La capacidad de percibir y aún comunicar con el reino invisible

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Lucas, capítulo 2, comenzando con el versículo 8: “….Había pastores en la misma región que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí, se le presentó un ángel del Señor y la gloria del Señor los rodeó de resplandor y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo, “No temáis, porque he aquí os doy nuevas de gran gozo que será para todo el pueblo, que os ha nacido hoy en la ciudad de David un salvador que es Cristo, el Señor. Esto os servirá de enseñar, hallaréis al niño envuelto en pañales acostado en un pesebre.” Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales que alababan a Dios y decían, “Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres.” Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo los pastores se dijeron unos a otros, “Pasemos, pues, hasta Belén y veamos esto que ha sucedido y que el Señor nos ha manifestado.” Vinieron pues, apresuradamente y hallaron a María y a José y al niño acostado en el pesebre…”

Mis hermanos, un ángel, qué declara la palabra? Un ángel se les presentó, una multitud de las huestes celestiales repentinamente apareció. O sea, no fue que descendieron del cielo, aquí la palabra que utiliza la palabra es como si fuera un protagonista de una drama, que sale de detrás de una cortina y aparece en la escena.

Estos ángeles se manifestaron. Estos ángeles se hicieron visibles. Siempre estaban allí, pero no visibles a nuestros ojos terrenales. Y en eso quiero que nosotros nos enfoquemos en esta noche.

Mis hermanos, esto es como tantos detalles, aún en el mundo terrenal, escondido de nuestros ojos terrenales que solo captan la luz visible. Cuántos conocen esto acerca de la biología humana? Aún un ojo perfecto es menos eficiente que el ojo que tienen aún muchas criaturas, muchos animales, que logran captar, ver luz en la banda ultravioleta o la banda infrarroja y pueden ver mucho mejor y mucho más aún que nosotros, más que la luz visible, lo que nosotros logramos ver.

Si es así, cuánto más el mundo espiritual? Igual nuestro ojo terrenal no capta la mayoría de lo que ocurre a nuestro alrededor en el mundo espiritual. La palabra una y otra vez nos recuerda que estamos rodeados de una compañía celeste. Estamos rodeados por una población del cielo. También, mis hermanos, están no muy lejos de ellos representantes del mundo del infierno, invisible a nosotros pero real y presente. Esto es una realidad bíblica, esto está regado por toda la palabra.

Jacob ve una escalera cargado de un tráfico constante de ángeles, descendiendo y subiendo, descargando los negocios del cielo sobre la tierra, subiendo él en un sueño. Él despierta, dice la palabra que él temblaba de miedo al amanecerse la idea que ciertamente declaraba él, ciertamente estaba Jehová aquí y yo no lo sabía.

Mis hermanos, yo diría qué frase más real, más universal y más triste. Así vivimos muchos de nosotros, por eso es que nuestro año 2013 el pastor lo ha declarado un año evangelístico, para traer revelación y la manifestación de la presencia del Señor a un mundo que rosea con la presencia del Señor día tras día y no lo sabe. El Señor tan cerca, a la mano, y no nos dábamos cuenta.

El siervo de Eliseo estaba a punto de desmayar de temor hasta que Eliseo oró que el Señor abriera sus ojos espirituales. Y en ese momento él pudo ver sobre las colinas un ejército previamente invisible, pero innumerable de ángeles montados sobre carros de fuego a su disposición.

Mis hermanos, nadie llega a un servicio común y corriente. Hay un texto en Hebreos, capítulo 12, que a mí me encanta. Lo he leído muchas veces al abrir el servicio, cuando el Señor me da ese privilegio y no es meramente poesía, sépalo, cuando estamos nosotros leyendo este versículo, no es mera poesía, en esta iglesia es una declaración de una realidad. Creemos que esto está aconteciendo en sí, invisible pero real, declara Hebreos, capítulo 12, comenzando con el versículo 18 y brincaré un poco, pero dice:

“…Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar como Moisés, el pueblo de Israel que se acercaron al Sinaí y al acercarse al Sinaí podían ver palpablemente la gloria shakina del Señor tragando este monte, encendiéndolo en llamas, causando gran terror…”

Nosotros nos hemos acercado a un monte Sinaí palpable, o sea, que podemos ver y sentir, pero igual, dice la palabra, “si no que os habéis acercado al monte de Sión, − más terrible todavía – a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén, la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles que en esa noche en los campos alrededor de Belén se manifestaron a estos pastores. Esos ángeles que describe el libro de Hebreos, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios, el juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, y a Jesús, el mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que habla mejor que la de Abel.”

Si alguien prendiera la luz espiritual como en uno de esos rides que uno visita Disney muchas veces y te estampan, y apagan la luz pero prenden una luz ultravioleta y uno ve cosas que antes no veía. Si alguien prendiera una luz espiritual, qué veríamos nosotros en este momento aquí? Ángeles que no son limitados por paredes o asientos, muros, que traspasan este lugar. La gloria del Señor, un culto común y corriente, eso es muy lindo, pastor, pero qué sacamos de esto?

Entonces qué? Qué importa esto? Primeramente, mis hermanos, ustedes nunca, pero que nunca está solo, usted nunca, pero que nunca, pero que nunca, mi hermano, está solo. Esto es una época muy rara, a mí me encanta la Navidad, pero también es una época en que la soledad nos visita muchas veces y visita muchos de nuestros hogares de una forma feroz. Es cuando la soledad muchas veces crea un eco en nuestro sentir, teniendo gente a nuestro alrededor o no. porque la soledad no necesita, usted puede estar en una fiesta rodeado de personas y ser la persona más sola del mundo en ese momento.

Sepa que el Señor entiende eso. Y yo les recomiendo, mis hermanos, penetren este velo, sean conscientes de esto. Marina, uno de los cuentos favoritos que tiene mi esposa acerca de mamá, Toñita, y no es un cuento, es cierto, yo le oí, muchas veces llamaban a Toñita y le preguntaban, “Toñita, estás sola?” y ella dijo, “No, estoy con el Señor.”

Mi hermano, usted mi hermana, esta es la escena a su alrededor. Véalo o no. por qué nos importa? Si tienes temor de lo que promete la palabra, el ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen y los defiende. En esos momentos de soledad, sepa, el Señor ha enviado su ángel.

Hermanos, y si tienen un reto delante de ustedes, si usted tiene una decisión que hacer este año, que el Espíritu Santo te ha llamado a hacerlo y ya ese es el año decisivo de salir de esa relación dañina o dejar de una vez esa adicción, tal vez, tomar el valor de conectarte con un programa o de comparecer delante de la corte y limpiar ese record de una vez, cosas temerosas o cualquier situación en que usted se siente desamparado, limitado, solo, mis hermanos, si yo les contara las veces en la semana en que yo me he sentido así. Eso es parte de mi trabajo y eso es parte de cada uno.

Cuando el Señor está extendiendo tu tienda, usted acostúmbrese a sentirse así. Quiere crecer en el Señor? Quieres explorar nuevos territorios en el Señor? Quiere conquistar algo nuevo en el año 2013? Prepárese para poner su fe en obra y eso quiere decir, prepárese para un momento u otro en que tarde o temprano usted se va a sentir totalmente inadecuado, por mejor que usted se prepare.

Usted se va a sentir, qué hace el hijo de Carlos? Imagínense [inaudible] está solo. Samuel, la mano de Dios poderoso está sobre usted, mi hermana, los ángeles del Señor están a su alrededor. Hay toda una congregación celestial que dice, “Amén, ve, estamos contigo.” Está un escuadrón de ángeles deteniendo cualquier demonio que quiera tropezar contigo. Quién te dijo que tu estabas solo?

Dios está contigo. Sépalo. Y si es así, mis hermanos, la otra cosa que quiero que ustedes registren en sus corazones es – y eso se representa tan bellamente en este relato, es que Dios no hace excepción de personas. Estos pastores de ovejas no eran sacerdotes, no eran maestros de la palabra, no era gente culta, yo dudo que aún tenían la capacidad de leer y escribir. Por eso eran pastores de ovejas. Y a esta gente sencilla, el Señor se manifiesta a gente sencilla, el Señor sabe a quién se va a manifestar.

Aquí está este pequeño rebaño comiendo frío, pero vigilando, velando y en ese momento se ilumina esa noche con la gloria del Señor. Y lo que en un momento era invisible se hizo palpable, se hizo manifiesto, se les presentó delante de ellos.

Pues, mis hermanos, les dejo con este consejo, haga todo lo posible para desarrollar su capacidad de percibir y aún comunicar con el reino invisible. Usted sí tiene esa capacidad. Haga todo lo posible para poder percibir e interrelacionarse con este mundo invisible. Haga todo, pastor, todo lo posible, entonces eso quiere decir que llamar a Walter Mercado que te lean la palma, llamen a alguien que te fume un cigarro y que aparezca tu bisabuela? Señor, reprenda. Hay solo un mediador, oyó? Hay solo un mediador entre Dios y los hombres. Antes de entrar allí, mi hermano, el Señor nos proveyó un guía para este safari espiritual, al cual usted no quiere ir allá sin un buen guía. Usted no quiere entrar a esa selva espiritual, y lo es, a propósito, mis hermanos, hay razones porque el Señor no nos permite ver ese mundo? Si fuera así, yo no sé quién iría a la iglesia. Se asustarían. Es una selva ese mundo. Y es mejor primeramente desarrollar esta capacidad a través del Espíritu Santo que mora dentro de usted. O sea, más aún que ángeles, más aún que una multitud de seres celestiales, usted tiene acceso al mero espíritu de Dios, y con eso basta.

El espíritu de Dios que penetra a piel y huesos y consciencia y hace habitación dentro de nosotros haciendo de nuestras vidas su templo. Hermanos, cultiva una relación con el Espíritu Santo de Dios. Busque el Espíritu Santo de Dios. Busque el bautismo del espíritu de Dios. Si usted no entiende eso, hablemos un poco más de eso. Hágalo su blanco en el año 2013, hágalo su blanco en esta noche.

Espíritu de Dios lléname pero de cabeza a los pies, de tepe a tepe, colma mi copa, espíritu de Dios. Y eso nos lleva… él te va a responder, también a través de una vida de oración. La palabra declara que nuestro Padre invisible nos espera en nuestro aposento. El que honra en lo secreto, dice el Señor, él lo honrará en lo público.

Si usted no cree en Dios el sentarse de madrugada y tener una conversación con una mesa, parecería la cosa más tonta que usted puede hacer. Pero si usted se imagina que en ese momento usted está compareciendo delante del trono de Dios, que su Padre celestial está presente, que los ángeles del Señor están a tu alrededor, que la sangre de Cristo te cubre, ese momento de oración es sublime. Y de momento usted descubre que esto tiene menos que ver con sus palabras y más con el idioma.

Dice la palabra del Señor que el espíritu de Dios intercede con nuestro espíritu con gemidos indecibles, de corazón a corazón. Sabe lo que es comenzar el día sintonizando nuestros corazones con los latidos del corazón de Dios? Vea eso como la oración. Un momento de sintonizar, sea como sea, Señor, quiero sintonizar mi mente, mis actitudes, mis metas, mi percepción de ti, mi percepción de mí, sintonizarme bien, Maestro, antes de mi primera conversación o mi primera decisión.

Y a través de la adoración y la alabanza, es un misterio, eso sí yo quisiera ver. Lo invisible y lo glorioso que es un momento de oración y de adoración y alabanza, y cómo impacta el coro celestial a nuestro alrededor, lo que me dice la palabra, esto sí es increíble, que ellos cantan con nosotros, ellos igual… eso de alguna manera, su alabanza apodera el ejército de Dios. La alabanza y la adoración avanzan los intereses del reino. Eso sí me di… cuando usted alaba al Señor de su corazón, cuando usted pasa de meramente palabras y usted dice, No, yo no estoy meramente cantando al aire, alrededor de mí está el cielo vivo, el Señor está sentado en su trono aquí reinando”, y con cada alabanza que yo le elevo, más exaltación… si fuera posible, más exaltado es Jesús, más delgado se hace la resistencia de Satanás y más cerca lo siento.

Sobre todo, mis hermanos, a través de una vida de entrega y de santidad. Y yo añado, aunque nadie te vea, y yo añado aunque nadie te aplaude. Este mismo capítulo de hebreos que nos dice nadie llega a un culto cualquiera, que hay un monte invisible que ni siquiera se podría comparar al monte de Sión, ese capítulo abre diciéndonos que estamos rodeados alrededor por una nube de testigos. Y, mis hermanos, es su oración diaria… y qué yo llamaría su oración diaria? La energía espiritual que usted emite por una decisión que usted hace invisiblemente… porque usted es un ser espiritual. Las áreas más poderosas de usted no son visibles. Su decisión por agradar a Dios escondido en su corazón y su mente, que nadie ve, emite una energía poderosa espiritual que se traduce al mundo espiritual.

Es como mejor se lo puedo explicar. Esa decisión… hay que dice que nadie ve, nadie entenderá, tal vez hasta la eternidad, por qué usted decidió lo que usted decidió, en los secretos de su corazón por honrar a Dios. Ni siquiera entenderían, para qué se molesta en explicarles? Pero ¿Saben qué? Hay un coro de ángeles diciendo, “Gol, tremendísimo, gol, se metió a su hermanos, gloria a Dios.” Aplaudiéndole un Padre invisible sonriéndole el favor de Dios extendiéndose a ti y la gloria del Señor haciéndose manifiesta a ti.

Pongámonos de pie, mis hermanos. Sabe, el pastor Omar nos dirigió en un momento, nos llamó a un momento de oración en cadenas y una hermana hace poco, en esa cadena comenzó a interceder por mí pero quiero que ustedes oigan esto. Ella dijo algo que muchas veces nosotros y ni siquiera nos damos cuenta la manera en que bendecimos a la gente, en su oración dirigida por el espíritu de Dios dijo esto, Señor, rodéalo de tus ángeles, sin saber de lo que iba a predicar hoy.

Saben, mis hermanos, yo igual le pido delante de la presencia del Señor a cada uno de usted que el Señor les rodee de sus ángeles, que el Señor les ministre y que el cielo en esta Navidad se haga más cerca de ustedes que nunca. Padre, que sea así, gracias porque nunca solos estamos y porque tu eres fiel a tu promesa de jamás desampararnos, aún hasta el fin del mundo. Quédate con nosotros y arrópanos con tu calor. Hacemos nuestro corazón tu trono en el nombre de Jesús.

Gracias Señor por estas palabras.