Más vale dar que recibir

TRANSCRIPT

Les voy a decir por qué yo estoy tan contento. Porque la mano de Dios me sostiene. Amén. Ahí tienen una respuesta y lo puedo decir. Y porque siempre en victoria él me ha llevado, me está llevando y me llevará. Otra de las razones por las cuales yo siento gozo, mis hermanos, es cuando los veo a cada uno de ustedes, cada vez que yo veo cada uno de sus rostros, y al menos con aquellos que yo he tenido la oportunidad de poder hablar y de poder conocer la historias de sus vidas un poquito más, de poder conocer sus logros y poder conocer algunas de sus luchas. Eso me trae gozo. Porque el mero hecho de que los estoy viendo aquí me da a entender a mí de que en ustedes hay un Dios que está en acción. Y aunque muchas veces puedan rugir los vientos y las tempestades y que traten de subir las olas para tratar de hundir nuestra barca, con todo nosotros podemos permanecernos firmes porque el Señor es el que va con nosotros en todo momento.

¿Saben qué? A mí me da gozo también el hecho de que aunque muchas veces hay personas que van por la vida sin tener a Dios presente, Dios es tan bueno y tan misericordioso que con todo y eso Dios va caminando detrás de esa persona. y la persona va por ahí haciendo de las suyas y Dios como que, okay, estás haciendo de las tuyas pero yo estoy ahí. Te ibas a caer en un hoyo y de repente Dios de alguna forma u otra evitó de que te cayeras en el hoy, tal vez te doblaste el tobillo, pero no te caíste en el hoyo.

Y los que se cayeron en el hoyo Dios los ayuda a levantarse, porque la Biblia que si 7 veces cayera una persona en el hoyo, el hoyo se lo añadí yo, 7 veces qué? Lo levantará Dios. y póngase usted a contar, por cuál voy, por cuál de las 7 veces voy. No te apures, 7 es un número simbólico, eso significa que Dios está ahí. Dios está ahí dispuesto a ayudarte sea cuando sea.

Otra cosa que a mí me trae gozo, mis hermanos, es el ver cómo Dios está obrando en nosotros como iglesia. El yo ver la dinámica de estos servicios de los miércoles que ustedes llegan y cuando yo veo sus rostros yo sé que muchos de ustedes llegan, como quien dice, arrastrándose, algunos de ustedes tal vez llegan con ganas de no estar aquí porque alguien te quiso traer, y yo me alegro de que ese alguien te trajo, y me alegro de que tu aunque estás aquí con las muelas de atrás, pero me alegro de que estás aquí porque algo se te va a pegar. Y tal vez yo acabo de decir esto y tu estás ahí, como que, yeah, right. Trust me. Algo se te va a pegar.

Pero aún cuando estoy gozoso de eso, ese mismo gozo hay veces que yo me digo, guau Señor, tu vas a tener que seguir interviniendo aquí porque nosotros meaning, los pastores, los líderes de esta iglesia, nosotros solos no podemos con toda la carga, tu vas a tener que seguir haciendo algo más allá de nuestros esfuerzos.

Yo veo cómo este servicio está creciendo, y le doy la gloria a Dios por eso. Muchos de ustedes saben que eso han sido oraciones que hemos tenido porque esto me da a entender a mí que la iglesia está cobrando consciencia de cuán importante es apartar tiempos para orar y para buscar a Dios, para congregarse. Hay gente que dice, ah, Omar el servicio tuyo… Miren, yo reprendo eso. Esto no es el servicio mío, si usted oye a alguien diciendo eso, dígale de parte mía, hmm, hmm, no es así. Esto es un servicio de la iglesia que es dedicado a Dios, el mero hecho de que yo esté aquí dirigiéndolo es como quien dice, a side note, pero aquí si es servicio de alguien es servicio de Dios. y todos nosotros somos los protagonistas.

Pero lo más que podemos ver es que Dios está obrando en medio de cada uno de nosotros. Yo quiero traer su atención a algo. Desde mi perspectiva pastoral cuando yo veo todo lo que Dios está haciendo y todas las cosas que me pueden traer gozo, a la misma vez yo puedo ver muchos retos que tenemos por delante y estas 4 semanas, mis hermanos, que hemos tenido de podernos comprometer delante de Dios y poder dar, estamos hablando de ofrendas en sí como tal. Mi deseo ha sido el que todos nosotros podamos comprender que esto no es una iglesia que está tan solamente pidiendo dinero todo el tiempo, yo no quiero que usted se confunda. Porque ese no es el propósito principal de Congregación León de Judá. El propósito principal de Congregación León de Judá es de ver a Dios siendo glorificado a través de todas las cosas que nosotros hacemos, a través de cada una de las personas que componen la iglesia.

Pero a la misma vez reconocemos que precisamente porque Dios tiene ese tipo de llamado sobre nosotros como iglesia, el reto que tenemos por delante es bien grande. Cada vez que yo salgo por esa puerta de ahí atrás y veo todos esos pedazos de acero, yo me digo, guau esto está interesante. Cómo Dios nos está llevando.

Yo quise preparar una gráfica ilustrativa para que usted pueda tener una idea de cómo pueden ir las cosas dependiendo a cómo nosotros entendemos lo que Dios está haciendo en medio de nosotros. Algunos de ustedes van a entender esta gráfica desde la primera vez que yo lo pongo pero voy a tomarme mi tiempo para explicar.

Miren esta gráfica, estoy hablando de proyecciones de Congregación León de Judá, un primer ejemplo. Les voy a explicar los colores: el color azul, la barra de color azul significa los pastores o el liderazgo principal de la iglesia. La barra de color rojo son las personas y cuando hablo de las personas me refiero a las necesidades que tiene el pueblo, necesidades de consejería, necesidades de servicios para niños, servicios para jóvenes, servicios para familias, necesidades de educación, la necesidad espiritual de poder llevar una vida abundante como Dios intenciona y el poder ser parte de una iglesia que pueda proveer ese tipo de nutrición a la vida de estas personas. Está la necesidad de compañerismo, de gente que se siente sola, que no tiene familia y necesitan algún grupo de personas con el cual puedan conectar. Está la necesidad de personas que vienen con situaciones de inmigración, personas que vienen con deseos de educarse, o de ver cómo podemos [sin audio]

A medida que la iglesia va creciendo, a través de ese color rojo de personas, crecen las necesidades. Y es más, me atrevería a decir, crecen las demandas. Porque entonces la gente empieza a demandar, bueno, pues si yo vengo como esta necesidad yo demando que la iglesia me resuelva esto. So, ese es el color rojo.

El color verde, cuál es? Las finanzas, los cherries, el aguacate, los plátanos maduros, el arroz con habichuelas y chuletas. Ese es el color verde. Ahora, yo quise poner esto, como quien dice, en una progresión de años desde el 2011, 2012 hasta el 2014. No me cabía otra más así que lo dejé hasta el 2014. No es que tengo poca fe, yo sé que puedo llegarle ahí al 2020 o algo, pero lo puse hasta el 2014.

Imagínate tu, usted, si a medida que nosotros vayamos creciendo como iglesia, el color rojo, que sigan llegando más personas, pero si como iglesia no desarrollamos esta convicción de que para que la iglesia funcione necesita de mis energías y de mis recursos materiales y financieros para que la iglesia pueda funcionar, porque no es que la iglesia va a esperar a que llegue un millonario que se convierta, que sea miembro aquí, o la iglesia no puede esperar a que alguien juegue la lotería y entonces de el diezmo de ese premio de la lotería, y lo de a la iglesia. Como la iglesia no puede esperar por eso, y no lo va a hacer tampoco, pues sabemos que mucho de lo que nosotros podemos hacer depende de cómo nosotros nos comprometamos delante de Dios con contribuir a esa obra.

Ahora, imagínense ustedes si para el 2010 la membrecía crece, gloria a Dios, es un buen problema a tener, ¿verdad? ahora, si aumenta ese número de personas, si aumenta la cantidad de necesidades, si aumenta la cantidad de issues, de problemas, de dramas y melodramas que traiga la gente, pero si no aumentan las cherries, el aguacate y las chuletas, y si eso ni añade, no van a haber más pastores y líderes que puedan atender todo ese grupo de personas, qué va a pasar? Si para el año 2013 sigue creciendo la membrecía pero los cherries se siguen quedando igual, y no podemos reclutar a más pastores para poder atender las necesidades de ese grupo, qué va a pasar? Si para el próximo año, gloria a Dios, se sigue dando un crecimiento exponencial de la membrecía de la gente pero el aguacate y las chuletas no siguen entrando, y por ende no podemos reclutar a más pastores o líderes que puedan trabajar con esas necesidades, qué es lo que va a pasar? Dígame usted qué es lo que va a pasar? Dime tu, una niña, qué va a pasar?

Eso mismo va a pasar, nos vamos a quedar sin palabras. Porque vamos a estar quemados, damas y caballeros. No vamos a dar a vasto. Nos va a pasar esto. Gracias, Jonathan que no me dejaste sacar esto. Eso es lo que nos va a pasar. Nos va a tragar el pez.

Pero, si a medida que pasan los años, miren este otro ejemplo, estamos aquí en el 2011. Si para el próximo año aumenta la membrecía y la gente cobra consciencia de esa visión de que muchos de lo que sucede aquí va a depender de cómo nosotros trabajamos aquí y cómo trabajamos acá, para que este grupo pueda ser edificado como debe ser, si entonces nos comprometemos y esta barra sigue subiendo para que entonces esta otra pueda subir y poder sostener esa barra del medio. Y al próximo año ese nivel de compromiso se sigue fortaleciendo y no tenemos que depender de campañas financieras sino que la gente da porque aman a la obra del Señor, y esa barra verde puede seguir creciendo, pueden seguir llegando las chuletas, los aguacates, el arroz con habichuelas, y así podemos seguir apoyando un personal pastoral, un liderazgo sólido, saludable, bien bendecido que puedan apoyar las necesidades de este grupo, y así consecutivamente. Entienden lo que les estoy queriendo decir?

Solamente una ilustración, mis hermanos, para dejarles saber que lo que está por delante es grande. No es tan solamente edificar un edificio, estamos hablando como he dicho en muchas ocasiones, estamos hablando de vidas que van a ser impactadas con el amor de Dios y que hacen falta obreros que puedan apoyar esa obra en distintas perspectivas. Y no es, mis hermanos, que les estamos pidiendo que se quite el anillo y lo ponga en el cesto de las ofrendas. No les estamos pidiendo que saque las llaves del carro y de la casa y que las ponga en la cesta de ofrendas. Solamente lo que estamos queriendo comunicar desde el liderazgo pastoral es que todos podamos entender que para que muchas de estas cosas se puedan dar va a depender de cómo nosotros nos comprometemos con ese llamado que Dios ha puesto en nuestros corazones y que podamos contribuir a ello, no tan solamente con nuestras oraciones, con nuestros ayunos que podamos hacer, con el mero hecho de venir y asistir a la iglesia, sino que va a depender también de cómo nosotros podemos contribuir a esa obra.

Yo les digo, mis hermanos, cada vez que yo hablo de esto a mí me da canillera, porque yo sé que esto es un tema bien delicado y bien sensible. Mucha gente ha sido abusada por eso. A mucha gente los han querido virar, como quien dice, patas arriba y exprimirle todo lo que tienen y después los dejan ahí tirados. Pero eso no es la intensión de esta iglesia. La intensión de esta iglesia es que todos podamos crecer a la altura del hombre, de la mujer que Dios quiere que nosotros podamos ser.

Lo que nosotros queremos ver es familias que entren por esas puertas y están a punto de darse una patada el uno al otro, pero que cuando llegan aquí de repente, primero que nada la gracia de Dios se apodera de esa familia, hay consejeros que pueden hablar con esa pareja, hay consejeros que pueden hablar con los hijos de esa pareja, para poderlos ayudar y poder restaurar la dinámica de familia. Llega alguien que quiere estudiar y lo único que tiene es un quinto grado de su país natal y de repente, puede venir aquí y conectarse con distintos recursos para que esa persona pueda echarle adelante a su vida. Que nosotros podamos meternos en distintos sectores en nuestra comunidad para poder hacer una diferencia, para poder ser luz.

Y no tan solamente eso, sino que Dios pueda seguir usando el ministerio de Congregación León de Judá para impactar a otros ministerios a nuestro alrededor, mis hermanos. Congregación León de Judá no es tan solamente de nosotros aquí encerrados entre estas 4 paredes, Congregación León de Judá llega más allá. Porque dondequiera que usted va, usted está llevando Congregación León de Judá con usted. Y usted puede hacer la diferencia dondequiera que usted va, dondequiera que el pastor Roberto va, él lleva el nombre de Congregación León de Judá con él también.

Pero como bien hemos estado leyendo, mis hermanos, hay algo que cuando uno ama la obra de Dios es como que sale, sale de… Cuando alguien ha hecho algo bueno por usted, qué usted hace? Usted busca responder a ese favor de alguna manera u otra ¿verdad?, y si fue algo bien significativo, yo no estoy diciendo que alguien le dice, ah, mira, yo sentí de parte del Señor darte estos $ 20 para que le eches gasolina a tu carro. Ah, amén, gracias, gracias, Señor porque lo hiciste así.

Pero si hay alguien que hace algo bien súper extremadamente significativo por usted, usted se va a salir de su cause por tratar de encontrar la forma de responder ese favor a esa persona. lo mismo se ve en nuestra relación con Dios.

Cuando Dios hace algo por nuestras vidas, que es bien significativo y nosotros no tenemos esta actitud de querer coger a Dios y virarlo patas a arriba y sacarle todo lo que tiene para después dejarlo tirado y nosotros salirnos con el beneficio que sacamos, Dios no va a bregar así con nosotros. Es bien difícil coger a Dios y virarlo así y sacudirlo. Yo creo que él te lo va a hacer a ti antes de que tu se lo hagas a él.

Pero si nosotros sabemos cómo proceder con esa relación donde Dios hace algo por nosotros y nosotros por gratitud, por amor, por desvivirnos por él tenemos que hacer algo en respuesta. Para poderle dejar saber a Dios, Dios mira, yo te quiero demostrar cuánto yo te amo al hacer esto. Y no es una sola forma, tenemos muchas formas para mostrar ese gesto de gratitud a Dios, pero por amor a él podemos, podemos responderle con todo lo que somos, con todo lo que tenemos.

Yo le pido algo a Dios, mis hermanos, y con esto cierro. Mi deseo es que todo lo que nosotros estamos haciendo como iglesia, para causar, provocar consci3encia en cada uno de los miembros de esta iglesia, es que podamos entender que en el dar hay una bendición mucho más grande que en el mero hecho de nosotros poder recibir. Y eso es un misterio que está aquí. Eso es parte de la ley de Dios.

Cuando en el libro de los Hechos dice, porque más vale dar que recibir, por algo está ahí. Es bueno recibir, seguro, a todos nosotros nos gusta recibir. Somos bendecidos cuando recibimos, pero la bendición es mucho mayor cuando nosotros damos. Cuando usted da de lo que Dios le ha dado a usted, aunque sea una palabra, aunque sea un gesto de cariño hacia alguien, aunque sea el uno comprometerse financieramente por un período de tiempo y decir, mira, Señor, por tanto días yo te voy a traer esto. Es más, yo les voy a decir, yo espero que después de esta cuarta semana que nosotros no digamos o no pensemos como, okay, ya se cumplieron las 5 semanas, pues, ahora voy a seguir dando un dólar de ofrenda. Del miércoles que viene en adelante yo voy a seguir dando un dólar.

¿Saben qué? Yo mismo me puse un reto, que de aquí en adelante si yo puedo seguir dando mis 20 dólares de ofrenda, mis 20 dólares de ofrenda yo los voy a seguir dando. No voy a decir, voy a soñar con hacer un cheque de 100 mil dólares, no creo que mi fe se ha movido todavía a ese nivel, y yo le doy gracias a Dios por esa persona que sí soñó con hacer eso, y yo me senté con esta persona recientemente y él me explicó el contexto completo de cómo fue que se dio ese cambio en su vida y yo tengo que reconocer que Dios estaba en medio de eso.

Pero Dios brega con distintas personas a distintos niveles. Dios brega con usted como Dios quiere hacerlo. Dios está trabajando conmigo, mis hermanos, yo se los digo, yo les abro mi corazón como pastor, Dios me está retando en ese nivel de mis finanzas a cómo yo atreverme a creer en él, de que él es el proveedor de todas las cosas para mi vida. Y yo espero que cada uno de nosotros hayamos aprendido la lección, de atrevernos a creerle a él, de que cuando nosotros le damos con gozo y cuando le estamos dando con un sentido de compromiso, diciendo, Señor, esto lo estoy haciendo para ti, no lo estoy haciendo porque el pastor me lo está pidiendo, porque la iglesia me lo está pidiendo, lo estoy haciendo porque te amo, porque amo tu obra, porque amo esta iglesia, y como he sido bendecido a través de esta iglesia, quiero la bendecir para que esta iglesia pueda seguir bendiciendo a otros dondequiera que tu nos lleves.

Si nosotros damos con ese entendimiento, mire no va a ser tan difícil echar ahí en la cesta. Si tiene alguna pregunta, algun comentario, siéntase libre, me llama, pastor Omar, yo quiero hablar con usted de esto. Para eso estamos. Yo creo que vamos a llegar a ese punto donde vamos a tener más pastores, que si yo no doy a vasto, va a haber otro que va a poder hablar con usted. Y yo oro el día que eso llegue. Pero por ahora, si usted tiene alguna pregunta, alguna duda, 617 541 4455 extensión número 13, o sino, número de Dios usted lo sabe, llámelo a él.

Hermanos, entienden lo les he estado compartiendo? Yo espero, de verdad, yo espero en Dios que ninguno de ustedes salga de aquí con una mentalidad de que, ah, aquí lo que están haciendo es exprimiéndole los verdes a todo el mundo. No. si usted sale de aquí con ese pensamiento, usted ha estado escuchando con el oído derecho, o el izquierdo.

Oiga la voz de Dios, mis hermanos. Dios nos está retando a todos nosotros. Yo estoy en el mismo bote que ustedes. Dios sabe que a mí hay veces que se me hace difícil aflojar mi bolsillo también. y Dios me está probando a mí con eso. Y yo sé que al yo responder a eso, yo voy a ver la bendición de Dios. no estoy diciendo que la voy a ver financieramente, no, porque la bendición de Dios puede volver en muchas otras formas.

El miércoles que viene les voy a contar un testimonio. Bueno, no un testimonio, un testimonio / petición que la quiero compartir con ustedes, así que los voy a dejar con eso por ahora, to be continued otra vez.

Vamos a ponernos de pie, mis hermanos, y vamos a orar. Amada Dios yo te doy las gracias una vez `más. Señor, cierro estas 4 semanas con gozo en mi corazón. Y yo espero que mis hermanos estén sintiendo el mismo gozo al poder saber que cada uno de nosotros somos parte de una obra maravillosa que tu estás haciendo en medio nuestro.

Sí, Señor, yo lo declaro así, que todos y cada uno de nosotros aún aquellos que se creen que no tienen nada para dar, tu quieres usarnos a todos para edificar tu obra, Señor. Tu palabra muy claro lo dice, que la mies es mucha y los obreros son pocos, y tu estás buscando obreros para trabajar en la mies. Tu estás buscando obreros para contribuir al desarrollo del trabajo en esa mies.

Así que, Padre, yo te suplico es mi petición, Señor, como pastor de mis hermanos y hermanas, es mí petición delante de ti, Señor, que esta semanas que hemos tenido para reflexionar acerca de esta dimensión del nosotros poder dar, contribuir a tu obra con nuestras finanzas, al poder entender esa dimensión de la fe, Señor, de poder creer a ti que cuando te damos tu eres capaz de responder a cada una de nuestras necesidades y suplir a cada una de ellas, Jesús.

Yo te pido, mi Dios, que en esta noche algo se selle en el corazón y las mentes, en el espíritu de cada uno de mis hermanos y hermanas, y Señor, que tu nos muevas en esa dimensión de una fe que se entrega por completo a ti, Señor, una fe sin reservas, sin condiciones, sin estar cuestionando las cosas, pero entregarnos a ti con esa sencillez de un niño y creerte a ti, Señor, en todo lo que tu dices, en todas tus promesas.

Padre, yo te pido que tu bendición nos acompañe ahora sea a nuestros hogares, se con nosotros, Señor, protégenos en el camino de vuelta a casa y que esta noche, mi Dios, tu nos permitas tener un descanso profundo, tranquilo, reparador, que las ansiedades de las distintas situaciones que podamos tener, mi Dios, no nos roben la oportunidad de poder recobrar nuestras energías, Señor. Y que mañana si así tu lo permites, mi Dios, podamos levantarnos con una nueva perspectiva, Señor, hacia la vida y poder echarle mano a todo lo que el día de mañana pueda traer y hacerlo en tu nombre, no en nuestras propias fuerzas, sino hacerlo en las tuyas.

Declaro tu bendición sobre cada uno de mis hermanos y hermanas, Señor, sobre cada uno de ellos que cuando salgan por esas puertas, ellos puedan sentir tu presencia, que les acompañe y que les fortalece en todo momento. Bendecimos tu nombre y gracias, gracias, gracias mil, Señor, por esta noche. Te lo pedimos todo y lo entregamos todo a ti, Señor, en el nombre de Jesús. Amén. Y amén.

Hermanos y hermanas, salúdense unos a otros.