SERMONES
Como responder al llamado de Dios?
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Voy a compartir una palabra de adoración y entonces nos adentraremos de lleno en el mensaje.
Amado Dios, Señor siempre te digo que las palabras no son suficiente para poder expresar la intención que hay en tu corazón para cada uno de nosotros. Y Señor, yo estoy bien claro de quién yo soy, estoy bien claro que no llego ni a tus talones por así decirlo, y es por eso que te pido ahora que tu me respaldes con tu espíritu, Señor para poder compartir una palabra que sea de edificación a cada uno de mis hermanos y hermanas. Señor, yo creo firmemente que tu tienes un llamado para cada uno de nosotros, hay algo, hay una forma específica en la cual tu quieres que nosotros podamos vivir.
Y muchas veces nos confundimos, muchas veces vivimos en una forma ignorante a cuál es ese llamado, así que te pido, Señor, que al yo reflexionar en esta palabra, Jesús, que tu fluyas, mi Dios, mi deseo es que tu espíritu pueda fluir y que tu llegues al corazón de mis hermanos y hermanas. Solamente tu sabes cómo llegar a su corazón, yo no, mi Dios, yo lo más que puedo hacer es poner mi boca y mis palabras al servicio tuyo, Señor y que tu hagas con ellas como tu quieras. Gracias, Señor y que esa palabra llegue, que esa semilla caiga en un buen terreno para que pueda dar fruto al ciento por uno, Jesús, en tu nombre Señor, amen. Amen.
Bien mis hermanos, yo quisiera primero que nada compartir un poco acerca de mi historia. Yo usualmente no comparto mucho de cómo fue mi relato, que yo llegué al ministerio, hay mucha gente que me conocen y me dicen, guau, pero usted tan jovencito y que tienes esa cara de nene y qué se yo, y yo les soy honesto, yo me siento un poco incómodo cuando me dicen eso, yo me digo, nene es mi bebé que yo tengo ahora, yo no, ya, pero si Dios me ha bendecido con una cara joven pues, no me voy a quejar tampoco.
Pero el asunto es este, mis hermanos, cuando yo pienso en esta idea de llamado, este es un tema que para mí es tan personal para mí, porque yo entiendo que en mí vida Dios ha dado un llamado que cada día que yo llevo se va desenvolviendo algo nuevo, es como un regalo cuando le hacen una maldad a usted, que le dan una caja de regalo bien grande y usted va sacando y se encuentra otra caja, y dentro de esa caja hay otra caja y dentro de esa caja hay otra caja, y otra caja, y otra caja hasta que se encuentra una cajita bien chiquitita. Algo así, pues algo así es como yo lo veo, es como si ese llamado se ha ido desenvolviendo a lo largo de toda mi vida. Yo les puedo decir, yo acepté al Señor Jesús cuando yo tenía 15 años de edad, 13 años de edad, perdón. A los 15 fue que me bauticé. Y en este momento a los 13 años de edad, yo era un muchacho jovencito, no era tan travieso pero hacía mis maldades y todo eso.
Pero yo recuerdo que en un servicio de despedida de año, yo recuerdo que el pastor hizo un llamado para aquellas personas que quisieran aceptar al Señor en sus vidas, que quisieran entregar todo su corazón a él y yo recuerdo que mientras el pastor estaba habando yo estaba escondido en una esquina del altar, porque estábamos celebrando la santa cena y la tradición era que todo el mundo venía al frente y estábamos de frente al altar, y el pastor repartí la cena. Entonces yo recuerdo que yo estaba en una esquina de este lado, y mientras el pastor hacía ese llamado, yo no sé cómo pero mi mano como un elástico, se levantó y de repente y yo oigo al pastor que me dice, Omar, ven acá quiero orar por ti, y yo como que no me di cuenta que mi mano estaba arriba. Entonces, voy, paso al altar y el pastor me pone al lado de él y me hace arrodillarme al lado de él, y ahí él comienza a orar por mí. Yo recuerdo sus palabras, él dijo, Señor, sepáralo para tu servicio, él es tuyo, has con él como tu quieras. Esas fueron las únicas palabras que él dijo y yo recuerdo que yo me eché a llorar, mis hermanos, yo estaba ahí en mis rodillas llorando como un bebé. Y cuando yo levanto mi cara, que me seco bien mis ojos, yo vi que alrededor de mí había como otros 15, 20 jóvenes que habían aceptado al Señor en este mismo momento y para mí eso significó mucho.
Dos años después entonces fue que yo tomé la decisión de bautizarme como muchas veces hacemos aquí. Yo me bauticé y yo estaba convencido de lo que yo estaba haciendo, lo entendía bien, yo sabía que yo estaba levantándome a una nueva vida con Cristo Jesús y yo se que eso fue otro evento que marcó mi vida. yo creo que por eso es que soy tan apasionado cada vez que vienen los bautismos y lo anuncio porque yo sé que eso es un evento que significa, que marca algo en nuestras vidas.
Y entonces cuando tenía 17 años, que ya me estaba acercando al final de mis estudios de high school, yo recuerdo que en mí escuela, donde yo estudiaba era una escuela cristiana y el pastor era como quien dice, un advisor también para los estudiantes. Y un día el pastor me llama a su oficina y estábamos hablando y él me estaba diciendo, Omar, qué carrera vas a estudiar, cosas así. Yo no sé, me gusta el arte, me gusta el ejercicio, tal vez algo por ahí en esa línea. Y de repente el pastor me pregunta, Omar, ¿por casualidad tu has pensado algún día ser pastor? Y yo, ¿yo, pastor? Jamás, visitar enfermos en un hospital. Hm, hm. Eso era lo que yo entendía en aquel entonces, visitar enfermos en un hospital, no gracias. Pararme en público y hablar de frente a la gente. Ah, ah, no way. Eso no es para mí. Y miren qué cosa, yo estaba diciendo eso, y ya eran cosas que yo hacía. Pero por alguna razón dije que no.
El asunto fue que esa conversación con el pastor comenzó a calar bien profundo, bien profundo en mí, y en un día que el pastor de mi iglesia allá en Puerto Rico fue invitado a otra iglesia en Puerto Rico a predicar, y él llevó el grupo de adoración de jóvenes con él a ministrar en esa iglesia. Yo era parte de ese grupo también. El asunto es que cuando estábamos allí el pastor estaba predicando, el pastor decidió predicar acerca de este mensaje que yo les tengo para ustedes de Lucas, Capítulo 5, cuando Jesús llama a sus discípulos a seguirle.
El relato es que como yo estaba peleando con esa pregunta, el llamado de Dios en mi vida, ¿seré pastor o no? Esos son inventos míos o lo inventó el pastor, ¿qué estará pasando ahí? El asunto es que cuando el pastor hizo el llamado para pasar al frente por oración, yo me dije, mira, déjame pasar, me voy a tirar el riesgo y pasar al frente. El asunto es que cuando estoy al frente orando se me acerca esta mujer, yo diría que era una mujer así como Fany, ustedes han visto a Fany, ¿verdad? La hermana Fany, una mujer así, bajita como ella, bien activa, bien llena del espíritu y esa mujer empieza a orar por mí, y el asunto es que empieza a orar en lenguas.
El asunto es que mientras estaba orando en lenguas como yo no entendía tanto para aquel entonces, yo me dije, Señor, más vale que tu le des el don de interpretación a esta hermana y que me hable en español porque yo no entiendo lo que está diciendo. El asunto es que no hago más que yo decir eso y se armó la cosa. Esa mujer que había empezado a hablar me dice, mira Omar, lo dijo así bien firme, Omar, tu estás peleando con una pregunta y el Señor te confirma que él te ha separado para tu ser pastor.
Hermanos, no hizo ella más que decir eso y yo me desplomé en el piso. Mis rodillas no me aguantaron, y miren que yo no soy mucho de eso de caerme o algo así, pero en este momento yo no pude, me caí. Y esa mujer empezó a ministrar por mí ahí, yo en el piso, llorando y me dijo unas palabras que guau, que inspiraron tanto en mí. Y mírenme ahora dónde estoy.
Saben, entender, recibir y responder al llamado de Dios no es nada fácil mis hermanos, yo sé que el pastor se los puede decir, Greg se los puede decir, muchas personas les pueden decir a ustedes, que responder al llamado de Dios no es nada fácil. Hay muchas cosas que uno sufre pero a la misma vez hay muchas cosas en las cuales uno puede ver la mano de Dios obrando como nunca antes.
Y yo quisiera compartir con ustedes, hermanos, acerca de esta idea de lo que es responder al llamado de Dios. y yo entiendo que hay varias dimensiones acerca de esto. Yo entiendo que hay un nivel de llamado que es bien general para todos, y yo entiendo que ese es el llamado de responder a la voz de Dios de estar con él. Dios tiene un deseo bien grande en su corazón de que todos nosotros podamos estar en comunión con el Señor, que podamos estar en contacto, que podamos estar en relación con Dios y el primer llamado al cual nosotros tenemos que responder es cuando alguien dice, ¿alguien quiere aceptar a Cristo Jesús en su corazón y reconciliar su vida con el Señor y vivir en una relación de armonía, de paz con Dios? Yo creo que es el primer llamado al cual todos nosotros tenemos que responder, de alguna forma u otra yo creo que ese es uno de los regalos más grandes que Dios nos da. El regalo de poder estar en relación con él y ese es uno de los primeros llamados que todos nosotros tenemos; el llamado de estar con él, apúntelo por ahí, el llamado de estar con Dios.
Ahora, hay una segunda dimensión de lo que es el llamado de Dios que aquí es donde yo quiero pausar y profundizar un poco más, y hermanos, yo tengo una intención bien clara con esto, y se las quiero comunicar porque yo creo que es bien importante que todos podamos entender esto. Y yo les estoy hablando no tan solamente a ustedes que son adultos, yo me quiero dirigir en una forma bien especial a todos ustedes jóvenes, jóvenes universitarios que me están escuchando, yo creo que Dios ha puesto una carga en mi corazón por ustedes que tienen sus veinte, que tienen sus treinta, ¿saben por qué?
Yo creo que Dios tiene un llamado sobre la iglesia hispana, yo lo creo así y hablo de la iglesia hispana en general. El pueblo hispano tiene mucho que dar a esta nación en la cual vivimos y aún más allá. Tenemos mucho que dar a nuestros países de origen que necesitan la mano de Dios en una forma poderosa en medio de ellos, y tenemos que dar y contribuir a esta nación también en la cual estamos, que necesita también una intervención de Dios.
Pero ¿saben qué? mis hermanos, la iglesia hispana ahora mismo estaba funcionando bajo un liderazgo que tarde o temprano va a llegar a su final. No hay ningún pastor, no hay ningún diácono que sea inmortal, que vaya a durar hasta la eternidad para seguir moviendo la iglesia. El llamado de Dios se mueve de generación en generación. Yo creo que ninguno de nosotros hemos vimos al presidente Washington, presidiendo a los Estados Unidos hasta el día de hoy ¿verdad? Ningunos de nosotros ha visto a un alcalde que haya dirigido una ciudad por un período de más de 50 años o algo, el más que yo he visto hasta ahora ha sido Mayor Menino y que yo sepa, va a llegar el momento en que no será alcalde ya más. ¿Qué es lo que pasa? Nuevos líderes tienen que surgir, nuevos líderes tienen que emerger para poder seguir moviendo esas organizaciones, esas instituciones adelante, hacia el futuro, y ¿saben qué? la iglesia no se queda atrás. La iglesia es una de las instituciones más importantes en la sociedad en la que vivimos aunque la sociedad no la percibe así, pero lo es. Y yo creo que esta iglesia, congregación León de Judá, juega un papel clave en medio de todo esto. Yo no sé usted, pero yo considero que esta iglesia es como un laboratorio, es como un terreno de aprendizaje. Yo entiendo que esta iglesia es como una escuela que prepara, equipa y forma líderes para ir y impactar todas las áreas de la sociedad en la cual nosotros estamos. Y yo entiendo que para que ese propósito se lleve a cabo, todos, todos, generación número uno, dos y tres, tenemos que entender esa dinámica.
¿Saben por qué? Porque si no lo entendemos así va a llegar el momento en que esta iglesia y muchas otras van a necesitar buscar y encontrar nuevos líderes, pero si no han entendido esa perspectiva dónde van a estar. En otras palabras es como si la iglesia va a ir entonces, en vez de seguir subiendo, va a ir cayendo porque dónde van a estar los líderes que van a poder seguir moviendo esa vida de la iglesia a otro nivel. Y yo creo, mis hermanos, que cada uno de nosotros tenemos un papel que jugar en medio de esto. Y yo quiero hacer el primer enfoque con respecto a este llamado específico de Dios sobre cada uno de ustedes que me escuchan, pero en una forma bien especial, para ustedes jóvenes adultos que me están escuchando también, y jóvenes adolescentes. Hay un propósito específico de Dios sobre su vida. Y yo creo que ese primer llamado de Dios se ve en cómo nosotros llevamos una vida de vocación por así decirlo, una vida de vocación.
Ahora, no se confunda, con vocación yo no me refiero a una carrera, a un trabajo, yo no me refiero a eso. Escuchamos muchas veces el término de escuela vocacional o algo así para prepararme a ser carpintero, electricista o algo así. No, no, no, yo me refiero a vocación en el sentido de llamado, ese propósito específico que Dios pone sobre usted en el cual usted a través de lo que haga, usted puede responder al amor de Dios en medio de su vida y hacerlo como una respuesta de su amor a Dios. ¿Entendieron eso?
Miren este ejemplo, el viernes en la noche yo estaba hablando con un joven aquí en la iglesia, y es un joven que yo he aprendido a apreciar mucho, un joven estudia en MIT, bien preparado, bien inteligente y está estudiando con uno de los mejores advisors ahora mismo en el área de ingeniería y de repente él me dice, como que yo todavía no sé qué voy a hacer, no sé. Está pensando de una maestría o un doctorado y tiene esta nébula en su mente que no sabe qué va a hacer y yo estaba hablando con él y yo le decía, mira, yo quiero que tu entiendas algo porque el muchacho lo que me dice es, yo quiero hacer la voluntad de Dios, yo quiero ver cómo yo puedo honrar a Dios a través de lo que yo pueda hacer. Yo le digo a él, y podrá sonar un poco simplista, pero no lo es, consta, sonará un poco simplista pero no lo es.
Yo le dije, mira, la voluntad de Dios tiene una perspectiva soberana, hay algo de la voluntad de Dios que ninguno de nosotros lo va a entender, ninguno de nosotros lo va a conocer, hay como quien dice, pedacitos aquí y allá que sí podemos ver y conocer como es la idea de que en esa soberanía de Dios sabemos que el Señor mandó a su Hijo Jesús a morir por nosotros en la cruz, resucitó de entre los muertos, y qué estamos nosotros esperando como iglesia ahora, ¿qué estamos esperando? A que él regrese otra vez por nosotros. Eso está en el plan soberano de Dios y esas son partecitas que conocemos, pero hay otras partes dentro de esa voluntad de Dios que nosotros no... cosas que ni han subido ni al corazón de hombre la sabemos. Solamente eso es frase como quien dice, como cuando uno le dice, that’s for me to know and for you to find out. Pues, más o menos así es como Dios nos dice. Hey, that’s for me to know and for you to wait for it to happen. Así es como él nos dice.
Así que está esa dimensión soberana y en esa soberanía de Dios está esa dinámica de amor, de Dios querer que nosotros estemos en contacto con él, de Dios querer que nosotros estemos en relación con él porque él no quiere que nadie se pierda sino que ¿qué? Que todos tengamos vida eterna a través de su Hijo Jesús.
Entonces, dentro de esa dinámica yo le hice esta pregunta, ¿cómo tu le puedes mostrar a Dios el amor que tu tienes por él? ¿cómo tu le puedes mostrar a Dios que tu estás dispuesto a servirle, el que tu estás dispuesto a responder al llamado? Y él sale y me dice, pero es que, pastor Omar, yo entiendo que el llamado de Dios es solamente para ser pastor o ser un evangelista, o como Julie ser un misionero o algo así. Ah, ah, ahí te equivocaste. Porque sí Dios puede dar un llamado para una función ministerial en la iglesia, pero también está la dinámica del llamado que Dios te da a ti para a través de lo que tu haces, de cómo tu puedes reflejar el amor de Dios a otros, y a la misma vez decirle a Dios, Dios yo te amo a ti, y a través de lo que yo hago, yo quiero que tu sepas que te amo y que quiero que tu seas honrado a través de lo que yo hago.
Déjenme darles un ejemplo: ¿cuántas enfermeras yo tengo aquí, o enfermeros? Hay manos de enfermera y enfermeras, ahí atrás tenemos una, ok, ok, o terapista, cualquier persona que trabaje poniéndole manos a alguien, o si es un maestro que le tenga que poner un mano aplazo a un estudiante. Miren esto, hay veces que usted se pregunta, cómo yo sé que puedo hacer la voluntad de Dios, cómo yo puedo andar en la voluntad de Dios. Usted sabe que a través del trabajo de sus manos, usted puede hacer la voluntad de Dios en una forma tan y tan increíble.
A mí me da gracia porque yo hablaba con Elías, el muchacho que toca la batería, y yo le decía, tu como terapista que hay veces que tienes que darle masaje a la gente y todo, tu sabes que cuando tu estés poniendo manos ahí en las espaldas, en los hombros, en las piernas de la gente tu puedes ahí en tu mente decir, Señor, que así como yo estoy aflojando estos músculos que tu aflojes el espíritu de esa persona para que pueda recibir un toque tuyo. Si usted es un banquero o trabaja como un teller en un banco o algo así, usted sabe que mientras usted está contando todo ese dinero, cambiando cheque, haciendo depósitos, haciendo giro, cerrando cuentas o mandándole bad notices del crédito a la gente, usted puede a través de esa función decir, Señor, sé tu proveyendo a la necesidad de esta persona, sé tu dándole la persona la sabiduría que necesita para poder administrar sus finanzas, sé tu supliendo a cada una de esas necesidades particulares que solamente tu sabes que tiene esa persona, usted puede hacer la voluntad de Dios así.
Si usted es un chef, ay, más todavía, más todavía. Si la persona no ora por la comida cuando se sienta, pues mire, ore usted por la comida y pídale al Señor que a través de esa comida que usted prepare esa persona, no tan solamente su estómago sea lleno y satisfecho, pero que esa persona de alguna forma u otra pueda recibir un toque de Dios a través de esa comida.
Mire, si usted es maestro y digo, hm, ¿por qué? Yo vengo de una tradición donde a veces la profesión de un maestro era como algo bien poca cosa, y esa es la mentira más grande que puede decir una persona. Usted como maestro, usted está formando el carácter futuro de los líderes que van a estar influenciando esta sociedad y quién mejor que usted para poder infundir sobre la vida de esos muchachos el carácter de Dios. yo no estoy diciendo que usted literalmente le tenga que decir, muchacho recibe a Cristo, no, no, yo no estoy diciendo eso. si se le da la oportunidad amen, hágalo, pero en cada una de las cosas que usted dice, dos más dos son 4, Señor, que él se aprenda esto y que sea un joven inteligente y que pueda usar su inteligencia para ti, que si la química del átomo, del nucleolo y de todas estas otras cosas que a medida que usted esté enseñando eso, mira, que Dios está impartiendo sabiduría sobre esos muchachos, que si usted se encuentra con un niño que es medio, cabecidura, mire, ay, con más intencionalidad todavía usted ahí en su espíritu quebrante cualquier atadura del enemigo, cualquier cosa que esté molestando la familia de esos niños. Mire, le da autoridad a usted para usted poder bendecir la vida de esos muchachos.
Si usted es un carpintero, si usted es un albañil, si usted es un contratista, cuando usted esté pintando una casa, cuando usted esté metiéndole un clavo a un canto de madera, mire, ore por la protección de esa familia por la cual usted está trabajando, ore por ese edificio de oficinas en el cual usted está trabajando. Si usted limpia alfombras, limpia pisos, sea lo que sea, no piense que es algo poca cosa, piense que es una oportunidad que Dios le está dando para usted cumplir con su llamado de poder ser de bendición a otros que están a su alrededor. ¿Estamos entendiendo, hermanos?
La idea de todo esto es que si Dios ha hecho un impacto con su amor en su vida, entonces usted tiene el llamado de impactar la vida de otros con el amor de Cristo también a través de todo lo que usted hace.
Y hermanos, es tan importante que nosotros podamos tener esto claro en nuestras vidas. Porque si nosotros logramos pensar de esta forma, ¿saben qué? Nosotros vamos a estar viviendo con la mente de Cristo en todo momento. Y ¿sabes cuál es la mente de Cristo? Hay un pasaje en Marcos, Capítulo 6, donde dice que cuando Jesús veía a las multitudes acercarse a él, dice que él tenía compasión vde ellos porque eran como ovejas sin un pastor. Y usted, mi hermano y mi hermana, joven que me escuchas, usted puede ser ese ministro de Dios que dondequiera que usted está usted puede, si se mueve con esa mentalidad de Cristo, con esa mente de compasión, usted puede dirigir a esas ovejas a aguas claras y verdes pastos. Dios lo prepara a usted para hacerlo.
Ahora, cuál es uno de los obstáculos más grande que se puede encontrar usted en esta dinámica. Yo creo que el obstáculo más grande es la falta de fe. La falte de fe en creer que usted es poca cosa y que no, que va, Dios no puede hacer algo conmigo. Que usted se diga, yo, tan pecador, yo, que me voy a Vincence Night club por las noches, yo, que me voy a Roxy’s o cómo se llama, más vale que no me digan cómo se llame, porque si no los mangué aquí ahora mismo. ja! Yo que tengo mi paquete de cigarrillos aquí escondida en la chaqueta, cómo Dios va a querer algo conmigo. Pues, mire, sáquese el paquete de cigarrillos, bótelo y reciba lo que Dios tiene para usted.
Oh, yo que ando con un espíritu deprimido, pues no se deprima más y es más levántate, resplandece que ha venido tu luz y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Ay, pastor, pero es que yo tengo un problema con mi sensualidad, me gusta tanto la sensualidad. Pues, mira, domina tu sensualidad en el nombre de Jesús. He aquí que Dios no nos ha dado espíritu de cobardía sino de poder, amor y dominio propio. Entonces, en vez de estar abrazado con tu pareja ahí, pues mira, suéltala, él es libre y déjalo que respire. Si estás casado, no te preocupes, disfrútalo si estás casado ya.
El pastor va a ver esto, estoy claro con esto. Hermanos, la idea de todo esto es que nosotros podamos entender esa dinámica tan básica en nuestra vida cristiana. el mero hecho de que Dios quiere hacer algo con usted y no puedo dominar ese pensamiento de que ay yo no puedo, yo no soy quién, o no estoy dispuesto. ¿Saben qué? Miren el pasaje que yo quería hablar con ustedes era Lucas Capítulo 5, por favor si tenemos el pasaje de Lucas Capítulo 5.
Leyendo, aquí es donde Jesús se encuentra con los discípulos y él está ahí y entiendo pastor Samuel que usted estuvo viendo ese pasaje, así que hay una conexión aquí en el espíritu definitivamente. Yo no sabía que él lo usó en la mañana pero aquí estamos. Miren, cuando Jesús le dice a Simón:
“...Simón, boga mar adentro y echa vuestras redes para pescar y Simón le dice, guau, pero Maestro toda la noche hemos estado trabajando y nada hemos pescado, más en tu palabra echaré la red, y habiendo encerraron gran cantidad de peces y se les rompía la red. Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca para que viniesen a ayudarles y vinieron y llenaron ambas barcas de tal manera que se hundían. Y viendo esto, Simón Pedro, miren lo que dijo, cayó de rodillas ante Jesús diciendo ¿qué? apártate de mí que soy hombre pecador...”
Aquí tenemos una persona que no tenía una perspectiva correcta de quién lo estaba llamando a él. Y muchas veces, mis hermanos, eso es algo que nos nubla a nosotros, no nos damos cuenta que la persona quien nos llama, no es el pastor Omar, no es el pastor Greg o el pastor Samuel o el pastor Roberto, el que nos llama es Dios. y hay algo que yo quiero que ustedes entiendan aquí, hay algo bien interesante acerca de la idea de un discípulos en el contexto judío primitivo, por así decirlo.
¿Saben que para una persona llegar a ser un discípulos de un rabino tenían que pasar por distintas etapas? Obviamente una de esas primeras etapas era la del midrush, no es que tenía un mid rush, pero el midrush, así es como se llama... que es una etapa donde la persona se tenía que aprender todo el Torá completo de rabo a rabo, de tapa a tapa, se lo tenía que aprender y recitarlo y después iban a otra donde se aprendían no tan solamente el Torá sino todos los profetas, se los tenían que aprender de memoria. Imagínense ustedes, de Génesis hasta Malaquías, aprenderse todo eso de memoria. Esa era parte de la tradición.
Entonces la tercera parte era cuando uno de estos discípulos se le acercaba a un rabí y le decía, yo quiero ser tu discípulo. Miren esto, el discípulo se acercaba al rabino y le decía, yo quiero ser tu discípulo, el rabino entonces se hacía la pregunta, hm, ¿verdaderamente este muchacho tendrá el calibre, tendrá la madera para ser un discípulo mío? ¿Tendrá lo que verdaderamente es necesario para aprender de mí y para seguir mi enseñanza, para darle futuro a la enseñanza que yo estoy impartiendo sobre él? ¿Verdaderamente lo puede hacer? ¿Y saben lo que hacía ese rabino? Ese rabino se lo comía vivo a ese muchacho, lo cocinaba, lo hacía en asado, lo hacía pescado, lo hacía frito, sea como sea, se lo comía. Le empezaba a hacer preguntas de la Torá, le empezaba a hacer preguntas de los profetas, le empezaba a hacer preguntas de los salmos, y si ese muchacho fallaba en alguna de esas respuestas, ¿sabe qué le decía? Lo siento, pero no puedes. You are not the best of the best. Eso era lo que terminaba diciéndole.
O sea que esos muchachos que le decían al rabino que querían ser uno de sus discípulos si no daban el grado, ¿sabe lo que ellos terminaban haciendo? Terminaban trabajando en los oficios de su padre sea lo que sea, podría ser en la venta de telas, en la venta de casetas, o en el trabajo de la pesca, y eso lo que significaba era que no era lo mejor de lo mejor para poder ser el discípulo de un rabino.
Así que yo quiero que usted piense en esto, cuando Jesús se encuentra con Simón, con Juan, que los encuentra él en la barca, ¿saben lo eso significaba? Ellos no eran lo mejor. They were not the best of the best. Ellos no fueron donde Jesús a decirle, Jesús, queremos ser tus discípulos. No, miren esta otra contradicción: Jesús fue donde ellos y les dijo, síganme, sean mis discípulos.
Así que miren cómo Jesús estaba rompiendo la tradición aquí. Cuando se supone que un discípulo viniera a donde el rabino a decirle, yo quiero seguirte; aquí el rabino se estaba acercando al discípulo y le estaba diciendo, sígueme tú a mí. Cuando un rabino le había dicho a un discípulo, no, tú eres no eres bueno; Jesús le estaba diciendo, sí, tu eres bueno y te quiero. Donde otros no veían esperanza, Jesús sí vio esperanza. Donde otros no veían potencial, Jesús vio potencial.
Y ¿saben qué, mis hermanos? A mí me causa tanta alegría el yo saber que Jesús vio algo en mí que él quería usar y créanme que I was not the best of the best. Yo no lo era ni lo soy todavía. Yo estoy seguro que yo estoy aquí de frente a un montón de personas que no van a decir que ay, yo soy el mejor de los mejores, y si usted lo ve una oración de humillación no vendría mal.
Pero el mero hecho de que Jesús se acerca a nosotros y nos dice, yo te quiero, ¿saben qué? Eso es una de las palabras más bellas que un ser humano puede escuchar. El usted decirle a alguien, yo te quiero, y no es como que ay, sí, yo te quiero. No, es decirle, yo te quiero, hay algo que tu tienes que me complementa a mí y yo necesito eso. es decirle, te necesito.
Mire, si un esposo le dice eso a una esposa, créanme que va a tener tremenda cena ese día. Hopefully, esa es la esperanza. O lo lleva al sitio que mejor quiere comer. O si una esposa se lo dice a su esposo, uuu, veo velas que se van a encender esa noche o algo. Pero ¿saben qué? mi hermano, el que una persona se sienta necesitada trae un sentimiento de satisfacción tan y tan grande porque usted le está dando no es un sentido de utilidad, como que eres una cosa, déjame usarte. No, no, no sino que le estás dando a esa persona un sentido de que yo sirvo para algo, yo puedo hacer algo, hay algo que yo puedo hacer para contribuir a esta sociedad.
Y eso es lo que Jesús hace con cada uno de nosotros, mi hermanos y hermanas, él te ve a ti donde tu estás, sea que estés metido en el hoyo del fondo podrido por ahí abajo, o sea que estés más para menos en tu vida, el Señor te ve y de dice, yo te quiero, yo te necesito. Hay algo en ti que yo quiero usar. Y ese llamado, mis hermanos y hermanas, se ve día tras día en medio de nuestras vidas. Y no se ponga a pensar, pero Dios, yo no puedo ser pastor. A, a, ah, ¿saben qué? Voy a eso, estoy aguantando esa parte para después.
Si usted trabaja en sea lo que sea, llene usted el blanco, puede ser hasta ama de casa, sea lo que sea, usted puede ser un conductor de guaguas públicas aquí en Boston, usted puede ser un electricista, usted puede ser un contador, usted puede ser un artista, usted puede ser lo que usted sea que esté haciendo ahora, pero a través de eso usted puede cumplir con el llamado de Dios en medio de su vida, usted puede cumplir con ese sentido de vocación. ¿Sabe por qué? Porque si usted lo hace con el deseo genuino e intencional de glorificar a Dios y que otros puedan recibir ese impacto de Dios en medio de sus vidas, usted va a estar obrando bajo la voluntad de Dios.
Ahora, si usted solamente está escogiendo una carrera porque ah, me voy a meter a ser contable porque eso me deja chavo, o me voy a meter a ser arquitecto porque eso es lo que hay, ahí tengo mi retiro seguro, o me voy a meter a ser un stock broker porque yo sé que ahí definitivamente voy a poder tener el Ferrari rojo que yo quiero.
Si usted está buscando una carrera solamente por los beneficios materiales que usted pueda obtener, usted va a ser la persona más infeliz. Iba a decir otra, ¿sabe por qué? Porque su felicidad va a estar basada en las cosas materiales que usted ha obtenido y tarde o temprano esas cosas materiales se van a pique.
Ahora, pero si su sentido de felicidad, si su sentido de razón de ser, ahí es donde yo quiero llegar, si su sentido de razón de ser está firmemente basado en un deseo genuino de honrar a Dios a través de todo lo que usted hace y que Dios pueda obrar a través de usted en las vidas que están a su alrededor. Entonces, no va a haber nada material que se pueda comparar a lado de lo que Dios va a estar obrando en medio de su vida.
Y hermanos, quiero ir a esta otra parte que estoy aguantando tiempo hace. ¿Saben qué? Muchas veces nosotros no hablamos de estos llamados específicos, pero son llamados que son necesarios también. Hablamos de que sí, mira eres carpintero y ese es tu llamado, esa es tu vocación, mira que Dios te use a través de eso. Eres terapista, mira que Dios te use a través de eso, pero ¿saben qué? Yo creo que Dios también tiene un llamado para levantar a pastores, Dios también tiene un llamado para levantar maestros de su palabra, Dios tiene un llamado para elegir a personas así como Julie y enviarlos a la Patagonia y ser misioneros allí y créanme, que la Patagonia sería un bonito lugar para ser misionero he escuchado, que la Patagonia es bien bonita.
Pero el mero hecho de que yo vea que si uno le pregunta a alguien, hey, ¿tu quieres ser pastor? Yo, cómo hice yo mis hermanos. ¿Que hay de malo con eso? ¿Que me voy a morir de hambre? Hey, si tu estás sirviendo al Señor, el Señor se va a encargar de que todas tus necesidades estén cubiertas desde la a hasta la z. Y yo creo, mis hermanos, yo lo creo firmemente, esto es algo que yo no lo digo mucho porque tengo mucho cuidado, porque yo sé que también aspirando al pastorado que mejor es que aspiren a ser otra cosa. Yo también lo creo así, y soy bien cauteloso con eso, pero yo creo firmemente que aquí en este lugar, como también en muchas otras iglesias el Señor está tratando con gente, con hombres, con mujeres, que está verdaderamente levantando un nuevo liderazgo para el ministerio pastoral de la iglesia en general, que va a seguir moviendo la iglesia hacia el futuro, mis hermanos. Esto es necesario. No podemos reposar como quien dice en el liderazgo actual, porque tarde o temprano ese liderazgo actual va a llegar a su punto final y nuevos líderes tienen que surgir, nuevos líderes tienen que emerger que se atrevan a pararse aquí y declarar una palabra de vida, declarar una palabra de verdad, sin vergüenza alguna a lo que otros puedan decir.
Hay persona que Dios está inquietando firmemente de mandarlos a otros lugares en el mundo, pero dicen, ay, no me atrevo. Más sin embargo el Señor está ahí apretando sus botones, pushing your buttons, como quien dice en esas áreas de su vida. y hermanos, yo quiero que estas palabras puedan despertar en usted un deseo genuino de investigar, de indagar y de descubrir ese llamado específico que Dios tiene sobre su vida. y si es un llamado ministerial que usted pueda responder a él afirmativamente y no con cobardía. Porque si usted responde al llamado de Dios, créame, que nada le faltará.
Yo en los días que yo llevo hoy, yo no he visto al Señor que me falte en nada y asimismo son los ejemplos de muchas otras personas que yo he visto que han dedicado su vida al servir al Señor, que nunca les ha faltado nada, habrán tenido sus momentos como que hello, ¿dónde está? Pero viene el Señor siempre y lo levanta y lo pone en el lugar que tiene que estar. Piense usted ahora mismo, mi hermano y mi hermana, piense usted cómo usted está respondiendo al llamado de Dios en su vida. Piense cómo está respondiendo usted al llamado de Dios en su vida a través de todo lo que usted hace, ¿lo está haciendo para honrar a Dios, para que Dios sea glorificado a través de cada una de las transacciones en la vida que usted hace? ¿O lo que usted hace lo está haciendo más bien por sus propios beneficios personales y Dios queda a un lado rezagado? Lo hago porque necesito dinero en mi banco, lo hago porque necesito tener esta familia conmigo o lo hago porque necesito impresionar a aquel o a ella o lo estoy haciendo porque estoy tratando de vivir el sueño de otra persona y me siento infeliz porque no quiero vivir lo que verdaderamente yo quiero vivir, o lo que yo entiendo tengo que vivir. ¿Cómo respondemos al llamado de Dios?
Yo quiero que usted se ponga de pie, mis hermanos, y yo quiero que hagamos una oración ahora. Hay una canción bien bonita que es una canción que marcó mi vida desde la primera vez que yo la escuché, es una canción que habla acerca de servir al Señor sin reservas y sin condiciones, algo que solemos hacer mucho, ponemos reservas, ponemos condiciones y tratamos de encajonar a Dios en lo que nosotros entendemos es aceptable. Pero hermanos, Dios se va por encima de todas esas cosas, Dios se va por encima de cualquier reserva o condición que nosotros podamos ponerle. Y mira, y si usted no quiere responder a ese llamado de Dios, ¿saben qué? El Señor va a decir, ok, fine, whatever, have it your way. Y tal vez alguno de ustedes dirá, fine, I’ll have it my way, pero vas a seguir llevando una vida de constante sentido de insatisfacción porque van a estar estos espacios totalmente vacíos en ti, porque realmente no te has alineado con lo que Dios tiene intencionado para tu vida.
Y si tu deseo realmente es de agradar a Dios, pues entonces yo te pido que tu consideres estas palabras, si tu sigues llevando tu vida en la forma en que a ti te dé la gana, te vas a seguir encontrando con tus bajones de vez en cuando y de cuando en vez, pero si tu decides alinear tu vida a ese propósito de Dios de responder a un llamado, de estar en comunión con él, responder al llamado de amarlo a él y de responder al amor que él te da a ti, y el resultado de eso que entonces a través de todas las cosas que tu haces, que tu puedas decir, Señor, me levanto en este día enfrento a mi jefe, enfrento a mi colega, enfrento mis estudios, enfrento a mi maestro, enfrento al compañero que me encuentro en la guagua, enfrento a la persona que sea y yo quiero que lo que sea que yo haga pueda traer un impacto a esa vida de quien tu eres y de lo que tu significas en mí.
Yo quiero responder a ese llamado Señor Jesús, que mi vida esté determinada por ese tipo de mentalidad, por ese tipo de pensamiento, que si estoy en la fila del colmado y veo que el cajero tiene una mala cara, hey, extiéndele una sonrisa. Tu no sabes lo que tu sonrisa puede hacer en la cara de ese cajero. O la rechaza y mira para al lado y sigue con la trompa arriba o te mira y se echa a reír otra vez. Eso, mis hermanos, ese gesto que tanto puede hacer.
Y también está, mis hermanos, el llamado al ministerio que Dios puede tener sobre muchos de ustedes, el Señor te necesita, el Señor te quiere, te quiere para él, te quiere para seguir moviendo su obra, su reino adelante y ¿saben qué? él te dice, tu tienes algo que yo quiero, tu tienes algo que yo deseo, hay algo que yo he puesto en ti que yo quiero usarlo. Si tu me entregas eso, entonces tu verás cómo yo voy a obrar a través de ti.
¿Cómo respondemos a ese llamado, mis hermanos? ¿Cómo respondemos a ese llamado? Yo te invito a que si tu quieres tomar un tiempo de oración pensando claramente en esto, yo te invito aquí al frente y mientras nosotros cantamos esta canción que tu verdaderamente puedas enfocarte en el Señor, y decir, Señor, mira sí, yo quiero responder a tu llamado sin reserva, sin condiciones, aquí estoy Jesús, yo quiero responder a ese llamado que tu tienes sobre mi vida en la forma en que este se manifieste, yo quiero responder a ese llamado.
Cierra tus ojos y medita en esas palabras, por favor.
Heme aquí Señor, envíame si te puedo servir aquí estoy
En tus manos Señor, como el barro soy
Para que me hagas a tu imagen tómame
Dile, yo lo haré
Yo lo haré, te obedeceré
Sin reservas ni condiciones te seguiré
Yo lo haré, te obedeceré
Sin reservas ni condiciones te serviré
Si mi vida te sirve la entrego a ti
Hoy la rindo a tus pies, Señor Jesús
Te entrego mi ser y mi corazón
No hay sentido en vivir sin no es para ti
Yo lo haré, te obedeceré
Sin reservas ni condiciones, te seguiré
Yo lo haré, te obedeceré
Sin reservas ni condiciones, te seguiré
Yo lo haré, te obedeceré
Sin reservas, ni condiciones te seguiré
Yo lo haré, te obedeceré
Sin reservas ni condiciones te seguiré
Ahora yo quiero que tu ores así. repite esta oración si así lo sientes hacerlo:
Señor Jesús, tu tienes un llamado en mi vida, tal vez lo conozco, tal vez en parte, pero mi deseo es servirte, mi deseo es ser útil para ti, aquí está mi vida, lo que tengo, Señor, mis altas, mis bajas, las entrego a tu altar, para que tu hagas como tu quieras, con lo que hago Señor, con lo que tengo, con mis palabras, con mis acciones, con lo que yo escribo, con lo que yo pienso, quiero responder a tu llamado de reflejar tu amor a otros a mi alrededor, úsame como tu quieras, que yo no me acobarde, sino que tenga el valor de confiar en ti, de confiar en tu promesa, de que si tu estás conmigo nada me faltará, Señor. Úsame en mi trabajo, úsame en mi casa, con mi familia, con mis hijos, con mi esposo o mi esposa, con mi hermano o hermana, con mi novio o mi novia, sea quien sea Señor, ahora mismo yo declaro que tus hijos e hijas, mi Dios, puedan abrir sus ojos a esa realidad de que tu ves algo en ellos que tu quieres usar, que hay algo, Señor, hay un potencial en sus vidas que tu quieres explotar, mi Dios para que gente, mi Dios, a su alrededor lo puedan recibir y puedan acercarse a ti, Señor, ahora mismo sobre cada uno de ellos y ellas, mi Dios, yo declaro tu bendición, Jesús, yo declaro que ellos abran sus ojos a una nueva realidad en ti, mi Dios, que ninguno de ellos se vean como poca cosa, sino que ellos se vean como un gran instrumento tuyo para bendecir e impactar las vidas de otros a su alrededor, para impactar la vida del sistema, de la sociedad en la cual vivimos, Señor Jesús. He aquí tu llamas, tu llamas personas a tomar lugar, tomar posesión en distintos lugares, en distintas esferas, mi Dios, en las cuales nos movemos.
Tu estás llamando artistas a que puedan proyectar imágenes, mi Dios, que te comuniquen a ti. Tu llamas a poetas, tu llamas a escritores, tu llamas a maestros, mi Dios, tu llamas albañiles, tu llamas a contratistas, tu llamas a enfermeros, enfermeras, o a terapistas, tu llamas a administradores, mi Dios, tu llamas a farmacéuticos, tu llamas a médicos, tu llamas a abogados y también llamas a aquellos que puedan entrar al ministerio, Señor Jesús, también que puedan mover la iglesia adelante hacia el futuro, Jesús, sobre cada uno de ellos ahora mismo yo declaro, Señor, que ellos puedan responder sin reservas que puedan responder sin condiciones y que puedan obedecer al llamado que tu tienes sobre sus vidas, Jesús, llénalos de ti, Jesús y que seas tu por encima de todas las cosas, llevándote toda la gloria y todo el honor, Jesús, eres el tu el que se lleva toda la gloria y todo el honor en medio de nuestras vidas, nuestro deseo, Señor Jesús, es que seas tu exaltado por encima de todas las cosas, Jesús, oh te adoramos, Señor, te adoramos Jesús, te adoramos Jesús. Yo lo haré, yo lo haré, yo lo haré, sí, Señor, te obedeceré, sin reservas ni condiciones, te seguiré
Yo lo haré, te obedeceré
Sin reservas ni condiciones, te seguiré
Yo lo haré, te obedeceré
Sin reservas ni condiciones, te serviré
Yo lo haré, te obedeceré
Sin reservas ni condiciones, te seguiré
Oh, sí Señor, tu nos llamas Jesús y al menos los que nos comprometemos contigo decimos que lo haremos, Jesús, obedeceremos tu voz y confiamos en tu promesa, Señor de que tu estará ahí para cada cual. Te damos las gracias, Señor, gracias, Jesús.
Hermanos toma un tiempo hoy darle gracias a Dios. Hermanos, tenemos que darle gracias por el mero hecho de que él quiera hacer algo con usted. Dele gracias, dele gracias. y si no sabe cómo, pídele al Señor que te muestre, gracias Jesús, gracias, Jesús, gracias Señor. Gracias, tu tienes propósitos con tu iglesia, gracias Jesús. Tu tienes propósitos con tus hijos e hijas, mi Dios, ahora mismo Señor quita toda confusión, mi Dios, quita toda nube de cuestionamiento, Señor y que haya una sensibilidad genuina de poder obedecer a tu llamado, Jesús. Bendigo a tu pueblo, Señor, lo bendigo en tu nombre Jesús, lo que ellos hagan de hoy en adelante que lo puedan hacer con esa mentalidad y esa convicción que lo hacen para ti, Jesús, lo hacen para ti, Señor, para que seas tu glorificado y exaltado en medio de todas las cosas. Gracias, Dios. En tu nombre Jesús, amen y amen. Gracias, Señor. Gracias, Jesús.
Hermanos, que el Señor les bendiga, que el Señor les guarde, que el Señor haga resplandecer su rostro sobre ustedes y les dé la paz. Vayan el nombre de Jesús, impacten la vida de otros en el nombre de Jesús. Bendiciones, hermanos, adelante en el Señor.
Algo más grande que la vida normal (Lucas 5)
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Abramos nuestras Biblias en el libro de Lucas, el Evangelio de Lucas, Capítulo 5. No sé, cuántos sienten que Dios está a punto de hacer algo grande en nuestras vidas y en Nueva Inglaterra. Amen. Y que esto incluye a usted, que el Señor no se va a olvidar de usted, que a la vez que él hace algo grande en Nueva Inglaterra también ha de hacer algo grande en ti. ¿Lo crees? Amen.
¿Y saben? Y no disculpo si alguno de esos amen fueron con un poco tibio porque yo no sé de usted, y he tenido esta conversación con muchos, y yo sé cómo se puede sentir alguien que a la vez de saber que la aventura más grande de su vida se aproxima, la cosa más grande que ha de hacer de Dios, los días más especiales de su vida se aproximan, a la vez uno se da cuenta que esa aventura y esos tiempos no vienen sin un costo, que tal vez la bendición más grande de toda tu vida, la experiencia más especial de toda tu vida también será acompañada con un costo que nos viene, que ese tipo de bendición no viene gratis, que nos va a costar.
Y en esta mañana, hermanos, yo le afirmo que sí a ambos, a ambas intuiciones, ambos sentimientos. Sí, viene gran bendición para su vida, sí Dios tiene grandes planes para su vida. Él quiere hacer cosas grandes a través de ti y de su vida, y hermanos, no le va a costar mucho, nos va a costar todo. Y hay un nombre para esa experiencia, se llama discipulado. Esta es la aventura de seguir a Cristo.
Y hermanos, les invito al Evangelio según san Lucas Capítulo 5, y hermanos, no sé de usted, pero tal vez usted tiene una Biblia Reina Valera como tenemos mucho y como tenemos aquí representado por el Internet, y los editores de la Biblia Reina Valera marcaron este texto con un título que aún ustedes lo pueden ver de ahí y ¿qué dice ahí que aconteció en Lucas, Capítulo 5 del versículo 1 al 11? La pesca milagrosa.
Ahora, vean algo interesante. Si fuéramos a ver este mismo texto en la Nueva Versión Internacional el título cambia, los editores de la Nueva Versión Internacional and if you’re following along in English and you apeen to have an NIV Bible and a bilingual Bible like me, it’s the only way I would catch it, side by side you have these two titles, y esos editores titulan esta porción bíblica ¿cómo? Llamamiento de los primeros discípulos.
Pastor, ¿qué pasa aquí? ¿Qué es lo que está aconteciendo aquí? ¿Esto es la pesca milagrosa o el llamamiento de los primeros discípulos? ¿Qué es lo que está pasando aquí? Y, hermanos, a propósito, lo que está pasando aquí es que el evangelista Lucas, no escribió ninguno de estos dos títulos, ningunos de estos dos títulos aparece en el griego. Y esto está bien, esto es para ayudarle. Alguien hizo una decisión que para poder ayudarle en buscar los textos bíblicos, un editor dijo, bueno, hizo una decisión de declarar, esta es la cosa más importante que está aconteciendo en este texto. Y un editor dijo, bueno, la cosa más importante que está aconteciendo en Lucas Capítulo 5 del 1 al 11 es la pesca milagrosa. Otro decidió, no, no, no, lo más importante que está aconteciendo en este texto es, el llamamiento de los primeros discípulos. ¿Qué dice usted?
Volvamos a la Reina Valera. Gracias, mis hermanos. ¿Sabe lo que yo pienso? Yo creo que el milagro más grande que hace el Señor, que siempre ha hecho, que sigue haciendo es que un individuo, una persona decida seguir a Jesús y ser su discípulo. Yo creo que eso aún hoy es la cosa más grande que puede hacer el Señor. ¿Saben por qué? El Señor puede obligar que un demonio huya por el poder de su palabra. El Señor por el poder de su palabra hace que los ciegos vean, que los paralíticos caminen, que los muertos salgan de sus tumbas. El Señor puede hacer grandes cosas aún el Señor a través del poder de su palabra puede cancelar las leyes de la naturaleza como hizo aquí y como veremos en este milagro de la pesca milagrosa. Pero el Señor no obliga a nadie a que lo siga. El Señor no obliga a nadie que lo siga, el Señor no puede o por lo menos él ha decidido que nadie lo siga por obligación.
El que sigue a Cristo, el que hace la decisión de dejar, imagínese, dejar todo lo que conoce, todas sus costumbres, la manera en que lo criaron, lo que da placer, la manera en que ve el mundo, para seguir al Señor, a lugar tal vez misteriosos y desconocidos, imagínese lo grande que es eso. y todo el mundo, si usted está aquí y ha hecho esa decisión de seguirlo a Cristo lo hizo porque usted quiso, porque el Señor los llamó y usted obedeció la voz del Señor. y gloria a Dios, hermanos, si usted está aquí y dijo sí, amen, Señor te sigo, porque ¿sabe? Para muchos, yo diría para la gran mayoría del mundo y nosotros lo tenemos por sentado porque estamos en un país donde la palabra de Dios brota como agua de la peña y está disponible donde quiera y hay una mayoría especialmente en un lugar así tan especial, como esta iglesia en un domingo, de discípulos de Cristo. Vea Tailandia donde está predicando Julie a donde 1% de la población ha hecho esa decisión. ¿Por qué es tan difícil allá? ¿Sabe por qué? Y yo diría aún en los EEUU, aún en este país para muchos este salto de seguir a Jesús es demasiado peligroso. It’s just too much to ask. Están pidiendo demasiado de que sigan a Jesús. Y prefieren ser religiosos a ser discípulos de Cristo.
El pastor estuvo predicando unos domingos atrás acerca de la diferencia de una vida religiosa y una vida en el espíritu. ¿Se acuerdan? Que no son iguales. La vida en el espíritu y la vida religiosa es muy distinta. Y, hermanos, por los propósitos de esta mañana yo puedo distinguir una vida religiosa o una vida de un discípulos de Cristo en esta manera, esta es la manera, yo creo que este es el marco que define al discípulo de Cristo de una persona religiosa, y es esto: quién sigue a quién.
Uno puede vivir una vida en que uno coloca a Jesús o la imagen que uno ha inventado de Jesús dentro de los marcos de su vida religiosa. Pero en la realidad el que está haciendo todas las decisiones en su vida, el que está programando su vida, el que determina qué haces, qué dices, cuándo lo haces, y por qué eres tu. tu estás viviendo tu vida, tu estás sentado en el trono de tu vida como vemos en los materiales de discipulado. You are calling the shot. Tu eres la persona que estás dirigiendo tu vida y Cristo, tu esperas que Cristo en tu jornada, en una jornada que usted mismo ha programado espera que Cristo te siga a ti si eres religioso. O sea, no es tan consistente que una persona religiosa diga, espero que Dios bendiga este esfuerzo, o espero que Dios nos acompañe o que Dios te bendiga o Dios te acompañe, porque en realidad eso es lo que hacemos. Cuando somos religiosos estamos diciendo que Jesús nos acompaña a nosotros, estamos esperando que él nos siga a nosotros, nos acompañe, nos bendiga en la jornada de la vida que nosotros mismos hemos programado.
En cambio, el discípulo sigue a Jesús. El discípulo ha hecho una decisión de dejar su vida en una entrega total para seguir a Cristo. Ahora, ¿cómo llega uno a ese extremo? Cómo es, y ustedes se dan cuenta, tal vez, especialmente en un país como este, los EEUU que atesoramos nuestros derechos, nuestro tiempo, nuestra independencia, venimos muchas veces de lugares a donde tal vez aquí por primera vez usted puede decidir cómo vivir y de momento vas a entregar ese derecho de decidir cómo usted vive, para seguir a Cristo. ¿Cómo llega uno a esa decisión?
Me encanta este texto, ¿sabe por qué? Porque es un retrato, es una grabación de este proceso. Nosotros podemos ver un hombre convertirse y sus socios, convertirse en discípulos de Cristo delante de nuestros ojos. Y comienza hermano todo discipulado comienza con un encuentro con Jesús, todo discipulado, cada discípulo comienza con un encuentro con Jesús y para Pedro, el evento que transformaría su vida aconteció a la orilla del lago Gennesaret, aquí en Lucas Capítulo 5:
“Aconteció que estando Jesús junto al lago de Gennesaret, el gentío de agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios y vio dos barcas que estaban cerca del a orilla del lago y los pescadores, y habiendo descendido de ella lavaban sus redes. Y entrando en una de aquellas barcas la cual era de Simón, le rogó que le apartase de tierra un poco, y sentándose enseñaba desde la barca a la multitud....”
Hermanos, lo primero que queremos enfatizar es que uno puede conocer a Jesús, entre comillas, sin haber tenido un encuentro con Jesús. Uno puede hasta oír a Jesús predicar oír la palabra de Jesús sin haber tenido un encuentro con Jesús. Uno puede aún, ver al Señor hacer cosas milagrosas y poderosas aún en su propia casa sin haber tenido un encuentro personal con Jesús. Y por lo menos en este punto de la vida de Pedro, ese es el caso de Pedro precisamente.
Si vemos un poco más adelante en el versículo, anteriormente en el Capítulo 4 de Lucas, versículo 38 algo acontece en la misma casa de Pedro algo acontece allí.
Dice que “... entonces Jesús se levantó y salió de la sinagoga y entró en casa de Simón. La suegra de Simón tenía una gran fiebre y le rogaron por ella, e inclinándose hacia ella reprendió a la fiebre y la fiebre le dejó, y levantándose ella al instante le servía....”
Esto aconteció ¿dónde? En la misma casa de Pedro, y no solo eso,
“...al ponerse el sol todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él, a Jesús y él poniendo manos sobre cada uno de ellos los sanaba. También salían demonios de muchos dando voces y diciendo, tu eres el Hijo de Dios. Pero él los reprendía y no les dejaba hablar porque sabían que él era el Cristo...”
Hermanos, no sé de usted, pero mi impresión es que Pedro estuvo aquí, Simón Pedro estuvo aquí para todo esto. Él fue testigo de todos estos acontecimientos. Esto se está llevando a cabo en la casa de Pedro. Ahora, hermanos, también me dice esto de Pedro: el hombre no era un hombre rico pero tampoco era un vagabundo. Él estaba viviendo el sueño de la clase media. ¿Qué sabemos de él? Si el tenía suegra, ¿qué tenía él? Tenía esposa, tenía su hogar, y también sabemos que él tenía una casa, y no solamente cualquier casa, yo creo que por algo esto está aconteciendo en la casa de Pedro, esto es por lo menos una casa suficientemente grande para acomodar varias personas. Y encima de eso él tenía su negocio, él era un pescador que era el comercio principal de esa región, y parece que le iba bien porque encima de tener sus barcas y su negocio, ¿qué más tenía él? Socios. ¿Qué más quería él?
Y hermanos, ese es el punto. El Señor nos visita muchas veces en el momento, es tan difícil ver el poder de Dios y apreciarlo en el medio de nuestra vida normal, común, corriente. Y Pedro, yo me imagino que Pedro le tenía gran respeto a Jesús. Él le abrió la casa a Jesús. Y hermanos, eso está bien, eso es un gran comienzo, uno puede abrirle la casa a Jesús sin abrirle el corazón. Uno puede reconocer, este es un gran rabí, sin reconocer, este es el Hijo de Dios, el jefe de mi vida, mi Dios y mi Rey. Uno puede decir, ese es un gran hacedor de milagros, sin decir, él es mi Dios.
Y esta es la situación de Pedro en este punto. Jesús lo conocía, él conocía a Jesús, ellos se había cruzado, Jesús le tenía suficiente confianza para tomarle prestada su barca y pedirle ayuda, pero yo me imagino, hermanos, que si sacamos un retrato, si congelamos ese punto y le preguntamos en ese punto, en el momento en que Jesús se subió a la barca para usarla como un parlante para predicar a esta multitud, y si uno le preguntara a Pedro en ese momento, ¿este rabí que usted tiene sobre su barca, este hombre que tu estás ayudando, quién es él? ¿Le contestaría ese es mi Dios, ese es mi Rey, ese el que determina el curso de mi vida, ese es el que hace las decisiones por mí? Ves, yo creo que Pedro era un gran admirador de Jesús, creo que le tenía hasta cariño pero no era su discípulo, todavía no lo seguía.
¿Y saben lo que se necesitaba para romper este patrón y para hacer esa transición? Una crisis. Y esto lo vemos en los siguiente versículos. Para ti y para mí tal vez esto no aparezca como una crisis pero nosotros no somos Pedro. ¿Cuántos dicen cada vida es un mundo? Para ti y para mí un día sin peces no es gran cosa, para Pedro esto es una catástrofe y sigue esta Escritura:
“... después del Señor haber terminado de hablar, cuando terminó de hablar dijo a Simón, boga mar adentro y echad vuestras redes para pescar...”
Ok, ¿qué está diciendo Jesús aquí? Hermanos, imagínense que usted es un electricista y digamos su tío le acompaña que no sabe de nada de electricidad y te aconseja cómo tirar el cable en una casa. O imagínese que usted es un mecánico y está cambiándole una transmisión a un automóvil y yo te aparezco, que a veces me confundo dónde meter la gasolina, y yo te aconsejo tal vez este aflojo, este tornillo. Dices, gracias Samuel, gracias. Quédate en el carro, ahí me ayudas mucho mejor. Imagínese.
Pedro se supone era el experto en la pesca ¿verdad? Y aquí, hermanos, tenemos una lucha y la lucha se llama el maestro del lago. ¿quién es el maestro del lago aquí? Ahora, se supone que Pedro siendo un pescador comerciante conoce este lago como la palma de su mano. ¿Cuántos de ustedes saben eso? Tal vez tu y yo, algunos que han pescado para recrearse no nos importa dónde pescamos, si es un río, si es altamar, donde quiera que pensamos que hay peces, ahí lo echamos, como que si nos toca peces ese día o no, qué nos importa. Pero un pescador comerciante, fíjate es raro que se mueva del mismo cuerpo de agua. Toda su vida están pescando en el mismo lugar, puede ser que aún el padre de Pedro pescaba en este lago. Sabemos, por ejemplo, que el padre de Juan y Jacobo pescaba en este lago porque él estaba con ellos en este día. Puede ser que estas barcas eran una herencia que el abuelo de Pedro le pasó al padre, el padre a Pedro y el mismo lago, ellos pescaban en este lago todas sus vidas. Como los pescadores que nosotros conocemos aquí en Nueva Inglaterra que van a Gloucester y Gloucester para ellos es, nosotros vemos agua y un paisaje, ellos ven su vida. y la cosa es esta, es muy preciso el arte de pescar, y para ellos tienen que programar el viento, la marea, las corrientes, las estaciones de la luna, todo esto ellos lo tienen en cuenta para decidir dónde echar las redes. Y aún así fracasan, aún así tienen días como Pedro.
Dice aquí, “...Pedro le respondió y le dijo, Maestro toda la noche hemos estado trabajando y nada hemos pescado, más en tu palabra echaré la red...”
Y hermanos, ¿saben qué? Tal vez tu estás aquí en la línea entre amo al Señor pero yo sé que él me está llamando a algo más profundo. No sé pero yo sé que me espera algo más, yo siento el espíritu de Dios jalándome misteriosamente a conocer este Jesús más y abandonarme más en su voluntad. Pero algo me ata, y ¿sabes qué? El cruzar esa línea es más fácil de lo que usted piensa.
Es la cosa más fácil que usted puede hacer y a la vez la cosa más poderosa. En este caso fue así. Jesús le dice a Pedro, ¿sabes qué? Tu has estado pescando toda esta noche, has usado tus mejores intenciones, has usado toda tu experiencia, tu has hecho todo lo que tu puedes y qué has logrado? Nada. Ahora, hazme caso. Aunque no tenga sentido lo que te estoy diciendo, aunque no es consistente con todo lo que tu conoces, con toda tu experiencia, con todo lo que tu has vivido, no tiene sentido esto, obedéceme. Ponme a prueba.
Y ¿saben qué? Pedro se tuvo que dar cuenta de algo. En este momento por más experiencia que él tenía él no era el rey del lago, él no controlaba el lago. La vida de Pedro, su bienestar dependía de los caprichos de los peces y el ritmo de este lago. Si el lago decidía él comía y su familia comía, si el lago decidía, si su experiencia lo comprobaba, su socios recibían su salario para ese día.
Hermanos, cada uno de nosotros sin Cristo estamos expuestos a poderes que controlan tu vida. En otras palabras, hermanos, el hecho de que usted controla su vida, que yo controlo mi vida, es una ilusión. Nadie aquí tiene control, últimamente nosotros no tenemos control. Al final el Señor nos muestra que nuestras vidas son algo frágiles. Tenemos cuerpos que se enferman, seres queridos que se mueren, tenemos negocios que dentro de unos meses si se cambia ahora estamos hablando de los cambios en la economía, y diariamente si usted es un negociante a usted le importa la salud de la economía, usted está siguiendo la bolsa de valores, ¿por qué? Usted no tiene control sobre esas cosas, pero sí tienen control sobre usted.
Tienen control, hermanos, nuestros matrimonios son cosas frágiles. Nuestras relaciones son cosas frágiles y de vez en cuando el Señor permite una crisis. Y hermanos, no estoy celebrando la crisis en su vida, todo lo contrario, yo estoy diciendo esto: el que nosotros nos demos cuenta que no tenemos control, que nosotros nos demos cuenta que hay algo que ha acontecido en nuestra vida que tal vez no lo hemos pedido, o lo hemos tratado de evitar con todo lo que sabemos, con toda nuestra experiencia, con nuestras mejores intenciones, y aún así nuestra vida ha sido torcida por algo que de momento ha tomado control de tu realidad y por un momento tu estás dispuesto a hacerle caso a Jesús y tal vez obedecer las locuras que el Señor te pide. Ahora confía en mí.
Ahora entrégame tu vida. Ahora permíteme intervenir en tu vida. Y eso es lo que quiere Dios contigo. Y Pedro sin nada que perder le dice, Señor, sabe, esto es contrario a todo lo que yo sé, todo lo que yo conozco, toda mi experiencia, yo conozco este lago íntimamente, pero si tu lo dices. Tal vez lo hizo para complacer a Jesús. Tal vez lo hizo con sus dudas, pero lo hizo, lo hizo.
Y hermanos, al fin y al cabo esa es la fe. Toda la fe es así. el tomar al Señor, a su palabra y hacerle caso aún cuando no tiene sentido, hacerle caso aún cuando es una locura, cuando uno confronta la palabra de Dios lo mide contra su vida y dice, esto no concuerda con esto en el nombre de Jesús echaré la red, en el nombre de Jesús lo voy a probar. Y entonces,
“.... y habiendo hecho esto encerraron gran cantidad de peces y ¿qué paso, mis hermanos? Su red se rompía. Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca que viniesen a ayudarlos y dicen que tuvieron muchos que ayudarle con la pesca y viendo esto, Simón Pedro cayó de rodillas ante Jesús diciendo, apártate de mí Señor, ya no Maestro fíjate, Señor, porque soy hombre pecador, porque por la pesca que había hecho el temor se había apoderado de él y de todos los que estaban con él...”
¿Qué es lo que está aconteciendo aquí? Pedro había visto a Jesús sanar enfermos, y esto no lo llevó a sus rodillas. Pedro había visto a Jesús tal vez hacer que paralíticos se pongan de pie, esto no lo trajo a sus rodillas. Pedro había oído a Jesús predicar, esto no lo hizo caer en sus rodillas. Pedro había sido testigo de que Jesús echara fuera demonios, en su propia casa, sanando a su propia suegra, todavía no había caído de rodillas. Después de esta pesca Pedro cae de rodillas y dice, tu eres mi Señor. ¿Saben por qué? el Señor sabe la crisis que provocará que finalmente los puede hacer caer de rodillas, y eso es bueno, eso es bueno.
Y hermanos, no es que el Señor sea sádico y nos quiera afligir, pero ¿sabe lo que quiere hacer el Señor? él nos quiere llevar al punto en que digamos, Señor, yo me abro a tu gracia. Tu eres el Señor y yo ni siquiera merezco estar delante de tu presencia. Señor, pido tu favor, pido tu intervención haz algo en mi vida. Una puerta abierta. Y el Señor, ¿sabes lo que quiere el Señor contigo? ¿Por qué el Señor nos lleva a este punto? ¿Por qué es que el Señor nos lleva a tener situaciones que no podemos resolver sin él? ¿Por qué es que el Señor permite caos que no podemos confrontar sin él? ¿Sabes por qué? Porque él tiene un plan para tu vida mucho más allá que tu crisis. La agenda de Dios es poderosa, el Señor se acerca a Pedro y le dice:
“.. no temas, desde ahora serás pescador de hombres y cuando trajeron a la tierra las barcas, dejándolo todo le siguieron...”
Hermanos, tu que estás decidiendo, bueno, yo he oído la palabra de Dios pero yo sé que en el momento que yo venga al Señor algo va a cambiar. Sabe, no es que usted duda del poder de Dios, usted conoce y reconoce muy bien que Dios tiene el poder de cambiar su vida y eso es lo que tal vez usted teme. Usted teme lo que Dios puede hacer en su vida. Usted teme que Dios sea el jefe de su vida. Usted teme que el Señor haga las decisiones por ti. Usted teme perder la independencia. Tal vez usted teme porque no sabe lo que Dios va a hacer con usted, dónde Dios te va a llevar, qué es lo que tal vez tengas que dejar, qué es lo que tal vez tengas que sacrificar.
Si ese eres tu esta mañana, yo te puede garantizar que algo grande, mucho más grande que meramente pescar a la orilla del mar tiene Dios para ti, algo más grande que la vida normal tiene Dios para ti, algo más grande que la vida de la cual tu estás acostumbrado tiene Dios para ti. Dios te quiere hacer no meramente un pescador cualquiera, pero un pescador de hombres. El mismo Pedro, el mismo carácter, el hombre tenía que tener un carácter para ser jefe de los hijos de Sebedeo, algo tenía que tener, algún liderazgo tenía él. Jesús vio todo eso en él y él dijo, sabe, si tu confías en mí yo puedo tomar tu vida, tu DNA, aún tus fracasos, aún las cosas de la cual tal vez ahora tu consideras una tragedia o un fracaso, yo puedo tomar esas cosas y a la luz de mi poder, magnificarla mil veces y hacer algo glorioso a través de tu vida. Eres electricista, el Señor te quiere hacer un electricista para Cristo, donde la cablería del Señor van a través de ti y el poder de ti trabaja a través de ti.
Eres carpintero, el Señor quiere edificar templos y ciudades a través de ti. Lava usted trastes, el Señor puedo usar esas mismas manos para limpiar y lavar y cambiar la vida de muchos. Dios quiere hacer eso en tu vida en esta mañana. Solo le hacemos caso.
Hermanos, pongámonos de pie. Tal vez tu has estado pensando esto por mucho tiempo ya y Dios ha estado trabajando en tu vida ya por mucho tiempo. Tal vez no estaría aquí, tal vez usted ni siquiera estuviera sintonizando por el Internet si algo grande, algún caos, alguna crisis se hubiese provocado en tu vida y yo te tengo noticias, Dios puede resolver eso en un momento porque él es el que tiene control de tu vida, no tu situación. Saben me encanta que el Señor una y otra vez le muestra esto a Pedro, no solamente a través de la pesca pero le dice, Pedro, no te olvides yo soy jefe de este mar. En medio de una tormenta él le dice, ‘mar, cállate’, y el mar se calla. ¿Quién es el jefe del lago?
En otra ocasión el Señor toma una atajadero, el vez tomar el barco decide caminar sobre el lago. Pedro, ¿quiere probar a ver? Sal aquí, camina conmigo. Pedro ¿quién es el jefe del mar? ¿Quién es el jefe del mar?
Sabe, esta situación que parece que te va a hundir, anegar, tumbar es meramente el Señor demostrándote, yo soy el jefe de esto. Yo soy el jefe de tu salud, yo soy el jefe de tu economía, yo soy el jefe de tu futuro, yo soy el jefe de tus sueños académicos, yo soy el jefe de tu matrimonio, yo soy el jefe de tu esposa, de tu esposo, yo soy el jefe de tus hijos. Yo soy el jefe. Yo soy el rey sobre estas cosas.
Ahora, puedes decidir, seguir temiendo los vientos y la marea o abandonarte totalmente a aquel que tiene todo control de tu vida y decir, Señor, yo no sé hasta donde esta jornada me va a llevar, yo no sé hasta dónde vamos a llegar nosotros, pero yo sé esto, después de tu mostrarme quién tu eres, ya yo no puedo seguir viviendo como estaba viviendo. Yo necesito seguirte dondequiera. Estoy dispuesto a dejar mis barcas, estoy dispuesto a dejar mi manera de pensar, estoy dispuesto a dejar mis experiencias y seguirte donde tu quieras.
Cerremos nuestros ojos un momento. Si ese eres tu, si usted está diciendo, yo me hago hoy, yo he amado a Jesús, yo he escuchado su voz y ahora yo no quiero que no haya duda que yo soy discípulo de él y estoy dispuesto a seguirlo donde él quiera. Y hoy hago eso. Hoy yo bogo mar adentro, hoy voy donde él decida. Si eres tu te invito a levantar tu mano.
Gloria a Dios. Gloria a Dios. Gloria a Dios. Gloria a Dios. Si estás haciendo eso por primera vez te invito a otra cosa, te invito a pasar al frente y decir hoy me considero discípulos de Cristo. No te apures, considera eso bogar a mar adentro. En tu asiento tu estás dejando la barca, en tu asiento tu estás dejando tus dudas, en tu asiento tu estás dejando tu vieja manera de pensar, en tu asiento tu estás dejando lo que te está atrasando y te está compenetrando con el hacedor de tus milagros. Si ese eres tu, si deseas te invito a pasar.
Gloria a Dios. Lo que te espera es la aventura, todo tu vida hasta ahora ha sido mera práctica, ahora la verdadera historia comienza, ahora la verdadera aventura comienza. Ahora comienza.
Eres tu parte del ejército de Dios?
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Tengo ahora el privilegio de presentar al pastor Paul Taylor, Reverendo Paul Taylor, es un amigo de muchos años y un hombre de Dios, apasionado. Apasionado por el Evangelio, radicalmente comprometido. Es un hombre radicalmente comprometido con el Reino de Dios.
Usted sabe que ese en uno de nuestros valores como iglesia, producir gente radicalmente comprometida con el Reino de Dios, y él representa eso como pastor, apasionado por ver el Reino de Jesucristo establecido en la ciudad y en las estructuras de esta nación, de esta sociedad. Él ha pagado un precio por eso a través de los años, pero es un hombre de integridad que vive lo que él predica y representa esa mentalidad sobrenatural de la cual nosotros hemos estado hablando en estos días, esa mentalidad que se mueve en la zona del espíritu y que conoce esas dimensiones del espíritu. yo lo respeto mucho a él, es un amigo personal, como decía.
En esta mañana nos va a estar hablando acerca de precisamente cómo penetrar esas estructuras con los valores y los principios del Evangelio. Yo lo voy a estar traduciendo a él para que esto fluya lo más suavemente posible. Oren por mí para que el Señor me de entendimiento y también oren por nuestro hermano Paul para que Dios lo use grandemente. Denle un aplauso de bienvenida poderoso a Paul.
Que bendición es estar aquí hoy. Quiero que se voltee a la persona al lado de usted y diga ‘soy parte de una gran iglesia’. ¿Cree usted eso esta mañana? y ahora quiero que diga, ‘yo soy una gran iglesia’. Y yo estoy esperando poder transmitir esa mentalidad de ser la iglesia de Cristo a ustedes en esta mañana porque hay demasiados cristianos que asisten a una gran iglesia y por lo tanto el domingo es el mejor día de toda la semana.
Pero yo quiero que sepan a través de Cristo Jesús que el lunes puede ser el mejor día de toda la semana. Amen. El Señor no murió en la cruz para el domingo. Él murió en la cruz para el lunes hasta el mismo sábado también.
Fue hace unos cuantos años atrás que yo vine aquí y hablé a ustedes, impusimos manos sobre su pastor y lo ungimos como Apóstol a esta ciudad y a esta región. Y Dios lo ha bendecido poderosamente. Amen.
Esta verdaderamente es una gran iglesia y no solamente les ha dado un gran líder sino también grandes líderes: el pastor Gregory, Samuel y algunos de los otros que están aquí. Maravillosos hombres y mujeres de Dios. Pero hoy yo estoy aquí para ustedes. Dios ha puesto un llamado a mi vida de levantar un ejército de gente, un pueblo que busque su rostro, pero que después de buscar su rostro, salgan hacia la tierra como un gran ejército de Dios. Yo creo que mucha gente está esperando a que llegue ese gran ejército. ¿Saben qué? Está aquí en esta mañana, en este lugar. Acabo de decirles, me oyeron, que están aquí en este lugar esta mañana. Amen.
Y por lo tanto quiero que se pongan de pie ahora mismo. Mientras estaba aquí de pie adorando, el Señor me mandó a que orara por ustedes y que orara por una mentalidad, una forma de pensar que muchas veces nos dice, bueno, yo soy hispano y estoy en una nación diferente, extraña y que por lo tanto nos sentimos impotentes, ¿qué puedo hacer por Dios?
Y por eso en esta mañana queremos quebrantar ese tipo de manera de pensar. Yo estoy aquí para decirles que ustedes pueden hacer una diferencia, pero tienen que pensar en una forma diferente. Deben tener confianza en el llamado de Dios sobre sus vidas. Deben entender aquello para lo cual fueron creados, por qué Dios les creó y el propósito para el cual ustedes han nacido en este mundo.
¿Cuántos creen que tienen un propósito en esta vida? Dios no crea nada sin un propósito. Antes de usted naciera Dios ya tenía pensamientos acerca de usted, y él sabía por qué había de crearlo. Pero lo triste es que hay muchos creyentes que no saben cuál es su propósito en la vida.
Vamos a orar ahora mismo. ¿Están creyendo conmigo, hermanos? ¿Jóvenes, me creen lo que estoy diciendo? Vamos a quebrantar la desesperación y la falta de esperanza esta mañana. Vamos a quebrantar el desánimo en esta mañana. Y no me importa qué apariencia tenga el mundo allá afuera, yo sé lo que declara la palabra de Dios.
Pero usted tiene que creerlo. Así que cambie su manera de pensar. Vamos a orar en el nombre de Jesús, tomamos autoridad en esta mañana. Y venimos en contra de todo pensamiento, toda nuestra forma de pensar. Padre, este pueblo que tu has juntado, gente de diferentes naciones que tu has traído a América para un tiempo como este, en el nombre de Jesús, quebranto de ellos todo pensamiento de falta de importancia, todo pensamiento que sugiera que ellos no están a la altura, todo pensamiento que diga que no pueden hacer una diferencia, sea porque su idioma les impide, o por su educación o por su profesión u ocupación, cualquiera que sea el impedimento en el nombre de Jesús, esta mañana quebrantamos estos pensamientos y los desprendemos de ellos. Y por el poder de la sangre de Cristo Jesús los llamo a entrar en su destino, los llamo a escuchar, los llamo a ver, y los llamo a entender en esta mañana para que puedan convertirse en todo aquello para lo cual tu los has creado y declaro que ellos han de llenar su destino desde aquí en adelante en el nombre de Jesús oramos. Amen. Gloria al Señor. Denle un gran aplauso al Señor. ¡Aleluya! Recibimos, Señor tu palabra.
Tomen asiento, mis hermanos. Yo no tomo livianamente esas palabras. Quizás usted lo tomó livianamente, pero yo creo que hay un ejército de Dios en este lugar y que podemos cambiar este mundo para Jesús pero va a tomar más que simplemente oración. Muchos de ustedes saben que durante años yo he sido parte de un movimiento nacional de oración. No hay nada más grande que podamos hacer que orar al Señor. pero no solamente mis oraciones, sino también mis acciones y mi obediencia a lo que Dios me dicta o me manda hacer es lo que hace la diferencia.
El Señor no solamente oró sino que en Juan 5:19 también declara que él solamente hacía aquellas cosas que él veía a su Padre hacer y que oía que su Padre declaraba. ¿Están conmigo mis amigos? Es tiempo, no solamente de orar sino también de escuchar y obedecer lo que Dios está diciendo. Usted y Dios hacen mayoría.
Yo le doy tantas gracias por su pastor por lo que Dios me ha cambiado, me ha transicionado a hacer. Mucho de lo que estoy haciendo ahora tiene mucho que ver con lo que su pastor representa. Me he dado cuenta después de muchos años en el movimiento de oración nacional, y de paso acabo de venir de Colorado Springs en el estado de Colorado con algunos de los profetas nacionales más conocidos y durante los últimos tres años yo he estado pasando por una transición la cual no ha sido en absoluto cómoda. Y para ser honesto ha sido un infierno.
¿Alguien ha ido a través de esa transición? Amen. Y cuando yo fui a esa reunión, esa sesión en Colorado Springs una de las cosas que descubrí es que yo no estaba solo en ese proceso de transición dolorosa, pero que Dios está transfiriendo su iglesia a otro nivel. Cuántos saben cuando entregaron su vida a Jesucristo usted dijo, yo caminaré con Dios. Amen. Y eso quiere decir que usted tiene que ir a donde Dios va.
Él no va a donde usted va, sino que usted va a donde Dios va. Ahora, ¿verdad? Amen. Eso requiere un cambio en nuestra forma norteamericana de pensar. De alguna manera siempre estamos pensando como que Dios va a hacer lo que yo quiero que él haga, y cuando yo quiero que él lo haga. Pero cuando uno verdaderamente encuentra a Dios muchas veces las cosas se ponen bien incómodas. Y veo algunas cabezas que están asintiendo por ahí.
Yo quiero que sepan que el cristianismo norteamericano nos ha llevado a un lugar que muchas veces es un lugar de disfuncionalidad en el cuerpo de Cristo porque le decimos a la gente, por ejemplo, ‘ven a Jesús y él se va a encargar de resolver todos tus problemas’. ¿Cuántos saben que eso es en lo mejor una verdad a medias solamente’. Hemos distorsionado Mateo 6:33 el cual declara, allí no dice que Dios va a llenar todas nuestras necesidades y entonces podemos ir a buscar el Reino de Dios. Amen. Allí dice más bien, buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia y todas las demás cosas os serán añadidas. Amen.
Estoy diciendo estas cosas en esta mañana para establecer un contexto, el fundamento, para lo que quiero compartir con ustedes. Porque, ven ustedes, yo crecí en un hogar militar. Mi padre, ni una sola vez me preguntó si yo sentía ganas de hacer algo, simplemente me decía, hoy vas a cortar la grama. Él nunca me preguntaba, ¿te sientes con ánimo o deseo de cortar la grama en esta mañana? Yo no vengo en esta mañana como el buen pastor, vengo como el león de la tribu de Judá. Y en esta conferencia donde yo estuve, eso es precisamente lo que dijeron acerca de algo que se está levantando en esta mañana, ese espíritu, el león de la tribu de Judá.
Ven ustedes el cambio, la transición que está dándose es que ya no tenemos que estar suplicándole a Dios que haga algo, sino que Dios está llamando a la iglesia a pararse, a ponerse de pie, afirmarse, para declarar las cosas y gritar de manera que las cosas proféticamente sean establecidas. ¿Entienden la diferencia a que me estoy refiriendo? Eso es lo que dice la palabra del Señor. Dice, háblale a las cosas y será establecido.
Recientemente tuvimos una experiencia similar. Una abuela de nuestra iglesia, su hija estaba encinta, el bebé de la madre estaba en una posición inadecuada, peligrosa, no podía salir normalmente y el doctor le dijo a la madre que si ese bebé no se corrige en su posición vamos a tener que operarla de emergencia. Esta madre no es una creyente pero inmediatamente llamó a la abuela que está en nuestra iglesia y le dijo, ‘abuela, esto es lo que el doctor ha dicho pero yo no quiero una operación’. Así que la abuela que está en nuestra iglesia dijo, vamos a orar. Así que ella distribuyó la petición a través de toda la congregación y nos metimos a orar.
Y mientras mi esposa oraba pidiéndole al Señor, Dios le dijo a ella estas palabras, ‘¿por qué me estás pidiendo a mí? Él le dijo, háblale al bebé, háblale al bebé. Así que nosotros le hablamos al bebé, le dijimos ‘cambia tu posición en el nombre de Jesús. Y el próximo día por la mañana temprano la madre fue a ver al médico y ustedes se imaginan el resto de la historia.
Les estoy hablando acerca de tomar su autoridad en Cristo Jesús. Tenemos que entender esta unidad que tenemos con el espíritu de Dios a fin de que no seamos solamente nosotros hablando, sino Dios hablando a través de nosotros. amen
Ahora, mantengan ese pensamiento ahí en remojo. Yo estoy aquí para hablarles acerca de algo en esta mañana. Durante los últimos años su pastor me ha retado. Nos dimos cuenta que estábamos peleando contra el matrimonio homosexual y que estábamos peleando una batalla para la cual no estábamos claramente preparados. Y la razón era porque somos muy buenos para ir a la iglesia pero no somos muy buenos en ser la iglesia. Amen. Y eso quiere decir que mañana lunes por la mañana usted todavía se supone que esté en la iglesia.
¿No dijo la palabra del Señor que Dios nunca le dejará ni le desamparará? Y eso quiere decir que esa maravillosa unción que usted siente ahora mismo estará con usted mañana también por la mañana. ¿A cuántos les gustan los lunes por la mañana? La mayoría de la gente le teme ir al trabajo el lunes por la mañana. Eso, hermanos, tiene que cambiar. Ese sentido de expectativa que usted siente al venir a la iglesia el domingo por la mañana debe ser la misma expectativa que usted tiene el lunes para ir al trabajo por la mañana. Así que yo quiero en esta mañana tratar de cambiar la forma en que usted mira las cosas. Quiero retar su forma de pensar, quiero retar su teología.
Así que hace varios años, yo me reuní con un grupo de creyentes que creíamos que podíamos cambiar la región. Yo creo que nosotros podemos cambiar Boston pero no simplemente va a pasar desde este púlpito, tiene que pasar al ustedes ir a sus lugar de trabajo y de ocupación. A través de las Escrituras vemos a Dios usando gente a las cuales él ha ubicado estratégicamente para sus propósitos, para sus tiempos divinamente determinados. La clave es aquello de lo cual su pastor les ha estado hablando, eso se llama alineamiento. Eso quiere decir convertirse en uno con Dios.
Ven ustedes, si yo estoy en alineamiento con Dios eso quiere decir que dondequiera que yo estoy, allí también está el Señor. no solamente está él allí sino que él también está haciendo lo mismo que yo estoy haciendo, está en alineamiento conmigo, hay una unidad porque lo que yo estoy haciendo es lo que él está haciendo. Yo quiero que ustedes crean mañana cuando vayan al trabajo que usted está llevando a cabo los negocios de Dios, que usted está haciendo el trabajo de Dios, que el pastor Roberto no es el único que está haciendo la obra del Señor.
¿Entienden el cambio que tiene que darse en su manera de pensar? Durante siglos hemos enseñado y yo mismo he enseñado que es el hombre de Dios quien está haciendo la obra de Dios. y eso tiene razón hasta cierto punto, pero cuando usted hace lo que usted fue creado para hacer, usted también está haciendo la obra de Dios. ¿Cuántos de usted saben que no todos fueron creados para estar detrás de un púlpito predicando? ¿No sería verdaderamente horrible si nosotros fuéramos los únicos que estamos haciendo la obra de Dios en el mundo? Eso sería terrible. Que Dios le creó para hacer algo que él no quería que usted hiciera. Si nosotros podemos comprender esto en esta mañana yo quiero soltar un ejército de Dios en esta mañana. Estoy aquí para ungir el ejército de Dios en esta mañana creyendo que ustedes van a salir bajo la unción del Espíritu Santo para hacer lo que ustedes han estado haciendo siempre durante los lunes, pero comenzar a verlo de una manera diferente.
La palabra de Dios dice según un hombre piensa, así es él. La manera de pensar es muy importante. Uno simplemente no va a trabajar, usted va a ministrar, cuando usted trabaja usted va a hacer lo que Dios quiere que usted haga, usted va a hacer lo que Dios le ha equipado para hacer, usted va a hacer lo que Dios le ha dotado para hacer.
¿Cuántos carpinteros tenemos aquí en esta mañana? ¿Saben qué? El pastor Roberto no puede hacer carpintería, él no fue llamado para hacer eso pero ustedes fueron llamado para hacer eso. y ustedes fueron llamados para hacer carpintería para la gloria de Dios. Estoy hablando la verdad, hermanos.
Las primeras personas en la Escritura que vemos siendo ungidos específicamente son carpinteros y artesanos. Fueron ungidos para construir el templo, el tabernáculo de Dios. Así que en esta mañana yo quiero ayudarles a cambiar su forma de pensar.
Hace unos cuantos años ustedes lo van a poder leer aquí en la transparencia, de paso estoy aquí representando un ministerio que se llama Fishgate o Puerta del pescado, ministerio la puerta del pescado. Esa puerta del pescado se menciona en el libro de Neemías como una de las puertas en los muros de Jerusalén donde todos los trabajadores, los obreros se juntaban y donde se daba el comercio de la ciudad de Jerusalén. Y yo todavía pastoreo una iglesia pero también estoy tratando de modelar para mi gente, mi pueblo, que uno puede ir al mundo y puede hacer una diferencia. Así que yo quiero mostrarles algunas otras áreas de este ministerio en el cual estoy involucrado.
Y también quiero que digan lo siguiente conmigo, los problemas del mundo son mi oportunidad. Digámoslo otra vez. Los problemas del mundo son mi oportunidad. Ven ustedes, si se están frotando las manos porque el mundo se está poniendo más oscuro y terrible usted tiene que cambiar su forma de pensar porque ustedes fueron creados para ser la solución para el problema de alguna persona. Yo podría predicar sobre esto pero no lo voy a hacer esta mañana.
Hace 10 años atrás, 15 años quizás un hombre llamado Bill Bright, el fundador de Cruzada estudiantil y otro hombre llamado Lorren Cunningham almorzaron juntos y sin ambos saberlo la noche anterior cada hombre había tenido un sueño, cada uno de esos dos hombres y en ese sueño vieron 7 montes, 7 montañas. Y esos 7 montes o montañas representaban los moldeadores de mentes, es decir los formadores de mente, o lo que podríamos llamar también los que ejercen influencia en nuestra cultura, cada uno de esos montes. Y Dios les habló a cada uno de ellos dos a través de este sueño y les dijo, a menos que la iglesia logre influenciar esos 7 montes de influencia en la sociedad nunca habrá un avivamiento duradero sobre la tierra.
¿Cuántos saben que Cristo dijo negociad entre tanto que yo venga? Él no dijo, aguántense ahí con uñas y dientes hasta que yo llegue de nuevo, él dijo yo los he llamado a ejercer dominio. Yo los he llamado a sujetar el mundo. Yo los he llamado a ser más que vencedores. Yo los he llamado a ser conquistadores. Yo los he llamado a ser victoriosos. Pero la mayoría de la iglesia está llorando, oh Señor Jesús ven pronto y sácanos de este mundo. Yo quiero que ustedes sepan, yo no estoy aquí en esta mañana para ayudarlos a irse al cielo. Yo estoy aquí para que ustedes traigan el cielo a la tierra.
¿No es eso lo que Cristo les pidió a sus discípulos que oraran? Vénganos tu Reino, hágase tu voluntad, ¿dónde? En la tierra como se hace en el cielo. ¿Cómo va a suceder eso si todos nos vamos al cielo? Solamente sucederá cuando usted comience a pensar de una manera diferente. Cuando usted sabe que está lleno del Espíritu Santo y cuando usted sabe que usted camina bajo la unción de Dios, mucho después de que usted se va de este edificio, que usted tiene la autoridad, que dondequiera que pisan sus pies. Amen. Donquiera que usted camina la palabra de Dios dice, ustedes poseerán la tierra. Amen
el próximo día Bill Bright y Lorren Cunningham se reunieron para almorzar, comenzaron a compartir este mismo sueño que había tenido. Habían tenido los dos el mismo sueño y se quedaron absolutamente abrumados, sorprendidos. Estos 7 formadores de mentalidad, esas áreas aquí están frente a ustedes, noten que de esos 7 solamente uno es la religión. Hemos hecho un trabajo bastante bueno en el área religiosa, sin embargo aún en esa área tenemos nuestras luchas. Pero durante años la iglesia le ha cedido las artes y el entretenimiento al mundo, durante años la iglesia le ha cedido el mundo de los negocios y del gobierno, los medios de comunicación y la educación se lo ha cedido al mundo. Hemos tomado las palabras del Nuevo Testamento que nos dice, salid en medio de ellos y separaos y no toquen nada que sea sucio o inmundo.
Hemos interpretado eso como queriendo decir que no debemos tocar ninguna de esas áreas del mundo secular y de la cultura. Y esa mentalidad tiene que ser quebrada. Si esa forma de pensar no cambia nunca podremos impactar nuestra sociedad y nunca llegaremos a ser la iglesia, esa novia de Cristo que él viene a buscar en su segunda venida. El Señor viene a buscar una iglesia, hermanos, sin mancha ni arrugas, una iglesia victoriosa, una iglesia vencedora, no una iglesia que está ahí moviendo una banderita blanca pidiendo paz y pidiéndole al Señor que la saque del mundo.
Pero hermanos, yo creo que ustedes son el ejército de Dios y ustedes lo están escuchando continuamente de parte de su pastor y sus líderes. De lo que tiene que cambiar para poder llegar a ser el pueblo de Dios para este tiempo específico, así que muchos de nosotros los creyentes, nos hemos reunido para decir, hey, vamos a mirar cuáles son los problemas del mundo y vamos a tratar de resolver esos problemas que hay en el mundo.
Nosotros creamos una compañía que se llama Soluciones Generacionales porque creemos que podemos impactar todas las edades para el Reino de Dios. Comenzamos con una compañía que se llama ROI internacional, es una compañía que entra a la América corporativa, las compañías de negocios, etc, da enseñanzas sobre ética y liderazgo, particularmente ética.
¿Cuántos saben que el mundo de los negocios necesita enseñanza sobre ética y comportamiento moral? ¿Cuántos saben que el mismo gobierno está obligando a muchas compañía a recibir entrenamiento en el área de la ética y la moralidad en los negocios? El gobierno nos está mandando a nosotros, y obligándolos a ellos a que les enseñemos acerca del área de la ética.
Yo les estoy diciendo algo, los problemas de este mundo van a funcionar a favor nuestro al final, van a redundar en favor nuestro y algunos de ustedes van a hacer mucho dinero de hecho haciendo este tipo de enseñanza. ¿Entienden lo que les estoy diciendo? Elñ cambio del dinero que el mundo retiene y que va a entrar a la iglesia va a venir por medio de un cambio de la forma de ver las cosas. ¿Cuántos saben que uno no tiene que ir al mundo secular y estar siempre citando Juan 3:16? Que uno no tiene que estar diciéndole a la gente, oh yo soy el Reverendo tal, que uno no tiene que estar siempre hablando con términos oscuros cristianos.
¿Saben lo que es ese tipo de lenguaje cristianesco? Es el lenguaje que hablamos mientras estamos aquí dentro de las 4 paredes de la iglesia, pero para la gente allá afuera, la gente no sabe de qué estamos hablando, no comprenden ese lenguaje.
Dios está diciendo, hey, sean reales, sean normales. No les hablen a la gente en términos de la Escritura, con palabras oscuras que ellos no entienden, háblenles de manera que puedan entender su lenguaje. Y hicimos otra compañía también que se llaman los ABC de la vida. las escuelas públicas nos están llamando para que vayamos a las escuelas y les enseñemos a sus estudiantes acerca de hechos de la vida porque muchos de la gente joven, ¿saben ustedes los problemas tan grandes que hay en los sistemas escolares? Nuestros jóvenes no están preparados para la vida cuando se gradúan de la escuela.
Escuchen, nosotros tenemos que ser mansos como paloma pero astutos como serpientes. Así que también aún en las escuelas públicas se está obligando a que esos jóvenes que están siendo suspendidos de la escuela no puedan regresar a la casa porque las escuelas no pueden ir a la casa y estarlos enseñando mientras están suspendidos en sus casas. Y nosotros estamos aquí diciendo, oh Dios por favor cambia el mundo. Y Dios nos está diciendo, abran sus ojos para ver los problemas que están en todas partes y comiencen a ponerse de pie y hacer el trabajo del ministerio, pero uno tiene que ir.
Creo que son las palabras Jesús, id, id, ¿dónde? Al mundo. Vayan al mundo donde están los problemas donde allí se necesita a Jesús, así que nosotros estamos yendo a esos lugares y estamos enseñando a esta gente principios del Reino que se encuentran en la Biblia, nunca usamos el nombre de Dios, nunca usamos el nombre de Jesús y sin embargo después de que la clase termina un estudiante llamado José, un joven hispano que estaba en problemas vino a nuestro maestro, ¿qué diferencia qué es lo que hay tan diferente con ustedes? Y ahora se trata de algo completamente diferente. Así que entonces el maestro comienza a compartir con José acerca del amor de Dios y José allí mismo inclinó su cabeza y dio su vida a Cristo Jesús.
Y eso es solamente el comienzo de lo que Dios está comenzando a hacer. Me siento tan animado acerca de lo que Dios está preparándose para hacer. Nuestro deseo es comenzar esto en cada comunidad para entrenar pastores para que puedan ir a las escuelas y enseñar este tipo de material, establecer relaciones con estos niños y jóvenes, y esta será la manera que yo veo que podremos aumentar el Reino de Dios.
Yo les estoy animando y todavía ni siquiera he comenzado a predicar de lleno, si usted solamente comienza a hablar con la gente que está alrededor de ustedes, la razón por la cual no necesitamos... es porque muchas veces no hablamos con la gente que tiene estos problemas, si uno estuviera hablando con la gente que tiene problemas uno descubriría cuáles son los problemas y entonces uno podría descubrir si es posible llenar esas necesidades o no.
Yo hablo con mi superintendente de escuelas todo el tiempo, yo salgo al jefe de la policía de mi pueblo continuamente y hablo con los líderes de mi comunidad a cada rato. Ellos tienen problemas. Ven, el gran problema con la iglesia es que no nos hemos encontrado con los problemas antes. Estamos aquí metidos en el templo haciendo nuestras cosas, pasándolo muy bien en nuestros servicios, y yo les dije, yo no he venido aquí hoy como el buen pastor sino que he venido como el León de Judá así que quizás usted se sienta un poquito incómodo. Esta es la única manera que vamos a ver el Reino de Dios como está en el cielo manifestado en la tierra. Usted conlleva ese poder dentro de usted porque el Reino de Dios, ¿dónde está el Reino de Dios? Está dentro de nosotros.
Esta es nuestra visión, el ministerio de Puerta del pescado y lo único que yo quiero es ayudar a cambiar la forma en que usted piensa. Así que en esta mañana estamos mirando la teología del trabajo. ¿Cuántos han pensado muchas veces que el trabajo es la maldición? Sean honestos. Gracias, gracias. Hay algunas manos de gente honesta. Hemos siempre pensado que el trabajo es la maldición. Y yo quiero que ustedes sepan que el trabajo no es una maldición. Yo quiero que ustedes sepan que desde el principio Dios que le creó a usted, usted nació como resultado de lo que Dios había depositado en usted. Eso ya está depositado en usted. Usted fue creado por una palabra. Usted fue creado, digo, por una palabra y usted sabe que Dios lo pronunció, lo profirió para existir. Según el salmo 139, versículo 16 creo, David dice Dios conocía mi esencia antes de que yo fuera inclusive creado.
Miren, yo me lleno de gozo al pensar en eso porque lo que yo soy en Dios tiene muy poco que ver con dónde yo nací, tiene muy poco que ver con que yo sea rico o pobre, tiene muy poco que ver con que yo sea negro, amarillo o rojo o lo que sea. ¿Me entienden en esta mañana? Tiene que ver con el hecho de que yo fui creado antes de la fundación del mundo. Y él me ha creado por un propósito. Y cuando yo hago lo que Dios me creó para hacer eso es verdadera adoración. Déjenme decirlo otra vez, cuando las criaturas hacen aquello para lo cual fueron creadas, eso constituye verdadera adoración.
¿Creen usted que la adoración solamente se da a las 9 de la mañana los domingos? Déjenme decirles, yo estoy haciendo lo que yo fui creado para hacer ahora mismo. yo estoy adorando al Señor, y cuando usted vaya a trabajar mañana y usted sepa que usted está haciendo lo que Dios le creó para hacer, no me importa que sea martillando clavos. Eso es adoración delante de Dios. y la gente entonces comienza a mirar y a decir, hay algo diferente en esa persona. Cuando usted hace lo que hace es increíble, hay una unción que se deposita sobre su vida. Quizás no sepan lo que quiere decir, pero eso es lo que van a estar diciendo, van a decir, hay algo diferente en esa persona.
¿Están conmigo en esta mañana? Así que usted fue creado por una palabra de Dios, usted no fue creado solamente para morir, usted fue creado para un propósito. Amen.
Aquí hay algunas Escrituras para ustedes, Dios dijo, hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza, para que señoree sobre toda la tierra. También Efesios 2:10 dice que somos su obra. ¿Creen ustedes eso?
Yo soy la obra artesana de Dios hecho en una forma maravilloso y terrible creado en Cristo Jesús para hacer buenas obras las cuales Dios preparó de antemano para que caminemos en ellas.
Vuelva y mire Génesis 2, Dios dijo, hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza. Usted se parece a él, voltéese hacia su compañero y diga, yo me parezco a Dios. eso le va a detener cuando de sienta mal acerca de su apariencia.
Ahora, entendamos, no estamos hablando de la apariencia física nuestra, estamos hablando del espíritu de Dios que habita dentro de nosotros. Yo me parezco a Dios. Porque cuando uno comienza a pensar de esa manera uno comienza a llenarse de ánimo y de energía. Yo creo que el Creador del universo me pronunció en existencia y me creó para sus propósitos, usted puede decirme lo que le dé la gana, no hace ninguna diferencia. Yo les estoy hablando que a muchos de ustedes le han dicho, usted no puede hacer eso, pero Dios dice, sí usted lo puede hacer. Y es importante que usted comience a escuchar a Dios. Él es el que le creó para que lo hiciera. Deje de estar escuchando a los que le dicen, de ninguna manera, no lo pueden hacer, no va a suceder. Yo les estoy diciendo que sí, que va a suceder. Pero usted tiene que creerlo.
Y aquí dice, Dios dijo hagámoslo a nuestra imagen. Que señoreen, dígalo a su vecino que señoreen. Usted fue creado para señorear. Usted fue creado para ser la cabeza, no la cola. Usted fue llamado para vivir, usted fue llamado para prestar a otro, no para usted pedir prestado. Esta es la palabra de Dios. Tenemos que cambiar nuestra forma de pensar.
Dice aquí tenemos lo que es la historia del hombre en el día en que el Señor creó los cielos y la tierra antes de que hubiera plantas en los campos, antes de que hubiera hierbas en los campos porque el Señor todavía no había hecho que lloviera sobre la tierra y no había hombre que cultivara la tierra.
Entonces vemos aquí que no hay tierra, no hay lluvia, no hay plantas, no hay hombre, en otras palabras no había trabajo, nada está sucediendo y Dios está esperándote a ti. Dios está esperándote a ti. Yo quiero que sepas que Dios está todavía esperándote. Cuando yo le declaré al Señor, Señor, cambia la posición del bebé, Dios me dijo, no, yo estoy esperándote a ti. Yo te estoy diciendo hoy a ti que muchas de las oraciones que tu estás profiriendo, la razón por la cual Dios no las está contestando es porque Dios está esperándote a ti.
Eso cambia todas las cosas. Yo le estoy entregando hoy el poder para ir y realizar sus sueños. ¿De dónde creen ustedes que vienen esos sueños? Vinieron de Dios. y ustedes fueron creados para señorear y están esperándole a Dios y Dios está diciéndole, hey, ¿qué estás esperando? Hazlo.
Oh, por lo menos hay alguien que está diciendo amen ahí. Y entonces el Señor formó al hombre, lo formó de la tierra pero eso no es lo que tu eres. Tu fuiste creado antes del polvo. ¿No damos gracias al Señor por eso? Esto no es lo que yo soy. Gracias a Dios que no soy solamente carne. Yo tengo la mente de Cristo. He dicho, tengo la mente de Cristo, si usted está en Cristo Jesús hoy usted no tiene la mente que el hombre dice que usted tiene, sino que usted tiene la mente de Cristo. Usted tiene el poder para pensar como Dios piensa.
Algunos quizás piensan, bueno, eso es orgulloso decir que usted piensa como piensa Dios y ¿saben qué? lo orgulloso es pensar meramente como un hombre. Yo he dicho que lo orgulloso es pensar meramente como hombre. Usted no fue creado para pensar como un hombre. Estoy hablando antes de la caída en Edén. ¿Cuántos de ustedes entienden que la sangre de Jesús, ¿saben qué? Cristo no hizo eso solamente para que yo me fuera al cielo.
Segunda de Corintios, Capítulo 5, ¿qué dice allí? Dice, yo he sido reconciliado, ¿que quién? Con Dios. Yo he sido traído de nuevo a Dios. Amen.
Ven ustedes hermanos, le cristianismo norteamericano siempre está declarando esto, pidiendo simplemente que nos lleve al cielo el Señor. el Señor no murió simplemente para que usted se fuera al cielo, él murió en la cruz para que usted pudiera entrar en una relación nueva con su Padre celestial para que usted pueda ser uno con Dios de nuevo, para que usted tuviera unidad con Dios.
Ven ustedes, ese prefijo re quiere decir volver a hacerlo de nuevo, quiere decir regresar a la unidad con Dios que antes teníamos. Cuando yo fui creado en Dios yo no fui creado meramente como un ser humano yo fui creado, Dios respiró en un nuestra nariz y profirió el aliento de vida y entonces el hombre se convirtió en ¿qué? ¿Un ser humano? No, se convirtió en un ser viviente, un ser vivo, un ser vivo.
Cuando usted se convierte a Cristo esa parte humana, eso estamos hablando de la carne, el cuerpo y yo creo que nosotros sabemos que eso se mantiene pero la parte viva, Dios nos hace de nuevo un ser viviente de manera que podamos caminar naturalmente y sobrenaturalmente sobre la tierra, a fin de que aquellas cosas que los hombres piensan que son imposible no son imposibles para con Dios, de manera que podemos hacer todas las cosas a través de Cristo Jesús que nos fortalece.
Fue para esto que Cristo murió en la cruz no solamente para que usted pueda decir una oración y entonces pueda irse al cielo mientras vive miserablemente aquí en la tierra. ¿Entienden? ¿Saben cuánta gente cristiana vive en una forma miserable sobre la tierra? Viven miserablemente en la tierra, van a la iglesia simplemente por obligación y algunos de ustedes aquí hoy están aquí por obligación, la misma cosa todos los domingos, pero no es eso por lo cual venimos a la iglesia. Venimos a la iglesia para unirnos con el cuerpo, para escuchar palabras de vida, palabras de vida, porque, ven ustedes, cada uno de nosotros no vivimos del pan que comemos sino que vivimos de cada palabra que procede de la boca de Dios. Adán y Eva no vivían solamente de las cosas que comían del jardín del Edén sino que vivían de escuchar a Dios.
Y es por eso que es importante que usted tenga una relación personal con Dios. uno no puede vivir de las palabras de su pastor, uno tiene que oír a Dios directamente, personalmente. Porque cuando usted oye a Dios, cuando usted oye a Dios, yo recuerdo por ejemplo, yo crecí en la iglesia y a la edad de diez años en una iglesia pequeña bautista yo fui al altar y oré la oración del pecador y sabía inmediatamente que me iría al cielo pero no fue hasta que tenía 22 años que tuve un encuentro verdadero con Dios y Dios me habló y esas palabras cambiaron mi vida y yo fui de un ser humano a un ser viviente. Y nunca he vuelto a ser el mismo.
La gente me decía, ¿qué problema tienes? Y aún en la iglesia comenzaron a decir, ¿qué te pasa, qué problemas tienes? Me decían, pero a ti te encantaba el baseball antes, tu eras normal te gustaban las cosas en el mundo, entonces me decían cuando uno escucha la palabra de Dios, cuando él comienza a hablar a nuestra vida todas las demás cosas palidecen, pierden importancia, pero Dios entonces nos da los deseos de nuestro corazón.
Mi esposa yo estuvimos de noviazgo seis años. Teníamos el sueño americano, tener su casa propia, nosotros economizábamos cada centavito y justo antes de casarnos compramos nuestra primera casa: 47.000 dólares nos costó esa casa. Mi papá pensó, jamás podrá pagar en el año 1979. Nos casamos en junio de 1980. Y fue precisamente en esos momentos cuando yo tuve mi encuentro con Dios.
Hicimos todo lo posible para construir esa casa. Estábamos tan felices como una pareja recién casada y un par de años después, primer hijo resulta, el segundo hijo después de eso, pero ese encuentro con Dios me cambió. Todo lo que entonces me parecía muy importante comenzó a cambiar. Después de 5 de vivir en esa casa vendí la casa y me fui a hacer lo que Dios me había llamado a hacer. Y como una buena esposa mi esposa me siguió, pero nunca había descubierto esto, para ella entregar esa casa, sabe, ese instinto del nido, de ese lugar que es tuyo, fue muy difícil para ella. y no sé por qué estoy compartiendo eso con ustedes esta mañana, así que por 20 años nosotros permanecimos en hogares que pertenecían a la iglesia, casas pastorales, pero siempre había ese lugar ahí en el corazón de mi esposa que decía no tenemos una casa nuestra propia.
Llegó un momento en que la iglesia nos dijo, ya tienen que irse. Entonces en ese momento teníamos cuatro hijos. Y yo le dije al Señor, Dios, yo te obedecí, ¿dónde voy a ir? Y Dios me dio un lugar a dónde ir. Y estoy diciendo estas cosas para compartir algo específico: el jueves por la noche finalmente firmé papeles sobre una nueva casa, una casa propia nuestra. Dios te da los anhelos de tu corazón. No solamente firmé papeles para una casa propia, sino que la compré por cero dólares.
Les estoy diciendo, si usted hace lo que Dios le ha llamado a hacer todas las demás cosas le serán añadidas. Dice, lamente, dice que el hombre es el hombre formado, el jardín es plantado, el trabajo Dios lo establece, y el trabajo entonces se supone que sea una cooperación con Dios. Noten que no se está hablando de pecado en ningún momento, no hay maldición, el trabajo es creativo y claro que el trabajo que el trabajo no es un resultado de la Caída sino que es el propósito de Dios para la creación, para su vida.
¿Saben ustedes cuánta gente en América quiere retirarse? ¿Saben cuántos mueren jóvenes? Escúchenme, no es el deseo de Dios de que usted se retire y que simplemente no haga nada, vegetando. Mi trabajo es mi adoración y si usted encuentra aquello para lo cual Dios le llamó, ustedes no trabajan más. Déjenme decirlo de nuevo, si usted descubre lo que Dios le ha llamado a hacer, cuando le formó a usted antes de la fundación del mundo, usted nunca volverá a trabajar un solo día en su vida.
y por eso es que yo no voy al trabajo diciendo, oh Dios mío otra vez tengo que ir a trabajar. Yo voy a adorar a Dios con mi trabajo. Hay 3 palabras para trabajo: una es la palabra abad que quiere decir cultivar la tierra, abodad la tierra y shamar que quiere decir mantener, cuidar de la tierra. Hay tres palabras que son servir, cultivar, como en sentido de desarrollar una cultura o cambiar el clima de una cultura. ¿Cuántos saben que ustedes fueron creados para ser un termostato, no un termómetro? Un termómetro simplemente registra la temperatura que hay afuera. Eso es lo que muchos de nosotros hemos estado haciendo en nuestra cultura por mucho tiempo. Simplemente confirmando lo mal que está la cultura. Y no sabemos qué vamos a hacer con nuestros jóvenes, por ejemplo.
Uno simplemente está en ese caso, diciendo lo que ya ellos saben. Uno fue creado para ser un termostato. El termostato tiene el poder para cambiar la temperatura, para cambiar el clima.
Cuando usted vaya al trabajo mañana por su mera presencia, porque usted no va a solo, ve, cuando usted aparece al trabajo, Dios también aparece allí, usted va a cambiar el clima de la cultura en su lugar de trabajo. Esa es la única manera que Boston va a ser cambiada. Algunos de ustedes han estado orando por su lugar de trabajo, la única manera de usted cambiar su lugar de trabajo es esa palabra aboda, que quiere decir trabajar, servir, adorar, esta palabra la que se usa en el hebreo original para hablar acerca de adoración.
Así que en otras partes de la Escritura esa palabra que se usa para adorar usan también la misma palabra de trabajo. ¿Están entendiendo lo que estoy diciendo?
Shamar otra palabra a ser como un guardia de poner, de vigilancia y eso es lo que Dios nos ha puesto a hacer. Dice, de todo árbol del jardín ustedes podrán comer, hay provisión pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerán. Eso produjo carencia. Así que dice la palabra que Dios maldijo la tierra, maldijo la tierra, él no lo maldijo a usted, sino que maldijo la tierra.
Jesús quebró la maldición, él quitó la maldición. ¿Cuántos creen en transformación? ¿Han visto los videos de transformación algunos de ustedes? ¿Cuántos creen que Boston puede ser transformada? ¿Cómo creen ustedes que eso va a suceder? Eso va a pasar a través de usted y de mí, no solamente nuestras oraciones, tenemos que infiltrar esas mismas montañas porque cuando hacemos eso quebrantamos la maldición que hay sobre la tierra.
Así que su provisión está conectada con su tierra. La tierra fue maldita, la maldición fue quebrantada cuando Cristo murió en la cruz y vino la salvación. Cuando usted fue salvado su provisión también fue rescatada. ¿Entienden lo que estoy diciendo? Eso quiere decir que Dios puede tomar sus 5 panes y dos peces y darle de comer a toda una multitud. Uno y uno no significa dos en la mentalidad de Dios. ¿Creen ustedes eso? Especialmente cuando uno está viviendo en obediencia al Señor, eso se llama diezmar. Si uno está aguantándole a Dios lo que es de Dios, él entonces no está obligado a honrar su palabra. Pero él es un Dios maravilloso, a veces nos bendice cuando no le estamos dando lo que a él le pertenece. Qué Dios tan hermoso servimos.
Dice aquí que la expectativa de la creación que espera anhelosamente es la revelación de los hijos de Dios. ¿Sabe lo que la creación espera? La creación está esperándole a usted. ¿Cuántos saben que usted es un hijo de Dios? Tengo que terminar porque podría seguir todo el tiempo. Usted es un hijo del Dios viviente.
El libro de los hebreos dice que el Señor no se avergüenza de llamarnos hermanos. ¿Escucharon eso? El Señor no se avergüenza de llamarnos hermanos. Es tiempo de levantarse, pongámonos de pie, hermanos. Dice aquí que la creación fue sujeta el sufrimiento, el padecimiento así que por qué pasamos por los problemas que tenemos. ¿Por qué tiene tantos problemas el mundo? Dios ha sujetado la creación a vanidad. ¿por qué? Para que nosotros volteemos nuestros corazones hacia él. Es por eso que la tiniebla es nuestra mayor aliado, lo que está pasando ahora mismo en el mundo. ¿Usted entiende? Que si usted está orando por esa persona que no conoce a Cristo y usted está pidiendo a Dios que quite su problema de esa persona, es posible que usted inclusive esté obrando en contra de los propósitos de Dios tratando de traer esa gente a Cristo. ¿Entienden esto? Que Dios permite que la gente muchas veces tenga problemas para que puedan decir, yo necesito de Dios, porque la creación misma será libertada. ¿Podemos decir amen? De la cadena de corrupción a la libertad gloriosa también para que usted puede entender lo que usted es en Cristo Jesús.
Voy a terminar aquí. Yo sé que he hablado mucho tiempo pero quiero orar por usted en esta mañana. Yo vine aquí una vez hace muchos años para ungir a su pastor y yo quiero ungirle en esta mañana, quiero ungirles como hombres y mujeres de Dios. Quiero declarar sobre esta congregación que ustedes son el ejército de Dios y que ustedes son ungidos para hacer lo que Dios les ha llamado a hacer y que desde este día en adelante ustedes no van a ir al trabajo simplemente como si fueran unos meros trabajadores, pero van a trabajo para ser los ungidos de Dios.
¿Creen eso en esta mañana? Vamos, levanten sus manos en esta mañana si usted cree eso. Mantengan sus manos levantadas en esta momento vamos a orar. Voy a orar por una unción sobre sus vidas. Yo no vine aquí por mera coincidencia sino que fui enviado por Dios, vine con un mensaje para que el pueblo de Dios fuera libertado. Y vine porque ustedes son tan especiales, tan especiales para él.
Así que ahora mismo Señor, Padre, en el nombre de Jesús y en el poder y la unción que tu me has dado a mí yo declaro en el nombre de Jesús sobre tu pueblo, que ellos han de salir como obreros creados en Cristo Jesús para un tiempo como este y que aún ahora mismo Señor, ellos sabrán que ellos están en ese lugar por un propósito y que quizás no sea un lugar cómodo para ellos, pero tu llamaste a José para ir al reino de faraón para ser la respuesta a tu palabra.
Y Daniel entró a Babilonia, Ester en el trono de ..... Padre tu has ubicado este pueblo para un tiempo como este y ahora Padre, respira, sopla tu Espíritu Santo, sopla tu unción sobre ellos y que reciban ahora mismo una visión fresca, una revelación fresca, una unción fresca para hace el trabajo que tu les has llamado a hacer. Y pedimos estas cosas en el nombre de tu Hijo Jesucristo y todo el mundo dice amen.
Gloria a Dios. Amen. Amen. Estoy esperando grandes cosas de parte de ustedes. A quien mucho se le da, mucho se le requiere, pero yo digo, vaya en el poder y la unción del Espíritu Santo. Usted puede hacerlo, digo, usted puede hacerlo. Confírmele eso a su vecino y dígalo, tú lo puedes hacer. Que Dios les bendiga.
Debemos tener una perspectiva sobrenatural
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Quiero invitarles a buscar en sus Biblias en primera de Corintios, Capítulo 2, y yo quiero continuar con esta exploración de lo que llamamos la vida llena del Espíritu Santo.
Y quiero recordarles, el domingo antepasado creo que fue, sí, el domingo antepasado, estuvimos hablando acerca de las diferencias entre la vida meramente religiosa y la vida en el espíritu, lo que es la religión formal, superficial, y lo que es la espiritualidad vibrante y viva que Dios quiere que nosotros vivamos.
Y ustedes recordarán que yo estuve hablando acerca de que para mí una de las diferencias claves es que la vida formal, religiosa es una vida orientada hacia lo externo, lugares, ritos, personas, enseñanzas, doctrinas. Mientras que la vida del espíritu es una vida hacia lo interior. Usamos a la mujer samaritana como una ilustración y el Señor hablaba de que ‘el que cree en mí, ríos de agua viva correrán de su interior’. Y el Señor le hablaba a ella de que no se trata de lugares de adoración externos, donde hay que ir, ella decía, bueno, nosotros los samaritanos, adoramos aquí y ustedes, los judíos, adoran allá y ¿quién es el que tiene la razón?
Y el Señor Jesucristo le dice, ‘mira, mujer es cierto que los judíos es allá donde se adora, en Jerusalén, nosotros tenemos la verdad, porque hay tal cosa como la verdad, y la doctrina tiene su lugar ciertamente, pero él dice, pero llegará el día en que los verdaderos adoradores, adorarán al Padre en espíritu y en verdad.
Es decir, no estarán limitados solamente sino que el espíritu estará dentro de ellos y su vida será una vida internamente orientada, donde el Padre habita dentro de ellos, y ellos pueden ir continuamente a esa fuente que llevan dentro. Esa era la idea del pozo, la mujer tenía que ir a sacar el agua afuera, con mucho esfuerzo, como la religión formal, que requiere mucho esfuerzo. Mientras que él dice, yo voy a darte un agua que va a estar dentro de ti, saltará para vida eterna.
Y otra de las cosas que decíamos es que esa religión espiritual, vital, a diferencia de la religión formal, es una fe que depende de una relación con una persona, en vez de con un sistema te creencias. Nada más gráfico que ese momento en que el Señor le dice a la mujer samaritana, cuando ella están hablando del Mesías, y él le dice, ‘ Yo soy el que habla contigo. Yo soy el Mesías’.
Y esta mujer de momento es confrontada con el carácter mesiánico de Jesús y entonces ella se va corriendo transformada. Pasa de ser una mujer solitaria, aislada, trabajando arduamente para extraer agua, cuando tiene una confrontación con una persona real, divinamente dotada, que es Jesús, ella es transformada instantáneamente. Sale corriendo y se convierte entonces en un instrumento de Dios.
Porque es lo que pasa, cuando uno tiene una experiencia vital con Dios, con el espíritu de Dios, con Cristo Jesús, con la persona de Jesús, uno cambia de ser un mero consumidor a ser un productor de vida. y entonces ella corre a su aldea, le comparte a otros de su experiencia y les dice, ‘vengan y vean, quizás este es el Mesías’.
Ellos vienen entonces, se confrontan con Jesús, reciben de él y entonces dicen, ‘¿saben qué? Ahora creemos, no solamente por tu palabra sino porque lo hemos experimentado.’
¿Usted ve? Esa es la vida experiencial, lo que yo llamaría la vida de experiencia cristiana que es tan importante, tan necesaria que nosotros entendamos esas diferencias. Y yo quiero continuar en esta tarde hablando acerca de la mentalidad que Dios quiere que tengamos, una mentalidad sobrenatural.
Digan todos, sobrenatural. Yo quiero hablar de las diferencias entre una mentalidad natural, meramente intelectual y una mentalidad sobrenatural. ¿Qué es mentalidad? Mentalidad es una postura, una forma de mirar las cosas. Alguien diría una cosmovisión para usar una palabra filosófica de diez dólares, una cosmovisión, una forma de concebir el mundo. Otros hablan de paradigmas que son formas de nosotros concebir el mundo, a veces tan profundamente integradas a nuestra sensibilidad y a nuestra psiquis que ni siquiera nos percatamos que está allí. Es como un punto de referencia, es una serie de principios a través de los cuales conjugamos la vida. y son expectativas inclusive que tenemos acerca del mundo.
Por ejemplo, la mente racional científica, meramente lógica cree que el mundo es solamente materia y que todo lo que solamente lo que se puede confirmar por medio de experimentos y por medio de los sentidos es real. Todo lo demás es cuestionable. Esa es una mentalidad secular, es una mentalidad racional, es una mentalidad meramente científica.
Mientras que la mente sobrenatural, la mente espiritual sabe que hay otras dimensiones. Es decir, es una actitud general, y yo quiero hablarles acerca de esa mentalidad que nosotros como cristianos debemos tener a la cual también nos llama la palabra de Dios. Yo estoy cada vez más convencido que mucho de los que sucede en nuestras vidas depende de lo que está aquí en nuestra mente. Dependiendo de nuestra actitud, expectativas, las cosas que asumimos acerca del mundo, será la experiencia que nosotros tengamos en el mundo, inclusive nuestra experiencia con Dios.
Y por eso es tan importante que nosotros establezcamos una plataforma correcta, lo que yo llamaría, una plataforma interpretativa, una matriz de referencia para acercarnos al mundo. Y muchos cristianos entramos al Evangelio pero no hacemos las transiciones adecuadas para poder pensar y poder conjugar y poder computar la vida correctamente.
Ustedes saben que en el mundo de las computadoras está lo que se llama el software. Mire, por ejemplo, Microsoft Windows, es un mundo que está instalado en la computadora y cuando usted prende la computadora y usted activa ese software, ese sistema lo que ese sistema hace es que simplemente, de momento hace posible una cantidad de potencialidades, entonces usted comienza a escribir, abre un documento y comienza a escribir y cuando viene a ver usted puede producir un documento y mientras está escribiendo el documento usted borra, usted quita palabras, transfiere textos de un sitio para otro, borra cosas, etc. lo que hace posible todas esas transacciones específicas es el software, es la plataforma que está rodeando todo lo que usted está haciendo. Cuando usted termina el documento, usted cierra y eso desaparece. Pero lo que hizo posible todos los milagros de ese momento es lo que está detrás, el programa.
Y asimismo pasa, nuestra mente y nuestra cosmovisión, nuestra mentalidad es el programa. Y según nosotros, el programa que tengamos, si es un programa material, científico, lógico, racional, materialista, eso va a permitir solamente ciertas cosas que se den en nuestra vida, porque vamos a restringir nuestra experiencia a esa interpretación. Espero que no esté siendo demasiado complicado, ¿me están siguiendo?
Ahora, si nuestro programa es un programa sobrenatural, amplio, entonces ahí se pueden dar otra cantidad de otras transacciones: milagros, revelaciones, contactos con Dios, visitaciones del poder, fruto en el Espíritu Santo, dones que se mueven en nuestra vida; porque nuestra plataforma es mucho más amplia, mucho más grande, ¿me entiende?
Esta plataforma mide como yo diría unos veintipico de pies, veinticinco pies por 11, 9, 10 pies más o menos, aquí solamente se pueden dar ciertas cosas. ¿Por qué nuestras hermanos danzan allá abajo y no aquí? Porque la plataforma es demasiado estrecha para permitirles danzar aquí arriba. Entonces, aquí solamente se pueden dar un número de transacciones muy pasivas, la gente parada y un poquito de espacio aquí para uno moverse. ¿Por qué? Porque la plataforma limita las posibilidades.
Si esta plataforma fuera de 25 pies de profundo y 30 pies de ancho, se podría danzar, se podrían dan tramas, se podría tener toda una orquesta, hasta un caballo podríamos traer aquí para que se pare en dos patas. Pero como es pequeña, permite solo transacciones modestas, pequeñas. Y eso es lo que yo quiero decir, según tu amplíes tu mundo de expectativas así podrá Dios actuar en él.
¿Cuántos entienden lo que estoy diciendo? Amen. Y por eso es que es importante que nosotros ensanchemos el ámbito espiritual en el cual nosotros nos movemos para que Dios pueda hacer todo lo que él quiere hacer.
Yo creo que el Espíritu Santo está deseoso de entrar en congregaciones enteras, en regiones enteras y hacer estallar el mundo con su poder, pero nosotros muchas veces lo frenamos y decimos, eso no puede pasar. Y a veces Dios quiere entrar e irrumpir en un servicio y moverse y tocar los corazones, y hacer sanidades, y convencer vidas de su poder y de su realidad, pero estamos tan metidos en nuestro patrón, la forma en que creemos que se debe llevar a cabo un servicio que le decimos al Espíritu Santo, ¿sabes qué? Si quieres obrar, obra dentro de este cuadrito que te estamos abriendo. Y el Señor dice, no señor, yo no me limito a los esquemas de los hombres, yo soy mucho más poderoso, más amplio. Y Dios quiere abrir nuestros puntos de referencia, como abre el punto de referencia de este personaje que nos presenta Stephanie aquí.
Dios quiere que haya una experiencia poderosa con él y hermanos, todos estos sermones que hemos estado predicando en estos días están orientados precisamente a ampliar nuestra mentalidad. Uno de los ...... si quieren entrado en el texto para referencia, busquen Primera de Corintios Capítulo 2, versículo 9 en adelante.
Pero déjenme compartir otro texto, ya estoy en el cuerpo mismo del sermón. En Isaías 54, uno de mis pasajes favoritos el Señor le dice a un personaje que es una mujer estéril, le dice, ‘ensancha el sitio de tu tienda, dice, expande tus cortinas, no seas escasa, alarga las cuerdas de tus cortinas y fortalece y ancha tus estacas porque te extenderás al norte y al sur, al este y al oeste.’
Y fíjese que a mí siempre me ha cautivado que lo primero que dice allí, y yo no creo que estoy sobre interpretando el texto, dice ‘ensancha el sitio de tu tienda...’ Está hablando de una tienda de campaña, usando un contexto beduino o nómada, donde mucha gente habitaba en tiendas de campaña. Dice, ‘ensancha el sitio de tu tienda’, y después le dice, ‘expande tus cortinas, alarga las cuerdas de tus cortinas, y tus estacas fortalécelas...’
¿Por qué le dice primero, ensancha el sitio de tu tienda? ¿Qué quiere decir, el sitio de tu tienda? El sitio de la tienda es el espacio donde la tienda va a ir. Uno podría decir ensancha tu solar, ensancha el plot, la tierra. ¿Por qué? Porque si usted quiere poner una tienda, una casa más grande en un lugar, ¿qué tiene que hacer primero? Tiene que ampliar el lugar, ¿sí o no? Usted no va a poner una casa de, digamos, mil pies cuadrados o dos mil pies cuadrados en un solar de 500 pies cuadrados. No le va a caber. Primero tiene que anchar el espacio y es así hermanos, muchas veces si usted quiere tener experiencias poderosas, transformadoras, amplias con Dios, usted tiene primero que ampliar el espacio mental, la expectativa, la mentalidad, la plataforma, la matriz que va a albergar las demás cosas.
¿Pueden decir amen? ¿Entienden? Por eso es que es importante, no estoy hablando mera teoría aquí, estoy hablando de cosas que tienen implicaciones prácticas, muy profundas.
Vamos ahora a Primera de Corintios, Capítulo 2, comenzando con el versículo 1. no voy a tener tiempo para exponerlo todo, pero por lo menos yo creo que ya establecí la base de lo que quiero decir. Este es el Apóstol Pablo escribiéndole a los corintios, dice:
“Así que hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios .....– él está hablando de una visita que hizo a la ciudad de Corinto y él está interpretando lo que él hizo allí cuando visitó esa iglesia de Corinto - .... cuando fui a ustedes para predicarles, para enseñarles, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría...”
Pablo era un hombre extremadamente docto y erudito. Había sido entrenado en toda la esgrima teológica de los fariseos bajo los pies de uno de los grandes maestros de su tiempo, Gamaliel. Pablo tenía un armazón teológico, intelectual muy grande y él podía muy bien, como vemos en muchos de sus escritos, por ejemplo en la epístola a los romanos, él podía muy bien hablar con palabras de sabiduría y podría impresionar a la gente con una complejidad teológica deslumbrante, y podía elaborar sermones muy complejos, con muchos puntos y sub puntos y cláusulas y sub cláusulas, así de hecho muchas Escrituras.
Pero él dice aquí que cuando fue a los corintios no fue con excelencia de palabras o de sabiduría, no porque la excelencia de palabra fuera mala, ni porque la sabiduría sea mala. Ahora, cuando él habla aquí de sabiduría, está hablando de esa sabiduría superficial, meramente retórica, que muchas veces tanto sermón es vestido.
Él dice, yo no fui a ustedes con mucha predicación compleja, dice, “....pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna... – ese ‘me propuse’ es bien significativo, porque quiere decir que él hizo una firme determinación previa, él hizo un propósito de ir allí en una forma bien sencilla - ..... me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo...”
Mire aquí lo que es tan importante esta dimensión.... ¿si alguien puede atender a ese niñito allá arriba se lo agradecería inmensamente ya que me interrumpe un poquito? Gracias, hermanos.
De nuevo, él se propone dos cosas, dice: quise aislar solamente una cosa a Jesucristo y quise presentar a Jesús, porque hermanos, yo les digo siempre esto que la vida cristiana es una vida inmensamente rica y compleja. Yo diría que hay muy pocos sistemas teológicos del mundo, de religiones tan complejos como el cristianismo. Tanto así que se han escrito, yo diría, decenas de miles de volúmenes que tienen que ver con la teología cristiana. el cristianismo es una fe extremadamente compleja, rica en todas las maneras.
Sin embargo, el cristianismo no es una religión de solamente doctrina sino que su verdadero fundamento es una persona, la persona de Cristo Jesús, y su fundamento es una serie de actos, acciones que Dios ha llevado a cabo, que están registrados en su palabra. Por eso yo creo que una gran parte de la Biblia es escrita en forma narrativa, porque relata los hechos de Dios, los actos de Dios.
Los judíos siempre hablaban de los actos de Dios cuando cruzaron el Mar Rojo, cuando fueron libertados del yugo de faraón, cuando Dios los tuvo en el desierto, cuando abrió el río Jordán delante de ellos, cuando venció a las tribus enemigas que habitaban la tierra de Canaán. Eran hechos, eran actos, eran acciones de parte de Dios que luego al interpretarse producen una teología y un sistema de pensamiento pero lo primero es esa experiencia con Dios.
Y yo creo que es muy importante, yo siempre he dicho que, claro que si nosotros necesitamos un marco de referencia teológico, pero ¿saben qué? Muchas veces la gente pone la carreta delante del caballo y entonces muchas veces en la iglesia y en la experiencia de la iglesia, y las iglesias en general y los ministerios, fundamentamos a la gente en enseñanza y en doctrina y lo que producimos son gente con una cabeza bien grande, pero con un corazón y un espíritu muy pequeñito.
Mientras que yo creo, personalmente y esto puede sonar controversial, pero yo creo que lo primero que nosotros tenemos que darle a la gente, proveerle, es una experiencia con el poder y la realidad del Espíritu Santo, del espíritu de Dios. Y cuando la gente es confrontada y quebrantada y desmoronada por el poder de Dios y su realidad, entonces viene la introspección y la interpretación, y el conocimiento.
Pero muchas veces yo creo que en le mundo evangélico traemos a la gente y los fundamentamos en una serie de enseñanzas y de doctrina y entonces lo que creamos, de nuevo es un pueblo que sí es ético, es muy moral y el muy conocedor de ciertas dimensiones, de paso, de la palabra de Dios, pero no tienen una experiencia, no tienen ese poder que necesitan para descabezar al diablo cuando viene a atacar sus vidas, no tienen esa intensidad, esa vibrancia, por inventar una palabra, de la verdadera vida cristiana.
Yo creo que primero, cada día, reflexiono más sobre eso, primero debe venir una confrontación con el poder de Dios y luego debe venir la instrucción que interpreta eso y la enmarca en la manera correcta.
Hay muchos pasajes que yo podría usar de eso. Estuve pensando por ejemplo en un pasaje en el ciego que Cristo sana en un momento dado, el Señor Jesucristo sana a un ciego y ese ciego se encuentra con los fariseos que están celosos de lo que Jesús ha hecho. Este ciego no sabe quién es Jesús en realidad, cuando Jesús lo sana Jesús no le dice, mira, yo soy el Hijo de Dios, el Mesías prometido, ninguna de esas cosas, simplemente sana al ciego. Y entonces, vienen los fariseos y le dicen, ‘da gloria a Dios, confiesa que el milagro que ese hombre hace es por poder demoníaco, porque el diablo le permite hacerlo’. Y el ciego dice, mire lo que dice el ciego, con esa teología instintiva del hombre que ha tenido un encuentro con el poder de Dios, dice, ‘si es de Dios o no es de Dios, no lo sé, pero una cosa sé que yo era ciego y ahora veo’.
Pero lo cosa no se queda ahí. Usted ve, mire hay mucha gente que no puede articular por qué creen en Dios, en términos sistémicos, teológicos, jamás podrán pelear con un teólogo materialista o no materialista porque sino no sería teólogo, pero hay veces teólogos que son materialistas de hecho. El materialismo es una teología, inversa y negativa, pero es una teología. Pero hay gente que quizás no pueden articular sistémicamente en su fe, aunque es muy bueno que lo hagan y puedan hacerlo, pero cuando han tenido un sello del Espíritu Santo y han tenido una experiencia con Dios, nadie los puede mover de eso, puede que se queden tartamudos y frenados en un argumento, pero usted no los puede sacar del hecho de que Dios es real, que Dios lo ha sellado con su espíritu.
Y hermanos, les digo la verdad, yo prefiero ese tiempo de creyente en cualquier momento, aunque también por eso nosotros tenemos clase de discipulado y hacemos tantas cosas aquí en esta iglesia para indoctrinar al pueblo acerca de la verdad de la palabra de Dios porque creemos que es importante,.... estableciendo prioridades. Pero ¿qué pasa? Que cuando dice la palabra, búsquelo después, Lucas 6 creo que es, dice que cuando Jesús se entera, de paso, lo expulsan de la sinagoga a este ciego, le dicen, no puedes volver más a la sinagoga de la ciudad. Y el pobre está por ahí deambulando quizás un poco deprimido y desmoralizado y dice que el Señor cuando supo que lo habían expulsado de la sinagoga va a su encuentro. Qué lindo es el Señor, qué misericordioso, el Hijo de Dios busca a este cieguito ahí, ya no es ciego pero es un ciudadano insignificante pero le interesa ministrarle a este hombre.
Yo creo que vale la pena, busque rápidamente, Lucas, creo que es Lucas 6, creo que es importante este pasaje. Bueno, no voy a perder tiempo, creo que no está ahí, pero el caso es que se encuentra con el ciego y le habla acerca de que lo han expulsado de la sinagoga y él dice, ‘tu conoces al Hijo de Dios’, y él dice, ‘no sé quién es para que yo crea en él’, y Jesús le dice de nuevo, ‘Yo soy el que habla contigo’. ¿Y sabe lo que hace el ciego? Dice postrado delante de Jesús lo adoró.
En otras palabras, aquí hay algo importante y es lo siguiente: fíjese la primera parte fue un encuentro desnudo con el poder de Cristo. No hubo mucha percepción teológica en ese momento pero después del encuentro con Dios, después del efecto sanador de Jesucristo, oigo la Biblia, ahora están curiosos para saber dónde está ¿verdad? Si alguien lo encuentra levánteme la mano y me deja saber. Busque en sus concordancia ciego, por ahí lo va a encontrar.
El caso es que cuando él ha experimentado el poder sanador de Cristo y ahora viene, después de la sanidad y el encuentro viene la interpretación teológica. Entonces Cristo le dice, sabes, el que te ha sanado, yo soy el Hijo de Dios, soy el Mesías’.
Esa es la parte de enseñanza y de doctrina. Y así hay tantos pasajes iguales que vemos ese mismo tipo de proceso. La mujer con el flujo de sangre, sabe que Jesús, hay un poder en él, hay un poder sanador. Ella no sabe que él es el Hijo de Dios, ella quizás ni le importa quién es. Ella sabe que hay un poder de Dios en él y ella se mete entre la multitud, hace una cantidad de cosas para tocar el borde del manto de Jesús. Hay una fe ciega en ella. y cuando toca el borde del manto de Jesús es inmediatamente sanada. ¿Y qué hace el Señor? Se detiene y entonces se voltea hacia ella y le habla y le ministra y le da paz y le dice, ‘tus pecados te son perdonados, vete en paz’.
Y entonces esa mujer puede irse habiendo resuelto su necesidad también emocional. Porque el poder de Dios va primero y después viene el conocimiento, la ministración más entendida de la palabra de Dios.
Yo quiero, hermanos, animarles siempre a cada uno de ustedes a no dejarse abrumar y abrazar solamente por una vida de religión, por lo que usted escucha aquí en la plataforma, o lo que hace la gente aquí arriba, por lo que usted lee, por los libros que usted lea. Hay gente que lee y lee, y lee y no da un paso hacia adelante ni que lo maten. Son consumidores.
Dice el Apóstol Pablo así que hay gente que están continuamente, tienen comezón de oír pero no hay poder en su vida, no hay transformaciones en sus vidas.
Y hermanos, yo les digo una y otra vez la vida cristiana requiere confrontaciones, requiere experiencias con el poder de Dios. y sobre ese poder entonces nosotros procedemos a entender muchas cosas. Yo les animo a una espiritualidad que no se conforme con mera religión que tiene su lugar, gloria a Dios por eso, que es mejor que la gente sea ética y moralmente educada.
Yo creo en un cristianismo moral, ético produce una sociedad ordenada y bendecida, pero qué bueno es cuando esa leña de la teología y de la educación intelectual se prende con el fuego que Dios que baja... cayó el fuego sobre el altar de Elías y hubo transformación en la comunidad.
Yo creo que el poder de Dios en corazones que han tenido con el poder de Dios y la reflexión de la verdad de Dios unidos hacen una combinación atómica, más que atómica, es totalmente, tergiversa el mundo y nosotros tenemos que aspirar a esa combinación poderosa que mezcla esos dos elementos de la vida cristiana.
¿Cuántos dicen amen a lo que estoy diciendo? Déjenme continuar con el texto. Nadie parece que lo ha encontrado, yo lo voy a encontrar, no se preocupe. En algún momento lo encontraremos. No me quiero perder en eso.
Pero vamos otra vez al Capítulo 2 de Primera de Corintios, voy a avanzar porque hay muchas cosas que queremos tocar. Dice,
“....me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo y a éste crucificado...”
¿Por qué dice Pablo a Jesucristo y no se queda ahí, no pone un punto y seguido, sino dice y a Cristo en su modalidad de crucifixión? Porque nosotros podemos hablar del Cristo resucitado, podemos hablar del Cristo que hace milagros, podemos hablar del Cristo que enseñó a la multitud. Hay muchas modalidades de Jesús pero Pablo aísla una que es el Cristo crucificado.
¿Por qué? Porque cuando nosotros meditamos en Cristo crucificado nos vemos obligados a ver lo divino en una forma que la razón no puede jamás entender. Y Pablo lo que quería era como romper el yugo de la razón, cogiendo el palo y doblándolo en la otra dirección totalmente opuesta. Yo creo que una de las cosas que nosotros tenemos que hacer continuamente con el hombre moderno sobre todo. El hombre moderno tiene una capacidad crítica como ninguna otra generación que ha caminado sobre la tierra, por toda la información que nos llega y por los programas de televisión que vemos muchas veces y la exposición a la diversidad de culturas en las cuales nos movemos en el mundo moderno.
Tenemos una capacidad crítica increíble para comparar, para ver los defectos en diferentes religiones, incluyendo el cristianismo. Y entonces, nos creamos una coraza intelectual, racional terrible que impide que la verdad de Dios pueda penetrar en nuestra sensibilidad. Y yo creo que una de las cosas que los pastores y los educadores cristianos tenemos que hacer es someter a la gente a ejercicios que les rompa esa tendencia, esa adicción a la razón y al intelecto.
¿Entienden lo que estoy diciendo? Tenemos que escandalizarlos para obligarlos a ejercer otra forma de ver el mundo que es la forma sobrenatural. Y el mundo no puede comprender, por ejemplo, el hecho de que un Dios pueda bajar a la tierra, hacerse hombre y dejarse crucificar por las mismas criaturas que él ha creado. Eso violaba la lógica de los griegos, y violaba las expectativas mesiánicas de los judíos y les planteaba a los oidores greco romanos de Corinto un dilema intelectual muy difícil de comprender y Pablo quería destetarlos de la razón. Y por eso presenta a Cristo en su modalidad de crucifixión y dice:
“... me prometí no enseñarles otra cosa ni mostrarles nada sino a Jesucristo y a éste crucificado....”
Es maravilloso, sabe porque la paradoja más profunda del Evangelio es la siguiente, que Jesús en la cruz imposibilitado, maniatado, totalmente debilitado en su poder humanamente hablando, allí llevó a cabo la victoria más grande de toda la historia del universo. Dice que allí el Señor derrotó a los principados y a las potestades. Dice que allí el Señor anuló el acta que nos era contraria de los decretos que había en contra de nosotros. y dice también allí que él exhibió públicamente a los poderes demoníacos y los avergonzó en la cruz del calvario. Todo eso maniatado, débil, imposibilitado. Eso es la paradoja de la mentalidad sobrenatural, el misterio de Dios que solo puede ser entendido cabalmente a través de la mente sobrenatural.
Nosotros tenemos que aprender, hermanos, a pensar en términos sobrenaturales. La persona que aprende a pensar en términos sobrenaturales puede entrar al corazón de Dios, recibe una llave para entender misterios que el hombre intelectualmente preparado no puede entender. Y por eso es que yo les digo, hermanos, aprendan a canjear en la economía del Reino de Dios porque con esa economía ustedes pueden comprar y vender en el mundo del espíritu.
Y aunque usted no tenga gran teología con esa moneda usted va a Júpiter y allá usted puede encontrar el poder de Dios. Usted va al infierno y allí usted puede hablar con autoridad mientras que el hombre material, natural, no entiende las cosas del espíritu. Su mente está imposibilitada y solo puede habitar en el mundo de la materia y del tiempo y del espacio.
Mientras que el hombre, la mujer espiritual navega los misterios del espíritu. Y si Dios le da gracia también puede navegar el intelecto y la ciencia y en todas las demás cosas. por eso Pablo en este mismo pasaje dice lo siguiente, dice en el versículo 14
“... pero el hombre natural no percibe las cosas que son del espíritu de Dios porque para él son locuras y no las puede entender porque se han de discernir espiritualmente, en cambio el espiritual juzga todas las cosas pero él no es juzgado de nadie....”
En otras palabras, el hombre, la mujer que sabe moverse en el terreno del espíritu puede comprender cosas que el hombre natural no puede entender, porque se mueve él en una plataforma muy limitada.
Yo les animo en el nombre del Señor, hermanos, desarrollen hambre y sed de conocer cosas más profundas del espíritu. pablo dice en Primera de Corintios, Capítulo 12:
“... hermanos, no quiero que ignoréis acerca de las cosas del espíritu....”
Lo traducen de los dones del espíritu, pero es neumático, quiere decir las cosas espirituales, la espiritualidades. Dios no quiere que nosotros seamos ignorantes de las cosas del espíritu. hay mucha gente ignorante en el mundo cristiano, hay muchas congregaciones superficiales, hay muchos cristianos que solo sabe navegar las capas más superficiales de la realidad espiritual y Dios quiere que nosotros como buzos podamos entrar en las profundidades de la fe y entender misterios que solo la persona iniciada en las cosas del espíritu puede entender. Por eso el concepto de misterium en la teología cristiana de esas profundidades que solo el iniciado puede tener acceso a ellas.
Y usted no tiene que tener gran teología para hacer eso. Inclusive muchas veces, hermanos, aunque yo amo, entiéndanme bien, yo amo el conocimiento, amo la lectura, amo el intelecto, amo la educación, amo la indoctrinación cristiana, pero lo que estoy diciendo, como Pablo aquí, esa no puede ser la base de nuestra vida cristiana. Esa simplemente es la súper estructura, el fundamento tiene que ser un fundamento espiritual, un contacto con Dios porque eso es lo que le permite a usted tener acceso.
Déjenme darle un ejemplo de esto. La mujer que quebró el vaso de perfume sobre Jesucristo, hay un contraste aquí entre esta mujer y Simón, el fariseo. Simón, el fariseo, es un hombre altamente enseñado en la teología de su tiempo como fariseo al fin conocía muy bien muchas enseñanzas. Era un hombre tremendamente recto, se comportaba bien en el mundo, respetable, docto en la esgrima religiosa, pero ¿qué pasa? Cuando Jesús mismo, el Hijo de Dios, Dios mismo, entra a su casa su entendimiento embotado no es capaz de discernir al Hijo de Dios y le da un trato indiferente, y formal y tibio. Y el Señor calladito deja que Simón, el fariseo, lo descuide y se queda callado.
Pero de momento en esa escena pasiva entra, irrumpe una persona no invitada, un personaje agónico y dramático y se abre paso entre esa distinguida compañía, se tira sobre Jesús, quiebra un vaso de alabastro que contiene un perfume muy caro, quién sabe de dónde lo consiguió esa mujer. Esta mujer es todo lo contrario de Simón el fariseo. Es una mujer poco educada, es mujer, es una mujer de dudoso pasado moral, posiblemente una prostituta, una mujer completamente lo contrario, no educada teológicamente, pero evidentemente había tenido un encuentro previo con Cristo Jesús. El Señor le había comunicado esperanza a esta mujer, había perdonado sus pecados, le había hablado de un Dios que tenía misericordia de ella y que no la rechazaba por sus pecados sino que abría su corazón para que ella tuviera un encuentro con él.
Cristo le comunicó valor a esta mujer y eso cambia su vida, y ella, consumida por una gratitud abrasadora, llega y quiere honrar a Jesús y lo reconoce y lo adora, dice la palabra. Usted no adora a algo que no sea Dios. Esta mujer, yo estoy seguro, que ella no hubiera podido verbalizar la teología judaica y decir, sí, este es el Mesías prometido según lo promete tal libro y que se yo. Ella no sabía nada de eso, pero en su corazón ella sabía que estaba frente a la persona divina, el Mesías. Experiencias.
Pero lo interesante es esto, que Simón, cuya mente está embotada, porque es la mente religiosa que la plataforma es muy pequeñita para entender los misterios de Dios, Simón ve a esta mujer derramar su perfume sobre Jesús, pegarse a él, una mujer de la calle, pegarse a Jesús, abrazarlo y establece una cosa sensual, es algo, hermanos, una de las cosas acerca de la fe espiritual es una fe de los sentidos también, es una fe que incluye la danza e incluye el cuerpo, incluye el grito, incluye las lágrimas, incluye la risa, incluye la saliva inclusive, hermanos.
La fe del espíritu es una fe paradójicamente que abre lugar a los sentidos también, es una fe tremendamente sensual. Esta mujer se pega a Jesús, llora encima de él, unge su cuerpo con sus cabellos, seca las lágrimas que ha vertido con su pelo, lo unge con el perfume caro en la casa, estoy seguro que se llenó del olor de la adoración de esta mujer y Simón, con su entendimiento religioso, pequeño, limitado, embotado, miren lo que él piensa, como Judas cuando ... en otros casos así que pensó, el dinero, oh, cuánto costaría ese perfume, lo hubiéramos podido usar para otras cosas porque la mente religiosa, la mente que no tiene contacto con el Dios verdadero, siempre está pensando en términos materiales, matemáticos o en términos de pura moralidad y de ética barata, superficial.
Y Simón, el fariseo, dice “... si este hombre fuera verdaderamente un profeta, dice, entendería que esta es una mala mujer y no dejaría que se le acercara a él. Y el Señor intuye, sabe los pensamientos de Simón, el fariseo que está a miles de millas de distancia espiritualmente de él. Pero le dice, ‘Simón, ven acá.’
Dos deudores fueron perdonados por un hombre, cuál de esas dos personas tu crees que tendrá más amor hacia el que lo perdonó. Y Simón con su mente intelectual hace una computación lógica, y dice, ‘bueno, al que se le perdonó más, ese va a tener más gratitud’. Y el Señor dice, ‘bien has dicho’. Entonces le dice él, ‘cuando yo entré a tu casa tu no me serviste ni siquiera una Coca Cola, me diste agua y estaba tibia, dice, no me lavaste los pies, lo cual era una costumbre básica para cuando venía una persona de esos caminos polvorientos de Medio Oriente, se le lavaban los pies.
Dice, no me diste un beso, no me diste ninguna marca preferencial, sino que simplemente me diste una entrada formal y cortés a tu casa. Mientras que esta mujer desde que yo entré no ha cesado de bendecirme, no ha cesado de besarme, no ha cesado de derramar su perfume y de ungirme, y te digo algo más, esta mujer lo que ha hecho lo ha hecho en expectativa de mi entierro. Me ha ungido para mi sepultura y te digo algo, que lo que esta mujer ha hecho se hablará de ellos hasta que yo venga de nuevo.
Miren hoy, dos mil años después estamos hablando todavía de lo que esa mujer hizo. La mentalidad sobrenatural de esta mujer le permitió tener acceso a una revelación del espíritu transracional, ella misma no entendía lo que estaba haciendo pero lo estaba haciendo proféticamente. La persona que tiene un encuentro con el poder de Dios puede que no pueda sistematizar lo que cree, pero cree lo que cree y sabe que lo cree, y puede operar en el poder y la energía que da esa creencia y esa experiencia.
Mientras que la mente meramente racional, lineal, numérica es torpe, es como una computadora que solo puede hacer ciertas transacciones, de esas computadoras de hace años atrás comparada con lo que hace hoy en día una. Es más es mucho más que eso, la mente santificada y quebrantada por el espíritu de Dios es una mente que se mueve a años luz y puede entrar inmediatamente a tono con el corazón de Dios.
Por eso los fariseos no podía jamás entender las transacciones que Jesús hacía. Veían a Jesús sanar un sábado y decían, oh, eso no se puede hacer, robóticamente. Recuerdan lo que decía, que a la mente religiosa es una mente robótica, cuadrada, mecánica. Solo opera en cuadros, en ángulos rectos.
Mientras que la mente espiritual es una mente fluida. El Señor cogía eso y decía, hey, tontos, iba a decir otra palabra pero no voy a decirla, tontos, si usted tiene un buey y ese buey está amarrado y tiene que comer y es sábado, ¿usted deja que el buey se muera de hambre? ¿Usted no lo saca? Los judíos le decían, Señor, ¿por qué tu dejas que tus discípulos coman sin lavarse las manos? Y el Señor les decía, miren, olvídense de eso, lo importante es que estén limpios por dentro, eso es lo importante.
Y la mente de Jesús computaba, conjugaba la realidad espiritual, la persona que está llena del Espíritu Santo a veces va a hacer cosas que van a parecer escandalosas a la mente robótica, religiosa, porque a veces Dios te dará un entendimiento que tu podrás entender el corazón profundo de Dios que te permite ir más allá de la mentalidad humana.
Todo eso es bueno, pero, óigame si a mí me dan una nave espacial que puede viajar a miles y miles de años luz, para qué yo montarme un volkswagen. Y eso es lo que Dios quiere que nosotros tengamos, tengamos, mire lo que dice aquí, de nuevo, en el versículo 16: “... porque quién conoció la mente del Señor, quién le instruirá, dice, más nosotros tenemos la mente de Cristo...”
La mente de Cristo, esa es la mente que nosotros tenemos que cultivar. Nosotros la tenemos, dice inclusive, ya está en nosotros. Ya esa mente, si nosotros la ejercemos, esa mente va cada día más y más ayudándonos a entender la realidad del espíritu más y más. Esa mente de Cristo, ese logos que fue lo que construyó el universo, el logos es el principio de cohesión, es el principio constructor de todo lo que existe.
En la mente judía, la filosofía judía el logos era lo que elaboraba todo el universo y le impartía su coherencia. Y ese logos lo tengo yo y lo tienes tú en tu vida, la mente de Cristo. Entonces, la mente de Cristo en ti va a entender la mente de Cristo en él, si usted entiende lo que estoy diciendo. El espíritu de Dios en ti va a poder entender el espíritu de Dios que es él.
Por eso Pablo dice, en el versículo 10, “... pero Dios nos la reveló a nosotros por el espíritu porque el espíritu todo lo escudriña aún lo profundo de Dios, porque quién de los hombres sabe las cosas del hombre sino el espíritu del hombre que está en él, así tampoco nadie conoció las cosas de Dios sino el espíritu de Dios....”
Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, esa mente mental, racional, legalista, sino el espíritu que proviene de Dios para que sepamos lo que Dios nos ha concedido. Tu sabes que Dios te ha concedido una cantidad de cosas, una herencia poderosa que tu tienes dentro de ti, un legado, unas propiedades, unos derechos, unas autoridades que tu tienes, unos dictados de poder, unas cartas de autoridad con las cuales tu puedes navegar la vida para recibir sanidad, dar sanidad, bendecir a otros, proclamar el shalom, la paz de Dios en el mundo, derrumbar gigantes, sanar enfermedades emocionales en tu vida, libertarte de opresiones demoníacas y libertar a otros, bendecirte a ti mismo materialmente, profesionalmente, moverte en un mundo de milagros, en un territorio imantado lleno del poder de Dios.
Todo eso está, Dios te lo ha concedido. Ese es el poder de Dios. Y tu no vas a poder entender esas cosas ni vas a poder usarlas hasta que tu no cultives una mente sobrenatural, la mente de Cristo.
Y termino con esto, por eso Pablo, volvamos otra vez al Capítulo 2, los primeros versículos, dice:
“... Y estuve entre vosotros con debilidad y mucho temor y temblor y ni palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del espíritu y de poder...”
Hermanos, la vida cristiana es una vida de poder. Pablo dijo, el Evangelio no consiste en palabras sino en poder de Dios. por más palabras que tu tengas, si no tienes el poder de Dios, si no tienes una vida efectiva en el Evangelio, está faltándote algo bien importante. Por eso yo creo, hermanos, cada día más y más que nosotros tenemos que ser un pueblo de poder, tener una mentalidad de poder.
Por eso Pablo dice, nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados y potestades, por tanto vistámonos con toda la armadura de Dios, porque nosotros navegamos un mundo conflictivo, un mundo de oposición, navegamos un mundo donde el diablo tiene agarradas todas las bendiciones de Dios y no las suelta a menos que un poder mayor no lo obligue a soltarlas. Y ese es el poder del Espíritu Santo que está dentro de ti. Tu no podrás recibir y ser bendecido y bendecir a otros, hasta que tu no neutralices ese gigante que se para frente a ti y dice, no puedes tener acceso al poder de Dios.
Pero cuando tu tienes la palabra mágica, tu le dices, apártate en el nombre de Jesús y puedes pasar y entrar y comer de la mesa y beber de esas aguas profundas que Dios te ha concedido y todo eso tú lo puedes saber por medio de la mente de Cristo Jesús.
Ni mi palabra ni mi predicación fue con palabra de humana sabiduría sino con demostración del espíritu y de poder para que vuestra fe, esta es la culminación de todo, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres sino en el poder de Dios. ¡Aleluya!
Gloria al nombre del Señor. Mentalidad racional, natural y mentalidad sobrenatural. ¿Cuál de las dos tu quieres tener en tu vida? ¿Cuál de las dos tu quieres adoptar? Hay que pelear, hay que batallar por eso, hay que romper estructuras anquilosadas en la mente. El mundo se ha encargado de erigir un edificio petrificado que está en nosotros que impide que el poder de Dios pueda fluir a través de nosotros. y yo le pido al Señor, Padre, destruye toda estructura que se levante contra el espíritu de Jesucristo.
El Apóstol Pablo habla de derribar todos los argumentos que se levantan contra Jesús y tenemos que derribar el gigante de la razón mal dirigida que está agarrando Nueva Inglaterra, esta nación y todo el mundo occidental impidiendo que el poder de Dios se manifieste en esas naciones. El diablo se ha atrincherado y ha erigido una estructura intelectual, racional, materialista que impide que el hombre moderno pueda entrar en comunión con Dios, Dios quiere que el hombre moderno tenga contacto con él.
Dios no quiere destruir la humanidad pero se necesita una iglesia que ejemplifique el poder de Dios. Una iglesia que pueda moverse en el poder de Dios y decirle y oponer a ese modelo racionalista, materialista, la realidad y la vida de Dios y decir, miren hacia acá, miren a Dios reflejada en la vida de esta comunidad, miren el amor de Dios, miren la misericordia de Dios, miren la redención de Dios, miren el Dios transforma, el Dios que levanta, el Dios que coge lo humilde y lo pone a habitar en lugares de reyes, mire a Dios que coge al hombre egoísta y lo convierte en un hombre que ama y que perdona y que comparte.
Y cuando el mundo vea ese Dios sanador, libertador, restaurador, transformador, obrando en nuestras vidas, el mundo dirá, hay otro modelo, hay otra alternativa a la razón que me mata y me seca y me corrompe y destruye la imagen de Dios en mí, va a querer ese pan que nosotros estamos comiendo.
Quiera el Señor que esta comunidad, cada uno de nosotros, podamos comer del pan de vida que es Cristo Jesús, comer de su cuerpo, beber de su sangre y salir revitalizado para enseñarle al mundo otro modelo de vida.
Reciba en el nombre de Jesús en esta mañana, reciba gracia de Dios, reciba el reto de la palabra de Dios. Póngase de pie, adore al Señor. Póngase de pie y dígale, Padre, cambia mi mente, transforma mi mente, transforma mi manera de ver las cosas, transforma mi manera de computar el mundo, de procesar la realidad que yo habito y cambia mi plataforma, hazla más grande, más ancha, más profunda, más larga, más compleja, más abarcadora en el nombre de Jesús, yo declaro la mente de Cristo.
Di conmigo, yo recibo la mente de Cristo, el poder de Dios, la realidad del espíritu, los misterios de Dios dentro de mi vida y le pido al Espíritu Santo que me llene, me bautice y me transforme. Renuncio a la mente del mundo y recibo la mente de Cristo, el poder de Dios, el poder del Espíritu Santo en mi vida.
Denle gracias al Señor. Amen. ¡Aleluya! Gloria al nombre de Jesús. Gloria al nombre de Jesús. Mente sobrenatural, mente sobrenatural, eso es lo que Dios quiere para su pueblo. La vida llena del espíritu.
Pueblo de Dios, Dios no te ha llamado solamente a ser un pueblo de teorías, enseñanzas, doctrinas, formalidades, programas, sistemas, todo eso es muy bueno, pero si esa la base, el fundamento de tu experiencia con Dios, estás comiendo la cáscara y echando a un lado el fruto mismo. Cambia tu forma de pensar, cambia el orden de las cosas. Pídele al Señor que te de experiencias en la noche, pídele al Señor que te de revelación, pídele al Señor que el fruto de su espíritu y el don de su espíritu se manifiesta en tu vida. Pídele a Dios que te de poder sobre tus enfermedades, tus neurosis, tus ataduras. Pídele al Señor que te de tus propias historias y testimonios de poder, intervenciones poderosas del Dios que te va a permitir cruzar el río en seco, que abrirá el mar delante de ti, que derrotará al ejército de faraón, que te dejará libre para salir del desierto y entrar a la tierra prometida de Dios, en el nombre de Jesús recibe la mente de Jesús, el poder de Dios, la mente sobrenatural, la actitud sobrenatural, eso es lo que queremos, un pueblo de poder, un pueblo pentecostal, un pueblo del espíritu, un pueblo hambriento para la llenura del poder de Dios, un pueblo que sepa dónde ir a comer y a beber en las aguas del espíritu, que aunque no sea demasiado atractivo según los esquemas estéticos del hombre pero que tenga la belleza de la creatividad de Dios dentro de él o de ella, en el nombre de Jesús declaramos vidas de poder, vidas de transformación, vidas que ejemplifiquen la llenura y la realidad el poder de Dios. Gracias, Señor. Gracias Jesús, te adoramos, Señor, te bendecimos. Gloria a Dios.
De paso, el pasaje es Juan 9 así que para los que quieran estudiarlo más a fondo. Gracias Señor, te adoramos y te bendecimos, Padre. Gracias. Amen.
No te quedes en la religión formal
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Quiero compartir con ustedes un pasaje de la Escritura. El domingo pasado de hecho, tuvimos al pastor Gilberto Sámano, ¿se acuerdan? Que nos habló de la vida del Espíritu Santo y estamos, continuamos con eso. él habló acerca de por qué es importante el Espíritu Santo y ciertas áreas en que es importante. Y como le decimos, mire, yo no sé, el Señor nos mantiene en ese tema y han venido otros temas, claro que sí, pero yo quiero continuar como, yo siento del Señor que tenemos que sellar esta iglesia con la doctrina del Espíritu Santo, tenemos que sellar a cada uno de nuestros hermanos. Yo te estoy hablando a ti, y a ti, y a ti, y a mí con respecto a la importancia de vivir en el espíritu, de vivir una vida llena del Espíritu Santo. Quiero hablarle a usted hermano, de que la vida cristiana es una vida llena del Espíritu Santo.
Les decía no se si les llegué a decir que me invitaron a hablar en el Gordon College, una escuela que yo tanto aprecio y que amo a esa universidad cristiana y me invitaron a hablar acerca de la vida llena del Espíritu Santo porque hay inquietud en el pueblo de Dios, hay necesidad en el pueblo de Dios, estamos concientes de que no podemos vivir sin la llenura del Espíritu Santo, sin el poder de Dios.
Y yo quiero animar a mis hermanos a cambiar de programa y a darnos cuenta más y más. Yo tengo que yo mismo refrescarme continuamente con esa enseñanza y con esa práctica. Así que yo le pido en el nombre de Jesús este mensaje es para ti, para cada uno de ustedes y vamos a continuar hablando.
Cuando yo estuve predicando en la iglesia Barbara Anne Rossler allá en Puerto Rico, tuve que resumir de lo que he estado predicando aquí en estas semanas y meses y entonces configuré de una manera diferente estas predicaciones sobre el bautismo del Espíritu Santo porque era mucho menos tiempo que tenía y Dios me dio nuevo material y siento que es bueno que lo comparta con ustedes para continuar apertrechando eso. Yo quiero que cada uno de nosotros nos preguntemos, estoy yo seguro que estoy lleno del Espíritu Santo, que soy bautizado en el Espíritu Santo, y que vivo en intimidad con el Espíritu Santo. Y si no, sigamos buscando, vamos a estar orando por ustedes, vamos a estar imponiéndole manos, vamos a estar haciendo todo lo que esté de nuestra parte para entrar en esa dimensión de la vida del espíritu.
Pero hoy yo quiero hablarles específicamente acerca de la diferencia entre la religión meramente formal y externa y la religión del espíritu. La religión estéril, formalista, y la religión del espíritu, ¿qué caracteriza a cada una de esas dos religiones o de esas espiritualidades? Es posible ser una persona muy religiosa y temerosa de Dios pero vivir en una modalidad estéril, farisaica o simplemente superficial, y no tener esa comunicación directa con el espíritu de Dios. Y por otra parte es posible vivir una vida vital, refrescante, viva que refleje esa relación con Dios, con el espíritu de Dios. ¿Cuáles son las diferencias y qué nos dice la Biblia acerca de eso, y cómo podemos entrar en esa dimensión de vida?
Así que pon mucha atención porque yo sé que eso te va a ser de mucha utilidad. Y yo veo estas verdades que voy a hablar reflejadas en un pasaje que se encuentra en Juan, Capítulo 4, un pasaje muy conocido, es el pasaje donde Jesús se encuentra con la mujer samaritana. ¿Cuántos han oído ese pasaje antes o lo han leído? Mucha gente ¿verdad? Ok, déjenme refrescarles la memoria, voy a simplemente saltar algunos versículos y luego continuaremos.
Versículo 7, Juan 4, dice, “... Vino una mujer de Samaria.... –que bueno, tenemos ahí en la pantalla-...... Vino una mujer de Samaria a sacar agua – de paso, antes de continuar. Esta mañana venía manejando hacia la iglesia y vi a un hombre parado en la estación de autobuses o parado en una parada de autobuses en la calle Broadway en Summerville. Este hombre tenía como unos treinta y pico de años, un hombre afro americano, se veía afro americano, bien elegante vestido con su traje varonil, y tenía una tremenda Biblia marrón en su mano. Y guau, eso fue de bendición para mí, porque digo qué lindo que este hombre tan varonil, tan elegante, pero anda con su Biblia en la mano dando testimonio en público. Todo el mundo que pasaba por la Broadway que es una calle con mucho tráfico, podía ver a ese hombres mientras esperaba, porque evidentemente iba a la iglesia. Estaba dando un mensaje con eso. Qué bueno es que nosotros traigamos nuestra Biblia a la iglesia, ¿verdad?
Por eso cuando vi aquí arriba, eso es bueno tener eso, pero eso no es sustituto para que nosotros traigamos nuestra Biblia. Amen. Traiga su Biblia a la casa del Señor. Un soldado no sale a la guerra sin su arma, nosotros nuestra arma es la Escritura, si vamos a la iglesia, traigan su Biblia porque usted va a entrar en diálogo de alguna manera, si en su iglesia se predica, es que también tener la Biblia en la mano, traerla a la iglesia es como algo simbólico, es como que yo soy un hombre, una mujer de la palabra y cuando voy a la sinagoga, quiero llevar mi palabra, quiero llevar mi Biblia conmigo. Eso es lindo porque refleja esa intimidad. Tenga su Biblia, el hombre de Dios, la mujer de Dios es una persona de la Escritura, no puede falta la Biblia en nuestras vidas diariamente. Así que les animo, eso está gratis, ese sermón eso es gratis.
Juan 4:7, “....Vino una mujer de Samaria a sacar agua y Jesús le dijo, ‘Dame de beber’, pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer....”
Saltemos entonces, bueno la mujer le pregunta “... ¿Cómo tu siendo judío me pides a mí de beber que soy mujer samaritana?.... -Porque judíos y samaritanos no se trataban entre sí.- ..... respondiendo Jesús le dijo, ‘Si tu conocieras el don de Dios y quién es el que te dice, dame de beber, tu le pedirías y él te daría agua viva’....”
En otras palabras, el que está delante de ti es tan poderoso que en vez de él pedirte a ti, tu le tienes que pedir a él agua viva que es diferente.
“... Y la mujer le dijo, ‘Señor, no tiene con qué sacarla’.... – ella todavía está entendiendo puramente literal las palabras de Jesús,- .... no tienes con qué sacarla y el pozo es hondo, ¿de donde pues tienes el agua viva, acaso eres tu mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados?’, respondió Jesús y le dijo ‘cualquiera que bebiere de esta agua... –es decir, del agua del pozo, física- .... volverá a tener sed, más el que bebiere del agua que yo le daré no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré será en él o en ella una fuente de agua que salte para vida eterna...’
El Señor sigue estableciendo este contraste entre agua física y el agua espiritual que él da.
Entonces la mujer le dice, la mujer no era tonta, dice “... Señor, dame esa agua para que no tenga yo sed ni venga aquí a sacarla’.... – ella todavía está pensando que él tiene una medicina especial, un agua ahí rara que le va a quitar la sed, ella no entiende todavía espiritualmente lo que le está hablando. - ... Jesús le dijo ‘ve, llama a tu marido y ven acá’, y respondió la mujer y dijo, ‘no tengo marido’, Jesús le dijo ‘bien has dicho, no tengo marido, porque 5 maridos has tenido – guau, esta mujer era una veterana. ¿Cuántos conocer a Yaya Gabor que tuvo como no sé cuántos matrimonios. Eso le va a decir a usted cuántos años yo tengo aquí sobre la tierra, Elizabeth Taylor también, ciertamente.
“.... porque 5 maridos has tenido y el que ahora tienes, no es tu marido, esto has dicho con verdad...”
Esta mujer vivía una vida un poco suelta, libre, inmoral. “... Le dijo la mujer, ‘Señor, me parece que tu eres profeta...”
Gracias a Dios que no trató de esconderse. ¿Cuántos cuando nos señalan nuestras cosas tratamos de esconder nuestros pecados y nos ofendemos y nos ponemos medio arisco. Ella bajó la cabeza y reconoció que él tenía razón.
“..... me parece que tú eres profeta. Nuestros padres adoraron en este monte y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar... – recuerden que ella es samaritana y está hablando de los judíos - .... y vosotros decís que es en Jerusalén donde se debe adorar.....”
Los samaritanos creían que la capital verdadera de la religión judaica estaba en su terreno. Los judíos decían, no, es en Jerusalén y había controversia entre ellos dos.
“... entonces Jesús le dijo, ‘mujer, créeme que el ahora viene cuando ni en este monte -Samaria- ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no sabéis porque nosotros adoramos lo que sabemos,... –es decir, los judíos- ..... porque la salvación viene de los judíos, más la hora viene y ahora es cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es espíritu y los que le adoran en espíritu y en verdad es necesario que adoren’. Le dijo la mujer, ‘sé que ha de venir el Mesías llamado el Cristo, cuando él venga nos declara todas las cosas’. Jesús le dijo, ‘yo soy, el que habla contigo’...”
Gloria al Señor. Vamos a dejarlo hasta ahí, pocas veces, de paso, el Señor se reveló tan claramente a una persona, muy pocas veces fue él tan abierto en su ministerio en decirle, ‘yo soy el Mesías, el que está hablando contigo’, muy lindo ese pasaje.
Ahora permítame volver a desarrollar el punto que les planteé al principio. ¿Cuál es la diferencia entre una religión formal, fría e inefectiva y una religión vital, poderosa, transformadora, llena de vida? ¿Cuál de esas dos religiones le gustaría a usted? ¿Cuántos les gustaría tener la primera religión, la fría, la formal y la inefectiva. Levante su mano. Tengo un buen psiquiatra que le puedo recomendar enseguida.
¿Cuántos les gustaría tener esa religión vital, poderosa y transformadora? Amen. Eso es lo que nosotros tenemos que estar buscando. Yo le voy a ayudar dándole un mapita de cuáles son las diferencias entre esas dos.
Para entender la vida en el espíritu primero hay que entender lo contrario, la vida meramente formal, religiosa. La diferencia yo la voy a resumir en un par de palabras solamente. La diferencia se puede resumir en el contraste entre lo externo y lo interno. La religión formal, fría inefectiva tiene una orientación hacia fuera, hacia lo externo.
Mientras que la religión poderosa, transformadora, vital tiene una proyección hacia adentro, es desde adentro. Esto es una simplificación pero yo creo que se aplica muchísimo.
Otra cosa, la religión inefectiva tiende a ser mecánica, robótica, cuadrada, torpe en sus movimientos y en sus enseñanzas y en sus decisiones, mecánico. Es decir, es algo más bien, no tiene vida. Mientras que la religión del espíritu tiende a ser una religión orgánica, como el cuerpo. Es la diferencia entre un robot y cuerpo humano. Un robot se mueve con movimientos torpes porque está hecho por hombres mientras que el cuerpo humano es totalmente fluido, se mueve, los dedos tienen articulaciones, la muñeca une el antebrazo con la mano y todo está pegado perfectamente y fluye todo. Hay vida. No hay una parte, usted no ve las costuras entre un pedazo y otro sino que todo está perfectamente unido y conectado en una manera orgánica.
Eso es lo que yo quiero mirar aquí en este pasaje, porque todo esto yo lo veo aquí en este pasaje y en un par de otros pasajes que no sé si voy a tener tiempo, más adelante. Entonces, lo religioso está orientado hacia fuera, lo espiritual reside en lo de adentro. Lo religioso es robótico, rígido, cuadrado. Lo espiritual es orgánico, fluido, redondeado.
Cuando en el Nuevo Testamento se habla de la vida en el espíritu, usted sabe que el Apóstol Pablo habla muchas veces de vida en el espíritu le está hablando, recuerde, a judíos sobre todo, y a gente de las religiones greco romanas que solo conocían una religión externa, hacia fuera. Todo eran orientado hacia los templos, hacia las cosas de afuera, los rituales, todo este tipo de cosas. Y entonces necesitaban enseñanza de que el cristianismo era algo diferente. El cristianismo representaba una forma diferente de los hombres relacionarse con Dios.
Mire la diferencia por ejemplo entre cómo era el judaísmo, para que usted vea el contraste con el cristianismo. En el judaísmo había que ir al templo para encontrarse con Dios, uno tenía que tomar su sacrificios y una vez al año llevarlo al templo y allí era donde se suponía donde residía la presencia de Dios, en ese lugar santísimo. Era algo hacia fuera, había que ir a ese lugar externo para encontrarse con Dios.
En segundo lugar, había que ejecutar ritos externos, había que matar corderos, había que prender velas, había que entrar en lugares especiales y consistía en una cantidad de ritos, la levadura que había que buscar en las despensas y todo esto era ritual. Si usted mira las religiones que no tienen una relación vital con Dios dependen mucho de rituales, de apariencias externas, de cosas externas como para recordarle a la gente que Dios está en ese lugar, y si no están llenos de aparato y cosas la gente se siente como que no están entrando en comunión con Dios.
Mientras que la persona que tiene la vitalidad del Espíritu Santo dondequiera puede tener un encuentro con Dios, dondequiera sienta la presencia de Dios, aún en un tapón a las cinco de la tarde en la ruta 93, ahí puede sentir la presencia de Dios.
En tercer lugar, la religión externa judaica dependía de intermediarios humanos. Se necesitaba ese sumo sacerdote que llevara a la gente, que una vez al año entrara al lugar santísimo para ofrecer por los pecados del pueblo. El sacerdote lo hacía todo. La gente simplemente traía sus cositas y se las depositaba al sacerdote para que él se encargara de estar en la presencia.
Recuerda lo que le dijeron los judíos a Moisés cuando la presencia de Dios estaba en el monte y había truenos y rayos y todo, ellos le dijeron a Moisés, no nos mande que vayamos allá, ve tú y represéntanos a nosotros, nosotros nos vamos a quedar aquí, y que el rayo te parta a ti pero nosotros vamos a estar aquí tranquilos y vamos a ver qué pasa. Buena suerte, Moisés.
Había una desconexión entre Dios y el pueblo. Los intermediarios eran... y cuántas veces usted ve eso en las religiones que no son como el cristianismo hay una serie de especialistas que son los que conectan a la gente con Dios. Pero en el Evangelio usted se supone que tenga su conexión directa con Dios. Amen. Usted no me necesita a mí para tener diálogo con Dios, hermanos.
Yo creo que la madurez, mientras uno más maduro se pone en la fe uno es más capaz de procurarse su propia comida. Ahora, eso no quiere decir que no nos congreguemos porque hay algo especial cuando el pueblo de Dios se congrega y compartimos esta comunión preciosa. No somos llaneros solitarios tampoco. Pero se supone que usted tiene una relación directa con el Padre. Amen.
El Espíritu Santo está dentro de usted. Usted puede ir directamente, dice, ‘... acerquémonos confiadamente ante el trono de la gracia por ese camino nuevo y vivo que Cristo abrió a través de su muerte...’
Es decir, la vida espiritual viva no depende de ni un hombre, ni de un grupo de diáconos, ni de nadie. Usted directamente siente esa confianza y esa seguridad para ir ante el Padre, y usted sabe cómo buscar lo que usted necesita. Amen. Usted sabe cómo procurar en el nombre de Jesús su sanidad. Usted sabe cómo buscar cuando un demonio quiere hacer daño en su familia o en su vida, cómo descabezarlo en el nombre de Jesús porque usted tiene relación directa con Dios, usted conoce la palabra de Dios, usted tiene intimidad con Dios.
Mientras que la religión religiosa, todo es alrededor de intermediarios y de gente y de relaciones y de programas, y todo esto, en vez de directamente un cable que te une directamente al trono de Dios continuamente.
Otra cosa también, número cuatro, Dios se veía como que estaba afuera y no dentro del individuo. Ya he señalado eso pero es bien importante que yo aísle eso. En el Evangelio Dios dice que él morará dentro de nosotros. El Señor Jesucristo le dijo a sus discípulos, mire, conviene que yo me vaya, porque antes yo estaba con vosotros, pero ahora voy a estar en vosotros. El Espíritu Santo estará en vosotros. El Señor dice en Apocalipsis, ‘yo estoy a la puerta y llamo y si alguno escucha mi voz y abre la puerta yo entraré a él y cenaré con él y él conmigo.’ Gloria al Señor.
Sabes que tu puedes desayunar, almorzar y cenar con Jesucristo todos los días. Puedes tener un banquete con Cristo todos los días porque él está dentro de ti y él ha dicho yo quiero tener intimidad contigo. Una cena es la cosa más íntima que uno puede tener con una persona, y sobretodo dentro de uno. Ya la vida cristiana no es acerca de ir a encontrarse con Dios en la iglesia. Olvídate de eso. Dios está contigo, tu vienes con Dios a la iglesia y tú eres un templo del Espíritu Santo. Dios habita dentro de ti.
¿Saben qué? El domingo pasado se me ocurrió eso, que la adoración cristiana es una adoración donde muchos templos pequeñitos vienen a un templo grande para encontrarse y adorar a Dios desde su templo espiritual. Aquí hay ahora mismo cientos de templitos adorando al Señor desde su templo, desde lo que tú eres. El Espíritu Santo está habitando contigo y todos nosotros hacemos un gran templo místico espiritual dentro de este templo físico. Gloria al Señor por su insondable sabiduría.
Entonces, Dios no está afuera sino que está adentro de nosotros. Y finalmente, la religión religiosa, formal es una religión de leyes, de mandamientos, de cosas que hay que hacer por fuera, todo el tiempo hay que estar apaciguando a ese Dios insaciable y ofreciendo sacrificios y cosas y haciendo promesas y prendiendo velas y dando dinero para esto, y poniendo el santo boca abajo para que haga algo. Es continuamente esta cuestión de manipular, de leyes externas, como los fariseos. Cantidad de cosas que tenían que hacer para asegurarse de que Dios estaba contento con ellos.
Mientras que en el cristianismo no es así. En el cristianismo hay una relación personal con Dios. Dios escribe su ley dentro de su corazón, dice su palabra, dentro de tu corazón y habita allí.
Entonces todo esto está ilustrado aquí en este pasaje de Jesús con la mujer samaritana. Vemos en el diálogo entre Jesús y la mujer samaritana un contraste entre esa religión del Antiguo Testamento, la mujer samaritana todavía está en el Antiguo Testamento. Ella es un personaje que vive todavía en el Antiguo Testamento.
Sus personajes son Jacob, y los padres del judaísmo, porque los samaritanos eran una mezcla de judíos y de paganos. Era una mezcolanza tremenda en su religión, pero reconocían muchas de las cosas del judaísmo. Entonces, esta mujer todavía está plantada su pie en la religión externa, la religión institucional y Cristo quiere traerla a lo que él representa: un nuevo pacto, una nueva forma de ver a Dios, un nueva forma de relacionarse con Dios.
Y de paso, déjenme decirle esto, hermanos, cuando yo hablo de religión formal, religión institucional externa, yo no me estoy refiriendo a una denominación. Sabe que es posible ser pentecostal y carismático y vivir en la religión formal, religiosa externa. A nosotros los pentecostales y los carismáticos nos encanta tirarle piedras a los evangélicos que no son pentecostales y carismáticos, y decimos, ellos son religiosos, ellos no tienen el Espíritu Santo, ellos no saben adorar, esto y lo otro.
Pero mire, déjenme decirle, es posible uno ser carismático pentecostal y no tener experiencia con el poder verdadero de la vida en el espíritu. La religión carismática pentecostal puede ser tan religiosa y tan estéril como la religión que no tiene el Espíritu Santo, se lo digo, por experiencia y por lo que yo he observado.
De la misma manera, uno puede en muchas ocasiones no moverse necesariamente en una denominación pentecostal carismática y ser lleno del Espíritu Santo y vivir una vida de relación con Dios. Yo veo mucha gente en las iglesias carismáticas pentecostales que creen que tienen pero no tienen y todos necesitamos buscar más de eso, tenemos que cuestionarnos continuamente. ¿Vivo yo esa vida llena del Espíritu Santo? ¿Vivo yo esa vida que rebosa vitalidad con Dios?
Mire, cómo se da este diálogo, ya estoy entrando en la segunda mitad de todo esto que quiero ya arropar en un momentito. Mire cómo se da ese diálogo entre Jesús y la mujer samaritana y lo que revela.
Vemos este contraste entre el viejo sistema y el nuevo sistema. El Señor comienza usando una imagen que es muy cercana a ella, el agua. Ella ha venido desde su aldea a buscar agua a este pozo central donde toda la comarca se aprovisionaba de agua. Entonces el Señor aprovecha esa imagen del agua para entablar un diálogo con ella. El agua representa vida, ¿si o no? No puede haber vida sin agua. El agua es el elemento más importante para que haya vida y es un elemento que simboliza vitalidad, refrescamiento, sanidad, vida, todas estas cosas están simbolizadas en el agua.
Y el Señor observa a esta mujer mientras él espera que sus discípulos regresen porque fueron a comprar comida al supermarket de la ciudad y era una larga caminata. Mientras él está, yo me imagino al Señor sentado en algún sitio por ahí mirando así, llega esta mujer con su lata y en este caso era una tinaja, y él la está observando y ella coge y mete el agua con mucho trabajo, me imagino que amarró el envase y entonces lo baja y tiene que jalar esa pesada vasija con agua, y el Señor la está mirando y proféticamente él sabe su vida, él sabe el drama que hay detrás de esta mujer, sabe su vida y milagros, todas sus cosas.
Y él dice, mira aquí un candidato para yo enseñarle quién soy yo y sanarla. El Señor quiere tener relación con nosotros. No importa cuál sea nuestra condición. Entonces él se acerca a ella y le dice, ‘mujer dame de beber’. Y ella se sorprende porque él es un judío y es un hombre evidentemente educado, y le dice, ‘¿Cómo tu, siendo judío, me pides a mí? Se sorprende ella. y entonces el Señor le dice, ‘mira mujer, si tu superas quién es el que te dice, dame de beber, tu le pedirías a él y él te daría agua que es diferente a esa agua.’
El agua del pozo era un agua estática, estaba allí muerta, y uno metía una lata y sacaba agua de ella. el Señor quería darle otro tipo de agua, un agua viva, un agua que corriera de adentro. Ella tenía que venir a ese pozo a sacar el agua. Como la gente que está en la religión aunque sea evangélica muchas veces tiene que ir a la iglesia para que le den una inyección de religión para sentirse como que está cerca de Dios pero desde que sale por la puerta, ya comienza a desinflarse otra vez y a secarse. Ya viene arrastrándose el domingo a duras penas para que el pastor vuelva a llenarlo de espiritualidad. Y así se pasa la vida: agua externa. Tenemos que ir al pozo a buscar agua.
Y Cristo dice, ‘mira, yo quiero que tu vivas con el agua corriendo dentro de ti.’ Dios quiere, hermano, que tu vivas en una relación con Jesús, que él te pueda dar el agua que tu necesitas. La religión solo nos puede dar satisfacción por un ratito mientras está dando el pastor a la manigueta y pasando los monitos y las cosas entonces uno se entretiene, se hipnotiza y uno se siente evangélico. Pero después ya cuando pasó el show como que volvemos otra vez a desinflarnos. No hay poder.
Y Cristo quiere que su persona, el Espíritu Santo que al tener una relación con él, al orar, al buscar su rostro continuamente, al tener una vida vital, esa agua esté continuamente corriendo dentro de nosotros. No es el agua externa de la religión, de la iglesia, sino el agua interna de una vida íntima con Dios. Entonces agua interna es lo que Dios quiere para nosotros, no agua externa.
Número dos, el agua externa tiene efectos temporeros solamente. Cuando usted bebe agua al ratito tiene sed otra vez, y el Señor dice, ‘mira, yo quiero darte algo que te satisfaga.’
Yo creo que la persona que hay tenido una relación íntima con el Espíritu Santo y con la vida vital, aunque pase como dice la Biblia por valles de sombra de muerte, siente que Dios está con él o con ella. Hay una intimidad que uno siente continuamente. Puede haber en la superficie de tu vida puede haber tiempos difíciles porque los hay, por qué mentir. Puede haber dificultades, pero uno como que sabe en lo hondo de su ser, yo soy un hijo de Dios, Dios está trabajando en mi vida. Dios está conmigo, Dios me va a sacar adelante y usted continúa su vida cristiana y usted sabe que el Señor está con usted. Y eso le da una paz que no permite que usted se desplome, que no permite que usted ceda a la ansiedad o a la depresión crónica, que no permite que usted ande como una oveja sin pastor, desorientado y neurótico.
El cristiano padece pero el padecer del cristiano que tiene una experiencia con Cristo es un padecer diferente. No es el padecer desgarrador y destructivo y deformador, y debilitante de la persona que no tiene a Cristo. Esa persona tiene una corriente de agua que corre secretamente y le va suavizando sus padecimientos. Muchas son las aflicciones del justo, dice la palabra, pero de todas les sacará el Señor.
Ahora, nosotros sufrimos y padecemos pero no padecemos como los que no tienen a Cristo. Tenemos esa agua refrescante que corre continuamente dentro de nosotros. no es ese estar secos un tiempo y contentos otro tiempo. No, nosotros somos como el camello tenemos una totuma ahí con mucho agua que nos va refrescando continuamente en medio del desierto. Hay una diferencia en eso ¿no?
Entonces la religión solamente llena a la gente por un momento y después viven vidas separadas y neuróticas y tienen que volver otra vez a sanarse y el pastor a imponerle manos y volver entonces a sentir el espíritu de Dios. No, el cristiano está continuamente sanado y ministrado por esa agua que no permite que nos sintamos secos.
En tercer lugar, el esta mujer sacar agua requiere un esfuerzo tremendo. Imagínese caminar kilómetros quizás para llegar a este pozo y sacar agua y ponérsela en la cabeza y volver a su aldea. Que trabajo tan grande, y hacer eso varias veces por la semana seguramente, sino todos los días. Mucho esfuerzo.
Y Cristo dice, ‘mira,’, él está hablando simbólicamente en el espíritu, ‘el agua que yo te quiero dar es un agua que va a fluir de ti’.
Tu vas a ir como hoy hacemos nosotros a la cocina y bum, tu abres la llave y ahí está el agua. Que bueno es cuando usted abre su refrigerador y puede meter el vasito en ese tubito y coger agua fría, agua fresca, agua filtrada. Hoy en día nosotros damos eso por sentado, pero no era así en aquel tiempo.
Entonces, Cristo dice, ‘mira, yo quiero poner el agua dentro de tu vida y que no requiera tanto esfuerzo sacarla’.
Yo creo que eso es uno de los problemas con la vida religiosa, cuánto trabajo le cuesta a la gente sentir la presencia de Dios. Y cuan escaso es. Y muchas veces uno tiene que hacer tantas cosas para sentir la presencia del Señor.
El judaísmo estaba lleno de cositas pequeñitas que había que hacer, y esto y lo otro. Y la religión sin Cristo, sin el poder de Cristo es así, aún hay espiritualidades cristianas que son llenas de esfuerzo y de trabajo y la gente no recibe de Dios lo que necesita porque no saben cómo comunicarse con Dios y tienen que estar continuamente....
¿Cuántos cristianos hay, por ejemplo, que tantos mandamientos y tanta cosa? Por eso es que yo digo, hay grupos religiosos que el vestido, y la medida, y no digo que eso no sea importante pero también se puede exagerar mucho, de un lado o del otro. Pero que el largo del cuello, y que si se pone arete uno, y cuán alto puede ser el moño o no, y si nos teñimos el pelo, si usamos barba, y todas estas cosas. Trabajo, esfuerzo.
Mientras que la persona que tiene una relación personal con Jesucristo, vital, sabe que la vida espiritual no depende de esas cosas, porque estamos en una relación diferente con un Dios que ahora se relaciona con nosotros como un padre se relaciona con un hijo. No quiere decir que no haya momentos de tensión entre el padre y el hijo. No quiere decir que el padre no tenga mandamientos con su hijo, pero hay una relación de confianza. Si se le perdieron las llaves del carro al hijo, él no se queda afuera en la calle durmiendo ese día porque no se atreve a decírselo a su papá. No, va donde su papá y le dice, mira, se me perdieron las llaves. Y el papá quizás le da un pequeño sermoncito pero consigue una respuesta y ya todo se arregló. No hay esa cuestión de esterilidad. Hay una naturalidad que en la vida cristiana que tiene una relación personal con Jesucristo, que es tan importante en ese sentido.
Otra cosa también, la vida espiritual, llena del Espíritu Santo es muy diferente en este sentido que la vida religiosa es una vida de enemistades y de controversias, mientras que la vida espiritual cristiana es una vida de gracia y de misericordia para con los demás.
Déjenme explicarles un poquito más. Mire el mundo ahora mismo cuántas pugnas religiosas hay en el mundo. En el islamismo ahora mismo hay tantas luchas entre chiítas y sunitas, se matan unos a otros continuamente. Y ahora traigamos eso al cristianismo. En el siglo XVI y XVII se dieron en Europa algunas de las guerras cristianas más terribles que usted se puede imaginar. Murieron cientos de miles de gentes cristianos matándose unos a otros. ¿Por qué? Porque era una religiosidad externa. No había una religión del Espíritu Santo era una religión de denominaciones, de creencias, de doctrinas. Desgraciadamente cuando vino la reforma protestante, también vino una pugna religiosa tremenda de doctrinas y la gente se mataba por eso. Porque el cristianismo debe ser acerca de doctrina, debe ser acerca de relación personal con Jesucristo.
La doctrina viene después del encuentro con Dios, recuerde eso siempre. Y hay mucha gente cristiana que cree que primero es la doctrina, la enseñanza, todo eso y después el encuentro con Dios. a la gente hay que facilitarle un encuentro con el Espíritu Santo y cuando están curados con el Espíritu Santo entonces se les debe enseñar cómo relacionarse con Dios y con el Espíritu Santo. Nosotros estamos continuamente poniendo la carreta en frente del caballo y lo que estamos creando muchas veces en las iglesias son gente con una cabeza inmensa, llena de doctrina y de teología y de enseñanza religiosa, pero con poca experiencia de la presencia de Dios. y por eso entonces, están continuamente tirándose piedrecitas unos a otros.
Esta mujer le dice a Jesús, ‘Señor, nosotros decimos que es aquí donde se debe adorar a Dios y ustedes dicen que es allá en Jerusalén’. El Señor le dice, ‘mira, aparte de todo eso, viene el día en que los verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad, no se tratará de un templo, otro por aquí, que un monte allí, que ir allá a hacer una promesa. No, la presencia de Dios va a estar en el espíritu dentro de uno.’
Usted ve, cuando un cristiano tiene ese sentido de la presencia de Dios, tiene un discernimiento tremendo y le da gracia a los demás. Mire la pugna, por ejemplo, quiero hablar acerca de los evangélicos también, los cristianos, en Irlanda se han matado miles y miles de católicos y protestantes, luchas armadas, terribles. ¿Por qué? Porque no hay un verdadero discernimiento de la vida del espíritu. Es vida religiosa, es vida de doctrina, gente que no ha tenido un encuentro directo con el espíritu de Dios y por eso se matan unos a otros, porque la persona que tiene una experiencia con el Cristo de amor y de misericordia, con el Cristo vivo nunca va a matar, nunca va a oprimir, nunca va a explotar a otro. Eso yo lo puedo decir con toda confianza.
En este país por qué esclavizaron al negro, por qué hubo tantos años de esclavitud y de opresión contra seres humanos. Porque era una religión cultural, una religión donde la gente no se le predicaba la palabra de Dios, una religión simplemente religiosa, valga la redundancia. Donde hay un entendimiento de la persona de Jesús, las enseñanzas de Jesús yo no veo jamás que se pueda esclavizar u oprimir o matar a una persona o torturarlos como hizo la inquisición en el siglo XV y XVI en España, porque no hay un entendimiento de la palabra de Dios, no hay un entendimiento del Espíritu Santo.
Por eso, hermanos, nosotros tenemos que renovar continuamente nuestro entendimiento del espíritu de Dios para no estarle tirando piedras a los otros porque no hacen lo mismo que nosotros hacemos, porque no practican las cosas exactamente como nosotros las hacemos.
El hijo de Dios es una persona llena de gracia, es conocida por su simpatía, por su sonrisa benévola, por su carácter reconciliador, por su amor por los demás, no por estar simplemente, tu eres esto, tu eres lo otro, yo soy esto, yo soy lo otro. Yo rápidamente puedo saber cuando una persona tiene la vida del espíritu por esa actitud benévola, esa actitud misericordiosa, esa actitud reconciliadora en su corazón. La persona que tiene el espíritu de Cristo tiene ese mismo espíritu benévolo, no está estableciendo diferencias continuamente. Hay una aridez en la religión estéril que se identifica rápidamente y nosotros tenemos que buscar ese respirar del amor de Dios en nuestras vidas. Si no tenemos el fruto del Espíritu Santo estamos bien, bien perdidos.
La vida cristiano espiritual es una vida de reconciliación y de amor y de perdón, y de misericordia, aunque tiene su aspecto también de justicia y de santidad. No sé si me estoy explicando. Pueden decir amen, ¿están ahí todavía? O ya se me durmieron todos.
Ya yo voy cerrando, hermanos. Esto es importante. Lo que estoy tratando de hacer es ayudarlos y a mí también a identificar dónde estoy yo, los puntos de referencia de mi vida.
Otra cosa también, la religión espiritual y la religión externa, la religión estéril, en la religión estéril hay ataduras continuas en la vida de la persona. La religión externa no tiene poder para libertar al hombre de sus ataduras, por eso es que necesita continuamente estar yendo a que lo perdonen y está continuamente con rituales y cosas porque se siente sucio, se siente atado.
¿Cuánta gente atada hay en las iglesias evangélicas? Cuánta gente que tenemos cantidad de cosas que no logramos romper, estamos neuróticos, atados, estamos con ataduras de todos tipos y las tenemos y decimos, bueno, yo me voy a morir así porque no puedo romper esto, no puedo romper lo otro.
Hermanos, yo creo que en la religión vital de Cristo Jesús hay poder para romper cualquier cosa que te esté atando, sea depresión, sea ansiedad, sea rencor, sea baja autoestima, sea heridas del pasado, sea una dependencia de alguna droga o el alcohol o la pornografía o lo que sea, el Señor Jesucristo vino para romper las ligaduras de muerte. Y si nosotros vivimos atados a estas cosas entonces estamos desperdiciando el agua de vida que puede romper estas cosas. No te sometas a nada, como dice el Apóstol Pablo, no me someteré a nada excepto a Jesucristo.
Pero no permitas que nada te esclavice ni te mantenga atado en tu mente. Cualquier cosa que contradiga la paz de Dios y el propósito de Dios en tu vida, señalado, nómbralo y dile, a ti te voy a cortar la cabeza aunque sea dentro de un año o dos años, o lo que sea, pero yo voy en esa dirección. Porque la vida cristiana es una vida de continua restauración, continua transformación, continua renovación. Nos vamos renovando de día en día, dice la palabra del Señor, mirando cara a cara el rostro del Señor nos vamos pareciendo más y más a él cada día.
Entonces, siempre y cuando tu estés creciendo, estés progresando, las ataduras del diablo se estén aflojando en tu vida, haya progreso, haya crecimiento, tu puedes decir, yo estoy donde debo estar. Porque muchas veces la transformación no se da de la noche a la mañana, pero tenemos que ir hacia ella.
Muchos cristianos están patinando en el mismo lodazal toda su vida sin progresar ni una pulgada. El hijo de Dios tiene que ir continuamente yendo hacia adelante si está en la vida del espíritu.
¿Cómo yo veo aquí? Esta mujer estaba atada, su religión no la podía desatar de su vida inmoral, 5 hombres antes con quien había vivido y ahora el sexto, que no era ni siquiera su marido. Una mujer atada. Algunos dicen que por eso llegaba a esa hora del día para estar sola porque las demás mujeres quizás no querían tratar con ella. el Señor siempre tuvo misericordia de esa gente y por eso le dice, ‘mira, yo tengo un agua que te va a limpiar, te va a sanar, te va a romper esas ataduras’.
La Biblia dice que la unción pudre el yugo, dice la palabra del Señor. Esa agua pudriendo esa soga que te está atando y trae liberación a tu vida. Busca liberación en tu vida, no importa cuál sea el área de tu vida en que tu tienes, si Cristo está contigo tu puedes romper toda atadura en todas estas cosas, dice el Apóstol Pablo, somos más que victoriosos. Amen.
Hermanos, que esto sirva para instruirte a ti y a mí. No nos conformemos con decir, oh, yo voy a una iglesia pentecostal, pero ¿está el Espíritu Santo dentro de ti? Esa es la pregunta más bien, ¿está el Espíritu Santo saltando dentro de ti? Hay vida del espíritu, hay gozo, hay discernimiento de la voluntad de Dios en tu vida, hay buenas relaciones entre ti y los demás, hay constancia del sentido de que Dios está conmigo y que yo tengo una relación con él, hay un sentido de independencia de los hombres y de la iglesia y de los pastores Porque tu sabes que tu tienes una relación personal con Cristo y que dondequiera que tu estés, él está allí para resolver tus necesidades y tus problemas. Esa es la vida del espíritu a la cual yo te quiero llamar en esta mañana. Amen.
Recíbela en el nombre de Jesús. Di, Señor, yo quiero eso para mi vida. Yo quiero vivir en la vida del espíritu, Señor. Y ojalá que esta iglesia sea una iglesia siempre donde la presencia del Espíritu Santo se deje sentir, donde mucha gente caliente en el espíritu esté aquí. Que esta no sea una iglesia donde impere el programa, donde impere la formalidad. Tenemos que romper eso, hermanos, en el nombre del Señor, y tenemos que dejar que el espíritu respire en nuestras vidas.
Usted ve, tenemos que dejar de... yo entiendo eso cada vez más y le pido al Señor que me ayudo cada vez más a ser más y más libre en el espíritu. Ayer estuve oficiando en una boda en el norte de Boston, gente muy bien educada, muy apropiada, una iglesia muy formal y cuando íbamos a comenzar yo me sentía tenso. Y saben cómo son las bodas a veces que la gente como que está un poco tensa si va a salir todo bien y Dios me movió a hacer algo que nunca he hecho antes en mi vida.
Imagínese un ambiente así bien formal, y yo dije, Can I hear a praise the Lord. Y la gente se quedó como así de momento. Eso fue antes de comenzar la ceremonia porque yo sentí como del espíritu romper esa tensión que había y entonces la gente como que se despertó y praise the Lord. Y se despertaron un poquito.
Entonces dije, mire una boda es un tiempo para regocijarnos y para celebrar. Es que a veces tenemos que romper el frío. Usted sabe cuando usted mete una botella de algo en el freezer, al ratito hay como una capita que se pone por encima, que se está comenzando a congelar todo, pero esa capita impide que haya movimiento hacia arriba y eso pasa a veces con la religión.
La religión si usted no se cuida, la gente viene a la iglesia domingo tras domingo y es lo formal, el programa, siempre lo mismo. Nos sentamos en el mismo lugar, adoramos de la misma manera, los mismos coros, el mismo movimiento, todo siempre lo mismo y nosotros tenemos que cambiar el programa, hermanos, tenemos que venir a la iglesia a hacer un poquito de desorden de vez en cuando. Amen. Y dejar que el Señor se mueva como él quiere en nuestras vidas y decirle, Señor, ayúdanos a vivir una vida más en el espíritu. Amen.
Póngase de pie, vamos a hacer un poquito de desorden en esta mañana, amen. Alabe al Señor y glorifique. Pasen aquí al frente un momentito, vamos a adorar al Señor. Vengan dos o tres aquí, pase por aquí, salga de su banca y haga un poquito de ¡desorden y movámonos un poquito y venga aquí al frente y dele gracias y diga, Señor, yo quiero ser un hombre, una mujer del espíritu. Dígale al espíritu algo bueno, invite al Señor a moverse dentro de su vida ahora mismo.
Pase por aquí y adore al Señor. Tome un momentito para orar y darle.... vengan bien adelante, venga, si va a venir venga bien adelante aquí. Amen. Y dele gloria al Señor un momentito, aunque sea simbólicamente vamos a romper el orden del servicio y dígala a alguien algo, salude a alguien, venga por aquí, venga... llenen este lugar.
Hermanos, eso es lo que hay que hacer. Esta es la espiritualidad que Dios quiere. Es una espiritualidad viva en el nombre de Jesús. Rompa el espíritu religioso en el nombre de Cristo en esta mañana. ¡Aleluya!