Los ojos de Dios están sobre ti

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Mira, los ojos de Dios están sobre ti. No te pierde ni en las esquinas, ni en las cuestas, ni cuando es de noche ni cuando es de día. Los ojos de Dios están sobre ti. Hay un pasaje muy bonito, en Segunda de Crónicas, Capítulo 16, verso 9 que dice:

“… Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra para mostrar su poder a favor de los que tienen un corazón perfecto para con él…”

Esto suena duro, suena bonito pero suena duro. Porque tener un corazón perfecto para con Dios, interesting. Pero apúntelo por ahí.

Segunda de Crónicas, Capítulo 16, verso 9, es más para que lo lean ahí, dice:

“… Porque los ojos Jehová contemplan toda la tierra para mostrar su poder, no está diciendo cualquier otra cosa, está diciendo para mostrar su poder a favor de los que tienen un corazón perfecto para con él…”

Déjeme no asustarlos muchos, mis hermanos, porque el que tenga un corazón perfecto no significa que tiene precisamente perfección, que usted vive a la perfección. Pero el que tiene un corazón perfecto, significa que usted tiene un corazón dedicado hacia él, devoto hacia Dios. Un corazón que se desvive por Dios.

Y miren este pensamiento que yo quiero traer con ustedes surge a la luz de todas estas reflexiones que hemos estado hablando acerca de la amistad, de poder desarrollar una buena amistad con Dios, con otras personas a nuestro alrededor. Cuán intencional uno tiene que ser, o la intencionalidad que se requiere para trabajar esa dinámica de amistad.

Y todo esto lo que me afirma es la idea de que Dios siempre se está fijando en nosotros. Amén. Al menos alguien escuchó lo que dije. Dios siempre se está fijando en nosotros. Ok, la mitad ahora me escuchó. Él siempre está prestando atención a todos los aspectos de nuestra vida. Dice Jesús en Mateo, Capítulo 6, que si el cuida de las aves, cuidará también de nosotros.

Si el se encarga de que cada uno de los pajarito que andan por ahí volando, que cada uno de ellos aunque sea pueda tener su granito de semilla o algo que pueda picar, que pueda comer, cuántos más él no se va a encargar de cuidar por nosotros, y de velar por nosotros, estar pendiente a nuestras necesidades, para así poder enriquecer nuestra vida. Porque yo creo que ese es el deseo de Dios: enriquecer nuestra vida.

Jesús mismo lo dice, que el enemigo vino para matar, robar y destruir, pero que Jesús ha venido para dar vida y darla en abundancia. Amén. Miren, yo creo que es bueno saber que los ojos de Dios están sobre nosotros. Es bueno tener esa certeza de que Dios nos está mirando, de que Dios está mirando y velando por nosotros. Y hay varias referencias bíblicas. Miren la Biblia está llena, si usted busca en una concordancia algo que hable acerca de los ojos de Dios, la palabra ojos sale un montón de veces.

Pero yo me enfoqué en la favoritas mías y de muchos de ustedes. En el salmo 32, verso 8, por ejemplo, miren cómo dice:

“… Te haré entender ─ esto es Dios hablándonos, dice ─…. Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar y sobre ti fijaré mis ojos…”

Te haré entender. hay alguien confundido aquí en esta noche? Nadie se quiere declarar confundido. Hay alguien que tiene algunas duda de qué va hacer mañana o cómo va a solucionarse cualquier situación que usted tenga? Digo, no es lo que le estoy diciendo amén a la confusión, conste. Pero yo sí le amén al hecho de que Dios nos va a hacer entender y nos va a enseñar el camino en que debemos andar. En otras palabras, nos va a enseñar la salida por donde podemos salir, válgame la redundancia.

Y sobre todas las cosas sobre ti fijaré mis ojos. El salmo 33 verso 18 dice:

“…El ojo de Jehová está sobre los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia…”

Que lindo eso. El ojo, no los, el ojo, imagínese a Dios con un parche diciendo, el ojo de Jehová, no, no, imagínese el ojo de Dios, el ojo de Dios está sobre los que le temen. Nosotros le tememos al Señor? Tenemos temor de él? Reverenciamos quién él es? Honramos quién él es? Amamos lo que él es, lo que él significa en medio de nuestras vidas? Si es así, si ese temor está en nuestras vidas, podemos tener la certeza de que Dios va a estar pendiente a cada uno de nosotros: los que esperamos en su misericordia.

El salmo 34, verso 15 dice que:

“Los ojos de Jehová están sobre los justos y atentos sus oídos al clamor de ellos…”

Los ojos de Jehová están sobre los justos. Alguien se considera justo aquí? amén. Como que lo soy o no lo soy? Somos justos porque somos justificados por la sangre de Cristo, así que ahí es donde se ve nuestra justificación. Sino este, y atentos sus oídos al clamor de ellos.

Miren este otro, a mí me fascinó este, me hizo pensar mucho, Jeremías, Capítulo 24, los estoy llevando por distintos versos, así que apúntelo porque no estoy esperando que tengamos una competencia bíblica ahora. Pero apunten esos versos, Jeremías 24, del 4 al 7. Miren cómo dice esto, el profeta Jeremías está hablando y dice:

“…Vino a mí palabra de Jehová diciendo, así ha dicho Jehová, Dios de Israel, como a estos hijos buenos, así miraré a los deportados de Judá, a los cuales eché de este lugar a la tierra de los caldeos para su bien... ─ verso 6 dice ─… porque pondré mis ojos sobre ellos para bien…”

Ay, ay, “…pondré mis ojos sobre ellos para bien y los volveré a esta tierra, los edificaré y no los destruiré, los plantaré y no los arrancaré…”

Miren eso, o sea, si usted quería recibir una palabra de ánimo en esta noche, there you have it. Ya puedo cerrar aquí y se pueden ir a su casa y comer el mantecado, como yo siempre digo, o helado para los que entienden esa palabra, ice cream en inglés. En algún momento va a salir un comentario por internet. Ese pastor siempre le está diciendo a la gente que coma ice cream para la dieta.

Porque pondré mis ojos sobre ellos para bien y los volveré a esta tierra, los edificaré y no los destruiré, los plantaré y no los arrancaré. Y aquí es donde está, como quien dice, la fresa en el tope del frosting.

“… Y les daré un corazón para que me conozcan que yo soy Jehová y ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios porque se volverán a mí de todo corazón…”

Mira eso que lindo. O sea, Dios le está diciendo saber, como que yo quiero que me conozcan. Como yo los conozco a ustedes, se recuerdan el miércoles pasado que estábamos hablando del salmo 139 que no está palabra en mi boca, y Señor he aquí tu la conoces. O sea, Dios nos conoce, mis hermanos. Y Dios quiere que nosotros lo conozcamos a él como él nos conoce a nosotros. Esto es grande, esto es profundo, porque eso es un conocimiento bastante amplio y Dios quiere que ese conocimiento esté ahí.

Y nos los deja saber que esa es su intención por qué? Porque nos dice, I’m watching you man. Te estoy velando, y no es que te estoy velando como que estás haciendo algo malo, sino que está presto, está atento a ti, a tu necesidad, a tu situación.

Miren, Dios observa, ese verso de Crónicas que estábamos leyendo, dice, Dios contempla, es como que los ojos de Dios están escaneando toda la tierra, observando toda la tierra para escoger aquellos a los cuales él quiere bendecir con una relación íntima con cada uno de ellos para usarles.

Yo les puedo mencionar algunos ejemplos. Ustedes saben la historia de Josué, ¿verdad? Cuándo es la primera referencia que sale de Josué en la Biblia? Deja ver, cuántos saben la Biblia? Esa es una pregunta difícil, porque me van a decir Josué 1:9 ¿verdad? Deuteronomio, Capítulo 31. Y cuál es la primera referencia de Josué. Tienen tarea ahí, después me dicen. Empieza por Números, por Números ahí es donde se empieza a leer el personaje de Josué.

Pero miren, Josué, Dios tenía sus ojos sobre él. Qué fue lo que hizo Josué? A Josué le tocó ser el sucesor de quién? De Moisés. Sí, comenzó como un espía, pero para ser el sucesor de Moisés se requería mucho. Eso significa que Dios lo estaba velando desde hace tiempo. Dios tenía sus ojos sobre él desde hace tiempo. Y cuando llegó el momento empezó a decirle a Moisés, Moisés, mira este muchacho que está ahí, este va a ser tu sucesor. Yo lo he visto, yo lo he escogido.

Otro personaje que también fue así fue Gedeón. Qué pasó con Gedeón? Gedeón se estaba escondiendo, tenía miedo. Y qué es lo que dice el relato bíblico? A mí me fascina esto, porque dice que el ángel de Jehová cuando se le apareció, dice que el ángel de Jehová le miró. No estaba diciendo que un pastorcito por ahí se apareció y lo miró con misericordia, parpadeando. No. el ángel de Jehová se le acercó y le miró, le dijo, hombre, varón fuerte, valiente, esforzado de Jehová. Yo? Sí, tu.

Esos ojos le penetraron hasta lo más profundo del alma a ese muchacho. Y le cambiaron toda la perspectiva de sí mismo, se la cambiaron por completo.

Otro más, David. Qué pasó cuando empezaron a desfilar todos los hermanos de David? Miren esto. Estamos hablando que el profeta Samuel que era high class, por así decirlo ese profeta, cuando llega allí a la casa de Isaí que empiezan a desfilar los hermanos de David, y salió el primero Eliab, cuando él lo vio alto, fuerte, así como Fabio, fornido y qué yo dije? Se me trabó la u con la o, perdón. Tengo que repasar el abecedario. Fornido. Mediten eso, por favor.

Cuando salió Eliab, qué fue lo que Samuel pensó? Samuel, profeta de Dios, el hombre inspirado de Dios, dice este es el que es. Y qué fue lo que Dios le dijo? No mires su apariencia, porque sea un hombre fornido, porque yo lo desecho. No es que yo te deseche a ti. No.

Y cuando siguieron desfilando, Dios decía, next. Next. Next. Y, ok, qué pasó? Tienes algunos más, tienes alguno más por ahí escondido? Ah, sí el menor de todos que está por allá en el campo ensuciándose con las cabras y las ovejas. Vete, tráelo. Cuando lo trajo, qué fue lo que dijo? Dios le dijo a Samuel, este es el que es. El más debilucho, el chiquitito, ese sí estaba fornido, pero ese fue el que Dios escogió.

Miren esto, miren que interesante. Jesús cuando estaba escogiendo sus discípulos. Yo quiero que usted se imagine esto, porque Mateo, Marcos, Lucas y Juan hablan de esto. Que cada vez que Jesús fue a escoger uno de sus discípulo, qué es lo que decía? Jesús iba predicando, enseñando en la sinagoga, haciendo milagros y de repente, sale una frase, y mientras Jesús paraba, pasaba por allí, vio a fulano y fulano. Los vio en lo que estaban haciendo y les dijo, síganme.

Seguía enseñando por ahí, y de repente, pasó por otro lado y vio a mengano y zutano y les dijo, vengan en pos de mí. Y le siguieron. En Lucas a mí me gusta mucho más, porque después que él tenía como quien dice, una multitud de gente a su alrededor, de personas que lo estaban siguiendo, tal vez por los días que él empezó su ministerio, Lucas dice, y esto está en Lucas, Capítulo 6, verso 12, dice que:

“… Jesús tomó tiempo para irse a orar antes de elegir a sus 12 discípulos…”

Y esto me está muy particular porque fue una combinación de prestarle atención a la gente, de mirar a la gente, ver, conocer lo que está en el corazón de gente, y no eran hombres perfectos, consta, pero cuando se fue allá arriba a orar, quién sabe si Jesús tenía un listado como de 30 personas, como que mira, estaba hablando con Dios, él y Dios solos. Papá, mira estas 30 personas, son todos potenciales candidatos, muy buenos. Pero qué tu crees, vamos a ir sacando nombres de aquí. no era que eran malos, pero había un propósito específico con esos 12 y en ese tiempo de oración él fue check, check, check y ahí fue donde sacó sus 12.

Pero lo que más me gusta es que él se fijó en ellos. Ellos estaban allá, haciendo sus cosas. Mire, aquí es donde está lo bonito de esto. Usted puede estar haciendo sus cosas, you can be minding your own business, y con todo eso sin que usted lo sepa Dios le está mirando, Dios le está observando. En la oficina cuando estás trabajando, estás organizando papeles a los regañadientes, o estás como que, guau, gracias Señor, porque al menos tengo un trabajo, otros no lo tienen y aquí estoy yo. O estás allí lavándole la ropa a tu familia, y estás a lo cascarrabias, oh, tengo que estar aquí lavando ropa en vez de ellos lavar sus propios calzones. Dios está mirando esa acción. Dios está mirando ese pensar.

Ah, mira, aquel pastor que se cree que lo sabe todo. Hey, Dios está mirando eso y nos cubre a nosotros los pastores también. Miren, esto es lo más interesante, saben que el pastor ha estado predicando de Hechos los domingo, volvió a retomar esas predicaciones. Yo no sé cuántos de ustedes escucharon cuando él empezó a hablar de Saulo. Llegaron a escuchar eso?

Miren, yo tuve una epifanía, por así decirlo, cuando yo lo escuché a él hablando de Saulo, porque la primera vez que hablaba de Saulo es cuando estaba apedreando a Esteban ¿verdad? Y la misma Biblia lo dice así, es más, este sí que lo voy a buscar, Hechos, Capítulo 8, miren cómo dice, a mí me gustó esto, empezando en el 7, perdonen. Hechos Capítulo 7, verso 55 dice:

“…Pero estaban llenos del Espíritu Santo puestos los ojos en el cielo vio la gloria de Dios y a Jesús que estaba a la diestra de Dios y dijo, he aquí veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios, entonces ellos, dando grandes voces se taparon los oídos y arremetieron a una contra él, y echándole fuera de la ciudad, lo apedrearon, y los testigos pusieron sus ropas a los pies de un joven que se llamaba Saulo…”

Ahí es donde empieza, se recuerdan cuando el pastor dice que de repente en esta escena es como que la cámara se fija en este personaje, la cámara va pasando y se ve a Saulo recogiendo la ropa de la gente, presenciando todo esto que estaba sucediendo, y se va de la escena. Miren lo que dice el Capítulo 8, verso 1:

“… Y Saulo consentía en su muerte…”

En otras palabras, que Saulo estaba dando el visto bueno, luz verde sobre la muerte de Esteban. Y el verso 3 dice:

“…Y Saulo asonaba a la iglesia y entrando casa por casa arrasaba hombres y a mujeres y los entregaba en la cárcel…”

Miren, cuando yo leí esto y estaba escuchando la prédica del pastor, yo me decía, guau! Esto está súper interesante. Porque cómo dice que sucedió la conversión de Saulo? Mientras iba de camino a Damasco lo rodeó una gran luz, y qué? Lo tumbó de dónde? Lo tumbó del caballo. Usted está seguro? Vamos a confirmar eso. Dice caballo o no dice caballo? Cuántos dicen que dice caballo? Vamos a la Biblia. Hechos, Capítulo 9, versículo 3 dice:

“… Más yendo por el camino aconteció que al llegar cerca de Damasco repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía, Saulo, Saulo por qué me persigues?..”

Obviamente uno dice que lo tumbó del caballo porque uno se imagina que va viajando pero puede haber sido un caballo, pudo haber sido un burrito, pudo haber sido un camello, pudo haber sido una bicicleta, pudo haber estado a pie.

Pero miren esto. El punto que les quiero decir es que Jesús escogió a Saulo. Escogió a uno de los hombres que más estaba persiguiéndolo a él, a sus hijos, a sus escogidos. Y yo me puse a pensar, yo no sé si usted estaría de acuerdo conmigo, pero conocemos que Saulo era un fariseo. Saulo se crió como quien dice, a los pies de Gamaliel que era uno de los fariseos y sacerdotes más reconocidos en el tiempo judío. Saulo se paseaba por las mismas sinagogas que Jesús también se paseaba. And I can only wonder, y yo tan solamente me puedo imaginar que quién sabe si Jesús en una de esas visitas, durante su tiempo que estaba en vida, sus tres años de ministerio, quién sabe si Jesús en una de esas sinagogas que se metió, quién sabe si vio a Saulo. Quién sabe si en una de esas ocasiones Saulo estaba dando una cátedra de Isaías 42 o algo así, y Jesús se metió y lo escuchó, y dijo, este muchacho está interesante. Tiene un poquito de rough edges, pero puedo trabajar con eso muy bien, pero muy interesante.

Es más, yo hasta me puse a pensar, quién sabe si cuando Jesús iba cargando con la cruz de camino al calvario, quién sabe si uno de los fariseos que estaba en toda esa procesión era Saulo. Quién sabe si Jesús lo vio también? Es así, Jesús iba cargando con su cruz y de repente un ojazo le tiró así, te tengo fichado, viste. Me voy a desquitar contigo. Estoy cargando esta cruz por causa tuya, pero yo te cojo bajando. Te cojo bajando de camino a Damasco. Y así sucedió, Dios tenía sus ojos sobre él.

Miren, como bien dije ahorita, es algo bello y precioso saber que los ojos de Dios están sobre nosotros. Que Dios te está mirando en todo momento. Y miren, hay grandes beneficios para pensar en esto, hay grandes beneficios yo saber que Dios me está mirando. Yo puedo contar entonces con el cuidado y la protección de Dios. Si sus ojos están sobre mí, si sus ojos están sobre ti, tu puedes contar que Dios está cuidando por ti´.

Qué es lo que decía el salmo 91 cuando lo leímos los unos a los otros? A ver si se acuerdan? Cómo empezaba? El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente. Ese salmo de lo que habla es de la protección de Dios sobre nuestras vidas. Caerán mil a tu izquierda y diez mil a tu diestra pero a ti no llegarán.

Así que ese aspecto de que Dios está fijándose, nos está mirando. Podemos contar seguramente de que la protección de Dios está sobre nuestras vidas. Un segundo punto que puedo mencionar es el mero hecho que él va a estar dispuesto para enseñarnos, para darnos dirección, para darnos la guía que nuestras vidas necesitan.

Como ese salmo 32 que leí al principio. Te enseñaré y te mostraré el camino en que debes andar, y sobre ti fijaré mis ojos.

Dios desea que nosotros seamos un pueblo que sepa y que conozca. Dios no quiere que sus hijos y sus hijas estén caminando por ahí ignorantes, dando cantazos por la vida. Él desea que nosotros podamos estar bien entendidos de cuál es su voluntad, sus propósitos para nuestras vidas, y él los quiere dar a conocer. Por eso es que nos está mirando.

Y un tercer punto que puedo decir es que esto muestra su deseo, el deseo de Dios, su intención, su interés de estar activo en cada uno de nuestras vidas. Miren, si hay alguien que es bien hyperactive es Dios, y no lo estoy diciendo en el sentido malo de la palabra, lo estoy diciendo en el sentido de que Dios siempre tiene este deseo de poder hacer algo en medio de nosotros, de poder hacer algo a través de nosotros, de que tal vez las situaciones alrededor en la vida nos dicen como que, tu no vales nada, tu no puedes hacer nada, tu eres un cero a la izquierda y bien, bien a la izquierda. No, Dios te dice, no, todo lo contrario, tu eres un cero a la derecha. Tu le das valor a la ecuación, porque yo te doy valor, y yo quiero trabajar contigo y yo quiero trabajar en ti, sanar tu corazón, sanar tus heridas, equiparte, prepararte para que entonces tu puedas ser de bendición a otros también. Esas son las cosas que yo quiero hacer en ti. Por eso es que tengo mis ojos puestos sobre ti.

Y hay veces que tu querrás huir de mis ojos, como bien decía, vuelvo de nuevo, el salmo 139, que estábamos hablando el miércoles pasado, ah, si cogiera las alas del alba y habitare en el otro extremo del mar, como quiera allí me alcanzarías tu. Si me trato de esconder en la oscuridad, como quiera allí tus ojos me están mirando.

Dios desea estar activo en medio de nuestras vidas, en tu vida. Déjeme avanzar entonces. Esa va a ser la… del mensaje. Ahora, así como hay beneficios, también están sus lados duros. Cuál sería el lado difícil del hecho de que los ojos de Dios están sobre nosotros? Lo más que yo puedo pensar es, cuidado con lo que haces. Cuidado con lo que haces porque te están velando. Omar, cuidado con lo que haces porque te están velando. Me lo digo a mí mismo.

Ahorita leí de Jeremías 24, ahora les leo de Jeremías 16, el verso 16 y 17 que dice, miren, Dios está hablando y dice:

“… Yo envío muchos pescadores, dice Jehová, y los pescarán, y después enviaré a muchos cazadores y los cazarán por todo monte, por todo collado y por las cavernas de los peñascos. Porque mis ojos están sobre todos sus caminos los cuales no se me ocultan, ni su maldad se esconde de la presencia de mis ojos…”

Dios es bien claro. Así como él dice que sus ojos están sobre los justos y bendice a los justos, el que no es muy justo que digamos, va a necesitar agua como yo. Dios es muy claro, mis hermanos. Si nosotros no vivimos en una forma que sea placentera a los ojos de Dios.

En Deuteronomio él dice, hey, he aquí que yo pongo delante de ti la vida y la muerte. Se te da un examen de selección múltiple. Este es tu examen, pongo delante de ti la vida y la muerte. Escoge. A, B, A: la vida, B: la muerte. No hay un c que diga todas las anteriores, no? y mira si Dios está bueno que te da la respuesta, que entonces te dice, escoge la vida. Te da la respuesta al examen. Escoge la vida. La vida que él da.

Miren, si fuera a terminar esto, mis hermanos, yo entiendo que nosotros tenemos que agradecer el hecho de que Dios está mirando sobre nosotros. Cuando se estaba construyendo el templo con Salomón, él le dijo, ahora mis ojos van a estar pendiente sobre esta casa, las oraciones, las plegarias que se hagan sobre esta casa, mi gloria va a estar aquí.

Y yo creo, que en la misma forma, los ojos de Dios están sobre esta casa también. Los ojos de Dios están aquí en este lugar y cuando los ojos de Dios están aquí sobre este lugar, mira, eso significa que cuando usted se meta aquí, póngase el cinturón porque va a salir volando. Hay algo que Dios hace cuando usted entra aquí en este lugar. Y yo no estoy diciendo que es magia o algo así, pero el mero hecho de que usted sea parte de una iglesia como esta, cuando la atención de Dios está fijamente sobre esta iglesia, mire, hay algo que sucede, hay algo que sucede en el lugar como también en su vida. Usted se está metiendo, como quien dice, en una nube radioactiva y cuando usted se meta ahí, no es que va a salir con un tercer ojo en la frente, pero sí va a salir con algo en su corazón de parte de Dios.

Así que hay que agradecer ese hecho de que Dios tiene a sus hijos, sus ojos sobre nosotros. Que en vez de nosotros acobardarnos, debemos tener el ánimo y el valor para enfrentar la vida sabiendo que él vela por nosotros. En vez de ver un problema, eso está feo, eso está difícil, yo no puedo lidiar con eso. Mire, cobre ánimo, cobre valor, porque Dios lo está mirando, está velando sobre usted, le está dando la fuerza, las herramientas, los recursos que usted necesita para poder enfrentar eso y aún mucho más.

Y por último, mire que Dios nos de la sabiduría para vivir de tal forma que siempre traigamos gozo a sus ojos. Pasaje que dice, el gozo del Señor es mi fortaleza. El gozo del Señor proviene cuando nosotros vivimos de la forma que él quiere que nosotros vivamos. Si yo le traigo gozo a los ojos de Dios, yo estoy seguro que él me va a dar a mí la fortaleza, la sabiduría, todo lo que necesito para poder salir adelante.

Así que, mis hermanos, yo les dejo con esta palabra. Yo espero que esta palabra sea de ánimo, de sostén a sus vidas. Así que recuerden, como usted salga de aquí, Dios le está mirando, Dios está velando sobre su vida.

Terminamos con un testimonio. Amén.

Consta que yo no sabía que él iba a predicar de eso hoy. Tanto tiempo que yo tengo participando de los miércoles antes, estaba allá de aquel lado y ahora aquí. Hay momentos en que me han pasado cosas que cuando veo el mensaje de Omar, como que mi corazón se agita, es como tu me estás hablando a mí, Señor. Y ayer, yo tuve un día muy difícil. Yo he venido teniendo por meses, muchos cambios en mi vida, cambios, y cambios y cambios y en los últimos tiempos me he sentido con una tristeza tan grande y que no la encuentro como mucha explicación.

Y ayer yo estaba sola en mi casa con mi hijo, que tiene dos años, y llegó un momento en que él estaba que quería jugar conmigo y que quería hacer tantas cosas, y a mí me embargó una tristeza tan y tan grande, que yo no sabía ni qué hacer. Y yo me senté en el mueble y lo miraba que él caminaba, jugaba, quería que yo estuviera con él. Pero yo no me sentía bien, yo me sentía tan y tan triste. Y yo comencé a orarle al Señor, yo le dije, Señor, sana mis emociones, Padre, mira, no me des más nada, yo pongo todas las peticiones que tengo delante de ti, de dinero, de finanzas, de trabajo, de papeles, mira, no me des nada de eso, sana mis emociones, Señor, porque mi hijo necesita una mamá sana. Mi esposa necesita una esposa sana. Sana mi mente, sana mi voluntad, sáname, Señor porque yo no me siento bien.

Bueno, oré así y en una ya no podía más, me tiré en la cama. Y mi hijo está rondándome, rondándome, rondándome y hace así y prende el radio. Usualmente cuando él prende el radio y el escucha música o cualquier cosa, él lo cambio o lo sube de volumen, o lo baja, o cambia la emisora, pero no lo deja ahí. Y él tocó, era el radio de mi despertador, y cuando él tocó el botón que el radio encendió, había un predicador diciendo:

“El Señor quiere sanar tus emociones. El Señor quiere sanar tu voluntad. El Señor quiere sanar tu mente. El Señor quiere sanarte.” Y comenzó ese hombre a predicar y a predicar de una manera, pero fue en el momento preciso. Y cuando yo oí eso, yo no lo podía creer lo que yo estaba escuchando y yo decía, o sea, cuando yo escuché esas palabras, exactamente tan textuales, exactamente como yo lo había orado al Señor, yo comencé a llorar y a llorar. Yo decía, Dios mío, tu me estás mirando. Y digo, Dios mío, no puedo creer que mi hijo haya prendido el radio en ese momento y que yo estoy escuchando exactamente las palabras que yo necesitaba escuchar. Yo decía, Dios mío, y yo corría por toda la casa y yo lloraba, y yo decía, Dios mío tu me estás mirando. Tu me estás mirando. Tus ojos están puestos en mí. Yo le di a Dios gracias, Omar, por esa palabra. Gracias.

Gracias, Señor Jesús. Póngase de pie, mis hermanos, vamos a orar. Gracias Señor porque tus ojos están puestos sobre nosotros, mi Dios. Tu estás velando cada paso que nosotros damos, Señor, tu miras nuestro acostar y nuestro levantar, Señor, nuestra entrada y nuestra salida, Jesús. Todo lo que hacemos, todo lo que decimos, Señor, tu estás tan pendiente de cada una de esas cosas y lo más que haces es extender tu gracia y tu favor sobre nuestras vidas constantemente, Señor, como una fuente que no cesa.

Padre, yo te pido que a cada uno de mis hermanos y hermanas aquí en esta noche, los que están aquí y los que nos han visto por el internet, Señor, yo te pido que esta palabra que se ha hablado hoy, Señor, que esta palabra cobre vida en nuestros corazones. mira Señor, que cuando salgamos de aquí podamos sentir el peso de tus ojos sobre nosotros, el peso de tu mirada, Señor, pero no una mirada que abruma, sino una mirada que inspira confianza, que inspira certeza, que inspira esperanza sobre nuestras vidas, sabiendo, Señor Jesús, que tu estás en total control de lo que nosotros somos.

Así que, Padre, mira salimos de aquí con ánimo, salimos de aquí con firmeza, Señor, salimos de aquí sabiendo que tu estás fijándote en nuestras vidas, Señor, y que tu quieres extender tu bendición sobre nosotros. Así que, Padre, nos vamos de aquí confiadamente, Señor, sabiendo que tu eres lo mejor que nosotros podemos tener, Señor, que nuestras peticiones están seguras en ti, Señor, y que las respuestas tu las darás en su momento oportuno, Dios.

Llévanos con bien a nuestros hogares, Señor, permítenos descansar en esta noche, reponer energías, Señor Jesús, y que mañana si así tu lo permites, Padre, mira que podamos echarle mano a un nuevo día y poder alcanzar aquello para lo cual tu nos llames a hacer.

Bendice a tu pueblo, Señor, en esta noche. Sobre cada uno de nosotros concédenos tu paz, tu gracia, tu bendición, por tu Hijo Jesús oramos y te damos las gracias. Amén, Señor Jesús. Gracias, Dios. Gracias, Señor.