La vida alineada con Cristo alcanzará su destino

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Es un gozo poder volver a estar aquí en medio de la iglesia, de poder compartir, después de haber estado en vacaciones con mi esposa y mi hijo, Lucas, allá en la Florida. Vivimos en la Florida disfrutando del calor por un período de tiempo allá, gracias a Dios con mis suegros. Y ¿saben qué? Yo aprendí dos cosas bien interesantes mientras estuve allá. Por un lado aprendí que, guau! Cómo los abuelos consienten a los nietos. Tengo que una queja. Los padres no hacen los hijos algunas cosas, pero con los nietos sí lo hacen. Yo se que Carolina allá me dio una lección en eso, la confirmó ahí. Tengo que aprender mis lecciones con respecto a eso, pero gracias a Dios por los abuelos, tengo que decirlo.

Y ¿saben qué? también yo aprendí una segunda cosa que es lo que quiero usar para el mensaje de hoy. Allá, nosotros decidimos llevar a Lucas a Downtown Disney, es uno de los parques pequeños que está relacionado con Disney, y no se preocupen, no es que les estoy dando promoción a Disney World, no es eso. Pero sí, hay algo que ocurrió ahí que a mi como que me cautivó la atención.

Mientras mi esposa y yo íbamos caminando así con el stroller, paseando con Lucas, de repente, yo me doy cuenta que todo el mundo alrededor comienza a mirar para arriba y yo como que ...... mirando así arriba. Y de repente cuando me doy cuenta, había un avión que estaba escribiendo esas palabras, decía 'You + God =", y la otra foto dice, equals un happy face. Y yo me imagino que será joy, happiness, pero la cosas es que esa ecuación que se vio en el cielo, usted más Dios significa, llene usted el blanco: gozo, felicidad, armonía, bendición.

Y al yo haber visto eso, yo dije, guau! Que lindo ver eso desplazado a lo largo de todo el cielo y yo me quedé así, pasmado, mirando para arriba y Heidi, me decía, vente, vamos a seguir caminando y yo, espérate quiero disfrutar esto. Y mi disfrute fue tanto que hasta le tiré fotos y todo.

Eso yo lo vi, aunque tal vez fuera intención de algún ser humanos, poderse montar en un avión y tirar humo y escribir esas palabras en el aire, pero yo lo vi como un mensaje de parte de Dios a todo el mundo que vio eso. Y más en la época que fue, porque nos estábamos acercando al cierre del año 2007 y recibir el año 2008. ¿Qué mensaje? Usted y Dios ecualiza o es igual a una vida feliz, una vida completa, y esto es algo de lo cual yo quiero hablarles hoy.

Vamos a orar y pedirle a Dios dirección en este momento. Amado Dios, yo tomo esta oportunidad ahora y primero que nada quiero presentarme ante ti Señor, agradecido está mi corazón por la oportunidad que me concedes de poder compartir una vez más tu palabra con mis hermanos y hermanas. Gracias, Señor, porque sabemos que tu palabra es viva y eficaz, tu palabra es verdad, tu palabra llega a un tiempo oportuno. Tu palabra nos renueva, tu palabra nos exhorta, nos afirma y yo te pido que esas cosas y mucho más se hagan realidad hoy en medio de nosotros. Que la reflexión de mi corazón y las palabras que salgan de mi boca, Señor, sean usadas por ti para edificar las vidas de cada hombre, cada mujer, cada joven, cada niño que se encuentre aquí. Tu conoces la situación en la cual ellos están. Que esta palabra sirva para el bien de sus vidas, en el nombre de Jesús. Amen.

Yo quiero que usted le diga a la persona que está a su lado, lo siguiente: dígale, la vida alineada con Cristo alcanzará su destino. Dígalo.

¡Qué coro! Me hacía falta escuchar ese coro. Miren eso, la vida alineada con Cristo alcanzará su destino. Y no necesariamente estoy hablando de el destino o los planes que usted personalmente se trace para su vida, sino que estoy hablando de que usted alcanzará su... apuntando a Jesús, el destino que él tenga para usted.

Y no se equivoque, yo no estoy hablando de predestinación, yo no estoy diciendo nada de eso. Yo estoy hablando de esos planes que Dios tiene para su vida. Y la razón por la cual yo medito en esto, es que obviamente llevamos 6 días ya en el año 2008 y se puede decir que todavía en este tiempo hay mucha gente que está reflexionando, está planeando, es un tiempo de mucha reflexión interna. La gente se analiza, analizan sus vidas, ellos ven lo que sus vidas han sido, lo que sus vidas son y lo que quieren que sus vidas sean hacia el futuro.

¿Cuántos de ustedes están en ese bote? No muchos, ok, está bien, pues algunos de ustedes ya tienen sus vidas set, tienen su plan de retiro set, tienen to 401K set, so este mensaje lo más seguro no es para usted. No, no, mentira, mentira, este mensaje es para todos.

Miren algo, hermanos, yo estuve meditando acerca de esto y cuando estábamos celebrando la despedida de año allá en la casa de mis suegros, después que se acabó todo, de repente nos dio por prender la televisión y llegamos al canal de Univisión y en Univisión estaban haciendo un recuento de las despedidas del año a través del mundo entero. Empezaron con Nueva Zelanda, cómo lo despidieron allá, después Japón, después se iban moviendo a la China, a la República Checa, Italia y hasta llegar al lado de acá.

Yo me digo, guau, que interesante ver como todo el mundo está despidiendo esto. Y más me interesó porque cuando llegaron a Time Square en New York, de repente el reportero estaba tratando de entrevistar a personas, y se cruzaron con unos muchachos que estaban allí en Time Square y de repente el reportero le dice, oiga, y ¿qué resolución tiene usted para el año nuevo? Y el muchacho estaba con un vaso de cerveza, y dice, ‘ah, pues dejar de beber’.

Guau, si esa es la resolución que tienes para el año nuevo, pues, muchacho, ya suelta el vaso y cumple con esa resolución. Pero él, no, no, me estoy dando la última..... con esa nota así en la voz.... me estoy dando la última antes de que empiece.

Bueno, vamos a ver cuán fácil o difícil se le hace. Pero el asunto es ese, hermanos, o sea a lo largo de todo el mundo hay tanta gente que comienzan a reflexionar o empiezan a tirar viento, o sea, tiros al viento de ver cómo sus vidas pueden mejorar, de cómo sus vidas pueden alcanzar algo mejor, o también, hay gente que no tienen un pelo de idea de qué es lo que quieren hacer con sus vidas, están tan confundidos que no saben, no tienen dirección hacia donde van.

Y yo creo que en un tiempo como este, nosotros como iglesia, el Señor nos da a nosotros la oportunidad de nosotros poder dirigir y ayudar a otras personas en cómo ellos pueden alcanzar una dirección para sus vidas, de cómo ellos pueden tener algún tipo de sentido, es hacer sentido acerca de sus vidas.

Y esto es algo bien importante, hermanos, porque si usted no le da sentido a su vida, de qué vale vivirla entonces. Si su vida no hace sentido, si lo que usted hace día tras día, hora tras hora no le hace sentido, ¿de qué vale? Usted está viviendo como una máquina entonces, paso a paso, momento a momento pero no está viviendo con propósito, con un énfasis, con un enfoque.

Y aquí fue donde yo entonces pensé cuáles son los elementos más básicos de la vida, cuáles son los elementos más básicos de la vida y yo pude pensar en una lista de 4, tal vez usted pueda añadirle más, pero al menos hay 4 más básicos que sin ellos, su vida se aniquila, no existe.

El primero de ellos es el aire. Si usted no tiene el aire, usted no puede respirar. Usted puede respirar por un segundo, y siente un tipo de satisfacción en sus pulmones porque aspiró un aire puro, pero ya al próximo segundo, tiene que exhalar, porque ese aire que está adentro ya se hace nada.

El segundo elemento es el alimento. Hay gente que comen ahora y de aquí a 4 ó 5 horas más tarde, pues les va a dar hambre de nuevo y usted tiene que comer otra vez. Si usted es como yo, tal vez a las 2 horas le va a volver a dar hambre de nuevo.

Otro elemento en el cual yo pienso es el agua. Yo puedo tirarme un trago de agua ahora y como estoy hablando mucho, a los 15 minutos voy a tener sed otra vez y voy a tener que beber agua.

Pero, de nuevo, son cosas que satisfacen por un momento. Y el cuarto perdón, es la luz. ¿Saben que si nosotros no tuviésemos luz, qué sería de este mundo? Si la luz del sol no alumbrara este mundo sería un pedazo de hielo por así decirlo, inerte sin vida. ¿Saben que la luz del sol es lo que regula obviamente la temperatura aquí y en el mundo, en la bola del mundo digo yo, en la tierra? Si ustedes se dan cuenta, muchos de nosotros sufrimos particularmente en este tiempo de invierno porque ya la noche comienza a caer a las 4, 4 y media de la tarde y es como que ya uno se encierra esa hora, pero de nuevo, viene la luz, sale al próximo día, y uno continua.

La luz del sol ayuda a la fotosíntesis de las plantas. La luz le da a su cuerpo vitamina D en la piel para que usted pueda seguir funcionando de una forma más eficiente. La luz es necesaria.

Estos 4 elementos son los más básicos de la vida. Usted le puede añadir algún otro más, usted puede pensar, bueno, para la vida yo necesito un techo donde vivir. Y cierto es, todos necesitamos un techo para vivir. Y si le añado eso más, uno sería el trabajo, sin un trabajo yo no tendría un techo, y no tendría cómo suplirme de las otras necesidades básicas para poder sostener mi vida.

Y a base de esto, mis hermanos, es que muchas veces nosotros trazamos planes para lo que queremos hacer, porque tenemos estas necesidades tan básicas, nosotros nos tiramos una serie de planes en nuestras vidas, y tratamos de definir nuestras vidas, y de hacerle sentido de acuerdo a esas cosas.

Yo no se si usted se ha encontrado en algún momento una persona que le da como quien dice, su definición de lo que es la vida. Yo conozco a gente que tal vez se pueden encontrar en una playa, en el Caribe bien exótica, sentados en un bote, y con una piña colada, y de repente se tiran así hacia atrás y cruzan las manos detrás de la cabeza, y qué es lo que expiran, ‘¡esto es vida!’.

Tal vez habrá alguna gente como algunos pastores aquí en esta iglesia, que podemos coger un kayak y nos vamos a la costa de Rockport y nos tiramos a mar abierto y cuando estamos así en mar abierto, soltamos todo y con el vaivén de las olas decimos, ‘¡Esto es vida!’.

Puede ser que el haber pasado usted el año con su familia encerradito en su casa, usted se queda ahí, mira su alrededor, y al ver a sus hijos corriendo, a su esposa, su esposo, usted se dice, ‘¡ah, esto es vida!’.

Tal vez en una noche fría el mero hecho de que usted puede dormir con su ser amado y se puede calentar con él o con ella a su lado, cuando usted está ahí, y perdónenme lo que tal vez no pueden decir eso, pero en algún momento... en algún tiempo su momento llegará si Dios mediante... Pero uno está ahí en esa situación y uno dice, ‘¡ah, esto es vida!’.

Pero, ¿saben qué? mis hermanos, cuando yo analizo cada una de esas cosas, eso no es la vida en sí como tal. Esos son resultados de la totalidad de lo que es mi vida y lo que es la vida de usted. Y dependiendo de cómo usted se planee, de cómo usted haga una trayectoria de su vida, usted va a poder disfrutar cada uno de esos resultados de las cosas que usted trama para su vida.

Y pensando hoy en eso, yo llegué a un pasaje de la Escritura en Juan, Capítulo 1, y quisiera que ustedes lo buscaran conmigo. Juan, Capítulo 1, comenzando en el verso 3, dice:

“... todas las cosas por él fueron hechas y sin él nada de lo que existe, nada de lo que ha sido hecho fue hecho. En él estaba la vida y la vida era la luz de los hombres....”

Déjenme repetir ese verso una vez más: “.....En él estaba la vida y la vida era la luz de los hombres, la luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra él.... –miren qué bello esto- .....”

El mero hecho de yo saber que en Cristo estaba, está y estará la vida es algo que me llena a mi de mucha esperanza. En Cristo está la vida, y mis hermanos, estas son palabras mayores porque el mero hecho de que la Escritura declara que Jesús es y está en él la vida, eso implica de que en él es donde se originan todas las cosas.

Cuando yo pienso en eso, yo me recuerdo de un momento cuando estaba jugando con Lucas y hubo una imagen que se vino a mi mente. Yo no se cuántos de ustedes han visto un cosito de estos, esto es uno de los juguetes de mi hijo. Yo le pedí permiso para traerlo, pero esto es como un pedazo de foam que se usa en el piso para marcar un área de juego en la sala donde usted lo quiera usar. Y obviamente esto tiene letras.

Cuando yo estaba jugando con Lucas, Lucas sacó una letra de aquí y entonces trató de volverla a acomodar y no podía, y como que se frustró y trató de poner otras cosas aquí, pero no cabían obviamente, y yo vine y lo ayudé y cogí la letra que era y la puse ahí. Le digo, ‘Lucas, es así’, enseñándole poco a poco ese tipo de bonding entre padre e hijo, ustedes saben.

El asunto fue que de repente yo tuve como una revelación: para mi fue un momento divino, porque fue como si Dios me dijera en ese momento, ‘Omar, ¿sabes qué? Así soy yo con cada uno de la gente. En la gente hay un espacio designado que es mío, hay un espacio designado que lo hice yo, tiene mi autógrafo, tiene mis huellas digitales, lo tiene ahí en cada persona.

Sí, mis hermanos, cada uno de ustedes, cada uno de los que están aquí tiene ese espacio designado de Dios. Entonces como nosotros somos criaturas que necesitamos hacer sentido de la vida, para poder hacer sentido en nuestras vidas tratamos de llenar este espacio con muchas cosas. Hay algunos que pueden coger una botella de Coors Lite y la meten por aquí tratando de encontrar un sentido de dirección, de significado pero obviamente eso no satisface.

Hay gente que trata de coger dinero y lo meten por ese espacio, para ver si eso llena de alguna forma u otra y aunque puede satisfacer por un tiempo, la satisfacción después se va. Hay gente que trata de coger un buen carro deportivo y meterlo por ese espacio y al no caber tratan de manipularlo para meterlo de la forma en que ellos quieran porque ellos entienden que eso es lo que les da satisfacción o lo que les da sentido.

Hay gente que pueden meter una carrera profesional por ahí, hay gente que puede meter una educación, que pueden meter una biblioteca de libros por este espacio, hay gente que puede poner a su familia, su cónyuge, sus hijos por este espacio. Hay gente que puede poner a un novio, a una novia, es más, ¿saben qué? hay gente que tratan de meterse ellos mismos por este espacio tratando de hacer sentido de la vida. Y nos reímos, hermanos, pero esto es algo grave, porque lo que están haciendo es centrando sus vidas en sí mismos y lo que domina es un espíritu de ego y de orgullo que impide el que nosotros podamos ver de quién verdaderamente es este espacio.

.... ustedes han jugado con esto antes, ¿verdad? Cuando lo que está intencionado para ese espacio cae en ese lugar todo lo demás cae en orden. Y obviamente yo escogí la D de Dios, no es la D de dedo, no es la D de David, no... es la D de Dios, porque yo entiendo que en Jesús a través de esa vida que Jesús nos da está esa marca, esa huella digital de Dios en nosotros.

Mis hermanos, yo creo que en Jesús está el origen de todas las cosas. ¿Y por qué yo creo eso? Porque la Biblia me lo enseña. En el pasaje de Juan, Capítulo 20, verso 22, nosotros vemos cómo Jesús a través de su espíritu, él sopló un aliento, un aire de vida sobre sus discípulos. En otra forma, Jesús está diciendo, yo soy ese aliento de vida, yo doy ese aliento de vida, ese aire de vida que usted necesita proviene de mi.

Ese aspecto de alimento, hay otro pasaje en Juan, Capítulo 6, verso 33 donde el mismo Jesús dice que él es el pan de vida, y aquel que no coma de él no puede participar de él, aquel que no coma de ese pan que Jesús da siempre va a tener necesidad de alguna forma u otra. Jesús mismo se declara, yo soy el pan de la vida.

Con respecto al agua, ustedes recordarán ese pasaje de Juan, Capítulo 4, cuando Jesús se encuentra con la mujer samaritana en el pozo y qué es lo que dice, ‘el que bebiera del agua que yo le doy, de sí correrán ríos de agua viva, ¿por qué? Porque Jesús es el agua viva. Jesús es el agua que provee vida.

Y entonces la luz, el mismo Jesús se declara la luz, en Juan, Capítulo 12, verso 8, cuando él dice ‘yo soy la luz del mundo, el que me sigue a mí jamás estará en tinieblas....” Esa vida se transmitió a través de luz.

¿Saben qué, mis hermanos? Yo me tuve que hacer esta pregunta. Yo me dije, ¿por qué Juan insistió en ese aspecto de la luz? ¿Por qué? Esa luz vino a un mundo que estaba en tinieblas, en oscuridad para traer un nuevo orden, por eso era que era necesaria la luz para poder alumbrar las mentes y los corazones de la gente que la iban a recibir. El pasaje sigue más adelante, a los suyos vino, más los suyos no le recibieron. Él estaba viniendo a lo que le pertenecía a él, Jesús estaba viniendo a su creación, más algunos dentro de su creación no lo recibieron.

Miren esto que yo escribo aquí. Yo digo, si alguien está en tinieblas, ¿qué va a pasar? No ve. Si no ve se confunde y si se confunde tiende a resistir o a oponerse a todo lo que encuentre en esa oscuridad.

Déjenme ponérselo en un ejemplo un poquito más claro. Hace unos años atrás en Puerto Rico, cuando yo vivía allá todavía, casi todas los años se llevaba en uno de los parques allá, una feria donde traían montañas rusas, machinas de uno montarse y disfrutar. Entonces yo recuerdo que una de las que más a mi me gustaba entrar era en la casa de los espejos. ¿Cuántos de ustedes han entrado en una casa de espejos? Pues, esta vez que yo recuerdo, de las muchas otra veces que yo fui, yo recuerdo que en esta casa al entrar tenía muchas luces y era donde estaban todos los espejos que obviamente distorsionan su imagen. Oh, si me paraba delante de uno, pues me veía bien ancho, o si me paraba de frente otro, me veía súper largo, o si me paraba enfrente a otro, mi cuerpo se distorsionaba por completo con una cabeza bien grande y el cuerpo bien chiquito, era un relajo. El asunto era que en esa parte de la casa había luz, obviamente porque la idea era que usted se viera en esos espejos.

Ahora, mientras usted entraba, usted entraba en un tipo de laberinto de espejos y cristales, y evidentemente mientras usted entraba ahí las luces ya se iban apagando más y más y más, el asunto es que usted se perdiera adentro de ese laberinto. Ahora, al yo estar caminando en ese laberinto, cuando yo veía lo que parecía ser una salida, cuando iba caminando, pángana.... me daba un cantazo contra el cristal, porque lo que había era un cristal y yo pensaba que era la salida, pero no, me chocaba ahí.

Y uno iba tanteando entre las paredes y los espejos hasta que por fin encontré lo que parecía una salida, pero era un cuarto oscuro, donde el piso se estaba moviendo. O sea, está todo oscuro, hermanos, de ese de oscuro, negro, pitch black, que usted no ve nada, que usted se pone la mano al frente y ni la ve. No sabe si la está poniendo aquí o si se la está poniendo acá, porque uno se desorienta en ese tipo de oscuridad.

El asunto es que cuando yo entré en ese cuarto, y yo siento que el piso se está moviendo, y yo estoy tratando de buscar la salida y yo moviéndome así de lado a lado de repente piso algo, y oigo un grito, ¡aaaay!, y cuando me doy cuenta era que alguien estaba tirado en el piso porque se mareó con tanto movimiento y al no encontrar la salida, se mareó y se cayó. Y yo como que me eché a un lado, pisé a otra persona, y yo.... guau, pero aquí hay gente tirada en el piso por todos lados.

Y si ustedes se dieron cuenta de mi reacción, mi reacción fue una de rechazo, de defenderme, de tener cuidado, de echa pa’ ya, zapato viejo.... Esa fue mi reacción. Ahora, la única forma en que usted podía salir de ese cuarto negro era porque al final había una puerta que cada tres segundos se abría y obviamente había una luz al final de esa puerta para usted poder ver por dónde iba y poder salir.

Si usted estaba demasiado mareado, y si usted estaba tirado en el piso, tenía que salir arrastrándose de ahí, o al menos que otra persona lo cargara y lo pudiera sacar. Ahora, pero si usted estaba todavía en sus pies, y se podía balancear en tanto movimiento, cuando esa puerta se abriera, usted salía corriendo como a las millas de Cuchiflan, no me pregunten qué es eso, porque es una expresión bien portorriqueña, pero usted salía corriendo de ahí y salía ¿por qué? Porque veía la luz y podía salir.

Ese ejemplo, hermanos, yo espero que no los haya confundido más. Pero ese ejemplo me da a entender a mi el tipo de mundo en el cual nosotros vivimos. Si ustedes ven yo creo que hay gente que pueden estar rodeados por una oscuridad externa y cuando llega la luz y alumbra esa oscuridad, la gente despierta, pueden ver y saben por dónde ir. Pero también hay gente que no importando las luces que tengan a su alrededor, las tinieblas que tienen están tan metidas en su corazón que no pueden saber, ni pueden identificar por dónde van.

Son dos casos bien distintos. En el primer caso estoy hablando de una persona que tiene un corazón dispuesto, que aunque tal vez las cosas a su alrededor estén de mal en peor, cuando llega la luz de Cristo a su vida y alumbra esa persona recapacita, la persona vuelve en sí, cae en sí de nuevo y sabe por dónde ir.

Ahora, una persona cuyo corazón está nublado todavía, la luz de Cristo puede estar ahí, ahí, ahí, alumbrando, alumbrando pero si esa persona no tiene esa disponibilidad, se va a quedar ahí patinando en hielo, no va a poderse mover en ninguna dirección.

Y yo creo, mis hermanos, que en este tiempo en el cual nosotros estamos viviendo, el Señor Jesús más que nunca está alumbrando con su luz los corazones para que cada uno de nosotros podamos alinearnos con él y saber la trayectoria en la cual tenemos que ir. Hoy más que nunca, mis hermanos, hoy más que nunca el Señor está buscando que nosotros nos alineemos con él y que andemos en su luz.

La razón por la cual yo digo esto, mis hermanos, es por la misma razón de lo que dije al principio, cada día más y más, la gente está buscando cómo hacerle sentido a sus vidas y tratan de hacerle sentido dependiendo de las cosas que pongan en este espacio. Las cosas que meten por ahí, que ponen en este espacio que está intencionado para Dios, eso es lo que se convierte en la definición de sus vidas, pero son definiciones que se quedan incompletas, son experiencias que se quedan a la mitad, no experimentan su potencial total porque no está el punto principal en su lugar.

Y hoy más que nunca el Señor está buscando que nosotros nos alineemos con él, el Señor más que nunca está buscando gente que se atrevan intencionalmente a poner a Dios en el lugar donde tiene que ir, cosa, miren esto, cosa de que todas las cosas que nosotros metemos por ese espacio, puedan caer en su perfecto orden.

Miren, no todas las cosas metemos por aquí son todas malas. Déjenme aclarar eso. Obviamente si usted mete la Coors Lite que yo mencioné, caray, cuidado, y si usted mete alguna otra sustancia química que vaya a alterar su sistema, cuidado por favor. Ahora, pero, si usted trata de poner su familia aquí, miren su familia es algo bello, es un regalo de Dios, eso es algo hermoso.

Si usted trata de poner su profesión aquí, mire, gloria a Dios, que usted tiene un trabajo, hay otros que no lo tienen. Úselo para el bienestar de otros, para bendecir a otros y para que la bendición de Dios alcance su vida. El asunto es que cuando Dios no está en su lugar, hermanos, esas cosas que están en nosotros, están en una constante pelea: ¿cuál es la que va a dominar? ¿cuál es la que más posición va a tener? ¿cuál es la que más influencia va a tener en medio de las decisiones que nosotros hacemos?

Pero cuando Dios llega y se conecta en el lugar que él tiene que estar, entonces llega la luz. Y la luz comienza a pelear con la tiniebla, empieza este tire y jala de lado a lado, pam, pam, pam.... peleando, peleando y Dios comienza a poner todas las cosas en su lugar. Es como una máquina que comienza a funcionar bien fluido y todos los desperdicios, lo que no valga, lo que no sirve, esa misma máquina lo deshecha, lo saca fuera.

Igualmente es la luz de Cristo en medio de nuestras vidas. Cuando él llega y se encuentra con el arroz con bueyes que nosotros tenemos en nuestros corazones, él dice, mira, el arroz con bueyes es un plato muy bueno pero yo quiero hacer algo mucho más saludable, y comienza a poner cada cosa en su lugar; esto aquí, esto allá, esto aquí, esto allá, y cuando se encuentra con algo que nosotros lo peleamos y lo resistimos, porque eso es lo que muchas veces hace la tiniebla, resiste el que la luz pueda dominar, lo resiste.

Pero si yo veo ese pasaje que nosotros decimos que las tinieblas no prevalecieron en contra de luz, esa palabra es bien importante hermanos, porque prevalecer significa, el significado puede venir en dos formas: por un lado es que no va a ejercer un control, o un dominio sobre el otro; y también por otro lado es que mantiene una perspectiva de confusión.

Así que la luz de Cristo cuando viene, viene a traer un orden a su vida y viene a traer una claridad a su mente para que entonces usted sepa cómo alinear sus pasos a la luz de él.

Para que usted sepa cómo alinearse a lo que él tiene intencionado para su vida. No necesariamente es que el Señor le va a tronchar todos planes que usted pueda hacer, pero que él va sí a poner en dominio y en control los planes que él tiene para su vida, y aquellos que usted haya trazado, mira, él los va a ir dirigiendo y los va a ir ajustando a la mano con usted para que usted pueda experimentar la bendición que él tiene para su vida.

Una de las cosas más importantes que yo quiero que ustedes se lleven de esto, es lo siguiente hermanos: no lo peleen. No lo resistan. Dígaselo a la persona que está al lado suyo: No resistas la luz.

¿Saben por qué yo digo esto? Que nosotros sí, podemos decir, guau, que llevo una vida bien linda con el Señor y todo eso, pero cuando verdaderamente el Señor empieza a apretar nuestros botones de áreas que verdaderamente duelen, de áreas que nos incomodan a veces, de las áreas, como quien dice, que no queremos que nadie se meta ahí. Esas son las áreas donde principalmente el Señor va a empezar a apuntar y por eso es que digo, no lo resistas, no resistas esa luz que viene a tu vida, porque esa luz lo que viene es a traer un orden divino en ti.

Al contrario, cuando llegue esa luz, guau, como cuando yo estaba en ese cuarto metido, vi esa puerta que se abrió y esa luz que se alumbró al final, sal corriendo por ahí y ponte en línea con esa luz.

Hermanos, yo creo que a medida que ustedes ahora mismo comienzan en estos primeros 6 días del año, usted comienza a meditar y a reflexionar en cómo quiere usted que su vida se lleve a cabo, tal vez algunos de ustedes estos primeros 6 días, han comenzado con villas y Castillas y miren, celebramos eso, le doy gloria a Dios por eso. Y tal vez para algunos de ustedes no ha comenzado muy bien que digamos. Y yo, como quiera, celebro eso, porque tanto en medio de las buenas como de las malas, el Señor está en control de su vida.

El Señor tiene la forma de cómo obrar en usted aún cuando usted ni lo está buscando, pero el Señor se las busca para que sus planes y sus propósitos se cumplan en medio de su vida. Lo más importante es que nosotros podamos mantener un corazón dispuesto, un corazón disponible para que esa luz pueda alumbrar en nosotros, que pueda penetrar en las tinieblas de nuestras vidas y nosotros poder andar mano a mano con el Señor.

Hermanos, yo termino diciendo esto. Esto fue algo que no lo mencioné en el servicio anterior, pero lo digo ahora. ¿Por qué el Señor está buscando gente que caminen en su luz? Y esto es algo que muchas veces no lo escuchamos a menudo pero, hermanos, yo creo en mi corazón que el Señor está cerca, yo lo creo en mi corazón.

Si usted me pregunta a mi, Omar, ¿por qué tu eres un cristiano, por qué tu le has entregado tu vida al Señor? Y yo les voy a decir lo siguiente: yo le entregué mi vida al Señor porque el Señor me ha dado una promesa de vida eterna que nadie jamás en la vida me va a poder dar.

Si usted quita eso de lo que es la vida cristiana, ¿saben qué? La vida cristiana no va a hacer sentido, va a ser un grupo religioso más que tiene un libro de ética y de moral y a través de eso se dejan llevar sus vidas. Pero no, yo he decidido alinear mi vida con Cristo Jesús porque él ha dado una promesa de que va a volver con su iglesia, porque él ha dado una promesa de que él quiere de que esa ecuación que yo vi en el cielo, de que Dios y yo juntos significa una vida feliz, una vida plena, una vida próspera, una vida abundante, una vida que durará por largos días.

Miren que interesante, cuando Jesús se dice que él es la vida, aún la muerte, aquél que muere en Cristo Jesús, esa muerte se torna para vida aún más. Y eso solamente puede experimentarse cuando nuestras vidas, cuando nuestros pasos están alineados con Cristo Jesús. Yo creo, hermanos, que el Señor está preparando su iglesia, el Señor nos está preparando a todos nosotros y este mensaje no lo estoy diciendo por una forma de cliché, como que sí, el Señor viene pronto. No, no, no, hermanos, piensen en eso.

¿Cuántos de ustedes en estos primeros 6 días del año han meditado en esa expresión que el Señor Jesús viene pronto por su iglesia? Que podemos decir que esto es un nuevo año en el cual tenemos una oportunidad para acercarnos más a Dios, para estar en línea con él, para dejar que su luz nos alumbre, que nosotros entonces podamos ser de mayor bendición a otras personas a nuestro alrededor, y que de la misma forma nuestras vidas puedan estar preparadas para cuando llegue ese momento en que él vaya a volver por su iglesia y nosotros disfrutar de una vida mucho mejor, una vida que no tiene palabras para ser expresada.

Yo quiero que usted se ponga de pie, mi hermano y mi hermana. Yo quiero que usted piense en este espacio. Yo quiero traerle una vez más a este espacio. Piense, ¿qué usted ha puesto aquí? ¿Qué usted ha puesto aquí?

Habremos puesto cosas que solamente satisfacen momentáneamente pero nos quedamos con la misma necesidad y seguimos, y seguimos, y seguimos buscando y no encontramos nada. Yo quiero hacer una primera invitación para que si aquí en este lugar, en este salón en esta sala hay alguien que todavía no ha alineado sus pasos a la luz de Jesús, y usted quiere aprovechar esta oportunidad para hacerlo, yo quiero invitarle a que como usted quiera, si usted quiere levantar su mano, si usted quiere venir y pasar aquí al frente en un paso de fe, como un gesto de fe, que usted diga, mira, este año es el año que establece la diferencia, este es el año donde ya lo que tengo que dejar a un lado, lo dejaré a un lado y vengo y entro en línea a luz de Cristo Jesús.

Si usted no ha hecho ese paso aún, escuche bien, si usted no ha hecho ese paso aún y usted ha sentido la voz de Dios que le está hablando a su vida, que le está diciendo, yo quiero que mi luz alumbre en ti, yo quiero quitar las tinieblas de tu vida, pero para eso tienes que alinear tu vida conmigo. Yo tengo que entrar a tu corazón para que mi luz saque afuera las tinieblas.

Si tu entiendes en ti, en tu mente, en tu espíritu, que esas palabras son para ti, yo te invito para que puedas tomar esa decisión hoy. Te voy a dar un tiempo, medítalo ahí. Si quieres levantar tu mano, levanta tu mano.

Y en la misma forma, yo extiendo esta palabra para todos nosotros, hermanos, aquí ninguno se va sin nada. Cada uno de ustedes en distintas formas, usted está planificando qué va a hacer con su vida, cómo va a proseguir su vida, cómo usted va a mantener su vida, por favor sea intencional en invitar la luz de Jesús en cada una de las transacciones que usted hace, en cada uno de los encuentros, cada una de las decisiones, cada uno de los pensamientos traiga a Dios ahí.

Que esa ecuación en el cielo se haga una realidad en su corazón. Si usted quiere tomar ese paso también hoy, a usted yo le extiendo la invitación, mis hermanos. Yo también quiero que la luz de Dios alumbre cada uno de mis pasos, sea cual sea la circunstancia que esté viviendo, sea buena, sea mala, sea fácil, sea difícil, sea de prosperidad, de abundancia, como sea de escasez, sea cual sea la situación en la cual usted está, si usted quiere que la luz de Cristo alumbre ahí en su vida, tome esta oportunidad para decírselo al Señor.

Si usted quiere venir aquí a este altar y tomar un momento para orar y hacerlo como una confesión, como una afirmación, como una decisión, mire, hágalo ahí en el nombre de Jesús. En el nombre de Jesús que esto sea ya un tiempo decisivo donde las cosas van a ser distintas, y sepa usted, mi hermano, que si usted se alinea, si usted se alinea a esa luz de Cristo Jesús, créame que usted va a alcanzar los planes y los propósitos que el Señor tiene para usted. Tal vez usted ha tomado decisiones que han dañado, que usted piensa que habrán dañado esos planes de Dios, pero ¿saben qué? los planes de Dios se van por encima de los de usted. Nada puede detener los planes de Dios.

Yo he hecho malas decisiones también, pero esas malas decisiones no han dañado los planes de Dios, al contrario, los han puesto mejores el drama. El drama se ha puesto mejor. Si usted quiere que el drama de su vida se ponga mucho más interesante acepte esa invitación hoy ahí en su corazón.

Yo le invito a que cierre sus ojos, piense en ese espacio que le pertenece al Señor. ¿Le está dando usted a él la prioridad que él merece, o está usted trabajando en su propia energía, en sus propias fuerzas, tratando de hacer las cosas como usted mejor prefiere, como usted mejor cree que es mejor para usted?

Mire, si usted decide hacer eso, usted va a llegar hasta cierto nivel, pero siempre se va a quedar insatisfecho. Ahora, si usted alinea, si usted trae a Jesús en el medio de sus planes, en medio de sus vidas, el nivel de satisfacción va a ser aún mucho mayor porque usted está llegando al centro, al originador de la vida en usted.

La vida que más usted desea se encuentra en Cristo Jesús. Y ¿saben qué? muchas más cosas pueden salir de este mensaje pero yo quiero impregnar esto en ustedes, que sea un mensaje de inspiración para su vida, que cuando usted salga de aquí, usted pueda salir diciendo, Señor, mira todos planes que tengo para este año, mira todas las cosas que tengo para el porvenir, mira todas las decisiones que tengo que tomar, mira las nuevas situaciones a las cuales me voy a tener que enfrentar. Mira las nuevas personas con las cuales voy a tener que lidiar, mira los asuntos que voy a tener que resolver, mira las puertas que tengo abrir, mira las puertas que tengo que cerrar. Usted mejor que yo lo sabe.

Y Señor Jesús, ahora mismo yo te pido desde lo más profundo de mi corazón, Jesús que tu luz alumbre sobre cada uno de mis hermanos y hermanas, tu conoces su corazón, mi Dios, tu conoces las intenciones que ellos tienen al venir aquí a esta casa de adoración. Todo está al descubierto, de frente a ti, y como tu conoces lo que hay en el corazón, tu mejor sabes cómo alumbrar en medio de sus vidas, tu sabes alumbrar a los lugares específicos para que puedan haber cambios, para que puedan haber transformación.

Jesús yo entrego a este pueblo en tu mano. Tu te estás preparando un pueblo, Señor, limpio y puro delante de ti, Señor Jesús, un pueblo que camina en tu luz, un pueblo que se deja llevar por la dirección de tu espíritu, Señor, un pueblo que quiere verte a ti glorificado, Señor, en medio de todas las cosas porque tu vienes a buscar a este pueblo, Señor, tu vienes pronto por tu iglesia y nosotros somos tu iglesia, nosotros somos tu novia, Señor.

Padre, y en el instante en que estamos aquí en la tierra, Señor, ayúdanos a vivir en una forma fiel, íntegra a ti, Jesús, y que aunque cuando cometamos, Señor, nuestras faltas poder reconocer que tu luz está ahí para levantarnos, para restaurarnos, para seguir adelante, Señor Jesús, no importando las situaciones tu estás ahí para levantarnos y para usarnos para dar tu bendición a nuestras vidas y que nosotros asimismo podamos ser de bendición a otros.

Yo bendigo a este pueblo, Jesús, yo bendigo a esta iglesia, Señor, bendigo a cada uno de mis hermanos y hermanas en este nuevo año 2008 que ha comenzado, Señor, que cada una de las circunstancias a las cuales ellos se están enfrentando, Señor, que seas tu alumbrando cada uno de sus pasos. Provee mi Dios cada una de las necesidades que ellos tienen, Jesús, pero sobre todas las cosas, que tu vida abunde en medio de la vida de ellos, una vida que no necesariamente se mide por la previsión material que podamos tener, sino por la abundancia de tu presencia en medio de nuestras vidas, y cómo nosotros respondemos y obedecemos a tu llamado en nosotros.

Padre, guía, guía, guía a cada cual aquí, Señor, desde el más joven hasta el más viejo, Jesús, yo pido que seas tu dirigiendo cada uno de sus pasos, que esto sea un año, mi Dios donde a través de la fe que ponemos en ti, Señor, podamos ver milagros ocurriendo en medio de nosotros, Señor Jesús, que podamos alcanzar esas metas a las cuales tu nos estás llamando, Señor, que no nos dejemos llevar por el temor o la confusión o las tinieblas, sino que podamos levantar nuestros rostros a la luz admirable que proviene de ti, Cristo Jesús, tu que eres el que alumbra nuestras vidas y nos enseñas el camino que debemos andar.

Te damos las gracias Señor, y a ti sea la gloria y el honor por siempre y siempre, Señor. Amen. Amen. Gracias Jesús, gracias, Señor.

Antes de que se vayan hermanos yo quisiera que nosotros cantáramos este himno como una afirmación a estas palabras. Este himno que dice, ‘con mi fe te alcanzaré, con mi fe te tocaré, mi milagro recibiré, y yo se que transformado seré’.

¿Saben qué? El Señor está en el negocio de transformar nuestras vidas. Hagamos esta declaración delante de él y seremos despedidos. Gracias, Señor. Gracias, Jesús.