio. A ver, por muestra, hermanos ¿cuántos de ustedes escucharon el mensaje del segundo servicio? Amén. Okay, muy bien, muy bien.
Los que no lo han escuchado y si usted tiene acceso al Internet o si puede comprar los CDs de ese segundo servicio, le recomiendo que lo compre. Si usted se considera una parte vital de lo que es Congregación León de Judá, usted no se puede perder ese mensaje. Ese mensaje tiene que estar en su librería de mensajes de los Pastores de León de Judá, así que por favor, escúchelo. Revéalo, escúchelo y revéalo una vez más.
Pero el asunto es que yo no estaba aquí el domingo pasado, yo estaba predicando en otro lugar, pero el Pastor Miranda me dio la tarea de que yo tenía que escuchar ese mensaje. Y, yo pues, como buen estudiante, como buen alumno, anoche me acosté a las once y media escuchando el mensaje porque yo estaba preparado por sí acaso él me preguntaba algo en la reunión de staff que teníamos así que quería estar listo.
Pero el asunto es que yo no lo escuché tanto por el sentido de una tarea. Yo lo escuché, mis hermanos, porque yo entiendo que Dios está haciendo algo importante; que Dios está haciendo algo en medio de esta Iglesia, en medio de cada uno de ustedes, es porque ustedes son la iglesia. Cuando hablamos de la iglesia, mis hermanos, yo les recalco: la iglesia no es tan solamente este edificio, la iglesia son cada uno de ustedes. Cada uno de ustedes componen lo que es Congregación León de Judá y cada uno de ustedes juega una parte vital en el llamado, en el propósito que Dios tiene para esta iglesia; cada uno de ustedes es una pieza de ese rompecabezas que va a formar un escenario, una pintura, un panorama que al final cuando se vea va a ser algo grandioso.
Y pensando yo en ese mensaje hay algunas cosas que el Pastor Roberto mencionó inspirado por el espíritu y yo entiendo que lo dijo en una forma profética que yo quiero reflexionar en alguna de esas cosas. Es como -yo no sé cuantas veces ustedes han escuchado a alguien que da una presentación y después vienen otras personas y como que dan su respuesta a lo que esa persona dijo- pues, más o menos yo quiero hacer algo así, pero no es que me voy a ir de la línea de lo que el Pastor dijo, consta.
Y yo quisiera comenzar leyendo una pequeña historia que me encontré hoy en una reflexión que estaba haciendo. La historia de un personaje y solamente voy a leer algunas líneas y no las voy a leer todas. Pero este personaje dice, esta es su historia: 'Compré un radio para mi oficina, lo encendí y busqué mi estación favorita. Todo lo que escuché fue estática. Pensé que quizás el radio estaba muy cerca de la computadora, así que lo moví y mejoró un poco la señal, pero finalmente hallé un lugar donde la recepción fue buena y pude escuchar la emisora con claridad'.
Yo no sé cuantos de ustedes en algún momento han vivido eso, que ustedes tienen un radio con la antenita esa que uno como que va moviendo por distintos lugares en la casa a ver donde sirve mejor y no sé es algo como que "quédate ahí, no te muevas".
Yo no sé, hay veces que en mi casa, yo no sé por qué se hacía esto, yo todavía no logro entender pero mi papá había veces que cogía un papel de aluminio y se lo ponía a la punta y lo conectaba con una ventana que supuestamente aumentaba la recepción o algo así, yo no se, yo "un día te va a dar un cantazo de corriente, es lo que te va a dar eso".
¡Oh! un alambre de esos, un gancho de ropa, también se lo conectaban para que tuviera mayor señal o algo.
El asunto es que estaba buscando una mejor frecuencia para oír claramente lo que estaba diciendo. Ahora este señor, del cual estoy leyendo, dice: 'Mi fe es como mi radio. Dios siempre me está enviando mensajes pero no siempre estoy en el lugar correcto para recibirlos'.
A ver, déjame leer esa línea de nuevo, lento. A ver déjame decirlo como un poema:
“Dios siempre me está enviando mensajes pero no siempre estoy en el lugar correcto para recibirlos. A veces mi mente y mi corazón no están sintonizados para escuchar el mensaje. Los servicios de adoración en mi iglesia pueden ser un lugar donde yo puedo escuchar la voz de Dios. La compañía con otros creyentes me puede ayudar a sintonizarme para escuchar la voz de Dios. El leer la biblia y tener tiempo de reflexión me ayuda a sincronizarme con la voz de Dios. Pero muchos de nosotros, así como el radio, necesitamos estar en el lugar adecuado si queremos escuchar claramente el mensaje de Dios.”
Cada uno de nosotros necesita estar en el lugar adecuado si queremos escuchar ese mensaje, esa palabra de Dios.
Ahora, esa reflexión me hizo pensar en algo que para mí lo pude conectar con el mensaje que el Pastor estaba trayendo. Una de las partes de ese mensaje, porque ese mensaje estaba lleno de cosas, pero una de las cosas fue cómo el Pastor estaba identificando distintas poblaciones que están dentro de la iglesia. Personas que están como que en distintos círculos concéntricos donde tal vez, hay personas que todavía como que el mensaje del Evangelio, como que no ha penetrado de tal forma de que sus vidas hayan sido transformadas por completo.
Y a mí me llamó mucho la atención porque en la grabación del mensaje cuando el Pastor dijo eso, yo escuché el eco de la gente: "Amén, gloria a Dios. Sí, eso es verdad" y el Pastor como que " No, no, no. No digan Amén, no digan Gloria a Dios porque usted puede ser una de esas personas".
Yo cuando oí ese mensaje, yo mismo en mi casa como que lo oí y "¡Uf! Déjame no decir Amén porque yo puedo ser una de esas personas también". El asunto es que mientras meditaba en esto, por alguna razón el Señor me dirigió a la parábola del sembrador. La parábola del sembrador. Y yo quiero que ustedes vayan conmigo a Mateo capítulo 13. Quiero simplemente repasar algunos versos de esta parábola con ustedes y ver como hay una conexión aquí.
Mateo capítulo 13. Y voy a empezar a leer en el verso 9. Voy a leer algunos versos, así salteados. Verso 9. Y por favor no se me confundan, recuerden que estoy aprendiendo de esta nueva versión de la biblia. Esta nueva versión internacional en español, así que, es como si la estuviera leyendo de nuevo la Biblia. Así se aprende algo nuevo.
Pero Mateo capítulo 13 verso 9. Empiezo a leer aquí. Miren como dice el verso 9: “El que tiene oídos para oír, oiga.”. Mira por donde empezamos, Jesús es bien directo. “El que tiene oídos para oír, que oiga.” No es que le entre por un oído y le salga por otro. Es el que tiene oídos para oír, que oiga. En otras palabras que lo que tiene que decir es importante, siempre.
“Los discípulos se le acercaron y le preguntaron a Jesús: ¿Por qué le hablas a la gente en parábolas?”
Miren la respuesta de Jesús. Me fascina esta respuesta: “Jesús respondiendo les dijo: Porque a ustedes les es dado a saber los misterios del reino de los Cielos, más a ellos no les es dado.” Algunos versos más abajo –verso 16: “Dichosos los ojos de ustedes porque ven y sus oídos porque oyen. Porque les aseguro que muchos profetas y otros justos anhelaron ver lo que ustedes ven pero no lo vieron y oír lo que ustedes oyen pero no lo oyeron.” Ahora aquí es donde está el meollo.
Verso 18. Escuchen lo que significa la parábola del sembrador. 'Cuando alguien oye la palabra acerca del reino y no la entiende viene el maligno y arrebata lo que se sembró en su corazón. Esta es la semilla sembrada junto al camino'. Este es el ejemplo número 1.
Número 2: 'El que recibió la semilla que cayó en el terreno pedregoso es el que oye la palabra e inmediatamente le entra un éxtasis y le da euforia. Dice "¡Guau! ¡Qué rico, qué chévere está esto!
Recibe la palabra con alegría pero es todo superficial. Pero -miren ese pero bien grande que dice ahí- como no tiene raíza, la euforia le dura poco tiempo. Cuando surgen los problemas o la persecución a causa de la palabra enseguida se aparta de ella.
Ejemplo número 3: 'El que recibe la semilla que cayó entre los espinos es el que oye la palabra, pero -de nuevo el gran pero ahí- las preocupaciones de esta vida y el engaño de las riquezas la ahogan de modo que esta no llega a dar fruto'.
Ahora el verso 23, este es el cuarto ejemplo. 'Pero el que recibe la semilla que cayó en buen terreno, es el que oye la palabra y la entiende'.
Miren esto qué interesante, mis hermanos, el ejemplo número dos y el ejemplo número tres son los ejemplos donde habla acerca de las circunstancias de la vida y como las circunstancias de la vida, vinieron, se escabulleron y le robaron lo que se había sembrado ahí.
Pero el ejemplo número 1 y el ejemplo número 4 son los únicos ejemplos que usan la palabra "entiende" o no la entiende o la entiende.
Hay algo bien importante aquí, porque yo puedo oír algo y como bien dije ahorita: ese algo que yo escucho me puede entrar por una oreja y me puede salir por el otro y mi entendimiento va a ser ¿qué? Nulo, cero, mínimo, o bien superficial. Va a ser mi entendimiento de eso que yo escuché.
Si Bruno me quisiera explicar a mi de como funciona un circuito de electricidad, yo estoy seguro que él me lo puede explicar con todas las palabras técnicas que existen en el vocabulario de ingeniería y a mi me va a entrar por aquí y me va a salir por allá.
Él me puede preguntar: "¿Entendiste?" y yo le voy a decir: "Si". "Okay, ahora hazlo tú". Se quema el circuito cuando yo lo toco.
Nosotros podemos leer un libro de ayuda personal, un libro de autoestima, un libro que me ayude a poder rebajar un poco la pipa que tengo o algo así pero si no entiendo lo que yo estoy leyendo, solamente va a ser un libro más que acabo de leer y lo vuelvo y lo pongo en mi librero y ahí se queda.
La diferencia es, mis hermanos, que cuando yo logro entender algo, hay algo que pasa en el interior. Porque con el entendimiento viene un sentido de transformación. Con el entendimiento viene un sentido de que, "¡Guau! La forma en que yo estaba haciendo las cosas, no está muy bien, así que yo voy a considerar esta otra opción"
Cuando a mí me dicen: "Omar, mira, la forma en la cual tú estas llevando tu chequera no está muy bien. Yo te voy a explicar como tú debes llevar tus números". Y si alguien me lo explica de tal forma que yo lo entienda, ese entendimiento si se cimenta en mi cabeza va a ocasionar un cambio en como yo llevo mi chequera.
Si yo he sido el tipo de persona que he tenido relaciones interpersonales con otro y estoy brincando de una novia en otra, de una novia en otra y nunca logro conseguir la persona ideal; y si alguien me dice: "Mira, Omar, yo creo que tú tienes que ajustar estas cosas en tu carácter y entender lo que las relación significa y que significa una vida duradera con otra persona". Si alguien me explica y yo lo logro entender, en mi vida se van a dar los ajustes necesarios para yo entonces poder tener una relación saludable con otra persona.
Pero hay una clave para esa parte de poder entender y poder entender tiene que ver con como está mi corazón.
Antes de yo poder entender la palabra yo tengo que entender como está mi terreno. Y esto es bien importante, mis hermanos, porque hay veces que estamos tan y tan desconectados de lo que está aquí adentro que por más que se hable la palabra no va a causar efecto.
Hasta que aquí adentro no haya un terreno que verdaderamente pueda recibir esa palabra, que transforme el corazón el efecto va a surgir en lo que se dio en los otros ejemplos. Va a crecer por un tiempo, pero después se va a secar. Va a crecer otra vez pero los espinos, las circunstancias la van a amortiguar completa y no se va a dar el crecimiento.
Yo creo, mis hermanos, que... déjenme ponerlo de esta forma. Hubo una palabra que el Pastor mencionó el domingo, que a mí me quebró mi corazón, pero en una forma buena, no en una forma mala. En una forma buena, porque el Pastor estaba reconociendo que nosotros como iglesia hemos llegado a un nivel de vivencia en el Señor, pero que es un nivel incompleto. Y nosotros podemos ver todo lo que Dios ha permitido que Congregación León de Judá haya podido logarado hacer, lo que hemos podido lograr alcanzar. La forma en que Dios ha usado este ministerio para bendecir a otros, eso lo reconocemos.
Pero el yo escuchar de las palabras de mi Pastor, de su pastor, decir que todavía nos falta, que todavía no estamos preparados para lo que Dios tiene para esta iglesia, eso a mí me trabajó. No en una forma mala, recuerden, y miren que yo estoy hablando en capacidad Pastoral, pero estoy hablando como si fuera un feligrés igual que ustedes que está recibiendo la palabra de mi Pastor, de su Pastor. Esa palabra me hizo pensar a mi "qué yo estoy haciendo o qué yo no estoy haciendo para que esa revelación adicional que Dios quiere traer a nuestras vidas, se pude dar. Él usó ese ejemplo de tener un velo.
Miren, ustedes si me veían a mí anoche, tal vez se echaban a reír. Pero yo anoche cogí una bufanda de mi esposa que es medio "citrus" por así decirlo y yo me dije: "Okay, déjame ver que significa tener un velo," y yo me la puse así en la cara y yo podía ver la silueta de mi mano pero no la veía completamente. Me puse a dar vueltas alrededor de la cocina, la sala y yo como que tratando de ver. No era que estaba haciendo trampa por debajo de la cosa que me puse, sino que estaba buscando a ver como se sentía.
Y miren, obviamente yo conozco mi casa, o sea yo me puedo mover y se donde estar la esquina para no chocarme ni nada por el etilo. Pero el asunto es que no lo estaba viendo todo y tal y como estaba. Yo estaba viendo todo en una forma nébula. Y eso a mi me hizo tanto sentido, mis hermanos, porque como iglesia, miren, yo se, yo entiendo que Dios nos ha permitido movernos en una dimensión. Dios nos ha permitido como iglesia experimentar algunas cosas.
Hay personas aquí que han experimentado cambios en sus vidas, milagros, provisión de trabajos, restauración de familia, restauración de emociones, restauración de tantas cosas y eso ha sido por gloria y misericordia de Dios. Pero aún al pensar en eso atreverse uno a decir que todavía no estamos ahí, que todavía no estamos en el punto que Dios tiene intencionado para nosotros; que todavía hay un velo que hay que como que coger un bisturí, y cortarlo y abrirlo así, para poder entrar en esa dimensión.
Oigan, mis hermanos, yo no sé ustedes, pero eso a mí me emociona y me asusta a la misma vez. Me emociona y me asusta. Y por un lado yo conecto esto con lo que yo estoy leyendo aquí de esta parábola. Porque por un lado, para yo poder pasar ese velo y ver lo que está al otro lado yo tengo que asegurarme de que mi terreno esté listo y preparado para lo que vaya a ver en el otro lado.
Hace mucho tiempo, yo estaba hablando aquí, una de las palabras de Jesús en el libro de Juan, que cuando Él se estaba despidiendo de sus discípulos Jesús les dice a los muchachos: 'Muchachos aún tengo muchas cosas que revelarles pero todavía no es el tiempo. Todavía no están preparados para'.
Miren eso que interesante. El mero hecho de que el mismo Jesús dice: 'Yo quiero revelarme algo más pero todavía no es el tiempo'. Y esto yo lo veo en dos formas: todavía no es el tiempo de Dios para que esa revelación llegue y todavía no es el tiempo en la dimensión suya porque nosotros no estamos preparados todavía para recibir lo que sea que Dios tenga para nosotros.
¿Qué yo tengo que hacer para poder estar preparado? ¿Qué yo tengo que modificar en mi vida para que en mi se pueda dar lo que dice esa parábola del sembrador: 'Que mi fruto pueda ser al 30, al 60 hasta el 100 por ciento, ciento por uno. Que mi vida pueda dar ese fruto'.
Y obviamente, yo sé que nuestro Pastor, hiló fino en muchas cosas, que yo mismo cuando las oía yo iba que como con una libretita apuntando: me falta, aquí estoy más o menos, aquí estoy bien; esto me falta, aquí estoy bien mal. Yo voy haciendo mi lista.
¿Saben por qué mis hermanos? Hay una belleza acerca del Dios al cual nosotros servimos. Dios tiene este lado que es bien gentil, que es todo amor, que es como que todo bien chévere, bien nice. Como que ¡guau! cuanto te amo, cuanto te anhelo, cuanto deseo que tu vida experimente toda la abundancia que yo tengo para ti.
Está ese lado que es bien sweet, bien como quien dice: 'la cherry en el tope del frosty del pastel'. Pero Dios también tiene ese lado que es bien cortante, es bien tajante, mis hermanos. Y hay veces que nosotros nos olvidamos de eso y yo se que para nosotros poder entrar en esa dimensión que Él tiene para nosotros, miren hay asperezas en mi. Hay asperezas en todos nosotros que se tiene que ir cortando poco a poco, poco a poco para entonces poder entrar a eso que Dios tiene para nosotros.
Requiere por un lado, un sentido de vulnerabilidad.
¿Se recuerdan cuando yo hablé hace unos miércoles atrás de vulnerabilidad? De uno como quien dice, bajar sus defensas y dejar a otro, como que le toque sus botones, como quien dice: 'Mira te voy a decir algo y te vas a molestar pero déjame que te lo diga porque yo se que va a ser de bendición para ti'.
Y que uno no se revele en contra de eso sino que uno lo pueda recibir, que uno lo pueda aceptar y así mismo aceptar la bendición que Dios tiene para uno. El trato de Dios en el terreno del corazón, por así decirlo. De como Dios pueda meter sus manos en ese terreno y abonar nuestros corazones, de sacar escombros para que esa semilla que está plantada pueda dar fruto y que de ese fruto provea otra semilla para que otro tipo de producto se lleve a cabo en nosotros.
Yo les digo, mis hermanos, yo estoy seguro de que así como vienen tiempos buenos, tiempos de bendición, tiempos de poder en la misma forma van a venir tiempos duros. Van a venir tiempos fuertes porque esos cambios no son muy placenteros a veces. El mero hecho de que la Escritura dice en Romanos, como dice el Apóstol Pablo: "Por tanto no se conformen, pues, al mundo en el cual viven ahora sino sean renovados porque la renovación, transformación de nuestra mente, nuestro entendimiento, nuestra forma de pensar".
Mira que si me dicen: 'No seas cabeciduro'. 'Pero si yo no soy cabeciduro' y lo se que lo soy cabeciduro y yo comenzara a ser intencional en ponerme en situaciones donde yo pueda identificar esas cosas que están fallando, que están flaqueando, que de una forma u otra están impidiendo, están frenando lo que Dios quiere proceder en mi vida.
Y ¿saben qué, mis hermanos? La responsabilidad es de cada uno de nosotros. Miren como Dios trabaja. Yo me recuerdo de ese mensaje que prediqué hace unos domingos atrás y ahora como que me está haciendo un flash en mi mente.
Hubo un domingo donde yo prediqué un mensaje que decía:"Yo soy el responsable de mis encuentros con Dios". Yo no puedo estar dependiendo en lo que otros puedan estar haciendo por mi, yo soy el responsable de como Dios se pueda revelar a mi vida. Yo soy el que le pongo a Dios límites. Dios puede tener muchas cosas para mi pero si yo le empiezo a poner límites y le digo: "No Dios aquí no te metas", "No esto no lo puedo soltar", "No Dios, aquí tú no sabes como bregar con esto porque yo soy el que hay bregado con eso por mis 30 y pico años de vida", o mis 40 y pico o mis cincuenta y algo y mis dieciséis algo de vida que usted tenga.
Pero el asunto es mis hermanos, que ha una semilla que el Señor quiere sembrar: una semilla nueva. Yo lo veo así. Hay una semilla que se ha puesto en nosotros, que ha crecido, que ha dado fruto pero yo creo que hay una semilla nueva que ese sembrador quiere tirar y que el fruto de esa semilla nos lleve a esa nueva dimensión. Pero nosotros tenemos que ser bien responsables con como está el terreno de nuestro corazón.
Y miren, hermanos, que si yo tengo que aceptar el que me digan algo fuerte, mire, recíbalo en el nombre de Jesús. Consta que yo también se lo que dice la palabra en Primera de Telesalonisenses, Capitulo 5. Hay una palabra que para mí también es crucial, que la uso también en este mensaje y es esa palabra que dice: 'examinadlo todo, retened lo bueno y desechad, rechazad lo malo'.
Ahora ¿qué es lo bueno y qué es lo malo de acuerdo a los lentes por lo cual usted lo este viendo? o ¿qué es lo bueno y lo malo de acuerdo a los lentes de Dios? ¿Cuál de los lentes me voy a poner yo para ver? Para poder entender y discernir que es lo bueno y que es lo malo: lo bueno con lo cual me tengo que quedar y lo malo que tengo que desechar.
Lo bueno que tengo que recibir de los que viene de afuera hacia mi, lo malo que tengo que rechazar de lo que pueda venir de afuera hacia mi como también lo que pueda salir de adentro para afuera. Lo bueno que esté en mi retenerlo y lo malo que esté en mi rechazarlo, echarlo afuera.
Mis hermanos, yo les digo, las cosas que Dios tiene son fuertes, son bellas y lindas pero a la misma vez son fuertes. Y yo sé que el Pastor hablaba de un porcentaje de personas y dentro de ese porcentaje de personas, mira, puede ser que haya algunas que entren en esa nueva dimensión como también puede ser que haya aquellas que se queden rezagadas.
Y, ¿sabes qué? I wouldn't be surprised. No me sorprendería porque el mismo Jesús lo dice: 'Hay algunos que van a escuchar su voz y que van a responder y se van a lanzar por completo. Pero también van a haber aquellos que va a ser todo lo opuesto'. Yo quisiera que no fuera así. Mi corazón pastoral es como que yo quiero tener a todo el mundo en el barco pero si el mismo Jesús dijo que no todo el mundo va a estar en el barco, yo, busco -como quien dice- salvar los más que pueda, meter en el barco a los más que yo pueda por cumplir mi parte del llamado. Mi parte de lo que Dios pide que yo haga.
El resto, it's up to him -depende de Él. Él es el que se encarga de tocar los corazones.
Así que en esto, mis hermanos, yo lo veo en una forma dual. Es algo que va en dos vías. Por un lado, sí es lo que Dios quiere hacer conmigo y por lado es lo que pide que yo haga para Él en retorno. Que ese tiempo de comodidad en la cual yo me encuentro, que tal vez mi comodidad se tenga que ver alterada en algún tiempo, en alguna forma para yo poder descubrir y experimentar eso nuevo que Dios tiene, pero que a la misma vez ese sacrificio va a traer sus frutos. Ese sacrificio va a traer el fruto en su vida.
Y miren, mis hermanos, quiero terminar con esto: Jeremías. Yo se que todos conocemos esta palabra pero quiero que la leamos. Jeremías capítulo 33, el verso 3. Es más ¿alguien se lo sabe de memoria por si acaso?
Miren eso. "Clama a mí y yo te responderé y te mostraré cosas pequeñas y al descubierto que tú las conoces ya". ¿Te confundí verdad? Eso no es lo que dice el pasaje.
Ahora, pero lo dije intencionalmente porque Dios también te puede revelar cosas que ya tú conoces lo que pasa es que tú no le estás prestando atención. Pero la cosa es que Dios lo está poniendo de un lado mucho más interesante. Dios te está diciendo: "Clama a mí y yo te voy a responder y te voy a mostrar cosas grandes y ocultas que tú no conoces". Oiga, yo no sé usted, pero cuando yo leo esa palabra me da escalofríos.
"Cosas grandes y ocultas que tú no conoces", que yo no conozco. Cosas grandes que tienen que ver con tu vida, cosas grandes que tienen que ver con el mundo en el cual vivimos. Cosas ocultas que están en ti y que tienen que salir, cosas ocultas que ocurren a nivel de los aires en los cuales vivimos y que nos las vemos, no las conocemos, no las podemos percibir pero que llegará el momento en que Dios va a traer esa revelación y todo va -como quien dice- a conectar y a caer en su lugar.
Cuando ese momento llegue, yo estoy seguro que Dios va a querer una iglesia, meaning: todos nosotros, una iglesia que pueda responder. Una iglesia que pueda -como quien dice- pararse firme como ese pasaje de Josafat que se estuvo leyendo el domingo, estar firmes, mantener su puesto, estar quietos; que Dios es su salvación, que Dios es el que se va a encargar de mover las cosas. Nosotros somos ese instrumento, ese vaso, ese conducto a través del cual fluye todo lo que Dios tiene.
Mis hermanos, yo no comparto estas palabras con la intención de traer un sentido de inseguridad, o con la intención de traer un sentido de frustración o con traer un sentido de que ¡Guau! Pues entonces yo no soy parte de. Todo lo contrario. Si comparto esta palabra, mis hermanos, es porque ustedes son parte del plan del Dios. Es porque ustedes, todos nosotros, todos, todos, todos somos parte del plan de Dios.
En alguna forma u otra, por más insignificante que uno se crea que es, uno forma parte del plan de Dios. En la forma que sea, en la forma que eso se pueda manifestar. Yo creo que por eso es que yo leí ese pasaje de Jeremías: "Mira Señor, muéstrame cual son esas cosas en las que tú quieres que yo me pueda mover. ¿Cuáles son esas cosas nuevas que tú tienes para mí? ¿Cuales van a ser los cambios que yo voy a tener que hacer para poder adentrarme en esas cosas nuevas que tú tienes?".
Dios quiere, mis hermanos, Dios quiere que nosotros nos podamos poder las pilas y podamos procesar estas cosas, mis hermanos. Que no leamos esto así a lo loco, sino que prestemos atención a lo que Dios está verdaderamente queriendo decir a nuestras vidas, a nuestros corazones; qué nosotros podamos escuchar y a la misma vez entender. Porque es en ese entendimiento, mis hermanos, donde verdaderamente nosotros vamos a experimentar las cosas que Dios tiene para nuestras vidas. Que si tal vez, yo en algún momento, yo tal vez peleo conmigo mismo y me digo: "Yo no entiendo por qué hay veces que yo me pongo tan negativo, tan pesimista, si yo se que tengo un Dios que todo lo puede, que tiene cosas abundantes para mi vida, ¿por qué, por qué, por qué hay veces que mi mente se pone tan negativa?
Es todo lo opuesto a lo que Dios tiene. Estoy diciendo testimonio porque eso hay veces que son cosas que ocurren en mi. ¿Qué es lo que Dios me tiene que mostrar? ¿Qué es lo que yo tengo que hacer? ¿Qué cosas nuevas yo tengo que implementar para que esos pensamientos negativos se arranquen de mi por completo?
O quizás no es que se arranquen sino que yo pueda aplicar lo que dice la misma Escritura: "Someterlos a la obediencia de Cristo" y que esa negatividad no influya sobre mi, sino que yo la pueda sacar de mi con el poder y la autoridad que Dios da a mi vida para entonces yo poder vivir a la altura de lo que Dios pide de mi. Ese es mi ejemplo. ¿Cuál es su ejemplo? Usted lo conoce.
Dios está tirando una semilla, Dios está saliendo al campo. Escuche bien: Dios está saliendo al campo y Él está tirando una semilla. Está tirando una semilla en tu corazón, en tu corazón, tu corazón que me estas viendo por el Internet: Dios está tirando una semilla. ¿Cómo tenemos que preparar ese terreno para que esa semilla de el fruto que Dios espera?
Padre en el nombre de Jesús, yo bendigo a tu pueblo ahora mismo. Puedo decir que estamos en el mismo bote, señor Jesús, que vemos las cosas a medias. Hemos experimentado tu poder a medias, hemos recibido tu palabra a medias, pero falta más, falta más. Falta conocer más, falta entender más, falta someternos más, falta obedecer más, falta sacrificar aún más, falta rendir aún más. Falta buscarte aún más. Falta, Señor.
Pero esta falta no es algo negativo, Señor, es algo que nos llena y nos inspira a poder buscarte, a poder seguirte, a poder anhelar lo que tú tienes en tu corazón para cada uno de nosotros. Señor líbranos de entrar en esa dimensión con intenciones egoístas, solamente con la intención de ver cuanto tú puedes hacer por mi y nada más. No, Señor, líbranos de eso.
Ayúdanos a entender que tu bendición no es tan solamente para la edificación de nuestras vidas personales, sino también para que ese fruto pueda ser de beneficio a otros a nuestro alrededor. Ayúdanos a ser el tipo de iglesia que tú nos estas llamando a ser y que cuando tu palabra empiece a fluir, Señor, que cuando esa palabra rema, esa palabra fresca, nueva en el momento oportuno cuando comience a fluir que nosotros podamos tener un corazón receptible para recibirla para dejar que tú trates con nosotros, que tú trates con nuestras imperfecciones aunque duela, Señor.
Pero es mejor sufrir bajo el trato tuyo que bajo el trato de cualquier otra persona. Ayúdanos a reconocer lo que tú estas haciendo en medio de nuestras vidas, Jesús y que no te demos la espalda, Señor. Que no ignoremos lo que tú estas queriendo hacer, sino que podamos adentrarnos, Señor y seguir al paso contigo, Dios.
Enséñanos, Padre.
Yo te pido que tú traigas discernimiento a nuestras vidas para saber como recibir esta palabra, saber como entenderla, saber como internalizarla, como aplicarla y dejar que esa palabra transforme todo nuestro ser para verdaderamente poder reflejar tu carácter, tu persona, la persona de Jesús.
Yo pido tu bendición sobre cada uno de mis hermanos y hermanas en esta noche que se han dado cita, que han aguantado hasta este momento, Señor. Yo te pido que cuando ellos salgan de este lugar, que Tú les lleves con bien hasta sus hogares. Padre que en el descanso de la noche, que su cuerpo, sus músculos, sus tendones, su corazón, su sangre, mi Dios pueda reposar en ti. Que se pueda renovar en ti y que mañana si así tú lo permites podamos levantarnos con una nueva luz, con una nueva recepción a ti, Señor.
Con una nueva sincronización contigo, que podamos estar en frecuencia contigo para verdaderamente escuchar tu voz y recibirla, Señor. Gracias por este momento, Jesús.
Te damos toda la Gloria y toda la honra a ti, Jesús. Amén y Amén. Gracias Señor Jesús, Gracias Dios. Amén. Aleluya.
Apriétanos las tuercas
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La palabra que quiero compartir va muy a tono con lo que nuestra hermanas Gloria estaba exhortando en esta mañana, y es simplemente un sermón que yo voy a llamar un sermón profético y se titula “Apriétanos las tuercas”, qué les parece? Vamos a ponerle así, Apriétanos las tuercas. Está en Segundo de Crónicas Capítulo 20, y digo que es un sermón profético, una palabra profética porque saben cómo yo a veces lo único que tengo, casi como un versículo, un par de frases en la mente y hasta escribí unas notas y no sé donde están. Yo creo que el Señor me las quitó para que simplemente confiara en él, lo que él quiere que yo diga. Está muy bien así.
Segunda de Crónicas, Capítulo 20, y ustedes saben la historia de Josafat. Yo he predicado sobre ello hace ya unos meses, varios meses atrás y vaya al versículo 13, Segundo de Crónicas, Capítulo 20, versículo 13 y déjenme darle el trasfondo a ese momento aquí en el versículo 13. Josafat rey de Judá recibe un reporte urgente, hay una crisis en Judá, la nación que él dirige. Recuerdan de Israel se había dividido en dos, había habido una guerra civil, estaba el reino de Judá y el reino que se llamaba Israel, aunque originalmente los dos eran Israel, pero ahora había dos reinos: Judá e Israel. El reino del norte se llamaba Israel y el reino de la parte sur se llamaba Judá y Josafat era rey en Judá, la parte sur del reino dividido.
Josafat era un hombre piadoso, un hombre temeroso de Dios, un hombre temeroso de la palabra de Dios, se había esforzado mucho porque el pueblo de Judá enderezara sus caminos, pero les llega una noticia de que viene un ejército en su contra, un ejército invasor ha entrado a Judá y se acerca para invadir y poseer toda la tierra y expulsar a los hebreo de su tierra, poseerlos, conquistarlos y le dan ese reporte al rey. El rey evidentemente se preocupa muchísimo y sabe que no tiene las fuerzas como ejército para poder resistir este inmenso ejército enemigo que viene en su contra, y que ya está dentro de la nación. Y entonces convoca una reunión de toda la nación, una reunión de crisis, una reunión para clamar a Dios porque es lo único que les queda. Su ejército no tiene la solución así que él convoca a toda la nación, los reúne en una gran plaza pública y se reúne todo el pueblo, dice con sus mujeres y sus niños, para clamar a Dios y para pedirle que haga un milagro y que los libere.
De hecho la oración que él hace, parte de ella, no la voy a leer toda, yo creo que sería bueno que la escucháramos porque es una oración muy bella, muy elocuente. Por ejemplo, en el versículo 10 del Capítulo 20 dice:
“…Ahora pues, he aquí…., él está orando al Señor públicamente, el rey está orando delante de toda esa inmensa multitud de su pueblo mientras ese ejército se va acercando, lejos, pero ya están dentro de la tierra y vienen a poseerlos. Entonces él clama, dirige al pueblo en una oración pública y dice: “…. Ahora pues, he aquí los hijos de Amón y de Moab, y los del monte de Seir a cuya tierra no quisiste que pasase Israel cuando venía de la tierra de Egipto, sino que le dijiste que se apartase de ellos y no los destruyese. He aquí ellos nos dan el pago ahora, viniendo a arrojarnos de la heredad que tu nos diste en posesión….”
Y entonces él clama en versículo 12 “… oh Dios nuestro, no los juzgarás tu porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros….”
Miren que linda esa palabra que dice él, dice, “….no sabemos qué hacer….” Cuantas veces usted se ha encontrado en situaciones que usted no sabe qué hacer. Yo pienso que para un hijo de Dios, una hija de Dios a veces esa posición es la mejor de todas porque es cuando usted se rinde y usted dice, ¿saben qué? Ya yo he tratado todo y no me sale nada de posible respuesta. He hecho todas las diligencias que puedo hacer, no tengo la respuesta. Yo he hecho mi parte y cuando yo analizo esta situación está imposible de penetrar, no sé qué hacer. Cuando uno llega al final de sus fuerzas, no? Es un buen punto para el creyente porque entonces es cuando muchas veces Dios puede entrar en acción, cuando nos humillamos y reconocemos que somos débiles.
Entonces dice, no sabemos qué hacer…. Muchos nos quedamos allí desgraciadamente. No sé qué hacer y entonces nos deprimimos y dejamos de ir a la iglesia, dejamos de servir al Señor, nos ponemos rebeldes porque Dios no nos ama y no ha cumplido su promesa, pero Josafat dio un paso más. dice:
“… No sabemos qué hacer y a ti volvemos nuestros ojos….” Él lo dijo así, públicamente, Señor, yo estoy desesperado, esta nación está desesperada, no sabemos qué hacer en esta situación tan difícil y por lo tanto lo único que podemos hacer es voltear los ojos hacia ti y a ver si tu nos extiendes tu mano de socorro y de ayuda.
Entonces dice la palabra que cuando él terminó de orar, dijo, bueno, ya acabé, ya yo le dije al Señor no sé qué hacer, qué más voy a hacer. Dice, mire lo que dice en el versículo 13, “….y todo Judá estaba en pie delante de Jehová, con sus niños, sus mujeres, y sus hijos. Esa multitud estaba escuchando a su rey orar y es como que el escritor pone una cámara gigante y corre la cámara con esa película de cine en pantalla grande, corre la cámara y uno puede en ver la pantalla esa multitud de mujeres con sus niños, sus esposos a los lados, los jóvenes, los ancianos, todo el mundo está tenso, silenciosos y esperando a ver qué va a pasar. El rey ha terminado su oración, hay una expectativa, y hay un silencio.
Y yo me imagino que ese silencio estuvo por varios minutos. Yo me imagino que el rey Josafat se puso incómodo y toda la gente estaba incómoda también, que hacemos, nos vamos, nos quedamos, qué vamos a hacer. Es importante a veces uno esperar la palabra de Dios, esperar que Dios hable, tan importante. Muchas veces nosotros estamos hablando, hablando, hablando y orando, y orando y orando y tu dices, cállate un momento para yo poder decirte lo que yo quiero que tu hagas, para darte palabra. Es importante a veces estar en silencio y descanso en el Señor.
Dios me ha hablando mucho en este tiempo acerca de eso, de en medio de las crisis, las pruebas, las dificultades, las luchas, que tu alma no esté afanada porque uno se quema muchas veces por eso, por no esperar en el Señor. Uno puede trabajar mucho, puede hacer muchas cosas pero uno tiene que pedirle al Señor, Señor, déjame estar por dentro tranquilo, callado y a veces tomar tiempo para descansar y no hacer nada porque a veces lo más serio que uno puede hacer en la vida es no hacer nada. Eso cuesta más que hacer algo muchas veces. A veces la cosa más poderosa que una mujer, un hombre de Dios puede hacer es tomarse un día, no ir al trabajo y ese día quedarse en la casa esperando en el Señor y orando y clamando y ayunando y leyendo su palabra, y adorando al Señor, y teniendo una buena fiesta con Dios. Guau! Si nosotros hiciéramos eso de vez en cuando quién sabe lo que pasaría en nuestras vidas. Porque esa quietud en el Señor, ese descanso en el Señor, ese guardar un día de descanso poderoso en Dios, quietud poderosa yo llamo a eso. No es la quietud de no hacer nada, es una quietud simplemente de uno centrarse en Dios y concentrarse en él y adorarlo y hacer cosas que lo glorifiquen a él. Hay mucho que decir sobre eso pero no es el momento.
Pero ellos se quedaron de pie, esperando, entonces dice en el versículo 14, “…. Y estaba allí Jahaziel, hijo de Zacarías, levita de los hijos de Asaf, dice, sobre el cual vino el espíritu de Jehová en medio de la reunión, sobre el cual vino el espíritu de Jehová en medio de la reunión….”
Había un hombre, un sacerdote, parece que venía de un linaje bien específico de sacerdotes, tiene que haber sido un hombre bien especial y dice que el Espíritu Santo cayó sobre ese hombre en respuesta a la oración que hizo Josafat. Y ese hombre profetizó.
Es importante, hermanos, que nosotros le pidamos al Señor que nos ayude cada día más y más a cultivar la intimidad con el Espíritu Santo y que le pidamos al Señor que nos ayude a ser un pueblo unido por el espíritu y que aprendamos a fluir en los dones del espíritu. Escúcheme bien, es bien importante, este es el tiempo más que nunca de que nosotros nos llenemos de energía del espíritu, que seamos un pueblo que se mueva en el espíritu, que cuando le pidamos a Dios algo que creamos que él lo va a hacer, que si le oramos al Señor y decimos que tu presencia está en medio de nosotros, creamos que esa presencia va a descender, por que Dios ha prometido que si se lo pedimos él lo va a dar.
Entonces vino el Espíritu Santo sobre Jahaziel y él profetizó y dijo, “… oíd Judá todo y vosotros moradores de Jerusalén, y tu rey Josafat, Jehová os dice así, No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande porque no es vuestra la guerra sino de Dios. Mañana descenderéis contra ellos, he aquí que ellos subirán por la cuesta de Sis y los hallaréis junto al arroyo antes del desierto de Jeruel…”
Mire a ver si Dios no sabía, no estaba en control de la situación. Él sabía exactamente por donde venía esa gente, donde iban a esar mañana, le dio que ni el gps le podía decir con más exactitud dónde es que venía esa gente. Antes que hubiera gps el Señor ya lo había inventado allá arriba. Él tiene un gps que ese sí que no se equivoca. El mío me ha llevado a varios sitios raros a veces, pero ese… el Señor estaba en control. ¿Qué pasa? Muchas veces hay tantas cosas en la vida, hay tantas situaciones por las cuales uno pasa en la vida, hay tantos enemigos con los cuales uno lucha, tantos problemas que le vienen a uno en la vida y uno cree como que Dios se olvidó de mí, Dios no sabe lo que está pasando. Y si me está pasando eso quiere decir que Dios no sabe lo que está pasando porque él es bueno y no va a permitir…. Pero Dios sabe, Dios está en control. Dios tiene un plan. Lo que pasa es que a veces tenemos que buscar ese plan y tenemos que creerle a Dios y vivir una vida que sea capaz de desatar el mover poderoso de Dios.
Porque si vivimos una vida desordenada y diluida y tibia los propósitos de Dios no se van a poder cumplir en nosotros, es tan importante que vivamos vida de integridad delante de Dios y que en todo lo posible….
Josafat era un hombre que tenía sus errores, tenía sus defectos pero era un hombre que amaba a Dios que había pagado el precio. Y yo creo que por eso cuando clamó Dios lo escuchó y le dijo, mira, le dio a Jahaziel esa palabra profética, le dijo, mañana no se preocupen, salgan contra ellos. Es una multitud inmensa es cierto, pero van a subir por ese sitio, espérenlos allí porque yo tengo un plan. Dios sabe.
Nuestra iglesia tiene 25 años, 27 años ya en existencia. Yo he caminado con la iglesia desde que comenzó en sus primeros servicios y nuestra iglesia ha pasado por muchas diferentes etapas, muchos diferentes procesos y uno como que se pregunta, bueno, qué es lo que Dios tiene, qué plan tiene Dios para esta iglesia, con todas las cosas que han pasado y todas las situaciones y las mudanzas, y todo, Dios ha estado con nosotros y uno siente como que Dios tiene un plan bien específico para esta iglesia. Hay un propósito que él tiene con ella. Él sabe exactamente, y lo que nosotros tenemos que pedirle al Señor, Señor, enséñanos cuál es el plan que tu tienes, qué es lo que tu quieres hacer con Congregación León de Judá , danos una palabra profética, danos instrucción profética. No la instrucción que viene del pastor Miranda a hacer planes y sentar un grupo de gente y, ok, qué vamos a hacer, y hablar en la carne con la mente y la conjetura del cerebro humano. Sino, yo creo cada día más y más que nosotros tenemos que proceder conforme a la palabra profética, a las instrucciones que Dios da a su pueblo.
Eso es lo que el pueblo de Dios necesita, en este tiempo de la historia humana, lo que la iglesia de Jesucristo necesita es palabra profética, palabra de Dios. ¿Por qué? Porque la época que está viviendo la iglesia cristiana en la tierra es una época de gran crisis donde hay grandes enemigos que están en contra de la iglesia y hay todo un sistema, y este es en realidad, este es el punto de mi sermón. Hay aquí palabra para el individuo cuando está pasando por crisis, pero en realidad esto es para la iglesia nuestra, León de Judá, y también para la iglesia de Jesucristo en general, este sermón, esta palabra que Dios me ha dado es más bien en ese nivel que yo la predico.
Pero la iglesia de Cristo en EEUU, en Europa, en el mundo occidental, y en muchas otras partes del mundo está en crisis como estaba Judá. Hay un enemigo muy fuerte en contra de ella, los medios de comunicación, los gobiernos, mire esta nación con un gobierno secular, racionalista, que no tiene la sabiduría de Dios en él. Y hay cosas que están en contra de los valores, y los principios de la iglesia de Jesucristo en esta nación, en Europa, en muchas partes del mundo y yo creo que la iglesia de Cristo puede decir, como dijo Josafat, no sabemos qué hacer y hacia ti volvemos nuestros ojos.
Por eso es que en este tiempo de crisis y de presión sobre la iglesia de Jesucristo en el mundo entero no podemos depender de la palabra humana. En otros tiempos quizás la iglesia de Cristo puede avanzar solamente con una oración genérica y con cierta iluminación, pero Josafat no podía ir al libro de la ley y tratar de buscar allí una solución para esa crisis. Esa crisis requería una palabra directamente de la boca de Dios para resolver esa crisis, no podía depender de la otra palabra que es muy buena también, pero hay veces en su vida que usted necesita que Dios mismo le mande un mensaje directo del trono y le diga, esto es lo que tu tienes que hacer. Vas a ir a tal sitio, y vas a poner una solicitud y vas a tocar a esa puerta, y vas a hacer algo extremo y eso es lo que va a resolver tu problema.
Hay momentos en que usted no puede ir a la Biblia y decir, oh, Señor…. No, no, no, usted necesita una palabra de Dios, nacida en el espíritu, cultivada dentro de usted. Esa palabra que sale inédita de la boca de Dios. Y yo creo que en este tiempo de la humanidad la iglesia de Jesucristo necesita una palabra profética, una palabra clara que le diga por dónde tiene que ir para confrontar a ese enemigo y para descabezarlo y destruirlo y entrar en la efectividad y la prosperidad que Dios quiere que ella tenga.
Y eso fue lo que Jahaziel le dijo. Eso fue lo que Dios hizo, ¿no? Salir contra ellos. Mire, versículo 17, “…. No habrá para que peleéis vosotros en este caso, es decir, ustedes no van a tener que pelear directamente con el enemigo, en este caso en particular ustedes no van a tener que pelear, ustedes no van a tener que enfrentarlo directamente. Hay otros casos en que Dios te va a pedir, y se lo pidió, había que coger las espadas y pelear con el enemigo, y cortarle la cabeza directamente. Pero Dios dijo, en este caso no va a ser así, la pelea va a ser diferente. En este caso dice, no habrá que pelear ustedes en este caso, sino, qué le dice, mire “… paraos, estad quietos y ved la salvación de Jehová con vosotros…”
Ve lo que yo digo acerca de estar quietos a veces y pararse en lo que Dios ha dicho. Hay veces, hermanos, que cuando Dios te habla y te dice algo en tu corazón y te da una palabra profética, lo único que tu tienes que hacer es pararte en esa palabra. Esa palabra tiene que convertirse en una alfombra, una plataforma, la palabra que Dios te dio, tu tienes que pararte sobre ella y quedarte tranquilito sobre esa palabra, eso es todo lo que tu tienes hacer. Mientras tu estés parado sobre esa palabra y mientras tu te muevas en esa palabra, tu eres invencible. Esa palabra que vino de la boca de Dios tiene que cumplirse por obligación. El cielo y la tierra podrán pasar pero esa palabra se va a cumplir. Tu tienes que pararte sobre esa palabra, no te pongas a buscar otra cosa, no te pongas a hacer otra cosa porque si te sales de ella, entonces están en territorio ajeno, inseguro, incierto.
Ese pararse sobre lo que Dios ha declarado en tu vida tiene un poder tremendo y a veces uno tiene que ser obstinado. Si Dios te ha dicho algo en tu corazón y tu sabes que es de Dios verdaderamente, una palabra genuina de Dios, párate sobre ella.
Yo les podría decir que muchas veces en mi vida Dios me ha dado una palabra, a veces la ha activado un versículo de la Escritura y esa palabra es la que yo he usado y me ha aguantado ese versículo hasta pasar por la crisis. O me ha dado un pensamiento y yo me he tenido que parar sobre ese pensamiento y tengo que creer que eso es de Dios. Y eso es lo que me ha llevado. Esa ha sido mi bandera mientras yo he peleado esas batallas. Y Dios me ha sacado adelante. Paraos y estad quietos.
Ese estar quieto es como un estar quieto por dentro, respirar hondo y no estés buscando que te digan. No te estés buscando consejos de los demás, qué tu piensas de esto, y qué tu piensas de lo otro, qué tu crees de lo que estoy haciendo, eso es bueno en algunos momentos, hermanos, pero cada día Dios me dice más y más, si yo te he dicho algo, créelo y no estés consultando por allí para escuchar. A mi me gusta mucho el consejo general de los demás, yo trato en todo lo posible, pero hay cosas que Dios me dice cada día más, lo que yo te he dicho eso es lo que tu tienes que hacer. No andes por ahí buscando otras segundas opiniones.
Alguien ha dicho si Dios puso un punto, no pongas un signo de interrogación. Si Dios te dijo algo, créelo, estate tranquilo en eso y entonces espera que tu vas a ver la salvación de Dios. Tu vas a ver la salvación de Dios. Eso es lo que Dios me estaba diciendo acerca de la iglesia en este tiempo de Jesucristo y todo este tipo de cosas, no te afanes tanto, no estés….
Hace uno o dos años atrás yo estaba bien metido y bien activo en todas las cuestiones de Nueva Inglaterra buscando avivamiento, unidad de la iglesia, matrimonio homosexual, una cantidad de cosas, peleando por aquí, yendo de una reunión a otra, organizando cosas y ¿saben qué? Y me ha dolido tener que refirmar de todas esas cosas porque le digo sinceramente no me gusta decir estas cosas, cuando yo llegaba, oh, ahí llegó Roberto, ya está la solución. Vamos a hacerlo. Y me ha dolido, yo he tenido que humillarme y apartarme de muchas de esas cosas y la gente pensará, yo a veces me pregunto, pensarán que yo me desaparecí del mapa, que yo no fui consistente en lo que …., pero Dios me ha dicho, estate tranquilo, espera lo que yo voy a hacer. Y estoy quieto pero por dentro también es una quietud diferente, saben, yo estoy esperando en el Señor.
Y si Dios te dice estate quieto, no estés buscando otras cosas, no estés, te digan lo que digan, y hasta que tu mente diga lo que ella quiere decir, obedece lo que Dios te dice y espera en el Señor. Y entonces Dios veremos…. Él es Dios, él sabe el problema, él sabe lo que su iglesia necesita en esta región, él sabe lo que su iglesia necesita en esta nación, así que, es como que él se ha sorprendido de lo que está pasando.
Mi parte, yo lo que digo es que yo tengo que llenarme por dentro del poder de Dios, yo tengo que asegurarme de que mi vida esté bien con Dios, de que yo esté recibiendo palabra de Dios, que esté comiendo buena comida espiritual y entonces como atraer el poder de Dios desde mi postura de salud interior, jalar el poder de Dios y entonces cuando ese poder está dentro él sabe lo que tiene que hacer. Eso yo creo que es lo que uno tiene que hacer cuando está pasando por situaciones difíciles de la vida. Llénate del poder de Dios y atrae las cosas a ti, que tu te conviertas en un imán que atraiga las cosas hacia tu espíritu y eso es lo que es la quietud interior, de uno reposar en Dios.
Entonces, Jahaziel le dijo, ve la salvación de Jehová, oh Judá y Jerusalén no teman ni desmayen, salgan mañana contra ellos porque Dios estará con ustedes. Imagínese si uno escucha esa palabra, si usted es un pueblo con un ejército, si tiene un ejército, Josafat tenía un ejército, y hay otro ejército bien poderoso que viene contra usted, y usted le ha pedido al Señor una cosa que haga, y el Señor obedece a esa oración, y le da una palabra profética a alguien y le dice, aguanten su ejército, esta pelea no es así, pero salgan mañana contra ellos y pónganse enfrente y espérenlos cuando ellos salgan en tal sitio, porque ustedes no son los que van a tener que pelear.
Hermanos, la verdad es que a uno le puede pasar como le pasó a Gloria que uno dice ciertas cosas, compromete ciertas cosas y después cuando Dios le dice algo, uno se echa para atrás porque lo que dice es contrario a todo lo que le dicta su carne. Por eso yo creo que nosotros tenemos que aprender, hermanos, a movernos por fe y en obediencia estricta al Señor. No se lleve de sus emociones. No se lleve ni de su cuerpo porque el cuerpo es la cosa más malcriada que hay en el universo y a veces Dios le va a decir, yo quiero que tu vayas a tal sitio a orar y a clamar, ve a la iglesia, no solamente el domingo por la mañana, yo quiero que vayas a mitad de semana y vayas a esa reunión de oración especial, y quiero que ayunes. Y usted va a decir, yo estoy demasiado cansado, yo he trabajado demasiado, como dicen muchos aquí en esta iglesia y en otras iglesias. Confiéselo. Y estamos demasiado cansados, demasiado, el cuerpo no obedece, pero uno tiene que obedecer a la palabra de Dios.
Y cuando uno se mueve en la palabra de Dios ahí es donde viene la bendición porque ni el cuerpo ni la mente, ni las emociones se sujetan a lo que Dios quiere hacer. Son cosas caídas, son cosas que están penetradas por el pecado, no son buenos instrumentos para procesar lo que Dios quiere.
Por eso es que yo aprendo cada día más y más, yo tengo que dejarme llevar por mi entendimiento espiritual, no por lo que Roberto Miranda quiera, diga, tema, anhele, sino por lo que dice la palabra de Dios, qué dice el espíritu dentro de uno. Si el espíritu te dice, ve a la iglesia, mira, aunque te tengas que arrastrar, ve arrastrándote y entra a la iglesia. Si el espíritu te dice has esto, búscate una grúa para que te mueva el brazo y te lleve a hacer lo que Dios dijo, pero hazlo. No te dejes llevar.
Es una de las cosas que yo le digo a ustedes, mis hermanos, les hablo ahora en el espíritu profético, que muchos de ustedes y les hablo en el espíritu pastoral también, muchos de ustedes todavía no entienden lo que es vivir en el espíritu y en la palabra profética. No lo digo en ánimo de acusación y condenación, lo digo en una manera pero bien natural, pero lo digo en una forma profética, el Señor te está hablando. Y tu tienes que aprender lo que es vivir la vida en el espíritu, lo que es consagrarte verdaderamente al Señor y vivir para él y en él y por él. Y lo que es entrar en esa dimensión.
Yo mismo, en esta etapa de mi vida descubro que hay cosas todavía que yo tengo que moverme en otra modalidad para este tiempo de mi vida. Tengo que apretarme las tuercas yo mismo y ustedes también. Y esta iglesia también para que Dios pueda hacer lo que él quiere hacer, que podamos proceder con esa integridad, esa verticalidad, esa seguridad, esa firmeza, esa confiabilidad de la persona que marcha en la palabra de Dios y que no se deja llevar por sus emociones, sus apetitos, su cuerpo, su depresiones, su ansiedad, sueño, lo que sea, no, esa persona camina en la palabra de Dios. Toda la palabra, todo el consejo de Dios. Dios quiere una iglesia así. Dios quiere gente así. Y Dios nos está hablando y nos va a seguir hablando de esa manera.
Entonces, cuando, fíjese por qué yo estoy diciendo esto, porque en realidad yo ni siquiera he llegado todavía al punto central de esta palabra, estoy llegando a ella. Entonces, él le dijo, hagan esto y parecía contrario a lo que dictaría la razón. La razón dictaría, prepárense para aunque sea morir peleando, fortalezcan los muros en los que llega el enemigo, pongan gente en los muros para que puedan resistir. Pero Dios le dice, no, salgan y expónganse y espérenlos donde ellos van a salir mañana y no va a ser militar la batalla. Todo lo contrario de lo que dictaba la razón, el buen liderazgo, la estrategia militar, la buena administración, todo… la palabra que Dios les dio era completamente contra la razón, usted ve?
Y entonces miren lo que le dijo Josafat, bueno entonces dice, “… entonces Josafat se inclinó el rostro a tierra y asimismo todo Judá y los moradores de Judá se postraron delante de Jehová y adoraron a Jehová…”
¿Qué pasó? Ellos decidieron creer que lo que Jahaziel había dicho era cierto o provisionalmente porque usted va a ver lo que le dice Josafat más adelante. Se postraron, adoraron, dijeron bueno, Dios nos ha hablando y se fueron para sus casas.
Dice, “….y se levantaron los levitas, bueno, todavía no dice, y se levantaron los levitas de los hijos de Coat y de los hijos de Coré para alabar a Jehová, el Dios de Israel con fuerte y alta voz….”
Alabaron también, glorificaron al Señor, le dieron gracias por esa palabra que habían recibido. La recibieron, la consagraron, la sellaron como palabra de Dios. Ok, entonces dice que por la mañana llegó el día ahora de la verdad. El profeta les ha dicho lo que tienen que hacer, por la mañana bien temprano todo el mundo se levanta. Y yo me imagino que puede pasar lo que le pasó de nuevo a nuestra hermana Gloria; una cosa es cuando en la emoción del servicio eso está que arde, todo el mundo está saltando y gozando y danzando y gloria a Dios, una visitación, palabra profética por aquí, por allá, una cosa linda y cuando salimos a la calle, y ya vamos por el camino se nos pasó la emoción y volvemos otra vez el problema es exactamente que teníamos cuando llegamos a la iglesia y se nos enfrían los pies otra vez, comenzamos a dudar y a cavilar dentro de nuestra cabeza, preguntándonos, ah, eso fue emoción te dice el diablo. Se te cruza alguien en el camino y tu dices, dos o tres palabrotas y ya perdiste la bendición y ya se te olvidó todo lo que pasó en ese momento, ¿verdad? El diablo es así, es un cínico increíble. Porque le gusta y a veces en los tiempos de mayor bendición es cuando enseguida olvídate que ahí viene el latigazo en la espalda. Él es así.
Entonces, mire cuando se levantaron por la mañana, salieron al desierto de Tecoa y mientras ellos salían Josafat, estando en pie, les dijo “… oídme Judá y moradores de Jerusalén, aquí está, este es el centro de esta palabra, creed en Jehová vuestro Dios y estaréis seguros, creed a sus profetas y seréis prosperados….”
Eso es a donde yo quería llegar. Eso fue lo que les dijo Josafat a ellos, creed en Jehová, vuestro Dios y estaréis seguros y creedle a sus profetas y seréis prosperados. Si usted quiere todavía estar más en el centro del sermón, quite la primera parte y quédese con la segunda solamente por un momento. Creed a sus profetas y seréis prosperados. Esa es la palabra de Dios para nosotros en este tiempo y para la iglesia de Jesucristo en el lugar donde está la iglesia. Créanle a los profetas de Dios y ustedes van a ser prosperados.
A eso es lo que Dios nos está llamando en este tiempo. Y en este tiempo de la iglesia, la Congregación León de Judá, Dios le está diciendo a ustedes créanle a los profetas de Dios y van a ser bendecidos, van a ser prosperados. Ahora, uno no le puede creer a los profetas de Dios si no le cree a Dios primero, por eso fue que él dijo, creed a Dios, a Jehová y estaréis seguros y como consecuencia de ustedes creerle a Dios, créanle a los profetas que él envía, y entonces ustedes van a ser bendecidos y prosperados.
Como yo aplico eso, cómo yo desgrano eso? Hermanos, yo siento que este es un tiempo absolutamente en el destino de esta iglesia. Como digo, yo tengo 27 años caminando con esta Congregación, 25 de ellos como su pastor, y Dios siempre me habla en momentos como cuando nos movimos aquí a Boston, era una locura dejar un santuario que era nuestro, sin pagar un centavo, tranquilos allí, un vecindario exquisito y Dios nos dice, muévanse a Boston y venir uno a comer polvo y a derrumbar paredes y a pasar frío y malos ratos para hacer un santuario aquí en la ciudad, dejar uno su tierra y su parentela, literalmente casi, y dejarlo todo y venir, dejar eso y comenzar de cero otra vez porque Dios dio la palabra, Dios me dio una palabra. Yo la compartí con el pueblo, el pueblo recibió la palabra y con temor y temblor nos lanzamos ladrillo a ladrillo a construir un nuevo ministerio. Nos movimos aquí, nos mudamos en el 97 a este lugar, diciembre del 97 formalmente.
Y hemos estado aquí y yo creo que hemos visto la gloria de Dios, hemos visto la bendición de Dios. Dios no nos ha fallado. Hermanos, yo tiemblo a la idea de que podríamos estar todavía en Cambridge. ¿Qué sería de nosotros si nos hubiéramos quedado en Cambridge? Una iglesita allí todavía. Quizás bendecida, diciendo pero nuestro destino estaba aquí, y requería un moverse en fe. Y requería gente que creyera al Señor porque moverse de un vecindario tranquilo, elegante, seguro a la decrepitud que era este vecindario en aquel tiempo, eso tenía que ser de Dios. Y decir, vamos a cambiar nuestro nombre de Iglesia Bautista Central a Congregación León de Judá, como lo hicimos.
Porque yo sentí que el Señor nos dijo, cambien su identidad, y cambien su nombre también. Y tantas otras cosas. ¿Por qué? Porque procedimos conforme a una palabra profética. Y cuando yo he tenido el valor de escuchar. Yo recuerdo cuando comenzaba esta iglesia allá en Cambridge, la primera vez, quizás ya se lo he dicho antes, la primera vez que yo me paré en el santuario allí en Cambridge para dar la clase de escuela dominical con 12, 15 personas, no sé si eran 15, 20, no más adultos, y yo estaba, no era casado todavía, estaba todavía comprometido con Meche, y la primera vez tendría que haber sido noviembre porque noviembre fue que nos mudamos, noviembre del 82, y me paro yo detrás del púlpito pequeño ese a dar la escuela dominical a los adultos, y me viene esa sensación tan fuerte en mi espíritu de que Dios me dijo, esta iglesia ha sido fundada para que tu la pastorees y les digo, yo lo que no tenía la menor intensión ni deseo de ser pastor, feliz haciendo mis estudios doctorales en Harvard, contemplando una profesión académica, fumándome una pipa y ….. de profesor, ganando decenas de miles de dólares, elegante y feliz y escribiendo libros. Y Dios me dice, esta iglesia ha sido fundada para que tu la pastorees. Dios usó al reverendo Juan Vergara para fundar esa iglesia y yo no sé cómo lo puedan tomar, pero Dios fundó esa iglesia para que yo la pastoreara. Y Dios lo usó a él porque en ese tiempo yo no estaba preparado, era un estudiante graduado simplemente, nunca había desempeñado mi ministerio y Dios lo usó a él como el padrino. Y Dios me dijo eso, y yo me quedé calladito, cómo se lo voy a decir, cómo le dice usted al pastor de la iglesia que la iglesia fue fundada para que usted la pastoree.
Esa es una palabra profética. ¿Cómo yo la recibí? La recibí aquí adentro y después se transfirió a mi mente y yo la interpreté. Lo que yo sentí lo interpreté aquí en mi mente y me decía, esa es la traducción. Y yo se lo compartí a Meche después que fuimos a almorzar ese domingo y ella dijo, ¿sabes qué? Yo recibí que yo iba a ser la esposa de un pastor. Meche era católica apostólica romana en ese tiempo, y yo me enamoré de ella y la invité a ser mi esposa porque yo sabía que en el tiempo yo iba a hacer la obra antes de que nos casáramos, como lo hice. Ella no era una mujer dada a recibir pero ese día Dios le habló a ella también diciéndole la parte que le tocaba a ella. Comparamos notas y entonces entendimos que Dios estaba…. Yo me quedé tranquilo allí, no dije nada, yo mismo no estaba seguro si era palabra de Dios o no, una impresión fuerte que yo sentí una impresión. Como al año y pico el pastor Vergara dijo, me tengo que ir para Puerto Rico, regresar con su esposa. Nadie hubiera esperado jamás que él tuviera que regresar a Puerto Rico, nosotros no sabíamos que él tenía que regresar a Puerto Rico, quisieron quedarse, hicieron todo lo posible, hicimos todo lo posible porque amábamos al pastor Vergara y estábamos enamorados de él, su esposa Elsie, pero no fue posible y él tuvo que quedarse allá en Puerto Rico, trató de arreglar allá los asuntos con la Universidad de Elsie, la querían, la esperaban allá. Y entonces yo me tuve que meter a esas aguas y aprender a ser pastor poquito a poquito. Y todavía estoy aprendiendo a ser pastor, 25 años.
Pero el asunto es este, cuando usted recibe una palabra de Dios y entonces yo tuve que dejar mi doctorado, gracias a Dios, Dios me permitió terminarlo pero tuve que meterme a pastorear, cambiar mi sentido de identidad, de futuro, entregar algo que yo amaba tanto y que deseaba tanto por algo que estaba aquí, que Dios, que todavía bien podría decir, pero cómo sabe que fue Dios, si fue Dios o no. Yo no puedo decirle cien mil por ciento pero yo lo creo en mi espíritu, y hasta aquí no he visto nada que contradiga que fue de Dios. Y nunca me arrepiento de haberlo hecho, al contrario, me considero bendecido.
Pero cuando uno tiene que dar pasos de fe, de atreverse a hacer cosas, cuando usted cree que Dios… yo no estoy diciendo por ahí, todo el tiempo que Dios me habló, Dios me dijo…. No, no, no, hay momentos en que Dios me dice algo y cuando Dios me dice algo, yo lo creo y entonces tengo que luchar con eso. Dios me ha dicho, por ejemplo, yo siento que Dios me ha dicho, quiero un templo allí. Yo estoy luchando con esa palabra, pero yo tengo que dar pasos de fe en esa dirección. Y durante años yo he estado ahí, poniendo un pedazo de madera, un pedazo de ladrillo espiritualmente hablando sobre otro, para hacer eso posible. Y ha habido momentos difíciles como esta crisis económica que parecía desmentir todo lo que yo pensaba, pero gloria a Dios, Dios nos ha bendecido y nos ha afirmado.
Pero yo sigo en eso porque yo creo que Dios dijo eso, y yo, o creo o mejor será que me vaya de aquí y deje de predicar en que le creamos a Dios. Porque usted o créale a Dios o cállese la boca y no predique ciertas cosas. Entonces usted tiene que seguir con miedo y con temor, y con duda pero usted siga adelante, porque eso fue lo que usted siente que Dios le dijo y usted no ha recibido otra palabra, pues siga esa palabra. Párese sobre ella.
Y de un paso al día, un paso a la vez. Hermanos, lo que yo les digo es que esa palabra profética, cuando Dios le habla, cuando Dios le habla a una Congregación, Dios le haba a un hombre, a una mujer, tiene que pararse sobre esa palabra y seguirla, seguirla, seguirla.
¿Por qué yo digo todo esto? Hermanos, es que este es un tiempo, de nuevo, clave. Yo he estado, toda mi vida yo he estado esperando un momento, un tiempo en que Dios visite la tierra, Dios visite el mundo y me callo esas cosas porque son algo, son cosas muy personales y muy grandes y muy serias. Me las callo y yo creo que ya es el tiempo, y yo tengo que comenzar a hablar de estas cosas porque si no las hablo creo que estoy contristando al Espíritu Santo y contristando el llamado de Dios para esta iglesia y para mi vida. Entonces yo tengo que decir simplemente lo que siento en mi espíritu, lo que yo creo que Dios me está diciendo y entonces yo le voy a dejar al Señor lo demás.
Que puede hacer un hombre sino decir lo que siente que Dios le dice, y entonces tiene que dejárselo. Pero como yo soy tan conservador, tan cuidadoso de no decir cosas me quedo callado y entonces no quiero que la fruta se pase antes de cogerla del árbol. Y yo creo que este es el tiempo en que nuestra iglesia tiene que marchar conforme a una palabra profética de Dios.
Dios tiene un propósito para esta Congregación. Dios prepara una visitación sobre esta región y sobre la tierra. Y Dios necesita esta iglesia como un ejército bien preparado, bien organizado, bien disciplinado, con gente que marche conforme a las órdenes de Dios y que no esté cuestionando la palabra profética de Dios, que viene a través de su siervo.
Perdónenme que sea tan claro en estas cosas, pero Dios me ha dado una palabra profética. Yo soy un profeta de Dios, hermanos. Lo digo así, la primera vez en la vida que usted me escucha decir eso. Usted sabe que nunca digo algo así, pero creo que si no lo digo estoy deshonrando al Señor y entonces tengo que hablar las cosas porque creo que al decir eso puede que algo se libere que tiene que ser liberado, tiene que ser declarado, porque yo no puedo ser más santo que el Papa, no puedo ser más íntegro que Dios.
Y yo hasta aquí he marchado en mi identidad pastoral pero hay otra identidad, otra cosa que Dios me ha dado y la reprimo y la aguanto y no lo digo porque tengo tanto respeto a esas energías. Pero yo sé que Dios tiene un propósito, tiene un llamado, Dios tiene un mover en este tiempo de la historia y de esta nación y de esta ciudad, y de esta región y Dios quiere que sus profetas se levantes, sus Apóstoles.
Este es el tiempo en que la iglesia tiene que caminar por una palabra apostólica, no es por una palabra de hombre, Dios tiene que levantar sus apóstoles y sus profetas. Yo creo que el pueblo de Dios ha discernido que Dios está levantando el ministerio del Apóstol de nuevo y entonces todo el mundo hoy en día se denomino Apóstol. Pero es porque hay un sentido profético en las entrañas del pueblo de Dios de que sí, que es el tiempo de que los Apóstoles caminen sobre la tierra otra vez, que el Apóstol camine sobre la tierra.
Pero no todo el mundo que se llama Apóstol o profeta hoy en día es Apóstol o profeta. Hay que tener mucho cuidado con eso. Pero Dios sí está esperando en este tiempo que se levanten Apóstoles, que le den a la iglesia las órdenes que tiene que seguir y lo que tiene que hacer directamente de Dios, órdenes selladas que bajan del trono de Dios y la reciben los hombres que Dios ha puesto para que lleven a cabo su labor. Y esos hombres tienen que entonces darle esa palabra a la iglesia y la iglesia tiene que decidir si le va a creer o no.
¿Usted entiende por qué el mensaje? Ese mensaje, yo he predicado ese texto varias veces pero nunca he tocado ese punto y estos últimos meses Dios me está diciendo, predica eso. Creedle a sus profetas y seréis prosperados. Y yo lo he reprimido pero tengo que decirlo.
Y Dios ha estado haciendo unas cosas en estos días, hemos compartido con los líderes. Yo no sé a dónde lleva todo esto, no veo concretamente claro pero tengo que dar pasos de fe. Y yo les insto a usted buscarse por dentro, examínense, examinémonos, yo tengo que examinarme a mi mismo, yo tengo que pasar mi propio proceso y los invito a ustedes a hacer lo mismo. ¿Estamos nosotros preparados verdaderamente para hacer lo que Dios quiere que hagamos?
Hermanos, yo les digo, francamente nuestra iglesia no está preparada. Somos una iglesia linda, bella, preciosa, mucha gente nos admira y nos respeta pero yo les puedo decir con toda confianza, y con toda seguridad que esta iglesia no está preparada para ir a la guerra. Y no es porque seamos inferiores a otras iglesias, pero no estamos preparados para lo que Dios tiene para nosotros. Hay mucha gente que no son soldados en el Reino de Dios. No, no son, no son soldados. No tienen la mentalidad de un soldado guerrero y necesitan adquirir la mentalidad de un guerrero en este tiempo para que nosotros podamos marchar como un ejército, como Dios nos necesita, tiene que haber un cambio de mentalidad, tiene que haber un cambio de mentalidad. Tiene que haber una disciplina, tiene que haber una seriedad, tiene que haber una integridad.
Aquí hay gente que usted le dice, un ujier se le acerca y le dice, por favor, muévase una banca para que venga una visita y se siente, y le dan una mala cara. No saben lo que es ser un soldado de Jesucristo en un ejército. Hay gente que un encargado del estacionamiento le dice, mueva su carro allí, por favor, y le hacen la vida imposible a esa persona porque no saben lo que es ser un soldado en un ejército.
Hay personas que usted, le dice el pastor o alguien cualquier cosita y tiran una puerta, o dan una mirada fea, o se rebelan en su corazón, no saben lo que es caminar conforme a autoridad. El pastor les dice vengan a esta reunión, el Señor quiere bendecirle, hacer algo, y esa persona escucha y se da el lujo de venir o no porque eso es asunto de ellos. El pastor lo dijo pero eso no es… no saben lo que es caminar conforme a autoridad y por eso no son bendecidos, por eso no son prosperados, por eso no entran en la madurez espiritual en que Dios les quiere. Por eso la palabra les rebota de su mente y de su corazón y no reciben los nutrientes de la palabra de Dios. Por eso no ganan sabiduría, por eso nunca salen del atolladero, porque no saben lo que es obedecer la palabra profética, no saben lo que es caminar en disciplina, no saben lo que es caminar bajo autoridad.
Si Dios va a hacer algo en esta iglesia y a través de esta iglesia, a través de mi vida, tanto yo como ustedes tenemos que aprender lo que es caminar en autoridad. Ustedes recuerden, yo prediqué varios sermones, Dios me lo recordó, que uno predica cosas serias y le olvida. Y hace un año, exactamente yo estaba en medio de una serie sobre autoridad. Dios me habló, a veces uno hace cosas proféticamente pero no las entiende, y yo prediqué sobre autoridad porque Dios me inquietó a predicar sobre autoridad. Esos sermones están ahí en Internet, varios de ellos. Y yo mismo los leía y decía, guau, esto es lo que yo he estado sintiendo.
Y es así que Dios habla a veces. Dios nos habla y nosotros no entendemos ni siquiera lo que está diciendo. Búsquese su sermón están ahí en el Internet, es más, yo le pedí a Ernst si él lo hizo, están ahí al frente mismo de la página, usted puede, escúchelos de nuevo a la luz de lo que yo estoy diciendo.
Si la iglesia de Jesucristo en este tiempo de su historia en el mundo entero va a moverse como Dios quiere que se mueva en autoridad como nunca antes en toda la historia de la humanidad, necesita moverse conforme a la palabra apostólica profética. Y cuando los Apóstoles y los profetas de Dios digan algo, toda la iglesia tiene que unirse como un ejército y marchar conforme a las órdenes de los Apóstoles y los profetas de Dios, escúcheme.
El ejército no se puede poner a cuestionar y a cavilar en su mente, será esto, lo otro, oh, pero yo pienso que debe ser mejor de esta manera, que debe ser…. No, se obedece y se mueve y si se le cree a los profetas de Dios hay prosperidad y hay bendición. Si se le resisten hay estancamiento, y hay pérdida. No hay nada como moverse en la palabra llena del poder y el espíritu de Dios. Esa palabra está llena de nutrientes, si usted se la come, usted es fortalecido, usted es prosperado, usted es bendecido. Si usted no se la come usted no puede recibir los nutrientes que Dios está bajando, entiéndalo.
Cuando un hombre, una mujer se hace humilde, sencillo de corazón, como un niño y responde a la palabra profética, esa persona está comiendo del seno de su madre, está recibiendo la lecha directa que lo nutre y le da fuerza y le aumenta su resistencia. No tiene que ir a tomar leche enlatada o de una botella, lo toma del pecho de la madre directamente porque baja de la boca de Dios y va directamente a la persona. Y esa persona se mueve en todo el poder y toda la autoridad de Dios. Cuando está haciéndolo en su propia cavilación, en su propia mente, eso es palabra inerte, muerta. No hay bendición, no hay progreso, no hay autoridad. La persona que se sujeta a autoridad, tiene autoridad, se mueve y es prosperada y es bendecida. Mientras está allí creyéndose que es la gran cosa y que puede darse el lujo de creer o no creer, recibir o no recibir, cuestionar o no cuestionar, tiene el juicio de Dios sobre él o sobre ella.
Y este es el tiempo, hermanos, en que esta iglesia Dios le está diciendo, el tiempo es corto, no queda mucho tiempo, es tiempo de ir a la guerra, y tu no quieres que la guerra te sorprenda en esa condición. Prepárate y ponte bien y aprende lo que es ser un miembro de un ejército. Créele a los profetas de Dios y serás prosperado. Créele a Dios, cree en este Evangelio que tu dices que tu has recibido, créelo. Y vívelo y acéptalo en su totalidad. Créele a Dios y estarás seguro. Créele a sus profetas y vas a ser bendecido y prosperado. Esa es la palabra del Señor para esta Congregación. Este es el tiempo, no queda mucho tiempo para lo que Dios quiere hacer en la tierra. No queda mucho tiempo, escúcheme bien.
Y el pueblo de Dios necesita prepararse para lo que viene, para la batalla, para ir contra el enemigo, para marchar como un ejército, para usar la palabra profética, para usar las instrucciones espirituales que vienen de la boca de Dios. Se necesita un corazón preparado y sanado para moverse en humildad y obediencia.
Saben lo que dice, el Señor me ha hablado también, si usted no se hace como niños, dice el Señor, no entrarán al reino de los Cielos. Usted sabe que hay que ser como un niño, y muchos de nosotros somos tan adultos, se nos ha enseñado que tenemos que cuestionarlo todo, pensarlo todo, y decidir nosotros si queremos obedecerlo o no. Eso es rebeldía.
En otro tiempo quizás de esta iglesia, eso funcionaba pero ya no funciona. No puede funcionar. Hoy en día se necesita gente con corazón de niño. Usted tiene que medir si la gente que sirve, le sirve a usted como líder de esta Congregación son gente que escuchan de Dios y son gente que tiene un corazón de siervo. Y si tienen corazón de siervo y escuchan de Dios entonces escúcheles, obedézcales y muévase según la directiva de Dios.
Cuando le dicen tome discipulado, estudie la palabra, oren todos los días, busquen la unción del espíritu, hágalo. Lea la palabra todos los días, ore todos los días, busque la unción del espíritu. No esté allí pensando, lo hago o no lo hago, ah, lo dijo pero nada, eso fue un anuncio. Lo haré, no, no, hágalo. Obedezca. Si Dios le está diciendo a usted, este es el tiempo, prepárate, apriétate todas las tuercas si puedes, hazlo. Toma en serio.
Este es el tiempo dice el Señor. Es el tiempo. Es el tiempo de que la iglesia se mueva en autoridad, bajo autoridad, reglas de autoridad, disciplina, integridad, seriedad. Muramos al mundo, tomemos el Evangelio en serio, seamos gente que nos movamos conforme a los patrones de la palabra de Dios. Esa es la palabra. Mientras tu seas simplemente una persona mirando a ver si compran la mercancía como tantos en esta iglesia, nunca vas a entrar en la bendición de Dios. Compra la mercancía y asegúrate que la compres y métela en tu casa. No estés allí viendo si la compran o no. Esos tiempos ya están pasando, por no decir que han pasado.
Créele a los profetas de Dios y serás prosperado, dice la palabra del Señor para nuestra iglesia y nuestro tiempo. Vamos a ponernos de pie.
Tómese un momento para meditar en lo que usted ha recibido esta mañana. Tómese un momento y piense bien en lo que usted ha recibido y pídale al Señor que le de sabiduría para interpretar esto que usted ha recibido y pídale al Señor que usted pueda, que usted sea capaz de absorberlo todo y vivir a la altura de esa palabra y yo le pido al Señor que me de a mí la capacidad para vivir a la altura de lo que yo acabo de declarar, de predicar.
Esta palabra es para León de Judá, es para mí, y es para la iglesia de Jesucristo en general. Padre enséñanos a conocerte y a conocer tu camino y discernir tu voz y a caminar en obediencia, Señor, a ti, en sujeción a ti, en este tiempo clave y delicado, Señor, y arriesgado de nuestra vida como Congregación, como ministerio, enséñanos a discernir tu voz, que tu quieres de nosotros en este tiempo, Señor. Que tu quieres de nosotros. Tu nos has invitado a conocerte, dice tu palabra que no enorgullezca el que tiene dinero o fuerza, de su fuerza o su riqueza, sino que se enorgullezca de conocerte a ti y conocer tu corazón. Y si tu has dicho eso, Padre, nosotros que estamos tomando en serio eso, queremos conocerte, queremos conocerte, queremos discernirte, queremos saber por donde caminar y cómo caminar delante de ti, Señor. No sabemos qué hacer y hacia ti volvemos nuestros ojos, Señor. No sabemos en qué dirección ir y hacia ti volvemos nuestros ojos.
Creemos que tu nos vas a dar direcciones claras, tu nos vas a dar instrucciones, Señor porque tu no eres un Dios que dejas a tu pueblo en confusión o ignorancia, Señor. Cuando tu pueblo se humilla delante de ti, dice no sabemos qué hacer, no sabemos cómo caminar, no tenemos la próxima parte de este proceso clara. Nosotros confiamos en que tu vas a hablarnos y vas a darnos direcciones claras, Señor. Tu pueblo escucha, tu pueblo está atento a ti y deseamos, Señor, y necesitamos escuchar de ti en este tiempo para que la gloria sea solo tuya, Señor, porque no queremos andar en nuestras propias conjeturas, en nuestros propios razonamientos, no se trata de esto en este tiempo, Padre. Necesitamos una palabra segura de ti, Señor. Enséñanos a movernos en esa claridad, oh Dios. Bendice a tu pueblo, Padre. Protégenos del mal, protégenos de nuestras propias mentiras y engaños propios, personales, Padre. Ayúdanos a caminar rectamente en tu revelación, Padre, en tu palabra, no palabra de hombre, Señor, no cosas emocionales sino tu palabra; Padre, en este tiempo de la historia, Señor.
Tu pueblo dice no sabemos qué hacer, hacia ti volvemos nuestros ojos. Yo sé, Señor, que tu nos guiarás al lugar seguro. En ti todo es sí y amén, Señor. Gracias, gracias, Señor Jesús. Gracias, padre. Te adoramos, te bendecimos, amen, amen, amen.
Hermanos, vayan en la paz del Señor. Váyanse con la paz del Señor. Dios está con usted. Dios le ama. Tiene buenos propósitos para su vida. Medite en esta palabra, hermano, medite en lo que usted ha escuchado y guárdelo en su corazón. Amen. Amen.