El joven rico - Marcos 10:17

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Marcos 10, versículo 17. Este pasaje, este texto tiene uno mis versículos favoritos de la Biblia, uno de mis versículo que más me impresiona, que más me toca, y también tiene algunos de mis versículos menos preferidos de toda la Biblia. Ustedes verán, ok, todo junto.

Versículo 17: “Al salir él, Jesús, para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino solo uno, Dios. Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre. El entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. Entonces Jesús, mirándolo, le amó y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Cuán difícilmente entrarán en el Reino de Dios los que tienen riquezas! Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el Reino de Dios. Ellos se asombraban aún más, diciendo entre sí ¿Quién, pues, podrá ser salvo? Entonces Jesús, mirándolos, dijo: para los hombres es imposible, más para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios. Entonces Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido. Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del Evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones, y en el siglo venidero la vida eterna. Pero muchos primeros serán postreros, y los postreros, primeros.”

Padre, en el nombre de Jesús yo te pido, Señor, que tu palabra sea viva para nosotros, que nos definamos en ti Señor, porque tu nos estás hablando en una forma especial. Señor, habla espíritu santo. Háblame a mi primero, en el nombre de Jesús. Amen. Amen.

Este joven rico que quería seguir a Jesús, no se si ustedes han escuchado de este texto, esta historia antes, y visualizamos al joven como un tipo todo orgulloso, ¿no? No ha escuchado del joven rico, ¿no? es un joven orgulloso, vestido elegante, anda con cierta actitud, ¿no? Yo soy mejor que los demás.

Pero ¿saben qué? en este texto, no me parece tan mala gente. No se, vamos a mirar. Este joven, la Biblia dice, que Jesús ya está en camino, saliendo, y el joven viene corriendo, ¿no? corriendo y se pone de rodillas y dice: ‘Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?

Así, que me parece buena gente, ¿no? Está buscando de Jesús, quiere saber qué debe hacer para hacer las cosas bien, está de rodillas, entusiasmado, hasta corre para interrumpir a Jesús y agarrarlo. Así que no es una persona tan mala, por lo menos él lo cree.

Si te fijas, él dice “Maestro bueno”. Jesús dice: “bueno, Maestro bueno”, y ese joven piensa que Jesús es un rabino cualquiera, él no sabe que es el hijo de Dios, y el lo llama “Maestro bueno, ¿qué haré?”. Y después Jesús le habla de los mandamientos y Jesús dice “Nadie es bueno, sino solamente Dios”.

Si este joven piensa que Jesús es un buen maestro. No es un buen maestro. No, Jesús es el hijo de Dios o está loco, porque él se llamaba Dios divino. Y este joven no sabía con quién hablaba. Así que él vino a hablar con Jesús. Jesús dice ‘bueno, hay que obedecer los mandamientos’.

¿Sabes lo que dice en el Evangelio de San Mateo? ‘El joven pregunta ¿cuáles? ¿cuáles mandamientos? A mi me gusta esta pregunta, ¿no? El joven quiere decir: ‘hay muchos mandamientos y solo quiero aclarar ¿cuáles son los más importantes? ¿cuáles tengo que obedecer? ¿no?

No se si ha escuchado la palabra en inglés ‘multiple choice exam’. El quiere que los mandamientos sean un examen de opciones múltiples, ¿no? y tu escoges tu favorito y bueno, los que no son tan buenos, los puedes poner al lado, ¿no?

The commandments are not a multiple choice exam. Los mandamientos no son así. Pero este joven estaba buscando, bueno, cuáles tengo que seguir para ser suficientemente bueno para pasar el examen. El quiere..... no se si tenemos algunos estudiantes aquí, que han tenido que estudiar para un examen y la meta es, estudiar lo mínimo para sacar la mejor nota, ¿no?

Como mínimo esfuerzo, máxima nota. ¿no?, este es el cálculo que se hace. No se debe, pero así se hace.

Este joven va pensando en Jesús así.... What’s the minimum I have to do? ¿Cuál es lo mínimo, lo básico que tengo que hacer para estar bien con Dios, para heredar la vida eternal? Porque él se creía buena gente.

Jesús le dice: ‘los mandamientos.’ Hace todo un listado de mandamientos y ¿qué dice el joven? ¿Qué dice cuando escucha todos los mandamientos? Dice, ok, yo si hice todo esto desde mi niñez. Mi primera reacción es: ‘yeah, right!’ ¿De verdad? Tu has hecho todo los mandamientos desde tu niñez. Porque él se creía buena gente.

Pero sabe qué son los ‘biggies’. No se, vamos a leerlo. Marcos 10, dice “No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falsos testimonios.”

Estos son los grandes ¿no? Bueno, ¿has matado a alguien? No, la mayoría.... yo se que algunos que tal vez, pero la mayoría diría: ‘no, no, no he matado a nadie. Yo soy buena gente. ¿Robado? Bueno, por lo menos ‘no convictions’, nada serio, no he robado mucho. Nada grande. Soy buena gente. Soy un buen tipo.’

Alguno que..... tenemos alguna buena gente aquí, buenas personas. Are you a nice person? Are you nice? You’re nice. Buena gente. I know you. Son muy buena gente, sí. No se ven tan malos y están bien vestiditos, alegres, tienen sus niños, ¿no?. No son tan malos. Son buena gente.

Este joven era buena gente. Era muy fiel, obedecía los mandamientos. Jesús..... yo tengo que enseñarle que él no es tan bueno como lo que él se cree. (No se cómo decir esto en español).

I need to show this kid that he is not as good as he thinks he is. Le quiero enseñar a este niño que él no es tan bueno como él se cree. No se si has tenido esta experiencia, ¿no?

Yo, un amigo en la universidad, un buen tipo, muy amable, él saludaba en la calle, no hacía nada tan terrible. No, un buen tipo. Y yo compartiendo el Evangelio con él, yo le digo ‘todos son pecadores y están separados de Dios y si no se arrepienten van al infierno’. ¿ok? Yo estaba predicándole, y él dice: pero Gregory, yo soy buena gente, yo soy muy amable, tu me conoces. ¿Cómo me puedes decir estas cosas?

Buena gente, y yo digo: bueno, mi amigo voy a orar por ti. Y lo hice, fíjate. Y oré por él y otros amigos. El pobrecito estaba rodeado de cristianos, tenía cristianos viviendo a los dos lados. Y oramos por él y después, unos meses después él se acerca a mi para buscar consejería, para hablar de situaciones de su vida. Mi amigo, mi buena gente amigo, él era tan bueno que tenía una novia muy buena. Y era tan y tan bueno que tenía otra novia buena, y una en este escuela y la otra.... y estaba como un malabarista, como tratando que ‘bueno, que no se entere el uno al otro’. Y después..... las cosas no duran para siempre, mi amigo.

Esa buena gente, un día mensaje.... no, y tu sabes cómo son las cosas. Lo pescaron, nadie, gracias a Dios nadie ha vivido eso. Pero, bueno ahí está ¿ok? Fue pillado, metió la pata, perdió todo y ya era como más el escombro de la tierra. El estaba mal y él me viene todo quebrantado y “ay, Gregory, tu ¿sabes qué? Yo soy un patán. Yo soy patán. Yo soy tan mala gente. No se otras palabras, yo no quiero decir palabrotas, pero bueno ‘no soy tan buena gente como yo creía que yo era’. El dice ‘yo soy tan egoísta, yo tengo la buena máscara y soy muy amable, pero por dentro estoy buscando mi propio bien. Juego con la gente, juego con las mujeres y ya metí la pata con eso. Si, no soy tan bueno.’ Yo le dije: ‘bueno, muy bien oré por ti, ya podemos hablar.’

Porque Jesús no vino para buenos. Jesus didn’t come to save nice people. Jesús vino para salvar enfermos, pecadores. Si eres pecador, eres mi amigo. Yo vine por ti. Si tu te dices tan bueno; bueno, no tengo nada para ti. Soy doctor, no tengo.... si todos son saludables el doctor pierde su trabajo ¿no? Así que yo vengo..... aquí hay algunos doctores pero no quieren la gente enferma, pero bueno es así, ¿no?

Y Jesús sabía que yo no vengo para salvar a personas buenas, yo vengo para personas que se conocen, personas que saben que tienen necesidad de perdón en su vida. Y este joven vino demasiado en bueno, un angelito. El vino, todo esto y guardado desde mi juventud. ¿Qué tengo que hacer? Arrodillado, delante de Jesús y mi versículo favorito, mire eso.

Marcos 10:21, uno de mis versículos favoritos, no me voy a..... dice “.... y entonces Jesús mirándole...” ¿qué dice después? Alguien ayúdeme con eso. “.... le amó”. “Jesús mirándole le amó” Ah...

¿Saben qué? La Biblia dice que Jesús expresó amor a mucha gente, sanarlos, el morir en la cruz era un acto de amor. Pero de lo que yo sepa, no se, tal vez habrá otros textos, pero este es un texto muy especial. No se dice, generalmente no se dice que Jesús miró a una persona y lo amó. No se dice. Jesús estaba mirándolo con una mirada de amor. ¡Guau! Yo quiero que él me mire así, ¿no?

¿Cómo habrá sido esto? Jesús mirándolo, viendo todas sus complicaciones, todos sus errores, que está auto engañado, pero también viendo su sinceridad: que es un muchacho que quiere hacer lo bueno y.... ese joven tan engañado. Y él sabía: yo tengo que darle una medicina bien amarga a ese joven. Yo tengo que tomar mi bisturí, tengo que sacarlo y tengo que cortar porque hay una enfermedad aquí que no se sana poco a poco. Yo tengo que cortar algo del corazón de este joven.

A veces si alguien tiene el brazo muy enfermo, a veces se puede sanar, pero a veces hay demasiada gangrena y se tiene que quitar. Jesús vio que la riqueza de este hombre estaba infectándolo. El hombre era buena gente, no era una mala persona por los standards del mundo, pero él tenía demasiado. El vivía para estar bien en esta vida. ¿Qué hay de malo en eso? Pero su esperanza estaba en eso, su herencia, su tesoro estaba en eso y Jesús sabía, si este joven me va a seguir, él tiene que cortar eso de su corazón. Es un ídolo para él.

¿Cuántos sabemos que un ídolo no es solamente una imagen que se pone para adorar? Un ídolo es cualquier cosa que nosotros ponemos en lugar de Dios. El dinero es ídolo número uno. Pero hay muchos ídolos en la vida ¿no?. Puede ser una relación: algunos, yo tengo, yo tengo, yo tengo que tener mi novia al lado. No me importa, cristiana o no, no me importa. Dios, no toque eso. Yo tengo que tener un hombre a mi lado o no, me muero. ¿Qué es más importante?

O puede ser para algunos, un amigo mío, era la música. Era un pianista, tocaba muy bien y esto era su identidad, su sueño, su todo. Era un músico muy bueno, joven. Y nosotros estábamos evangelizándolo y un amigo mío que era bien duro con él dice: ‘tienes que estar dispuesto a nunca tocar ni un teclado más, ni una canción más si quieres ser cristiano’. Y él dice ¿pero por qué? Bueno, pero...... así que un día.... él luchaba mucho con eso. Y fíjate que yo no siempre diría eso, pero mi amigo sentía guiado por el espíritu a tocar ese ídolo en su vida. Así que el joven un día estaba tocando una canción que estaba escribiendo, pero sintiendo que Dios quería que él entregara la vida a él. Pero él tocando, y después por fin él se para y dice: ‘Dios, ¿por qué estoy luchando contra esto? Ya, es tuyo.... Señor, si tu nunca quieres que yo toque ni una canción más, si esto es lo que tu quieres, para seguirte.... lo que sea, lo que sea el costo estoy dispuesto a pagarlo. Y en este momento él recibió, pero recibió el espíritu santo, pero de lleno..... pero de fuerte. Y adivinen lo que él se puso a hacer. Tocar una nueva canción porque ya su ídolo había sido crucificado y le salía nueva música para Dios. Y es un músico cristiano ahora, él sigue con eso después de 25 años es un músico cristiano. Pero él está dispuesto a dar todo eso si es necesario.

Yo conté esta historia a los del culto en inglés. Un evangelista en los años 70, evangelizando a un hippie. ¿Cuántos se acuerdan de los hippies? Algunos se acuerdan ¿no?, y un hippie viene con el pelo bien de grande, un hombre con uno de estos ¿no?, y dice ‘bueno, si yo acepto a Cristo, esto significa que tengo que recortarme ese pelo’. El evangelista le dice: ‘si, definitivamente que sí. Definitivamente, el primer día tienes que hacerlo’. Y el hombre ahí....... bueno, ok, si eso es necesario, ustedes son tan duros, pero si es necesario, me recorto’. Y el hombre dice ‘pero no tienes que recortarte, pero tienes que estar dispuesto a hacerlo’.

No es posible venir a Cristo con condiciones. Eso es como ingresar para ser soldado, pero no me recorten. ¿Cuántos saben que para jugar para los Yankees, qué tuvo que hacer ese Johnny Damon, ese malo que nos dejó aquí plantados a todos? Yeah, serves him right. El tenía que recortar, tenía que recortar todo para jugar en un equipo de baseball. Y tu no crees que esto le dolió, pero los millones tal vez suavizaron un poco el dolor. Hay un costo que pagar. Ellos tienen las reglas: si tu vas a jugar para este equipo, y yo los respeto por eso, por malo que sean. Si tu vas a jugar por este equipo, hay ciertas reglas. Tu no vienes como tu quieres, tienes que seguir..... hay normas.

Uno no puede venir diciendo, ‘todo, pero esto yo lo reservo para mi mismo’ ¿no? Y Jesús le miró y le amó, pero sabía: hay que cortar ese ídolo desde sus raíces. Y él le mandó, versículo 21, un versículo duro al lado de un versículo tierno. Dice: “una cosa te falta –versículo 21- anda, vende todo lo que tienes, dalo a los pobres y tendrás tesoro en el cielo, y ven, sígueme a mi”.

Esto es duro. Esto es duro. Y después el joven, en el griego dice, que su semblante, su parecer, lo literal es ‘cambió de un día soleado a un día nublado’, literalmente.... las nubes, ya.... ¿cuántos han visto eso, no?

Y sale. Jesús no corre detrás de él: oh, no, no espera, podemos a hablar. Perdóname, fui muy duro contigo, muy duro. Pero, podemos negociar un poco ¿no? Tal vez tu puedes hacerlo a tu manera por un tiempo..... No, Jesús lo deja ir con tristeza en el corazón.

Y después dice ‘es muy duro para los ricos entrar en el reino de los cielos’. Bueno, algunos dicen: muy bien, no soy rico, estoy bien, gracias a Dios. Por lo menos esto..... ¿saben qué? Mira lo que Jesús dice, que después se mete Pedro con sus cosas ¿no?

Me gusta, Pedro es tan lindo. Le dice: ‘Jesús, nosotros hemos dejado todo por ti, ¿qué hay para nosotros? ¡Qué atrevido! Pero, él dice lo que está pensando ¿y qué para mi? What’s in it for me?

Y Jesús no lo regaña, y dice: ‘bueno, ¿sabes qué? yo les digo la verdad, que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padres, todo esto, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo, y él hace toda la lista junto con persecuciones, en el siglo venidero la vida eterna.

En este listado yo esperaría leer cosas como: si alguien deja las extravagancias de la vida para seguirme, bueno, yo te voy a dar otro beneficio. Pero el listado no es así, dice: casa. ¿Hay alguien aquí que tiene o vive en una casa? Y predicamos mucho que Dios quiere que tengamos casas, gracias a Dios, eso es parte de la bendición de Dios.

Y tu tienes que dejar también hermanos, hermanas, padres, madre. ¿Alguien tiene una mamá aquí? Yo tengo una mamá pequeña, italiana, muy linda. Yo la voy a ver esta noche, Dios mediante, día de la madre. ¿Eso no es tan malo, tener una mamá?

Jesús dice: hay que dejar, ¿qué significa eso? En otro texto dice: tenemos que odiar a mamita. Tienes que odiar a mamita. Todas las mamás aquí.... Gregory, cállate la boca. Mi hija ya no necesita un predicador diciéndole que me odie, ¿no? Ya es difícil, ¿no? Ya, Gregory, deje de molestar.

Jesús pone la cosa fuerte, pero en otro lugar dice: honra a tu padre y a tu madre. Dice, esposos amad a vuestras mujeres como a ti mismo. ¿Qué hay? Jesús por un lado me dices que yo tengo que amar a mi mamá y mi familia y todo eso, y que tu me vas a dar casa y me vas a bendecir, y por otro lado me dices que tengo que dejar todo esto o yo no puedo ser tu discípulo. ¿Qué hay? Estoy confundido.

¿Y saben qué? Hay una tensión en eso, que es la solución. Ahí está la tensión. Dios te da, te bendice, y no son cosas malas. Tu mamá no es mala, no, es buena, es tu mamá, no es mala. Tu casa no es mala, pero Dios dice: si esta casa o esta mamá llega a ser más importante en tu vida que seguir el Reino de Dios, te mata. Te mata.

 

 

Si tu dices, no, no puedo responder. No puedo servir a Jesús porque yo tengo que cuidar mis cosas. No son cosas malas pero es un corazón malo y ya enfermo. Y esa es la enfermedad que Jesús está tratando de sanar aquí: que no sea un ídolo, que no sea el número uno en nuestro corazón.

Lo más precioso que tenemos, lo más precioso, aún para los ricos, ricos, lo más precioso que tienen no son sus carros grandes, son sus seres queridos, su hogar, su familia. Jesús dice: tiene que estar dispuesto a poner esto sobre la mesa y decir: yo voy a vivir para ti y yo confío en ti para lo demás.

Es un riesgo que tenemos que tomar. Es un riesgo. La palabra en inglés que yo uso es ‘it’s a gamble’. En español cómo se traduce, lo que se hace en Las Vegas, eso que..... apostar. Es como apostar, un juego de azar. Bueno, espero que no conozca esta palabra por experiencia, ¿no? Amen.

Poner todo como en esos programas de televisión que tienen...., no se si han visto. Es un deporte ahora, los juegos de azar los tratan como si fuera un deporte ahora. Que cosa ¿no? Que tiene su gorrita y sus lentes y en un momento Dios te invita a poner todo sobre la mesa, todo y confiar que tu tienes un “ace in the hole”, que tu tienes tarjetas que te van a ganar todo. Pero es un paso de fe, es un riesgo.

Jesús te dice: ¿confías en mi? Confías que si tu te preocupas por las cosas del Reino de Dios, que yo me encargaré de lo tuyo. ¿Confías?

Jesús dice: alguien que ha dejado todo esto, no dejará de recibir cien veces más en esta vida. ¿Pero quién quiere cien mamás? Ya tengo una mamá, es suficiente. ¿Cien hijos? Ya bueno.... ya, con estos ya es suficiente ¿no? Yo sospecho que está hablando de cien veces más de bendición.

Si tu arriesgas tu vida familiar, sabe que algunas veces para servir a Dios, siempre decimos que tu primer ministerio es a tu hogar. No queremos un esposo que descuida de su esposa y sus hijos para siempre, siempre estar en la iglesia. No queremos esto, pero sí una familia servida a Dios es un riesgo. Hay una inversión de tiempo. ¿Diezmar? Cuando ya casi no tengo para vivir y Dios tu me dices que tengo que dar diez por ciento.... ya, es lo que tengo, no me alcanza.

Un riesgo. ¿Estás dispuesto a ponerlo sobre la mesa y confiar que yo me encargaré de bendecir, que yo cuidaré de esta relación matrimonial, yo cuidaré de estos hijos tuyos, yo cuidaré de tus finanzas, de tu situación?

No es promesa de que todo sea fácil. Jesús dice: todo esto viene con una cosita añadida: las persecuciones; sazonada con persecuciones. Si quieres un buen bistec, bueno, yo voy a echar un poquito de persecución encima también. Es todo el paquete ¿no? Porque si tu vas a servir a Dios yo no puedo prometer que todo te va a ir bien. Jesús no lo promete. El dice: toma tu cruz.

El mismo está hablando de eso en camino a Jerusalén para ser ¿qué? Crucificado. La palabra dice que por el gozo puesto delante de él, Jesús sufrió la cruz, menospreciando el oprobio y la vergüenza que iba a sufrir.

El sabía: si yo paso por este dolor, hay gloria al otro lado, no en esta vida, pero en la próxima. Sabe yo creo que Dios te dice, en esta vida, porque la palabra lo dice aquí ¿no?, pero también estamos apostando que hay un cielo. Puede ser que Dios llama a personas a morir por su fe. Esto pasa en todo el mundo.

Hay países, ahora mismo, donde si tu dices que eres cristiano, te matan. Esto ha pasado en toda la historia, ¿es que Dios no les bendice? Nada que ver, el discipulado radical es tomar la cruz y confiar que aún si me cuesta todo en esta vida, hay bendición al otro lado. Hay gozo delante de mi, yo se que al otro lado hay bendición.

Pero si no hay un cielo, créanme, y nos es que lo ganamos, pero hay bendición y hay riqueza del otro lado. Jesús dice al joven: si me sigues a mi, no es seguir reglas, es seguir una persona. No es ser una buena persona, es ser discípulo de Jesús radical. Si tu haces esto, hay tesoros en los cielos. Yo no se cómo son, pero yo me imagino que debe ser lindo ¿no?

Hoy mismo sal y vas a mirar el cielo tan azul, los cielos, las nubes, los árboles, imagínate todo eso, un mar tan lindo como en tu país, con esta agua cristalina donde puedes ver hasta los pies ahí abajo. Imagínate todo esto, esa comida que más te gusta, este tostón mejor hecho, estos pasteles de mamá; todo esto cien veces más. Hay mil veces más, millones, hay bendición.

Si no hay un cielo somos tontos. Somos tontos. Si no hay un cielo, bueno, comemos, bebemos y nos gozamos aquí porque es todo lo que hay.

Hay una historia de un hombre que Jesús cuenta que él trabajó toda la vida para ahorrar su pensión y lo metió en graneros más grandes, porque él necesitaba más espacio, y él lo tenía todo puesto, y no era una persona mala, fíjate. Es una persona buena, trabajadora, que guarda sus cosas como se debe hacer, y después dice: ahora, por fin voy a descansar un poco, voy a comer, beber y disfrutar de la vida.

Jesús dice: ¿sabes qué? Yo escuché un chiste, que alguien quería saber si se va a jugar golf en los cielos, y él le pregunta a Dios: ‘Dios ¿hay golf en los cielos?’. Y Dios dice: ‘hay buenas noticias y malas noticias. Si hay golf en los cielos, buenas noticias. La mala noticia: te tenemos jugando al golf el martes a las dos de la tarde’.

I don’t know the word for tea time in Spanish.

Esa es la cosa. Este hombres va a vivir bien. Y Dios dice: mira, si no estás confiando en mi, ya esta misma noche.... no lo puedes llevar contigo. O vivimos para ser feliz aquí o vivimos para ser feliz allá. Hay dos opciones. No es exclusivamente uno o el otro, hay ambos. Hay bendición aquí, vamos a hablar mucho de eso en estas semanas, pero nuestro pastor, y tal vez es por eso que me pidió predicarles eso, él sabe que no es gracia barata, no es prosperidad egoísta.

Es que sacrificamos todo a Jesús, vendemos todo y nos tiramos a sus brazos apostando que hay bendición. Y sí hay. Y sí hay. Gracias a Dios. ¿Cuántos lo han vivido ya? Has tomado riesgos en tu vida y has visto que Dios es fiel.

Yo escucho las historias, personas que toman pasos de fe dando dinero, dando tiempo, haciendo algo, soltando una relación que saben que no les conviene y Dios bendice mil y cien veces más.

Pero ¿saben qué? Dios nos está llamando en este tiempo a definirnos una vez más. Hay momentos diferentes en tu vida. No es una vez para siempre decidir tomar la cruz, tenemos que tomar la cruz, ¿cuántas veces? Todos los días.

Abraham, la historia de Abraham. Se llamaba Abram al principio y viene Dios y le dice: ¿sabes qué, Abramcito? Si estás dispuesto a dejar todo, a dejar tu parentela, dejar tu casa, dejar el arroz con gandules, dejar tu equipo de fútbol que te gusta tanto, dejar la playa y el mar y todo eso e ir donde yo te digo ir, yo te bendeciré. Si tu dejas toda tu nación, yo haré de ti una gran nación si estás dispuesto a seguirme. Si tu sueltas tu buen nombre y el derecho de ser conocido en tu propia tierra, yo te daré un nombre tan famoso que se estará hablando de ti cinco mil años en el futuro, en una iglesiecita en Boston. Un nombre famoso.

Si tu sueltas tu seguridad, yo te defenderé, te cuidaré. Cualquier persona que se meta con contigo, se mete conmigo. Pero es la opción. Si quieres bendecir tu propia vida, bueno, trátalo, o si sueltas todo y dejas que yo te bendiga. Y si tu estás dispuesto a hacerlo, yo no solamente te voy a bendecir, todas las naciones de la tierra serán bendecidas en ti.

No puedes estar en dos aguas, Abram. Si tu sueltas aún el derecho de tener hijos, él ya era mayor, yo haré de ti Abraham, padre de naciones, descendientes como arena en el mar te bendeciré, pero tienes que dejar todo.

Muchos de nosotros ya hemos respondido a este llamado: hemos seguido a Jesús, hemos dejado todo y Dios ha bendecido. Pero ¿sabes qué? hay otros momentos en la vida que Dios viene otra vez y te dice ya: te pido algo más. Esta vez yo te pido que me des tu hijo, tu único hijo Isaac, a quien amas. La promesa en él, yo te pido y te mando que me lo ofrezcas. Y Abraham viene y ofrece todo, confiando, apostando que Dios puede aún levantar los muertos y él lo reci...........

¿Cuáles son nuestros Isaacs? Es tiempo de decir: Señor, yo confío en que no estás jugando. Y ahí yo vuelvo a mi versículo favorito en este texto otra vez, la mirada de Jesús. El mira, es como si estuvieras en un avión y hay alguien ahí que te está entrenando y que dice, ‘mira, tírate. Hay un paracaídas y yo te prometo que va a funcionar’. Dice, bueno, me pareces muy buena gente, pero no confío en ti. Yo me quedo aquí, en tierra firme. Jesús dice: ‘mira, tírate. Yo te prometo que el paracaídas va a funcionar y va a ser el mejor vuelo de tu vida. Va a ser una aventura.

La vida cristiana es una aventura, es una caminata de fe, es tomar riesgos en Cristo y ver que él está ahí siempre bendiciendo y cuidando. Es una aventura, no es una vida normal. No podemos ser normales y ser discípulos. Como dijo el predicador: no cristiano sino discípulo radical.

Tenemos que tirarnos del avión y confiar –aunque no quiero a nadie tirándose del edificio, yo hablé de esto a la mañana ¿no?-. Pero esta es la comparación que yo más siento en los momentos en mi vida y han habido varios momentos y seguirán habiendo momentos que Dios te pide que te lances a algo, que tomes un riesgo nuevo. Y en este momento, cuando uno decide hacerlo se siente como si ........ estás volando. ¿Alguien lo ha vivido un poco? Tu haz algo loco, una promesa que tal pienses, cómo voy a hacer eso y es como si estuvieras volando y Dios está ahí.

Mira los pájaros, si ustedes van a ..... yo te animo a estar en la naturaleza en esta primavera. Mira los pájaros. No pueden volar si nunca salen del nido.

Dios estaba mirando a este joven con amor, invitándole a tirarse del nido y volar, y Dios quiere esto para nosotros también.

Yo voy a invitar a los músicos a pasar otra vez. Y solo te pregunto ¿dónde estás? ¿estás en dos aguas?

Yo hablaba en el culto en inglés en esta mañana, en el culto bilingüe, que muchas veces queremos sentarnos sobre la cerca ¿no?. Hay un dicho en inglés “to sit on a fence”, sentarse sobre una cerca. Una cerca no es para sentarse encima ¿no? No es muy cómodo me imagino. Hay alguno de nosotros que somos súper incómodos porque estamos tratando de estar en dos aguas.

Sabes que es más fácil tirarte todo que tratar de vivir una doble vida o agarrar ciertas cosas. Si te tiras completamente, ya.......... el paracaídas se abre y ya estás volando. Es mucho más fácil. Es difícil tratar de vivir una doble vida. Es difícil.

Jesús nos invita, vengan a mi, todo cansados y trabajados y yo les haré descansar, les daré descanso, pero tienes que tomar mi yugo sobre ti, completamente. Si el buey está a medias, duele, tiene que ser completamente. Así que esta tarde vamos a tomar el espíritu, vamos a venir a Jesús, mirando estos ojos que dicen: Yo te amo, Yo te conozco. Tírate. I will catch you. Yo te voy a ayudar. No te preocupes, estoy aquí y yo te entiendo.

Y ¿saben qué? Esto es imposible, con fuerzas humanas es imposible. Pero, como dice la palabra todo es posible para Dios. Dios dice: Yo te ayudaré.

Si somos honestos vamos a decir, quiero pero no quiero. Jesús dice: Yo te ayudaré. Yo te ayudaré. Tienes que tomar el primer pasito y yo te llevo desde ahí. Es imposible para el hombre, pero es posible para mi.

Así que oramos juntos. Yo los invito a ponerse de pie. Padre, venimos ante ti, venimos ante ti en este día. Gracias, Señor, que tu bendices a tu pueblo, pero tu bendices a un pueblo comprometido, un pueblo que toma riesgos, un pueblo que se atreva a arriesgarse. Hemos fallado en tantas maneras. Todos, todos nosotros fallamos en eso. No hay ni un solo bueno, no hay ni un solo radical perfecto entre nosotros, comenzando conmigo primero.

Y Señor, venimos a ti, y sabemos que tu estás mirando a los ojos y tu estás invitándonos a tomar un paso de fe: entregar nuestra vida a ti y entregarnos a tus brazos.

Yo quiero invitarte a pensar en eso, a pensar en tu vida. ¿Cuáles son las áreas que no estás viviendo totalmente para Dios? Tal vez no eres cristiano todavía, y quieres, quieres seguir a Jesús. Todos con los ojos cerrados y orando y en la presencia de Dios. Solo quiero darte esta oportunidad, si habrá alguien que tu quieres tomar este paso, hoy quieres aceptar a Jesús como Señor y Salvador, no quieres tratar de ser buena gente nada más, quieres ser un seguidor de Jesús, quieres recibir a Jesús en tu vida, yo te invito a tomar este paso de fe, levantar la mano como una señal de tu compromiso con Cristo en este día. Yo te invito, levantar tu mano delante de Dios si quieres recibir a Jesús como Señor y Salvador y tomar este paso de fe.

Dios le bendiga. Lo veo ahí, Dios te ve a ti, hermano. Alguien más que quiere tomar este paso de fe, quiere orar para recibir a Jesús.... venga, venga hermana. Dios le bendiga. Algunos más que quieran aceptar a Jesús como tu Señor y Salvador. Te invito. Venga, pase adelante, pase adelante. Yo te invito si quieres tomar esta decisión que pases aquí, queremos orar por ti. Venga aquí. Vamos a orar para recibir a Jesús porque Dios te está llamando. Dios te bendiga. Es bueno ver jóvenes. Dios le bendiga, hermana. Dios te bendiga. Algunos más, hay tiempo, no hay prisa. Dios te bendiga.

Si hay algunos más que quieren aceptar a Jesús como Señor y Salvador.

God has called you. He sees your heart and he sees what you’re doing right now. He’s with you.

Dios le bendiga. Hay más, hay más. Ustedes no saben cuánto los ama Dios. Jesús les está mirando con ojos de amor en este momento, yo se. Hay algunos más que quieran aceptar a Jesús, como Señor y Salvador, algunos más. Hay tiempo, no hay prisa. Algunos más, si ahí arriba del balcón si algunos quieren, pueden bajarse y pararse aquí con ellos.

Yo voy a orar con ustedes que están aquí adelante. I’m going to pray with those of you who are down here right now.

Vamos a venir ante Dios. Oh, Señor, gracias que tu de verdad estás mirando con amor. Estamos viviendo ese momento Señor, estás mirando con amor a personas sinceras que están delante de ti para aceptarte como Señor y Salvador. Yo te pido que cada uno pueda sentir el abrazo tuyo en este momento.

Yo quiero invitarles a todos los que están aquí al frente a repetir una oración sencilla conmigo para recibir a Jesús. Así que solo tiene que repetir estas palabras de tu corazón: Señor, Dios, repítelo conmigo. Señor, Dios, gracias que tu me amas. Yo confieso que soy pecador o pecadora pero yo se que tu moriste por mi en la cruz y yo te recibo Jesús como mi Señor y Salvador. Quiero ser tu hijo, quiero ser tu hija. Quiero seguirte el resto de mi vida. Yo recibo el espíritu santo dentro de mi. Transfórmame y sálvame, te pido en el nombre de Jesús. Amen.