No seáis ignorantes acerca de los dones espirituales

Transcripción

Primera de Corintios, capítulo 12, versículo 1. Quiero dejar un versículo solamente en su mente y le pido ahora al Señor que renueve este pasaje en mi espíritu para que lo pueda predicar como si fuera la primera vez en este día, aunque lo prediqué esta mañana en inglés. Es un llamado, una advertencia, un reto, una invitación de parte del Espíritu Santo al pueblo de Dios, dice:

“No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales.”

Reciba eso como si el Espíritu Santo mismo estuviera hablando a tu vida. “No quiero, congregación León de Judá, pon tu nombre allí también, que ignoréis o podría decirse que seáis ignorantes acerca de los dones espirituales.”

Y eso es precisamente el título de este sermón, no ignoréis, no seáis ignorantes acerca de los dones espirituales. Y luego yo voy a desarrollar un poquito más esa idea. Pero lo que quiero ahora comenzar es diciendo lo siguiente, Dios quiere, lo voy a poner en términos positivos, Dios quiere que conozcamos los elementos de la vida cristiana. Dios quiere que seamos entendidos con respecto a las cosas del espíritu. Él no quiere que seamos inocentes, que seamos como niños ignorantes de las cosas del espíritu, sino que él quiere que seamos informados, entendidos, educados, diestros en los elementos de una vida madura en el espíritu.

Cuando he hablado acerca de este versículo en particular he hecho siempre una aclaración, y es la siguiente, que Pablo está usando un término mucho más amplio de lo que sugiere aquí la traducción en español, los dones espirituales. La palabra que Pablo usa en el griego original, que se ha traducido al español como los dones espirituales, es la palabra neumáticon. Digan conmigo neumáticon. Se han constituidos ahora ustedes en expertos en el lenguaje griego.

Ven alguna palabra que ustedes han oído antes en español, neumático. Qué es un neumático? Una goma. Saben por qué en español a una goma se le dice neumático? Porque tiene aire. La goma está llena de aire. El lenguaje es lindísimo, la lingüística es muy interesante. Decimos neumático y no sabemos que estamos diciendo que es algo que está lleno de aire, porque en el griego original es la palabra neuma que es también la palabra que se usa para espíritu.

Entonces, Pablo dice hermanos, no quiero que ignoréis acerca de los neumáticon, que han traducido esa palabra a los dones espirituales, pero esa palabra es mucho más amplia. Esa palabra neumáticon, si nos vamos a poner bien específicos y técnicos, es el neutro plural en el griego original que se traduce más bien como las cosas espirituales, es la idea. Neuma del espíritu, ‘con’ es el neutro que no tiene género ni masculino ni femenino, sino simplemente los espirituales podría decirse, las cosas espirituales, las cosas del espíritu, los asuntos del espíritu, es lo que Pablo está diciendo.

dijeron qué quiere decir neumáticon? Cosas del espíritu, asuntos del espíritu, y como él continúa hablando de los dones espirituales en el resto de su disertación, dijeron, bueno, vamos a traducirlo como los dones del espíritu. Pero a veces yo creo que lo que pasa con eso es que en la traducción que es una ciencia en sí misma, a veces se pierde, cuando usted escoge una palabra entonces pierde otra posible acepción de la misma palabra.

A mí me ha ayudado mucho entender que lo que Pablo está diciendo es, no quiero, hermanos, que ignoréis acerca de las cosas del espíritu, los asuntos del espíritu, las cosas y los asuntos espirituales en general. Y entonces, al haber dicho eso él procede a desarrollar un poco más lo que él quiere decir y entonces habla de los dones del espíritu, habla de la diversidad de los dones, de que los dones se manifiestan en muchas diferentes maneras pero el espíritu que los manifiesta es uno solo. El hecho de que en el cuerpo de Cristo hay muchos diferentes dones, hay gente que tiene done de sanidad, otros tienen don de predicar, otros que tienen don de enseñar, otros de evangelizar, hay dones que son de lenguas, hay otros que son de interpretación de lenguas, profecía, milagros, sabiduría, conocimiento especial, pero todas esas manifestaciones sobrenaturales las hace uno y un solo espíritu no muchos diferentes espíritus.

Entonces Pablo comienza diciendo, hermanos no quiero que sean ignorantes acerca de las cosas del espíritu y entonces él comienza a desarrollar eso y a dar algunas ideas de cómo uno puede ser ignorante del espíritu y cómo se puede corregir eso. Y uno de ellos es pensar que cada vez que una persona manifiesta un don del espíritu, se refiere a un espíritu especial.

Usted sabe que por ejemplo, en el mundo católico, digo esto con mucho respeto, hay santos para todo. Hay santos de los carniceros, hay santos de las mujeres que están buscando un novio, hay santos de los camioneros, hay santos de lo que sea, de los que están enfermos, está la caridad, hay vírgenes para todo, la virgen de esto, la virgen de lo otro, caridad del cobre, es como una proliferación de santos, cada uno con su propia especialidad y eso más bien, lo digo esto con respeto, viene de una mentalidad pagana que piensa como que cada espíritu tiene una especialidad y que se manifiesta en una sola manera.

Y Pablo dice, no, no es así. Ahora, por qué era importante eso? Porque Pablo le estaba predicando a gente que venía de un mundo pagano donde había muchos diferentes espíritus, muchos diferentes dioses, dioses de la naturaleza, dioses de la sexualidad, dioses de la familia, dioses del vino, y una cantidad de diferentes dioses. Y Pablo quería corregir ese tipo de ignorancia y de llevar a esa congregación corintia a un entendimiento claro de los misterios del espíritu.

Entonces, él dice, mire, hay diferentes… nosotros hablamos de diferentes dones que hay en la iglesia y eso es cierto pero no vayan por allí a decir que son diferentes espíritus, porque el espíritu de Dios es uno solo. El Espíritu Santo es uno solo, pero manifiesta su poder en diferentes maneras y diferentes dones, pero es un solo espíritu. Y de igual manera, en una iglesia hay personas que tienen diferentes virtudes del espíritu pero todos son parte de un solo cuerpo.

El que tiene un don profético no se piense como que guau, yo soy la gran cosa. Y no piense que el hujier que tiene un don de servicio quizás, es inferior porque lo que hace es servir la santa cena y dan la bienvenida a la gente. No, es el mismo espíritu y todos son parte del mismo cuerpo.

Pablo está hablando de diversidad y unidad a la vez. Entonces, la idea de él era, miren, hermanos, piensen profundamente acerca de las cosas del espíritu. No piensen en una forma superficial. El espíritu es profundo, es diverso en sus manifestaciones y hay diferentes dones pero todo es parte de una sola cosa y tenemos que amarnos unos a otros, servirnos unos a otros, saber que cada pieza del cuerpo es tremendamente importante.

En nuestra iglesia, por ejemplo, hay personas no voy a mencionar nombre simplemente por nada, una persona que muchas veces cuando nosotros los pastores llegamos a visitar a alguien al hospital ya ella ya ha estado allí hace tiempo, la hermana Maira, por qué no decirlo, al que gloria merece pues amén. La hermana Maira Rodriguez a veces uno llega al hospital pensando como que… pero ya las fuerzas de choque han estado allí más temprano que uno. Por qué? Porque ella tiene un espíritu de servicio y de misionera, para los enfermos, para las personas que están… Y hay un grupo de hermanos también que la acompañan muchas veces que siempre están allí para fuerza de choque, paracaidistas, llegan y ni siquiera se quitan el paracaídas y comienzan a ministrar de una vez en un hogar o donde sea. Qué bueno.

Porque tienen un don de ministración, de servicio. Otros tienen un don de predicación o de enseñanza o de pastor o lo que sea, pero todos es un solo y un mismo espíritu. Y los ministerios de la iglesia tienen que darse en esa actitud de provisión sobrenatural de parte de Dios. Cuando ministramos a los hermanos tenemos que hacerlo en ese sentido de… ¡Guau! Yo estoy en este momento manejando el poder de Dios y Dios me permite canalizar su poder. Y tenemos que hacerlo con ese espíritu de sobriedad, de consagración, de santo temor y también de humildad, sabiendo que no lo merecemos, solo por la gracia del Señor.

Así que nadie debe gloriarse de que los dones del Espíritu Santo se manifiesten en su vida, al contrario debemos temer que Dios nos use en esa manera y tenemos que siempre darle gloria a él y tenemos que usar de los dones en una forma muy santa y temerosa delante de Dios. Entonces, Pablo lo que él quería era corregir la simpleza, corregir la falta de cordura en los corintios.

Y Dios quiere, hermanos, que nosotros estemos bien informados, bien educados acerca de las cosas del espíritu, muchas cosas del espíritu. En el curso de un año de predicación nosotros hablamos aquí de tantas diferente cosas y por eso hemos escogido estas semanas, estos domingos, para hablar específicamente del Espíritu Santo, de los dones del Espíritu Santo, del bautismo del Espíritu Santo, de la vida vivida en el poder del Espíritu Santo, porque eso es un aspecto de la madurez de todo cristiano y nosotros queremos que esta iglesia esté bien pareja y bien instruida sobre las cosas fundamentales de la vida en el espíritu.

Yo no quiero que haya un grupo de cristianos que entienden acerca de estas cosas y otro grupo que está como conejitos inocentes en un bosque salvaje siendo atacados por el enemigo porque no saben cómo usar de las herramientas del espíritu para defenderse cuando necesitan hacerlo o para vivir vidas efectivas en el Señor.

Esta enseñanza acerca del Espíritu Santo que yo estoy llevando a cabo y que Gregory en un par de ocasiones me ha acompañado, son parte de la instrucción que ustedes necesitan porque el Señor no quiere que seamos ignorantes acerca de las cosas del espíritu. Dios no quiere que seamos infantiles en nuestro conocimiento de las cosas del espíritu. Y así como me refiero al bautismo del Espíritu Santo, y al llenura del Espíritu Santo así también hay tantas otras cosas que tienen que ver con ese aspecto.

Sabe que hay muchas iglesias, por ejemplo pentecostales que conocen del Espíritu Santo y que practican la vida y la energía del Espíritu Santo que muchas veces son igualmente de ignorante en otra manera a las iglesias que no son llenas del Espíritu Santo. Y que carecen de otros aspectos de conocimiento y de complejidad acerca del Espíritu Santo.

Hay iglesias que están llenas del Espíritu Santo y Dios se manifiesta en sus servicios y hay sanidades pero muchas veces hay también divisiones, hay abuso espiritual de parte de los líderes, hay todo tipo de murmuración dentro de los hermanos, hay falta de sabiduría de cómo educar a los hijos, hay falta de conocimiento de lo que es verdaderamente la santidad y muchas veces la santidad se convierte en religiosidad y se convierte en legalismo. Hay veces que hay un énfasis del bautismo del Espíritu Santo, los dones del Espíritu Santo, pero no hay suficiente énfasis sobre el fruto del Espíritu Santo. Auch!

Cuál es el fruto del espíritu? La humildad, el amor, la mansedumbre, la benevolencia, la paciencia, el gozo del Señor. Usted sabe que se puede ser lleno del Espíritu Santo y también ser débil en muchas otras áreas. Hay iglesias que pueden ser muy ungidas, carentes de ciertos aspectos que balancean. Una iglesia que solo piensa en poder, poder, poder, y no piensa en el amor, como yo predicaba hace unos días acerca de que Dios no nos ha dado espíritu de cobardía sino de poder, amor y dominio propio o una mente sana como dice en el griego original. Y a veces hay iglesia que son infantiles, buscan el poder de Dios y a su crédito, hay bendición en esa área, pero en el área del fruto del espíritu, hay falta y hay deficiencia. Y Dios no quiere que seamos ignorantes acerca de lo complejo y lo balanceado que es el poder del Espíritu Santo.

Miren la iglesia en Corintio, esta misma iglesia a la cual Pablo le escribe, de la cual he citado ese versículo, es una iglesia que tenía muchos dones del espíritu, por ejemplo, busque ahí en Primera de Corintios, capítulo 1 en el versículo 7, dice:

“… de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo…”

Es decir, dice que nada les falta a ustedes en ningún don. Es decir, ellos tenían dones de poder, de ciencia, sabiduría, señales, era una iglesia pentecostal, pero miren lo que didce Pablo más adelante, en versículo 10:

“Hermanos, os ruego por el nombre de Jesucristo que habléis todos una misma cosa y que no haya entre vosotros divisiones sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé que hay entre vosotros contiendas. Quiero decir que cada uno de vosotros dice, yo soy de Pablo, yo de Apolo, yo de Zefas, yo de Cristo, acaso está dividido Cristo? Fue crucificado Pablo por ustedes, fuiste bautizado en el nombre de Pablo?”

Fíjese, era una iglesia llena del poder del Espíritu Santo pero también con muchas divisiones y peleas dentro de ella. Y Pablo dice, no es posible, tiene que haber un balance. Hay iglesias que piensan que porque ya tienen la manifestación y el poder del Espíritu Santo ya llegaron a la cúspide y descuidan el carácter, la armonía, el amor, la bondad, la paciencia.

Entonces ese es un tipo de ignorancia también acerca de los dones y acerca del mover del espíritu en el pueblo de Dios. Y tiene que haber un balance. Pablo, en el capítulo 12 habla de los dones espirituales y en el capítulo 13 habla de la preeminencia del amor y él dice, si yo hablo lenguas humanas y angélicas y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe de tal manera que trasladase los montes, si no tengo amor nada soy.

Entonces, cuando nosotros predicamos acerca de los dones tiene que haber un balance completo, tiene que haber la complejidad que conviene al Reino de Dios y a las cosas del Espíritu Santo. Tiene que haber un contrapeso de una cosa y de la otra.

En el capítulo 14 de Primera de Corintios, Pablo habla de cuando la iglesia se reúne en una reunión como esta que también el Espíritu Santo está allí, pero hay que tener cuidado cómo se maneja en un contexto público la fuerza y el poder del Espíritu Santo que es diferente a cómo se maneja si usted está en su casa, en su bañera y entró en bendición y está adorando al Señor mientras se baña.

Una cosa es cuando está en su casa tranquilo o con un grupo de hermanos conocidos, maduros en el espíritu, en un culto familiar, en una reunión pequeña de adoración. Usted puede allí soltarse el moño, salte, brinque, sude, haga lo que usted quiera, si se contienen entre sí no hay ningún problema. Ahora, cuando usted está en el contexto del cuerpo de Jesucristo, una reunión como esta donde hay gente de todos tipos, hay visitantes, hay gente que viene de un trasfondo muy litúrgico y 4 por 4, hay ancianos, hay gente que ha tenido malas experiencias con el Espíritu Santo en otras iglesias, hay personas que son neófitas, que no conocen a Dios todavía y están buscando, hay gente que viene con una actitud crítica y escéptica acerca de la iglesia, y en ese ambiente donde hay tanta diversidad, es más, nosotros tenemos un grupo de gente que ni siquiera usted los ve cuando están aquí. Sabe cuáles son? Los que van a ver este programa por el internet. Esa es otra congregación, lo ven en diferentes partes del mundo y están viendo aquí, lo que está pasando, y son parte de esta asamblea también.

Entonces, uno tienen que tener en cuenta todas esas personas cuando se está manifestando el Espíritu Santo porque hay que tener cuidado de no ofender, de no escandalizar, de no provocar pensamientos que el diablo a veces usa para confundir a la gente neófita y nueva que no conoce de las cosas del espíritu, entonces uno tiene que tener cuidado de los demás hermanos.

Eso es parte de ser parte del cuerpo. Qué pasa si usted se da un martillazo en el dedo índice? Lo siente todo el cuerpo, sí o no? Qué pasa cuando alguien en la iglesia desentona digamos en el espíritu? Lo siente todo el cuerpo. Entonces, uno tiene que tener cuidado de discernir el cuerpo, dice la Biblia. Cuando uno está en la reunión congregacional, las manifestaciones del espíritu deben condicionarse al contexto colectivo, a diferencia de cuando usted está en un grupo bien pequeñito o usted está solo en su casa adorando al Señor como usted quiera. Es diferente.

Por eso es que a veces, como les digo siempre, hay hermanos que a veces piensan que cuando yo llamo a disciplina en algún momento del espíritu, o termino un momento de exuberancia en el culto o lo que sea, piensan, se está cortando el espíritu. Pero no, es que el pastor está discerniendo los intereses del cuerpo colectivo y como pastor general uno está pensando, okay, ya es tiempo para hacer esto, es tiempo para hacer lo otro, o alguien está metido en su propia fiesta personal y no está discerniendo las otras cosas que están pasando, y no se da cuenta de que está siendo de piedra de tropiezo, a veces, o de obstáculo para otros y entonces hay que poner ese orden.

O hay personas que a veces simplemente lo que están teniendo es una crisis nerviosa y piensan que es el Espíritu Santo que se está moviendo. Y entonces tiene también que ayudar a esa persona y guiarla hacia el sentido de cuerpo porque es muy diferente cuando el Espíritu Santo se está manifestando en general.

Y por eso es que Pablo en el capítulo 14 de Primera de Corintios, usted lo puede leer después en su tiempo, habla del orden que conviene a la manifestación del espíritu cuando estamos en reunión general donde uno tiene ceñirse a otras consideraciones, que no van a opacar el espíritu necesariamente. Hay una línea fina entre contristar al Espíritu Santo y simplemente mantener el orden que conviene a la manifestación del Espíritu Santo. Es una línea muy fina porque muchas veces sí que hay pastores que quieren que todo sea absolutamente por el libro, bien ordenado, bien controlado, bien coordinado y coreografiado todo y cuando hay un momento en que Dios quiere verdaderamente bendecir y manifestarse de una vez lo apagan. Y eso sí que no es de Dios y eso se llama contristar al Espíritu Santo.

Pero cuando se trata de simplemente mantener un orden en una iglesia carismática pentecostal para que eso siga creciendo y siga manifestándose, cualquier haya bendición, entonces está bien uno poner ciertos límites. Cuando Pablo dice, por ejemplo, que el espíritu de los profetas está disciplinado y está bajo el control de los profetas, qué quiere decir eso? Que muchas veces hay cristianos que dicen, no, porque el Espíritu Santo entró en mí y yo no pude controlarlo y me salió un grito y esto y lo otro.

Pablo dice, no, no es así. En el orden del culto usted puede decir, sabe qué? Quizás este no es el momento y yo voy a adorar a Dios pero lo voy a adorar en una manera más controlada que no interrumpa el culto y que no acapare la atención de todo el mundo.

Ahora, si Dios se mueve, como por ejemplo el miércoles, hubo tiempos de un salpafuera pentecostal. Gloria a Dios por eso. Ahí estaba todo el mundo borracho en el espíritu y era una fiesta. Amén. Allí mire si usted quiere saltar en su lugar 24 veces por segundo, amén, hágalo, no se preocupe, porque todos estamos en la misma cosa. Pero en un momento de quietud o algo así si usted hace lo mismo que usted hace cuando todo el mundo está metido en la misma cosa, usted va a salir como un… like a sore thumb, como dicen en inglés, va a resaltar mucho.

Entonces, lo que en un contexto puede ser muy apropiado, en otro contexto quizás no sea tan apropiado y usted tiene que discernir ambas cosas. Por ejemplo, muchas veces en una reunión, digamos a ahora mismo usted discierne en alguien que está en la congregación, Dios le muestra algo en esa persona, yo he visto en otras congregaciones, por ejemplo, donde alguien tiene una intuición profética en un momento dado que Dios le da, y de momento saltan como un resorte, interrumpen el culto y comienzan a decir, “Dios te dice esto y lo otro, que te arrepientas, que te vas a ir al infierno si no haces esto o si no haces lo otro.”

Y usted tiene que preguntarse, okay, Señor, tu me has dado esa revelación pero yo tengo que respetar la dignidad de esa persona, su privacidad, no lo voy a avergonzar y en el momento dado yo quizás me acercaré a esa persona, en un momento apropiado, y le diré, “Mira, mientras yo estaba aquí en el culto Dios me dijo algo acerca de ti.” O usted puede decir también, “Mira, yo pienso que Dios me dijo esto y esto fue lo que yo vi en mi espíritu y te aconsejo ahora a que lo medites y si es de Dios, confírmalo.” Y eso es todo lo que usted necesita, usted no tiene que decir, “Hijo mío, así te dice el Señor ahora, arrepiéntete.”

Usted puede usar un lenguaje natural, normal y el contenido es lo que más va a importar y el momento. Quizás esa persona lo va a recibir mejor que si usted lo humilla delante de toda la congregación. Lo mismo pasa, por ejemplo, cuando hay una manifestación demoníaca. Yo personalmente no soy el tipo de pastor que cree que cuando se manifiesta un espíritu maligno en el medio del culto, yo tengo que ir enseguida. Ese tipo de escenario donde muchas veces en una iglesia alguien bajo un tiempo de adoración poderosa manifiesta un espíritu, y todo el mundo se frota las manos y se tiran encima de ese individuo, porque ¡guau! qué bueno que se manifestó un espíritu demoníaco. El culto se detiene, todo el mundo para encima de la persona, se interrumpió el culto y los próximos 20 minutos se pasan reprendiendo al demonio.

Y eso es lo que al demonio le encanta, llamar la atención, interrumpir el culto, en vez de decir, okay, se manifestó, establecer el orden del Señor, llevarse a esa persona detrás para proteger su dignidad en vez de avergonzarla y después entonces ministrarle en privacidad y en quietud. De todas maneras si estaba endemoniada, está endemoniada mucho tiempo, puede esperar unos minutos más para ministrarle.

Ese espíritu ha estado vivo durante muchos miles de años y puede esperar un ratito más para atenderlo. Eso es parte de la madurez espiritual porque uno va aprendiendo, uno va ganando conocimiento acerca de las cosas del espíritu, por eso, no quiero que seáis ignorantes acerca de la sutilezas, de las complejidades del Espíritu Santo.

La primera vez en nuestra iglesia cuando comenzamos a buscar del Espíritu Santo se manifestó un demonio en el servicio, le ministramos a esa persona pero el espíritu no salió y después una noche en una vigilia volvió a manifestarse el espíritu, terminamos el servicio y nos la llevamos atrás y francamente estuvimos como 5 horas peleando con ese espíritu. Era lo que yo había visto, te reprendo y te reprendo, espíritu de carácter se manifestaron, espíritus de diferentes cosas, el espíritu no salía. Estuvimos como hasta las 3 de la mañana y yo he dicho que el espíritu se fue porque estaba cansado y no porque lo reprendimos, simplemente dijo, ¿sabes qué? Yo tengo mejores cosas que hacer. Me voy a otro sitio para que me dejen tranquilo. Yo no creo que fue porque fuimos tan efectivos, pero eso es lo que hemos visto, que es un salpafuera y una pelea allí, y así se convierte…

Yo he aprendido después, con el tiempo y leyendo y educándome en las cosas del espíritu, que muchas veces lo más importante es primero, hacer una entrevista y un estudio, preguntarle a la persona, indagar, conocer de dónde viene esa manifestación, porque siempre hay una entrada de un espíritu maligno a la vida de una persona, siempre nosotros, por alguna manera, le damos entrada a un espíritu maligno, alguna práctica, alguna actitud, algo oculto, alguna maldición generacional, alguna experiencia contaminadora, pero siempre hay una puerta que se le abre a Satanás para que entre a la vida de una persona.

Y yo he aprendido que es muy económico, usted primero entrevistar a la persona en un lugar tranquilo, hablar con ellos, pedir discernimiento del Señor, orar y después sacar ese espíritu es como sacar un diente flojo, suavecito se va. Una vez que la persona ha sido llevada a confesar, a reconocer, ya el diablo no tiene nada de qué agarrarse y entonces se va suavemente. Y usted no tiene que sufrir tanto ni salir de allí con los moños deshechos y con la máscara rodándole por las mejillas y todo ese tipo de cosas. Se economiza una cantidad de tiempo.

Yo he aprendido que muchas veces en la oficina de consejería yo me siento, declaro la presencia del Señor, digo ciertas cosas y demando que ese espíritu salga en el nombre del Señor y me quedo tranquilito tomándome una Coca Cola hasta que el espíritu se le haga imposible seguir porque ya se le ha dado una orden espiritual y ese espíritu entonces se tiene que ir.

Si hay algo allí va a salir en el nombre del Señor, porque Cristo es poderoso. Por qué? Porque si una persona, hermanos, está endemoniada y no renuncia a lo que la llevó a estar endemoniada ese espíritu no va a salir nunca. Es más, si sale viene con 7 más y se hace peor la situación de ellos. Sale por un rato para irse a tomar una Coca Cola y vuelve otra vez con 7 más peores que él. Primero hay liberar, hay que atar al hombre fuerte, hay que atar lo que le da derecho a estar allí, entonces usted puede economizarse una cantidad de tiempo y es algo definitivo. Es diferente, es la ciencia, es el yudo del espíritu.

Y por eso Pablo dice, no quiero que seáis ignorantes, hermanos, acerca de las cosas del espíritu, sino que seamos maduros, seamos profundos en las cosas del espíritu. Hay mucha ignorancia en el mundo cristiano en esta área. Hay personas que creen que todo es simplemente aceptar a Jesucristo y ya no necesito más nada. Acepté a Cristo, comencé a ir a la iglesia, doy mi ofrenda, voy los miércoles, me meto en el curso de discipulado y ya yo estoy bien.

Recuerda que hay una dimensión del espíritu que se llama, el bautismo del Espíritu Santo que es muy importante y eso es lo que la iglesia de Jesucristo necesita saber. Estas enseñanzas que estamos dando es para que usted entienda que hay que buscar más, hay que buscar más hondo. Ustedes recordarán mi enseñanza sobre Moisés que estaba ministrando al Señor, sí, muy usado por Dios en su ministerio, pero le dijo, “Señor, yo quiero ver tu rostro, yo quiero tener una experiencia más profunda contigo.”

Y yo les animo a cada uno de ustedes, si usted no está seguro de que ha tenido esa llenura del Espíritu Santo aprovecha una de estas oportunidades, vaya a una reunión espiritual, venga al frente cuando lo invitamos, busque más y en una de esas usted va a ver que usted va a ser lleno del bautismo, del poder del Espíritu Santo. Esa idea de poder está en todas las áreas de la vida pentecostal.

Pablo dice que las cosas… el Evangelio no consiste en palabras sino que en poder de Dios. Y tenemos que ir más a fondo en esa dirección. Hay tantos diferentes elementos de una vida poderosa en el espíritu y que tenemos que entender, cuántos de nosotros entendemos, por ejemplo, acerca de la guerra espiritual? Eso es lo que yo estoy hablando hace un momento aquí.

Esa es un área de la vida de poder, la guerra espiritual. Tu necesitas saber acerca de la guerra espiritual. Tu necesitas saber de las complejidades de la guerra espiritual. La Biblia dice que Satanás anda como león rugiente alrededor buscando a quién devorar. Y Pablo dice, sed sobrios y velad porque vuestro adversario, el diablo, anda como león rugiente.

Hace poquísimo tuve una experiencia aquí mismo en la iglesia con una persona muy amada de nosotros. Ha estado con nosotros mucho tiempo, conoce al Señor, ministra en el Señor, muchas cosas, pero en un momento dado, porque estaba afligida en ciertas cosas me di cuenta que había una dimensión. Yo pensaba que era puramente algo psicológico pero me di cuenta en un momento dado que no, que había una dimensión verdaderamente demoníaca en ese mal, esa aflicción por cosas que no hay que estar revelando demasiado. Pero ese entendimiento que Dios me dio en ese momento, me ayudó a ministrar en otra forma, en otra manera que yo no lo hubiera hecho si no entendiera ciertas cosas acerca de cómo funciona el Espíritu Santo.

Una de las cosas… una persona que está bajo una opresión demoníaca muchas veces no puede mencionar el nombre de Jesucristo, por ejemplo, le es difícil mencionar ese nombre. Y entonces es una manera que usted puede saber que hay algo allí que es más que simplemente algo emocional o mental. Y entonces usted puede detectar eso y puede ministrar en esa manera. Hay situaciones en nuestra vida espiritual, nuestra vida familiar en que uno discierne, espérate, esto no es solamente mi mente, esto no es solamente un asunto de psicología o de mi familia, lo que sea, no, esto es una aflicción espiritual y yo tengo que hacer guerra espiritual.

Hay depresiones que son puramente físicas, materiales, hormonales, químicas y hay depresiones que son de origen demoníaco. Hay ataduras sexuales y ataduras mentales que son de origen puramente familiar, prácticas del pasado, experiencias que hemos tenido, y se batalla en contra de ellas en formas de psicología, de buena higiene espiritual, de confesión y otras cosas. Pero hay otras adicciones espirituales que tienen un origen demoníaco y que requieren ayuno, y oración y clamor a Dios y tienen que ser confrontadas en una forma espiritual, con las armas del espíritu.

Recuerdan ustedes la historia de los discípulos cuando descendieron del monte de la transfiguración? Cuando Jesús desciende con sus discípulos allá en la base del monte hay un padre cuyo hijo está afligido por un demonio y los discípulos han estado batallando con ese demonio, tratando de sacarlo, pero no tienen el conocimiento y la complejidad que necesitan para hacerlo y no tuvieron éxito, no pudieron sacar al demonio.

Cuando el Señor llega le ministra al joven y enseguida el espíritu sale. Y los discípulos después se quedan como aterrados y van donde el Señor y en privado le dicen, “Señor, qué fue lo que pasó? Por qué nosotros no pudimos sacar ese espíritu y tu lo sacaste tan fácilmente?” recuerdan la respuesta del Señor? Les dijo, hay espíritus que solo salen con ayuno y oración.

Por qué? Porque el Señor tenía una vida de ayuno y de oración y su vida estaba fortalecida y suplementada, aún el Hijo de Dios se sometía a un régimen de ayuno, de oración, de búsqueda del poder de Dios. Eso es un misterio porque si era Dios mismo y es Dios mismo, por qué ayunaba? Por qué oraba? Por qué buscaba el poder de Dios? porque en su condición humana él necesitaba el poder de Dios. Y se sometía una vida de disciplina espiritual.

Ese régimen de ayuno y oración le daba una efectividad cuando venía el momento de hacer la guerra. Ese muchacho no padecía de una neurosis, no era esquizofrenia lo que tenía, no era una locura mental, era una posesión demoníaca y era un espíritu particularmente resistente, requería un nivel de autoridad.

Cuántos de nosotros practicamos en nuestra vida normal el ayuno y la oración como disciplinas para fortalecernos? No, pensamos que eso es del Antiguo Testamento, eso es legalismo. No, Pablo practicaba el ayuno. Jesús ayunó 40 días y 40 noches en el desierto. Nosotros no somos más poderosos que ninguno de esos grandes personajes de la escritura. Necesitamos… cójase medio día de vez en cuando, cójase un día, ayune parcialmente, como sea, pero saque tiempo porque hay batallas en nuestras vidas y los tiempos que nosotros vivimos actualmente con una cultura endemoniada, como la que habitamos hoy, necesita gente fuerte en el espíritu.

Sobre todo si usted ocupa y se mueve en ambientes contaminados. Si usted se mueve, por ejemplo, en el ambiente hoy en día de las ciencias sociales, usted trabaja en el Departamento de Servicios Sociales, el Departamento de Salud Pública de aquí, en el Departamento de Educación, en las escuelas y todo eso, usted, quiero decirle, habita un ambiente muy pesado y necesita fortalecerse. Usted necesita vitaminas extras y tiene que mantenerse lleno del espíritu y fuerte en el espíritu.

Si usted está pasando por una lucha en su vida espiritual necesita ayunar y buscar el espíritu del Señor, porque su lucha no es solamente emocional, cultural, es una lucha… hoy en día, la lucha de los cristianos en este mundo más abandonado de Dios que nunca, se necesita gente que entienda los misterios del espíritu, de la vida de poder en el espíritu.

Y el Señor no quiere que tu seas ignorante acerca de estas cosas. El ayuno se necesita más que nunca. Hay batallas en nuestra vida que tenemos que pelearlas con armas suplementarias. Dice la palabra del Señor, lo han oído mucho, nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados y potestades, contra huestes espirituales de maldad en los lugares celestiales.

Más que nunca nosotros vivimos en un tiempo como el tiempo de los corintios donde era un tiempo donde los dios paganos estaban por dondequiera, los demonios regían la sociedad, la cultura y los cristianos necesitaban saber del poder del Espíritu Santo. Nosotros estamos en un tiempo peor que el tiempo de los corintios. Hay demonios de mayor potestad y mayor manifestación en el siglo XXI que en el siglo I y necesitamos conocer de esa parte. Como nunca necesitamos la energía del poder de Dios porque habitamos un ambiente que nos cansa y nos desgasta más que nunca.

Entonces en ese contexto el ayuno es importante. La oración es importante. Nuestros hijos tienen que estar cubiertos con la sangre de Jesús, tenemos que orar por nuestros matrimonios, tenemos por la salud de nuestra vida mental. El diablo quiere destruir matrimonios, quiere destruir ministerios, quiere destruir iglesias, y es una realidad que más que nunca necesitamos el poder del ayuno, el poder de la oración de guerra, la oración hecha en actitud de guerra espiritual, ponernos la armadura del espíritu, Pablo dice, por tanto vestíos de toda la armadura de Dios, porque son tiempos peligrosos los que habitamos.

Y Dios no quiere que seamos ignorantes de las técnicas de guerra del Espíritu Santo. Entonces, les he hablado acerca de guerra espiritual, les he hablado de la importancia del ayuno, les he hablado acerca de la oración agresiva. Otra manifestación del poder del Espíritu Santo es los dones específicamente del espíritu. Aquí en Primera de Corintios, capítulo 12, Pablo habla de diferentes dones.

“Hay diversidad de dones pero el espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones – versículo 6 – pero Dios que hace todas las cosas en todos es el mismo.”

Y entonces él habla de los diferentes dones, palabra de sabiduría, palabra de ciencia, palabra de fe, dones de sanidades, milagros, profecías, discernimiento de espíritus, género de lenguas, interpretación de lenguas. Él menciona 9 dones aquí y muchos pentecostales dicen, bueno, son solamente 9 dones. Hablamos de 9 dones. Pero no, él simplemente puso un sample, una muestra de los dones.

Potencialmente el número de dones que el Espíritu Santo tiene para su pueblo son potencialmente infinitos, dependiendo de la situación en que la persona, el pueblo de Dios se encuentre. Por ejemplo, yo pienso que uno de los dones, porque hay varias listas de dones, de hecho, en la Biblia, esa no es la única lista. Hay otros dones, por ejemplo, de servicio, yo no oigo muchos pentecostales hablando del don de servir, ese es un don. Ahí está en la Biblia. Hay don de presidir, yo no estoy seguro cuál es, pero es como un don de liderazgo, hay personas a quienes Dios les da un don de liderazgo y dondequiera que entran de una asumen el liderazgo o la gente se lo entrega porque tienen una autoridad que inspira confianza, inspira liderazgo y la gente enseguida entiende y discierne. Eso es un don como cualquier otro.

Saben cuál es uno de los dones más importantes en este tiempo, en el siglo XXI? En mi opinión, el don de la consejería, el don de aconsejar. Yo creo que ese es un don. El don de hablar una palabra atinada que discierne lo que una persona necesita y que va directamente al corazón de una situación, y no necesita 20 sesiones de psiquiatría como a veces los psiquiatras usted ve que necesitan 45 minutos durante 3 años para saber de qué está cojeando una persona.

Yo creo que cuando Dios da el don de consejería en un momentito muchas veces, una palabra, un discernimiento, uno puede ir al corazón mismo, al meollo de una situación y dar una palabra que da exactamente donde se necesita y esa palabra despeja y rompe ataduras y trae bendición. O puede ser que a través de un período más largo, sí, también Dios da esa sabiduría y esa capacidad para ir poco a poco sacando esa ponzoña de un matrimonio, de un individuo y entonces ministrando el poder del Espíritu Santo para sanidad en esa persona.

Pero en el siglo XXI hay tanta neurosis, hay tanta locura, hay tanta enfermedad mental y emocional porque el ambiente en que vivimos es un ambiente tan dañino para la salud mental que yo creo que todos nosotros estamos locos en alguna medida u otra. Ríase, eso es un chiste solamente. Pero es verdad, hoy en día todo el mundo está un poquito ansiosos, un poquito deprimido, un poquito raro porque el mundo en que vivimos es un mundo muy esterilizante y necesitamos esa frescura del Espíritu Santo que nos llene, que nos bendiga. Necesitamos que Dios nos de discernimiento espiritual y que podamos ir al Señor al espíritu y sanarnos nosotros mismos muchas veces.

Pero yo creo que el don de consejería es un don precioso y muy necesario en un tiempo de la vida humana en que la neurosis está por dondequiera porque mientras más se alejan las sociedades de Dios más poder tiene el diablo para llenarnos y contaminarnos.

Entonces, los dones del espíritu son importantes. Yo le decía a los hermanos en el servicio de las 9 esta mañana, y si me permite Meche un momentito acá y la hermana, no voy a decir… yo digo siempre que no voy a decir el nombre y termino diciéndolo. Pero una hermana y corrígeme si he escuchado bien lo que tu me dijiste, que hace como un mes una hermana de la congregación vino donde Meche, al final del servicio, y le dio una palabra profética y le dijo que la había visto frente a un ataúd blanco. Tu me corriges porque estoy aquí y la persona que lo dijo también está aquí, así que… esto es verdadero. Le dijo, “hermana, la vi llorando frente a un ataúd blanco.” Y Meche, que conocía el trasfondo de esa palabra profética inmediatamente entendió lo que eso quería decir.

Ahora, si estoy en lo correcto ustedes habían ya con anterioridad comprado un ataúd en preparación para… Hacía 4 meses… 4 años. Hacía 4 años ellos en preparación para el fallecimiento de su madre, porque tenía una enfermedad progresiva, y no queriendo dejar eso para último, de paso, aquí tiene una ñapita extra – no deje para último los arreglos funerales muchas veces. Si usted tiene que prevenir ciertas cosas para después no estar a última hora. Eso no es falta fe, eso es simplemente saber que todos nos morimos y que es bueno prevenir esas cosas. Eso es gratis, no le voy a cobrar por ese consejo.

Hacía 4 años ellos habían reservado con la compañía funeraria el ataúd y si no malentendiendo era blanco. Meche misma lo había reservado y era un ataúd blanco que yo pude ver ahora cuando estuvimos en Puerto Rico en el funeral de la mamá de Meche. Cuando Meche escuchó esa palabra profética de parte de esta hermana, de que la vio llorando ante un ataúd blanco, ella inmediatamente entendió que su madre y el fallecimiento de su mamá era inminente y que se la llevaría en algún momento. Yo creo que eso ayudó a prepararla también para ese momento.

Ese es un don, es el don de la profecía, es un don profético, es un don de conocimiento, llámelo que usted lo quiera llamar. Pero Dios muchas veces en preparación de sus hijos nos da una palabra que nos prepara para ciertas cosas. Y esos dones están en funcionamiento en una iglesia donde hay entendimiento espiritual, donde hay buena educación, donde hay buena enseñanza, donde hay una invitación al pueblo de Dios a estar abierto a la manifestación del poder del Espíritu Santo, donde hay un glorificar el Espíritu Santo, el Espíritu Santo se manifiesta entonces.

Y los dones comienzan a crecer más y a manifestarse más porque el Espíritu Santo está siendo glorificado y está siendo invitado a manifestarse. Una joven al final del servicio de las 9 se acercó a mí y me dijo, “Pastor, cuando yo llegué aquí apenas podía caminar con un dolor en mis 2 piernas.” Es hujier y llegó por fe acá y llegó con ese grave dolor en sus 2 piernas. Y me dijo, “y un hermano de la congregación vino y oró por mí y yo enseguida comencé a sentir un calor en ambas piernas y quedé sanada completamente y pude terminar el servicio y me siento totalmente restaurada.” Porque el poder de Dios es real.

Y yo sé que hay muchos aquí que son sanados, a cada rato yo me entero de que Dios ha hecho algo en alguna manera y quién sabe cuántos milagros… un día cuando estemos en el cielo sabremos todos los milagros de sanidad, liberación, iluminación que Dios hizo en medio de su pueblo. Y por eso es que tenemos que dar testimonio de estas cosas, en esta congregación Dios hace muchas cosas maravillosas continuamente.

Y si tu estás abierto a los dones del espíritu, si tu vives tu vida en una expectativa sana, entienda, no es que fabriques los dones, no es que esté viendo dones en la sopa, no, es que tu mantengas una apertura, que te muevas y respires el Espíritu Santo en tu vida y que tu estés abierto. Cuando Dios quiere manifestarse tu lo recibes porque estás abierto, sabes que los dones son reales, oras para que el Señor se manifieste, mantienes tu vida saludable, ayunas, adoras, lees la palabra, y vives una vida sobrenatural. Porque lo que tu esperas eso es lo que vas a recibir.

Si en la iglesia te dicen, no, los dones ya pasaron, eso es para los tiempos de los Apóstoles y tu lo crees, así va a ser. Más activo y más vivo va a estar un clavo en una pared que tu en tu espíritu, porque vas a estar tosco y torpe y cerrado y Dios no va a donde no se le invita. Pero cuando una iglesia aprecia y bendice los dones del espíritu, el Espíritu Santo se crece.

Usted sabe lo que dice la Biblia, no contristéis al Espíritu Santo. Cómo se contrista? Gregory habló acerco de eso creo que el domingo pasado. Hay muchas manera de contristar al Espíritu Santo, con un espíritu vengativo, resentimiento, vida impura en tus prácticas morales, abuso de los demás, orgullo, tantas maneras, incredulidad, negación del poder de Dios, descuido de las cosas del espíritu, todas esas cosas contristan al Espíritu Santo porque el Espíritu Santo se siente rechazado, se siente descuidado, se siente despreciado, se siente no tenido en aprecio y en cuenta. Entonces eso contrista y apaga el Espíritu Santo.

Hay iglesias donde no se habla del Espíritu Santo. Es más, hay iglesias donde se habla en contra de los dones del Espíritu Santo. Y eso es terrible porque hay una advertencia de no despreciar los dones del espíritu.

Primera de Tesalonicenses, capítulo 5. Esta vez sí me recuerdo. Y con esto ya voy aterrizando, si los hermanos del grupo de alabanza pueden prepararse. Hay una invitación al pueblo de Dios a cultivar los dones y en tu propia vida, hermano, Dios te invita a apreciar los dones del Espíritu. Se les olvidó decirme, yo les dije que me dejaran saber, pero les perdono porque soy un hombre misericordioso. Me pasé un par de minutos, pero está bien porque tenemos la santa cena y vamos a terminar ya.

Hermanos, conforme a lo que nosotros creamos, practiquemos, alabemos, invitemos, así se hará en nuestra vida. Si tu tienes hambre del Espíritu Santo continuamente, si tu cultivas los dones del espíritu, si tu estás buscando el poder de Dios que se mueva en tu vida, si tu entiendes de las cosas del Espíritu Santo, si tu conoces los misterios de la vida del espíritu, y las sutilezas y los instrumentos sutiles y a veces fuertes del espíritu, entonces tu vida va a estar adornada por esas manifestaciones y esas expresiones de la presencia del Espíritu Santo.

Y nuestras actitudes con respecto al Espíritu Santo son muy importantes también. Si creemos, no creemos, esperamos, no esperamos, confesamos, no confesamos, apreciamos, no apreciamos, despreciamos, valoramos, conforme a lo que está dentro de nosotros así será la manifestación del poder de Dios en nuestra vida. Les dejo con esa palabra del Apóstol Pablo y Primera Tesalonicense 5:16:

“Estad siempre gozosos – sabe que el gozo es un arma espiritual? Dice la palabra que el gozo del Señor es nuestra fortaleza. Eso es sutil. Que tu cultives el gozo del espíritu y que eso sea un arma espiritual. Oh, sí lo es, cuando tu adoras al Señor, cuando tu sientes un gozo del espíritu, eso activa el poder de Dios en tu vida. Pero Pablo dice:

“Estad siempre gozosos, orad sin cesar, dad gracias en todo – cuántos saben que la gratitud es un arma espiritual? La gratitud rompe cadenas. Cuando tu das gracias a Dios aún en medio de tu tribulación hay poder en esa gratitud porque es una gratitud sacrificial, es una gratitud en el espíritu. Dice el Apóstol Pablo, día a día gracias en todo, hay otro pasaje. La gratitud es un arma espiritual.

Dice, “… dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús, y mire aquí, 19, no apaguéis el espíritu, todo lo contrario debemos avivar el fuego del espíritu. Hay congregaciones, hay individuos que apagan el espíritu, diciendo que ya eso pasó, que no es para este tiempo, esto y lo otro. Es una blasfemia contra el Espíritu Santo yo diría. El que dice que los dones del Espíritu Santo no se manifiestan en nuestro tiempo yo creo que está contristando y está blasfemando contra el Espíritu Santo. Y está robándole a su congregación la oportunidad y el privilegio de vivir una vida rebosante en el espíritu.

Para mí estos sermones que estoy predicando no son solamente para educarlos a ustedes, de paso, es para glorificar al Espíritu Santo. Y para restituir su lugar en medio de nuestra vida como congregación. Yo sé que yo declaro esta palabra como un himno de adoración al Espíritu Santo, a la Tercera persona de la Trinidad. Yo quiero que el Espíritu Santo sepa, que tu sepas, Espíritu Santo, que valoramos tu presencia y valoramos tu ministerio, y valoramos tus dones y tu mover en medio de nosotros y que queremos más de ti en medio de nosotros.

Recibe esta palabra como una palabra de adoración y de exaltación de tu persona, Tercera persona de la Trinidad. No apaguéis el espíritu, no menospreciéis las profecías. Cuando una persona profetiza no desprecie, no la mire como… no, lo que dice es examinadlo todo y retened lo bueno.

Alguien te profetiza algo, escúchalo con respeto porque esa persona está haciendo un esfuerzo por obedecer al Señor. Escúchalo con respeto, nada te cuesta y entonces vete a tu casa y pídele al Señor discernimiento y juzga lo que dijo la persona en el espíritu, discierne lo que dijo y si hay algo de buen contenido, guárdalo en tu corazón. Pídele al Señor confirmación. Porque no todo lo que a veces la gente profetiza está ciento por ciento correcto, a veces hay un poquito de mezcla de cosas. Pero examinadlo todo y retened lo bueno.

Ese es el origen de ese pasaje. Yo sé que se aplica a otras cosas, pero el origen es cuando tu escuchas una palabra profética examínala, y lo que es sólida y del Señor, guárdalo y retenlo y lo que no, déjalo que se vaya o ponlo en remojo y que el Señor te de claridad más adelante. Porque quizás después saldrá a la luz lo que esa persona quería decir con eso que te dijo. Hay profecías que usted la entiende en el momento y 3 años después, se le prende la lucecita, ah, eso es lo que quería decir el Señor.

Esa es la vida en el espíritu. Hermanos, no sean ignorantes, no seamos ignorantes acerca de las cosas del espíritu. Amén.

Baje su cabeza un momentito y vamos a recibir este momento tan especial. Dele gracias a Dios, vamos a buscar más del Espíritu Santo como congregación. Vamos a pedirle al Señor que se manifieste más y más en nuestras vidas. Que esta iglesia sea un lugar donde el pan de cada día sea la manifestación del poder de Dios y sus dones, sus milagros.