El actitud del triunfo (Parte 6)

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Como siempre estamos estudiando el pasaje de Hebreos, Capítulo 12, versículo 1 y 2 y vamos a continuar con nuestra meditación que iniciamos hace unos cuantos domingos, para los hermanos que nos visitan les dejamos saber.

La idea de este pasaje y de esta serie de sermones, llevamos ya varias semanas, estos dos versículos los hemos tomado como punto de partida para una serie de reflexiones sobre los elementos que se necesita incorporar a la vida de uno para tener éxito, para llegar a una meta, para cumplir con un propósito, cualquiera que sea ese propósito, puede ser algo pequeño, puede ser algo grande. Puede ser simplemente graduarse de un oficio, o puede ser graduarse de neurocirujano, como una jovencita que vino muy contenta esta mañana, a decirme que la habían aceptado en una escuela muy exclusiva de high school, y yo la animaba a seguir adelante, y le pregunté qué quieres ser. Me dijo quiero ser neurocirujana, y tuvo dificultad en pronunciar la palabra, pero gloria a Dios, pero yo se que va a llegar. Y yo le dije ‘tu vas a llegar en el nombre del Señor, porque ya comenzaste bien la carrera y hay eslabones ahí que tienes que llegar, pero Dios te va a ayudar y vas a llegar a ellos.

Nosotros creemos en que la vida cristiana es exitosa y Cristo nos ha llamado para que tengamos vida, y vida en abundancia. Y a Josué le dijo ‘Yo te he entregado toda la tierra que pise la planta de tus pies’, y esa es una imagen que está ahí en la Escritura porque es aplicable a todo aquel que cree. La Biblia está llena de imágenes de éxito y de triunfo.

Y yo creo, hermanos, que cuando Dios nos llama al Evangelio es para triunfar. Yo veo aquí en esta iglesia, en esta comunidad una comunidad de hombres y mujeres que en 10, 20 años voy a ver aquí profesionales, voy a ver amas de casa convertidas en guerreras espirituales, hombres caídos que llegaron al Señor con todo tipo de problemas, redimidos y fortalecidos. Voy a ver profesionales en nuestra juventud, voy a ver una raza ejemplar como hemos dicho, en el nombre del Señor, porque Dios no nos llamó a ser cola sino ¿qué? cabeza. La bendición de Dios acompaña a los hijos de Dios, hermanos.

Oh, si puede que haya luchas, puede que haya dificultades, puede que haya gigantes en el camino, pero Dios nos ha dicho al final te voy a bendecir. Toma la lanza en tu mano, toma la vara de autoridad que yo te he dado, y acomete a esos gigantes, golpea el mar y el mar se abrirá, dice el Señor.

Yo creo en un pueblo próspero, hermanos. Yo creo que cuando Dios llama a los hijos de Dios es para que sean luminares, para que se superen a si mismos, para que crezcan, para que hagan cosas grandes y extraordinarias, por eso estoy tomando este tiempo para fecundar su vida con visión, con ánimo, con la capacidad para creer cosas grandes.

Este Capítulo 12, versículos 1 y 2, dice “Por tanto nosotros también teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos”, ustedes recuerdan que hemos ido desmenuzando cada una de esas expresiones, “despojémonos”-recuerdan el quitarse de las cosas que nos agobian y nos hacen correr la carrera de la fe con pesadez. “...despojémonos de todo peso del pecado que nos asedia”, esos valores sociales, culturales que no son los valores del Reino de Dios que quieren meterse dentro de nosotros y tomar nuestra mente y controlarla y colorearla y conformar nuestra mente, conforme a los valores del mundo, tenemos que despojarnos de ese pecado que nos asedia, “....y correr con paciencia la carrera que tenemos por delante.”

Hay que trazarse, como hemos dicho, la carrera que usted quiere correr, usted tiene que definirla previamente para saber cómo correrla adecuadamente y qué usted va a necesitar, qué equipo, qué ajustes, qué hábitos, qué actitudes, qué relaciones, qué recursos para llegar a la meta.

“...corriendo con paciencia la carrera que tenemos por delante puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe.” Puestos los ojos en Jesús. Yo no creo que voy a tener tiempo para adelantar mucho más que eso así que lo voy a dejar allí.

Déjenme hacer un poquitito de repaso para los hermanos que llegan aquí con respecto a esto de la carrera que tenemos por delante. Yo decía que el atleta, y esta es la imagen, la metáfora que está usando el apóstol aquí, de una carrera. El atleta, el corredor tiene que entender la carrera que va a correr, tiene que estructurar su estrategia al tipo de territorio que él va a atravesar para correr esas 26 millas, que es un maratón.

El atleta tiene la vista fija hacia un objetivo claramente definido. La mayoría de nosotros no tenemos una visión clara del tipo de vida que queremos vivir. Vivimos por improvisación en vez de por diseño. Yo les he llamado a vivir una vida por diseño. El diseño en primera instancia viene de Dios pero luego Dios te delega a ti la autoridad para tu configurar qué tu quieres hacer en la vida y para tu analizar todas las dimensiones de tu vida, todas: como padre, como esposa, como amigo, como profesional, como siervo de Dios, como persona que tiene un cuerpo físico que cuidar, como consejero y maestro de otros alrededor de ti, como miembro de la comunidad social en que tu te mueves. Cada una de esas condiciones, como ser humano que tu ocupas, porque uno se mueve en múltiples condiciones a través de la vida, tiene una visión específica que tu tienes que definirla y tienes que presentársela al espíritu santo para que él entonces la fecunde y la torne en algo actualizado.

Y esto requiere una serie de preguntas que uno tiene que hacerse: la carrera que uno tiene por delante, por ejemplo, qué notas quiero obtener el año que viene? O en mi carrera académica en total, qué estilo de vida quiero yo estar viviendo en diez años en términos profesionales o financieros o materiales. ¿Quiero ser un profesional o no? ¿Quiero simplemente ocupar un oficio? Gloria de Dios, quizás tu quieres simplemente, digamos, y no voy a decir simplemente porque no hay tal cosa, pero quizás no quieres ser un neurocirujano, pero quieres ser enfermera o quieres ser un técnico audiovisual o en un hospital o cualquier otra cosa, un oficio: carpintero, electricista.

Pero tu tienes que plantearte: ¿qué meta yo tengo para mi futuro? ¿Qué tipo de vida yo quiero vivir en 5 ó 10 años? ¿Con qué tipo de persona me quiero casar? Y tienes que pensar en ese individuo y analizarlo en vez de simplemente coger lo primero que te venga para salir del paso porque no te quieres quedar, entonces coges lo primero que viene, en vez de decir ‘No, yo voy a esperar lo que Dios me va a traer, y sino no.’ Amen. Mejor solo que mal acompañado, dicen por allí hermanas. No ande usted improvisando en cosas tan importantes como esas.

¿Cuáles son la cualidades de ese individuo o esa mujer? ¿Qué características quiero que me definan yo como persona, moral, ética, temperamental, de personalidad? ¿Qué tipo de amistades quiero cultivar? ¿Cuáles son las personas que yo quiero que influencien en mi vida? ¿ Y con qué personas quiero yo compartir mis momentos sociales, de intimidad?, en vez de simplemente de nuevo, estar escogiendo lo inseguro, la primero que te viene para tener a alguien, un cuerpo caliente para estar cerca de ti y que no digan que tu estás solo y que no tienes amigos.

No, escoge, espera, apunta bien, determina tu personas que te fortalezcan, te animen, te infundan visión, te respalden en tus sueños, no personas que estén arrastrándote hacia el vacío, hacia lo bajo, hacia la inercia de la vida. Busca gente que te inspire, que contribuya a tu vida, que enriquezca tus sueños, gente con que tu puedes verte reflejados en tus aspiraciones alto. ¿Tu entiendes? Porque eso va a afectar tu vida.

¿Qué tipo de ropa voy a usar que sea consistente con los valores de mi fe cristiana y con la imagen que quiero reforzar en mi mismo y proyectar a otro? Eso es muy importante. A veces yo veo esos muchachos ahí de 17 años con esos pantalones cayéndoseles, y esas bolsas así alrededor, no... yo, ya yo estoy de la edad de que puedo decir esas cosas y no sueno tan odioso.

Pero hermanos, yo veo esos muchachos a veces y yo digo: si yo fuera un empleador, ¿yo emplearía algo así? Mire como se viste un soldado, como se viste un guerrero. La ropa que nosotros usamos tiene que reforzar lo que yo tengo por dentro, ¿usted entiende?

Si yo quiero ser un hombre fuerte, decidido, firme, mi ropa o va a reforzar esa imagen o va a estar arrastrándola hacia atrás y yo voy a estar luchando subconscientemente con la ropa que tengo puesta y va a estar batallando inconscientemente con mis valores. Mientras que si yo me visto de cierta manera esa ropa fortalece mi subconsciente en término de los propósitos positivos que yo tengo para mi vida ¿si o no? Sino me entendió busque el cassette al final del servicio y escúchelo de nuevo.

¿Por qué los soldados se visten con ropa ajustada, con sus medallas y sus espuelas y sus cuestiones? Porque están reforzando valor, disciplina, un carácter varonil, decisión. Ellos están diciendo todo eso unos a otros cuando se ven marchando en posición. Tienen ciertos gestos, cierta forma de hablar, todo eso dice: tu eres un guerrero. Tu vas a confrontar la muerte en algún momento, vas a tener que matar o ser muerto. Vas a estar bajo presión así que fortalécete ahora para la batalla que tienes por delante.

Y así también es en la vida civil. ¿Qué ropa tu usas, por ejemplo? Mujer, si tu eres perteneciente al Reino de Dios, y si tus valores son castidad modestia, espiritualidad, no lo sensual, sino lo espiritual, si tu quieres bendecir a los varones que estar alrededor de ti, te tienes que preguntar, ‘perdónenme, yo se que estoy entrando aquí en terreno muy peligroso, quizás hasta mi pastorado está en peligro. Pero hermana, no es para que usted se sienta mal. No, no, no, entiéndame, porque yo lucho con eso en todo, hasta con mis propias hijas, estamos siempre en batalla con respecto a eso. Y está bien, estamos entre familia, estamos como aquí.

Yo quiero plantar una visión en su vida, ¿usted entiende? Es que lo que yo quiero más bien es animarles a reflexionar sobre su entorno, porque la mayoría de nosotros preferimos la vida sin pensar quién yo soy, como está mi circunstancia alineada con mi visión: lo que yo como, como me visto, los lugares que frecuento, las relaciones que sostengo, las lecturas que hago, los entretenimientos en los cuales me involucro, mi rutina de trabajo, estudio, devocional, todas estas cosas tienen que estar unidas a una visión que tu previamente has decidido acerca de tu mismo. Y tu tienes que sacar tiempo para determinar quién yo quiero ser en el Señor.

Por eso es que Dios le dice a Josué ‘Yo te he entregado toda la tierra que pise la planta de tus pies’. Entonces, Dios te ha entregado la tierra de tu personalidad, lo que tu vas a ser, los logros que tu vas a tener. Dios ha dicho ‘yo te he dado autoridad’, pero si tu no tomas esa autoridad y determinas la vida. La vida es como un animal, que hay que cogerla por el collar y calarla para que sepa quién manda, porque sino la vida se te monta encima.

¿Cómo un hombre pequeñito puede dominar a un caballo gigante? Porque cuando el caballo necesita él le jala el..... y le deja saber quién está en control. Yo he visto hombres caminando con un perro feroz que si quiere lo destroza en un momento al dueño, pero cuando el dueño le jala un poco el collar, el perro adopta una actitud de disciplina. Y yo creo que así, esa imagen es así para todos los aspectos de nuestra vida.

Si tu te dejas gobernar, dominar por las circunstancias, por el diario vivir, la vida se a montar encima de ti y te va a controlar. Pero si tu decides ‘No, yo voy a vivir de esta manera en el nombre del Señor y yo tomo autoridad sobre mi tierra’, y tu comienzas a vivir por diseño y no por improvisación, la vida se va a ajustar a ti y las circunstancias van a comenzar a alinearse y a reconfigurarse según la visión que tu has concebido en tu corazón y en tu espíritu.

Pero tu tienes que hacerte estas preguntas. Tu tienes que sacar tiempo para reflexionar sobre esas diferentes áreas de tu vida y hacerlo como una rutina de vida para el resto de tus días sobre la tierra. Ahora, el Apóstol que escribe dice, “la carrera que tenemos por delante puestos los ojos en Jesús”.

La palabra que se traduce ‘puestos los ojos’ al español es ‘aforontes’ y quiere decir, en inglés quizás la expresión les puede dar una idea mejor ‘looking away’. Hay una de las traducciones ‘mirando hacia lo lejano’, en una forma enfocada, en una forma muy específica, muy concentrada. Puestos los ojos de esa manera en Jesús.

Nosotros, hermanos, tenemos que vivir la vida de esa manera. Y yo quiero por un momento, ocultar la expresión ‘en Jesús’ y solamente quiero aislar ‘puestos los ojos’. ¿Por qué es tan importante esa idea de una visión?

Yo compartía con los hermanos en esta mañana de tener una visión específica acerca de lo que yo quiero lograr. Yo decía la importancia de nosotros poder visualizar internamente las metas que nosotros nos proponemos. Yo digo aquí en la vida hay que definir una visión claramente y entonces vivir con los ojos puestos en esa visión, dejando que la visión te guíe en todas las acciones que tu hagas diariamente.

Abacuk, Capítulo 2 dice ‘escribe la visión para que corra aquél que la leyere’. Y las visiones que nosotros concebimos tienen que ser de esa manera. Debemos escribirlas si es posible. Yo tengo una visión personal del tipo de vida que yo quiero vivir como padre, como esposo, como profesional, como pastor, como líder, como hijo, como hermano, cada una de esas áreas, mi vida intelectual, como amigo de Dios y en cada una de esas áreas yo las he escrito y yo visito esa visión regularmente para recordarla. Y tengo que poner los ojos en ella para correr la vida conforma a esa visión.

Stephen Covey uno de los grandes escritores sobre liderazgo ha dicho lo siguiente. Dice que nosotros, en uno de los libros que más les recomiendo, de hecho se llama “Siete hábitos de gente altamente exitosa” “Seven Habits of highly successful people”, uno de los libros que no debe faltar en su biblioteca, está en español también: “Siete hábitos de gente altamente exitosa”.

Y él dice que nosotros tenemos que vivir la vida como si.... de esta manera: imagínense usted puede milagrosamente estar mirando en su propio funeral, mientras la gente habla de usted, ok? Y que usted puede escuchar cuando la gente se para y hace una elegía de su vida y usted tiene que tratar de vivir la vida pensando en qué usted le gustaría que la gente dijera de usted al concluir su vida. “Era un gran padre”, “un hombre trabajador, una persona disciplinada, siempre lo veía estudiando y leyendo y superándose, era un hombre que sabía ser un buen amigo, una persona que pagaba sus deudas y que vivía dentro de su posibilidades, pero siempre estaba también buscando superarse en diferentes maneras. Era una persona que no se dejaba derrotar sino que siempre estaba echando hacia adelante.”

Uno tiene que preguntarse qué quería yo que dijeran de mi cuando mi vida concluya y entonces uno tiene que dejar que esa visión anime a uno durante toda la vida. Usted tiene que preguntarse primeramente, poner los ojos en la visión. La capacidad para visualizar, para ver las cosas en 3 dimensiones y a colores en la pantalla de la mente. Las cosas, los sueños que quieres desarrollar en tu vida. Dios quiere que tu los definas claramente y muchas veces Dios no va a responder a tus peticiones hasta que tu no llegues a ese punto de saber exactamente qué es lo que tu quieres.

Cuando yo era estudiante en la escuela graduada y aún antes de eso, se me enseñó algo bien importante. Cuando yo iba a ser un trabajo escrito o una tesis, lo que fuera, lo primero que yo tenía que definir cuál es mi tema, porque por ejemplo, no te piden escribe sobre la segunda guerra mundial, porque yo tendría que escribir una enciclopedia completa. Se han escrito cientos de libros sobre la segunda guerra mundial, sino simplemente un aspecto: cómo, digamos, la invasión de Polonia, y aún eso es demasiado grande, afectó la segunda guerra mundial y su inicio. Y tenía que ir todavía más hondo a un personaje en particular. Una vez que uno sabía ya cuál era su tema específico entonces uno podía comenzar a leer, a investigar, a escribir, porque hasta que uno no define claramente lo que uno quiere escribir, es difícil, su mente está dispersa por todas partes.

Eso es lo que a mi me pasa cuando yo doy un sermón, lo primero que yo necesito saber es cuál es el tema que yo quiero predicar. Una vez que yo tengo el tema y tengo el texto yo corro ya libre, pero cuando mi mente está así por todas partes, divagando, no me concentro. Por ejemplo hoy el tema que a mi me interesa es la visión, vivir la vida por visión, y mire que yo he asilado tres palabras: puestos los ojos. Eso es todo lo que me interesa de ese texto por hoy.

Cuando uno define así su vida y define así sus metas, eso lo que hace es que todos los recursos, todas las facultades de nuestro ser se unifican entonces para ir en una sola dirección. Porque así es que funciona el ser humano, cuando está claro en lo que uno quiere ser eso afecta la autoridad con que tu hablas, lo que tu proyectas. En una entrevista de trabajo si tu tienes dudas de si quieres el trabajo o no o si eso es lo que en realidad va a llenar tu vida, o si estás ahí simplemente porque no tienes otra razón. ¿saben qué? Si es una persona perspicaz por tus respuestas se va a dar cuenta de cuán enfocado estás en lo que tu quieres.

Y por eso es tan importante que cuando tu vas a emprender cualquier lucha en la vida, cualquier meta en la vida, tu te pases tiempo visualizando, concentrándote en lo que tu quieres. Define bien primeramente lo que tu quieres ser, y entonces fíjate en la mente una visión clara, específica, bien delineada para que esa visión entonces ordene y concentre todas las demás facultades de tu ser a ello. Y es lo que pasa, cuando tu finalmente descubres lo que tu quieres hacer o ser en la vida, todo tu ser entonces mágicamente, misteriosamente se unifica porque Dios hizo al ser humano de esa manera, para ser enfocado y entonces tu vas a caminar con más fuerza, con más fortaleza. Pero necesitas visualizas, por eso es tan importante uno sacar tiempo para pensar en lo que uno quiere hacer.

Yo decía antes, que muchos de nosotros vivimos la vida al vapor, corriendo de un lado para el otro, nunca reflexionamos, nunca pensamos. Yo diría que por cada día de vida uno debe sacar una hora de reflexión y de pensamiento y de silencio para meditar en cómo yo voy a procesar ese aspecto de mi vida. Hay que tomar tiempo para uno pensar en las cosas y verlas claramente, puestos los ojos en algo que es bien, bien, importante.

Los héroes del Capítulo 11 de Hebreos, porque el Capítulo 12 está unido al Capítulo 11, el Capítulo 12 es simplemente una aplicación de lo que hay en el Capítulo 11. Y si usted mira los héroes de la fe que el escritor de Hebreos muestra en el Capítulo 11 son hombres y mujeres que podían visualizar lo que querían y pasaron tiempo mirando en una manera mental las cosas que querían lograr, lo que estaban aspirando, y eso los animó para seguir adelante.

Miren por ejemplo, vayan conmigo, a Hebreos Capítulo 11, versículo 7, habla de Noé, uno de los grandes hombres de la fe. Dice “... por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa su salvase y por esa fe condenó al mundo y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe”.

¿Ve? Acerca de cosas que aún no se veían..... Noé fue llamado a construir un arca para una lluvia que él nunca había visto. La Biblia nos dice que la primera vez que llovió fue cuando vino el diluvio hasta entonces dice, que la tierra daba un vapor que humedecía la tierra, pero nunca había llovido. Y Dios le dijo, ‘Va a llover, prepárame un arca y colecta animales para ella.’ Noé tuvo que visualizar algo que no se veía.

Y, hermanos, si nosotros queremos tener éxito en la vida tenemos que ver las cosas como si ya las estuviéramos presenciando. ¿Qué es la fe? Es pues la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. La convicción de lo que no se ve.

Cuando compramos este edificio esto era una bodega, aquí había un techo que ahora no existe, no había balcones, todo era ladrillo, esto no existía, había una pared mucho más baja. Y tuvimos que romper eso y hacer ..... ahí dentro hay una viga de acero que pesa miles de libras, ahí encima, y esto estaba conectado al otro edificio de aquí al lado. Esto era completamente...., nadie podría pensar que de eso salió esto. Yo tuve que visualizar lo que esto podía ser.

Antes de que esas columnas fueran cubiertas de madera, yo las había visto cubiertas de madera. Antes que este vecindario fuera un vecindario que hoy en día vale cientos de miles de dólares comprar un estudio al lado de nosotros, yo le decía a los hermanos cuesta ahora dos veces y medio, casi tres veces más de lo que nos costó todo este edificio con su estacionamiento. Pero hay que ver las cosas antes de que sucedan. Este vecindario yo lo veía bendecido, no lo veía lleno de alcohólicos y de gente criminal, lo veía bendecido porque la iglesia de Jesucristo iba a entrar a este lugar y porque es la sal de la tierra y la luz del mundo.

Hay que visualizar cosas que no se ven, hermanos. David le dice que Dios llama las cosas que no son como que son. Dios es el primer visionario que hay en el universo y nosotros tenemos que ser hijos de nuestro padre y poder concebir sueños grandes. Y qué si nadie en tu familia jamás se graduó de la universidad, quizás tu no has visto un miembro de tu familia pero tu puedes ser el primero u tu tienes que visualizarte recibiendo un diploma y celebrar eso y mirarlo. Hay que ver las cosas que no se ven, hermanos. Tu tienes que ver tu casa hecha y tu tienes que ver sus paredes y tienes que ver su alfombra y tienes que fantasearte dentro de ella.

 

 

Hay que sacar tiempo para cosechar visiones de la vida para uno poder entonces como Noé construir un arca y meter animales. Noé estuvo esperando años y años viendo algo que aún no se había visto, una lluvia caer, y por esa fe, dice, condenó al mundo. Es decir, no había excusa. El le creyó a Dios y su fe hizo posible la salvación de él y su familia.

Mire otra persona que tuvo visión, mire en el versículo 13, todos los héroes de la fe. Dice: “Conforme a la fe murieron todos estos, es decir todos esos grandes hombres y mujeres que lograron grandes cosas en la vida, murieron todos estos sin haber recibido lo prometido sino ¿qué?, mirándolo de lejos y creyéndolo y saludándolo.”

Ve, usted no puede saludar nada que usted no haya visto en tres dimensiones. Lo que más me ha impactado de ese pasaje es la idea de que esta gente, Dios les dijo ‘ustedes van a triunfar, su vida va a fecundar las naciones. Yo les he prometido triunfos y ustedes los van a lograr’. El Señor les habló de cosas que iban a pasar y muchos de ellos no las vieron, murieron sin haber visto lo prometido pero en la fe lo veían con sus ojos, y lo veían tan claramente que lo saludaban y lo creían. Y tu tienes así que creer que Dios te va a llevar a la meta.

Y cuando tu estés en problemas y en dificultades en tu meta, sigue saludando la meta. Di ‘en el nombre del Señor yo te veo, yo te declaro’. Acostúmbrate a hablar positivamente. Lo tengo. Es mío. Saluda las cosas que Dios te ha prometido y créelo y no dejes que nadie te mate tus sueños. Sigue echándole agua a tus sueños hasta que los cumplas. Salúdalos y cree en ellos.

En el versículo 26 y 27 dice que Moisés rechazó el lujo de la corte faraónica y el privilegio de ser hijo de la hija de faraón para, dice en el versículo 26 “.... teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo –aunque él no entendía eso pero era efectivamente lo que él estaba trabajando- .... teniendo por mayor riqueza el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios, ¿por qué? .... porque tenía puesta –miren de nuevo- puesta la mirada (puestos los ojos, ¿recuerdan?).... puesta la mirada en el galardón por la fe dejó a Egipto no temiendo la ira del rey porque se sostuvo como viendo al invisible”.

Uno tiene que ver las cosas invisibles. La mayoría de los seres humanos somos personas muy básicas. Solamente vemos lo que tocamos, solamente vemos lo que olemos, lo que tocan nuestros 5 sentidos. Pero el hombre, la mujer de Dios tiene que vivir con una facultad adicional que es la facultad del espíritu. Andando en el espíritu ...... Tenemos que ser gente soñadora, en el sentido positivo de la palabra. Tenemos que sacar tiempo para visualizar y que nuestra visualización sea como un acto profético donde al nosotros ver las cosas en película en nuestra mente, estamos profetizando sobre ellas y estamos añadiendo una dimensión adicional de poder a nuestras oraciones, a nuestras peticiones delante de Dios. Hay que visualizar, hay que poner los ojos en estas cosas.

Hay que concebir una visión y entonces alinear tu vida y cada aspecto de esa vida, cada acción a esa visión. Este es el centro de todo este mensaje de la serie en total que estoy desarrollando. Hay que vivir con propósitos, con metas, tomando autoridad sobre nuestra vida, con una idea clara de lo que queremos lograr y lanzarnos entonces a correr esa carrera.

Y voy a tomar entonces lo último que no lo hice esta mañana pero dice: “puestos los ojos en Jesús”.

Aquí es donde yo me pongo un poquito más espiritual. Jesús es una fuente de poder, hermanos, para nuestra vida. Visualizar a Jesús y visualizar su persona, su palabra, su ejemplo eso nos da ánimo para ganar las metas. Pablo, se ha dicho que su Evangelio era un Evangelio Cristo céntrico, porque Pablo todo era en Cristo. Si usted mira los escritos de Pablo la palabra en Cristo está por todas partes.

Pablo dice, por ejemplo, todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Y cuando tu tomas tiempo para fundar tu vida en Jesús, eso te da ánimo, eso te da poder. Hay algo misterioso en la figura de Jesús. Hay algo misterioso en el nombre de Jesús. Hay que vivir nuestros sueños, por eso es que yo no le estoy hablando a usted acerca de positive thinking, pensamiento positivo. Yo no estoy diciendo aquí simplemente un animador al estilo secular. Yo creo que cuando tu tienes a Cristo dentro de ti y cuando tu tomas tiempo para enfocar a Jesús en tu vida, eso misteriosamente te conecta con una fuente de poder que te da la capacidad para lograr cosas que los seres humanos comunes y corrientes no pueden lograr.

Hay que usar a Jesús en un sentido como una fuente de poder para llegar a las metas que nosotros queremos alcanzar. Cristo es el que hace posible que logremos nuestras metas. El es el héroe principal de ese gran panteón que nos muestra Hebreos 11. El es nuestro modelo para una vida exitosa, para un destino realizado, por eso debemos fijar los ojos en él y observar su ejemplo siempre, cuidadosamente.

Y eso me lleva a algo bien importante. Si tu quieres lograr grandes cosas en la vida es importante tener un buen modelo, un entorno. Hoy en día en los círculos de liderazgo y de pensamiento corporativo, todo eso, se habla mucho de tener un buen mentor, alguien que te mentoree. Es importante que si tu quieres llegar a metas, tu te asocies con gente que te pueda llevar hacia adelante, que te pueda dar energía, que te pueda servir de modelo. Búscate alguien que sea tu mentor.

Si tu ves una mujer en la iglesia, por ejemplo, que está llena del espíritu santo, una mujer que conoce la palabra, que ora con autoridad, mira, pégate a ella y dile ‘hazme tu discípula’. Que alguien te discipule y que ore contigo y que te transmita vida, que te transmita su visión.

Jóvenes, busquen un mentor, busquen un adulto. Adultos, sean mentores de jóvenes. Muchos de ustedes, hombres han llegado ya a una vida exitosa y han logrado.... no tiene que ser un genio, no tiene que ser un profesional de cuatro estrellas, pero has llegado ya a la adultez y estás casado y has peleado ciertas batallas y tienes tus heridas que has superado. Tu puedes ser un mentor de algún joven.

Hay muchos jóvenes que están creciendo sin padre en esta sociedad y que necesitan a alguien que les transmita vida. Por eso cuando estoy caminando por los pasillos de la iglesia y yo veo un niñito, a mi no me importa cuál sea yo trato en todo lo posible de detenerme y poner la mano sobre la cabeza y benedecirlo, que me de un abrazo y pegarme a él porque le estoy transmitiendo vida, de alguna manera.

Yo quiero que.... ese momentito allí que yo tenga con ese niñito y lo mire a los ojos y lo abrace o lo que sea, yo creo que algo le estoy transmitiendo y que ese niño quizás, eso se le quede pegado y que tenga ese recuerdo de un pastor años atrás que lo abrazó y su subconsciente sea bendecido por eso, y ame a la iglesia y ame al Señor por ese momento.

Y así tu también debes hacer lo mismo. Estamos en una sociedad que no tiene mucha gente sobre la cual poner los ojos que valga la pena. Hoy en día los jóvenes ponen los ojos sobre los artistas de rapp, sobre los jugadores de basketball, los criminales que ven en la televisión, los malos ejemplos sensuales del entretenimiento del cine. Esos son ejemplos superficiales, ejemplos que lo que animan es al consumismo, al materialismo, a la sensualidad.

Hermanos, tenemos que proveerle ejemplo nosotros a nuestros hijos. Tenemos que modelar, tenemos que ser vidas que puedan poner los ojos, no en el sentido de idolatrarnos pero que alguien diga ‘caramba, esa persona tiene algo admirable, yo quisiera imitarlo.’ No es que seamos perfectos y de paso te digo, no idealices a nadie. Tus mentores te van a fallar, tus ídolos van a caer. No hay nadie perfecto. Lo que estamos diciendo es un respeto sano, un aprender de las cosas que la persona ha logrado y tenemos que cuidarnos mutuamente.

Las mujeres casadas y ya con experiencia mentoreen a las niñas para que puedan poner los ojos en ustedes y aprender en ustedes. Ustedes ya han tenido hijos, han peleado batallas, algunas tienen sus heridas acerca del matrimonio, pero Dios les está sanando. Usted puede compartir con una jovencita un consejo. ¿Por qué nuestros hijos están tan vacíos?

Hace unos 3, 4 días yo me paré, iba a ir al City Hall de Sommerville a hacer una diligencia personal y estacioné mi carro y mientras buscaba mis papeles para ordenarlos para ir, había como, no les exagero, como 15, 10, 15 jóvenes de la escuela high school de Sommerville, pegados ahí cerca de mi carro. Yo estuvo como 10 minutos observándolos. Vi una jovencita de 16, 17 años lindísima y la vi pegada sensualmente a dos varones diferentes, y ellos la abrazaban, la manoseaban. Vi a otro jovencitos allí diciendo malas palabras y haciendo gestos obscenos. Vi en sus ojos el vacío, hermanos, de crecer sin padres espirituales, sin modelos. Esa jovencita pegándose, vendiendo su cuerpo ya por una sonrisa, una caricia, un sentido de que ‘tu vales’ de que te aceptamos. Y esos jovencitos abusando de ella y pensando en otras cosas sin motivación, sin propósito para vivir. Y yo decía ‘Padre, ten misericordia de esta generación porque son como ovejas sin pastor’.

No hay modelos, no hay nadie sobre quién poner los ojos hoy en día, pero nosotros podemos en el nombre de Jesús encomendarnos y decir: ‘Padre, yo quiero ser una persona que por lo menos un jovencito, una jovencita me pueda mirar y yo transmitirle algo de tu vida’. Y vivir, como decíamos, porque tenemos una gran nube de testigos alrededor de nosotros. Siempre nos están mirando. Hay gente que necesita, hermanos y si usted no es esa persona que ejemplifique valores altos, nadie más lo va a poder hacer en esta generación.

Mujeres, hombres mentoreen a alguien, cubran a alguien, algún jovencito, alguna jovencita. La vida, la humanidad aprende por transmisión de valores, una generación pasa su antorcha a otra generación y esa a otra generación. El diablo ha cortado ese sagrado ciclo de transferencia de visión de una generación a otra, y nosotros los cristianos tenemos que corregir ese defecto y comenzar a transmitir vida. Y entonces, llevarlos de la mano y decir ‘mira, no me miras a mi, a quien en realidad tu tienes que mirar es a Jesús. Pon tus ojos en Jesús, ese no te va fallar, ese no te va a decepcionar, ese no va a fracasar, ese no va a decir una mentira, ese no te va a prometer algo que no cumple. Pon tus ojos en Jesús. Ama a Jesús. Órale a Jesús. Medita en Jesús. Lee acerca de Jesús. Imítalo a él, aprende integridad en medio del sufrimiento. Y yo voy a desarrollarles un poco más la próxima vez que hablemos, pero cuando nosotros ponemos los ojos en modelos altos, y Jesús es el héroe por excelencia, nuestra vida se llena de la vida de Jesús.

Dice que mirando cara a cara el rostro descubierto somos transformados de gloria en gloria. Mirando a Cristo nosotros nos hacemos como él. Poniendo a Jesús como el ejemplo primordial, observando su integridad, observando su entereza en medio de la prueba, nosotros absorbemos esos valores.

Hermanos, yo les animo en el nombre del Señor. Invito a nuestros músicos a pasar por acá a poner la mirada en Jesús. Dice el escritor de Hebreos “....considerad a aquel –eso es lo que sigue después de ese versículo- considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.”

Hay que poner los ojos en una visión. Hay que usar aspiraciones altas en la vida. El mundo allá afuera está siempre mirando cosas decaídas, cosas corruptas, cosas que no dan vida, nosotros los cristianos tenemos que poner la mira en cosas excelsas, cosas sublimes, cosas hermosas.

Dice que “.... todo lo bueno –y se me ocurre un pasaje precioso, hermanos, y eso ya no lo tenía, pero ahora mismo, es precisamente en Filipenses, Capítulo 4. Miren lo que dice acerca de eso de poner la mirada en cosas altas y bellas y visualizarlas. Capítulo 4, versículo 8 de Filipenses: “.... por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza en esto pensad.” Yo podría decir en esto poned la mira.

Cristiano, Dios te llama a poner la mira en cosas sublimes, cosas altas, cosas inspiradoras, cosas bellas, cosas que te den ánimo, cosas que saquen de ti la gloria que está escondida. Jóvenes inviertan su tiempo en cosas que les van a inspirar. No pongan la mirada en tonterías que lo que les van a hacer es que les van a absorber vida y a robar vida. Pongan la mirada en cosas que los animen a seguir adelante. Busquen amigos que los inspires, busquen ambientes que quizás no sean los más deleitosos y atractivos posible, en término de gozo, pero que sean sublimes y admirables para que su vida pueda seguir en ese dirección.

Yo quiero una juventud que ponga la mira en cosas altas. Y el Apóstol Pablo termina diciendo “lo que aprendisteis, y recibisteis y oísteis y visteis en mi, esto haced”. ¿Usted entiende? Pablo era un hombre que caminaba con integridad, y él no tenía temor de decirles ‘hey, fíjense en mi, déjenme yo mentorearlos, imítenme a mi’. Solamente un hombre como Pablo podría decir algo así con esa seguridad.

Pero ahí está la idea de poner la mira en ejemplos positivos y pensar en cosas positivas. En esta iglesia hay gente hermosa, hay gente trabajadora, gente honesta, gente de integridad, gente que está haciendo lo mejor posible. Pongamos la mira y seamos como ellos, imitémoslos y bendigamos a otros. Si tu crees que hay algo bueno en tu vida, no pidas disculpas. No seas falsamente humilde. Di, ‘No, yo tengo esto y yo lo puedo dar y lo voy a compartir con un niñito, lo voy a compartir con un joven. Voy a compartir mi vida, voy a compartir mi talento, mi llamado, mis dones con alguien y después les voy a decir ‘mira, pon los ojos en Jesús, el autor y consumador de tu fe’.

Pongámonos de pie. Gente de visión, gente de visión, hermanos, gente de visión. Gente que esté concentrada en lo que Dios ha puesto en su espíritu y que lo persigan con ánimo hasta llegar a la meta.

Piensa en lo que tu quieres de tu vida, Dios te dice ‘Hijo, hija, ¿cómo tu quieres que yo te bendiga? ¿Qué tu quieres que yo hagas por ti? ¿Qué tu quieres ser en 5 ó 10 años? ¿Has tomado tiempo para pensarlo? Porque yo quiero bendecirte, yo quiero que tu me des los coordinados precisos donde yo voy a encontrarme contigo. ¿Cuál es el área de tu vida que tu quieres que yo toque para yo aterrizar allí con todos mis dones, todo mi poder y llevarte a la meta?

No hay nada imposible para un hijo de Dios. Pon los ojos en lo que Dios te ha llamado a conseguir. Pon los ojos en alto, apunta bien alto. Apunta bien alto en la vida y baña tus visiones todos los días en oración, visita ese jardín reservado donde está tu visión y vive la vida en esa manera, constructivamente, por diseño, no por inercia, no por improvisación, y llegarás a la meta en el nombre del Señor.

Dios es galardonador de aquellos que lo buscan y que definen visiones claras. Padre, yo bendigo a este pueblo en el nombre de Jesús en esta tarde y declaro el nacimiento de visiones nuevas en sus corazones en esta tarde.

Señor, ayúdanos a levantar un pueblo próspero, un pueblo bendecido, un pueblo de hombres y mujeres, de jóvenes y de niños que sean como una tierra fértil, bien oscura, llena de nutrientes, donde solo se necesita una pequeña semillita para caer, para que levante un árbol frondoso lleno de frutos que bendigan a otros.

Yo reprendo toda soga que el diablo quiera amarrar alrededor de nuestros cuellos para mantenernos atados a la tierra y suelto esas ataduras y veo a este pueblo elevarse a nuevas alturas. Oh, Señor, tu palabra dice que los que confían en Jehová tendrán nuevas fuerzas, serán como águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán. Oh, Señor danos ojos de águilas, danos una capacidad para ver la presa con toda definición delante de nosotros y lanzarnos.

Ayúdanos a visualizar cosas grandes que tu vas a hacer en nuestras vidas. Yo bendigo a este pueblo, Padre, y genero en ellos visión en este día, capacidad para creer, para ver lo que tu tienes para ellos y te damos la gloria y la honra Señor, y a ti solamente daremos el crédito.

Visiones para tu pueblo, Señor. Sueños, como le diste a José, como le diste a Daniel. Sueños que se han de realizar y la persistencia para mantenerse hasta que lleguen a la meta. Gracias, Jesús.

Recibe la bendición de Dios, mi hermano, mi hermana. Recibe esa semilla, el sueño de Dios para tu vida, créelo, toma tiempo para visitar esos lugares de gran creatividad y cree que Dios te va a dar tus sueños, en el nombre del Señor. Te bendigo ahora, en el nombre de Jesús. Gracias, Señor. Amen. Denle un aplauso al Señor.