El corazón humilde recibe la bendición de Dios

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En el mensaje del monte fue donde Jesús comenzó a compartir estos principios. Yo no sé si ustedes recuerdan, pero a forma de resumen, yo les estaba diciendo a ustedes que el sermón del monte es como la tesis de Jesús concerniente a cómo debe vivir un discípulo, qué distingue la vida de un hijo, una hija de Dios, de aquéllos que hemos decidido alinearnos a los principios del Reino de Dios. Y mire, yo sé que prediqué este mensaje hace 2 domingos atrás, y desde entonces lo he estado siguiendo masticando ahí en mi mente, y he encontrado muchas otras cosas y las quiero compartir con ustedes.

No voy a terminar hoy, desde ya, mira la hora que es, en 5 minutos les voy a dar la primera parte. Pero miren, este mensaje, estos tres capítulos se pueden dividir en tres partes, está la parte que tienen que ver con aspectos de actitud, la actitud del corazón, una actitud es como creemos nosotros que vivimos, cómo eso se manifiesta a través de nuestra forma de proceder, y la segunda parte tiene que ver con las motivaciones detrás de esas actitudes. Así que si comienzo este análisis del sermón del monte en el capítulo 5 de Mateo, uno de los primeros principios que Jesús comienza a comunicar, es que el corazón humilde recibirá bendición de parte de Dios. Yo no sé cuántos de nosotros nos podemos identificar con esto, pero la idea de un corazón humilde, de una persona que sabe y entiende lo que es una condición de humillarse, de yo reconocer que no soy la última Coca Cola del desierto, si no que yo necesito la gracia y la bendición de Dios en mi vida.

Miren como dice Jesús, verso 23, Jesús comienza diciendo: "Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos". Si ustedes recuerdan pobres de espíritu son aquéllos que piensan que en su corazón no lo tienen todo. Podrán tener todas las posesiones materiales a su alrededor, pero su espíritu está pobre, imagínense eso, un pobre financieramente, ¿cómo se ve la vida de un pobre financieramente?. Todo melindroso, deprimido, que no tiene ni una chapa para comprarse un galón de leche. Si esa persona se ve así en el externo, imagínese lo que significa pobreza espiritual, que no tiene nada por dentro y te estás secando como una pasa cada vez más y más, y necesitas de la bendición de Dios para verdaderamente infundirte un sentido de vida, un sentido de propósito, un sentido de visión hacia el futuro.

El corazón humilde recibe la bendición de Dios. Mire cómo se define todo esto, bieaventurados los pobres en espíritu, los que lloran, y no me refiero a los que son magdalenos o magdalenas que lloran por cualquier cosa, solamente padecen por situaciones convincentes en la vida, o contundentes mejor dicho. Bienaventurados los misericordiosos, bienaventurados los limpios de corazón, sabe yo me detuve ahí, ¿cuántos se recuerdan el Salmo 24, verso 4?. Dice, ¿quién subirá al Santuario, quién podrá?, el limpio de manos y puro de corazón. Porque dice aquí bienaventurados los mansos y limpios de corazón porque ellos verán a Dios, so antes de seguir está confirmando lo que dice el Salmista en el capítulo 24 de los Salmos, ¿quién podrá subir al monte del Señor, quién entrará en el lugar de su santuario?. Si está hablando de que va a subir y de que va a entrar, es porque de alguna manera u otra se va a encontrar con Él y lo va a ver.

Limpio de manos y puro de corazón. "Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios." Hasta ese verso todo lo que está hablando es de una persona humilde de corazón, de una persona que entiende lo que significa doblegarse ante alguien mayor que él o ella, porque de ese ser proviene una vida mucho más abundante que lo que este mundo puede ofrecer, y con esos criterios, con esos elementos ahí mezclados mire lo que dice, la historia se pone más interesante todavía, si tú te identificas con ese panorama de una persona humilde de corazón, mira lo que te va a tocar, porque tú llenas esos requisitos de persona humilde de corazón, porque padeces persecución por causa de la justicia, ay pero por qué me va a decir padecer persecución, yo no quiero ser perseguido, yo quiero vivir una vida tranquila, pacífica, no me gusta tener problemas con nadie, pero mira, si tú te estás alineando a los principios de la Palabra de Dios, de alguna manera u otra, vas a tener confrontación, por algún lugar la confrontación va a venir, sea de adentro o sea de afuera, la confrontación va a llegar, por alguna esquina va a llegar.

Pero si llega, bienaventurado eres, suena irónico, yo lo sé, hay veces que nuestra mente humana no puede razonar, calcular esto, pero en la mente de Dios hace mucho sentido. Si estás viviendo persecución por causa de la justicia, esos principios del Reino de Dios, el Reino de Dios está en ti, bienaventurado eres si por causa del Reino de Dios te persiguen y te vituperan diciendo cualquier mal, pero lo dicen hablando mentiras, porque tú estás viviendo en la verdad, no hay ley que se pueda someter en contra de la verdad de Dios, así que ese es uno de los primeros principios, el corazón humilde recibirá la bendición de Dios, pero dentro de esa humildad hay que persistir ante las ofensas y la oposición del mundo en el cual vivimos.

Ante tal oposición mis hermanos hay que marcar una diferencia. Hay que ser la sal y la luz del mundo. Versos del 13 al 16, está hablando que somos sal de la tierra, la luz del mundo el Señor nos llama a nosotros reflejar su gracia, su amor, en todo lo que nosotros hacemos, nuestra forma de vivir, nuestra forma de hablar. Yo estoy leyendo un libro ahora del Pastor Edwin Villafane que él se congrega con nosotros los domingos, y es un libro que está hablando de cuan importante es hoy día, que la Iglesia se congregue, se pueda ejercer un ministerio donde se vean las marcas de la cruz, que encarne la persona de Jesús, en otras palabras está diciendo que si nosotros queremos tener un ministerio efectivo no nos podemos dejar llevar solamente por las palabras que podamos predicar o enseñar, si no que nuestras acciones son las que deben predicar y enseñar que ese poder de Dios, esa luz de Dios está viviendo en nosotros.

Y aquí mis hermanos, este sermón del monte para mí hace mucho sentido, porque lo que Jesús está enseñando es un estilo de vida, es un carácter, que se contrasta a lo que el mundo no es y está exigiendo de nosotros un estilo de vida que es mucho más alto de lo que el mundo nos pide a nosotros, y ahí hay una dificultad, ahí yo me atrevería a decir que está la primera persecución que sale de adentro, wow, como yo voy a alinear mi vida a estos principios que Jesús me está pidiendo que yo viva a la luz de ellos, pero ahí es donde está la dinámica de uno poder ser luz en medio de las tinieblas, para poder ser luz se requiere vivir justamente, a la luz de Jesús cumpliendo con sus mandamientos en nosotros. La justicia mis hermanos es un término muy difícil de poder lidiar hoy día, es un término que se ha manipulado en muchas formas, todo el mundo quiere arar la justicia para su lado, todo el mundo quiere arar la justicia para sus derechos.

Hace años atrás, los africanos que estaban sufriendo de esclavitud estaban reclamando justicia, y halaron la justicia para su lado, y manipularon esa dirección. Cuando estaban saliendo los puritanos de Europa que estaban buscando su libertad de expresión religiosa, usaron ese término de justicia y la halaron, la usaron en su forma, se dejaron llevar y hoy día sin duda, la gente hala la justicia por su propio lado, el pueblo migrante está halando la justicia por su propio lado, la comunidad homosexual está halando la justicia por su propio lado, los deambulantes en la calle halan la justicia por su propio lado, los ricos en las compañías de los CEOs, de los Big Fives, halan la justicia por su lado, los demócratas la halan por su lado, los republicanos la halan por su lado, los independientes la halan por su lado, distintas denominaciones halan y halan la justicia por su lado, la justicia está tan manipulada, que yo me imagino que usted me va a preguntar, ok Pastor, ¿cómo definimos la justicia entonces?.

Well (risas), la justicia mis hermanos es seguir los principios de Dios. Eso es justicia. Si usted quiere vivir justamente, que su justicia proceda de un sistema que es mucho más fuerte que el sistema de este mundo, que su justicia esté fundada en un sistema de gobierno meaning el Reino de Dios, mucho más sólido y más fuerte que los sistemas de este mundo en el cual vivimos, esa justicia requiere una actitud de una persona que sea justo. Una persona justa es aquél cuyos pensamientos, emociones y acciones están conforme a la voluntad de Dios, déjame repetirlo, una persona justa es aquélla cuyos pensamientos, emociones y acciones están conforme, en otras palabras alineados, a la voluntad de Dios. En otras palabras, si yo quiero ser justo no voy a ser justo contigo ante mis propios intereses, yo voy a ser justo a la luz de los intereses de Dios. Si yo hago mi justicia a la luz de los intereses de Dios, entonces yo voy a obrar con rectitud contigo, no te voy a estar midiendo basado en mis propios términos si no que te voy a estar midiendo basado en los términos de Dios y los principios de su Reino, ahí es donde opera una justicia que se va por encima de este mundo.

Y con todo eso que yo dije eso no he logrado definirlo todo o abarcar todo, me quedo corto, el tiempo ya se va. Déjame ir resumiendo con este punto, los versos 21 al 26, uno de los aspectos, esas actitudes que Jesús quiere que nosotros proyectemos como hijos, hijas de Dios, que a la luz del Reino es saber cómo controlar la ira, saber cómo controlar esa emoción que es una emoción de Dios, en Dios está la ira también pero Él la tiene mucho más controlada que nosotros, pero que por nuestra debilidad humana a veces se va a unos límites extravagantes, entonces está hablando en esos versos 21 al 26 acerca de cómo manejar la ira, diciendo "no matarás, y cualquiera que matare será culpable de juicio", Jesús entonces nos está dando una nueva ley diciendo cualquiera que se enoje contra su hermano ya es culpable de juicio.

Ya no es que cualquiera que le corte la cabeza a alguien es culpable de juicio, está diciendo, no, si te enojas contra tu hermano, contra tu hermana, ya te las estás buscando. Jesús levanta la barra, bueno, vamos a aplicar la Biblia, ¿qué es lo que dice Pablo en Efesios 4? "airáos pero no pequéis". Estas cosas que Jesús dice hay que analizarlas dentro del contexto completo que se estira a lo largo de la Biblia, el enojo es una emoción que está en nosotros, y hay que controlarla, sí, uno se enoja, uno se ira, pero no hay que dejar que la ira controle tu ser sobre todo para que lo que tú vayas a cometer contra la persona sea algo pecador, sea algo pecaminoso, pecaminoso en el sentido que te va a alejar a ti de esa persona y por ende te va a alejar de Dios. ¿Se entiende lo que digo?.

Si yo en mi enojo le digo, mira (pip) a esa persona, eso me está alejando de la otra persona, por ende me está alejando de Dios. Si yo le digo a mi hijo, a mi hija, tú hijo de, hello, estoy alejando a mi hijo de mí, y por ende si los estoy alejando de mí, yo me estoy alejando como hijo de Dios también, so esos momentos donde el fuego quema por así decirlo, donde las cosas se aprietan, y se nos quiere romper la camisa como Hulk, tan salvaje así, uno tiene que aprender a ahhh, controlar esa ira, y decirle a esa persona, hablamos ahurita, déjame ir al patio y gritar, y vuelvo a hablar contigo, déjame contar hasta 10, hasta 50, hasta 100, o hasta 1000, sea como sea, pero el asunto mis hermanos a mí me encanta como Jesús habla, miren el contexto.

Si traes tu ofrenda al altar, estoy en el verso 23 del capítulo 5, si traes tu ofrenda al altar, miren el contexto en el cual lo está poniendo, Jesús se las trae, tiene una sabiduría sobrenatural, porque Él sabe cómo descifrar nuestros esquemas, nos queremos disfrazar de ay, aquí viene el santurrón, voy a adorar a Dios ahora, pero miren como dice, si en ese momento que vienes a traer tu ofrenda al altar, te acuerdas, no que te lo recordaron, te acuerdas tú, y miren que nosotros tenemos una buena capacidad para acordarnos cuando estamos en deuda con alguien o cuando alguien me debe algo, yo me puedo olvidar fácilmente cuando alguien hace algo bueno pero si tú me haces a mí, eso se queda ahí plasmado, y me puedo poner una máscara pero detrás de esa máscara está eso metido allí entre ceja y ceja.

Si allí te acuerdas de que tu hermano tiene en contra de ti, ¿qué dice?, deja tu ofrenda, o sea ese sacrificio, como dice el verso, ese sacrificio de labios que estás ofreciendo al Señor, mejor resérvatelo, busca a la persona con quien tienes que hablar, arréglate con él o con ella, para que entonces tu ofrenda pueda ser genuina delante de Dios. Miren qué interesante, dice ponte de acuerdo con tu adversario pronto, qué dice Pablo, airáos pero no pequéis, no dejéis que el sol se ponga sobre vosotros, Pablo lo que está diciendo tienes 12 horas para que se te pase el coraje, no dejes que el sol se ponga sobre ti, so si te enojaste a mediodía tienes 6 horas para que se te pase, al menos si te enojaste en la noche tienes 12 horas para fiu, bajar esos humores y entonces poder arreglar lo que tienes que arreglar, ahora si son las 6 de la tarde te salvaste aquí en Massachussets porque ya a las 8 de la noche ya el sol se está poniendo, te está dando 2 horas, más para que puedas lidiar con tu enojo.

Ponte de acuerdo con tu adversario pronto (en voz de spanglish), entretanto que estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel, en otras palabras no dejes que sea demasiado tarde, arregla las cosas a tiempo, arregla las cuentas a tiempo, para que entonces si tú quieres que tu oración sea una genuina, sea una libre, sea una fluída y llevadera, que entonces así pueda ser, ¿amén?, ya, eso es otra verdad muy clara, que tus oraciones puedan llegar al Padre sin ningún obstáculo en el medio, ese pasaje lo voy a apuntar para la próxima.

(Suspira), la última que les digo, con esto cierro por hoy, también por otro lado mis hermanos, parte del principio del Reino de Dios es saber vivir en integridad hacia las personas del género opuesto, máxime cuando se trata del contexto matrimonial, y esto mis hermanos lo voy a empezar pero lo voy a dejar para después porque hay mucha tela para cortar, porque esto es un área que afecta a muchas personas en distintas maneras, no importa el estatus que tú puedas tener, afecta a todos, creo que merece su debido tiempo, su debido análisis para saber cómo proceder con esto en los tiempos de hoy, hay mucha gente que ha sido herida con esto. Y yo creo que nosotros como Iglesia estamos aquí para ayudar a esas personas, a esas familias a sanar, sea ya una persona que ha pasado por un divorcio y está aquí recuperándose, o sea un matrimonio actual que está pasando por aguas turbulentas, o sea uno que recién está empezando y está saliendo turbulento de la pista, nosotros como Iglesia estamos aquí para ayudar a fortalecer esas familias, para ayudar a fortalecer esos invidiuos que necesitan esa restauración interna en sus emociones.

Y yo creo que cuando nosotros vivimos a la luz de los principios de Dios, es posible, es posible fomentar lo que necesitan nuestras familias hoy en día, por ende lo que necesita nuestra sociedad hoy en día. Así que lo voy a dejar aquí mis hermanos, voy a continuar, voy para el 27, así que vamos a orar mis hermanos, yo le invito a que siga pensando, analizando estos principios, es más, si usted tiene preguntas yo me voy a atrever a hacer esto, escriba un papelito, me lo deja en el box en mi puerta y yo lo voy a traer a colación entonces en el próximo mensaje, ¿ok?, entonces quiero escuchar de ustedes también.

Señor, te damos gracias por estos minutos que hemos pasado, estamos empezando a meditar en estas palabras que Jesús compartió hace años atrás, pero que todavía siguen teniendo gran impacto en nuestras vidas hoy, te pedimos que Tú nos permitas seguir reflexionando en ellas, y a la misma vez que podamos nosotros incorporar estos principios, estas verdades a nuestra vida para que podamos vivir cada vez más y más a la luz de los deseos de Tu corazón para nosotros. Bendice ahora a mis hermanos y hermanas a medida que nos vamos de aquí, que vamos a nuestros hogares, llévanos con bien, con Tu protección y pedimos que esta noche nos concedas un descanso profundo, reparador, y que en el día de mañana si así Tú lo permites podamos levantarnos con nuevas fuerzas y energías para enfrentar lo que el día de mañana pueda traer. Bendícenos y concédenos Tu paz, Tu Shalom, por Tu Hijo Jesús oramos, amén y amén. Hermanos salúdense unos a otros, los hermanos del internet nos veremos la próxima adelante en el Señor.