Ay de mí, si no predico el Evangelio

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Lo que yo he estado haciendo en estos últimos domingos es ayudándonos a todos nosotros a ver los fundamentos bíblicos, teológicos, del llamado evangelístico y lo hemos estado mirando desde diferentes perspectivas. Que el Evangelio por ejemplo, con el tema del endemoniado gadareno, el Evangelio es guerra espiritual, es liberación, es liberar a la gente de los amarres y las ataduras del enemigo. Que el Evangelio es algo que nos ha sido encomendado y que la naturaleza misma de la iglesia y del cristiano es reproducirse, el grano de mostaza, la levadura.

De paso, después que prediqué el sermón ayer me puse a hacer pan y los beneficiarios, dos de ellos están acá, porque me interesó de nuevo. Dije, voy a volver a visitar acerca de la levadura y el pan, entonces hicimos pan y yo creo que lo estamos reflejando físicamente. Pero levadura que leuda toda la masa.

La naturaleza invasiva, en el sentido más bello de la palabra, del Evangelio, contagioso. Cada creyente debe ser una persona contagiosa que todo lo que toquemos sea leudado por el Evangelio. Es la naturaleza. Y todo esto está de nuevo diseñado en esa dirección.

Y hoy yo quiero hablar de nuevo de la misma idea y les quiero mostrar cómo a través de la escritura vemos claramente que desde los inicios mismos de los tiempos la idea de Dios ha sido que los principios de su reino sean incorporados en toda actividad de su pueblo. Esto no es opción, es una obligación, es la naturaleza misma del creyente, el llamado a evangelizar.

Y si usted me pidiera un título para mi sermón yo diría, “Ay de mí, si no predico el Evangelio.” Ay de nosotros si no predicamos la palabra de Dios. Y quiero invitarlos a ir a Primera de Corintios 9, versículos 16 al 23. Pablo hablando acerca de todos los beneficios que nosotros hemos recibido y de lo glorioso, lo privilegiado que es uno, anunciar la palabra de Dios. En el versículo 16 dice:

“…Pues si anuncio el Evangelio no tengo por qué gloriarme…” En otras palabras, cuando tu te pasas el día predicando el Evangelio y haces esfuerzos y das todo y haces todo lo que tu puedes, no te hagas ah, yo soy la gran cosa, qué buen cristiano yo soy. ¿Sabes qué? Dice aquí, siervo inútil soy. Después que tu has hecho todo y te has pasado todo el día… no es como si el Señor dice, ah, qué bueno, cómo puedo yo servirte a ti. Dice no, hiciste lo que tenías que hacer.

Pablo dice, si yo he predicado el Evangelio no tengo por qué gloriarme. Debemos entender eso, que todo lo que nosotros hacemos por avanzar el Reino de Dios, cuando tu sirves en la iglesia para que esos niñitos reciban la palabra, porque eso es evangelismo, ¿sabe? Cuando usted le predica a un niño, dicen por ahí que usted está salvando a un alma dos veces. ¿Sabe por qué? Porque la está salvando de todos los errores que a veces esa persona puede cometer en la adultez y también lo está salvando para la eternidad.

Así que en un sentido la actividad de educación de niños es una de las cosas más evangelístico. Estamos sembrando la palabra de Dios. Entonces cuando usted sirve y ayuda en eso, usted no lo ve como algo extraordinario que merece una alabanza especial, es simplemente eso es lo que yo hago. No me voy a gloriar de eso, no lo voy a ver como algo extraordinario. Todo lo que yo haga para avanzar el Reino de Dios es simplemente parte de mi job description. Eso está allí en mi currículo.

Entonces, él dice, “… porque me es impuesta necesidad…” Es una forma sofisticada de decir es obligación. Me lo han impuesto, me lo han obligado, me lo han impartido en una forma imperativa. Y mire lo que dice, “… y ay de mí, si no anunciare el Evangelio.”

Y eso es algo que yo quiero impartir a su corazón y a su espíritu de que primero, es una obligación, segundo, si no lo hacemos tiene consecuencias negativas en nuestra vida. No quiero usar de técnicas de miedo para animarlos, al contrario, yo creo que la satisfacción de ver a gente llevar a conocer a Jesucristo y ver el impacto en sus vidas, la transformación que trae el Evangelio cuando verdaderamente entra a un hogar o a una vida, eso es más que suficiente satisfacción para nosotros, y estímulo. Pero la realidad es que el domingo que viene, si Dios me lo permite, yo voy a hablar acerca de también esa dimensión digamos sombría de no predicar el Evangelio, de la importancia de que Dios lo ve como algo de suma seriedad, lo cual debe quitarnos ese sentido de complacencia, de que bueno, si yo lo hago, muy bien, si no eso es opcional. Es una obligación y es como algo que usted como ciudadano del reino tiene que llevar a cabo. Pero eso lo dejamos para después.

Pero Pablo es aquí bien claro. “Ay, de mí si no anuncio el Evangelio, por lo cual si lo hago de buena voluntad recompensa tendré, pero si de mala voluntad la comisión me ha sido encomendada.”

En otras palabras, aunque no me sienta con deseo de hacerlo, y si lo estoy haciendo porque es que tengo el compromiso y la comisión. Ahora, lo bueno es que uno lo haga evidentemente de buena gana.

“¿Cuál pues es mi galardón? Que predicando el Evangelio presente gratuitamente el Evangelio de Cristo para no abusar de mi derecho en el Evangelio…”

En otras palabras, Pablo está diciendo aquí, yo estimo como un privilegio tan grande predicar el Evangelio que yo lo hago gratuitamente. ¿Saben ustedes que Pablo era bi–vocacional? En otras palabras, Pablo construía tiendas de campaña para costear su trabajo evangelístico. Para él, él lo veía como un privilegio, que él no quería decir que nadie me robe el privilegio de predicar el Evangelio gratuitamente. Y él añade en el resto del pasaje que no lo voy a leer, cómo Pablo se humillaba a sí mismo y él hacía todo lo que fuera necesario. Si estaba hablando con gentiles, hablaba de cierta manera; si estaba hablando con judíos, piadosos, farisaicos, les hablaba de otra manera.

A él no le importaba porque él era un vendedor que lo que quería era ganarse la simpatía de sus clientes potenciales del Evangelio para que el Evangelio entrara con toda naturalidad en su vida.

Así que vemos aquí, yo quiero que se grabe en su corazón esa expresión, ay de mí, si no anunciare el Evangelio. Toda institución en esta tierra, sea un corporación, sea una universidad, sea un hospital, sea una agencia sin fines de lucro, toda institución corporativa tiene una visión, tiene una razón de ser, y tiene un modus operandi, algo que le da sentido a su existencia.

Los hospitales su visión es sanar enfermos y aumentar la calidad de vida física de la gente. Una universidad existe en última instancia para educar a las personas. Nike sirve para ofrecer recursos físicos para todo tipo de actividades atléticas. Cada institución tiene una razón de ser, una visión, una meta, un propósito que anima sus actividades.

Yo definiría visión como un principio unificador que guía y determina las diversas acciones de un individuo o una institución. En otras palabras, toda institución, todo individuo tiene muchas diferentes actividades. En el mundo corporativo existe un principio que se llama alineamiento, alignment, eso quiere decir que las actividades de cualquier institución necesitan alinearse y reflejar en un última instancia la razón de ser de esa institución. Si de una manera u otra no contribuyen al desempeño de esa visión, están fuera de base.

Todas las actividades diversas de una corporación y la iglesia en una manera es una corporación con naturaleza eterna y divina, pero es una corporación, necesita alinear sus diferentes actividades al propósito para el cual existe, a su visión. Y yo sostengo que la visión, misión, de la iglesia de Jesucristo es ganar almas e impactar el mundo para Cristo, e impartirle al mundo la naturaleza, la esencia del Reino de Dios.

La iglesia de Jesucristo obtiene su visión y misión de parte de Dios mismo. Él es fundador y él le ha impartido a la iglesia su visión. Y nosotros no podemos, ninguno de nosotros tiene la autoridad, para sustituir otra visión, no importa cuán exaltada o cuán digna de alabanza sea, el único que puede cambiar la visión de una institución es o la junta directiva original o el fundador o el dueño principal de una corporación. Y una iglesia puede hacer muchas cosas pero la pregunta es, cómo esas cosas encajan con la visión última.

Como yo decía, los niños, por ejemplo, nosotros hacemos una cantidad de actividades para los niños e invertimos mucho dinero, decenas de miles de dólares en personal y en programa y energía de parte de muchos de ustedes. Ahora mismo hay adultos allí dando de su tiempo para educar a nuestros niños. Eso está maravilloso pero si nosotros nos orientamos exclusivamente, okay, queremos ser una iglesia que sea conocida y que prepare los niños para ser buenos evangélicos. Sí, está bien pero hay muchas otras cosas.

Las actividades de ellos tienen que conducir a niños que amen al Señor y a adultos que un día sean miembros saludables del Reino de Dios. Entonces, en un sentido, como yo decía, eso está orientado hacia la visión evangelístico. El trabajo social que la iglesia hace aquí, nosotros invertimos mucho dinero y espacio para cantidad de cosas, esfuerzos migratorios, esfuerzos para la educación de los jóvenes para la universidad. Y nosotros creemos que todo eso es parte también de esa levadura que va penetrando toda la masa. La gente viene a León de Judá y entra en contacto con gente cristiana que sirve en esas posiciones. Respiran el aire de una institución cristiana cuando vienen a recibir información acerca de inmigración.

Los poderes seculares de políticos y sociales de la ciudad se percatan de que hay una iglesia que está haciendo actividades para servir y bendecir y sus corazones son suavizados y preparados para el Evangelio.

Esta mañana me tropecé con unos papeles buscando algo de cuando nosotros fuimos la base para el servicio de inauguración del gobernador de Massachusetts, Charlie Baker, eso fue el año pasado o dos años atrás. Y yo leía en el Boston Globe un artículo que se dedicó a León de Judá y a mi persona específicamente por razones que son largas de explicar, y leía ese artículo muy extenso de hecho, donde se hablaba acerca de nuestra iglesia, nuestra posiciones teológicas y el hecho de que estaba sirviendo como base para ese gran evento en el estado de Massachusetts. Y de nuevo, free publicity, publicidad gratis para el Evangelio, la gente tuvo que leer acerca de nuestra identidad. Búsquelo en el Boston Globe, Charlie Baker servicio de inauguración. Formas de predicar el Evangelio.

Todo tiene que estar orientado en esa dirección. Si no podemos vincularlo con el llamado evangelístico que nos ha sido dado por Dios, entonces algo anda mal. Muy bueno, muy bonito, uno puede hacer una cantidad de obras… hay iglesias de hecho que al abandonar el Evangelio bíblico se han tenido que tornar simplemente a ser un lugar de servicios sociales, porque como no tienen ese contenido espiritual, eterno, sobrenatural, pues justifican sus obras más bien haciendo obras sociales, buenos conciertos de jazz, trabajando en la sociedad, diferentes maneras… ese no es el cometido del Evangelio.

Uno puede usar esas cosas y debe usarlas pero en última instancia cuántas personas estamos ganando para Cristo. Cómo estamos creciendo, qué impacto estamos teniendo, cómo estamos levantando al Hijo del hombre para que todo el que mire hacia él sea salvo. Entonces, todas esas son muy importantes pero la visión principal tiene que ser eso.

¿Sabe usted que desde tiempos antiguos el evangelismo no es algo nuevo cuando Cristo entra en el escenario? Evangelización no es solamente desde los tiempos de la iglesia primitiva, el evangelismo ya estaba metido en el ADN, en el código genético, del pueblo de Dios en el Antiguo Testamento. Saben ustedes que Dios llamó a Abrahán para que fuera luz a las naciones.

Si usted lee lo que Dios le dice a Abrahán que iba a ser el padre de toda la nación judaica y por lo tanto progenitor de la raza humana en su relación con Dios, ya se suponía que Dios estaba levantando un pueblo que rodeado de naciones paganas e idólatras iba a ser un ejemplo para todas esas naciones. Israel al adorar al único Dios, en vez de muchos diferente dioses, un Dios santo, en vez de dioses impuros y sexualmente activos como eran los dioses paganos, y eran parte de prostitución supuestamente sagrada, eran orígenes de sacrificios humanos y de origen de sacrificio a niños y de gran violencia, este Dios santo que los judíos iban a adorar, único, no múltiple, uno solo, un pueblo prosperado, bendecido, sanado, con grandes valores éticos de servicio a los demás. Todo eso está en la ley original.

Israel se suponía que fuera un ejemplo y un recurso evangelístico en el sentido de predicar la verdad a un mundo que estaba en tinieblas. Pero ¿qué pasó? Israel se tomó ese privilegio para sí mismo y entonces se constituyeron en el pueblo escogido de Dios. No compartieron el Evangelio en el sentido del Dios este que quería ser levantado ante las naciones. Se pervirtieron ellos, permitieron que las naciones más bien los corrompieran a ellos, se convirtieron en un pueblo idólatra, materialista y dejaron su razón de ser, que Dios quería que ellos fueran sus testigos.

Miren Isaías 43, cómo Dios ve el llamado que les ha extendido a los hebreos. Isaías 43 versículos 10 al 12. Dice:

“Vosotros sois mis testigos, dice Jehová…” De paso, hay grupos por allí que han tomado esto como para ellos solamente, pero si usted lee en el contexto original, Dios le está hablando a los hebreos y por extensión a todo su pueblo en general, no solamente a un grupito que se arroga como el derecho de usar ese versículo para sus propios propósitos.

“…Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí…”¿Cuál es ese siervo? El Mesías, Cristo. “… para que me conozcáis y creáis – eso es lo que tenemos que hacer nosotros, cada uno de nosotros, conocerlo a él, creer en él – y entendáis que yo mismo soy. Antes de mí no fue formado Dios ni lo será después de mí…”

En otras palabras, lo primero que uno tiene que hacer es conocer el Dios que uno sirve, tener una experiencia personal con Jesucristo, empaparse de ese sentido de relación personal con Dios. Quién es Dios, y entonces de ahí, dice, versículo 12:

“…yo anuncié y salvé e hice oír y no hubo entre vosotros Dios ajeno, vosotros pues sois mis testigos, dice Jehová, que yo soy Dios…”

En otras palabras, nosotros estamos llamados a testificar y a poner en evidencia la naturaleza de Dios. Claro que ahora en Cristo Jesús esa naturaleza divina se hace mucho más completa. Los hebreos conocían ciertas dimensiones de Jehová pero no conocían do debían ese Dios humilde, personal, inmediato, accesible, generoso, perdonador, lleno de gracia, que se hace hombre para experimentar nuestra condición e interceder ante el Padre en el misterio de la Trinidad. Ahora entendemos a Dios en una manera mucho más profunda, el Dios inmanente, el Dios que está en nosotros. Emanuel, Dios con nosotros.

El mundo hebreo conocía a ese Dios más como fuera de la creación, aunque era parte de la creación evidentemente, pero ese Dios temible hasta cierto punto y distante. Cristo viene a enseñarnos un Dios ahora mucho más amplio. Nosotros lo hemos conocido, nosotros lo hemos experimentado, nosotros somos testigos de su misericordia, su gracia, su perdón, su generosidad, su provisión, su poder sanador, su iluminación, su palabra completa, y se supone que ahora nosotros revelemos esa naturaleza a los que no lo conocen.

Dice el versículo 21, “…Este pueblo he creado para mí, mis alabanzas publicará – y el versículo 22 dice – y no me invocaste a mí, oh Jacob, sino que de mí te cansaste, oh Israel…” El dolor de Dios, de que su pueblo que él había comisionado para que fuera testigo y voz, portavoz del mensaje del Evangelio lo había dejado.

Pero esa era la misión de Israel, ser luz a las naciones, y ¿qué pasó? Que como Israel no desempeñó esa misión, ¿qué hizo Dios? Se la quitó. Cuando tu no usas los dones que Dios ha puesto en ti, cuando tu no usas la gracia, la energía, la dotación de Dios en tu vida para hacer lo que Dios te ha llamado a hacer, la Biblia dice bien claro, si el pámpano no da fruto, lo cortan, lo echan al fuego porque no sirve para nada. Si la sal pierde su sabor hay que botarla en la basura. Si un cristiano no se reproduce, si no está invirtiendo en el reino, si no está siendo un recurso para el Reino de Dios, si no está siendo usado en alguna forma creativa para avanzar los intereses y los propósitos del Reino de Dios, es un siervo inútil, es una vid que no da fruto y si da fruto es fruto agrio.

Es una higuera estéril. ¿Por qué Jesús se ofendió tanto cuando metió la mano en higuera famosa esta, estéril, muchas hojas pero cuando el Señor buscó fruto en ella no encontró nada y la maldijo. ¿Por qué? Porque fio en ella un símbolo de una nación que tenía todo un aparato religioso inmenso, como lo tenía Israel, pero no daba fruto, no avanzaba los intereses del Reino de Dios.

Y así todo creyente que no usa los dones en alguna manera para avanzar el Reino de Dios, en alguna forma, dar fruto puede tomar muchas diferentes manifestaciones, pero en última instancia el fruto que uno da es para avanzar los intereses del Reino de Dios y traer almas al conocimiento de Jesucristo.

Si tu no usas tus dones, tus dones se secan. La Biblia dice que el que tiene mucho se le dará más y al que no tiene aún lo que tiene le será quitado. Eso es una regla que vemos una y otra vez en la palabra de Dios, y lo vamos a ver bien claro el domingo que viene.

Entonces, Israel no usa sus dones y su llamado evangelístico y el Señor lo transfiere a la iglesia y llama a un pueblo que no era pueblo, los gentiles, para provocar celos a Israel. De paso les digo, Dios no ha terminado con Israel. Hay un propósito pero Israel está como entre paréntesis ahora mismo y lo que tenemos ahora es lo que la Biblia llama el tiempo de los gentiles, donde la iglesia gentil está llevando a cabo la obra de Dios. En algún momento Dios va a quitarle los paréntesis a Israel y va a reanudar su relación muy intencional con Israel. Pero mientras tanto la iglesia lleva a cabo la obra de ese Israel que se negó a aceptar la visión original que Dios le había impartido.

Y ahora pasa, primeramente al Mesías que va a ser el fundamento de la obra de la iglesia. Y Jesucristo mismo vio también su misión como una misión evangelística. Isaías 42, versículo 1, esto es un estudio bíblico también aparte de un sermón. Isaías 42, versículos 1, 6 y 7. En esta palabra profética del siervo de Jehová y cuál va a ser su naturaleza y su actividad fundamental, versículo 1 dice:

“…He aquí mi siervo, yo le sostendré, mi escogido a quien mi alma tiene contentamiento. He puesto sobre él mi espíritu y él traerá justicia a las naciones…”

La orientación divina siempre ha sido las naciones. Id por todo el mundo, predicad el Evangelio haciendo discípulos a las naciones. Y el Mesías va a traer justicia a esas naciones. El versículo 6 dice.

“…Y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones para que abras los ojos de los ciegos, saques de la cárcel a los presos y de casas de prisión a los que moran en tinieblas…”

Ese versículo lo leímos anteriormente. Cuando el Señor por primera vez comparece ante un grupo en público, lo primero que hace es que lee de ese pasaje. El espíritu de Dios está sobre mí y me ha dado poder para hacer estas cosas que están acá. El Señor sabía que su misión era eso.

Hay una instancia, por ejemplo, cuando él está ante ese pozo y se acerca una mujer que es como símbolo de todas las almas a través de la historia que han necesitado de Jesucristo y de cuál debe ser nuestro compromiso. El Señor está sentado ahí y los discípulos le dicen, vamos a ir a buscar algo de comer porque ya es la hora de comida y sabemos que tu tienes hambre. ¿Qué les contesta el Señor? Les dice, “Yo tengo una comida de la cual ustedes no saben. Mi comida es que yo haga la voluntad de mi Padre.” ¿Y cuál era su voluntad? Ahí estaba él en ese momento predicándole.

Ellos se sorprendieron que estuviera hablando con una mujer primeramente como un rabino que no se suponía, el ethos judío no se suponía que hubiera ningún tipo de contacto. El Señor amaba esa alma. Ella representaba una oportunidad evangelística y él puso a un lado su agenda y le predicó el Evangelio.

Y qué interesante, y eso es un estudio que quizás un día podemos hacer en términos de enseñanza y entrenamiento, cómo llevar un alma a Jesucristo. Él comienza con una necesidad inmediata que ella tiene, quiere sacar agua del pozo. Y él le habla acerca de eso, nosotros decimos, la engatusa, una expresión medio caribeña. Él le va… ah, tu quieres agua. Okay. Mira, hay un agua por ahí que si tu te la tomas no vas a tener sed jamás. Y entonces comienza y finalmente le mete la estocada, le dice, “Yo soy el que habla contigo, yo soy el Mesías.” La lleva y después la convierte a ella en una evangelista.

Fíjese qué interesante, ella sale de allí y va enseguida a su aldea y convierte a todo el mundo y se convierte en una de las primeras evangelistas en toda la historia. El ciclo, evangelización, recepción de la palabra, y esa persona se convierte en un ganador de almas.

¿Sabe lo que pasa en una congregación que se convierta en una iglesia verdaderamente evangelística? Que la gente de afuera, cuando viene y conoce al Señor se convierten en evangelistas. Sabe que los que tenemos 10, 15 años en el Evangelio prácticamente ya somos inútiles porque – y eso es un peligro, un problema – porque nos metemos en la cultura evangélica, hablamos evangélico, comemos con los evengélicos, y no tenemos contacto con la gente que no conoce al Señor. Y no debiera ser así pero muchas veces es así.

Ahora, la gente que se convierte y conocen a Jesucristo tienen eso que se llama el primer amor, que no debe ser primer amor debe ser el amor, punto, de Jesucristo pero están entusiasmado, Dios los toca, conocen 20 mil gentes en el trabajo, dondequiera que son inconversos y esos son los mejor evangelistas de todos. Y eso es lo bello que yo veo en esto, que cuando una iglesia logra desatar una dinámica evangelística eso es un organismo que se reproduce a sí mismo. Entonces, evangelismo hace más evangelismo, hace más evangelismo, hace más evangelismo. Más almas conocen al Señor, traen más almas, y esas almas traen más almas y esa es la gloria de Dios en la tierra.

Yo desearía que un día tengamos que tener 4 servicios el domingo. Van a tener que ser más cortos porque la garganta no le toca… o vamos a tener que tener más predicadores, o ustedes van a tener servicios más cortos y gloria a Dios, todo el mundo quiere eso. la idea es que tengamos que explotar esto.

Pero vemos al Señor sentado allí y él está aprovechando. ¿Por qué? Porque su llamado, su cometido es evangelizar. Él dijo, “Yo he venido a salvar a los perdidos.” Saqueo lo ve subido al sicómoro y le dice, “Bájate, necesito hablar contigo. Esta noche vamos a cenar en tu casa,” y allí Saqueo trae a todos sus amigos, una partida de sinvergüenzas todos como él, publicanos, colectores de impuestos y el Señor allí hace una obra evangelística tremenda. Todos se convierten al Señor y Saqueo se arrepiente públicamente de sus pecados.

La dinámica evangelística del Mesías llamado a evangelizar a las naciones. Y su mayor obra de evangelismo fue en la cruz del calvario porque allí él estableció el vínculo y el medio de que los hombres y las mujeres llegaran verdaderamente a reconciliación con Dios.

Israel llamado a evangelizar. El Mesías llamado a evangelizar. La iglesia de Jesucristo, ¿cuál era la visión de la iglesia primitiva en el libro de los Hechos? Ellos sabían que su principal cometido, su identidad residía en predicar el Evangelio y no tenían otra opción. Busque conmigo, Hechos capítulo 4, una famosa imagen donde vemos al concilio, el sanedrín, arrestan a Pedro y a Juan molestos porque esta gente está encendiendo en fuego todo Jerusalén y hay miles de personas que se están convirtiendo al Evangelio. Ellos están preocupados por su hegemonía religiosa en la ciudad y en Israel y arrestan a estos hombres y les amenazan de que no prediquen el Evangelio so pena de ser encarcelados o aún peor que esto. Y mire cómo Pedro y Juan les responden en Hechos 4:19.

“…Más Pedro y Juan respondieron diciéndoles, “Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído…”

Qué le parece si decimos eso todos juntos. Porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído. Eso es tanto una confesión como un compromiso. Es una asignación también, no podemos dejar de compartir lo que hemos visto y oído. Si Dios ha hecho algo en tu vida, si tu has experimentado alguna medida de transformación, de gozo, de provecho, de ser un hijo de Dios tienes que compartir eso que tu has visto y oído. Como el gadareno, tu ve que compartirlo. El gadareno quería quedarse con Jesús, disfrutar de este hombre tan poderoso y dedicar su vida simplemente a vivir en compañía con el Señor. Y le dijo, “No, no, ve a tu casa, a tus amigos, a tus familiares y cuenta cuán grandes cosas Dios ha hecho contigo.”

Esa es el mensaje de la iglesia. Entonces Pedro y Juan hablando por toda la iglesia le dijo, miren, es que no podemos, esa es nuestra identidad, tenemos que predicar el Evangelio. La iglesia primitiva, cómo inicia su carrera en la historia. Pedro da su primer sermón. ¿Cuántos fueron que se convirtieron? ¿5000? Y después predicó otro sermón, se convirtieron 3000 más. Óigame qué evangelista, lleno del Espíritu Santo.

Y la iglesia prendió en fuego todo Jerusalén, en una lo llamaban los que están turning upside down Jerusalem, estaban como molestando y trastornando la vida de todo Jerusalén. Su impacto fue tan grande. Ellos dondequiera que iban predicaban la palabra de Dios. Léase los primeros versículos del libro de los Hechos. El libro de los Hechos registra el Evangelio corriendo a través de los primeros cristianos como pólvora. Y ¿sabes qué? Dios usó inclusive la persecución. Hubo una gran persecución en Jerusalén y estos cristianos tuvieron que huir de Jerusalén y se fueron a diferentes regiones de Israel y allí predicaron el Evangelio.

Sabe que yo creo algo que está pasando en esta nación ahora mismo, donde hay en un sentido tanta persecución. No es una persecución violenta pero sí es una persecución a veces institucional, política y social de los cristianos y yo creo que eso lo que está haciendo es advirtiendo a los creyentes y creando en nosotros un sentido de urgencia y de emergencia de predicar el Evangelio porque nos hemos dormido sobre nuestros laureles. Siempre que la iglesia de Jesucristo se hace fuerte y socialmente influyente como pasó en el tiempo de Constantino en el siglo IV después de Cristo, siempre que la iglesia adquiere una posición de hegemonía social se adormece y se convierte en una religión formalista. Y a veces Dios usa la persecución para despertar al pueblo de Dios.

Dios usa todos los medios y si nosotros no predicamos… sabe cuál es la mejor manera de evitar la persecución, póngase a predicar el Evangelio, porque así usted va a evangelizar a los que persiguen a los hijos de Dios.

Así que los primeros creyentes sabían, y si no iban a hacerlo ellos, Dios iba a usar otros medios para que predicaran el Evangelio. Ellos sabían que su misión venía de Jesucristo mismo. En Hecho 1:8 el Señor les dijo, “Recibiréis poder y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y en todas las regiones de la tierra.”

El Señor les encomendó en la gran comisión, Mateo 28, “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra por tanto id y practicad el Evangelio haciendo discípulos a todas las naciones y enseñándoles que guarden todas las cosas que yo os he dicho y os he mandado.”

El Señor les dejó su testamento a la iglesia y era predicar el Evangelio. La claridad de esta gente con respecto a su misión. A veces iba al punto de ser especializada, no solamente ellos sabían que tenían que predicar el Evangelio sino que sabían que lo tenían que predicar estratégicamente.

Pablo entendió, inspirado por el Espíritu Santo, que él necesitaba ir a las ciudades y por eso lo vemos predicando en Corinto, en Roma, en Éfeso, en Filipo, eran ciudades clave y él sabía que si él agarraba las ciudades iba a poseer también todas las aldeas alrededor. Esa fue una de las grandes intuiciones que el Espíritu Santo le deparó a los discípulos. Y Pablo predicaba el Evangelio en unas maneras muy estratégicas y muy orientadas. Por eso él dice, “Yo me hago con los hebreos como si fuera hebreo, con los esclavo como si fuera esclavo, aunque soy libre, con los libres como si fuera esclavo de Dios aunque también soy hijo de Dios.” Él hacía todas las formas.

Eran muy específicos. Pablo sabía, él decía, “Mi llamado es específicamente a los gentiles,” y por eso él predicaba en los lugares donde predicaba. Pedro era el Apóstol llamado a predicarle a los hebreos y sus cartas, por ejemplo, revelan su inclinación hacia los hebreos. La carta de Santiago está dirigida a judíos en la dispersión.

Es decir, que cada uno tenía su forma de predicar el Evangelio. Sabe usted que los 4 Evangelios, Mateo, Lucas, Marcos y Juan, cada uno está orientado hacia una audiencia diferente. Marcos, por ejemplo, se cree, por su orientación que está orientado hacia el pueblo romano, la manera en que Marcos predica. Juan es un Evangelio que contiene una cantidad de lenguaje griego, por ejemplo, en el principio el verbo, logos, y el verbo era con Dios. Un principio griego. Y el Evangelio según San Juan es predicado como para alcanzar a esa gente que ha sido helenizada para el mundo helénico hebreo y su orientación es en esa dirección.

Lucas es un Evangelio orientado más hacia los gentiles. ¿Cómo se presenta Jesucristo en el libro de Lucas? El Hijo del hombre. Cada Evangelio tiene… Dios está tan tremendamente estratégico y por eso es que nosotros tenemos que pedirle, Señor, enséñanos específicamente cómo tomar esta visión de evangelizar y orientarla específicamente a esta ciudad de Boston que es como un tipo de Corinto. Corinto era una ciudad extremadamente desarrollada intelectualmente, era un centro comercial muy poderoso y era también un lugar muy corrupto, grandemente intelectualmente desarrollado.

Boston es una ciudad tremendamente helénica en un sentido. Aquí hay grandes hospitales, grandes universidades, grandes museos como el Museo de Arte de Boston, el centro histórico de la nación, una cantidad de hispanos de todas las diferentes nacionalidades. No podemos predicar el Evangelio como orientado solamente a los caribeños o hacia los centroamericanos, tenemos que ser un poco más cosmopolitas. Entonces, esto requiere algo diferente, como Pablo orientó su predicación del Evangelio en diferentes maneras.

Y le estamos pidiendo al Señor, “Señor, danos intervenciones que sean muy adaptadas a esta cultura ultra sofisticada que es la ciudad de Boston.” Por eso estamos haciendo estas encuestas y otras cosas porque… siempre digo, me curo en salud, no tengo nada contra los tratados, yo creo que son un lindo gesto. Pero ¿sabes qué? Hoy en día usted le da un tratado a la gente en el tren y lo miran como que tiene 3 cabezas. ¿Qué está tratando de venderme? A veces ni siquiera lo leen. Hay otras maneras.

Ahora, si usted quiere distribuir tratados, gloria que Dios, eso puede ser bien útil. Hay gente que se ha convertido. Pero hay otras maneras, usando otros medios. Queremos desarrollar medios más drásticos, más atractivos, cosas más discretas pero todo con el mismo fin. Pero hay que orientarlo de manera que sea inteligente. Estas encuestas nosotros deseamos que nos ayuden a predicar el Evangelio en una forma más enfocada al contexto que nosotros estamos viviendo.

Ese enfoque que estos cristianos tenían los ayudó a ser muy efectivos en la predicación del Evangelio. Tenemos que decirle al Señor, “Señor, enséñanos.” No podemos estar como imitando y simplemente tomando prestados métodos. Yo creo que Dios no tiene límites en su creatividad y hay una forma que él quiere que nosotros evangelicemos y tenemos que encontrar esa manera porque él es infinitamente creativo y nos ayuda en nuestros propósitos.

Entonces, esa es la razón de ser. Otra cosa que quiero que tengan en mente es, ya lo señalé antes brevemente, los dones del Espíritu Santo son específicamente para ayudarnos a evangelizar. ¿Sabía usted eso? no es para que usted necesariamente exhiba su espiritualidad, es lindo cuando adoramos al Señor, es lindo cuando Dios sana a las personas, pero cuando usted vea a Jesucristo sanando a alguien era siempre para declarar su señorío, sea sobre el diablo, sea sobre la naturaleza, sea sobre la enfermedad, fuera lo que fuera, él hacía sus milagros para validar su carácter mesiánico, para declarar en formas gráficas su superioridad sobre cualquier principio del mundo.

Es decir, que todo lo que él hacía era para un propósito. Cuando Dios da los dones del Espíritu Santo a la iglesia o a un creyente, no se lo da por el mero uso de esos dones. Si una persona se sana, gloria a Dios, eso es lindo y es bueno, pero en última instancia eso se supone que valide y declare en una forma muy convincente y apologética el señorío, el poder, la actualidad, la vigencia del Dios que es el mismo ayer, hoy y por los siglos.

Entonces, si nosotros no evangelizamos los dones se estancan, las iglesias dejan de vivir. Es lo que decíamos antes, si la sal pierde su sabor para qué sirve. Si una iglesia no está trayendo almas al conocimiento de Jesús yo diría, hermanos, que eso contrista el Espíritu Santo y entonces el Espíritu Santo se retira en un sentido y esa iglesia entonces está tratando de vivir con una mano atada detrás de la espalda. Porque los dones hay que ponerlos en curso.

Mire, por ejemplo, un banco. ¿Usted cree que un banco recibe dinero simplemente para guardarlo en una caja fuerte? Los bancos existen para poner su dinero a correr. Entonces por eso ellos prestan dinero, ¿por qué? Porque le están sacando interés, por eso los bancos siempre están desarrollando diferentes tipos de estrategias, por eso ellos tiene, por ejemplo, Departamento de mortgages, de hipotecas, porque ellos prestan dinero, la comunidad lo usa y ellos crecen. Siempre están desarrollando… ellos tienen que poner el dinero a correr. Esa es su razón de ser.

McDonald’s tiene siempre que estar inventando nuevas cosas. Si McDonald’s estuviera solamente vendiendo hamburguesas como lo hacían hace 40 años ya se hubieran muerto hace tiempo. No, ahora usted va a McDonald’s y hasta DVDs de películas puede comprar a veces. McDonald’s tiene otras corporaciones que producen otras cosas, producen sándwiches de pescado, de pollo, desayuno, ahora hasta café, lattes y capuchinos. Imagínese, McDonald’s, Burger King haciendo capuchinos, Dios nos libre. Pero lo hacen, porque su cosa es hacer dinero, ponerlo a funcionar.

La iglesia, voy a hablar acerca de eso cuando el Señor le dice, “negociad entre tanto que yo vengo,” es uno de los pasajes más profundos de toda la Escritura. Trabajen en las mil maneras, cada uno de nosotros debe ser una pequeña agencia de trabajo, cada cristiano debe ser una unidad de combate, de iniciativas. Un grupo de hermanos que se aman y son amigos deben estar trabajando. Todos nosotros tenemos un don y la cosa es que Dios dice, eso te lo doy, pero será mejor que lo inviertas. Ponte a trabajar en ello.

Dios nos ha dado cosas maravillosas aquí. Tenemos una planta física idónea. Tenemos una comunidad como son ustedes, preciosas. Yo los veo desde aquí y digo, guau, qué linda comunidad. Denme aunque sea un aplauso por eso. Tan diversa. Tenemos aquí, hermanos, las diferentes razas, diferentes nacionalidades, diferentes niveles socio económicos, diferentes grupos generacionales, diferentes partes de la ciudad y de sus alrededores, es increíble lo que está aquí entre ustedes.

Ahora, eso hay que ponerlo a trabajar, hay que ponerlo a funcionar. Por eso es que siempre tenemos que estar inventando nuevas cosas, porque la iglesia tiene que estar siempre en acción, llevando a cabo… porque los dones hay que ponerlos a correr. Si los dones no corren se mueren y huelen mal. Cualquier cosa que no corre se estanca y se muere. Un agua que se supone que corra libremente si se estanca con el tiempo huele mal y apesta y hay que sanearla.

El agua del Evangelio se hizo para correr. Yo digo que el cristianismo es un río, no es un lago, no es un pozo encerrado. Ríos de agua viva, dice la palabra. La iglesia es identificada con el dinamismo, con la efusividad, con la efervescencia, con la multiplicación, con la multi formidad, por así decirlo, y los dones Dios los da para que prediquemos el Evangelio. Si tu no usas tu don, tu don se muere. Si la iglesia no predica, su dotación viene a ser simplemente innecesaria y Dios no va a invertir en algo que no redunde en beneficios para el Evangelio.

Lo último, cuando tu evangelizas tu entonces creces, cuando tu evangelizas experimentas el gozo del Señor, cuando tu evangelizas conoces a Dios mejor, cuando tu evangelizas el poder de Dios corre a través de ti y se queda en ti por un momento y bendice tu entorno y bendice tu casa también. Cuando la presencia de Dios está viva en una vida y esa vida está poniendo a correr los dones del Espíritu Santo ahí es donde viene la prosperidad, viene el gozo, viene el crecimiento.

Mucha gente dice, yo no siento el gozo del Señor, Dios no me habla, siempre lo mismo, estoy estancado, a mí me dijeron que esto iba a pasar si yo conocía… Bueno, ¿qué estás haciendo tu para predicar el Evangelio? ¿Qué estás haciendo tu para traer almas a Jesucristo? ¿Qué estás haciendo tu para poner en curso la bendición de Dios? El gozo del Señor es algo que se experimenta cuando nosotros estamos inquietos y estamos invirtiendo en nuestras vidas, cuando damos, cuando servimos, cuando invertimos en las cosas del Señor entonces tu creces y mientras tu más das, más recibes.

Juan, capítulo 15, versículos del 1 al 2. El Señor Jesucristo dice, “Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el labrador.” Jesucristo es la fuente de toda vitalidad. Él es el tronco, él es el origen de tu gracia, de tu poder.

Ahora dice, “Todo pámpano – es decir, toda rama – que en mí no lleva fruto, lo quitará.” Si tu vida no está dando frutos para el Reino de Dios, si en alguna forma tu no estás invirtiendo… y eso es lo que yo quiero, sacarnos de la complacencia, sacarnos de la idea de que el Evangelio es simplemente ser religioso y disfrutar del bien de la posición de cristiano. Es dar fruto y dar fruto es una expresión… la interpretación más inmediata es traer a otros al conocimiento de Jesucristo, pero dar fruto puede ser también invertir tu vida para Jesús, puede ser ayudar a esos niños a conocer el Evangelio, puede ser servir como ujier y avanzar de esa manera las operaciones de tu iglesia, puede ser orar para que el Señor vivifique su palabra en medio de la ciudad donde tu estás. Y también puede ser dar para una causa a tu iglesia regularmente, porque tu sabes que al hacer eso tu estás añadiendo a la solidificación, la estabilidad de tu comunidad evangélica, cristiana, para predicar el Evangelio. Puede ser como maestro y puede ser también contribuyendo con alguien, hablándole a alguien de Jesucristo, inquieto siempre pidiéndole al Señor oportunidades, mensaje, convicción.

Y cuando tu haces eso entonces tu llevas fruto y si tu llevas fruto puedes estar tranquilo porque estás haciendo la voluntad de Dios. Si no estás dando fruto la palabra es bien clara, dice, “todo pámpano que en mí no lleva fruto será quitado y todo aquel que lleva fruto lo limpiará para que lleve más fruto…” Gloria al Señor.

Sabe qué pasa. Muchas veces si un árbol no da fruto el agricultor dice, mira, para qué está tomando espacio. Hay una parábola así. Vamos a cortarlos, vamos a sacarlo de allí. Ahora, cuando un árbol lleva fruto llega un momento en que después de dar muchos frutos las ramas comienzan a esparcirse y las hojas comienzan a crecer más porque el árbol, la savia está creciendo y hay vida en ese árbol.

Pero muchas veces su ramaje excesivo puede dividir y diluir la energía que sale del tronco. ¿Qué hace el agricultor? Lo poda para que sea más económico, para que su savia no se distribuya a través de demasiadas ramas porque entonces el fruto puede ser pequeño o dividido o agrio o lo que sea. El agricultor, por experiencia sabe que al reducir el ramaje concentra la savia en un número más limitado de espacios y eso hace que el árbol brote con más fuerza y de un fruto mayor. Ahí hay una lección para muchos de nosotros.

Sabe que muchas veces estamos pasando por pruebas y Dios está podándonos. A veces Dios está reduciéndonos para hacernos más fuertes y más poderosos. Si tu estás pasando a veces por situaciones difíciles en tu vida, no lo veas como que Dios se desentendió de mí, quién sabe si Dios está usando eso para hacerte más fructífero, para humillarte al tu ser obligado a orar más, a depender más de Dios, al acercarte más a su palabra, al sentirte más débil y por lo tanto más necesitado de la presencia de Dios y buscar más de él, Dios te está podando y preparándote para que cuando salgas de esa prueba salgas con más fuerza que nunca y puedas ser un cristiano más poderoso, un cristiano más efectivo, más humilde, que refleje más el carácter de Jesucristo y por lo tanto pueda ser más atractivo a las personas que Dios quiere usarte para evangelizar.

Entonces, Dios invierte en ti. Todo aquel que lleva fruto lo limpiará para que lleve más fruto. Mantente cerca del Señor. Versículo 7:

“Si permanecéis en mí, mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo queréis y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto y seáis así mis discípulos.”

En otras palabras, ¿cómo se es verdaderamente un discípulo? Llevando fruto para gloria de Dios. Yo quiero invitarlos a todos a ponernos de pie un momento como un gesto de compromiso delante del Señor. Tómate unos segundos. Si tu recibes lo que yo estoy diciendo como palabra de Dios y yo creo que he sido bastante convincente, por eso he estado citando tantos versículos, porque me quiero constituir en una especie de abogado del reino en este momento y hacer un argumento legal delante del pueblo de Dios.

Tu y yo existimos para una cosa y es claro, desde el inicio de los tiempos es para diseminar los principios del Evangelio, diseminar los principios de ese Dios poderosos que nosotros conocemos. Adán y Eva recibieron un llamado evangelístico. Dios les dijo, sojuzguen la tierra, ordénenla, creen cultura, creen diferentes tipos de manifestaciones de mi gracia creativa que yo pongo en ustedes. Tomen la naturaleza y dómenla. Creen ciudades, trabajen en la tecnología, hagan música, creen cine, y denme a mí la gloria.

Sabe lo que Dios ha querido es que nosotros tomemos su gran creatividad y toda su savia ilimitada y la corporicemos en diferentes expresiones que le den la gloria a él. El hombre sin embargo se ha arrogado para sí la gloria y ha colonizado el mundo en un sentido y la naturaleza pero no le ha dado gloria a Dios. Nosotros, como iglesia se supone que colonicemos el mundo para gloria de Dios por medio de una obra creativa tremendamente misericordiosa y generosa, no para subyugar a la gente ni explotarla, sino para permitir que la vida de Dios se manifieste en ellos.

Y tenemos que discipular a las naciones. Tenemos que completar ese mandato que se dio en Edén mismo de colonizar el mundo en la manera que Dios ha querido, sojuzgándolo y ordenándolo a la manera del reino y eso comienza un alma a la vez. Mañana cuando estés en tu trabajo, en el salón de clases, en el tren yendo hacia tu trabajo, regresando de él, manejando tu camión, ponchando algo, una máquina en una fábrica, en el salón de clases escuchando a un maestro y quizás respondiendo una pregunta en una forma inteligente, sabia, compartiendo con alguien en la hora del almuerzo, recuerda que tu tienes una comisión, tu tienes una identidad, tienes un llamado, tienes una obligación, tienes un privilegio, tienes un código dentro de ti operando, ser un salvador de almas, ser un reconciliador de almas.

Dios nos ha dado el mensaje de la reconciliación, queriendo decir que hay almas que están en enemistad con Dios y nosotros somos los que los vamos a reconciliar por medio de Cristo Jesús, predicando la palabra de la reconciliación. Quiera el Señor.

Yo le pido a Dios ahora mismo, Padre, en el en el nombre de Jesús mira este pueblo, Señor, tan hermoso, mira Padre, estos recursos físicos, materiales, financieros, culturales, que tu has puesto a nuestra disposición y a nuestro manejo e impártenos la vida del Espíritu Santo. Danos la autoridad, danos la sabiduría, danos el denuedo, danos las destrezas, la capacidad estratégica, la convicción, la persistencia, el sentido de que no hay otra opción, no hay otro estado legítimo que el de ganar almas para Cristo. Y fecúndanos con la vida del Espíritu Santo. Fecúndanos, Señor, con la capacidad de traer almas al conocimiento de Jesús.

Te ofrecemos esta nave. Te ofrecemos esta maquinaria, te ofrecemos este organismo, te ofrecemos esta comunidad, te ofrecemos esta familia, te ofrecemos este cuerpo con sus diferentes miembros, Señor. Tuyo es, avívalo como Adán inerte, breathe on us, Lord. Respira sobre nosotros, danos tu aliento de vida y conviértenos en un ser viviente que proclame tu palabra.

Reclamamos a Boston para Cristo. No solamente la comunidad latina, Padre, reclamamos afro americanos y asiáticos, reclamamos europeos, de diferentes razas, gente del Medio Oriente, indios de diferentes lugares, hindúes pero también de esta misma nación. Reclamamos las aldeas más recónditas, Señor, del norte de Nueva Inglaterra, en la frontera nórdica de Maine, Padre y en el sur de Connecticut, Señor, Rhode Island, reclamamos estas regiones para Cristo Jesús.

Somos sal en este cuerpo y queremos darle el sabor del Evangelio, Señor. Ayúdanos Padre, danos sabor para compartir. Yo bendigo este pueblo, Padre, bendigo esta concentración que tu has puesto en nosotros, Señor, esta visión. Ponle vida de manera que no estemos tranquilos hasta que no veamos la gloria tuya estallar, Señor, en esta ciudad y en esta región y a Cristo levantado en alto para que todo aquél que en él cree no se pierda sino que tenga vida eterna. Recibimos ese llamado en el en el nombre de Jesús. Amén y amén. Gloria al Señor.