Prepárate para ver maravillas

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Josué capítulo 3 versículo 5, y Josué dijo al pueblo santificaos, y Josué dijo al pueblo santificaos, porque Jehová hará mañana maravillas entre vosotros, santificaos, porque Jehová hará maravillas mañana entre vosotros. Mis hermanos, les vengo compartiendo esta Palabra que el Señor me ha predicado a mí por unas semanas, yo diría unos meses ya, y siento como, yo no sé si usted se siente así, yo sé que muchos hermanos en estos días que el pastor ha estado predicando acerca de definición desde el principio del año, vivimos con la sensación de que nos estamos acercando a una barrera invisible así como el Jordán representaba para esta generación de Josué, y tal vez hay mucho que nosotros podemos aprender de ellos.

Pues el Señor me ha estado hablando, hablando a mi vida, ministrándome, retándome, no me he podido sacudir esta Palabra, pues lo he compartido con mis hermanos que ministran conmigo en el centro de recursos académicos, y luego en Vale Esperar y Alpha, también he compartido con ellos. Igual sentimos nosotros, yo sé que hemos oído por años que viene una visitación especial del Espíritu de Dios, que algo especial viene, pero esta vez, esta temporada hay algo diferente, hay algo en el aire que nos dice que algo bueno, algo grande, algo maravilloso, algo asombroso está a nuestro alcance, que estamos a la orilla de algo invisible pero grande y poderoso, e irremisible. Y hoy comparto esto con ustedes porque creo eso mis hermanos.

Yo creo que he aprendido mucho de esta jornada y de esta generación de Josué, y tal vez es algo que juntos estaremos pasando, porque creemos que Dios nos ha estado llevando por una jornada con un propósito, que a nuestro alcance ya tenemos en vista una tierra prometida aunque nunca hemos ido ahí, es un pueblo así como el Señor les había revelado a Josué y su gente, es un pueblo que no conocían pero en una forma misteriosa el Señor les dice esto es tuyo, como la casa que le entregó a la hermana, promesas que de antemano el Señor las ha apartado para ellos, aunque nuestros pies nunca han pisado ese lugar sabemos que ya es nuestro.

Y la pregunta en este momento es esta, si hemos llegado a este Jordán, a esta barrera invisible, ¿qué es lo que nos impide cruzarla, que es lo que nos espera en el otro lado, qué es l que espera el Señor de nosotros?, o en otras palabras, ¿como un pueblo, estaremos listos para cruzar el Jordán?. Y más todavía, ¿por qué nosotros?. Y hermanos, no estoy hablando meramente de la congregación de Judá, yo estoy seguro que las hermanas que acaban de compartir son parte de ese pueblo, y hay un Pueblo con P mayúscula que el Señor ha estado preparando para una visitación divina que la historia americana por lo menos en este siglo, pero tal vez hasta en sus comienzos no se ha registrado, yo creo eso, pero ¿por qué nosotros?.

Sabe ¿por qué el Señor trató tanto con estos, qué es lo que distingue a esta generación que dirigía Josué?, esta generación que llegó aquí a las orillas del Jordán, yo le daría este nombre para esta generación, la generación de fé radical, a esta generación que dirigía Josué, ¿y qué queremos decir con eso?. Por años, cuarenta años en el desierto, el Señor fue entrenando este pueblo, podándolos de sus debilidades, revelándoles un momento u otro, una porción de su Gloria, ellos este, ya llegaron a ver maneras en que el Señor se movía que sus antepasados tal vez vieron pero no le dieron caso, agua brotando de la peña, maná bajando del cielo como lluvia para sostenerlos, su ropa no se gastaba, la nube de Jehová, una presencia constante delante de ellos cubriéndolos del sol, el fuego de Dios yendo delante de ellos.

Y cuando llegó el momento de batalla, porque fue para batalla que el Señor estaba entrenando y apartando a este pueblo, ellos vieron que sus debilidades fueron cubiertas y sostenidas por el poder de Jehová, y un pueblo tras otro, un rey tras otro cayeron delante de la Presencia de Jehová, y este pueblo llegó a distinguirse por dos cosas, primeramente, ellos vivían convencidos que no había nada que Jehová se proponía hacer que Él no podía hacer. Ellos llegaron a creer que este Dios era un Dios de maravillas, ellos llegaron a creer que Dios era capaz de hacer maravillas, aún hoy, y no solamente eso, ellos vivían en anticipación, de que había más, que lo que Dios les había mostrado ya no se comparaba a algo, todavía no sabían qué, pero algo maravilloso, misterioso, sin comparación, algo que todavía les faltaba por ver, creían en un Dios maravilloso, y creían que este mismo Dios maravilloso apenas estaba comenzando su trato con ellos, you ain't seen nothing yet, no has visto todo todavía, les faltaba algo que el Señor les iba a mostrar a ellos.

¿Me crees que la congregación ya va a cumplir 30 años?, yo tendría que ser un infante, verdad, de brazo, no mentirás Samuel. Fíjense ustedes que se han mantenido aquí desde los días de Cambridge, 20, 30 años en esta congregación, hace tiempo, me estoy dirigiendo a ustedes los lifers que están aquí, ¿será esta la misma congregación que estaba en Cambridge?, no estoy hablando de números, no somos perfectos, tenemos nuestros baches que el Señor tiene que limar, comenzando con el que está predicando y todos mis compañeros en la fé. Pero el Señor ha estado formando un pueblo especial, está bien que usted se crea un pueblo especial, eso es bíblico, es más no eres especial, eres real sacerdocio, no eres especial eres un pueblo escogido por Dios para anunciar las maravillas de Dios a un pueblo que está en tinieblas, más que especial.

Y lo que nos hace especiales es que a través del tiempo Dios ha hecho tanto, ha tenido tanta gracia de nosotros, ha demostrado su poder de tantas maneras, nos ha sacado de tantos apuros, hemos pasado por tantas pruebas, no hemos pisado los callos, y a la vez el Señor nos ha visitado con su gracia, y aquí hay un mar de rostros de vidas transformadas y pulidas en este proceso que ya llegas al punto de que no hay nadie que te convenza que Dios no puede hacer lo imposible, vivimos esperándolo, vivimos esperando por más que nos quieran decir otra cosa, que el Dios que nosotros servimos es capaz de rescatarnos del horno de Nabucodonosor si ahí nos tiran, eso es ya parte del ADN, yo no tengo que convencerles esta mañana que mi Dios es un Dios poderoso, digno de gloria y capaz de maravillas, yo creo que nosotros creemos eso.

¿Y sabes qué, mi hermano, mi hermana?. Aún si usted llegó hace poco, una hermana se me acercó después de este primer servicio, primer domingo que llega a esta congregación, y me dijo amén hermano, yo soy parte de esa generación, primer domingo que acaba de llegar, y yo creo, mi corazón me dice que la razón por la que usted está aquí es porque usted anhela un Dios así. Usted está aquí mi hermano, aunque usted acaba de llegar, tal vez porque tú has llegado aquí, no fue una coincidencia, fuiste llamado, fuiste llamado, fuiste atraído aquí. No conozco la jornada de todos, pero yo he oído muchos testimonios así, tal vez orando en silencio delante del Señor, tal vez ni siquiera usted muy seguro de cómo orar, tal vez en un momento de crisis, no importa si llegaste protestante, si llegaste evangélico, si llegaste presbiteriano o si llegaste católico, o si llegaste por milagros y jamás habías pisado la puerta de una Iglesia, pero el Señor de una forma misteriosa, tal vez escuchando un mensaje en la 93, tal vez en tu sala, tal vez en la fábrica, hubo una visitación del Espíritu Santo ministrando a tu espíritu, hay algunos aquí así, el Espíritu te habló a tu espíritu y te reveló algo de su rostro, de su personalidad, que nadie te lo había predicado, o dicho.

El Espíritu de Dios intercediendo con tu espíritu con gemidos indecibles, y tal vez no oyó una voz palpable, pero sí usted sintió algo que te dijo Yo soy tu creador, Yo soy real, Yo soy real, Yo soy real. Que ya Yo sé lo cansado que tú estás de la religión común y corriente, la iglesia común y corriente, ritos vacíos sin que la presencia del Señor sea palpable, Yo quiero revelarte mi Gloria y mostrarte mi realidad, quiero intervenir en tus asuntos, deseo ser tu Dios. O te escuchó Dios, tú lo escuchaste a Él, hubo ese momento boom, el Señor te trajo. Algo tiene en común esa gente que está aquí 20, 30 años, con la gente que acaba de cruzar la calle de los proyectos para estar aquí y es esto, 1, la prioridad de ver la gloria de Dios, de ver su rostro, de ser testigos de algo poderoso, porque creemos que Él es capaz de eso, y 2, la expectativa que por alguna razón Dios en su misericordia nos ha escogido para verlo, para ser testigos de estas cosas grandiosas que el Señor va a hacer.

Si ese eres tú, te voy a decir quien tú eres, si te acabo de describir, si ese es tu trasfondo, si esa es tu jornada, te doy la mano y te identifico en el nombre de Jesús, tú eres la generación de Josué. Tú eres la generación que ha llegado aquí al borde del Jordán, deseoso de cruzar ya de una vez porque el Señor te trajo, tú eres parte de esa generación de fé, ese eres tú para gloria del Señor. Todavía tenemos mucho que hacer, el Señor tiene mucho que hacer en nuestras vidas, pero esto sí le puedo garantizar, Dios puede usar una generación de fé radical, por eso es que estamos aquí.

Pueblo de Dios de donde me escuches, no estoy hablando solamente de la congregación León de Judá, aunque es mi Iglesia, la amo y sé por qué estoy aquí, y porque yo he estado por 30 años casi y estaré aquí hasta que Dios revele su gloria de la manera que lo quiere hacer. Pero hay pueblos que viven con esa misma anticipación, tú no estás loco pastor donde quiera que estés, ni su congregación, eres parte de esa misma generación, si ese es tu corazón el Señor está a punto de entregarte la tierra donde tú estás mi hermano, mi hermana. Hay un pueblo que comparte esta visión con nosotros, y Dios puede usar un pueblo así, ¿sabes por qué?. No se asusten, pero allá al cruzar esta barrera invisible para nosotros, para ellos era muy visible, era un río, y más allá del río ellos veían ciudades, para nosotros al cruzar el río hay estructuras, ciudades enteras amuralladas que resisten el señorío de Jesucristo.

Esto se ha incorporado en leyes, esto se ha incorporado en cultura, esto se ha incorporado en enseñanzas a nuestros hijos, esto se ha incorporado en la manera en que el pueblo más allá del Jordán se entretiene, esto se ha manifestado en la desesperación que ellos tienen, ni siquiera saben por qué, esto también se manifiesta en la falta que hace en un pueblo dirigido sin la dirección del Espíritu de Dios, esto es lo que nos espera al otro lado del Jordán. Y el Señor nos dice, yo quiero que tú vayas pueblo mío, pueblo de fé, necesito un pueblo de fé que vaya en mi nombre, sean fuertes, sean valientes, levántense de donde están, porque Yo necesito un pueblo que me represente, que me represente, que ejecute los propósitos de mi divinidad de ese lado del Jordán aunque estén rodeados de una cultura que aparentemente va a lo contrario.

Necesito un pueblo que jamás me niegue porque no pueden concebir negar un Dios que representa todo para ellos, ese es un pueblo que yo quiero usar, y te dice el Señor, si aceptas este llamado, si cruzas el Jordán, si te circuncisas en el jilgar, Yo te voy a visitar, te visitaré con poder, te visitaré con autoridad, se verán entre tus medios, mira, esto no es nuevo, nosotros hemos oído esto una y otra vez, desde Cambridge hemos estado oyendo esto, pero hermanos, prepárense porque el Señor dice maravillas te esperan pueblo de Dios, cosas que asombrarán a los que las vean, sanidades que muchos consideraban imposibles, transformación de mentes y de vidas, y no solamente de mentes y de vidas, pero familias enteras renovadas por el poder de Dios en un instante, no solamente familias pero sectores enteros de la ciudad librados del poder de Satanás por la unción que voy a derramar entre ustedes dice el Señor.

Viene una visitación del poder de Dios que asombrará a todos los que la vean, viene una visitación del poder de Dios que aquéllos que vendrán se derretirán en su resistencia del señorío de Jesucristo, y las ciudades cerradas como Jericó, las ciudades que han resistido al señorío de Jesucristo, esas mismas ciudades llegarán. Y yo estoy hablando proféticamente pero estoy hablando del gobierno civil, estoy hablando del sistema escolar, estoy hablando de la comunidad filantrópica, estoy hablando de la comunidad financiera, ellos llegarán y dirán, como están haciendo ya, hablen con daddy, hablen con quienes han tenido el privilegio de tratar con ellos, ven excelencia, y no tiene idea por qué porque no tenemos un centavo en qué caernos muertos, ven efectividad, ven que hay algo indescribible sobre esta comunidad y todavía no entienden por qué pero dicen, ¿pueden ustedes arreglar este asunto?, ¿puede ustedes arreglar las ciudades desoladas?, ¿pueden ustedes traer sanidad a una generación que se pierde?, ¿pueden ustedes usar esa misma unción acá?.

Y de adentro hacia afuera los muros que resisten el poder de Dios se desmoronarán, y Jericó caerá, en el nombre de Jesús. Y si eso no es suficiente el Señor dice, además de eso te voy a bendecir, además de eso pueblo de Dios te voy a prosperar, además de eso pueblo de Dios, cuando cruces el Jordán y tú oigas temores a tu alrededor, temores de crisis económica, temores de crisis académica, temores de generaciones de jóvenes perdiéndose, temores de muerte en la calle, tu casa y los tuyos serán prosperados, dice Jehová de los Ejércitos. Caminarás bajo la mano fuerte de un Dios poderoso que te cubre y te dirige, y que será sombra para ti, caminarás bajo una burbuja de bendición aunque todo lo demás a tu alrededor no entiende por qué tu casa es bendecida y los demás están sufriendo, y se acercarán a ti para conocer el secreto del gozo y de la bendición que está sobre ti.

Mi hermano, aunque uno en cuatro se gradúe de la universidad, aunque uno en cuatro llegue a obtener un trabajo que valga la pena, aunque uno en cuatro logre escapar de las cadenas de la ignorancia y la pobreza, dice el Señor ese uno será tu hijo, ese uno será tu hija, será la excepción, sí, prestarás a muchos y no tomarás prestado, tú pueblo de Dios serás cabeza y no cola.

Eso es lo que nos promete Jehová de los Ejércitos si nos atrevemos a movernos de donde estamos, movernos de esta comodidad en donde estamos y cruzar el Jordán. Pero esto viene con un precio, esto es bello, y de esta manera el nombre de Jehová será exaltado, pero es acompañado esto con un precio mis hermanos, hay una transformación y esto es lo que ha venido el pastor diciendo desde el principio del año, explorando estas verdades muchas veces de maneras incómodas, pero yo diría que lo que el Señor quiere hacer ahora es transformarnos de una generación de fé radical, comenzando conmigo a una generación de obediencia radical, comenzando conmigo. Una generación de obediencia radical porque si no, es preferible que nos quedáramos donde estamos.

Lo que estamos recibiendo es una invitación divina, el Señor va a levantar en este pueblo la verdadera maravilla de León de Judá, y de otros pueblos así, es cuando el Señor nos convierta en una generación de obediencia radical, y ese día llega. Y el Señor nos ha dejado dos ejemplos, dos símbolos de lo que es esto. Lo primero tiene que ver con nuestro trato, nuestros enlaces con la cultura de este mundo, y eso se encuentra en el relato de cruzar el Jordán. El otro tiene que ver con el estado de nuestros corazones cuando lleguemos al otro lado del Jordán, y ese símbolo se encuentra en la circuncisión.

Comenzemos con al cruzar el Jordán. Saben mis hermanos, el verdadero milagro de cruzar el Jordán, hermanos ustedes entienden, los israelitas podían cruzar el Jordán sin que el Señor dividiera las aguas, no era físicamente imposible, los espías habían ladeado el Jordán unas cuantas veces, dos acababan de llegar del otro lado del Jordán, ese no era el milagro, el milagro es este. Un pueblo entero atravesar el Jordán sin tocar las aguas, el verdadero milagro es que el pueblo de Dios cruce de un lado a otro sin mezclarse con las aguas del Jordán, y eso es lo que el Señor está esperando. Yo estoy oyendo esto, high definition technicolor, porque hermanos esto ha sido un problema para el pueblo de Dios, para la Iglesia, han habido muchas organizaciones, muchas Iglesias, muchas denominaciones, muchos movimientos del poder de Dios que se han atravesado en esta verdad, que por falta de vigilarse se mojan, se mezclan, el Señor está buscando un pueblo dispuesto a atravesar la cultura de esta tierra, atravesar, caminar entre medio de las aguas de este pueblo sin tocarlas, sin tocarlas.

Y mis hermanos les quiero advertir, habrán muchas oportunidades de mojarnos mientras atravesamos el Jordán. Habrán muchas oportunidades, Acán, no se olviden de él, el hombre cruzó el Jordán, participó de la batalla en Jericó, ¿quién sabe quien era Acán?, era un hombre que Dios usó, él entró a Jericó junto con el pueblo de Dios, llegó allá, su ojo se tiró por un lugar, vió algo que el Señor le dijo no lo toques, eso es abominación, todo lo de eso, de ese lugar, de esa cultura, todo eso Yo lo he apartado para destruirlo, tú no quieres nada en tu casa que Yo he apartado para destruirlo, va a contaminar tu hogar, va a contaminar tu Iglesia, va a contaminar tu comunidad, tú no lo quieres.

Yo he oído al Señor diciendo, donde quiera que el Señor te meta, olvídate de cualquier cumplido que tú oigas. Cuando entres a los salones de poder, precisamente por la unción que reside sobre el ministerio es que ellos dicen vengan, háblennos, pero mira no te dejes enamorar por eso, no te dejes fascinar por eso, no te quedes allí.

Sabe hay ejemplos de esto, yo me desespero. Vemos la Iglesia católica en los años 400, el momento que el imperio romano cae a los pies de Jesús debería ser una gran victoria, desafortunadamente ese fue el momento en que la Iglesia comenzó a corromperse con las cosas de este mundo, y no te apures porque no estoy tirando piedras a los católicos, porque los protestantes lo hemos hecho también, los evangélicos lo hemos hecho también, iglesias que prefieren su comodidad y sus edificios, y sus salarios a la verdad bíblica. Eso es lo que estamos viviendo en Nueva Inglaterra estos días. Y me desespero y digo Señor, ¿será posible?, y el Señor me dice muchacho, claro que es posible, hay modelos, Yo lo que necesito es un Neemías, Yo lo que necesito es un Daniel, Yo lo que necesito es una Esther, Yo lo que necesito es un Josué, alguien dispuesto a entrar en el sistema ahí dentro, alguien dispuesto a ser mi siervo allí, mi sierva allí, mi agente secreto allí, y con la unción que Yo tengo sobre ellos y que Yo derramaré sobre ellos, ellos demorarán ese sistema de adentro hacia afuera, y los reyes de este mundo reconocerán que el Señor es Jehová a través de ellos.

Aquí hay Danieles, yo declaro en el nombre de Jesús. Aquí entre los chamaquitos el Señor está levantando Josués, está levantando una Esther, alguien fascinado tanto con la gloria de Dios que no la cambiará por todo el oro del mundo. Esa gente Dios la está apartando.

Y sabe ¿cómo se dividieron las aguas del Jordán?, los levitas, los sacerdotes (niño: amén), amén, ahí está un Josué, gloria a Dios (aplausos). Los levitas tomaron el arca de Jehová y ellos descendieron las aguas y al pisar el Jordán, cuando las aguas hicieron contacto con la gloria Shekinah de Dios, ellas huyeron delante de la Presencia de Jehová y se amontonaron de un lado del río, ¿sabe por qué?, porque Dios siempre ha sido un Dios de definición, esa es la diferencia entre lo santo y lo inmundo, tú eres un sacerdote ¿oyó?. Ellos se pararon en seco, el pueblo marchó delante de ellos, atravesaron el río sin mojarse, y el Señor les dijo, Yo quiero que el jefe de cada tribu, el que dirige cada familia, vayan de nuevo allá antes de que se cierren las aguas, escojan una piedra por cada tribu, vamos a hacer un altar con las piedras que sacamos del fondo del Jordán, para que ustedes no se olviden lo que hay en el fondo del Jordán, que ustedes pasaron por esas aguas sin tocarlas, y que nosotros somos diferentes, diferentes. Eso es lo que quiere decir santo en verdad, santificaos, hagámonos diferentes, consagrados, apartados, hechos para un propósito, ahí ese altar representará y nos recordará que tú eres diferente, que aunque otros se mojen tú lograste pasar las aguas sin que te toquen en el nombre de Jesús.

Y hay otro símbolo aquí poderoso, este sí es incómodo. Cuando cruzaron el Jordán, el Señor le dice a Josué, los hombres en edad de guerra que pasaron el Jordán no se han circuncidado, los hijos de los que murieron en el desierto, escogidos para la batalla que está delante de ellos, pero el Señor le dijo a Josué, antes de que entren a reclamar su herencia, ellos tienen que ser circuncidados, ¿por qué tienen que ser circuncidados?. Mis hermanos, no hay un símbolo bíblico más radical de una entrega y una obediencia más radical. Hablemos un momento entre hombres, ahora damas les voy a explicar por qué esto es tan serio. Si usted es hombre usted sabe que el Señor lo que está pidiendo ahora es un pedazo de ti, un pedazo de ti que al momento de cortarlo y entregárselo al Señor es irrecobrable, jamás lo puedes recobrar de nuevo, cuando tú se lo entregas al Señor es para siempre, boom no te lo pueden pegar, no te lo pueden devolver.

Y no es cualquier pedazo (risas), no es cualquier pedazo. Mis hermanos, están en la Biblia, estoy predicando la Biblia todavía, no es cualquier pedazo. Mis hermanos, es de un área que define nuestra hombría, es de un área que no es cualquier lugar de nuestra anatomía, el Señor escogió lo que define que tú eres, la fuente de tu orgullo, la fuente de tus emociones, de tus apetitos, de tus placeres, ese lugar tan cerca de ti, escondido, pero nosotros sí sabemos que está ahí, y al perderla, encontrarla, sangramos y nos duele, y al entregárselo al Señor ya es de Él, es serio.

Y sabe, el Señor y aquí damas, aquí es donde ni usted ni nadie se escapa, a través de los siglos el rito de circuncisión no representaba nada, es más, aquí en Boston Medical Center yo estoy seguro que ellos cometen, practican cientos, tal vez hasta miles de circuncisiones semanales, tal vez diarias, eso mismo pasó con el pueblo de Dios, sabe porque el Señor nunca estuvo interesado en nuestros lomos, siempre el blanco del Señor es nuestro corazón. El apóstol Pablo dice la verdadera circuncisión es la circuncisión del corazón, a través del espíritu y no de pactos de hombre. Ahora les pregunto mis hermanos, ¿cómo se circuncida un corazón?, eso sí es difícil, ¿sabes por qué?, igual que la circuncisión física, mi hermano, mi hermana, todos tenemos áreas escondidas, todos tenemos áreas que atesoramos, que son parte de nuestra identidad, de nuestro orgullo, que nos dan placer, que nos creemos con derecho a ellas, y el Señor te dice si tú quieres tu herencia, antes que Yo te entregue tu herencia tú tienes que entregar esa cosa, la tienes que entregar.

Y mis hermanos, qué no hemos entregado, de qué el Señor no nos ha librado, hay muchos milagros vivientes, personas que el Señor ha librado de cadenas de adicción como testificaba mi hermana, personas que el Señor ha librado de la violencia, del adulterio, de la fornicación, personas que el Señor ha librado de vida criminal y no tan criminal, pecados serios. Pero esas cosas no requieren circuncisión, hay otras cosas. Un día corriente en su trabajo, ¿cómo es, cómo es?. En este momento si tú le pides al Espíritu de Dios, si es como el apóstol Pablo dice, que es el Espíritu de Dios que hace esto, pregúntale Señor, ¿qué tengo que cortar?. Y el Espíritu de Dios llegará y dirá tal vez es tu genio hermano, tal vez es esa mentirita que usted dice de vez en cuando porque piensa que tiene el derecho de esta cosa, tal vez es una deuda que alguien te debe o tú a ellos, y no estoy hablando de una deuda financiera, una deuda de honor, de que te digan usted el orgullo, tal vez es un resentimiento, hermano el Señor te va a parar en seco, antes de entrar en tu herencia el Señor te va a decir corta eso.

Y te voy a decir algo bello acerca de mi Dios, es un Dios de misericordia, es un cirujano, Él sabe precisamente donde y qué, y de qué manera y hasta dónde cortar, eso no quiere decir que tú no vas a hincar.

Revélame tu gloria le dice al Señor y a través de la luz de su gloria, y Él dirá esto esto, esto acá Samuel, y mi hermano, puede ser que nosotros vivamos, ¿somos sus seres humanos?, sí, ¿pecaremos?, sí. La cuestión es esta, ¿vives tú acostumbrado a tu pecado?, ¿te sientes cómodo pegado a tu pecado, siendo este pecado parte de ti?. El Señor lo único que busca es esto, entrégamelo, aunque tardes semanas, años, aunque trate contigo hasta que nos veamos en gloria, sométete a mi trato, a mi bisturí, comprométete a ser el pueblo que Yo quiero que tú seas, eso es lo único. Y mira Yo soy un Dios de misericordia, Yo sé de lo que tú estás hecho, pero mira, no me niegues que eso está ahí, no lo escondas de mi Presencia, muéstramelo, entrégamelo y permíteme santificarte, y si tú haces eso pueblo de Dios, eso es u precio.

Mira es tan common sense, tan sentido común, son tan pocos los pueblos que dicen vamos a vivir en santidad, que no hay un área de nuestra existencia que no pertenece al Señor, y lo obedeceremos sin pensarlo dos veces. Y el Señor le dice a ese pueblo, si ese eres tú, ningún arma forjada contra ti prosperará. Si ese eres tú, las puertas del infierno huirán de ti y no prevalecerán contra ti. Si ese eres tú tú serás la vara en mis manos, tú serás el canal de mi poder, te voy a vestir de poder como vestí a Gedeón, se levantará un ejército contra ti en una dirección y se irán corriendo en siete, pero busco un pueblo de obediencia, de obediencia radical, es un precio alto, pero te promete el Señor, cuando lleguemos allá, y gustemos del fruto de la tierra el precio valdrá la pena. Pongámonos de pie, aleluya.

El que me quiera acompañar en esta oración, hemos oído de tus grandes obras Señor, God we have heard of your great deeds, Señor hemos oído de tus ansias, cosas que Tú has hecho con otros pueblos, Padre obras que hemos visto que Tu Palabra registra, Señor declaramos que Tú eres el Dios de la Palabra y que Tú no has parado de hacer grandes cosas entre nosotros, Señor nuestro corazón desea verlo, Señor queremos verlo, queremos ver ese día, queremos ver Tu Gloria, queremos participar en Tu renovación, queremos estár ahí cuando Tu Gloria descienda, queremos una visitación de Tu poder, queremos estar allí, Padre ahora te pedimos que Tú nos examines, examines nuestros corazones, ayúdanos a cruzar este Jordán sin que toque siquiera un dedo de nuestros pies sin mojarnos Maestro.

Estos ministerios cúbrelos en el nombre de Jesús, Padre cada líder, cada pastor Señor, cubre sus corazones en el nombre de Jesús, Padre cada ministerio que está aquí representado son meros aparatos, cablería, cablería, que Tú has estado preparando para que Tu poder Maestro, sea canalizado a través de ellos. Que una red de poder se abra, se lance, se desborde a través de esta ciudad, Maestro que Tú te glorifiques porque Tú encuentras entre tus medios un pueblo apartado para ti que Tú conoces como tuyo Señor. Señor todo pan sin levadura lo buscamos, lo botamos de nuestros medios, solo pedimos que Tú muestres Tu Gloria, muéstranos Tu Gloria, muéstranos Tu Gloria, clame al Señor.