Que quiere Dios conmigo?

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Isaías 61. Mientras tanto, dale la vuelta a alguien y dile, salúdale y dile "Dios te Bendiga". Un buen saludo evangélico, carismático, Pentecostal: Dios te Bendiga. Hermanos, como compartí a las nueve, mi deseo para su vida; una de las cosas que pido de parte del Señor para su vida en esta mañana es que de hoy en adelante cuando ustedes oigan ese saludo, o cuando ustedes extiendan ese saludo, ustedes... que nunca oigan esas palabras igual. Qué sepan el poder de esas palabras hacia su vida y que usted conozca la autoridad que el Señor le está dando para bendecir; como acabamos de bendecir estos hogares; como acabamos de bendecir estas familias.

Saben hermanos, una manera de definir Bendición, una vida bendecida es vivir conforme a la voluntad de Dios para nuestras vidas. O sea, podemos asumir que si nosotros estamos, si logramos vivir conforme a la voluntad de Dios para nosotros; si lográramos conocer la perfecta voluntad del Señor y viviéramos dentro de esa voluntad, sólo puede culminar en Bendición. Lo único que nosotros podemos esperar es bendición. Y tal vez su pregunta -y es una buena pregunta y justa- '¿Bueno Samuel, entonces cuál es la perfecta voluntad para mi vida? Muéstramelo, Señor. Muéstrame tu perfecta voluntad y Amén, bendíceme.

Hermanos, yo les sugiero esta mañana que tal vez esa no es la pregunta apropiada o por lo menos preguntémonos del Señor otra cosa y que esta sea la pregunta. Si Dios tuviera la libertad de obrar en nuestras vidas de la manera que Él desea, ¿qué haría Él? Si nosotros le diésemos la oportunidad al Señor que Él hiciera en nuestras vidas precisamente lo que Él desea hacer. Este Dios quien te creó, quien te conoce, quien te ama, que es poderoso y que sólo desea tu bien, ¿qué haría Él? Es como francamente preparando esta palabra oigo la voz del Señor diciéndome: "If they only gave me an opportunity”. "Si sólo me dieran la oportunidad para hacer lo que yo deseo hacer en sus vidas, Samuel". "If I only had a chance".

Hermano, tal vez, hace poco que estás buscando al Señor, tal vez unas semanas, hace poco que estás experimentando esto de 'llame lo que usted llame' conforme a su vocabulario: la religión o los caminos del Señor o esta jornada, llámelo lo que le llame, pero usted está buscando del Señor, tal vez por primera vez y nunca más serio como lo está haciendo ahorita, porque francamente sientes que el Señor te ha estado llamando, o sea donde quiera usted ve señales del Señor. No te ha estado llamando como dijo A.W. Tosser 'Te ha estado persiguiendo'. El Señor como que te persigue, donde quiera usted está viendo evidencia del Señor queriendo compenetrarse contigo, en pequeños intercambios, cositas que acontecen en tu trabajo o en tu hogar. Pequeños milagros, el Señor, sacándote de los líos y protegiéndote como tizón entre las llamas y por fin tú estás listo para rendirte, por fin. Y preguntarle "¿Por qué me persigues, Señor? ¿Qué quieres Tú conmigo, que te veo hasta en la sopa?" Donde quiera estás Tú, donde quiera oigo tu voz, dondequiera... ¿qué quieres conmigo?"

O tal vez tú no eres tan nuevo al Evangelio, tal vez hace tiempo tú has estado, usted ha estado buscando del Señor, pero te encuentras en una encrucijada en este momento y sientes que está a punto de hacer… tienes, no te queda otra que hacer ciertas decisiones. Decisiones que impactarán en su familia, su hogar, su ministerio tal vez, su trabajo, su empresa; sea lo que sea vienen cambios y lo sabe. O sientes profundamente en tu corazón, que hay algo más. Y ahora le pregunto al Señor ¿qué quieres tú conmigo? ¿Qué hay detrás de todo esto?

Y hermanos yo no pretendo que este mensaje conteste, te ofrezca respuestas específicas como ¿qué debería estudiar? o ¿con quién me debería casar? o ¿a qué profesión o ministerio me debería dedicar? Pero sí creo que esta palabra del Señor, que el Señor ha de compartir con nosotros te mostrará el propósito de Dios contigo; el plan de Dios contigo. El hecho de que Dios no está tratando con su vida al azar, que Él quiere algo contigo, hay un fin dice la palabra "esperado" para el hombre, la mujer de paz.

Hay un destino, algo que el Señor quiere hacer contigo y, hermanos, ese es el Evangelio. Declara la palabra del Señor en Lucas capítulo 4 -no tenemos que ir allí pero “Temprano en el ministerio de Jesús, Él entró en la sinagoga a donde solía adorar, a donde en la ciudad donde Él se crió y entrando ese día de reposo a la sinagoga, a la iglesia local, su parroquia, le entregaron las Escrituras, un rollo y Él abrió a este pasaje Isaías 61 y comenzó a leer estas palabras. A Él no le tocaba traer el mensaje ese día, no era el maestro, Él meramente leyó estas palabras y se volvió a sentar entre el pueblo. Pero nada más se pudo hacer ese día. Todo -al oír el Señor leer estas palabras- ojo se clavó sobre Él. Hubo silencio en este lugar, la voz de Jesús de Nazaret declarando estas palabras y el Señor rompió ese silencio declarando: "Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros".

Hermanos, en este día oímos de nuevo la voz del Señor anunciando estas palabras. Y el Señor te dice: 'Si usted me deja, si usted me permite, hoy se cumplirán estas palabras en tu vida. Hoy se cumplirán estas Escrituras. Si me deja'. 'If you let me'.

¿Qué leyó Él? Comenzó declarando el Señor: "El espíritu de Jehová el Señor está sobre mí; porque me ungió Jehová, me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos...".

Detengámonos un poco allí, hermanos. "Buenas nuevas", buenas nuevas, ¿han oído esta expresión? Lo han oído muchas veces, lo único es que lo han oído en griego, porque el griego... esta expresión ha sido traducido "EVANGELIO", buenas nuevas. O sea para mí, mis hermanos, los versículos 1 al 7 de Isaías capítulo 61 es una encapsulación elocuente del Evangelio de Jesús, del evangelio que nosotros predicamos. No solamente una encapsulación, es una declaración de la misión de la iglesia de Jesucristo. Sí, el espíritu de Jehová el Señor estuvo sobre Jesús, lo ungió para predicar este mensaje, pero el Señor escogió discípulos y estos discípulos entrenaron otros discípulos y por eso es que nosotros tenemos ahorita discipulado en esta iglesia. Porque ustedes son discípulos de Jesucristo y ustedes son comisionados, apartados, ungidos, que quiere decir “autorizados” para pregonar esta buenas nuevas.

Ese privilegio y responsabilidad tiene la iglesia de Jesucristo. La palabra unción implica autoridad. Los profetas, los reyes, los sacerdotes, los siervos de Dios fueron ungidos con propósitos específicos para cumplir una misión específica, no cualquier cosa que le diera la gana o lo que le pareciera bien. Pero para cumplir una misión específica y el Señor Jesús le ha dicho: 'Este es el Evangelio, este es tu mensaje Iglesia de Jesucristo'.

Y es más, mis hermanos, diría las iglesias -y esto no se trata de denominación, esto se trata de misión y unción- usted pastor, donde quiera que usted este en el mundo, sintonizando en el internet, usted donde quiera que este, líder de célula, maestro de discipulado, hermano cumpla la misión que el Señor te ha dado.

Porque francamente mis hermanos, las iglesias -como estaba compartiendo yo con un grupo de hermanos ayer- que cumplen con esta misión, que comparten el Evangelio, que viven bajo esa unción, que procuran esa unción y son canales de esa unción; esas iglesias Dios se ocupa de prosperarlas. Esas iglesias son prosperadas, crecen, ven la mano de Dios, ven evidencia de la presencia de Dios entre ellos.

No cabe duda que Dios los ha llamado, pero también lo opuesto es igual. Si nos desviamos de esta misión, si nos olvidamos de ella, si hay aspectos de esta misión que preferimos no tocar por lo que sea, porque es Nueva Inglaterra y de eso no se habla aquí, esas iglesias morirán porque no están ¿para qué? Son autorizadas, ungidas para cierta labor y si la unción de Dios nos está canalizando a través de ella, no están cumpliendo su misión.

Lo que estamos viendo en Nueva Inglaterra no hay iglesias estáticas en Nueva Inglaterra, eso no existe aquí. Una o dos cosas están pasando en las iglesias de Nueva Inglaterra, o están creciendo de una forma increíble, log rítmico o se están muriendo. Y estos edificios de doscientos y trescientos años, estas casas de adoración se están convirtiendo en condominios y restoranes, estacionamientos o preferiblemente lugares a donde una iglesia -tal vez no con grandes recursos financieros- pero cumpliendo con la unción del Señor, esa gente ocupan esos lugares y están cumpliendo la misión. Por lo cual aquellos peregrinos que pusieron piedra sobre piedra pusieron esos lugares allí. Ellos hicieron un pacto trescientos años atrás cuando ellos pusieron la piedra sobre piedra para edificar estas iglesias y el Señor va a tomar ese pacto en serio y serán ocupados esos lugares por iglesias que reflejan el corazón de Cristo y están pregonando este Evangelio. Porque lo que quiere Dios contigo y lo que quiere Dios con Nueva Inglaterra es sencillo. Increíblemente sencillo, el Evangelio es sencillo, mis hermanos. ¿Qué quiere Dios contigo? ¿Sabes lo que quiere Él? Él te quiere sanar, Él te quiere transformar, Él te quiere usar y te quiere prosperar. Este Dios que te ha llamado, que te persigue te quiere sanar, transformar, usar y prosperar. Y aquí está, mis hermanos, es muy claro. Dice la palabra, sigue Él: "Me han enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar". ¿Te imaginas, el Dios de gloria vendando una herida? No lo lea meramente, véalo, véalo, vea a su Dios vendando las heridas de los quebrantados. El Señor, Él vino a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar" libertad a los cautivos y a los presos apertura de la cárcel". Detengámonos ahí un momento.

Mis hermanos, lo que hace la presencia del Señor, es esencial. Hermanos, ¡Qué bello estuvo la presencia del Señor, ahorita, ¿verdad?! ¡Qué lindo es estar en los atrios del Señor! Aunque no entendamos todo lo que esté aconteciendo, no cabe duda que es lindo estar en su presencia. Pero hermanos, lo que hace la presencia del Señor especial y lindo no es meramente que Dios esté aquí, pero que usted también está aquí. Y no meramente que usted esté aquí, pero el Señor al verte, al mirarte, al contemplarte desde su trono, te conoce, te conoce y conoce su necesidad. Y no solamente te conoce y no solamente conoce su necesidad pero algo más bello y más majestuoso todavía: a Él le importa tu necesidad, a Él le molesta si usted está herido. Su corazón se quebranta si el tuyo se quebranta.

Eso es parte de la fórmula que muchas veces nosotros nos olvidamos. Para que el Señor te pueda sanar, te tiene que conocer y no solamente te tiene que conocer, te tiene que amar y una otra vez el Señor, una y otra vez por toda la palabra Él no encuentra otra manera de comunicarla en el Antiguo Testamento, en el Nuevo Testamento de Génesis a Apocalipsis el Señor ha estado tratando de decirnos lo mismo: "Yo te conozco y te amo y te quiero sanar".

El Señor declara en su palabra: "Yo tengo cada cabello de su cabeza contado". El Señor sigue declarando: "No se mueve una hoja sin que tu Padre Celestial no lo conozca". El Señor dice: 'Mira si el Señor cuida de las aves del cielo y de la hierba del campo". ¿No vales tú más que las aves? ¿No vales tú más que la hierba del campo? ¿No tienes tú valor delante del Señor?

Hermanos, más que el oro en el cielo vale tu oración. Con el oro hacen ladrillos allá. Las calles están forradas de ello. La oración de los santos, dice la Palabra es uno de los aspectos más bellos -yo creo en el Apocalipsis- el Señor los considera, ¿sabes qué? Incienso precioso que recoge en vasos de oro que son derramados a los pies de Jesús. No hay una lágrima, yo no sé como Él lo hace, pero eso es lo que declara la palabra: 'No hay una lágrima derramada que se desperdicia'.

El Señor se da cuenta de todo, lo registra todo, le importa tu quebranto y si lo deja Él lo sanará. Y Él sigue declarando: "He venido a traerle libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel".

Hermanos, ¿Saben verdad que las cárceles más efectivas, las cadenas más fuertes no son hechas de hierro? Y el Señor quiere traer libertad en cada aspecto del sentido. Al Señor le molesta ver vidas encadenadas y limitadas y hay un sin número de prisiones. Usted puede ser cautivo, por así decirlo, de decisiones que usted hizo, decisiones que hiciste y ahora está viviendo las consecuencias de eso.

O sea, es cautivo en su presente y su futuro de algo que aconteció en su pasado. Lo terrible de esto, hermanos, es que el Señor ve eso y puede ser hermano que eso fue una cosa u otra que usted hizo y nadie lo sabe. Tal vez usted está sentado aquí y hasta el sol de hoy, nadie se ha enterado de esta cosa o la otra aparte de Dios y aparte de Satanás, a propósito, que te sigue acosando. Qué sigue apretando los grillos y tal vez usted lo ha superado; sea lo que sea lo superaste y eres una dama de la comunidad, un hombre respetuoso. Tienes ahora tu esposo, tu familia, tu trabajo, su profesión; pero en los rincones, en el sótano de su corazón, en la esquina más oscura a donde usted mismo teme ir, está esa cosa, encadenándolo.

El Señor le dice: "Si me dejas, hoy puedes ser libre. Hoy te puedo dar libertad". O tal vez ni siquiera es una decisión que usted hizo, ni siquiera es su pasado, tal vez es una cadena generacional, un patrón familiar. Una decisión que hizo su bisabuelo que afectó el futuro de su abuelo, que marcó la vida de su padre y ahora usted está viviendo estos patrones y ya estás comenzando a ver, tal vez, en tus hijos, estos patrones. Y used dice: '¡Oh, here we go again!’ Aquí vamos otra vez, esta misma cosa, el Señor lo reprenda, aquí vamos de nuevo. Y el Señor te dice: "Esa cadena, esa prisión, esa cautividad... también yo puedo abrirla. Y también te puedo liberar".

Patrones satánicos de maneras de pensar de lo cual el Señor quiere que seamos libres y esto no nos debe escandalizar. ¿Usted quiere un héroe de la fe más poderoso que David? Un guerrero, un salmista, un rey y oímos a David pidiéndole al Señor: 'Libra mi alma de la prisión para adorarte'.

Si David pudo orar de esa manera, David, tú puedes pedir lo mismo al Señor. You can be free. No sé cual profeta menor es que hace una referencia a "prisioneros de esperanza" -prisoners of hope- eso es lo que somos todos, hermanos. Y sanidad física.

Hermanos, cuando el Señor leyó este pasaje en esa sinagoga en Nazaret, Él lo leyó no en hebreo pero en griego. Una Biblia -lo que llamaban exeptuagente- una traducción griega; y Él añadió esta frase: "Y vista a los ciegos”.

Y en este lugar, en esta iglesia nosotros creemos en eso en una forma LITERAL y el día 12 de Julio nosotros -como se ha anunciado- tenemos un compromiso con el Señor. Yo les voy a ser franco, hermanos, yo les voy a ser francos. Nosotros vamos a recibir con nuestras rodillas temblando esas almas que llegan en silla de ruedas o en muletas o en camillas, pero hermanos ¡Qué vengan! ¡Qué vengan en el nombre de Jesús! Si estás aquí hoy, ¡Bienvenido! porque esta iglesia sintámonos preparados o no, cumplirá su misión. ¡Para algo el Señor nos ha ungido! Este es el Evangelio. Este es el Evangelio.

Whether we like it or not, if you are ready or not, we are gonna do this thing.

Y Él sigue leyendo y esto sí no se oye tan lindo, pero, y no debe ser, pero mira lo que declara el Señor al proclamar el año de la buena voluntad de Jehová y fíjate: "El día de venganza del Dios nuestro. A consolar a todos los enlutados".

Hermanos, la franca verdad, fíjate ¿sabes qué aspectos yo veo de esto? ¿Qué aspecto de Dios yo veo expresado aquí? Su Justicia. Nuestro Dios es un Dios de justicia. Y muchos de nosotros vivimos enlutados por x o y injusticia que hemos sufrido, en luto.

Hermanos, ¿saben lo que les dice el Señor? Francamente. Al Señor, todo esto le molesta, le quebranta. Al Señor le quebranta ver gente que su ocupación, toda su energía es dedicada a tratar de arreglar las cosas torcidas que le han hecho. Lo que le hizo "fulano" tal vez en su hogar o lo que le hizo en su niñez o algo que le pasó en su vida. Y ya es imposible rectificar la cosa y está viviendo con eso y ahí atado a esa situación, está un sin número de cadenas: rencor, lamento, pérdida, quebranto, más rencor.

Y el Señor te dice a ti, y, hermano, cuando usted tropiece con estas palabras en la Escritura no las ignore, el Señor las tiene ahí porque te ama. Él lo tiene ahí porque Él te ama.

Romanos 12 existe porque te ama y el Señor te dice a ti: "Hijo, mía es la venganza, yo pagaré. Tú bendice".

¿Saben? Para mí esto, yo dije a las 9 que esto es semejante a las películas esas de los mafiosos, cuando uno se acerca al padrino. Nos acercamos hoy al padrino y le besamos su anillo y le decimos:"Padrino, hazme justicia" y el padrino te dice: "Mira, me lo dijiste. Bien, yo me voy a encargar de eso. No hay nada que Satanás ha hecho en ti. Y él las va a pagar toditas...toditas. No te apures, él las va a pagar todas. Tú ve, tú come, tú ve en paz, tú vive tu vida, tú aprovecha de todas las bendiciones que te vengan a la mano. Tú entra por cada puerta que yo te he de abrir. Ve en paz, hijo. Ve en paz, hija. Viva una vida de victoria, yo me encargaré. No te apures."

Porque el Señor no quiere que usted se quede ahí. El Señor te dice a ti: "Para yo hacer cualquier otra cosa en tu vida, para yo obrar en tu vida, te tengo que sanar. Te tengo que sanar."

¿Cómo el Señor...? Fíjate, te está extendiendo la invitación pero tiene que salir de tus labios. Tú tienes que expresar las palabras a voz alta: 'Señor, te necesito. Redímeme, sáname". Tell God where it hurts. Tiene que salir de ti porque la voluntad de Dios no es que usted se quede ahí. El Señor te quiere transformar. El Señor quiere hacer una cosa totalmente otra en su vida.

Hermanos, esa es una de las cosas que yo más admiro, que más me encanta francamente de esta iglesia y no porque sea mi iglesia mis hermanos, o porque nosotros adoramos al Señor juntos. Es que ¿no ve usted este patrón? Ahí de nuevo, cada iglesia que está viviendo su misión, usted va a tropezar con vidas transformadas. Vidas transformadas, declara el Señor: "Vine a ordenar y a los afligidos de Sion se le de gloria en lugar de ceniza; oleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado. Y ellos serán llamados arboles de justicia, plantío de Jehová". La nueva versión internacional es de "robles de justicia para la gloria suya".

Hermanos, a propósito... yo sé que tal vez el Pastor Omar lo dijo ahorita, pero ¿quién está aquí visitando tal vez por primera vez hoy? Amén.

Bienvenidos, pero lo triste, lamento pero usted se ha perdido el show. Usted se ha perdido el drama, porque usted viene y ahorita está viendo una escena que Dios ha creado aquí. Usted está viendo tal vez, un caballero con su chaleco y su corbata, cepilladito y adorando al Señor, muy elegante. Tal vez está viendo una dama y un caballero juntos, un esposo, una esposa, unos hijos que parecen saludadísimos y usted diría: 'esa gente toda su vida han sido así'.

O tal vez 'toda su vida esta familia ha sido así'. Pero se perdió el drama. Yo, es más, yo le sugiero algo, después del servicio acércate tal vez a cualquiera de estos hermanos al azar y pregúntale: ¿Qué ha hecho Dios por ti? ¿Qué ha hecho Dios por ti? ¿Qué ha hecho Dios en tu vida? What has He done? Porque lo que usted está viendo es un milagro de Dios. Usted está viendo lo que está viendo es un act of illusion, es una ilusión. Está mirando la gente a través de la sangre de Cristo, está viendo la gente a través de su unción.

Hermano, usted también tal vez sabrá, usted conoce muy bien las cenizas en las cuales usted se ha sentado. Usted conoce muy bien el luto que usted ha guardado. Usted tal vez hermano, usted sabe la angustia que ha sufrido tu espíritu.

Y es más, usted, dirá 'Pastor, sí, tengo... estoy vistiendo mejor, estoy llegando a la iglesia pero todavía el Señor no ha terminado conmigo. Todavía hay mucho trabajo que hacer, todavía el trabajo es incompleto, imperfecto. Soy un cristiano en construcción. But that's Okay, that's Okay. Porque la gente ve... Gloria a Dios.

You know what I'm talking about.

Pero la gente no ve eso, la gente lo que ve es la corona de gloria que el Señor te ha puesto. La gente lo que ve es el oleo que el Señor ha derramado sobre ti. La gente lo que ve es una sonrisa que tal vez usted nunca se sonreía en su vida... ahora inexplicablemente sonríes porque hay algo que el Señor está haciendo en ti. Incambiablemente, innegablemente, permanentemente, eternamente el Señor está haciendo algo poderoso en ti y eso, mi hermano, es lo que saca Dios del milagro ¿sabe? Él saca gloria. Yo cambiaré, como estábamos cantando ahorita, su lamento en baile para gloria suya.

¿Sabes por qué? Porque tal vez dijo el Apóstol Pablo: 'Ni mi palabra, ni mi predica fue con palabras persuasivas de humana sabiduría sino con demostración del espíritu y del poder". Eso es como el evangelio es predicado y sus amigos dirán "yo nunca he visto ha Dios, pero sí he visto a Saturnino. ¿No hay nadie acá llamado Saturnino, no? Okay. Estoy en el lugar seguro.

Yo sí conozco a Saturnino y sé por lo que Saturnino pasó y yo sé los años que Saturnino estuvo en drogas.

Hermano, si tú te sientes aludido, no te apures porque esto es el milagro que el Señor ha estado haciendo al por mayor en esta iglesia. Esto puede ser usted, u otro o como dos docenas de otras personas en esta iglesia. Usted ve a Saturnino y a Saturnina y yo sé que esa gente andaban dejados por 10, 15 años. ¿Qué hacen ellos juntos? Y esos hijos, miran que lindos están, van en camino a la universidad y usted puede decir como dice Gigi Ávila '¿Quién lo hizo? Cristo'. A su nombre gloria, y eso es transformación.

Dios saca gloria de tu vida. Y no hay una cosa que le de más gloria al Señor que el hecho, y es aquí... mira... es lo que... el Señor es un genio estratégico. Todo eso tiene que ver con guerra espiritual.

Porque Él escoge la misma gente que Satanás quiso destruir, fíjate. Él llama a la misma gente que Satanás quiso usar como alfombra y desecharlos. Él usa esa gente que Satanás quiso destituir de la gloria de Dios.

Esa es la gente que Él usa, fíjate, dice aquí:

"Esa gente reedificarán las ruinas antiguas. Esa gente levantarán los asolamientos primeros. Son esa gente que restaurarán las ciudades arruinadas. Los escombros de muchas generaciones".

En otras palabras son esa gente que el Señor escoge usar. El Señor te quiere usar. Hermanos, nosotros no solamente creemos en el avivamiento, creemos en un avivamiento que se acerca a Nueva Inglaterra y estamos contando los días. Lo creemos como un hecho, como que están pronosticando que va a llover esta tarde, va a llover sobre Nueva Inglaterra. Será transformada. Pero nos olvidamos de la manera como el Señor trae estos avivamientos. ¿Cómo escoge Él? ¿Cuál es el proceso? Y el proceso del avivamiento es que Él toma sus hijos, Él toma... usted es un escombro en vida. Todos nosotros lo somos.

El Señor comienza reedificándonos a nosotros. Comienza contigo y luego Él te planta, eres plantío de Jehová. Él te planta en un lugar u otro. Puede ser su trabajo, su hogar, su ministerio, pero en un lugar decisivo y usted comienza a oír la voz de Dios ahí y usted sirve al Señor. Y en esos lugares el Señor te comienza a usar. Es más ni cuenta te das que el Señor te está usando porque lo hace tan naturalmente, fluye de ti, pero el Señor te está usando.

O puede ser esto, te hace como a Nehemías que hay un problema en la comunidad, algo que jamás ha habido solución de esta cosa. Todo el mundo lo ha oído por generaciones y jamás han visto solución. Pero cuando estas noticias le llegaron a Nehemías, Nehemías... "¿Cómo va Israel? ¿Cómo está Judá estos días?" y le contestaron "¡Ah, si tú lo vieras! Los muros están desolados y el pueblo vive en depresión y ansiedad. Pero tú lo oyes de una forma distinta, esto te afecta. ¿Se ha dado cuenta? ¿Esto te ha pasado? Lo que a nadie más le molesta a ti te molesta, lo que otros oyen y le entra por un oído y le sale por otro, el Señor no te deja en paz.

Te levanta, te pones a orar, ayunar acerca de eso, porque no te deja quieto acerca de eso. Buscas la presencia del Señor, "Padre, ¿cómo Tú permites esto? ¿Cómo es qué esta cosa exista, que sea una vergüenza a tu pueblo? ¿Qué sea una afrenta a tu pueblo y a tus hijos? Haz algo, esto no tiene solución". Y de momento usted oye la voz del Señor: "Sí, esto tiene solución. Sólo te he escogido para esto. Hay una estrategia. Yo sé la estrategia, yo sé como reedificar esos muros, Nehemías". “Josué, Yo sé como tumbar los muros de Jericó. Yo sé cómo hacer esto".

Las fortalezas de Satanás son maleables, hermanos, son plásticas. Se pueden mover y el Señor busca Nehemías. El Señor busca a Josués. El Señor planta su visión. Veo a Patty. 'Alfa, ¿de dónde salió eso? ¿De dónde salió eso?'

Años atrás, todo el mundo viendo necesidades. Pero si uno oye la voz del Señor, inclina su oído, el Señor te escoge. Te comienza a compartir su estrategia y te dice 'Ahora ve y hazlo'.

Y tal vez en ese momento usted es el primero que se queja, el primero que protesta: "Pero Señor, yo no puedo hacer eso" y ¿por qué? porque yo soy parte del problema. Yo soy de esta generación. ¿Cómo puedo yo limpiar los escombros de esa generación, si yo soy de esta generación?

Dices tú como el mismo Isaías: "Yo soy hombre de labios inmundos de un pueblo de labios inmundos". "Señor nadie en mi familia se ha graduado de la universidad" o "Señor, nadie en mi familia, ningún varón en mi familia, nadie ha vivido una vida sobria, casta", "Señor, nadie en mi familia se ha casado". El Señor te dice a ti 'No te apures, ve, deja que yo te use. Y al usarte te voy a prosperar'.

'Será primero y no postrero', será primero, será cabeza y no cola”. ¿Nadie se ha casado? Bueno, tú serás el primero. ¿Nadie ha ido a la universidad? Good! Tú serás el primero. ¿Nadie ha vivido una vida de santidad? Bienvenido, tú serás el primero. Tú eres el Colón de esa familia. Tú eres a quien yo le entregaré el rollo, la maldición termina contigo y de mi saldrá bendición. ¡Bendición!

Gloria a Dios.

"Extranjeros”, mis hermanos, “apacentarán vuestras ovejas". “Y los extraños serán vuestros labradores y vuestros viñadores”. Y hermano, usted, que no ve como el Señor te puede usar, el Señor te dice 'Usted será llamado sacerdote de Jehová'.

"Ministros de nuestro Dios seréis llamados, comerais de las riquezas de las naciones. Y con su gloria seréis sublimes. Y en lugar de vuestra doble confusión y vuestra doble deshonra, os alabarán en su heredad. Por lo cual en sus tierras poseerán doble honra". Y oye esto, esto sí es raro: ¿Cómo se traduce esto? ¿Con qué se come esto? "Y tendrán perpetuo gozo"

¿Saben lo que es eso? Si no saben lo que es eso, no los culpo. Hay muchos que no saben lo que es. Hay muchos que no saben lo que es eso. Pero déjenme darles una meta. Pídanle esto al Señor. Gente que toman esto en serio y que reciben esta palabra, viven vidas raras a donde el Señor convierte cosas que podrían destruir a cualquier otra persona. Y aún dentro de ese remolino ellos experimentan un gozo. Gozo... gozo perpetuo, que no terminará jamás. El Señor obrando en tu vida. Emociones estables, de poder en poder es lo que promete el Señor. De gloria en gloria. Y hermanos, si esto se oye raro para usted, yo le digo hermano, en el nombre de Jesús: Acostúmbrese.

Si usted ha tomado esta palabra en serio, si usted ha dejado que el Señor obre en sus vidas, el Señor te llama a ti sacerdote. El Señor te llama a ti producto de su gloria, de su misericordia, un canal de su bendición. El Señor tendrá que formar toda una nueva... te tienes que acostumbrar a toda una nueva mentalidad y en vez de pensar en escasez comenzar a pensar en prosperidad y abundancia.

El Señor te va a entrenar. Él te promete: "No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada. Caigan mil a tu lado, diez mil a tu diestra. Tú que me tomas en serio, tú que me llamas Señor, tú que te atreves a creer mi palabra, tú eres diferente" ¡No se aplica a ti! Tú eres pueblo de Dios, linaje escogido, real sacerdocio. No eres poca cosa. Saben el llamado es un llamado de una palabra. Si algo de esto tiene sentido, Gloria a Dios que han recibido esta palabra.

Pero ahora el Señor te dice a ti: "¿Sabes qué? Ahora hijo, déjame sanarte. Déjame transformarte, déjame usarte, déjame prosperarte. Déjame obrar en ti".

Inclinemos nuestros ojos un momento y pido que los músicos me acompañen en este momento.

Aún tenemos mucho que hacer, tenemos Santa cena, el tiempo corre.

Pero un hermano se me acercó después del primer servicio y yo creo que se me acercó con un mensaje profético y me dijo "Pastor por favor si vas a predicar ese mensaje de nuevo, haga un llamado". Y así haremos.

¿Qué es un llamado? Ahora te voy a explicar. Si usted está aquí y tú dices hay áreas de mi vida que no siento sanidad. No siento sanidad, no siento que el Señor... hay baches enteros.

Vamos a ir a lo más esencial.

Estas promesas, el Evangelio, la razón porque son buenas nuevas es porque el Señor, primero tienes que darle permiso.. darle permiso al Señor... que Él sea el Señor de tu vida, el jefe, el que manda.

O sea, Padre yo he vivido de esta manera hasta aquí, tómame de la mano, ahora dirígeme. Eso es todo. Dirígeme. Hazme Tu hijo. Yo te recibo como mi Señor. Yo te recibo como mi respuesta, yo te recibo como mi solución.

Y si usted nunca ha hecho eso, públicamente yo les voy a pedir... si eso es noticia para usted... y desea hacer eso públicamente, por favor levante sus manos. Si usted quiere recibir al Señor en esta tarde y hacerlo Tú Señor, te invitamos a levantar la mano. Amén.

Si nunca has dicho 'Señor, encárgate de mi vida, quiero que seas mi Señor y que obres en mi vida de una forma activa. Te invito a levantar la mano. Amén. Amén.

Si no hay nadie, hermanos, yo pido que nos pongamos de pie.

Hermanos, cerremos nuestros ojos por un momento antes de recibir los elementos de la Santa Cena.

Y al usted digerir estos elementos, imagínese que el Señor está; su cuerpo quebrantado, su sangre está caminando por su ser, su interior y al Él caminar, al Él hacer ese curso en su interior, Él está tocando este u otro, distintos aspectos de su ser.

Y vamos ahorita... pidámosle: Señor, recibimos tu sanidad. Señor recibimos tu transformación.

Señor, te dejamos que Tú nos uses de la manera que te de más gloria a ti y que te levante más en alto.

Señor, anhelamos que nos prosperes y que Tú bendigas la obra de nuestras manos. Te pedimos en el nombre de Jesús.