Navidad - Porque los pastores?

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Lucas capítulo 2 versículos del 8 al 20: “Habían pastores en la misma región donde el Señor nació, que velaban, y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor, y tuvieron gran temor.”

“Pero el ángel les dijo: He aquí os doy nuevas de gran gozo que será para todo el pueblo, que os ha nacido hoy en la ciudad de David un salvador que es Cristo el Señor. Esto os servirá de señal: hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.”

“Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!”

“Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielos, los pastores dijeron: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado.”

“Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían. Pero María guardaba todas estas cosas meditándolas en su corazón. Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto como se les había dicho.” Bendiga el Señor Su Palabra, amén.

La narrativa del nacimiento de Jesucristo no es una historia siempre viva, siempre renovada sino que es también una historia de precisión donde cada detalle tiene un significado y un propósito. Nada está allí por accidente, como toda buena narración, todo tiene intencionalidad, como una fórmula química que cada medida mínima tiene que estar precisa, tiene una función. No puede haber excesos, no puede haber inercia, no puede haber nada que no tenga una razón para producir el resultado que se requiere.

Así mismo, los diferentes pasajes que nos hablan del nacimiento de Jesucristo todos tienen un significado, nada está al azar, nada está allí por accidente en todos los relatos que tenemos del nacimiento de Jesucristo. Juntos hacen un gran cuadro de la creatividad de Dios, Su intencionalidad, Su amor para con la humanidad y este pasaje que acabamos de leer, y el pasaje en general del nacimiento de Jesús tiene todos los elementos de ese gran drama del cual estamos hablando.

Vemos sabios que vienen de países exóticos del lejano oriente persiguiendo una estrella misteriosa que habla de algo estruendoso y sin precedentes que ha de suceder, tenemos ángeles que se aparecen en medio de la noche e iluminan en medio de la noche todo el paisaje con su luz divina, escuchamos un edicto del emperador romano que llama a todos los países y a todas las regiones que están bajo el dominio del imperio romano a empadronarse, a registrarse para que Roma sepa cuán grandes y extensas son sus propiedades, y los países que están bajo su señorío, y cuántos millones de súbditos tiene la gran Roma, y tenemos detalles tan bonitos como dos enamorados, José y María que se encuentran alli en conflicto porque José piensa que María le ha sido infiel, y él no sabe que María ha recibido un anunciamiento extraordinario de parte del ángel que dice que ella concebirá un hijo a pesar de ser virgen y todo el dolor que eso causa, y como pasa en las grandes novelas hay un entuerto allí, un conflicto y cómo se va a resolver, y finalmente José recibe un sueño, una revelación de parte de Dios que le dice: Todo está bien, tú eres simplemente un protagonista en algo extraordinario así que acepta a tu mujer y recíbela porque todo está bien, es decir, es un drama tremendamente rico y tremendamente dramático, valga la redundancia.

Y uno de los aspectos más cautivadores de este drama es precisamente esa aparición de los ángeles sublimes a unos humildes pastores, pastores de ovejas, valga la aclaración, y quiero concentrarme en eso por un momento. Vamos a hacer así un zoom y enfocarnos en los pastores por un momento. De nuevo, un drama tiene intencionalidad en todas partes.

Se ha preguntado usted: ¿por qué pastores, específicamente? ¿por qué escogió Dios a unos humildes e insignificantes según los hombres, pastores para que fueran testigos del nacimiento de Su Hijo? ¿por qué no escogió Dios a los políticos de la época o a los líderes religiosos, los fariseos, los saduceos? ¿por qué no difundió esa noticia en Roma donde habría sido mucho más ventajoso de hecho que se supiera que había nacido un Rey de toda la creación? ¿por qué no se apareció a los ricos, unos cuantos millonarios ahí de Jerusalén que fueran allá y le hicieran justicia al nacimiento del hijo de Dios? y esta gente hubiera sido mucho más efectiva en difundir la noticia y validar los reclamos del Señorío de Jesucristo, hubieran sido mucho más apropiados para la grandeza del momento. Sin embargo el Señor se le aparece a un grupo de humildes pastores.

El Salmo 138 versículo 6 nos da una clave acerca de una posible razón, yo veo tres razones por lo menos, hay muchas más, pero voy a concentrarme en tres razones por las cuales Dios escogió específicamente a pastores para la revelación del nacimiento de Su Hijo.

El Salmo 138:6 declara: “Porque Jehová es excelso”, grande, y entonces uno esperaría que Él se encargue de estar con los excelsos también ¿no? dice: “y atiende al humilde” porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, mas al altivo mira de lejos.” Dios, nos muestra la Escritura, siempre está más cerca del humilde. Hay como dicen los teólogos, Dios tiene una opción preferencial por los débiles, los humildes, los desgastados, los rechazados por los hombres. Dios se acerca al pobre de espíritu, la persona sencilla de corazón verdaderamente.

Los fariseos por ejemplo estaban demasiado metidos en su orgullo, estaban demasiado metidos en su autosuficiencia, su justicia deparada supuestamente por sus acciones de buenas obras, su religiosidad, estaban muy cómodos en su sentido de sí mismos de ser justos delante de Dios y rechazaban a la población, a la gran mayoría, esos pastores no podrían entrar a una sinagoga jamás porque serían vistos como impuros. El trabajo de pastor era visto por los judíos como un trabajo impuro. Los egipcios también, muchas partes del Medio Oriente veían el trabajo pastoral como un trabajo absolutamente despreciable.

Sin embargo el Señor no se fue a los grandes porque estaban demasiado seguros de sí mismos, Dios se fue a los humildes de corazón, esos humildes pastores que ejemplificaban a toda esa humanidad rechazada por los grandes de la Tierra que necesitaban escuchar que había un Dios que les ama y que les justifica.

La Biblia declara en otro pasaje: “Bienaventurados los pobres en espíritu”. Tenemos la parábola de Jesucristo, el fariseo y el publicano. El fariseo era aceptado por todos como un hombre de bien, bien comportado, justo, religioso, respetable. Los publicanos eran estos colectores de rentas internas que eran abusivos, corruptos, vendepatria, nadie quería saber de ellos, y bien podría haber dicho Dios: No voy a hablar con ese personaje. Pero dice la Biblia que cuando los dos llegaron ante el Trono de Dios el fariseo lo que tiró fue sus conocimientos, su justicia personal, todo lo que él hacía, su gran vanidad la desplegó delante de Dios y su sacrificio murió ahí mismo. El publicano, consciente de su pecado, consciente de que no merecía servir a Dios ni comparecer delante de Dios decía: ten misericordia de mí, se propicio a mí Dios porque soy pecador, y dice la Biblia que el publicano se fue justificado mientras que el otro, el fariseo se fue sin recibir el perdón, la bondad de Dios, porque Dios ama a los pobres de espíritu. La Biblia que al corazón contrito y humillado ¿qué? Dios no lo despreciará.

Y el Señor en todo Su Ministerio siempre se identificó con los pobres, con los que no parecían merecer la misericordia de Dios. Saqueo, Bartimeo el ciego, los que bajaron a su compañero por el techo, la mujer con el flujo de sangre, on and on, and on, todos no merecían verdaderamente según los hombres la bondad de Dios, sin embargo Dios los atendió y esto fue a veces causa de escándalo.

El Señor estaba rechazando esa pompa, estaba dándonos una narrativa nueva de que otras cosas iban a permitirnos acercarnos al Padre celestial. Él estaba rechazando el apego al mundo, a lo material, a las vanidades y las pretensiones de los hombres, estaba proveyendo una hermosa imagen y lección para nosotros de lo que verdaderamente somos y debemos ser, debemos ser peregrinos en camino.

La Biblia nos dice que somos extranjeros y peregrinos en la Tierra, no nos podemos apegar a nada, no podemos juzgar al mundo como los hombres lo juzgan, tenemos que verlo a través de los ojos de la eternidad como Dios ve, y por lo tanto cuando hacemos eso el alto resulta ser bajo y el bajo resulta ser alto, el que no merece resulta ser muy merecedor de la Gracia de Dios y el que parece que lo merece todo Dios lo desprecia porque su corazón muchas veces está enchido de orgullo personal.

Ahora yo creo que también tenemos que aclarar algo: yo creo que a veces nos podemos ir demasiado lejos y como decir que Dios no quiere a la gente rica, Dios no quiere a la gente estudiada y a la gente intelectualmente desarrollada, no estamos diciendo eso, porque los magos que venían del oriente como vemos eran de una casta privilegiada, eran gente de la alta alcurnia, eran gente de la élite intelectual y política de ese lejano oriente pero tenían algo que los distinguía, un corazón inquieto, estaban indagando en el cosmos porque había algo en su corazón que les decía que algo iba a suceder y estaban vigilantes, luego vamos a hablar un poquito acerca de eso.

Así que Dios no tiene nada contra los ricos, Dios no tiene algo contra la gente intelectualmente desarrollada pero sí tiene algo contra lo que muchas veces eso depara que es un sentido de autosuficiencia y Dios desprecia eso, y va a donde están los humildes que muchas veces por su humildad, su sencillez tienen la capacidad para creer, tienen la capacidad para sacrificarse, dar, incomodarse.

De paso: aprovecho para decirles algo en avance para que cuando lo vean recuerden que lo escucharon por primera vez, sonó por primera vez aquí en León de Judá, quizás lo han escuchado: ¿sabe que esos magos que estaban vigilando entendían que algo grandioso iba a suceder, algo grandioso iba a suceder y por eso estaban indagando tanto? Yo personalmente creo que algo grande va a suceder en esta humanidad en los próximos tiempos venideros, no estoy seguro pero les puedo decir que Dios está preparando algo y si yo fuera uno de esos magos estaría ya buscando por ahí, y eso es lo que hago, de paso, y nosotros también tenemos que estar muy vigilantes porque vivimos en tiempos preñados, tiempos de gran inminencia, Dios está preparándose para hacer algo grandioso en Su creación.

No estoy hablando de la Segunda Venida de Cristo necesariamente pero algo grande va a suceder en estos tiempos, prepárese porque viene, como esos magos que estaban ahí intuían que algo grandioso iba a suceder y el mundo ya está dando señales de eso, todo lo que vemos ahora mismo en este mundo, todos los eventos políticos internacionales, todas estas cosas en esta nación misma, hay algo grande que está pasando en esta humanidad y tenemos que estar vigilantes como esos intelectuales del lejano oriente. Y por eso Dios los premió también con una revelación acerca del nacimiento de Su Hijo.

Ahora, nosotros tenemos que entender esta idea ¿no? que para nosotros poder recibir la revelación de Dios en nuestras vidas, para que Dios nos hable, para que Dios nos haga partícipes de Sus dones, también tenemos que mantener nuestro corazón humilde, tenemos que saber que solamente por la Gracia de Dios podemos hacer las cosas que hacemos, tenemos que ser misericordiosos unos con los otros. Tenemos que amar a los que a veces no son amables, tenemos que servir a la gente humilde que nos encontramos, tenemos que ser generosos con nuestros bienes, nuestro tiempo. Cuando vemos gente en necesidad tenemos que ser sencillos de corazón.

Nosotros no podemos creer: no, somos la gran cosa porque somos evangélicos, porque somos la Congregación León de Judá, tenemos que mantenernos humildes y saber que es por gracia y sólo por gracia que podemos comparecer delante de nuestro Dios. Mantengamos nuestros corazones humildes hermanos, mantengamos nuestros corazones sencillos, y cuando vemos a alguien caído de cualquier manera levantémoslo mas bien.

Dice la Palabra que: “Si alguno de vosotros es sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales restablecedlo con espíritu de mansedumbre, mirándote a ti mismo, no sea que tú también puedas caer.” Tenemos que ser humildes hermanos como Cristo fue humilde de corazón, y nosotros tenemos que pedirle al Señor siempre: Padre, mantennos bien penetrables siempre a Tu Palabra reconociendo siempre que sólo por la Gracia de Cristo somos salvos y podemos manejar los grandes misterios de Dios. Cuando somos humildes entonces el Espíritu de Dios puede compartir Sus revelaciones con nosotros también ¿amén?

Yo creo que una de las razones por las cuales Dios escogió a esos pastores era para dar una señal a la humanidad de que al Señor le interesa que la gente humilde, el sencillo de corazón sepa que Su Hijo ha nacido y que Dios quiere compartir Su riqueza con aquéllos que son humildes de corazón.

La segunda razón por la cual Dios escogió a los pastores fue porque encarnaban el ministerio pastoral de Jesús. Ellos ejemplificaban en su labor, en su trabajo algo que el Señor iba a manifestar en una forma elocuente y muy poderosa.

Ustedes recordarán que fue el mismo Jesús que dijo en Juan capítulo 10 versículo 11: “Yo soy el buen pastor, el buen pastor su vida da por las ovejas.” Recordamos en este tiempo que Jesucristo no solamente nació sino que murió por nuestros pecados también, pero Él fue y es pastor por excelencia. Jesús viene de hecho, y venía según la carne de un linaje de pastores.

El Rey David era pastor antes de llegar a ser rey. De hecho que cuando Samuel va a la casa de su padre a escoger el que iba a ser el sustituto del Rey Saúl David no aparece por ninguna parte porque estaba por allá pastoreando a las ovejas, y en señal de hecho, yo creo, porque la Biblia tiene detalles por donde quiera, de que el, David, iba a ser el progenitor del Pastor de pastores, Cristo Jesús, y había una conexión profética allí entre esos dos seres, y por lo tanto el Señor se identifica a sí mismo como un Pastor de pastores.

Moisés también fue pastor, y él iba a pastorear a toda una nación durante cuarenta años en el desierto, los iba a sacar como un pastor de la esclavitud de Egipto, y el Señor estaba haciendo como haciendo señalamiento de ese linaje pastoral que Él encarnaba.

Jesús identificó Su Ministerio como el de un pastor porque esto incluye sus cualidades como ministro. Jesús es paciente con Sus ovejas pero también es feroz en defenderlas de el león o del oso que quiere destruirlas. El Señor es vigilante con sus ovejas.

Yo recuerdo el sueño que nos trajo aquí a Boston y recuerdo los ojos de ese león que yo ví sobre el firmamento mirando sobre la ciudad, eran unos ojos vigilantes, eran unos ojos llenos de autoridad, eran unos ojos a los cuales no se les escapa nada y así es el Señor con Su creación, vigilante con nosotros Sus hijos, vigila sobre nosotros, nos guarda, nos protege, siempre va adelante de nosotros como un pastor guiando a Sus ovejas, prepara lugar para nosotros.

Recordamos ese gran Salmo 23: “Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores, me llevas por lugares de delicados pastos, junto a aguas de reposo me haces descansar.” El Señor es un gran pastor que va delante de Sus ovejas. Y al invitar a los pastores a presencia Su nacimiento Jesús estaba declarando cómo sería Su Ministerio proveyendo una imagen de cómo sería Su relación con nosotros por toda la eternidad, pues Su pastorado, como sabemos no terminó con Su Ministerio terrenal, Él dijo: Me voy pero volveré a vosotros y os enviaré un consolador para que esté con vosotros y en vosotros. Ese ministerio del parákletos, el consolador, el gran animador, el Espíritu Santo nos dirige como el pastor dirige a sus ovejas.

Juan 16:13 dice: “Pero cuando venga el Espíritu de verdad Él los guiará a toda la verdad.” ¿Cuántos saben que el Espíritu Santo está guiando nuestra vida? ¿que si usted le pide a Él consejo, que si usted depende del Espíritu Santo para cualquier necesidad Él no le dejará sin consejo, sin ayuda?

El Señor no se fue simplemente, hay filósofos que hablan acerca del deísmo que es una filosofía que postula que Dios creó el mundo, creó el universo, creó el cosmos y después se alejó de él para que corriera solo, Dios no es así. Dios crea y también pastorea, Dios nos llama y también nos guía hacia toda verdad, Dios nos entra en su familia y entonces se instala como el parákletos para guiarnos, y no estamos desprovistos hermanos, de consejo, no estamos desprovistos de perspectiva cuando suceden cosas como las que señalábamos hace un ratito: una gran pérdida en nuestro hogar, un revés económico, una situación difícil ¿a quién vamos a ir sino al Espíritu de Dios, al parákletos, al Espíritu Santo, el Pastor de pastores? El Señor es un pastor que nos guía y podemos estar seguros hermanos de que ese pastor estará con nosotros todos los días hasta el fin del mundo.

La imagen que más nos conviene retener en nuestra relación con Dios es la de un pastor y sus ovejas, use siempre esa imagen de Dios como su pastor, por eso dice: “Jehová es mi pastor, nada me faltará.” Un pastor no abandona sus ovejas en tiempos de crisis ¿sabe? ese pastor va siempre con usted guiándolo y protegiéndolo en su vida.

La imagen que no debemos tener de Dios es la de un tirano, un ogro ahí severo, un dueño con un azote siempre listo para azotarnos cuando violamos su ley sino la de un pastor amante, firme, seguro con sus ovejas, sí las disciplina cuando es necesario, pero ante todo las ama, las conoce por nombre, las ovejas le tienen confianza, él va detrás de la perdida y deja las noventa y nueve como dice esa famosa parábola del Señor, se va detrás de la pierniquebrada, la que estaba necesitada y le da toda su atención, y la trae de nuevo otra vez al redil.

Si alguno de nosotros en este tiempo se ha apartado de los caminos del Señor recuerde que el Señor está allí vigilante buscándolo con Sus manos extendidas siempre. La Palabra dice: Yo estoy a la puerta y llamo, y si alguno escucha mi voz y abre la puerta Yo entraré, y cenaré con él, y él conmigo, la misericordia de ese Pastor siempre está disponible para traerte de nuevo al redil.

El Señor no deja los suyos, el Señor siempre está atendiendo a todas Sus necesidades y yo quiero en este día que nosotros recordemos también el ministerio pastoral de Cristo Jesús, y que con cualquier situación que necesitemos perspectiva, claridad, un marco de referencia, fortaleza para nuestras vidas acudamos a Cristo Jesús en oración, busquemos de Él hermanos y mantengámonos siempre cerca del Pastor de pastores, el Pastor por excelencia, Cristo Jesús.

Entonces vemos que el Señor escoge a los pastores porque primero, hay un amor especial que Él tiene para los débiles, los sencillos, los humildes de corazón que reconocen su necesidad de Él. En segundo lugar escoge a los pastores porque ellos nos recuerdan que el Ministerio de Jesús es un ministerio esencialmente de cuidador de almas, de sustentador de espíritus.

Y finalmente, hay una tercera razón por la cual el Señor escoge a estos pastores y es, yo la encuentro en el versículo 8 de ese pasaje que leímos al principio. Dice en el versículo 8 que: “Los pastores velaban y guardaban las vigilias de la noche” velaban y guardaban las vigilias de la noche. ¿No les dije que hay mucha intencionalidad y mucho detalle en este pasaje? Una de las razones prácticas porque fueron escogidos los pastores es que fueron de los pocos despiertos y vestidos en ese momento cuando nace el Señor disponibles para ir enseguida a donde estaba el niño.

Tengo entendido y de hecho, no sé si estoy diciendo esto fuera de momento, ustedes saben que he estado organizando un viaje piloto a Israel últimamente y de paso, si por ahí alguno se siente como que el Pastor lo rechazó y no lo invitó al viaje a Israel es porque este es un viaje experimental, esa pobre gente que va con nosotros son conejillos de indias (ríe), no, no se asusten, hemos trabajado arduamente para asegurarles un viaje excelente y estamos bien entusiasmados. Pero saben que, esta es una manera de nosotros que queremos depararle a nuestra Iglesia en el futuro una forma de viajar a Israel muy cómodamente, muy económicamente y con un viaje de primera, y hemos estado trabajando en eso, así que prepárense la proxima clase que va a ir en el futuro después de esta primera clase. Si ven que alguno de ellos no me habla es porque no nos fue tan bien (risas), no, mentira.

Pero, no, estamos haciendo esto como un experimento y estamos bien agradecidos al Señor por la manera en que nos ha bendecido. Ahora usted se pregunta: ¿qué le pasó al Pastor, se le perdió el hilo del mensaje? no, hay una conexión, porque yo he estado leyendo acerca de algunos de los lugares que vamos a visitar y uno de esos lugares es Belén, y aún hoy en día en los guías turísticos de Belén usted encontrará que todavía en el siglo XXI en Belén hay pastores que cuidan de sus ovejas en las colinas que están alrededor de la ciudad de Belén.

Estos pastores son generacionales, llevan siglos siendo familias de pastores, y con todo lo que yo he tenido que estudiar y leer acerca de Israel en estos días tengo ahora un entendimiento mucho más desarrollado de estos pasajes, y ciertamente habían esos pastores y estaban en las colinas.

Dicen los conocedores de la Escritura y de la arqueología que en esa época precisamente los pastores por razones del tiempo y todo eso estaban afuera en las noches cuidando de sus ovejas, y estaban en alturas vigilando sobre ellas, estaban despiertos en la noche guardando a sus ovejas del oso, de las bestias feroces, y estaban listos, no estaban durmiendo como quizás el resto de la población judía en ese tiempo. A Dios le encanta notificar Sus eventos a la gente que está preparada y que está lista ¿sabe?

¿Cuántos personajes en la Escritura vemos que Dios los encuentra cuando están trabajando? Por ejemplo tenemos ahí el relato de Gedeón que está en una cueva allí trillando el trigo escondiéndose de los, creo que son los filisteos, los filisteos son los malos de la película así que si no eran ellos debían haber sido (risas), ¿quiénes eran? los madianitas (ríe), también, esos eran otros villanos terribles, no se querían pa’ nada como dicen los puertorriqueños. Y el caso es que ahí estaba Gedeón diligentemente trillando el trigo metido en una cueva escondiéndolo de los madianitas para guardar a su familia. Pedro estaba con sus redes acabando de pescar y ahí el Señor lo llama y lo encuentra.

No le puedo decir cuántos hay en la Escritura que Dios los encuentra cuando están trabajando ¿sabe por qué? porque el Señor detesta a los haraganes, si eres haragán arrepiéntete ahora mismo dice la Palabra. Al Señor le gusta la gente diligente, los que están trabajando, los que están vigilando. Yo quiero que cuando el Señor llegue a mi vida me encuentre trabajando, me encuentre vigilando, me encuentre haciendo Su Voluntad, y así también tenemos que ser todos nosotros hermanos. Queremos llamarnos en esta época navideña a ser gente vigilante.

Dice la Biblia: “Bienaventurado el siervo que cuando su señor venga lo encuentre trabajando”, al Señor le gusta la gente que está como estos pastores haciendo su trabajo y por eso el Señor les da esta revelación, porque está presentes, están disponibles, están vigilando, están preparados para hacer lo que el Señor necesitaba que hicieran. Él quería testigos, Él no quería que el nacimiento de Su Hijo fuera desapercibido y quería que esos humildes de la Tierra fueran allá así que los llamó, envió ángeles y les dijeron: vengan porque el Hijo de Dios ha nacido y Él quiere que lo testifiquen.

Hermanos: Yo quiero animarnos a todos este año a ser gente diligente, nuestras lámparas deben estar encendidas. ¿Cómo tú vas a sobrevivir a los retos de este año? Yo te animo a mantenerte vigilante por medio de la oración, por medio del estudio de la Palabra, por medio del ayuno, por medio del estudio aquí en los programas que nosotros ofrecemos. Hermanos: inviertan en su crecimiento espiritual, inviertan en las cosas del Señor.

Cristianos de domingo solamente: no es suficiente, tenemos que en nuestros hogares ser consumidores de la Palabra de Dios. Tenemos que en nuestra vida devocional estar atentos creciendo siempre, tenemos que servir al Señor, compartir el Evangelio con otros.

¿Qué hicieron los pastores? una vez presenciaron el nacimiento del niño dice que le contaron a otros lo que habían presenciado. Este año hermanos vamos a compartir la Palabra de Dios, vamos a invitar a otros a que vengan a la casa del Señor y que escuchen el mensaje de salvación del Evangelio, vamos a ser portadores de las buenas nuevas del Evangelio, vamos a darle al Señor de nuestros bienes, vamos a defender el Reino de Dios, nuestra Iglesia para que no falte nada en esta casa. De todas las cosas que nosotros tenemos que hacer como Iglesia, todas las encomiendas que Dios tiene para nosotros, más que nunca hermanos debemos ser gente entregada al Señor. No podemos tener límites a lo que Dios quiera hacer de nuestras vidas.

Hermano: rompa paredes este año, paredes entre lo que es mío y lo que es de Dios, entre mi comodidad y el servicio al Señor, entre mi sueño y el venir a mi Iglesia, tenemos que servir al Señor. Qué bellos se ven ustedes esta tarde aquí, y sabe que cuando uno ve esa nieve y ese cielo cerrado, y ese cielo como ayer uno teme, y dice: ¿vendrá la gente al otro día? pero qué bueno que usted está aquí, se hubiera perdido un bello concierto, se hubiera perdido la Palabra del Señor, ¿ve? hay que ser diligentes hermanos, hay que ser atrevidos en el Nombre del Señor.

La Biblia lo dice: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente, porque Yo te daré toda la tierra que pisen la planta de sus pies.” Estos pastores se ganaron la lotería ¿amén? se ganaron la lotería porque estaban vigilantes, estaban haciendo su trabajo. Cuando el Señor llega los encuentra haciendo su trabajo.

Aquí una nota dice: “Dios nos puede hablar con más facilidad y podemos escucharlo más claramente en la solemnidad y santidad de Su templo que en una discoteca, mientras estudiamos las Escrituras más que cuando miramos el televisor, cuando nuestra mente está limpia de las contaminaciones del mundo y llena de la Palabra del Señor.” Dios nos puede escuchar más así en la quietud de la noche, en el momento sublime de la meditación y el silencio, Dios encontró a Moisés así en esa quietud y el silencio del desierto y allí le dió la gran revelación de su vida.

En esta Navidad hermanos no miremos el drama navideño sólo como un sentimentalismo así vacío, vacuo sino como una revelación en clave de la persona de Jesús, Su amor por el pobre y el débil, Su carácter eminentemente misericordioso y pastoral, y nosotros también tenemos que imitarlo, y finalmente Su aprecio por aquéllos que son diligentes con invertir los dones y las bendiciones que han recibido de parte de Dios.

Quiero que te preguntes esto mientras nos acompañan nuestros músicos, absorbe ahora mismo esta pregunta o estas preguntas en tu vida: ¿es mi carácter y mi vida digno de que Cristo se revele a mí? ¿es la humildad y la pobreza de espíritu para con Dios, y el amor por mi prójimo el distintivo de mi vida y de mi carácter? ¿podría Cristo identificarse conmigo como hizo con los pastores? ¿le recordaría yo al Señor de Su propio carácter y ministerio como le recordaron los pastores? ¿soy yo tipo del amor del pastor, de su paciencia, su preocupación por las almas perdidas que vagan como ovejas sin pastor? finalmente, ¿soy yo un cristiano alerta, vigilante, atento, diligente, usando el talento que Dios me ha dado, poniéndolo a correr, inquieto por ser usado como un instrumento para el avance del Reino de Dios en mi Congregación, en mi trabajo, en mi hogar, en mi vecindario, en el lugar donde Dios me pone a moverme? ¿estoy alerta, vigilante, atento? ¿soy un buen mayordomo de los bienes del Señor?

Cuando hay tareas que Dios quiere que cumplamos como con los pastores ¿estamos dispuestos y preparados mental, espiritualmente? ¿estamos en los lugares propicios para que el Señor no tenga que buscar demasiado lejos? porque estamos allí siempre, siempre va a encontrar alguien de nuestra Iglesia en el momento propicio, cuando Él necesita una palabra de testimonio a alguien, un compartir el Evangelio, una ofrenda que ofrecerle a alguien que necesita, una palabra de consejo o de aliento para una persona, una llamada telefónica a un enfermo, una visita a un hogar necesitado, una invitación a alguien que está solitario, ¿puede el Señor encontrar en ese momento una persona que diga: Señor aquí estoy yo, estoy presente ¿para qué me necesitas? y está nuestro preparado?

Como las cinco vírgenes hermanos, ¿estamos nosotros velando con nuestra lámpara encendida, nuestro aceite bien preparado suficiente para alumbrar cuando llegue el novio a la casa, para recibir a Cristo en Su Venida?

Si Cristo ahora mismo viniera estaríamos nosotros listos, lo recibiríamos con gozo en nuestro corazón porque no tenemos que escondernos, porque estamos preparados. Esa es mi petición para ti en esta tarde: que tu corazón sea tierra propicia para el nacimiento de Cristo Jesús.

Baja tu cabeza un momento. Hay pocos días en el año tan propicios para que una persona invite a Cristo a su vida como es el día navideño, la época navideña, Cristo nace en esta época y puede nacer en nuestro corazón, y por el resto de nuestros días usted podría recordar que yo le entregué al Señor mi vida un día de Navidad, y que Él nació en mi corazón actualmente en un día como hoy, y el Señor sólo quier que tú seas lo suficientemente humilde como para que tú lo necesitas, que por tu propia justificación no puedes comparecer ante Dios el día del juicio, que tú eres frágil, quebradizo y que necesitas un Dios Todopoderoso para caminar este camino peligroso de la vida, que se pone cada día más peligroso según entramos en el siglo XXI, y tú necesitas a Jesús, necesitas al Hijo de Dios, ese Pastor que quiere acompañarte todos los días en toda situación que tú puedas confrontar, el Señor quier extenderte Su Mano, quiere caminar contigo este camino.

¿Tienes tú el valor, la humildad de decir: Señor te necesito, abro mi corazón a ti, te invito a entrar, ven a mi corazón oh Cristo? ¿habrá alguien que quiera invitar a ese Cristo humilde que se invita a tu vida ahora mismo y decirle: Señor, entra a mi corazón? quisiera orar por ti en esta tarde, si quieres levantar tu mano me encantaría acompañarte a los pies de Jesucristo y decirte: bienvenido a la familia de Dios.

Bien, amén. Padre: gracias porque Cristo ha nacido al hombre, Cristo ha nacido a la humanidad, Cristo ha nacido en nuestros corazones, esta Iglesia está rendida a los pies del Rey de reyes y el Señor de señores. Gracias Jesús porque Tú viniste de Tu Trono, descendiste a este mundo para dejarnos el relato más hermoso de todos los relatos, un Dios que se hace hombre para hacer posible una relación perfecta con el Padre, te adoramos Señor.

Permite que esta Navidad como nunca antes estemos conscientes del significado de Jesucristo, de Su rol absolutamente central y esencial, y sobre todo que cuando salgamos de aquí esta tarde lo hagamos completamente dispuestos a testificar al mundo que ya no es necesario vivir bajo la esclavitud del mal porque el Señor ha hecho posible liberación a través de la sangre y el nacimiento de Su Hijo Jesucristo.

Yo bendigo a este pueblo Padre esta tarde, gracias por todas las cosas bellas que hemos presenciado y declarado Señor, y mantennos en estos próximos días bien cerca de Ti Señor, y te damos gracias por tu fidelidad, en el Nombre de Jesús, y el pueblo de Dios dice: amén, hermanos Dios les bendiga, la gracia y la paz del Señor sea con todos ustedes, amén.