No ignoren los dones espirituales

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Primera de Corintios, Capítulo 12. Queremos hablar y estamos continuando con esta serie de sermones sobre los dones, y yo creo que esta es la última faceta de eso. Y creo que me queda todavía ahí unos dos o tres sermones más en el espíritu, a menos que Dios nos diga algo más que se aparezca por ahí después. Pero mientras tanto quiero concluir con este segmento de la Escritura porque es para mi una de las áreas más neurálgicas, más centrales de la enseñanza doctrinal sobre el bautismo, los dones del Espíritu Santo.

Yo he dicho a veces que en el Capítulo 12, 13 y 14 de Primera de Corintios, esos 3 Capítulos, está resumida toda la doctrina casi podríamos decir que tiene que ver con los dones del Espíritu Santo y lo que es la administración de esos dones, ya sea en el contexto de la vida personal o en el contexto de la vida congregacional, particularmente en el Capítulo 14 el Apóstol Pablo nos da instrucciones de cómo manejar el mover del espíritu en el contexto de una congregación, enseñanza muy importante.

En el Capítulo 12, recuerdan que él está escribiendo a una iglesia que necesita esa instrucción. El Apóstol Pablo frecuentemente escribió sus cartas a congregaciones particulares en alguna región geográfica para resolver o para enseñar sobre situaciones que eran importantes para la vida de esa iglesia, pero recordamos también que esas lecciones, y esas enseñanzas, el Espíritu Santo las ha registrado para que nosotros también podamos beneficiarnos de esa enseñanza, porque las mismas situaciones que confrontaron los corintios las han confrontados iglesias a través de todos los siglos, y las seguirán confrontando.

Y por eso el Señor en su sabiduría dejó plasmadas estas enseñanzas, así que nosotros no estamos en Corinto, estamos en Roxbury, Massachussets, pero las lecciones son las mismas, usted va a ver eso. Así que vamos a estar hablando un poco basándonos en estos Capítulos.

Y aquí el Apóstol Pablo le dice a esta congregación de esta manera, dice: “.... No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales.....”

No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales.... Ahora esto lo está escribiendo Pablo, el Apóstol, evidentemente, pero detrás de Pablo hay un Espíritu Santo que lo está inspirando. Y yo creo que podemos decir con toda seguridad que es Dios mismo a través de su Apóstol que está diciendo, ‘no quiero que sean ignorantes’ ‘no quiero que ignoren acerca de los dones espirituales’.

Dios no quiere que su pueblo sea desconocedor de los misterios del espíritu. Dios quiere que nosotros sepamos cómo se maneja la mecánica, por así decirlo, del espíritu. De paso, la palabra original que se usa en el griego es ‘neumaticon’ que se ha traducido así ‘dones espirituales’, pero es más bien como ‘no quiero que ignoren acerca de los asuntos del espíritu’ ‘no quiero que ignoren acerca de las cosas espirituales’, pero en el contexto en que está esa declaración, evidentemente se refiere a los dones, pero es más que eso. Los dones es solamente un aspecto, pero un aspecto bien importante.

En otras palabras, hermanos, Dios quiere que su pueblo sea un pueblo entendido. ¿Cuántos saben eso? Amen. Dios quiere que nosotros sepamos cómo movernos en las aguas del espíritu y les digo de paso, hay mucha gente en el mundo cristiano que son como niños espirituales, por eso Pablo le decía también en otro pasaje, a los mismo Corintios, ¿no? Les he querido hablar de cosas maduras y no puedo, solamente les he podido dar leche y no comida sólida porque no están preparados para recibir las cosas más profundas.

Y ¿saben qué? A Dios le interesa. Dios quiere fuertemente ir a cosas profundas con su pueblo. Y Dios quiere que nosotros seamos entendidos acerca de las cosas del espíritu. El corazón se conduele mucho porque hay mucha gente hoy en día, particularmente hoy en día, pero siempre lo ha habido en las iglesias, que son ignorantes acerca de los misterios profundos del Espíritu Santo y cómo se mueve uno en el mundo espiritual.

Me recuerda de ese pasaje que una vez creo que lo señalé cuando el Apóstol Pablo en Éfeso, en uno de sus viajes, visita la ciudad, se encuentra con unos creyentes allí y parece que comenzaron a hablar y les pregunta ¿cuando ustedes creyeron recibieron el bautismo del Espíritu Santo? Recuerdan. ¿Y qué les dicen ellos? Dice, ni siquiera sabíamos que había Espíritu Santo, mucho menos que hay bautismo del Espíritu Santo. Estaban ignorantes completamente acerca de la doctrina del Espíritu Santo, de los dones, del bautismo del Espíritu Santo. Eran creyentes sinceros, amaban a Dios, estaban salvos porque habían creído en Jesús como su Mesías, pero no habían entrado en doctrina más profunda. Y el Apóstol Pablo enseguida dijo, ‘ah, no pues tenemos que hablar esto, tenemos que resolver una cosa. Juan bautizaba con agua, en lo que ustedes se bautizaron, pero también Jesús bautiza con el Espíritu Santo así que ¿qué hizo? Les impuso manos a todos, buscó aceite Goya a donde pudiera encontrarlo, les echó encima, les impuso manos, oró por ellos para que recibieran el Espíritu Santo, fueron bautizados y se fueron todos contentos, ya sellados con el Espíritu Santo.

Porque Dios no quiere que seamos ignorantes, ¿saben qué? hay muchas iglesias, hoy en día, hermanos, y lo digo con respeto, porque son iglesias que aman al Señor muchas de ellas. Hay otras que no, hay otras que son tan liberales, y están tan.... como dicen en inglés ‘left field’, por allá, fuera inclusive de la cancha completamente y no saben acerca de estas cosas más profundas. Y hay cristianos serios que aman a Dios que no se les ha enseñado acerca de los dones del Espíritu Santo. No se les ha ensañado acerca de las doctrinas, de la guerra espiritual, o de la sanidad o de la liberación, o de la sanidad del alma o cosas así. Esas cosas es como que están veladas para ellos porque no se les enseña, son ignorantes desgraciadamente y entonces, ¿qué pasa? Están peleando la batalla de la fe con una mano atada detrás.

Están corriendo la carrera de la fe metidos en un saco y lo corren, pero con dificultad porque Dios quiere que nosotros tengamos acceso pleno a toda su enseñanza y entonces él quiere que tu entiendas que él no quiere que tu seas ignorante. Por eso es importante que tu te instruyas en la palabra del Señor, y por eso yo he apartado estos tiempos para compartir con ustedes acerca de estas doctrinas del Espíritu Santo porque necesitamos recibirlas para poder continuar.

Es más, yo diría hermanos, que hay iglesias, no solamente que no se enseña acerca de los dones, sino desgraciadamente donde se dice que los dones no son para nuestro tiempo, y eso es peor para mi, porque no solamente están manteniendo a la gente ignorante, sino que le están diciendo ‘eso es del diablo’, ‘eso es emoción’, ‘eso es herejía’, ‘eso es mala doctrina’. Hay gente sincera que ama a Dios que recibe esa enseñanza continuamente de muchos púlpitos en esta nación y a través del mundo.

Dicen que eso era solamente para el primer siglo antes que se escribiera la Biblia, el Nuevo Testamento y se cerrara el canon, una cantidad de tonterías que no tiene ningún fundamento bíblico. Cogen el Capítulo 12 y el Capítulo 14 y arrancan las páginas y dejan el 13 porque habla del amor y eso es inofensivo, porque eso no tiene problemas, así que lo dejan ahí porque sino, cómo celebrarían las bodas si no tienen el Capítulo 13 de Primera de Corintios, ¿no? .... el amor permanece para siempre,...... qué se yo qué.... muy romántico, pero nada de lo espiritual. Lo arrancan de su contexto.

Y yo digo, qué teoría hermenéutica o exegética, digamos, permite que se arranque el 12 y el 14 y se quede el 13, por ejemplo. Hay gente que dice, bueno, sí hay evangelistas, hay maestros, y hay pastores, pero no me hablen de los profetas y de los Apóstoles, porque eso ya pasó.... ¿Quién dice, cómo arrancan a los Apóstoles y a los profetas, y por qué dejan entonces a los evangelistas? Ni me voy a quedar allí, porque si me quedo ahí no paro.

¿Usted entiende? Dios quiere que nosotros tengamos acceso a toda su palabra. Amen. A toda su revelación completa y dice, “..... no quiero, hermanos, que ignoréis acerca de las cosas del espíritu o acerca de los dones espirituales....”

Y continua diciendo, “.... ustedes saben que cuando eran gentiles, cuando erais gentiles....”

Ahora, entienda algo, yo no creo que Pablo está diciendo, ‘cuando eran gentiles, ahora son judíos’. No, yo creo que el usa aquí la palabra gentiles en una forma liberal, general queriendo decir, cuando ustedes eran incrédulos, cuando vivían en el mundo. La palabra es más bien cuando pertenecían a los pueblos allá, a las razas que no conocen a Dios, cuando ustedes eran inconversos sería una buena palabra hoy en día.

“.....Cuando eran inconversos se les extraviaba llevándoles, como ustedes saben que así era, como se los llevaba a los ídolos mudos....”

En otras palabras, él entra ahora en materia y dice, ‘hermanos, recuerden, cuando ustedes eran inconversos le vendían todo tipo de patrañas por ahí acerca de que este santo, de que esta virgen, de que San Miguel, de que préndele una vela a fulanito, y que te va a pasar esto, y que te va a conseguir un novio, y que te va a traer al esposo que te lo quitó aquélla, etc, etc,... se les extraviaba, se les confundía, se les guiaba por callejones sin salida.

Óigame, hermano, que triste es la ignorancia espiritual, uno se abre a todo tipo de engaños y hay tanta gente hoy en día en el mundo inconverso buscando su sanidad en ídolos mudos. La palabra mudo en el griego original lo que quiere decir es, podríamos decir, a los ídolos brutos, a los ídolos estúpidos, en el sentido etimológico de la palabra. Quiere decir, un ídolo no siente, un ídolo no habla, un ídolo no entiende, un ídolo no sufre, un ídolo no siente amor u odio, no tiene poder. Es simplemente un pedazo de palo con un poquito de pintura de oro, eso es todo lo que es un ídolo. El ídolo no tiene poder.

Al final del segundo servicio vino una hermana y me dijo, ‘Pastor, yo tengo un santo en mi casa, ¿qué hago con él? Hermana, viniste al lugar correcto, bótalo en la basura inmediatamente. No se lo regales a tu abuela, le dije, no se lo des a nadie, bótalo en la basura. Es más, ve a donde te lo vendieron y pide tu dinero para atrás porque te engañaron. Los ídolo no tienen poder.

Nosotros no podemos cambiar a un Cristo vivo por un ídolo mudo. El Señor dijo, ‘Este es mi Hijo amado en quien tengo complacencia, a él oíd’. La palabra del Señor dice ‘porque hay un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.’

Mire hermano, Jesucristo no necesita la ayuda de María y de ningún santo, de ningún ídolo. Él puede escuchar tus oraciones y llevarlas al Padre directamente. Amen. Él no necesita.... a veces nosotros pensamos, a veces la gente piensa como que el pobre Jesús tiene demasiadas aplicaciones para ayuda, tenemos que pedirle mejor a San Benito o a San Juan que lo ayude y que él vaya porque está demasiado ocupado.

El Señor tiene poder para estar en veinte mil lugares a la vez y escuchar todas las oraciones del mundo y responder a todas ellas. No necesitamos ídolo, hermanos. Y yo digo eso con respeto a mis hermanos católicos, déjenme decirles. Yo amo la piedad de mucha gente que tiene su santito ahí en la casa, a veces cubierto con una bañera para que no le caiga el agua encima o lo que sea, en los jardines de Sommerville y en otras partes, pero yo amo la piedad de ellos, pero en un sentido siento que está mal dirigida, ¿usted entiende?

Ese es el problema. Yo no se si pecan necesariamente, yo simplemente pienso que es un desperdicio de energía. Ese es el problema. Se desvía la energía espiritual, en vez de enfocarla en Cristo Jesús.

Nosotros los cristianos tenemos que acostumbrarnos, somos del espíritu. Yo no necesita una representación física..... es mejor ejercitar la capacidad de visualizar, la capacidad de ver en el espíritu en vez de tener esas ayudas. Sabemos cuánto provecho el diablo le ha sacado a través de la historia a la idolatría.

El Apóstol Pablo dice que un ídolo no es nada, dice que los que adoran a los ídolos en realidad están adorando muchas veces a los demonios más bien, en África, en Latinoamérica, en Asia, todavía están todos esos ídolos y para qué digo yo, si uno está ahora en la nueva economía de Cristo Jesús, para qué traer ese bagaje histórico y entrarlo al Evangelio, cuando la palabra del Señor dice tan claramente que no nos hagamos imágenes de las cosas. Yo se que Jesús puede llegar a un extremo, pero las cosas espirituales se tienen que discernir en el espíritu.

Nosotros tenemos que ser gente del espíritu, mi comunión es directamente con el Padre Celestial, es una comunión a través de hilos invisibles, es a través de la oración, es a través de la confesión de fe, es a través de yo entrar por dentro y conectarme con ese lugar eterno y creer que estoy ahí ante el trono mismo de la gracia de Dios y dirigir mi oración a través de los aires directamente al trono de Dios. Yo no necesito nada en el medio, hermanos.

Y Pablo dice, ustedes saben y cuando ustedes eran gentiles, eran inconversos, se les extraviaba, se les llevaba. Cuanta gente van a donde la adivina o la santera para que le diga lo que le va a pasar, le ayude a conseguir un trabajo y le sacan el dinero y después terminan tan miserables o peor que cuando fueron, porque ya ahora tienen un diablito que se les va detrás cuando salen de la oficina, de la adivina o lo que sea, porque usted está comulgando con cosas que son impuras. Y Dios ha dicho, no, es a mi Hijo a quien tienen que hablar y a quien que oírse.

“........Nos extraviaba llevándonos a los ídolo mudos que nada pueden hacer por nosotros, por tanto, dice, les hago saber, fíjese, les hago saber.....”

En otras palabras, y la idea es también les reveló. Fíjese que él comienza diciendo, no quiero que ignoren, ahora está diciendo, bueno, les hago saber. Está entrando en materia. En otras palabras, él le va a dar aquí a los corintios una lección bien importante acerca del mundo del espíritu, le va a dar una lección bien profunda. Lección A, dice:

“.... quiero que sepan que nadie que hable en el espíritu de Dios...... – la preposición real es en el espíritu de Dios - ..... nadie que hable en el espíritu, recibiendo revelación de Dios, conforme al espíritu del Señor, dice, llama anatema a Jesús y nadie puede llamar a Jesús Señor sino por el Espíritu Santo....”

De nuevo, en el griego original la idea es ‘nadie que habla en el espíritu dice maldito sea Jesús, y nadie que habla en el espíritu o la persona que habla en el espíritu solamente puede decir, Jesús es el Señor’, curion ieson, Jesús es el Señor. O puede decir, ‘cursed is Jesús’, sea maldito el Jesús. Nadie que habla en el espíritu puede maldecir a Jesús o contradecir el Señorío de Jesús.

Ahí usted tiene una primera lección: él les dice a los corintios, disciernan los espíritus. Él le está hablando a gente que estaba metida en la idolatría, habían estado metidas en la idolatría y había el peligro de que esa gente transfiriera alguna de sus creencias paganas, idólatras al Evangelio y que pensaran quizás que Jesús era simplemente un Dios más y que lo debían incluir entre todos los demás dioses que tenían en su panteón y pues continuar adorando a Jesús, pero también continuar metidos con otros dioses que eran contrarios a todo lo que representa el señorío de Jesucristo.

Y cuánta gente hoy en día, hermanos, caen en ese error, cuánta gente en nuestros países, por la mañana van a misa y después en la tarde o durante la semana se dan un viajecito por ahí al lugar de la santería, o a la botica para comprar una medicina o algo, o una cuestión.... o van a la adivina, o van a la casa de la santera o lo que sea, o se dan un baño por allá en un sitio, o lo que sea, y están comulgando con dioses que son contrarios al Dios que es Jesucristo.

Y la palabra del Señor dice, Pablo les quiere decir una cosa clara, solamente el que reconoce el señorío de Jesús, no vayan a ningún otro lugar, disciernan los espíritus. Y hermanos, nosotros como cristianos tenemos que discernir los espíritus. Si nuestra iglesia va a entrar más de lleno en las cosas del Espíritu Santo, tenemos que poner un fundamento bien sólido.

Y yo creo que antes de que una iglesia comience a hacer maromas en el aire con respecto a las cosas del espíritu y los dones, primero tiene que poner una buena malla de seguridad debajo. ¿Sabe cuál es esa malla? La palabra de Dios, porque todo lo que sucede en el espíritu tiene que ser medido.

¿Cuántos saben que el Espíritu Santo no es el único espíritu? Hay espíritu diabólico también, es más, muchas veces en una congregación hay fenómenos son o demoníacos o son espirituales o pueden ser simplemente de la carne, cosas neuróticas. Una persona se para, comienza a profetizar, y lo que está haciendo es tirándole piedras al pastor que no le cae bien, y eso es lo que pasa por profecía, ¿no?

Otra persona, oh, el Señor me dice que tu te tienes que casar con fulanito y dejar a tu esposo. El Señor reprenda al diablo, eso no es de Dios. Hay iglesias que se han separado, se han divido porque no han sabido sujetar a un profeta o a una profetiza a la palabra del Señor, ¿sabe eso? Y el diablo, muchas veces envía gente mal dirigida en el mejor de los casos para destruir y sembrar caos en una congregación. Una iglesia tiene siempre que administrar los dones, discernir los espíritus. Hay lenguas, por ejemplo, que no son de Dios, ¿sabe usted eso? Hay personas que hablan en lenguas. El diablo habla en lenguas, él habla todos los idiomas, imagínese cuán viejo es, ha tenido tiempo para haber aprendido todos los idiomas del mundo ya. Él habla lenguas.

Yo he escuchado gente endemoniada hablar en lenguas. Y hay personas contaminadas y a veces que no lo saben inclusive y están en las iglesias y tienen espíritus malignos y no lo saben. Yo se los digo por experiencia propia, gente de mi iglesia, que yo los he bautizado. Yo espero que esto no sea una reflexión de mi persona, pero el caso es que bautizados en mi iglesia y después resulta que tienen un demonio allá en la oficina, sale el diablito ese a la luz. Y ellos no sabían que estaba allí ese espíritu.

Hay mucha contaminación que se da, hay mucho misterio, por eso Pablo dice, ‘no quiero que ignoren acerca de las cosas del espíritu’. Y muchas iglesias se meten en las cosas del Espíritu Santo pero no desarrollan una teología que les permita navegar esas aguas peligrosas. Porque cuando usted se compra una antena del Espíritu Santo pentecostal, sepa que en esa antena se pueden meter también demonios y extraterrestres y cantidad de otros seres que usted no pensaba. Y por eso es que uno tiene que saber discernir a la luz de la palabra qué es de Dios y qué es de Satanás.

Y Pablo pone aquí una de las formas. Los demonios odian a Jesús, odian la sangre de Jesús y odian confesar el señorío de Cristo. De nuevo, experiencia propia, no solamente mía sino de mucha gente. Cuando una persona está endemoniada y usted ordena, ‘Confiesa que Jesucristo es el Señor’, eso es como tirarle agua a un gato. Salen corriendo, no resisten, no pueden confesarle porque es estructuralmente contrario a lo que ellos representan. Eso es como le echan aceite caliente en la boca. No pueden hacerlo.

Y de paso, una de las formas para saber, hay veces que usted puede estar en una cesión de liberación durante mucho tiempo, y el diablo a veces quiere hacer pensar que se fue. Mire que malo es Satanás. Y hay formas de encubrirse el demonio, y yo he descubierto que una de las maneras de saber si una persona está verdaderamente libre es ordenarle que confiese que Jesucristo es su Señor y su Salvador y ahí muchas veces sale a luz otra vez que el demonio todavía está escondido allí, o que queda algo todavía que está escondido debajo de la.... porque hay capas y capas de demonización muchas veces. Es una gran manera, pero esto es más profundo que ello.

Pero miren, vayamos por un momentito a Primera de Juan, Capítulo 4, uno de los grandes versículos acerca del discernimiento. Porque de nuevo, esa es la cosa, si usted está en el mundo del espíritu no debe ser ignorante, no todo lo que brilla es oro. ¿Cuántos han oido eso por ahí? A veces le van a meter gato por liebre, tenga cuidado. Si usted está en el espíritu, si se está moviendo en las cosas del espíritu amárrese bien a la palabra del Señor, estudie la palabra de Dios. Vivimos en tiempos peligrosos, hermanos, y tenemos que saber muy bien cómo navegar las aguas del espíritu.

Mire lo que dice el Apóstol Juan, este es otro Apóstol ahora, no es Pablo, sino el Apóstol Juan complementando, porque es una palabra, es el espíritu que anima a Juan y anima a Pablo diciendo la misma cosa. Mire, dice en el Capítulo 4, versículo 1, dice:

“Amados, no creáis a todo espíritu sino probad los espíritus si son de Dios.....”

Aguante ahí esa. Agarre esa como dicen en los que vienen la otra. Pruebe los espíritus a ver si son de Dios. No todo espíritu de Dios y se lo está diciendo a cristianos en el contexto de la iglesia. En una iglesia se pueden colar otras .... aún actitudes que no son de Dios pero también pueden ser virtuales, reales espíritus. Entonces, recuerde eso, no todo lo que usted escucha, ve, experimenta, es necesariamente de Dios.

Es interesante, antes de continuar con esto, se me viene a la memoria porque no quiero que se me olvide, hay un pasaje misteriosísimo en la Escritura de un rey pagano, infiel, impío que llama a profetas a que vengan a profetizarle y es un tiempo caótico en la vida de Israel. Había mucha impureza, mucha mala doctrina por donde quiera y un rey maligno. Y este rey llama a los profetas para que le profeticen, había ahí cantidad de profetas falsos y eso, y dice la Biblia que Dios, mire esto, mandó un espíritu de engaño para que le profetizara al rey. Y el rey quería saber si iba a pelear contra un cierto pueblo enemigo y el profeta este le dijo, si, Dios me ha dicho que sí que vayas y pelees porque lo vas a destruir completamente. Un profeta que tenía un espíritu de engaño dentro de él. Y había un profeta de Dios allí.... y el rey sabía que este hombre era un profeta de Dios, y le dice, ‘bueno, ¿y qué tu estás escuchando ahí, qué te dice el espíritu? Le dijo, no, ve, mete mano que te vas a salir con la tuya. Y el rey sabía que le estaba diciendo una mentira y le dice, ‘dime la verdad’. Entonces dijo, ‘bueno, si tu vas, vas a estar huyendo por dondequiera de ese rey porque te van a derrotar’. Y entonces el otro profeta falso le dice, ‘aha, y cómo tu me acusas a mi de decir una falsedad, ¿por dónde se me escapó el espíritu de Dios? Inclusive abofeteó al otro profeta. Pero asimismo fue, este rey empecinadamente se mandó a atacar al otro rey, y efectivamente fue derrotado y avergonzado completamente.

Puede haber, la dinámica profética es muy compleja, hermanos. Y hay mucha gente que cree que porque uno no está obrando sobre todo lo que se escucha, que uno no es espiritual. No, es que es la palabra de Dios. Cuando hay profecía en una iglesia, dice la palabra, y lo vamos a ver más adelante:

“.... profeticen dos o tres en orden y los demás disciernan, juzguen, los demás determinen si es de Dios o no porque el enemigo usa a veces la buena voluntad y el deseo del pueblo de Dios de recibir revelación para meter su propia enseñanza dañina para contaminar a un pueblo.

Entonces, la dinámica del espíritu es muy compleja, hermanos, no es si o no. Hay muchas variantes en el medio de si o no, y el pueblo de Dios necesita discernimiento, necesita sabiduría, necesita que Dios envíe su espíritu y sobretodo necesita conocer bien la palabra de Dios y juzgar todo lo que sucede conforme a la palabra del Señor.

Una de las formas de juzgar un espíritu es, no solamente si confiesa a Jesucristo verbalmente, mecánicamente, sino si sus frutos representan el espíritu de Jesucristo. Yo creo que más que simplemente decir mecánicamente es que emana de esa vida, que frutos produce ese ministerio, que enseñanza sale de esa boca mirándola en términos generales a lo largo de varios mensaje o de un record que tiene un ministerio. ¿Está el espíritu de Cristo expresado en ese ministerio? Hay una abundancia de referencia a la obra y la persona y los frutos y las obras de Jesucristo.

Yo me pongo medio caprichoso cuando escucho ministerios o veo ministerios que usted puede estar escuchando un sermón 40 minutos y no hay ni una mención de Jesús, no hay una mención de las cosas profundas del espíritu. Y usted siente que hay como un vacío, hay un desierto espiritual. Hay mucho conocimiento de cabeza, y hay mucha teología inclusive que alaga a los sentidos o al intelecto, o al orgullo espiritual, pero hay poco del carácter y la profundidad que atañe a las cosas del espíritu. Y usted tiene que tener entonces mucho cuidado, hermano. Vivimos tiempos malos, donde dice la palabra que habrá doctrinas de error por dondequiera. La gente tendrá comezón de oír y se amontonarán maestros que le dirán a la gente lo que quieren escuchar, no la palabra de Dios.

Y hoy en día, hermanos, hay tanta enseñanza que se parece a la enseñanza de Jesucristo pero que no lo es, porque muchas veces el diablo lo único que tiene que hacer es cambiar una coma, u omitir una palabra, o poner una cosa en otro lugar para cambiar completamente su significado. Y nosotros tenemos que discernir en el espíritu, tenemos que llevarnos más bien de lo que pasa aquí entre el estómago y el pecho, en las entrañas del espíritu porque hay veces que usted va a sentir algo y ese va a ser el espíritu de Dios que le está diciendo, ‘Esta persona no es de Dios’.

Hay tanto cristiano que va por dondequiera. Hermanos, alguien me dijo esta misma mañana, ‘pastor, por si acaso, se estaba curando en salud, le dicen por ahí que yo estoy visitando otras iglesias’, y yo dije, ‘hermanos, amen. Codéate con otros hermanos, gloria a Dios. ¿Cuántos me han preguntado alguna vez, puedo ir....? Yo siempre les digo ‘claro que si, vayan, visiten otras iglesias. A mi me encanta tener comunión’.

Pero tengamos cuidado a donde vamos, hermanos, ¿sabe? Tengamos donde comemos. Hoy en día, hay mucha inmundicia que está saliendo de la radio de la televisión y de muchos ministerios y muchas iglesias que no es palabra de Dios. Hay mucho seminario enseñando palabra que no es de Dios, mucho maestro, hoy en día, y tenemos que preguntarnos, ¿quiero yo someter a esa energía espiritual? Cuando usted reciba palabra, no solamente se deje llevar de cómo habla la persona o si se le caen 50. El diablo puede tumbar a más de 50 si quiere, ¿sabe? No se deje llevar....

Dice la Biblia bien claro que en los últimos tiempos el diablo hará milagros que si no tuvieran la protección de Dios, engañarían aún a los escogidos. El diablo puede hacer cualquier milagro y puede hacer cualquier cosa prácticamente que hace el Espíritu Santo.

Recuerdan el pasaje de Moisés, cuando Dios le dio a Moisés la señal de la serpiente, tira la vara, la vara se convierte en una serpiente. Y Moisés dijo, me van a tener que creer porque imagínate, quién puede hacer eso. Dios le da una vara, dice, ‘tírala al piso, la vara se convierte en una serpiente. Ahora, coge la serpiente y otra vez se convierte en una vara’.

¿Si usted viera eso no se arrodillaría enseguida a pedir perdón por sus pecados? Diría, Señor, gloria a Dios, aquí está la gloria de Dios. Y Moisés va de lo más contento ante faraón con su señal y llega ante faraón y le dice, ‘Tiene que creer en mi porque mira lo que yo hago..... bum..... tira la vara y la vara se convierte en una serpiente. Y los sabios de faraón comienzan a reírse a carcajadas y cogen sus varas también y las tiran y también se convierten en serpientes, igualito que el truco que iba a hacer Moisés también que Dios le dio. Y me imagino que Moisés habrá preguntado, bueno, ¿y ahora qué hago? No me dijeron el plan B. ¿Dónde está el plan B? Pero, gloria a Dios, dice que la serpiente de Moisés se comió a las otras serpientes, ellas no estaban esperando eso. Gloria al Señor.

Pero lo que les quiero decir es que el diablo para engañar puede hacer muchos milagros y muchas sanidades. Hay mucha gente que van a donde una adivina, o donde una santera o un sanador para que le sane, y ¿saben qué? Se sanan, porque el diablo es el origen de toda enfermedad y él puede aguantar su efecto dañino por un rato, pero ¿saben qué? Después le cobra con intereses esa sanidad. Es más, si estabas cojo, sales después paralítico, le amputan la pierna completamente. Y si no su vida queda contaminada espiritualmente, ¿Sabe? Porque ya usted le dio entrada al espíritu maligno, al espíritu anatema, al espíritu que no reconoce el señorío de Cristo.

El único espíritu que usted debe estar consultando y al cual usted debe acudir es el espíritu de Cristo Jesús, el Espíritu Santo, el espíritu de Dios. No haga nada que no reconozca el señorío de Cristo. No haga nada que no responda al nombre de Jesús, los dones que se usan son de Dios, vienen de Dios y regresan a Dios. Nadie que le diga a usted que tiene un don y lo está usando excepto a través del nombre exclusivo de Jesús, merece estar en contacto con usted.

Y nosotros tenemos que examinar las energías, por eso es que yo digo, hay mucha gente digamos que tienen dones proféticos, tienen dones del espíritu, pero yo les digo, ‘No se quede solamente con eso. No crea que porque usted tiene el don de la sanidad, ya usted es la última Coca Cola en el desierto, como dicen por ahí, que ya no tiene que ir a coger discipulado o estudiar la palabra. Hay gente que cree, bueno, ya yo tengo un don profético así que yo ya no necesito más nada. Es más, yo voy a enseñarle al pastor ahora más bien, y se creen que ya lo tienen todo.

¿Saben qué? Usted necesita ahora su don informarlo con la enseñanza de la palabra de Dios, pulir su don, fortalecer su don con la palabra y asegúrese también de que su carácter proyecte el espíritu, la mansedumbre, el amor, la humildad de Cristo Jesús, que el señorío de Cristo se manifieste en su vida, sus acciones y sus relaciones interpersonales. Porque yo veo mucho don profético, mucho don espiritual empobrecido por una falta de carácter y de madurez espiritual.

Y el hecho de que una persona, de que una congregación tenga muchos dones no quiere decir que tiene el verdadero espíritu de Dios y de Jesucristo en ella, ¿sabe?

Los corintios...... ¿por qué Pablo le escribe estos asuntos a los corintios y por qué escribe Primera de Corintos, Capítulo 13, después de hablar de los dones? ¿Y por qué entra, después de hablar de los dones, acerca del cuerpo y de la necesidad de unificar los diferentes dones y que no podemos a uno que tiene un don de no ser del espíritu porque no tiene el don que yo tengo. Porque entre los corintios había divisiones, había peleas, había favoritismo, había de que, bueno, yo soy de Dios pero tu no lo eres, porque tu no hablas lo mismo que yo hablo. Había divisiones.

En el Capítulo 11, antes del 12, habla de la santa cena donde comían alocadamente, no se esperaban unos a otros, no se amaban. El que tenía mucho dinero comía un gran manjar y el otro allí con su tortillita con sal solamente, en la santa cena. Y Pablo decía, ¿dónde está el amor de Dios en ustedes, dónde está el orden de Dios en ustedes? Y entonces comienza a hablar en Primera de Corintios, Capítulo 12 acerca del verdadero uso.

Hermano, el que tu tengas un don no quiere decir necesariamente que tu tienes el espíritu de Jesús dentro de ti, tienes que tener las dos cosas. Es increíble pero es cierto, ¿sabe?

¿Qué dice Pablo en Primera de Corintios, 13, dice ‘..... si yo hablase lenguas humanas y angélicas y no tengo amor, asumiendo que se puede hacer eso, soy como címbalo que retiñe, como metal que resuena.... Si tuviese fe, de manera que trasladase las montañas de un lado al otro y no tengo amor, nada soy...’

¿Por qué? Porque lo externo no es suficiente, es lo que está en el corazón. Si tu no expresas el amor de Jesús. Si tus obras, tu vida, tu ministerio, tu don no está informado y lleno del espíritu de Jesucristo, no te vistas que no vas, como dicen por ahí.

Por eso hermanos es que yo digo, mira si Dios te ha dado un don, asegúrate de que ese don tenga un engaste que honre el don. ¿Sabe lo que es un engaste? Un anillo con una joya, está la joya, y la gente piensa en la joya, ¿pero qué del engaste? Es decir, el metal en el cual está engastada la joya, donde está agarrada la joya.

Usted ha visto alguna vez un gran diamante en una cosita de aluminum foil, de papel de aluminio, un diamante de tres millones de dólares en un anillo de papel de aluminio. Yo no lo he visto todavía, o en una hoja de lata. Un diamante se pone en oro o hasta en platino u otra cosa que sea al nivel del diamante para enriquecerlo y embellecerlo.

Y así mismo es, el don del hombre o la mujer tiene que estar engastado en un carácter de Dios, en un conocimiento de la palabra, en una vida quebrantada por el espíritu, conocedora de su debilidad, conocedora de que el don es de Dios, no de él o de ella y que si no lo cuida, se lo quitan. Y que si no se cuida, el diablo inclusive, puede desvirtuar el don y llevarlo en direcciones contrarias.

¿Cuántos grandes hombres de Dios a través de la historia comenzaron muy bien y después comenzaron a creerse? Yo soy la encarnación de fulanito, o Jesucristo hecho hombre y terminan en la herejía, y terminan en la doctrina y la demonización inclusive, porque no tenían el espíritu correcto, permitieron que el orgullo se metiera en ellos y tantas otras cosas.

Así que lo que digo, hermanos, es tengamos cuidado, tengamos cuidado lo que frecuentamos, lo que escuchamos, dónde comemos espiritualmente, con quién comulgamos. Y tengamos inclusivo cuidado de nosotros mismos, nuestro corazón porque cuando nos movemos en el espíritu, mire, se desatan una fuerzas increíbles. Esto es como coger un cable eléctrico de 20 mil vatios de poder y si usted no lo agarra cuidadosamente, le va a carbonizar su propia vida primero, los dones no bien usados hacen daño alrededor, a todo el mundo. Eso es serio.

Por eso Pablo dice ‘no quiero que ignoréis acerca de las cosas espirituales porque las cosas espirituales son profundas. No es si o no, es extremadamente sutil y hay que conocer la palabra de Dios bien a fondo para saber cómo navegar esas aguas profundas, porque cuando uno viene a ver se mete otra cosa, otra energía que no es la de Dios.

Entonces, cuando Pablo va a comenzar a hablar de los dones, lo primero que dice es, ‘si van a bregar con el electricidad, póngase unos buenos guantes de goma y no pisen agua.’ Si alguien va a usar una energía, lo primero que tiene que saber es cómo manejar esa energía porque le puede explotar en la cara. Entonces por eso Pablo comienza con una palabra de cautela.

Entonces, mire lo que dice de nuevo, un largo desvío, pero yo creo que es importante. Primera Juan, Capítulo 4, dice:

“Amados, no creáis a todo espíritu..... –ya termino con esto-..... sino probad los espíritus si son de Dios porque muchos falsos profetas han salido por el mundo....”

Ahora, mire como él dice como se conoce un espíritu divino, el Espíritu Santo, dice:

“....En esto conoced el espíritu de Dios, dice, todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios.....”

¡Guau! Apunte eso y escríbalo ahí, métalo en su cartera. Dice que un espíritu tiene que estar dispuesto a admitir que Jesucristo vino en la carne. Óigame, eso es profundo, eso es como para volarle la tapa de los sesos a cualquiera si se pone a pensar en eso. Tiene que poder confesar cómodamente que Jesucristo vino en la carne. No fue que se puso un traje de humano, no, sino que vino en carne, encarnó. Parece que en ese reconocimiento hay una verdad muy profunda.

Sabe que la encarnación de Cristo es el centro mismo de la obra salvífica de Dios. Fue en la cruz que Cristo crucificó, dice que despojó a los principados y a las potestades. Si él hubiera sido una proyección no hubiera podido conseguir lo que consiguió en la cruz. Tenía que él sufrir en carne, tenía que ser azotado, tenía que ser vejado, tenía que caminar aquí en la tierra, tenía que pagar por nuestros pecados, tenía que encarnar a la humanidad en su propia humanidad y morir por ella en representación de ella en la cruz. En la cruz estaba Dios y estaba el hombre, perfectamente los dos. Para que se diera la obra salvífica de Jesús tenía que morir el hombre ahí en la cruz. El Hijo del hombre, la esencia de la humanidad tenía que morir allí. Y si no se dio eso, no hubo salvación y por eso entonces, si un espíritu no reconoce ese profundo hecho entonces no es de Dios, porque al reconocerlo está reconociendo todo lo que lo derrotó, todo lo que le quitó su poder, todo lo que le quitó las uñas, todo lo que neutralizó sus reclamos sobre la humanidad.

Entonces, por eso es que ese espíritu tiene que reconocer que Jesucristo vino en carne, porque al reconocer eso está firmando un documento legal que dice, ‘vino en carne, me derrotó, me sacó las uñas y mató a la muerte y mató todo lo que destruía a la humanidad’.

Entonces Juan dice, “...todo espíritu que confiesa que Jesucristo vino en carne es de Dios y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne no es de Dios, y este es el espíritu del anticristo el cual vosotros habéis oído que viene y que ahora está en el mundo...”

¡Guau! Eso es tremendamente.... Mire lo que dice el versículo 6 también, “... nosotros somos de Dios, el que conoce a Dios nos oye; el que no es de Dios, no nos oye, en esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error....”

¿Sabe? Si una persona es hija de salvación cuando usted le hable va a ver resonancia en su ser, pero si no es hijo de salvación es como hablarle a un muerto, es como meterle una aguja a un muerto, no va a sentir nada, porque no está en los planes de Dios. Dios no ha activado su espíritu para que entienda.

Las cosas del espíritu son muy profundas, hermanos, son tremendamente profundas, y la iglesia de Jesucristo tiene que ser igualmente profunda. Tenemos que discernir los espíritus, tenemos que tener cuidado, qué representa, qué siento, qué veo yo a través de la palabra del Señor.

Pido a los músicos que pasen por acá inmediatamente.

“... por tanto os hago saber que nadie que hable por el espíritu de Dios llama anatema a Jesús, y nadie puede llamar a Jesús Señor sino por el Espíritu Santo....” Gloria al Señor. Amen. Amen.

Discernamos los espíritus. No tenga temor de indagar más a fondo cuando alguien viene a usted con una profecía. No tenga temor de preguntar.... usted me escucha a mi predicar la mayoría de los domingos, no tenga temor de decir, ‘hmm, eso que dijo el pastor, no me convence. Voy a buscar en la Biblia a ver si es de Dios o no.’ A mi no me ofenderá en lo mínimo, al contrario, lo voy a alabar y le voy a decir, ‘hermano, lo felicito por mi entereza’, porque a veces se me puede escapar una de ellas, no muchas veces pero se me escapa de vez en cuando, ¿sabe?

No, pero la idea es, dondequiera que usted vaya, discierna. Alguien le viene con una profecía, mire a ver si hace resonancia en su espíritu. Y la persona que da una profecía, dígala con humildad. Si usted siente que el Señor le ha dado una profecía para alguien, no venga con una voz así estruendosa y como que tienes que recibir lo que yo digo y si no eres un impío. Dígale, ‘hermano, yo siento que Dios me está diciendo esto para su vida’. Ahora, vaya en oración y busque confirmación de Dios. A mi me encanta ese tipo de profeta. Y usted dice ‘gracias, hermano, lo voy a meditar y voy a orar sobre el asunto y voy a sopesarlo. No hay nada de falta de fe en eso, al contrario, eso es bíblico y las congregaciones por igual deben..... yo se que aquí hay mucha gente discernidora y que discierne en el espíritu. Yo siento las antenitas ya una vez que suben mmmmmm... enseguida que hay cosas, ¿no? Hay unos que tienen una antena que llegan hasta el techo, pero el caso que eso es bueno, en una iglesia es bueno que haya discernimiento, que no todo sea inmediatamente recibido y aceptado y sellado con la estampa de aprobación, porque no todo espíritu es de Dios, aún en el mundo evangélico, cristiano, hay mucha contaminación, mucho contagio. Y tenemos que tener mucho cuidado. Amen.

No quiero que ignoréis acerca de las cosas del espíritu..... No quiero que seamos ignorantes, sino que seamos advertidos, seamos sabios.

Pongámonos de pie. En el nombre del Señor recibamos esa palabra de enseñanza en nuestro espíritu. Pidámosle al Señor que nos de discernimiento. No quiero asustarlos tampoco acerca del espíritu, de los dones. Esto no es tan complicado tampoco así. No hay que tenerle miedo a las cosas de..... Si hay buena enseñanza, si hay buen discernimiento, si hay madurez espiritual, podemos dejar que los dones se muevan. Y si el hermano se equivocó, gloria a Dios. Está bien. Si lo hace con humildad, puede que se equivocara, no hay que ahora llamarlo un falso profeta tampoco o meterlo en disciplina. Por eso es que tenemos que tener cuidado, meditar bien, orar nosotros antes de dar una palabra, ‘¿Señor, esto es de ti? Y entonces preguntarnos cuándo es el momento correcto, cuál es la manera mejor de decirlo, todas estas cosas.

Y entonces podemos darnos libertad en el espíritu. No hay ningún problema. Podemos aprender inclusive, los dones se van desarrollando poco a poco según los vamos usando. Al principio nos podemos equivocar, pero seguimos fortaleciéndoles, a través de la práctica el don se va afirmando, se va haciendo más bello, más fuerte, más útil. Esa es la belleza del obrar y actuar en el espíritu.

Así que, Padre, te damos gracia en esta tarde. Recibimos tu enseñanza, Señor. Anhelamos los dones, Padres. No queremos jamás menospreciar las profecías. No queremos jamás contristar el espíritu. No queremos jamás subestimar la importancia de las lenguas y ciertamente de los milagros, del discernimiento de espíritu o de la fe, o los otros dones que tu le has dado a tu pueblo. Al contrario, Padre, anhelamos en lo profundo de nuestro corazón que tu nos enseñes y nos introduzcas en lo hondo de tus misterios y de tu energía. Danos tu poder, Señor.

Esta congregación está sedienta de ti y sedienta de tu poder. Queremos honrar tus dones, Señor y queremos manejarlos con toda la reverencia y con toda la veracidad que ellos merecen.

Así que, Padre, desatamos en tu pueblo espíritu de profecía, en esta tarde, en el nombre de Jesús. Si es para ti, yo desato un don profético en tu corazón y te pido que lo uses y des pasos de fe. Si Dios pone una impresión en tu espíritu y tu crees que es del espíritu, compártela con alguien, si es para alguien. Eso es necesario, es bueno, es importante así que recíbelo en el nombre de Jesús y comienza a obrar en el espíritu. Padre, desatamos dones espirituales en medio de tu pueblo en esta tarde en el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús. Abre tu corazón, abre tu espíritu.

Respira hondo y recibe ese don del Señor para tu vida. Recibe la enseñanza de Dios para tu vida ahora en el nombre de Cristo y te pido ejerce el don, ejerce el don, escucha, ejerce el don. Usa el don. Cree por fe que tienes el don y obra en el don en el nombre de Jesús. Muévete en los dones del espíritu. ¡Aleluya!

Yo deseo una iglesia llena del Espíritu Santo y deseo una iglesia donde se muevan los dones. Entienda eso. Amen. No malinterprete esta enseñanza, es todo lo contrario. Yo quiero proveer un buen lugar, un buen espacio, a donde esos dones se puedan mover, así que vamos a hacer ejercerlos.

Desatamos espíritu de revelación, de sueños, de profecía, se sanidades, de fe, lenguas, interpretación de lenguas, conocimiento, sabiduría en el nombre de Jesús, recíbelo. Lo desatamos en el nombre de Cristo. ¡Aleluya! Creemos, creemos, Señor, en la vigencia, la actualidad de tus dones. Creemos que tu eres el mismo ayer, hoy, por los siglos. Creemos que lo se escribió para los corintios es también para los de Congregación León de Judá. ¡Aleluya! Te bendecimos, Señor. Te damos gracias. Te glorificamos, activa tu poder en medio de tu pueblo. Activa tu poder en medio de tu pueblo, Señor. Activa tu poder. Alaba al Señor. Glorifica al Señor. ¡Aleluya! Profetiza en el nombre de Jesús. Declara las magnificencias de Dios en tu vida. Ejercita tu don de lengua y glorifica el nombre del Señor.

Los dones son para ser ejercitados, para ser usados en el nombre de Jesús. Gracias, te adoramos, Señor. Bendito sea el nombre de Jesús.