La multiforme sabiduría de Dios

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Hay un pasaje que siempre que yo lo leo me choca, pero en un buen sentido, y está en Efesios, capítulo 3, verso 10. Voy a empezar con este verso, voy a hacer referencia a distintos pero quiero empezar con éste. Efesios capítulo 3 verso 10. ,miren como dice: "Para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la Iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales". La frase a la que quiero prestar atención es ésa, "para que la multiforme sabiduría de Dios".

Multiforme significa que tiene muchas formas, es variada. Tiene distintos lados por donde uno puede como quien dice analizarlo, o experimentarlo. Yo no estoy diciendo como que en Dios hay variedad, porque la variedad que hay en Dios, no me refiero a que Él cambie de opinión, porque la Biblia es muy clara que en Dios no hay variedad ni sombra de duda en Él, pero sí la variedad de la que estamos hablando es quien Él es. Cuando nosotros creemos que ya hemos conocido algo de Dios, eso que pensamos que conocíamos, paf, se cambia, se vá por otro lado. Dios nos enseña otro lado de Él que no habíamos considerado, que no habíamos visto. Puede ser que en nuestras vidas nosotros habíamos pensado que estamos viviendo una vida cómoda, tranquila, que los problemas están como quien dice a su margen, y nuestro nivel de estrés no están altos, y de repente pasa una tragedia que nos sacude el mundo y eso nos hace cuestionar, pero ven acá, Dios yo pensé que Tú eras bueno, que estabas conmigo, y que nada malo de esto me iba a pasar, y ahora oops, sucedió, y a medida que va pasando ese trauma, uno vá conociendo una dimensión totalmente nueva de Dios, al menos si uno se abre a conocer esa dimensión nueva de Dios.

Yo me puse a pensar en distintas cosas que he estado escuchando en estos últimos domingos, y yo me digo wow Señor, qué bello es ser parte de una iglesia como ésta, que de alguna forma u otra refleja esa multiformidad que hay en ti. Cree usted que estoy diciendo algo correcto, cierto?. Aquí la variedad de personas que son parte de León de Judá de alguna manera reflejan esa variedad, esa multiformidad que hay en Dios, el mero hecho de tener personas de distintas generaciones, el mero hecho de tener personas de distintas culturas, que esas distintas culturas traen distintas experiencias, distintas formas de ver un panorama, distintas formas de interpretar la escritura, o de proceder a leer la escritura, distintas experiencias que pueden enriquecer la mía y la mía puede enriquecer la de usted, todo eso mis hermanos nos deja saber de cómo Dios está en acción, de cómo Dios opera en todas las cosas.

Un chiste, el domingo yo salí de aquí, estuve hablando con una persona, y la conversación con esa persona me pareció como si él me estuviera cantando, no soy de aquí, ni soy de allá, no sé a dónde voy ni donde estar, porque estaba diciendo que es como que, fué un argumento que sonaba como que es imposible que una iglesia esté como que en el medio y no esté en un lado o en el otro, y yo me decía no, precisamente eso es lo que Dios quiere que nosotros seamos, no es que usted vaya a pensar en ese pasaje en la Biblia que no somos ni fríos ni calientes, no tiene nada que ver con eso, ese pasaje si usted lo lee en su contexto se vá a dar cuenta que no tiene que ver nada con cómo nosotros somos ahora como iglesia, sino que más bien tiene que ver con que el ADN que Dios le ha puesto a esta iglesia nos permite movernos en todos estos ámbitos, en todas estas facetas de lo que es una iglesia bien pentecostal, bien fogosa, bien eufórica, bien emocional, como también nos permite movernos en una línea que es como que, más racional, más de pensar, donde cuestionamos, donde buscamos entender con nuestra mente, no tan solamente con el espíritu y nuestras emociones, queremos entender lo que Dios está haciendo.

Eso es parte de lo que nosotros somos como iglesia. Y hay veces que hay gente que no puede conectar con esa dinámica, porque estamos acostumbrados a estar o en un lado o en el otro, y la cosa es que en cualquiera de los dos lados donde nos encontremos podemos estar en la presencia de Dios, podemos estar en comunión con Dios, podemos conocer algo de Dios, y al conocer algo de Dios podemos conocer algo de nuestras propias vidas también. Miren por ejemplo, y aquí de nuevo estoy siendo pastoral, solamente estoy procesando cosas con ustedes. ¿Cómo fué la dinámica el miércoles pasado?. ¿Cuántos de ustedes me pueden decir aquí eso fué la gloria de Dios de principio a fin?, ¿cuántos me pueden decir amén a eso?. No dijeron muchos, o me imagino que hay algunos que están como que procesando todavía. ¿Y cuántos pueden decir que en este servicio que está como más tranquilo, la gloria de Dios está con nosotros?. El servicio no se ha acabado todavía, y eso es mis hermanos, algo que nos distingue como iglesia. Podemos experimentar a Dios en el fuego, como también podemos experimentar a Dios en el silbo apacible. Como también hay momentos en que experimentamos a Dios en el trueno, en el terremoto, en el alboroto. Dios está en medio de todas esas cosas.

Yo creo que uno de los mensajes que yo he visto mis hermanos, o que yo he logrado recibir de todo esto que el pastor nos está comunicando, es el mero hecho de que nosotros tenemos que tener cuidado de que si nos afiliamos demasiado a uno de esos extremos, con que si el otro es más o menos santo que la otra persona, o que si uno es más espiritual que el otro, no es, ese no es el propósito, eso no es lo que Dios ha intencionado a la iglesia para hacer. Yo les puedo decir, yo no, hay veces que mi cabeza como pastor, yo me digo wow, ¿cuántas personas vendrían a un servicio como el del miércoles pasado solamente por los milagros y las señales?, versus una persona que entiende que su vida, su relación con Dios, no depende tan solamente de esos milagros y señales, sino que también depende de momentos de intimidad, de comunión, de silencio delante del Señor, donde yo pueda procesar precisamente una experiencia como hace una semana atrás, donde algo viene y es como que alborota el hormiguero en la casa, y después los pastores tenemos que venir a poner el orden y procesar las dinámicas, y yo no estoy diciendo que alborotar el hormiguero sea malo, eso tiene su momento, tiene su lugar, miren lo que estoy diciendo, eso es parte de nosotros como iglesia.

Lo que sucedió el miércoles pasado no es nada nuevo para nosotros, eso está sucediendo aquí desde hace mucho tiempo atrás. Sucede los domingos con el liderazgo de aquí de la iglesia, no necesitamos necesariamente que alguien venga de afuera a alborotar el hormiguero porque nosotros sabemos como alborotar el hormiguero muy bien aquí, y con todo y eso yo estoy hablando con mucho respeto de la persona que vino ayer como que, es lo que estaba diciendo Patricia, ese paquete que vino, tal vez para algunos era como que, pero para otros tal vez para otros era como que, mire, escarbe, escarbe, y vá a llegar el momento donde usted vá a encontrar ese momento, esa unción del Señor que usted espera, yo ví personas aquí que yo jamás me imaginé que se iban a caer. Yo les miraba la cara cuando iban a orar por él y decía éste se vá a quedar parado y cuando miro otra vez puf. Allá Dios con él, o allá Dios con ella, Dios sabe como brega.

Ven mis hermanos, el punto que yo les quiero comunicar con esto es que nosotros no podemos encajonar a Dios. Al punto que usted encajone a Dios, Dios te vá a dejar saber tu cajita es muy chiquita para mí, y Dios te vá a dejar saber dos cosas, o se mete en tu cajita y la rompe, o te dice tu cajita es muy pequeña, no puedo entrar ahí hasta que me consigas otra, cuál de las dos quieres usar. Una implica invasión, es como que Dios se vá a meter ahí no matter what, y te vá a romper todos los patrones y esquemas mentales y emocionales que tú tienes de Él. La otra es como que Dios se vá a quedar a la distancia esperando a que tú mismo o misma digas ok, déjame conseguir una cajita más grande, o al menos una cajita que tenga tres lados, para mejor darle un espacio a Dios donde pueda fluir.

Toma mucho atreverse a comunicar mensajes como los que se han estado comunicando este y los domingos pasados, yo les digo, yo tengo mucho respeto por nuestro pastor ahora que se ha atrevido a tocar esos mensajes, porque no todo el mundo se atreve a aventurarse en esas formas. No muchas personas se atreven a aventurarse en las áreas grises de la Biblia. Cosa como quien dice no pero escrito está y así se queda, no pero mientras más usted escarba más dice hmm, aquí hay algo más que mi mente no puede procesar y yo tengo que depender literalmente de que Dios me deje saber literalmente lo que Él intencionó. Tenemos que hacer paz con la idea de que habrá preguntas que se van a quedar sin responder, y nosotros tenemos que estar en paz con eso, no todo el tiempo Dios vá a responder a cosas que nosotros tenemos en oración o algo, ¿por qué?, yo no sé, Dios lo sabe, yo no puedo en mi ética pastoral y de predicación, yo no puedo predicar algo que yo mismo sé que Dios tal vez no vá a responder así.

Como decía el pastor, dá tanto y en una semana vas a tener un Cadillac nuevo, jamás en la vida me van a escuchar decir algo así ni a ninguno de los pastores. Corrección, esto sí que quiero corregirlo, se fué tu esposo, se fué tu esposa, déjalo que se vaya, esa no es la perspectiva de la iglesia ¿ok?, nosotros creemos en consejería, first chance, second chance y si no, después del cuarto o el quinto y mucha oración no funciona, pues entonces lo encomendamos a la gracia de Dios, pero de la primera sí, que se vaya, uh hm, y que no vuelva tampoco. ¿Me siguen por donde voy mis hermanos?. Más bien estoy aprovechando la oportunidad porque esos paquetes hay que procesarlos bien. Y nosotros tenemos que atrevernos a hablar de estas cosas porque de esto depende el crecimiento de nuestra fé. De eso depende que nuestra fé se ponga más compleja de lo que es ahora, y que nosotros aprendamos a ver a Dios en todas esas áreas de nuestras vidas. No significa que yo deje de orar, no significa que yo deje de pedirle algo a Dios, no, la Biblia es muy clara, mire: "Busca, toca la puerta". La Biblia es muy clara con eso, y no es necesariamente la Biblia, son palabras de Jesús, si Jesús lo dice por algo es, es porque tenemos que orar, es porque tenemos que pedir, es porque tenemos que buscar, y el Señor se vá a encargar entonces en su momento de dar la respuesta que Él entiende que es mejor para cada uno de nosotros.

No podemos adherir a Dios a nuestros moldes y a nuestros patrones mis hermanos, yo quisiera a veces tratar de meterme dentro de las cabezas de nosotros para poder entender que no se puede. Me gusta esa expresión, yo no le puedo torcer el brazo a Dios para que Él haga algo a mi favor, es más tratemos de torcerle el dedo a Dios haber si puedo, me vá a costar mucho trabajo. Así que eso es un punto mis hermanos.

Un segundo punto que quería traerles, estaba en Romanos capítulo 14. A mí me gusta mucho la perspectiva de Pablo, si usted lee las Epístolas de Pablo, hay muchas temáticas que se repiten y se repiten a lo de sus cartas, en Romanos, en Primera de Corintios, en Gálatas, en Efesios, Filipenses, hay muchas ideas, muchos pensamientos de Pablo que se repiten. Y cuando tiene que ver con la dinámica de un cuerpo que es así, multiforme, y Pablo es un experto en hablar de eso, y entendemos mis hermanos que nosotros tenemos que aprender a vivir en harmonía unos con otros, y entender que por ejemplo cuando Jesús dice: No juzguéis para que no seáis juzgados, lo dice con intención. Y aquí yo aclaro algo mis hermanos, no significa que nunca podamos juzgar porque para nosotros es importante el juicio. El juicio a nivel de uno poder distinguir, de uno poder discernir, cuando algo está bien y cuando algo no está muy bien, nosotros siempre juzgamos para poder distinguir una cosa de la otra, eso es algo que siempre está ahí ante nuestros ojos.

Pero cuando yo uso ese juicio para condenar a alguien, cuando yo uso ese juicio para denigrar o bajar la estima, o la imagen de una persona, ahí sí que yo estoy cayendo en una falla bien grande. Miren cómo dice en Romanos capítulo 14, hay varias cosas, dice el verso 1: "Recibíd al débil en la fé pero no para contender sobre opiniones". En otras palabras no es para estar discutiendo sobre perspectivas de la vida, "porque uno que cree que dá de comer a uno, otro que es débil come legumbres", en otras palabras aquí está hablando de lo que se puede y no se puede comer, "el que come de todo no puede menospreciar al que no come, y el que no come no puede juzgar al que come porque Dios le ha recibido". Si yo uso esa ilustración de comer y no comer, yo puedo decir: si una mujer llega con la falda larga, y otra llega con la falda menos larga, no puedo como quien dice recibir a la que tiene la falda larga, y a la que tiene la falda menos larga decirle: no, tú no perteneces a este grupo, yo no puedo hacer eso.

Si llega una esposa con su esposo y sus hijos y veo que es una familia ideal, que es para ponerlos como trofeo, el ejemplo de una familia ideal, y por allá llega otra familia que los muchachos están trepando paredes, y el esposo y la esposa mirándose mal, tratándose mal, ah, lo lamento, esta no es iglesia para usted, nosotros no podemos bregar con ustedes aquí, yo no puedo sacar esas personas, ni tampoco puedo sacar a la otra, no puedo. Ah pastor que fulano de tal está viviendo en pecado, está viviendo en pecado, que venga a la iglesia, pero cómo puede ser, no podemos tener pecadores en la iglesia, dígame usted dónde dice la Biblia que no podemos tener pecadores en la iglesia. ¿En qué iglesia no hay pecadores?. ¿En qué sala de emergencias no hay gente enferma?.

Hay veces que a mí no me cabe en la mente ver a una enfermera que está en su hora de break y está afuera fumando para después venir a entrar y tratar a un paciente, hola como estás, si hay un paciente del corazón ahí se acaba de morir. No hay ningún reglamento que impida eso, ¿significa eso que no la podemos recibir?, no.

Mira como dice el verso 4: "Tú quién eres que juzgas al criado ajeno, para su propio señor está en pie o cae, pero estará firme porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme". Ese verso a mí siempre me ha volado la cabeza, porque esto lo que está diciendo es: si yo empiezo a juzgar la forma de ser o de hablar, o de pensar, o de decir de una persona, yo tengo que tener mucho cuidado con cómo yo emito ese juicio, porque a través de mi juicio muchas veces yo puedo causar que esa persona caiga, pero si Dios está con esa persona, si Dios tiene planes y propósitos con esa persona, aunque yo emita un juicio, Dios vá a ir por encima de mi juicio y se vá a encargar de que sus planes y propósitos se cumplan en esa persona. Así brega Dios.

Brinco un poquito más adelante al verso 19, miren cuál debe ser el enfoque de nuestra vida como iglesia: "Así que sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación, no destruyamos la obra de Dios por causa de la comida, o por causa de que si alguien habla en lenguas o no, o si alguien es más santurrón que el otro o no, o si alguien ora más tiempo del día que el otro o no, o si alguien usa una mejor corbata que el otro, todas las cosas la verdad son limpias, pero es malo que el hombre haga tropezar a otros con lo que hace, lo que piensa, lo que dice.

Miren el verso 22 dice: "¿Tienes tu fé?. Ténla para contigo delante de Dios, pues bienaventurado es aquél que no se condena a sí mismo en lo que aprueba". En otra palabras, si tu estás seguro delante de Dios, de lo que has aprendido de acuerdo a las experiencias que tú has adquirido, de acuerdo a los consejos que tú has escuchado, de acuerdo a las cosas que tú has decidido adoptar para con tu vida, y aquéllas cosas que tú has decidido no entrar a tu vida, esa fé ténla delante de Dios. Si llega un momento donde empiezas a comparar tu fé con la mía, y tu estilo de vida es un poco distinto al tuyo, y tú te empiezas a comparar con mi estilo de vida, ahí tu fé va a empezar a trabajar de otra forma. Tú no puedes vivir mi estilo de vida, yo no puedo vivir tu estilo de vida, podemos tener empatía el uno con el otro, podemos orar el uno con el otro, podemos compartir cosas en común, pero de que tú adoptes todo lo que yo soy, yo todo lo que tú eres, no se vá a poder hacer.

Yo tengo mi fé delante de Dios, yo vivo mi fé delante de Dios. Al yo tener mi fé no significa que entonces yo voy a empezar a, ah no tu fé es menor que la mía, uy, si yo empiezo a hacer eso, tengo problemas. La mía vá a bajar, exacto, eso es así. Hay mucho mis hermanos que yo puedo seguir diciéndoles, pero termino por hoy, termino con este pasaje, Colosenses capítulo 3, verso 12, vamos a terminar con esto, cómo podemos lidiar con esas diferencias que existen en medio de nosotros, qué dice la palabra, dice: "Vestíos pues con los consejos de Dios, santos, amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia". El verso 13 es algo que nos sale bien fácil: "Soportándonos unos a otros". ¿Verdad que eso es bien fácil hacerlo?, y la segunda parte es más fácil todavía, "y perdonándonos unos a otros si alguien tiene una queja contra el otro". Y la tercera parte es más fácil todavía: "de la manera en que Cristo nos perdonó a nosotros, así también", ¿verdad que eso es bien fácil?. Leerlo, pero vivirlo, pero ahí está el reto delante de nosotros.

"Sobre todas las cosas", aquí está el ingrediente ideal, "sobre todas las cosas vístanse de amor que es el vínculo perfecto, la paz de Dios gobierne sus corazones". No nos olvidemos que fuímos llamados en un sólo cuerpo, y no nos olvidemos de ser agradecidos. Qué lindo sería que a medida que nosotros seguimos escalando, seguimos subiendo para llegar a ese llamado perfecto que Dios tiene para nosotros, qué lindo sería que nosotros podamos vernos vestidos de amor, vestidos de ese ropaje que solamente Jesús nos puede dar. Donde yo pueda ver y decir, ah, este es de Chile, este es de Colombia, o aquél es de Santo Domingo, ah, yo no me mezclo con éste porque es muy salvaje, yo no me mezclo con el otro porque es muy tranquilo, que yo no me vea así, sino que yo pueda decir, este es ciudadano del cielo igual que yo, este es miembro del cuerpo de Cristo igual que yo, y la sangre de Cristo lo cubre a él, la cubre a ella igual que me cubre a mí también.

Miren mis hermanos, esto sí yo me atrevo a predicarlo, yo les aseguro que a medida que nosotros vayamos creciendo a ese nivel, de verdaderamente experimentar lo que es ser cubiertos por el amor de Dios y ver el carácter de Cristo, que moldee el de nosotros, esto sí yo me atrevo a decirles, me tiro de pecho diciendo, nosotros vamos a empezar a ver cosas totalmente distintas sucediendo en medio de nosotros, una iglesia que sabe vivir como Dios manda, como Dios ordena, yo no estoy diciendo ausente de pleitos porque los pleitos siempre van a estar, pero que podamos lidiar con nuestros pleitos y diferencias para seguir viviendo en harmonía, juntos pero no revueltos, yo estoy seguro que ahí Dios vá a enviar su bendición, en formas que nosotros no hemos visto todavía. Yo les soy bien honesto, el miércoles pasado fué para mí una bendición, y lo que yo voy a decir mis hermanos lo estoy diciendo totalmente en mi persona, este es mi proceso, yo no estoy diciendo que esto sea algo que usted piense también, pero lo comparto.

Este miércoles pasado yo fuí bendecido, al principio no se los niego, yo venía prejuiciado con esta persona, les confieso, yo hasta busqué videos en youtube de esta persona y cuando los ví mi cabeza se prejuició, yo reconozco que yo pequé delante de Dios al hacer eso, cuando el servicio empezó, yo me dije Señor, perdóname por el prejuicio que yo hice, esta persona es tu siervo, haz con él lo que tú quieras. Cuando empezó él a ministrar, yo les digo, había algo en mí que estaba como que no puede ser, yo no puedo ver esto, no no no, pero así mismo como entró ese pensamiento fué como si el Espíritu me dijera, cállate, escucha, presta atención. Ok, sit. Y saben qué mis hermanos, me costó abrir mi corazón y ser sensible a lo que Dios estaba haciendo. Yo sé que mucha gente fué bendecida, yo le doy gloria a Dios por eso. Yo fuí bendecido también, miren que interesante, que después de tanta pelea que yo tuve en mi cabeza y en mi corazón yo recibí mi porción también. Pero cuando salí de aquí yo me dije Señor, ¿is that it?, ¿eso es todo, o hay algo más?. Yo pude sentir claramente en mi corazón cómo el Señor me decía espéralo porque hay más.

Yo sé que hay más de lo que nosotros hemos visto mis hermanos, hay más, yo estaba compartiendo con un hermano ayer, hay veces que cuando nosotros estamos aquí es como si hubiese una cortina y nosotros estamos tocando esa cortina, y empujamos y empujamos, y no es que esa cortina o velo sea algo malo, es como si fuera un velo de la unción de Dios, estamos ahí en contacto con ello, porque hemos experimentado la unción de Dios, pero es como una membrana que no nos deja todavía pasar a otro lado, y por más que empujamos esa membrana es como que no se rompe, y yo decía no sé qué es lo que tiene que suceder, yo no sé si es que tiene que venir algo de arriba y romper esa membrana para nosotros verdaderamente entrar en esa nueva dimensión, o si es que Dios tiene que infundir algo en nosotros para nosotros verdaderamente traspasar eso, y alcanzar aquéllas cosas que Dios tiene, o si es una combinación de ambas, pero sea lo que sea yo sé que hay más. Amén, yo le digo amén a eso, Dios lo vá a dar a su tiempo.

Así que mis hermanos usted espérelo, espérelo, le hago promoción a los servicios del miércoles no porque hay alguien que ora milagros y prodigios, siga viniendo los miércoles porque usted está buscando a Dios, no solamente porque vino un predicador invitado de la Patagonia o algo, venga porque usted está buscando al que dá de sus riquezas en gloria, venga por eso, ¿amén?. Vamos a ponernos de pie y orar.

Padre yo te doy las gracias porque en medio de todas las cosas Señor, Tú estás en acción Señor, yo no me canso de decir eso, Tú estás ahí al traspasar esa membrana Señor, y Tú estás también aquí, hay cosas que Tú tienes listas y Señor, tan solamente falta poco para nosotros verdaderamente entrar en esa nueva dimensión que Tú tienes. Señor en nuestro tiempo de espera yo te pido que nuestra fé no merme, que nuestra fé pueda seguir creciendo, que no nos cansemos de buscarte Señor, que no nos cansemos de anhelar lo que Tú tienes para nuestras vidas, si no que nosotros podamos mantener un corazón abierto, sensible Jesús, a lo que Tú tienes para cada uno de nosotros, para la vida de esta iglesia, y aún para Tu iglesia alrededor del mundo entero Señor. Yo creo firmemente que un nuevo avivamiento, que un nuevo mover Tuyo no viene a una sola iglesia en particular, sino que viene a Tu cuerpo, a Tu iglesia, en las cuatro esquinas de este mundo Señor, y nosotros tan solamente somos una piezecita de ese gran rompecabezas Señor, pero como piezecita de ese rompecabezas te pedimos que la porción que nos toca Señor, que Tú nos la dés, la anhelamos, deseamos verla, deseamos que sea algo que ministre no tan solamente a nuestro espíritu y nuestras emociones, si no también a nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestro intelecto Señor, que sea algo pleno, que sea algo total.

Que la plenitud tuya Jesús se manifieste en medio de nosotros. Padre cree en nosotros, esa hambre y ese deseo por encontrarte, no tan solamente algo emocional, no tan solamente algo eufórico, sino que también lo podamos entender, al menos en nuestra mente limitada Señor, que lo podamos entender, que lo podamos razonar, y que nuestra mente, nuestro espíritu, nuestras emociones, puedan ser enriquecidos con las experiencias de otros a nuestro alrededor Jesús, que no nos estemos cortando la cabeza diciendo que uno es mejor que otro o que otro es peor que uno Señor, sino que nos podamos ver a la luz de cómo Tú nos ves a nosotros, que somos hijos e hijas tuyos Señor, y con cada uno de nosotros, Tú vas a manifestar tu gloria.

Yo declaro que Tú tienes propósitos con cada uno de nosotros Señor, desde el más chico, hasta el más adulto Jesús, Tú tienes propósitos, cúmplelos Señor, al tiempo que tu ordenes Señor, cúmplelos. Llévanos con bien hasta nuestros hogares, protégenos en el camino Señor, que Tu palabra pueda seguir haciendo eco en nuestros corazones, y que mañana si así Tú lo permites que podamos levantarnos con nuevas fuerzas, nuevas energías para echarle mano a lo que el día de mañana pueda traer. Bendice a mis hermanos, bendice a mis hermanas Señor y a cada uno de nosotros concédenos tu paz. Por tu hijo Jesús oramos y te damos las gracias, amén y amén.