¡Regocijaos en el Señor siempre!

TRANSCRIPT

Dios ha puesto en mi corazón de compartir con ustedes este llamado de la Palabra de Dios a regocijarnos. Filipenses capítulo 4 en el versículo 4 las palabras del Señor, es un llamado. Hay personas aquí que han perdido seres queridos, otras personas están pasando por diferentes tribulaciones. Y muchos de ustedes tienen sus temas como yo tengo los míos mi familia también, de luchas y de pruebas, dificultades y anhelos que queremos ver que Dios haga en nuestras vidas. Ninguno de nosotros puede decir como que, estamos completos, como que no necesitamos nada, ya todas las situaciones están resueltas. Todos tenemos cabos sueltos ¿verdad que sí?. Hay cosas allí que necesitan ser ministradas por el Señor, completadas por el Señor.

Pero ¿sabe qué?. Que en medio de todas esas cosas no resueltas, en medio de todas esas necesidades y pruebas y tribulaciones y luchas, la Palabra del Señor nos dice en Filipenses capítulo 4, hay un llamado de Dios para ti y para mí, y Dios nos dice: regocijaos. Escucha esto. El Señor mismo originalmente a través del escrito del apóstol Pablo pero ese llamado reverbera a través de veinte siglos, 2,000 años de historia de la Iglesia desde que esas palabras fueron emitidas y llegan a nosotros en esta tarde en este lugar. Y el Señor nos dice: regocíjense hermanos.

La Iglesia de Cristo, escuchen ese llamado, dice: regocíjense. Regocijaos dice en el Señor. Hay dos cosas que matizan ese llamado de Dios. Dice: regocijaos pero entonces dice en el Señor primeramente y después dice ¿qué?: siempre. Wow. Uno dice en la carne quizá yo me puedo regocijar en el Señor pero ¿siempre?, quizá es mucho que pedir, pero vamos a ver si es posible eso.

Dice: regocijaos en el Señor siempre. Y como hay gente que no está convencida de ese llamado, hay situaciones que a veces uno está pasando y hay dificultades y uno dice, ¿cómo será posible eso?, no estoy seguro y uno tiende a rechazar eso. Pero Pablo dice: "Otra vez les digo, regocijaos." A esto se añade: "Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres." Es un llamado para la Iglesia en general, "el Señor está cerca." "Por nada estéis afanosos."

¿A cuántos les llega esa Palabra en esta tarde?, ¿cuántos sienten que el Señor te está diciendo a ti?. Porque la tendencia de uno es afanarse, es así. Cuando estamos pasando por tribulaciones, luchas, dificultades en tiempos de prueba, escaseces de dificultades económicas en una nación como esta donde uno vive, la tendencia es a afanarse, estar ansiosos. Y el Señor nos dice en esta tarde: mire, por nada.

Digan todos: por nada. Nada, nada es nada. ¿Ok?. Eso quiere decir que no permitas que nada en este mundo te entre en un estado de ansiedad, de tribulación, y de comerte los nudillos allí en desesperanza e incertudumbre. Dice: "Por nada estéis afanosos" y el antídoto es: "si no, sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento guardará vuestros corazones y pensamientos en Cristo Jesús."

Oiga ¡qué hermosa receta!. Usted no necesita ir al psiquiatra para que le endereze la mente después de leer este pasaje. Los psiquiatras son buenos, los trabajadores sociales son necesarios, los psicólogos tienen su lugar. Pero yo diría que el primer recurso que nosotros tenemos es la Palabra del Señor. Yo creo que si el pueblo de Dios pudiera meterse esa jeringuilla benevolente de la Palabra de Dios no necesitaríamos los psiquiatras.

Claro que otros quizás los van a necesitar pero el Hijo de Dios sí sabe. Lo que pasa es que nos es difícil suministrarnos esa medicina y por eso entramos en situaciones que requieren otras ayudas y otros recursos que tienen su lugar como digo, pero la Palabra del Señor nos llama a un estado de regocijo, de gozo.

Sabe que una de las pertenencias, uno de los elementos de la herencia multiforme que tenemos los hijos de Dios es el gozo. Una de las cosas a las que tú puedes aspirar en tu vida es a tener una vida que tenga el distintivo del gozo. Dios quiere que nos gocemos, ¿sabe?. Dios quiere que tú estés gozoso. Dios quiere que tú tengas paz en tu corazón, el propósito de Dios es ese para tu vida y para la mía.

Porque a veces no estamos claros con eso, creemos que el Señor es este task master, este capataz que lo que tiene es una cantidad larga de mandamientos y de expectativas y demandas para nosotros, y ciertamente en la vida cristiana hay responsabilidades pero también hay privilegios. Hay momentos en que Dios simplemente quiere que nos gocemos en Él, que celebremos.

Y tenemos que entender eso. Cuando yo entiendo, cuando tú entiendes que cuando venimos a los caminos del Señor entramos a una economía diferente, entramos a un gobierno diferente. Cuando uno no está en Cristo el diablo se sirve con la cuchara grande de la vida de uno. Hace todo tipo de maldades en nuestra vida y entra y sale como le da la gana porque no hay defensas en nosotros. Y es lo que pasa en las naciones también y en las ciudades, cuando Cristo no está reinando en un hogar, en un corazón, en una ciudad, en una nación entera, entonces el enemigo tiene libre entrada y salida y puede sembrar toda la tragedia, todo el sufrimiento, toda la ansiedad, todas las guerras y las opresiones que a él le da la gana porque el Señor no está presente, no puede defendernos. Pero el Señor quiere.

Eso no son truenos, esos son los niños allá arriba. Los niños siendo niños. Para que sepan cuando nosotros estamos aquí hay ciento y pico de niños allá arriba danzando y celebrando con el Señor y haciendo todas las cosas buenas que hacen en el Señor. No son caballos, no son truenos, son niños así que ustedes simplemente dejen que eso sea música como yo trato de hacerlo acá arriba (risas).

Bueno hermanos. Cuando las naciones no tienen a Cristo en el medio entonces el enemigo puede pasearse. Pero cuando Cristo está en nuestros corazones, nosotros tenemos que entender que Él viene, como dice: Yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia. Juan en una de sus cartas creo que en tercera de Juan dice que: para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.

Entonces yo creo que una de las cosas, cuando nosotros entramos en el camino del Señor tenemos que pedirle que cambie nuestro programa. Cambie el programa cerebral que tenemos. Porque muchos de nosotros venimos al Reino después de muchas tragedias, dificultades, fracasos en la vida y pensamos como que lo que está por delante de nosotros es simplemente bueno seguir con las mismas cosas solo que ahora como cristianos, y cuando nos muramos nos vamos al cielo.

Cristo quiere que nosotros tengamos vida ahora y vida en abundancia ahora. Él quiere hacer el milagro ahora del gozo y de la bendición, y de la suficiencia ahora en nuestras vidas. Y entonces nosotros tenemos que cambiar de expectativa. Yo creo que una de las cosas que hace que nosotros vivamos en ese regocijo al cual la Palabra nos llama es cultivar esa expectativa. Visualizar a un Dios que quiere que nosotros disfrutemos de la vida. Que nosotros tengamos buenas cosas. Podrán venir pruebas y dificultades, vienen, pero Dios quiere que siempre el balance neto sea a favor del gozo, la suficiencia, la bendición, la provisión.

Y esos puntitos negros de dificultad y de pruebas serán simplemente como la sal que uno le pone a los bizcochos o al chocolate. Yo con Meche estábamos visitando al Caleb y a Abigail y a Miguel esta semana, y yo me puse a hacer un chocolate en la noche cuando llegamos de afuera. Y Abi vió que yo estaba echando un poquito de sal al chocolate. ¿Pero sal al chocolate?. Sí, yo le digo el chocolate sabe mucho mejor cuando le echas una gotitita de sal, un puntito de sal. Y entonces le dije: sí, también los pasteles, los bizcochos. ¿Sí o no?. Las hermanas que hacen repostería y que saben de esas cosas.

Uno pensaría como que no, es contrario, un bizcocho, un chocolate se supone que sea dulce, pero echarle sal, algo así corrosivo como contrario. Pero ¿sabe qué hace?, ese puntito de sal que quizá ni se siente, le da vida a esas cosas, le da un filo pequeñito que lo hace más interesante. El paladar, quizá el cerebro no lo registra pero el paladar sí lo registra, y la comida todo es el detalle hermanos.

¿Y sabe qué?. A veces uno quiere que como que todo en la vida sea dulce solamente, pero déjem decirle: si todo fuera dulce sería la cosa más aburrida del mundo. ¿Sabes lo que permite que tú aprecies el gozo y la paz?, como también hay momentos de dificultad que tú puedes contrastar una cosa con la otra. Entonces Dios permite a veces que un poquito de sal caiga sobre nuestros postres dulces y que vengan entonces las tribulaciones, las pruebas. Todo en la vida requiere hermanos sombras. Tiene que haber contraste en la vida si no, no hay diferencia. Lo bueno es bueno porque hay algo que se llama malo. La oscuridad es oscuridad porque hay luz. Siempre hay contraste.

Una pintura si es todo un sólo color, blanco por ejemplo o amarillo, no dice nada, necesita negro, necesita otros colores que contrasten. Y así es la vida también. Dios permite muchas veces que vengan dificultades a nuestra vida para hacernos más profundos, es como la sal en un postre. Nadie puede ser verdaderamente feliz si no hay un poquito de tristeza en sus recuerdos también. Es así, es inevitable.

Pero cuando tú vienes a los caminos del Señor el Señor entonces controla los ingredientes y Él se asegura que el balance sea un balance positivo. Que a la larga sí que lo dulce prevalezca, pero que haya profundidad en ti también. A veces necesitamos momentos de prueba y de dificultad en la vida; pero lo que tenemos que saber es que cuando venimos a los caminos del Señor vengamos con expectativa de un balance positivo, de gozo, de esperanza, de triunfos, de ganancia, de progresos, de avance en las cosas de la vida. Dios quiere que cada día seamos mejor, mejor y mejor.

Por eso el apóstol Pablo dice ¿no?: "a los que aman a Dios todas las cosas ayudan a bien, aún las dificultades de la vida, aún las pruebas redundan en bendición y provecho en nosotros." Y el apóstol Pablo era una de esas personas que podía hablar de eso con autoridad porque él sabía. Él decía en una parte que quería conocer a Cristo en Su Poder pero también en Sus padecimientos. En Segunda de Corintios él hace una lista grandísima de todas las cosas que él ha pasado en su ministerio. Naufragios, persecuciones, lo han apedreado muchas veces, el rechazo de sus hermanos israelitas, aún mal entendido por sus propios hermanos cristianos muchas veces y encarcelado.

Cuando él escribe esta carta a los Filipenses lo hace desde una cárcel, está en prisión. No sabe si va a salir vivo de esta prisión y escribe esta carta para consolar esas iglesias en Filipos que él había plantado. Allí en Filipos él fue azotado y fue perseguido también. Y entonces el apóstol Pablo mientras está en la cárcel, eso es lo asombroso de esta carta a los Filipenses, que muchos de los analistas de esta carta han llamado: la epístola del gozo. Porque la palabra gozo surge muchas veces en esta carta pero la está escribiendo un hombre en cadenas, un hombre custodiado por soldados. Un hombre considerado un enemigo del estado, un hombre que lo ha perdido todo por Cristo Jesús. Y ese hombre puede decir entonces: regocíjense.

Terminando ya su carta él hace un llamado al cristianismo de todos los siglos y nos hace un llamado: regocíjense. ¿Qué había en Pablo que le impedía decir: deprímanse en vez de regocíjense?. ¿Qué había en Pablo y en su compañero Silas también, azotados, sangrando encarcelados después de predicar el Evangelio que le permitía cantar himnos al Señor como dice la Palabra?. "De tal manera que la cárcel en que estaban se estremeció y las cadenas cayeron de sus brazos y de sus tobillos, y las puertas de la prisión donde estaban se abrieron porque ellos podían cantarle al Señor."

Y es porque yo creo que el apóstol Pablo había cambiado su perspectiva. Él tenía la perspectiva del Reino, él veía las cosas a través del lente de la eternidad. Él conocía quién era Jesús. Él sabía que el Señor había cambiado su identidad, su naturaleza como hombre, él sabía que este mundo ya era simplemente algo pasajero, él entendía en su corazón que Dios está en control, que Cristo está en control y que él está en proceso de cambiar la historia, y que cuando él terminara su carrera aquí en la Tierra le esperaba una corona eterna, una vida eterna con Cristo Jesús.

Él había estado en el cielo. Él tenía el beneficio que muchos de nosotros no tenemos, porque por nosotros es por fé solamente pero Pablo había estado allá en el cielo. Él dice que fue llevado al cielo, dice si en el cuerpo no lo sé, si fuera del cuerpo no lo sé, pero Pablo entendía lo que esperaba como tú y yo entendemos también, una recompensa y una gloria eternas.

Entonces yo creo que otra cosa que nos permite también para regocijarnos en este mundo es entender que este mundo está en el control de Jesucristo. Que nuestras vidas como dice el apóstol Pablo están escondidas en Cristo Jesús. Que pase lo que pase aquí en la Tierra todo es puramente relativo porque lo verdadero es lo que nos espera del otro lado también, podemos encontrar consuelo y descanso también porque sabemos que hay una patria celestial donde todo tendrá explicación, todo tendrá su propósito y su significado.

A la familias que han perdido sus seres queridos, a la hermana Flor que acaba de perder su hijita de tres años, no me imagino lo que siente una madre al perder su hijita de tres años, a este hermano también que no recuerdo su nombre mientras estábamos aquí que acaba de perder a su hermana también, y otras personas. Yo les puedo decir hermanos, que un día si nosotros permanecemos en Cristo Jesús allí está esperando Flor a su madre, allí está esperando su hermana a este hermano también, y yo espero que eso endulce un poco nuestras carencias aquí en la tierra, las dificultades que pasamos. Siempre échale un poquito de eternidad a tus pruebas aquí en la Tierra y date terapia a ti mismo, recordando que este mundo es una antesala a una eternidad que podemos pasar con Cristo Jesús.

Y eso tenemos que repetírnoslo una y otra y otra vez. Tenemos que tener una perspectiva eterna, como Pablo tenía una perspectiva eterna. Siempre que a él le pasaba algo lo tomaba y lo analizaba a través de la economía de Dios y de la eternidad. Dice que hay hermanos por ahí que están tratando de predicar el Evangelio por razones de disensión y división con agendas personales. Porque eso pasa en el Reino de Dios, ¿sabe?. Hay personas que toman el Evangelio, lo pervierten y lo usan para sus propios beneficios y sus propias agendas, y desgraciadamente los de afuera ve eso y dicen: mira cómo son los evangélicos. No, es que es gente que está mal usando. Desgraciadamente cualquiera puede ponerse una licencia de predicador por allí, de evangelista, pero muchas veces el corazón está dañado.

Y Pablo dice en la carta a los Filipenses: hay algunos por allí que están predicando el Evangelio por razones indebidas, ¿pero sabe qué dice Pablo?, me gozo a pesar de eso, porque sea por celos o por razones indebidas el Evangelio es predicado de todas maneras y hay gente que viene al conocimiento del Señor.

¿Sabe que hay mucha gente que predica el Evangelio que no debiera predicarlo?. Pero la gente se convierte, encuentran al Cristo verdadero y entonces puede seguir su camino con el Cristo verdadero, y esta gente sirvió simplemente como un instrumento tenebroso que Dios usó, porque a la larga Dios se sale siempre con la suya.

Entonces Pablo dice: ¿sabes qué?, yo no voy a dejar que eso me quite mi paz. Porque sea por una razón o por la otra Cristo es predicado, yo lo voy a continuar predicando también. Cuando uno trata de ver las cosas a través de la Palabra del Señor, cuando estés en una situación difícil en tu vida sométela a la maquinaria del Evangelio; tómala y tritúrala. Y eso pasa cuando viene cualquier cosa a mi vida, cualquier situación difícil, cualquier prueba, cualquier dificultad enseguida yo lo primero que hago es definir al gigante: ¿cuál es su nombre, cuál es su naturaleza y cuál es el proceso por el cuál estoy pasando?. Entonces me recojo las mangas y digo: a trabajar ahora, vamos a demoler esto, vamos a someterlo a la perspectiva del Reino de Dios.

Y entonces uno comienza a orar, ¿amén?. Uno comienza a clamar al Señor. Uno se busca pasajes en la Biblia que nos hablen acerca de lo que uno está pasando. Uno va a esas declaraciones de la Palabra que nos animan a adoptar una postura positiva. Porque hay dos opciones: tú o te deprimes y dejas que la situación en tu vida te arrope como una sábana fría y mojada y se te meta por dentro o tú resistes en el nombre de Jesús, y usas las armas de la fé. Por eso es que hay que conocer la Escritura. Porque una de las cosas que nos ayuda a adoptar esa perspectiva del Reino que permite que nosotros veamos las cosas que nos suceden a través de la eternidad es conocer la Palabra de Dios.

Porque cuando tú estás en pruebas y en dificultades esa Palabra de Dios viene a tu corazón y a tu mente, y comienza a correr a través de ti. Y comienza a darte una perspectiva diferente, y la Palabra de Dios se convierte en una medicina que lava tu mente, lava tus pensamientos. Cuando tú estás en pruebas o en dificultades no te eches a morir, eso es lo que el diablo quiere. Nunca le voltees la espalda al diablo porque si le volteas la espalda te va a dar azotes hasta que no te quepan una cicatriz más. Siempre dale el frente con la Palabra del Señor.

La Palabra del Señor dice que resistamos. Que nos paremos en el día malo, que nos paremos sobre la Palabra del Señor, las promesas del Señor, las declaraciones del Señor. Usemos toda la armadura de la fé, dice la Palabra de Dios, para que cuando venga el día malo habiendo pasado todo estemos firmes. ¿Amén?. Y eso es lo que tenemos que hacer.

Y por eso es que es tan importante hermanos que nosotros mantengamos nuestra mente siempre en Cristo Jesús y en Su Palabra. Por eso es que es tan lindo lo que dice aquí: regocijaos en el Señor. Hay un regocijo que no es posible excepto en el Señor. Ese regocijo no viene de ti, ese regocijo no viene de una terapia que tú te das. Ese regocijo viene misteriosamente porque el Señor está dentro de ti, Su Espíritu Santo está dentro de ti. Y cuando vienen las pruebas y las dificultades y tú estás pegado a Cristo, si Su Palabra está corriendo a través de ti, y si tú te abres al consuelo y a la ministración del Señor tú vas a sentir algo diferente, va a nacer esperanza en ti, van a venir pensamientos que tú no tenías, que no era posible tenerlos excepto si Dios te suministraba. Va a venir una paz en tu corazón que tú no vas a entender.

Tienes que darle tiempo al Señor para que haga esa obra en ti. Por eso es que tenemos que mantenernos pegados al Señor, porque ahí está el gozo que nosotros necesitamos. El gozo que vas a sentir en última instancia va a ser un gozo que tú no lo vas a crear por ti mismo, es el gozo del Señor manifestándose dentro de ti en tu sistema nervioso, y entonces tú vas a sentir el gozo del Señor dentro de ti. Por eso es que Cristo dice: permaneced en Mí y Yo en vosotros.

Tenemos que manternernos pegados a Cristo Jesús. La Palabra del Señor tiene que estar corriendo continuamente a través de nuestra mente, de nuestros corazones. Por eso yo les animo hermanos, sean lectores asiduos de la Palabra de Dios, sean estudiantes de la Palabra del Señor. Llenen sus hogares con la Palabra de Dios, con sonidos de bendición. Pongan buena música del Reino en sus carros y en sus casas. Confiese la Palabra de Dios con su boca. Involúcrese en sanas conversaciones acerca del Reino con sus hermanos. Asistan a la Iglesia y llénense porque todas estas energías positivas son las que van a convertirles a ustedes en gente gozosa y suficiente en el Señor Jesucristo.

Porque así como tú comes así tú eres, ¿sabes?. Si tú consumes pensamientos de afán y de lucha y de aflicción, y de dificultad tú vas a ser así mismo. Ahora si tú consumes las promesas de Dios, la Palabra del Señor Cristo entonces se mantiene cerca de ti y tú te mantienes cerca de Él, y tu mente puede percibir las ondas del Señor en tu vida. Muchas veces no percibimos las ondas del Señor porque hay otras ondas que están compitiendo en nuestra mente por nuestra sensibilidad. Pero cuando nos mantememos cerca del Señor entonces la paz, el gozo del Señor puede estar en nosotros ¿amén?.

Porque esa es la naturaleza de Cristo. Y la Palabra de Dios nos llama muchas, muchas veces a esa perspectiva de suficiencia en el Señor y de que tenemos un Dios que nos ha llamado a ese gozo, y que nosotros tenemos que hacernos concientes y tenemos que cooperar con Él para que las sanas intenciones que Él tiene para con nosotros se hagan realidad en nuestra vida. Yo continuamente estoy pensando en el llamado de Dios para mi vida y el propósito de Dios para bendecirme y hacer que mi vida sea una vida de gozo y de paz.

Siempre les he dicho, para mí uno de mis versículos favoritos. Jeremías 29:11: Dios envía esta carta de amor a través del profeta Jeremías al pueblo hebreo cuando están en Babilonia, en exilio. Imagínese qué pasaría si viniera un ejército enemigo aquí a Estados Unidos y fuéramos transportados a otro país teniendo que dejar todas nuestras pertenencias y todas las cosas que amamos detrás de nosotros. Quizás seres queridos que murieron por los ataques de ese ejército enemigo. Quizás fueron separados gente en el transporte a Babilonia, un país enemigo, un país pagano donde la Palabra del Señor no corría en absoluto.

Y allí esta gente está deprimida y triste, y angustiada. Y están allí por su mala cabeza. Están allí porque Dios les advirtió durante mucho tiempo, les dijo: cambien sus caminos, no adoren otros ídolos. No sirvan a los ídolos. Búsquenme a mí que Yo soy su defensa. Este pueblo se empecinó en sus pecados. Los primeros que se pervirtieron fueron los sacerdotes y gente del pueblo espirituales.

Y finalmente el Señor después de advertirle muchas veces como le advierte a esta nación también, ¿cuántas palabras proféticas han venido sobre Estados Unidos de que cambie su dirección?. Y el Señor manda advertencias.

Vemos cómo hay tantas cosas impensables que podían suceder en esta nación y el Señor le está advirtiendo también a esta nación, y hago aquí un pequeño desvío pero mire cuántas cosas. Para mí una de las cosas significativas acerca de Estados Unidos es cómo su crédito y su status financiero ha sido devaluado inclusive por organismos internacionales, algo que hubiera sido impensable en otros tiempos. Situaciones de la naturaleza que pasan por todas partes. Crímenes horribles y otras cosas que pasan, el deterioro de los jóvenes y otras cosas, son advertencias del Señor.

¿Qué pasaría si después de décadas de advertencias viniera una gran catástrofe?. Uno se sentiría wow, por nuestra mala cabeza, y así se sentían los judíos. Sin embargo Dios envía a su profeta para que les de paz en su corazón. Y mire cómo dice Jeremías en Jeremías 29:4: "Así ha dicho Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel: A todos los de la cautividad que hice transportar de Jerusalén a Babilonia" el Señor fue el que causó esa tragedia, "edifiquen casas y habítenlas. Planten huertos y coman del fruto de ellos. Cásense, engendren hijos e hijas. Den mujeres a sus hijos y denle maridos a sus hijas para que tengan hijos e hijas y multiplíquense allí y no disminuyan." Aleluya.

El diablo quiere cuando vienen las pruebas, las dificultades aún cuando nosotros mismos nos las hemos acarreado, nos las hemos causado, que nos deprimamos, dejemos de multiplicarnos. El diablo quiere que nosotros estemos así los cristianos. No nos atrevamos a testificarle a nadie, no abramos la boca, no digamos a nadie que somos cristianos, no compremos casa no tengamos hijos porque el mundo está perdido etc. Dios dice no no no, pueblen esta tierra de gente temerosa de Dios, cásense, emprendan cosas en Mi Nombre, atrévanse a hablar, atrévanse a tener buenas expectativas acerca del futuro. Dios te dice no disminuyas.

Si estás pasando por prueba, por dificultad ahí el diablo quiere que tú no vengas a la Iglesia, dejes de servir al Señor, dejes de darle al Señor, dejes de cantar cuando estamos en adoración o cuando estás en tu carro que te deprimas, que te alejes de las cosas de Dios, que disminuyas en tu generosidad para con tu familia. Todas estas cosas; que adoptes una perspectiva de persecución y de víctima. El Señor dice no no no, todo lo contrario: vive una vida feliz, gózate, emprende cosas.

Mira: hay veces que quizás tú no vas a poder controlar las cosas que están en tu corazón y en tus emociones. Quizás tú no vas a poder prender un switch de depresión a regocijo. Pero lo que tienes que hacer es tomar acciones que hablen de gozo. Acciones positivas. Quizás tú no puedes controlar tu corazón y tus emociones pero puedes controlar tus acciones. En vez de ponerte un traje ahí todo gris y sin colores, sin nada ponte un traje bonito, ponte una bufanda de colores. Ponte un traje y sal a la calle aunque sea a tomarte un café allí a un lugar o lo que sea.

En vez de estar allí contando moneditas y cocinando solamente para dos o tres de tu familia porque tú no sabes lo que va a pasar, no, invita a alguien a tu casa. Prepara una buena mesa y comparte de tus bienes con otros hermanos. Y aunque tú no lo sientas en tu corazón canta gozo, declara gozo. Y si te preguntas como estás resiste la tentación a decir no, estoy deprimido, la gente es mala, el mundo se está poniendo peor, en Cristo estoy bien en Cristo Jesús. Declara con tu boca cosas positivas.

¿Sabes?. Hay gente que se molestará conmigo porque cuando me preguntan tiendo a poner una colita positiva a todo lo que yo digo. A veces cuando digo algo que hablo tan negativo pero siempre me gusta añadir algo de esperanza cuado declaro una situación difícil, porque Dios siempre tiene la última palabra. Las cosas no terminan yo creo hasta que no terminan bien en la vida del hijo de Dios.

Hay una película por ahí que no les voy a decir el nombre porque tiene otras cosas complejas allí que no quiero confundirles a ustedes, pero dice: al final todo resulta bien y si no ha resultado bien entonces no es el final todavía. Yo creo que eso sí aplica a la vida de los hijos de Dios ¿sabe?. Yo siempre creo que la última palabra la tiene el Señor; no la tiene el diablo, no la tienen los hombres, mi propia humanidad no la tiene.

Yo creo que es importante que nosotros usemos acciones y palabras, porque eso yo puedo decidir si hablo o no, yo puedo decidir si obro o no. No puedo quizás decidir cómo me siento en el momento pero si yo puedo decidir la parte que yo puedo controlar, mis confesiones y mis canciones y mis actos, entonces el sentimiento va a venir detrás de eso. Entonces por eso yo creo que el Señor le dice a Jeremías: dile a ellos que compren casas, que se casen que celebren. Que disfruten de la vida aunque por dentro se sientan todavía como que están tomando agua tibia. Porque según tú vas haciendo esas cosas proféticamente el gozo del Señor comienza a invadir tu vida.

Según tú comienzas a compartir, a dar, a bendecir, a servir, asistir a la Iglesia, a buscar del Señor mire, el cansancio se va. La depresión se va. Mucha gente se siente solitaria y se quejan que la gente no los visita, no los llama, pero sabes la mejor manera de que la gente te busque y te solicite es tú dando a los demás, siendo generoso. Mucha gente no quiere saber de ti quizás porque se acercan y lo que sale es una cantidad de confesiones negativas de tu boca, no. Comienza a servir a otros, comienza a darle a otros.

No, que no me visitaron cuando estaba en el hospital. Comienza a dar al Señor y tú vas a ver cómo misteriosamente, mágicamente gente viene a tu alrededor. Comienza tú a hacer cosas buenas, positivas y el gozo viene detrás de eso, la bendición viene. Porque las acciones y las confesiones son como imanes que atraen el bien o el mal. Nosotros somos imanes y según lo que nosotros tenemos adentro eso es lo que atraemos.

Así que comienza a confesar fé, comienza a confesar gozo, comienza a confesar las buenas intenciones del Señor. Ora por alguien, visita a alguien, ministra a alguien, comparte con alguien y el gozo del Señor vendrá misteriosamente a ti. No esperes que el gozo venga, atrae el gozo a tu vida.

Dios quiere que seamos como dice: en vez de termómetros que seamos termostatos. ¿Sabes la diferencia?. El termómetro solamente registra la temperatura allá afuera, no puede hacer más nada que registrar. Si está frío el termómetro baja el mercurio y registra una temperatura baja, si está caliente el mercurio sube y se pone a la temperatura. El termostato controla la temperatura. Tú pones el termostato y él baja o sube, controla el calor, y eso es lo que tenemos que hacer. ¿Tú sabes que Dios te ha hecho termostato y no termómetro?. Y que eso viene como consecuencia de tus acciones, tus palabras proféticas, tu compartir, el ambiente interior que tú cultivas en tu vida. Y cuado tú entiendes que de alguna manera misteriosa tu interior controla tu exterior tú tratas en todo lo posible tu parte para que el ambiente sea el correcto que pueda traer la bendición de Dios.

Y muchas veces va a ser tú haciendo cosas en la parte de afuera, confesando positividad, cultivando pensamientos positivos, consumiendo energía positiva, poniendo a circular en tu hogar bendición y paz, y gozo, y entonces viene la otra parte. Por eso es que yo creo que Dios les dice a ellos, miren: compren casas, abran sus negocios, manden a sus hijos a la escuela, hagan jardines en sus casas, en sus patios, que hayan flores que traigan gozo a su vida, y eso va a cambiar su situación y hará que venga lo que ustedes están necesitando que es la paz y el gozo del Señor en su vida.

Y eso es tan importante que nosotros lo entendamos hermanos. Y estoy aquí pensando otro pensamiento: en este tiempo hemos estado hablando mucho aquí en León de Judá y en el Centro de Recursos Académicos acerca de las escuelas, ¿no?. Hay tantas escuelas aquí en esta nación, en el Departamento de Educación. Los departamentos de educación no saben qué hacer con las escuelas, nuestros hijos están en crisis ahora mismo. Y en parte yo creo que es porque el ambiente que hemos permitido que se cree en la generación nuestra de jóvenes, las confesiones que permitimos que lleguen a su mente, las cosas que hacemos en los hogares, las películas.

Hay todo un consumo negativo de esta sociedad que hemos estado suministrando. Y por eso el aire se está envenenando, porque las energías que estamos permitiendo son energías negativas que glorifican el infierno más que el cielo. Glorifican la muerte, la violencia, la promiscuidad y otras cosas en vez de la pureza, la santidad y el gozo en el Señor. Hay una diferencia tan grande, estuvimos ahora mismo en Tennesee donde están Aby y Miguel. Mire, yo creo que el diablo está en todas partes, no es que estoy idealizando esa ciudad ni nada por el estilo pero una de las cosas que me sorprende de esa área es el número de iglesias que hay. Usted tira una piedra y le da a una iglesia en el sur.

De nuevo entiéndame bien, ahí hay tanto pecado como lo hay muchas veces en las otras ciudades y demás, es muy posible. Pero, y eso me pasa cuando he viajado a otros estados de Estados Unidos. A veces la gente piensa que Estados Unidos es solamente Nueva York, San Francisco, Chicago, Boston y Los Ángeles o unos cuantos, y creemos como que eso es Estados Unidos. Sabe que: cuando usted viaja hay tantas partes, en la mayoría de los estados de esta nación hay gente temerosa de Dios. Hay mucha gente que tiene un sano temor de Dios.

No son perfectos, ¿ok?, no son unos santos ahí, ya todos listos y preparados para irse para el cielo pero son gente que teme al Señor. Y que aunque sea en sus confesiones generales reconocen que hay un Dios en la Tierra que vigila sobre la Tierra y que de alguna manera los hombres tenemos que inclinarnos ante ese Dios. Y muchos van un paso más allá y creen que Cristo es el defensor de la creación. Sabe que el único que puede defender a las ciudades, a las naciones, a las familias de los ataques del diablo es Jesucristo, la sangre de Jesús.

Hay una directa oposición entre el Nombre de Jesús y las huestes del infierno que quieren matar, robar y destruir en nuestras ciudades. Y cada día más yo entiendo una cosa: es que cuando un hombre, una mujer, una familia, una ciudad, un gobierno se afilia con Jesucristo, no solamente está diciéndole sí a Jesucristo si no que también está diciéndole no al diablo. Cristo es un elemento de guerra y de oposición al reino de las tinieblas. Cuando Cristo entra entra con Él el Reino de los cielos. Entran los valores del Reino de Dios, entra la positividad de Dios, entra el buen deseo de Dios para su creación.

Entonces yo le digo siempre a la gente: cuando tú recibas a Cristo, entiende lo que estás haciendo, tú estás firmando un pacto de guerra. No solamente estás neutralmente diciendo: ok Señor, yo te hago mi Jesús y mi Rey etc, no, usted está diciéndole al reino de las tinieblas: no te quiero aquí; no te quiero en mi vida, no te quiero en mi espíritu, no te quiero en mi economía, no te quiero en mi trabajo, quiero a Cristo.

Y ese elemento de guerra en la confesión de Jesús es lo que hace posible que entonces pueda venir la paz y el gozo del Señor a cualquier colectividad. Sea una familia, sea una ciudad, sea un departamento de gobierno, sea una escuela, sea un vecindario, sea una calle, etc, etc. ¿Y por qué digo otra vez?. Cuando estuvimos allá, hay algo lindo en esas ciudades, en esos estados donde todavía no reina el humanismo, el racionalismo y ese orgullo, esa soberbia que tiene el hombre intelectual como tiene aquí en la ciudad de Boston y de sus alrededores. Yo les hablo por experiencia, yo sé lo que es vivir en las entrañas del monstruo.

Yo sé la soberbia del hombre racional, el hombre intelectual y cómo el hombre moderno se cree que tiene el derecho a escoger y a decidir su destino, y lo que hacen es entonces ser como conejitos que se meten al bosque donde hay fieras que quieren matarlo y destruirlo. Pero cuando hay una colectividad que se humilla delante de Jesús, aunque no sean perfectos hay algo que sucede, las tinieblas tienen que retroceder un poco. Y entonces cuando uno camina uno siente como que hay una, ah como que es diferente, wow.

Y la gente es diferente. En esas áreas la gente te mira y te saluda. Oiga uno te sorprende aún en los restaurantes cómo te sirven. Las conversaciones que tú puedes tener con los extraños, el aire es diferente. ¿Por qué?, porque hay un reconocimiento aunque sea implícito de que Cristo es bienvenido. Esas familias cometen sus errores, sus pecados, pero muchas veces lo que Dios quiere es que alguien baje la cabeza ante Él y que se humille. Él dice ahora podemos bregar, no te preocupes; tienes muchos issues, tienes problemas, hay inconsistencias pero por lo menos bajaste tu cabeza ante Mí.

Yo digo: si las colectividades entendieran eso. Nuestras universidades, las plagas que hay hoy en día de la promiscuidad. La deserción escolar, las niñas prematuramente encintas, los varones que cada día se desmoronan cada día más y más en su masculinidad, hay casi una desaparición de los hombres en nuestras sociedades. Cuando nuestra sociedad baje la cabeza ante Jesús vendrá la paz y el gozo del Señor, yo les aseguro eso. No tendremos que tirar tantos millones de dólares que desperdiciamos.

Queremos tirarle Ipads al diablo y creer que con eso se va a ir, ¿sabe?. Le damos Ipads a todos los jóvenes, le damos computadoras a todos los jóvenes. Llenamos nuestros salones de clases de todo tipo de recursos, le tiramos cupones a los pobres para que a ver si con eso se aplaca su hambre y su sed. Metemos clínicas flamantes con mesas donde podemos hacer los abortos más exquisitos del mundo y creemos que con eso vamos a poder resolver el problema de nuestra juventud.

Hermanos, cuando Cristo viene el gozo es posible en las sociedades. Cuando Cristo viene, cuando el Señor, cuando hay un bajar de cabeza ante Jesús entonces podemos decir: no, yo me regocijaré, me gozaré en el Señor, porque Cristo hace el gozo posible. Cuando nos pegamos a Cristo el gozo del Señor se hace posible en nuestras sociedades. Los hombres, los seres humanos podemos gozarnos en el Señor, el regocijo se hace posible. Vamos a decirle a Cristo: entra en mi vida.

Yo no estaré contento hasta que Dios no nos use como Iglesia para decirle a nuestra comunidad y quizá a otras comunidades también que Dios nos permita, hablo de la comunidad latina porque eso es lo que somos pero yo quiero que Dios nos use para hablarles a los anglosajones, africanos, asiáticos, haitianos lo que sea, pero que le digamos a las comunidades: refúgiense en Cristo Jesús. Hay refugo en el Señor. Abrámosle las puertas de los hospitales al Señor, abrámosle las puertas de los manicomios al Señor, abramos las puertas de las clínicas de adicción al Señor, abramos las puertas de las oficinas psiquiátricas al Señor y entre la paz, el gozo del Señor a esos lugares.

Tenemos que decirles a nuestras comunidades: refúgiense en Cristo Jesús porque en Él hay gozo y hay esperanza, y hay paz y hay salvación. Tenemos un sagrado deber hermanos, yo siento como nunca que el Señor está llamando a nuestra Iglesia y a ti, cada uno de ustedes, a mí, en todo lo posible que le anunciemos a este mundo deprimido, triste que se deshace lentamente y se cuece en su propia sopa que Cristo es la solución a su necesidad, y que en Él, en el Señor es posible de nuevo el regocijo de nuestras comunidades. El regocijo de nuestras familias, el regocijo de nuestros hijos, la paz del Señor que sobrepasa todo entendimiento. La respuesta está en el Señor, regocijaos en el Señor siempre.

Y aún cuando hayan pruebas y dificultades, cuando todo no te vaya bien ese siempre hará sentido. Aún cuando hayan pruebas tú encontrarás la manera de gozarte porque el Señor será tu gozo. Les dejo con las palabras de Abacuc capítulo 3 versículo 17 en adelante, Abacuc 3:17, dice: "Aunque la higuera no florezca ni en las vides no haya fruto. Aunque falte el producto del olivo" hoy en día uno diría aunque no haya latas en la despensa, aunque no haya leche en la nevera, aunque hayamos cocinado el último poquito de arroz con habichuelas y ya no tengamos nada que comer. Aunque no haya tortillas ya que amasar ni nada por el estilo ni frijoles refritos que poner encima aunque sea, y las ovejas sean quitadas de la majada y no hayan vacas en los corrales digan con todo, con todo: "Yo me alegraré en Jehová y me gozaré en el Dios de mi salvación."

Gloria al Nombre del Señor. Tú tienes que hacer una decisión de vivir una vida feliz. Tú tienes que decidir gozarte. La vida no te va a dar esa oportunidad, tú tienes que arrancársela a la vida. Tú tienes que decidir: yo voy a ser una persona feliz. Yo voy a creer que Dios tiene buenas cosas para mí, yo voy a moverme en expectativa de la felicidad de Dios, yo voy a emprender cosas buenas, yo no voy a pensar cada vez que vaya a hacer una decisión que va a salirme algo mal, no, voy a pensar que va a salirme bien.

Y cuando yo regrese a mi casa al final del día voy a recostar mi cabeza sobre mi almohada y le voy a dar gracias a Dios por un buen día. No habrá sido perfecto pero ha sido un buen día porque ha sido el día en que he vivido en el Señor. Con todo yo me gozaré, that is the bottom line for the child of God. No matter what happens in my life: I am going to rejoice, I do not care. I am going to look at the devil right in the face and my joy is gonna spoil his day because I decided to be happy. I am going to rejoice, I am going to be a happy human being and I am going to be happy in the Lord.

My sufficiency is in the Lord. My definition, my worth is in the Lord, His love for me, His good intentions for me. Cuando tú te regocijas en el Señor y tú piensas: yo valgo, yo soy, yo tengo, yo puedo porque Cristo está dentro de mí y en Cristo Jesús yo soy más que vencedor en todas las pruebas, todas las aflicciones yo las bateo de home run, aleluya, yo puedo gozarme en el Señor.

Dios nos llama en esta mañana, regocijaos. Es más lo voy a poner en buen español: regocíjense, gócenze, celebren en el Señor. Ese regocijaos suena demasiado distante. Gózate hombre, mujer de Dios, gózate en el Señor, danza, disfruta, huele las azucenas alrededor de ti, tómate un cafecito con buen azúcar y di gracias Señor, gracias. Te bendigo Padre. Invita a tus amigos a la casa con buena música, ponte un perfumito de vez en cuando, ¿amén?, gózate en el Señor. Cómprate una camisita de colores alegres y póntela y celebra, que cuando el mundo te vea diga wow: ¿qué tiene esa persona?. Hay algo, hay un sabor allí que tiene ese individuo, ¿por qué, qué es lo que tiene?.

Por eso dice el apóstol Pablo: que vuestra gracia sea conocida de todos los hombres, vuestra gentileza. Eso quiere decir que el hijo de Dios debe tener un gozo tan bello dentro de él o de ella que cuando la gente que lo vea en el vecindario se sepa, esta persona es diferente a los demás. Es amorosa, gentil, perdonadora, generosa, paciente, positiva, siempre hay una canción que sale de su boca, hay una mirada de esperanza en su corazón. Hay pruebas pero yo veo como que siempre sale adelante. Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres, regocíjense en el Señor. Vamos a ser la gente más feliz de toda la Tierra.

Vamos a ponernos de pie, dale gloria al Señor. Confiesa gozo ahora mismo, recibe el gozo del Señor. Di: Señor yo recibo Tu gozo, me gozo en Ti. Tú eres mi fortaleza, Tú eres mi esperanza, Tú eres mi suficiencia, Tú eres mi sanidad, Tú eres el garante de mi vida, aleluya. Y en Ti tengo mi llenura, en Ti tengo todo lo que yo necesito. Aleluya, confiese allí ese carácter positivo del Señor en su vida.

Padre, nos gozamos en Ti, Te bendecimos Señor. Padre yo pido que si alguien ha venido esta mañana con pruebas en su vida, que el soplo de Tu boca ahora mismo se pose y lleve consigo toda negatividad, toda tiniebla, toda tristeza. Yo confieso, tú confiesas que cualquier cosa en mi vida ahora mismo que me quite el gozo será suplantada por la paz y el gozo del Señor. Tú nos darás la victoria en todas nuestras luchas. Todos los gigantes caerán ante nosotros.

Nuestros hijos serán como plantas que beben de un agua secreta. Nuestro vecindario será bendecido porque nosotros moramos en él. Seremos suficientes en Ti Señor y tendremos todo lo que necesitamos, aleluya porque tenemos a Cristo Jesús en nuestro corazón. Gloria al Nombre del Señor. Gracias Señor Jesús, te amamos, te bendecimos, gracias Señor Jesús.

Aleluya, te exaltamos Señor, este pueblo se goza en Ti Padre. El Señor es mi gozo, mi fortaleza. Mi vida depende de Él, de Su Presencia en mi vida. Oh Padre llena la ciudad, llena la ciudad de la Presencia de Jesús. El único que puede deshacer las obras del enemigo. Y llena Tu pueblo de un gozo tan abundante que reboce, reboce, se desparrame Señor por las calles de esta ciudad. Créate comunidades cristianas que reflejen el gozo del Señor. Te alabamos y te bendecimos. Gracias Cristo porque a través de Tu sangre y Tu cruz tú has hecho posible este gozo en nuestras vidas en Tu nombre gracias, amén y amén.