Mantenerse firme en la fe

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El Dr Benjamín Valentín, pase por aquí Benjamín. Le damos la bienvenida a Benjamín. Y Benjamín es miembro de nuestra iglesia y ustedes lo ven ahí siempre sentado humildemente tocando la guitarra, nos bendice, es un gran guitarrista también, un hombre multifacético y es también profesor en el seminario teológico Hamilton Gordon, aquí mismo cerca de Boston, excelente predicador, teólogo, autor de libros y un hombre que ama mucho al Señor y que ha dado su talento para servir a Dios.

Nosotros nos sentimos contentos y yo se que muchos de las graduando que están aquí, de los estudiantes se alegran de ver jóvenes como Benjamín, dándole al Señor su intelecto para entrenar pastores y siervos de Dios en diferentes partes de esta nación y del mundo. Y esta mañana fuimos bendecidos con la palabra que él nos va a predicar. Benjamín, aunque habla español muy bien, como él les va a explicar, va a presentar su sermón en inglés y yo les voy a traducir, así que vamos a ver, ¿cuántos creen que podemos hacer ese truco y que nos va a salir bien? ¿Van a orar por nosotros? Amen. Ya ensayamos esta mañana así que ustedes van a tener ahora el producto desarrollado un poco mejor. Así que, Benjamín, bienvenido a la casa del Señor, nos gozamos de tenerte y gracias por compartir este mensaje con nosotros.

Más importante es que lo escuchen a él que a mi, de paso.

Si tienen sus Biblias con ustedes les voy a pedir que vayan al Evangelio según San Mateo, Capítulo 13, estaré leyendo de los versos 3 al 9, Mateo 13, 3 al 9. Mientras ustedes buscan les voy a decir esta mañana mencioné que mi estilo de predicación ha sido muy grandemente influenciado por el estilo afro americano de predicación. Y les voy a explicar por qué.

Cuando yo vivía en Nueva York, muchas veces me escapaba de vez en cuando de la iglesia de mi padre que era pastor, para ir a iglesias afro americanas y ver y escuchar a unos de los mejores predicadores en nuestra nación, que por casualidad eran afro americanos, y me encantaba su estilo de predicación. Y parece que como que fui tantas veces que algo de eso como que se me pegó a mi también. Así que hoy posiblemente ustedes sea un día que vean a su pastor levantado. Amen. Hasta a mi se me va a pegar un poquito de lo afro americano.

Mateo 13, versículos 3 al 9. Yo voy a leerlo en inglés y el pastor Miranda lo leerá en español.

“... Y les habló muchas cosas por parábolas diciendo, ‘he aquí el sembrador salió a sembrar, y mientras sembraba parte de la semilla cayó junto al camino y vinieron las aves y la comieron. Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra. Pero salido el sol se quemó y porque no tenía raíz se secó. Y parte cayó entre espinos y los espinos crecieron y la ahogaron, pero parte cayó en buena tierra y dio fruto cual a ciento, cual a sesenta y cual a treinta por uno. El que tiene oídos para oír, oiga”. Amen. Podemos decir amen.

Si mientras estoy predicando usted siente el impulso de gritar amen, o decir ouch, me duele, o aplaudir o cualquier cosa que usted quiera hacer, siéntase libre para hacerlo. Absolutamente, it’s quite ok.

Poco nos extraña que yo haya decidido escoger una de las parábolas de Jesús para el tema de nuestro mensaje. Hace tanto tiempo como me puedo acordar, siempre me han fascinado las parábolas de Jesús. Parte de esto tiene que ver con el hecho de que crecí en el contexto de una iglesia en el cual se favorecía un estilo narrativo de predicar. Así que en ese contexto, las parábolas eran un favorito de muchos predicadores pentecostales.

Creciendo escuché incontables sermones basados en las parábolas de Jesús. Algunos muy buenos, otros no tan buenos, pero está bien. Pero más recientemente, ha sido mi vocación como educador teológico, lo que ha dado alimento y ánimo a mi fascinación por las parábolas, mi práctica teológicas en otras palabras.

Nosotros, los educadores, siempre estamos buscando formas creativas de comunicar intuiciones y descubrimientos bíblicos y en esa luz he llegado a apreciar las parábolas, y las veo como historias creativas que no solamente le daban una expresión memorable a las enseñanzas de Jesús, sino que lo que hacía era que los que las escuchaban las parábolas, se tuvieran que hacer responsables de una interpretación personal de las mismas. Así que las parábolas son historias fascinantes que nos muestran esta dinámica interactiva de la predicación y nos muestran que también son una forma muy ventajosa de reflexión religiosa, teológica. Pero he llegado finalmente al descubrimiento hoy en día, de que muchas veces fallamos, erramos en descubrir el significado más profundo y pleno de estas historias. Para ser honesto con ustedes creo que ni siquiera descubrimos su verdadero significado. Pensamos que acertamos en entenderlas pero de hecho las interpretamos equivocadamente. Y esto es comprensible cuando nos ponemos a pensar un poco detenidamente. Estas historias después de todo fueron relatadas hace mucho tiempo y fueron relatadas en un contexto religioso y cultural muy diferente al nuestro.

Además, fueron relatadas en un idioma totalmente diferente al nuestro también y por lo tanto es muy difícil para nosotros hoy en día poder entender por ejemplo, las imágenes, la analogías que Jesús empleó para relatar estas historias. Y por estas razones, muchas veces es muy difícil para nosotros entender plenamente estas historias.

La parábola del buen samaritano es un ejemplo de esta dinámica. En esta parábola muchas veces hemos tendido a interpretar la historia simplemente como la historia de un tipo bueno, un bonachón que hizo una buena obra en su vida. Y entonces finalmente terminamos interpretando esa historia como que de vez en cuando nosotros también debemos hacer algo bueno por alguien. Pero al interpretar la parábola del samaritano en esta manera erramos en encontrar el significado más profundo, más misterioso de esa narrativa. Erramos en descubrir que en esta parábola, el Señor Jesús más bien estaba golpeando duramente a esas personas religiosas que pensaban que meramente vivir una buena vida religiosa quiere decir simplemente ir al templo, leer las Escrituras, orar, ayunar y pagar los diezmos. Y todas esas cosas son muy, muy importantes... que no quede duda acerca de eso. Pero lo que Jesús estaba diciendo es que no es solamente acerca de hacer esas cosas. Además de eso hay que responder por ejemplo a la gente que está en necesidad. El Señor esencialmente estaba diciendo ‘aquellos que piensan en esa forma superficial que han errado el blanco. Estaba diciéndoles que fe sin una concreta expresión del amor, sin preocupación, sin compasión es irrelevante y no es aceptable ante los ojos de Dios. Fe sin obras, es inaceptable. El Señor estaba diciendo ‘tu no te puedes considerar un hacedor de la voluntad de Dios y un seguidor genuino de Jesucristo, si no te preocupan aquellos que sufren en la sociedad. Y el Señor también a través de esa parábola estaba diciendo que la vida cristiana no simplemente puede tratarse de una dimensión meramente interna de la santidad, sino que también debe contener una dimension, un expresión social externa.

Así que como podemos ver la parábola del bnuen samaritano tiene un significado más profundo de lo que nosotros muchas veces le asignamos. Esta parábola no se trata simplemente de un acto así espontáneo, meramente espontáneo de buena voluntad, pero que sea un llamado a una vida espiritual más determinada, más deliberada, más responsable que debe incluir una preocupación por aquellos que están en necesidad.

Ahora, pastor Miranda, en un tiempo como el nuestro cuando hay tanto sufrimiento debido a las inigualdades sociales que existen en el mundo, cuando los inmigrantes en nuestra nación están siendo maltratados muchas veces y no están siendo atendidos debidamente, cuando mucha gente tiene que soportar violencia, ciertamente podríamos beneficiarnos de una reconsideración del elemento de justicia social que hay en esa parábola del buen samaritano.

Pero regresemos a mi punto original. El punto es que muchas veces erramos en encontrar el significado más profundo de las parábolas de Jesús. Esta parábola del buen samaritano es un ejemplo de lo que estamos hablando, pero también podemos ver esto mismo en la parábola del sembrador.

En la mayoría de las interpretaciones comunes que tenemos de esta parábola del sembrador, tomamos el mensaje de la historia superficialmente y determinamos que quiere decir que cuando el mensaje del Evangelio cae en un corazón receptivo, puede entonces dar fruto apropiado.

Ciertamente eso es una parte importante del mensaje, pero hay más en la intención original de esta historia. Hay un mensaje más profundo, más importante que el Señor está tratando de darnos conciencia de ello, y para llegar a ese significado más profundo es importante tomar en consideración el momento, el contexto en el cual fue relatada esta historia. Es importante también tomar en consideración lo que estaba pasando alrededor de Jesús en ese momento cuando él relató esta historia.

Ahora, en pasajes anteriores del Evangelio de Mateo, el Evangelio aclara que cuando el Señor relató esa historia del sembrador mucha de la gente que estaba en la multitud y aún algunos de sus discípulos estaban comenzando a cuestionar su decisión de seguir a Jesús. Estaban cuestionando aún su decisión de seguirlo a él, algunos por ejemplo, habían ya experimentado rechazo y también habían sido ridiculizados por los demás por su decisión de seguir a Jesús. Algunos habían pensado que seguir a Jesús sería fácil y seguro. En vez de esto descubrieron que era muy difícil y riesgoso. Algunos habían inclusive pensado que conseguir que otros siguieran a Jesús sería relativamente fácil, pero también descubrieron que no eran tan fácil. Algunos habían esperado que quizás para entonces el seguimiento de Jesús sería mucho más numeroso de lo que era para ese momento. Pero muchos había encontrado formas de resistencia y adversidad, y habían llegado entonces a la conclusión de que ser un seguidor de Jesús era en realidad mucho más difícil de lo que ellos habían anticipado.

Así que muchos estaban haciéndose preguntas internamente y tenían reservas, cuestionamientos, y estaban haciendo preguntas como las siguientes: ¿por qué más personas no han abrazado las enseñanzas de Jesús para esta época? ¿Por qué esas buenas nuevas del Reino de Dios que está llegando por qué ha engendrado tanta sospecha, tanta oposición de parte de la gente? Y se preguntaban, ¿debería seguir siendo un seguidor de Jesucristo o no?

Y estos pensamientos así que estaban pasando por la mente de aquellos que estaban en la multitud escuchando a Jesús. Y el Señor entendía esto. Y entonces ¿qué creen ustedes que hizo él? Él les relató una historia. Les relató esta historia del sembrador. Pero ¿por qué les relató esta historia en particular? Y ¿cuál era su propósito en relatar esta historia? La parábola del sembrador tenía la intención de animar, estimular a la gente en su camino de fe. La parábola del sembrador puede entenderse como una palabra de ánimo para aquellos que desean seguir al Señor Jesucristo en tiempos difíciles. El mensaje principal de esta parábola es que cosas inesperadas, cosas milagrosas, cosas muy buenas pueden suceder en nuestra vida espiritual pero que para que eso pueda suceder necesitamos mantenernos firmes en nuestro llamado espiritual y continuar diligentemente, pacientemente, tenemos que mantenernos firmes en nuestro llamado cristiano, perseverando, con enfoque. Tenemos que tener la fe de un agricultor que siembra semillas y entonces espera recibir una buena cosecha a pesar de todas las posibles situaciones que puedan suceder.

¿Cuántos pueden decir amen en el nombre del Señor? la moral de esta historia es que no debemos esperar que las cosas siempre nos vayan bien, no debemos esperar que todo proceda suavemente en la vida, no podemos siempre esperar que todo vaya como nosotros esperamos o deseamos. La moral de esta historia reside de que cuando las cosas se ponen duras y ásperas, cuando las cosas no funcionan como queremos, cuando no resultan en la forma en que esperamos, no podemos alejarnos de la fe. La moral de la historia es que cuando las dificultades y los impedimentos vienen a nuestro camino no debemos dejar de seguir a Jesús. ¿Cuántos dicen amen? Gloria a Dios. La moral de este mensaje es que no debemos permitirnos ser distraídos por lo que está pasando alrededor de nosotros o por las frustraciones que podamos encontrar en el camino. Debemos mantener la mirada puesta sobre el premio, no importa cuáles sean las dificultades que puedan venir debemos mantenernos firmes dispuestos a seguir a Jesús, a pesar de todas las dificultades posibles, debemos continuar con nuestras vidas cristianas creyendo que valdrá bien la pena al final. Gloria al Señor. Estoy predicando bien, hermanos, gloria a Dios. Gloria al Señor, amen, buen mensaje. Gloria a Dios.

Y ¿saben qué, hermanos? Solamente estamos calentándonos. No me asustes. A pesar de todas las distracciones posibles debemos tender a nuestras responsabilidades espirituales. La parábola del sembrador nos ofrece esta verdad, tanto una palabra de ánimo como una palabra de reto de mantenernos firmes, de ser pacientes en nuestro caminar.

Ahora, yo se que los discípulos de Jesús necesitaban escuchar este mensaje. Yo se que había muchos en la multitud que estaban mirando a Jesús y que necesitaban escuchar estas historias de ánimo. Y también estoy conciente de que ha habido momentos en la historia pasada cuando la iglesia cristiana ha necesitado escuchar este mensaje de estímulo. Pero si alguna vez hubo una época en que los cristianos necesitaban aguantarse y agarrarse a ese tipo de esperanza y de ánimo, es ahora.

Irrespectivo de lo que las personas puedan pensar no es un tiempo actualmente fácil para ser creyente. A veces he escuchado a la gente decir que es fácil hoy en día ser cristiano, y quizás dicen esto porque no nos están tirando necesariamente en fosas de leones, o no estamos siendo apedreados, o crucificados por nuestras creencias cristianas, por lo menos en algunas partes del mundo.

Y es verdad, pero quiero notar que hay hoy en día otros factores que hacen ser cristiano algo que es bastante difícil. Algunas veces nuestro vivir cristiano está hecho más difícil por algunos factores, sociales, culturales y económicos y quizás ni siquiera nos percatamos de ellos. Por ejemplo, a veces el estilo de vida apurado, acelerado a nosotros vivimos actualmente se convierte en un obstáculo para nuestro progreso espiritual. Hoy en día vivimos vidas tan aceleradas que muchas veces tenemos dificultad en poder bajar el nivel de velocidad y poder apreciar entonces las cosas verdaderamente bellas y las cosas importantes de la vida.

En un reciente artículo del periódico de Nueva York, el New York Daily News se reportó acerca de un experimento que condujeron varias agencias sociales. Estas agencias contrataron a uno de los violinistas más logrados de nuestra época, un caballero llamado Joshua Bell. Ahora, este hombre ha tocado para algunas de las orquestas sinfónicas más famosas de nuestra época. Normalmente si uno quiere escuchar a este gran artista tocar el violín, hay que pagar cientos de dólares para poderlo escuchar en una sala de conciertos, pero para esta ocasión en particular estas agencias sociales contrataron a este hombre y lo llevaron a una de las estaciones de tren más concurridas de Washington DC para que tocara su música todo un día gratis. Este estudio, este experimento estaba diseñado para registrar cómo el público reaccionaría al ver a este gran artista tocar gratis en una de estas estaciones de trenes. ¿Lo reconocería la gente? ¿Se detendrían para escuchar esta música tan hermosa? ¿La gente tomaría tiempo para detenerse un rato y escuchar, detenerse de su vida acelerada para escuchar aunque fuera un poquitito de esa música sublime? ¿Estaría la gente dispuesta quizás para llegar a sus trabajos aunque fuera un poquitito tarde para escuchar la gran música que estaba siendo tocada?

Para la gran sorpresa de las agencias que estaban conduciendo este experimento, este estudio, aunque miles de personas pasaron por donde estaba este gran violinista las cámaras escondidas captaron solamente un puñado de personas que se detuvieron. El resto de los miles de personas estaban tan apurados por llegar a sus lugares de trabajo que no pudieron tomarse el tiempo para disfrutar algo de tanta hermosura.

Y así pasa con muchos de nosotros si somos honestos. Nuestras vidas pueden estar tan aceleradas, tan ocupadas muchas veces que no podemos ni siquiera tomarnos el tiempo para disfrutar cosas de belleza y cosas que son de verdadera importancia en la vida. Algunas veces estamos tan preocupados con simplemente ganarnos la vida que se nos olvida vivir. Y esto pasa también muchas veces con nuestra vida espiritual. Algunas veces estamos tan ocupados que se nos olvida atender a nuestro jardín espiritual, atender nuestras vidas espirituales y nuestras almas.

Por ejemplo, ahora el aumento de costo de vida puede muchas veces ser otro problema. El costo de la vida que va en aumento se nos hace necesario trabajar horas más largas, más tiempo simplemente para poder ganarnos lo necesario. Ha habido estudios sociales recientes que han encontrado que los americanos, nosotros también, trabajamos horas más largas hoy en día que lo que nunca antes en toda la historia de esta nación se ha trabajado.

Unos años atrás se publicó un libro titulado “El americano sobre trabajado”, y proveía muchas estadísticas con respecto a este fenómeno y también relataba cuáles eran las implicaciones negativas, las consecuencias negativas de ese tipo de estilo de vida. Y en otros casos no se trata necesariamente de que estemos trabajando más tiempo sino que estamos gastando más tiempo viajando del trabajo a la casa y viceversa. Todas estas cosas ¿qué hacen? Contribuyen a vivir vidas cada vez más ocupadas, más aceleradas que nos dejan poco tiempo para invertir en otras cosas. Y no solamente esto afecta nuestra capacidad para detenernos y escuchar música sublime de violín, o poder pasar tiempo de calidad con nuestra gente que amamos, sino que también se interpone con nuestra habilidad de tomar tiempo para orar, tomar tiempo para leer las Escrituras o se mete en el camino de nuestra capacidad para poder participar en programas de la iglesia, o de venir a la iglesia en algunos domingos porque tenemos poco tiempo, poca energía que nos queda después de nuestra semana de mucho trabajar. Y así es que esto podría también ser un problema en nuestra vida espiritual.

Estos factores, muchas veces se interponen en nuestro camino nos impiden vivir vidas fructíferas cristianas. Pero si somos honestos, no se trata solamente de factores externos como los que hemos relatado que frustran nuestra vida espíritu hoy en día, sino que también a veces hay factores internos, dentro de la iglesia que hacen que el ser cristiano en nuestro tiempo sea cada vez más difícil. Los predicadores atacan los males de nuestra cultura secularizada, y ciertamente yo he hecho eso muchas veces. Pero muy pocas veces estamos dispuestos a apuntar el dedo hacia nosotros y aceptar las culpas por muchas de las cosas que estamos haciendo mal dentro de la propia iglesia.

Por ejemplo, algunos de los escándalos que hemos visto en algunas de las iglesias han servido para minar la confianza del público y la confianza en la iglesia y esto ha servido muchas veces como obstáculo para la fe de muchos, tanto fuera como dentro de la iglesia. Y puedo notar que muchas veces esto parece también que las iglesias liberales, llamadas liberales para que a veces han perdido vista de su palabra profética, mientras que las iglesias más conservadoras evangélicas para que han vendido sus almas al partido republicano. Y esto también ha servido para enfriar la fe de muchos.

La verdad es que la iglesia no debe jamás alinearse tan cercanamente con una agenda política en particular que pierda su capacidad para ser un ojo crítico.

Una de las cosas que yo he aprendido acerca de Jesús en las Escrituras es que él es lo que yo llamaría un crítico que da igual a todos, es de igual oportunidad y sin embargo eso es lo que pasa muchas veces y esto ha llevado a que mucha gente se sienta un poco sospechosa acerca de la iglesia y también ha afectado negativamente la fe de muchos dentro de la iglesia. Aparte de estos factores que he mencionado, noto que la iglesia en algunas ocasiones ha olvidado poner la suficiente atención a la preparación de discípulos. Muchas veces he notado que le hemos dado más importancia, como debemos, a cosas relativas a la adoración, la alabanza y cosas que tienen que ver más bien con la conducta pública cristiana y cosas por el estilo, pero muchas veces no hemos dado la suficiente atención a la importancia del estudio profundo de las Sagradas Escrituras, el estudio profundo de las convicciones de la fe cristiana.

Encuentro muchas veces que menos cada vez más de nosotros tenemos un entendimiento adecuado de las Escrituras, de la historia por ejemplo, de la iglesia cristiana y de la composición, la constitución de la fe que nosotros decimos que abrazamos. Así que muchas veces nos perdemos la oportunidad de saber plenamente lo que quiere decir ser cristiano. Venimos a la iglesia y cantamos, nos metemos en una altura emocional superficial, quizás salimos de la iglesia sintiéndonos un poquito mejor acerca de nosotros mismos, pero en realidad carecemos de un arraigamiento en las Sagradas Escrituras y en la fe cristiana, y debido a esta falta carecemos de las raíces que pueden ayudarnos a ser mejor cristianos.

¿Cuántos dicen amen o se quejan? Ahora, yo enseño en un seminario cristiano, así que yo se lo que estoy hablando y estoy hablando de experiencia personal. Una de las cosas que muchas veces me frustra mi mente es cómo es posible que yo pueda tener estudiantes de seminario en mis clases que saben muy poco acerca de las Escrituras o acerca de la fe misma que ellos han abrazado. Y no solamente se trata de mi seminario, otros seminarios también. ¿Y cuál es mi punto con esto? Mi punto es que muchas veces estos estudiantes han estado en la iglesia muchísimo tiempo por lo tanto necesitamos hacer un mejor trabajo de preparar discípulos cristianos.

Yo levanto todos estas consideraciones para apuntar simplemente lo siguiente que hay muchos factores que pueden frustrar nuestra jornada espiritual. Muchas cosas pueden interponerse en el camino para que podamos vivir vidas fuertes cristianas. Hay muchas frustraciones, muchas decepciones que podemos experimentar mientras buscamos ser fieles a nuestro Dios y al Señor Jesucristo, entonces el resumen de todo lo dicho es, no es fácil ser un seguidor de Jesucristo en nuestro tiempo.

Yo creo que esta parábola del sembrador fue intencionada para épocas como las que estamos viviendo. Esta parábola fue intencionada para gente que estaba experimentando frustración en su vida, crisis en su fe. Esta parábola fue lanzada a personas que estaban perdiendo la fe en su llamado espiritual. Estaba dirigida a personas que estaban perdiendo vista de los fundamentos espirituales de su vida. Esta parábola fue dirigida a personas que estaban sintiéndose desanimadas por todo lo que estaba pasando a su alrededor. Esta parábola fue lanzada para personas que estaban perdiendo su fe, su esperanza en la vigencia del Evangelio. En otras palabras, esta parábola fue lanzada e intencionada para nosotros hoy en día. Esta parábola es para ti y para mi.

¿Cuántos pueden decir amen a esto? Ahora ya estoy llegando casi al final pero eso quiere decir que ahora tenemos que llegar a un crecendo. El mensaje de la parábola es el siguiente: el mensaje es agárrate como puedas, agárrate a tu fe, aguántate a tu fe, no permitas que nada te frustre en tu caminar cristiano de manera que pierdas la vista del premio mayor. No te distraigas de tal manera con las cosas del mundo que se te olvide atender a los asuntos espirituales de tu vida. No te desilusiones tanto con el presente que sacrifiques tu esperanza de un mañana mejor. No pierdas vista de Dios en Cristo Jesús, no importa qué.

Yo quiero terminar esta tarde preguntándole a cada uno de ustedes pidiéndoles que miren profundamente en su propio interior pidiéndoles que reflexionen en la condición espiritual de su vida hoy. Examínense a si mismos. Sea honesto con usted mismo y hágase algunas preguntas por ejemplo, qué cosas ha permitido usted que frustren su caminar cristiano. ¿Puede encontrar usted dentro de usted, la energía para apartar esas cosas y para renovar su fe? ¿Qué cosas le impiden a usted nutrir su caminar espiritual? ¿Puede encontrar dentro de usted la energía para superar esas cosas para fortalecer su caminar de fe? ¿qué cosas en su vida espiritual cree usted que ahora mismo están un poco tambaleantes? ¿Se atreve usted a tratar de mejorar esas áreas de su vida? ¿Siente usted que su vida espiritual no es todo lo que puede ser o podría ser? Puede usted encontrar dentro de usted la energía para ser un mejor cristiano? ¿O quizás usted todavía no ha entrado en una relación personal con Jesús, le gustaría comenzar a hacerlo hoy?

Y si usted piensa que el mensaje de hoy ha hablado a alguna parte de su ser y a usted le gustaría de alguna forma restaurar su vida espiritual, ésta podría ser una buena oportunidad para usted. Si usted le gustaría rededicarse a su vocación cristiana esta podría ser una ocasión oportuna para usted. Si a usted le gustaría recomprometerse para seguir cultivando su vida espiritual, esta podría ser una gran oportunidad para usted.

Si en alguna manera usted está reflejado en esta historia que he relatado y a usted le gustaría pedirle al Señor, al Espíritu Santo que venga y le ayude a ser un mejor seguidor de Jesús y tener una vida mejor en la fe, simplemente le pido que se levante dondequiera que usted esté. No tiene necesariamente que venir aquí delante, no es necesario que nadie vaya a donde usted y le imponga manos, este simple acto de usted ponerse de pie será una expresión simbólica de su deseo de ser un mejor seguidor de Jesús.

Ahora, el pastor Miranda parece que evidentemente la inmensa mayoría de la congregación se ha puesto de pie, esto es una buena señal de cosas por venir. Amen. Adelante en su fe. Adelante en su fe. Adelante en su fe. No permita que nada se interponga en su camino. Voy a cederle el micrófono al pastor Miranda para que ore por todos nosotros. Que el Señor les bendiga. Gloria al Señor. Amen. Amen. Gloria a Dios. ¡Aleluya! ¡Aleluya!

Si tu has hecho esa decisión en tu corazón de entregar tu vida a Jesús, si el Señor te ha hablado en alguna manera, ya sea mejorando una vida espiritual que ya está en curso, o simplemente iniciando una relación personal con Jesucristo, el Señor te está llamando en este día a reaccionar a lo que tu has escuchado. No te vayas de aquí simplemente diciendo, bueno, qué bien, está muy bonito, muy estimulante lo que he escuchado, sino como decíamos, hay que interactuar con la palabra. Hay que tener una reacción, hay que interpretarla en una manera personal. El Señor quizás te está llamando a entregar tu vida a Jesús. Yo te animo ahora mismo, ahí en tu interior, decir, Señor, yo me rindo, me entrego a ti y quiero que tu camines conmigo, que tu manejes mi vida y que tu seas el Señor, el director del resto de mi destino.

Y los hermanos que ya conocemos al Señor, el Señor nos está llamando a reconfirmar nuestro pacto con él. El Señor no se deleita en gente tibia, en gente casual, sino que quiere corazones totalmente entregados al Señor. Así que vamos a tomar un momento para allí reconsagrar nuestra vida a Dios y decirle, Señor, me rindo a ti. Me entrego a ti en todas las maneras.