Me seréis testigos

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El libro de Romanos, capítulo 1 es un texto que me impacta mucho porque tiene una consecuencia necesaria de decisión en cada uno y para cada uno de nosotros. Romanos, capítulo 1, versículo 16, a cuántos les gusta hablar de las cosas buenas? A cuántos les gusta dar noticias buenas? Cuántos son portadores diariamente de noticias buenas? La iglesia del Señor es una iglesia que cada día debe portar en su boca noticias buenas.

Y sabe cuál es la mejor noticia para el hombre, para la mujer de estos tiempos? Que Jesucristo les ama. Jesucristo ama a cada hombre y cada mujer. Romanos capítulo 1, versículo 16. Esto lo vamos a leer todos juntos, pero cualquiera que se avergüence del Evangelio no lo lea ni lo repita. Esto es para los valientes. Si usted se avergüenza de ser cristiano, no puede leer este versículo. Así que lo vamos a leer en la versión que usted tenga, dice así en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo:

“…Porque no me avergüenzo del Evangelio porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree, al judío primeramente y también al griego…”

Hay alguien que estaba avergonzado de decir esto? Y si lo decimos un poquito más fuerte. Esto es una declaración, esto es como esos coros que cantamos y decimos, Señor, te amo, pero a la primera prueba comenzamos a cuestionar si Dios existe o no. cuando uno habla la palabra del Señor debe transformarse en un rema hacia nosotros, en una acción, en una vida, en algo que trae poder a través de nuestros labios.

Así que vamos a decirlo muy fuerte, porque vamos a declarar esto como un principio de lo que yo quiero presentarles hoy día, dice:

“…Porque no me avergüenzo del Evangelio porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree, al judío primeramente y también al griego…”

Gracias Señor Jesús, gracias por la oportunidad que nos das de poder estar en tu casa de oración, y poder compartir tiempos de alabanza, de testimonio, de oración y también de tu palabra. Señor, habla a nuestras vidas en el nombre de Jesús. Amén. Amén.

En un mundo donde las comunicaciones son la esencia de buenos negocios, las comunicaciones son la esencia de buenos acuerdos, usted sin comunicación, sin comunicar nada, nadie le puede entender nada, nadie va a poder saber lo que usted necesita. En un mundo donde el comunicarse representa un valor a todo lo que podemos denominar valores integrados en un dinero, en una moneda, en un billete, o en un tipo de negocio. La palabra del Señor, el Reino de los Cielos, el Evangelio de Jesucristo como usted quiera llamarle, no sé qué influencia evangélica tendrá, también tiene una mención especial a la hora de comunicar a quién estamos siguiendo, a quién estamos sirviendo, a quién estamos amando.

Estos días y estas semanas nos hemos encontrado con una serie de acciones violentas a través de los noticiarios, un hombre que entra a una capilla de una iglesia, de una religión de oriente, mata a seis personas. Otro entra al templo de Batman en el cine, mataron a otros tantos de personas. Y estos días vi una imagen que me cautivó mucho, me dolió mucho porque tiene que ver con nosotros también, una iglesia en Nigeria, una imagen de personas que fueron acribilladas en medio de un servicio, en medio de un tiempo, una iglesia cristiana.

Y probablemente uno se imagina tantas cosas, en tantos lugares, y gente que trata de hacer las cosas correctas y le llega su día. Es tan necesario que la iglesia del Señor hoy día tome precauciones y tome adiestramiento para poder alcanzar a otros con el mensaje de salvación de Jesucristo.

Es algo que el Señor ha incomodado en mi vida, y en nuestra iglesia, ya llevamos algunas semanas tratando de entender la necesidad. Nosotros debemos crear una ansiedad, tener hambre por predicar la palabra del Señor, por ser fieles representantes de este Dios todo poderoso.

En Segunda de Corintios, capítulo 5 versículo 20 dice que así que somos embajadores de Cristo, embajadores de Dios en este mundo. Y es como que si Dios mismo rogase a través de nosotros. Es como que si Dios está usándonos a nosotros, está rogando a este mundo reconcíliense conmigo. La misión de la iglesia no es solo de recibir milagros, no es solo de que el Señor te llene las cuentas de tu chequera y te ponga miles de dólares milagrosamente, no es que te reúna en la familia o te restaure tu matrimonio, él lo hace, pero la misión de la iglesia del Señor en estos tiempos es predicar las buenas nuevas de salvación a un mundo que se está perdiendo, a un mundo que se está muriendo sin Dios, sin salvación se están yendo a una eternidad de juicio.

Usted cree que hay cielo? Qué bueno. Usted cree que el Señor va a venir? Los más proféticos dicen, ya está viniendo, está a las puertas. Si yo estoy a las puertas.

Nos hemos olvidado de esas estructuras esenciales que rigen la esperanza del hombre y de la mujer del Señor y son promesas de Dios. Estamos preocupados `más de cómo abrir las bóvedas del Reino y sacar todo lo posible que de servir al dueño de las bóvedas del Reino, al Rey de Reyes y Señor de Señores.

He tenido una inquietud enorme en Libro de Marcos 1, versículo 17 dice:

“…Venid en pos de mí y yo os haré pescadores de hombres…”

Le contaba a mi iglesia en un estudio que estoy haciendo acerca de esto, le decía que en la Florida se creó una secta media rara, eran puras mujeres y se agarraron de ese texto, venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres. Oiga, eso es verdad, eso fue verdad. y al final tuvieron casos federal de prostitución, pero sí, era un término bíblico que usaron para hacer cosas bajo una denominación místico religiosa. Marcos capítulo 16, versículo 15 dice:

“…Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura…”

Mateo capítulo 28, versículo 19:

“…Id a las naciones y haced discípulos a todas las naciones, el que creyere y fuere bautizado, ese será salvo, más el que no creyere será condenado…”

Cuál es la responsabilidad de una iglesia hoy día? No solo estar esperando las cosas bonitas del Señor, que se abra el cielo y derrame lo que él quiere. El Señor está diciendo, yo tengo un pueblo con el que trabajo, con el que me coopera. Allá en el Jardín del Edén el Señor usó a Adán y Eva para que le cooperaran en el huerto, usó a Noé para que le cooperara para mantener una familia, usó a Abraham para que le cooperara en la formación de una nación.

Te está usando a ti para que le cooperes en la extensión del Reino de Dios a través de la palabra salvadora de Jesucristo. Yo no sé en qué posición estás tu, si te estás quejando todos los días, si todos los días le tienes una petición nueva al Señor, ya que no me contestó la de ayer, voy a probar con esta hoy.

En el libro de Colosenses, capítulo 3, versículo 1 dice:

“…Si pues habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba donde está Cristo sentado a la diestra de Dios, poned la mira en las cosas de arriba y no en las de la tierra…”

Dónde está su vista? Dónde está su corazón? Está amando un mundo que se está perdiendo cada día? Sabe que la iglesia está llamada a ser ese faro, esa luz que alumbre, que brille en medio de tinieblas? Usted está llamado a ser sal de la tierra aunque algunos nos gritan, salgan de la tierra.

Dónde está usted? Dónde está usted? Es usted la persona en medio de su familia que tiene esa gracia donde su familia desea que usted esté en cada fiesta, en cada reunión? O es usted es que se transformó el que ni siquiera en su familia no tienen ni una foto con usted? No quieren tomarse una foto, ni la sombra nos quieren ver.

Yo les decía a nuestros hermanos en la iglesia en Waltham, mire, Pedro pasaba y hasta su sombra provocaba… la sombra de nosotros hasta enferma a algunos. Hay gente que no quiere saber nada porque no hemos sido buenos representantes de la palabra del Señor, de la vida completa que es Jesucristo.

Yo quiero encargarle hoy día el libro de Timoteo hay un encargo del Apóstol Pablo a Timoteo. Timoteo capítulo 4.

“…Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su Reino, que prediques la palabra , que instes a tiempo y fuera de tiempo, redarguye, reprende, exhorta, con toda paciencia y doctrina porque vendrán tiempos cuando no sufrirán la sana doctrina sino que teniendo comezón de oír se amontonarán maestros conforme a su propias concupiscencia, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fabulas. Pero tu sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista y cumple tu ministerio…”

¿Saben qué? Quiero darle una buena noticia. Si usted no sabía qué hacer en la iglesia, aquí está. Si usted pensaba que usted era parte de un número que tenía que estar sentado en una ubicación específica de la iglesia, el Señor no lo llamó para eso. El Señor lo llamó para ser incidente, influyente en la sociedad. Dónde está usted? Es ahí donde el Señor lo llamó.

Dice la palabra del Señor que cuando nosotros recibimos a Jesucristo fuimos sellados por el Espíritu Santo. Y aquí yo no me voy a poner a hablar en lenguas ni nada de esas cosas, pero fíjese que es importante eso.

Hechos capítulo 1, versículo 8 dice:

“…Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo…”

Y ahí hay algo que hacer notar. El Espíritu Santo nos habilita, el Espíritu Santo nos da la autoridad, nos da esa unción, ese poder, sabe para qué? Qué dice después:

“… y me seréis testigos…”

Así que si usted piensa ser testigo sin un poquito de poder del espíritu, no se vista que no se va. Así que, primero, el Espíritu Santo es importante en nuestra vida porque nos da poder para ser testigos. Le da poder a la iglesia según el libro de Corintios, capítulo 12, a través de los dones para que la iglesia comience a edificar. Y también nos habilita, saber para qué? Para ser fieles representantes de los valores del Reino con buenos frutos, Gálatas, capítulo 5, versículo 22:

“… más el fruto del espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, y templanza…”

Usted no está predicando cualquier cosa. Usted está predicando el mensaje más sublime de la humanidad. Aún hay muchos que están ahí, todavía lamentándose, están lamiéndose las heridas. Llevan años, si el Señor ya los salvó, si el Señor ya murió por ellos, si el Señor ya dio promesa de sanidad, de libertad, de modo que si alguno está en Cristo, Segunda de Corintios 5:17

“… de modo que si alguno está en Cristo criatura nueva es…”

Y cuando algo nuevo es? No me diga que usted se acuerda cómo era antes. No me diga que usted llora como era antes. Cuando se acuerda decía, uy, tan bien que lo pasaba. Ah, ahora está nuevo. Nueva criatura es. Las cosas viejas… he aquí todas.

Fíjense nuestra mentalidad habla de… cuando hablamos de todas, hablamos como algo muy general, algo total, pero esa expresión todas, dice, cada detalle de tu vida fue nuevo. Yo lo hice nuevo. Cada estructura, cada parte de tus emociones, cada parte de tu espiritualidad, cada parte de tu vida, el día que me recibiste, el día que dijiste que yo pudiera ser el Señor de tu vida y me dejaste entrar en tu corazón, ese día todo lo hice nuevo.

Más a todos los que le recibieron, y a los que creen en su nombre les dio la autoridad, la potestad, el derecho de ser llamados hijos de Dios.

Había un coro pentecostal en mi país, que dice, este es el Cristo que yo predico y no me canso de predicar, él sana a los enfermos, echa fuera a los demonios, qué más? Calma la lluvia y la tempestad.

Para eso el Señor nos llamó. Así que si está esperando su milagro, no se preocupe, el Señor no se olvidó de su milagro, si está esperando que el Señor le responda algo, no se preocupe, el Señor se lo va a responder el día, el tiempo, el cairos, en el cairos, en el momento de Dios, se lo va a responder.

Una iglesia que predica la palabra del Señor es una iglesia que está llamada a conquistar y a poseer la tierra que Dios le prometió. Y usted es la iglesia del Señor, tienes hijos incoversos? Tiene su esposo, su esposa, tiene familia, tiene amistades, compañeros de trabajo, está en una posición interesante en la sociedad? El Señor te puso ahí para ser luz.

Hay algo que el pastor Omar decía y era interesante, lo que no pueda hacer el sol en horas de la noche, lo puede hacer una velita. Una vela puede hacer lo que el sol no hace y usted puede ser esa vela en medio de las tinieblas.

Cierre sus ojos un momento. Dígale al Señor que no le permita perder el enfoque, el rumbo real para lo que fue llamado. Cierra sus ojos y quiero dejarle esta lectura, Lucas, capítulo 4, versículos 18 y 19 hablando del espíritu en nuestra vida.

“…el espíritu del Señor está sobre mí….”

Ponga su mano sobre su cabeza, ahí donde está, ponga su mano sobre su cabeza, diga, el espíritu del Señor está sobre mí por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres, me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón, a pregonar libertad a los cautivos y vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos y a predicar el año agradable del Señor.

El espíritu del Señor está sobre usted. Predica la palabra. Habla de Jesucristo. Habla del amor, del enamorado más grande que ha tenido tu vida, Jesucristo, Rey de Reyes y Señor de Señores. Que el Señor les bendiga.