¿Lo sabe Dios?

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El mensaje que traigo en esta tarde se titula: Lo sabe Dios. Y quiero que nos ubiquemos en Oseas, el Libro del profeta Oseas capítulo 8, versículo 1 al 4.

Mantenemos nuestro texto bíblico ahí y oramos: Padre, te damos gracias en esta hora por Tu Presencia soberana en este lugar, y en esa hora llevamos cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo Jesús, de tal manera que Tu Palabra haga en nosotros aquéllo por lo cual Tú la envías hoy Señor, abrimos nuestro corazón. No solamente lo hemos abierto para adorarte, para bendecir Tu Nombre sino ahora para atender a Tu Palabra oh Dios, en el Nombre de Jesús, amén, amén.

Dice así Oseas capítulo 8 versículo 1: "Pon a tu boca trompeta. Como águila viene contra la Casa de Jehová, porque traspasaron Mi pacto y se rebelaron contra Mi ley. A Mí clamará Israel: Dios mío, te hemos conocido. Israel desechó el bien; enemigo lo perseguirá. Ellos establecieron redes pero no escogidos por Mí, constituyeron príncipes, mas Yo no lo supe."

Cuando leemos ese versículo, en particular el versículo 4 viene la pregunta que nos podemos preguntar: pero ¿por qué Dios no lo supo? y podríamos también nosotros preguntarnos: ¿es posible que en nuestra relación con Dios podamos escuchar a Dios en algún momento dado en nuestra vida: Yo no lo supe?

Y es interesante que en toda nuestra trayectoria cristiana, estoy hablando de nosotros creyentes, personas que amamos al Señor, que oramos, que servimos al Señor, es interesante que en nuestra trayectoria cristiana podemos mantener esa relación diaria de oración y de búsqueda de Dios pero a la misma vez puede haber alguna área, algún asunto, o alguna problemática o preocupación en particular que no nos atrevemos a comunicársela al Señor.

En el caso del pasaje bíblico que acabamos de leer encontramos que Israel, Dios dice de Israel que Él no supo de lo que Israel había hecho. Israel decidió establecer reyes y príncipes por sí mismo, como pueblo y como nación tomó decisiones pero no las consultó con Dios. Cuando se utiliza, en este pasaje Dios utiliza la ironía al declarar esta expresión: "Yo no lo supe" siendo que Dios lo conoce todo, y cuando Dios lo hace de esta forma, Él habla de esta forma tiene un propósito. Y el propósito que tiene es que Dios le está diciendo que: Tú Israel sí sabías lo que estabas haciendo. Y también les está dando a entender que lo que estaban haciendo no solamente tú lo sabías sino que decidiste no consultarme a Mí. Y podemos decir: ¿y qué tiene que ver eso con nosotros?

A veces establecemos reyes, a veces establecemos príncipes en nuestras vidas, a veces queremos tomar decisiones sin consultarlas con el Señor. Israel instituye monarcas, instituye reyes pensando que todavía Dios estaba a su favor, pero no están entendiendo que el juicio viene y se anuncia en esos pasajes que acabamos de leer precisamente porque Israel no le consultó. Esos mismos gobernantes que ellos establecieron guiaron al pueblo a la idolatría, guiaron al pueblo a adorar al dios Baal, dios pagano, al dios Baal, el dios de la lluvia, guiaron al pueblo a alejarse de Dios.

Pero es importante también que entendamos un poquito más el trasfondo histórico de cómo se instituyen reyes en Israel para que comprendamos, tengamos una comprensión más amplia aún de lo que está pasando, lo que Dios está diciendo en Oseas. Dios había establecido una teocracia en Su trato con Israel donde Él es quien reinaba sobre Su pueblo, pero Israel decide imitar otras naciones, y otras naciones tenían monarcas que eran quienes dirigían y guiaban al pueblo e Israel pide un rey para que le gobierne, y Dios decide dejarlo a la manera que Él está pidiendo, y le concede lo que está pidiendo pero le declara, con respecto a ese primer rey que Israel pide, le declara: "Y clamaréis ese día por causa del rey que os habréis elegido." Les advierte los males que vendrían sobre el pueblo por causa de haber elegido un rey.

Y no solamente eso. También les declara y les advierte que el elegir un rey, al elegir rey estaban menospreciando a Dios mismo. Así que, cuando leemos a Oseas, el pasaje de Oseas en el versículo 4, realmente lo que está diciendo con la expresión: "Yo no lo supe" es "menospreciaron a Dios." Prefirieron sus propios reyes y sus dirigentes antes que al Señor. Yo no lo supe lo que significa es no asesorarse con Dios, significa desechar el gobierno divino y menospreciar a Dios mismo.

Ahora bien, lo que Dios no sabía sobre nosotros ¿habrá algo que Dios no sepa sobre nosotros? ¿habrá algo que queramos ocultar en nuestro interior? Obviamente Dios lo conoce todo, nada se puede ocultar de Su Presencia. Pero cuando nos hacemos la pregunta: ¿lo sabe Dios? es una pregunta retórica que nos lleva a decidirnos, a analizarnos a nosotros mismos y considerar: ¿estoy llevando ante la Presencia de mi Dios este asunto en particular? Precisamente esas áreas o esos asuntos que tratamos de esconder o de no dialogar delante del Señor son los mismos que nos pueden llevar a hacernos mal.

Quiero traer un ejemplo en cuanto a esto con la experiencia de mi hijo Jhonatan cuando era adolescente. Estábamos viviendo en Boston, decide salir a correr bicicleta y ya teníamos unas reglas establecidas de dónde correr y cuánto tiempo correr bicicleta. Él decidió correr por la calle, cosa que habíamos prohibido, y de momento los frenos le fallan y choca contra un automóvil. Llega la policía a la casa con él y yo pasé un susto tremendo, gracias a Dios no le pasó nada, pero puso en riesgo su vida por causa ¿de qué? de faltar a los principios que habíamos establecido en el hogar y ni siquiera preguntó: ¿puedo correr bicicleta en esta área? no. Él tomó sus propias decisiones dentro ¿verdad? de las travesuras que hacen los adolescentes.

Pero a veces nosotros también cometemos travesuras con el Señor queriendo esconderle cosas a Dios y debemos preguntarnos: ¿lo sabe Dios? Dios no está vigilándonos como un policía. Dios no está juzgándonos con Su dedo señalándonos por cuanta cosa vamos a hacer o cuanto pensamiento tengamos, pero sí Dios desea que tengamos una relación con Él basada en amor. Una relación donde anhelamos estar ante Su Presencia, una relación donde queremos y deseamos consultar todos nuestros asuntos con Dios.

Podríamos preguntarnos: ¿estaba Israel tratando de jugar a las escondidas con Dios? ¿estaba Israel tratando de esconder lo que estaba haciendo, esa era su intención? Mas Jehová que lo conoce todo descubre las intenciones del corazón del pueblo. De igual forma, nosotros en algún momento en nuestras vidas pudiéramos tratar de esconder algo a Dios.

Recuerdo cuando mi hijo mayor tenía unos, estaba en sexto grado, estábamos viviendo aquí en Boston, y yo lo fui a recoger a la escuela, estaba él sentado en el asiento de atrás, mi hermana y yo íbamos en los asientos de al frente, yo iba manejando, y de momento mi hermana voltea la cabeza para decirle algo a mi hijo y no lo ve, y el niño estaba en el asiento de atrás. Ella se asombra y yo digo: ¿qué pasa? cuando yo miro mi niño no está y pasé tremendo susto, estoy desesperada, me estaciono, abrimos las puertas, Manuel Alejandro no está y resulta ser que de momento, de la cajuela del auto, o sea por la parte alta del espaldar, la parte alta del asiento se voltea hacia el frente y el niño sale de la cajuela del carro porque estaba escondido y escuchó lo que hablábamos pero no quiso salir de su escondite.

A veces jugamos a las escondidas con el Señor no atreviéndonos a decir todos nuestros asuntos, especialmente vuelvo y reitero, aquéllos que podrían poner en riesgo nuestra vida espiritual, nuestro caminar en el Señor. Podrían poner en riesgo nuestras relaciones humanas, podrían poner en riesgo hasta el ministerio en diferentes áreas y diferentes aspectos de nuestras vidas.

Y no estoy hablando necesariamente de decisiones que tienen que ver con asuntos de riesgo de pecar aunque están incluidas, y ese fue el caso de Israel. Pero estoy hablando también de decisiones que tienen que ver con la vida diaria. Decisiones de trabajo, decisiones de compra de una casa, decisiones de iniciar o no una relación de noviazgo con una persona, decisiones acerca de estudio, decisiones de nuestra vida diaria, todo debemos consultarlo con el Señor. Pregúntate, pregúntate de eso que quieres retener para ti: ¿lo sabe Dios? Pregúntate: ¿se lo he dicho al Señor? ¿por qué quiero esconderlo, por qué no me atrevo a llevarlo ante Su Presencia?

En el caso de Israel Dios no lo supo pero los ídolos sí, porque Israel iba ante los ídolos paganos a consultarle, registra el Libro de Oseas, y el corazón de Israel estaba dividido. En el mismo Libro de Oseas Dios le dice, Dios declara: "Su corazón está dividido; Ahora serán hallados culpables. Jehová demolerá sus altares y destruirá sus ídolos." Israel estableció un sincretismo religioso donde mezcló ¿qué? la adoración a Jehová con la adoración a otros dioses.

Y Dios les llama a cuenta porque se habían olvidado de consultar con Él y se habían olvidado de los principios establecidos por Dios mismo donde este era un pueblo que le serviría exclusivamente y solamente a Él. Esas áreas que queremos esconder son precisamente las que van a intentar, en alguna medida, afectarnos y separarnos de Dios.

¿Y qué es lo que lleva a Israel al punto de que Dios no sepa sus asuntos? Lo primero que quiero mencionar es que el hecho de que traspasó el pacto establecido por Dios y se reveló en contra de Dios mismo, decía ese versículo 1: "Porque traspasaron Mi pacto y se rebelaron contra Mi ley." Y el pacto que Dios estableció con Israel no era un pacto que solamente de cumplir con la ley, con los mandamientos y los preceptos, detrás de la ley estaba el amor y el cuidado de Dios.

Todos los mandamientos establecidos no solamente en el antiguo pacto sino en el nuevo pacto, todos los principios bíblicos, detrás de ello está el cuidado y el amor de Dios para con nuestras vidas, pero Israel se estaba olvidando del Dios al cual servían y de ese pacto de amor. Pero cuando nos acercamos a Dios con corazón sincero y le decimos: aquí estoy Señor, este asunto no lo quiero traer ante Ti, se me dificulta pero aquí estoy, entonces Dios está dispuesto a por Su amor, cubrirnos, protegernos y darnos la luz en nuestro caminar. Pienso que a veces fallamos en entender y comprender la magnitud del cuidado y el amor de Dios para con nosotros.

Te cuento la experiencia de una mujer que tenía en su matrimonio todas las cosas básicas, casada y tenía tres niños, tenían todas las cosas básicas en el hogar pero vivían con cierta estrechez, pero no le faltaba nada; pero se sentía insatisfecha en su matrimonio. Un día conoce un hombre adinerado que le ofrece una vida diferente y ella pues decide dejar a su esposo y a sus hijos, y se va con este hombre, y más tarde se divorcia y se casa con esta persona. Un día me la encuentro en un restaurante y con lágrimas en los ojos me decía: yo no supe valorar lo que tenía y perdí lo más preciado que yo tenía.

Decisiones tomadas sin consultar con Dios. Decisiones donde no se ha apreciado, en el caso de esta mujer, lo que tenía, la bendición del esposo que tenía y de los hijos que tenía, el hogar que tenía independientemente de la estrechez económica que pudiese tener, hay otras cosas que tienen mucho más valor.

Israel, volviendo a Israel también comete otro error y es lo que le lleva a no consultar con Dios. Israel tenía falta de congruencia entre lo que decía y lo que hacía. Declaran estos versículos: "Hemos conocido pero no, a Mí clamará Israel: Dios mío te hemos conocido." Es decir, Israel conocía pero no le dejó saber a Dios.

En el momento del juicio Israel clamará: "Te hemos conocido" ahora se acordarían de que habían conocido de Dios pero el concepto de conocer a Dios que está dentro del pacto va mucho más allá que simplemente conocer acerca de Dios. Conocer a Dios implica una relación íntima con el Señor. Conocer a Dios implica cercanía, conocer a Dios implica intimidad y cercanía de una relación de amor entre el Dios nuestro creador, el Dios el cual servimos, el Dios que nos ama y que entregó al Cristo Jesús en la cruz del calvario por usted y por mí, miren cuán grande, miremos cuán grande es el amor de Dios. Esa relación es la que Dios quiere para nosotros.

Y ciertamente en Oseas, Dios utiliza la imagen metafórica del matrimonio para hablar de la relación de Israel con Él y la utiliza para llamarla a cuentas, para corregirle, y la utiliza también para señalar su pecado también de infidelidad. Pero Dios le está llamando a retornar a Él y le habla de la forma que le dice: Yo no lo supe, para estremecer al pueblo, para que se concienticen de lo que han hecho y retornen a Jehová de los Ejércitos. Necesitamos tener congruencia entre lo que decimos y lo que hacemos.

Jesús declaró: ¿Por qué me llamáis: Señor, Señor y no hacéis lo que Yo digo? Tenemos que tener armonía en nuestros dichos en conjunto con nuestros actos. Hay muchas otras posibles razones por la cual, aplicándolas a nosotros, por las cuales pudiéramos tratar de ocultar a Dios algo. Hay muchas posibles razones y voy a mencionar entre ellas algunas rápidamente.

A veces podemos tener temor a la respuesta. Osea: temor a lo que Dios nos va a decir en cuanto a lo que estamos solicitando o en cuanto a lo que estamos considerando. Hace un tiempo atrás yo tenía un asunto en particular que quería presentarlo ante Dios y se lo mencionaba, y se lo decía pero dando vueltas ¿verdad? como que tú no llegas al punto, al centro del asunto, pero yo sé que Él sabe todos mis pensamientos. Hasta que un día me arrodillé delante de Dios y le dije: aquí estoy Señor. Está esta situación, tengo la alternativa A, tengo la alternativa B y aquí estoy Señor. Me he tomado mi tiempo dando vueltas para presentarte esto pero aquí estoy.

Y resulta ser que ese día recibí una llamada de una mujer que Dios utiliza mucho en palabras específicas y en profecía, yo no soy persona que ando buscando, corriendo detrás de la Palabra profética o de una Palabra de conocimiento pero Dios tiene Sus dones y los administra como Él quiere, y lo respeto, y los recibo, y esta mujer Dios la utiliza para hablarme directamente al punto, directamente a lo que yo le estaba preguntando al Señor, y Dios me habla. Aquí lo clasifico como A para no especificar.

Y Dios me dice: Si te digo que sí a A va bien, y si te digo B Yo sé que como quiera, tú me vas a obedecer. Mis temores internos estaban, interrogantes dentro de mí, y Dios entiende nuestras interrogantes. Pero a veces pensamos que Dios está listo para juzgarnos y señalarnos, y Dios lo que quiere y desea de nosotros es una relación de amor y de ternura donde tiene cuidado de nosotros, y entiende nuestros pensamientos, nuestras opciones A o nuestras opciones B y está determinado a trabajar con nosotros conforme a nuestras necesidades pero tenemos que ir ante Su Presencia a consultarle.

Otras posibles razones pudieran ser las experiencias vividas a veces desde nuestra infancia. Recuerdo a un hermano que usualmente, mientras yo vivía en Puerto Rico y usualmente yo a veces estoy orando públicamente y llamo a Dios: Papito, le hablo a Dios de Papito o de Papá. Y al terminar un tiempo de oración este hermano se acerca y me dice: hermana, yo no puedo hablarle así como usted habla con Dios con esa confianza, y en diálogo con él descubro que desde muy pequeñito su padre le trataba muy fuerte, le daba muchas órdenes, muchos regaños pero no había un trato de amor y de ternura, y él no podía expresarle a Dios el cariño y el acercamiento de un hijo a un padre por cuanto estaba reflejando la experiencia que tuvo en su relación con su padre, la estaba reflejando en su relación con Dios y no se atrevía a acercarse a Dios con confianza.

A veces nuestras experiencias y nuestras emociones cuando están afectadas, han sido afectadas por experiencias de nuestro pasado, eso se refleja en nuestra relación con Dios. En otras ocasiones nos dejamos engañar por el enemigo, estrategias y situaciones que el enemigo levanta para opacar nuestra visión de Dios y para que nos abstengamos de ir ante la Presencia de Dios a consultarle todos nuestros asuntos. En otras ocasiones, a veces tenemos descuido de las disciplinas espirituales, de orar, de clamar a Dios, de leer la Palabra de Dios, Dios nos habla y nos da dirección a través de Su Palabra.

Así que pueden ser muchas las razones por las cuales querramos abstenernos de dialogar con Dios todos nuestros asuntos, pero el mensaje en esta tarde es: ¿lo sabe Dios? Preguntémonos en nuestro interior, preguntémonos en nuestro corazón: Señor aquí estoy, o mirémonos internamente y digámosle: aquí estoy Señor, no te he consultado este asunto pero es de suma importancia para mí y Tú tendrás dirección para mi vida.

¿Qué hacer si Dios no lo supo? volvernos a Dios. A Israel Dios le dice: "Tú pues, vuélvete a tu Dios." Y volverse a Dios significa, conlleva un cambio genuino ¿dónde? en el corazón y conlleva actuar correctamente. O sea, no solamente determino en mi interior cambiar y decir: aquí estoy Señor sino que: lo que Tú me digas, eso es lo que voy a hacer. ¿Qué mas se le dice a Israel o qué más debemos nosotros hacer? Permitir que Dios ocupe el primer lugar y adorarle sólo a Él. Dios llama a Israel a adorarle sólo a Él y Dios nos llama a nosotros a permitir que sea sólo Él que esté en el trono de nuestro corazón gobernando nuestras vidas, nuestros pasos, nuestras decisiones y que le adoremos única y exclusivamente a Él.

Hay personas que su idolatría, a veces no entramos en idolatría como Israel en términos de ídolos de madera o de piedra, pero hay veces que la idolatría, el trabajo se convierte en una idolatría, a veces la carrera profesional, la posición social, las amistades, las posesiones que tenemos, la casa, el automóvil o algunas otras cosas, o hasta personas se convierten en nuestra idolatría y Dios nos está llamando a analizarnos a nosotros y a nosotras mismas: ¿Cuáles son tus reyes, cuáles son tus príncipes? ¿habrá algo que está ocupando prioridad en nuestras vidas? ¿habrá algo que le estamos dando la prioridad que debe tener el Señor en nuestras vidas?

Por ejemplo, en los talleres o conferencias que doy para mujeres he encontrado mujeres que mientras han estado solas han estado sirviendo a Dios, pero cuando llega una pareja, un compañero como que se enfría esa relación. A veces ocurre a la inversa: algunas mujeres están sirviendo al Señor junto con su pareja, y de momento ya no están con su pareja, y entonces ahora se enfría la relación con Dios. Y yo decía en el culto anterior que yo predico lo que vivo, y yo les puedo decir: que acompañada o no acompañada yo serviré a Jehová. Con posesiones materiales o sin ninguna yo serviré a Jehová, y a Él solo buscaré y a Él sólo adoraré. ¿Qué más?

Debemos confiar en Dios y no en nuestros propios caminos. Israel estableció sus propios caminos y tomó sus propias decisiones. Pero Dios no se ha bajado de Su Trono. Él sabe lo que tú no sabes, Él sabe lo que yo no conozco, Él sabe lo que me conviene y Él sabe cuál es la determinación apropiada para mi vida, por eso preguntémonos: ¿lo sabe Dios? atrévete a confiar en que Dios guiará tus pasos y te cuidará en medio de tus decisiones. ¿Qué más debemos hacer? conocer y obedecer a la Palabra de Dios. A Israel Dios le dice: "Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento."

Hay personas que se deleitan en escuchar las predicaciones, pero no es solamente entender intelectualmente sino que conocemos intelectualmente, escuchamos la predicación, escuchamos la enseñanza pero luego ¿qué? somos llamados a ponerla en acción, somos llamadas a llevarla a la práctica. Que el conocimiento no nos falte no sólo de aquí dentro de nuestra cabecita, sino que el conocimiento no nos falte en el sentido de llevar a la acción los principios bíblicos porque todos son de bienestar para nuestra vida.

¿Qué más quiero señalar? amparar el principio de contarle todo a Dios. Cuando hacemos de esto una práctica y cuando a veces surgen esas áreas de nuestra vida que quisiéramos esconder, al final y a la postre las vamos a llevar delante de papá. Si en algún momento usted se siente que no se atreve cómo decirle algo a Dios comience por ejemplo diciéndole: Señor no sé cómo contarte pero aquí estoy Señor, o tengo algo que debería decirte pero no me atrevo pero está un poquito difícil, no sé lo que Tú me vas a decir. Comience de alguna forma y usted verá que ciertamente lo que hay en su corazón saldrá ante la Presencia de Dios, y usted va a encontrar un Padre amoroso. Un Padre que le comprende, un Padre que entiende sus luchas, un Padre que sabe que usted quisiera escuchar un sí de Él pero no sabe y tiene temor de que Dios le diga que no. Interiormente lo que Él diga será para su bien así que contémosle todo a Dios.

Y también otro principio importante: apelar a la misericordia de Dios. "Llevad con vosotros palabras de súplica" le dijo Dios a Israel en Oseas, "volved a Jehová y decidle: quita toda iniquidad, acepta lo bueno; Te ofreceremos la ofrenda de nuestros labios. No nos librará el asirio" o sea los otros pueblos en quien los reyes querían confiar, "ya no montaremos a caballo ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: Dios es nuestro" o sea ya no vamos a confiar en lo que estábamos confiando, y luego declara: "Porque en Ti el huérfano alcanzará misericordia."

Hay una imagen metafórica preciosa. El huérfano no tiene a dónde ir. El huérfano no tiene dónde recostar su cabeza. El huérfano no tiene a quién preguntarle, tiene carencia. Pero aún el huérfano en Jehová encontrará misericordia. Y usted y yo somos hijos e hijas de Dios, y en Él encontraremos ciertamente misericordia, así que si en algún momento no nos queremos atrever a consultar algo con Dios entiende que el Dios de misericordia te ama, que eres hijo, hija de Dios y Él desea bendecirte, guiarte y cuidarte. Aún cuando por momentos nos hayamos puesto un poquito rebeldes con Dios la misericordia de Dios está extendida para nosotros.

Quiero traer el ejemplo de una joven de Costa Rica y les cuento este ejemplo con su permiso. Carol servía al Señor, se enferma de su estómago, algo que no sabía lo que le estaba pasando, pierde mucho peso, se pone muy delgada, muy débil, va donde los médicos, no le encuentran lo que tiene, después de muchos estudios por fin determinan que tiene una bacteria alojada en su estómago y en los intestinos, está muy débil y muy enferma, una dieta muy exclusiva que tenía que seguir. Ella se enoja con Dios en medio de las circunstancias y estuvo casi tres años y medio enojada con Dios.

Hasta que un día regresa al Señor y estando yo en Costa Rica, desde Costa Rica, estando yo en Costa Rica que fui a ministrar a un campamento de mujeres, ya ella estaba buscando de Dios y va a este campamento. Y cuando hubo un llamado ella se queda sentada orando a Dios y esperando que la fila bajara, y le dice al Señor: Señor yo necesito que Tú me confirmes la sanidad de espíritu, alma y cuerpo. Cuando pasa al frente y yo voy a orar por ella lo primero que me muestra el Señor es que yo coloque las manos sobre su estómago, y yo obedezco al Señor, y le coloqué las manos sobre el estómago, y empiezo a orar por ella, y empieza Dios a darme específicamente por qué orar, y Dios me muestra y yo declaro: Señor, sanidad de alma, espíritu y cuerpo. Lo que ella pidió.

La misericordia de Dios le alcanzó aunque en un momento llegó hasta a enojarse con Dios por no entender lo que le estaba pasando. Apelemos a la misericordia de Dios. Si en algún no entendemos o si hemos fallado en llevar ante la Presencia de Dios nuestros asuntos de importancia Él está allí para extender Su Mano de misericordia. Preguntémonos: ¿lo sabe Dios?

Cuando Dios lo sabe Su gracia está sobre nuestras vidas, agradecemos la gracia que Dios nos concede. También entendemos que en Dios está nuestra ayuda, no en otros lugares, no en otras personas sino en Dios. También tenemos el cuidado de Dios y somos personas productivas llenas de ánimo y llenas ¿de qué? de expectativa por lo que Dios va a hacer en nuestras vidas. Tenemos también dirección divina, conocemos más a Dios y también podemos tener paz a pesar de las circunstancias y las tormentas que la vida trae, y confiar en la soberanía de Dios sobre nuestras vidas. Consultemos todo con Dios especialmente esos asuntos que por alguna razón quisiéramos esconderle. Sólo y únicamente de esa forma vamos a vivir vidas plenas en Dios.

Así que, antes de enviar tu mensaje de texto o exponerlo en alguna red social, antes de comunicar lo que tú quieras comunicar y tus decisiones pregúntate: ¿lo envié primero a las redes sociales del Reino de los cielos? pregúntate: ¿lo sabe Dios? Dios desea bendecirte y guardar tu vida, y guiarte, sólo espera que vayamos ante Su Presencia consultándole todos nuestros asuntos. Indaguemos en nuestro corazón: ¿lo sabe Dios? Si Dios lo sabe hay bendición para tu vida y dirección divina.

Puesto en pie por favor. Te adoramos Dios, te adoramos Señor. Bendito eres Dios. Padre: Estamos ante Tu Presencia o continuamos ante Tu Presencia, y en esta hora queremos presentarnos ante Ti Señor. Y en esta hora te decimos que si en algún momento hubiésemos fallado en consultar Contigo algún asunto en particular aquí estamos Señor, retornamos nuestro corazón a Ti y pedimos Tu guianza Señor, nos des Tú la respuesta que estamos pidiendo o cualquier otra respuesta, nos determinamos a confiar en Ti Dios y sólo en Ti Señor, y pedimos Tu guianza en todos los aspectos y en todas las áreas de nuestras vidas.

Sabemos Señor que en esta hora, si hemos fallado en el pasado, en esta hora Tú olvidas todo eso y Tú deseas que nos encaminemos hacia una relación de cercanía e intimidad Contigo oh Dios, y así como Cristo venció nosotros vamos a vencer en toda nuestra trayectoria cristiana siempre y cuando nos mantengamos consultando Contigo Señor. Gracias te damos en esta hora, gracias Señor. Espíritu de Dios ministra en esta hora a cada corazón. Ministra en esta hora Tu Presencia y Tu unción.