Cuando desciende el rocío, el maná desciende con él

Transcripción

Permítame en esta mañana hacer de una manera muy general y muy a groso modo un poquito de la historia del libro de Oseas. La situación la vamos a enfocar unos 200 años desde el momento en que Oseas profetizó. Antes de Oseas, 10 de las 12 tribus de Israel se habían separado del reino davídico. Y estas 10 tribus que se habían separado habían hecho su propio reino y el dios que tenían era un becerro de oro. Dios envía a Elías, envía a Eliseo, envía a Amos para que el pueblo regrese a los caminos de Dios.

Pero ellos en lugar de eso cada vez entraban más en la idolatría. Cuando Dios envía a Oseas, a Oseas le toca vivir la época del rey Jerobeam II y le toca vivir una época en Israel donde el pecado estaba por encima. El pueblo de Israel tenía una decadencia total en todas las áreas, y en todas las esferas de su vida. Tenía decadencia política, tenía decadencia religiosa y tenía decadencia social.

Oseas significa salvación. Y por dirección de Dios Oseas se casa con una mujer llamada Gomer y no le va muy bien con ella. Tiene que vivir por parte de ella una serie de infidelidades. Y entonces Oseas mira en su propia vida lo que es la infidelidad como la estaba viendo Dios en el pueblo de Israel. Pero Oseas también experimenta lo que es el juicio de Dios, la misericordia de Dios y el amor perdonador de Dios.

El libro de Oseas está dividido en cuatro partes. La primera parte que va del Capítulo 1 al 3 se habla de toda la infidelidad de Israel. Del 4 al 7 nos habla de los pecados de Israel. Y del 7 al 10 nos habla de los juicios. Pero del 11 en adelante en este libro nos habla del amor, de la misericordia de Dios y de cómo Dios les está diciendo que él es lo único que necesitan y de las promesas que les está haciendo. En todo el libro de Oseas vamos a ver mucho juicio pero también vamos a ver el amor perdonador de Dios.

Oseas insiste continuamente durante todo el libro en el amor perdonador de Dios. por eso a él se le llamó el profeta del amor del Antiguo Testamento. Oseas además de ser un profeta era un maestro. Y entonces él usa muchos símbolos para poder dar ejemplos de las cosas. Y en el Capítulo 4 vemos cómo él usa una gran simbología para manifestar cuál era la situación del pueblo de Israel.

Y entonces nos habla de la nube de la mañana. Y al hablarnos de la nube de la mañana lo que nos está diciendo es que hoy estamos y mañana ya no. eso le quería decía él al pueblo de Israel, que la vida era un momentito. Y en el Nuevo Testamento vemos en el libro de Santiago que nos dice lo mismo, que nosotros somos como hierbas del campo, que hoy estamos y mañana no. y que por eso le tenemos que decir al Señor cuando hacemos planes, si tu quieres iré a tal lugar.

Y también Oseas usa como símbolo una tarta a medio cocer. Porque le está queriendo decir al pueblo de Israel que ellos son como que no profundizan en lo que es su religión, no profundizan en nada, son superfluos y también a nosotros en el Nuevo Testamento qué nos dice el Señor? Nos dice que no seamos tibios, que seamos fríos o calientes pero que si somos tibios nos va a vomitar de su boca.

Lo que nos está diciendo es que no quiere cristianos de a domingo. Quiere cristianos de verdad. y el libro de Oseas también utiliza como símbolo la paloma, porque con esto estaba él explicando que el pueblo de Israel era voluble. No era estable, hacían alianzas políticas como les convenía. También Dios nos está diciendo a nosotros que nosotros estamos en el mundo pero no somos del mundo. Y que nosotros tenemos que ser luz para que ellos se conviertan a nosotros y no nosotros a ellos. Y que tenemos que tener mucho cuidado con las alianzas que hacemos, alianzas matrimoniales, alianzas de trabajo.

Y también Oseas, utiliza como símbolo un árbol. Y con eso está simbolizando que cualquier dependencia que haya que no sea la de Dios es inestable. Dios quiere que usted y yo dependamos única y exclusivamente del Dios verdadero. Y nos va a llevar situaciones en nuestras vidas en las cuales no vamos a tener más que depender totalmente de él.

La dependencia absoluta de Dios se reconoce dependiendo absolutamente de él. Y para eso muchas veces tiene que quitar otras dependencias, otras cosas de las que no estamos agarrando. Todos los libros de los profetas menores tienen tres tipos de enseñanzas, tienen una enseñanza histórica porque lo que está avalando el libro era una enseñanza que cubría una necesidad inmediata, una necesidad del pueblo en ese momento. Otra enseñanza es una enseñanza profética. En estos libros siempre se profetiza lo que va a suceder en el futuro, sea de juicio, sea de misericordia de Dios. y tienen también una enseñanza práctica, una enseñanza práctica para ellos pero práctica para nosotros también el día de hoy.

Yo quisiera por favor la siguiente transparencia. Yo quiero que usted vaya conmigo al libro de Oseas, en el Capítulo 14 y me busque por favor el versículo 5. Dice así:

“…Yo seré a Israel como rocío, él florecerá como lirio y extenderá sus raíces como el líbano. Se extenderán sus ramas y será su gloria como la del olivo y perfumará como el líbano. Volverán y sentarán bajo su sombra, serán vivificados como trigo y florecerán como la vid. Su olor será como de vino de líbano…”

Estas son las promesas que Dios le hace a Israel diciéndole que lo único que necesitan es a él. Y esto es para nosotros también el día de hoy. Porque usted y yo lo único que necesitamos verdadera y exclusivamente es a nuestro Dios. y así como acabamos de ver la historia de Israel usted y yo tenemos una historia y algunas historias son más bonitas que otras, otras son más largas, otras son más cortas y siempre cada mujer creemos que la historia nuestra es la mejor. La historia es la más bonita y si es trágica, la más trágica.

Pero cuando oímos otras nos damos cuenta que no es así. En el Capítulo 4 de Oseas usted va a encontrar que nos habla que él quería traer al pueblo de Israel con cuerdas de amor, con lazos de amor. Y usted y yo fuimos atraídas a él con cuerdas de amor. Algunos nos tuvo que tirar la cuerda un montón de veces, y cada vez que nos tiraba la cuerda, la cuerda tenía que ser más gruesa, ya parecía de aqueos. Y algunos de nosotros la cuerda de amor nos las tuvo que apretar tanto, tanto, tanto que dolía la cuerda, pero al fin ganó él y por eso es que estamos aquí. Pero ya que estamos aquí traídos por cuerdas de amor, porque por muy gruesa que haya sido la gruesa, por muy dolorosa que haya sido la cuerda a través de la cual venimos al Señor, era una cuerda de amor.

Y ahora lo que tenemos que tener cuidado es de no zafarnos de esa cuerda de amor. El pueblo de Israel se zafó de la cuerda y agarró su camino. Y sabe que zafarse de la cuerda de Dios es muy fácil. Zafarse de un tirón tal vez cuesta, pero la manera más fácil de zafarse de las cuerdas en que Dios nos tiene atados es poquito a poquito. Cuando a uno lo atan, no sé si a usted jugando o algo lo han atado alguna vez, se ha fijado que uno empieza a moverse así y la cuerda se va zafando. Y cuando un día no buscamos a Dios, y otro día tampoco porque estamos muy cansadas, hay mucho trabajo, hay muchas cosas que hacer, hoy no leemos su palabra porque… mañana, hoy la cabeza no me da para eso. Y mañana tampoco leemos la palabra, mañana menos nos va a dar la cabeza porque le cuento que el cerebro si no lo usamos, se entumece. No son los años los que envejecen el cerebro, es cuando no lo usamos, cuando se envejece.

Y hoy tenemos un pecadito pero… una mentirita y un chismito, pero como es tan chiquito no se lo confieso al Señor si total… y mañana otro, y pasado otro, y cuando venimos a sentir estamos zafadas de las cuerdas del Señor. Cuando venimos a sentir empezamos a irnos por nuestro propio camino, ya no estamos atadas a él.

Aquí Oseas nos habla simbólicamente del rocío. Y qué es el rocío? El rocío son las gotas del mar que se han quedado impregnadas como gotas de agua sobre las hojas después de una noche fresca. Y me llama muchísimo la atención, mire en la figura cómo las gotas se quedan ahí impregnadas. Y son unas gotitas transparentes y Dios le estaba diciendo a Israel a través del rocío que Dios sería para ellos como un rocío, que la gracia de Dios sería para ellos como un rocío, que los iba a refrescar, que los iba a vivificar.

Y Dios nos está diciendo también el día de hoy que él es para nosotros como un rocío que refresca, como un rocío que vivifica cuando usted y yo estamos sedientas, cuando usted y yo estamos en el desierto, cuando usted y yo no creemos ya en nada ni podemos hacer nada, entonces viene el rocío de Dios, se impregna sobre nosotros y nos da esa frescura.

El rocío de Dios está simbolizando aquí el amor poderoso de Dios. y si usted tiene su Biblia busque por favor Deuteronomio Capítulo 32 versículo 2. Es el cántico de Moisés que dice así:

“… Goteará como la lluvia mi enseñanza, destilará como el rocío, como la grama y como las gotas sobre la grama…”

Y vaya también al salmo 72:6, dice así:

“…Descenderá como la hierba cortada, como el rocío que destila sobre la tierra…”

Nos está hablando de su amor poderoso. Pero el rocío de Dios también simboliza el maná que usted y yo necesitamos. Vaya por favor a Números 11:9, dice así:

“…Y cuando descendía el rocío sobre el campamento el maná descendía con él…”

El Maná era lo que alimentaba al pueblo y el rocío venía con él. El rocío aquí está significando el alimento que Dios nos da. Y sabe que la palabra de Dios es el alimento que él nos da. Y nosotros somos los que debemos de comer ese maná, comer ese alimento que viene junto con el rocío que Dios nos da, junto con el refrescamiento que Dios nos da, está la palabra que significa el alimento.

Y el rocío también significa la bendición de Dios. si usted va por favor a Génesis, Capítulo 27, versículo 28, va a encontrar que cuando Jacob bendice a Isaac, mire lo que le dice Jacob bendiciendo a Isaac:

“…Dios pues te de del rocío del cielo y de la grosura de la tierra, y de la abundancia de trigo y de mosto…”

Lo está bendiciendo con todo tipo de abundancia. Y sabe que Dios nos bendice a nosotros con todo tipo de abundancia. Y mire, si usted va también por favor acá, dice así, cuando Moisés va a morir él le da una bendición a las 12 tribus, y miren la bendición que Moisés le da antes de morir a las 12 tribus:

“…Serán tierra de grano y de vino y también sus cielos destilarán rocío…”

Si se da cuenta, cada vez que Dios nos habla de abundancia, cada vez que Dios nos habla de darnos algo, nos está hablando de darnos el rocío. Y si usted va a Números 11:9 va a ver aquí también lo que dice:

“…Y cuando descendía el rocío sobre el campamento el maná descendía con él…”

Y mire cómo el rocío simboliza también la provisión de Dios. Vaya a Éxodo Capítulo 16, versículo 13, mire yo sé que voy muy rápido con… quizás creo que tengo que detenerme más. Quiere que le repita todas las Escrituras? Voy a terminar esta parte y le voy a repetir todas las Escrituras, no para que las busque sino para que se las lleve a su casa y usted las busque en su casa, de acuerdo? Si yo me detengo y dejo que las busque no las va a buscar en su casa, Éxodo, Capítulo 16, versículo 13:

“…Y venida la tarde recibieron codornices que cubrieron el campamento y por la mañana descendió rocío en derredor del campamento…”

De nuevo tenemos el rocío relacionado con la abundancia y con la provisión de Dios. El rocío de Dios también significa la revelación de Dios. En el libro de Jueces, en el Capítulo 6, en el versículo 36, Gedeón le pide a Dios que como una señal de que él quiere estar seguro si el pueblo va a ser destruido por las manos de él, le de como señal que el rocío caiga sobre el vellón. Viene Dios y se lo concede. Aquí el rocío lo que está es revelando la voluntad de Dios. eso lo va a encontrar usted en Jueces, Capítulo 6, versículo 36 que dice así:

“…Pide a Dios que si el rocío está sobre el vellón él sabrá que entenderá que salvaré a Israel por su mano como ha dicho…”

Y el rocío también significa el poder de Dios. Cuando Dios le da dominio al rey David entre todas las palabras que le dice, le dice estas:

“…Tu tienes el rocío de tu juventud…”

Así es que mi hermana, el rocío también nos juvenece. Yo creo que eso es suficiente para que le pidamos a Dios cantidades a diario. Si a usted se le olvida todo lo demás que el rocío nos da, acuérdese de eso y que eso nos sirva para pedírselo a diario, cuando nos ponemos la cremita que nos de el rocío que rejuvenece.

Le voy a leer las Escrituras para que usted las tome si quiere, ya? Deuteronomio 32:2, salmo 72:6; Génesis Capítulo 27, versículo 28; Génesis Capítulo 33, versículo 28; Jueces Capítulo 6, versículo 36; Números Capítulo 11, versículo 9; Éxodo Capítulo 16, versículo 13.

Y para resumirle a usted el rocío nos refresca con el poderoso amor de Dios. el rocío nos da abundancia. El rocío nos da provisión. El rocío simboliza también la bendición de Dios, el rocío simboliza el poder de Dios.

Si usted mira ahí, hay un lirio. Es que el rocío nos embellece. Esta foto la tomé un día antes de venirme y la tomé en la casa de una amiga. Los lirios son unas flores que hay blancas y hay rojas y los lirios se abren así como unas campanas porque tienen 6 pétalos. Y la palabra de Dios usa mucho a los lirios, nos habla de los lirios del campo, que son los lirios blancos, pero también están los lirios rojos. Y cuando Dios le dice a Israel que ellos van a crecer como los lirios, les está hablando de un crecimiento hacia fuera, les está hablando de un crecimiento que se ve, les está hablando de un crecimiento que embellece.

Y mi amada hermana, usted y yo tenemos que ser como esos lirios que crecen y como esos lirios que se embellecen cada día más. La palabra de Dios nos manda que nosotros cada día debemos de crecer para llegar a la estatura del varón perfecto, y para tener la plenitud de él. Y cuando usted y yo vamos creciendo verdaderamente en los manos del Señor, el crecimiento se tiene que ver.

Y sabe cómo se tiene que ver? Con nuestras actitudes, se tiene que ver con lo que hablamos, se tiene que ver con lo que hacemos, se tiene que ver no solo con lo que decimos sino las actitudes y el comportamiento que lo acompaña.

Y en este crecimiento de los lirios pasa algo muy especial. Son unas varitas muy, muy largas y cada bulbo de lirio puede dar hasta 55 bulbos más. Se reproducen de una manera tremenda. Tienen una multiplicación tremenda. Y sabe cuál es la multiplicación que Dios quiere que usted y yo tengamos? La multiplicación que Dios quiere que usted y yo tengamos es la multiplicación a través del ejemplo.

Y la multiplicación a través del ejemplo tiene que venir primero en nuestra casa. Y ese reproducción para que tengamos la belleza de lirio tiene que venir cuando nosotros empezamos a romper los patrones relacionales que tenemos. Todos en nuestra casa tenemos patrones relacionales. Qué les quiero decir con esto? Maneras de relacionarnos unos con otros. Y como ya son tan continuadas las traemos ya de tanto tiempo, ni siquiera nos damos cuenta si se están convirtiendo en patrones relacionales disfuncionales.

De repente viene un observador, en mi país hace dos semanas tuvimos elecciones. Llegaron observadores de todo el mundo, a qué llegaron estos observadores? Porque ellos veían detalles pequeños y sabe que usted y yo tenemos un observador que está todo el tiempo viendo aún los detalles más pequeños. Y ese observador quiere que usted y yo rompamos esos patrones relacionales, maneras de hablarnos, maneras de contestarnos, porque si no nos damos cuenta pueden llegar a ser disfuncionales y se reproducen.

De repente vemos a los hijos tratando al hermano de una manera, por qué lo tratas así? Y si nosotros nos viéramos en un espejo, nos vamos a dar cuenta que nosotros nos estamos tratando así. Muchas veces si queremos conocer como somos veamos cómo se están comportando nuestros hijos. Al fin y al cabo de quien más han aprendido es de nosotros.

Y en ellos es muy fácil ver esos patrones disfuncionales pero en nosotros no. pero cuando usted y yo queremos crecer como el lirio para reproducirnos vamos a empezar a romper esos patrones. Y la manera en que vamos a romper esos patrones es primero dándonos cuenta que los tenemos.

Y cuando rompemos ese patrón es que yo empiezo a romper mi conducto, yo empiezo a romper mis estímulos o mis respuestas. Yo empiezo a comportarme de otra manera. Yo empiezo a contestar en otra forma. Y así el patrón se empieza a romper, pero la otra persona va a querer que ese patrón siga, continúe, pero si ya hemos vivido así tanto tiempo. Así somos nosotros, decimos. Así nos tratamos. Y uno dice, pero de veras? Sí, sí, ya nos acostumbramos. Dios no quiere costumbres. Dios quiere crecimiento. Las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas.

Cuando era niño actuaba como niño, ahora que soy adulto actúo de otra manera. Y cuando yo decido empezar a tener un estímulo diferente, empezar a tener una respuesta diferente aunque el otro al principio fuerce para que sigamos igual, si yo me mantengo el otro va a llegar un momento, o los otros van a llegar a un momento en que qué va a pasar? Ellos van a empezar también a contestar de otra manera, a dar estímulos de otra manera.

El patrón se ha roto. Yo crecí como persona y yo me reproduje porque estoy ayudando al crecimiento de ellos. Mis amados hermanos, el crecimiento nuestro es muy importante pero también tiene que haber crecimiento en nuestra familia. Cuando yo tomé esta foto de este lirio los lirios estaban unidos uno al otro de tal manera, porque se reproducen tanto que es así como un racimo precioso y cuando tomamos la foto, Dios habló a mi corazón y me decía que el perfume del lirio es algo que nosotros debemos exhalar. Pero que debemos exhalar el perfume de lirio no solo nosotros, que el perfume de lirio debe ser exhalado por toda la familia.

Sabe qué? Cada persona tenemos un humor diferente físicamente hablando. Pero cuando tenemos el aroma de Cristo, cuando tenemos el olor al Señor, y entramos en una habitación ese olor tiene que reflejarse. El aroma a Cristo tiene que llenar la habitación cuando tu entras. Cuando tu entras a trabajar, tal vez ahí hay tensión y aquella tensión que el cuchillo corta, pero cuando entra el aroma de Cristo, porque tu reflejas al Dios viviente, esa tensión tiene que quitarse porque el aroma de Cristo tiene que llenar toda la habitación.

Y cuando alguien muy perfumado se va, se va y deja una estela. Y cuando nosotros nos retiramos de los lugares no solo nosotros, sino que como familia esa estela de aroma a Cristo tiene que quedarse registrada. Ay, que bueno que ya se fue, ya viene otra vez. Si esas expresiones hay cuando llegamos a un lugar, es que no estamos reflejando el aroma del Señor. Pero cuando nosotros nos vamos de un lugar aún de la iglesia, que nos vayamos, lo que tiene que quedar reflejado es el perfume de Cristo, el aroma de Cristo que nosotros reflejamos.

Y cuando nosotros nos recordamos de una persona casi la olemos. Ay, cuando hablamos de alguien como que hasta el olor viene a nosotros. Y ese es el aroma que nuestros recuerdos deben de dejar en la gente, el aroma de Cristo. La belleza de lirio la encontramos en Mateo, en el Capítulo 6, versículo 28 y 29. Ahí se nos habla que el lirio crece entre espinos y se nos dice que ni aún la belleza de Salomón es tan linda y es tan grande como la belleza del lirio. Y a mí me llama mucho la atención que el lirio crece entre espinos. Y me llama más la atención que no habla que estos espinos rompen al lirio. Y muchas veces nosotros en lugar de ser ese lirio que crece entre espinos, porque si algo es difícil es a veces vivir entre espinos. Ay hermana, si usted conociera la familia que yo tengo, no hablaría del aroma de Cristo, pero aquí dice que el lirio crece entre espinos.

Y muchas veces los espinos no son de parte de los otros, los espinos son de parte nuestra. A veces parecemos el puercoespín. Sabe usted que es el puercoespín? Lleno de espinas. Espinas cuando hablamos, espinas cuando nos acercamos, espinas cuando tocamos, pero Dios quiere que usted y yo reflejemos la belleza de lirio y el aroma de lirio.

El lirio es mencionado en el libro de Cantares, en el Capítulo 5, en el versículo 13 dice:

“…Sus labios como mirra que destilan mirra fragante…”

Mi amada hermana, cuando usted y yo hablamos las palabras tiene que llevar el olor de la mirra fragante. Y Cantares, en el Capítulo 2, versículo 2 dice claramente_

“…Como lirio entre espinas es así mi amiga entre las dos ellas…”

Dios quiere que usted y yo seamos un lirio entre espinos. Y mire ahorita viene la parte que a mí me gusta. Ahí abajo hay una telaraña. El rocío tiene la capacidad de revelar las telarañas. Es tan bonito que se pone encima de las telarañas, mire ahí encima de las gotas de las telarañas se pone.

Y cuando nosotros lo vemos en la mañana vemos todas las telarañas que tejió en la noche, en la oscuridad, y que bueno que el rocío de Dios refleja sus telarañas y refleja las mías, porque le cuento que usted y yo tenemos un montón de telarañas.

Y lo hermoso es que las telarañas que nosotros tejemos Dios las conoce perfectamente. Dice en Job, en el Capítulo 34, en el versículo 21:

“…Porque sus ojos están sobre los caminos del hombre y ven todos sus pasos…”

Yo le quiero hablar de tres tipos de telarañas. Yo sé que hay más, pero le voy a hablar de tres tipos de telarañas porque son los más conocidos. Una telaraña se empieza a tejer poquito, ¿verdad? y cuando venimos a sentir, es una gran telaraña que no sabemos dónde empezó.

Y existe la telaraña de las cosas ocultas, pensamientos ocultos. Ha tenido usted pensamientos ocultos? Todo el tiempo. Ha tenido usted motivos ocultos? Intenciones ocultas? Deseos ocultos? Y ¿Saben qué? Los motivos ocultos nos llevan a pensamientos ocultos, a deseos ocultos, a intenciones ocultas, y finalmente a actuaciones ocultas delante de otros y delante de Dios.

Y siempre las cosas ocultas, los pensamientos, los deseos, las intenciones, van siempre entrelazadas como una telaraña con la mentira, porque como son ocultas, son mentiras. Estabas pensando tal cosa? No. Tenés ganas de tal cosa? No. viene la mentira y empieza toda una telaraña.

Sabe que cuando nos encerramos en la telaraña de lo oculto empezamos a tener dos o más personalidades. Y de repente la hermanita en la iglesia es preciosa y si alguien describe nuestro perfil, ay que linda somos. Pero vayamos con los de la casa a preguntarle cuál es nuestro perfil, y parece que estuvieran hablando de dos personas diferentes que se llaman igual. Por qué? Porque no nos hemos fijado cómo las cosas ocultas pueden llegar a hacernos con dos o más personalidades.

Con mucha facilidad nos volvemos como ese animalito que cambia de colores, según la ocasión, el camaleón. Dios quiere romper las telarañas ocultas. Dios quiere que nosotros nos comportemos igual aquí abajo que allá arriba, igual en la iglesia que en la casa, que nos vistamos aquí abajo igual como nos vestimos allá arriba, que nos vistamos para la iglesia como nos vestimos también para cuando vamos a trabajar con cierto decoro.

Dios no quiere que tengamos personalidades múltiples. Dios no quiere telarañas ocultas. Y un ejemplo de las telarañas ocultas, hasta dónde nos pueden llevar, usted lo mira con David y Betsabé. Si ahí tejió toda una telaraña y dónde empezó la telaraña, un deseo oculto, una intención oculta la mandó a traer y después de que la mandó a traer usted sabe el resto de la historia? Tiene relaciones con ella, ella queda embarazada, él quiere empaquetarle el hijo al esposo de Betsabé. Empieza a tramar otra cosa, no le da resultado, no lo logra y como no logra toda su telaraña, a qué llega? A mandarlo a matar.

Y dónde empezó? Empezó con un deseo oculto. Mire, los deseos ocultos, los motivos ocultos, los pensamientos ocultos, mis amadas hermanas, son delicados, tienen que ser entregados a Dios desde el principio. No pueden ser acariciados, no pueden ser desarrollados, porque de lo contrario podemos terminar como David. David era un hombre de Dios y sin embargo dejó que la telaraña de las cosas ocultas se desarrollara.

Y otra de las telarañas que también tenemos las mujeres son la telaraña de las emociones. Esa sí que es entretejida y más que entretejida. La primera emoción del día, mi amada hermana, usted tiene que tenerle mucho cuidado porque cuando usted reconoce la primera emoción del día, y si usted se la entrega a Dios, usted empieza a caminar bien, pero cuando la primera emoción del día no la manejamos bien, las emociones queramos o no son en cadena, y una va a traer a otra, otra va a traer a otra, a veces hasta sin darnos cuenta. Y cuando termina la noche nosotros estamos hechas una telaraña de emociones. Terminamos como se dice en mi país, rematando con los que viven con nosotros. Y generalmente son los hijos, porque son los que nos aguantan, no les queda otra.

Y qué ha sido? Ha sido la telaraña de emociones. Y cuando no manejamos las emociones correctamente porque no las vamos identificando una a una, se las vamos entregando a Dios y entregando a Dios, nos van a suceder dos cosas, o vivimos una vida llena, llena de emociones que parecemos volcán, o vivimos una vida donde las emociones están guardadas, y donde las emociones están bloqueadas. Las dos cosas son problemáticas.

Las emociones bloqueadas, las emociones guardadas nos van a llevar a tener una vida, yo le diría, emocionalmente mediocre. Nos vamos a convertir en aquellas personas que todo lo guardan, todo lo retienen y ya no quieren expresar nada. Por qué razón? Porque en el momento en que esas emociones van a ser expresadas como han estado tanto tiempo guardadas, van a salir. Pero el reprimir las emociones, el no entregárselas a Dios va a tener problemas en nuestras interrelaciones personales y problemas en la relación con Dios.

En el Capítulo de Neemías habla que el pueblo cuando Neemías y Esdras se paraban enfrente a leer las Escrituras, sabe qué pasaba? El pueblo se regocijaba, el pueblo tenía contentamiento, el pueblo tenía gozo cuando podía entender una Escritura y el pueblo tenía una respuesta emotiva, pero a veces mis amadas hermanas, el gozo por leer la palabra de Dios se ha ido.

Y eso gozo por leer la palabra de Dios a veces empieza a irse por todas las cosas que tenemos guardadas. Mis amadas hermanas, el abrir la palabra de Dios y leerla tiene que ser un gozo. Ahí está la dulzura de todas las promesas de Dios, mi amada hermana, si es Dios hablándome cómo no va a producir gozo, como no va a producir una emoción en mi corazón, una alegría en mi corazón cuando yo entiendo una Escritura que no entendía, cuando hay una revelación de Dios para mi vida a través de esa Escritura, cómo no va a haber una respuesta emotiva.

En Guatemala, aclaro, a veces las personas no tienen gozo con la palabra de Dios. Hermano, amén, oye usted por ahí, un amén por ahí. Y uno tal vez cuando leyó la Escritura, amén. Revisemos, revisemos si realmente tenemos gozo por leer la palabra de Dios, si realmente despierta a mí algo o lo leo y ya la leí, pues, va, listo. No. dice que el pueblo cada vez que Neemías y Esdras abrían el libro de la ley el pueblo la tristeza se le iba, cada vez que leía una Escritura.

En el libro de Esdras habla de cuando estaban construyendo el templo y dice que cuando veían que estaban poniendo los cimientos en el templo, cuando veían que estaban poniendo los ladrillos, el pueblo se regocijaba y decía, que bueno es Dios. y sabe que nosotros tenemos que tener regocijo por las cosas que se están haciendo para Dios. Pero a veces vemos las cosas grandes que Dios está haciendo, vemos las cosas grandes que se están haciendo para Dios y ay, ojalá que lo terminen luego.

Mire, tantas cosas que decimos y hacemos, cuando lo que nos debe de dar es gozo, gozo por el crecimiento de la obra de Dios, gozo por las cosas que se están haciendo para Dios, aunque no sea mi grupo, aunque no sea mi iglesia, aunque no sea mi célula, es para mi Dios y el Dios suyo y el Dios mío es el mismo, mi amada hermana, y tenemos que tener ese gozo y ese regocijo por las cosas y por el crecimiento de Dios.

Si no hay ese gozo y ese regocijo es buen momento, yo lo he tenido que hacer en mi vida porque hay etapas así, hay etapas así por las que pasamos que me he tenido que poner de rodillas y le he tenido que decir, devuélveme el gozo de tu salvación, porque perdemos el gozo de la salvación por todas las cosas que nos suceden, o las cosas en las que nosotros nos metemos.

Pero cuando usted y yo nos ponemos de rodillas y le decimos, devuélveme el gozo de tu salvación, volvemos a entender qué significa la salvación en Cristo, volvemos a entender el sacrificio de la cruz, ese sacrificio que se nos olvida, que es para nosotros y que también es para otros. Dios quiere devolvernos el gozo de la salvación para que lo que todos hagamos en Cristo sea gozo no importa que lo haga yo o lo haga otro.

Sabe que otro gozo hemos perdido? El gozo de ver cuando la gente recibe al Señor Jesucristo. Dice que hay fiesta en los cielos, que los ángeles se regocijan y nosotros qué hacemos? Ay, pasaron cuatro. Yo ahorita sí le voy a presumir. En mi iglesia tenemos algo que se llama la vía dolorosa y la presentan tres veces al año, y en cada evento se conviertan como 180, pero creo que aún nos falta gozo de ver a esos 180 convertidos para que el año entrante sean 300 por función.

Pero, mi amada hermana, para eso necesitamos de nuevo recuperar el gozo de la salvación, que verdaderamente en su alma haya un regocijo cuando usted mira pasar a alguien aquí adelante a regocijarse con Cristo. A veces hasta nos volteamos a platicar con el vecino mientras está haciendo la confesión de fe. No tiene nada que ver conmigo, yo ya tengo a Cristo. Allá él que ahorita lo encontró. Yo hace rato.

Amada hermana, el gozo de Dios, usted no cree que Dios tiene gozo? Cuando alguien se reconcilia y ese gozo es para mí y para usted si queremos ser como Cristo.

Hay muchas telarañas, pero yo me voy a enfocar solo en tres, no se preocupen. Mire, la telaraña de la imaginación. Sabe que a la imaginación nadie le pone atención, pero la imaginación funciona y vaya si no. ya me imaginaba yo! Ni me lo imaginaba! Funciona. Y la imaginación se vuelve una telaraña.

Qué es la imaginación? La imaginación es la capacidad que usted y yo tenemos de concretar algo. Concretar los pensamientos, reducirlos de tal manera que le vamos a dar la forma de una imagen. Entonces, cuando esos pensamientos se reducen, se juntan, nosotros tenemos una imagen. Esa imagen generalmente está asociada con experiencias pasadas que yo he incorporado a mi vida. Pero también la imaginación basada en experiencias pasadas, que he incorporado a mi vida, va también a tener proyecciones futuras.

La imaginación funciona rápidamente y funciona en base al pasado con proyecciones futuras. Se ha imaginado usted cosas? La imaginación nos la dejó Dios. y para qué nos la dejó Dios esa capacidad? Nos la dejó para que usted y yo las imágenes que tengamos sean las imágenes de él, las imágenes del Dios verdadero, las características de Dios es lo que debe estar en las imágenes nuestras.

Pero usted sabe que con el pecado de Adán y Eva la imaginación igual que muchas cosas, se volvió corrupta. Y hoy tenemos una imaginación que tiene que ser sanada. Si algo tenemos malo en la imaginación. Es que yo me lo imaginé! Se ve la cara de picardía de aquello que nos imaginamos. Y la imaginación sigue como telaraña. Mire, ah, yo no sé por qué voy a decir, pero lo voy a decir, de acuerdo? Si usted mira por ahí a alguien y se imagina y luego se imagina más, y luego se imagina más y crece la imaginación, la imaginación tiene que ser sanada, porque empezamos a asumir cosas, es que yo asumí, que yo me imaginé que tu querías, que no querías, que sí querías, que pensabas. Y es tan vívido, porque ya no solo es el pensamiento, es la imagen que lo creemos y funcionamos así. Asumimos cosas, hacemos juicios, es una imaginación egoísta que siempre está pensando cosas malas por parte de otros o cosas malas que nos van a pasar. Es la imaginación que no ha sido sanada por la palabra de Dios. lo que tiene que estar en nuestra mente son las imágenes del Señor Jesucristo, la imagen de la palabra de Dios, pero si nosotros no leemos la palabra de Dios, si nosotros no estudiamos la palabra de Dios no pueden haber imágenes de la palabra de Dios y de Dios en nuestra mente.

Y cuando nos alimentamos, no tengo nada contra la televisión. A mí me gusta, hay programas que me gustan, pero cuando el alimento es la televisión, el internet y todas estas cosas, las imágenes que se va a producir van a ser… la imaginación tiene que ser sanada de 12 maldades. No voy a entrar a ellas, pero tiene que ser sanada de 12 maldades. Y tenemos que pedirles todos los días a Dios que sane nuestra imaginación para que no se empiecen las telarañas durante el día, porque quién sabe con cuánta telaraña nos vamos a acostar, de la imaginación. Y en la noche qué pasa? Es que anoche soñé no sé que cosa. Las telarañas del día. En la noche usted le da más vida.

Y tenemos que tener cuidado, mis amados hermanos, porque mire hay un versículo, creo que es este, a mí me preocupa, es Hebreos Capítulo 4 versículo 13, dice así.

“…Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia, antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta…”

Hay que darle cuenta a Dios de la imaginación. Y en la Biblia hay varios casos de cómo la imaginación funcionó. Usted tiene el caso de Mical. Mical cuando mira a David danzar porque había llevado el arca, piensa mal de él, se imagina cosas que no son y lo menosprecia. David cuando va con Saúl, que vienen de la guerra, y empiezan todas las mujeres, solo que esas sí gritaban así con pulmón, David, vamos a ver, David mató? Saúl mató a…? Y David a…? David mató 10 mil y Saúl a 1000. Eso decían las mujeres y entonces viene David y qué pasa? Dice ah, 9000 de diferencia, porque así es la imaginación. 9000 de diferencia, y encima hasta quiere ser rey. El otro no tenía nada que ver con lo que las mujeres gritaban. Ya había sido designado rey, no estaba pensando en eso. Pero viene Saúl, se imagina que el otro hasta quiere ser rey y desde ese entonces, dice la palabra de Dios, nunca más lo vio bien. y quién sabe, mi amada hermana, cuántas personas nunca más hemos vuelto a ver bien porque las cosas que nos imaginamos. La imaginación, mis amadas hermanas, es una telaraña que tiene que ser sanada todos los días.

Los lirios, como lo vimos anteriormente, crecen para arriba y es un crecimiento que tiene que verse. No podemos decir que estamos crecidas en el Señor si ese crecimiento no se ve. Tiene que verse. Pero juntamente como los lirios son frágiles, entonces Dios le está hablando a Israel que también les va a dar la fuerza, que también les va a dar el poder y entonces les dice que van a ser como cedros de líbano.

Los cedro de líbano son unos árboles grandísimos, pero enormes, el más grande tiene como 12 metros de alto y como 35 de ancho. Los cedros de Líbano son enormes y su madera es muy fuerte, su madera es muy fina y la casa de David estaba hecha con esa madera y el templo de Salomón también.

Y la característica especial de estos cedros de Líbano es que significan poder, significan estabilidad, significan que no se pueden mover fácilmente de un lugar a otro. Y lo que hace que los cedros del Líbano no se muevan de un lugar a otro son sus raíces. Mire cómo son las raíces de los cedros de Líbano.

Las raíces de los cedros del Líbano están extendidas totalmente. Y están agarradas a la tierra. Y cuando las raíces de un árbol están verdaderamente arraigadas a la tierra, el árbol no necesita que lo afirme externamente, no necesita ninguna presión para ser afirmado. Por qué? Porque sus raíces lo tienen afirmados.

Y usted y yo tenemos que tener nuestras raíces en Cristo, bien arraigadas, bien cimentadas, y no podemos arraigar las raíces si somos cristianos de a domingo. Eso no arraiga las raíces. Y para que las raíces se arraiguen nuestros afectos tienen que estar en Cristo. Y saben con qué facilidad los afectos ya no están en Cristo, están en otra cosa, dinero, trabajo, hijos, personas.

Y cuando los afectos empiezan a desviarse de Cristo, las raíces se empiezan a secar. Y cuando las raíces de un árbol se secan el tronco ya no sirve. Y algo muy hermoso de estos árboles es que son fuertes y vigorosos. Sin embargo, cuando viene la tempestad, cuando viene la lluvia, cuando vienen los relámpagos, a veces son tan fuertes que el árbol hasta se agacha un poco, no se quiebra, solo se agacha. Y las tempestades van a venir a nuestra vida tarde o temprano, son parte de la vida. Y que nos encuentre con las raíces puestas en Cristo para que nos agachemos, para que no nos quebremos.

Hace dos semanas mataron al hijo de una pareja amiga mía. Cuando yo vine, creo que fue hace dos años, yo les mostré el templo de la iglesia, [inaudible], les mencioné que la había construido un arquitecto amigo mío, pues mataron al hijo de este arquitecto. Le dieron dos balazos en la cabeza y apareció tirado en el carro. Un muchacho que había sido criado en los caminos del Señor. Yo podía ver el dolor de esa madre que llegó un momento en que lo único que salía de su boca era un sonido, porque ya no podía llorar.

Sin embargo, cuando esa mujer a la hora que sacaron el cadáver del hijo amado, porque era un muchacho criado con mucho amor, la familia ejemplar, cuando lo sacaron esta mujer, que es muy suave y muy dulce, parecía un roble. Estaba parada en frente del féretro y yo casi podía ver las raíces que la estaban sosteniendo. Y cuando esta mujer se paró y le habló a todos los amigos del hijo, haciéndoles ver que ellos eran una familia de promesa, y que por tanto su hijo era una semilla que se estaba sembrando para que todo los demás jóvenes llegaran a los caminos del Señor, y para que no se perdieron, y les habló a los jóvenes que estaban ahí, que se habían descarriados muchos de ellos hijos de pastores, y les habló con una fuerza y con una entereza pudiendo decir que su hijo era una semilla que se estaba sembrando, que realmente era porque sus raíces habían crecido como las del Líbano.

Hicieron el llamado al Señor y a los 8 días hicieron todavía otra reunión en la cual invitaron a mucho más jóvenes, e invitaron a los papás de estos jóvenes, papás de jóvenes que los dejan ir aquí y allá, por aquí, por allá, para hacerles ver la necesidad de que como padres, como familia, volvieran a Dios y enseñaran a sus hijos los caminos de Dios.

Y leyeron una carta que el joven había dejado. A los dos días de muerto un amigo llegó y les dio una carta que el joven había llevado. Y en esa carta que era para la mamá, el papá y la hermana, y le contaba a la mamá cómo se había reconciliado con Dios, cómo Dios le había dado la oportunidad, su misericordia de reconciliarse con él, y aquellos padres tuvieron la seguridad que no importa lo que había pasado, la promesa de Dios, tu y tus hijos había sido una realidad.

Y ella decía, yo tenía promesa de que iba regresar a la casa del Padre, pero no era la casa de su padre terrenal, era la casa de su Padre celestial. Para aquella pareja eran como robles parados hablándoles a todos. Por qué? Porque sus raíces tenían años de estar bien cimentadas en la palabra de Dios.

Y no tienen que ver los años de ser cristianos, mis amados, yo puedo tener muchos años de ser cristiana y no tener raíces fuertes. Puedo tener pocos años y tener raíces más fuertes. Las raíces hay que regarlas a diario con mi relación con Dios, con la palabra de Dios, con mis experiencias con Dios, con mis experiencias con la gente de Dios. Eso es lo que riega las raíces, eso es lo que hace raíces firmes porque sino cuando venga la tempestad nos quebramos, nos vamos a doblar.

Sí, ese día había un dolor impactante. Estaban doblados pero no quebrados. Y cuando no nos quebramos podemos seguir haciendo la obra de Dios, no importa lo que pase. Tenemos que tener raíces firmes.

Mire, Job, Capítulo 18, versículo 16, dice:

“…Abajo se secarán sus raíces y arriba serán cortadas sus ramas…”

Cuando las raíces se secan cualquier cosa, cualquier cosa va a cortar el tronco, cualquier cosa va a cortar las ramas.

Cuando Dios le da estas promesas a Israel son promesas muy hermosas. Le da el lirio que es el crecimiento para arriba, que se ve; le dice que también les va a dar el crecimiento de las raíces, el crecimiento que lo mantiene firme. Pero también les va a dar el fruto del olivo. El cedro del Líbano, el que acabamos de ver, es fuerte, es firme, da un perfume lindo, pero no saca fruto.

Pero entonces por eso también hace la comparación con el olivo. El olivo es una plantita chiquita, pero siempre verde. El olivo siempre está verde. Mire lo que dice, por favor, el salmo 52, versículo 8.

“…Pero yo estoy como olivo verde en la casa de Dios…”

Ah, no está hablando de cualquier plantita, está hablando de la planta que es el rey de los árboles, porque en Jueces dice que cuando se juntaron los árboles para buscar un rey, a quién escogieron? Escogieron al olivo. El olivo chiquitito pero lo escogieron a él, porque el olivo siempre está verde, nunca se seca.

Pero el olivo dice que está plantado en la casa de Dios. no es una plantita que creció arriba en el techo porque llovió mucho, ni creció afuera de la casa de Dios. si nosotros queremos estar plantados, tenemos que estar en la casa de Dios.

Ay, no, hermana, yo no busco iglesia, yo mi relación con Dios porque las iglesias usted sabe… Yo lo que sé es lo que dice la palabra de Dios, que yo tengo que estar plantada en la casa de Dios y es aquí donde hay que permanecer. Mi amada hermana, Dios la plantó aquí, quédese aquí. Este es su lugar. Usted tiene que estar plantada en la casa de Dios.

Yo he visto jovencitos en Guatemala que los papás los dejan en la puerta, se van y ellos dan la vuelta también. Nunca vamos a estar verdes si no estamos plantados en la casa de Dios.

Esas son las ramas del olivo y ese es el fruto. Y si usted se da cuenta, las ramas del olivo son delgaditas, son de un gris verdoso, son delgaditas, son largas. Pero se extienden grandemente y el olivo está plantado en la casa de Dios pero sus ramas están extendidas.

Mi hermana, usted y yo tenemos que estar plantadas en la casa de Dios, pero con las ramas extendidas hacia fuera. Hacia dónde se están extendiendo sus ramas? Porque la primera parte es estar plantado en la casa de Dios, la segunda es extender las ramas hacia fuera. Si usted quiere ser un olivo verde, un olivo fructífero, que es lo que nos manda la palabra de Dios, dice que José era rama fructífera y José significa prosperidad, significa abundancia, significa amor y si nosotros queremos ser ramas fructíferas tenemos que estar extendidas hacia fuera. Hacia quién nos estamos extendiendo?

Hay tanto, tanto a quien extenderse para que podamos ser fructíferos. El olivo produce las aceitunas. Todos las conocemos. Y cuando esto se procesa se saca un aceite. Y para tantas cosas que sirve el aceite. Si cada una de nosotros diera un uso del aceite no terminaríamos acá. Si yo soy fructífera como el olivo, yo estoy siendo útil en un montón de cosas.

Es que a mí el Señor solo me dijo… Podemos ser útiles en tantas cosas. Yo puedo ser útil desde cuidar a un niño, desde sacarlo de aquí para que no haga bulla hasta tantas otras cosas más. Para ser fructíferos como el olivo, para estar plantados en la casa de Dios con las ramas extendidas hacia fuera.

Pero para que el rocío caiga hay condiciones. Para que el rocío de Dios caiga ya hemos visto todo lo que el rocío de Dios hace. Para que el rocío de Dios caiga se necesita primero que lo deseemos. Se necesita que lo pidamos. En los ejemplos que vimos, usted vio que el rocío era pedido. Pero el rocío, aparte de que lo pidamos, que lo queramos, Dios lo va a enviar cuando lo necesitamos. El maná junto con el rocío lo enviaba cuando el pueblo lo necesitaba. Y lo enviaba en la cantidad que lo necesitaba, a la hora de la comida y la cantidad exacta. Pero nosotros queremos [inaudible]

Dios va a enviar el rocío en la cantidad que lo necesitamos. Pero hay una condición y es que el rocío no cae donde hay pleitos. El rocío no cae donde hay divisiones. El rocío no cae donde hay contienda. El rocío no cae donde hay chismes. El rocío no cae donde no estamos perseverando en los caminos de Dios. el rocío cae donde hay paz. El rocío cae donde hay unidad. El rocío cae donde hay amor. El rocío cae donde va a ser bien recibido. El rocío cae donde se espera.

Yo le quiero citar una Escritura si es que la encuentro, y si no solo se la voy a leer, dice que:

“… que bueno es habitar los hermanos juntos en armonía porque ahí envía Dios bendición y vida eterna y es como el rocío de Hermón que cae…”

Es donde hay unidad, donde hay amor, donde están amándose los unos a los otros, que el rocío de Dios va a caer. Quiere usted que el rocío de Dios caiga en su iglesia? Bueno, ya sabe las condiciones. Quiere que caiga en su familia? Ya sabe las condiciones. Así va a caer el rocío de Dios.

Dice la palabra que Elías cuando estaba en frente de una cueva porque Dios le dice que salga de ahí, y se para en frente de Jehová, Jehová no estaba en el trueno, no estaba en el terremoto, no estaba en el aire, no estaba en el fuego, dónde estaba? Estaba en un cielo apacible. El rocío viene cuando nosotros estamos en paz delante de Dios esperando su revelación, esperando su refrescamiento, esperando su amor poderoso, esperando su poder sobre nosotros, esperando su provisión.

No viene agitada, no viene corriendo, no viene doblando los dedos, no viene la provisión de Dios. no. ahí no viene el rocío. El rocío viene cuando nosotros lo esperamos y cuando el rocío viene porque lo estamos esperando, usted y yo vamos a ser vivificadas, usted y yo vamos a ser familias vivificadas y usted y yo vamos a ser iglesias vivificadas por el rocío de Dios.

Cierre sus ojos y vamos a ministrar en esta mañana lo que Dios nos ha hablado. Padre, te damos gracias en esta mañana porque tu nos has hablado. La mayoría de las mujeres que estamos aquí necesitamos el rocío tuyo. Necesitamos ese rocío que refresca nuestras vidas, necesitamos ese rocío que representa tu amor poderoso.

Yo sé que aquí hay mujeres que en esta mañana están necesitadas del rocío de Dios que las refresque. El rocío de Dios con su amor poderoso, a ti mujer, dice el Señor, que has estado en esa sequía, en esa sequía de amor porque las personas que tienes cerca no te han rodeado para darte lo que tu necesitas, que has estado mendigando un abrazo y una palabra que te llene de amor, a ti mujer, yo te digo que te he traído hoy en la mañana porque yo quiero que el rocío fresco de mi amor, hoy venga sobre ti y te inunde. Recibe el rocío fresco del amor de Dios, recibe el rocío del amor de Dios que te inunda porque soy yo el que te llena, dice el Señor, soy yo el que extiendo mis brazos y te amo y te doy ese amor que has necesitado desde el vientre, porque yo soy el rocío que tu necesitas.

Has tenido dolor por esa persona que ha partido? Que has sentido, que has quedado con una parte de ti vacía, lo que esa persona se llevó en tu vida, fue parte de ti y parte de tu amor, pero yo hoy te digo que yo hoy vengo y yo lleno ese vacío porque hoy el rocío que refresca con mi amor poderoso viene sobre ti. Recibe, recibe el poderoso amor de Dios. Recibe el rocío de Dios refrescando tu alma.

Recibe ese rocío de Dios que refresca hoy tu alma porque yo hoy quito tu tristeza, yo hoy quito tu tristeza. Pongo mi amor, yo te doy hoy mi rocío, dice el Señor, mi rocío que refresca. Recibe mi amor poderoso porque en mi amor poderoso vienen las fuerzas que necesitas para seguir adelante.

Has estada cansada, abatida? Más yo hoy te doy la fuerza. Recibe el rocío de Dios que refresca. Que las gotas del rocío de Dios hoy se impregnen en tu alma refrescándola, dándote las fuerzas que necesitas, dándote el vigor que necesitas, dándote el amor que necesitas para seguir adelante. Recibe hoy el rocío de Dios que yo hoy lo deposito sobre ti y sobre tu vida, sobre tu corazón, sobre tu alma. Recibe. Recibe, recibe el rocío de Dios.

Recibe, recibe, recibe, recibe, recibe el rocío de Dios refrescando tu alma. Recíbelo, recíbelo, recibe el rocío de Dios. Recibe el rocío de Dios que necesitas porque yo soy tu todo, dice el Señor. Yo soy tu todo. Yo soy el que te acompaña, dice el Señor. Yo, yo, yo, yo, dice el Señor, para ti soy como el rocío que refresca tu alma seca y sedienta.

Reciba el rocío de Dios. Reciba el rocío de Dios. Reciba, reciba, reciba el rocío de Dios que te refresca, que refresca cada una de las partes de tu alma. Recibe el rocío de Dios porque el amor por ti, dice el Señor, es un amor tan grande que tengo, es un amor que suple padre y suple madre porque yo soy tu Dios y porque tu no estás sola, porque tu no estás sola, porque yo estoy contigo.

Yo soy el que te acompaña todos días y te acompaña por las noches. Yo soy el que susurro a tu oído las palabras de amor que necesitas. Inclina a mí tu oído para recibir ese susurro de amor de mis palabras que yo tengo para ti.

Oh recibe el rocío de Dios que refresca tu alma. Oh recibe ese rocío de Dios. Recibe el rocío de Dios. Recibe, recibe el rocío de Dios. Recibe el rocío de Dios.

Oh, Padre amado, hoy recibimos ese rocío que revela, ten una comunión con Dios y pregúntale qué tiene que revelarte Dios de tu interior. Quizás tienes adentro telarañas que tienen que ser sanadas. Empiece a pedirle a Dios que hoy las telarañas de tu interior sean sanadas. Recibe el rocío de Dios que refresca, recíbale sobre tu vida en el nombre de Jesús. Recíbelo sobre tu alma.

Deje que Dios le revele las telarañas de lo oculto. Quizás tiene cosas guardadas y cosas ocultas, pensamientos, intenciones, motivos que hoy tienen que ser puestos delante de Dios, que hoy tienen que ser puestos delante de Dios para que te sean revelados.

Entrégale todo aquello oculto que puede haber en tu vida. Pensamientos, intenciones, deseos que incluso tu no conoces, para que la telaraña de lo oculto no siga. Pídele a Dios que rompa la telaraña de lo oculto que puede haber en tu vida. No digas simplemente, yo no tengo nada oculto. Deja que Dios te lo revele. Deja que el rocío de Dios hoy inunde tu corazón, tu alma, tu espíritu.

Deje que el rocío de Dios le revele cómo está su corazón. Oh, recibe el rocío de Dios que te vivifica. Deje que el rocío de Dios le revele como están sus emociones. Pídale a Dios que hoy rompa alguna telaraña de emociones que se han formado en su vida. Que rompa esa telaraña emocional que hay en su vida, que usted no entiende, pero que sabe que la daña. Deje que el rocío de Dios rompa esa telaraña.

Pídale a Dios que le revele cómo está su gozo por la palabra de Dios, cómo está su gozo por las cosas de Dios, cómo está su gozo por aquello que Dios hace en la vida de otras personas, porque cuando Dios rompe esa telaraña está rompiendo telarañas de egoísmo para que podamos amor a otros.

Recibe el rocío de Dios sobre tu vida. Recíbelo para ser sanada de todo lo que necesitas. Oh, el rocío de Dios, el rocío de Dios.

Deja que el rocío de Dios hoy rompa la telaraña de tu imaginación. Quizás es un área de tu vida a la que no habías puesto atención y no sabes a dónde te pueda llevar. Deja que Dios hoy entre a la telaraña de tu imaginación. Rompa todas aquellas imágenes que se han levantado en tu vida que no son de Dios, imágenes de cualquier cosa.

Sabes que a veces imágenes del servicio de Dios pueden ocupar el lugar de Dios. Deja que el rocío de Dios hoy te limpia. Recibe el rocío de Dios. Recibe, recibe el rocío de Dios.

Deje que el rocío de Dios le quite todo lo que no la embellece, deje que Dios se lleve todo lo que no la embellece como el lirio. Usted sabe qué no la embellece. Yo sé qué es lo que no me embellece a mí. Deje que Dios se lleve todo lo que no la embellece en esta mañana.

Oh, rocío de Dios, el rocío de Dios sobre tu vida. El rocío de Dios. Sabe que todos tenemos áreas que no nos embellecen y si usted quiere la multiplicación en su casa, la multiplicación del crecimiento del lirio, la multiplicación de la belleza y del perfume del lirio, empiécele a pedir a Dios y a entregarle todo aquello que le ha quitado el perfume. Pídale a Dios que le revele si usted verdaderamente tiene el aroma de Cristo, si usted cuando entra a una casa usted realmente lleva el aroma de Cristo, y si no es así, pídale que le quite todo aquello que la hace no llevar el aroma de Cristo.

Padre, muchos de nosotros tenemos patrones relacionales disfuncionales. Cierre sus ojos y deje que Dios le revele si usted está caminando en patrones disfuncionales en su casa, patrones que usted ya se acostumbró. Tu me dices, yo te digo, me contestas, te contesto, si usted quiere romper esos patrones disfuncionales pídale a Dios que usted pueda empezar como el lirio a crecer para arriba, con ese crecimiento que se ve, que le ayude a romper esas respuestas que usted ha venido manejando, ese accionar que usted ha venido manejando que más bien es un reaccionar. Esos impulsos de sus palabras, esos estímulos que usted lanza para que el otro se enganche y conteste, en el nombre poderoso de Jesús, todo estímulo que nosotros lanzamos con nuestra boca, con nuestros gestos para que el otro se enganche y entremos en una relación disfuncional de la cual ya nos acostumbramos, hoy es roto, roto, roto, roto, roto, roto en el nombre de Jesús, roto, roto, roto, roto en el nombre poderoso de Jesús. Roto, roto, roto, roto, roto, roto, en el nombre de Jesús. Roto, roto en el nombre de Jesús. Roto. Deje que el espíritu de Dios lo rompa. Deje que el espíritu de Dios lo rompa. Deje que el espíritu de Dios lo rompa que usted empiece a tener respuestas diferentes, estímulos diferentes en el nombre de Jesús.

Roto, roto, roto, roto, para que haya crecimiento que se ve. Para que el cambio en usted vaya reproduciendo el cambio en la familia, para que usted pueda ser un ramo de lirios que embellecen cualquier lugar, para que usted pueda ser un ramo de lirios que perfuman cualquier lugar.

Cierre sus ojos, mi amada, cierre sus ojos para que tenga una comunión con Dios. Usted sabe como familia qué es lo que hace que en su familia no esté el perfume de Cristo. Usted sabe perfectamente qué pasa que su familia no puede ser esa familia que lleva el aroma de Cristo a donde va.

Ponga eso a los pies de Cristo hoy. La razón que sea, no la censure más, no la critique más, hoy póngala a los pies del Señor Jesucristo y deje que el rocío de Dios venga y sane eso. Refresque las relaciones familiares. Deje que el rocío de Dios hoy venga para refrescar sus relaciones familiares.

Cuesta, claro que cuesta. Son difíciles. Claro que son, pero cuando dejamos que el rocío de Dios nos empiece a refrescar a nosotros va a haber crecimiento. El crecimiento trae reproducción de los que están cerca. Clame a Dios por el rocío en su familia, por el rocío que embellece y hace que tengamos el perfume de los lirios.

Padre amado, venimos delante de ti solamente tu sabes cómo están nuestras raíces, solamente a ti, Padre, a ti no podemos engañarte, solamente tu sabes dónde están las raíces de nuestros afectos, pero hoy venimos delante de ti pidiéndote que si algún afecto se ha metido en alguna raíz y por eso el árbol se está secando, tu rompas hoy ese afecto. Si tienes afectos que están secando las raíces de tu árbol, que tiene que tener puesto todos sus afectos en Cristo, entrégaselos a Dios, entrega esos afectos que están secando todo tu árbol ponlos a los pies del Señor Jesucristo y pídele que los rompa para que todos tus afectos estén en él, porque tu quieres todas las raíces en él, quieres un árbol con tronco fuerte, con tronco firme.

Qué es lo que te está quitando la firmeza en Dios? Es que estás viendo cosas que no te gustan? Entrégaselos al Señor. No es en el hombre que tenemos que ver para tener raíces firmes, es en el Señor Jesucristo. Si son las actitudes del hombre los que están secando tus raíces, porque tal vez te has desilusionado y decepcionado, entrégaselo a Dios para que solo lo puedas ver a él, que tus raíces estén afirmadas en él, y en nada, en nada, en nada, en nada, en nada más que en él.

Si tu quieres ser como el olivo, plantado en la casa de Dios, te cuesta estar plantada en la casa de Dios, hay muchas distracciones, pero tu quieres ser como el olivo, plantada en la casa de Dios. Tu quieres ser como el olivo, no se distraiga, ya están atendiendo ahí.

Si usted quiere ser como el olivo plantada en la casa de Dios pero con sus ramas extendidas en el nombre poderoso de Jesús, todo, todo, todo lo que está impidiendo que usted esté plantada en la casa de Dios es roto, roto en el nombre de Jesús. Roto todo lo que está impidiendo que usted esté plantada en la casa de Dios, roto en el nombre de Jesús.

Oh, todo lo que impida que usted esté atada a Cristo, todo lo que ha hecho que las cuerdas, los lazos de amor de Cristo se aflojen en su vida, hoy son rotos en el nombre de Jesús, hoy son rotos porque con cuerdas de amor la ha traído a él, con cuerdas de amor la tiene sujetada.

Átese a Cristo en esta mañana. Átese a Cristo en esta mañana. Átese a Cristo. Átese a Cristo. Pídale que se lleve todo lo que la afloja, todo lo que ha aflojado las cuerdas, dígale que se lo lleve y que usted esté atada como nunca a él. Átese a Cristo. Átese a Cristo.

Padre amado, queremos que el rocío tuyo descienda todo el tiempo en nuestras vidas. Y para eso debemos de clamar por ese rocío, decirte que necesitamos ese rocío, dejar toda contienda, dejar toda división, dejar toda separación de relación. Empiece a poner delante de Dios todo aquello que puede impedir que el rocío de Dios se derrame sobre su vida.

Recuérdese que el rocío de Dios viene donde hay paz, donde hay unidad, donde hay armonía, donde hay entendimiento, donde se espera en paz, donde se espera confiadamente en que Dios va a derramar el rocío. Qué le quita la paz? Qué disensión tiene que hace que el rocío no descienda? Cuál es la falta de unidad que no deja que el rocío descienda?

Recuérdese que el rocío es provisión. El rocío es maná. El rocío es revelación de Dios. cuánto hace que no tiene la revelación de Dios con el rocío de Dios? el rocío es poder de Dios, es bendición de Dios, es abundancia de Dios.

Oh, deja toda contienda, toda división, perdona a quien tienes que perdonar, ponte a cuentas con Dios pero no dejes que ninguna disensión, pensamientos que tengas acerca de algo o de alguien, heridas que tengas, déjalas hoy a los pies del Señor para que el rocío de Dios pueda descender para que tu puedas en paz clamar a Dios para que el rocío descienda sobre tu vida. Rocío que refresca, rocío que revela, rocío que bendice, rocío que provee, rocío que da abundancia, rocío que da poder.

Ponte de pie. Padre, te damos gracias en esta mañana. Yo te pido que lo que tu empezaste en esta mañana tu lo continúes porque estamos necesitadas de tu rocío diario, estamos necesitadas de tu rocío diario, te pedimos, Padre, que ese rocío vivificador de tu poderoso amor venga todos los días a nuestra vida.

Cierre sus ojos. Padre, en esta mañana te pedimos una porción grande de tu rocío, que así como tu llenaste ese lugar de peces, pero también lo llenaste de tu rocío, te pedimos que tu vengas y llenes con tu rocío refrescante este lugar.

Oh, Dios cubre nuestras vidas con tu rocío, con ese rocío que refresca. Recibe la frescura de Dios, el rocío de Dios. Extiende tus manos y simbólicamente recibe la abundancia de Dios con el rocío, recibe la abundancia de Dios con el rocío, recibe la bendición de Dios con el rocío porque Dios te dice que él va a bendecir tu entrada, tu salida, va a bendecir tu artesa de amasar, va a bendecir a tu familia, empieza clamar que el rocío de Dios venga sobre tu familia para tener familia de bendición. Recibe el rocío de Dios para tu familia. Recíbelo en el nombre de Jesús. Recibe el rocío de Dios para tu familia. Recibe el rocío de Dios para tu familia.

Recibe. Recibe el rocío de Dios para tu familia. Recíbelo, recíbelo, recíbelo. Recibe el rocío de Dios para tu familia. Recibe el rocío de Dios. Recíbelo, recíbelo, recibe, recibe el rocío de Dios. Recibe el rocío de Dios para su familia. Recíbalo en el nombre de Jesús. Reciba el rocío de Dios.

Reciba, recibe, reciba el rocío de Dios. Recibe el rocío de Dios. Recibe el rocío de Dios. Recíbelo. Recibe el rocío de Dios. Recibe el rocío de Dios. Recibe el rocío de Dios para tu familia. Recíbelo en el nombre de Jesús. Recibe el rocío de Dios para tu familia. Recíbelo por lo has esperado mucho, dice el Señor, lo has esperado por años, pero ese rocío viene, dice el Señor.

Oh, recibe el rocío de Dios para tu familia. Recibe, recibe, recibe, recibe el rocío de Dios. Recíbelo. Recíbelo, recíbelo. Oh, recibe el rocío de Dios en abundancia. Recíbelo, recíbelo. Recibe el rocío de Dios. Recíbelo. Recíbelo, recíbelo. Recibe, recibe el rocío de Dios para tu familia. Gracias Dios.

Gracias Dios. Gracias Dios. Gracias Dios. Padre, en esta mañana clamamos esperamos y recibimos el rocío de Dios para cada una de esas mujeres. Clamamos, esperamos y recibimos el rocío de Dios sobre nuestras vidas. El rocío de Dios sobre nuestras familias, el rocío de Dios sobre todo lo que tocamos. El rocío de Dios sobre nuestras vidas, el rocío de Dios sobre nuestras familias, Padre.

Yo declaro, Dios, que el rocío de Dios vendrá sobre esta iglesia trayendo bendición, trayendo abundancia, y trayendo revelación, revelación tuya, Padre, la revelación del rocío de Dios para tu vida. Declaramos, Padre, que el rocío de Dios que vivifica, que nos hace crecer como el trigo, que cuando muere da una semilla, y esta se reproduce, será la reproducción que tu nos darás para esta iglesia y para nuestra descendencia.

Yo declaro que el rocío de Dios la cubre a usted y a su familia en el nombre poderoso de Jesús. Gracias, Padre, gracias, Hijo y gracias.