Honraré a los que me honran

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Hoy día el Señor me dio una introducción, unas preguntas, una serie de preguntas, el Señor me habló a mi alma a través de esto. Y es raro que yo comparta con ustedes palabra por palabra algo que sentí de parte del Señor, me dio pero me permiten hacerlo en este momento porque no quiero perder ni una gota del sentido de Dios en esto. Amen.

Y sentí que el Señor me daba para preguntarle a su pueblo, para que juntos le preguntemos al Señor como un gesto profético y lo profético será un tema en toda esta palabra que vamos a compartir hoy. Y la pregunta es así; ¿qué habría pasado a esos tiempos cuando Dios hablaba a reyes y líderes a través de sus profetas? Cuando los reyes oían la voz de los profetas de Jehová y temblaban, cuando Dios se sentaba como rey soberano sobre la faz de la tierra, ejecutando sus propósitos divinos, poniendo y quitando reyes, creando y desmoronando gobiernos de acuerdo a su agenda divina. ¿Qué habría pasado, qué habrá pasado en esos tiempos? Nada dice Jehová. Vivimos aún en esos tiempos.

Esos tiempos no han cesado, Dios sigue hablando, Dios sigue usando su pueblo y por más que se rebelen contra él, Dios sigue siendo rey. Amen. Mis hermanos, antes de entrar en esta palabra y este es el hecho, que Dios aún habla a través de sus profetas y de una forma clara y de una forma que muchas veces nos asusta y tal vez hasta nos choca cuando es palabra de Dios. Y como un ejercicio de eso hemos traducido, yo traduje con ayuda de una de las hermanas del ministerio de traducción, una palabra profética que el Señor le entregó al hermano Chris Atow, que dirige la casa de oración aquí en la iglesia diariamente. Tal vez la mayoría de ustedes ni siquiera, a menos que ustedes se integren al ministerio de inglés, ni siquiera lo conocen. Pero el Señor le entregó esta palabra y yo tengo dos palabras de cautela antes de leerles esta palabra.

Primeramente, especialmente en la luz de estos días, es más, especialmente a la luz de este día que hay elecciones en Massachusetts, nosotros somos capaces de oír estas palabra en forma política. Y hermanos, yo les suplico que no lo lean así, será muy difícil no leerlo así, y ese es el punto. Dios está dirigiendo esta palabra, no a un partido político, y no a un mover político, sino él está dirigiendo esta palabra a su pueblo. Esto es como si fuera una carta escrita a la iglesia de Jesucristo y hermanos, eso es un punto. A usted, al nosotros entrar en esta casa, esta casa, llamada por el nombre del Señor, quitamos nuestra etiqueta de demócrata, quitamos nuestra etiqueta de republicano, y nos ponemos una etiqueta mucho más honrada, somos cristianos, somos el pueblo de Dios.

Y esta palabra es dirigida a los oídos del pueblo de Dios, pues esta es la primera palabra de cautela. Intenten oír esta palabra a la luz de lo que eres, un seguidor de Cristo. Número dos, esto se va a oír muy familiar, y ese es el punto, pero tengan en cuenta la fecha en que Dios le entregó esto al hermano Otto. El Señor le entregó esta palabra el día 20 de mayo del año 2008. 20 de mayo del año 2008. Y lee así:

“La casa de Elí no hay limitaciones, there are no longer any limitations. No hay limitaciones. Como el elefante encadenado a una estaca, te has imaginado limitado por lo que puedes hacer o no hacer. No hay cadenas, no hay limitaciones, puedes entrar a tu destino. La generación de los hijos de Elí ha terminado. Estoy a punto de iniciar una segunda revolución americana. Esta revolución restaurará el primer propósito de Dios para América. Este primer propósito fue usurpado por dioses falsos y una falsa religión. Hay leña seca en Nueva Inglaterra. Esta leña está a punto de explotar en un fuego feroz que arrasará toda Norteamérica. Será marcada por vitalidad espiritual, una teología sana, señales, prodigios y milagros, el gobierno de Dios….”

Ted Kennedy es señal del fin del gobierno del hombre, el fin del reinado de los hijos de Elí, el fin de hacer lo que mejor le parece en sus propios ojos. Su muerte desatará un nuevo espíritu de libertad, el fin de la resistencia al gobierno de Dios. Nueva piedad, nueva justicia, nuevo orden, nueva libertad. El Espíritu Santo comenzará a moverse en Massachusetts, habrá un cielo abierto sobre Boston Common, reuniones masivas se convocarán en Boston Common, iglesias apóstatas regresarán a la fe sana, habrá nuevos cánticos, una avivamiento de la cultura, esto se extenderá por toda la costa oriental del los EEUU. Lakeland, y la referencia a Lakeland es referencia a un avivamiento que se desató en el esto de Florida y el hermano Otto escribe aquí: Lakeland es una señal, solo un leve temblor.

Ahora oigan esto, el verdadero estremecimiento está por llegar, el estremecimiento, él escribió esto en el año 2008, el estremecimiento medirá 7 punto cero en la escala de Richter. Todo lo que puede caerse caerá. La generación de los hijos de Elí será enterrada viva bajo escombros y nadie vendrá a su rescate. Caída, caída está la casa de Elí, jamás se levantará. Una nueva revolución americana ha comenzado, libertad y justicia para todos, libertad y justicia para todos, libertad y justicia para todos.

Hermanos, ahora, aquí les ofrezco un breve mini estudio acerca de cómo interpretar una palabra profética y medir, será el Señor o no será. Primeramente hermanos, miremos, busquemos en la palabra, cuando usted oiga una palabra profética, yo les sugiero, yo les insto busquen primeramente coherencia interna. Y hermanos, el hermano Otto, en el año 2008, cuando él escribió esto nada de esto tendría sentido para él. El espíritu de los profetas está sujeto a los profetas, era imposible aunque él no vio esto, él no lo vio. Dios lo vio. Dios lo vio.

Era imposible que en esos momentos uno pueda en Massachusetts imaginar lo que se está llevando a cabo hoy. Aún en mayo del 2009 era imposible imaginar lo que se está llevando a cabo hoy en Massachusetts. Y era súper imposible imaginar un terremoto y predecir por así decirlo, con exactitud la escala del temblor. ¿Y saben lo que eso me dice, mis hermanos? Nosotros como dijo el Apóstol Pablo, nosotros vemos por un espejo oscuro, nosotros vemos estos eventos, vemos una elección que, vemos un terremoto en Haití que nos parte el corazón y nos debe partir el corazón, ¿y tenemos una idea qué tendrá Dios en mente con esto? ¿Qué quiere Dios con esto? ¿Qué propósito tendrá Dios con esto? Vemos estas elecciones que se están llevando a cabo hoy que de nuevo León de Judá, esta ciudad se encuentra en el epicentro de un mover y toda la nación, y todo el mundo se ha enfocado en una elección local, casi privada, sin significancia, por así decirlo, y pensamos, tiene que ver algo el uno con el otro pero no estamos seguros qué. Nosotros vemos piezas como en un rompecabezas y no lo vemos todo. Dios ve coherencia. Dios ve propósito.

Pero el punto que quiero llegar, mis hermanos, es esto, simplemente esto: Dios ve. Él ve. Él sigue viendo. Él sigue viendo y él sigue hablando. Y sigue revelándose a su pueblo. Primeramente veamos esto, sería, y yo creo que el hermano Otto, el Señor lo movió a escribir la fecha por una razón y guardarlo. Y él mismo se olvidó de eso, hasta que él dijo, el viernes, ¡caramba! Esto se oye familiar. Y él desenterró esta palabra y la difundió.

Ahora, lo próximo que deberíamos hacer con una palabra así es pasarla por el cedazo de la palabra del Señor. Habrá consistencia bíblica con esta palabra. Lo que él está, por más, y hermanos, yo no les culpo si esta palabra, partes de esta palabra les son difíciles de oír, chocantes aún. Puede ser que choque con su entendimiento de Dios y su gracia y su misericordia. Puede ser que choque con sus ideales políticos y yo les advertí, no oír la palabra así. Puede ser que choque con muchas cosas, pero hermanos, las palabras de Isaías fueron chocantes.

En contexto, hay como, ustedes saben el Senador Ted Kennedy, ocupó su puesto en el Senado casi 40 años, y era un puesto, él era uno de los senadores más influyentes, más significantes del Senado americano. Y por cierto, en un país de casi 300.000 almas, el Senado se compone de cien personas. Aparte de la presidencia de los EEUU es el cuerpo más poderoso que existe, es la legislatura americana. Y él era uno, entre ellos él era uno de los senadores más poderosos. Él falleció y el estado de Massachusetts tiene la responsabilidad de nombrar un senador para que ocupe ese lugar. Y por meses yo creo que estos son hechos, por meses se entendió que francamente un demócrata lo heredara y tal vez aún lo hará, todavía no sabemos cuáles son los resultados. Pero esto será un guiso, por así decirlo, para el candidato demócrata, que un republicano, cambios así, era imposible.

Y de momento surge casi de la nada, solamente las últimas dos semanas un candidato republicano que hasta los otros días nadie había oído de él, ahora ha corrido una candidatura fuertísima y es el favorito para ganar este puesto. Y esto ha desatado un temblor por así decirlo, en el establecimiento político en Washington DC y tiene repercusiones nacionales. Ahora, ¿qué quiere decir esto? ¿Y qué quiere Dios con esto?

Y hermanos, el pastor dijo el domingo, y yo hermanos, yo lo respaldo, francamente, esto no tiene que ver…, oigan bien, esta palabra no se dirige a un candidato u otro, se dirige a su pueblo. Y algo que Dios está desatando en su pueblo. Y como dijo el pastor el domingo, la candidatura de cualquiera de estos dos es problemática y si quieren yo les puedo explicar, después de este mensaje los detalles de por qué un candidato u otro son igual, tienen sus problemas.

Pero el gesto aquí es esto, y el mensaje yo creo es este: el hombre no puede hacer conjeturas de su poder. Y que Dios tiene la autoridad de quitar y de poner lo que Dios ha decidido quitar y poder. Ahora, él hace referencia a la casa de Elí, ¿de qué estará hablando el Señor? Vamos ahora a primera de Samuel, capítulo 2, comencemos a leer desde el versículo 21 y vean, ustedes verán un contraste.

“… Y visitó Jehová a Ana, esto es Primera de Samuel, capítulo 2, versículo 21, y visitó Jehová a Ana y ella concibió y dio luz a tres hijos y dos hijas y al joven Samuel, su primogénito quien ella había entregado al Señor para que sirva como sacerdote, el joven Samuel crecía delante de Jehová, pero Elí era muy viejo y oía de todo lo que sus hijos hacían con todo Israel y como dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión, y les dijo: por qué hacéis cosas semejantes? Porque yo oigo de todo este pueblo vuestros malos procederes. No, hijos míos, porque no es buena fama lo que yo oigo, pues hacéis pecar al pueblo de Jehová. Si pecare el hombre contra el hombre, los jueces les juzgarán, más si alguno pecare contra Jehová, ¿quién rogará por él? Pero ellos no oyeron la voz de su padre….”

Fíjate, su padre no los quitó, los reprendió pero no los quitó. “…..Pero ellos no oyeron la voz de su padre porque Jehová había resuelto hacerles morir. Y el joven Samuel iba creciendo y era acepto delante de Dios y delante de los hombres….”

En los versículos siguientes uno lee que “…. un profeta de Jehová se acerca a Elí, el sacerdote en esos días, y le dijo; sus hijos morirán y toda tu casa, la casa de Elí será maldecida y aunque seguirán en función como sacerdotes, serán marginalizados y ya no tendrán acceso a mi presencia y vivirán de desgracia en desgracia….”

Es la palabra que el Señor muchos años antes de que se cumpliera, el Señor le dio al profeta Elí, y el profeta incluye estas palabras en el versículo 30 en esta profecía de este hombre anónimo, este profeta anónimo, le dice a Elí, “….por tanto Jehová, el Dios de Israel dice, yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mi perpetuamente, más ahora ha dicho Jehová, nunca yo tal haga porque yo honraré a los que me honran…”

Digan conmigo, porque yo honraré a los que me honran y los que me desprecian serán tenidos en poco. Amen.

Ahora, viendo la palabra que el Señor le dio al hermano Otto y viendo ahora esta palabra, qué podemos sacar de esto? Qué es la aplicación? Y yo les sugiero estas tres cosas, hermanos, primeramente, yo creo que esto es lo primero que el Señor quiere en esta tarde sobre todas las tardes, en Massachusetts, y que oiga el pueblo que esté oyendo, dondequiera. Yo recibí hoy textos de Pensilvania, amigos allí, de Florida, amigos allí, todos están siguiendo esto, están mejor enterados aún que nosotros. Y el Señor declara esto, a esta generación, reciban esta palabra de Dios y todo el que me escucha, las tierras es gobernada por un rey soberano. La tierra es gobernada por un rey soberana y él honrará a los que lo honran, incluyendo nuestros políticos. Qué quiere decir esto? Hermanos, una de las reacciones que tal vez usted tenga, y yo creo que justamente es esto; el senador Kennedy hizo mucho bien, usted dirá, y yo no lo contradigo, el senador Kennedy tal vez hasta intervino en su caso de inmigración, él ha hecho eso. Pero eso tampoco contradice esta palabra y tampoco contradice la palabra profética del hermano Otto. Porque no es que hagan bien o dejen de hacer bien, la idea es esta; estarán mi corazón y mi agenda, y mis propósitos en línea con la agenda y los propósitos del rey soberano de toda la tierra, Jehová Dios de los Ejércitos?

Saben, el rey, ejemplos aquí, el rey Herodes, en la historia el rey Herodes tiene fama de ser un rey, créelo o no, que hizo mucho bien. El templo a donde se sacrificaban las pascuas, eso fue hecho, eso fue ejemplo del trabajo del rey Herodes. El rey Herodes restableció el templo, el rey Herodes estableció ciudades fortalecidas, el rey Herodes hizo mucho trabajo de infraestructura, pero aún así el Señor lo condenó. Y esa es la idea. Dios no tiene favoritos, sean demócratas o sean republicanos. El político demócrata que va delante de la presencia del Señor y dice, he aquí tu siervo, háblame y úsame. Ese político será bendecido. Dios estará con él. Dios le abrirá puertas.

En este momento en que está viviendo, y esa es la palabra que declara el hermano Otto, el gobierno de Dios, Dios lo respaldará y lo iluminará, no tiene que ver con el partido, y también el Señor sabe reprender, partido o sin partido. No reprendió él a David? Y lo castigó? No puso él a Saúl y cuando tuvo que destituir a Saúl lo hizo? No puso él un Salomón y le dio sabiduría como cualquier otro hombre, pero cuando le tocó separar y quitar la gran parte del reino de los herederos de Salomón, no lo hizo Dios? ¿No cubrió él al Rey Usías, que era hasta el momento que él se desvió de la agenda de Dios, hasta ese momento, no lo cubrió de lepra y lo separó de su presencia y de u reinado? Y cuando le tocó entregar a Israel a un exilio, por su falta de caerse de acuerdo con la agenda de Dios, no lo permitió Dios. Y Nabucodonosor, que era un rey pagano, el Señor ¿no lo humilló delante de su presencia? Y en el momento que él reconoció a Dios como el Dios del universo, ¿no lo puso de nuevo en su poder y lo bendijo? Un rey de Babilonia. Y cuando le tocó al Señor cumplir su palabra y sacar a Israel de manos de Babilonia y Persia, ¿no encontró el Señor su mano y de donde estaban ellos, los arrancó del cautiverio y los estableció en su lugar de nuevo y los bendijo y los movió en su poder?

El punto es este, nuestro Dios es rey. Y está en el negocio de quitar y de poner, de bendecir y de maldecir y de honrar a los que lo honran. Y esta es la segunda aplicación, mis hermanos. Pueblo de Dios, hermano, si usted supiera, y esto es el propósito de esta palabra que trajo el hermano Otto, saben, si ustedes supieran lo exaltado de su papel. La iglesia de Jesucristo es un órgano profético, la iglesia de Jesucristo canaliza el poder de Dios sobre esta tierra. La iglesia de Jesucristo está en este lugar para difundir y medir, ustedes son los Ezequieles, los Jeremías, los Isaías. Y qué quiere decir eso, hermanos?

En esta semana sobretodo, está buscando algo qué hacer, cómo dirigir sus oraciones en esta semana? Busquemos, busquemos, mis hermanos, el favor de Jehová. Busquemos deleitar a Jehová. Hermanos, primeramente y esto es en círculos concéntricos, comience con su corazón, comience con su constitución interna y pregúntate al nivel de tu corazón y mente, está mi vida, está mi corazón, está mi mente, está mis finanzas, está mi familia, está mi propósito, estarán mis planes en línea con la agenda de Dios y lo que Dios quiere conmigo? Y besar la mano de nuestro Rey y hacer lo que él desea.

Porque el Señor tiene un propósito contigo y para ti. Eres un canal del poder de Dios. Y hermanos, cuando el hermano Chris hace esta declaración él está hablando de usted. Esas reuniones masivas, anónimas, esa célula a donde usted se encuentra, esa decisión que usted hace en el recóndito de tu corazón, esa interacción que solamente el Señor lo ve y tu, todo eso le da poder al Reino de Dios. Busquemos, tenemos un Rey.

Hermanos, como ha declarado el pastor una y otra vez, aún cuando a nuestro alrededor parece que el juego está en contra de nosotros, mira, lo que está diciendo el Señor aquí a través de su palabra, los grandes y los poderosos del mundo, los reyes, los líderes, los presidentes, los congresistas, todos los otros, lo que nos creemos otra cosa somos perrillos, perdonen la comparación, pero perrillos que el Señor tiene guardado en una soga y esa soga está en su mano fuerte, su diestra y cuando el Señor tiene que jalar esa soga, él lo hace. Busquemos la gracia del Señor. Busquemos el favor de Dios.

Y por último hermanos, esta aplicación es dirigida específicamente al ministerio de hombres y estos tiempos y esta palabra. El hermano hablaba de una nueva revolución americana y al leer esto y compartiendo esta palabra con los otros pastores, con Greg yt con Omar, se me ocurrió esto, y hermanos, yo les invito a recibir esto aún como un nombre profético sobre ustedes. No tienen que cambiar su nombre, hombres en crecimiento, gloria a Dios, lindo nombre, pero yo creo que el Señor les tiene un nombre profético y es esto: hijos de libertad. Sons of liberty.

Eso es directamente, ¿saben qué? Esto es directamente de la historia americana, oyó? La revolución americana. Yo soy un estudioso de la revolución americana. Deme dos minutos aquí. Saben ustedes el milagro que fue la revolución americana y lo imposible que era esa cosa? No éramos doce estados, éramos doce colonias. Sabe lo que era una colonia? Son países pequeños soberanos, separados, con distintas culturas y distintas agendas. Batallando lo que era la combinación de los Estados Unidos y Rusia del mundo, en el año 1775. Era un milagro, era una imposibilidad que ganara esa revolución. Saben cómo comenzó? Comenzó 30, 40 años antes en algo llamado el Gran despertar, el Gran despertar. Esa revolución comenzó en los púlpitos de los Estados Unidos, en las predicaciones de hombres así como Cotton Mather, Jonathan Edwards, George Withfield, y el Señor recordándose de su pacto con los peregrinos que llegaron aquí, y el momento que ellos llegaron aquí, mis hermanos, eso es otra historia, no crea usted que todo le fue fácil.

Hubo resistencia, ya Satanás estaba allí esperando a los peregrinos aquí. Hubo batallas aquí, batalla teológica, separaciones, era una guerra espiritual desde el momento que ellos llegaron aquí. Y parecía que ese experimento iba a desmoronarse. Pero el Señor comenzó a decir, yo tengo un propósito con este país, ustedes no son poca cosa, yo voy a hacer algo nuevo a través de ustedes, yo voy a hacer algo que nadie puede imaginar. Y usando a estos hombres de Dios para traer esta palabra. Y estos hombres, estos hijos de libertad, que nunca habían conocido… la ironía es que ellos nunca habían conocido la libertad. Así como tal vez ustedes. Estamos anhelando algo que nunca hemos visto, estamos anhelando algo que nuestros padres no han visto, estamos anhelando una tierra que no hemos habitado, pero que Dios nos lo ha prometido.

Y los profetas del Señor, los Roberto Miranda del mundo, perdonen que el pastor está aquí, pero sí, los George Withfield, los Jonathan Edwards, los Roberto Miranda, y el Señor…, ustedes ven el patrón? El Señor levantando ministros y Apóstoles para pregonar la palabra de Dios , domingo tras domingo. Eran tan peligrosas esta gente que los ingleses llamaban a los pastores ese día, la brigada negra de la revolución americana. Negra por las cotonas de un pastor cuando predicaba.

Y hombres comunes, sin ningún trasfondo político o militar comenzaron a oír esta palabra, oír esta palabra, digerir esta palabra, hablar entre sí y ellos comenzaron a preguntarse entre sí, será posible? Será posible? Podrá Dios hacer esto? Nos atrevemos a creer la palabra de Dios, nos atrevemos a arriesgar nuestras vidas para que esta visión se realice.

Mis hermanos, ustedes, nosotros estamos viviendo en esos tiempos. Y aunque la palabra es pregonada por voces apostólicas, es creída por corazones abiertos, creída por corazones listos para alinear sus propósitos con la agenda, con el propósito de Dios y no cansarse hasta que Dios realice y cumpla sus propósitos que a través de señales y a través de prodigios el Señor muestra que serán fieles y se cumplirán.

Lo que me dice la palabra que el Señor le dio al hermano Otto, y lo que me dice esta palabra de reflexión es que el ojo de Dios está sobre esta ciudad y sobre este pueblo. Y fíjate, si usted se atreve a creer la palabra del Señor, sobre usted, sobre sus hijos, sobre la generación de Samuel, como predicaba el pastor, que nos seguirá y heredará esta tierra y veremos los cielos abiertos sobre Boston Common, y veremos el Espíritu Santo moverse como nunca antes y veremos los reyes de este mundo inclinarse a la voz profética y preguntar cuál es propósito, cuál es el corazón de Dios para esta nación y para mi vida. Y esa es la herencia. Pueblo humilde para algo el Señor te trajo aquí y es para eso. Eres un revolucionario en el nombre de Jesús.

Pongámonos de pie. Esos músicos, les invito a que me acompañen de nuevo, esos adoradores. Yo les voy a invitar, hermanos, si ustedes sean como señal de rendirse y recibir, es más, comencemos levantando nuestras manos delante del Señor.

Oh my goodness. Como el pueblo de Dios que eres, un pueblo de sacerdotes y reyes. Yo estoy… saben lo que estoy mirando en este momento? Estoy mirando a reyes y sacerdotes. Reyes y sacerdotes que el Señor usa para ejecutar su propósito sobre esta tierra. El Señor te ha separado para eso. El Señor te ha traído para eso. El Señor tiene eso para ti. Vivimos en días emocionantes y él es un Dios que levanta a los humildes para humillar a los poderosos, y eso eres tu. Tu eres vara en la mano de Jehová.

Estas reuniones martes tras martes, esas oraciones, hermano, que usted levanta a las cinco de la mañana, esas reuniones a las 10 y media los sábados, son hijos de libertad. Ustedes son hijos de libertad y por eso ustedes conocerán una libertad que nunca habían conocido en sus vidas, que sus padres no conocieron, que su linaje no había conocido, por esos sus hijos vivirán una libertad que no ha costado tener porque el Señor está contigo y porque él honra a los que lo honran. Y Señor, alíneanos, alíneanos, he aquí tus siervos somos, ovejas de tu prado, tu rebaño, la vara en tus manos, tu voz, Señor, tu megáfono, Maestro, para pregonar tu palabra, Señor, alíneanos con tu agenda. Alíneanos con tu propósito, alíneanos, Señor.

He aquí tus siervos, he aquí tu siervas, he aquí tu pueblo, he aquí, Señor, mi vida es tuya, mi corazón es tuyo, mi mente es tuya, mi bolsillo es tuyo, mi casa es tuya, mi apartamento es tuyo, mi coche es tuyo, mi profesión es tuya, mis anhelos son tuyos, mis planes son tuyos, la matrícula de mis hijos es tuya. Señor, los sueños bellos son tuyos, todo lo que soy yo es tuyo, una extensión de tu gloria, tuberías, Señor, para canalizar tus planes, cablería para que tu toques y tu electricidad, tu vida, tu sangre corra a través de Nueva Inglaterra levantando un pueblo, levantando, Señor, huesos secos y dándoles piel y propósito y voz y armándola para la gloria de tu nombre. Es lo que queremos es tu gloria y juntos te declaramos como Rey, juntos te declaramos como Rey. Juntos declaramos que tu eres soberano sobre la faz de la tierra y que tu palabra es ley y tus edictos no serán cancelados porque son poderosos y eternos y nos cedemos a ello, Maestro, en el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús. ¡Aleluya! Gloria al nombre de Jesús. Praise the Lord.