La generación Samuel

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El Primer Libro de Samuel, capítulo 3. Primero de Samuel capítulo 3 y voy a compartir con ustedes algo muy especial, que yo creo que Dios quiere que esto se comparta. Ayer tuvimos un hermoso evento donde vinieron miembros de unas 15 iglesias hispanas de Connecticut, Rhode Island, New Hampshire, Massachusetts, y había aquí un gran número de líderes que trabajan en el Ministerio de Educación para Niños, Educación Infantil. Hubo mucha bendición, muchos talleres que se dieron aquí.

Dios ha bendecido nuestra iglesia con un programa que se llama AWANA, las letras quieren decir algo que ahora no tengo claro, pero AWANA ha revolucionado la enseñanza infantil y de paso damos gracias al Señor por todos los maestros que durante tantos años han bendecido nuestra iglesia con Escuela Dominical para Niños, clases para Niños y el Señor como que siempre va mejorando, mejorando, mejorando así que damos gracias a Dios por todos esos maestros que han trabajado arduamente en el pasado.

Y AWANA ha venido para bendecir y mejorar y complementar lo que se hace. Ahora mismo, allá arriba, no me sorprendería, hay mas de 100 niños tomando clases en diferentes niveles desde muy infantiles hasta ya más creciditos. Una bendición tremenda. Y los viernes en la noche si usted viene aquí, las vigas de esta iglesia están dando tumbones porque hay niños saltando, adorando al Señor, danzando, cantando, jugando. Todo con un propósito inminentemente espiritual.

Dios está haciendo cosas muy bellas. Y nosotros hemos querido compartir esa bendición porque somos unas de las primeras iglesias hispanas en esta región que ha adoptado el programa de AWANA y entonces vinieron unos maestros de California, de Florida hubo talleres. Una bendición muy grande, muy especial.

Y me invitaron para dar la charla primera por la mañana. Y en realidad les digo la verdad, aunque yo adoro el Ministerio de Niños y creo que es algo tan especial, tan bello, en realidad ese no es mi llamado. Mi llamado es como Pastor, claro que sí, animar eso porque entiendo la importancia de los niños, hemos respaldado. Pero hay otras personas aquí en la Iglesia que ese es su don, su llamado, su pasión y están haciendo una obra maravillosa.

Y dije: '¿De qué voy a hablar yo con autoridad acerca del ministerio de los niños?'. Se me ocurrieron varias alternativas pero una se me grabó en la mente enseguida. Una imagen me vino. La imagen de Samuel en el Templo cuando niño, cuando Dios le habla por primera vez. Y quiero compartir eso porque lo compartí ayer y Dios me dio esa palabra como una palabra que yo siento que es más que simplemente una enseñanza, es como una palabra que Dios quiere marcar nuestra iglesia. Yo diría una palabra profética, no solamente para nuestra congregación, sino para la Iglesia latina y para las demás congregaciones.

Pero me voy a referir a la iglesia latina en este momento porque somos latinos aquí nosotros. Pero incluyo a todas las Congregaciones y quisiera declarar este sermón, esta palabra también a los hermanos y hermanas que nos escuchan a través del Internet, sus iglesias porque yo creo que esta es una palabra que Dios quiere para este tiempo que se acerca. El tiempo que se avecina, el tiempo que estamos entrando como iglesia de Jesucristo en general.

Y no voy a dar mucho más preámbulo. Vamos al capítulo 3, Primero de Samuel. Dice aquí:

"El joven Samuel"- déjenme pararme aquí un momentito. Cuando Dios me dio la imagen yo más bien veía a Samuel como un niño y siempre he pensado que Samuel era niño cuando recibió esta visión, esta revelación de parte de Dios. Pero dije: "¡Hm!”

El joven, me puse a buscar en New Kings versión y otras traducciones y dice "the child Samuel" y vi la versión de Las Américas de la Biblia en español y dice "el niño Samuel" pero no contento con eso quise buscar en el hebreo original porque es importante porque quiero hablar de los niños y la importancia de los niños y el destino que Dios tiene para los niños y el llamado a la Iglesia latina y a todas las demás iglesias a ministrarle específicamente a los niños, a una nueva generación.

Yo estoy llamando este sermón, esta palabra: "La generación Samuel". Dios quiere prepararse una generación en el espíritu de Samuel. Entonces busqué en el hebreo original y la palabra que se traduce joven aquí es 'naar' en el hebreo original quiere decir niño. En inglés la definición que yo encontré: lad, boy puede referirse a un adolecente. Y yo creo que Samuel era probablemente un adolescente.

Así que cuando dice aquí joven no piensen en un joven de 18, 19 años, 20 años yo creo que Samuel era mucho más jovencito que eso. Yo lo vería como un niño de 10 años, 11,12 años quizás. Es posible que él estuviera entrando en esa etapa de la pubertad, cuando ya era un hombrecito y quizás esto fue lo que inició. Quizás Dios dijo: "Este niño está preparado para entrar en su ministerio profético" y lo inició a través de esta palabra.

Pero es bien importante que no lea joven aquí como un adulto, un joven adulto haciendo la transición de la adolescencia a la juventud.

Entonces: "El niño Samuel ministraba a Jehová en presencia de Elí" -¿quien es Elí? Para los hermanos que no conocen. Elí era sumo sacerdote en Israel en ese tiempo. Era el sacerdote más importante en Israel, cabeza. Pero Elí era un hombre que había perdido la visión. Elí encabezaba espiritualmente a Israel pero como anciano había perdido el entusiasmo, había perdido la pasión. Sus hijos se habían corrompido. Eran sacerdotes también pero se habían corrompido moralmente, financieramente, abusaban de sus privilegios sacerdotales. Elí o los había corregido permitía que sus hijos hicieran todo tipo de desarreglos en su sacerdocio.

Elí era un hombre ya dice la Biblia y mire como murió Eli:" Elí de un susto se cayó de una silla donde estaba recostado y era tan obeso que el peso mismo de su cuerpo con el peso de su cuerpo y fue como castigo de parte de Dios, de paso.

Pero Elí representa esa visión espiritual que ha decaído, ha perdido el primer amor, el fuego, la pasión por Dios y que simplemente lleva a cabo sus labores formalmente pero no tiene pasión, no tiene visión, no tiene la bendición de Dios. Y esto es importante porque Samuel representa como el sustituto de Elí. Si Elí representa corrupción, falta de visión, holgazanería espiritual, Samuel presenta nueva vida, unción, nueva generación, palabra de Dios, profecía, dones sobre naturales. Un nuevo tiempo, una nueva iglesia. Entonces Samuel ministraba, porque cuando niño, su mamá que había pedido al Señor un niño porque era estéril y Dios le dio a Samuel.

Y esta mujer reconociendo que era un don de Dios, cogió a ese niño que ella tanto amaba y se lo dio a Elí para que creciera en el templo y creciera como un nazareo, un hombre dedicado al Señor. Y Samuel yo imagino que con una ruedita allí jugaba dentro del templo; si tenía una de esas Action Figures que los niños juegan o un camioncito él en el templo era que jugaba. Cuando se movía y entraba allí un sacerdote prendiendo la lámpara al Señor lo miraba así quizás entre las puertas. Creció compenetrándose con los gestos, los ritos, el ambiente, el olor a los diferentes perfumes que los sacerdotes quemaban en el templo, escuchando las palabras de alabanza de los diferentes cantores.

Ese fue el pan diario de Samuel desde bebé. Su mamá dice que lo visitaba y le llevaba una túnica especial cada año, pero yo sospecho que esta mujer también iba al templo y veía a su hijo regularmente pero lo había dedicado al Señor.

Entonces Samuel estaba ahí en el templo, ¿no? Dice que en presencia de Elí "y la palabra de Jehová escaseaba en aquellos días, no había visión con frecuencia", era un tiempo de esterilidad espiritual. Israel se había corrompido, los símbolos del Evangelio, de Jehová, de adoración al Señor se habían corrompido, había desanimo, dejadez, corrupción espiritual. Dios no se manifestaba. Yo creo que muy parecido a nuestros tiempos donde hay una escasez de verdadera palabra de Dios.

Dice: "Aconteció un día que estando Elí acostado en su aposento cuando sus ojos comenzaban a oscurecerse de modo que no podía ver". Su falta de visión física, reflejaba una falta de visión espiritual también. Dice que: "esa noche Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová" ¿por qué? porque vivía en el templo; "donde estaba el arca de Dios". ¿Por qué puso el espíritu Santo eso "donde estaba el arca de Dios? Porque Samuel se compenetraba en ese ambiente donde estaba la presencia sobrenatural de Dios que recordaba los actos poderosos de Dios en la historia de Israel.

"Y antes que la lámpara de Dios fuese apagada Jehová llamó a Samuel", de noche, se van a acostar, antes de que soplaran las lámparas y las apagaran, Samuel ya quizás se iba a acostar, Jehová llamó a Samuel y él respondió "heme aquí y corriendo luego a Elí dijo: 'Heme aquí, ¿por qué me llamaste?' Samuel pensó que era Elí que lo estaba llamando, quizás tenía un aposento contiguo al de Elí y pensó "me llamaron."

“Y como no tenía experiencia en las cosas de Dios fue donde Elí y le dijo: "Aquí estoy, ¿para que me quieres?" y Elí le dijo: "Yo no he llamado, vuelve y acuéstate" y él se volvió y se acostó. Y Jehová volvió a llamar nuevamente a Samuel, este niño y levantándose Samuel vino a Elí y dijo: "Heme aquí ¿para qué me has llamado?" y él dijo: "Hijo mío, yo no te he llamado. Vuelve y acuéstate".

Dice y aclara aquí: “Y Samuel no había conocido aún a Jehová,” no tenía experiencia en las cosas espirituales, no sabía discernir los moveres sobrenaturales de Dios ni la palabra de Jehová le había sido revelada. Todavía no había entrado en su función sacerdotal.

[Si alguien me puede traer un poquito de agua, uno de los fieles, se lo agradezco muchísimo. Agua mejor. Gracias, hermanos]

Ni la palabra de Jehová le había sido revelada. Jehová, pues, llamó la tercera vez a Samuel y el se levantó y vino Elí y dijo otra vez por tercera vez: "Heme aquí ¿para qué me has llamado? Entonces entendió Elí que era Jehová quien llamaba al niño, al joven".

Hermanos, hay una forma específica de uno relacionarse con Dios y de escuchar la palabra de Dios. A veces Dios quiere decirnos cosas pero nosotros estamos tan toscos, tan ignorantes, por eso es que el pueblo de Dios necesita meterse de nuevo en una transformación espiritual que nos permita escuchar de Dios.

Dios quiere comunicarse con su pueblo, Dios quiere traer palabra profética pero muchos de nosotros estamos toscos y torpes y como no tenemos experiencia en como discernir la voz de Dios, creemos a veces que es nuestro propio pensamiento, una inquietud psicológica o algo. Y tenemos que pedir al Señor: "Señor danos discernimiento y enséñanos como abrir nuestra alma, nuestra vida a ti y como estar preparados para adorarte".

Hay una forma específica, Dios nos está diciendo de entrelazarse y relacionarse con el mover sobrenatural de Dios. [Thank you, dear] y necesitamos aprender como es que a Dios se le responde. Entonces dice aquí que: "Elí entendió que era Jehová quien llamaba al joven y entonces Elí le dijo a Samuel: 'Mira, Samuel, ve y acuéstate. Y si Él te llamare otra vez, Dios, entonces tú le vas a decir: 'Habla Jehová porque tu siervo oye' ".

Yo me imagino ese niñito, ¿no?: 'Ok. Voy a decirle, habla Jehová porque tu siervo oye. Habla Jehová porque tu siervo oye'. Llega se mete en el dormitorio, se acuesta otra vez y escucha la voz de Dios. Dice: "Vino Jehová y se paró y llamó como las otras veces". Era el Espíritu Santo de Dios que quería hablarle a Samuel, quería comunicarle algo: 'Samuel, Samuel'. Entonces Samuel dijo: "Habla porque tu siervo oye".

Imagínense ese niñito diciendo esas palabras ensayadas que le habían dicho. Porque Dios quiere revelarse a los niños también, por eso digo la generación Samuel. Dios quiere comenzar a hablarle a los niños, prepararse una generación que escuche de parte de Dios. Y miren lo pesada que es la profecía que Dios le confía a este niño. Dice: "Jehová le dijo a Samuel. He aquí que yo haré una cosa en Israel que a quien la oyere le retinarán ambos oídos. Aquel día yo cumpliré contra Elí todas las cosas que he dicho sobre su casa, desde el principio hasta el fin. Y le mostraré que yo juzgaré su casa para siempre, por la iniquidad que él sabe; porque sus hijos han blasfemado a Dios y él no los ha estorbado. Por tanto yo he jurado a la casa de Elí que la iniquidad de la casa de Elí no será expiada jamás, ni con sacrificios ni con ofrendas.

Y Samuel estuvo acostado hasta la mañana y abrió las puertas de la casa de Jehová. [Él era como un pequeño levita, hacía los oficios de la casa y le tocaba, abrió las puertas del templo] Y Samuel temía descubrir la visión a Elí [lo que había escuchado, tenía temor de decirle que Dios le había dicho acerca de su mentor, prácticamente su padre espiritual].

Llamando pues Elí a Samuel le dijo: “Hijo mío, Samuel, ven acá. Y él le respondió: Aquí estoy. Y Elí le dijo: ¿Qué es la palabra que te dijo Dios anoche? Te ruego que no me escondas nada de lo que Él te dijo, porque si me encubres una palabra de todo lo que habló contigo…” -te parta un rayo, fue lo que le quiso decir- “…así te haga Dios y aún te añada si me encubres palabra de lo que habló contigo.

Yo creo que Elí sabía que le habían dicho algo y que tenía que ver con él, tenía la conciencia culpable y quería saber lo que Dios le había dicho. Le dijo: No me encubras nada, dímelo todo aunque sea malo, yo quiero saberlo, quiero escucharlo. Y Samuel se lo manifestó todo sin encubrirle nada y entonces Elí dijo: 'Bueno, Jehová es'. En otras palabras: Él es Dios, haga lo que le de la gana. Si eso es lo que Él determinó en mi vida, yo lo respeto y lo recibo. Se resignó a la palabra.

Y Samuel creció y Jehová estaba con él y no dejó caer a tierra ninguna de sus palabras. Así como dijo Dios sobre Elí así le pasó y usted puede leer el resto de la historia. "Y todo Israel, desde Dan hasta Beersheva, conoció que Samuel era fiel profeta de Jehová". Una nueva época se abre, el mover profético de Dios vuelve a correr. El viento del espíritu comienza a soplar otra vez, sobre la tierra, porque Samuel un profeta de Dios se está moviendo en el pueblo.

"Y Jehová volvió a aparecer en Silo". Silo era un lugar muy específico en la Escritura donde se dieron grandes milagros. Dios comenzó otra vez. "Porque Jehová se manifestó a Samuel en Silo por la palabra de Jehová".

Ahora, hermanos, lo que Dios puso en mi corazón que compartiera con los maestros de niños ayer y lo comparto ahora con ustedes y con los hermanos que nos escuchan y nos ven a través de la Internet. Dios dice a la iglesia de Jesucristo: "Prepárenme una generación como la de Samuel" y esto está hablándose no solamente a los padres de niños sino también a los adultos que no tienen niños, a los varones, a las hermanas solteras.

Mire, Dios quiere que nuestras iglesias sirvan como incubadoras de profetas y de evangelistas, de maestros, de apóstoles que en 20, 15 años lleguen a ser esa nueva generación que Dios va a usar. Porque yo no puedo explicarle todo a menos que ustedes no entiendan, está convicción que hay en espíritu y no mía solamente, sino es la convicción de mucha gente con la cual yo he estado conectándome, escuchando y leyendo porque Dios ha puesto esta inquietud en mi corazón y entonces he estado buscando en el Internet y leyendo y Dios le está hablando a su pueblo acerca de un tiempo que se avecina donde Dios quiere cambiar muchas cosas en el mundo y quiere iniciar una nueva época en la historia de la humanidad.

Yo siento que Dios está preparando un tiempo como nunca antes en la historia de la humanidad y yo creo que antes que Cristo venga [y de nuevo, no tengo tiempo para desmenuzar todo esto escatológicamente] en el mundo se tienen que dar ciertos fenómenos, ciertos eventos.

Yo creo que todavía Dios quiere que naciones vengan al conocimiento de Jesucristo. Nosotros estamos pensando simplemente en término de individuos, personas y eso es muy importante como decía el doctor Richard Booker el viernes: hay una diferencia entre el Evangelio de Salvación y el Evangelio del Reino.

Cristo habló del Evangelio del Reino y a mi siempre me ha impactado eso, porque el Señor dijo en su gran comisión: "Id y haced discípulos a las naciones". Mire que Dios siempre piensa en término de colectividades. "Serás salvo tú y tu casa". Si usted lee las profecías en el Antiguo Testamento habla de las naciones. Naciones, una y otra vez, habla de Egipto y de Mohab. Dios le habla de su juicio a las naciones.

Habla de que en los últimos tiempos habrá naciones que conocerán al Señor y por eso les digo que Dios ha estado hace ya varios años revolucionando mi escatología y yo no estoy seguro todavía, pero ahora estoy entendiendo un poquito mejor porque hay inquietudes que Dios ha puesto en mi corazón que no encajan con algunas cosas que yo oigo tradicionalmente en la escatología de la iglesia, pero ya eso viene de muchos, muchos años atrás.

Y Dios prepara una época en que yo creo, que la Iglesia de Jesucristo estará instalada como una Institución de gran autoridad en las naciones.

Yo creo que Dios quiere que la iglesia de Jesucristo impacte gobiernos, impacte sistemas legales, impacte el mundo académico, impacte el mundo filosófico-artístico, impacte los medios de comunicación, impacte el mundo corporativo-financiero. Nosotros siempre estamos pensando en términos de una persona. El diablo piensa en términos de una nación, un sistema, una colectividad, una doctrina, una disciplina académica, un área de la vida de una nación.

Dios está trayendo como una transformación a la iglesia de que comience a pensar en grande, que comience a pensar… Yo hace años escribí esto: El Master Plan que todavía está en el Internet. Ni siquiera me he preocupado por buscarlo. Hace ya como 4 o 5 años Dios me puso a escribir este documento a cerca de, precisamente, lo que Dios quiere de gobierno apostólico.

Y en ese tiempo yo no entendía tanto como ahora entiendo. De todas las cosas que Dios quiere hacer, de que Dios quiere que vayamos preparando para invadir, para establecer. Yo veo en mi espíritu una época que viene donde la iglesia de Jesucristo tendrá gran autoridad como nunca antes.

Ahora mismo, si miramos Europa, la iglesia de Jesucristo absolutamente está decrepita, completamente en el suelo. Estados Unidos cada día va empeorando la condición de la iglesia evangélica en Estados Unidos, no hay diferencias en muchas áreas entre un evangélico y un pagano.

Los gobiernos no toman noticia de los valores judeo-cristianos ya. Hemos perdido las universidades, hemos perdido los medios de comunicación, los periodistas, el New York Times, New York Post, Boston Globe, las páginas del internet no registran el impacto de la iglesia.

Personas como Sara Payline y Mike Cockaby son muy interesantes pero, no, jamás comandan respetabilidad intelectual o política. Hacemos el ridículo muchas veces. Y yo amo esa gente, yo creo que tienen un corazón puro pero o son lo que Dios necesita, lo que Dios quiere en este tiempo para comandar la atención.

Hay gente escondida que Dios tiene que sacar y llenar con el espíritu Santo. Hay Moiseses, que todavía están en Egipto, pero Dios quiere tomarlos y convertirlos en libertadores de su pueblo. Y la iglesia tiene que preparar eso para que verdaderamente podamos hablar en el espíritu profético.

Hoy en día en nuestros países, como en Guatemala, por ejemplo, es otro país surgen presidentes evangélicos y hacen el ridículo y fracasan y fallan. En Brasil tenemos un 30-40% de evangélicos pero no se siente la diferencia.

En el Salvador, en Puerto Rico hay grandes números de evangélicos pero pregúntese si los gobiernos, si la justicia social, si el progreso que se supone que represente el avance el evangelio se manifiesta en las estructuras de nuestras culturas. No. No lo hay. Aquí en Estados Unidos hay grandes congregaciones de miles de personas, los púlpitos más desarrollados se encuentran en Estados Unidos, sin embargo este país sigue despedazándose más y más espiritualmente.

El diablo sigue ganando más y más terreno porque la iglesia no hace una diferencia. Al diablo no le importa que se levante 100 ó 1000 mega iglesias si el se queda con los medios de comunicación, con las universidades, con los hospitales, con el gobierno, con las corporaciones, con las agencias sociales. Porque el piensa en términos de sistemas y legítimamente ha posesionado.

Hermanos, Dios quiere cambiar las cosas. Cada vez que yo paso por Harvard y yo veo todos esos edificios, ese gran vecindario, esa ciudad increíblemente poderosa que es Harvard, ustedes ¿saben lo que yo pienso? Nos la robaron. Porque Harvard fue fundada como una institución para el entrenamiento de ministros. La primera persona que dio dinero para Harvard fue John Harvard y dio su biblioteca y el equivalente de unos 10 mil dólares para fundar esa universidad y por muchas décadas, dos siglos y pico, Harvard fue un lugar que el evangelio se temía a Dios.

Por lo menos había temor de Dios y por mucho tiempo fue un lugar para con pasión con Dios. Hoy en día es un motor de secularismo y racionalismo terrible. Nos han robado esas cosas, pero yo creo que Dios quiere restaurar eso y quiere prepararse una generación. ¿Ve? Ahí es donde yo voy. Estos son tiempos de cambios.

Vamos a ver cambios y nosotros somos una generación de transición, pero yo creo que en 15, 20, 25, 30 años si Cristo no ha venido y yo personalmente creo que todavía falta para su venida, aunque puede venir ahora mismo; pero en 15,20,30 años Dios va a querer que esos niños que ahora están jugando allá arriba -y no jugando sino recibiendo enseñanza y palabra y que vienen los viernes- que esos niños sean la generación que esté en control y que haga establecer la presencia de Dios.

La palabra de Dios en esta nación: que sean abogados y gobernantes y hombres de negocios y periodistas; que reflejen los valores del reino de Dios y que la Iglesia tenga poder, tenga autoridad, que el mover profético de Dios esté en medio de la tierra y que esos niñitos sean adultos llenos del espíritu santo. Con una palabra profética para darle a presidentes, a primeros ministros, a los dirigentes de las instituciones poderosas. Esa generación Samuel que Dios está preparando y eso quiere decir que la iglesia hoy tiene que estarle preparando al Señor esa generación.

Ese es el punto que Dios me ha dicho.

Dios dice: "Prepárenme la generación que yo voy a usar para conquistar terreno". Ahora después de todo eso, sabemos que Dios tiene su venida y de nuevo nadie sabe como todo esto se ensambla. El problema es que hablar de estas cosas requiere tanto matiz que uno tendría que pasarse horas poniendo los puntos sobre las "íes".

Pero, valga decir, tiempos se acercan. Grandes transformaciones, gran influencia le espera a la iglesia de Jesucristo y Dios dice: "Prepárenme la generación que yo voy a usar para establecer por un tiempo mi dominio antes de que mi hijo venga. Para entonces yo buscar una iglesia que me entregue lo que a mí me pertenece y se la entregue a mi hijo y mi hijo me la entregue a mí. Y yo se El Todo en Todo como dice el apóstol Pablo".

Entonces, es importante que entendamos, Samuel nace en el contexto de esa iglesia decrepita, esa iglesia que representa Elí, decaída. El pueblo de Israel se ha corrompido, no hay fuerza, no hay palabra, no hay pasión para con Dios.

Y yo creo que estos niños se están desarrollando en medio de una iglesia así, que necesita fuerza, necesita renovación. El poder de Dios tiene que fluir en la iglesia, en nuestra iglesia, las iglesias de Cristo. Ahora mismo, estos niños representan esperanza de una iglesia nuevo-testamentaria, llena del poder del espíritu santo.

Y esos niños van, están ahora ahí desarrollándose en ese contexto, así que eso es bien importante. Esos niños están creciendo en el contexto de una iglesia mundial que necesita renovación y necesita una visitación del poder de Dios.

En segundo lugar, estos niños, esta generación Samuel, requiere padres que como Ana, amen a sus hijos, los valoren y los deseen. Dice la Biblia que "Ana le traía una túnica cada año". Ana no se desentendió de Samuel porque lo entregó en el templo, no, Ana seguía con sus deberes de madre. Y yo me imagino que ella visitaba continuamente a su hijo. Ana deseaba un hijo. Cuando ella vino ante Dios derramó su alma pidiéndole un hijo a Jehová y el Señor se lo concedió.

Hoy en día, hermanos, la gente no valora los niños muchas veces. La gente no quiere tener hijos. Ahora, los hispanos, gracias a Dios no tenemos ese problema. Nosotros nos estamos reproduciendo increíblemente, como conejos. Esto está creciendo, aunque nos cierren todas las puertas de Texas y de California, ya estamos metidos aquí, nadie nos saca de aquí. Vamos a seguir creciendo.

Dicen los sociólogos que una de las revoluciones más grandes que se están dando en los Estados Unidos es el desarrollo de la comunidad latina, ¿saben? Eso es así. Para el año 2050 se espera que este país que este país sea casi un 30% latino. Así que imagínese eso. Aquí la gente va a tener que aprender a comer plátano, tortilla y a tomar malta Goya aunque les guste o no les guste porque el pueblo de Dios y el pueblo latino y la iglesia de Jesucristo tiene un gran deber de discipular a esa comunidad y a nuestros niños, hermanos.

Nosotros tenemos el deber de levantarlos en el temor de Jehová y ofrecerle al Señor unos jóvenes, una generación dentro de 10, 15 años que revolucione esta nación. Yo creo que Dios ha traído la nación latina aquí como una comunidad profética. Nuestros valores son valores sanos, aún los que no conocen el evangelio como nosotros lo conocemos, son gente que son temerosa de Dios. Lo que pasa es que si no los discipulados, no los evangelizamos se van a ir, como se han ido los demás grupos, simplemente secularizándose.

Por eso es que la iglesia de Jesucristo está llamada a ser una iglesia militante y a tener visión para entregarle al Señor nuestra comunidad y decirle "Padre, aquí están los hispanos para hacer la diferencia en este país". Para que nosotros hagamos el balance, que esta nación ahora se va de un lado y del otro. Están como Israel entre dos dioses y nuestra comunidad cuando pueda votar y esa generación cuando llegue el momento de votar y de hacer valer sus valores cristianos, eso es lo que va a hacer la diferencia en este país.

Ahora mismo, nosotros hacemos ya una gran diferencia, pero todavía más. Por eso es que tenemos que amar a nuestros hijos. Padres, yo les digo: valoren a sus hijos. Como Ana valoró a Samuel. No, no dejen a sus hijos aquí. Hay hermanos que llegan a la iglesia y sueltan a los niños como si fuera una papa caliente y los sueltan por allí y se meten por aquí y se olvidan de sus hijos.

¿Dónde están sus hijos? A veces yo camino por los salones y las escaleras y encuentro a los niños colgándose de una de las barandas de... y los padres no saben donde están. Lleve a su hijo a la clase y dígale: "Te quedas allí o ya tú sabes lo que te va a pasar". Llévelo a la clase, péguese a ellos. En el tiempo de adoración no los deje sueltos, no, que aprendan a adorar al Señor. Valore a sus hijos, déle importancia a sus hijos.

Y le digo a los papás, a los varones: Varones amen, eduquen, discipulen a sus hijos. No le dejen todo el trabajo a las mujeres. Gregory me hablaba el otro día y Omar acerca de que se han dado cuenta de que padres jóvenes que vienen al frente con sus niños en los brazos. Oiga, eso es precioso. Eso quiere decir que estamos cogiendo la idea. ¡Qué bueno, cuando esos varones asumen su rol de discipuladores, también!

Óiganme el varón tiene un rol muy importante que jugar en la educación de los niños. No le dejen el trabajo a las mujeres solamente. Varones, métanse ahí a bendecir a sus hijos. A mí me encantaría ver hombres allí arriba trabajando en la escuela dominical, trabajando en AWANA y en todos estos Ministerios.

Varones, ¡por favor! Asuman su trabajo, la parte del trabajo. No le dejemos solamente a las mujeres. Yo celebro lo que están haciendo los hombres, como están creciendo, pero todavía necesitamos más. Porque tenemos el deber de valorar, amar y no le deje a la iglesia todo el trabajo. Ana aunque consagró a Samuel seguía involucrada en la vida de su hijo.

Nosotros tenemos que valorar a los niños. Los niños tienen alma, los niños tienen espíritu. Dios le quiere hablar a los niños como le habló a Samuel. Padres que amen a sus hijos, los valoren y los deseen.

En tercer lugar, la generación Samuel requiere gente que le consagre y entregue sus hijos al Señor desde pequeños. La clave aquí es consagrar, entregar. Padres, tomen a sus hijos y conságrenselos al Señor activamente, bendigan a sus hijos todos los días en la noche oren por ellos y declaren la bendición de Dios.

Declaren un destino profético sobre sus hijos, oren por ellos y digan: "Padre yo te entrego mi hijo, te entrego mi hija. Será un hombre, una mujer de Dios. Será una profetiza, será una consejera, un consejero para tu iglesia".

Hermanos, miren, yo le digo al Señor siempre, aunque mis hijas no lleguen a ser grandes e ilustres mujeres pero que amen a Dios. Eso es lo único, lo que más me importa. Ahora, gloria a Dios, van a ser y son mujeres especiales, pero sobre todo yo quiero que amen al Señor apasionadamente. Eso es lo más importante. Asegúrense de que sus hijos, consagren a sus hijos al Señor y derive placer de ver a sus hijos crecer en el amor a Dios.

Entréguelos, bendígalos, impóngale manos, únjalos, declare el favor de Dios sobre ellos.

Cuarto lugar. Esa generación Samuel es una generación que nace bajo una unción sobrenatural en respuesta a las necesidades del pueblo de Dios y de este tiempo. Hay una unción especial: esos niños, esta generación de niños, tiene un llamado, una unción profética sobre sus vidas y tenemos que reconocerlo.

Vea en su hijito. Iglesia: veamos en esos niños. Como Samuel un llamado especial, esos niños están destinados a ser cosas grandes y preparar esa venida del Señor poderosa, nuestros tiempos. Así que véalo así y cuide a esos niños, protéjalos, invierta en ellos, prepáreselos al Señor. Porque Dios está diciéndole a la Iglesia: "Prepárenme mi generación, Samuel. Preparen mi generación de transición. Preparen mi generación que va a sustituirlos a ustedes para la obra a la cual yo los he llamado".

Y tenemos un sagrado deber como iglesia de invertir y esforzarnos y trabajar. Así les hablo a las iglesias que escuchen este mensaje también: preparen esa generación que va a gobernar y que va a establecer grandes cosas en los tiempos futuros. Es una generación con una unción sobrenatural.

En quinto lugar, es una generación destinada a sustituir la iglesia actual que hasta cierto punto ha perdido su unción sobrenatural. Como Elí, Samuel sustituyó a Elí en el sacerdocio: poder profético en Israel. Nosotros tenemos cosas que hacer y Dios nos va a usar pero en realidad esa generación que viene va a ser como la generación que entró a la tierra prometida y nosotros estamos llamados a prepararle al Señor, educarle al Señor esos niños para que cuando entren en su adultez estén listos para hacer la obra que Dios quiere que hagan.

Ellos están llamados a sustituirnos a nosotros.

En sexto lugar, esa generación Samuel es una generación ungida específicamente para restaurar lo profético y para moverse bajo la unción profética. Esos niños van a ser adultos que van a escuchar de Dios, van a recibir palabra de Dios. Se van a mover bajo una unción poderosa, un peso de la generación de Dios.

Es una generación escogida para hacer grandes cosas y tenemos que educarlos como hizo Elí: instruirlos, que se acostumbren a adorar al Señor. Hay que pasarlos al frente para que dancen, para que canten, para que dirijan, hay que imponerles manos, hay que pedirles que oren también por otros. Hay que enseñarlos a orar, a adorar, hay que creer que van a ser bautizados en el Espíritu Santo.

Hay que creer que van a profetizar, hay que creer que esos niños van a hacer cosas muy grandes, muy poderosas y tenemos nosotros que estarlos entrenando para que sepan como moverse en la unción sobre natural.

Es una generación destinada a traer avivamiento y renovación a la iglesia porque ahora la palabra de dios escasea. La iglesia tiene meros asomos, hay pequeños destellos de la gloria y la presencia de Dios en este tiempo en la iglesia. Pero Dios quiere usar ahora esa generación para traer avivamiento a nosotros. El problema no es el mundo allá afuera, el problema es la iglesia.

Cuando la iglesia sea avivada el mundo tomará su directiva de la iglesia. Cuando la iglesia se ponga de pie y comience a vivir sobrenaturalmente fundamentada en la palabra de Dios, el mundo tendrá que tomar noticia.

Cuando Dios se mueve en la Iglesia el mundo... dice la Biblia que: "Dios nos ha entregado el mundo". Dios nos ha entregado la tierra. Dice: "Todo poder me es dado en la tierra y en el cielo por tanto id" fue lo que dijo el Señor Jesucristo. El tiene poder, el diablo quiere hacernos pensar que él es el que tiene poder y en un sentido es el príncipe de este mundo, pero por encima de él -él es un príncipe ilegitimo- está Jesucristo. Y hay una parte que nosotros tenemos y tenemos que prepararle al Señor: esa generación que va a darle duro al mundo con su unción y sustituirnos a nosotros.

En octavo lugar, esa generación Samuel debe crecer en el templo de Jehová donde está el arca de dios. Como creció Samuel, cerca de los dones, conociendo el poder de Dios, compenetrándose con él. Vamos a instruir a nuestros hijos en una visión sobrenatural.

Lo que a mí me gusta del ministerio de AWANA es que los niños crecen como con una mentalidad guerrera, tienen banderas, tienen chalecos, tienen sus bolsitas, tienen sus rangos, tienen sus canciones, tienen sus danzas, tienen sus símbolos y estos niños crecen en una manera diferente. Se aprenden textos bíblicos.

¿Saben hermanos? Que hoy en día muchas iglesias creen que con mucha tecnología, mucho video, muchas presentaciones de PowerPoint y todo eso es que vamos a hacer la diferencia. Yo creo que todo eso es bueno y debemos usar la tecnología, pero el diablo ha tenido tanto poder sobre los niños en este tiempo que nuestros niños muchos están ya corrompidos espiritualmente y necesitan liberación.

Necesitan una medicina muy fuerte, necesitan alimento sólido. Necesitan las abcs de la vida cristiana, necesitan que se ore con ellos y por ellos, necesitan que se les imparta la unción y el bautismo del espíritu santo. Necesitan aprender a usar las armas de guerra, porque están en guerra.

El diablo ha querido poseer sus almas. El Internet los corrompe, los medios de comunicación los sexualiza antes de tiempo, los convierten en consumidores antes de tiempo. Los niños están ya ordenándole a sus padres que les compren el tenis de última moda de 150 dólares porque sino se sienten ridículos. Las niñas están corrompidas a los 12, 13 años ya están sexualmente activas y los jovencitos se han convertido en predadores, victimarios de las niñas que el sistema este maldito de las escuelas y el Internet y todo eso endemoniado le está enseñando rebeldía contra los padres, una sexualidad desaforada, una actitud consumerista, secularismo, rebeldía contra la autoridad.

Todo lo malo el diablo ha querido metérselo y los poderes ahí afuera están cooperando con el enemigo. Deshaciendo lo que la iglesia trata de hacer, bajo supuestos valores y paradigmas seculares racionales que son verdaderamente doctrinas del demonio que están siendo infundidas. Y esa generación necesita un poder especial para sacar con fuego lo que el diablo ha metido en sus corazones.

Hay niños hoy a los 7, 8, 9 años ya están adictos a la pornografía porque la Internet los ha corrompido y los niños hoy en día crecen en su propia sub-cultura con los iPods los text messaging, el Internet, los tweeter y todas estas cosas, el Facebook y You Tube y todo esto. Los niños no necesitan a los padres ya, están creciendo en su propia subcultura y están siendo discipulados por el mundo secular. Necesitan liberación, necesitan sanidad.

Por eso es que tenemos que darle fuego, tenemos que darle espíritu santo, tenemos que darle palabra de Dios, tenemos que educarlos en el templo.

Cerca de donde está el arca de Dios que es símbolo de poder, de presencia de Dios. Tenemos que invertir en nuestros hijos, tenemos que traerlos a la iglesia, tenemos que pelear a brazo partido con el enemigo que quiere sellar a nuestros hijos antes porque quiere matar el espíritu profético.

El diablo quiere, como siempre ha hecho, con Faraón que quiso matar a los hebreos cuando nacían y como Herodes que quiso matar a esa generación para que no saliera el Mesías. Hoy en día el diablo quiere destruir esa generación profética y la iglesia tiene que ponerse de pie y decir: ¡No! Nosotros vamos a pelear por ellos y vamos a infundirles una mentalidad espiritual.

Padres entendamos que estamos en guerra por el alma de nuestros hijos y que tenemos que presentarle al Señor una generación como Él la necesita para sus propósitos de los últimos tiempos. Perdonen, pero esto es importante. Tengo un par de puntos más y les prometo que ya estoy aterrizando.

Esa generación Samuel, debe recibir un entrenamiento, una educación espiritual intensiva, continua, bíblica como Samuel la recibió. Las escrituras, aprenderse versículos, conocer los personajes de la Biblia, los libros de la Biblia, memorizarse coros, danzar ante el Señor. Debemos entrenarlos para que sean guerreros.

Tienen que ser instruidos en los misterios y el contenido de la Palabra de la biblia, tiene que ser entrenada en como comunicarse con Dios, como responder a Él cuando Dios hable. Bien importante.

Penúltimo punto, tiene que ser [esa generación Samuel tiene que ser] entregada, consagrada, cedida a Dios como propiedad suya por padres que entiendan el llamado especial profético que tiene esa generación para iniciar una nueva época en la vida del pueblo de Dios y aún de la sociedad en general.

Tenemos que entregar nuestros hijos al Señor y decirle: "Aquí está mi ofrenda. Tú me diste esta hija y yo te la ofrezco como instrumento en tus manos". Consagre sus hijos al Señor y entréguelos a Dios y dígale: "Señor, esto es tuyo para tus propósitos. Es una lanza, es una flecha, es una bala, es una bola de cañón, es un proyectil que yo quiero poner en tus manos para que Tú rompas cercos y derribes muros y traigas una nueva ola, un nuevo sistema en la vida de tu pueblo".

Consagre sus hijos al Señor, dele nombres proféticos a sus hijos. Comience a profetizar sobre sus hijos, visualice el tipo de hijo, de hija que usted quiere y profetice, declárelo delante del Señor. Háblele a su hijo y dígale: "Yo te declaro una mujer de Dios, una consejera, una Débora, una Sarah, una María en el pueblo de Dios". "Yo te declaro un Gedeón, yo te declaro un Kaleb, yo te declaro un Samuel, yo te declaro un Josué en la vida del pueblo de Dios. Yo te consagro para avivamiento, te consagro para renovación, te consagro para pronunciación de palabra profetica, te consagro para ser un profesional lleno del espiritu santo donde quiera que tú vayas, que tú declares que la gloria y la honra es para Dios. Te consagro como un cantante, como un salmista, como un profeta de Dios".

Declare el futuro de Dios sobre sus hijos y conságreselos al Señor.

Y por último lugar, la generación Samuel, será llamada a traer orden tanto dentro de la iglesia como fuera de la iglesia. Esa generación quitará y pondrá reyes, quitará y pondrá Primeros Ministros y Presidentes, consagrará gente para el servicio de Dios en mundo secular, inspirará santo temor entre los inconversos porque el poder de Dios será tan fuerte en ella que será como que profetas y apóstoles y ungidos de Dios están caminando sobre la tierra declarando la gloria de Dios y el mundo tendrá que poner atención y temer ante los decretos de esos hombres y mujeres llenos del espiritu santo.

Ahora la iglesia está en vergüenza, derrotada, perseguida, no tiene relevancia, no tiene vigencia, no es escuchada, es ridiculizada. La gente declara la muerte de la iglesia. Time Magazine, Newsweek, escritores de gran renombre se ufanan de que ya el tiempo de la iglesia cristiana en Estados Unidos está en decadencia y locamente declaran que ya la ciencia, el conocimiento, ridículo, ridículo.

En estos tiempos post-modernos, todavía el diablo tiene los corazones de la gente, haciéndoles creer que la solución está en más conocimiento, mejor psicología, mejor antropología, mejor sociología, mejor biología, química, cuando ya todo eso... ya ellos mismos confiesas que todo eso falló. Falló en el siglo XX y ahora el diablo quiere volver a renovarlo en el Siglo XXI, cosas locas. La ciencia y el conocimiento nunca han sido la solución para la humanidad y quieren despojarse de los que creen bajo el nombre de fundamentalismo.

Creen que al darnos un nombre de fundamentalistas ya nos están poniendo una X y nos están borrando del escenario. La religión, la espiritualidad nunca desaparecerá del ámbito humano porque está escrita en el corazón del hombre. Dios la escribió allí. Nadie se podrá zafar de eso, está en los genes, está en la biología, está en la química, está en la electrónica del cuerpo humano. Nadie podrá zafarse de eso.

Y la iglesia de Cristo todavía los mejores tiempos están delante de ella, hermanos. Tenemos que prepararle al Señor una generación nueva, tenemos que estar invirtiendo porque lo que viene es grande. Tenemos que estar envisionando cosas grandes que Dios va a hacer y preparándole a Dios sus profetas, sus maestros, sus apóstoles, sus evangelistas, sus pastores y pastoras. Gente llena del espiritu Santo, moviéndose en el poder de Dios.

Dios nos dice: "Celebren, casen a sus hijos y a sus hijas, abran negocios, construyan templos porque van a necesitar muchos lugares donde venga la gente a recibir palabra mía. Prepárenme vasijas, vasijas no pocas, porque el aceite que yo tengo que dar es mucho y va a correr por toda la tierra. Así que prepárenme una generación de líderes. Prepárenme una generación de líderes porque los necesito para la obra a la cual yo los he llamado".

Ese es el llamado de Dios para la iglesia de Jesucristo en este tiempo. Vamos a preparar la generación Samuel, vamos a preparar la generación que va a instalar a David y a Saúl y va a ungir a los reyes y va a caminar inspirando temor al mundo alrededor porque el Dios mismo caminará con ellos. Esa es la palabra del Señor para esta iglesia y para la iglesia de Jesucristo en este tiempo.

Vamos a ponernos de pie. Traigan sus niños aquí un momento, padres. Los que tienen niños tráiganlos aquí un momento. Y vamos a orar también por los que están allí arriba y proféticamente vamos a declarar la unción de Dios sobre esa generación en esta tarde. En el nombre de Jesús. Nosotros declaramos que esos niños son guerreros, generales, presidentes, médicos, periodistas, escritores, artistas, consejeras, son Deboras, son Sarahs, son Ruths, Esteres, que Dios está usando y ahora mismo en el nombre de Jesús.

Acérquense bien hacia adelante, vengan bien hacia adelante, y si hay que empujar un poquito los asientos primeros, por favor, acérquense madres y padres. Bien hacia adelante, bien hacia adelante. Inclusive si tienen que subir aquí, suban aquí algunos para que otros tengan oportunidad. Vengan aquí arriba algunos.

Vamos a entregarle esos niños al Señor y los que están allí arriba también se los consagramos al Señor. Si quieren subir aquí los niños déjenlos que suban como sea, o suban ustedes con ellos, no se apuren.

En el nombre de Jesús, declaramos tiempos nuevos, soltamos una unción especial y que esto sea simplemente una primicia. Esto es simplemente un símbolo de lo que Dios está haciendo y va a estar haciendo en Latinoamérica, en Asia, en Europa, en la India, en el Medio Oriente, en Australia, Asia Central, el Océano Pacífico, Rusia, Mongolia, Tíbet. El Señor está haciendo cosas grandes.

En el nombre de Jesús declaramos unción especial corriendo hoy en día. Esta es la generación Samuel, la generación Samuel. Declaramos una generación ungida llena del Espiritu Santo, una generación profetica. We declare a profetic generation. Declaramos que estos niños serán la punta de lanza que Dios va a usar, guerreros espirituales, entendidos en el mover de Dios.

Ponga su mano su niño ahora mismo y declare una nueva generación, un mover poderoso de Dios, la llenura del Espiritu Santo, plenitud de vida, revelación. Niños que vean visiones, sueñen sueños, reciban palabra profetica de Dios, se muevan en el poder del Espiritu santo.

En el nombre de Jesús, declaramos tiempos nuevos, un fluir del Espiritu Santo, llenura del espiritu de Dios, fluir del poder de Dios, fluir del poder de Dios. Una nueva generación. Generación profetica, generación Samuel, generación destinada a cambiar destinos, generación que tiene autoridad para fluir en el poder y los dones del Espíritu Santo.

En el nombre de Jesús declaramos padres sabios, padres entendidos que conozcan su llamado y que sepan lo que Dios les ha llamado a hacer. Ustedes son guardianes, ustedes son nodrizas, ustedes son madres espirituales, ustedes cuidan la propiedad de Dios. Sus hijos son el talento que Dios ha puesto en sus manos. Asegúrese de educar a sus hijos en el poder y el temor de Dios; proveerles ambientes sanos, donde la presencia de Dios pueda correr y hacer cosas.

Yo desato, en el nombre de Jesús, unción celestial sobre los niños de esta congregación, sobre los adolescentes de esta congregación. Sello sus mentes y sus corazones contra toda artimaña del diablo, toda malicia del enemigo que quiera poseer sus corazones y sus almas. Los declaramos una generación profetica que fluya en el poder del Espiritu Santo llena de los dones de Dios, sabia y entendida en el uso de los artefactos, los utensilios, las vasijas del templo de Dios.

En el nombre de Jesús, los adolescentes, los jóvenes de esta iglesia los declaramos ungidos, llenos del Espiritu Santo, sabios en el uso de las armas de guerra espirituales. En el nombre de Jesús. Sus corazones quedan sellados, declaramos la unción, la unción de Dios está fluyendo en este momento. El fuego de Dios está sellando los corazones, el calor de Dios está fluyendo.

Niños reciban la unción del Espíritu Santo, niños reciban la palabra de Dios, niños reciban revelación en sus espíritus y sus corazones, niños reciban, reciban en el nombre de Jesús gracia, Gracia de Dios, unción fresca de Dios. Unción de Dios. En el nombre de Jesús, gracias. Unción fresca del Espiritu Santo sobre los niños. Sean bendecidos, sean llenos del espiritu profético de Samuel. El espiritu profético de Samuel. Fluya el espiritu Santo, fluya la gloria de Dios.

"Levántenme una generación", dice el Señor. Yo me preparo una generación, Yo me reservo una generación elite, una generación sacerdotal, una generación guerrera, mis generales yo los preparo para la cosecha de los últimos tiempos", dice el Señor.

"Mi gloria se posará sobre ellos. El arca de mi poder caminará sobre ellos. Yo respaldaré su palabra y no dejaré que caiga una sola palabra de ellos a tierra como hice con Samuel, lo haré con ellos también", dice el Señor.Palabra de Dios en los corazones de estos niños. Un nuevo orden espiritual. Aleluya. Te damos gracias Señor. Ayúdanos a levantarte un ejército poderoso, Padre.

En el nombre de Jesús declaramos tu unción, declaramos tu Gloria.

Gloria de Dios sobre estos niños. Aleluya, Aleluya. Gracias Señor. Recibimos tu doble porción. Gracias Jesús. Amén.