Los ojos de Jesús

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Voy a pedir que piensen en los ojos de las personas que son los seres queridos en tu vida. Pueden ser los ojos de tu mamá, los ojos claros de un bebé que tienes, puede ser los ojos de su cónyuge o un papá o un abuelo. Muchas veces se dice que los ojos son la ventana al alma, ¿no? y por eso cuando estamos mal no queremos mirar a nadie en los ojos.

¿Tu hiciste eso? Y tu, ‘Ay, no, no lo hice’. Mirando y mirando... ¿por qué no quieres mirarlos a los ojos? Porque los ojos son la ventana al alma. Yo recuerdo mi mamá, ‘Gregory’, cuando yo, no se.... metí la pata en algo, hice algo, ‘¿Gregory, tu hiciste eso?’ ‘No, no’, ‘bueno, mírame a los ojos.... y tu hiciste eso....’, y yo ‘ahhhhhhh’, lo admito. Estoy mal. Los ojos.

Cuando la gente te mira a los ojos, ¿qué ve reflejado ahí? Yo quiero pensar un poco en los ojos de Jesús, las miradas de Jesucristo en la Biblia y sabemos que la Biblia dice que Dios es amor así cada mirada de Jesús sea lo que sea es por definición una mirada de amor. Y vamos a encontrar algunas sorpresas cuando miramos la cantidad de miradas diferentes de Jesús.

Oramos juntos. Padre, en el nombre de Jesús sabemos que tu, Señor, nos estás mirando en esta mañana, Señor, y queremos levantar los rostros y mirarte a ti también, Señor, y queremos, Señor, que tu corazón, Señor, esté en nuestro corazón, que tus ojos sean reflejados en nuestra mirada, Señor. Yo te pido en el nombre de Jesús que sea tu espíritu santo hablándonos en esta mañana. Yo quiero escuchar de ti, yo quiero que mis hermanos escuchen, Señor, una palabra fresca de ti y solamente tu puedes hacer esto. Así que te lo pido Señor, en el nombre de Jesús. Amen.

Los ojos de Jesús. No se si has tenido en algún momento la sensación de ser mirado para bien o para mal. Dios te está mirando para bien. Vamos a hablar un poco de eso.

Una mirada de amor. Yo pienso en una vez que Jesús miraba a todas las personas sentadas alrededor y él decía mirando a los que estaban ahí alrededor de él, ‘he aquí mi madre y mis hermanos porque todo aquel que hace la voluntad de Dios ese es mi hermano y mi hermana y mi madre.”

Cuando Jesús miraba a los que le seguían, él miraba su propia familia. Una mirada que dice ‘soy tu hermano y tu eres mi hermano. Tu eres parte de mi y parte de mi familia’. No se si podemos mirar a la gente de esta manera.

También miraba a personas bien crudas, fresquecitas del mundo y él podía ver el potencial latente dentro de ellos. Tenía una mirada penetrante que pudo mirar un pescador mal oliente, mal portado, tal vez mal hablado, no sabría decir, pero él dijo ‘tu eres Simón, pero ¿sabes qué? hijo de Jonás, Simón tu serán llamado Kefas, que quiere decir Pedro, que quiere decir la roca, porque yo te miro y yo no veo un pescador cualquiera, yo veo una roca.

Cuando Dios nos mira él puede mirar más allá de la apariencia y él mira el corazón, mira el potencial que está dentro de nosotros. El dijo una vez cuando le llegó una persona que se llamaba Nataniel, él dice ‘he aquí un israelita genuino en quien no hay engaño’. El dice ‘¿cómo me conoces?’ Dice ‘antes de que tu vinieras yo te vi sentado bajo una higuera.’ Y él dice ‘¿tu me miraste? Guau...’ y yo te por más que tu cuerpo físico, yo vi tu corazón, tu alma, tu ser.

Jesús tenía una mirada penetrante de amor. Pero ¿saben qué? yo me pongo a pensar en las miradas que tal vez no eran suavecitas. Quiero que vayamos juntos al libro de Marcos, Capítulo 3. ¿Cómo habrá sido estar ahí para esa mirada que vamos a leer?

Marcos 3, versículo 1 a versículo 5. Dice la palabra del Señor, “.... otra vez entró Jesús en la sinagoga y había ahí un hombre que tenía la mano seca y le asechaban para ver si en el día de reposo le sanaría a fin de poder acusarle.”

Así que había una persona ahí con una enfermedad de la mano, una deformidad y habían fariseos, líderes religiosos, ahí mirando para saber si Jesús haría un milagro en el día de reposo, porque no es lícito para ellos trabajar en el sábado, y querían acusarle y ponerlo en problemas por eso. Así que mira lo que pasa:

“Jesús entonces dijo al hombre que tenía la mano seca, ‘levántate y ponte en medio’, y les dijo ‘¿es lícito en los días de reposo hacer bien o hacer mal, salvar la vida o quitarla?’ Pero ellos callaban. Entonces mirándolos alrededor.....,” ¿qué dice la palabra? “.... mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre ‘extiende tu mano’ y la extendió y la mano le fue restaurada sana y salidos los fariseos tomaron consejos con otros para destruirle.”

Jesús miraba alrededor con enojo y tristeza, pero sabemos que si Dios es amor cada mirada de Jesús es también una mirada de amor. ¿Cómo habrá sido que alguien que te ama te puede mirar con enojo, triste por la dureza del corazón? Esto habrá sido una mirada penetrante, una mirada de fuego. Cómo habrá sido cuando Jesús miró a los fariseos que estaban tratando de tenderle trampas y mirarlos directo a los ojos y decir que pues es lo que está escrito en la piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza del ángulo. Todo aquel que cayere sobre aquella piedra será quebrantado más sobre quien ella cayere las desmenuzará.

Jesús miraba a sus enemigos y les decía palabras fuertes. No a veces sino muchas, muchas veces. Pero todavía con una mirada de amor, pero no es un amor, no se qué, un amor wimpy, un amor voy a usar una palabra que no se si saben el significado; el amor de Dios no es un amor blandengue. Qué es blandengue, esto es como el pan que se puede .... no es duro, es blandengue, es wimpy, es wishy washy.

Muchas veces nosotros pensamos que el amor es una sensación todo lindo, ¿no?; que el amor es un sentimiento, oh.... siento amor. Si tu escuchas la música en la radio, hay una canción ‘yo he perdido esa sensación de amor y qué hay que hacer ahora’. ‘I lost that loving feeling and now it’s gone, oh gone’.

Loving feeling….. ay, se me fue, te tengo que dejar porque ya no está. El amor ya se me fue. Como si el amor fuera una sensación de hambre para comer un pastelillo. El amor no es un sentimiento meloso. El amor tampoco es siempre ser todo amable con todo el mundo. El amor no es siempre darle a todos lo que quisieran. Si tu amas a tu hijo siempre dale todos los twinkies que quiera, todo el helado que quiere porque lo amas. ‘Pensé que me amabas’.

El amor no es algo suave. No es algo amable siempre. No es algo blandengue. El amor is not always nice. El amor es más profundo que esto. El amor y la mirada de amor de Jesucristo no era una mirada todo..... yo tengo fotos de algunos poetas que tienen esa mirada.... ah.... eso no es.... La mirada de Jesús no es una mirada de poeta, ahí meloso con el corazón en la boca. No se la palabra, wearing your Herat on your sleeve, is the way they say it in English.

El amor de Cristo, el amor que se veía en sus ojos era algo diferente. ¿saben qué? Yo estaba orando por ustedes y por este sermón aquí en el santuario y me puse, por un momento, a mirar esta bandera y bueno, fíjate, me dio susto un poco al mirar esos ojos. Mira, mira eso. Mira eso, si tu lo miras bien hay unas joyitas ahí en estos ojos. Es la mirada feroz de un león. El amor de Dios es así, es penetrante, tiene su ferocidad y su intensidad.

No es una mirada todo suavecita siempre. Es el ojo del tigre, ¿no? ¿Has visto Rocky, the eye of the tiger? ES el ojo del tigre, es el ojo, mira, vamos a mirar en Apocalipsis. Vayamos juntos a Apocalipsis. Vamos a ver los ojos de Jesús de amor.

Apocalipsis 1, el Jesús débil, el Jesús humano de carne y hueso, aquí caminando sobre la tierra como usted y yo ya no existe más. El Jesús que existe ahora es el Jesús que ha pasado por la cruz y está glorificado. Todavía tiene su cuerpo, pero es otro cuerpo. Todavía tiene las marcas, pero las marcas están brillando con la gloria de Dios. Y mira eso en Apocalipsis, Capítulo 1. Una visión del hijo de Dios, vamos a mirar Apocalipsis 1, de 12 a 14:

“... y me volví para ver la voz que hablaba conmigo y vuelto por 7 candeleros de oro y en medio de los 7 candeleros a uno semejante al hijo del hombre vestido de una ropa que llegaba hasta los pies y ceñido por el pecho con un cinto de oro, su cabeza y sus cabellos eran blancos como la blanca lana, como nieve, y sus ojos como llama de fuego y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno, y su voz como estruendo de muchas aguas.”

Sus ojos eran como llama de fuego, ardiendo, quemando. Yo miro las miradas de Jesús en la Biblia y la mayoría de esas miradas no son miradas suaves, no son miradas dulces, pero son miradas de amor, son miradas de un amor intenso, determinado, fijo, es la mirada de un atleta.

Mira, la próxima vez que David Ortiz está ahí en la entrada novena y la base llena, están perdiendo, y mira sus ojos y su nariz........ I can’t even imitate, I’m sorry. It’s not even come close. Es una mirada intensa, una mirada que dice ‘sea lo que sea, yo voy a ganar este juego’.

Es una mirada intensa, una mirada que dice ‘yo te amo, estoy dispuesto a dar mi vida para protegerte si es necesario. Yo te amo tanto que estoy dispuesto a disciplinarte si es necesario. Yo te amo tanto que estoy dispuesto a decirte una verdad aunque no sea placentera, aunque sea una verdad dura y difícil de escuchar. Yo te amo tanto que aún si me odias, aún si me rechazas, aún si decides no ser mi amigo nada más seguiré amándote porque no hay nada ni nadie que nos pueda separar del amor de Dios que está en Jesucristo nuestro Señor.

Eso es el amor que tiene carácter, que tiene valentía, que tiene huesos y músculos detrás de él. La Biblia dice que Jesús es el buen pastor. ¿Cómo tu visualizas un pastor? Muchas veces lo visualizamos como un niñito que está tocando su arpa. La realidad es que un pastor tenía que ser un joven o un hombre dispuesto a pelear con leones y osos para defender su ovejas.

En los días modernos los pastores en Israel y en Medio Oriente andan con sus armas, con sus pistolas, con su navaja. They’re armed to the teeth. Están dispuestos a pelear porque son pastores para proteger sus ovejas. Es un amor fuerte y determinado.

Vamos a comenzar con la idea de que el amor de Dios que debe ser reflejado en nuestros ojos que está en los ojos de Jesús para ti es un amor que está determinado a proteger los suyos. Es el amor de la osa mamá, no se si se dice...., la osa mamá y se le quita su cachorro. Yo no quiero estar cerca. Se dice que no importa el animal, puede ser un pajarito, si tu te metes con sus huevitos, te metes con el animalito equivocado porque te saca la cabeza. Es un ojo feroz. Jesús tenía un amor feroz para proteger sus ovejas.

Quiero que vayamos juntos a Marcos 8. Todos sabemos la historia de cuando Jesús tuvo que reprender a Pedro y le dice ‘aléjate de ti, Satanás’. ¿Te acuerdas de esta historia? Jesús acaba de decir, ‘yo voy a Jerusalén y me van a azotar, y me van a castigar, y me van a matar, pero después de eso voy a ser levantado de los muertos.’ Y Pedro le viene a Jesús y dice ‘No, no, no, nunca jamás te va a suceder así. Tu eres el rey.’ Y mira lo que pasa con Jesús, y eso es un detalle muy importante que muchas veces pasamos por alto.

Versículo 33, vamos a comenzar en 32, Marcos 8:32. ¿Están conmigo? Porque es un detalle que yo te garantizo que la mayoría no lo hemos visto antes. Está ahí. Bueno, versículo 32, esto les decía Jesús claramente: “.... entonces Pedro le tomó aparte y comenzó a reconvenirle, comenzó a reprender a Jesús”. ¿Tu quieres reprender a Jesús? Lo hacemos, hermanos, lo hacemos más de lo que pensamos. Y mira lo que pasa aquí.

“....Pero él, Jesús, volviéndose y mirando a ¿quién? A los discípulos reprendió a Pedro diciendo ‘quítate de delante de mi, Satanás, porque no pones la mira en las cosas de Dios sino en las de los hombres”.

¿Quién estaba mirando antes de reprender a Pedro? Estaba mirando a los discípulos. ¿Qué tienen que ver ellos con lo que está pasando entre Jesús y Pedro? Es que todo el mundo escuchaba a Pedro decir ‘no, no, no va a ser así, tu no vas a sufrir’, y Jesús miró y vio que todos ellos van a ser influenciados por una mentira de Satanás. Aunque sea a través del líder de ellos, de Pedro mismo. Y Jesús por amor a ellos, para proteger a ellos, miró a Pedro, y dijo ‘aléjate de mi Satanás’. No pudo soportar la rebelión para el bien de los demás discípulos.

Era así con Moisés. Moisés desobedeció al Señor públicamente. Dios le dijo ‘tu vas a hablar a la roca y se le saldrá agua’. Y Moisés se enojo y le pegó a la roca dos veces, y Dios por amor al pueblo, para que la santidad de Jehová sea establecida entre el pueblo tuvo que disciplinar a su hijo Moisés para proteger a ellos.

Dios guarda y protege a sus hijos aún si es con un amor que disciplina a los que quieren engañar a los demás. ¿Me explico? ¿Están conmigo en eso? Ok.

¿Saben qué?, otro momento cuando Jesús se enojó. ¿Puedes pensar en otro momento cuando Jesús se enojó mucho? Cuando se hizo un látigo de cuerdas y entró en el templo. La Biblia dice que antes él entró en el templo y él vio las mesas de las personas que vendían cosas, él vio todo lo que tenían puesto, él miraba todo la noche antes.

¿Cómo habrá sido esa mirada de Jesús? Una mirada de ira santa lleno de amor, y él el próximo día y él volteando mesas.... ¿saben qué? quién es tu Jesús. ¿Es tu Jesús un Jesusito? No, tan suavecito que nunca harías nada, mi Jesusito lindo. Mira, Jesús es un tigre, es el león de la tribu de Judá. Jesús era un hombre de guerra espiritual, pero un guerrero de amor, no un guerrero de orgullo, un guerrero de amor.

Y ¿saben qué? La Biblia dice ¿por qué se enojó tanto con lo que ellos hacían en el templo? ¿Habrás pensado en eso? ¿Por qué reaccionó tan fuerte? Yo creo que no eran solamente que ellos hacían algo indebido en el templo, pero la gente que vendía cosas en el templo de Dios ponían sus mesas, pusieron sus mesas y su dinero, y sus cachivaches, y todas sus cosas en un lugar del templo preservado para los gentiles.

Dios decía ‘yo no amo solamente a los judíos’. Dios dijo ‘yo amo a todos, personas de toda nación. Yo amo a las personas rechazadas de la ciudad, así que voy a apartar en mi templo un espacio que se va a llamar el espacio de los gentiles, el atrio de los gentiles, donde pueda entrar cualquier de la calle, 24 horas al días, pueden entrar y orar y dejar caer lágrimas ahí delante de mi, porque mi casa es una casa de oración para todas las naciones.’

Y ellos habían puesto sus mesas y todas sus cosas ahí para cambiar dinero y vender cosas en ese espacio, el atrio de los gentiles. Jesús dice ‘ah, ah, ah, no vas a maltratar a mis hijos. No importa si a ti no te caen bien ellos, este es el espacio que yo he puesto para ellos. Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones. Se puso enojado con una mirada feroz de amor por sus hijos que estaban siendo maltratados. Jesús protegía y guardaba.

Quiero hacerte la pregunta si tu amas de esta manera. Si, cuando la gente te mira, ven ojos que dicen ‘yo estoy dispuesto a buscar tu bien sea lo que sea. Yo te voy a proteger si es necesario’. Eso es una mirada de amor feroz del León de Judá. Es un amor que no siempre le dice a la gente lo que quieren escuchar.

Se acuerdan unos dos meses atrás hablábamos aquí en un sermón del joven rico. ¿Te acuerdas del joven rico? ¿Te acuerdas de él? Un joven que tenía mucho dinero, que vino a Jesús y dijo ‘yo quiero seguirte, quiero ser bueno’. y Jesús, la Biblia dice “..... Jesús le miró y le amó”. Lo amaba, él amaba a ese joven.

¿Qué esperamos? Este joven viene diciendo ‘yo quiero seguirte’. Jesús lo mira y lo ama. ¿Qué esperamos que Jesús va a hacer? Yo espero que Jesús va a decir ‘bienvenido’, y darle un gran abrazo. Pero no fue así. ¿Te acuerdas lo que Jesús le dijo al joven rico? Le dijo ‘mira, hay una cosa que te falta. Ve y vende todo lo que tienes y después sígueme y tendrás tesoro en los cielos’. Y el joven triste se fue y dejó de seguir a Jesús.

Jesús dice ‘yo te amo pero estoy dispuesto a decirte algo que no te va a gustar. Yo te amo tanto que no voy a dejar que tu sigas en algo que te va quitar la bendición que Dios tiene para tu vida. Yo te amo demasiado que para ser amable y dejar pasar algo que te está matando espiritualmente. El amor de Dios es un amor que nos incomoda de vez en cuando, es un amor que nos dice la verdad aunque duela de vez en cuando. Este es el amor de Dios. Es el amor de un padre que disciplina a sus hijos.

Piensen en eso. La mujer pecaminosa, ¿no? Te acuerdas la mejor que fue pillada en su adulterio y la llevan ahí y la van a apedrear, la van a matar. Jesús se pone a protegerla y dice ‘mira, el que no tiene ningún pecado que sea el primero en lanzar la piedra’. Y después todos se van, él le salvó la vida. Pero, él no dice ‘bueno, está bien, sigue en lo que estás haciendo’. ¿Qué le dijo Jesús a esta mujer? ¿Alguien se acuerda? Le dice ‘vete y no peques más.’

Si yo te amo te voy a decir la verdad aún si es dura. Aún si a ti no te gusta, aún si te enojas conmigo. ¿Cuántos padres saben que si tu quieres que tu hijo o tu hija siempre esté feliz contigo, no vas a poder nunca encaminar a ese niño a ese joven en los caminos apropiados para ellos. Tiene que estar dispuesto de vez en cuando a ser el malo. Algún padre o madre que ha sido la mala de vez en cuando, ¿no?

If you had to be the bad guy every now and then. Pero si amas.... si tu no disciplinas a tu hijo la Biblia dice ‘lo aborreces’. A veces para el niño tu eres un ogro, tu eres un malo, cómo puedes decirme que yo no voy a comer más helado a las diez de la noche, cómo me puedes decir algo tan malo. Qué mamá mala. Pensé que tu me amabas.

El amor de Dios está dispuesto a disciplinar. La palabra dice que Jesús dice, ‘yo reprendo y castigo a todos los que yo amo. Se pues celoso y arrepiéntete.” Que Dios disciplina al hijo que él ama. Y él ha hecho con todos sus hijos en la Biblia, lo hizo con Moisés, lo hizo con David. Cuando David hizo mal, Dios dijo ‘yo te amo, y con lágrimas en los ojos, tienes que pagar ciertas consecuencias por lo que has hecho. Porque yo te amo demasiado para dejarte seguir en ese camino malo.

¿Saben qué, hermanos? Si vamos a ser cristianos que amamos a la gente como Dios ama, tenemos que estar dispuestos a tener una espina dorsal bien fuerte de vez en cuando. Tenemos que estar dispuestos a tomar posiciones que a veces los compañeros de trabajo no le va a gustar. Pero es con amor.

Hay muchos que le gusta hablar la verdad sin amor. Ellos toman la verdad como si fuera un gran palo, pam, y le dan a la gente, como si la Biblia fuera un bate de baseball para darle a la gente. La Biblia dice que somos llamados a hablar la verdad con amor, con amor.

Yo recuerdo recién aprendiendo el español, yo casi no hablaba nada de español, aún peor que ahora, mucho peor, si puedes imaginarlo. Yo estaba trabajando como un vigilante en las noches, con mi pistola para matar a todo el mundo. Yo estaba ahí en el edificio pero yo estaba en el edificio, había un hombre colombiano que siempre limpiaba en mi sección y nos poníamos a hablar un poco el español. Y él gracias a Dios tenía mucha paciencia conmigo, y él me dejaba hablar mis barbaridades y nos hicimos amigos.

Llegó un tiempo que yo le vi hablando por teléfono en otra parte del edificio, yo digo ‘bueno, Eduardo, te vi hablando por teléfono. ¿Con quien estabas hablando? Me dice ‘bueno, con mi novia’. Y yo me puse a pensar bueno, yo se que él tiene esposa y 3 hijos allá en Colombia, y yo pensé, será que no entiendo el significado de la palabra novia. Tal vez novia significa amiga y él está ministrando a su amiga, ¿no? tal vez es eso.

Así que yo asumí lo mejor. Yo dije ‘bueno, ¿y es amiga de tu esposa también?’, y él se puso a reír. Riéndose ahí y yo como ‘oh, oh...’, y él dijo ‘me mataría’. Y yo no entendía esa forma gramatical pero pude entender que bueno, no estaba hablando de una amiga inocente. Yo decía, mira, ¿soy amigo de Eduardo o no? Si soy un enemigo, si no me importa nada de Eduardo no le voy a decir nada. Ok, bueno, que sigas en tus cosas. Si soy su amigo tengo que decirle algo duro. Y en esa época como dije no sabía cómo expresarme con delicadeza. Lo único que pude decir es ‘la Biblia dice que es pecado, pecado’. No sabía cómo decirlo: pecado. Y él como.... ese gringuito se puso raro conmigo. El me miraba con esos ojos.....

¿Saben qué? tenemos que decir la verdad de vez en cuando. No de vez en cuando tenemos que decirlo con amor, tenemos que decirlo con delicadeza. La Biblia dice que si ves un polvo en el ojo de tu compañero, bueno, primero sácate la viga, por favor, no andes dando a todo el mundo. Después de sacar la viga de tu ojo, de reconocer que tu también tienes pecado, que tu no eres perfecto, entonces verás claramente para sacar el polvito del ojo del compañero.

Pero ¿cómo se saca polvo del ojo de una persona? Yo no voy a dejar que cualquier toque mi ojo. Tu vienes.... no, no.... Tiene que ser con mucha delicadeza, con amor, con cariño, pero se tiene que hacer. Si amamos a la gente tenemos que estar dispuestos a veces a no caerles bien. A veces que se enojan con nosotros. Si los amamos con un amor que tiene carácter y no un amor meloso del mundo.

Saben qué estamos hablando mucho del evento en el Estate House. Yo no soy mucho para meterme en protestas, esto no es mi cosa favorita para hacer. ¿Qué quieres hacer hoy? Ay, yo quiero ir a una protesta que la gente me grite, que me odien, que.... No, esto no está a la cabeza de la lista de actividades que uno quisiera hacer, ¿no?

Y yo recuerdo la vez pasada, pero lo hacemos porque creemos que esto es importante para la sociedad y para mis hijos y mis nietos y cristianos que vienen después y la comunidad como en total. El pastor Roberto lo dijo de esta manera, a veces uno dice pero qué te preocupa, no te afecta. Lo que esta cosa de matrimonio entre personas del mismo género, no te afecta. El pastor Roberto lo dijo de esta manera: esto es como estar en una barca y hay alguien que está haciendo hoyos en un lado de la barca y tu te molestas con la persona porque tu ves que esa persona está haciendo hoyos en la barca. Y tu le dices ‘por favor deje de hacer eso’. ‘Pero ¿por qué te preocupa tanto lo que yo hago en mi lado de la barca? No está en tu lado, tu estás ahí.’ Porque dice que no te afecta, pero si estamos en la misma barca nos afecta.

Así que yo fui por principio porque yo sabía que Dios quería que estuviéramos para expresar lo que creemos en este asunto tan importante. Y yo estaba ahí con un sign en las gradas del Estate House y todo el mundo.... y no va a ser así esta vez. Vamos a tener espacio separados, va a ser mucho más, mejor organizado, pero estamos todos apretaditos ahí. Y yo tenía mi sign y había una muchacha al lado por dos o tres horas gritándome al oído y yo ahí con mi sign pensando ‘¿qué hago aquí?’ Gritando, gritando, gritando..... y yo no respondía porque nuestra política es que no estamos ahí para discutir, no estamos ahí para pelear, no estamos ahí para .... Estamos ahí para expresar lo que creemos, ¿no? Así que yo estaba ahí y yo decidí no responder porque no quería entrar en pleitos que no van para ningún lado.

 

 

Después ella dice ‘pero ¿por qué no me contestas?’ Y decidí, ok, ahora le voy a decir. Le dije ‘bueno, yo estoy aquí para expresar lo que creo, no estoy aquí para entrar en pleitos ni argumentos.’ Y ella dijo ‘bueno, si yo prometo no entrar en argumentos contigo, me hablas’. Y yo le dije ‘bueno, ok’.

Así bajamos los signs y estamos ahí y nos pusimos a dialogar y nos conocimos los nombres, el trasfondo, las experiencias que ella vivió, y yo por qué creo lo que creo que es amor, el dolor que me dio que no hay más amor y aceptación de personas que están luchando con situaciones y lo que sea. Y pudimos dialogar por una buena media hora, 45 minutos de diálogo de persona a persona. Fue bello. Ahí entre toda la bulla, ahí con los signs bloqueando.

Y nos hicimos amigos y yo prometí orar por ella y yo lo hacía por nombre por muchos meses después oraba por ella. Y todavía de vez en cuando yo la levanto en oración. Y después de esto fue muy chistosa ella, ‘bueno, somos amigos. ¿Y ahora qué hacemos? Bueno, subió el sign y ella siguió gritando.....

Yo no quisiera que sea así, yo quisiera siempre que sea diálogo de amigos, pero a veces para expresar lo que creemos tenemos que estar dispuestos aún a ser mal entendidos de vez en cuando. Tenemos amigos que no son de la iglesia, espero que todos tengan muchos amigos que no son de la iglesia y que nosotros compartimos amor con ellos. Y llegan momentos que tal vez expresar este amor puede ser algo duro para ellos. Pero Dios bendice porque su verdad nos hace libres en el nombre de Jesús.

Ya ahí entra el amor intenso, el amor de Dios es un amor que llega hasta el enemigo. Es el amor que dice, aún si alguien me odia yo seguiré amándolo en el nombre de Jesús. No importa lo que me haces, Jesús dice ‘mayor amor no hay que esto’, que dice, ‘nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos’. Y después ¿saben qué? es posible tal vez, que alguien moriría por su amigo bueno. Pero quién moriría por alguien que te odia.

Y la Biblia dice lo siguiente “... más Dios muestra su amor para con nosotros en que siendo aún nosotros pecadores, Cristo murió por nosotros”. Dios no murió por ti cuando todo estaba bien en tu vida, cuando tenías la ropa bien planchadita, cuando estabas viviendo bien. Piensa en la cosa más vergonzosa que has hecho en toda la vida, fue en ese momento que Dios te amó y murió por ti.

Y él dijo ‘no importa, yo te amo’. Y Jesús sobre la cruz, cuando estaban clavándole ahí, oraba no solamente una vez, sino repetidas veces, repetidamente él oraba, ‘Señor Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen’.

Dios nos llama a amar a nuestros enemigos. ¿Hay alguien que tiene un enemigo aquí? ¿Tienes un enemigo? Todos dicen, ‘yo, no’. La mayoría de ustedes tienen dos o tres, tienen su listado. El me hizo mal..... y lo odio.... O tal vez no lo odio, pero no lo soporto.... grrrrr... Señor, enséñale...

La Biblia dice que debemos orar por los enemigos. ¿Cómo oras por tus enemigos? Señor, dale duro, pégale por lo que hizo y porque lo merece.

La única vez que un discípulo dijo Jesús vamos a llamar fuego para consumir a esa gente que te han..... Jesús lo reprende y le dice ‘mira, ¿de qué espíritu tu eres? Eso no soy yo, no estoy para buscar venganza. Eso no.... Si tienes un enemigo, felicitaciones. Tiene alguien específico que puedes amar.

La palabra lo dice de esta manera. “No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal. Pero a vosotros lo que amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os calumnian.”

¿Será posible esto? ¿Qué tu crees? Pero no, sería hipócrita, Gregory. Esa persona es tan mala, yo no lo puedo...... Mira, Dios te llama a un amor con unos ojos determinados que dice aunque me duela, aunque no me caes bien, aunque hueles mal, aunque me dijiste malas palabras, yo te amo en el nombre de Jesús. Hay un amor determinado y ahí entran los ojos de fuego que Dios te llama a tener.

Una decisión que tomas que dices ‘no voy a dejar que el rencor y el odio me quiten del amor. Soy un guerrero de amor y no me rindo.’

Yo quiero compartir una historia de alguien que vivió esto. Yo compartí eso con el culto en inglés y con algunos de vez en cuando pero es una experiencia que yo tuve que me impactó y me dejó impactado por muchos años. Yo andaba por unos años en Latinoamérica, hace como 10 años atrás, yo vagaba por muchos países hablando el español, predicando, cosas así, comiendo demasiado. Y en Nicaragua yo conocí a un pastor joven que tenía esos ojos de fuego, un pastor lleno de la unción del espíritu santo. Y yo lo invité a comer después, porque yo decidí si yo conozco un hombre de Dios en este viaje, quiero conocerlo y aprender de él.

Así que yo lo invité a comer conmigo. Era un pastor nicaragüense y fuimos a comer unas nuevas fajitas. En Nicaragua no hacen fajitas pero comimos fajitas. Y estábamos ahí y yo le hacía preguntas de su vida, de su pasado, de su testimonio y fíjate que él no quería decirme mucho. El era muy cuidadoso conmigo, muy como evitaba las preguntas, no me contestaba. Y yo me sentí mal, guau, yo no quiero hacerle sentir como si, no se que.... si yo soy uno de la CÍA aquí para espiar o no se que.

Así que decidí, bueno, voy a dejar al pobre pastor en paz y no le voy a hacer más preguntas. Pero después no se si era la fajitas o la salsa o no se qué, pero él se puso alegre en un momento y decidió confiar en mi, y abrirse conmigo.

Y él se puso a compartir su experiencia allá en Nicaragua durante la guerra. Sabemos que había una guerra civil terrible, feo, feo, violento, brutal. Y él cuando joven, cuando tenía sus 10, 11 años, uno de los lados resulta ser el lado sandinista, pudo haber sido cualquier lado porque los dos tenían problemas, captaron a su papá, lo torturaron y lo mataron a su papá, cuando él tenía diez u once años.

El y la mamá fueron huyendo a Honduras y vivían ahí escondiéndose y él juró cuando tenga edad de 16 años yo vuelvo a mi país y yo voy a vengarme de esos hombres que mataron a mi papá, yo les voy a hacer pagar por lo que han hecho. Se entiende ¿no?

Yo creo que cualquiera se sentiría así de esa manera. Y él tenía ese odio y ese rencor que le daba fuerzas para crecer fuerte y él pensando vuelvo como guerrero y voy a vengarme un día. Pero a los 13 años algo sucedió que él no esperaba. Su mamá le llevó a una iglesia, él escuchó un sermón de Jesús y aceptó a Cristo como su Señor y salvador. Pero todavía decidido a volver a su país cuando tuviera edad para vengarse. Pero él se congregaba y el Señor comenzó a obrar en su corazón.

Y después cuando llegó la edad para volver y pelear en la guerra, el decidió ‘bueno, tal vez espero un añito más aquí para crecer en Cristo y después vuelvo a matar...’ Voy a crecer en Cristo pero después..... Pero Dios tenía sorpresas para él. Se puso a ministrar en su iglesia y él decidió ya a los 16, 17 ‘bueno, ok no se qué voy a hacer pero no voy a volver todavía’.

Después de la guerra él volvió y llegó la prueba más fuerte de toda su vida. Se acercaron a él y a su mamá unos hombres del pueblo que le dijeron ‘sabemos quiénes son los hombres que mataron a su papá y nosotros podemos, si ustedes nos pagan un poquito, podemos balancear las cuentas para ustedes y hacerles pagar por los que ellos hicieron’.

La mamá dijo ‘lo siento mucho, Señor pero somos hijos de Dios y no vamos a vivir de esta manera’. Así que preguntaron al hijo ‘¿y tu qué dices?’ y él dice ‘yo los he perdonado, no lo hagas.’ Y ese hombre ahí mirándome en esa mesa nunca voy a olvidarlo, me miraba a los ojos y él dijo ‘te digo, Gregory, los he perdonado y es mi sueño un día conocerlos en persona y compartir el Evangelio con ellos para que ellos conozcan a Jesucristo’.

Y él me miraba a los ojos con una mirada, estaba brillando. Hermanos, brillando con la presencia de Dios y estos ojos fuertes que dicen ‘Gregory, te digo los amo, los amo en el nombre de Jesús y les voy a predicar el Evangelio un día’. Y yo sentí bendecidos son los oídos que escuchan lo que yo estoy escuchando. Bendecidos son los ojos que ven lo que yo veo, porque solamente Dios puede hacer un cambio así.

Somos llamados, hermanos y hermanas, a ser guerreros de amor. Yo quiero que no tengas temor a nadie, que sea gringo, sea latino, sea quien sea de la calle, que puedas mirarlos a los ojos con un amor fuerte que dice ‘yo te amo, estoy aquí para tu bien, aún si me cuesta, aún si tengo que hacer algo que a ti no te gusta, aún si tu eres y decides ser mi enemigo, yo te amaré siempre porque estoy determinado a hacerlo.

Mi esposa conoció un hombre viejito en esta semana en su hospital, un hombre viejito y fuerte que había peleado en la segunda guerra mundial y él estaba en Japón y peleaba. Y mi esposa es de ascendencia japonesa y el hombre dice ‘oh, espero que nadie de tu familia sufrió en eso y qué pena....’ Y ese hombre viejito, pequeño la miraba con un gozo y una fuerza que dice aunque yo era soldado yo siempre amaba a la gente que yo conocía. Y allá en Okinawa todos los niños y todas las familias se hicieron amigos míos porque mi filosofía de la vida es yo voy a conquistar con amor. Y él miraba a mi esposa y le dice ‘tu eres preciosa’. No, él es viejito, puede decir lo que le de la gana ¿no? El dice, le miraba a los ojos..... imagínense los músicos y mirando los ojos y diciendo ‘tu eres preciosa, no hay nadie como tu en el mundo. Dios te ha hecho especial y linda y no se puede duplicar.’

Ese hombre ya a sus 90 años sigue activo voluntariado, haciendo cosas para servir a los demás porque es un guerrero de amor, es un guerrero de amor. Y esto le da fuerza y vigor en su vida.

Hermanos, dejemos de andar en críticas de la gente, de andar en venganzas y peleas y discusiones y egoísmo, y decidimos andar en amor y decir que aquí estoy, y donde yo estoy hay amor y hay bendición y hay sanidad, y Dios te usa...

Hermanos, vamos, vamos a evangelizar. En el festival portorriqueño yo espero que cada persona con quien tu hablas pueda sentir de tus ojos los ojos de Jesús, que tu lo miras con un amor santo, un amor fuerte, un amor entregado. Y ellos dicen’guau, hay algo diferente aquí. Yo me siento mirado como un seres humano, siento que le importo, que esta persona me toma en cuenta y me mira como un ser precioso hecho en la imagen de Dios.

Hermanos, Dios nos ha llamado a hacer esto. Vamos a vivir en esta manera. Vamos a ser guerreros de amor. Gracias a Dios

Vamos a ponernos de pie y vamos a orar y pedirle a Dios que sea así. Gracias Señor. Vamos a orar. Padre, estamos en tu presencia. Jesús yo te doy gracias que me miras siempre con amor aun cuando me estás disciplinando, aún cuando yo estoy pasando por el desierto y no se por qué tu me miras con amor, Señor. Te doy gracias que para ti, Señor, soy precioso, que para ti cada hermano y hermana en esta iglesia es preciosa, es una joya en tu mano. Tu los amas, Señor, cada uno,... aún cuando nos sentimos sucios, cuando sentimos mal, cuando aún no nos amamos a nosotros mismos, tu nos miras con ojos de amor.

Cada hermana aquí es la niña de tus ojos, Señor. Cada hombre aquí, Señor es el hijo de tu mano derecha, Señor. Déjanos mirarnos a nosotros mismos como tu nos miras y déjanos mirar a la gente con tus ojos de amor, Señor. amen.

Con todos orando todavía con los ojos cerrados, por favor. Hay algunos que están sintiendo el amor de Dios en tu vida y tu quieres conocer a Cristo como tu Señor y salvador, quieras aceptarlo hoy, yo te invito, si habrá alguien aquí que quiera recibir a Jesús como tu Señor y salvador, yo te invito a hacerlo en este momento, yo te invito a levantar tu mano a Dios que es tu papá y decir ‘Señor, yo te recibo como mi Señor y salvador’.

¿Habrá alguien que quiera tomar este paso de fe? Yo te animo, levanta tu mano al Señor y recibe a Jesús en este momento como Señor y salvador. Dios te bendiga, es por eso..... Dios le bendiga hermana en el balcón. Dios te ama. Dios te mira con ojos de amor. Usted es preciosa para él. ¿Habrá algunos más quieran recibir a Jesús como Señor y salvador? Que recibir a Dios, el amor de Dios en tu vida en este momento. Yo te animo en el nombre de Jesús. Levanta tu mano y recíbelo como Señor y salvador.

¿Habrá alguien más que quiere tomar este paso de fe? Déjame verte. Dios te bendiga. Hay alguien ahí, atrasito y yo ni te veo el rostro pero Dios te ve. Dios te bendiga. Alguien más que quiere aceptar a Jesús como Señor y salvador. Un momentito más, estamos tranquilo en la presencia de Dios. Los demás orando en la presencia de Dios.

Dios dice que hoy es el día de la salvación, hoy es el día de recibir mi amor. Si hay alguien más que quiera tomar este paso de fe. Dios les bendiga hermanos. Dios les bendiga. El mira sus corazones para recibir a Jesús.

Bueno, quiero invitar, si algunos que han tomado este paso de fe quieren pasar adelante, aunque estén lejos, si quieren pasar para que podamos orar por ustedes. Yo le animo, alguien acompañe, por favor alguien del balcón. No la hagas bajar sola. Alguna hermana acompáñala, por favor. Si, usted, muy bien, gracias.

Y los demás que aceptaron, por favor venga aquí al frente. Venga, vamos a orar por ustedes. Seguiremos orando.

Padre, en el nombre de Jesús yo te pido que levantes de congregación León de Judá un ejercito de amor, un ejército de amor, Señor. Yo te pido, Señor, que cuando la gente nos mire que no miren personas que están mirando a ellos como si fueran malos, Señor, yo te pido que podamos proyectar el amor de Cristo, el perdón de Cristo, la misericordia de Dios, Señor, yo te pido que seamos fuertes en amor. Padre, decididos, comprometidos en amor, Señor, sin mirar atrás.

Gracias Dios mío. Venga y si hay alguien más que quiere juntarse. Hermanos que están, Dios les bendiga, amen. Vamos a levantar una oración para aceptar a Jesús y yo las invito a orar conmigo, ¿ok? A repetir esta oración de fe.

Querido Dios, gracias que tu me amas, gracias que yo soy tu hija y yo te recibo en este momento como mi Señor y salvador. Te pido que me perdones, te pido que me limpies, te pido que me sanes. Yo quiero ser tu hija, tu hijo, y quiero seguirte el resto de mi vida. Recibo el espíritu santo en mi corazón, recibo la llenura del espíritu santo en mi vida. soy tuyo en el nombre de Jesús. Amen.

Y padre yo te pido una oración más. Hermanos, vamos a pedirle a Dios por una unción para que podamos todos movernos en señales y prodigios. Cuando tu amas a una persona hay autoridad para imponer manos y pedir milagros en sus vidas en una forma especial.

Yo siento que vamos a recibir eso. Padre, yo te pido que tu derrames sobre nosotros un amor poderoso, Señor, un amor ungido que cuando nosotros oremos por la gente, gente enferma, gente quebrantada, gente con dolor, Señor, que cuando pongamos mano sobre ellos, Señor, que veamos sanidades, que veamos, Señor, restauraciones. Señor, que haya milagros, señales y prodigios. Extiende tu mano como tu has hecho en las generaciones pasadas para hacer maravillas en el nombre de tu hijo Jesús, Señor. Yo te pido que seamos ministros de amor en el nombre santo de Jesucristo. Amen. Amen.