La naturaleza de la iglesia y nuestra relación con la iglesia local

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Efesios 2:19 "Ya no sois extranjeros ni advenedizos." Esa palabra advenedizos quiere decir como un allegado, una persona que es un apéndice llegado a última hora, como no genuinamente miembros de la comunidad de fe del pueblo de Dios.

“Ya no sois extranjeros ni advenedizos sino más bien conciudadanos" – es decir, todos somos ciudadanos, somos legítimos, tenemos pertenencia legítima en Reino de Dios – "de los santos y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los Apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo en quien todo el edificio, bien coordinado va creciendo para ser un templo santo en el Señor, en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el espíritu.”

El Apóstol Pablo está meditando acerca del hecho de que nosotros hemos sido con injertados en este cuerpo que está fundamentado en la palabra á fundamentado en la palabra de Dios y de los profetas y Apóstoles que Dios usó para darnos su palabra a través de los siglos. Y Dios nos está llevando hacia un propósito como miembros de ese cuerpo que es la iglesia de Jesucristo.

Y el segundo pasaje es en Primera de Pedro, capítulo 2, versículo 9 y dice: “Más vosotros sois linaje escogido – dígale a su hermano, yo no soy cualquier cosa – real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. Vosotros que en otro tiempo no eras pueblo pero que ahora sois pueblo de Dios, que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia pero ahora habéis alcanzado misericordia.”

Eso es lo que nosotros somos. El Apóstol Pablo y Pedro en este pasaje están hablando de este maravilloso cuerpo al cual nosotros pertenecemos, del cual Dios nos ha hecho parte y que pertenecemos a una casta, una categoría extraordinaria, exaltada, reyes, sacerdotes de ese cuerpo de Jesucristo y hemos alcanzado extremada misericordia.

Yo quiero compartir con ustedes algunas reflexiones sobre la naturaleza de la iglesia y nuestra relación con la iglesia local, en este caso con nuestra iglesia Congregación León de Judá. Quiero continuar reflexionando sobre lo que queremos y debemos ser como una comunidad espiritual. Cuáles son algunos de los distintivos y cuáles son algunas de las cosas, elementos por los cuales queremos esforzarnos para ser una comunidad espiritual, la comunidad de la iglesia aquí en Boston.

Un punto para iniciar nuestra reflexión, la Iglesia de Jesucristo es la encarnación del Reino de Dios en el mundo, es la forma en que el Reino de Dios que es algo eterno, invisible, espiritual, se hace visible en el tiempo y el espacio. Es una institución establecida por Jesucristo, instalada en el mundo para llevar a cabo los propósitos del Reino de Dios, para negociar con el reino de la tierra, el Reino de Dios. Está llamada a predicar el Evangelio, está llamada a encarnar la autoridad de Cristo en el mundo y también para traer a otros al conocimiento salvador de Cristo Jesús y para ser discípulos de las personas que traemos al Evangelio, para que sean creyentes sólidos en el camino de la fe.

El Señor constituyó a su iglesia y dijo, “Yo he establecido mi iglesia en el mundo y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.” Amén. Qué maravillosa declaración. La iglesia de Cristo va a estar aquí hasta que Cristo mismo venga. No se asuste por lo que usted vea alrededor y por las predicciones de que la iglesia va a dejar de ser relevante. La iglesia de Cristo va a estar aquí aunque el diablo menee la cola de molestia. La iglesia de Cristo nunca será vencida por la cultura, ni los cambios, ni nada. Los reinos vienen y van, las culturas cambian pero la iglesia de Cristo permanece para siempre.

El Señor la estableció como su representante aquí en la tierra. Y ella siempre saldrá victoriosa de cualquier situación incluyendo este tiempo en que se encuentra. Entonces la iglesia es la manifestación de Cristo en la tierra. Y esa Iglesia se manifiesta en comunidades locales como la nuestra, la I se convierte en una i donde los individuos que pertenecen a esas comunidades como la nuestra, aprenden a convivir, a vivir juntos y a desarrollar los principios del Evangelio en convivencia, y a llevar a cabo la obra del reino en los lugares donde se encuentren. Todas las cosas que nosotros hacemos, misiones sociales, misiones internacionales, evangelismo, enseñanza de los niños, discipulamiento de los adultos, todo eso es parte de la obra de la iglesia, negociar.

El Señor dijo a los discípulos “Negociad entre tanto que yo vengo,” en una parábola y eso es lo que nosotros tenemos que hacer. Siempre estamos negociando a favor del reino como la iglesia local, haciendo nuestro parte para llevar a cabo los propósitos de Dios en nuestra ciudad y en el mundo.

Yo creo, hermanos, y estoy entrando en uno de los principios primeros que quiero dejar con ustedes. Yo creo que no es posible ser un cristiano genuino y no tratar de vivir la fe cristiana en comunidad con otros creyentes. Ahora si usted vive en una colonia en Marte o en Plutón o en la luna y no hay más nadie allá, usted está solo porque lo dejaron cuando la nave se volvió a la tierra, no tiene oportunidad de tener comunidad, está bien, viva su cristianismo solo. Pero si usted está en la tierra, en una sociedad, en una ciudad, en un pueblo, usted debe ser parte de una comunidad.

Yo no creo en eso de estarse comiendo el cereal a las 9 de la mañana frente a un televisor y adorar con un tele evangelista y mandar de vez en cuando un chequecito a un ministerio que usted ni siquiera participa en él. Uno tiene que ser parte de una comunidad. Si usted se va a la China asegúrese de que encuentre una iglesia desde que usted llegue. Quítese los motetes y vaya de una vez y comience a buscar, dónde está la iglesia local aquí. Si hablan español mejor todavía pero sino hable en lengua china o lo que sea, pero busque una comunidad. Busque una iglesia, sea parte de una comunidad porque no se puede ser cristiano, no se puede crecer espiritualmente si uno no pertenece que un grupo de otros creyentes que están juntos buscando el propósito de Dios para su vida.

La vida cristiana se vive con otros peregrinos en algún tipo de convivencia. Hay que considerarse una parte de la iglesia de Jesucristo. Vemos en todo el Nuevo Testamento esta idea, el gran valor que la Biblia le da a la convivencia, la vivencia de la vida cristiana en comunidad. Todas las cartas del Apóstol Pablo, por ejemplo, son escritas a una comunidad específica, a los cristianos que están en Éfeso, a la iglesia de Jesucristo que está en Filipos, a la iglesia que está en la ciudad de Corinto, a la casa de Lidia, siempre es escrito a una comunidad asumiendo que ahí es donde se da la vida cristiana, en comunidad, en familia.

Y así nosotros debemos también darle mucha importancia a la iglesia de Cristo. Entonces el principio número 1 es eso, que uno debe vivir y desarrollar la vida cristiana en comunidad, en una familia. La Biblia habla también de que no dejemos de congregarnos. ¿Cuántos recuerdan ese buen versículo pentecostal? No dejando de congregarnos. Congréguense como dicen los pentecostales. Una buena palabra.

¿Dónde tu te congregas? Una buena palabra, en vez de decir, ¿dónde tu vas? ¿Dónde se congrega? La iglesia, hermanos, es la plataforma de Dios para la elaboración y el desarrollo de los principios del Evangelio. Muchos de los principios de la escritura son de naturaleza relacional, tienen que ver con la relación entre individuos.

Y estos principios requieren y presuponen que haya una relación con otras personas y que esos principios se apliquen en comunidad. Por ejemplo, principios tales como el amor, el perdón, la paciencia, la bondad, la mansedumbre, son imposibles de desarrollarse si no es con otras personas. El amor, por ejemplo, a menos que usted no se ame a sí mismo en una forma pecaminosa digamos, necesita otros seres humanos, ¿verdad? Dice la Biblia, el amor es sufrido, es benigno, ¿qué usted va a sufrir si no tiene a nadie que le haga sufrir? Usted necesita gente.

Entonces estos principios… cómo usted va a ejercer paciencia si no hay nadie con quien ejercer paciencia. Los principios de la escritura para usted desarrollarlos, para vivirlos, para encarnarlos requieren otras personas, ¿verdad que sí? Por eso es que la iglesia es importante. Ese es el origen de las familias. ¿Por qué hay familia? Dios ideó la familia porque para ser verdaderamente humano usted tiene que tener una comunidad. Usted necesita un esposo que le pise los cayos de vez en cuando para decir, Señor, ten misericordia, lo perdono, y aprender lo que es el amor de Dios verdaderamente.

Unos hijos molestosos para aprender a ser pacientes y a creer que a largo plazo pueden cambiar. En otras palabras, estos principios de la escritura solo se pueden desarrollar en el contexto de las relaciones humanas y de una comunidad donde se pueden observar, donde se les puede poner en práctica, donde se pueden incorporar en nuestra vida y nuestra personalidad.

Yo creo que los muchachos, idealmente, ahora si es un niño que es único hijo, amén, está muy bien y muchas cosas buenas pueden salir de eso, pero yo creo que los muchachos aprenden muchas veces mejor cuando están en grupo, jalándose los moños, peleando con los otros, negociando acerca de ya yo jugué con el juguete, ahora juega tu un poquito y todo eso. Ahí es que los niños aprenden a socializar y a desarrollar carácter y destrezas sociales.

Y asimismo es en la iglesia. La iglesia requiere esa convivencia en comunidad para que usted pueda llegar a ser como Cristo verdaderamente. Lo que estoy diciendo es que como cristianos debemos permanecer y militar en una comunidad cristiana, si realmente queremos ser creyentes sanos que estén trabajando y obrando su salvación en una manera legítima, ocupados en vuestra salvación.

Yo creo que ocuparnos de nuestra salvación requiere ese tira y jala de la vida cristiana vivida en comunidad. Así que primer principio, no dejes de congregarte. Tu necesitas una iglesia y una iglesia local, una familia cristiana para poder verdaderamente llegar a ser un cristiano genuino, fidedigno, saludable, rollizo.

En segundo lugar, en todo lo posible uno debe mantenerse a largo plazo. Digan largo plazo conmigo. A largo plazo en una comunidad cristiana en particular. No es solamente pertenecer a una iglesia sino mantenerte en esa iglesia en todo lo posible. Antes de uno entrar de lleno en una iglesia, en una comunidad, uno debe explorarla, uno debe visitarla, uno debe patear las gomas para asegurarse que están bien y observar el liderazgo, observar su vida común, observar su gobierno, la predicación de la palabra, la salud del pueblo en general al cual usted va a pertenecer. Y cuando usted ha observado como en un matrimonio a la persona con cual usted se va a casar, cuando usted ha observado la comunidad y está seguro de que el Señor le está llamando, entonces usted se une a esa comunidad y se mantiene fiel a ella.

La iglesia debe ser un lugar donde se predica y enseña fielmente la palabra de Dios, donde hay un liderazgo piadoso, donde hay sanos principios de gobierno, y donde hay rendición de cuentas, donde hay salud emocional entre los creyentes, incluso dentro de un nivel de imperfección porque ninguna iglesia es perfecta.

Pero cuando usted ha encontrado esas cosas manténgase allí, milite, continúe contra viento y marea, manténgase en todo lo posible, aunque la iglesia no sea perfecta, porque si usted está en ella ya eso garantiza que no va a ser perfecta. Alguien ha dicho, ‘si encontraste la iglesia perfecta no te unas a ella porque la vas a dañar.’

Las iglesias no son perfectas pero cuando usted encontró una iglesia sólida, saludable, fuerte, atesórela, quédese en ella. No tiene que ser perfecta, al contrario, yo creo que se requiere cierto grado de imperfección para que usted pueda crecer en las virtudes del Evangelio, porque ahí usted aprende a perdonar, a tolerar, a amar a pesar de, a olvidar ofensas, a amar al que no te cae bien, al que desafina cuando tu estás cantando, al que no se viste como tu quieres, pero tu aprendes a mantenerte allí. Eso es lo que hace un cristiano fuerte que tenga el carácter de Cristo en él.

Así que personalmente yo creo que Dios ha incluido la imperfección como un elemento esencial de la vida de la iglesia para que podamos ser verdaderamente sólidos como cristianos. Pero sí vamos a encontrar una iglesia básicamente buena, sólida, saludable, sana, mantengámonos en ella una vez que la hemos encontrado. Debemos hacer todo lo posible para mantenernos el tiempo suficiente en ella para que esa comunidad pueda desarrollar su influencia formativa en nosotros. Porque si usted echa un pie desde que la iglesia se puso un poquito desagradable perdió la oportunidad.

Las iglesias tienen sus altibajos como todas las cosas, y si usted se sale antes de tiempo puede que pierda la oportunidad que Dios tiene para formarlo. Es como una inversión. Cuando usted invierte en el mercado o en la bolsa del mercado, dicen los inversionistas usted tiene que invertir a largo plazo. Si desde que su inversión bajó un poquito usted saca el dinero de una vez, olvídese. Las inversiones son a 10 y 20 años que rinden su beneficio.

Y muchas veces el propósito de Dios a través de su iglesia se va a tomar tiempo y si usted está como el mono, de palo en palo todo el tiempo, saltando de una iglesia a otra, usted nunca va a aprender las características de un creyente maduro, sólido, estable. Y por eso es tan importante que dejemos que la iglesia suelte toda su esencia a través del tiempo. No se debe saltar de una iglesia a otra.

A veces yo veo los indicios de lo que yo llamo una mentalidad de consumo en este tiempo, que ve a la iglesia como una mercancía más, como un servicio más, como un supermercado, o una tienda de ropas. Si tienen el producto que yo quiero y me lo venden a buen precio yo voy si no, me busco otra. La iglesia no es así, hermanos. La iglesia tiene que ser algo como un matrimonio, hay que primero explorar su potencial, asegurarnos de que sí es algo bueno para nosotros y entonces hay que hacer un compromiso a largo plazo y persistir en ese compromiso aunque vengan los momentos difíciles.

Por qué dicen en el matrimonio en las buena y en las malas, en adversidad y en prosperidad, en enfermedad y en salud. Las iglesias pasan por sus tiempos, las iglesias son organismos vivos y como un organismo vivo hay momentos en que las cosas no van a ir bien, puede que haya un poco de proceso, de problema, dificultades, puede hasta haber crisis pero eso es parte del diseño de Dios. ¿Y sabe quién salva a las iglesias en sus vaivenes? La gente firme, la que se queda allí, como un sustrato sólido, cuando hay esos momentos de amenaza y de dificultad.

Yo le doy gracias al Señor por ese pueblo fiel que se mantiene aunque el pastor haga una decisión que a veces uno no entiende bien y las cosas no sean exactamente… yo les agradezco a ustedes que han sido gentiles en darnos oportunidad para proseguir con lo que hemos hecho de las 9 y las 12. Agradezco eso, hermanos, usted no se imagina lo serio que para nosotros es hacer algo así y lo mucho que yo siento el corazón de ustedes y lo mucho que valoro su comodidad. Y también lo que lamento que a veces algunos de ustedes han sido incomodados en ese esfuerzo de lo que estamos haciendo. Pero eso es posible solamente cuando se tiene un pueblo que está comprometido a largo plazo y que dice, ‘sabes qué? Vamos a darle al pastor un poquito de espacio a ver qué pasa con él y después lo fusilamos pero ahora vamos a darle un tiempecito para ver cómo va.’

Eso es importante. Hay que hacer un compromiso a largo plazo. En 30 y pico de años que yo tengo pastoreando esta congregación, 34 con ella desde que comenzó, yo la he visto pasar por diferentes momentos y agradezco a aquellos hermanos que han sido generosos y se han quedado allí. Y yo creo que han sido prosperados y bendecidos como resultado. Y mi corazón agradece eso.

Ahora, hay momentos en que usted va a tener que mudarse, por ejemplo la hermana Marisol ha estado muchos años con nosotros y se fue a la Florida pero viene a visitar a Boston y ahí está como una fiel guerrera entre nosotros. A veces usted tiene que mudarse, a veces Dios lo llama a otra congregación por alguna razón para servir en una posición o algo así, hay razones y yo creo que también puede haber momentos de separación de una iglesia y deben hacerse en oración, con mucha meditación, en una forma deliberada y amén, ser enviados con la gracia y la paz del Señor. Pero no huya de su iglesia con asuntos no resueltos porque eso le va a perseguir a usted toda la vida. No la estoy amenazando, entiéndalo.

Yo creo que es importante en el Reino de Dios hay que ser ordenado, hay que ser deliberado, hay que hacer las cosas bien y aún a veces esperar con quietud y esperar a que el Señor aclare las cosas. Eso tiene un provecho grandioso y Dios nos bendice como resultado de ello.

Pero hay momentos en que sí vamos a tener que salir pero que sea con peso, no porque simplemente tuve 2 días en el hospital y no me llamaron o porque di una fiesta y 3 de los que esperaba no llegaron o lo que sea, que el muchachito aquel le jaló la oreja a mi hijo en la clase de niños y eso no me gustó y me voy de la iglesia, o que no había papel en los baños, lo que sea. A veces la gente se va de las iglesias por cosas tan tontas. Peleó con alguien en la iglesia y entonces ya se enemistó con la iglesia, como si la iglesia hubiera sido la que lo ofendió. Fue fulanito, siéntese en el otro extremo del edificio. Lo ideal es que se reconcilie pero no se vaya de la iglesia porque hay algún problemita, dele tiempo al Señor para que trabaje las cosas y considere eso una oportunidad para crecer en la fe y para ejercer los valores y las virtudes de un cristiano maduro y que tenga el carácter de Jesucristo.

Tiene que haber razones de peso y como digo, al nosotros mantenernos un tiempo largo en una congregación entonces la iglesia puede ejercer su influencia formativa, moldearnos hasta que la imagen de Cristo sea formada en nosotros. La iglesia requiere tiempo para eso. Principios tales como el amor, la paciencia, la visión a largo plazo, el perdón, requieren esos contextos de imperfección y que nos mantengamos allí. Muchas veces la incomodidad produce algo extraordinario.

Todos hemos oído la ilustración de una perla. Sabe que la perla es – hay otros materiales preciosos que son forjados en el crisol de la incomodidad. Saben que la perla es el producto de una ostra que se le mete un granito de arena adentro. La ostra es un ser vivo y ese granito de arena irrita la piel, irrita la contextura de esa ostra y entonces la ostra para protegerse comienza a echar una sustancia que cubre el granito de arena y lo va haciendo poco a poco y esa sustancia que se va acumulando es una perla. Qué bien quedó eso! la perla es el producto de una irritación original.

Y qué pasa con un diamante? ¿Qué es un diamante? Un diamante es carbón en lo profundo de la tierra en la cual la gran presión de la masa que está sobre él y alrededor de él va comprimiéndolo, comprimiéndolo, hasta que produce ese objeto maravilloso que es un diamante. Imagínense eso. De un pedazo de carbón a un diamante por presión.

Y yo creo eso, que la mayoría de las virtudes cristianas se producen en esa irritación unos a otros. Y yo sé que algunos tienen más capacidad para irritarnos que otros, pero es la idea de que esa irritación colectiva, ese roce del hermano con su hermano produce… y se toma tiempo, poco a poco a través de los años de usted superar diferentes cosas, usted va creciendo en la fe. Pero si se sale, se quitea como dicen los puertorriqueños, antes de tiempo, perdió la oportunidad de ser formado por la influencia a largo plazo de la iglesia de Jesucristo. Entonces se requiere compromiso, se requiere asistir, se requiere permanecer.

Y en tercer lugar yo quiero ofrecerles la idea de que las iglesias más y más son como un refugio, las iglesias saludables deben convertirse en un refugio, en una sociedad sustituto donde los creyentes sean capaces de encontrar la mayoría de los nutrientes que requieren para una vida social y espiritual satisfactoria. Yo sé que los perdí hace como 3 minutos pero les voy a explicar lo que quiere decir esto.

Cada día yo veo más y más que una iglesia en un mundo tan terrible como en el cual vivimos, donde cada día este mundo se pone más hostil a los valores del Evangelio o más hostil a lo que son los elementos que se requiere para una vida buena y noble, donde el mundo se va corrompiendo cada día más y más. Y yo creo que entonces las iglesias deben convertirse como un sustituto del mundo donde usted venga, como un supermercado que tiene farmacia, comida, todos los nutrientes que se necesitan y usted compra todo. La iglesia debe ser un Bj’s espiritual, donde usted compra de todo.

Una iglesia debe ser un lugar donde hay adoración, donde hay enseñanza cristiana, donde hay oportunidad para hacer amigos, donde hay oportunidad para asistir a un buen evento y divertirse sanamente, donde hay oportunidades inclusive para conseguir trabajo, prepararse académicamente. Las iglesias deben proveer todo lo que se necesita para una vida completa. Y yo creo que eso es parte de lo que nosotros tenemos que hacer cada día más y más, proveer para todas las necesidades del pueblo de Dios. Y es un refugio donde usted se refugia y sus hijos reciben palabra para poder contrarrestar lo que van a encontrar en el mundo cuando entran a la escuela o van a la universidad, donde su matrimonio puede recibir fortaleza para poder resistir los embates de la sociedad moderna que milita contra la permanencia de los matrimonio, donde usted puede conseguir amigos sinceros y buenos y nobles que están buscando de Dios y pueden comer juntos y salir juntos, y tener una sociedad diferente a la del mundo, sin separarnos completamente del mundo, porque nunca podremos ni debemos hacerlo porque tenemos que ser sal y la sal tiene que estar mezclada.

Estamos en el mundo pero no somos del mundo. Trabajamos, comerciamos, hacemos todo lo que hace una persona normal pero en la iglesia nos nutrimos y nos fortalecemos para permanecer diferentes. Hay una tensión y eso es lo que tenemos que aprender. Y yo le pido al Señor, “Señor, haz de nuestra iglesia un lugar donde nuestros hermanos no tengan que salir a la calle para nada prácticamente, donde puedan encontrar todo lo que necesitan para una vida feliz y fructífera.”

Deben ser comunidades en el sentido más amplio de la palabra mientras vivimos en este mundo también, no amando el mundo. Sabe que en este tiempo creo que hay toda una doctrina que se ha desarrollado en la iglesia, en nuestro deseo de servir al mundo, afirmar la cultura, no vernos como gente farisaica que se considera mejor que los demás, hemos ido al otro extremo y hemos querido mezclar la iglesia con el mundo y que la iglesia pierda su distinción con el mundo. Queremos como que la gente piense, no este tipo es igual que yo, qué bueno, ven acá, vamos a gozar de la vida, tu eres cristiano, yo también. No. la iglesia tiene que ser diferente.

Como cristianos somos separados, somos peregrinos, somos extranjeros del mundo y lo amamos y daríamos nuestra vida por el mundo y los que están en el mundo como Cristo dio su vida por la humanidad, pero también sabemos que hay una generación maligna y perversa, dice la Biblia, sin sentirnos superiores a nadie, amando a todo el mundo y sabiendo que nosotros también somos por la gracia de Dios solamente miembros de esta comunidad cristiana. Siempre va a haber tensión en el llamado a estar separados del mundo y encontrar lo que se necesita para ser un ser humano feliz y estar en el mundo y servir al mundo también sin compenetrarnos con sus valores.

Es importante que entendamos esto, que la iglesia en ese sentido de castillo, de refugio, de sociedad sustituta, la iglesia es un lugar no donde asistimos de vez en cuando, esporádicamente, venimos y salimos como se mete uno en un supermercado, o en un sitio de entretenimiento. No, la iglesia debe ser nuestra habitación, debe ser nuestro lugar de morada, debe ser nuestro refugio espiritual, donde venimos a quedarnos, a prosperar, a crecer, a trabajar, a aprender, a ser formados, a ser discipulados.

Yo quiero que adoptemos ese sentido de que yo pertenezco a una comunidad, yo soy miembro de ella y esa iglesia me está formando, yo estoy trabando relación con ella, ella está trabajando en mí a través de Cristo Jesús, yo la estoy sirviendo, estoy bendiciéndola con mi pertenencia y juntos estamos creciendo en una dirección hacia donde Dios nos quiere llevar.

Un cuarto punto, si las iglesias van a tratar de proveer esos servicios que se necesitan para una vida completa, normal, entonces nosotros tenemos que convertirnos en siervos activos participantes y recursos para esos esfuerzos que la iglesia está tratando de proveer. Lo que quiero decir con eso es que si la iglesia va a desempeñar su labor de proveer recursos para la gente, entonces la gente debe consumir esos recursos.

Por ejemplo, este evento del 12 de octubre en Northfield yo creo que Dios lo va a usar en una manera muy bendecido y estoy trabajando para que sea algo que bendiga no solamente nuestra iglesia sino la región entera, con otros pastores, otros creyentes. Pero ahora uno espera que una vez que sea preparada la comida que la gente venga y se siente a la mesa.

Si su iglesia hace talleres para matrimonios, si hace retiros para mujeres, si hace retiros para jóvenes, si tiene clases de discipulado, si hay esfuerzos evangelístico y de oración y usted no llega entonces usted descorazona a los que están tratando de proveerle los nutrientes para una vida normal.

Si se ofrece un evento y la iglesia se prepara y se esfuerza y la gente no llega, entonces no puede haber… ¿Entiende lo que quiero decir? una iglesia que provea recursos y que sea una sociedad sustituta requiere gente que participen esa sociedad. Y eso quiere decir que cuando su iglesia hace estos esfuerzos usted debe tratar en todo lo posible por corresponder y ser parte de ese esfuerzo.

La iglesia es un lugar en el que se participa activamente. Hay que hacer todo lo posible para apoyar y participar en las cosas que ofrece. Claro, con la sabiduría necesaria, porque una iglesia como la nuestra produce una cantidad de actividades continuamente, hay retiros, I wanna, retiros de hombres, de mujeres, reuniones de esto, reuniones de lo otro, y si usted trata de hacerlo todo va a tener que ser un cristiano profesional 24 horas al día, 7 días a la semana. No se trata de eso, pero que usted escoja ciertas cosas y que usted haga un esfuerzo.

Hay muchos de nosotros, hermanos, que ni siquiera una cosa asistimos y no quiero hacerlo sentirse culpable, o quizás sí quiero hacerlo sentirse culpable. Pero la iglesia no es solamente para venir el domingo y mire si es el único día que usted puede venir, gloria a Dios, amén, pero en todo lo posible yo quiero que salgamos de esa idea de cristianos de domingo.

No, nuestra identidad es una identidad 24 horas al día. Somos miembros del Reino de Dios, somos una estirpe redimida por la sangre de Cristo Jesús, vivimos para la eternidad, estamos en el mundo de paso, no amamos el mundo, amamos los asuntos del Reino de Dios, somos instrumentos para el avance del Reino de Dios, mi vida vale en la medida en que es usada por Dios para avanzar los intereses del Reino de Dios. Y cada día nosotros tenemos que adquirir más y más esa idea de ciudadanos activos, participantes activos en los asuntos del Reino de Dios y de nuestra congregación, porque esta es la encarnación del Reino de Dios, en su vida y en esta ciudad y en su familia.

Entonces, hay que participar en todo lo posible. Hay veces que usted no va a querer venir a una actividad pero lo va a hacer porque dice, hey, si yo no estoy allí mi presencia va a faltar. Y usted no tiene que venir a las cosas simplemente porque quiere, muchas veces va a venir por compromiso, por deber. Hay veces que ni yo quiero venir a la iglesia, les digo la verdad, hermanos, pero vengo y cuando llego me siento contento de haber venido. Hay que hacerlo.

Si usted viene a la iglesia solamente cuando todo está bien, cuando todas las condiciones están perfectas, y algunas gentes tienen una lista de 50 cosas que tienen que estar bien antes de venir a la iglesia un miércoles en la noche, un viernes, o una actividad fuera de domingo. No es así. Uno viene a la iglesia no solamente por deseo sino también por compromiso, por deber, por respaldar a su iglesia, a sus pastores, a sus líderes, y eso lo que constituye una iglesia saludable, hermanos.

Si fuera así todas nuestras actividades legítimas tendrían mucho respaldo, porque un día vendría un grupo para esto, otro grupo para lo otro, otro grupo para lo otro, nadie tendría que sobrecargarse, sino que las actividades de la iglesia provistas para la bendición y el respaldo y el alimento de los hermanos siempre tendrían consumidores, siempre tendrían una buena clientela, por así decirlo.

Entonces, recuerde que si usted es miembro de una iglesia usted tiene que participar en apoyar, respaldar, hacer acto de presencia en sus actividades para que esa iglesia pueda sentirse que, guau, qué bueno, estamos proveyendo servicios y la gente los está consumiendo.

Que no sea como la parábola que Cristo hizo donde dijo que un hombre hizo un gran banquete, lo preparó todo y ya entonces llamó a los invitados y no se apareció nadie porque todo el mundo tenía una excusa. Y eso pasa muchas veces, la iglesia ofrece una cantidad de cosas y si los creyentes no estamos preparados y simplemente creemos, no, yo voy el domingo y eso es todo. Echo una peseta en el cesto de las ofrendas y ya cumplí y hasta el domingo que viene no me molesten. Es más que eso. Usted es un siervo, un hijo de Dios 24 horas al día. Todo su ser está compenetrado con esa identidad cristiana.

Entonces, hay que respaldar, hay que apoyar aún con equilibrio y balance, porque tenemos que cuidar nuestra vida familiar, nuestra vida matrimonial, nuestros hijos, no es que tampoco usted se desgaste pero aún así de un extremo al otro hay a veces mucho trecho allí y lo que estamos pidiendo es una vida balanceada de compromiso con las cosas del Evangelio. Hay que asegurarse de que cada uno de nosotros esté haciendo su parte para respaldar y acuerpar lo que una iglesia saludable ofrece.

Y esto me lleva a un sexto punto. Debemos apoyar a nuestra iglesia no solo con nuestra participación personal y activa y nuestro respaldo asistiendo y acuerpando las actividades que nuestra iglesia hace, sino también financieramente. Agarre ese mientras le envío el otro, con nuestros diezmos y ofrendas.

Hay que apoyar a la iglesia. Estoy siendo bien concreto aquí. porque una iglesia es una institución como cualquier otra, tiene luces y electricidad que pagar, aire acondicionado, calefacción, pastores, asiento, limpieza, misiones, servicios sociales, diferentes tipos de servicios, mantenimiento, asuntos legales, seguro, usted no sabe, hermano, todas las cosas que demanda la biología de una iglesia. Aparte de la bella ocasión en que adoramos y el lugar se llena del incienso de la adoración del pueblo de Dios, lunes hay cuentas que pagar, hay asuntos que hacer, hay una plataforma física, material, concreta, financiera, que respalda los momentos de exaltación espiritual.

Y ahí es donde nosotros tenemos que tener consciencia, cada uno de nosotros aguanta un poquito del peso de este techo con nuestro apoyo financiero. Si cada uno de nosotros visualizara el hecho de que mi iglesia tiene ciertas necesidades muy grandes y yo soy un poquito de esa fuerza que la mantiene erguida. Porque dice la Biblia que al que se le da mucha riqueza también la consumen rápidamente, Salomón dijo eso no yo. Una iglesia con 3 edificios, con miles de personas a servimos, enterrando gente, casándolos, presentando sus hijos, aconsejándolos, ministrándoles, enseñándoles en muchas maneras, tiene una cantidad de escapes, cosas que hacemos, servicios.

Yo me he gozado en estos días que ha venido gente de México, como ustedes saben, de Argentina, de diferentes partes para decirnos, somos bendecidos. Esta hermana que vino, la Doctora Aurora Durán, que ahora mismo está camino a México se quedó una semana aquí en Boston porque quería venir a conocer congregación León de Judá personalmente, desde el 2012 está escuchando los mensajes y los ofrecimientos de León de Judá y su vida ha sido formada por los programas de internet.

La familia Cavallo que vino de Argentina, de igual manera, 5 miembros de esa familia, desde el 2011 su vida y su iglesia han sido bendecidas por León de Judá, pero eso cuesta mucho dinero, decenas de miles de dólares. Nuestro programa de radio, usted sabe cuánta gente yo conozco que me dicen, escucho su programa, no vienen a la iglesia pero son bendecidos, son fortalecidos y un día serán miembros de una comunidad cristiana. Son edificados en la mañana cuando están manejando un camión o un taxi o lavando platos en la casa. Y yo a veces me quejo, son $35.000 casi $40.000 dólares que nosotros pagamos. En total ese programa nos cuesta $40.000 casi $50.000 dólares al año y usted no me escucha pidiendo dinero de ese programa. Pero ustedes lo soportan, ustedes bendicen a una comunidad grande que escucha esos programas.

Entonces, hay muchas cosas que usted ni siquiera se imagina que la iglesia, nuestro internet cuesta $100.000 dólares por lo menos con todas las cosas, cámaras, equipo, gente participando en eso, todo eso requiere dinero. El hermano Ernst Diehl en Berlín manteniendo todo ese aparato y muchas otras cosas que se hacen, son milagros de Dios. Una iglesia mundial, una iglesia que está sirviendo al Señor a través de sus discipulados, a través de sus programas diversos, sus mensajes, quién apoya, quién respalda eso? sí, el Espíritu Santo pero ustedes, cada domingo cuando dan su dinero fielmente al Señor, ustedes mantienen la biología de León de Judá viva y hacen posible.

Yo les suplico, hermanos, que mantengan siempre esa visión. Cuando usted eche su dinero en el cesto vea misión, vea evangelismo, vea discipulamiento, vea mantener mi iglesia viva y próspera y bendecida porque esta iglesia yo creo que trata responsablemente el dinero del pueblo de Dios, hermanos. Lo digo aquí delante del Señor que nosotros tomamos muy en serio, de manera que como dice el Apóstol Pablo, no se pueda ni siquiera provocar sospecha de cómo se usa el dinero del pueblo de Dios.

Entonces, usted puede darlo con toda seguridad y con toda confianza. Hay que ver, a lo largo de la escritura vemos ese llamado… crea usted lo que usted crea acerca del diezmo, hay personas que dicen teológicamente que el diezmo no es para nuestro tiempo, lo que usted sí puede ver en la escritura es esto, que hay que dar generosamente. Yo creo que nadie puede pelear contra eso. Hay que dar generosamente. Hay que dar más allá de nuestras fuerzas, eso lo dice la Biblia también.

Dice, no dieron solamente conforme a sus fuerzas sino más allá y por eso el Apóstol Pablo los alabó. Hay que dar gozosamente, dice el Apóstol Pablo que Dios ama al dador alegre no al dador agrio como un limón dando porque el pastor le está empujando a dar. La Biblia dice que si sembramos generosamente segaremos generosamente. Habla de sembrar, habla del Dios que cuando damos esto cuenta, como decíamos el miércoles, a nuestro favor. Cuando damos estamos invirtiendo en el Reino de Dios y estamos invirtiendo en nuestra propia vida.

Eso nos vendrá regresado multiplicado, bendecido y se manifestará en nuestras vidas familiares, en nuestro gozo en el Señor, nuestro crecimiento espiritual y también nuestra prosperidad material. Hay que fortalecer su iglesia.

La Biblia dice, traed los diezmos al alfolí, es decir, al lugar de comer y que no falte alimento en mi casa. Y la Biblia dice también que los que se benefician espiritualmente en alguna manera deben bendecir materialmente a los que reciben. Y yo no me aplico eso a mí mismo aunque si usted lo quiere hacer gloria a Dios, pero la idea es a la iglesia. Si la iglesia le bendice a usted espiritualmente bendígala materialmente. Si usted crece, come, recibe, es bendecido, sus hijos son bendecidos, su vida espiritual es adelantada, usted puede participar de esa sociedad sustituta que es la iglesia, bendígala y asegúrese de que tenga todo lo que necesita, que no falte alimento en ella, que no haya zozobra por ser la iglesia.

Dios no quiere que su iglesia viva en zozobra como una casa que le falta el alimento. Dios quiere que haya bendición y tranquilidad. Y yo les digo que aquí hay suficiente para que nadie tenga que sufrir demasiado en dar si todos abrazamos este llamado de ser parte de las necesidades financieras de una congregación.

Y termino ya, dos observaciones más finales. Una penúltima observación, cuando nos comprometemos a una comunidad como la iglesia local después de haber explorado sus creencias y enseñanzas y su liderazgo con cautela, y creemos que es una iglesia sólida, de buena enseñanza, buena doctrina bíblica, debemos entonces someternos a la autoridad espiritual de esa iglesia.

Tenemos que someternos a la autoridad espiritual y eso es un reto para muchos de nosotros. Y por eso es que muchas veces mucha gente se va de una iglesia porque esa iglesia hizo una decisión que a usted no le gustó y usted en vez de someterse en fe a ella, echa un pie y se va a otra donde usted pueda estar más cómodo y no tenga que sufrir con esa decisión.

Si usted mira a través de la escritura y a través de la historia de la iglesia siglo tras siglo tras siglo, la idea de la iglesia como una entidad de autoridad espiritual se hace ineludible, donde si usted cree que sus pastores y sus líderes son gente de Dios que predican la palabra, que tienen la mejor intención en sus tratos con su vida, entonces usted debe someterse y en ese someterse usted va a crecer y va a ser bendecido espiritualmente, no va a ser rebajado.

Yo no estoy hablando de una doctrina abusiva, opresiva, explotadora y que usted se someta a ella. No, huya por su vida si es así, pero si su iglesia está compuesta de una enseñanza sólida, bíblica y usted ve integridad en sus líderes, mire, sométase a ellos. En eso hay bendición. Yo creo que parte de los problemas de esta sociedad y de esta cultura es su rebeldía. Todos los problemas que vemos hoy en día en esta nación es rebeldía contra la autoridad en una manera u otra, sea la autoridad divina o la autoridad civil o lo que sea.

Y yo he aprendido que cuando nos sujetamos entonces somos exaltados. Hay una dinámica inversa en el Reino de Dios, el que se humilla será ensalzado. Cuando entramos al Reino de Dios venimos como corceles pateando como un caballo salvaje, lleno de fuerza y vigor, y el trabajo de la iglesia es tomar ese corcel salvaje e irlos sometiendo poco a poco para que sea un caballo de trabajo, que sea útil. No es que lo estoy insultando a ustedes tampoco, pero que sea útil para los caminos del Señor.

Un caballo salvaje no puede ser útil para nadie excepto para correr en la pradera y exhibirse eso es todo. Y muchos creyentes son así, viven corriendo por la pradera de un sitio a otro y no pasan suficiente tiempo bajo el jinete divino. Qué bien salió eso! hasta que Dios los doma y los quiebra y entonces pueden servir a los demás. Sométase a la autoridad de sus líderes espirituales.

Por eso yo creo que Cristo dice que si no nos hacemos como niños no podemos heredar el reino de los cielos. En este mundo hay mucha doctrina corrupta hoy en día, mucho sacrificio de la verdad y la iglesia tiene que ser un lugar donde si hay buena enseñanza usted la recibe. Si usted es confrontado por algo, mire, salude en el nombre del Señor y sométase y deje que Dios le demuestre la veracidad y el beneficio de eso que usted está aceptando por fe. Sométase a sus autoridades, si son buenas, si son legítimas, si son íntegras delante de Dios y acepte el yugo de la verdad en su vida.

La predicación muchas veces lo va a hacer sentir incómodo, lo va a retar, lo va a confrontar, va a cuestionar sus paradigmas con lo que usted vino del mundo, pero la iglesia es esa madre espiritual que abraza su hijo y lo agarra hasta aprende y eso requiere una actitud de disposición, disponibilidad, respeto a los valores del Reino de Dios. Sin sujeción a la autoridad no hay bendición, hermanos. Donde hay rebeldía contra la verdad de Dios hay juicio también.

El último principio que quiero dejar con ustedes es la importancia – he señalado la importancia de apoyar financieramente, de apoyar con nuestra asistencia y respaldo físico personal, lo último es la importancia de servir y evangelizar. Además de asistir, estar presente, apoyar financieramente, es importante que ustedes sean siervos en su iglesia.

Una iglesia tiene tantas cosas que hace, ahora mismo nuestros niños, me dicen que hay como 200 niños, ahora con el servicio de las 12 que es más nutrido esa gente está allí con la lengua afuera corriendo detrás de todos esos muchachos y se requiere gente que ayude allá, voluntarios. Eric necesita mentores muchas veces, voluntarios para enseñar inglés o Alfa necesita ayuda en sus esfuerzos… sobrevive con los esfuerzos voluntarios.

Esta iglesia hace tantas cosas milagrosas, porque tiene un grupo de gente que da y se da y entrega… hermanos, este edificio es producto de la generosidad y del servicio. Esa alfombra la instaló un hermano gratis, el hermano Ramón, con sus destrezas, él dio sacrificialmente día y día. Yo creo que hasta llegó un momento que se arrepintió de haber ofrecido.

Muchos hermanos ofrecieron, pastor, yo voy a hacer esto, y después yo veía esa cara que se hacía más larga cada vez porque no sabían en lo que se estaban metiendo. Pero gloria a Dios, tenemos este lugar. Sabe que la gente a veces piensa que León de Judá es más rico, piensan, no, esta iglesia es rica. No, es rica en gente generosa, dadivosa, sacrificial, voluntaria, que da y hace posible tantas cosas. Sirven al Señor.

Usted entra al lobby del elevador, hay dos lindas cojines, unos asientos y eso fue un hermano que trabaja en un hotel de la ciudad y el hotel donó esas sillas para embellecimiento. La gente dice, guau, mira la iglesia, yo dando mi dinero y el pastor comprando estas cosas que no se necesitan. No. son cosas que hermanos generosos de la congregación dan, hermanos, entiendan. Esta iglesia es tacaña, ella pelea por cada centavo y el Señor nos bendice y nos prospera porque cuando un pueblo es generoso el Señor dice, voy a enviarles bendición hasta que sobreabunde.

Hay que servir, ser voluntarios. Si tu das 6 semanas de tu año para servir a esos niños Dios te va a bendecir, te va a prosperar. Mucha gente piensa, no, estoy faltando a la iglesia y yo necesito un escape y vengo a la iglesia para un escape. Escápate allá y dale al Señor allá y Dios te va a dar intravenosamente eso que está perdiendo de no venir al servicio, Dios te va a bendecir espiritualmente. Es como si recibieras un sermón para ti solo al trabajar con esos niños, porque esos niños le sacan la santidad a cualquiera. Si está ahí se la van a sacar.

Pero si no servimos, hermanos, no aprendemos. Lo que hizo el mayor siervo de todos que es Cristo Jesús que por servirnos a nosotros se despojó de su gloria. El cristiano crece sirviendo, se lo digo así mismo. Entonces tenemos que dar de nuestro tiempo, nuestra energía y en eso hay crecimiento, hay bendición, hay exaltación. Cuando tu sirves a pesar de tu deseo de nutrirte a ti mismo y atenderte a ti mismo, tu estás en completa comunión con aquel que hizo eso, se despojó de su gloria, no tomó el ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomó forma de siervo y se hizo obediente hasta la muerte y muerte de cruz, porque lo cual Dios le dio un nombre que es sobre todo nombre.

El que se sacrifica y sirve Dios lo bendice y lo exalta, como hizo con su Hijo. Así que hermanos, vamos a pertenecer a la iglesia, vamos a permanecer en la iglesia, vamos a servir la iglesia, vamos a apoyar financieramente nuestra iglesia, vamos a sujetarnos a su autoridad, vamos a evangelizar para que nuestra iglesia sea mayor, vamos a dar generosamente para que tenga todo lo que requiere para su salud, vamos a ser militares militantes en el Reino de Dios.

Y Dios nos prosperará y nos bendecirá y la bendición será hasta que sobreabunde. Les bendigo en el nombre del Señor. Dios está haciendo algo maravilloso en nuestro medio y nos está llevando a otros niveles, hermanos. Vamos a ser un pueblo ejemplar, un pueblo que nuestros hijos van a prosperar. Dios nos va a bendecir material y espiritualmente, vamos a ser ejemplo a las naciones, vamos a construir los muros destruidos, vamos a fortalecer las puertas de nuestra ciudad. Dios nos va a bendecir grandemente.

Invirtamos en fe para el Reino de Dios. Recibe algo de este mensaje en tu corazón ahora mismo. Ingiérelo. Hazlo tuyo. En alguna forma yo sé que algo te ha tocado. Di, Señor, yo voy de aquí en adelante ser a apoyar a mi iglesia sirviendo, como voluntario, mis finanzas, mi asistencia, me voy a levantar pensando que debo apoyar a mi iglesia hoy porque yo soy miembro del Reino de Dios constituido en esta comunidad local. Te bendigo en el nombre del Señor. Padre, ayúdanos, ayúdame a encarnar estos principios, Señor. Yo sé que te traemos deleite cuando vivimos genuina y auténticamente este Evangelio tan precioso que tu nos has dado. Guarda esta comunidad, Padre, guárdala y protégela, Señor. Protégela de todos los ataques del enemigo que odia tu vida cuando se manifiesta en el mundo, Padre. Y erige muros alrededor de nosotros de protección, de armonía, de amor, de apoyo mutuo, Señor. Guárdanos y protégenos aún de nosotros mismos, Señor, pero guarda esto que tu has construido para tu gloria.

Despedimos a tu pueblo con tu gracia total en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.