El corazón de Dios para su casa

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Vamos al Libro de Primera de Reyes Capítulo 9 y hoy quisiera hablarles de este tema: ‘El corazón de Dios para su casa’.

Escuchen eso: el corazón de Dios para su casa. Usted saben bien que muchas veces, cuando yo hablo, o he hablado en estas noches aquí con ustedes, cada vez que yo me refiero a iglesia no tan solamente estoy hablando de un edificio estructural sino que más bien estamos hablando que cada uno de ustedes hacen…. ¿qué?

Si se recuerdan bien, cada uno de nosotros hacemos… ¿qué? ¿La…? Iglesia. Cada uno de nosotros hacemos la iglesia. Cuando usted sale de aquí de esas puertas y usted llega a su casa, usted sigue siendo ¿qué? La iglesia. Si usted va al supermercado a comprar leche, queso, jamón y pan para el desayuno aún en el colmado usted sigue siendo ¿qué? la iglesia.

Cuando usted está en el tráfico y está a punto de bajar las bendiciones del cielo a la persona que le cortó al frente usted… ¿es, qué ahí? No, usted es usted. Usted es la iglesia, también. Usted es usted pero está siendo la iglesia también.

Hermanos, si nosotros como Iglesia entendemos que sí un edificio estructural se convierte en una casa, se convierte en la casa de Dios pero bajo el entendimiento de lo que Jesús ha hecho en nosotros, este cuerpo se convierte en la casa de Dios también. Y por ende este cuerpo cuando se une a otras personas, cuando llegamos aquí todos nosotros hacemos un cuerpo mayor y ese cuerpo mayor sigue siendo la casa de Dios.

Por eso es que yo me he dirigido a meditar en este tema, que para mí me parece muy particular: el corazón de Dios por su casa. En otras palabras, cuando hablamos del corazón, en el corazón es donde usted tiene los deseos que nadie más conoce. En su corazón están sus pensamientos más íntimos y más profundos.

En su corazón están sus anhelos que tal vez son secretos para muchos pero no son secretos para usted y no son secretos para Dios. Y muchas veces en su corazón podemos aguantar estos rencores y estos odios acerca de otras personas, pero ese es un corazón que no ha sido tratado por Dios.

Pero también parte de ese deseo del corazón es poder dar a conocer precisamente esos deseos, la forma en que nosotros hemos sido creados, la forma en que Dios ensambló esos cables en nuestro cerebro. Nos ha formado con ese sentir de poder compartir lo que está en mi corazón con otra persona. Por eso es que existen estás conexiones entre seres humanos, que Dios nos ha hecho para vivir en comunidad, para vivir en conexión con otros, con otras a nuestro alrededor.

Por eso es que se forman matrimonios, por eso es que se forman familias, por eso es que se forman grupos de amistades donde yo puedo compartir con un grupo de amigos o amigas y conectamos porque hay algo que nos identifica, hay algo que nos une. Y cuando estamos en esa dinámica de conexión, hay algo que me mueve y me impulsa a yo poder compartir lo que está en mi corazón con otra persona.

En el contexto del matrimonio, un esposo, una esposa van a compartir los anhelos y los deseos que tienen el uno para el otro, ¿por qué? Porque es parte de su deseo que su compañero o su compañera puedan crecer y puedan edificarse juntos. En una familia un padre o una madre comparten que deseo que tiene en su corazón con su hijo o con su hija, ¿por qué? Porque anhelan y desean que ellos puedan crecer también a la altura de lo que ellos como padres desean para ellos.

Cuando usted está con un grupo de amigos o hermanos o hermanas -piense tal vez en una célula- cuando usted es parte de una célula; es más lo voy a decir así: cuando usted llega nuevo o nueva a una célula, obviamente usted no va a sacar toda su historia ahí para que todo el mundo lo conozca sino que usted poco a poco va conociendo la gente, va conociendo cuan genuino o hipócrita es la gente y lo digo así, porque a veces pensamos así, pero uno va pensando en todas esas cosas y a medida que uno va conociendo la gente, pues, uno va como que poquito a poquito, abriendo lo que uno tiene en su corazón.

Hasta que uno tiene un nivel de confianza con esa persona que en el momento más oportuno, tú abres tu corazón con esa persona y tú le dices: "Mira, esto es lo que está en mi corazón. Estos son mis deseos, estas son mis luchas, estos son mis anhelos, estos son mis traumas de vida y tú los compartes con esa persona porque tú sabes que esa persona no te va a pisotear sino que esa persona va a ¿qué? a levantar y edificar tu vida y te va a ayudar. Va a orar por ti, te va a dar una palabra de consejo o te va a dirigir a alguien que te pueda ayudar si esa persona no sabe como trabajar o tratar contigo.

Pero el asunto es que en el corazón está el deseo de compartir lo que está en su interior. De poder exponerlo a otro o a otra y cuando hablamos del corazón de Dios, esto no es una excepción. En el corazón de Dios está el deseo de compartir todo lo que Él tiene, todo lo que está en su interior, todo lo que forma su carácter, su esencia. El deseo de Dios es poderlo compartir con todos y cada uno de nosotros, que somos sus hijos, sus hijas, creación, hechura de sus manos.
Él desea compartir todas esas cosas con cada uno de nosotros.

Por eso cuando estoy hablando de este tema el corazón de Dios por su casa es porque hay una intención que Dios tiene en su corazón de compartir con su cuerpo, con su iglesia y más en estos días en los cuales vivimos que lo sabemos y entendemos así que Dios está trayendo algo distinto al ambiente, a la cultura, al ethos, a la atmosfera de lo que es Congregación León de Judá.

¿Por qué? Porque hay algo en el corazón de Dios que Él quiere compartir con nosotros. Ya ha habido o ha ocurrido una afinidad entre Congregación León de Judá y el corazón de Dios que Dios ha dicho como que: "Quiero ir a otro nivel con esta parte de mi cuerpo. Quiero dar a conocer algo nuevo de esta parte de mi cuerpo".

Y comienza a darse esta interacción. Pero para que esa interacción se de tienen que haber algunas cosas que tienen que estar en parámetro. Hay unas cosas que tienen que estar en lugar. Y aquí es donde los dirijo al texto.

Primera de Reyes Capitulo 9. Voy a comenzar con el verso 1 y dice así: “Cuando Salomón hubo acabado la obra de la casa de Jehová y la casa real y todo lo que Salomón quiso hacer, Jehová se le apareció a Salomón por segunda vez como le había aparecido en Gabaón. Y le dijo Jehová: Yo he oído tu oración y tú ruego que has hecho en mi presencia. Y yo he santificado esta casa que tú has edificado, para poner mi nombre en ella para siempre; y en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días”.

Vamos a leer esa última parte juntos. ¿Dónde estoy? ¡Oh! "Y en ella estarán mi ojos y mi corazón todos los días". Ojos y corazón. ¿Alguna vez usted le ha hecho a alguna persona este gesto de...?
[GESTOS CORPORALES]... parece que a uno se le confunden los dedos, y se le mete el dedo en el ojo. Pero eso es lo que yo entiendo, es como si Dios dijera...

Hay algo que yo veo que ocurre aquí porque hay todo un drama detrás de estas palabras que estamos leyendo. En el capítulo anterior, Salomón, después de haber sido elegido Rey y después de haber tomado este reto de su padre David de edificar una casa, edificar un templo donde pudiese habitar la presencia de Dios; después que se terminó Salomón hizo esta oración ejemplar de como él comienza a interceder delante de Dios por su pueblo.

Y estos versos que nosotros leímos fue la respuesta de Dios a esa oración.
Pero hay algo clave que está aquí cuando Dios dice: “Yo voy a poner en ella mi nombre para siempre y en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días”. Cuando está hablando de ese lugar específico.

Miren, eso significa que Dios está en ese lugar específico. No te vayas a buscarlo en el árbol detrás de la esquina, no te vayas a buscarlo en la tienda de aquel otro, está ahí en ese lugar. Hay algo cuando Dios dice que le está prestando atención a un lugar específico que trae un sentido de cobertura.

Hay algo cuando Dios dice intencionalmente -porque miren, obviamente, Dios nada ni nadie lo puede contener. El mismo Salomón en el capítulo 8, miren esto que interesante: el mismo Salomón comienza a orar delante de Dios, él mismo le dice: "¿Es verdad que Dios morará sobre la tierra? He aquí que los cielos, y los cielos de los cielos no te pueden contener".

El mismo Salomón reconoce que nada ni nadie puede contener lo que Dios es, lo que Dios significa. Pero cuando Dios -sabiendo que él sobrepasa todas las cosas- dice que sus ojos y su corazón van a estar en un lugar específico ya entonces está insinuando que Dios tiene una intención "intencional"-valga la redundancia; Dios tiene una intención directa con ese lugar en específico y que el que quiera disfrutar de lo que está en el corazón de Dios tiene que estar en ese lugar específico. Si te sales de ahí, hay problemas.

Déjenme darles esta ilustración. Me imagino que ya se imaginan que voy a hablar de Lucas, ¿verdad? Siempre hablo mucho de Lucas. Yo digo que los niños son tan interesantes. Yo he conocido en estas últimas dos semanas unas dinámicas tan interesantes con niños así de dos años, un año y medio.

Miren esto. Cuando Elle y yo salimos con Lucas que tal estamos caminando en el mall o algo así, Lucas tiene la tendencia que le gusta irse corriendo al frente de nosotros y nosotros lo empezamos a llamar: "Lucas, no te vayas muy lejos" y la gente así corriendo entre medio de nosotros. Pero Lucas aunque se va así corriendo él siempre tiene la tendencia de mirar para atrás a ver si nosotros estamos ahí todavía, a ver si no nos ha perdido de vista. Él sigue corriendo pero mirando para atrás y vuelve. Después que me ve y sabe que estamos ahí sigue corriendo.

Y eso a mí me captó la atención porque aunque le gusta coger su libertad, como quiera tiene en su mente ese sentido de que: "Okay, no me puedo alejar mucho de papi y mami. Al menos los tengo que ver para saber que ellos están ahí".

En esta semana pasada que estuvimos en Puerto Rico, mi hermana, tiene su hijo menor que es de cuatro años -mi sobrino- y yo me digo aquí es donde se ven las dinámicas con los niños, la influencia que ejerce un niño sobre otro. Cuando salimos al Mall a caminar mi sobrino le da con irse a correr al frente pero es de los que se da con irse a correr al frente y se va, y se va, y se va y uno: '¡Ey, muchacho!' y uno lo llama y él no hace caso y sigue corriendo, corriendo, corriendo.

Y el asunto es que Lucas se va corriendo detrás de él también. Entonces yo llamo a Lucas y cuando Lucas está solo si yo lo llamo él responde y vuelve para atrás pero esta vez seguía y seguía y seguía y se iba corriendo detrás de mi sobrino. Y uno tenía que salir corriendo detrás de ellos para poderlos alcanzar.

Yo me dije: "Mira que interesante lo que es la influencia”. Y conste que no estoy hablando mal de mi sobrino, mi sobrino es un ángel y yo lo amo a morir, también. Pero yo estoy diciendo lo que es la influencia de otro sobre una persona.

Porque yo me imagino, nosotros estamos bajo esta cobertura que Dios tiene sobre nosotros y hay veces que nosotros mismos nos gusta -como quien dice- empujar los límites que Dios tiene con nosotros.

Y hay veces que Dios dice: "¡Ey! Mis ojos y mi corazón están sobre este universo, ya tú sabes cuales son tus parámetros" y uno dice "¿de verdad? pero vamos a probar o ¿me puedo ir?" y salimos corriendo y miramos atrás. Okay, todavía estas ahí y si me llamas, Okay, regreso para atrás.

Me dan ganas de irme corriendo para otro lado pero mirando para atrás. ¿Estás ahí? Okay, vuelvo para atrás. Pero hay veces que hay cosas a nuestro alrededor que empiezan a ejercer un tipo de influencia que vemos esas cosas que se van corriendo y uno como que va detrás de ellas y allá el otro llamando: "Mira, muchacho vuelve para acá" y uno sigue corriendo en esa dirección y se olvida de esto otro que existe acá.

¿Estoy hablando verdad o me estoy inventando un cuento que me lo estoy sacando aquí de la manga ahora?

Es real, mis hermanos, es real. En alguna forma u otra todos y cada uno de nosotros, sea ayer, sea hoy o sea mañana nos va a pasar eso: que vamos a salir corriendo detrás de algo que creemos que es bien vislumbrante pero Dios está como que: "¡Ey! ¿Qué pasa? Estoy mirando, estoy velando. Ven acá, mantente bajo esta cobertura, bajo este lugar".

¿Saben? Al yo pensar en esto mis hermanos, yo me digo:'¡Guau! Si hubiese gente que pudiesen entender ese misterio'. Gente que verdaderamente pudiesen comprender lo que está en el corazón de Dios. Lo que Dios verdaderamente desea hacer con esa creación suya de sus manos.

Pero hay gente que está tan y tan confundida que aunque Dios se mate llamando, llamando y llamando van a seguir corriendo en su dirección y no le van a prestar atención porque están ya hipnotizados por esta influencia que -sea el mundo, sea la sociedad, sea el novio o la novia, el esposo o la esposa, el trabajo, el carro, la falta de dinero o el mucho dinero, sea lo que sea.

Los ha hipnotizado ya y se les hace difícil poder discernir cuando Dios está llamando y está diciendo: "¡Ey! ¿Tú quieres experimentar mi Bendición? ¿Tú quieres experimentar la cobertura mía? Pues mira asegúrate de que tú estés en este lugar. Asegúrate de que tú estés en mi casa para que en mi casa tú puedas conocer cuales son los deseos que yo tengo para tu corazón".

Y yo lo tengo que decir, hermanos, hay veces que si nosotros tenemos achaques en esta vida es porque nosotros mismos nos los hemos buscado. Nosotros mismos por nuestra propia terquedad nos hemos buscado los achaques que tenemos hoy en día. Y lamentablemente ese misterio de la palabra de Dios que: nuestros pecados visitan a la tercera, a la cuarta, a la quinta generación; miren hay veces que los achaques de nuestros hijos o los hijos de nuestros hijos caen sobre ellos por las metidas de pata que nosotros hacemos en estos días también.

Y ¿saben qué? Yo digo eso pero a la misma vez pido la cobertura y la protección de Dios sobre todas esas generaciones. ¡Ish! ¡Qué Dios libre la generación que está saliendo de mí ahora! Yo no quiero que las fallas de mis pecados caigan sobre la generación que está saliendo de mí. Y yo pido por la cobertura de Dios sobre eso.

Sobre ello y pido la cobertura de Dios sobre su cobertura, también. ¿Por qué? Porque yo creo que la intención de Dios es una intención buena que todos nosotros debemos disfrutar de ella.

Ahora, pero ¿qué pasa? ¿Qué pasa si seguimos corriendo, corriendo y corriendo y papá está llamando y no hacemos caso? Miren que interesante. Aquí es donde yo quiero apuntar distintas cosas y voy a ser -Okay 5 minutos- breve.

Algunas de las cosas que Salomón hizo en su oración, estoy leyendo en el Capítulo 8, él dice en el verso 29: "que estén tus ojos abiertos de noche y de día sobre esta casa, sobre este lugar del cual has dicho: Mi nombre estará allí; y que oigas la oración que tu siervo haga en este lugar. Oye, pues, la oración de tu siervo, y de tu pueblo Israel; cuando oren en este lugar, también tú lo oirás en el lugar de tu morada, en los cielos; -¿y qué es lo que dice después? Escucha y perdona."
Marquen esas palabras ahí: escucha y perdona.

Verso 31: "Si alguno pecare contra su prójimo, y le tomaren juramento haciéndole jurar, y viniere el juramento delante de tu altar en esta casa; tú oirás desde el cielo y actuarás, y juzgarás a tus siervos, condenando al impío y haciendo recaer su proceder sobre su cabeza, y justificando al justo para darle conforme a su justicia."

Brinquen conmigo al verso 38: "Toda oración y toda súplica que hiciere cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, cuando cualquiera sintiere la plaga en su corazón – and plaga meaning enfermedad-, y extendiere sus manos a esta casa"- esto es si la persona está fuera de la casa-, miren eso la cubierta de seguro va hasta fuera de la casa.

Hoy día que las cubiertas de seguro está medio rara, la cubierta de seguro de Dios llega un poquitito más lejos que los seguros hoy día y es más barato. Este cuesta gracia y misericordia cuesta este seguro. No es como los otros. Óigame que cosa brava, hay que orar por los seguros de hoy día.
Hago un paréntesis, porque yo he escuchado en las noticias, que la verdad que yo me quedo con la boca abierta. Una familia se quejó -estoy haciendo un paréntesis- en National TV de esta aseguradora de planes médicos porque no quisieron asegurar a su hijo de 2 años de edad, porque estaba overweight, porque estaba en sobrepeso el niño, en un porcentaje bien mínimo.

Yo me digo: ¡Guau! No van a darle cobertura a un niño de 2 años que supuestamente está en sobrepeso y tal vez en los próximos 6 meses ese peso se va a ir por el piso. Entonces ¿van a esperar a que se ponga más flaco para que le den cobertura? Pero no se vaya muy lejos porque el otro día salió otra familia que se estaba quejando de que el seguro no quería asegurar a su hijo porque era muy flaco. El sistema de este mundo, mis hermanos, hay que seguir orando por eso. Cierro el paréntesis.

Okay. "Tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, y perdonarás, y actuarás, y darás a cada uno conforme a sus caminos, cuyo corazón tú conoces porque -miren este paréntesis, a mí me gusta, lo marqué ahí en rojo- "(porque sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres)". Caso cerrado.

"Sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres". Hermanos, yo les digo: hay algo bien particular del corazón de Dios y es el mero hecho de que en el corazón de Dios como hemos escuchado mucho en nuestra doctrina y teología aquí en León de Judá; o sea nosotros no somos ese tipo de iglesia que quiere ser bien nice, bien buena con la gente, como que: "¡Ah! Olvídate de esos temas que son medio conflictivos. No le prestes atención a eso. Dios te ama sea como sea".

Miren, Amén. Dios te ama sea como sea. Pero Dios también tiene este lado que parece un guayo que cuando te lo pega te va a sacar la costra que tengas. Te la va a sacar, porque te la va a sacar. Eso es lo bello de la gracia. La gracia podrá ser una palabra que suena como un poema a nuestros oídos pero la gracia tiene un lado que es bien rough también. Porque así es como Dios trata con nosotros. Ese es el tipo de papá que Dios es con nosotros.

Como dice la Escritura: "Dios a quien ama, disciplina, castiga", como usted quiera.

Mire esto otro verso que me llamó la atención. El verso 41, ahí mismo en el capítulo 48 dice: "Asimismo el extranjero, que no es de tu pueblo Israel, que viniere de lejanas tierras a causa de tu nombre -y dice en paréntesis- (pues oirán de tu gran nombre, de tu mano fuerte y de tu brazo extendido). Si este hombre extranjero o mujer extranjera viniese a orar a esta casa, tú oirás en los cielos en el lugar de tu morada y harás conforme a todo aquello por lo cual el extranjero hubiere clamado a ti para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre y te teman, como tu pueblo Israel, y entiendan que tu nombre es invocado sobre esta casa que yo edifiqué".

Déjenme cerrar aquí mis hermanos. Esta es la parte uno, como quien dice, de este mensaje.

Yo entiendo que lo que Dios está haciendo en medio de su Iglesia, estoy hablando de Iglesia con "I" mayúscula, su cuerpo mayor, alrededor del mundo. Yo creo que hay algo que Dios está dando en medio de su cuerpo, en medio de su Iglesia, en medio de su casa. Hay algo que Dios le está diciendo: "Mira yo he santificado esa casa. En otras palabras yo he separado esa casa en donde ustedes se reúnen para adorarme. Mis ojos están sobre ese lugar, mi corazón está sobre ese lugar".

Cuando alguien habla con ese nivel de intencionalidad hay que prestar atención porque hay algo que va a suceder en ese lugar; hay algo que va a suceder en esa casa que va a cambiar el curso de la historia de ese cuerpo, de esa casa. Algo va a suceder que va a cambiar el curso de las cosas. Y por ende eso significa que al nosotros estar bajo esa cobertura de los ojos y el corazón de Dios, al estar bajo esa sombrilla cuando ese algo ocurra de alguna forma u otra algo va a tener que suceder en su vida.

Amén. Al menos el hermano Roberto está prestando atención.
Déjame darle rewind. Okay. Si usted está bajo esa cobertura, bajo esa sombrilla, cuando ese algo que Dios tiene intencionado ocurra por ende algo va a suceder en usted. Amén. Okay, al menos ahora...

Hermanos, les estoy diciendo, sí en un tono jocoso, pero yo espero que estén entendiendo la seriedad que yo estoy diciendo aquí. Hoy más que nunca, mis hermanos, cada palabra que sale del corazón de Dios tiene una intencionalidad y si nosotros queremos experimentar el fruto de lo que esa palabra que sale del corazón de Dios, produzca, nosotros vamos a tener que tener nuestros oídos bien abiertos y bien afinados.

Porque yo creo que se están acercando tiempos donde la paciencia de Dios se va, como que, agotando cada vez más y más, y más y más y más. Hasta el día de hoy somos muchos, y lo estoy diciendo así, somos muchos que hemos vivido bajo un sentido de gracia barata.

Que pensamos -como dicen algunas iglesias que se enfocan en ese aspecto de ser una iglesia nice- pensamos que tan solamente con predicar una gracia de un Dios bueno que se compadece de nosotros, un Dios que no pide ni requiere nada de nosotros sino que vengamos ante Él tal y como somos y ahí lo dejamos. Ese tipo de Dios está llegando a un término final.

Yo creo que el tipo de Dios que se va a empezar a revelar hoy día va a ser un Dios mucho más serio. Y créanme que al yo decir esto me tiemblan las rodillas, mis hermanos, porque yo se que ni yo me voy a librar de las cosas que yo haya hecho delante de él.

Y yo estoy escuchando esa palabra que Dios está diciendo. Yo estoy escuchando esa palabra de que Dios tiene los ojos puestos sobre este lugar y que Dios tiene su corazón puesto sobre este lugar y lo que sea que salga del corazón de Dios, yo quiero disfrutar aunque sea de una migaja de eso. Porque aunque sea una migaja va a poder edificar en mí la intención que Dios tiene para con mi vida y como yo pueda desenvolver eso en los distintos ámbitos que yo me muevo.

Sea en mi casa con mi esposa, con mi hijo, aquí en la iglesia como Pastor con ustedes, con mi círculo de amistades, con mi familia extendida; lo que sea que salga del corazón de Dios yo se que me va a hacer a mi un mejor hombre, una mejor persona para yo poder llevar a cabo lo que Dios tenga para mi.

Persona que mantenga una perspectiva rebelde, un corazón endurecido, corazón que se cree que lo sabe todo cuando no sabe nada; una persona que mantenga ese tipo de perspectiva, miren ¿saben qué? no voy a decir que es lo que va a pasar pero no creo que vaya a recibir gran cosa. Y si recibe algo, créanme que se va a confirmar aún más la misericordia de Dios.

Mi mente humana piensa que esa persona no va a merecer nada, pero la mente de Dios trasciende la mía y si yo entiendo que esa persona merece no recibir nada pero Dios me dice: "¿Quién eres tú para juzgar si yo quiero hacer algo lo hago?". Fine, have your way y haz lo que tú quieras, pero hazlo. ¿Están entendiendo por donde voy con esto mis hermanos?

Mire, yo le invito a que usted lea ese capítulo 8 y capítulo 9 Primera de Reyes. Yo les invito a que ustedes lean eso. Mira - voy a terminar aquí, se los prometo- lo que Dios le dice a Salomón: "en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días" y después mira lo que dice: "Si tú anduvieses delante de mi como anduvo David tu padre en integridad de corazón, en equidad, haciendo todas las cosas que yo te he mandado y guardando mis estatutos y mis decretos yo afirmaré el trono de tu reino sobre Israel para siempre".

Verso 6, ¿qué es lo que dice? Bien claro, yo no puedo quitar esta parte de la Biblia pero dice: "Más si obstinadamente", ¿alguien que por favor me defina la palabra obstinado? Neciamente. ¿Algún otro sinónimo? Tercamente. Tercamente desordenado. ¿Hay algún Thesaurus por ahí que me pueda dar más palabras? Asignación: lo buscan para después.

"Mas si obstinadamente -en otras palabras esto quiere decir: si sabiendo que vas a hacer el mal te vas a apartar de mi y con todo eso lo haces, ¿qué es lo que dice?: " os apartareis de mi vosotros y vuestros hijos, y no guardareis mis mandamientos y mis estatutos que yo he puesto delante de vosotros, sino que fuereis y sirviereis a dioses ajenos, y los adoraseis.

“Entonces yo cortaré a Israel de sobre la faz de la tierra que les he entregado; y esta casa que he santificado a mi nombre, yo la echaré de delante de mí, e Israel será por proverbio y refrán a todos los pueblos y esta casa estaba en estima, cualquiera que pase por ella se asombrará, y se burlará y dirá: ¿Por qué ha hecho así Jehová contra esta tierra y esta casa?"

No, Dios es serio. No lo puedo esconder, no lo puedo obviar.

Así como Dios tiene ese lado dulce, amoroso que va y nos saca del lodo cenagoso, así también Dios tiene ese lado fuerte. Dios tiene ese lado duro, un lado que yo le tengo miedo pero que no me puedo esconder de ese lado. Tarde o temprano mi nalgada va a venir. Pero yo prefiero recibir una nalgada de parte de Dios que recibir una nalgada de alguno de ustedes. Al menos de mi madre, a ella sí se la acepto, que no fueron tantas las que me dio pero las que me dio fueron suficientes.

Mis hermanos, los quiero dejar ahí. Está palabra la estoy compartiendo más bien para seguir esta línea de mensajes que Dios está trayendo en medio de nosotros mis hermanos. Hay una intención que Dios tiene con nosotros como Iglesia. Hay una intención que Dios tiene con esta parte de su cuerpo universal que yo se, y como yo se los digo: cada uno de nosotros tiene un rol que jugar en esa parte del cuerpo.

Quiera Dios que cada uno de nosotros podamos mantenernos bajo la cobertura de los ojos y el corazón de Dios. Qué cuando Dios nos haga: '¡Ey!', que nosotros podamos decir: [LENGUAJE CORPORAL]

¿Me siguen? ¿Me entienden?

Vamos a ponernos de pie y vamos a orar. Padre, yo te doy las gracias porque Tu palabra es viva, tu palabra es verdad y no hay nada ni nadie que se pueda interponer a los planes e intenciones que tú tienes en tu corazón para cada uno de tus hijos e hijas.

Y Señor, asimismo, como dijo Salomón en esa oración hace tantos años atrás: que cualquiera que en esta casa dirigiera sus oraciones a ti, pidiendo perdón por sus pecados, que Tú le escucharás desde el lugar de tu morada y actuarás de acuerdo a lo que esa persona merece. Pero lo que esa persona merece no se mide a través de nuestros propios criterios sino que se mide a través de los tuyos.

Padre es bello y hermoso poder escuchar palabra de las grandes cosas que tú quieres hacer con esta iglesia Congregación León de Judá. Es excitante, al menos para mi es excitante Señor, me anima, me entusiasma. Pero a la misma vez, Señor Jesús yo te pido que nosotros también podamos abrir nuestro corazón al trato que tú tengas con nosotros porque para poder alcanzar ese nivel de altura también van a haber aquellas cosas que tú quieres corregir en nosotros.

Habrán áreas en las cuales nosotros vamos a tener que ser disciplinados. Señor ayúdanos a reconocer que cuando Tú disciplinas es porque nos amas y que si nos disciplinas, Señor, también declaro lo que dice tu palabra: que Tú no nos darás una prueba que sea mucho más fuerte o demasiado grande que nosotros no podamos sobrellevar.

Tú sabes cuál es el yugo que Tú pones sobre nosotros porque ese yugo se pone con gracia, con misericordia, con amor. Es un yugo que no durará por toda la vida sino por el tiempo que tú has determinado para entonces nosotros verdaderamente poder crecer y formarnos en el tipo de hombre, en el tipo de mujer que tú quieres que seamos para servir mejor en tu reino.

Señor, yo te pido que las intenciones y el deseo que tú tienes en tu corazón, que son buenas, sin duda alguna sabemos que son buenas, son interesantes, son buenas intenciones. Aventureras pero también son de grandes retos y bien fuertes de enfrentar. Esta iglesia, Señor, cada uno de nosotros, mi persona, nos exponemos a ti, Señor. Trata con nosotros.

Qué cuando Tú llames -porque tal vez nos estamos yendo muy lejos de tu cobertura, Señor-, que nosotros no seamos tercos, que no seamos obstinados, sino que podamos volver a ti y tornar nuestros ojos y nuestro corazón a ti Señor para poder seguir viviendo bajo esa cobertura que Tú tienes para nuestras vidas en estos días tan importantes que nos está tocando vivir.

Yo pido Tu bendición sobre cada uno de mis hermanos y hermanas que están aquí, Señor. Yo declaro tu paz, declaro tu bien sobre ellos, declaro tu ánimo, Señor. En ningún momento esta palabra ha sido para causar desánimos sino todo lo contrario, es para mimar, para motivarlos en los propósitos que Tú tienes para sus vidas.

Que cuando ellos salgan por esta puerta, mi Dios, que esta palabra siga haciendo eco en sus mentes, en sus corazones, en su espíritu y que esta palabra nos ayude a alinearnos aún más con las intenciones de tu corazón para nosotros, las intenciones de tu corazón para esta iglesia y como esta iglesia puede servir en conjunto con otras en el propósito que Tú tengas a nivel del mundo entero.

Bendice a mis hermanos y mis hermanas. Que ellos puedan salir de aquí en paz, dales un sueño profundo, tranquilo, reparador, mi Dios. Háblales, revélales en sus sueños, Señor y que con esos sueños venga la capacidad de recordar, de retener y de poder interpretar las cosas que tú estas revelando a tus hijos e hijas y que el día de mañana -si así Tú lo permites- podamos alcanzar grandes cosas para tu gloria y tu honra.

Pedimos esto en el nombre de tu hijo Jesús a quien le damos toda la gloria, toda la honra por siempre y siempre. Amén y Amén.