La redención de Israel

TRANSCRIPT

El amor de Dios se extiende a todos nosotros, no importa quién seamos, hombres, mujeres, joven, niño alrededor del mundo entero. Porque de tal manera amó Dios al mundo que envió a su único Hijo para que todos nosotros podamos ser salvos. Amén.

Al mismo tiempo estoy aquí para dejarles saber, así que como yo estoy de pie aquí delante de ustedes como algo no muy especial, y la única razón por la cual yo estoy aquí es solamente por la gracia de Dios. Igualmente por su misericordia Dios también ha escogido un grupo de personas a través del cual su palabra profética está comenzando a desenvolverse en el mundo hoy. Y estos son los hijos de Abrahán, el pueblo de Israel, el pueblo judío.

Cuando nosotros leemos las Escrituras podemos leer acerca de toda la historia de Israel, Jerusalén, los profetas Elías, tantas personas, individuos han sido parte del plan de Dios. estas son las personas que representan el pueblo de Israel a través de los cuales Dios ha pasado su palabra a nosotros.

Y a Jesús a quien nosotros amamos, salvador del mundo, también es ese Mesías prometido de Israel. Nació en una familia de Israel. Ministró en Jerusalén y en las ciudades aledañas. Fue revelado como el Mesías de Israel también. Y cumplió en su vida todas aquellas palabras proféticas que hablaban acerca del Mesías de Israel. Y de acuerdo a la palabra de Dios viene una vez más por nosotros.

Y puede ser que sea muy pronto. Tenemos que tan solamente abrir nuestros ojos, abrir los ojos de nuestro espíritu, buscar a Dios con todo nuestro corazón y clamar y pedirle que nos revele el tiempo en el cual nosotros estamos viviendo.

Han pasado ya dos mil años desde que Jesús vivió, murió y resucitó en Jerusalén. Y a medida que él iba siendo levantado a los cielos, él dijo, así como estoy siendo levantado, así también regresaré.

Quiero que todos nosotros tomemos un viaje ahora a 2000 años atrás, al tiempo de ese primer domingo de Ramos, 2000 años atrás. La fiesta de la pascua estaba por venir y Jesús así como vimos en una foto, que venía en un asno, vino del Monte de los Olivos, mirando sobre la ciudad de Jerusalén.

Yo no sé cuántos de ustedes han ido a Israel en algún momento. Dios me bendijo a mí familia para nosotros poder vivir allí por algunos años, y uno de los momentos más impresionantes que nosotros vivimos allá en Israel fueron esos días entre el domingo de Ramos y el domingo de Resurrección. Nosotros vivíamos en una ciudad que miraba en dirección al mar de Galilea. Nosotros solíamos hacer compras en la ciudad de Nazaret, y solíamos conducir a través de la ciudad de Capernaum y otras ciudades allí aledañas a Galilea.

Solíamos caminar al mar de Galilea y mientras caminábamos en esas pequeñas piedras a la orilla, yo le decía a mi esposa, ‘Guau, mira esa piedra. Esa puede ser una sobre la cuales Jesús pisó.’ Y mi esposa me dice, ‘hey, poder haber sido unas 2000 piedras que el Señor pisó.’

Ahora, desde la ciudad de Galilea a Jerusalén es una distancia de tres días caminando. Así era como Jesús solía viajar con sus discípulos desde Galilea a Jerusalén. Pero gracias a Dios que nosotros teníamos un carro y una autopista. Así que nos tomó al menos unas tres horas y media para poder llegar a Jerusalén. Así que cuando íbamos a Jerusalén nos gustaba seguir esos pasos por donde Jesús caminó, y poder imaginar en nuestros corazones cómo hubiese sido eso dos mil años atrás.

Así que cuando caminamos desde el Monte de los Olivos en dirección a Jerusalén, y a medida que Jesús entraba a la ciudad para ser presentado a todo el pueblo de Israel, esto fue más o menos al mismo tiempo que la gente traía sus corderos que iban a ser ofrecidos para la pascua, iban entrando a la misma vez todos esos corderos a la misma vez que Jesús. Yo no sé si algunos de ustedes saben, pero una de las ciudades más grandes donde se crían esas cabras y ovejas para esa cena en la Pascua, era la ciudad de Belén.

Y aquí tenemos a Jesús que fue nacido y criado en la ciudad de Belén, bajando el monte de los Olivos en dirección a Jerusalén para ser presentado al pueblo, a la misma vez esos corderos que se iban usar para la pascua estaban siendo traídos de Belén en dirección a Jerusalén. Y este era el tiempo donde el pueblo de Israel estaba siendo gobernado por los romanos, especialmente cerca del tiempo de la pascua.

El mensaje significa el mensaje de la pascua era de esclavitud a la redención. De esclavitud a libertad. El pueblo de Israel estaba clamando a Dios diciendo, ‘Dios, ayúdanos, mándanos a tu salvador. Libéranos de la esclavitud de los romanos. Dónde estás, oh Dios? cuándo va a llegar tu ayuda a nosotros?

Sus corazones estaban quebrantados, sus vidas también y estaban clamando a Dios. Así como 1500 años antes de eso, cuando el pueblo de Israel estaba en Egipto. Esa fue la primera pascua. Estaban bajo la esclavitud de los egipcios. Estaban siendo perseguidos. Todo lo que ellos tenían y poseían se les quitaba por completo. El faraón había dado órdenes a las parteras de los israelitas, que cualquier varón que naciera primero tenía que ser eliminado, tenía que ser puesto a muerte.

Imagínense ustedes aquí en el área de Boston, que el alcalde de Boston diga que toda la comunidad latina va a ser esclavizada por completo. No tienen más libertad. Ustedes van a hacer lo que se les diga a ustedes hacer. No tan solamente eso, sino que cada niño varón que nazca en su familia tiene que ser puesto a muerte. Y no tan solamente eso, sino que si ese niño llegara a crecer, a ser un poco mayor, entonces ese niño o muchacho se tiene que tirar al océano o al río para que muera. Y no hay nadie que los pueda ayudar. Todos ellos estaban clamando a Dios, ‘Señor, ayúdanos. Te necesitamos. Dios, sin ti nosotros no vamos a poder sobrevivir. Dios, dónde estás? Tu que eres el Dios de Abraham, Isaac y Jacob. Dónde están todas las promesas de ayuda que tu nos has dado? Dónde estás?’ Y estaban clamando a Dios por ayuda.

Y tanto en el tiempo de Moisés, como también en el tiempo de Jesús, Dios escuchó el clamor de su pueblo. A través de Moisés Dios dirigió a su pueblo de esclavitud a la libertad, y el mandato de Dios fue a todas esas familias en el tiempo de Egipto, fue que tomaran un cordero, que lo mataran y que usaran su sangre para pintar los dinteles de sus puertas.

Y a medida que usted entraba en esa casa que estaba cubierta por esa sangre del cordero, sus vidas iban a ser salvas porque el espíritu del ángel de muerte iba a pasar por encima (meaning la pascua) de ustedes sin hacerles daño. De ahí es de donde viene esa idea de lo que es la pascua, porque el ángel de la muerte pasó por encima. Y miren que interesante porque no importó si esos israelitas que estaban en esas casas tenían algún pecado o alguna rebelión en contra de Dios, no importaba si esa persona era adulto o joven, hombre o mujer, rico o pobre, no importaba si esa misma persona 5 minutos atrás perjuró en contra de Dios, pero solamente con haber obedecido ese mandato de Dios de haberse metido en la casa que estaba cubierta por la sangre del cordero, ellos fueron salvos.

Y 1500 años después, a medida que el pueblo de Dios una vez más estaba clamando a Dios por ayuda, Dios manda a Jesús, ese Mesías prometido, el cual en ese domingo de Ramos bajó del monte de los Olivos en dirección a Jerusalén para ser presentado al pueblo de Israel como El Cordero de la pascua. Y cuando su sangre fue derramada en la cruz, en ese mismo día de la pascua cuando todos esos corderos de la pascua estaban siendo aniquilados y toda esa sangre estaba siendo derramada, no tan solamente la sangre de Jesús salvó a aquellos judíos que entendieron el mensaje, sino que la sangre que Cristo derramó también nos limpia y nos salva a cada uno de nosotros alrededor del mundo entero.

Jesús vino y caminó por esos últimos 7 días de esa semana en un cumplimiento perfecto de lo que es la historia de la pascua, para de alguna forma u otra mostrar cómo Moisés cuando usó ese cordero que la sangre de ese único cordero salvó a todas estas familias en Egipto, fue un cumplimiento profético de cómo Jesús, él solo a través de su sangre iba a cubrir toda la familia de Israel y aún más allá.

Ahora, pero quisiera compartir algo más con ustedes. Así como el mensaje de la historia de Israel representa a ese regreso de la persona, el Mesías que está en Jesús, esos últimos días de esa última semana que Jesús estuvo con vida, es representativo también de cómo Dios restaura y renueva toda esa historia del pueblo de Israel. En otras palabras, a través de esta historia el pueblo de Israel Dios nos revela a nosotros, que somos gentiles, de acuerdo al término de ellos, cómo Dios nos renueva y nos transforma a nosotros. Y en la misma forma, cuando nosotros vemos la vida y la historia de Jesús Dios nos está revelando a nosotros los planes que él tiene para con nuestras vidas.

Que así mismo como el pueblo de Israel clamó a Dios por ayuda 1500 años atrás, allá en la tierra de Egipto era solamente parte de la historia del plan de lo que Dios tenía con el pueblo de Israel. Así como Jesús vino y murió en la cruz y entonces nosotros podemos ver la victoria de la resurrección, el plan de Dios para el pueblo de Israel sigue siendo revelado a través de su palabra, que Dios había llamado al pueblo de Israel con un sentido de promesa, y que ellos iban a tener que pasar por muchos días, años, décadas, siglos de mucho sufrimiento también, y también cómo al final de esos tiempos la nación, la ciudad de Israel iba a ser totalmente destruida, que también iba a haber una resurrección final de lo que es la nación de Israel. Y viene muy pronto esa resurrección y redención final de lo que es la nación de Israel.

Y si alguno de ustedes recuerdan lo que yo enseñé cuando estuve aquí hace un año atrás, tal vez ese era el mensaje pero tal vez no se recuerden de él, así que voy a tener que pedirle al pastor Roberto que me deje venir otra vez para volver a decir cuál fue aquel mensaje. Pero más bien el énfasis está en que ese último momento de la redención de Israel coincide con ese retorno de Jesús también por su iglesia. En otras palabras el plan de Dios es conversión.

Lo que Dios está haciendo con la iglesia gentil a través del mundo, cuando Jesús comandó a que sus discípulos fueran hasta las últimas partes del mundo, y cuando el mensaje de Jesús llegue a las partes más recónditas del mundo, entonces el final vendría y él regresaría, también coincide con ser el mismo tiempo en el cual Dios va a restaurar, a redimir la nación de Israel. Hay un hambre por avivamiento entre nosotros que somos cristianos y también hay un clamor por revelación de Dios en medio de su pueblo.

Parte de ese clamor envuelve ese sentido de conversión de las vidas, tanto de creyentes como de judíos para ver la renovación y la restauración total, la redención que Dios va a hacer. La palabra de Dios dice que toda la creación, la creación entera sufre y gime con dolores de parto por la llegada del Señor. Esto habla acerca de esos dolores que salen antes de esa llegada, el retorno de Jesús.

Muchas de ustedes mujeres sabrán cómo los dolores de parto van aumentando a medida que el momento va llegando al alumbramiento de ese bebé, hasta ese momento final cuando el bebé nace. En el mundo estamos viendo toda clase de desastres, odio, guerras que están saliendo, civiles alrededor del mundo. Estamos peleando en contra del rompimiento de familias, hay una pelea en contra de inmoralidad y cómo los valores cristianos están siendo echados a un lado. Y vemos cómo una nación en contra de otra, con líderes malignos se están levantando uno en contra de otro y también en contra de la nación de Israel. Todo el conflicto que está surgiendo en Medio Oriente, guerras y rumores de guerras, y terremotos y desastres naturales que están sucediendo alrededor del mundo. Y todo es indicación de que podemos regocijarnos en nuestro espíritu porque demuestra que el Señor está cerca una vez más.

Hay una organización que se llama El Centro del Holocausto, aquí en la ciudad de Boston. Esta es una organización que consiste en una cantidad de sobrevivientes de lo que fue el holocausto, y esta organización se formó con el propósito de que el sentido del holocausto no vuelva a suceder una vez más.

Yo les había mencionado de cómo la nación de Israel estaba siendo perseguida una y otra vez, como ese dolor de parto. Y que ese período final de persecución se vio mucho en el evento del holocausto. Seis millones de judíos fueron torturados y asesinados en ese evento, esto es casi un tercio de toda la población de judíos alrededor del mundo en aquel entonces.

Ahora, yo recuerdo que mi mamá estaba en Hiroshima cuando la bomba atómica fue lanzada. Y fue algo horrible que sucedió. Mi madre y mi tía en ocasiones comparten algunas de esas cosas horribles que sucedieron. Para ellas se les hace muy difícil abrirse y hablar y compartir acerca de esto. En la ciudad de Hiroshima, tanto la familia de mi mamá como la de ella también fueron salvos en aquel entonces, pero alrededor de 250.000 personas murieron inmediatamente.

Ahora, la guerra es como el infierno. Y aún así hay líderes alrededor del mundo que se levantan con una supuesta autoridad para ejecutar esos gestos y tratar de dominar sobre otros. Y así como Hiroshima fue algo horrible, y digamos que así como esa bomba mató 250.000 de casi 100 millones de personas, no fue un tercio de 100 millones, que serían 33 millones.

Ahora, yo no sé cuál es la población de hispanos alrededor del mundo entero, pero digamos que hay unos 500 millones de latinos alrededor del mundo. Ahora, un tercio de ese número sería como 180 millones. Podría usted imaginarse que en el curso de 3 ó 4 años 180 millones de latinos sean asesinados? Y no tan solamente eso, sino que imagínese, de esos 500 millones que 200 millones de ellos vivan tanto en Norteamérica como en Centroamérica, y usted y su familia viviendo aquí en Estados Unidos, Centroamérica, México, en algún otro lugar, digamos que a lo largo de esos 3 ó 4 años, de 200 millones de personas, imagínense que 150 millones de nosotros sean asesinados en ese tiempo aquí mismo en la comunidad de Boston. Tal vez un 80 ó 90 por ciento de ustedes no sobrevirían. Y esto es después de haber sido expuestos a meses y años de las condiciones más horrendas de persecución y esclavitud y ser ejecutados y llevados hasta la muerte.

Eso fue lo que sucedió con el pueblo judío durante el holocausto. Está más allá de nuestra propia comprensión, de nuestra propia mente de poder tratar aunque sea de imaginar o visualizar lo que significaba estar ahí. Y esta reunión de la cual hablamos de mayo 2 que vamos a estar organizando, nos estamos uniendo, la organización que él participa, con el Centro del Holocausto para tener este servicio de conmemoración juntos, para poder unirnos a ellos como cristianos y decirles, miren, como cristianos, nosotros nos estamos uniendo a ustedes, que esto no puede volver a suceder. No tan solamente a la comunidad judía, sino que esto no debe volver a pasarle a cualquiera, a nadie de cualquier nacionalidad o cultura.

En este evento van a haber muchos sobrevivientes del holocausto que todavía están vivos, van a estar ahí en ese evento. Y hay una persona con quien yo estoy particularmente familiarizado con su historia. Él vivió en Hungría durante la guerra y su abuela, sus abuelos, tíos, tías, todos ellos fueron ejecutados durante ese tiempo. Él y su papá estuvieron juntos en distintos campos de concentración de uno en el otro los estaban moviendo. Ellos vivieron en condiciones horribles, fueron abusados, fueron puestos a hambre y ellos vivieron a través de este horror hasta el final de ese tiempo de guerra, para que este hombre pudiese decir la historia de lo que fue esa situación.

Su papá vivió hasta el último día de la guerra pero con todo el día después de la liberación su papá murió. Y durante el tiempo que él estuvo allí había una mujer cristiana que vivía cerca de ellos que arriesgó su vida para venir y ayudar a esta familia.

Ahora, hay muchos otros cristianos que también durante esos días ayudaron a los judíos. Muchos de estos cristianos fueron atrapados por los nazis y a muchos de ellos también los llevaron a esos campos de concentración más bien para morir. Así que aquí estaba esta mujer arriesgando su vida para salvar y ayudar a estos judíos. Por qué? Porque ella entendió el mensaje que Jesús le dio no tan solamente a ella sino también a cada uno de nosotros.

Y esta fue la mujer de quien se relata en la historia, el caballero más alto que está en la parte de atrás es el hombre del cual él está hablando que volvió a encontrarse con esta mujer que lo ayudó durante ese tiempo de guerra. Y fue por causa de este mensaje de Jesús en Juan Capítulo 15, “nadie tiene mayor amor que este que uno ponga su vida por sus amigos.”

Esto fue lo Jesús hizo por ti y por mí en la cruz, para morir por nosotros. Y él nos dice que de alguna forma u otra hagamos lo mismo. Y este es el verdadero mensaje de la cruz. Él quiere que tanto usted como yo podamos darle las gracias a Dios por salvar nuestras vidas y él nos llama a todos y cada uno de nosotros para pararnos y en la fuerza de Dios que no importando qué usted nunca, nunca niegue a Jesús en su vida.

No es con fuerza sino con el espíritu de Dios y a través del espíritu de Dios nosotros vamos a podernos posicionar para hacer lo que es verdadero y lo que es recto delante de Dios. y que si llegaras al momento de tu tener que arriesgar tu vida por hacer lo que es correcto delante de Dios por otros, que por el poder de Dios, de su espíritu usted va a poderlo hacer.

Así que de parte de todos nosotros en este ministerio podemos decir que el amor de Dios se extiende a todas las personas alrededor del mundo. Pero como Pablo también dijo, nosotros también de alguna forma u otra le debemos nuestra vida a esa historia del pueblo judío. Y también depende de nosotros que podamos extender ese amor de Dios al pueblo de Israel. Gracias.

Hermanos y hermanas, vamos a ponernos de pie y vamos a ir cerrando este tiempo. Miren, yo entiendo que esto es una enseñanza muy profunda. Algo muy profundo que el Señor nos ha traído. Y tal vez muchos de nosotros, o algunos de nosotros pensamos, pero qué diferencia hace esto en mi vida? Y yo les puedo decir, mire, hace una diferencia muy grande, porque cada uno de nosotros, yo que nosotros vivimos nuestra vida diaria, sentimos, vivimos cosas que son bien cercanas a nuestro corazón, pero a la misma vez, mis hermanos, cuando usted está en Dios su vida es parte de una historia mayor.

Nuestra historia, mis hermanos, no es solamente lo que usted vive del día al día, su historia es parte de una historia mucho mayor que Dios le está haciendo, que Dios la está ejecutando, y hay propósitos que Dios quiere cumplir a través de usted también. Así que si hay una oración que yo puedo hacer hoy, es el mero hecho de que nosotros no seamos ignorantes a las cosas que Dios nos está hablando, sino que nosotros podamos abrir nuestro corazón y nuestro espíritu de alguna forma u otra, mis hermanos, para poder entender estos misterios de Dios de cómo un terremoto, por el otro lado del mundo, puede ser de gran importancia para nosotros que estamos aquí todavía salvos con nuestras casas puestas en su lugar, porque son cosas que suceden y que hablan acerca de las promesas que Dios ha dado, señales que están antes del fin. Y esto que estamos hablando acerca del pueblo judío, mis hermanos, son parte de esas señales. El pueblo judío tiene que ser renovado, tiene que ser restaurado, tiene que ser redimido para que si nosotros queremos ver a Jesús, viniendo otra vez a recogernos a todos nosotros, la iglesia, junto con el pueblo judío, tenemos que tener estas cosas en mente, mis hermanos, no podemos ser egoístas.

No podemos ser egoístas en pensar que Jesús está aquí por nosotros nada más. Jesús está aquí por el mundo entero, y el mundo entero incluye judíos e incluye a árabes, incluye al ateo, incluye al feo, incluye al bonito, incluye al gordo, al flaco, incluye a todos, te incluye a ti, me incluye a mí. Esa es la historia de Dios. Nosotros somos bien limitados, solamente podemos ver lo que tenemos de frente a nuestra nariz, pero Dios ve más allá. Y Dios quiere que nosotros aprendamos a ver las cosas más allá también.

Así que, hermanos, tome esta enseñanza. Medite en ella. Pídale al Señor que le de sabiduría, que le de revelación para saber cómo estas cosas aplican al contexto de su vida también. Y cómo Dios lo puede usar a usted como bien estaba diciendo el pastor Tacu, cómo Dios lo puede usar a usted como un instrumento de esa revelación del amor de Dios en la vida de otros a su alrededor.

Así que, Padre, mira en esta tarde te ofrecemos este tiempo, Señor, ofrecemos esta palabra, Jesús, que se nos ha sido traído, que nos ha sido dada, la recibimos en nuestro corazón, Señor, y con ello te pedimos que nos traigas sabiduría y que nos traigas discernimiento para saber cómo internalizarla, Señor, y que no necesariamente lo olvidemos, sino que la podamos retener en nuestro corazón, Dios.

Hay una revelación bien grande que tu estás trayendo a tu pueblo alrededor del mundo entero, Dios, y yo te pido que por favor a nosotros aquí, concerniente a nosotros, que no seamos ignorantes de lo que tu nos quieres decir, sino que podamos traer a consciencia, a nuestra mente, a nuestro corazón, lo que tu quieres que nosotros hagamos como un pueblo, sea ya con la comunidad judía, Señor, o cualquier otra comunidad a la cual tu nos quieras acercar para reflejar tu amor a otros.

Padre, así como tu nos restauras nuestras vidas, así como tu restauras nuestras familias, úsanos a nosotros como instrumento de restauración y reconciliación con otras personas a nuestro alrededor, y que podamos ser como luces en medio de las tinieblas para dar a conocer tus secretos, tus misterios a aquellos que todavía no los conocen.

Bendecimos tu nombre en esta tarde, y a ti te damos toda la gloria y todo el honor, Señor. Por siempre y siempre. Gracias te damos, oh Dios. amén, Señor, amén. Gracias Jesús.