Dios te dice algo, hazlo!

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Reverendo Steve Horning es de los Estados Unidos, pero ha estado trabajando en Argentina por muchos años y también en Andorra, España. ¿Cuántos saben donde está Andorra? No es exactamente un país español de paso, es español pero no es parte integral de España sino que es un país aparte completamente. Muchos de ustedes quizás no han oído hablar de este país, es una nación pequeña. Steve les va a dar más información acerca de eso, cómo Dios ha usado su vida y el llamado evangelístico que Dios ha puesto en su corazón y la pasión por alcanzar las naciones. Así que, un aplauso de bienvenida al Reverendo Steve Horning. Bienvenido Steve. Bendiciones.

Mucha gracias, el Señor les bendiga a todos. Estoy muy contento de estar aquí entre todos ustedes. Vivo en Manchester, New Hampshire y faltan 2 meses para que me mude a España, a Andorra. Andorra es un país pequeño entre Francia y España en los Pirineos, el nivel más bajo de cualquier ciudad de las 13 ciudades en Andorra, es de 5000 pies, casi como Mount Washington, y el más alto de 10 mil pies de altura. Y es un país pequeño que habla catalán, español y francés, los 3 idiomas. Hay 3 escuelas: la catalana, la francesa y la española y todo está regido por los 3 países y tiene 700 años de antigüedad. Así es bastante más viejito que EEUU, ¿no? Y en esos 700 años el país que fue establecido por Carlomagno es un lugar donde hasta 1989 no se conocía ningún cristiano nacido de nuevo.  

Y cuando Dios nos mandó, los primeros cristianos que nos dio para llevar a Cristo, nosotros no teníamos plata y vivíamos en una carpa, en una tienda de campaña. Y había una chica que estaba llorando junto al río y le dije, ‘¿Cómo te llamas?’. Me dijo, Juana, y le dije, ¿por qué estás triste? Me dijo, porque todo en la vida me va mal, nada funciona, que esto que lo otro. Dije pues, esa no es una vida que me dio mi Dios. mi Dios no te daría esa vida, Dios quiere algo diferente para ti. Dios quiere cambiar todo. Dios quiere entrar en tu vida. dice, ‘Pues, yo soy el gerente de un hotel. Vente a las 4 de la tarde y voy a llamar a todo mi personal y me vas a contar de tu Dios’. 

Así que llevamos a las primeras personas a Cristo en ese hotel y comenzamos la iglesia, y el problema era que todos eran fornicarios y vivían en conjunto con sus novios o novias y después de eso, de predicarles durante unos 6 meses, dije, bueno, esto ya no aguanto más, les voy a dar una buena predicación sobre la fornicación. Y se me fue toda la iglesia y no vino más nadie. Fue buena la predicación pero nadie se arrepintió, así que tuve que comenzar de nuevo. 

Pero después voy a entrar a contar esto. Primero quiero decir que es un placer de que vuestro pastor, una persona tan gentil y tan conocedor, tan especial y su esposa, que me tuvieran en su iglesia, le encuentro un honor y para mi de estar también con ustedes es una bendición. Gracias por tenerme.  

Tengo una esposa. Ha sido la misma desde hace 29 años. Ella es de Sudáfrica. La conocí en Montreal evangelizando, y ella llevaba el Evangelio a los negros en Sudáfrica a caballo y vino a trabajar con Jucum y yo trabajaba con Jucum. ¿Saben lo que es Jucum? Juventud con una misión, y yo estaba en Buenos Aires, en Argentina y servía al Señor y Dios me dijo de llevar un equipo de jóvenes a través de Latinoamérica para llegar a Montreal para las Olimpíadas del 76. Así que con cien dólares en el bolsillo junté 7 jóvenes y viajamos hasta la ciudad de México. Y en México fuimos a pedir las visas para cruzar EEUU y llegar a Montreal y nos dijeron, ‘ustedes no pueden cruzar, tienen que conseguir su visado en el país de origen’. Ah, así que hicimos todo el viaje por nada. Salimos con 100 dólares pero cada lugar donde fuimos, en Bolivia, en Perú, en Colombia, llegábamos a predicar en iglesias, nos daban ofrendas e hicimos un poco más, a Costa Rica, a El Salvador, después a Nicaragua, antes, Guatemala y México y volver para casa. 

Nos pusimos a orar, Señor, ¿qué hacemos? Nos dijo, pues, puedes volar. Amen. Así que yo fui a California, le pedí ofrendas a las iglesias y en una semana teníamos la plata para los 7 y volamos todos a Montreal y ahí conocí a mi esposa. Le dije, Señor, ya no me gustaban las chicas, ¿saben? Porque yo quería casarme pero con todas las chicas cristianas, me miraban, me decían, ¿y qué hacés? Soy misionero. ¿Y cómo hacés para vivir? Y cuando veían que no tenía plata, me abandonaban todas las chicas. Es esto, yo dije qué montón de chicas falsas. Te aman por la plata que tenés o por la que no tenés. 

Entonces, cuando conocí a Annete, había dicho Señor, yo no quiero ninguna chica para mi vida, solamente quiero servirte a ti. Pero cuando ví a ella, dije, Señor, pero si alguna vez me casara, quiero una como esa. Y yo no sabía nada, pero ella estaba diciendo, Señor, yo quiero un chico como ese. Así que le escribí cartas por un año y medio a Sudáfrica. Ahí no teníamos Internet, tenía que escribirle cartas de 10 hojas de largo. Y cuando le pedí que viniera de Sudáfrica para casarse conmigo en California ella se vino, como yo no podía estar solo teniéndola con la plata que tenía, le dije que si no quería casarse conmigo, y me dijo ¿por qué tardaste tanto en pedirme la mano? Era medio tímido, ¿no? Y nos casamos y desde aquel momento en el 77 no hemos cesado de servir al Señor en Argentina y en Brasil y en EEUU, Canadá y Andorra, España. 

Así que ha sido maravilloso Wendy compartía que va en México. Ustedes a veces no saben cómo es riguroso la palabra, cómo es riguroso de servir al Señor como misionero en un país extraño, extranjero. A veces ella está levantando sostén económico, entonces alguien te manda 50 dólares y decís, Gloria a Dios, tengo para vivir y tengo para comer una semana. Y vas poniendo 7 dólares para cada semana para comer. Así es la vida cuando estás en el extranjero, porque no podés trabajar ahí, no te dan visado de trabajo. Así que oran por Wendy, oran por mi.  

Yo tengo solamente la piel más dura que ella porque soy un poco más viejo. Pero lo que ustedes hacen cuando envían sostén económico a un misionero, ¿piensan que están evangelizando desde su asiento? Si lo están haciendo. Piensen que están cambiando un país y lo están haciendo, pero donde más todo ocurre es cuando está ese misionero sentado en su casa y dice, ¿Cómo voy a hacer para comer hoy? Y ora. Yo tengo un remedio, ¿no? Cuando tengo hambre saco mis fotos para satisfacerme, porque esto no existe en EEUU. ¿Nadie ha ido a Argentina nunca? ¿Quién ha ido a Argentina? ¿Saben lo que es un bife de lomo argentino? Lo saco de mi billetera, ya no siento más hambre. Así que lo llevo conmigo. Es la mayor experiencia cultural en el mundo, un bife argentino. 

Bueno, aparte de esto, nos reímos un poco todos, estamos sirviendo al Señor. Tengo una esposa que ama al Señor, que es misionera de llamamiento. Ella tiene, no te voy a decir cuántos años tiene, claro.... no hay que nunca decirle. Perdí una persona de la iglesia cuando le pedí cuántos años tenía, nunca vino más. Y tengo una hija casada en Argentina, que sirve al Señor, de 28 años. Tengo un Washington en el estado, que está estudiando que tiene 27 años y tengo una pequeña de 14 años en casa con nosotros. Y recién Dios nos llama a dejar nuevamente EEUU e ir a Andorra a acabar el llamamiento que Dios me dio.  

El llamamiento de Dios es diferente que seguir al Señor simplemente. Si tiene una llamado es diferente. El requisito a veces es más difícil para llenar, porque como vamos a ver hoy, Dios también quizás va a poner el llamado sobre tu vida hoy. Es hermoso, es maravilloso. 

Tenía un trabajo de un cuarto de millón de dólares al año en Los Ángeles, California, a los 24 años. Ere intérprete para los abogados de California en una empresa. Y cuando Dios me llama yo había estudiado el castellano, conocía algo de Argentina, de los gauchos, de estas cosas, y una noche fui a una reunión y había llegado ese día un contrato por el cuarto millón de dólares para abrir la agencia en mi ciudad y fui a una reunión donde un pastor estaba predicando sobre la necesidad de jóvenes de ir a Argentina a predicar el Evangelio. Y cuando acepté el llamado, el pastor ese me dijo, Hay jóvenes aquí que van a ofrecer su vida que Dios ha estado preparando para ir a Argentina y deben pasar adelante. Yo dije, qué charlatán este, ¿no? Está como trabajando las emociones. 

Si vas a la universidad, ¿qué te enseñan? A ser un escéptico, a no creer en nada y yo no creía en nada ni en nadie. Pero era recién un cristiano de hace 3 semanas. Y fui a escucharlo, y dice, ‘ven aquí joven’ y ora por mi y pone la mano y dice, ‘Dios te ha preparado para ir a Argentina, bla bla bla bla’. Y fui a sentarme, dije, ‘qué interesante’. Y él no sabía nada de mi contrato por un cuarto de millón de dólares. Y yo estaba 3 semanas buscando al Señor, ¿qué hago, Señor? Es tu voluntad, servirte, trabajar. ¿Cómo se encuentra tu voluntad? Y me llama de vuelta y me dice, ‘joven, Dios me ha dado algo más para ti’. 

Él era de Nueva Zelanda, no me conocía para nada. Y entonces dice, Dios me muestra que recién recibiste un contrato en el correo y no hay que firmarlo, sino que hay que ir conmigo a Argentina. Dije, ‘pues, hay un Dios y me conoce y me habla con el teléfono rojo, y yo voy a dejar todo para servirle’. 

Y a los dos meses rompí el contrato, dejé mi carrera de maestro secundario, dejé todo para servir al Señor hace 33 años atrás, y volví después de 32 años a EEUU para vivir la primera vez, hace un año volvía Nueva Hampshire. Y ahora Dios me llama de vuelta a seguir, así que recuperé las fuerzas y voy a seguir. Dios es maravilloso. 

Quiero contarte algo también de lo que pasó en Argentina, que todo esto tiene que ver con el mensaje. En 74, antes que se conociera el pastor Anacondia, Dios levantó a Omar Cabrera y Dios me llamó a trabajar al lado de él. Viví en su casa y él fue mi mentor. Y en esa casa comenzamos a tener un mover de Dios en Argentina que fue el comienzo del avivamiento argentino. Era un tiempo que vivimos bajo la guerrilla y los militares y muchas veces me han metido una ametralladora a la cara, a la espalda, mandándome a bajar de la camioneta, sacar todo, a revisarme y hay veces que pensaba que me iban a matar, porque tuve que huir del país porque me habían asociado con el grupo guerrillero de los Montoneros por una razón extraña y pensaban que yo era un cabecilla de ellos, y el embajador me dijo, ‘Vete de Argentina porque te están buscando para matarte’. Entonces le dije, ‘¿cuándo debería marcharme?’. Me dijo ‘Si yo fuera tu, yo me iría mañana’. Así que me hice las valijas y me fui. 

Y fueron tiempos de mucha conmoción en Argentina y bajo ese tipo de dificultad nació el avivamiento, bajo un gran problema nacional. Y Dios comenzó a moverse a tal manera que íbamos a una ciudad que tenía 10 mil habitantes y venían 10 mil personas. En una ciudad que fuimos la gente nos sirvió la comido, puso veneno en la comida y tuvimos fiebres que no podíamos predicar porque el diablo quería pararnos. Y eran tiempos difíciles, momentos difíciles, pero el Evangelio seguía adelante.  

Íbamos a pueblos donde venían 10 mil personas en un pueblo de 10 mil personas, y la gente quería que quedar porque no había más gasolina, no había más comida en las tiendas. La gente venía y limpiaba todo y venía para escuchar el Evangelio bajo esa gran presión que no había dinero, que estaban los militares, que había muchos problemas. Y ahí nació el avivamiento en Argentina. 

Me acuerdo que íbamos a la ciudad de Villa María, 20 mil habitantes y vinieron 20 mil. Comenzamos la iglesia próximo mes de 10 mil personas. Íbamos comenzando, estableciendo iglesias tan rápido que llegamos a crecer en un año 20 mil personas durante la guerra de las Malvinas, que Argentina estaba como atacando las Malvinas, que aquí se llaman Falkland Islands, y llegó un tiempo que la gente se entregaba al Señor, pero por los milagros que Dios hacía. 

Eran cosas tremendas. La gente venía a la plataforma, un niño vino y no tenía oreja. Estábamos orando y escuchando y escuchamos un ruido, y miramos y había saltado de la cabeza la oreja formada, delante de 20 mil personas. Habían... Dios obraba con las várices, las mujeres que tenían mucho peso y muchos hijos, tenían várices ya llagadas, supurando, con sangre y vendadas y le pedíamos que sacaran las vendas delante de la gente y veías la sangre y mirabas, otra miraba era más blanco. Mirabas cómo dentro de un minuto, o a 3 minutos, uno a 3 minutos, y tenían la piel como blanca, como de un bebé, que Dios iba sanando las várices delante de tus ojos. 

Recuerdo que en una reunión a veces la gente se liberaba de la opresión de los demonios y se sanaba a la misma vez y a la misma vez aceptaba a Cristo. En una reunión comenzamos a escuchar por ahí un grito de una persona, gritando tan fuerte que a veces no sabes porque a veces la gente se liberaba y podía pasar cualquier cosa. Pasaban peleas entre la gente por agarrar un asiento, porque no había asientos. Pasaba liberaciones y con esos gritos, mandamos un obrero que vaya para allá y la mamá nos cuenta que nació completamente sorda y está gritando de alegría porque no sabe hablar, no sabe decir nada. Personas que... liberaciones tremendas. 

Una mujer que practicaba la brujería trajo en un frasco, después de la oración, en el siguiente día de oración, en un frasco una cosa que parecía como un renacuajo, un pollywog, ¿no? Un bicho ahí en el agua y ella cuenta que va a hacer lo del cuerpo al baño y dice, ‘esto salió en el inodoro’. Era como un bicho así de largo y lo trajo en un frasco y comenzó a caer el poder de Dios, de liberación y la gente comenzaba a liberarse y nosotros a veces nos poníamos en la plataforma y solamente tomábamos testimonios, porque no había tiempo para predicar, solamente tomar testimonio tras testimonio. 

Un judío llega a la reunión en un taxi y cuando llega a la reunión siente cuando toca el terreno al aire libre el poder de Dios cae sobre él, tira las muletas, porque caminaba con muletas, iba corriendo enfrente y dice, ‘Yo soy judío, no soy creyente cristiano, pero ahora mira cuando toqué el terreno, Dios me ha sanado las piernas, desde hace 20 años andaba así con muletas y las tiró y dice que todavía no soy creyente, sigo siendo judío pero vuestro Dios me ha sanado. 

Entonces pasaban cosas tras cosas. Un niño que nació sin el, me cuesta explicarlo pero me vas a entender, nació sin el tubo que va de los riñones para orinar así que le meten un tubo de plástico para orinar por el costado y nació así y como en Argentina no había dinero, ni la técnica para producir esto, tenían que mandar a pedir a Alemania para los tubos de plástico, y para hacerlo cada mes que el niño tenía que ir al hospital a que lo verifiquen, le tomaban radiografía. Y entonces la mujer trae al niño de unos 7, 8 años a lareunión y oramos por él. Y cuando oramos no pasó nada, va el niño a la casa, pero después el próximo día trae el niño, y dice: ‘este es el niño que ustedes oraron y mira, él va a contar el testimonio.’ 

El testimonio es el siguiente: a la mañana llama a la mamá y dice, ‘mamá, mirá  he encontrado juguete’, entonces la mamá va corriendo y no sabe lo que es. Y está con el aparato humano natural orinando sobre todos los juguetes. Pero, nació sin el conducto natural de los riñones para orinar por el aparato humano. Lo hacía a través del tubo, pero ahora estaba usando el aparato sin que hubiera un conducto. Dios creó uno, pero lo maravilloso que pasó después es que ella trabajo la pila de radiografías para mostrar que no tenía conducto natural y el diario tomó las fotos y eso nos trajo 10 mil personas la siguiente noche, cuando el diario lo publicó y estábamos como sacando gente que venía a la iglesia católica.  

Y comenzaron a ponerse en contra los curas e hicieron que la policía dijera que nuestra iglesia ‘Visión de Futuro’, era un frente para la CIA, ¿saben lo que es la CIAS? La central de inteligencia americana y entonces dijeron esto para difamarnos. Así que hubo una polémica muy grande entre los diarios y la gente que venía a sanarse y la próxima mañana el diario salió. El juez juzga a Omar Cabrera y Dios juzga al juez porque murió el juez que mandó la indagación en su asiento la próxima mañana después de tratar de difamarnos.  

Y vivíamos en un estado de en contra del estado, el estado trataba de cerrarnos las reuniones. Lo último que le cuento del avivamiento, ¿quiere que le cuente esto no? Lo último antes de predicar, porque lo que Dios hace a veces es tan grande que queremos saberlo. La ciudad de Mendoza, bajo el régimen militar, habían mandado que no hiciéramos más reuniones y había amenazar con poner los subversivos una bomba debajo de la plataforma y Omar preguntó, ‘¿Señor predico o no predico? Si vas a predicar una bomba debajo la plataforma hay que saber si tiene que predicar o no, es aconsejable. Entonces Dios le dice, ‘Predica en tiempo y fuera de tiempo’, así que fue confiando y la policía dijo, ‘Si reverendo, si usted predica le vamos a mandar los gases lacrimógenos y los perros policiales y le vamos a atacar a tu gente, porque tenemos orden de arriba, del jefe. 

Entonces Omar va a predicar y mandaron los gases, mandaron los perros y había una cantidad de milagros tan grandes esa noche que cuando soltaron los perros y dispersaron la gente no se cómo es en tu país, pero cuando está tratando con unos argentinos medio italianos que tienen una cólera que se levanta, no atacas a la gente cuando están predicando a Dios. Así que la gente se enojó, se vino marchando a la intendencia para quemar al intendente y a la intendencia entera, ‘queremos al intendente, lo vamos a matar’. Pobres cristianos, habían sido cristianos por poco tiempo, no sabían que no debían matar al intendente, pobrecitos. 

Entonces vinieron marchando para matarlo y el intendente viene, ‘Por favor reverendo Cabrera, podía pedir que su gente vuelva a casa’. Dice ‘Bajo una sola condición, me deja terminar el mensaje de predicación desde el balcón de la intendencia’. Dice, ‘si, reverendo, cualquier cosa’.  

Termina predicando, se sana un montón de gente y la hija del juez que era juez era intendente también se sana de las piernas, y se saca los soportes para el polio, un gran milagro de Dios. He visto gente, se vienen a las reuniones, se saca ahí en Argentina todavía se llevan estos aparatos cuando no pueden pararse bien por el polio, se los sacan, se los tira, van caminando y van creyendo. Este es vuestro Dios. 

Y antes de seguir más, vamos a orar. Ponte de pie conmigo. Vamos a orar que Dios haga lo mismo que hacía en Argentina en este momento, quiero leer la palabra porque es la palabra que nos da el poder para estar sanos, es la palabra que tiene la última palabra y es la palabra de Dios que contiene ese poder que nosotros necesitamos. En el libro de San Marcos dice: 

“....y le dijo Jesús, ‘Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura, el que creyere y fuere bautizado será salvo, más el que no creyere será condenado y estas señales seguirán a los que creen. En mi nombre echarán fuera demonios, hablarán nuevas lenguas, tomarán en las manos serpientes, si viviere cosa mortífera no les hará daño, sobre los enfermos pondrán las manos y sanarán....” 

Gloria al Señor. Vamos a orar que Dios haga llegar su sanidad a tu cuerpo en este momento. ¿Cuántos creen que Dios te puede sanar en este momento? Amen. Pueden bajar la mano. Vamos a simplemente poner la mano sobre el lugar que queremos que Dios sane como si fuera la mano de Jesús, amen. Ponla ahí. Voy a hacer que repita una oración pero antes de hacer la oración Dios me ha mostrado que hay que orar por personas que sienten un bulto debajo de la piel, en particular creo que es una persona que tiene un bulto debajo del brazo que no sabe lo que es. Si tiene una cosa que es un daño en tu cuerpo porque hubo un accidente y quizás quedó un sobrehueso ahí, y como que formó un bulto, un bulto quizás que hay en el pecho, en el cuello o debajo del brazo, si tiene algo así quiero que usted pase adelante en este momento, solamente el problema ese del bulto que vaya pasando y quiero orar por eso específico. Algo ha quedado después de un accidente no normal en el cuerpo y por eso produce la dificultad que a veces produce una inflamación o tirantez en esa parte del cuerpo que no tiene fuerza o le duele cuando duerme le duele, o cuando camina le duele, cuando hace esfuerzo le duele.  

Si es algo así quisiera que pase adelante y vamos a orar por ti. Y la otra cosa que vamos a orar específicamente es por la liberación de ataduras. Si usted siente como que le han hecho, quizás lo trajo de su país, y no acabó de ser librado, quizás un vecino, usted cree que le está haciendo el daño, que ha ido a un vidente y un brujo o que no quedó libre porque nota confusión o porque siente como que algo fuera de ti, que no tendría que estar, que usted pase adelante. Si siente una atadura y quiere que Dios desate la atadura espiritual, que pase adelante. 

Entonces vamos a hacer una oración por todas las cosas pero en particular vamos a orar por esta cosas y vamos a esperar que Dios sane la enfermedad, que libre del poder del mal en el nombre de Jesús. 

Ahora, te voy a pedir que no mires para no distraerte, para concentrar en el Señor porque una de las cosas que a veces no permite que nosotros lleguemos a la sanidad de Dios es que no estamos realmente concentrados o porque guardamos algo en contra de alguien sin perdonarlo, eso obstruye de que el milagro llegue de Dios, porque dice, si recuerdas que tiene algo contra ti, reconcíliate. Así que te voy a pedir si tienes algo y sabes que algo entre tu vida y la vida de otra persona no perdonada, te voy a pedir ahora que le digas al Señor dentro de ti, que lo perdono. Suéltalo, no te hace bien, te hace mal.  

Entonces si hay algo de falta de perdón, pide al Señor que te perdona y perdónalo tu a esa persona. Y después la otra cosa que tenemos que hacer para recibir algo del Señor es humillarnos. La Biblia dice, ‘Dios resiste a los soberbios pero da gracias a los humildes’, dice ‘si mi pueblo que es llamado por mi nombre se humillare delante de Dios y orare y pidiera perdón a Dios que yo iré desde los cielos y sanaré su tierra’, que vamos a humillarnos y quizás hemos tenido una actitud de orgullo contra otras personas o en actitudes y eso también pude ser una obstrucción.  

Así que vamos ahora a volver a colocar la mano sobre el lugar que estamos pidiendo la sanidad y si usted está aquí pidiendo liberación de alguna atadura, pon la mano sobre el corazón. Te voy a pedir que repitas la oración conmigo: 

‘Padre celestial, yo vengo delante de ti y en el nombre de Jesús y me humillo delante de ti reconociendo que no soy nada ni nadie para tener orgullo. Perdóname, Señor y si ha habido algo que yo he ofendido a alguien o si no he perdonado a alguien por lo que me hizo, lo perdono, lo perdono. Líbrame, lo perdono y recibo tu perdón. Gracias, Señor.’ 

Ahora, en el nombre de Jesús, ora conmigo, en el nombre de Jesús, te pido que tu pongas tu mano sobre el lugar de mi dolencia, del mal en mi cuerpo. Envía tu mano de poder, rompe, rompe el poder del maligno, desátame de la atadura. Yo resisto al diablo de mi vida, lo reprendo, yo rompo toda atadura, toda enfermedad que hay sobre mi cuerpo, sobre mi familia, sobre mi hogar, sobre mis finanzas, sobre mi mente, lo rompo y en el nombre de Jesús. Y ahora, Señor  yo recibo tu poder sanador, el poder de la liberación del cuerpo y del alma, yo recibo la sanidad del bulto que hay debajo de mi piel y la irregularidad que hay en mi cuerpo del problema del corazón, del problema de tragar, del problema de eczema, de todos los problemas, yo recibo la sanidad en el nombre de Jesús. Amen.  

No se mueva, no pierda la reverencia del Señor. Quiero que haga lo siguiente, que se toque ahora en el lugar que tenía la dolencia y que se fije que ha pasado, que se fije que ha pasado, que comience a tocarse. Si tenía en la pierna, tóquese. Si tenía en el zapato en el pie, saque al zapato para ver si desapareció el bulto o quizás un uña encarnada, o quizás una inflamación en el vientre, tóquese, para ver lo que ha pasado. 

Mientras usted se va tocando, no vaya mirando por ahí, sigue en actitud de reverencia, voy a hacer unas preguntas aquí, aquí adelante. Quiero que las personas que están adelante que me miren. Quiero preguntar qué tenían: dificultad para levantar, levántalo en el nombre de Jesús. Baja, levanta. ¿Se va yendo? No está más. Gloria a Dios. ¡Aleluya!  

¿Cuánto hace que tenía esto? ¿Cuánto hace que tenías el dolor? Para mi esposo que se murió y por eso mi... cuántos años hace esto.... Gloria al Señor. Gloria al Señor.  

El Señor se está moviendo, no pierda la reverencia. El Señor se está moviendo. ¿Qué problema tenía, señorita? ¿De qué? Nervios. ¿Qué sientes ahora? Respira. ¿Se va yendo? ¿Cuánto hace que tenías? Pasa aquí, sube acá. Dios está haciendo algo en ella, ¿qué pasó? Me levantó algo. Pero ¿a raíz de qué tenías esta opresión? No se. ¿Qué sientes ahora? Como que algo se me levantó. ¿Puedes decir gloria a Dios? Gloria a Dios. Ella está contenta. 

¿Qué pasó ahí? Sufrí un accidente, me pegué contra un tablero de un carro y tengo, tenía un hematoma pues esta mañana inclusive, alcancé a hacer unos pañitos con hielo y me dolía. ¿Pero lo tienes bien maquillado, no? Porque no veo nada. ¿Qué pasó? Hace dos meses me pegué y el pegarme pues se me inflamó la cara totalmente. ¿Y ahora qué tienes, se fue no? Todavía, esta mañana sentía duro, ahorita no, ya.... ¿Qué sientes ahora, no te duele más? No, no me está doliendo ahorita nada, no toco nada ahí y no me duele. Amen. 

Ahora quiero saber, quién ha sentido que Dios te ha tocado, los que están aquí, que levanten la mano. Ella, ¿qué pasó? Yo tenía, tengo, me declararon grasa en el corazón, que me oprimían dos venas que me oprimían ahí el corazón y ahorita me estaba dando unos puyones ahí, y ahora no lo siento. Gloria a Dios. 

¿A quién le desapareció..? Gloria al Señor, amen. Gloria al Señor. El Señor está aquí. ¿Quién tenía un bulto que desapareció? Ella tenía el nervio... está quebrada la muñeca supuestamente dice el doctor, pero yo confié en Dios que no. ¿Cómo está ahora? Yo sentí una frialdad, gloria a Dios. ¿Puede moverlo? Amen. Amen. 

¿Quién más tenía...? Ella era la que tenía debajo del brazo. A ver si me entiende, ¿quién ha recibido una sanidad, siente que algo desapareció en el cuerpo, que levante la mano. Quiero saber. ¿Quién tenía un problema de inflamación en el estómago y siente ahora que no está más inflamado? Que lo tenía durante varios meses. Siéntese a ver si se fue, tóquese. ¿Quién recibió una sanidad del vientre? ¿Puedes ayudarle a ella? ¿Puede alguien ministrar a ella para ver qué está haciendo el Señor? Amen.  

¿Alguien tiene un testimonio? ¿Dios hizo algo ahora que puede palpar? Amen. Puede tomar asiento. Puede volver. Gloria al Señor.  

Vamos a dar un aplauso al Señor. Amen. Gloria al Señor. Quisiera leer del Libro de San Mateo algo hermoso, estamos en Mateo 8:18. Yo no se.... estoy mirando en San Marcos, por eso no compaginaba, un segundo. Decía, me han cambiado la Biblia.  

“.... mientras él les decía estas cosas, vino un hombre principal y se postró ante él diciendo: ‘mi hija acaba de morir más ven y pon tu mano sobre ella y vivirá’, y se levantó Jesús y le siguió con sus discípulos y aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía 12 años, y se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto.’ 

Ahora, eso fue el Capítulo 9. Pasaban grandes milagros en el tiempo de Jesús. A veces preguntamos por qué no vemos los grandes milagros hoy como veíamos en aquellos tiempos. Una cosa es que ahora la gente cuando está mal va al médico, pero es cuando el médico no puede hacer algo que Dios interviene. Pero ¿qué es lo que produce un milagro, el poder de Dios, su manifestación? Si avanzamos al 8:18 dice: 

“...viendo Jesús rodeado de mucha gente mandó pasar al otro lado y vino un escriba y le dijo, ‘Maestro, te seguiré a dondequiera que vayas.’ Jesús le dijo, ‘las zorras tienen guaridas y las aves del cielo nidos, más el Hijo del hombre no tiene dónde recostar su cabeza’. Otro de sus discípulos le dijo, ‘Señor, permíteme que vaya y primero entierre a mi padre’, Jesús le dijo, ‘Sígueme y deja que los muertos entierren a los muertos’.” 

Eso parecería ser una palabra muy dura, pero no lo es. Jesús está simplemente diciendo que en esta vida hay que poner a Jesús por encima de todas las cosas. Es lo más importante, no hay nada más importante. Pero nosotros en la vida moderna tenemos muchas cosas más importantes y lo vemos porque la gente dice, ‘¿para qué tengo que ir a la iglesia que tengo que ir a ver tal película, voy a la reunión de la tarde, y voy a esto, voy a lo otro? Hay como una competencia, esa no es la palabra, hay una atracción para ver muchas cosas y entre otras cosas la gente no elige ir a  la iglesia, no elige buscar a Dios primero. Y hay que entender esto, que Dios tiene que ser primero para que Dios se manifieste porque eso es lo que dijo Cristo primero.  

‘Deja que los muertos entierren a los muertos’, simplemente diciendo que la persona que no está o las cosas que no tienen Cristo, las personas que no tienen a Cristo no son tan importantes como las cosas de Dios. Usted dirá que soy un fanático, que esto que lo otro, que tanto Dios, tanto Dios. No es así. Si amas al Señor con todo tu corazón no hay nada más importante que Dios. Uno puede llenarse de muchas cosas en la vida pero nadie puede llenar su vida con algo como Cristo y que satisfaga toda las cosas. Cristo debe ser por sobre todo y por eso los discípulos tenían algo que nosotros no tenemos: tenían una entrega total ar Señor, estaban listos para dejar todo para servir a Cristo, y eso es lo que Cristo enseñaba. 

Cuando estaba predicando en el mar de Galilea, estaba Pedro ahí pescando y Pedro y Jacob y Andrés y no conocían al Señor, pasa Cristo y le dice, ‘Deja las redes de pescar y sígueme a mi’, y dice, ‘inmediatamente siguieron a Cristo’. Quisiera leerlo, Mateo 4:18 dice 

“.. andando Jesús junto al mar de Galilea vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro y Andrés, su hermano, y echaban la red en el mar porque eran pescadores, y le dijo ‘venid en pos de mi y os haré pescadores de hombres’. Ellos entonces dejando al instante las redes le siguieron pasando de ahí vio a otros dos hermanos, Jacobo de Sebedeo y de Juan su hermano, en la barca con Sebedeo su padre, que remendaban las redes y los llamó. Y ellos dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron..” 

Qué maravilloso, qué maravilloso, por ejemplo, si tu llegas a la enamorada de tu vida y estás esperando que ella acepte tu propuesta de casarse contigo, y le dices, ‘Fulana, ¿te casarías conmigo?’ ‘Pues, mira tengo mucho que hacer, antes voy a pensarlo, que esto, que lo otro. Tengo una película que ver esta noche’. ¿Cómo te sentirías? Le mandarías para los 4 vientos o te quedarías ahí muy triste. 

Y cuando Cristo hace un llamado para nuestra vida, cuando le dice a Pedro, no le dice, ‘Pedro, ¿por qué no pruebas por aquí, si te va bien pruebas a Cristo, aceptas a Cristo en tu corazón? No le dice así, le dice: Sígueme, porque tenía autoridad.  

Y cuando conocemos a Cristo, cuando hemos entregado todo para Cristo, podemos decirle a la gente, eso me recuerda de una colombiana, ahí en Andorra, es un lugar de más, si dice así..... ¿Entiende lo que quiero decir? De gente muy creída, ¿no? Porque mira en Andorra es un país libre de impuestos y hay personas, un amigo, no, un conocido tenía tanto dinero ahí que quiso hacer una buena inversión, ¿sabe lo que se compró? No unas casas, se compró parte de la ciudad de México, parte de ella. Y no te puedes creer el orgullo que hay a veces entre la gente, pero el mundo de Cristo, el mundo natural son dos polos aparte. Y también cuando Cristo pide nuestra vida, pide todo, no está como mendigando, ‘dame un pedacito de tu vida, si creyeras en mi que yo podría hacer esto, lo otro’. Dice, ‘arrepentios de vuestros caminos y síganme’.  

Y nosotros tenemos algo maravilloso, tenemos una vida de Cristo pero te entregas a Cristo y hay que mantener la vida con Cristo. Porque una cosa es el servicio a Cristo, y una cosa es la vida con Cristo. Hay que entender esto. Cuando estábamos en el gran avivamiento argentino, y nosotros íbamos de lugar en lugar, a veces predicábamos dos veces por días, 6 días a la semana, haciendo mil km, 800 millas por semana predicando dos veces por día, llegabas a un lugar y abrías la Biblia, y lo que abría era tu mensaje y caían milagros, y sanidades y poder y comenzabas a razonar ‘hace mucho que no tengo tiempo para buscarte, Dios. Hace mucho que estoy secándome por dentro. Hace mucho que a veces hago cosas que no tendría que hacer, pero como siguen fluyendo los milagros y el poder, debes aprobar de mi vida.’ Mentira. Eso es el diablo. 

El razonar de que estés bien porque Dios te bendice es un razonar diabólico, porque los milagros y la sanidades no fluyen porque tu vida esté bien, fluyen por la gracia de Dios. No fluyen por obras, fluyen porque son dones las sanidades. Entonces a veces cuando llegamos a un punto que no estamos obrando bien, ya no buscamos a Dios, vamos a la iglesia, pero se nos están entrando aquello, ¿no? Que estamos enojados todo el tiempo, estamos gritando a los niños, estamos pensando cosas que no tenemos que pensar y se nos va secando la vida cristiana, pero Dios sigue bendiciendo. Decimos, pues debo estar bien, porque Dios no me ha mandado un rayo todavía.  

No es así el Evangelio, es completamente lo contrario porque llega un momento que si pensamos así, que Dios viene y nos serrucha el piso, ¿no? que nos saca la alfombra por debajo de los pies, y en un momento para otro estamos caídos y decimos, ¿qué pasó, Dios, que ya no estás ahí? Sabes la cosa más importante que te puedo enseñar del avivamiento, porque nosotros perdimos muchos cristianos seguidores, perdimos muchos pastores a grandes problemas, no solamente escándalos, sino enfermedades, a muertes, accidentes en la ruta, a problemas de familia, porque llega un momento que estás trabajando tanto para tu trabajo, para Dios o para lo que sea. Es lo mismo que estar trabajando para Dios que para tu trabajo, si no estás buscando a Dios no estás haciendo tu primer trabajo, que es buscar primeramente el Reino de Dios y todo lo demás vendrá por añadidura. Y es un engaño diabólico, que el diablo trabaja para decirte como sigues bendecido, debes estar bien. Mentira. Eso es el diablo que nos habla así. 

Porque Dios quiere que lo busquemos porque si se nos va secando la vida espiritual, si se nos va acabando la paciencia, la compasión por los perdidos, si todo se vuelve un negocio, la vida cristiana, lo hacemos como autómatas, lo hacemos porque lo hemos hecho toda la vida, pero si se nos va secando la compasión, la humildad, la sensibilidad cristiana, es porque hemos dejado de buscar a Dios y estamos viviendo del vapor del tanque de gasolina, pero no hay más gasolina. Y eso es peligroso. 

¿A cuántos se le ha quedado el auto por ahí sin gasolina? No es lindo. Yo recuerdo que estaba en el desierto y se me acabó a 200 km del pueblo. Eso fue un milagro, lo oré el coche 200 km y llegó.  

Eso es, vivimos del vapor del tanque. Y tu preguntas ¿qué pasa en mi vida? No hay más poder, no hay más milagros, no siento el amor por las personas, mi hogar es invadido por las malas hondas y las malas cosas, no tengo paciencia, ya no amo a mi esposa, ya no amo a mis hijos y a veces hasta que las personas le entran pensamiento de suicidio y se va a un puente y se le viene una ráfaga ‘¿por qué no me tiro?’ No, pero de dónde viene esto. Porque se nos va como acabando la provisión espiritual. No se deje engañar, hermanos. No se deje engañar. Si no llena el tanque hasta que esté lleno, no hay que ponerlos dos dores, o diez dores, hay que ponerle 40, 50, hay que llenarlo al tanque espiritual. Si no lo llenas es raíz de esto que puede venir el diablo y deshacer un matrimonio, que puede deshacer el llamamiento espiritual, que puede acabar con tu futuro espiritual, porque lo más importante para que Dios fluya, no es que haya gran poder, gran manifestación de milagros, de sanidad, de poder o salvaciones, lo más importante es que estés lleno del Señor. 

Y la gente cómo es que perdí todo en un momento. Cómo es que vino una persona y me tentó y perdí todo, cómo es que se me carcomiendo la santidad en la vida. Ojo, peligro, señal de peligro. Hay que comenzar a buscar a Dios. Hay que comenzar a buscar a Dios hasta que esté lleno. Hay que revertir la situación de corrupción que está ocurriendo o sino, como dice la Biblia, y muchos vienen a ser náufragos que un día para otro dice, ‘¿qué le pasó al hermano tal? Es que durante 10 años se le iba minando la fuerza porque ese hermano había dejado de buscar a Dios y llenarse y santificarse y humillarse y de un momento para otro se va.  

No tenemos que ser así. Podemos llenarnos. Podemos volver a entregar todo para Cristo. Podemos decir, aquí dejaron al Señor y le siguieron al instante. Gloria a Dios. Eso es maravilloso que lo siguieran al instante, pero qué pasa, que si usted se entregó al Señor hace diez años y ahora se le va acabando el tanque. Aquel amor del principio ya no está, podemos cambiarlo, podemos reaccionar al instante. Hay que usar una mentalidad digo latinoamericana. ¿Sabes cómo son los anglo? Le dices a un anglo algo: ‘Dios te quiere sanar, Dios te quiere bendecir’, y el anglo te contesta, ‘Pues, a ver, de qué iglesia es usted, en qué cree usted, y cómo lo sabe esto’ Y cuando te acaba de preguntar qué le pasa todo a través de la mente, entonces ya no cree en nada. Porque hay un punto que puedes analizar, y esto digo para las mujeres, no analice tanto las cosas. Hazlas nomás, porque si se queda analizando todo, usted se va a hacer un rollo de la vida, una cosa difícil que no sabe cómo deshacerla. 

Eso digo por experiencia. La mujer es la parte sensible que cuando busca a Dios toca al hombre, cuando el hombre se extravía la sensibilidad y el amor de una mujer amorosa lo vuelve a encaminar al hombre. Por eso digo, a las mujeres esto, que no analice, obedece nomás al Señor. Pero cuando está ocurriendo esto, cuando se va acabando la vida espiritual interior, usted tiene que poner señal de alarma y tienes que decir ‘te estás secando, te estás como amargándote. Has permitido que tal persona, tal cosa, lo que perdiste, aquella persona que te robó todo, que estuviera afectando tu vida. Tienes que cambiarlo. Es un llamado de emergencia. Hay que cambiarlo ya. Hay que hacerlo inmediatamente y que usted que comenzó tan bien ahora han pasado diez años, y dice ‘yo hago como un robot, voy a la iglesia, voy a casa, oro’, pero todo está seco. Dios quiere cambiarlo esto en este momento. 

Te voy a decir cuál es el pecado más grande en mi mente, es el pecado del orgullo espiritual. ¿Qué es el orgullo espiritual? El orgullo espiritual es aquello que piensas, como Dios no me ha castigado, debo estar bien, y yo puedo seguir aunque no esté buscando a Dios, puedo seguir siguiendo a Dios igual. ¡Qué orgullo! Pensamos que poder servir a Dios y seguir a Dios sin tener a Dios y estar lleno de Dios. ¿Con qué fuerza estamos siguiendo? Con la fuerza propia pero no estamos dependiendo del Señor, estamos dependiendo de nosotros. Y eso es orgullo espiritual: pensar que podemos seguir adelante con Dios sin tener a Dios. Eso es decir, no te necesito Dios, aunque no esté lleno de ti yo sigo igual. Y tenemos que revertir esto y tenemos que buscar una humildad en nuestra vida, y más bien decir, ‘Señor, me estoy secando. Yo no puedo seguir más adelante, tengo que comenzar a clamar a ti. Tengo que cambiar esto antes que me muera espiritualmente, aunque fluyan los milagros, aunque me bendigas económicamente, yo estoy seco, Señor, tienes que cambiar esto antes que sea tarde’. Eso es humildad, necesitas del Señor. Y cuando comienzas a clamar toda aquella vida seca de seguirle tantos años se va a comenzar a reverdecer. Sabes que no hay algo más hermoso que humillarte bajo la mano de Dios. Ser humilde, qué odiosas son las personas orgullosas.  

A veces tenemos mucho orgullo, ¿no es cierto? Yo comencé a humillarme hace unos meses de nuevo, porque notaba que me hacía falta. Entonces le dije a mi esposa, ‘Annette, mira que hace unos meses me di cuenta que en mi vida he sido muy orgulloso’, y me dice mi mujer, ‘Pues, es verdad, te lo estaba diciendo toda la vida’. Entonces le dije, ‘Pero Annette, mirá que para que vos me digás que soy orgulloso, debes tener bastante orgullo vos también, ¿no?’. La verdad que el orgullo consiste en creer que podemos seguir sin humillarnos delante de Dios y cambiar aquella sequedad que solamente se cambia buscando a Dios. 

Vamos a orar entonces. Y si tu quieres tomar un paso de decir, ‘Señor, necesito cambiar mi vida, necesito ser como era cuando tenía el primer amor para Cristo, tener aquella sensibilidad de amor y fe y ser vivo y no seco, y dejar de ser un robot. Señor me estoy muriendo espiritualmente.’  

Yo quiero que tu en este momento te pongas de pie para orar porque lo está reconociendo ante el Señor, no ante mi, porque Dios quiere hacer algo en tu vida. Nuevamente vamos a orar por nuestro corazón, pon la mano sobre el corazón si quieres, sino.... vamos a quedarnos en silencio un momento y que tu hables con Dios de tu necesidad de humillarte y volver a buscar a él. Vamos a estar en silencio. Habla con Dios. 

Si hay alguien que siente que quisiera volver a entregar su vida al Señor de nuevo, pasa adelante al altar de Dios y en humildad arrodíllate delante del Señor para pedirle que cambie todo.  

Siga hablando con Dios. Te voy a invitar que hagas esta simple oración conmigo y que lo repitas en voz alta, pero no demasiado fuerte: 

Padre celestial, me humillo delante de ti hoy, yo recuerdo los tiempos pasados de gran alegría que tenía contigo, estaba desbordante mi amor por los demás, pero de alguna manera se ha vuelta rutina o aún me he secado. Hoy me ofrezco a ti nuevamente pidiendo que me perdones el orgullo espiritual de creer que podía seguir adelante sin que te busque. Hoy con tu ayuda voy a comenzar a buscarte y poner prioridad en el resto de mi vida, de buscar primeramente al Reino de Dios. Necesito que cambies todo en mi vida: mi corazón, mi actitud, quiero ser como tu quieres que yo sea. Se que me escuchas esta mañana y se que están por ocurrir nuevas cosas hermosas, cambiar cosas en mi casa, que traerás de vuelta mis hijos de lejos, traerás a mis seres queridos  a que los pueda amar nuevamente y reverdecerás a mi propia vida. Gracias por traerme esta mañana, porque tenías una cita conmigo para volver a entregar mi corazón a que fuera tiernito, sensible y lleno de ti. Sácame la sequedad, sácame el dolor y devuélveme aparte de esta mañana un nuevo comienzo.  

Lo recibo por fe y lo creo en el nombre de Jesús. Amen. Gracias, pueden volver a tomar asiento, pueden quedarse si quieren y quisiera decir que cuando leímos  que al instante que se entregaron a Cristo, si queremos entender la relación entre el poder de Dios y cómo se manifiesta en nuestra vida, tenemos que entender que tiene que ver con la obediencia a la palabra y a Cristo, una obediencia completa. A veces vivimos como enfermos espiritualmente en la vida porque decimos siempre el de mañana, ¿no? mañana voy a cambiar, mañana voy a buscarte, mañana voy a leer mi Biblia, mañana me voy entregar, mañana voy a hacer esto. 

Pero han sido 20 años que todavía estamos haciendo el mañana. Pero cuando Cristo le dice a Pedro, ‘deja tus redes y sígueme’, al instante lo sigue. Cuando viene Elías y le dice a su discípulo, Eliseo, ‘deja de arar en el campo’, al instante le dice Eliseo ‘deja que avise a mis padres y voy ahora a hacer un asado, voy a quemar unos bueyes, y la madera, para hacerme la despedida y me voy contigo’, y dejó todo al instante. 

Después cuando Dios le hace entender a San Pablo en el camino a Damasco que había que seguir a él, al instante deja el judaísmo y comienza a predicar a Cristo. Si vemos en la Biblia a través de quiénes se manifestó más el poder de Dios en grandes presagios, era a través de aquellos que tenían una obediencia inmediata a obedecer a Dios, era a través de aquellos que Dios se manifestaba.  

Entonces, te pregunto esto: ¿cuántos quieren que Dios se manifieste en tu vida? Comienza a hacer todo lo que Dios te ha mostrado al instante. Si quieres servir al Señor, comienza a servirle, dile al pastor y a los encargados que quieres servir al Señor. Si le dije que perdone a fulano, si le dije que diga que haga esto, si le dice que vuelva a su país de origen y predique el Evangelio, no importa, si deje su carrera, pero sabes que no podemos compara en una vida cristiana y hacer una comparación entre lo que tenemos y servir a Cristo, porque nunca vamos a tener una comparación correcta. 

O es Cristo por sobretodo y en todo, o nada funciona en la vida cristiana. Dios quiere manifestarse en tu vida, quizás no te ha llamado a servirle en otras tierras, sino a servirle aquí, quizás no se lo que Dios está haciendo, pero a través de la fórmula de oír de Dios, de ver su palabra y obedecer instantáneamente, esa es una mentalidad latinoamericana, y maravillosa. Porque los latinos obedecemos por tuvimos siempre a los militares encima de nosotros y los católicos. Es como la mujer que te vino a la reunión y venía caminando y tenía un bastón y le digo, ‘`pues no te hace falta esto’, y tira el bastón en lugar de preguntarme de qué religión o que esto o que lo otro. Recibió la sanidad y se fue como caminando así, después de unos años.  

Porque no pensó lo que tenía hacer, simplemente lo hizo. Y es a través, si analizamos bien, por qué se mueve Dios llegamos a la conclusión que él se mueve a través de la obediencia. Dios te dice algo, hazlo. No lo dilate, hazlo y Dios va a comenzar a manifestarse en tu vida, en sanidades. Se va a manifestar en una bendición económica. Si te dice, ‘Deja tu trabajo y vete al otro trabajo’, estás ahí pero no se, no se si me..... No, no, haz lo que Dios te dice. 

Comienza así. Si Dios te dice algo y comienzas a debatirlo en tu cabeza, y Dios dice  ‘¿para qué le voy a decir si siempre no me escucha?’ Entonces Dios quiere comenzar a moverse en tu vida. 

Vamos a cerrar la reunión pero también quisiera hacerlo con una oración. Si hemos entendido el mensaje del Señor, el mensaje es simple: haz lo que el Señor te dice y no tarde en hacerlo. Y ahí se comienza a manifestar las respuestas en tu vida. No dilatando lo que Dios dice.  

Ponte de pie, vamos a orar y pedir la bendición del Señor. Sabes que, he hablado con vuestro pastor y es una persona que yo siento mucha afinidad y lo amo mucho, es un gran pastor de pastores, y para mi será un honor que él venga predicar donde Dios me manda a Andorra a ayudarnos, pero hemos hablado de formar un equipo de jóvenes y que puedan ayudar a nuestros jóvenes. Ahí sabe que la gente en Andorra, la próxima iglesia más cerca está a 3 horas de viaje, así que no van a ver ningún otro cristiano. Y a veces vienen cristianos de otras tierras y le dicen, sus experiencias y le comparten, le hace alguna actuación, algún mimo o algo, y hace que los jóvenes ahí comiencen a llorar. Es decir, pues son cristianos como nosotros, cómo es esto, pero esto es maravilloso. Hay cristianos en todo el mundo, pues no saben esto como ustedes lo saben. Entonces estén orando y no quiero perder el contacto con ustedes, pero estemos orando que podamos hacer algo en conjunto. Amen.  

Levanta una mano al cielo. Padre, en el nombre de Jesús hemos entendido tu mensaje en esta mañana, nos hemos consagrado, nos hemos humillado, hemos buscado tu rostro, creemos que ese es el comienzo de algo nuevo en nuestra vida, pero también hemos entendido la importancia de oír tu palabra y hacerlo sin hacer tardanzas, sin dilatar. Señor, pon un espíritu nuevo y nosotros, llámanos de nuevo a buscarte, manifiéstate en nuestra vida, acercando a nuestros hijos, arreglando las situaciones y cambiando nuestra forma de ser, a que no sea solamente Cristo, sino que sea Cristo en todo y nosotros en él.  

Gracias, Señor, creemos que algo está por cambiar en el nombre de Jesús. Amen. Amen. Vamos a dar un aplauso al Señor. Gloria al Señor. Al Señor sea la gloria y sigue en el Señor. Amen.  

Gracias, Stephen. Hermanos, el hermano Gonzalo nos despide con una alabanza. Vamos a guardar estas meditaciones en el corazón y vamos a precisamente a hacer lo que dice esa palabra, obrar sin estar haciendo muchas complejidades, sino, el Señor te dice algo, hazlo. Dios nos ha hablado en esta mañana, así que vamos a terminar con una alabanza y regresemos a nuestros hogares sabiendo que Dios nos ha hablado en este día. Amen y amen.