Hacer suya la unción

Dr. Roberto Miranda

Junio 4, 2017

Quiero invitarlos a ir a, hay tantos textos que podríamos usar, pero uno de ellos se encuentra en el Libro de Zacarías capítulo 4 versículo 6 y es un pasaje tan conocido, un versículo solamente que quiero usar como punto de partida para mi meditación, Zacarías 4:6 donde dice: “Entonces respondió y me habló diciendo” o sea el Espíritu de Dios hablando, diciendo: “esta es palabra de Jehová a Zorobabel” Zorobabel era uno de los dirigentes de la nación de Israel, “que dice: no con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los Ejércitos.”

“¿Y quién eres tú, oh gran monte? delante de Zorobabel serás reducido a llanura, él sacará la primera piedra con aclamaciones de: gracia, gracia a ella.” No con ejército ni con fuerza, diga conmigo: no con ejército ni con fuerza sino con Mi Espíritu ha dicho Jehová, y de eso se trata, esta es la tercera meditación que quiero traer a ustedes sobre la llenura del Espíritu Santo, buscar el Poder y la unción del Espíritu Santo, y como les he dicho para mí mismo y para ustedes, quiero volver a repasar esas verdades fundamentales de la vida cristiana de que nosotros somos un pueblo que depende no de nuestra propia fuerza, no de nuestra astucia, no de nuestra capacidad económica ni del número de gente que tengamos sino del Poder del Espíritu Santo, el Poder y la unción de Dios.

El día que perdamos la unción de Dios mejor cerramos la puerta y nos vamos para nuestras casas, nunca va a ser así pero lamentablemente hay iglesias que, el Espíritu del Señor yo creo que ya se ha ido hace mucho tiempo, y no digo esto en sentido de crítica, y siguen simplemente con todo el aparato de la adoración pero ya se han olvidado de buscar la unción del Espíritu Santo.

Eso les pasó a los judíos, de paso, les pasó a los israelitas. ¿Sabe que cuando Israel llegó a ofender tanto al Espíritu Santo con su idolatría, con su pecado, su desobediencia, su arrogancia? en un momento dado hay un pasaje en uno de los profetas mayores que dice que el Espíritu Santo se fue, tomó sus cosas y se fue del santuario del templo, y sin embargo los judíos siguieron adorando y haciendo todas sus cosas pero ya lo que tenían era un simulacro de una vida verdaderamente espiritual, lo que tenían era el aparato externo, el ritual, las costumbres, el edificio, las vestiduras pero la esencia de Dios ya no estaba allí, y así pasa muchas veces con las congregaciones, así puede pasar en nuestras vidas también.

Cuando uno descuida la Presencia, la unción de Dios en la vida de uno y entonces uno simplemente depende del ritual de venir a la Iglesia, algunas veces hasta levantar las manos puede ser un ritual como cualquier otro ¿sabe? cantar himnos y coros, pero ya nuestra vida no está animada por ese sentido de la Presencia activa de Dios en nosotros.

Yo les digo: cada vez que yo vengo a la Iglesia yo tengo que renovar de nuevo valga la redundancia, renovar el sentido de la Presencia de Dios, cada vez que yo canto esos coros tengo que volver a decir: ¿qué es lo que yo estoy cantando, qué es lo que estoy diciendo? Decimos: no hay Dios tan grande como Tú, ese coro ¿verdad? lo cantamos, pero para muchos de nosotros ya estamos cantando: no hay Dios tan grande como Tú y estamos mirando el celular, y estamos pensando qué vamos a hacer cuando salgamos de la Iglesia, y esto y lo otro, no. Cuando yo digo: no hay Dios tan grande como Tú yo tengo que pedirle: Señor, renueva ese mensaje dentro de mí ¿qué es lo que quiere decir? y yo tengo que cantar como si fuera la primera vez de nuevo.

Las congregaciones, hermanos, dependen de que cada persona que está dentro del servicio esté en un ejercicio de tensión y de atención a lo que está cantando, a lo que está confesando porque esa es la manera en que tú vas a recibir los nutrientes de lo que tú estás confesando. Si simplemente lo haces por rutina, por repetición porque ya lo conoces, te pones en automático no vas a sentir la misma bendición de Dios, no vas a recibir lo mismo y así tiene que ser en las iglesias, la Presencia del Espíritu Santo, el cultivo del Espíritu Santo tiene que ser algo continuo en nuestras vidas, no podemos depender de la bendición de ayer, tenemos que volver a renovar la unción como el maná, el maná en el desierto Dios lo daba ¿cómo? cada día.

¿Por qué Dios hizo eso, porque no tenía preservantes en ese tiempo y no sabía como enlatarlas y preservarlas? Si Él preservó los zapatos de los hebreos, dice que nunca se destruyeron y que la ropa que ellos tenían era milagrosamente preservada mientras estaban en el desierto, ¿no podía Él preservar el maná también por unos días? pero yo creo que Él quería engendrar en los hebreos una dependencia diaria y continua de la provisión de Dios en sus vidas.

Cada día que ellos salían a buscar allí en el campo era un ejercicio de fe, de tener que volver a recibir de Dios y eso es lo que Dios quiere para nuestras vidas también. Si tú dependes de la bendición de ayer y de antes de ayer, o de tus abuelos no te vistas que no vas, tú necesitas una unción fresca.

Cantamos un coro que dice: ayer ya pasó, te necesito hoy, Espíritu Santo sopla en mí ¿no? ayer ya pasó, el tiempo que tú tuviste de oración ayer allí en el rincón de tu casa, muy lindo, muy bueno, pero hoy tú necesitas una fresca unción y cada día nosotros tenemos que volver a buscar la unción de Dios, y eso es lo que estamos hablando, y eso es lo que yo quiero marcarnos en este tiempo, voy a seguir hasta que el Señor me diga: Okay, ya es suficiente, quiero ir más hondo y lo hemos hecho en el pasado, pero tenemos que volver precisamente porque es muy fácil nosotros caer en una rutina y olvidarse de que somos un pueblo que depende del Espíritu Santo.

Y eso fue lo que Dios le dijo a los profetas aquí en el Libro de Zacarías, era con respecto a la construcción del nuevo templo, no el primero porque ya había sido derribado y había que reconstruir el templo, y también Zacarías es un Libro profético que habla acerca de la construcción del templo en los últimos tiempos ¿cuántos saben que todavía hay un templo más que construir en Jerusalén? el templo que Jesús va a venir y va a ocupar en Su Segunda Venida, el templo salomónico fue destruido, el segundo templo fue destruido por el imperio romano, pero hay un templo del cual habla Zacarías que será construido al final de los tiempos.

Zacarías es un Libro que se mueve entre el tiempo actual en que está profetizándose y el tiempo de los últimos tiempos también. Y parece que los hebreos aún en el tiempo de la reconstrucción del templo que había sido destruido, pensaban que era una gran tarea, era demasiado grande para las fuerzas que ellos tenían, no tenían los suficientes recursos, no tenían el número suficiente de personas y habían pospuesto la reconstrucción del santuario, y el Señor les dijo: Miren, por eso es que la economía de su país está siendo afectada, porque ustedes están construyendo sus casas pero están descuidando la mía: constrúyanme Mi Casa y no se quejen de que no se puede y de que es demasiado grande la tarea porque no es con espada, no es con ejército ni con fuerza sino es con Mi Espíritu que ustedes lo van a hacer, y lo van a hacer con aclamaciones de: gracia, gracia a ella.

Eso es muy interesante, esa parte ¿no? dice el versículo 7: “Quién eres tú, oh gran monte, delante de Zorobabel serás reducido a llanura, y él sacará la primera piedra” la piedra angular del templo, “con aclamaciones de: gracia, gracia a ella.” Hermano ¿sabe cómo se hacen las grandes construcciones del pueblo de Dios? con Palabra de gracia, Palabra profética, Palabra que declara el Poder de Dios. ¿Cómo nosotros construimos? declarando lo que Dios ya ha dicho en Su Palabra.

¿Sabe que nosotros somos un pueblo profético y que tenemos que declarar lo que Dios ha declarado sobre nosotros? es uno de los grandes secretos de la vida pentecostal, es aprender a usar nuestra boca para declarar las verdades de Dios, confesar lo que no vemos con nuestros ojos pero declarar.

Cuando Pablo dice por ejemplo: todo lo puedo en Cristo que me fortalece él está declarando una verdad que él conoce pero que también está diciendo: esta va a ser la regla regidora del resto de mi vida que yo todas las cosas las puedo hacer en Cristo Jesús, y nosotros tenemos que ser un pueblo que con nuestra boca confesamos la Verdad de Dios. Con nuestra boca decimos: yo puedo, esta ciudad puede cambiar, Boston puede llegar a ser una ciudad que sirva a Jesucristo.

Con nuestras oraciones, con nuestra adoración, nuestra confesión verbal, nuestra Palabra profética nosotros podemos cambiar la temperatura de una ciudad y de una nación. Parecería imposible, pero lo que es imposible para los hombres es fácil para Dios hermanos.

Yo me pregunto: si el Señor continuara obrando en esta Iglesia y llenándonos cada día más y más del Poder del Espíritu Santo, aún los niños, y si aún el que llegó hoy por primera vez y que no conoce bien al Señor se llenara del Poder del Espíritu Santo y entráramos aquí con un gran ejército bien uniformado, bien balanceado, bien uniforme en nuestra fe, esta ciudad caería a los pies de Cristo en un instante hermanos. El poder que hay aquí en potencial es increíble no por nosotros, sino porque el Poder de Dios lo que está buscando es alguien, un grupo, un cuerpo donde aterrizar y a través del cual manifestarse y hacer cosas grandes.

Parecería imposible como parecía imposible la construcción del templo que una ciudad como Boston cambiara, pero para Dios no hay nada difícil y menos imposible, todo depende de cuánto nosotros creamos que podemos hacerlo. Yo sé que en esta etapa de mi vida yo no pongo nada por encima del Señor, Dios puede hacer cualquier cosa.

Hay un pasaje aquí en este Libro de Zacarías que es para mí uno de mis Libros favoritos proféticos que dice que se hará la cosa en un día, el milagro se dará en un día y será rápida la cosa, quisiera buscarlo pero no tengo el tiempo ahora mismo, en el Libro de Zacarías, y hay muchas veces que nosotros creemos que las cosas tienen que tomarse años y años, y años, pero a veces puede ser en un instante que Dios haga una obra y yo creo que el tiempo de Dios para Estados Unidos y para las naciones del mundo todavía no hemos visto todo lo que Dios puede hacer y lo que va a hacer, pero se requiere un pueblo de fe lleno del Espíritu Santo, un pueblo que declare la Palabra de Dios con su boca y un pueblo que sepa cómo usar las herramientas y las armas del Espíritu Santo.

La Biblia dice que nuestras armas no son carnales sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas y nosotros tenemos que entender esto para poder hacer la Obra del Señor, no es con espada ni con ejército sino con mi Espíritu.

¿Saben hermanos? la economía cristiana es una economía basada en poder, la moneda con la cual nosotros procesamos y canjeamos y hacemos cosas en la economía del Reino es la moneda del poder, no incluye otros elementos como yo he dicho ya.

El domingo pasado hablamos de que Pablo le dice a Timoteo: Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía sino de poder, de amor y de dominio propio y hablábamos de que en esos tres elementos, poder, amor y dominio propio hay un balance de elementos que hacen muy hermoso y muy armonioso el Poder de Dios, y por tanto yo entiendo que hay muchas cosas que se requieren para que haya armonía y efectividad en el pueblo de Dios pero no podemos olvidarnos de que uno de los elementos fundamentales de la vida cristiana es tener Poder del Espíritu Santo, de que debemos cultivar cada día en nuestras vidas y como Congregación el Poder del Espíritu Santo, y que el Poder del Espíritu Santo no se da así como por inercia y automáticamente, requiere que nosotros avivemos ese poder que ya está dentro de nosotros.

Y yo les he dicho muchas veces hermanos que para mí el reto para la Iglesia y para muchos cristianos no es tanto necesariamente que reciban el bautismo del Espíritu Santo o que tengan el Espíritu Santo porque ya a muchos de ustedes Dios les ha visitado con Su Poder, les ha tocado, ustedes ya recibieron sin darse cuenta quizás en un momento en que Dios les tocó y ustedes pensaron que fue simplemente algo emocional o algo aislado pero el Señor ya les visitó, ya les tocó, y lo que les falta es ahora poner en práctica ese don del Espíritu Santo que ya ustedes han recibido y que han descuidado mas bien porque no les ha amanecido todavía en su entendimiento que el Espíritu Santo hay que buscarlo todos los días como el maná, hay que cultivarlo cada día, hay que ser llenos del Espíritu como dice Pablo a los Efesios en Efesios 5:18 y que eso requiere trabajo, requiere esfuerzo de nuestra parte.

Les he hablado acerca de mis experiencias en el pasado en esto del Espíritu Santo. Hace unos cuatro o cinco días llamé a una hermana, la hermana Rosa, no recuerdo su apellido ahora mismo, Rosa acaba de cumplir 90 años, una anciana puertorriqueña, profetiza, una mujer con una unción profética maravillosa. Ella vivió en Nueva York muchos años cuando mi familia y yo vivíamos en Brooklyn, y la hermana Rosa, una mujer llena del Espíritu, una de esas pentecostales de moño atrás de la cabeza, una mujer ungida y llena del Poder del Espíritu Santo.

Cuando yo vine a estudiar aquí a Harvard en el año ’81 u ’82, estaba haciendo mi doctorado, y la hermana Rosa me mandó un cassette ¿cuántos recuerdan los cassettes? vamos a ver, confiésese, confiésese (risas), yo de hecho todavía lo tengo por allí en un sobrecito donde ella me lo envió por correo y en esa grabación ella me envió una Palabra profética.

Yo todavía no había entrado al ministerio ni tampoco creo que todavía en realidad, yo creo que ya estaba en el escenario, no creo que, no, no, eso me lo mandó a mí cuando ya estaba en el 2do año en la universidad estoy casi seguro y Dios estaba haciendo algo en mi vida, se estaba moviendo poderosamente, me estaba cambiando una cantidad de cosas y yo estaba en un tiempo de avivamiento después de muchos años de vivir allí como un cristiano mediocre a distancia, y yo le estaba entregando mi vida al Señor y yo creo que era parte de lo que el Señor estaba haciendo en mi vida.

Y llegó esa grabación de la hermana Rosa con una profecía que se había dado en un día de oración, una reunión que tenían tipo así Hechos capítulo 13, se reunieron un grupo de profetas y ancianos, y comenzaron a orar, y de allí ellos grabaron la profecía que ella me enviaba a mí, Yo hace años que no veía a la hermana Rosa, donde ella me hablaba, me llamaba a moverme en el Espíritu, a servir al Señor, que Dios tenía un llamado para mi vida, que había una unción especial de Dios en mi vida, que yo tenía que tomar esa unción y moverme en ella, y una cantidad de cosas que profetizó que yo recuerdo y que marcaron mi vida, porque a veces la profecía y la Palabra de Dios cuando se desatan, cuando te las tiran encima abren cosas en tu vida si tu las recibes en fe, porque ese es el poder de la Palabra profética, lo que usted ve aquí es declaraciones de: gracia, gracia, es que levanta las cosas y hace las construcciones en el Reino de Dios.

Y en esa profecía pues ella hablaba de que Dios me había llamado, de que había una unción en mi vida y yo la llamé por teléfono, y estaba hablando con ella, yo creo que la fuimos a visitar inclusive un tiempo después a Nueva York, yo todavía no había entrado en el ministerio, hay cosas que estoy comprimiendo aquí. Y entonces ella me decía: Roberto tú sabes que Dios te ha llamado al ministerio, y yo mi deseo era entrar en el mundo académico y trabajar mas bien como profesor universitario, y escribir, esa era mi orientación, como les he dicho antes no era de ser Pastor, y cuando ella me dijo así: Roberto Dios te ha llamado a que lo sirvas y estaba diciendo también como implicando a un pastorado, yo le dije: bueno hermana Rosa usted sabe que mi vida está entregada al Señor, si Él me llama yo voy a ir, ella me dijo así con esa autoridad pentecostal.

Y me dijo: Ya Él te ha llamado, ahora lo que tú tienes que hacer es ponerte en movimiento, Él ya no necesita decirte más nada es lo que me quiso decir, ya tú sabes que Él te ha llamado ahora simplemente muévete en lo que Dios te ha dicho, y así fue. Por diferentes razones comenzamos a trabajar en el ministerio, a servir al Señor, yo comencé a pedirle al Señor que obrara en mi vida, cuando ví un anuncio de un periódico de esa obra que se abría fui allí porque hay que ser diligentes, Dios nos da la unción pero nosotros tenemos que hacer nuestra parte.

Y cuando yo comencé a moverme en el ministerio y a hacer decisiones, y a servirlo en la oración, con los jóvenes en la escuela dominical, ayudando al Pastor siendo su mano derecha en muchas cosas el Espíritu del Señor comenzó a manifestarse dentro de mí y a vibrar dentro de mí, y mírenme 30 y pico años después, ustedes los pobres aquí sufriendo mis experimentos ministeriales pero sirviendo al Señor (aplausos). Yo podría estar todavía esperando a que Dios enviara un ángel que me hiciera así por acá por el cuello y que me pusiera, pero no. Dios te llama y tú recibes por fe, y cuando tú te mueves Dios te va usando en el proceso, ese es el poder de la Palabra, ese es el Poder de Dios obrando en la fe lo que hace la diferencia.

Por eso es que el poder es la moneda, currency que permite que nosotros podamos hacer cosas y la fe con la cual nosotros recibimos. Todas las acciones de la vida cristiana dependen en alguna medida u otra de poder y del cultivo del poder de Dios.

Por ejemplo en el Antiguo Testamento sabemos que los reyes, los sacerdotes y los Profetas, tres figuras muy importantes en la vida de Israel tenían que ser ungidos para entrar en su oficio. Los reyes eran ungidos por ejemplo como Samuel ungió a Saúl, como ungió a David, porque sabía que los reyes necesitaban un poder sobrenatural. Salomón cuando Dios se le apareció en visión y le dijo: Señor yo soy joven y tengo un pueblo muy grande y muy fuerte que dirigir, dótame con Tu unción y el Señor lo ungió con sabiduría, lo ungió con prosperidad y paz, todos los reyes eran ungidos en su posición.

Los Profetas eran ungidos también con aceite en señal de el descenso del Espíritu de Dios sobre ellos, y los sacerdotes también en su función sacerdotal eran ungidos como sacerdotes. ¿Por qué necesitaban ser ungidos? porque cada uno de ellos tenía una tarea grande e importante que llevar a cabo, y esa unción por medio de imposición de manos y de aceite sobre sus cabezas, un cuerno de aceite derramado sobre ellos implicaba el descenso del Poder de Dios sobre sus vidas para que pudieran desempeñar las tareas de su ministerio.

¿Cuántos saben que nosotros somos reyes y sacerdotes delante de Dios? ¿cuántos saben que hemos sido llamados a profetizar como los Profetas también en la vida cristiana? ¿cuántos saben que Dios ha derramado Sus dones sobre Su pueblo y que nosotros necesitamos pedirle al Señor: Señor llénanos con ese Poder, manifiesta Tu Poder? tenemos que agilizar y atizar el Poder de Dios en todas sus manifestaciones: lenguas, profecías, sanidad, señales y prodigios, sabiduría, ciencia, interpretación de lenguas, todos estos son dones que Dios ha declarado sobre Su pueblo y nosotros ahora tenemos que tomarlos, apropiarnos, hacerlos nuestros y movernos en ellos como si ya los tuviéramos.

¿Sabe usted que ahora mismo hay? si nosotros tuviéramos ojos para ver veríamos ondas de todo tipo traspasando como una red este lugar, ondas electrónicas de internet, ondas de sonido subsónico que no lo podemos oír pero que está ahí, todo tipo de rayos, ultravioleta y otras cosas que hay en el aire, nosotros, nuestros sentidos no los pueden procesar pero están ahí y hay mecanismos, máquinas por ejemplo una computadora, un aparato de internet o lo que sea que puede captar esas ondas y activarlas, y ponerlas en manifestación para que sean útiles ¿me entiende lo que estoy diciendo? Están ahí en potencial pero se requiere un instrumento que pueda procesarlas y convertirlas en sonido como este micrófono o en imágenes, o en lo que sea.

En un sentido, el mundo, el universo está lleno de bendiciones que Dios ha declarado sobre Su pueblo ¿ve a dónde estoy yendo? diga: wow, qué profundo el Pastor. El aire está lleno de bendiciones hermanos, la Biblia dice que Dios nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales ¿sí o no? no dice que nos va a bendecir, nos ha bendecido, en pretérito, en pasado, eso quiere decir que Dios ha delegado ya todas las bendiciones que Dios necesita para ser un pueblo poderoso y efectivo.

Ahora ¿sabe lo que falta? las antenas que puedan tomar esa bendición y actualizarla, y convertirla en algo real para tu vida, para mi vida, y eso requiere que tú creas, que tú te mantengas en comunión con el Señor, que tú conozcas cuáles son los derechos que tú tienes y que entonces tú digas: lo recibo en el Nombre de Jesús.

¿Sabe que la palabra recibir es una palabra activa? no es una palabra como pasiva. Los cristianos tenemos que ser enseñados a recibir pero recibir como si estuviéramos haciendo esto (mueca de recibir con agrado y gratitud), es como recibir a Cristo como Señor y salvador, y quiere decir como que tú abres tu voluntad y lo invitas a entrar dentro de ti, tú entras en interacción con Él, y así pasa con los dones del Espíritu Santo también, recibimos el Espíritu Santo por fe, creemos que lo tenemos y entonces lo ponemos en acción, y entonces nos convertimos en antenas que tomamos la potencialidad de Dios y la convertimos en algo activo y actual para nuestras vidas ¿amén?

Y yo le pido al Señor: Padre hazme una antena, que cuando yo tenga oración yo pueda creer que puedo recibir de ti, que mi batería se está llenando con la conexión con Tu Espíritu Santo. Y entonces cuando usted se para de ese asiento de oración y usted le ha pedido al Señor algo no siga pidiéndole ya más porque tenga dudas de si Dios lo escuchó o no, todo depende de que tú digas: ¿sabes qué? presenté mi petición al Señor, la tengo y ahora me muevo como que está dentro de mí, y entonces al tú comenzar a moverte en esa unción que tú has reclamado como tuya Dios comienza a activarla y a hacerla real en tu vida.

Comienza a rugir como un león aunque tengas el cuerpo de un ratón, pero ruge todo lo que tú puedas y pronto te encontrarás rugiendo como un león, no esperes a ser león para rugir, usa tu rugido para convertirte en león ¿entiende lo que le estoy diciendo? todo depende de lo que tú confiesas con tu boca, lo que tú acometes con tu espíritu. Los dones se ejercitan por medio del uso mis hermanos, por medio de las confesiones y la activación de fe. Señor Tú me has bendecido con toda bendición espiritual y ahora la hago mía en el Nombre de Jesús, Tu lo has declarado en Tu Palabra y yo viviré dentro de eso.

Muchas de las cosas que yo hago y que mis hermanos en el liderazgo hacen no son porque se sientan grandes sino porque saben que el Dios que está dentro de ellos es grande, y muchas de las cosas que uno hace a veces las hace en debilidad, en temor y temblor como dice el Apóstol Pablo, en gran debilidad dice Pablo fui a vosotros. Yo a veces, sabe, tengo mis dudas de esos super apóstoles que uno ve por allí que siempre se presentan como unos grandes gigantes que lo saben todo, lo pueden todo, nunca tienen un mal pensamiento, nunca tienen temor, siempre están ciento por ciento con la batería del celular llena y yo digo ¿dónde está la confesión de que muchas veces somos débiles pero somos poderosos en Cristo Jesús?

Hemos pecado pero la Gracia del Señor nos cubre y nos levanta, y nos fortalece, nos sentimos tristes y desanimados a veces pero venimos ante el Señor y tomamos nuevas fuerzas, y seguimos adelante en el ministerio. Yo creo que la vida cristiana es muchas veces reconocer que somos pobres en espíritu pero que el Espíritu de Dios que está dentro de nosotros nos capacita para hacer grandes cosas y grandes proezas en el Nombre del Señor, porque es el Poder de Dios dentro de nosotros.

Nosotros somos reyes, sacerdotes, profetas y tenemos que fluir con la unción del Espíritu Santo que hemos recibido de Dios, y muchas veces esa unción no se va a hacer manifiesta en nosotros hasta que nosotros comencemos a usarla y a declararla.

Entonces somos reyes, profetas, sacerdotes dependientes del Espíritu Santo ¿y qué de Jesucristo? Jesucristo en Su forma encarnada de hombre también dependió del bautismo y la llenura del Espíritu Santo. Ustedes recuerdan que en Su primera aparición pública en una sinagoga el Señor dice que abrió el Libro de Isaías y dijo las siguientes palabras, Isaías 61:1 y 2: “El Espíritu del Señor está en mí, porque el Señor me ha ungido, y me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados;” el Señor me ha ungido, me ha preparado y me ha enviado.

Él estaba haciendo Suya esa Palabra de una unción que venía de lo alto para capacitarlo en Su Ministerio, no es casualidad de que Él usara esa escritura en el comienzo de Su Ministerio, el Señor Jesucristo en Su forma humana dependía de la unción del Espíritu Santo. Y en el primer momento de Su caminar público cuando Él va donde Juan el Bautista para ser bautizado en agua por obediencia dice la Biblia que el Espíritu Santo apareció en forma de paloma y fue como una impartición de Poder de Dios que cayó sobre Él, y Dios lo validó allí, y dijo: Este es mi Hijo amado, en Él tengo complacencia, escúchenlo a Él. Fue una impartición de Poder y de autoridad sobre Jesucristo.

Y entonces lleno del Espíritu dice, como consecuencia de esa impartición del Espíritu Santo allí en ese momento, dice que Él fue llevado por el Espíritu al desierto a ser probado para otro momento importante en el desarrollo de Su Ministerio.

Entonces vemos que Él necesitó esa unción, esa llenura del Espíritu Santo, aún Él, y si usted analiza los diferentes momentos de la vida de Jesús el Espíritu Santo está ahí presente en todo momento, Su nacimiento fue por una impartición del Espíritu Santo sobre Su madre, y en varios momentos el Señor fue lleno del Espíritu para declarar ciertas cosas, y Él habla en el Evangelio según San Juan acerca del Espíritu Santo que Él va a enviar, hay una intimidad muy grande entre Jesús y el Espíritu Santo, ¿por qué no también dentro de nosotros, cómo no vamos nosotros a necesitar esa llenura del Espíritu? ¿cómo vas tú a ser una persona efectiva y productiva en las cosas del Señor si no es dependiendo del Poder, la llenura del Espíritu Santo? Tú tienes que ir una y otra, y otra vez a las aguas.

Ustedes mis hermanos que trabajan en la adoración, yo sé que no les estoy diciendo nada nuevo, ustedes son grandes consumidores de energía espiritual y necesitan esa llenura del Espíritu Santo, nuestros líderes, Pastores, ujieres y ancianos de la Congregación, y los que trabajan en diferentes ministerios de la Congregación, los que enseñan, los que trabajan con los niños necesitan, necesitamos, no se atreva usted a ir a enseñarle a los niños sin haber pasado un tiempo en búsqueda de la unción y el Poder de Dios.

Y los maestros de las escuelas allá afuera aunque usted diga: ah, yo no soy un Pastor, un sacerdote, para ministrar y enseñar a esos niños ahí afuera en las aulas en ese mundo endemoniado que está allá afuera usted necesita el Poder del Espíritu Santo. Si usted es una ama de casa, una esposa, un chofer de taxi, un obrero en una fábrica usted necesita el Poder del Espíritu Santo, no se atreva a salir de su casa sin haber encomendado su vida y buscar algo de la unción del Señor en su vida, es que lo necesitamos.

Tenemos que renovar inclusive nuestra propia consciencia de lo sobrenatural porque si no la consciencia se mete en lo humano. Si yo me descuido en poco tiempo mi ministerio se transforma en un menester puramente mecánico: administrar, gobernar, predicar, hacer esto, hacer lo otro y me convierto como Marta, afanado pero no tengo la Presencia del Espíritu Santo dentro de mí, necesito ser como María, buscar esa unción de Cristo porque esa es la mejor parte de todas y necesitamos como el Señor mismo la unción del Espíritu Santo.

Los discípulos, los primeros Apóstoles, el Señor les dijo: No se muevan de Jerusalén hasta que sean investidos con poder de lo alto, ¿por qué necesitaban poder de lo alto? porque tenían una tarea imposible que llevar a cabo, como la construcción del templo en los tiempos de Zacarías, estos primeros discípulos.

Imagínese un país aislado del mundo y pequeño, insignificante, Israel era una mera provincia minúscula en los tiempos de Jesús cuando Él les dice: Id por todo el mundo y haced discípulos a todas las naciones incluyendo Roma, incluyendo a los aztecas que estaban por allá en Norteamérica sin saber lo que estaba pasando en el Medio Oriente y los indios del Caribe que estaban con su cultura primitiva, todas esas cosas, y allá en el Medio Oriente en un país aislado de Palestina hay un rabino diciéndole a Sus discípulos, eso es un grupito de discípulos ignorantes iletrados, no educados, que vayan y hagan discípulos a todas las naciones, sin internet, sin carros ni aviones, sin teléfonos ni celulares, sin pantallas LED, hoy en día si esa pantalla se va entramos en pánico porque no sabemos cómo cantar, el micrófono se va y el Pastor está temblando de pánico porque no sabe qué va a pasar, esa gente no tenía nada de eso, era ahí a puro pulmón y a patas con sandalias caminando por terrenos pedregosos yendo por las montañas de Turquía y de Roma, y de España llevando el Evangelio, y el Señor les dice: Vayan y prediquen el Evangelio, y constituyan en discípulas a las naciones, ¿cómo lo iban a hacer si no era con el Espíritu Santo?

Por eso el Señor les dijo: No se vayan, no salgan de Jerusalén antes de ser investidos con poder de lo alto porque la tarea que ustedes tienen es muy grande. Inclusive la gran comisión les dijo: todo autoridad me es dada en el cielo y en la tierra, por tanto id y predicad el Evangelio, queriendo decir: Yo tengo el poder, se lo delego a ustedes y entonces ahora pueden ir y proclamar las buenas nuevas a las naciones, nosotros necesitamos el Poder y la unción de Dios.

Por eso es que yo creo que tantas iglesias hoy en día hermanos que tenemos tantos recursos electrónicos, predicación muy buena e informativa, programas de radio y una cantidad de cosas y el mundo sigue igual, es más, se pone peor cada día, yo creo que en la Iglesia falta esa unción de Dios. Cuando la unción de Dios llene la Iglesia no se necesitará tanta tecnología y por eso tenemos que pedirle al Señor cada día: Padre, haznos hambrientos y sedientos de la unción del Espíritu Santo. Yo espero que tú estés escuchándome y no solamente escuchándome sino haciendo un propósito en tu vida, cuando tú salgas de aquí tú vas a comenzar a poner esta Palabra en práctica si no la estás poniendo ya en práctica, tú vas a comenzar a vivir al rojo vivo de la fe.

Hermanos yo quiero que ustedes me digan: Pastor, como consecuencia de estos mensajes me encuentro orando más, me encuentro ayunando más, estoy pidiéndole al Señor que me santifique más mi vida, estoy limpiando mi vida, estoy dedicando más tiempo a la oración y al estudio de la Palabra del Señor, Pastor voy a venir más los miércoles a la Iglesia, diga amén aunque sea para hacerme sentir bien.

Óigame uno ve esta Congregación y hermano, uno ve el número de personas que viene el miércoles y discúlpeme, pero yo me siento mal muchas veces porque, de nuevo, le damos al Señor con una medida muy conservadora. Ah no yo ya ponché la tarjeta el domingo y el Pastor se tomó 50 minutos para predicar, ah pero que venga un juego de pelota de los medias rojas o lo que sea y ahí uno se queda tres o cuatro horas y no quiere que se termine el partido, mientras más largo más usted lo disfruta, y entonces medimos las cosas de Dios con una cucharita. Venimos con el reloj inclusive y nos lo quitamos, y venimos con él en la mano, y le hacemos así al Pastor cuando se tarda mucho en la predicación (risas) ¿amén?

Hermanos yo les insto en el Nombre del Señor: si esto se queda en sermón y predicación sermonearlos ¿de qué sirve? si usted no coge eso y lo pone en práctica en su vida, no sea saco roto te dice el Espíritu Santo, pon en práctica lo que estás escuchando.

Ahora mismo baje su cabeza allí si usted se atreve y diga: Padre yo sé que estoy siendo mezquino Contigo y me comprometo a darte más tiempo de oración ¿se atreve usted a hacer esa oración? me comprometo a darte más tiempo de oración y voy a sacar aunque sea tres o cuatro horas de mi semana para darte más ayuno, para pedirte más unción para mi vida.

Padre, voy a leer Tu Palabra más, voy a meditar más en Tu Palabra Señor, voy a levantarme un poquito más temprano, me voy a acostar un poquito más temprano para levantarme un poco más temprano por la mañana y dedicarte un tiempo extra. Padre, yo sé que he sido mezquino, mezquina contigo y necesito darte más, y yo me comprometo a buscar más de la unción del Espíritu Santo en mi vida, ayúdame con Tu Poder, con Tu ayuda Señor yo voy a hacerlo, y voy a ser un cristiano radical no solamente en la Iglesia sino que mi casa la voy a limpiar, el televisor lo voy a dejar tranquilo más tiempo y voy a buscar más de Tu Palabra Señor, quiero ser un hombre, una mujer del Espíritu Santo y me comprometo Contigo Espíritu de Dios, en el Nombre de Jesús Padre, amén. Padre: haz de esta una Iglesia llena del Espíritu Santo, una Iglesia poderosa que te dedique tiempo, comienza con el que está aquí delante, más Señor, que te demos más y que yo te dé más para que Tú tengas más de mí.

Y lo último hermanos acerca del Espíritu Santo, vemos, Zacarías dice: el templo se construirá con el Poder de Dios, los reyes, los sacerdotes, los profetas dependen de la unción de Dios. El mismo Jesús en Su forma encarnada depende del Poder de Dios, los discípulos buscan del Poder de Dios. ¿Y sabe lo último que vemos de la Biblia? no lo último pero en términos del Espíritu Santo es que, esos discípulos cuando se convirtieron en Apóstoles y se convirtieron en autoridad en Jerusalén de donde emanaba el ministerio del Evangelismo a todas las áreas, Palestina, Roma, todo, ellos se aseguraban de que cuando alguien se convertía fuera lleno del Espíritu Santo.

¿Recuerdan ustedes la historia de Samaria por ejemplo? eso está en Hechos capítulo 8 versículos 14 y 15, dice que cuando los Apóstoles escucharon que Samaria había recibido a Cristo y había un avivamiento en Samaria, dice que enviaron allá a Pedro y a Juan, dos de los Apóstoles, “los cuales habiendo venido oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo” para que recibiesen el Espíritu Santo.

Aquí de nuevo es las minucias y las sutilezas del lenguaje, pero miren algo. Los Apóstoles que están dirigiendo la Iglesia desde Jerusalén se percatan de que hay gente que ha recibido a Cristo como salvador en esa ciudad de Samaria que era una ciudad pagana, usted sabe la historia de que había animosidad entre judíos y samaritanos, cuando ellos determinan que hay gente que está recibiendo a Cristo inmediatamente despachan a Pedro y a Juan para que vayan allí con autoridad apostólica y les impongan manos a esos creyentes que ya conocen a Cristo pero que todavía no han recibido el bautismo del Espíritu Santo para que oren, para que lo reciban, y eso es algo que hemos perdido en la Iglesia a través de los siglos.

Según la Iglesia fue desarrollando su estructura gubernamental y administrativa, y entraron los Apóstoles, los Pastores, los evangelistas, los ancianos a funcionar y la Iglesia comenzó a obtener nuevas iniciativas de ir por el mundo predicando el Evangelio, yo sospecho que esa pasión y ese sentido de compromiso con asegurarse de que todo cristiano que entraba al conocimiento de Cristo inmediatamente recibiera el bautismo del Espíritu Santo fue como opacándose un poquito y uno lo ve en la misma Escritura cómo lo que pasa en el Libro de los Hechos ya se ve en otros Libros aunque no con tanta insistencia, pero sí lo vemos en Pablo diciendo ser lleno del Espíritu Santo en Efesios, etcétera, pero yo sospecho que lo que pasó es que según la Iglesia creció y fue distanciándose más y más de esa bomba nuclear que fue el día de Pentecostés, con el tiempo se fue perdiendo esa urgencia de que todo cristiano fuera lleno de la impartición del Espíritu Santo y por eso nosotros tenemos que renovar eso cada día en nuestras vidas.

Si la Iglesia no hace eso continuamente en poco tiempo pasamos a ser simplemente evangélicos aquí pasados por agua, venimos y estamos un rato, hacemos algo y nos vamos otra vez a nuestras casas, y seguimos en lo mismo de siempre, y yo lo que quiero es animarnos a tener esa misma pasión.

Si hay duda en tu corazón acerca de si tú has sido bautizado o lleno con el Espíritu Santo yo te aconsejo, mas bien busca eso, búscalo y vamos a estar esta tarde al final los que quieran pasar aquí al frente, vamos a orar para que recibamos una llenura fresca del Espíritu Santo ¿amen? no se preocupe los que se tengan que ir los bendecimos ahora mismo en el Nombre del Señor ahora mismo, pero si usted quiere buscar una unción fresca del Espíritu Santo yo le voy a invitar en un segundo a pasar por acá y pido a mis hermanos, y líderes de la Congregación, los Pastores, los ancianos, pasen por acá y oremos para que ustedes reciban una fresca unción, su parte va a ser recibir, nuestra parte va a ser declarar y su parte va a ser recibir.

Diga: yo recibo la llenura del Espíritu Santo en mi vida, y entonces abra su boca, y si Dios pone una palabra nueva de lenguas o de profecía, de alabanzas abra su boca, despreocúpese del esposo o de la esposa que la está mirando, es más importante que usted agencie y procese lo que Dios está haciendo en su vida, y hay que seguir buscándolo. Después cuando usted esté en su casa pida más, más, más de la llenura del Espíritu Santo en su vida. Cada día refréscame porque eso se renueva de día en día, aleluya.

¿Cuántos están recibiendo del Señor en esta tarde? amén, baje su cabeza ahora mismo, vamos a escuchar algo de musica, bendiga a la Congregación y reciba del Señor ahora mismo, comience a recibir. Si usted quiere pasar aquí al frente vamos a buscar esa llenura del Espíritu Santo, venga un ratito por acá. Tú que estás parado ahí José, ven para acá y otros, anímense, venga aquí y vamos a orar por usted esta tarde según el Señor le de libertad, y vamos a buscar esa llenura del Espíritu Santo ¿amén?

Dios quiere tocar tu vida, Dios quiere santificarte, pasen bien al frente, hay tiempo, las habichuelas no se le van a quemar no se preocupe, el Señor las va a preservar automáticamente si las dejó prendidas. Vamos a buscar del Señor, vamos a hacer una fiesta en el Espíritu aquí hermanos. Hay espacio por allá, mire, todo ese espacio, el Espíritu es tan lleno aquí que si usted se para por allá es lo mismo que se pare aquí al frente, vamos a esparcirnos, hay espacio, todo va a depender de tu fe y de lo que tú quieras hacer en tu vida.

Quizás no va a haber espacio para que todo el mundo sea tocado o ungido pero no importa, usted puede recibirlo. Ahí, guerree y muévase, y agonice en el Espíritu, venga bien adelante, péguense, no se preocupen, péguese acá para que todos los que quieran venir. Si tú tienes hambre Dios te va a llenar, aleluya.

All our visitors, if you wanna pray for the people as well we would love to have you minister as well, we are gonna all just move, we are going to pray for annointing in the Holy Spirit in our lives, that we may receive a fresh visitation in the Holy Spirit, don’t worry there’s no obligation in anything except that we pray and we declare the annointing of God in God’s people.

En el Nombre de Jesús clama al Señor, clama al Señor, clama al Señor, di: Espíritu Santo lléname de ti, Espíritu Santo lléname, Espíritu de Dios te necesito, bautízame, úngeme, satúrame con Tu Espíritu Señor, embarázame con Tu Poder como lo hiciste con María para que concibiera la vida de Dios dentro de ella, tú necesitas ser impregnado con la llenura del Espíritu. No se preocupe si no pueden alcanzar, ahí donde están está bien, el Señor está moviéndose.

Aleluya, aleluya, y abre tu boca, y profetiza, y declara las virtudes de Dios en tu vida, adora al Señor, adóralo con libertad, no te preocupes de quién está alrededor de ti, eres tú y Dios ahora mismo, eso es todo. Aleluya, aleluya, te alabamos Señor, Espíritu Santo Tú estás aquí, aleluya, gracias Señor, te adoramos Jesús. Oh sí Señor, Tú estás aquí, Tú estás moviéndote Padre en medio de Tu pueblo y te damos gracias, oh te bendecimos, te bendecimos, pueblo de Dios adora al Señor, oh glorifica el Nombre del Señor, Él está aquí.

Espíritu Santo clamamos a Ti Señor, clamamos a Ti Espíritu Santo, te necesitamos desesperadamente, muévete con Poder en medio de nosotros Padre, no te vayas sin sentir que ese Cristo poderoso te ha tocado esta tarde, aleluya, te adoramos Señor. Hay tiempo para buscar esa Presencia de Dios, gracias Señor, te alabamos Dios, te alabamos Señor, te bendecimos Dios, aleluya, aleluya, te bendecimos.