Lánzate y camina por fe

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Mateo, Capítulo 2 . Dice aquí: ‘Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del Rey Herodes, vinieron del Oriente a Jerusalén unos Magos diciendo: “¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el Oriente y venimos a adorarle”. Oyendo esto el Rey Herodes se turbó y toda Jerusalén con él y convocados todos los principales sacerdotes y los escribas del pueblo les preguntó donde había de nacer el Cristo. Y convocados todos los principales sacerdotes y los escribas del pueblo, les preguntó ‘¿Dónde había de nacer el Cristo?’

“Ellos le dijeron: En Belén de Judea porque así está escrito por el profeta y tú Belén de la tierra de Judá no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá porque de ti saldrá un guiador que apacentará a mi pueblo Israel. Entonces Herodes llamando en secreto a los magos indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella. Y enviándolos a Belén dijo: “Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño y cuando le halléis hacédmelo saber para que yo también vaya y le adore”.

“Ellos habiendo oído al Rey se fueron y he aquí la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos hasta que llegando se detuvo sobre donde estaba el niño. Al ver la estrella se regocijaron con muy grande gozo y al entrar en la casa vieron al niño con su madre María y postrándose lo adoraron. Y abriendo sus tesoros le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino’.
Bendiga el Señor su Santa Palabra. Amén.

Me perdonan si me quito el jacket, hace calor. Este jacket y este sweater hacen una combinación mortal. Bien, hermanos. Esta semana yo estuve pensando acerca de estos Magos. En mi mente me pasé como tratando de ponerme en la mente de ellos y entender como se sentían ellos y que los impulsó a hacer este viaje. Porque la verdad es que es algo muy misterioso.

La escritura no nos dice mucho acerca de cómo ellos supieron de que se trataba esa estrella, ni que un rey iba a nacer, ni cual era el significado de ese rey. No nos dice muchos detalles, lo único que nos dice es que estos magos vinieron del Oriente y preguntaron: “¿Donde está el rey de los judíos que ha nacido porque su estrella hemos visto en el Oriente?”

Otra cosa, aquí aclaro, cuando dice que una estrella -yo se que los que estudian astronomía y un poco de ciencia saben que una estrella es una cosa gigantesca, el sol que no es una estrella demasiado grande es billones de veces más grande que la Tierra, por ejemplo- y astronómicamente no se presta mucho ese relato de que una estrella, yo creo que más bien la palabra que se usa aquí como estrella se refiere a un objeto luminoso, digamos, que apuntaba en cierta dirección y que ellos podían interpretar en cierta manera donde ese rayo podía llegar.

Así que no se detenga mucho a pensar, no pierda mucho tiempo tratando de descubrir como científicamente esto se puede… la Biblia no le interesa tanto resolver esos problemas científicos. Cuando usted llega al Cielo, pregúntele a Papá Dios y Él le dirá exactamente como fue. Podrá ver la grabación, el video y ahí usted entenderá perfectamente como fue.

Pero lo que me interesa señalar es ese proceso e imagino lo incierto que fue ese viaje. Ellos venían del Oriente y mucha gente piensa que se trataba de Irán, del área de Antigua Babilonia donde Daniel había estado cautivo y los israelitas habían estado cautivos muchos años. Y esa gente tuvo que hacer un viaje que no es como hoy que usted coge un avión y llega en, you know, de Irán a Israel [me imagino que] es más usted puede viajar en un cohete desde Irán a Israel hoy en día. Hubiera sido unos minutos, unas horas quizás a lo máximo, pero un viaje en ese tiempo era una cosa muy terrible, muy peligrosa también y muy incierta. Probablemente esos hombres nunca habían estado en ese lugar.

Lo que yo estaba pensando esta semana es que… acerca de viajes. Dios siempre nos lleva a través de viajes en la vida cristiana y esos viajes requieren fe de nuestra parte. Estos hombres no estaban seguros de todos los detalles, ellos tenían unas cuantas ideas que habían recibido de parte de Dios, pero evidentemente por las preguntas que ellos hacen cuando llegan allí, ellos no tenían toda la historia.

Dios no les dijo: “Aquí tienen un Google Map o Mapquest o un GPS” para llegar. Ellos tuvieron que ir mirando y yo no se si ellos usaron instrumentos científicos de su época para disparar quizás algunas coordenadas y ver quizás el ángulo de ese astro o lo que sea para ubicarlo. Pero ellos tuvieron que ejercer fe en todo el camino.

Eso me recuerda, hermanos, que Dios muchas veces nos envía a viajes y a jornadas y no nos dice todos los detalles y nosotros tenemos que emprender simplemente un camino de fe; lanzarnos en el nombre del Señor y creer que Él va a ir abriendo el camino paso a paso.

¿Saben qué esto de los viajes no es solamente estos hombres que dieron este viaje sino que en la Biblia hay muchos viajes que Dios le dice a personas que emprendan? Y no les dan todos los detalles del viaje, sino simplemente les da algunas cositas básicas y les dice “Ahora que caminen que yo en el camino les voy a ir proveyendo todas los detalles”

Déjenme hacer un paréntesis.

Primero lo que quiero es disipar algunos mitos, algunas creencias falsas acerca de estos hombres. Eso será muy bueno para ustedes y los que todavía no sepan eso, los hermanos que nos están viendo a través del Internet, pero para que conozcamos un poquito más: ¿Quiénes eran estos hombres, verdaderamente, estos tres Reyes Magos? Primeramente, no eran tres. No se sabe cuantos eran, ¿Okay? ¿Estamos claros en eso?

Si usted lee su Biblia -recuerde esto que es bien importante, ¿Okay?- porque hay una cantidad de cosas que la tradición mete allí. Si usted lee no dice cuantos eran, alright? No se llamaban Melchor, ¿cómo es? Gaspar y Baltasar. No dice cual era sus nombres, ¿Okay? Por favor, eso es todo tradición.

Es más, no había allí dos blancos y uno negrito, eso no era cierto tampoco. No hay tal cosa, sino eran simplemente…Yo creo, tendrían que ser más de tres, probablemente, porque estos hombres eran una tribu más bien. Se cree que una tribu especial que eran sacerdotes, era una tribu sacerdotal en Irán. Así que probablemente vino una comitiva más bien de ellos.

No eran reyes, eso era otra cosa, los tres Reyes Magos no eran reyes. Abandone esa idea, nada dice aquí que eran reyes. Eran probablemente sacerdotes científicos. En Babilonia, como también en el mundo Occidental, hasta la Edad Media o el Renacimiento la ciencia y la teología estaban juntos. Todo estaba mezclado. Solamente en el mundo moderno hubo esa separación de la ciencia y la religión, hasta que hoy en día son como dos ramas completamente diferentes.

En aquellos tiempos los hombres indagaban acerca de las cosas espirituales. Quizás eran astrólogos. Ellos observaban los astros, eso es muy probable: “que su estrella hemos visto en el firmamento”.

En Babilonia se exploraban las estrellas y se exploraban los astros y señales. Los misterios que hay, no podemos entrar mucho en ellos. Pero estos hombres eran científicos, eran filósofos, eran sacerdotes religiosos, era una mezcla de cosas pero no eran reyes, eran más bien gente sacerdotal, gente científica que investigaba estas cosas y que probablemente al investigarlas se tropezaron con esta señal y ellos podían entender y discernir. Y Dios en su misericordia les proveyó luz y Él querría que ellos fueran y adoraran a su Hijo.

No eran magos tampoco en el sentido que nosotros entendemos la palabra. No piensen en una gente con una varita mágica, ¿Okay? Haciendo cosas mágicas o poniendo un sombrero y sacando conejos del sombrero. Esta gente no eran magos en ese sentido. Because they were magos, pensamos que... no. La palabra “magos” viene de la palabra en el griego original que es ‘magoi’, dice que es una traducción de una palabra de Irán, de Irak, Babilónica, medio persa que quería decir gente así “gente sabia”, gente sacerdotal, gente que indagaba acerca de las cosas espirituales.

Y yo creo que estos hombres eran buscadores de la verdad y yo creo que por eso Dios los tocó y les habló acerca de su Hijo. Porque ellos estaban deseosos de conocer más de Dios, la única luz que ellos tenían eran sus tradiciones ocultistas, los astros, este tipo de cosas. Pero estaban buscando, estaban deseando conocer de la verdad y Dios les habló a ellos. Y les habló en términos que ellos entendían y de ahí entonces -imagino- que comenzó un proceso hasta llevarlos hasta el niño Jesús y hasta aún después que ellos regresaron a su patria yo creo que debe haber continuado el proceso.

¿Quién sabe como ellos llegaron entonces a entender verdaderamente quien era este ser? Se convirtieron y fueron, pero yo no creo que llegaron a ser grandes teólogos, no creo que llegaran a leer las Epístolas del Apóstol Pablo o este tipo de cosas. Lo cual me dice algo acerca de- y es que Dios, Dios se revela a quien lo está buscando, a quien tiene un corazón abierto verdaderamente, que tiene deseos de conocer. Y eso nos anima a nosotros a tener, you know, deseos de conocer a Dios porque Dios se revela cuando nosotros lo buscamos. Aunque tengamos errores y todo esto.

Es importante que entendamos que la salvación y la revelación de Dios no depende de conocimiento perfecto de tener toda la teología correcta y de… Dios busca nuestro corazón, no tenemos que ser perfectos en nuestro caminar, sino que Dios ve el deseo de nuestro corazón, el deseo de conocerlo mejor, el deseo de agradarlo, nuestros esfuerzos a veces torpes que hacemos.

Y el Señor está dispuesto a encontrarnos donde nosotros estamos y de ahí guiarnos poco a poco hacia un mejor conocimiento de Él. Pero lo que Él quiere es que comencemos la jornada, que comencemos donde estamos y como somos y Él nos irá guiando hasta el lugar perfecto donde está su Hijo perfectamente manifestado. Es una jornada, es un viaje y nosotros lo más importante que tenemos que hacer es comenzar ese viaje.

Esa idea de que estos hombres regresaron a su país y que no tenían todo el conocimiento, es más, María la mamá de Jesús, no sabía concretamente quien era su hijo. Era una jornada. Cuando ya Jesús era un hombre, todavía sus hermanos y su mamá pensaban que estaba loco cuando Él anunció que era el Hijo de Dios o comenzó a predicar. Es más, yo creo que, Jesús siempre habló ahí como entre comillas, entre paréntesis, entre misterios y parábolas acerca de su verdadera naturaleza.

Su mamá y sus hermanos no entendían correctamente. Cuando Jesús era niño dice que María veía ciertas cosas y las guardaba en su corazón. Estaba siempre como especulando. Ella misma, que había recibido la palabra del Arcángel, ella misma no tenía totalmente clara toda la teología acerca de su Hijo. Yo creo que ella nunca entendió -lo que nosotros entendemos hoy en día- ella no lo entendía ciento por ciento. Nosotros tenemos mucha más luz que la que tenía María, yo creo. Imagínate que lo tuvo en su vientre y nosotros entendemos más que ella.

Yo creo que esta idea, también de estos magos, que no tenían un conocimiento perfecto y que Dios los estaba llevando hacia un conocimiento mayor, nos invita a nosotros a ser bien cuidadosos a como tratamos a gente que no cree como nosotros, ¿Okay? Yo creo que nosotros tenemos que estar convencidos de lo que dice la Palabra, que Jesucristo es el camino, la verdad y la vida y que nadie viene al Padre si no es por Él.

Para mi eso es firme, seguro. Tenemos que predicar el Evangelio, tenemos que anunciar la Palabra. Ustedes saben todo eso, no estoy cuestionando eso. Pero sí estoy diciendo que sabia es la persona que guarda un poquito de espacio en su teología para lo misterioso de Dios. Dios se anuncia a quien Él quiere y como Él quiere y yo creo que vamos a llegar al cielo un día y vamos a encontrar gente allí con turbantes y con cosas raras y nos vamos a sorprender. Vamos a decir ¿qué hace este aquí? Dios dice ‘No, yo lo invité, y ¿qué?’

Usted va a tener que decir simplemente ‘Amén, Señor. Tú sabes lo que haces’. Ahora no nos metamos en esos líos nosotros, yo no tengo que estar… Yo lo único que he aprendido en mi vida es a reservar espacios para un Dios que es misterioso y soberano y Él sabe lo que hace. Ahora yo creo lo que dice la Biblia y lo que yo conozco y predico el Evangelio y predico a Cristo y es necesario que la gente conozca a Jesús. Pero Dios se anuncia como él quiere a gente.

Ahora mismo, por ejemplo, en el Medio Oriente, muchos árabes dicen que el Señor se les está apareciendo a gente por donde quiera en sueños. Mucha gente se está convirtiendo a través de sueños y revelaciones, directamente. Porque el mundo árabe está tan cerrado a la predicación del Evangelio que el Señor se le aparece directamente a las personas para que se conviertan.

¿Recuerdan la historia cuando estos hombres se acercaron a Jesús y dijeron “Señor, hay unos por allí que están predicando el evangelio y no tienen carnet de evangélicos? No son metodistas, no son luteranos. Ya los investigamos, no son bautistas, no son pentecostales y están predicando. Y nosotros somos los que tenemos la franquicia de evangelistas”

Y, ¿qué dijo el Señor? ‘Déjenlos tranquilos, porque nadie me llama Señor y puede decir algo malo o negarme. Así que déjenlos que ellos, no se pongan a perseguirlos ni nada’. Y así hacemos nosotros a veces: ¡Ah! Porque no creen en el bautismo del Espíritu Santo ya no… ¡Ey! Estése tranquilo, Dios sabe lo que Él hace. Déle tiempo a la gente. Dios los lleva poco a poco.

Nosotros tenemos que ser cuidadosos y dejar que el Señor vaya revelándose, que vaya enseñando su propósito en la vida de los demás y tenemos que darle espacio. Hay muchas cosas que podemos… Yo voy a ir cerrando esto.

Pero otras cosas que yo veo acerca de estos hombres que es bien importante, acerca de estos viajes de fe que tenemos que lanzarnos y que el Señor no nos dice todos los detalles, sino que Él va revelándonos detalles cuando nosotros damos pasos de fe y comenzamos a caminar. Entonces Él va -mientras caminamos- revelando lo que Él quiere y que nosotros no debemos esperar solamente hasta que tengamos todo el mapa declarado y todos los detalles.

La vida cristiana es una vida, hermanos, de caminar por fe, creyendo que el Señor va dándonos instrucciones según vaya el camino.

Es importante, hermanos, que nosotros entendamos que cuando Dios nos llama a hacer algo grande en nuestras vidas y una jornada puede ser comprar una casa, comenzar un negocio, entrar en una relación amorosa, decidir una profesión que vamos a estudiar, decidir entre tres universidades cual es la que vamos a ir, tomar un viaje misionero, decidir en una iglesia, decidir estudiar teología en un seminario en vez de estudiar una carrera secular, comenzar una clase de inglés o un curso de inglés, muchas cosas en nuestra vida. Iniciar una relación romántica para casarnos con una persona.

Todas esas cosas presuponen incertidumbre en el futuro y nadie nos garantiza que esa decisión va a ser ciento por ciento perfecta. Pero, ¿sabe qué? Yo creo que si nosotros y nuestro corazón es noble y estamos buscando agradar a Dios y hemos inquirido, hemos orado, hemos buscado consejo, nos hemos examinado a nosotros mismos, hemos buscado la palabra de Dios y todavía estamos seguros que o por lo menos creemos que sí que esto es de Dios y somos sinceros, lancémonos en el nombre del Señor.

Y creamos, entonces, que en el camino, Dios nos va a ir dirigiendo como dirigió a estos hombres y nos va a dar luz mientras nosotros caminamos y que no hay nada que pase en esa jornada que vaya a ser destructivo en última instancia.

Puede que nos equivoquemos, puede que pequemos, puede que lleguemos a un callejón sin salida y tengamos que entrar para atrás y buscar otra salida, puede que ofendamos a alguien, puede que haya pérdida en el camino, puede que hagamos una decisión que nos cueste más tiempo llegar. Pero, hermanos, todas esas cosas, Dios las usa para gloria de Él y para bendición de nosotros porque siempre vamos a estar aprendiendo algo.

Siempre de todo ese proceso Dios va a sacar gloria, honra, bendición y Él va a ser glorificado en esa energía que se desprende de nuestros esfuerzos en la jornada mientras buscamos su perfecta voluntad. No hay pérdida para los hijos de Dios, en otras palabras, usted no pierde. Dios recicla todo lo que usted le suelta, Dios lo recicla y lo convierte en Gloria y Honra para su nombre.

Por eso, es que yo creo que como cristianos, tenemos que tener una fe grande. Tenemos que emprender cosas en el nombre del Señor, tenemos que ser atrevidos. Viva una vida creativa en el nombre del Señor.

Yo creo que de todos los seres humanos, el cristiano es el que más derecho tiene para subirse sobre la cuerda floja, ahí con una vara y comenzar a caminar ese camino de fe creyendo que Dios va a proveer. Porque yo se que tenemos abajo una malla. Si usted se cae lo único que va a hacer es pum, pum, va a rebotar de la malla, coge su vara otra vez, va a la escalera y se sube otra vez en la… siga. Nunca se va a romper la cabeza porque el Señor va a estar ahí. ‘Porque a sus ángeles mandará cerca de ti a que te guarden en todos tus caminos -dice la palabra- para que tu pie no tropiece en piedra’.

Lánzate en el nombre del Señor a una jornada. Si Dios te ha dicho ‘Mira, allá está la estrella’, sigue a la estrella, lánzate y camina por fe y atrévete. Tú eres como Don Quijote, vete a buscar tu destino. Vamos a vivir vidas creativas. ‘Vete de tu tierra y de tu parentela -dice- a una tierra que yo te he de enseñar’.

Tenemos que saber que Dios es el Señor y que cuando lleguemos a un callejón sin salida por un error, el Señor va a estar allí para decirnos “¡Ey! Coge esta ruta, ve por acá y yo te llevaré” Porque Él es glorificado, porque tiene que ser Él quien se lleve la gloria no nosotros, ¿Okay?
Así que yo los quiero invitar a que: confía en tu Dios, confía en el Señor. Aunque no tengas todas las cosas claras.

Esta es una narrativa tremendamente complicada. Podríamos estar aquí horas hablando de Herodes y la pregunta y como la gente reacciona en Jerusalén y el deseo de Herodes de matar al niño y los peligros que corrían los magos y mil cosas que no tenemos tiempo para elucidar. Y ahí estaban estos hombres, iba a decir estos tres hombres -pero no son tres, estos hombres y están metidos en esta cosa y…

¿Qué hubiera pasado si Dios no les revela que no vayan a dónde lo de Herodes? Herodes quizás hubiera matado al niño y lo hubiera matado a ellos también. Pero Dios los libró, se les reveló y de un sueño. Entonces, entienda esto, que Dios va a estar contigo donde quiera, en todo ese proceso. Dios va a estar contigo.

Esta mañana yo pensaba ¿Por qué Dios no será un poquito más consecuente con nosotros y por qué no dejó esa nieve para el lunes o el martes? ¿Por qué tiene que dejar que sea el sábado en la noche? You know? Y yo digo, ¡guau! La verdad que hay tanto misterio en la vida. ¿Por qué muere un niño en una familia cristiana a los dos años, cuando están enamorados y adoran ese niño y entonces el Señor se lo lleva?

¿Por qué hay un accidente y una persona noble y buena choca y se muere y por qué nosotros que estamos sirviendo al Señor, hay un fracaso financiero y perdemos la casa a pesar de que oramos que el Señor no se la llevara? You know? Esa es la vida cristiana. Es una jornada llena de situaciones pero Dios está en todo porque evidentemente Dios estaba en esto.

Lo que podemos hacer en la jornada de fe es dar pasos de fe aunque llueva, truene, ventee aunque vengan gigantes, aunque haya accidentes, aunque haya divorcios, aunque haya perdidas de casa, aunque haya enfermedades no esperadas. Sigue dando un paso de fe delante del otro porque Dios sabe el detalle, Dios sabe la jornada.

Un día tú vas a ver a Cristo tal y como necesitas verlo, cara a cara le veras, y todos los detalles de la jornada quedarán atrás, no importará ya nada lo que tú hiciste, lo que no hiciste. Ya verás como verás como Dios te ve. Un día conocerás como eres conocido. Mientras tanto lánzate a la jornada. ¿Amén?

Amén.

Comencemos la jornada. Amén. Vamos a comenzar la jornada de fe y sigamos la jornada porque a Dios le interesa mucho que demos ese viaje. ¿Amén?

Padre gracias. Gracias por tu palabra, gracias por tu invitación a tomar la jornada de la fe. Padre ¡qué bueno es saber que Tú eres tan misericordioso! ¡Tan amante, tan bueno, tan hermosamente paciente con nosotros! Me da gran gozo saber que yo no tengo que tener todas las cosas planchadas y conocer todos los detalles y tener todo bien arreglado porque Tú tienes misericordia. Eres un Dios bueno y Tú buscas los deseos de nuestro corazón.

Yo bendigo a mis hermanos y hermanas y te pido que seas con cada uno de nosotros, que nuestra jornada te traiga gozo. Eso sí, Señor, que te traiga deleite al Tú mirar desde tu cielo y ver nuestro caminar aquí en la Tierra.