Isaías 40: 1-12

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Quiero dar una bienvenida especial a mi hermano Jim Jorgensen que como suena su nombre no es un latino necesariamente, pero de corazón si es latino.

Jim, pasa por acá. Jim ha sido misionero en la República Dominicana y mi sobrino Johnny que es pastor allá en República Dominicana me lo ha recomendado altamente. Jim ha tenido un ministerio fructífero allí en República Dominicana y es un siervo de Dios que se mueve en el don profético, estuvo varios años con su esposa, que es profesora en una universidad aquí en Albany. Vino este fin de semana a Boston porque su hija comienza su carrera universitaria aquí en Boston. Así que lo hemos invitado para que comparta la palabra del Señor, el ministerio que el Señor le ha dado con nosotros.

Denle un gran aplauso de bienvenida a Jim Yorgensen y si alguien me consigue un segundo micrófono, aquí estamos. Y él habla español, así que vamos a ver si es verdad. Él me dice que habla español. Voy a ver si es verdad.

Amen. Dios te bendiga. ¡Aleluya! para mi es un buen privilegio estar aquí con ustedes. Siento la presencia de Dios muy fuerte aquí y para mi es un placer poder conocer tu iglesia León de Judá y conocer a su pastor Roberto y todo esta gente maravillosa y siento la presencia está fluyendo aquí en Boston. Pero mi estoy aquí como tu pastor te dijo estoy mudando mi hija de Albany a Boston y ella va a estudiar en la universidad Emerson College y nosotros estamos ayudando a ella en eso. Yo recibe mi español de la República Dominicana.

Oremos por él, hermanos.

Y viví allí 93 hasta 99. Vivía primero en un campo. Se llama en Licea Medio de Manal arriba en Licé, cerca de Santiago y los primeros tres años vivía en Santiago y tenía 6 años muy fructíferos para el Señor allá y ahora yo vivo en Albany pero siempre casi 5 veces en un año voy a viajar allá haciendo trabajo en misiones. So, ese es un introducción en español para ustedes y ahora voy a predicar en inglés.

Un aplauso para nuestro hermano. Qué bendición. Good job, man, good job. Praise the Lord. Amen. Amen.

Quiero que vayan a sus Biblias hoy, Isaías Capítulo 40, versos 1 al 12. Voy a leer en español. Dice “consolaos, consolaos pueblo mío, dice vuestro Dios, hablad al corazón de Jerusalén, decidle a voces que su tiempo es ya cumplido, que su pecado es perdonado, que doble ha recibido de la mano de Jehová por todos sus pecados. Voz que clama en el desierto, preparad camino a Jehová, enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios. Todo valle sea alzado y bájese todo monte y collado y lo torcido se enderece y lo áspero se allane.

Y se manifestará la gloria de Jehová y toda carne juntamente la verá. Porque la boca de Jehová ha hablado. Voz que decía da voces, y yo respondí, ‘¿qué tengo que decir a voces?’ Que toda carne es sierva y toda su gloria como flor del campo. La hierba se seca y la flor se marchita porque el viento de Jehová sopló en ella. Ciertamente como hierba es el pueblo, sécase la hierba, marchítase la flor, más la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.

Súbete sobre un monte alto, anunciadora de Sión, levanta fuertemente tu voz anunciadora de Jerusalén. Levántala, no temas, di a las ciudades de Judá, ved aquí al Dios vuestro. He aquí que Jehová, el Señor, vendrá con poder y su brazo señoreará. He aquí que su recompensa viene con él y su paga delante de su rostro, como pastor apacentará su rebaño. En su brazo llevará los corderos y en su seno los llevará. Pastoreará suavemente a las recién paridas. ¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y los cielos con su palmo? ¿Con tres dedos untó el polvo de la tierra y pesó los montes con balanza y con pesa los collados?”

Te damos gracias Señor por tu presencia hoy. Muévete por medio de tu espíritu santo. Oramos en el nombre de Jesús que tu unjas este mensaje y que toda persona que oiga este mensaje sea cambiada, transformada y bendecida por tu espíritu. Te damos gracias, Señor y te damos toda la gloria y todo el honor en el nombre de Jesús. Amen.

Quiero hablarles hoy acerca de 4 voces para edificar el Reino de Dios. Realmente creo cuando estaba orando que el Señor me demostró que esta es una iglesia que Dios está usando para edificar su reino aquí en la ciudad de Boston. Y el Señor ha llamado a esta iglesia y ha comisionado esta iglesia para edificar una iglesia urbana grande en la ciudad de Boston para traer a la luz un edificio que represente el Reino de Dios. Dios ha estratégicamente plantado esta iglesia de ustedes en este tiempo, en este lugar para hacer una obra poderosa de parte de su espíritu para traer a la luz restauración, reformación y cambio en esta ciudad, y el Señor los ha plantado en este tiempo y en esta estación del mover de Dios.

Y al mirar nosotros estas Escrituras podemos ver 4 voces que el profeta Isaías de las cuales está hablando. La primera voz de la cual habla es una voz de consolación y de restauración. Yo realmente en mi corazón creo que hay mucha gente cuando escuchan las buenas nueva del Evangelio tiene una idea que quiere culpar y castigar a la gente y que quiere enviar a la gente al infierno y que quiere que se consuman en el infierno por toda la eternidad.

Pero Dios es un Dios de misericordia y de justicia y él no quiere que ninguno perezca sino que quiere que sean salvos. El es un Dios de restauración y es un Dios de esperanza y Dios quiere hablarle ahora mismo al pueblo, él tiene un mensaje de restauración, de consolación y de esperanza para el pueblo en Boston, por la gente que está en esta ciudad Dios tiene este mensaje que él quiere traer a su pueblo. Quiere restaurar familias, infiltrar todos los niveles de la sociedad con el Evangelio del Reino de Dios y traer a la luz su mensaje de consolación y de esperanza. Gloria a Dios.

Y la idea de Dios cuando él habla acerca de la restauración y miramos al Señor y miramos nuestros pecados, algunos nos enfocamos en nuestros pecados y nos sentimos avergonzados de dónde hemos estado y de lo que hemos hecho. Y nos sentimos avergonzados del pasado. Pero lo que tenemos que darnos cuenta es que la voz de la consolación, de restauración viene para darnos una doble porción de su espíritu por los pecados que hemos cometido.

Dios quiere darnos una doble porción de su espíritu, una doble porción de restauración en nuestras vidas. Hay una presencia restauradora. Yo siento en mi espíritu que Dios quiere restaurar familias. Quiere hacer una obra de su espíritu. Hay un mover del espíritu santo en esta ciudad y el Señor desea hablarle a la gente aquí mismo. El no te ha llamado a Boston por accidente, él te ha plantado, él ha planificado desde la fundación del mundo para ponerte en esta ciudad para ser un instrumento de restauración y de consolación para el Reino de Dios. Amen.

Hay gente en este lugar a las cuales Dios les está hablando ahora mismo y posiblemente en su vida hay desesperación, hay quizás depresión, hay cosas en su vida pero Dios quiere que usted mire y desea que hoy usted reciba ministración y que reciba su voz de restauración, su voz de consolación y quiere darte una doble porción de su espíritu por tus pecados, y él quiere usarte más y mejor de lo que tu jamás te has imaginado en tu vida. amen. Gloria a Dios. Amen. Gloria al Señor.

El Señor le está hablando a gente y le está hablando específicamente que él quiere usar cada persona como el primer remanente, tu familia, una familia que sirva al Señor. Y él quiere usarte para traer a todos los demás al redil, para que tu traigas a todos los demás y los entres al Reino de Dios y él quiere usarte como una luz. Dios no nos ha llamado para ser súper estrellas, pero nos ha llamado para ser estrellas brillantes con su gloria refulgente, con el brillo de Jesús sobre nuestros rostros, y la habilidad de transmitir la presencia de Dios dondequiera que vayamos. Amen. Gloria a Dios.

La segunda voz de construir el Reino de Dios es una voz de preparación. Dios quiere que el camino del Señor sea preparado delante de él. Cuando yo veo esta iglesia veo dos cosas en esta iglesia. Veo esta iglesia como una gran iglesia de amor, pero también veo a esta iglesia como una iglesia poderosa en intercesión y en guerra espiritual y Dios le está hablando a esta iglesia y les está dando el manto para destruir, derribar potestades del diablo.

Hay muchas fortalezas de Satanás en esta ciudad y usted no tiene que caminar por las calles más de 5 minutos para presentir las fortalezas, para sentir los espíritus. Uno puede darse cuenta de los espíritus, estamos aquí para derribar las fortalezas del enemigo. Y Dios te ha llamado a ti con el nombre León de Judá porque Dios llama al León de Judá como la primera tribu, la tribu de Judá que va a la batalla. Y él los envía primero para poder traer la victoria. El puede traer la victoria, él puede hacer que los lugares ásperos sean suavizados para que el Reino de Dios pueda llegar a esta ciudad. Amen. Gloria a Dios.

Hay gente en esta iglesia, Dios quiere hablarte y decirte ‘yo te he puesto en lugares que ahora son difíciles, ahora son difíciles, la gente no está abierta al Evangelio, no están abiertos a las cosas de Dios, pero Dios te ha llamado para preparar el camino del Señor para que los caminos ásperos sean suavizados y que las cosas torcidas sean enderezadas. Amen. Amen. Esto es lo que Dios está haciendo en esta iglesia.

Hay mucha gente que entra a esta iglesia y están torcidos espiritualmente y Dios los ha llevado hacia la justicia de Dios, a ser un pueblo santo de Dios. Y cuando esa voz de restauración llega, puede romper los lugares duros y difíciles y traer luz donde hay lugares oscuros para que el Evangelio pueda ser proclamado.

Mi testimonio y mi llamado a la República Dominicana hace unos18 años, mi esposa y yo estábamos en oración y estábamos pidiéndole a Dios, Señor ‘¿qué quieres que hagamos con nuestra vida?’ En esa época yo era pastor asociado de una iglesia y yo sabía que Dios tenía algo más para yo hacer, comenzamos a orar, oramos por unos 6 meses y Dios nos habló. Y lo primero que me dijo era que quería que yo fuera un misionero y eso no era algo que yo deseaba, yo quería ser pastor de una iglesia. Pero el Señor me habló, quiero que seas un misionero y luego cuando estábamos orando dos días después le preguntamos al Señor, Señor ¿qué país tu quieres que vayamos? Y él nos habló y nos dijo, quiero que vayan a la República Dominicana y les voy a usar como un instrumento para traer mi señorío en la República Dominicana. Quiero usarles como un ejemplo para traer unidad en las iglesias en la República Dominicana.

Y yo le dije al Señor, ‘Señor ¿cómo me puedes usar tu? No hablo español, soy de descendencia sueca y de Noruega, no me gusta el arroz y las habichuelas. ¿Cómo vas a poder usar un gringo como yo en la República Dominicana? Y el Señor me dijo que lo obedeciera. Mi esposa y yo fuimos obedientes y por cinco años oramos que el Señor nos llevara a la República Dominicana.

Y en el 93 fuimos finalmente enviados por nuestra iglesia a la República Dominicana. Dios cumplió todas las profecías y el llamado que él había plantado en nuestra vida y nos está usando en la República Dominicana y en muchas naciones para ayudar a mucha gente a predicar el Reino de Dios. Amen. Gloria a Dios.

Algunas veces cuando uno tiene un llamado de parte de Dios pensamos que va a ser fácil, simplemente porque Dios esté en algo no quiere decir que sea fácil. No quiere decir que todo va a salir como tu deseas que salgan las cosas. Va a haber tiempos difíciles, va a haber tiempos duros pero cuando tu tienes el espíritu de un guerrero y tienes un espíritu no importa qué tu vas a continuar marchando, vas a continuar adelante y vas a ver que los lugares difíciles van a ser suavizados, las cosas torcidas van a ser enderezadas si te mantienes. Dios te dirigirá en triunfo en Cristo Jesús. El te llevará en triunfo en Cristo. Amen.

Este año ha sido un año de muchas pruebas. Abril 8 de este año tuvo un accidente. Su carro se volcó tres veces, se volteó tres veces camino hacia la casa de Rochester y terminó en un lodazal, estuvo en el hospital por más de una semana y nos dijeron los doctores que había recibido una fractura en su espina dorsal y que quizás no caminaría. Pero cuando tu caminas con el Señor, Dios siempre te lleva a la victoria. Una semana después de ese accidente mi hija estaba caminando y ahora está en la universidad de nuevo y está sanada. Amen. Gloria al Señor. ¡Aleluya!

Nos vienen tribulaciones, nos vienen pruebas pero tenemos una actitud nadie, pero nadie nos va a detener de edificar el reino, vamos a preparar el camino, vamos a hacer que los lugares ásperos sean suavizados. Dios va a edificar su iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra su iglesia. Amen. Gloria a Dios. Gloria al Señor.

Hay gente en esta iglesia que están en una etapa de preparación y es muy difícil porque no te es posible ver el fin que tu tienes en mente. Todo lo que puedes ver es la aspereza del camino. Todo lo que puedes ver es la oscuridad delante de ti. Pero el Señor quiere que tu sepas que él está contigo, y que necesitas continuar el trabajo y que él está contigo y que tu verás los lugares ásperos suavizados, y que él te ha llevado a ser más que conquistador, más que vencedor y que él te ha de usar para traer su reino en tu trabajo, en tu escuela y en esta ciudad. Tu verás el Reino de Dios venir. Amen. Denle un aplauso al Señor. Recibimos la palabra. Gloria a Dios.

La tercera voz que vemos aquí en este pasaje es una voz de reformar, de reforma. Dice aquí en este pasaje que ‘la hierba se seca y las flores se desvanecen pero la palabra de Dios vive para siempre’. Y hay poder en la palabra de Dios para reformar las ciudades, para reformar lugares que han sido tomados y poseídos por el diablo. Y el Señor quiere en estos últimos días reformar la sociedad, reformar el gobierno, reformar las artes, reformar los deportes, todas las áreas de la sociedad y sujetarlas al señorío de Cristo Jesús. Amen. Gloria al Señor.

Y nosotros podemos ver, hermanos, en el siglo quince un hombre llamado Martín Lutero obtuvo la revelación mientras él leía la palabra de Dios en Abacuk donde dice que el justo por la fe vivirá. El recibió esta palabra en su espíritu y explotó dentro de él y este hombre fue usado para reformar toda Europa y sacar a la luz un movimiento poderoso del espíritu santo. Amen.

Cuando las palabras de Dios entra a un lugar donde hay oscuridad y la obra de Dios más el espíritu de Dios pueden traer luz y vida a un lugar, a áreas que han sido infiltradas por las tinieblas. Dios puede traer a la luz su luz. Amen. Gloria a Dios.

El Señor está preparando gente para hacer un gran trabajo aquí. Hay aquí muchos maestros, ha abogados, hay doctores, hay trabajadores de construcción, obreros, hay hombres de negocios, Dios está construyendo, edificando un equipo, edificando un equipo para hacer un gran trabajo para sacar a la luz y dar a luz una reforma en esta ciudad. Y el Señor te dice hoy que necesitas ser discipulado, necesitas someterte bajo la palabra de Dios y bajo la enseñanza de Dios para recibir el poder para traer la reforma que Dios quiere traer en este ciudad. Amen.

Hay gente, cristianos que simplemente les gusta venir a la iglesia y escuchar un buen mensaje, les gusta escuchar una canción bonita y entonces les gusta irse y regresar y hacer de nuevo lo mismo todas las veces que vienen. Pero Dios no te ha llamado simplemente para eso. El te ha llamado para recibir un discipulamiento que traiga y realice reformas en este ciudad. Amen.

Y este es el tiempo y esta es la estación que Dios está trayendo todo lo que la iglesia ha estado haciendo en estos últimos 5 años, esto va a ser acelerado, está siendo acelerado para traer doble crecimiento para traer a la luz un movimiento de reforma en este sociedad, en este ciudad. Amen. Amen. Lo recibimos.

Estoy hablándoles esto proféticamente de parte del espíritu santo. Les estoy hablando esto porque el espíritu santo me ha mostrado esto y les estoy hablando esto para decirles que este es el tiempo para prepararse, para prepararse para recibir el discipulamiento que Dios quiere traer. ¡Aleluya! Alabado sea el Señor. Gloria al Señor.

Yo siento en mi espíritu que el Señor se está moviendo en una forma poderosa. Yo siento en mi espíritu que Dios está preparando un pueblo para hacer cosas grandes. Y él está trayendo gente en lugares estratégicos y tu quizás piensas ‘yo no soy nadie’ pero cuando el espíritu santo te toca y te prepara, él te va a lanzar a un servicio que nunca antes has llevado a cabo. Y él te va a usar como un vehículo de restauración, como un vehículo de reforma en este ciudad. Un aplauso al Señor. Gloria a Dios. ¡Aleluya! Amen. Amen.

Y la cuarta voz de construir el Reino de Dios es una voz para reunir las ovejas. Y en estos tiempos Dios quiere reunir las verdaderas ovejas y quiere atraerlas hacia sí. Yo creo en mi espíritu que hay don de evangelismo en esta iglesia y que en ese don de evangelismo va a explotar de esta iglesia y va a haber un reunir las ovejas como nunca antes. Va a haber multiplicación en la parte este de Boston, en la parte occidental de Boston, en sur de Boston. ¡Aleluya! en los suburbios va a haber una multiplicación.

Y hay muchas iglesias en las entrañas de esta congregación que van a ser plantadas en el tiempo de Dios según el plan de Dios. Amen. Amen.

Y yo siento en mi espíritu ahora mismo que hay una unción para traer salvación. Como nunca antes Dios va a abrir a sus familias a Cristo. El va a traer los hijos, los va a abrir, y sus hijas también, va a abrir a sus padres, a sus madres, va a abrir puertas para traer el Evangelio para sacar a la luz las ovejas y entrarlas al camino de Dios, al Reino de Dios. Esas cosas él las va a hacer posible. Gloria al Señor. ¡Aleluya!

Hay gente aquí mismo que están recibiendo en su espíritu una carga por miembros de su familia, están recibiendo en su espíritu ahora mismo y se están preñando, embarazando con las almas de sus seres queridos en su espíritu. Dios está haciendo una obra y poniéndolos en sus corazones y su espíritu, y ahora mismo el Señor quiere sacar a la luz esto dentro de usted. Y ahora mismo vamos a orar que estas cuatro voces de restauración, de reforma en construcción y edificación que se manifiesten en sus vidas, en este iglesia.

Yo siento en mi espíritu un fluye de la presencia de Dios. El Señor quiere tocar gente y entregar un espíritu de oración fuerte para tu familia en el nombre de Jesús. ¡Aleluya!

Hay una carga ahora mismo que Dios quiere poner sobre gente en este iglesia para que estas 4 voces sean realizadas.

Ahora póngase de pie ahora mismo y levante sus manos y dígale al Señor, ‘Señor, te doy gracias que me has dado mi familia y me has dado un deseo de verlas salvas y ahora mismo oramos por la salvación de nuestras familias en la construcción de tu reino. Y ahora mismo oramos por un mover del espíritu de Dios de consolación, de restauración, de esperanza, que salga en las familias en este iglesia. Y te damos gracias, oh Dios por lo que estás haciendo, por lo que estás haciendo. Gracias Señor.

Hay gente ahora mismo que el Señor está tocando, los está tocando, está moviéndose en tu corazón, en tu espíritu y te está diciendo es tiempo de ser restaurado. Este es el tiempo para recibir consolación. Es el tiempo para moverte y entrar en tu llamado. Y yo he visto los deseos de tu corazón, y he visto los días que has puesto, las cosas que has puesto delante de mi. Y te digo ahora, ahora ponme primero porque yo estoy trayendo un movimiento de mi espíritu. Estoy derribando fortalezas de Dios sobre tu vida.