La importancia de un amigo (parte 2)

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Cuántos de ustedes se acuerdan yo diría, hace ya como unas tres semanas, casi un mes, que yo había comenzado a hablarles acerca de la amistad, la importancia de tener buenos amigos. Cuántos se recuerdan de eso? Deja ver. Se recuerdan? Ok. Los que no, pues, breve resumen.

Hablé de la amistad. Y la forma en que hablé de la amistad fue Dios puso una inquietud en mi corazón, de poder hablar acerca de ese tema porque yo diría, que tal vez, en los últimos 3, 4 meses he estado como en conversaciones con distintas personas de aquí de la iglesia, que por alguna razón u otra, ha surgido ese aspecto de la necesidad que tenemos de poder tener amistades genuinas. O sea, personas con las cuales uno pueda contar, personas con las cuales uno puede reír, personas con las cuales uno puede desahogarse, personas con las cuales uno puede salir y pasear y disfrutar una tarde de juegos, o personas que puedan confrontarnos en toda confianza, sabiendo que no es que nos están criticando sino que lo están haciendo para edificar nuestras vidas.

Son cosas que están en nosotros. Yo recuerda que esa primera vez que yo hablé, yo estaba diciendo que esto es parte de la naturaleza de Dios en nosotros, es parte de esa imagen de Dios que está en nosotros, que está en ti. Es esa necesidad de poder tener contacto, relación, conexión con otras personas a tu alrededor. y muchos de nosotros tenemos esos contactos a través de nuestras familias, sea ya que lo tengas a través de tu esposo, tu esposa, tu papá, tu mamá, tu hijo, tu hija, tu tío, tu abuela, sea quien sea. Tenemos esas relaciones pero también está esa necesidad con conectar con otras personas.

Ya cuando hablamos del círculo de hermanos y hermanas en la iglesia, pero aún dentro de este círculo están esos otros círculos de intimidad que … ya tienes tu amigo o tu amiga, el que tu te atreves llamar a la medianoche y tu sabes que te va a responder el teléfono y van a poder hablar. Tal vez después que te diga dos o tres, qué estás llamando a esta hora? Pero ¿Saben qué? Después de un ratito se despierta y habla contigo o sino hace una cita para el próximo día y a primera hora se sienta contigo a tomarse un café.

Esos son los tipos de amistades de los cuales estábamos hablando. Otra cosa que también dije es que no todo, o sea, no todo el mundo puede esperar ser un billete de 100 para todo el mundo, no todas las amistades son iguales. Hay distintos niveles de amistad. Yo no puedo esperar ser amigo de todos aquí y a un nivel de intimidad que yo pueda, como quien dice, contar toda mi historia. Yo sé que voy a tener esos espacios, esa dinámica con distintas personas y yo hablaba que eso pasa con Jesús.

O sea, el mismo Jesús tenías sus distintos círculos de amistades con sus discípulos. Tenía sus 12 discípulos, pero dentro de esos 12 tenía 3 que la Biblia especifica con los cuales él se iba a parte a orar con ellos. Y tenía una mayor intimidad con esas tres personas. Y dentro de esas tres personas, solamente había uno que Jesús le permitía recostar su cabeza en su pecho. A ese nivel de intimidad vivían.

Así que están esas dinámicas ahí en esas relaciones de amistad. Otra cosa que yo también dije que yo como que voy a ver si puedo recapitular en este punto, que es cuando estaba hablando acerca del amor que hay entre una relación de amistad de que muchas veces esas amistades tienen sus condiciones. Yo no sé cuántos de ustedes se acuerdan que también el domingo, después que yo hablé de eso, yo prediqué en una parte de mi sermón de que el amor muchas veces lo romantizamos mucho, diciendo que todo tipo de amor es incondicional. Pero que entonces, yo salgo y digo de que también tiene esa dinámica de que es condicional.

Y yo como que, después que yo revisé el mensaje, yo me dije, guau, yo tuve que haber aclarado esto un poco más, porque sonó como si yo estuviese diciendo que es uno o el otro. Pero no es eso, es una combinación de ambos. Es tanto uno como el otro. It’s not either or but it’s both and.

O sea, el amor que nosotros experimentamos tanto de parte de Dios, como el amor que podemos tener con otras personas, es tanto incondicional como condicional. Decía acerca del amor incondicional de Dios porque el amor de Dios es incondicional y hay pruebas en las Escritura de que es así.

Como dice la Escritura, que aún cuando nosotros éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. O sea, ahí se ve ese amor incondicional de Dios. Dios nos recibe tal y como somos. Ahí se ve ese amor incondicional de Dios. Pero entonces, una vez si nosotros aceptamos ese amor, y es bien cómico, bueno no cómico, pero es interesante porque yo hasta en un momento me puse a pensar acerca de la salvación y nosotros también podemos decir que la salvación es incondicional en el sentido que la salvación es por gracia, no es por obras.

Pero aún para tu poder tener la salvación tu tienes la condición de que si no lo confiesas, si no la recibes pues no la vas a tener. Así que una y la otra, no es una o la otra, pero son las dos funcionando juntas. Y a la luz de eso, pues yo seguí elaborando este tema de la amistad, de cómo está esa dinámica en la cual todos nosotros tenemos como que bailar este juego de cuánto doy, cuánto no doy, cuánto recibo, cuánto no recibo.

Y hoy, pues, a medida que me preparaba para la segunda parte, pues, me estoy tirando ahora por este lado de cómo es esa dinámica de relaciones interpersonales. Y yo me crucé con un libro que había leído hace mucho tiempo, pero que me volví a cruzar con él hace poco y lo volví a retomar y el título del libro fue el que resaltó. El título es de una autor que se llama John Orburn, es un señor americano, él es pastor en California y él escribió un libro que en inglés se titula “Everybody is normal till you get to know them”. En español se diría “Todos somos normales hasta que nos conocen”.

Se lo puedo decir otra vez? A ver si les hace sentido? Todos somos normales hasta que nos conocen. Se pueden reír, porque está intencionado a que se pueda reír. Napoleón, tu eres normal hasta que yo te conozca de verdad. Orlando, tu eres normal hasta que yo te conozca de verdad. Yo voy a ser normal para ustedes hasta que ustedes me conozcan de verdad.

Y aquí es donde viene la dinámica. Este autor hace mención de dos puntos en particular que vienen con ese tema. Y el primero, él está haciendo una ilustración, de por ejemplo, en las tiendas cuando usted va a la sección de Clearance, por ejemplo, sea ya una tienda de muebles o de ropa o cosas así, usted sabe que la mayoría de las veces esa ropa, o mercancía, vamos a hablar de mercancía de muebles, cuando usted va a la sección de Clearance, que se los tienen así, que tiene el precio también tiene un tag, un ticket que dice tal y como es, o as it. O sea que el instrumento o lo que sea, se lo venden tal y como está. O sea, usted no puede ir y reclamar después que lo compró, ah, mira que tenía el lado rayado o algo. Ah, eso se vendió tal y como es. Usted va a lo comprar tal y como es. O mira que tenía un tornillo suelto y a ver si lo puedo devolver. Sorry, usted lo compró as is, tal y como es. Mira que le abrí la gaveta y se me cayó… sorry, lo compró tal y como es. Exacto, no hay return en eso.

Y el asunto es que este autor está comparando que nosotros como seres humanos, venimos con ese tag que dice, as is, tal y como es. Me da gracia porque Orlando, ahorita, perdona que te coja de punto, Orlando, él cumplió años ayer así que por eso es que lo estoy cogiendo de punto. Como fue su cumpleaños ayer, hoy llegó con este sweater nuevo que tenía el tag todavía. So para mí eso fue algo de confirmación, de que lo que tenía que hablar era lo correcto. Y estaba en clearance.

Eso para mí fue confirmación de que tenía que hablar esto. O sea, que nosotros como seres humanos venimos con esa etiqueta que dice, tal y como es. Usted, si se verifica bien, así en la espalda, le va a tener que decir a alguien, mira a ver si tengo una etiqueta por ahí. Y esa persona le va a decir, mira sí, la tienes y es bien grande la etiqueta. Algunos la etiqueta es más chiquita para otros la etiqueta es más grande.

Pero todos tenemos ese tag que es tal y como es. Y eso lo conecta a otro punto que es mucho más profundo todavía. Y esto para mí es algo tan revelador. Yo estoy seguro de que si yo lo digo y usted se pone a pensar, usted va a decir, “Oye, es verdad.”

Pero este autor conectando ese punto también decía que cuando nosotros procedemos a conocer a una persona por primera vez, subconscientemente en nuestra mente hay una pregunta que surge sin nosotros poderla controlar. Y es la pregunta que dice, “Yo le caigo bien a esa persona o no?”

Pregúntese usted si cuando usted va a conocer a una persona por primera vez, si tal vez usted no se recuerde, pero si usted se pone a pensar, cuando usted conoce a alguien por primera vez, le sale esa pregunta ahí en su cabeza: yo le caeré bien a esa persona? Le gustaré a esta persona? Esta persona querrá establecer algún tipo de contacto conmigo? Qué debo hacer, como quien dice, para caerle bien a esta persona?

Para mí eso fue bien revelador y mucho más cuando estoy pensando acerca de este tema de la amistad, porque es lo mismo. Cuando usted se hace esa pregunta, esa pregunta va a determinar la forma en que usted va a proceder en poder conocer e interactuar con esa persona o no. hay algunos que cuando escuchan esa pregunta en su cabeza, son tan y tan intimidados que deciden no proceder en conectar. Porque tal vez la persona muy ocupada, o lo ven muy distanciado, o como que parece que la persona no está prestando interés, pues, fine, no me voy a conectar con esa persona. Y sigo por acá buscando alguna amistad en algún otro lugar.

Pero hay otras personas cuyo carácter aunque tienen esa pregunta le dice, le caeré bien a esa persona o no? se tiran a la aventura y dicen, “Bueno, there’s only one way to find out” Vamos a ir y empezar a conocer a esta persona a ver si funciona o no.

Y ahí es donde entonces empieza lo que yo estaba diciendo, esa dinámica, ese baile, como que cuánto doy, cuánto recibo, cuánto me dan, para yo poder dar otra vez. Miren, yo me crucé con varios versos bíblicos que de alguna forma u otra le dan luz a lo que estoy diciendo. Y lo pueden apuntar por ahí para que ustedes lo lean después.

Pero uno fue el que yo leí la primera vez que es Proverbios, Capítulo 17, verso 17 que dice:

“… En todo tiempo ama el amigo y es como un hermano en tiempo de la angustia, en todo tiempo ama el amigo y es como un hermano en tiempo de la angustia…”

Y está obviamente hablando de lo que describe un amigo, o sea, ese nivel de intimidad, ese nivel de profundidad que no importa las circunstancias siempre está ahí dispuesto para.

Otro verso, en Proverbios Capítulo 18, verso 24, dice:

“… Hay amigos que llevan a la ruina ─ y estoy leyendo de la nueva versión internacional, porque la Reina Valera como que la forma en que leía como que no me gustó y lo busqué en otra versión y dice así: ─ … Hay amigos que llevan a la ruina y hay amigos más fieles que un hermano…”

Miren esto que interesante. Podemos tener amigos que los consideramos amigos, pero su fin es como que, nos hacen la vida imposible, pero también están esos amigos que pueden tener un nivel de intimidad que es como si fuera, como dice un refrán por ahí en inglés que dice: my brother from another mother; mi hermano de otra madre, por así decirlo, porque está esa afinidad.

Otro proverbio, Proverbios, Capítulo 27, versículo 10, mira a mí me gustó este, dice:

“… No abandones a tu amigo ni al amigo de tu padre… ─ mira esto que interesante, porque ya está hablando de una amistad que trasciende generaciones y sigue diciendo ─ … No vayas a la casa de tu hermano cuando tengas un problema porque más vale un vecino cercano que un hermano distante…”

Eso a mí me habló mucho porque obviamente yo tengo toda mi familia de sangre está por allá, por Puerto Rico, so si yo tengo un problema o algo qué me va a salir más económico, pagar un ticket para ir a Puerto Rico y desahogarme con mami allá, o tener a un amigo aquí cerca de mí que yo puedo, tal vez, gastar 50 centavos de gasolina en ir de una esquina a otra y sentarme a hablar con él. Obviamente la segunda es la respuesta.

Pero lo que está diciendo es que está hablando de esta dinámica de lo que un amigo puede hacer por uno, cómo inspira la vida de uno y aún cuando yo veo esa primera frase que dice, no abandones a tu amigo ni al amigo de tu padre, o sea, cuando lo pone ya a ese nivel.

Mire, si yo pienso en los amigos de mi padre, que yo no conocí muchos de ellos, pero al menos algunas de las personas con las que él se relacionaba, lo que esto quiere decir es que sí, yo tengo un amigo que puede ser contemporáneo mío, pero también están esas personas que van un poquito más allá que yo, que yo sé que puedo agarrarme de ellos, contar con ellos, recibir un sentido de sabiduría y de dirección de parte de ellos también.

O sea, que la amistad no es algo que es solamente aquí a nivel mío, sino que también va un poquito más allá. El último verso que les voy a leer, Eclesiastés y este yo sé que ustedes lo conocen, Capítulo 4, versículos 9 y 10, dice:

“…Mejor son dos que uno porque tienen mejor paga de su trabajo porque si cayeren el uno levantará a su compañero, pero ay del solo, que cuando cayere no habrá un segundo que lo pueda levantar…”

Necesitan una ilustración con esto? Miren el verso 11 dice:

“… También si dos durmieren juntos se calentarán mutuamente…”

Esto obviamente lo usan mucho para las parejas pero, hace poco estaba viendo en la televisión este programa, yo no sé si lo han visto, un programa que se llama I shouldn’t be alive, Yo no debería estar vivo? En el canal de Animal Planet, estaba viendo un episodio de dos muchachos que se perdieron en un hike que estaban haciendo en una montaña y cayeron en una tormenta de nieve y cosas así y ellos estaban hablando que una de las cosas que les permitió a ellos sobrevivir, fue que los dos se metieron en un sleeping bag para calentarse el uno al otro.

Y yo recuerdo que yo vi eso en una película y se vio como que medio, why, dos hombres metidos en un sleeping bag, pero cuando lo vi en vidas reales de cómo… esto es bien interesante, mis hermanos, porque esto es comprobado científicamente. Hay una diferencia bien grande tratar de calentarse, como quien dice, con la ropa puesta, pero es bien diferente calentarse cuando es contacto piel con piel. y obviamente no quiero que se vayan a poner una imagen demasiado más allá de lo que deberían pensar. Pero se ha probado científicamente que en una situación así de emergencia, que si dos personas se quedan perdidas en el desierto de la nieve, la mejor forma para que esas personas puedan sobrevivir es que se puedan calentar piel con piel, porque la ropa, al mojarse, o al ponerse demasiado fría lo que hace es que le drena el calor del cuerpo aún más rápido todavía.

Así que la única forma para ellos poderse mantener calientes es piel con piel. Okay, no se imaginen cómo es pero…

“… También si dos durmieren juntos se calentarán mutuamente más cómo se calentará uno solo… ─ y aquí es donde está la otra parte ─ … y si alguno prevaleciere contra otro, dos le resistirán y el cordón de tres dobleces no se rompe fácilmente…”

Así que vieron, mis hermanos, esta idea de poder trabajar las amistades, mis hermanos, es de suma importancia. Así que cuando ustedes estén en ese proceso de, sea ya de establecer nuevas amistades, sea ya con gente de dentro de la iglesia o fuera de la iglesia, como usted decida hacer, usted tiene que saber que están estas preguntas en su cabeza.

Primero que nada usted tiene un tag que dice, tal y como es, usted viene con ese tag y la otra persona viene con ese tag. Y a la misma vez, usted va a estar pensando, ¿Le caeré bien a esta persona? Esa otra persona va a estar pensando de usted, le caeré yo bien a esa persona? Algunos dirán, ni me importa, pero esos son los que menos amigos tienen, por así decirlo.

Pero cuando usted esté en ese proceso y yo animo que usted entre en ese proceso, más cuando estamos hablando de la familia de fe, miren lo que les voy a decir, para que tenga esto en cuenta. Toda amistad que uno establezca siempre va a llevar consigo un nivel de riesgo. Toda amistad que uno establezca siempre va a llevar consigo un nivel de riesgo. Me explico.

Riesgo de que tal vez un amigo nos pueda herir o nos pueda malinterpretar. Y eso yo me imagino que la mayoría de todos nosotros lo hemos vivido en algún momento u otro en nuestras vidas, que tal vez usted procede con una amistad con las mejores de la intenciones, pero la otra persona tal vez no tenía su mente clara o en el lugar correcto, en el lugar perfecto, y lo que usted hacía o lo que usted decía era malinterpretado y lo ponían a funcionar en contra de usted.

O tal vez usted tenía una amistad que ya llevaba años y de repente cuando menos usted se lo esperaba esa persona, le entierra un cuchillo en la espalda, por así decirlo, y eso puede dañar y destruir a uno que a veces uno hasta termina diciendo, para qué tener amigos?

Pero son riesgos que uno se tiene que tomar. Pero asimismo como digo eso, también está esta dinámica de los riesgos de que ese amigo nos pueda confrontar a nosotros a vivir más allá de nuestras comodidades, o de acuerdo a los valores que nosotros decidimos vivir. Me expliqué ahí? Está ese riesgo de que una persona, o ese amigo o esa amiga te confronte a ti más allá de tu nivel de comodidad, dentro de esa relación de amistad, o que te confronte que tu poder vivir de acuerdo a los valores que tu dices que vives, que te riges por ellos.

Miren un ejemplo, bien bíblico, pueden ir conmigo al libro de Job. Job tenía tres amigos, y no son los tres amigos de la película. Job tenía tres amigos, se recuerdan la historia, ¿verdad? Cuando Satanás, el verso 7 en el Capítulo 2, dice:

“… Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza…”

Ahí es donde empieza el desenvolvimiento de esta historia. Pero miren el verso 11, ahí en el Capítulo 2, dice:

“… Y tres amigos de Job, Elifaz, Bildad y Zofar, luego que oyeron todo este mal que le había sobrevenido, vinieron cada uno de su lugar, porque habían convenido en venir juntos para condolerse y para consolarle…”

Miren que interesante, estos tres hombres de los lugares donde vivían, cuando se enteraron de todo lo que estaba pasando con Job y su familia, ellos se llamaron, mira, vamos allá a casa de Job a darle ánimo. Fueron y miren cómo hicieron:

“… Los cuales, alzando los ojos desde lejos no le conocieron y lloraron a gritos y cada uno de ellos rasgo su manto y los tres esparcieron polvo sobre sus cabezas hacia el cielo y así se sentaron con él en tierra por siete días y siete noches, y ninguno le hablaba porque veían que su dolor era muy grande…”

Miren esto que interesante, mis hermanos. A mí eso me pareció tan interesante porque nosotros somos bien rápidos en quererle resolver los problemas a nuestros amigos, ¿verdad? Somos bien rápidos, como que vienen y nos empiezan a hablar y tal vez lo que quieren es desahogarse y nosotros ni los dejamos terminar de hablar y rápido empezamos a sí, sí, sí, yo he pasado por eso y esto fue lo que yo hice y empezamos a contarle nuestra historia y no dejamos que él o ella termine de decir su historia.

Y a mí me pareció tan particular que estos tres hombres cuando se acercaron a Job, se hubiésemos uno de nosotros hispanos, rápido hubiésemos ido, mira, te traigo este remedio de mi mamá, de aceite con vinagre y sal para que te limpies todas las llagas y te cures. O sino, mira, vete y métete en la playa siete veces de espalda y se te va a curar la sarna. O quien sabe se hubiésemos empezado a decir un montón de barbaridades.

Pero la cosa es que estos tres hombres cuando vieron a su amigo así, tan acongojado, ellos se identificaron con él, hicieron duelo y se quedaron ahí. Usted se imagina lo que es siete días y siete noches delante de tu amigo sin decir una palabra. O yo sé lo que se siente. Qué tu sabes, tu tienes sarna, tu has tenido sarna en tu vida, ¿verdad que no?

Miren, que interesante el verso 8 dice:

“… Y tomaba Job un tiesto para rascarse con él…”

Pueden visualizar eso? Yo me imagino que ese tiesto era bien grande y como que si puedo ser un poquito visual, yo no sé si las cámaras llegan así, para que no se vea en el internet, pero es como que… rascarse así con la pared. Así está desesperado, no Job, yo te entiendo. Qué? Vete, ráscate en la pared para ver si me entiendes o no.

Se quedaron ahí, estáticos, solamente se empezaron a identificar con la necesidad de su amigo, antes de decir alguna palabra. Pero obviamente como eran amigos, eran eruditos, tenían que decir algo. En el Capítulo 4 empieza Elifaz a hablarle y miren cómo empieza a decirle, miren que interesante, y aquí es donde yo veo la dinámica de la naturaleza humana, porque nosotros sabemos como conocemos la historia, nosotros sabemos que este relato de Job fue una conspiración divina que sucedió. Esto fue un trueque entre Dios y el diablo que decidieron, como quien dice, ok, quieres probar a uno de mis hijos? Pues, ahí tienen a Job. Es como que, guau, pero Dios lo vendiste ahí, como quien dice, lo tiraste al matadero al pobre Job. Y Dios, yo sé lo que estoy diciendo.

Tu quieres hacer algo? Go ahead. Y allá de ese caos divino, pues vino toda esta dinámica acá. Y entonces yo lo que veo es a Elifaz, a Bildad y a Zofar como que tratando de interpretar lo que le estaba sucediendo a Job y tratando de darle ánimo dentro de sus capacidades. Miren lo que Elifaz le dice en el Capítulo 4:

“…Si probaremos hablarte te será molesto…”

En otras palabras, si tratáramos de decirte algo te vas a molestar.

“… pero quién podrá detener las palabras? He aquí tu enseñabas a muchos ─ le están diciendo a Job ─ tu enseñabas a muchos y fortalecías las manos de los débiles, al que tropezaba, enderezaban tus palabras, y esforzaba las rodillas del que decaía, más ahora que el mal ha venido sobre ti te desalientas y cuando ha llegado hasta ti, te turbas. Hey, acaso no es tu temor a Dios tu confianza? No es tu esperanza la integridad de tus caminos. Hey, recapacita ahora…”

Miren como Elifaz empezó a animar, tratando de animar a Job y uno lee esas palabras y es como que un poquito rough, es como que men, prefiero seguir rascándome con la pared que tu me digas estas palabras. Pero era la forma de Elifaz, como que tratando de animar a su amigo.

Miren más adelante, Bildad, en el Capítulo 8 también empieza a darle toda esta retraída de palabras, y después en el Capítulo 9, Job responde una vez más. Después de él, en el Capítulo 11, viene Zofar también con toda otra retraída de palabras hasta acusándolo de que lo que le estaba sucediendo era por culpa del, porque él estaba en pecado. Y cuántas veces hemos tenido amigos que nos han dicho eso. Ah, lo que te está pasando es porque tu estás en pecado, o bueno, tal vez no son tan rough, pero sabes, vienen a decirlo en una forma más santica, más espiritual. Y dice, oye, tu no has considerado que tal vez lo que te está pasando es porque estás en un pecado escondido que nadie sabe? Me puedes contar, si tienes un chisme que decir, yo soy tu amigo, me lo puedes decir a mí.

Pero el asunto es que al yo ver esta historia, yo veo estas tres personas que tenían una conexión con este hombre de Dios, los tres, los cuatros eran hombres de Dios y en su forma estaban buscando cómo interpretar lo que estaba sucediendo. Pero decidieron dar ese ánimo.

Miren, se tomaron el riesgo de hablarse fuera de su zona de comodidad, pero lo que eso causó fue una relación fortalecida al final. Y eso son los amigos que uno verdaderamente tiene que aprender a valorar y buscar, las personas que se atreven a decirte la verdades en la cara, con mucho amor, con mucho cariño, con mucho respeto, pero si estás haciendo algo te lo dicen, y viceversa, si él también está haciendo algo uno también se lo dice a él o a ella.

Y eso, si es una amistad saludable, genuina puede sobrepasar esas dificultades, y al final termina siendo una amistad mucho más sólida todavía. No le gusta a nadie, porque uno no quiere tener ese tipo de disgusto con una persona que uno aprecia tanto, pero a la misma vez son necesarios esos momentos también.

Miren, si yo les digo que Jesús mismo tuvo sus riesgos cuando decidió relacionarse con los discípulos, acaso uno no lo negó? Y el otro lo vendió? Óigame y con todo, piensen en esto, con todo lo que Jesús sabía que lo iba a vender lo cogió como uno de sus discípulos. Obviamente ahí está este misterio divino que es para que se cumpla lo que dicen las Escrituras, pero lo hizo como quieras. Decidió meterlo a la intimidad de su vida y ya sabemos cómo se desenvolvió la historia. No me había dado cuenta del tiempo.

To be continued. Miren, basados en esta pregunta yo voy a terminar con esto, se los prometo, tres minutos. Regálenme tres minutos. Después de haber dicho esto, yo hago esta pregunta: De quién debo ser amigo entonces? O quién debería ser mi amigo?

Hemos todos escuchado ese refrán que dice, dime con quién andas y te diré quién eres. ¿Verdad? Lo hemos escuchado. Ese es un refrán bíblico, ¿verdad? O no? o eso es del barrio. Eso es del libro de Omar, Capítulo 6, verso 32, Omar mi tatarabuelo, dondequiera que esté. Pero miren ese refrán, dice miren con quién andas y te diré quién eres.

Sabes que a Jesús le pasó esto. Mateo, Capítulo 11, miren esta historia. Mateo, Capítulo 11 en el verso 16 dice, Jesús le está hablando a los fariseos, dice:

“… Con qué puedo comparar esta generación…”

Ustedes se parecen a los niños sentados en la plaza que le gritan a los demás, oye, mira, te toqué la flauta pero no bailaste, entonces le cantamos por los muertos, pero ustedes no lloraron. Y Jesús le dice,

“…Pero mira, porque vino Juan, que no comía y no bebía y ustedes le dice, ah, este hombre tiene un demonio más ahora el hijo del hombre, porque come y bebe, ustedes dicen que él es un glotón, un borracho y un amigo de publicanos y de recaudadores de impuestos. Es un amigo de pecadores…”

Aquí se ve literalmente que Jesús está diciendo, como que, ok, o te peinas o te haces rolos. O soy o no soy? Me estás diciendo que porque me siento a comer con un saqueo, o porque visito a un levi a su casa y comparto con ellos una cena porque dejo que una supuesta ramera me bañe los pies con perfume, entonces me estás diciendo que soy amigo de pecadores.

Acaso eso no es el refrán que dice, dime con quién andas y te diré quién eres. De ahí salió ese refrán. No es de los campos de allá, de Puerto Rico o de Santo Domingo, salió de ahí. Pero es la visión de los fariseos y eso es lo que está diciendo, ah, ah, not so. Yo sé de quién yo soy amigo. Yo sé quién yo soy.

Y yo creo, mis hermanos, que nosotros también al yo ver este ejemplo de Jesús, yo me pongo a pensar, mira uno tiene que evaluar. Sí hay una verdad en ese refrán, porque yo lo comprobé, yo sé que muchos de nosotros lo hemos comprobado, cuántos de nosotros no teníamos una juntilla que después al fin y al cabo nos dimos cuenta como que ok, esta juntilla no conviene. y uno tiene que hacer ajustes.

Pero a la misma vez, al yo ver esta dinámica de Jesús, obviamente no voy a tener el tiempo para darle justicia a esto que acabo de leer. Pero yo quiero que piensen en esto, mis hermanos. Yo sé que Dios nos llama a nosotros a ser luz en medio de las tinieblas y sí nosotros tenemos que tener esos círculos concéntricos de amistades, que Dios quiere que nosotros podamos tener, amistades íntimas con las cuales uno se pueda desahogar, pero también el Señor nos llama a ser amigos, y digo esto con mucha cautela, porque yo sé que también está ese verso que no podemos ser amigos del mundo y amigos de Dios a la misma vez. Pero cuando uno le ve desde la perspectiva de poder alcanzar a otros como esta historia de Jesús, ahí es donde nosotros tenemos que poder aprender a ponernos en el pensar y en el sentir apropiado.

Ahora sí puede decir to be continued. Los dejo ahí para la próxima. Así que vamos a ponernos de pie. Yo solamente le estoy tirando estos mensajes para que ustedes puedan pensar y meditar. Usted necesita amigos, amigas, pero a la misma vez, usted es amigo de alguien, usted es amiga de alguien. Y a lo largo de esa relación usted tiene que saber cómo distinguir que usted se va a relacionar y a conectar con esa persona.

No esperen como estaba diciendo que usted le va a caer como un billete de 100 a todo el mundo, mis hermanos, porque tal vez no suceda. Para algunos usted va a ser un billete de cien, para otros va a ser un billete de uno. Pero que Dios le de sabiduría de acuerdo a lo que acabo de leer ahora, que Dios le de sabiduría, con quién se va a peinar y con quién se va a hacer rolos.

La última parte que voy a tocar de esto solamente para darle un Premium, es lo que significa ser un amigo de Dios, porque todo esto que estoy hablando, lo estoy hablando al nivel horizontal, pero todo esto va conectado a ese nivel vertical, de nosotros poder desarrollar esa amistad con Dios. El mero hecho que Jesús nos idéntica como amigos y no como siervos, se acuerdan ese pasaje de Juan Capítulo 15, ahí es donde voy a volver a resumir todas estas cosas.

Yo quiero que piensen en eso, mis hermanos, hay una relación de amistad que nos define con Dios. Hay esa conexión de familia y eso es lo nos nutre a nosotros y nos informa a nosotros para saber cómo llevar a cabo nuestras vidas aquí y en el mundo en el cual nosotros estamos, sobretodo ama a Dios sobre todas las cosas y después a tu prójimo como a ti mismo.

So, he hablado en parte de esa dimensión horizontal, después vamos a hablar de esa dimensión vertical, que ahí es donde todas las cosas se engranan. Así que vámonos a nuestras casas con eso.

Señor, te doy las gracias por la oportunidad de reflexionar aquí en tu palabra, Señor, y ver la vida que emana de la misma, cómo eso nos ilumina a nosotros para saber cómo llevar a cabo nuestras vidas.

Señor, yo te pido que tu nos dirijas en esa dinámica de cómo desarrollar amistades genuinas, sinceras, saludables, y que a la misma vez esto nos haga a nosotros una iglesia amigable, Señor, una iglesia donde el extranjero, donde aquel que no te conoce, Señor, pueda llegar aquí y sentir ese atmósfera de amistad, de hermandad, Señor, como tu deseas que nosotros podamos transmitir eso a otros.

Señor, yo te pido por cada uno de mis hermanos y hermanas que a medida que nos preparamos para salir de aquí hoy, que tu seas con nosotros, que tu nos lleves con bien hasta nuestras casas, Señor, y que a lo largo de la noche, tu espíritu siga inquietando el nuestro, Señor, para buscarte, para acercarnos más a ti.

Yo te pido que tu nos des un sueño tranquilo, reparador, que repare las fuerzas y la energía de nuestro cuerpo para que mañana si así tu lo permites, podamos levantarnos y echarle mano a un nuevo día, Señor. Danos tu bendición a todos, Señor, llévanos con bien hasta nuestros hogares, te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén. Amén.

Gracias Dios. Hermanos, que el Señor.