Mentalidad específica, una nueva manera de pensar (Parte 1)

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Nosotros estamos aquí en esta mañana porque precisamente queremos mejorar nuestro desempeño como líderes, queremos mejorar nuestro desempeño como congregación, como iglesia, como ministerios a los cuales pertenecemos, queremos exaltar o levantar el nivel de nuestro liderazgo, y queremos también vivir una vida de excelencia, porque después de todo estos principios se aplican a la manera en que nosotros vivimos nuestra vida. Y de ahí, entonces, se desprenden las demás implicaciones de esa mentalidad de la cual yo quiero hablar.

Mi propósito en esta mañana es alertarnos a todos nosotros a la importancia de un tipo de pensamiento, lo que yo llamaría una mentalidad, algunos dirían un modelo mental, otros dirían, una perspectiva, otros lo llamarían como una postura de vida; una forma de abordar las situaciones de la vida, los retos de la vida, los problemas, los retos del ministerio. Puede referirse desde cómo solucionar los problemas de mi vida emocional, las heridas del pasado, cómo enfocar los problemas estructurales que hay en mi matrimonio, cómo ser un mejor profesional, cómo ser una mejor ama de casa.

Esta mentalidad a la cual yo quiero referirme es como una forma operacional, es una forma de dirigirse hacia cualquier situación, yo lo llamaría un lente interpretativo y eso yo sé que son palabras un poquito complejas, pero no hay manera más sencilla. Porque eso es lo que es una mentalidad, es un modelo mental, es un instrumento que tu usas para todo lo que tu haces. Es como el motor de un carro que ese motor está metido allí, y ese motor tiene que estar involucrado en todo lo que hace ese carro, sea para ir a la iglesia, sea para hacer un viaje de 500 millas, sea para ir al supermercado, ese motor y el sistema operativo de ese carro, se usa para todos los movimientos de ese carro.

Entonces yo me quiero referir precisamente a una forma de pensar y de abordar las cosas, alertarnos de la importancia de esa manera de pensar y de vivir. Una manera de pensar que se adecue, que se ajuste a nuestras aspiraciones como iglesia, como individuos. Necesitamos un modo de operar que sea apropiado para el mundo en que vivimos, siglo XXI, con todas sus complejidades tecnológicas, multi culturales, competencia frenética, procesos acelerados en todas las áreas, tiempo corto para hacer todas las cosas. En ese siglo XXI en que la iglesia opera y que nuestras vidas se mueven, necesitamos una forma de hacer las cosas, una manera de interpretar el mundo y de abordar los problemas del resto de la vida, que sea al nivel del complejo mundo en que vivimos, y de las cosas que nosotros como iglesia de Cristo a nivel universal y también como congregación León de Judá insertados en la ciudad de Boston, queremos lograr.

Se requiere, en otras palabras, un paradigma, es una palabra, de nuevo, muy linda y muy compleja. Se requiere un paradigma, una mentalidad, una manera de acercarnos a los retos y problemas de la vida que nos lleve al éxito, a la excelencia, a la efectividad en las cosas que emprendemos.

Un pensamiento adicional: la mayoría de los cristianos que conozco no poseen, no despliegan esa mentalidad de la cual yo quiero hablar. Sobretodo en el mundo carismático pentecostal al cual nosotros nos afiliamos. Generalmente si usted no se ha sometido a través de su vida a un rigoroso régimen de estudio y preparación académica en alguna universidad elite, probablemente usted no haya tenido la oportunidad de incorporar esa forma de abordar las situaciones de la vida a la cual yo me refiero. Pero no se preocupe, usted puede adquirir y desarrollar esa mentalidad si usted sabe cuáles son las cualidades que la caracterizan y cómo se puede adquirir. Y de paso, ese el trabajo de toda una vida, eso es simplemente cuando usted dice, ok, yo entiendo lo que es, tengo una idea, voy a comenzar a pensar en esos términos, voy a dar pasos de bebé, me voy a enfocar en eso toda mi vida, voy a entender de qué se trata, y voy a rigurosamente a través de toda mi vida, ir desarrollando esa mentalidad.

Por ejemplo, el uso de este aparatito, dondequiera que voy últimamente hablo acerca de él, el iphone. Por eso lo estoy usando aquí, porque he visto su utilidad, incorpora tantas cosas y he dicho, tengo que aprender a usarlo, porque eso va con esta idea que uno tiene. Una de las cosas de este tiempo es el uso de la tecnología, la concentración de recursos. Aquí está todo, esto es una computadora pequeña, pero tiene de todo. Y también representa este mundo tecnológico en el cual nosotros nos movemos que tenemos como cristianos que aprender a movernos en él.

Entonces, esto, yo quiero cultivar todos los diferentes aspectos que se refieren a esa mentalidad y esto es uno de ellos. Entonces, pues, estoy determinado a aprender a usar esto. Y he hecho un pacto con el Señor de dominar este aparatito, el ciento por ciento, si es posible porque representa este estilo de vida que yo veo cada día más y más, que necesito para ser un líder efectivo en este tiempo.

Entonces, es algo que tiene que ser toda tu vida. Tu entiendes lo que es, alineas todas tus acciones, decisiones a esa manera de pensar, en tu matrimonio por igual; tengo un problema matrimonial, ok, cómo lo desmonto en sus partes constituyentes. Cómo establezco una estrategia día a día para resolverlo. Qué cosas tengo dejar, qué cosas tengo que adquirir, qué diálogo tengo que tener con mi esposa, qué viajes al pasado tengo que hacer para analizar de dónde vienen esos problemas, etc. Y entonces usted persigue una estrategia para destruir ese monstruo. Porque esa mentalidad le enseña y así usted enfoca cualquier cosa de la vida en esa dirección.

Esa mentalidad le podría dar diferentes nombres a lo que me estoy refiriendo. Ningún nombre que yo le diera, ninguna etiqueta le hace plena justicia a lo que me estoy refiriendo. Cada uno solo nombra un aspecto de esa mentalidad. Ahora, juntos, los diferentes nombres que le podemos dar, delimitan una zona, un universo de actitudes y prácticas que juntos llevan a la excelencia y al desarrollo del individuo.

Podemos referirlo en diferentes maneras, son como los pixeles, los puntos… usted ha visto un periódico que si usted lo analiza desde más cercano, usted ve, esta es la mentalidad específica… usted ha visto las fotos de un periódico? Si usted lo analiza de lleno lo que son, son puntitos grises, negros, de diferentes cosas y esos puntitos juntos crean desde afuera una imagen.

Bueno, así yo quiero esta cosa más bien como puntitos y trazar lo que es el perfil de esta mentalidad. Cada uno de esos nombres nombra un aspecto. Juntos delimitan una zona, un universo de actitudes y prácticas que llevan a la excelencia y al desarrollo personal.

Algunos nombres que yo podría darle a esto: mentalidad específica, mentalidad sistémica, método científico, pensamiento estratégico, también yo llamaría mentalidad de hormiga. Búsquese Proverbios 30, 24 al 28, donde el escritor de Proverbios iluminado por el Espíritu Santo alaba la hormiga, el conejo, la langosta y otro insecto más. Cosas pequeñas, organismos pequeños pero que si usted mira lo que tienen en común todos, son una forma sistémica de pensar, una forma estratégica de pensar. Planifican, estructuran, ven a largo plazo, sus necesidades dejan que determinen sus acciones, piensan en una forma concreta, estratégica, y por eso el escritor alaba al conejo y alaba la hormiga porque camina en cuadrillas, por ejemplo.

Es decir, la idea es que… y la araña, esa es la cuarta que habita en palacio de príncipe. Usted ha visto la estructura de una telaraña? Es la cosa más compleja y más poderosa, más fuerte que hay. Es tremendo.

Es decir, que estos seres planifican y por eso la Biblia los alaba. No alaba al caballo corcel lleno de fuerza y de vigor, no, no, animales pequeñitos que por su capacidad para planificar y pensar estratégicamente, sistémicamente adquieren una capacidad mucho más allá de su aparente fortaleza.

Pensamiento estratégico, mentalidad de hormiga, mentalidad de eficiencia, podría ser. Todos estos nombres, pensamiento científico, si los desmontáramos en su implicaciones podríamos ver que se refieren a un universo de actitudes y formas de obrar en la vida.

Sin esa actitud, sin esa mentalidad a la cual yo me estoy refiriendo, hacia los retos y tareas de la vida, no se va muy lejos. No importa cuántas buenas intenciones, cuánto esfuerzo y pasión, ni siquiera cuánta unción usted tenga como siervo y sierva de Dios… ah, yo tengo la unción de Dios, yo puedo hacer…

Mire, la unción sirve para ciertas cosas, pero no para todo. Se necesita a la unción añadirle otras cosas importantes. En el pasaje de Lucas, capítulo 16, 1 al 9, el Señor Jesucristo nos alerta a la necesidad de pensar en esta forma eficiente, específica, estratégica, planificadora, a la cual yo me estoy refiriendo.

Es el pasaje conocido del mayordomo infiel. Usted sabe la historia: este mayordomo, un empleado de una corporación, digamos, se descubre que está engañando a su jefe, está sustrayendo dinero ilegítimamente de los fondos de la empresa. Sabe que lo han descubierto, sabe que le espera que lo despidan o que lo metan a la cárcel y él entonces qué hace? A la luz de su situación actual, comienza a pensar, que voy a hacer? Entonces él dice, qué haré porque mi amo me quita la mayordomía, cavar no puedo, mendigar me da vergüenza. Ah, ya sé lo que haré, para que cuando se me quite la mayordomía me reciban en sus casas las personas ricas y poderosas. Y llamando a cada uno de los deudores de su amo, dijo al primero, cuánto le debes a mi amo? Él dijo, cien barriles de aceite. Y le dijo, toma tu cuenta, siéntate pronto y escribe 50. Después le dijo al otro, y tu cuánto debes? Y él dijo, cien medidas de trigo. Él dijo, toma tu cuenta y escribe 80. Mire aquí la reacción, entonces, es Jesucristo implícitamente a través del amo alabando a este hombre y qué fue lo que alabó. Alabó el amo al mayordomo malo por haber hecho sagazmente.

De hecho, la palabra sagazmente es fronismos, de donde viene la palabra frenético, frenología, frenesí. Es una palabra muy interesante, se refiere al sistema nervioso, al cerebro. Cuando dice sagazmente, y es interesante que la Biblia habla de esa palabra sofronismos, por ejemplo, o sofronen, refiriéndose como a una forma científica de ver las cosas. Donde dice, por ejemplo, ninguno piense más altamente de sí que lo que debe pensar sino que piense de sí con cordura. La palabra cordura es esa palabra, sofronen, que se refiere como al cerebro. Es decir, la estructura electrónica, la estructura nerviosa, neurológica misma del ser humano. No se refiere tanto a sabiduría, entendimiento, intuición. Se refiere como una forma específica, científica, sistémica de pensar.

“…Alabó el amo al mayordomo malo por haber hecho sagazmente porque los hijos de este siglo…”

Digan todos, este siglo. A qué se refiere? La gente de la cultura, del tiempo y el espacio, la gente metida en el mundo, la gente que solo piensa en el ahora y el aquí, la gente que vive solamente para este mundo y no se preocupa de lo eterno.

“… los hijos de este siglo son más sagaces… -otra vez la palabra sagaz, la misma palabra esta sofrenen o fronismos-… son más sagaces en el trato que sus semejantes que los hijos de la luz…”

Cuáles son los hijos de la luz? Usted sabe, nosotros.

“…. Y yo os digo ganad amigos por medio de la riquezas injustas para que cuando estas falten os reciban en las moradas eternas….”

Es interesante eso de la riqueza injusta. Yo diría las riquezas injustas para mi son precisamente todas las cosas que este mundo provee: la tecnología, su forma de pensar. Nosotros tenemos que aprender a usar las herramientas de este mundo, santificarlas y usarlas para el avance del Reino de Dios. Eso es bien importante, las riquezas injustas.

Dios siempre toma hombres como Moisés, lo mete en Egipto, un sistema impuro, pagano, mundano, lo entrena y después lo saca, lo mete 40 años a enfriarse en el desierto y entonces después lo pone a hacer lo que tiene que hacer.

A Pablo lo entrena en el mundo fariseo con todos sus formas de pensar teológicas, estructural, organizada, una universidad altamente desarrollada, y después lo saca, lo tumba del caballo, lo pone ciego por un tiempo, lo bautiza con el Espíritu Santo, lo pone a enfriarse unos años fuera de todo y después lo llama aparte a Pablo y Bernabé para la obra para la cual yo les tengo determinado, y lo envía entonces a uno de las misiones más poderosas de toda la tierra: desarrollar su iglesia y desarrollar el sistema teológico de la iglesia, dos terceras partes del Nuevo Testamento. Pero primero lo pone en el mundo contrario, le imbuye, le mete, le inyecta ciertas características que no se encuentran en el mundo del espíritu y entonces le entra el espíritu y lo saca.

Entonces, esa es la idea de riquezas injustas. Qué vemos aquí, hermanos? El Señor nos alerta a la necesidad de pensar en una forma. El Señor no alaba al siervo infiel por su malicia, entiéndanme, no lo alaba por su falta de honestidad. No, lo alaba por su forma de pensar. Este hombre, qué hizo? Vio sobriamente, analizó su realidad sobriamente, escuetamente, realísticamente. No dijo, ah, bueno, mi amo quizás me perdona. No, él dijo: Hey, estoy en problemas, me van a botar.

No idealizó, vio la realidad tal como era. Vio su situación. Evaluó sus alternativas: Cavar, no puedo, yo no tengo molleros, si me meto ahí a trabajar en construcción, me destruyen. Mendigar, no sé ni siquiera cómo hacerlo, soy un hombre que me doy tanta importancia a mí mismo que no podría hacerlo. Evaluó alternativas. Entonces, ah, dijo, determinó dónde residía su fortaleza. Mi fortaleza reside en mi astucia, mi capacidad para planificar, mi mente. Entonces, qué hizo? Determinó un plan específico de acción. Ah, ya sé lo que voy a hacer. Voy a hacer esto.

El escribió, posiblemente, en su computadora, cuatro diferentes cosas. Analizó, vio los records de su corporación, y entonces llamó, cogió su rollotext, vio en su iphone su lista de contactos y determinó un plan específico de acción. Ejecutó su plan inteligentemente. La ejecución es una los distintivos de esta forma de pensar. Yo veo cantidad de gente que me dice, Pastor, que bueno sería hacer esto. Y tienen unos planes geniales. Yo les digo, bueno, pues, ejecútelo. Yo conozco gente que son unos genios estrategiando, pensando, concibiendo cosas pero póngalos a ejecutar, dígales te espero aquí mañana a las cinco de la tarde… ah, no, no tengo tiempo, estoy demasiado cansado… Le meten un cuento y no se aparecen. O van una o dos veces, y después ahí terminó todo. O conciben unas grandes ideas, unas grandes estrategias, van tres, cuatro veces pero cuando se ponen las cosas difíciles ahí se quedó todo. No ejecutan. La ejecución es uno de los distintivos más grandes del liderazgo.

No me venga con discursos tremendos, ni con poemas, ni con grandes despliegues de energía personal. Yo quiero ver cuando se acabe el polvo, si usted está ahí todavía. Yo adoro la gente que lleva 20 años en la iglesia, sirviendo, trabajando, llueve, truene, ventee, los reconozcan o no, le besen la mano o no. Están ahí, firmes, firmes. Ejecución. Él ejecutó su plan, lo llevó a cabo.

Pensó en el futuro, pensó a largo plazo, fue específico en sus determinaciones. Sobretodo pensó lúcidamente, específicamente, sobriamente, fríamente. Planificó y llevó a cabo una estrategia.

Esa mentalidad, esa forma de conducta, esa forma de proceder fue lo que el Señor dijo, este hombre hay que alabarlo, no lo alabemos por su falta de honestidad, pero alabémoslo por su forma de actuar, de proceder en la vida, de proceder ante un reto, una crisis, una tarea, una situación.

Es ese tipo de mentalidad, hermanos, ese tipo de mentalidad sistemática, de pequeñas acciones, ubicadas exactamente donde tienen que ubicarse. Cartuchos de dinamita puestos en el lugar donde la roca se va a partir, que nosotros tenemos que adoptar como iglesia, como cristianos, como siervos, como líderes de diferentes ministerios. Se tomaría demasiado tiempo describir en todos sus aspectos esta mentalidad a la cual yo me refiero. Estoy simplemente como delimitándola, poniendo puntitos alrededor de ella, como digo.

Interesantemente Jesús dice algo aquí que es muy revelador. Dice que esa mentalidad de eficiencia, detalle, planificación, especificidad y estrategia, es característica de quién? De los hijos de este siglo. El hombre secular, la gente racional no espiritual, los que están sumergidos en el tiempo y en el espacio, en el mundo, no en la eternidad, aquí, su vida depende de este mundo, los asuntos temporales, no los espirituales. Los hijos de Dios, los creyentes, los ungidos, los hijos de la luz.

El Señor dice, los que son sagaces en su trato con sus semejantes, los que saben hacer las cosas, los que llevan a cabo las grandes tareas de la vida, no son los evangélicos, no son los pentecostales llenos del Espíritu Santo y de los dones de la unción de Dios. No, son los inconversos, los paganos, los que están allá afuera en el mundo. Y eso es como un indictment, como dice en inglés, es una acusación contra nosotros del Hijo de Dios. Yo creo que el Señor dijo con un sentido de ironía y de profunda tristeza.

Reveladoramente el Señor extrae esta parábola del mundo de los negocios. Es una parábola que elabora una situación financiera. Es ese mundo de los negocios, el mundo de la corporación el que mejor representa esa mentalidad de planificación, especificidad, y estrategia; hasta cierto punto, yo critico ese mundo muchísimo y creo que no es tan eficiente como él piensa que es. Pero en un sentido sí lo es, por eso el Señor siempre usa situaciones de negocios para ejemplificar este tipo de cosas.

Ese es el mundo que controla todos los demás mundos de la cultura. Es el mundo de las corporaciones, siempre ha sido así, incluyendo el mundo militar, el mundo gubernamental, cultural, científico, académico. Piense en una persona como Bill Gates, con su filantropía de billones de dólares, The Gates Foundation, creo que se llama. Piensen en Warren Buffet, que le dio billones de dólares a esa fundación de Bill Gates también y piensa dar todo su dinero cuando se muera a esa filantropía. Piense en Richard Branson. Si usted piensa en esas grandes filantropías que hoy en día, el Rockefeller Foundation, The Ford Foundation, de dónde vienen? Del mundo de gente negociante.

Piense en el siglo XVI, el Renacimiento, los Medici, quién propició? Gente como Miguel Ángel y Raphael y otros. Quién es responsable en última instancia por el gran desarrollo de la cultura en Italia en el siglo XVI, en el Renacimiento? Los grandes comerciantes que tenían la idea también, ok, voy a usar mi dinero para desarrollar la cultura. Siempre ha sido así.

Pero es el dinero lo que controla todo lo demás: la filantropía, las universidades, el mundo cultural, todo sale de allí, del dinero.

Entonces la mentalidad operativa del mundo del comercio, la mentalidad que ellos usan para llevar a cabo sus operaciones, le da acceso a ese mundo del dinero a todas las demás cosas. Esa mentalidad que el mundo corporativo usa, le da acceso, a su vez, y poder y control sobre todos los demás mundos de la cultura.

Entonces la conclusión es esta: concluimos, no es el dinero lo que da poder, hermanos. Hay quien dice, oh, el que tiene dinero tiene poder. No. Lo que da poder es la manera de pensar y operar, es el modus operandi, la metodología, lo que da acceso al dinero.

Si tu tienes la metodología y el modus operandi, ese paradigma la cual yo me refiero, tu puedes tener acceso potencialmente a todas las demás cosas. Lo que verdaderamente produce poder, control, e influencia es una forma de operar, una forma de acercarse uno a las situaciones de la vida.

Donde reside esa forma de pensar, donde usted la encuentra, allí estará el poder, la influencia, la excelencia, la efectividad, el impacto, el control. Donde está esa forma de pensar, en cualquier grupo, cualquier institución, cualquier movimiento a largo plazo social, cultural, político, donde reside esa forma de pensar, ahí usted va a ver progreso, efectividad y logros.

Ahora, esta verdad que yo estoy delimitando aquí es eminentemente aplicable al Reino de los Cielos. Dios quiere que su Iglesia, con i mayúscula, y su iglesia con i minúscula, aquí en León de Judá, aprenda y cultive esta manera de pensar, y que se aplique a ella, -esto es importante,- sin descuidar la dimensión del espíritu. Porque si la descuidamos entonces estamos perdidos.

No, yo no me refiero a una cosa o la otra, sino a una cosa y la otra. Esa manera de actuar y trabajar no nos es cómoda o natural, -lo que yo me estuve refiriendo hace un momento atrás- porque está en aparente conflicto. Digan por favor, aparente.

Esa mentalidad que yo estoy delineando, estratégica, intelectual, científica, como usted lo quiera llamar, no nos es cómoda porque nosotros creemos o está en aparente conflicto con otra mentalidad a la cual también nos llama la palabra. Esa otra mentalidad yo la llamaría, mentalidad sobrenatural o mentalidad espiritual. Ese es otro tipo de mentalidad. Y nosotros pensamos que es como instintivamente nosotros sentimos como que hay una contradicción y entonces por eso…. Nos es incómodo pensar en esa manera porque la mentalidad sobrenatural o espiritual a la cual nosotros nos suscribimos como creyentes y sobre todo como carismáticos pentecostales, sentimos como que está en conflicto con la otra que yo acabo de describir.

Esa mentalidad sobrenatural que estoy describiendo depende, no de la razón, ni del esfuerzo que yo estoy aludiendo, que es importante, ni de la inteligencia, ni de la estrategia, sino de qué? De recursos espirituales, de los dones del Espíritu Santo, de la unción, la oración, el ayuno, la santidad, la intervención divina, la alabanza. Ve? Entonces, por una parte, yo estoy diciendo, no, usted tiene que esforzarse, estudiar, planificar, ejercer disciplina, ejecutar. Y entonces la mentalidad sobrenatural le dice; no, tu tienes que…. Levanto mis manos cuando tengo mil problemas…. Y entonces viene la unción y usted sale adelante y navega con las alas de bendición, etc., y viene la solución. Usted ve?

Esa mentalidad sobrenatural como que compite con esa otra mentalidad de esfuerzo sistemático, de repetición de cosas pequeñas, de persistencia, de acumulación de presión sobre una realidad, hasta que explota. Por una parte dice, no, no, encomienda tu causa al Señor, y él te prosperará. Entonces, otros te dicen, no, trabaja duro, esfuérzate, mete mano.

Un texto clásico de esto es Zacarías, capítulo 4, versículo 6, yo diría que es el texto clásico de este tipo de mentalidad donde:

“… entonces respondió y me habló diciendo, ‘Esta es la palabra de Jehová acerca de Zorobabel, que dice no con ejército ni con fuerza, sino con mí espíritu, ha dicho Jehová de los Ejércitos…”

Usted ve la mentalidad sobrenatural? No es con estrategia, no es con sistemas tecnológico, no es con computadora ni iphones, es con mi espíritu. Así que llénate de mi espíritu y tu vas a tener éxito en la vida y vas a hacer las cosas que tu necesitas hacer. Ora mucho y vas a tener éxito. Esa es la mentalidad sobrenatural. Es la mentalidad que está en el coro de Marcos Barrientos, ‘no es con fuerza ni poder’.

Dice, “….no es con fuerza ni poder, más con su santo espíritu, las armas de la guerra no son de este mundo, son fuertes en Dios....”

Fíjese, “…..no son de este mundo, son fuertes en Dios. El poder de su amor son la fuerza mayor, adorando a Cristo en unidad, victoria en su nombre nos da su verdad….”

No es lo que tu haces, sino alinearte con la fuerza de Dios, la verdad de Dios, eso es lo que te da…. Entonces usted ve la aparente contradicción. Por una parte Cristo nos dice esencialmente, procedan y piensen como los hijos de este mundo y por otra parte nos dice, las almas de ustedes no son de este mundo. Entonces, ve la contradicción?

Nosotros subconscientemente identificamos esa aparente contradicción estructural y la resistimos, porque nos afiliamos naturalmente más con el mundo del espíritu. Y entonces cuando nos dicen, no, aprende inglés, aprende a usar una computadora, aprende a usar email, viaja a Europa, si quieres ser un gran músico, un gran artista y métete con la cultura de hace siglos y aprende. Cántate un himno ahí que parece que no dice mucho, pero que tiene unción, mejor que un coro con 5 baterías y 7 saxofones. Entonces, hay un forcejeo estructural allí.

Por eso no vemos más el cultivo de esa mentalidad estratégica de negocios, empresarial que el Señor y toda la Escritura recomienda que adoptemos. Secretamente, inconscientemente, los hijos de Dios saturados del paradigma sobrenatural, la resistimos porque nos interesa más la mentalidad sobrenatural y milagrosa.

Irónicamente, hermanos, esto es bien importante, por eso hoy en día, en el mundo moderno, la iglesia de Jesucristo se mueve al margen del poder y la influencia, en un mundo paralelo pero separado al mundo donde se distribuye el bacalao, donde se hacen las grandes decisiones.

Obama hace sus decisiones y no le importa lo que piensen los evangélicos, él los manipula y prepara como hace, perdóneme si usted… yo diría lo mismo de otras personas, yo no soy… pero la verdad es esa…. La gente de este mundo, Kerry o quien sea, Obama, se preparan décadas antes, cuando están en Harvard, en esos sitios, y dicen, yo puedo llegar a ser presidente, ah, pero necesito aparecer evangélico porque sin el voto evangélico o afro americano yo no voy a llegar. Entonces se convierten por allí un día, ven la luz, perdonen si yo… estoy aquí entre gente de confianza. Preparan su resumé, van a una iglesia por un tiempo y cuando llega el momento de correr para la presidencia ya tienen el carné evangélico, pero cuando llegan al poder se olvidan de todo lo que nos prometieron. Nos manipulan porque piensan estratégicamente.

Nosotros estamos, oh, nuestro salvador, buscamos cualquier razón para darle el voto: ah, bueno, es evangélico, pues, dice que es evangélico, dónde está su actitud, su postura, su fuerza motriz? Ese mundo nos manipula, pero no nos…. Ellos hacen lo que les da la gana. Las universidades no se percatan de lo que piensan o desean los evangélicos.

Nosotros producimos, tenemos toda una industria de cine, una industria de libros, nosotros tenemos más best sellers que el mundo secular, tenemos artistas mejores que el mundo secular, pero no impactamos. Vivimos en un mundo paralelo.

Eso es lo me intrigó acerca de ese libro que, de paso, a todos los que puedan leerlo, se los sugiero altamente, pero no para que le crea, sino para que lo pueda criticar efectivamente, “To change the culture”. Aludí a él hace poco, de James Davison Hunter. Es un libro muy interesante, él dice eso, precisamente. Ahora, su conclusión es que por eso es que no debemos tratar de cambiar la cultura. Me parece diabólica esa conclusión, personalmente. Y el mundo evangélico sofisticado, intelectual va en esa dirección más y más. Pero yo creo que tenemos que saber lo complejo que es cambiar la cultura, y entonces operar en esa manera.

El caso es que los evangélicos nos movemos en un mundo paralelo. No afectamos el mundo de los negocios, política, cultura, intelecto, ciencias sociales, ciencia dura, porque no hemos aprendido a usar esa estrategia que el Señor, y toda la Escritura en realidad, recomienda que adaptemos. Secretamente, inconscientemente, los hijos de Dios saturados del paradigma sobrenatural, la resistimos por esa razón. Y por eso nos vemos en ese mundo paralelo, pero separado, aislado del mundo del poder, la influencia, la excelencia en el área de la ciencia, letras, negocios, gobierno, finanzas, leyes.

Lo que nosotros hacemos es tirarles piedras por encima de la valla que ellos tienen. Les tiramos piedras, los criticamos, arremetemos contra él, desarrollamos universidad evangélicas, desarrollamos una industria de publicación evangélica, desarrollamos best sellers evangélicos, desarrollamos películas evangélicas, y tenemos algunos líderes evangélicos en posiciones de influencia, fundaciones, think tanks evangélicos pero no afectamos el mundo donde se hacen las decisiones, que determina las guerras, las distribución de los bienes, la cultura, eso no lo afectamos, porque no hemos aprendido a usar esa mentalidad.

Producimos muchas cosas, muchos objetos culturales, pero no penetramos en el mundo élite, donde se hacen las grandes decisiones. Ese mundo está reservado para el hombre secular, quien tiene el monopolio, prácticamente de esa manera estratégica de pensar.

En realidad, me atrevo a decir, hermanos, que hasta que la iglesia de Jesucristo, los siervos de Dios no cultivemos, y no aprendamos a emplear este tipo de manera de pensar y operar, no lograremos conquistar el mundo para Cristo, desarrollar iglesias de excelencia, producir líderes sobresalientes, o pensadores de influencia. No lograremos influir sobre la cultura y discipular las naciones como Cristo nos ha comisionado a hacer. Para eso necesitamos aprender a ejercer este tipo de forma de pensar en nuestra vida personal, individual, así como en nuestro involucramiento en cualquier área del ministerio.

Ahora, en este punto de mi desarrollo, lo lógico sería describir con más lujo de detalles, punto por punto, en qué consiste esa mentalidad estratégica empresarial, y cuáles son los elementos específicos que la componen. Pero en realidad requeriría una segunda conferencia. Lo que quiero aquí es simplemente dibujar sus contornos y describirla a groso modo, a vuelo de pájaro, y lo próximo sería entrar en detalle sobre eso, quizás en otro momento.

Voy a tomar otro texto de la Escritura, muy cercano al primero para probar, número uno, lo bíblico, de mi punto de vista, quiero apuntalar eso para que usted pueda abrazarlo; lo bíblico que es lo que yo estoy diciendo. Número dos, lo urgente que es que aprendamos a pensar así, y número tres, lo necesario de esta mentalidad para conquistar el mundo que Dios quiere que lo hagamos en este tiempo estratégico de la historia.

Vaya a Lucas 19, donde tenemos aquí la parábola de otro siervo inútil y también de siervos fieles y útiles que ilustra la importancia de la mentalidad empresarial, estratégica para conquistar el mundo. Aquí tenemos otro texto donde, dice:

“…oyendo esas cosas prosiguió Jesús y dijo una parábola por cuanto estaba de Jerusalén y ellos pensaban que el Reino de Dios se manifestaría inmediatamente…”

Los discípulos creían que el Reino de Dios iba a venir, Dios lo va a instalar, va a bajar una gran plataforma, un platillo volador, con todo lo que se necesita, y el Reino de Dios va a ser instalado en la tierra, de la noche a la mañana. Y el Señor dijo, no, no es así, mis hermanos, ustedes tienen que fajarse, tienen que sudar, tienen ustedes que meter mano, tienen que establecer sistemas, desarrollar gobiernos, estrategias, entrenar líderes, establecer institutos, escuelas, seminarios, escribir grandes libros y ponerse y leudar toda la masa. No es así, simplemente, Cristo viene y ya todo está listo. No, hay una tarea. Ellos pensaban que iba a ser así, y no, no es así. Entonces para eso les dio una parábola, y dijo:

“… Un hombre se fue a una casa, un hombre noble, Cristo, se fue a un país lejano a recibir un reino y volver, y llamó a diez siervos suyos, -ponga ahí empleados, ministros, líderes religiosos-, les dio diez minas …, -ponga ahí dones, talentos, habilidades- y les dijo, negociad… –esa palabra es bien clave. Este pasaje depende de dos cosas, palabras claves y una atmósfera que se desarrolla-… negociad entre tanto que vengo… -esa es la forma de operar, negociando-… pero sus conciudadanos le aborrecían, etc….

“….Entonces dice, aconteció que vuelto él después de recibir el reino, -diga ahí, segunda venida-…. Mandó llamar ante él a aquellos siervos a los cuales le había dado el dinero… -ponga ahí, el juicio que no es para salvación sino para ver qué hiciste tu con tu dinero, qué hiciste tu con los dones que te di, cómo usaste tu tu tiempo, cómo usaste tu los recursos que yo te infundí-… para saber lo que había negociado cada uno… -negociado, otra vez la misma palabra-

“… Vino el primero diciendo, Señor, tu mina ha ganado diez minas….. usted sabe la historia, cada uno le dijo yo he rendido lo que me diste, lo he multiplicado cinco, diez, uno. Había uno que dijo, Señor, tenía miedo, pensé demasiado en las consecuencias, no usé mis talentos. Tenía miedo de ti. Y me dejé llevar por las emociones y el temor, no pensé estratégicamente y el dueño de la firma le dice, estúpido, porque aunque sea no metiste el dinero en un banco para que me diera un uno por ciento, yo no sé cuanto da hoy día, uno por ciento es muy poco, pero aunque sea para que no estuviera metido debajo del colchón. Por qué no pensaste aunque sea como un negociante un poquitito?

Nótese que la parábola se refiere a la acción de la iglesia en el mundo en lo que Cristo viene por segunda vez. Es un contexto escatológico el que está aquí. Nótese también la atmósfera y tonalidad el mundo de los negocios, el mundo militar, el mundo organizativo que hay en esta parábola. Les doy esto, los pongo en línea, les digo esto es lo que tienen que hacer, les delego autoridad y responsabilidad, dentro de un tiempo vuelvo, quiero que me den un reporte, cuánto ganaron. Hay una mentalidad de negocios clara, establecida.

Nótese que hay órdenes específicas, se espera rendimiento sin escusas, se espera ganancia, se espera eficiencia en la forma de operar. Vemos aquí principios como descentralización, delegación, visión, organización, pensar a largo plazo, etc. no hay mucho sentimentalismo, oren, busquen la unción de Dios, declaren la bendición del Espíritu Santo y entonces vengan y hagan lo que tengan que hacer. No, fájense a trabajar. No hay mucho sentimentalismo, espiritualidad, misericordia, en esta parábola. Lo que hay más bien es sobriedad, eficiencia, planificación, negocio, estrategia. Es la mentalidad del mundo de los negocios.

En el contexto de esta cultura que Cristo nos ha dicho, conquístenmela, yo les doy dones, úsenlos para un propósito. El Señor no quiere escusas, lo que el Señor quiere rendimiento. En su ministerio no me venga con historias tristes. Se me quedó esto, se me olvidó esto, que la gente es dura. No, no, ejecute, hágalo, ese es problema suyo. Por qué no está trabajando pregúnteselo. No le eche la culpa a los demás. Mire hacia adentro y busque una solución. Esa es la atmósfera que hay aquí.

La clave en esta parábola está en la palabra ‘negociad’. Es la palabra pragmateusase, una palabra que a mí me encanta, pragmateusase, de donde viene la palabra pragmático, práctica, pragmatismo, praxis. Se refiere al mundo de los negocios, a la acción repetida, sistemática, persistente, disciplinada, minuciosa y específica para obtener resultados claros, medibles, previamente determinados, como se hace en el mundo de las instituciones seculares, las finanzas, los negocios. Esa palabra pragmateusase es la palabra que dice negociad.

En otras palabras, trabajen en una forma sistemática en lo que yo regrese. Trabajen con una mentalidad corporativa, trabajen pensando específica, pragmáticamente, sean pragmáticos. Por qué estamos aquí hoy? Precisamente, no estamos aquí para… tuvimos un momento de oración porque es importante, pero es para que se remangue la camisa y trabaje duro, aburridamente.

De hecho, una de las grandes marcas, es la capacidad para disciplinar las emociones y trabajar sobre cosas pequeñas, aburridas, pero importantes. Eso caracteriza el movimiento del hombre en su modalidad estratégica.

La obra de la iglesia universal, así como de cada congregación, así como de cada siervo o sierva, en su vida personal ministerial, debe conducirse con esa misma mentalidad y según esa misma metodología pragmática.

Y terminando, voy a tomar, un solo ejemplo más de la Escritura para desglosar algunos de los elementos constituyentes. No los puedo hacer todos, pero quiero que ahora hacemos un case story pequeñito, minúsculo de algunos de los elementos constituyentes de este tipo de mentalidad, porque quiero dejarla plantada ahí en su espíritu y en su mente. Esa mentalidad empresarial estratégica, cómo funciona en la realidad, cómo se desempeña en la realidad. Vamos a Nehemías capítulo 2, versículos 4 al 16.

Nehemías, en la Escritura, para mí, es el caso clásico del pensador estratégico, el líder científico, el líder que se traza una meta y la ejecuta. Todo el libro de Nehemías es un libro que usted debe leerlo y bebérselo. No lo estudie tanto aquí, sino deje que Nehemías se le meta dentro de usted y que lo posea.

Ahora, mire, qué vemos aquí. Nehemías, un día está leyendo el periódico en la internet y descubre en NPR, o en New York Times, el website, que en Jerusalén hay una destrucción tremenda, los muros están destruidos, la gente está en vergüenza, no hay defensas, el prestigio, todo eso estaba implicado en la destrucción de los muros, la economía está hecha un desastre, la gente está desmoralizada. Y él entiendo, si edifico los muros, los muros son para protección, podemos desarrollar la ciudad, porque cuando la gente esté con los muros entonces se va a mudar a Jerusalén, entiende que el prestigio está implicado en esto. Yo creo que todas estas cosas estaban en la mente de Nehemías.

Por qué se concentró en los muros? Porque los muros eran lo esencial, era el pivoting point, era el punto de leverage. Esa intervención en particular permitiría muchas otras intervenciones, porque Nehemías es un pensador estratégicos y por eso piensa. Entonces, qué hace él? Sabemos la historia, ora, porque siempre… digo, no hay competencia entre lo sobrenatural, ayuna, busca unción de Dios, busca claridad, clama al Señor, se desarma ante Dios, y entonces se seca los ojos, se da un buen baño y ya sabe lo que tiene que hacer, y entonces va ante el rey, y dice: Señor, ábreme una puerta. Y un día él está allí, está un poco demacrado, quien sabe si él mismo se puso un poquito de polvo gris para verse demacrado, para ver si el rey me pregunta qué es lo que tengo que hacer. Entonces, versículo 4 dice:

“…. Me dijo el rey… -después que le dice, oye, qué te pasa, estás triste? Estás enfermo?-… me dijo el rey, qué cosas pides?

Usted ve cómo piensa el mundo? Dice, bueno, está bien, te ves mal, pero qué es lo que tu necesitas? Qué puedo yo hacer? Cómo vamos a resolver ese problema?

“….. Qué cosa pides? … -así es que piensa el hombre secular-… entonces por un instante él oró…”

Yo creo que Nehemías en medio segundo dijo, Señor, guau, aquí está el momento. Qué hago? No se puso, rey, vengo mañana, y le voy a decir…. No, él había pensado ya, él había estrategiado ya. Él lo que dijo es, Señor, me encomiendo a ti. Y punto. Cuando usted ora, cuando usted vive una vida de unción, usted no necesita ser tan espiritual. La unción está dentro de usted, está desarrollada a través de sus poros.

Yo creo que mientras más espiritual usted es, menos espiritual parece. Mientras usted más sobrenatural es, menos tiene que depender del ‘así dice el Señor’, y de los ángeles que te hablen, porque la unción, la revelación está dentro de ti y tu vives la unción, tu eres profético. T u mente está santificada, tu mente está penetrada con los paradigmas, patrones de pensamiento de la Escritura. Tu lees continuamente, la vida de Escritura se ha metido y se ha desgranado dentro de ti. Tu no pareces ser muy espiritual, pero tu eres un ninja espiritual. Tienes unas estrellitas por allí que tu se la tiras al gigante y lo destruye. Los otros andan con unas bazucas gigantes y por eso los identifican y les pegan un tiro, y los neutralizan enseguida.

La gente espiritual no parece ser espiritual, porque su espiritualidad la desarrolla donde cuenta. Entonces, Nehemías está allí, se encomienda y entonces dice al rey:

“… Si le place al rey, tu siervo ha hallado gracia delante de ti, envíame a Judá, a la ciudad de los sepulcros de mis padres, y la reedificaré…”

Ese es el mision vision statement de Nehemías. Quiero ir a Jerusalén y quiero reedificarla, punto. Una visión bien, bien clara.

“… Entonces el rey me dijo, -y esto es interesante acerca de la mentalidad de Nehemías-… y la reina estaba sentada junto a él….”

Por qué dice eso? Porque Nehemías es un hombre que piensa. El libro de Nehemías es bien detallistas. Ese detalle que la reina estaba sentada junto a él, como me pone exactamente la escena, porque a él le encantan los detalles. Bien específico en su forma. Eso es lo que me convence de que este es un libro verdadero y real. Es que es bien detallista. Y entonces dice:

“…. Y entonces el rey me dijo, cuánto durará tu viaje y cuándo volverás?...”

El rey quiere saber, apúntenme allí, él dice que se va el 20 de junio y regresa el 10 de septiembre. Te quiero aquí ese día. Cuánto durará tu viaje? No, bueno, está bien… vete para allá y entonces trabaja lo que puedas y entonces cuando tu puedas regresa. No, cuánto durará tu viaje y cuándo volverás?

“…. Y agradó al rey enviarme después que yo le señalé el tiempo…”

Entonces fíjese esto, “… además dije al rey, si le place al rey, número uno, que se me den cartas para los gobernadores al otro lado del río, para que me franqueen el paso; y carta para Asaf, guarda del bosque del Rey, para que me den madera para enmaderar las puertas y para el muro de la ciudad y la casa en que yo estaré…”

Este hombre había pensado en todo, detalles, la parte gubernamental, legal, los permisos que necesito, mi casa donde voy a estar, la madera que necesita. Yo creo también él ahí metió, clavos y las herramientas, todo eso démelo. Recursos. Él pensó en todas estas cosas. Y entonces se fue a trabajar, y lo último es interesante, esa escena, en le versículo 11 en adelante.

Él llega a Jerusalén y después de estar allí 3 días… para qué? para descansar, relajarse, reponerse del viaje destructivo que eran esos viajes, de donde él salió para Jerusalén, se repone porque se necesita tiempo de descanso. La mentalidad estratégica piensa y factura todas esas cosas: vida familiar, vida devocional, vida matrimonial si la tiene o lo que sea. Todo eso lo desarrolla, lo piensa y entonces:

“… Me levanté de noche… -una noche calladito se levanta, se lleva un grupo de allegados, gente estratégica, sus líderes más cercanos. …. y unos pocos varones conmigo y no declaré a hombre alguno lo que Dios había puesto en mi corazón que hiciese en Jerusalén. ..”

La mentalidad estratégica primero concibe las cosas, las planifica, las madura por dentro y entonces las va soltando en momentos apropiados.

“…. ni había cabalgadura conmigo, excepto la única en que yo cabalgaba, y entonces Nehemías hace un reconocimiento estratégico, camina. Él no depende de su imaginación o de la oración. No, él quiere kick the tires. Él quiere darle una patada a las gomas a ver si funcionan antes de comprar el carro. Entonces se va, analiza, visita este sitio y toma nota. Ah, mira, aquí hay estos muros. El muro A, B, C, D, 1, D2, 5, 3, que se yo qué? Desarrolla una visión estratégica. Ve la realidad, la señala, le pone etiquetas sobre ella.

“… y salí de noche por la puerta del valle hacia la fuente del Dragón y a la puerta de Muladar, observé los muros de Jerusalén que estaban derribados, sus puertas consumidas. Pasé luego a la puerta de la Fuente, al estanque del Rey, pero no había lugar por donde pasase la cabalgadura en que iba. Y subí de noche por el torrente, observé el muro y di la vuelta y entré por el….”

Para qué nos interesa esto? Es un hombre pensador estratégico, específico. Da detalles. Él tomó nota de todas estas cosas. Él tiene que ir a esos lugares y ver lo que está pasando. Entonces, finalmente él, en el versículo 17, después de hacer su reconocimiento, tomar sus notas, ver la realidad, desarrollar una estrategia, entonces va al pueblo, va los que tienen el dinero, los recursos, los cuerpos para trabajar, les da un reporte, les infunde visión, les dice lo que está pasando. Les diagnostica su realidad, dice, estamos en deshonra. Miren cómo les habla:

“… les dije: vosotros veis el mal en que estamos, que Jerusalén está desierta, sus puertas consumidas por el fuego. Venid y edifiquemos el muro de Jerusalén y no estemos más en oprobio. Entonces les declaré como la mano de Dios había…”

Les infunde esperanza. Les dice, yo no soy un cualquiera, tengo la autoridad del rey, tengo el permiso, tengo la encomienda de él.

“… Y dijeron, levantémonos y edifiquemos…”

Tiene la solución porque él usó una forma estratégica de pensar, sistemática, juntó a la gente, su liderazgo contagió a los demás.

Nosotros tenemos que desarrollar la capacidad para contagiar a los demás con nuestra visión y decirles cosas claras, específicas y mantenernos en ella. Y eso entonces le dio el éxito que él necesitaba.

Léase el capítulo 3 después, no tengo tiempo, y usted verá cómo las tareas de dividieron. Este grupo tomó este pedazo del muro; este otro grupo tomó el otro pedazo; este otro grupo tomó el otro pedazo. Hubo oposición, hubo dificultades porque todo proyecto grande tiene dificultades, oposición, cosas inesperadas, tragos amargos. Había gente que los persiguieron, querían destruir su unción, pero él siempre en todo momento hizo lo que tenía que hacer.

Concluyo, póngase de pie y ya el tiempo… deme 10 segundos. Póngase de pie un segundito. Conclusión: en el mundo complejo y retador en el cual vivimos dominados por la tecnología, el conocimiento, el multi culturalismo y la competencia feroz, los cristianos requerimos como nunca las destrezas y conocimientos que nos permitan desarrollar vidas y ministerios de excelencia, eficiencia y productividad.

Esto es clave: se requiere que cultivemos un tipo de mentalidad que no nos viene naturalmente pero que es absolutamente esencial si queremos montar una maquinaria que conquiste el mundo para Cristo. Esa mentalidad estratégica, específica y científica no contradice la mentalidad sobrenatural. Más bien la complementa y enriquece. Debemos estudiar en qué consiste esa forma de pensar y operar. Debemos determinar cuáles son sus componentes constituyentes y lanzarnos a cultivarla día a día.

Finalmente, debemos hacer de ella una filosofía de vida, una visión personal, que determina cada una de nuestras acciones y decisiones cada día de nuestras vidas. Que el Señor les bendiga.