Reflejamos la creatividad de Dios

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Las cosas que hemos estado predicando en estos domingos acerca de los dones del Espíritu Santo, la vida llena del Espíritu Santo, el movernos en el poder y la unción del Espíritu Santo. Yo creo que Dios ha querido darnos una ilustración gráfica de eso a través de este momento.

Tenemos un Dios que, su intención ha sido bendecir a su iglesia con todos los nutrientes, todas las destrezas, todos los recursos que la iglesia necesita para enriquecer su vida y para acometer las diferentes tareas que el Señor le ha encomendado hasta que él venga.

Mi esposa me decía mientras estábamos aquí un momentito sentados, que cuando estaban tocando el primer número con el grupo musical ella, si interpreto bien sus palabras, tuvo una especie de visión del Señor moviéndose sobre las aguas diciendo, ‘Sea la luz, sean los peces del mar, las aves del cielo, los árboles de la tierra’. Y no es coincidencia que esa música provocara ese tipo de visión porque nosotros tenemos un Dios eminentemente creador, esa es la esencia de la naturaleza de Dios.

Dios es un Dios creador. Él es el primer creador del universo. Dios es un escritor de novelas y cada uno de nosotros somos protagonista de una de las novelas de Dios. Dios es un escritor de poemas y nuestras vidas son poemas vivos que se viven delante de la presencia del Señor. Dios es un escritor de canciones y de melodías.

Los filósofos de la edad Media pensaban que los planetas al girar alrededor de sus órbitas y de los soles que los ciñen a su atracción, evocan una música y lo han llamado, ‘la música de las esferas’, el zumbido de los planetas.

Si uno pudiera escuchar con oídos sobrenaturales esos planetas dando vueltas alrededor del sol, a miles de millas por hora, emiten un sonido que glorifica al Señor. Dios es un ser eminentemente musical. Si nosotros podemos concebir melodías y ejecutarlas y componer melodías es porque Dios puso esa melodía en nuestro corazón y en nuestro espíritu, porque él quería que nosotros, hechos a su imagen y semejanza, reflejáramos su creatividad.

Y Dios es un Dios que crea vida y por eso ha puesto en nosotros la capacidad de procrear vida también en una manera menor, evidentemente, pero de todas formas es una imitación de su capacidad para crear vida. Dios ha puesto en nosotros dones científicos para ordenar el mundo que él nos ha concedido, ha puesto en nosotros capacidad científica para escudriñar los secretos que él ha codificado dentro de la naturaleza. Y él se goza cuando sus hijos descifran las adivinanzas que él ha puesto dentro de la naturaleza y sobretodo cuando sus hijos le dan gloria al Señor por esos descubrimientos.

Hace poco, en los últimos días la ciencia está celebrando uno de los grandes triunfos del avance científico del siglo XXI. Se han descubierto unas nuevas formas de crear unas células, stem cells, que pueden asumir ciertas formas y que en un futuro, no muy lejano, dentro de unos 5, 7, 8 años, y ya se están haciendo cosas maravillosas, estas células podrán recrear tejidos y sanar órganos destruidos y crear nueva piel, y nuevos nervios y nuevos músculos y parte de, mi imagino, del cerebro humano y otras cosas, y enfermedades podrán ser sanadas a través del injerto de células saludables que se regenerarán entonces y restaurarán tejidos dañados y deshechos. Esto promete revolucionar la humanidad.

El hombre es eminentemente creativo porque tiene la esencia de un Dios creativo dentro de él. Nosotros reflejamos la creatividad de Dios. Y dentro de cada uno de nosotros se mueve la creatividad de Dios, lo que pasa muchas veces es que muchos de nosotros, por razones de circunstancias en la vida y tantas otras cosas que nos matan la creatividad, o no nos dejan ponernos en contacto con nuestra creatividad, o nos impiden desarrollar nuestra creatividad al nivel que Dios quiere que esa creatividad se lleve a cabo. Pero cada ser humano, yo creo, nace con una dotación de Dios, con un toque, con una impresión del espíritu divino y todo ser humano potencialmente puede llegar a ser cosas grandes y poderosas.

Lo importante es que nosotros creamos en la chispa de Dios que está dentro de cada uno de nosotros. Ahora, lo que yo acabo de decir se aplica a toda la humanidad pero se aplica sobre todo a la iglesia de Jesucristo. Si tu eres un miembro del pueblo de Dios, yo quiero que tu sepas que en una forma muy especial tu llevas la dotación del poder de Dios dentro de ti. Tu tienes el don de Dios dentro de ti. Tu tienes una capacidad para hacer cosas que al hombre natural no le es posible y todo depende de que tu creas esto y que tu lo recibas en tu corazón y que entonces vivas al nivel de esa creatividad que Dios ha puesto en ti.

En la epístola a los Efesios, el Apóstol Pablo dice lo siguiente: “.... bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo...”

Fíjese que Pablo está hablando en pretérito, en términos pasados diciendo que Dios nos bendijo con toda bendición espiritual. Dios cuando profirió la creación de su iglesia junto con la creación de su iglesia declaró dones y bendiciones que comenzaran a circular por los aires donde corriera su iglesia. Y cada vez que una persona entra al ámbito del Reino de Dios la bendición de Dios, la energía divina corre a través de esa persona y esa persona recibe el poder y la potencialidad para hacer cosas grandes en el nombre del Señor Jesucristo.

¿Cuántos creen eso? Por lo menos digan amen aunque no se lo crean. Dios nos ha bendecido con toda, digan todos ‘toda’, toda bendición espiritual. Eso quiere decir hermanos, que aquí entre nosotros hay dones musicales, hay dones literarios, hay dones científicos, hay dones educativos, hay dones organizativos, hay dones de liderazgo, hay dones sobrenaturales, como dones de sanidad, de profecía, de liberación de espíritu, discernimiento, fe, milagros, sanidades. Eso dones están porque Dios nos bendijo con toda bendición espiritual.

Oh, si el pueblo de Dios se atreviera a creer eso y a vivir en esa fe y en esa creencia, pero desgraciadamente lo que el Señor me dijo allí mientras yo trataba de aunar lo que ha pasado aquí con la palabra que quería predicar que cambié completamente. Yo me decía, háblales acerca de la importancia de que desarrollen los dones que yo he puesto en ellos.

Y en realidad, el pasaje clave para este proceso se encuentra en Segunda de Timoteo, Capítulo 1, versículo 6, donde el Apóstol Pablo le dice a Timoteo:

“... por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos, porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía sino de poder, de amor y de dominio propio. ..”

El Apóstol Pablo le está escribiendo a Timoteo, un joven pastor, un siervo del Señor. Timoteo ya está en los caminos de Dios. Timoteo ya está siendo usado por el Señor pero el Apóstol Pablo le escribe a este pastor, a este ministro y le dice, ‘Timoteo, te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti’.

Mire lo primero allí: Timoteo tenía el don de Dios dentro de él, así como tu tienes el don de Dios dentro de ti. Y Timoteo, sin embargo necesitaba avivar ese don que estaba dentro de é. Timoteo necesitaba enfocar ese don y desarrollarlo a un nivel mayor.

Dios ha puesto un don en tu vida. Dios ha puesto una dotación de poder en tu vida y muchos de nosotros no llegamos a desarrollar esos dones, como yo decía antes, porque o nunca nos hicieron pensar que teníamos nada de importancia dentro de nosotros. Desgraciadamente quizás nuestros padres estuvieron tan involucrados en su trabajo y tan en déficit en su vida, que nunca tuvieron el tiempo o la sabiduría para hacernos creer que nosotros teníamos algo digno de desarrollar dentro de nosotros.

Yo me alegro que estos hermanos, Delmi Martínez, es una mujer que creen en los dones de Dios y sus dos niños están en ese grupo que bajó allá y ella siempre ha querido, con su esposo, cultivar el don de la música en sus niños, porque cree que Dios le ha dado ese don y ellos tienen una curiosidad muy grande por la música.

Y qué bueno que esos padres invierten en sus niños y tienen la diligencia de decirme, ‘pastor, podemos traer a los niños aquí abajo y orar por ellos’. Eso puede gravar algo en el corazón de esos niños. Eso puede ser un acto profético a través de lo cual la bendición de Dios se desate dentro de ellos.

Adlan decía que alguien le regaló un pianito cuando tenía 3 años. ¿Cómo se sentirá esa persona si todavía está viva viendo a Adlan tocar de esa manera? ¿Se habrá imaginado esa persona que ese pianito iba a convertirse en un pianote un día y que iba a correr los países del mundo enriqueciendo y bendiciendo la iglesia y edificando al pueblo de Dios? Pero esta persona fue movida a dar eso.

Hermano, nunca escatimes una posibilidad de bendecir a alguien con una palabra de afirmación, con una inversión en sus vidas, con un regalo. A los niños, hermanos, en vez de estarles regalando revólveres y monstruos por allí, vamos a regalarles libros en el nombre del Señor, amen, vamos a regalarles instrumentos musicales en el nombre del Señor, amen. En vez de regalarles jueguitos que los hipnotizan y les matan la creatividad porque no usan su cerebro, vamos a regalarle programa de computadora, vamos a comprarle una computadora.

Hermanos, muchos de nosotros estamos ahí economizando dinero para que algún día que esto que lo otro, y nuestros hijos están languideciendo muchas veces y no les estamos regalando las cosas que pueden recibir para desarrollarse en sus intelectos y sus espíritus, y sus emociones. Tenemos que invertir en esas cosas, hermanos. Yo prefiero en cualquier momento invertir un dólar en la educación de mis hijas que en cualquier otra cosa de esta tierra porque yo no voy a estar esperando a que el día que me muera les voy a dejar una herencia, quién sabe qué será de esa herencia de aquí allá. Si yo puedo ahora bendecirlas educándolas, llevándolas a un museo, enseñándoles cómo comer en un restaurante, cómo ir a un salón de música sinfónica, o a un lugar aunque se aburran, pero quiero exponerlos a esas energías y que se acostumbren a ellas, porque uno no sabe cómo de ahí el don de Dios puede ser activado, cómo ahí en ese lugar como se rozó el don que Adlan tenía con ese pianito y se despertó un gigante.

Y muchas veces nosotros podemos ser usados por Dios en esa manera, para regalarle a alguien algo, para darle una palabra de afirmación, para orar por ellos, para desarrollar el don de Dios que está en ellos. Si usted ve un joven por allí cabizbajo y desanimado, no vea un fracaso, vea algo de Dios que se está desperdiciando y acuda y ponga su mano sobre ese joven, estimúlelo, anímelo, bendígalo y si es posible, ore por él y declare proféticamente el desarrollo del don de Dios en su vida. Crea en el poder de Dios en usted para desarrollar esos dones, hermanos.

Dios dota a su pueblo. Cuando Dios llama a un pueblo y cuando Dios hace pacto con ese pueblo, es porque Dios quiere bendecirlo, no es posible tener una relación íntima con Dios y no ser enriquecido y ser impregnado con la vida y el poder de Dios.

Cuando Dios llamó a Abraham le dijo ‘Abraham, en ti serán benditas todas las naciones de la tierra’. Y cuando Dios le leyó la herencia y su pacto al pueblo judío cuando apenas entraban a la tierra de Canaan, les dijo ‘yo los voy a hacer cabeza y no cola, ustedes van a dar prestado y no van a tomar prestado. Ninguna de las enfermedades de Egipto caerán sobre ustedes. No habrá en ustedes matriz estéril, habrá abundancia material en sus vidas, y yo les bendeciré mientras ustedes se mantengan apegados a mí, yo les voy a bendecir....’

Y hermanos, yo quiero decirles que como su pastor, cada vez que yo miro sobre ustedes y predico sobre ustedes, yo veo el gran potencial que tiene esta comunidad para hacer cosas grandes para gloria del Señor, para romper cadenas del diablo sobre nuestra ciudad, para bendecir a la ciudad, para crear jóvenes llenos del Espíritu Santo.

Yo veo esos jóvenes allá arriba y yo veo el potencial, I see the great potential of God in your lives, young people. I see the goodness of God in your life. I see winners. I see young men and women that have the potential to do mighty, wonderful, powerful things for the glory of God. I see doctors, I see lawyers, I see musicians. I see all kinds of different things, doctors of philosophy, academicians, governors of cities in estates and politicians who have positive influence over the life of society. I see that in you, I see the potential of God in you. It all depends on whether you can believe God and undertake the journey of the search for the full manifestation of the gifting of God in your life.

Cuando yo veo el don de Dios reflejado en el pueblo de Dios, yo veo un embrión, veo algo que Dios ha puesto allí, su vida, su potencialidad, y entonces se supone que esa persona crea que el potencial de Dios está en él o en ella y entonces se lance a desarrollar ese don que está en él.

No te preguntes si tu tienes un don, más bien pregúntate cómo puedo yo desarrollar el don de Dios que está en mí. Desde niño yo he estado poseído por un sentido del don de Dios en mi vida y es una sombra que me ha perseguido a través de los años, y yo he querido en todo lo posible desarrollar el don de Dios en mí. Si yo no hubiera creído eso, Dios no me hubiera sacado, yo creo, de la pobreza de República Dominicana para permitirme estudiar en las mejores universidades. Y digo eso para gloria del Señor, pero Dios puso esa carga por desarrollar el don.

Siempre me vi estudiando, siempre me vi desarrollando mi don académico, mi don intelectual y para gloria del Señor, Dios me ha llevado a las mejores universidades: Harvard, Princeton, Andover, sin pagar un centavo. ¿Por qué? Porque Dios se place en coger lo pequeño, lo frágil, lo débil, lo insignificante del mundo y ponerlo en lugares altos para gloria de su nombre. Yo doy gloria al Señor por eso.

Y cuando yo veo estos músicos desarrollando su don aquí, son latinos que podrían estarse metiendo droga en alguna esquina o preñando una jovencita, o haciendo daño a alguien, o matando a alguien con un balazo en la cabeza, pero están glorificando el nombre del Señor, adorando el nombre del Señor. Eso es lo que Dios quiere, hermanos, y eso es lo que Dios quiere para tu vida. Eso es lo que Dios quiere para tu familia.

Cuando Dios llamó al pueblo hebreo lo dotó con toda bendición espiritual, y aunque el pueblo hebreo se ha apartado de Dios al rechazar al Mesías que Dios ha enviado, sin embargo la bendición que Dios le declaró a su padre, Abraham, los persigue, los ha perseguido a través de la historia y aunque ese pueblo ha sido pisoteado, vilificado, perseguido, matado inmisericordemente, ese pueblo, siempre dondequiera que llega, Dios lo pone a la cabeza. De una vez surgen los banqueros, los profesores de universidad, los literatos, los intelectuales, los músicos.

Israel ha producido más hombres y mujeres de renombre que ningún otro país de la historia del mundo. Ese pueblito pequeñito, perseguido y acosado por dondequiera que han ido, ¿por qué? Porque la bendición de Dios está sobre ellos.

Ahora, hermanos, yo tengo algo mejor para decirle a ustedes, ustedes son el pueblo de Dios escogido, también la iglesia de Jesucristo y el nuevo pacto de Dios es mucho más excelente que el primer pacto, dice la palabra del Señor. Así que ustedes también tienen todo el derecho del universo a esperar que la bendición de Dios, la creatividad de Dios, la excelencia, la gloria, la belleza, la armonía, la inteligencia, la sabiduría de Dios se va a manifestar en sus vidas, en sus generaciones, en su juventud.

Pero muchas veces nos pasa lo que le pasaba a Timoteo, somos como esos muchachitos querendones, esos bebitos que están tan pegados a la mamá que no desarrollan la capacidad para moverse. Usted ve que sus músculos son como gorditos, son así porque no les gusta moverse. La mamá a veces tiene que empujarlos para que comiencen a caminar porque están tan pegaditos, tan acurrucados a la mamá que no quieren esforzarse.

Y muchos de nosotros somos así. Entramos a los caminos del Señor, amamos al Señor, estamos gozosos de estar en la familia de Dios, pero no estamos desarrollando nuestros dones, no estamos haciendo esfuerzo para avivar el fuego del don de Dios que ya está en nosotros. Por eso yo me gozo cuando veo hermanos que cuando camino por aquí por los salones de la iglesia, durante las noches de semana, y veo hermanos aprendiendo inglés. Gloria amen, por eso es que hay uno o dos allí estudiando inglés, o por lo menos aprecian lo que están estudiando.

¿Por qué, hermanos? Porque yo veo esa gente desarrollando el don de Dios que está en ellos. No creas que porque Dios puso un don en ti ese don va simplemente a desarrollarse como si fuera por arte de magia. Cuando Dios pone su don en tu vida, hay una parte que tu tienes que hacer. El don de Dios es una potencialidad, pero si Dios desarrollara los dones independientemente de nosotros, crearía parásitos, crearía gente inútil. El don de Dios se desarrolla cooperando con el Espíritu Santo.

Lo primero que tu tienes que hacer cuando tu crees que Dios ha puesto un don y tienes que creerlo si eres un hijo de Dios, tu tienes que decir, ‘Padre, ...tengo y ahora voy a echarle leña para que ese fuego sea grande y poderoso, voy a estudiar’.

¿Usted cree que Billy Graham de la noche a la mañana fue un gran evangelista? Yo les he dicho, leyendo la autobiografía de él, lo que él dijo: ‘ la primera vez que él fue a predicar, lo invitaron a predicar y se llevó como 5 sermones, por si acaso le faltaba un poquito el tiempo que pudiera por lo menos tener acceso a otro. Dice que en 20 minutos predicó los 5 sermones que tenía y le quedaba tiempo todavía sobrando. Pero Billy Graham persistió, Billy Graham fue a estudiar. Estudió en Whitton College, estudió en seminario, dondequiera que podía predicaba, predicaba hasta en el bosque, él solo ahí predicándole a los árboles y a los pájaros para desarrollar su don. Y poco a poco ese don fue desarrollándose hasta que un día todo cayó en su lugar y un hombre muy famoso y muy rico, Hearst, dueño de muchos de los grandes periódicos de aquí de Estados Unidos en ese tiempo, dijo, ‘Vamos a empujar a Billy Graham’. Y de la noche a la mañana se convirtió un gran potencia evangelística y el resto es historia. Se lanzó el ministerio de Billy Graham, un ministerio que cubrió y ha cubierto las naciones, porque Dios tiene su tiempo para todo.

Cuando Dios dota a la persona lo pone entonces a desarrollar su don y Dios espera que tu avives el fuego del don de Dios que ya está en ti. Por eso es que muchos de nosotros no hemos llegado a donde tenemos que llegar. A veces nosotros pensamos que Dios unilateralmente, él desarrolla el don en la persona. No, los dones tienen que irse trabajando a través del estudio, a través de la meditación, a través del ayuno, a través de la oración, a través del ejercicio en fe.

Muchas personas, por ejemplo, tienen un don profético dentro de ellos, pero muchas veces Dios les habla y sienten algo, una impresión fuerte, pero se quedan encogidos y no lo declaran porque son tímidos o porque son haraganes, o porque tienen otras situaciones en su vidas. ¿Y sabes lo que pasa? Cuando tu no desarrollas el don de Dios que está en ti, tu contritas al Espíritu Santo, el don se seca, el don se apaga. Y Dios dice, ‘bueno, cabezón, voy a esperar a que amanezca la luz del día y tu comiences a creer que lo que yo doy es real en tu vida’.

Al que mucho se le da, mucho se le pide, hermanos. Dios espera que nosotros trabajemos los dones y que demos pasos de fe. Nadie aprende a caminar de la noche a la mañana. Uno comienza titubeando, tambaleándose, dándose golpes, haciendo el ridículo. La gente se ríe de los bebés, muy bonitos y todo esto, pero a los adultos nos gusta hacer eso. Entonces nos quedamos encogidos, no nos atrevemos.

¿Cuántos varones yo miro muchas veces en la iglesia no abren su boca para cantar? Desgraciadamente no se atreven a cantar. No es porque no tengan voz, es porque cuando niños se les enseñó, los hombres no cantan, eso es para las mujeres. ¿Entiende? Eso tiene que ser cerrado, tiene que ser áspero, tiene que ser varonil, etc, etc. Entonces, hay muchos hombres que se criaron no cantando. Es interesante eso, así como tampoco se les enseñó que podían llorar, porque llorar era cosa de mujeres. Se les mató la capacidad artística de apreciar un buen poema, una canción de amor, expresar ternura, sentir miedo, sentir dolor y expresar lo que sentían. No se les puso a tono con esa dimensión de su vida emocional. Entonces, toda esa potencialidad de enriquecer a sus hijos, bendecir a sus hijos con una palabra de bendición, o un beso, o una palabra de afirmación, o expresar temor cuando sentían, o admitir duda cuando la sentían, todo eso se fue apagando en sus vidas. Y cuando llegan a la iglesia, y entran a la iglesia y que se les pide que canten y piensan, ‘si comienzo a cantar mi esposa se va a reír de mi, nunca me ha visto cantar, o mis hijos’, y entonces se quedan callados, cerrados.

Y la vida de Dios quiere brotar de ellos. Quien sabe cuántos tenores y cuántos barítonos ricos hay en la congregación y no estamos atreviéndonos en el nombre del Señor a soltar esa canción que hace 40, 30 años que quiere salir de nuestro espíritu. Atrévete en el nombre de Jesús.

Quizás al principio te saldrá un hilito de voz, quizás hasta un gallo se te va a salir de vez en cuando, pero poco a poco tu voz se va a ir afirmando, tu oído se va a ir desarrollando, tu alma se va ir abriendo y tu podrás cantar las melodías también al Señor, y eso te sanará de muchas cosas y te pondrá en contacto con una parte de tu espíritu que necesita libertarse. Pero tienes que desarrollar el don de Dios que está en ti.

Jóvenes, ustedes quieren tener logros en la vida, quieren llegar a cosas grandes. No se crean que va a pasar automáticamente. Hay que invertir, hay que trabajar duro, hay que pelarse las pestañas, hay que estudiar varias horas al día. Son muy pocas las personas que pueden simplemente estudiar media hora y ya ir a la escuela al otro día y saberlo todo. Hay que trabajar duro. Hay que ser sistemático. Hay que ser persistente. Hay que ser disciplinado, hay que especializarse en las cosas pequeñitas. Hay que creer que un hábito pequeño desarrollando día, tras día, tras día persistentemente crea cosas grandes con el paso del tiempo.

Pero es todo cuestión de esforzarnos. El Señor le dijo a Josué, ‘Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente, no temas ni desmayes porque yo estaré contigo dondequiera que tu vayas.....’

Dondequiera que yo miro en la palabra, yo veo a Dios diciéndole a su pueblo, ‘esfuérzate’. Uno de mis pasajes favoritos está en el libro de Eclesiastés donde Dios le dice al pueblo de Dios, yo diría, echa tu pan a las aguas porque después de muchos días volverá a ti. Reparte a 7 y a 8, no seas escaso.

Dios nos invita a atrevernos a hacer cosas grandes. Hace poco le regalé una suscripción a Time Magazine a cada una de mis dos hijas. Tuve que invertir unos 30, 40 dólares en cada una de esas suscripciones, pero yo, lo que estoy haciendo en ese momento estoy sembrando en su futuro y estoy haciendo un gesto profético. Estoy creyendo que eso puede hacer algo en su vida y puede enriquecerlas. Yo se que ellas se molestan conmigo porque soy muy insistentes muchas veces en que hagan sus trabajos y otras cosas. Pero ese es mi llamado, porque yo se que así es que se desarrollan los dones de Dios.

Dios quiere crear guerreros. Dios quiere crear hombres y mujeres esforzados y valientes que crean y que digan, ‘Yo tengo el don de Dios dentro de mi yu ahora me voy a lanzar a desarrollarlo plenamente y traer gloria al Señor’.

Hermanos, si Dios ha puesto en ti alguna curiosidad de estudio, de lo que sea, algún hambre intelectual, algún hambre artístico, ponte a trabajar en ello. Mucha gente quiere tocar el piano pero eso requiere cada día tu sentarte media hora, una hora allí a dar con los dedos y a frustrarte y a sobreponerte a todo eso, hasta que finalmente comiencen a salir las melodías que Dios quiere que salgan dentro de ti. Pero tienes que creer en ello, tienes que decir, ‘yo tengo la bendición de Dios en mi y ahora me lanzo a buscarla en el nombre de Jesús y Dios la va a desarrollar en mi vida.’

Les dejo entonces con esa palabra del Apóstol Pablo, “....por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio...”

Que el Señor nos bendiga, hermanos. Vamos a ser un pueblo esforzado. Pongámonos de pie y vamos a darle gloria al Señor. Yo quiero que tu creas ahora mismo y te digas a ti mismo, Dios ha puesto un don en mi vida. Dios ha puesto una dotación de poder. Yo la creo, yo la recibo, yo la tengo. Confiésalo en el nombre del Señor y ponte a trabajar en ella, ponte a desarrollarla, ponte a perseguir lo que Dios ha declarado sobre tu vida. Cree en el nombre de Jesús lo que tu tiene viene de él, lo que tu tienes no es del hombre.

Esa inquietud que está dentro de ti no es carnal, es divina, es espiritual. Dios quiere bendecirte. Dios quiere usarte para bendecir a las naciones. Dios quiere que esta comunidad sea una comunidad llena del poder y los dones del Espíritu Santo. Dios quiere que nosotros seamos enriquecidos y prosperados y que creamos que el mismo poder que levantó a Cristo de los muertos se mueve dentro de nosotros en este día.

Padre, en el nombre de Jesús nosotros rechazamos toda duda, toda inercia, toda holgazanería que pueda haber en nosotros, Señor, y creemos que tu nos has llamado a escalar grandes alturas y a hacer cosas grandes para gloria y honra de tu nombre. Y Padre, ponemos a un lado el espíritu de cobardía, de timidez, de ser conservadores y nos vestimos con el hábito del guerrero y nos lanzamos a buscar nuestra bendición en la vida.

Yo pido que tu levantes hombres y mujeres, Señor, ejemplares en nuestra iglesia, gente que bendiga a la comunidad y Padre, yo declaro la unción tuya, la prosperidad tuya sobre este pueblo en todas las áreas de la vida. El shalom tuyo, Señor, que enriquece y no empobrece. Gracias, Padre, que esta palabra, Señor, este reto de tu Espíritu Santo que nos aconseja que avivemos el fuego del don de Dios, porque tu has puesto fuego, Padre, es fuego abrasador, es fuego que da calor, es fuego que da vida, es fuego que derrite todo lo frío y lo muerto dentro de nosotros, es fuego que pone pasión en la voz y fe en la mente y en el corazón para hacer cosas grandes.

Recibimos ese fuego, Señor. Yo me comprometo, Padre, con esta iglesia a desarrollar el don tuyo hasta que brille y arrope, Señor, toda esta comarca. Bendigo a este pueblo. Gracias por lo que hemos recibido hoy. Gracias por lo que hemos celebrado, Señor. Y nos vamos de aquí a vivir vidas victoriosas, Padre, a ser tu pueblo escogido, Señor, a ser un pueblo de poder, un pueblo admirable para gloria del nombre de Jesús que es admirable en su nombre oramos estas cosas y el pueblo de Dios dice: Amen y amen.

Les bendigo en el nombre de Jesús mis hermanos. Vayan con la paz de Dios. Sean bendecidos.