pastor david sedaca

Edificar con armas y herramientas

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Estoy contento, honrado porque puedo participar con ustedes en este desafío que el Señor les ha puesto. En la Biblia encontramos la historia del pueblo de Israel y nosotros vemos que en Su trato de Dios con Israel Dios desafía al pueblo constantemente.

Ustedes recuerdan y no tengo que repetirles toda la historia pero, recuerdan que el pueblo de Israel después de haber estado establecido en su tierra edifica el templo, el templo en Jerusalén, primero habían levantado el tabernáculo en el desierto, el Señor pidió a Su pueblo: Traigan las cosas para levantar el tabernáculo, también le dijo al pueblo: Traigan las cosas, en su momento, para edificar el templo, y el Señor quería morar en medio del pueblo, y se edificó una Casa para el Señor.

Esta mañana dije en el primer culto: ¿a ustedes les parece que Dios necesita un lugar para estar con Su pueblo? no, pero nos da el privilegio de que Él quiera morar con nosotros y habitar entre nosotros, y tener comunión entre nosotros, po eso es que dijo a Su pueblo: Edificad una Casa para mí donde Yo pueda estar con ustedes.

Con el tiempo el pueblo sabemos que desobedeció al Señor y el Señor tiene Su forma de reprender, y lo más interesante es que la reprensión que hace el Señor es siempre con amor. Y lo vemos esto porque el Señor, si yo hubiera sido Moisés, y no lo soy, ¿ustedes recuerdan qué pasó cuando Moisés está en el Monte Sinaí recibiendo las tablas de la ley? los demás dicen: hmm está tardando mucho Moisés. ¿Hacemos un asadito mientras tanto? No sé si son argentinos o no, hacemos un chivito, un pernil, no. Pero se demoraba.

Y entonces no se les ocurre mejor cosa que decir: no conocemos este Dios, ¿por qué no nos hacemos un Dios? y se hacen un becerro de oro. Y cuando baja Moisés está enojado, enardecido, indignado porque el pueblo de Dios, a quien Dios cincuenta días antes, porque cuando el pueblo recibe la ley es exactamente 50 días después de la salida de Egipto, y el Señor podía haberles dicho: Ah, Yo los trato así, los libero ¿y así es como me tratan? me olvido, se acabó, me voy a otro pueblo. Voy a elegir a los persas, voy a elegir a los griegos, voy a elegir a los romanos.

No. ¿Qué hace el Señor? El Señor castiga y perdona, y les da una nueva oportunidad. Y la lección que aprendemos, si hay algo que aprendemos en la Palabra de Dios es que la relación de Dios con Su pueblo es una relación de amor no basada en lo que el pueblo se merece sino en el amor eterno de Dios. A tal punto es Su amor por nosotros que Él nos da el privilegio de ser partícipes en Su Obra.

Y como yo dije en esta mañana: ¿a ustedes les parece que Dios nos necesita? Él es dueño del universo, pero nos da a nosotros la oportunidad de demostrar nuestro amor y reconocimiento participando en la Obra del Señor y siendo visionarios. Y es así como muchas veces el pueblo pecó y Dios permitió, encontramos en la Biblia que Dios manda a los asirios, después a los babilonios, destruyen el templo, destruyen Jerusalén, el pueblo de Israel es llevado a cautiverio y pasan setenta años, y el pueblo se arrepiente, y un grupo vuelve a Jerusalén del cautiverio.

Y entonces comienzan a edificar, encontramos en el Libro de Esras y Nehemías que vuelven del cautiverio de Babilonia y comienzan a edificar el templo, sus casas, sus viñas, sus templos, sus graneros, y después de haber edificado un tiempo quedaron un poquito: ta' suficiente, ya con esto alcanza, y no terminaron de completar la edificación y la construcción de la Casa de Dios y los muros de Jerusalén.

A tal punto que Nehemías escucha, le viene, él era el copero del rey en Persia, y escucha que el pueblo de Dios que regresó a Jerusalén se comenzaba a desalentar y no continuaban trabajando en la obra como Dios les había pedido, como Dios esperaba. Entonces Nehemías ora al Señor y finalmente le dice el rey: ¿qué te pasa? Él dice: estoy un poquito triste, estoy un poquito triste porque he recibido noticias de que mi pueblo en Jerusalén está perdiendo la visión, está perdiendo la fuerza.

Y entonces el rey le dice: a lo mejor tienes que ir allá, y fue la obra del Señor. Y Nehemías vuelve a alentar al pueblo para que continúen con la obra, y no les dijo: las cosas van a ser fáciles, los problemas se van a resolver, sino que les dice de parte del Señor la forma como deben seguir trabajando para cumplir con el mandato del Señor. Y en esta mañana yo quiero compartir los minutos que me quedan: el mandato del Señor nos está mandando a nosotros, a ustedes y a mí para que continuemos trabajando con todo denuedo en la Obra del Señor.

Y hermanos este conector, no es un conector simplemente para conectar dos edificios. Es un conector que indica que la Obra del Señor sigue adelante y que no hemos terminado. Y yo ojalá dentro de cinco años Roberto me dice: David ¿vienes a predicar? porque vamos a hacer tal nuevo edificio, y dentro de veinte años cuando vengo con mi muleta moviendo la silla de ruedas: David quiero que me prediques porque vamos a hacer tal edificio; y mientras el Señor me dé fuerza seguiremos, porque hasta que el Señor diga basta, nosotros no podemos parar. A veces los hermanos dicen: Y Pastor ¿cuándo se va a jubilar? Yo la palabra jubilación no la encuentro en la Biblia (risas) entonces mientras el Señor nos dé fuerzas seguiremos adelante.

Y en esta mañana quiero leer un pasaje que encontramos en el Libro de Nehemías que es la exhortación que Nehemías le da al pueblo cuando él vuelve y ve que el pueblo se está desanimando un poquito. Yo no creo que se están desanimando pero quiero que entendamos que la visión que nos está mandando el Señor de hacer el conector y seguir adelante es una visión del Señor, es algo que el Señor quiere. Es algo práctico pero es lo que el pueblo de Dios está llevando adelante para llevar adelante la Obra del Señor.

Permítanme que lea el pasaje que encontramos en el Libro de Nehemías capítulo 4, yo creo que un poquito el contexto histórico se los he dado, esto es aproximadamente 400 años A.C., probablemente casi 100 años después de que los primeros judíos volvieron del cautiverio en Babilonia y comenzaron a reconstruir todo porque ya estaban tranquilos.

Entonces dice: "Los enemigos del pueblo de Israel comenzaron a preocuparse porque el pueblo de Israel continuaba trabajando. Cuando oyó Sanbalat que nosotros edificábamos el muro se enojó y se enfureció de gran manera e hizo escarnio de los judíos; Y habló delante de sus hermanos del ejército de Samaria" acuérdese que en este momento Samaria era enemigo del pueblo de Israel, "y dijo: ¿qué hacen esos débiles judíos, se les permitirá volver a ofrecer sacrificios? ¿acabarán en un día? ¿resucitarán de los montones del polvo las piedras que fueron quemadas? Y estaba junto a él Tobías amonita el cual dijo: los que edifican el muro de piedra, si se subiere una zorra lo derribará" estaban haciendo burla de lo que podía hacer el pueblo de Dios.

"Entonces dice Nehemías: oh, oye Dios nuestro que somos objeto de su menosprecio y vuelve el baldón de ellos sobre su cabeza, y entrégalos por despojo en la tierra de su cautiverio. No cubra su iniquidad ni su pecado, sea borrado de delante de Ti porque se airaron contra los que edificaban."

Versículo 6: "Edificábamos pues el muro y toda la muralla fue terminada hasta la mitad de su altura porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar; Y aconteció que oyendo los enemigos: Sanbalat y Tobías, los árabes, los amonitas, los de Azdod, que los muros de Jerusalén eran reparados porque ya los portillos comenzaban a ser cerrados se encolerizaron mucho, y conspiraron a una para venir a atacar a Jerusalén."

Versículo 13: "Entonces, por las partes bajas del lugar, detrás del muro y en los sitios abiertos puse al pueblo por familias con sus espadas, con sus lanzas y sus arcos. Después miré y me levanté, y dije a los nobles y a los oficiales, y al resto del pueblo: no temáis delante de ellos. Acordáos del Señor, grande y terrible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos, por vuestros hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas" me encantó lo que dijeron aquí: no estamos edificando esto para nosotros; nuestros hijos, nuestros nietos un día seguirán utilizando lo que estamos levantando. Acordémonos que lo que estamos haciendo no es para nosotros, es para que el Señor lo utilice, no solamente para nosotros sino para aquellos de generación en generación.

Versículo 15: "Y cuando oyeron nuestros enemigos lo que habíamos entendido y lo que Dios" ¿cómo? lo que habíamos entendido porque tuvieron que entender, el pueblo de Israel tuvo que entender la visión que Dios les estaba dando porque a veces hermanos, no nos damos cuenta y el Señor nos la tiene que explicar. A lo mejor necesitamos un Pastor, un líder, un siervo, alguien que nos venga, porque el Señor le da una visión, la tiene que transmitir. Doy gracias al Señor porque Dios sigue levantando líderes como el Pastor Miranda que nos explican la visión que ellos reciben del Señor.

Dios utiliza. Yo estoy cumpliendo 50 años en el ministerio, no sé cuántas iglesias edifiqué, cuántas misiones, cuántas construcciones hice, pero siempre se necesita alguien con visión y que nos haga entender a los demás la visión que el Señor nos está dando.

Versículo 16: "Desde aquél día la mitad de mis siervos trabajaban en la obra y la otra mitad tenían lanzas, escudos, arcos y corazas, y detrás de ellos estaban los jefes de todas las casas de esa ciudad. Los que edificaban el muro, los que acarreaban, los que cargaban con una mano trabajaban en la obra y en la otra tenían la espada, porque los que edificaban tenían cada uno la espada ceñida en sus lomos y así edificaba. El que tocaba la trompeta estaba junto a mí."

"Y dije a los nobles y a los oficiales, y al resto del pueblo: la obra es grande y extensa. Y nosotros estábamos apartados en el muro lejos unos de otros. En el lugar donde oyeres el sonido la trompeta reuníos allí con nosotros, porque nuestro Dios peleará por nosotros."

¿Qué encontramos en este versículo? la mayor parte ya lo explicamos. Pero el Señor está llamando acá a Su pueblo a que continúen una obra que habían continuado, que continúen una obra que habían empezado. No toda la gente en el tiempo de Nehemías eran conscientes del mandato y la visión que Dios tenía. Dios necesitó despertar en el pueblo una misión de la cual se estaban olvidando.

Hoy para muchos el cristianismo, la Iglesia, estábamos hablando con Mercedes, con el Pastor entre los dos cultos, y yo creo que estamos llegando a un momento cuando la Iglesia de Cristo, la Verdad de la Iglesia va a ser sacudida. Ojalá pudiera yo decirles lo contrario y ojalá pudiera venir acá y predicarles, y decirles que las cosas van a ir mejor, que el mundo nos va aceptar, que todo va a ser lindo, no es así.

Lo que estaba comentando es que: por primera vez en la historia de este país de los Estados Unidos, por primera vez en la historia de este país no hay un solo creyente en la Corte Suprema de los Estados Unidos. Y todas nuestras leyes que están haciéndose contra los colegios como Gordon College y estas cosas, nos están tratando de limitar nuestra fe, termina en las cortes y finalmente termina en la Suprema Corte, no habrá un solo juez en la Suprema Corte que ame o respete la Palabra de Dios. Vamos a estar en prueba.

Y Dios quiere que pongamos nuestra fe no en el hombre sino que nuestra fe esté puesta en el Señor. Pero aquí no le dice al pueblo: descansen, el Señor va a pelear, no, no. El Señor va a pelear pero sí van a trabajar ustedes. Las herramientas por un lado y las armas por el otro lado.

Y si nosotros aquí en Boston vamos a edificar la obra del Señor vamos a hacer en las dos manos y despiertos, y alertas, sabiendo que vamos a ser atacados. Hermanos: ojalá pudiera predicarles otro mensaje pero la Palabra de Dios no me lo permite, porque yo creo que la Iglesia de Cristo está siendo atacada. Está siendo atacada por las cortes, por una sociedad que no nos entiende, porque ahora no es políticamente correcto seguir el Evangelio y las doctrinas que se nos han enseñado, y la Palabra de Dios no es políticamente correcta, y como yo dije en esta mañana en un artículo que escribí recientemente: acá tenemos dos opciones: o somos políticamente correctos para el mundo o somos políticamente correctos para Dios y las dos no son compatibles.

Ojalá pudiera decir que las cortes están cambiando y la sociedad está cambiando, y somos más aceptados, y son más tolerantes a la Palabra del Evangelio o al fundamento de nuestra sana doctrina pero no es así, es al revés. Pero Dios quiere que este pueblo sea hallado fiel. Dios requiere que Su pueblo sea hallado fiel.

Pero no solamente hay enemigos externos, también hay enemigos internos, a veces el desaliento es un enemigo en la Iglesia ¿verdad? ya estoy entrando con mi esposa, pasamos los 40 años de Pastorado ya, a veces hay desaliento. Otra vez y otro esfuerzo de edificar más, y otro. Hay desaliento.

A veces no nos entendemos. A veces cada cual parece que quiere su pequeña obra y acá lo que pasaba es esto, y Nehemías dijo: a veces parece que estamos separados, el muro parece muy grande. Yo estoy haciendo mi pequeño trabajito allá, el otro está haciendo su trabajito acá, yo estoy en el cuarto piso, en el segundo piso, tú estás por allá, yo estoy acá, no, no, sino cuidado: estamos los dos en la misma ¿eh?

Y él dice: estamos separados a lo largo del muro pero estamos todos en el muro. Nos podemos estar separados en nuestros distintos ministerios pero estamos todos en el ministerio, entonces dice: cuando escuchen el sonido de la trompeta vengan porque el Señor está con nosotros. Sin lucha no hay victoria. El pueblo de Dios tiene que estar en guardia. Mientras el pueblo de alrededor va a mirar nuestras debilidades nuestra fe debe ser puesta en el Señor.

Nosotros acabamos de construir y terminamos esta semana gracias a Dios un edificio en el corazón de Brooklyn, Nueva York, es el Centro Mesiánico Charles Filmberg donde tenemos en nuestro seminario escuela de postgrado de estudios judíos mesiánicos. Brooklyn es la ciudad ortodoxa más grande que hay en el mundo. Para que tengan una idea: en Jerusalén hay 120.000, en Brooklyn hay 400.000. La población judía de Brooklyn es 750.000, Brooklyn, no estoy hablando de Manhattan, ni nada ¿eh? Brooklyn. El centro del judaísmo religioso es Brooklyn, u ahí en el corazón como un aguijón en la carne hemos edificado un centro para la gloria de Dios.

Hermanos: no hay día que no seamos atacados. Desde: me han puesto en el internet como que soy un abusador de menores, hasta ahora la semana que viene tenemos el curador de los rollos del mar muerto de Israel y el director del museo bíblico de Jerusalén del estado de Israel como invitado nuestro a dar una conferencia, y ya toda la comunidad de Nueva York le está escribiendo cartas y amenazas a él, por venir y juntarse con nosotros que creemos en Jesús, pero el Señor nos da la victoria.

Yo les estaba contando, hace unos años atrás tenemos el gozo de tener un centro mesiánico en Jerusalén. Yo soy el que firma los papeles y va a la cárcel de nuestro ministerio y cuando firmé, el momento que firmamos el contrato por la compra de nuestra propiedad en Jerusalén ese día, ese mismo día nos hicieron cuatro juicios, y de ahí siguen ¿verdad? y hay oposición. Pero el Señor, fuimos a la corte y por la ley, y hemos ganado ¡en Israel! hemos ganado cada juicio.

Porque ¿qué dice acá? "Él" ¿quién peleará acá? "nuestro Dios peleará por nosotros." Pero como, entonces ¿yo tengo que dejar la espada, tengo que dejar el arma, tengo que dejar la herramienta? no, no. "Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente, y Yo estaré contigo." "En el mundo tendréis aflicciones, pero confiad."

Fíjese cómo funciona esto. El Señor me manda a hacer algo que parece imposible pero entonces me dice: va a ser difícil. Yo voy a decir: no pero entonces me estás mandando al fracaso. No, te estoy mandando a la victoria, porque creyeron que habían ganado cuando a Mi Hijo Jesús lo crucificaron y en el infierno estaban de fiesta, porque en el momento que Jesús dice: Padre, en Tus Manos encomiendo Mi Espíritu, Satanás juntó a todos sus príncipes: ¡festejemos, ganamos! y estaban en pura farra y en pura fiesta; y al tercer día ¿quién viene caminando en medio de ellos? les arruinó la fiesta.

Dice: Yo soy el que estuvo muerto y vive, y vivo para siempre jamás. Ese es el que promete que en medio de la lucha siempre estará con nosotros. Si Dios es con nosotros ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a Su propio Hijo ¿no nos va a dar junto con Él el famoso conector? porque esto no es un monumento a la Iglesia, es un monumento a la Obra e integridad del Señor.

Y cuando yo a veces me preguntaba esta mañana: ¿por qué? Julia me hace acordar, ¿te acordás qué difícil que es aquí cuando se pone invierno, caminar por afuera? si me acordaré. Una vez cuando era estudiante en Harvard tomaba entre la salida del tren, del train a mi sala de clases, me caí en el hielo, me rompí una pierna, ojalá hubiera habido un hermano que me ayude ¿verdad?

Dios nos da cosas, pero más que nada nos da una visión. En esta visión el Señor me dice: Ustedes hagan el esfuerzo que Yo estaré con ustedes, pero tengan por un lado las armas y por el otro lado tengan las herramientas.

Y yo quiero terminar ofreciendo una distinción porque aquí el Señor hace una distinción entre arma y herramienta. Muchas veces nosotros pensamos que las batallas espirituales las vamos a ganar con armas terrenales, no. Las batallas espirituales las vamos a ganar con armas espirituales que son: la oración, el estudio de la Palabra, ¿cierto? esas son las armas con las que nosotros, el Señor nos ha equipado para que luchemos y peleemos, y nos va a dar la victoria si utilizamos.

Hermanos: no se pueden ganar batallas espirituales con armas terrenales. ¿Se acuerdan cuando vinieron a tomar a Jesucristo en Getsemaní, Pedro sacó una espada y quiso defender a Jesús? ¿y qué dice Jesús, qué suerte Pedro que trajiste la espada? Pedro ¿quién te mandó que trajeses una espada? Mis luchas se van a pelear con mis armas y hermanos, tengamos fe que el Señor nos va a equipar, nos va a dar las armas que necesitamos para llevar a cabo esta obra, pero también nos da herramientas que es distinto.

Dice que aquí mientras estaban construyendo los muros de Jerusalén levantando esa ciudad, dice que en un lado tenían las armas y en otro lado las herramientas. Las armas espirituales nos las da, ¿cuáles son las herramientas? Las herramientas es: la salud, el trabajo, el esfuerzo, los dones que el Señor te ha dado, la posibilidad de contribuir a la Obra del Señor.

Y esta mañana se nos ha dado un desafío, un desafío a que continuemos trabajando, que hagamos posible el conector, y que al terminar el conector el Señor le dé la visión de hacer algo más; no sé qué va a hacer, el Señor sí lo sabe, pero no dejen de tener visiones, no dejen de tener cosas grandes porque hasta que el Señor no diga: Basta, seguiremos trabajando en la Obra del Señor. Hasta que la última persona que no conoce a Cristo haya entrado en el Libro de la Vida nosotros y la Iglesia Congregación León de Judá seguirá trabajando fielmente para la Obra del Señor. Si el Señor no dice basta no dejen de trabajar, ¿amén?

Hermanos, tenemos un desafío. El desafío es compartir la visión de lo que Dios quiere, continuar trabajando, continuar trabajando. Que no entre el desaliento. Que no confiemos en nuestras propias cuentas porque el Señor lo hará posible no para nuestra gloria, sino para la gloria del Señor. Yo sé que así como el Señor los ha bendecido hasta el día de hoy el Señor los seguirá bendiciendo hasta que el Señor nos llame a Su Presencia y nos diga: Bien hecho buen siervo y fiel, en lo poco has sido fiel, en lo mucho te pondré, entra a la gloria de tu Señor ¿amén? que el Señor nos bendiga (aplausos).

Pastor Miranda: Mientras estamos allí hermanos nos vamos a preparar, prepare su corazón para este momento para darle al Señor, venir al final y vamos a hacer algo bien sencillo. Usted ya tiene su ofrenda preparada o su promesa preparada, dentro de unos minutos apenas vamos a invitarles a pasar aquí al frente, estas mesas se van a hacer puestas un poquito hacia el frente, entonces vamos a pedir que los hermanos según la posición de las diferentes mesas, la que esté más cercana a usted, vengan y traigan su ofrenda.

Pero déjeme simplemente ponerle un punto final a esta Palabra preciosa y tan atinada de nuestro hermano David Sedaca. El Señor me trajo a la mente un pensamiento y es que: muchas veces Dios está presente en una forma muy específica y profética, no en la forma genérica en que Él está presente en todas las cosas porque Él es ubicuo y está presente en todo, pero en una forma muy específica, muy profética, muy inmediata.

Y Dios trajo a mi mente las palabras de Jacob cuando tuvo ese sueño y vió esa escalera que conectaba la tierra con el cielo, y ángeles subían y descendían por esa escalera. Y cuando Jacob vió esto y terminó su sueño dijo algo bien interesante, dijo: cuán terrible es este lugar, Dios está aquí y yo no lo sabía.

Y muchas veces nosotros nos encontramos en momentos de la historia, momentos de nuestro peregrinaje o momentos de la vida de nuestra Iglesia o momentos personales en que Dios está moviéndose en una forma muy específica en algo y nosotros a veces no discernimos esa Presencia, ese mover específico de Dios en algo, así, el mover sobrenatural de Dios.

Y mi mente ha estado siempre ocupada en el hecho de que nosotros construimos esta vida que nosotros llevamos a cabo desde que estuvimos en Cambridge hasta este momento y Dios nos llamó al ministerio, y todas estas cosas. Yo siempre vivo poseído por la idea de que hay algo más que Dios tiene en juego, que nosotros no solamente construimos para propósitos cotidianos, qué lindo sería bueno, si una Iglesia simplemente existiera acá, una Iglesia bendecida, íntegra, eso es lindo, pero yo creo que nosotros bajo un manto profético del Señor y yo espero que eso lo intuimos con toda humildad, porque el Señor hace Sus cosas y a veces escogen los que menos merecen precisamente porque Él siempre quiere buscarse la gloria, no porque lo merecen más.

Pero yo creo que nosotros estamos construyendo. Alguien me preguntó los otros días acerca de construcciones y yo dije: mire, yo soy como Noé que construye un arca sin haber visto lluvia todavía, para cuando venga la lluvia. Nosotros construimos porque lo hacemos en un contexto de un mover que Dios quiere tener sobre la Tierra.

Preparamos estos edificios, esta planta física para que sea un lugar que pueda contener la gloria de Dios. Yo creo que Dios tiene un propósito muy específico para esta Congregación, y construimos en un contexto muy específico, donde la humanidad se prepara para cosas que ni siquiera podemos entender. Las naciones están en tribulación y angustia, esta creación está convulsionada porque quiere dar a luz algo y no entendemos qué es totalmente.

Pero nosotros construimos aquí en el contexto de grandes y portentosos movimientos de Dios en la historia y yo siento que nosotros vamos a ser parte de ese mover de Dios más allá de lo que se ve en esta ciudad. Y por eso es que yo me atrevo a hacer las cosas que hago. Yo no tenía fuerza para emprender este conector ni para emprender este edificio, pero lo hago porque siento que Dios me ha dicho: Constrúyeme y prepara algo para mi gloria.

Y siento que, mire: si todo lo que nosotros logramos hacer en el resto de nuestra vida es simplemente tener una linda Iglesia que bendiga nuestra ciudad y que genere una generación bendecida gloria a Dios pero yo creo que hay algo más que Dios quiere hacer, hay algo más y eso es en un contexto cósmico casi me atrevo a decir, y por eso es que estamos construyendo.

Yo le suplico que conecte todo esto que estamos haciendo de construcción, no lo vea simplemente como: ok estamos construyendo para algo que es en sí grandioso, no, vaya más allá. Créale a Dios que usted es parte de un mover portentoso de Dios en el mundo, y un día yo espero que ustedes recuerden este tipo de palabras y que digan: wow, el Pastor Miranda intuyó algo grandioso que Dios quería hacer.

Les dejo solamente con un texto de la Escritura que siempre me motiva, Ageo es uno de mis libros favoritos en muchas maneras, habla de la construcción o reconstrucción del templo así como Nehemías también habla de la construcción de los muros en ese tiempo en que el pueblo de Dios regresaba.

Y en ese contexto de un llamado al pueblo, porque es importante, a veces la gente mira al líder, pero un líder si no tiene socios y seguidores no sirve para nada. Yo puedo tener toda la visión del mundo pero si no tengo un pueblo que la apoye de nada me sirve, ustedes son la expresión de una visión, yo simplemente estoy aquí para facilitarla. Pero los que hacen la Obra verdaderamente son ustedes, ustedes tienen los recursos para que se hagan las cosas que nosotros estamos haciendo para gloria de Dios.

Pero entonces ahí en el Libro de Ageo en el capítulo 2 el Señor le dice esto al pueblo después de llamarlos a construir: "No preocuparse tanto por sus casas" dice "sino por la Casa mía, porque si ustedes se preocupan por Mi Casa Yo me preocuparé por sus casas." Entonces Dios dice: "Según el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto, así mi Espíritu estará en medio de vosotros, no temáis." El mismo Dios que bendijo a David, a Moisés, a Jacob, a Daniel, a Pablo cuando hacía sus construcciones, las grandes construcciones a través de la historia que la Iglesia ha emprendido, ese mismo Dios está con nosotros, en tu cotidianeidad.

Dice: "Porque así dice Jehová de los Ejércitos" escúcheme: esto que nosotros estamos haciendo es en el contexto de grandes movimientos históricos de Dios y estamos conectados a esos movimientos aunque todavía no los hemos visto en toda su manifestación, pero usted un día verá que esto que estamos construyendo y esos edificios son todos parte de algo mucho mayor que Dios tiene para nosotros. Dios está aquí y nosotros no podemos verlo todavía pero es un mover terrible de Dios. Yo le suplico que usted vea esa dimensión sobrenatural de lo que usted está viviendo y no vea solamente un mover cotidiano de una Iglesia en una ciudad.

Dios dice, en el contexto de ese llamado a construir el templo: "Porque así dice Jehová de los Ejércitos: Porque de aquí a poco Yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca, y haré temblar todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; Y llenaré de gloria esta Casa, ha dicho Jehová de los Ejércitos."

La construcción de ese santuario hace dos mil años o tres mil probablemente casi era algo profético y ahí es claro que esa escritura profética remonta a la construcción de ese santuario, y de otros santuarios, y es en el contexto de los últimos tiempos. Dice: "Y vendrá el Deseado de todas las naciones" usted sabe quién es el deseado de todas las naciones, Cristo Jesús y hará temblar los cielos y la tierra. Los cielos y la tierra ahora mismo están temblando, "todo lo conmovible" dice "será conmovido" dice el escritor de Hebreos en otro pasaje empalmando este pasaje con su tiempo, pero también yo lo veo en este tiempo que es el tiempo de la Venida de Cristo.

Las naciones están convulsionadas ahora mismo. Ébola, Isis, nombres que ya se han hecho familiares. China, Indonesia, Iraq, Irán, las naciones se arman, se rearman, Rusia. Creíamos como que ya había pasado pero el mundo está preparándose para algo, las naciones se están armando, todas. Alemania no quiere armarse pero va a tener que hacerlo. Japón no quiere armarse pero pero va a tener que hacerlo también. Rusia que parecía un gigante dormido se está despertando de nuevo, China.

Las naciones se preparan para algo y nosotros estamos aquí en Boston, Massachussets construyendo para algo que Dios tiene en el futuro, alright? prepárese. Déle al Señor, sea parte de algo portentoso. Mucha gente muere y nunca podrán decir que fueron parte de algo extraordinario, usted puede serlo. Déle al Señor con generosidad, créale a Dios. Si usted quiere creer que yo estoy profetizando créalo, recíbalo como una Palabra profética de Dios y conéctese con ese mover portentoso de Dios.

Créale a Dios en esta tarde, conciba en su corazón un gesto que lo conecte con millones de hombres y mujeres de Dios a través de la historia que le han creído a Dios para algo que Él quiere hacer en la Tierra y que Él se digna permitirnos que cooperemos con Él.

Baje su cabeza, reciba gracia de Dios. Todo lo que usted dé será usado para una sola cosa, íntegramente para la construcción de este conector y el avance de los propósitos milenarios de Dios en la Tierra. Bendigo tu vida, declaro prosperidad, declaro crecimiento, declaro gracia de Dios sobre ti, sobre tus hijos, tu familia, tu trabajo, tu cuerpo, tu mente, tus emociones, tu voluntad, tu cerebro, tu sistema nervioso, declaro gracia de Dios sobre esta comunidad y me gozo viendo lo que Dios ya está haciendo y va a hacer en nosotros y a través de nosotros, veremos Su gloria manifestada y estaremos contentos porque hemos tenido el privilegio de ser parte de algo grandioso.

Recibe Gracia del Señor y regresa a tu casa con una promesa en tus manos de parte de tu Dios a quien tú le has prometido en esta tarde. Te bendigo en el Nombre de Cristo Jesús, gloria al Señor, amén. Ahora sí que venga, pase adelante y entregue su tarjeta. Recuerde que puede ser una promesa o puede ser un dinero que usted dé ya preparado para el Señor, gloria a Dios, y durante estos próximos meses declaramos victoria. Mi corazón quiere que para Diciembre 31 como el año pasado dijimos: consolidación, nosotros tengamos ese conector hecho para gloria del Señor, y vamos a cruzarlo de acá para allá y de allá para acá en el Nombre de Dios, veremos Su Gloria manifestada.

El poder de Jesús

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En esta mañana quiero compartir con ustedes un mensaje sobre el poder de Jesús. ¿Para qué me sirve el poder?¿Para qué necesito? ¿Me interesa saber o conocer que Jesús tiene poder? Hermanos, la vida es bastante compleja. La vida es bastante difícil y yo no se cómo vive su vida, pero yo se que yo no encuentro todas las respuestas a los grandes enigmas que se me presentan.

Yo se que muchas veces me encuentro con dificultades y problemas que van más allá de lo que yo estoy capacitado a resolver. En más de una oportunidad me siento que no tengo o el conocimiento o la fuerza o la inteligencia para poder enfrentar lo que se me presenta en la vida. Y a veces necesito una fuerza superior a mi y yo quiero, en esta mañana, sugerirte que el Señor Jesús es aquella fuerza que te puede dar el poder para hacer lo imposible, que te puede dar el poder para realizar lo inalcanzable, poder para darte la victoria cuando parece que vas de derrota en derrota.

Y no es simplemente poder que una persona puede hacer algo; como decimos ¿me puedes alcanzar un vaso de agua?, y alguien te alcanza un vaso de agua. Estoy hablando de que Jesús tiene un poder, pero un poder que va más allá de simplemente la capacidad de hacer algo, sino al autoridad con que..... la fuerza con que se hace. No es que Jesús simplemente darte un empujoncito en la vida, Jesús puede darte la victoria en la vida. Y yo quiero mostrarte tres ejemplos que encontramos en la palabra de Dios donde vemos a Jesús demostrando su poder, y yo quiero que veamos en esta tarde Jesús demostrando su poder para vencer las fuerzas externas. Jesús demostrando poder para derrotar las luchas internas y Jesús demostrando su poder sobre los problemas físicos.

Si ustedes tienen sus Biblias, yo voy a leer el pasaje que encontramos en el Evangelio según San Marcos en el Capítulo 4, comenzando a partir del versículo 31, y vamos a ver en estos Capítulo 4 y 5, tres incidentes donde vemos a Jesús obrando con poder y cuál es la lección que nosotros podemos tomar de esto.

Marcos Capítulo 4, versículo 35: “Aquel día cuando llegó la noche les dijo a los discípulos ‘pasemos al otro lado’. Despidiendo a la multitud, le tomaron como estaban en la barca y había con él otras barcas. Pero se levantó una gran tempestad de viento y echaba a las olas en la barca de tal manera que ya se anegaba. Y él, Jesús, estaba en la parte de adelante, en la popa, durmiendo sobre un cabezal. Y le despertaron y le dijeron ‘Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?, y levantándose Jesús, reprendió al viento y dijo al mar ‘calla, enmudece’, y cesó el viento e hizo grande bonanza. Y le dijo ‘Por qué estáis así amedrentados, cómo, ¿no tenéis fe? Entonces temieron con gran temor y se decían el uno al otro, ¿quién es este que aún el viento y el mar le obedecen?.”

En este pasaje encontramos a Jesús controlando una situación que estaba fuera de control. Los discípulos eran, la mayoría eran pescadores, sabían cómo pescar. Lo único que no podían hacer era parar el viento, parar una tormenta. Todavía no lo podemos hacer. Se puede pronosticar, podemos saber si va a hacer frío o calor, pero cuando hace frío no podemos hacer nada para que cambie la temperatura. Tampoco le podemos pedir al viento que pare. Viene un huracán, no nos gusta, pero viene. Y son situaciones que no las buscamos, pero vienen. Y son crisis que se nos presentan, no porque las querramos, sino porque así está en el designio de Dios.

Y aquí encontramos a los discípulos y a Jesús en medio de una crisis que ellos no la buscaron. Los discípulos, siendo pescadores, se daban cuenta que esto se estaba tornando peligroso. El lago de Genesaret, en el Mar de Galilea, es pequeño, pero muy profundo y si levantan olas, y estos hombres que eran marineros sabían cuando las cosas estaban peligrosas.

Pero ¿saben el pasaje que más me llama la atención de todo este Capítulo? El versículo que me da a mi más confianza es el que dice que en medio de la tormenta, versículo 38, Jesús estaba durmiendo. Jesús estaba durmiendo en medio de la tormenta. Y los discípulos van y dicen ‘hey, Jesús, despierta, ¿no te das cuenta que nos estamos ahogando? Esto no es una broma ya ¿eh?. Esto está peligroso’. Y Jesús estaba durmiendo.

Dos cosas podrían haber pasado: o Jesús era un necio, un tonto, no se daba cuenta de la situación que los discípulos le tenían que decir ‘hey, ¿no te das cuenta de la situación?. Esa es una opción. O la otra opción es que Jesús estaba tan confiado en la voluntad de su Padre y había fijado su vida, anclado de tal forma en la voluntad de Dios que El sabía que ni aún las más severas tormentas podrían removerlo o quitarlo de la voluntad de Dios. A tal punto que Jesús puede descansar en medio de la tormenta.

Y mi mensaje para ti esta mañana es que hay tormentas en nuestra vida, hay tormentas que no las hemos buscado, puede ser de enfermedad, pueden ser problemas psíquicos, pueden ser problemas económicos y muchas veces no es culpa nuestra. Y acá el problema no es buscar de quién es la culpa que viene una tormenta. La tormenta está. Y te quiero decir, que si tu crees, que porque vienes a la congregación León de Judá no vas a tener más problemas en la vida, perdona que te lo diga, estás engañado. Porque Jesús mismo dijo ‘en el mundo tendréis aflicciones’. Guau, esto no es lo que esperabas, pero no termina ahí, dice ‘pero confiad, Yo he vencido al mundo’.

Y la vida cristiana no es una vida donde no va a haber vientos, olas o tormentas. La vida cristiana es poder dormir y descansar en medio de la tormenta porque se que nada ni nadie me va a separar. Si tu vida está anclada en la voluntad de Dios, tu puedes dormir en medio de la tormenta.

En el mundo tendréis aflicciones. Es una realidad. Y el pasaje más seguro, lo más importante, lo más llamativo no es que Jesús calmó la tempestad, Jesús calmó la tempestad para demostrarles que El tenía poder. No necesitaba calmar la tempestad, porque El estaba durmiendo en medio de la tempestad.

Y yo lo que quiero decirte es que van a venir tormentas en tu vida y el Señor no te las va a quitar, pero va a permitir que tu puedas descansar confiado en el Señor. Y para demostrarle a los discípulos que no era un tonto, ni era necio, ¿oh, quieren ver si tengo poder o no? Viento, se acabó. Olas, terminen. Guau, se acabó la tormenta. Y ahí dice que los discípulos tuvieron más miedo ahora que cuando estaba la tormenta. Esto es en serio. ¿Quién es este?, dice acá.

Entonces temieron con gran temor y se decían uno al otro “¿Quién es este que aún el viento y el mar le obedecen?.

Jesús tiene poder. Jesús tiene poder y quiero en esta mañana decirte que te acerques a El, te aferres a El porque en El hay poder. Poder para poder triunfar y descansar en medio de las tormentas de la vida.

Próximo pasaje lo encontramos en Marcos, Capítulo 5, versículo 1 al 20. Cuando llegaron al otro lado del mar, me imagino que ya estaban con un susto que ya no sabían de que.... primero se asustaron de la tormenta, ahora tienen miedo a Jesús, habrán llegaron blancos de miedo, pero llegaron al otro lado.

“Vinieron al otro lado del mar a la región de los gadarenos y cuando salió El de la barca, Jesús, enseguida vino a su encuentro, de los sepulcros un hombre con espíritu inmundo que tenía su morada en los sepulcros y nadie podía atarle, ni aún con cadenas porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas más las cadenas habían sido hechas pedazos por él y desmenuzar los grillos y nadie lo podía dominar. Y siempre de día y de noche, aún andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con piedras. Cuando pues a Jesús de lejos, corrió y se arrodilló delante de El y clamando a gran voz dijo ‘¿qué tienes Tu conmigo, Jesús, hijo del Dios altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes.’

¿Quién es el que está hablando acá? El demonio que está adentro. Y Jesús le decía ‘Sal de este hombre, espíritu inmundo, y le preguntó Jesús al espíritu ‘¿cómo te llamas?’ y le respondió diciendo ‘legión, me llamo porque somos mucho’, y le rogaba que no lo enviase fuera de aquella región. Y estaba allí cerca del monte un gran hato de cerdos paciendo y rogaron todos los demonios diciendo, ‘envíanos a los cerdos para que entremos en ellos’. Y luego Jesús les dio permiso y saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron en los cerdos, los cuales serían como dos mil y el hato se precipitó al mar por un despeñadero y en el mar se ahogaron. Y los que apacentaban los cerdos huyeron y dieron aviso en la ciudad y los campos y salieron a ver qué era aquello que había sucedido. Vieron a Jesús y ven al que había sido atormentado del demonio y que había temido a la región, sentado, vestido, en su juicio cabal, y tuvieron miedo.”

¡Qué historia rara! Un hombre totalmente fuera de control. Ustedes pueden decirme, ‘David, pero esto a lo mejor tiene una explicación psicológica, que era un hombre que tenía esto.... Miren, hermanos, no se si lo podemos definir con términos médicos, psiquiátricos, pero se lo que tenía. Este hombre estaba totalmente poseído por una fuerza que lo estaba destruyendo. Un hombre que estaba absolutamente controlado por el diablo. Un hombre que al cual lo habían tratado de ayudar y no podían hacer nada. E incluso lo ataban, lo ataban con cadenas y con grillos para que no se lastimase más, y aún así los rompía y se seguía destruyendo. Y, David, usted me va a decir: ‘¿Pero David, esto qué tiene que ver con nosotros? Tiene que ver con nosotros mucho más de lo que te parece. Porque desgraciadamente hay personas en los cuales el pecado, Satanás ha tomado tal control que están totalmente incapacitados para recuperarse.

Yo he visto el estrago del alcohol. He visto hogares destruidos por el alcohol y he orado con personas, y hay personas que llorando me dicen ‘David, quiero y no puedo, es más fuerte que yo. Quiero y no puedo, no puedo, no es que no quiero’.

Contaba en el primer culto una experiencia que tuve hace 36 años que estoy en el pastorado y he visto más casos de estos de los que quisiera contar. Pero un caso que me venía a la memoria, hace unos 20 años, 23 años aproximadamente tuvimos que regresar a Argentina y estoy allí en Buenos Aires, en la cede de nuestra oficina, y viene alguien, golpea la puerta. Salgo, atiendo. Un hombre que parecía estar usando buenas ropas, pero se veían todas ropas gastadas y sucias y me dice ‘hola, David’. Yo lo miro, no me doy cuenta quién es. Pero si alguien me llama por el primer nombre antes que yo me hubiera presentado, y para que me llamen por el primer nombre, tiene que ser una persona que me conoce. Y yo lo miré, y me estaba dando cuenta más o menos quién era, pero no estaba muy seguro.

Dice ‘David, ¿no te acuerdas de mi, no? Yo soy Luis. Y ahí mi corazón se paró. Tenía delante de mí un hombre que había sido pastor de la iglesia bautista más grande que había en Buenos Aires, un ministerio fabuloso. No novato en el ministerio, muchos años de pastor, hijo de pastores, hermano de pastores, una iglesia ungida por el espíritu santo y de a poquito comenzó a tomar y comenzó a permitir que el alcohol tuviese un lugar en su vida. Llegó un punto la iglesia se dio cuenta que el pastor tenía un problema, no lo pudieron solucionar. El problema se agravó a tal punto de que tuvo que dejar la iglesia. Llegó a tal punto que la esposa y dos hermosas hijas lo tuvieron que abandonar.

Este pastor terminó homeless en las calles de Buenos Aires. ¿Por qué? Había una fuerza en su vida que no pudo controlar y yo me acuerdo que estaba hablando con él, éramos de la misma edad, y me dice ‘David, te parece que no he tratado. Te parece que yo no he tratado. No puedo’. Y llamé por teléfono después que estuvo en casa. Lo alimentamos, lo ayudamos, lo llamé a un hermano muy querido, que es cuñado de él, psiquiatra y pastor, me dice ‘David, lo vamos a ayudar hoy y mañana es otra vez lo mismo. Hace años que estamos tratando y no podemos’.

Y cuántas veces hemos tratado con jóvenes que están metidos en drogas. O cuántas veces hemos tratado de solucionar problemas en hogares cuando hay violencia. En este momento estoy ayudando en una congregación en Long Island donde uno de los líderes está en la cárcel por abusar de su hija. No me digan que el demonio no ataca al creyente.

Todas estas personas no lo hacen porque lo quieren, o le gusta. Y allí se esconde parecer........ dice ‘trae los extremos’. Los hay, hermanos. Despiértense. Hay. No tienen más que manejar por las calles a la noche en ciudades como Boston, como Nueva York, y fijarse lo que es la realidad del pecado.

Y hay más historia que me imagino que el pastor Miranda y yo les podríamos contar de hombres y mujeres y jóvenes que están totalmente poseídos por el pecado, a tal forma que no pueden encontrar la forma de librarse y cuántas veces me han dicho, con lágrimas en los ojos, ‘David, quiero pero no puedo. Es superior a mi.’ Y yo quiero decirte que hay alguien que es superior. Porque nos dice la palabra ‘más poderoso es aquel que está en nosotros que aquel que está en el mundo’.

Y el Señor, el hijos de Dios, se ha manifestado para destruir las obras del diablo. Y yo quiero decirte esta mañana, esta tarde, que no importa la forma como Satanás quiera entrar aferrándose de tu vida, el Señor Jesucristo tiene poder para destruir las obras del diablo. El Señor Jesucristo tiene poder para romper las cadenas del vicio. El Señor Jesucristo tiene poder para restaurar hogares quebrantados.

Y la gente acá se asustó ¿por qué? Porque vieron a este hombre que se estaba lastimando, que estaba viviendo entre sepulcros, lo vieron sentado y en su sano juicio. Yo te quiero decir que el poder de Jesús no se ha agotado. El poder del Señor Jesucristo sigue actuando en el día de hoy. Jesús tiene poder cuando a ti te está faltando. El Señor Jesucristo tiene poder para vencer a aquello que parece invencible.

Y el tercero y último caso que quiero leerles es el que encontramos en el versículo 24, del mismo Capítulo de Marcos. Marcos, Capítulo 5, versículo 24. Dice así: “Fue pues con El, le seguía una multitud y le apretaban, Jesús, una persona muy popular, ha curado, ha sanado, es la persona de moda, la gente ha comido sin tener que pagar, lo ha multiplicado, le ha dado panes y los peces, enseña lindo, lo entienden. Es una persona muy popular. La gente lo sigue, pero una mujer que desde hacía 12 años padecía de flujo de sangre y había sufrido mucho de muchos médicos y gastando todo lo que tenía y nada había aprovechado antes le iba peor. Cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás de la multitud y tocó su manto. Porque se decía ‘si tocare tan solamente su manto seré salva’, y enseguida la fuente de su sangre se secó y sintió el cuerpo que estaba sana de aquel azote. Luego Jesús, conociendo en si mismo el poder que había salido de El, volviéndose a la multitud dijo ‘¿quién ha tocado mis vestido?. Y los discípulos dijeron ‘ves que la multitud te aprieta y dices ¿quién me ha tocado?’. Pero El miraba para ver quién había hecho esto. Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de El y le dijo toda la verdad y El le dijo: ‘Hija, tu fe te ha hecha salva. Ve en paz y queda sana de tu azote’.

Jesús demostrando poder cuando las fuerzas físicas parecen tomar control de nuestra vida. Tal forma una mujer que estaba padeciendo dice, por 12 años, 12 años, y no es que no había tratado, dice que había gastado todo lo que tenía en manos de los médicos y estoy seguro que los médicos trataron de ayudarla y estaba segura que todos querían ayudarla, pero era un caso donde no solamente había sufrido, sino que a causa de su sufrimiento, de acuerdo a la ley judía, ella no podía ser parte de la sociedad. Mientras una mujer estaba sufriendo un flujo era una persona que no podía estar participando en la vida de su ciudad, por 12 años ya. Estaba relegada, estaba marginada. No se lo había buscado, es una enfermedad.

Hermanos, no tenemos enfermedades porque somos masoquistas ¿verdad? Las enfermedades vienen. No las buscamos, pero vienen. Esta mujer sufría algo. Lo interesante es lo que está pasando acá. Porque Jesús es una persona popular y todo el mundo está junto con Jesús y todos los siguen. Y Jesús no tenía, como estos jugadores de basketball que andan con 14 guardaespaldas para que nadie se acerque. No, la gente venía y..... una persona popular, alegre, aparte Jesús tenía una vida social linda. Si lo invitaban a cenar El iba.

Ustedes saben que se dice que hay más, esto es cierto, fíjense. En los Evangelios hay más casos de Jesús cenando, pasando tiempo en casas de las personas que yendo al templo. No es que no iba al templo, pero tampoco rechazaba una buena invitación. A tal punto, ¿de qué lo acusaban? Este va a cenar con pecadores. Era un hombre que le gustaba, si yo tengo una fiesta yo lo invitaría, hermanos. No era un aguafiestas. Y era un hombre popular, se hacía querer, la gente iba. Y entonces todo el mundo está siguiéndolo que este hombre popular, hombre nuevo, quizás va a ser el nuevo líder religioso que estamos buscando. Y de repente Jesús se para y dice ‘alguien me tocó’. Los discípulos dicen ‘pero, Señor, todos te están tocando.’ No, todos están alrededor mío, todos me están apretujando, me están corriendo, pero alguien me tocó con fe. Alguien me tocó de forma distinta. Hay miles alrededor mío pero yo sentí que uno solo fue sanado. Y entonces se para y mira alrededor y esta mujer dice que ‘temiendo y temblando y sabiendo lo que en ella había sido hecho se postró delante de El y le dijo toda la verdad.’

Bueno, se imaginan ¿no? Jesús le podría haber muy bien dicho. ‘¿Quién eres tu para tocarme? No sabes que socialmente no me puedes tocar, eres impura. No sabes que ahora yo tengo que ir al templo y cumplir con el ritual y por 30 días no puedo ir a la sinagoga porque tu me has tocado. Porque el ritual dice, Libro Levítico, un hombre que toca a una mujer impura no puede ir al templo por 30 días, y tiene que llevar sacrificio. Era grave lo que había hecho esta mujer.

Pero la mujer se acerca y le dice ‘bueno, acá pasan dos cosas, por un lado dice que la mujer ya sabía –miren qué interesante- ya sabía porque (el tiempo pasado perfecto, gramática acá). La traducción que tenemos acá dice ‘pero es sabiendo lo que en ella había sido hecho’. Ella ya sabía que había sido sanada. Le contó todo.

Dos cosas podían pasar, que el Señor diga ‘no tienes vergüenza de haberme tocado’. La mujer hubiera dicho ‘Señor, no tengo vergüenza y si tengo vergüenza, no importa, porque ahora me curé’. Pero ella le contó todo y Jesús ¿qué le dice? Mujer, hija, no dice mujer, hija, tu fe te ha hecho salva. Ve en paz y queda sana de tu azote.’

Hermanos, yo no se la teología de esta mujer. No se si conocía mucho de la ley, al Antiguo Testamento, de las profecías sobre el Mesías. No se, pero se una cosa, que cuando yo vaya al cielo, ella va a estar allá y yo la voy a ver. Y quizás no aprendió mucho en teología en los dos últimos milenios que estuvo en el cielo, pero una cosas sabe: que ella estaba enferma y ahora está sana. Y que la fe la había salvado.

Mi hermano, el poder de Jesús no se manifestó por la cantidad de teología que la mujer sabía, ni por la influencia que podía tener esta mujer, ni por la ganancia o postura social que Jesús iba a ganar demostrando que podía hacer milagros. Una mujer que estaba sufriendo tocó por fe a Jesús y esta mujer fue sanada. Y yo te quiero decir en esta tarde, que una pequeña fe, una pequeña cantidad de fe, en un Dios grande te puede sanar, te puede sanar físicamente, emocionalmente, espiritualmente. Y yo te pido en esta tarde si tu estás padeciendo algún tipo de sufrimiento emocional, físico, psicológico, toca a Jesús, porque hay poder.

Tiene poder, claro que tiene poder. Y puedo asegurarte que muchos de los que estamos aquí esta tarde hemos sentido en nuestra vida el toque del poder del Señor Jesucristo. Entre los dos cultos un hermano vino a decirme, ‘sabe pastor, que yo estuve por 18 años preso de la botella, y hace más de 15 años que el Señor me liberó. ¿Hay poder? Si, que hay poder.

Si no crees que hay poder, fíjense quién podía dormir en el medio de la tormenta. Si no crees que hay poder, fíjate al endemoniado que ahora está sentado en su sano juicio a los pies de Jesús transformado. ¿Quieres saber si hay poder? Una mujer que no sabiendo mucho, pero teniendo fe se acercó y tocó y fue sanada y transformada porque hay poder.

Yo voy a Israel muy, muy seguido y no importa lo que hago, no importa las actividades que tengo. ¿Saben donde termino mi visita a Israel, siempre? Voy al jardín donde está la tumba. No se sabe si es la tumba real, si no lo es. No importa. Hay una tumba que se llama Gordon’s tomb que para mi es la más linda que hay, y entonces con todos los avatares, todos estos problemas, cuando termino mi viaje a Israel voy a esa tumba. Y ¿saben qué? No voy a llevarle flores, miro y ¿qué es lo que veo? No hay nadie, la tumba está vacía. ¿Por qué? Porque hay poder. Porque El tiene poder que no solamente calma la tempestad, no solamente le devuelve la sanidad al que está loco, no solamente restaura la salud a la que está enferma, sino que da vida cuando hay muerte. Y hermanos, cuando veo esa tumba vacía digo ‘aquí hay poder, aquí hay poder.’

Yo quiero invitarte en esta tarde a que por la fe hagas lo que hizo esta mujer. Si algo te está afligiendo, se están padeciendo, si estás padeciendo algo, es algo entre el Señor y tu. Yo te pido en esta tarde que por fe te acerques al Señor y encuentres que en su poder está tu victoria. Yo quiero que aprendas a descansar, a dormir en medio de la tormenta. Quiero que en forma sana, íntegra, te sientes a los pies de Jesús. Quiero que seas completamente sano como esta mujer fue sanada porque tocó a Jesús.

Pastor Miranda. Hermanos, así es el Evangelio enseñado casi como un pan recién sacado del horno, bien sencillo pero nutritivo y delicioso. Son las verdades esenciales del Evangelio. En Cristo hay poder para sanar, para transformar vidas, para tornar lo tenebroso en luminoso, para dar esperanza donde hay desesperación y para traer provisión donde hay sequía y carencia.

¿Cuántos creen eso en esta tarde? Amen. Nosotros creemos en ese Cristo, El mismo que caminó sobre las aguas. El mismo que calló la tormenta, El que sanó a la mujer con el flujo de sangre, el que liberó al endemoniado, está aquí entre nosotros esta tarde. Y muchos podemos decir El lo hizo también conmigo, y El lo puede hacer contigo en esta tarde.

Y antes de terminar yo quiero hacer un llamado y quiero que estemos un momento de meditación profunda y de comunión con el Señor. En ocasiones como esta es importante proveerle a cualquiera que esté aquí que no haya tenido la ocasión de tener un encuentro con Jesucristo la oportunidad de dar ese paso de fe. Seríamos más que irresponsables sino aprovecháramos este momento para invitar a alguien, puede ser un joven, un anciano, un niño que esté en el balcón o aquí en alguna parte. Dios quizás te ha tocado en esta tarde, a través de la alabanza o a través del sermón o a través de la obra directa de Dios en tu espíritu y sientes que quieres dar un paso de fe y entablar una relación personal con Jesús porque eso es bien importante, decirle al Señor ‘Señor, entra a mi vida. me quiero involucrar contigo de lleno. Si uno se casa y no lo hace públicamente, si se gradúa lo hace públicamente. Si se divorcia sale un anuncio en un periódico, si se muere ponen un obituario allí en el periódico,. Y así pasa..... lo más importante de todo es cuando una persona adquiere una nueva naturaleza por medio de Jesucristo. Eso no se debe dejar al anonimato, sino que debe haber un momento de señalar ese momento que se dio, esa transacción que se dio en el corazón de un ser humano.

Y yo quiero invitarte en esta tarde, si el Señor te ha hablado en tu vida, y tu quieres decirle al Señor ‘ Señor, yo quiero que tu hagas una obra transformadora en mi vida.’ quiero invitarte a dar un paso de fe en esta tarde, invitar a Jesús a entrar a tu corazón y nosotros quisiéramos celebrar contigo y pido que si alguien aquí que quiera dar ese paso, que levante la mano, en esta tarde, y le diga al Señor, ‘Señor, te recibo como mi salvador. ¿Habrá alguien que quiere invitar a Jesús a su corazón?, levante su mano, si no lo ha hecho antes y lo quiere hacer ahora. Da un paso de fe y entrega tu vida al Señor.

¿Quieres hacerlo? ¿Quieres invitar a Jesús a que entre a tu corazón? Ya estás allá arriba. Te invito a dar ese paso. Yo se que alguien va a ser como esa mujer con el flujo de sangre que tomó fe de donde no la tenía y dio un paso y tocó el borde del manto de Jesús y fue sanada. Dios puede hacer lo mismo en tu vida. quiero invitarte a dar un paso de fe. ¿Habrá alguien?

No habiendo hecho ese paso antes y quiere dar ahora esa paso de fe, que levante su mano. ¿Habrá alguien aquí en esta tarde? Te invito. El Señor dice ‘Yo estoy a la puerta y llamo y si alguno escucha mi voz y abre la puerta Yo entraré a él y cenaré con él y él conmigo’.

Siempre me ha impactado el misterio más grande de todos los que existen, que el creador del universo, primero se invite humildemente a nuestra vida. El podría tomarla por fuerza y decir ‘Yo entro y poseo’ así es que hacen los hombres, pero el Señor te respeta demasiado para violar tu libertad y El más bien dice ‘me gustaría cenar contigo, me gustaría entrar a tu casa interior y habitar junto a ti’.

Y lo segundo es que el creador del universo que contiene las galaxias y todo lo que existe pueda adelgazarse hasta el punto de entrar en tu vida, en tu corazón y morar allí. Eso es un gran misterio. Dios te bendiga hermana.

Habrá alguien que quiera dar ese paso de fe esta tarde y decirle al Señor, amen, que quiera invitar a Jesús a entrar su corazón, te invito a pasar aquí adelante. Usted hermana quiera dar una palabra y vamos a hacerlo brevemente hermana.

Hermanos, el Señor les bendiga. Ya yo di ese paso de fe y acepté al Señor en mi vida, como mi Señor y mi salvador. Quiero, tengo varias luchas en mi vida y solamente vengo a pedirle una vez más que rompa mi corazón y lo haga de nuevo y agrande mi fe. Ya lo acepté pero necesito de la oración de todos ustedes para seguir hacia delante porque esta lucha no la puedo sola.

Amen, hermana. El Señor escucha tu petición. Se que requiere valor, uno ser transparente, pero estamos en familia, y el Señor recibe eso y su corazón se quebranta y ahí comienza la bendición, cuando nos humillamos al Señor, cuando nos quebrantamos y somos transparentes.

Quizás hay otras personas aquí que necesitan ese toque del Señor. Hemos declarado un Cristo que liberta y que sana. Si tu tienes una necesidad así, apremiante, ven acá ahora mismo también. Queremos orar por ti en esta tarde y vamos a bendecirte. Habrá alguien que simplemente quiera decirle ‘Señor, yo también tengo una necesidad y necesito tu toque liberador en esta tarde.’ Pasa aquí adelante también, y vamos a orar por ti también y vamos a encomendarte a los brazos del Señor que quiere hacer una obra transformadora en tu vida.

Gracias, Señor Jesús. Gracias, Padre. Gracias. Toca, toca las vidas, Señor. Toca las vidas. Gracias espíritu santo, Tu estás aquí, Tu estás aquí, Señor. Tu cierras lo que está excesivamente desordenado y abres lo que está estancado, Señor. Tu abres corazones entenebrecidos y mentes cerradas y tocas, Señor lo que no está derecho y lo enderezas. Lo que está demasiado exaltado, Tu lo rebajas. Lo que está demasiado deprimido, Tu lo levantas, Señor. Tu eres un Dios que lo pones todo conforme a la vida que Tu has declarado, lo que Tu eres: verdad, justicia, vida, poder, sanidad, Señor, abundancia.

Mira estas vidas, Padre, en el nombre de Jesús, las que se abren a ti por primera vez tus corazones, los que se reconcilian contigo, Padre. Los que simplemente quieren un toque desesperado como el de la mujer del flujo de sangre. Señor Jesús invocamos ahora sobre tu pueblo tu poder sanador. Lo declaro en el nombre de Jesús. Gracia. Gracia. Gracia. Gracias, en el nombre de Jesús. Gracia sanadora, libertadora, el espíritu santo llenando las vidas, tu agua, Señor, corriendo, limpiando o quitando toda aflicción del espíritu, de la mente, de las emociones, Señor.

Tu eres bueno, Jesús. Tu eres bueno y cuando Tu entras es para limpiar y sanar, Señor, así sea en esta tarde sobre tus hijos. Oh, gracias Jesús. Recibimos de ti, recibimos tu unción, Padre. Gracias. Recíbela en el nombre.... la unción de Dios está aquí. Yo la siento en este momento y Dios está sanando vidas y está haciendo cosas hermosas. Lo declaro así. Dios está trayendo nuevos derroteros, nuevas corrientes en tu vida. Gracias, Señor. Gracias, Señor. Lo recibimos, Padre. Recibo mi propia porción también, Señor. Rompiendo cadenas. Oh, ¡Aleluya! liberando pensamientos, gracias, Señor. Oh. ¡Aleluya!

Desatamos una unción sanadora sobre tus hijos, Padre. Sanidad física inclusive, Señor ahora mismo. Si hay enfermedad en tu vida, ahora mismo declaro sanidad. Aprópiatela. Recíbela. Hazla tuya. Di, ‘estoy sano, estoy sana en el nombre de Jesús’ porque el Señor tiene poder. Así como sanó a la mujer del flujo de sangre, en el nombre de Jesús, Padre, declaro sanidad sobre tu pueblo. El cuerpo de tus hijos, Señor, lo sanamos, sanamos. Declaramos sanidad, quebrantamiento del poder del diablo sobre las vidas. Donde hay confusión y depresión, declaramos ánimo, gozo. ¡Aleluya! Unción de Dios, unción de Dios sanando, libertando, reconciliando. Olvida el pasado, olvida las heridas del pasado, los fracasos del pasado, hoy todas las cosas son hechas nuevas. Hay novedad de vida para ti, en el nombre de Jesús lo declaro. ¡Aleluya! gracias, Señor por tu mover precioso en medio de nosotros. Gracias, Señor. Te adoramos. Te bendecimos. ¡Aleluya! Gracias, Señor. Gracias, Jesús. Recíbela y dile ‘gracias, Cristo. Has entrado a mi vida con renovado poder y yo lo recibo y hoy me declaro libre y más fuerte que nunca para caminar en victoria.

Anuncio un nuevo día en tu vida. anuncio la visitación del Señor en tu vida. ¡Aleluya!. Gracias porque podemos celebrar ante ti como niños, Señor, niños saludables porque tenemos un padre que nos ama y nos afirma. Gracias, Señor. Te bendecimos, Dios. Gracias, Jesús. Gracias, Jesús. Gracias, Señor. Te adoramos. Es el día de la redención, el día de la sanidad. Amen. Amen.

Regresa a tu asiento, mi hermano, mi hermana, si tu quieres hablar con alguno de nosotros, con algunos de los hujieres esta tarde, puedes hacerlo. Te animamos, si necesitas una Biblia, acércate a uno de los hujieres, déjanos saber y vamos a conseguirte tu Biblia. Te animamos a comenzar a estudiar la palabra del Señor porque ahí esa sanidad se afirma más y más, la obra que Dios ha hecho en tu vida es fortalecida.