Lo imposible se hace posible

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Siempre que pensamos en el tiempo de la Navidad, uno se pone a pensar: ¡Guau, la Navidad! Qué no vaya a ser un mensaje así rutinario. No quiero que suene algo monótono: aquí va otro mensaje de Navidad. Pero sí, no puedo evitar el pensar en aquellos aspectos que son cruciales de los que hacen la Navidad lo que es. Son esos aspectos que nosotros no podemos mirar por encima de ellos sino que tenemos que fijarle atención porque aunque son aspectos que se vivieron en una época, en una temporada que fue hace mucho tiempo atrás con todo y eso son puntos que nos pueden hablar mucho a nosotros en el día de hoy. Y hay seis cosas -al menos- que yo logré identificar que quiero comunicar con ustedes hoy.

¿Cuáles son esos distintivos de la Navidad?

Número 1: La Navidad sucedió en un tiempo de mucha angustia. Era un tiempo donde la muerte se respiraba en el aire, era un tiempo donde muchas madres y padres lloraron las pérdidas de sus hijos, parte del relato de la Navidad en el Libro de Mateo [Mateo, Capítulo 2] nos habla que el Rey Herodes en aquel entonces cuando se enteró que había un Rey que había de nacer en medio del pueblo de Israel, él se sintió amedrentado de perder su poder y por eso mandó a eliminar a todos los niños de 2 años para abajo para ver si podía buscar eliminar a ese Rey que había de nacer. Y en particular estaba buscando eliminar a Jesús.

Así que una de las cosas que puedo resaltar es eso: que la Navidad sucede en un tiempo de gran angustia. Pero a pesar de esa angustia sucedieron cosas maravillosas. Fueron esas situaciones dificultosas que se convirtieron como en un semillero para la bendición de Dios.

Otro de los aspectos que puedo mencionar es que el tiempo de la Navidad fue un tiempo de revelación sobrenatural. Fue en el tiempo de la Navidad donde se dio una mayor manifestación de ángeles sea que sean visto en vivo y a todo color o a través de sueños. Un ángel que se manifestó a María y le dejó saber que iba a concebir el Hijo de Dios. Estaba el ángel que le habló a José y le dijo que no se alejara de María sino que estuviera con ella. Ese mismo ángel fue el que mandó a José a salir fuera de Israel a proteger a Jesús para que no fuera a ser eliminado.

Fue esa manifestación sobrenatural la que se le apareció a los Pastores en los campos mientras pastoreaban las ovejas. Fueron esos ángeles los que les comunicaron ese mensaje a los Pastores de que había un Rey que había de nacer y que ellos tenían que ir a adorarle. Un tiempo de revelación sobrenatural.

Por otro lado, también puedo decir que fue un tiempo del cumplimiento de profecías. Palabras que profetas como Isaías y Jeremías habían hablado hace siglos atrás fueron cumplidas en el momento del nacimiento de Jesús. Palabras que tal vez en la mente de muchos, habían sido olvidadas, el tiempo de Navidad las estaba volviendo a traer a memoria. Había una palabra que se estaba cumpliendo en medio de ese tiempo y de las personas que lo estaban testificando.

En la misma forma el tiempo de Navidad, se puede decir, que es el tiempo de Emanuel. Y con esto me refiero a que era el tiempo de Dios en nosotros. Fue el tiempo donde Dios se manifestó en carne a su pueblo escogido, fue el tiempo donde Dios decidió intervenir una vez más en la historia de la humanidad para cambiar las cosas. No era el tiempo de Dios por ellos, sino que era el tiempo de Dios con ellos.

A partir de eso, la Navidad también se convierte en el tiempo donde lo imposible se hace posible. Fue cuando el ángel le dijo a María: “María para ti, esto es imposible, pero no hay nada imposible para Dios”. La Navidad trae ese regalo que lo que para los hombres parecía que nunca iba a suceder, Dios le estaba diciendo a la gente: “Es tiempo de que esto suceda. Es tiempo de que mis planes se empiecen a cumplir en medio de mi pueblo”.

Y por último, mis hermanos, el sexto aspecto que quiero mencionar. Es el más importante de todos, se los voy a recordar ahora mismo, y es que la Navidad es el inicio de una nueva vida. Fue el tiempo donde una nueva esperanza, donde una nueva luz alumbró en medio de las tinieblas de la humanidad. Fue el momento donde cada hombre, cada mujer, cada niño, cada joven tuvo la oportunidad de empezar su vida otra vez.

Así que vuelvo y les repito para que no se les olvide: ¿Cuáles fueron esos aspectos de la Navidad? Número 1: un tiempo de angustia -este es el primero. Tengo una buena alumna ahí. Pero de ese tiempo de angustia surgió lo siguiente: un tiempo de revelación supernatural, unas profecías se estaban cumpliendo, un tiempo donde Dios estaba siendo con cada uno de nosotros, un tiempo donde lo imposible se estaba haciendo posible. Y un tiempo donde una nueva vida estaba comenzando.

Cuando usted salga por esas puertas, yo quiero que usted recuerde estas seis cosas. Porque son principios que se aplican a nosotros en el día de hoy. No hay nadie aquí en este salón ni allá en el Internet donde usted nos ve, no hay nadie que se pueda eximir de estos principios, cada uno de nosotros en alguna forma u otra, estamos experimentando momentos de angustia, de dolor, de persecución. La vida es difícil. El mismo Jesús lo dijo: “En el mundo tendréis aflicción, pero creed en mi, que yo he vencido al mundo”.

Es más, Jesús mismo usa esas aflicciones -como bien hemos aprendido en esta iglesia- para nuestros beneficios. Dios usa esas situaciones angustiosas y las transforma en regalos para bendecir nuestras vidas. Él usas esas experiencias para cumplir las promesas que Él ha dado sobre su vida. Hay profecías que han sido declaradas en los aires y que se empiezan a cumplir en medio de cada uno de nosotros.

Hay palabras que han salido de la boca de Dios que aunque nosotros no estemos al tanto de ella pero son dirigidas a nosotros. Pero si salen con la intención del corazón de Dios van a ser cumplidas en medio de nosotros. Son esas palabras las que van a causar que en nosotros se convierta un tiempo nuevo donde Dios se hace presente y tangible en medio de nosotros. Comenzamos a vivir un nuevo tiempo de Emanuel. Cada día que salimos de nuestra casa o que entramos a ella, o que nos acostamos a dormir o nos levantamos se convierte en un Emanuel porque Dios está con nosotros.

Dios está con nosotros. Él camina contigo, come contigo, duerme contigo, se ríe contigo, llora contigo, piensa contigo, camina a tu paso y también te mueve al paso de Él.

Emanuel: Dios con nosotros. Y porque Dios está con nosotros, mis hermanos, se convierte en un tiempo donde lo imposible se va a hacer posible. Dilo de nuevo para ti mismo: Lo imposible se hace posible.

Otra vez: Lo imposible se hace posible. Eso es la Navidad. Porque Jesús quiere hacer lo que para nosotros parece imposible, Él lo quiere hacer posible en ti. Tú ves tu situación, tu circunstancia y tú puedes decir: esto es imposible, yo no puedo superar esto. Y Dios te está diciendo: ‘No te preocupes yo lo voy a hacer posible porque soy Emanuel. Yo estoy contigo. Yo lo hago posible. No eres tú, soy yo’.

¡Aleluya!

Y porque Dios quiere hacer lo imposible, posible en nosotros, Él trae la esperanza de una nueva vida para cada uno de nosotros. Es el deseo del corazón de Dios. Dios llegó a este mundo para darnos una vida abundante a cada uno de nosotros. Él quiere darnos una vida abundante. Qué si tal vez, tú estás mirando a tu alrededor y lo que vez son cenizas, Dios quiere tornar esas cenizas en una danza, en un baile de gozo y de alegría en ti.

Dios quiere darte a ti un gozo que sobrepase cualquier circunstancia. Dios quiere darte a ti una sabiduría para tu saber como llevar cada uno de tus pasos. Dios no quiere que tú vivas tan solamente con una emoción, con una cosquilla en tu corazón que te haga brincar o algo, Dios quiere que esa emoción se transforme en una convicción profunda que transforme todo tu entorno; que cambie los paradigmas de tu vida, que cambie tu forma de hablar, tu forma de pensar, tu forma de relacionarte con otros, tu forma de administrar tu dinero o los bienes materiales que tienes, la forma en como tú cuidas tu cuerpo: la salud de tu cuerpo.

Dios quiere transformar todo eso. Él quiere darte una nueva vida, Él quiere hacer un Emanuel en ti, Él quiere transformar lo imposible en posible para que su Gloria se manifieste en ti.

Así que, ¿qué vamos a hacer en esta Navidad? ¿Vamos a sentarnos al lado del arbolito y cantar villancicos con nuestra familia? Hagamos, es bonito. ¿Vamos a darnos regalitos él uno al otro? Eso es bonito. Pero el mejor regalo que yo quiero que usted se lleve esta noche es que usted piense en la conexión de cada uno de estos puntos.

La Navidad es bonita, la temporada es bonita. Le da un gozo a uno, pero no nos quita la realidad en la cual estamos viviendo. Las pruebas van a seguir ahí. Las enfermedades van a seguir saliendo aunque las reprendemos en el nombre de Jesús.

Pero miren, eso mismo que yo acabo de decir, mira eso como el semillero de donde Dios va a sacar bendición para su vida. Mira que te lo digo, que va a ser el tiempo donde las palabras que Él ha decretado sobre ti se van a empezar a cumplir. Tal vez tú has visto muchas que se han cumplido hasta el día de hoy. Pero nuevas palabras se van a estar cumpliendo en medio de tu vida. Tú vas a ver que va a ser el tiempo de Emanuel en tu vida, vas a ver que es el tiempo de Dios en ti.

No es el tiempo de Dios por ti, es el tiempo de Dios en ti, contigo. Tú lo vas a poder experimentar en una forma tan tangible y palpable y por eso tú vas a comenzar a ver como lo imposible se va a empezar a tornar en cosas posibles.

Lo que antes parecía un gigante, por ese Emanuel se va a convertir en una cucaracha que vas a poder pisar y por eso tú vas a ver que se va a abrir la puerta a una nueva vida. Ahí está la Navidad en resumen. La nueva vida que recibimos en Cristo Jesús.

Mi hermano, mi hermana, tú que me estás escuchando en esta noche, yo te quiero animar. Haz de esta Navidad algo especial. No dejes que la rutina de la vida te agobie y te hunda. Mira si tal vez tienes que hacer como José y María que tuvieron que escapar de sus situaciones por un momento. Mira si tienes que cogerte un break- phew. ¡Sal!

Pero tenlo por seguro que Dios te va a traer otra vez. Y cuando Dios te traiga de nuevo, prepárate para esa revelación sobrenatural, esos ángeles que se van a aparecer en tu vida que tal vez no van a tener alas con plumas, tal vez va a tener una gorrita de los Red Socks, -si ves uno con la gorra de los Yankees no les hagas caso, ese es el otro. Pero los ángeles se podrán manifestar en distintas formas en tu vida.

Cosas sobrenaturales van a suceder. Yo lo creo así. Cosas sobrenaturales que van a confirmar la palabra de Dios en tu vida, que van a hacer de Dios un Emanuel, una presencia real y tangible en ti. Qué tú vas a ver que lo imposible se va a hacer posible y que la oportunidad de una nueva vida va a surgir de ti, surgirá en ti y de ti a otros.

Vamos a ponernos de pie y vamos a orar.

Señor Jesús a ti te damos la gloria y el honor. Gracias por tu palabra. Tú palabra que es viva y real. Señor la hemos declarado en fe. Hemos declarado esta palabra con autoridad porque sabemos que proviene de ti Jesús y de ti a nuestros corazones.

Tu deseo es que podamos experimentar tu vida. Qué podamos ver esas nuevas cosas que Tú quieres hacer en nosotros. Tú quieres tornar nuestro imposible en lo posible, Tú quieres ser ese Dios Emanuel, Tú quieres estar con nosotros, Tú quieres hacer cosas sobrenaturales en nuestras vidas aún a pesar de las persecuciones que podamos sufrir. Tú usas eso para traer Tu bendición a nosotros.

Así que Señor, lanzamos esta palabra a tu pueblo, los que están aquí, los que están lejos. Enviamos esta palabra Señor. A ti sea la gloria y el honor. A ti sea la gloria y el honor por todos los siglos y todas las edades.

Amén Señor Jesús y Amén mi Dios.

Aleluya. Gracias Dios. Gracias Señor Jesús. Gracias.

‘Toda la gloria, la honra y honor

Toda la gloria, la honra y honor’

Dile rapidito ahí al Señor donde estás dile:

“Quiero levantar mis manos,

Quiero levantar mi voz,

Ofreciendo a Ti mi vida

En Santidad y Amor.

Padre, sólo a Ti te ofrezco

Mi vida y mi corazón.

Y me postro en tu presencia

En adoración. Hijo de Dios

Recibe hoy toda la gloria

La honra y honor.

Hijo de Dios

Recibe hoy toda la gloria

La honra y honor.

Toda la gloria, la honra y Honor”

Sí, Padre, recibe toda la Gloria, toda la honra, todo el honor porque sacrificaste tanto a través de tu Hijo Jesucristo. Entregaste lo que Tú más amas para que nosotros hoy podamos experimentar momentos como el que hemos vivido, Señor. Sentimos que los cielos adelgazan y podemos penetrar en tu presencia, Señor.

Gracias Señor porque a través de Cristo Jesús tenemos ese puente que nos permite tener acceso a tu trono de misericordia. Permítenos siempre Señor estar atentos y conscientes de lo que aquel sacrificio significó.

Te damos gracias, Señor por el misterio de la encarnación. Las contradicciones en las que entró tu Hijo, los sufrimientos, los conflictos internos, los padecimientos, su humanidad, su deidad para que nosotros pudiéramos tener acceso a Ti y entrar en comunión contigo, Señor.

Te adoramos, te bendecimos, te damos gracias porque hoy podemos celebrar Navidad con alegría en nuestros corazones. Podemos celebrar el hecho de ser criaturas reconciliadas con el Padre. Gracias por hacernos habitantes de este misterio tan maravilloso.

Mantén siempre el sentido de maravilla, de misterio y ayúdanos a cada día estar conscientes del costo y el drama de la encarnación.

Te bendecimos, Señor. Bendecimos a tu pueblo, bendecimos nuestras vidas en estos días. Ayúdanos a mantenernos centrados en lo que verdaderamente vale. Te bendecimos. Regrésanos a nuestros hogares con Tu bendición, Padre.

Gracias Señor. En el nombre de Jesús. Hermanos y hermanas bendiciones. Adelante en el Señor.