Hubo murmuración...

TRANSCRIPT

Hechos, Capítulo 6, comienza diciendo: “…En aquellos días como crecía el número de los discípulos hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquellos eran desatendidas en la distribución diaria. Entonces, los 12 convocaron a la multitud de los discípulos y dijeron, no es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios para servir a las mesas. Buscad pues, hermanos, entre vosotros a 7 varones de buen testimonio llenos del Espíritu Santo y de sabiduría a quienes encarguemos de este trabajo, y nosotros persistiremos en la oración en el ministerio de la palabra. Agradó la propuesta a toda la multitud y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócuro, a Nicanor, a Timón, a Pámernas, a Nicolás, Procerto de Antioquía, a los cuales presentaron ante los Apóstoles, quienes orando, les impusieron las manos y crecía la palabra del Señor y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe…”

Padre, en el nombre de Jesús te pido que sea tu palabra y tu espíritu hablándonos, Señor, gracias que tu poder se perfecciona en nuestra debilidad y yo te pido, Señor, que seas solamente el diamante de tu palabra que quede con nosotros el día de hoy. Nosotros, como Congregación León de Judá estamos delante de ti como Samuelito en la Biblia, diciendo, habla, Señor, tu siervo te escucha, en el nombre de Jesús. Amén.

Gracias a Dios. Este texto comienza diciendo que en aquellos días como crecía el número de los discípulos, etc., etc., crecimiento. Cuantos aquí quieren que crezcamos como iglesia? De verdad? Are you sure you know what you’re asking for? Estamos seguros?

Sabe que el crecimiento, sabemos que es una bendición, las cosas que están vivas crecen, lo que no crece está muerto. Así que claro que queremos crecer. Pero todavía quieres crecer cuando ya la silla en que siempre estás sentado está ocupado por una persona que tu nunca has visto. Todavía quieres crecer cuando no hay parqueo fácil. Todavía quieres crecer cuando hay gente diferente que uno, que le molesta a uno. Lo que quiero decir es que el crecimiento tiene dolores de crecimiento, como se dice en inglés, growing pains.

Cuando los niños están creciendo experimentan dolores fisiológicos a veces. A veces se moja una cama, cuando están creciendo y aprendiendo nuevas cosas. No es que sabría nada de eso por experiencia personal, pero solo para decir que cuando niños y adultos, y personas crecen, la vida se complica, se complica. Y no indica que el mover del Espíritu Santo no es genuino. Al contrario, a veces por más genuino que sea la palabra el mover del espíritu, los dolores de cabeza también aumentan con el número de personas.

Porque cuántos sabemos que las personas no somos nada fáciles, tendemos a ser medio complicados. Yo sé que yo soy, así que si uno junta 100 más, 500 más, 1000 más, entran los dolores de crecimiento. Así con familias que crecen en una casa pequeña, con cada niño, cada bendición nueva de lo alto, nuevo bebé, nuevos hijos, y ya se llena la casa y ya uno tiene que esperar para usar el baño y ya se pisan los callos un poco, y ya crecimos. Bendición, pero viene con dolores de cabeza.

Así fue para la iglesia primitiva. El espíritu movio y crecieron, pero también se presentó líos y vamos a hablar un poquito de eso. Y yo creo que esto habla a Congregación León de Judá. Gracias a Dios tenemos dolores de crecimiento. Desde que yo comencé aquí hacer 12 años atrás, dolores de crecimiento. Es que el espíritu se mueve y nueva gente entra. Y nosotros, como una iglesia institucional tenemos que crecer juntamente con nuestro crecimiento numérico.

Saben que? Yo muchas veces hablo de que la iglesia no es una organización tanto como un organismo. La iglesia de Cristo no es un club cristiano, no es una organización como cualquier otro club u organización. Gracias a Dios somos un ser vivo. El Espíritu Santo está en ti, está en mí y nos une, somos un solo cuerpo, y somos todos miembros de este cuerpo, o quiero o no, somos conectados y nos necesitamos y no podemos existir y vivir sin el otro. Somos un cuerpo.

Pero también somos un cuerpo que crece, que necesita coordinación y de ahí entra el aspecto administrativo e institucional de lo que es una iglesia. Cuántos han visto o se acuerdan o tal vez lo estás viviendo ahora, de pasar por la adolescencia, la pubertad? Un muchacho que crece un pie en un año y entra y tu dices, y quién eres tu? Ya ayer aquí y hoy aquí, rápido crece.

Pero a veces cuesta tiempo para que la coordinación del cuerpo se ajuste al crecimiento del cuerpo. Y hay cierta, la palabra en inglés, there is a natural akwardness, hay cosas que le salen, la voz, the voice cracks, I don’t even know how to say that. Hay marquitas en el rostro que salen, porque hay hormonas nuevas y el cuerpo está cambiando. Pero después el tiempo crece y ya sus facciones y todo está en orden tal como debería de estar.

Y es así con una iglesia adolescente. Hay crecimiento pero después la coordinación del cuerpo tiene que crecer al paso, con el crecimiento fisiológico, espiritual, emocional. Cuando una iglesia está viviendo eso como cualquier otro adolescente hay cosas que pasan. Hay cosas que caen entre las grietas, hay errores institucionales y hay personas sentidas porque en la organización faltó coordinación. Y hay personas que a veces, como estas viudas, que son descuidadas en un momento de necesidad.

Así fue en este momento. Creemos que los Apóstoles querían que estas viudas desatendidas? Tu crees que ellos se sentaron y dijeron, ¿Saben qué? Esas griegas no le vamos a dar comida a esas viudas griegas. No fue a propósito. Nadie quería eso. Pero sucedió. Hay cosas así que suceden en una iglesia que está pasando por los dolores de crecimiento. Siempre hay cosas así. En inglés se dice, there are balls that get dropped. There are things that fall through the cracks. Hay problemas en el aspecto de la planta física, del espacio de las personas, del parqueo, de asignación de salones, de manejo de equipos y mobiliario. Hay que organizarnos para poder manejar el crecimiento.

Ahora, suena poco espiritual a veces hablar así. Yo quiero pensar en la oración y en el ayuno y en la unción, y espero que pensemos en eso todos los días, hermanos, porque sin eso caemos en ser un club cristiano. Hay que orar, tiene que mover el Espíritu Santo. Pero también uno se da cuenta de que el mover del espíritu y la organización no son contradictorios.

Cuando Jesús hizo la pesca milagrosa, se acuerda del milagro? Él le dice a los Apóstoles, miren, vayan, boguen mar adentro y echen las redes. Y ellos cogen y Jesús habla a esos peces en el espíritu y todos… pero todavía se necesitaba una red para jalar esos peces. Todavía tenían que trabajar juntos y llamar a otros barcos para entrar los peces en el barco. Si no hay red, no hay milagro. O mejor dicho, si no hay una red el milagro se desperdicia. Hay que tener redes buenas para retener y disfrutar y entrar en la plenitud del milagro que Dios ha hecho.

La multiplicación de los panes y los peces, se acuerda de eso? Eso no fue, yo dije en inglés, a free for all, eso no fue un alboroto loco como todos metiéndose en una vez como locos. No, no, no, qué hicieron antes? Qué hizo Jesús antes de hacer el milagro? Asignó a sus discípulos a dividirlos a todos por grupos organizadamente y sentarlos en el pasto verde. Gracias a Dios, porque él es el buen pastor y él sabe guiar a su pueblo. Tenían que organizarse para disfrutar la multiplicación de los panes y los peces.

Saben que yo hoy a la mañana recordaba un evento que he tratado por 10 años de olvidar. Una noche, fue una noche el 31 de octubre antes de nosotros tener un Aleluya night como tenemos ahora, pero el ministerio de niños hizo algo aquí. Me invitaron a hablar a los niños. Yo suelo decir que yo amo el ministerio de niños, yo cubro ahí como un pastor, pero no me dejes solo con un grupito de niños, me comen vivo, así que ese no es mi don. Mi don es supervisar y bendecir y darles porra a los que sí lo hacen bien.

Pero en esa noche me pusieron ahí a hablar con los niños. Así que lo hice, y se me ocurrió la idea excelente de ofrecer y brindar dulces a estos niños, así que yo después saqué una cosa grande de dulces. Imagínate qué me pasó! Como pirañas se me tiraron encima, me comieron como chivos. Fue un alboroto, gracia a Dios, nuestros ministros de niños saben cómo organizarse mejor que eso.

Lo que quiero decir es que hay bendición pero hay que pensar, hay que organizarse. Las cosas que son procesos orgánicos a veces. Nuevos creyentes, como nuevos bebés necesitan comida, necesitan amor, necesitan conexión. Es algo humano, pero si no se organizan estructuras para hacerlo, no se da este proceso orgánico y natural. Se necesitan células, se necesitan clases, se necesitan ministerio, contextos para que se de un proceso sumamente humano. Así que organización que faltó en este caso de los Apóstoles.

Y sabe que me recordó también de otros momentos en mi vida aquí en León de Judá. Saben que cuando yo comencé aquí el pastor, como 500 personas, y el pastor solito, no había otros pastores, no había secretaria, no había oficina, no había teléfono, yo no sé. How did he? Sabe que en las iglesias gringas tu nunca ves eso. Ya para 500 personas ya hay 15 pastores. Y él solito y gracias a Dios no fue solito, es que había una líderes ungidos a su lado.

Pero en términos de infraestructura fue mínimo. Y nosotros, yo recuerdo, aquí en esta oficina haciendo nuestra primera fotocopia, fue un momento sagrado. Y el pastor hablándome, ahí, nos vamos a organizar en estos años. Y ya entró Carolina y todos los demás.

Pero para organizarse casi siempre se necesita crisis. Se necesita un lío y después se da cuenta, mira, tenemos que organizar este lío que está sucediendo. Si alguien quisiera utilizar un salón en esta iglesia, sabemos qué hacer? Sáquelo de internet, está diciendo, mire, estoy en Chile, por qué me hablan de eso.

Pero aquí, para hacer un salón uno tiene que llamar a Carolina y reservarlo. Antes, 12, 10 años atrás, si tu querías usar un salón qué hacías? Llegas y te metes y usas tu salón, gracias a Dios. Pero después qué pasó? Llegó la hermanita fulanita con su grupito para hacer su reunión, y después llegó el hermanote, qué se yo, y llegaron y los dos querían usar el mismo salón y se le salieron el viejo hombre y la vieja mujer. Como se dice en inglés, the tempers fly. Y ahí hay líos porque los dos quieren usar el mismo salón. Y después qué pasa? Llama a alguien como un pastor, para apagar el fuego. Todo está estresado y la cosa no sale bien.

Y después se nos ocurre la idea brillante, mira, tal vez podemos asignar salones? Qué tu crees? Y 10 años después saben lo que acaba de pasarme después de predicar el sermón en la mañana? Yo subí a mi clase de discipulado y se les ocurrió a los hermanos la semana pasada, mira, por qué no nos mudamos a otro salón donde hay ventanas? Y yo dije, bueno, yo no veo nadie aquí esta semana, por qué hay problemas? Yo, el pastor, que acabo de predicar eso, así que ahí estamos en el salón y llegan los demás hermanos el ministerio de crown, que yo no sabía que habían comenzado, porque no hablé con Omar que estaba organizando eso. Y ahí los dos esperando. Gracias a Dios por la misericordia de los hermanos en momentos así.

Todavía 10 años después estoy metiendo la pata. Estamos en un proceso de crecimiento. Y a veces es chistoso y todos, we can all laugh about it. Y por ahí entra el amor que suaviza todas las fricciones, se da el beneficio de la duda, se perdona mucho. Pero a veces cuando hay malentendidos, cuando hay una organización adolescente, algunos de los errores causan problemas y causan daño a la gente.

Estas viudas tuvieron que pasar hambre algunos días por la falta de coordinación. Y eso es en la iglesia de Hechos, así que esto me hace sentir bien. Es que no somos tan malos, ellos también tuvieron sus dolores de cabeza. Pero hay personas dolidas. There’s real pain that happens. Y hay que reconocer que tenemos que crecer para evitar eso y para sanar eso pero en cualquier proceso de crecimiento tales situaciones se van a dar. Y esas viudas tienen que perdonar, perdonar a quién? A los Apóstoles? Me imagino que sí, fíjate. Habrán pensado, pero tal vez es Pedro, solo está ahí matando gente y no se preocupa por mí. Me imagino que no lo hubiera dicho después de Ananías y Safira lo que pasó, yo no diría eso después de eso.

Pero lo habrán pensado? Lo habrán pensado? No les importa que mi viuda aquí que conozco pase hambre. No les importa a esos Apóstoles. Lo habrán pensado? También hay que perdonar, hay que reconocer que cosas pasan cuando estamos creciendo, dolores de crecimiento. Esto no excusa, no significa que dejamos el problema como es. Se arregla, se trabaja como vamos a ver, pero también se tiene que perdonar mucho. Se tiene que dar el beneficio de la duda y reconocer que si vamos a crecer cosas van a pasar, cosas van a pasar.

Puedes imaginar como ese problema pasó. Es un tiempo de avivamiento, gente aceptando a Cristo día y noche, demonios volando de la gente, gente nueva entrando. Sabe que el día del primer sermón de Pedro, en qué día fue? Pentecostés. Fue una fiesta. La gente que estaba ahí, la mayoría de Jerusalén, de otros lados y se quedaron para buscar de Dios. Se quedaron en Jerusalén. Así que tu tienes en la iglesia no solamente la gente de ese pueblo, sino también cientos y tal vez miles de personas de afuera que llegaron y se quedaron.

Dice, mira aquí me quedo. La unción está aquí, me quedo aquí, duermo en la calle, no me importa. Pero también algunas viudas entre ellos. Y así que en esa época una viuda no tenía otra opción. Si tu no tienes hijos ni familia, ni tíos, no había un welfare, así que por eso la iglesia tomó esa carga. Pero también dijeron que si las viudas tienen familia que se cuiden entre ellos para que no sea carga para la iglesia, tienen que trabajar la cosa. Pero ahí gente de afuera, inmigrantes, mucha gente, muchas cosas pasando, es fácil de imaginar cómo habrá pasado.

Ahora, el problema fue, y déjeme leerlo otra vez, en Hechos, Capítulo 6, versículo 1, que dice;

“… hubo murmuración de los griegos contra los hebreos…”

Quiero quedarme en la palabra murmuración por un momento. Alguien aquí ha murmurado? Por qué murmuramos? Por qué no hablar en voz alta? Porque tu no quieres que se escuche la mala cosa que estás diciendo. Hay una canción para los niños de Steve Green, has todo sin quejas ni murmuración. Do everything without complaining or argueing. Y yo enseñando a mi hijo este versículo y después, 5 minutos después dándome cuenta de mis propias murmuraciones.

Cuando tengo un micrófono estoy muy pendiente, porque se escucha todo por internet, aún cuando está en mute. Murmuración, quejas, ay, esa gente descuidando…. Así que, y fue entre dos grupos. Ya el pastor habló de eso, no voy a entrar en todo eso otra vez, pero había grupos, los griegos, así que todos son judíos pero son judíos hebreos, esos son los judíos que crecieron en Jerusalén, que eran judíos tradicionales, que hablaban bien hebreo, crecieron ahí, donde está el templo, son judíos de Jerusalén, hebreos. Pero también había judíos griegos y de Turquía que vinieron de otro lado, que tal vez hablaban hebreo con un acento diferente. Tal vez su aspecto físico era diferente y pudo haber entrado unos prejuicios que pudieron haber entrado en la situación.

¿Saben qué? En León de Judá somos un sancocho terrible aquí de personas, imagínate. Que variedad de personas! En cualquier fila hay 5 países representados. Cualquier fila y cualquier grupito. Y saben que con el culto en inglés ya la cosa se complica aún más, muy picante ahora. Solo en español tenemos casi 30 países representados. Ustedes saben lo especial que es eso? Y ahora con el culto de inglés tenemos personas de África, personas de Haití, afroamericanos, gringuitos, japonesitos, mezclas que están aquí todos juntos y tienen que ser más de 30 países. Gracias a Dios, porque ahora hay una nueva nación y hay un nuevo rey. Somos un nuevo pueblo, pueblo santo, que nuestra identidad y ciudadanía está en los cielos. Es un testimonio profético.

Pero también es una vida complicada. Es una vida complicada. Así que hay que reconocer siempre, siempre los prejuicios que uno podría tener y decir, Señor, tal vez crecí odiando a los gringos, o a qué se yo, a tal país, o tales personas, desconfiado de ciertas personas, Señor, perdóname, es mi hermano, es mi hermana, aunque me moleste un poco su estilo, su manera de ser. Hay que reconocer los prejuicios que tenemos y arrepentirnos, es pecado. Y Dios no quiere que tengamos eso.

Pudo haber sido eso aquí, con ellos. Los hebreos mirando tal vez con un desprecio a los griegos que estaban entre ellos. Pero ¿Saben qué? Los Apóstoles no les regañan por racismo, así que yo creo que es más probable que la cosa no fue tan siniestra. Yo creo que es más probable que fue un descuido.

Piensa en nuestra propia iglesia, es natural. La gente de un país se conoce, la gente de una parte de un país se conoce. Hay amistades naturales, son paisanos. Es natural. Es que todas son banilejas, ni dominicanas, banilejas son. Todo tiene que ser de Baní, para trabajar ahí tienen que ser de Baní, y no… y déjeme decir, no es por ser mejor que otro país, solo resultó estaba al lado de la casa.

Pero el punto es, la gente naturalmente se conoce, gracias a Dios. Dios usa esto en nuestra iglesia, porque hay redes naturales que se forman dentro de la variedad que tenemos. Y esto puede ser lindo y bueno, pero aquí, yo creo que es más probable que los hebreos que estaban corriendo el programa porque eran de ahí, lo más probable es que ellos mismos entre sí, sabían quienes eran las viudas necesitadas. Pero las griegas de afuera, de otro país, otra cultura, no sabían quiénes eran.

Saben que es muy posible en un grupo grande perderse en la multitud si uno no está conectado, por esto es tan importante las células o grupos pequeños en cualquier forma. Porque sino, uno puede perderse en la multitud y no queremos eso. Somos una familia, pero si no estamos en un grupo más reducido no nos vamos a conocer. Y la gente no va a saber de las necesidades de uno.

Así que en este caso fue así. Así que las griegas descuidadas, yo creo que no fue a propósito. Yo voy a darle el beneficio de la duda. Pero solo fue por la situación. Pero a veces una situación puede hacer daño, hay que arreglarlo, así que entraron en el asunto juntos.

Y saben que es natural un pasito atrás, acerca de las razas diferentes, es natural cuando alguien es diferente sentirse cuando hay maltrato que la causa es algo más profundo. Yo cuando estudiaba en el seminario andaba con los coreanos, me gusta el kimshi, andaba con ellos. Ellos me decían que en este lugar a veces se sentían ellos marginados un poco. Así que, si hubiera un conflicto, un problema su primer pensamiento era, es porque soy coreano y les caigo bien. Y había una administradora en particular media gruñona que tiende a pasar a veces, y ahí estaba en la oficina y ella era sí misma con ellos, gruñona y su primer pensamiento, me trata mal porque soy coreano. Pero después de un año se daban cuenta que es mala con todo el mundo, gracia a Dios. Y dice la cuenta, ok, es así. Pero es así.

Hay cosas así que suceden en una comunidad y hay que entrar en solucionar los problemas estructurales que resultan en el descuido de una viuda que necesita atención de su iglesia. Así que qué hacen los Apóstoles? Dos cosas: por un lado yo veo que los Apóstoles no manejaron eso en una forma completamente democrática. En cierto aspecto eran muy decisivos como tomando decisiones. Pero el otro lado son súper democráticos. Vamos a hablar de eso.

Lo más importante reconocer que la iglesia de Jesucristo en todo país hay una tendencia a imitar el gobierno civil. Si está en una democracia, tratar de ser demócratas, si está en un país dictadura, que el pastor sea el caudillo, algo así. Así que, es natural. Pero la verdad es que la iglesia de Jesucristo no responde a un gobierno civil, sí responde, pero no es gobierno civil, tiene que buscar principios de la palabra para manejar sus asuntos.

Así que si tu vez los Apóstoles comienzan congregando al grupo y yo no veo aquí que la gente se acercaba a ellos. Es que ellos eran líderes buenos y sabían que andaban murmuraciones, ellos sabían. Nuestro pastor tenía un don, no sé qué, pero él sabe todo, te mira y te conoce. Es un don de sabiduría y discernimiento que él tiene. Y yo, bueno no sé, si estoy hablando de él a espaldas o si me está mirando así que… perdóneme.

Pero los líderes saben más de lo que nosotros creemos que saben, ok, sabían los Apóstoles que habían murmuraciones. Así que ellos mismos, yo creo, hicieron su tarea de investigar la situación y ya pensar en una solución. Y yo creo, me imagino que había diálogo pero también había acción fuerte. Congrega la gente y allí para hablar de la cosa y ellos dicen algo interesante, ellos dicen en versículo 2:

“… no es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios para servir a las mesas…”

¿Saben qué? Que en español esto suena mal. No es justo que, suena como si fuera un niño, it’s not fair. Pero eso no es lo original, la palabra es que no bueno, no es agradable a Dios, no es lo correcto, es una mejor traducción. No es lo correcto que descuidemos la oración y la administración de la palabra para atender este programa y traer comida a las mesas.

Yo creo que no fue un comentario de que esto no vale. yo creo que valía mucho. Yo me imagino que los Apóstoles tuvieron que enfrentarse con la tentación de asignar uno de los 12 para tomar cargo del programa. Tal vez no Pedro, Juan o uno de los importantes, pero how about Bartolomé. Qué ha hecho Bartolomé? Tal vez un Apóstol que no tiene más nada que hacer. Pongámoslo a administrar el programa. Tuvo que haber sido una tentación para ellos. Pero resistieron, resistieron.

La tentación de meter mano, aunque pudieran haberlo hecho, porque sabían, si nosotros solucionamos eso, es una curita, no sería una solución a largo plazo, porque el papel de Apóstol es otro. Así hay que buscar otro mecanismo para solucionar el problema. Ellos reconocieron su llamado. Que feo, me imagino, para algunos que esperaban que los mismos Apóstoles metieran mano.

Me imagino que algunos habrán pensado, no les importa, pero no es la verdad, no es la verdad, así que ellos sabían que tenían que dedicarse a la oración y la palabra. Jesús mismo hizo esto, se acuerdan? Jesús comienza a sanar y echar fuera demonios y sana la suegra de Pedro y se queda en la casa, y todo el mundo ahí, se acuerdan? Y después el próximo día, Jesús se levanta tempranito en la mañana y él va a una montaña todavía oscuro, como estos hombres en nuestra iglesia, a las 5 de la mañana, orando en el campo y ahí orando, orando, orando, viene Pedro con la ganga, buscando. Yo puedo visualizarlos, breathing heavy. Aquí estás, te buscamos todos, qué estás haciendo aquí? Hay gente que necesita sanarse, todo el mundo buscándote. Qué le dice Jesús? Él no dijo, oh, voy. Qué hizo Jesús? Mira, tengo que ir a otros pueblos, por eso he llegado, si me quedo aquí sanando a todo el mundo que necesita sanidad en este pueblo, entonces no voy a cumplir con mi misión.

Jesús tuvo que dejar alguna gente enferma ahí. Eso es duro, para cumplir su misión, para sacrificarse para la salvación del mundo, pero hay que decir que no para decir que sí a lo que Dios le ha dado a uno. Ahora, no me malentiendas, yo creo que pastores deben sudar mucho y mover sillas, gracias a Dios, cada silla para mí es una oración. Llena esta silla con una persona bendecida.

Yo que creo que líderes de ministerios deben ensuciarse las manos y me encantaba, creo que mi parte favorita de ser director de discipulado era ser el azafato durante los exámenes y entrar con una mesa con ruedas. Así que hay que hacer las cosas a veces, el azafato.

Pero, si los Apóstoles metieron a dirigir a ese programa solamente y dejan de orar y predicar la palabra, dónde queda la iglesia? Tenían que buscar una solución que llenara las necesidades de las viudas y también de los Apóstoles. Es una solución de discipulado 3, una solución ganar, ganar. No es gano yo y tu quedas ahí fregado, está bien, no me importa, ganar─ganar. Buscar soluciones, acercarse a un conflicto sin mirar a la otra persona como tu enemigo. Esto es importante en una iglesia, en una familia. Y saber que mi enemigo no es esa persona, es esta situación que juntos Dios nos va a dar sabiduría para solucionar.

Así que los Apóstoles tuvieron acción gracias a Dios y aprendieron a delegar. No sé si tu has visto, tenemos algunos coches aquí que manejan equipos de pelota de los niños, algunos coches en la casa, dos o tres? Cuántos han visto niños de 7, 8 años jugando futbol? Cómo es el campo? Tu has visto? Ahí va la pelota, y hay toda la ganga de niños que caen encima de esta pelota, has visto? Y todos mueven como una ganga y el …. Ahí gritando, perdone, quédate en tu posición. Pero no, todo el mundo quiere estar donde está la pelota, todo el mundo quiere estar donde está la acción.

Las bendiciones de crisis de crecimiento era que se abrieron nuevas posiciones para nuevos siervos de Dios a levantarse bajo la unción apostólica de los Apóstoles. Pero tenían que jugar en su posición, tenían que inventar nuevas posiciones que Dios les dio para que desempeñen eso con unción y con excelencia.

¿Saben qué? Esto es doloroso, es doloroso. Yo creo que es más fácil para gente nueva acostumbrarse a una iglesia que tiene más capas de autoridad. Pero cuántos estuvieron aquí 10, 12 años atrás cuando uno podía llamar al pastor Roberto a cualquier hora día o noche, ahí está en la casa, como un tío en la casa, otro miembro de la familia, y ahora no es posible.

¿Saben qué? Nuestro pastor tiene un llamado apostólico. Esto no significa que él es perfecto. Miran, hoy él tiene dolor de cabeza, es humano, carne y sangre como nosotros. Pero es un Apóstol que tiene un llamado que es regional y también nacional. Su corazón no está en una iglesia, está en el Reino de Dios, su visión para el nuevo templo no es solamente que León de Judá sea más grande, que tengamos más espacio, es para hacer un centro de avivamiento en la región de Nueva Inglaterra. Es un pastor apostólico que tiene su llamado local y también regional. Y ¿Saben qué? Si estás aquí en esta iglesia tu compartes este llamado. Estás en una iglesia apostólica, es una iglesia con mañas, es una iglesia con dolores de crecimiento, una iglesia con mil problemas, pero una iglesia con un llamado especial, hacer un centro de avivamiento para la nación y las naciones, una iglesia apostólica.

Así que digo eso porque si vamos a estar en una iglesia apostólica tenemos que ser como este grupo en la iglesia primitiva y ajustar nuestras expectativas y saber que el líder, digamos si tu eres líder de célula, o si estás en una célula, este líder de célula representa el pastor para ti. Y si eres líder de célula el coordinador de líderes de célula representa el pastor para ti. Y ahí va la cadena, y hay una cadena de autoridad. Y de esta manera la autoridad apostólica, fluye a las personas que sirven de todas las capas del ministerio, de la institución.

Si nosotros tratamos de negar eso y funcionar en otra manera, perdemos la unción apostólica que está ahí para todos los que Dios ha llamado a servir en esta iglesia. Mira lo que pasó aquí, los Apóstoles se pusieron súper democráticos en cierto aspecto, ellos dieron a la gente la oportunidad de escoger sus propios líderes para este programa. En nuestra iglesia votamos por algunas cosas, no votamos si vamos a obedecer la Biblia o no, hay ciertas cosas que no hay votación. Pero sí se vota para elegir diáconos, se vota en reuniones congregacionales para aprobar el presupuesto y otras cosas importantes.

Y aquí en la Biblia los Apóstoles dieron a la gente la oportunidad de escoger sus líderes, pero con ciertos requisitos: tiene que ser un hombre lleno del Espíritu Santo y de sabiduría. Si no es así aunque es unánime la decisión, nosotros tenemos veto power. Pusieron los parámetros de la decisión y después delegaron la responsabilidad de manejar el programa a esa gente.

Quiero que miremos los nombres conmigo, por favor, versículo 5, los nombres de los primeros siervos aquí en este caso, el primero eligieron a Esteban, este nombre suena. Él llega a ser el primer mártir de la iglesia cristiana, un hombre poderosísimo. Si no hubiera dolor de crecimiento, si no hubiera solución, dónde está Esteban? Esteban salió de este dolor de crecimiento.

Mire el próximo, quién viene después, Felipe. Se acuerdan de Felipe? Ministra al eunuco y después el espíritu lo lleva a otro lugar. Hombres de Dios ungidos que movieron en la misma unción que Pedro y Juan y Santiago. La unción apostólica se pasó porque los Apóstoles pusieron las manos sobre ellos y la unción se pasó a ellos.

Yo quiero la unción que Dios le ha dado al pastor Roberto sobre mi vida. Ahora, nunca voy a ser el pastor Roberto, mi barba no sale tan bien como la de él, la voz nunca va a ser tan.., pero yo puedo tener la misma unción, la misma fe, la misma visión. Hombre, mujer, niños, jóvenes, pueden mover bajo la unción especial que está en esta iglesia. Si damos lugar importante a la unción y responsabilidad delegada que tiene que existir en una iglesia grande. Si tu te fijas, hay un listado de nombres aquí y todos son nombres griegos.

Así que entre ellos decidieron, ¿Saben qué? Vamos a darle a la gente más cerca del problema, autoridad para solucionarlo. Y así la unción fluyó sobre ellos. No es fácil. Porque significa que estas viudas no pudieron disfrutar de la presencia cercana de Pedro y Juan. Y ¿Saben qué? Hay dolor a veces, acostumbrarse a no poder estar con tanto acceso al pastor principal de una iglesia grande.

¿Saben qué? Muchos de ustedes no han visto en el proceso que vivimos en esta iglesia, que la iglesia aprender que hay otros que pueden casar y hacer funerales y todo eso, pero los primeros funerales que el pastor tuvo que falta, que él no pudo estar, yo nunca olvido las lágrimas que él tuvo de saber que él no pudo estar en ciertas situaciones. Y había lágrimas. Hay dolor para todos de acostumbrarse a ciertos cambios estructurales que siempre tienen que darse.

Pero abriendo este espacio se levantan otros que pueden ministrar y la cosecha es más grande, y podemos cuidar la cosecha y tener redes para una pesca milagrosa. Yo sé cuál es tu ministerio, tal vez tu ministras con los jóvenes, o adolescentes, tal vez tienes una célula, tal vez participas en una célula y haces llamadas, tal vez enseñas escuela dominical o das clases de abstinencia o tal vez trabajas en el parqueo, en cualquier lugar del servicio en esta iglesia hay una autoridad apostólica que está disponible para ti, no importa la edad y Dios nos ha llamado como iglesia, no solamente a crecer numéricamente sino de crecer como iglesia en términos de madurez.

It’s time for us to grow up and to grow into our sides. A crecer para llenar el saco grande que se nos ha puesto y Dios nos llama a cada uno a hacer eso. No importa si tienes un día aquí en esta iglesia, eres parte de eso, de este llamado y nos toca a nosotros decir que sí al Señor. Decir Señor, si se hace la pregunta, queremos crecer? Yo quiero decir que sí. Yo he ido a iglesias donde una líder me dice, I like it small. Me gusta pequeño. Y lo dijo una persona buena, que ama a Dios, pero ama una iglesia donde ella puede conocer a todos y tener mucho acceso y ahí queda la pregunta, nos gusta, estamos conformes así, o queremos cumplir el llamado que Dios tiene para nosotros?

El templo es más que edificio, es una responsabilidad, es un llamado a extender nuestra visión a una visión apostólica, a ponernos en la misma onda que el pastor tiene de Dios. Que él no ha buscado, créeme, él no se cree la gran cosa, pero él sabe lo que Dios le ha dado y Dios lo ha dado a todos nosotros en él. Así que yo los invito hoy y ahora, pueden ponerse de pie y vamos a responder al Señor.

De ese lío que vivió la iglesia primitiva salió Esteban y Felipe. Yo creo que hay unas Estebanas y Estebanes y Felipes y Felipas aquí en esta iglesia, algunos tienen todavía 5 años, algunos tienen 80, pero personas con un llamado que todavía no hemos dicho que sí. Y es tiempo de decir que sí. Decir que sí, Señor, es poner a mi llamado y también a respetar la unción apostólica que Dios ha delegado a los que supervisan en mi ministerio.

Yo los invito a cerrar sus ojos conmigo y quiero que piensen en sus ministerios, en lo que usted hace en la iglesia, y algunas de las personas, niños, adultos, jóvenes, que están bajo su cuidado, o tal vez la tarea que está bajo su cuidado, visualice el contexto, el momento quién está ahí, visualízate ahí. Y también quiero que visualices el rostro de la persona que Dios ha puesto para supervisarte, no el pastor, no el co pastor, sino la persona en el ministerio que organiza donde tu estás, y de ver en esa persona la autoridad que Dios le ha dado a él o a ella y también de pensar en tu responsabilidad, a ministrar bajo los que están bajo tu cuidado. Si tu no estás sirviendo en un ministerio, no tienes que buscarlo con afán, Dios se encarga de levantar sus Estebanes, solo dice, Señor, heme aquí, yo quiero servir, yo quiero mover sillas y saludar a la persona al lado y yo quiero servirte, Dios, en lo que tu quieras, aquí estoy.

Vamos a orar, Padre, en el nombre de Jesús te doy gracias por el privilegio sagrado de representar tu reino en las vidas de los demás. Te presento el ministerio que me has dado, te presento las tareas y las personas que están bajo mi cuidado, ayúdame a mover en la unción apostólica de esta iglesia y servir, Señor, para que un día yo pueda escuchar las palabras, bien hecho, siervo fiel, entra en el gozo de tu amo.

Señor, yo te presento mi supervisor o supervisora en el ministerio, perdóname por los tiempos que yo he dicho que me someto al pastor pero no a él o a ella. Señor, yo bendigo a ese supervisor. Yo te doy gracias, te pido que ayudes a esa persona a crecer en ti y ser todo el líder que tu quieres que él o ella sean.

Señor, si no tengo ministerio te digo, heme aquí, aquí estoy, Señor, quiero ser usado por ti, Señor, abre oportunidades para servir mesas, yo lo haré con gusto. Y cada persona que yo sirva lo hago en el nombre de Jesús como si fuera para ti mismo. Gracias, Señor. Recibimos la unción apostólica en esta iglesia, te pedimos que nos ayudes, Señor, a organizarnos, a ser fieles, a crecer y danos, Señor, paciencia. También yo quiero invitar a muchos de la Congregación que tenemos que perdonar, algunos de nosotros somos la viuda descuidada, hay que perdonar, Señor, perdonamos a la iglesia, perdonamos al pastor si lo hemos culpado a él, perdonamos. Señor, queremos ser parte de esta comunidad y queremos crecer juntos. Nos dedicamos a ti, Señor, en el nombre de Jesús. Amén. Amén.