El Padre se compadece de los hijos

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En honra a nuestros padres quiero compartir una Palabra basada en el ejemplo del padre por excelencia, nuestro modelo superior insuperable que es nuestro Padre celestial.

En el Salmo 103 hay un ejemplo que a mí siempre me ha impactado mucho y que he deseado que siempre sea uno de los fundamentos de mi ministerio y de mi propia obra pastoral, en el Salmo 103 versículo 13 dice: "Como el Padre se compadece de los hijos" como el Padre se compadece de los hijos "se compadece Jehová de los que le temen."

Lo voy a dejar allí y luego voy a tener ocasión quizá de discutir un poquito más los otros versículos pero la semana pasada en mis tiempos de visitación personal me impactó ese versículo que tantas veces he leído, tantas veces he meditado sobre ello, tantas veces lo he señalado en oraciones públicas, privadas pero acercándose el tiempo del día de los padres me habló en una forma más fuerte, más directa. Como el padre se compadece de los hijos se compadece Jehová de los que le temen.

Y añade en el versículo 14 que Él se compadece de nosotros de esa manera porque Él conoce nuestra condición, porque Él conoce nuestra condición. Me gusta la traducción en inglés básica: "Because He knows our frame." Él conoce nuestro marco, Él conoce nuestra estructura, Él conoce de qué estamos hechos. Él conoce los fundamentos de nuestra alma, nuestra mente, nuestra biología, nuestro espíritu; Él conoce la constitución misma de nuestro ser y añade "Se acuerda de que somos polvo."

En otras palabras Su intuición de lo que nosotros somos, Su penetración en nuestra naturaleza le deja ver que somos polvo. No hay nada más evanescente, no hay nada más frágil y que sea más disipable por usar una palabra inventada, el polvo. El polvo es la esencia de lo que era y ya no es, lo que ha sido pulverizado y reducido a casi nada.

Entonces Dios al intuir nos dice el Salmista, al intuir la naturaleza nuestra íntima, aquéllo de lo que estamos hecho, lo que somos y al conocer íntimamente nuestro ser Él, ese conocimiento lo impulsa a tener compasión de nosotros y yo creo que ahí está la esencia de esta revelación que nos da esta Palabra. Yo busqué el uso de la Palabra compadecerse en el hebreo original, la etimología. La palabra es raham que quiere decir: amar, amar profundamente. Estas son las connotaciones de esa palabra según la usa el Salmista. Tener misericordia, ser compasivo, tener tierno afecto, tener compasión. Una compasión que lo lleva a hacer cosas a favor de Sus hijos.

Por ejemplo en Deuteronomio capítulo 30 esa misma palabra raham, el Señor la usa hablando acerca de cuando mirando hacia el futuro Él sabe que los hebreos han de pecar contra Él, han de apartarse de sus caminos y como consecuencia han de ser esparcidos a través de todas las naciones, eso es una consecuencia del pecado, siempre Dios que les dió la tierra al pueblo hebreo siempre les dijo: Si ustedes siguen mis caminos esa tierra es irrevocablemente suya, si se pervierten detrás de dioses ajenos ustedes van a ser esparcidos, expulsados de su tierra.

Y el Señor proféticamente le dice a Su pueblo aún mientras están todavía en el desierto pero ya viendo la desobediencia de este pueblo su tendencia a pecar, Él habla de que cuando ellos se conviertan en esos lugares donde han de ser expulsados cuando se arrepientan de sus malos caminos en medio de todas las naciones dice a donde Yo les hubiere arrojado, dice: "Entonces Jehová hará volver a tus cautivos y tendrá misericordia de ti" ahí está otra vez ese verbo raham, "tendrá misericordia de ti y volverá a recogerte de entre todos los pueblos donde te hubiere esparcido Jehová tu Dios aún cuando tus desterrados estuvieren en las partes más lejanas que hay debajo del cielo, donde quiera que estuvieren los hebreos esparcidos por su pecado dice el Señor: De allí te tomará Jehová tu Dios a la tierra que heredaron tus padres y será tuya y te hará bien, y te multiplicará más que a tus padres."

Ese Dios misericordioso, compasivo. Ustedes me van a ofender, esa es su tendencia, esa es su debilidad; dejarse engañar por los dioses ajenos pero Yo voy a tener misericordia de ustedes, ustedes clamen a Mí Yo voy a estar allí presente para recogerles de nuevo donde quiera que ustedes estén Yo no los voy a olvidar y eso se ha cumplido en el siglo XX con el regreso de los hebreos a su tierra.

Entonces ese Dios de misericordia. Como siempre vemos Dios se presenta como el Padre de misericordia, Él tiene derecho a hacerlo, es perfecto. Es el padre a quien debemos imitar en nuestra propia paternidad padres pero también madres porque Dios nos ha hecho protectores en nuestra capacidad de padres y madres, pero quiero dirigirme a ti papá futuro y presente pero también a toda nuestra comunidad cristiana acerca de esa cualidad de Dios, esa cualidad paternal que es definida por la misericordia, la compasión. La característica que se hace resaltar aquí en este Salmo 103 es eso, la misericordia, el ponerse a tono con la condición verdadera de alguien.

Porque esa es la idea ¿no? Él se acuerda. Siempre está recordando activamente llevándose a sí mismo a recordar ¿qué se puede esperar de estos renacuajos? Van a regarla como dicen los mexicanos, van a ofender. Pero esa es la característica que vemos aquí en el Salmo 103 ¿no? ponerse a tono con la verdadera condición de alguien, sentir su fragilidad y condolerse con el individuo eso es lo que quiere decir tener compasión. Sobra decir hermanos que Dios quiere que nosotros lo imitemos a Él y que seamos una comunidad de hombres y mujeres compasivos porque después de todo ese es el llamado de este mensaje, es un llamado a identificarnos con los demás y a sentir lo que ellos sienten, estar siempre dispuestos.

Todo creyente creo que debe tener un radar de 360 grados cuando se tropieza con el drama de un individuo, alguien quien quiera que sea inmediatamente ese radar debe activarse para sentir instintivamente lo que esa persona. Tenemos que pedirle al Señor que nos dé discernimiento. Una de las cualidades más importantes del hijo de Dios es la capacidad para ponerse a tono inmediatamente con los individuos que Dios trae alrededor de nosotros.

Sobre todo con nuestros hijos, la compasión tiene que ser instintiva de todo padre y toda madre. Esa idea ¿no? de condolernos, identificarnos con la fragilidad del otro es la idea de la compasión. Se trata de sentir lo mismo que alguien, con su condición en ese momento en que entramos en contacto con ellos y adecuar nuestro trato de la gente según lo que intuímos de ellos por medio de la gracia del Señor que habita en nosotros.

De paso yo creo que ese es el distintivo del cristianismo. Yo creo que la compasión no es un monopolio de los cristianos pero yo creo que lo que caracteriza el cristianismo aparte de todas las demás cosas que pueda tener, es un gran sistema teológico de grandes verdades morales, éticas, intuiciones profundas sobre la composición del ser humano pero esa misericordia, ese identificarse con el otro es el origen de la encarnación misma de la Venida de Cristo al mundo. Es precisamente porque Dios se identificó con nosotros y la forma de salir de Su dilema entre Su santidad y Su misericordia fue la cruz, la encarnación, Cristo venir al mundo y sentir lo que nosotros sentimos. Después voy a hablar un poquito más acerca de eso.

Miremos algunos ejemplos de la compasión de Jesús, de la compasión del Padre y del Hijo y tendremos una mejor idea de cómo nosotros debemos manifestar esa misericordia, esa compasión. Pensé en marcos capítulo 10 versículo 17 en adelante pero me voy a enfocar solamente en un par.

¿Recuerdan la historia del joven rico? este joven que vino corriendo ante Jesús lleno de ansiedad, tenía una preocupación profunda acerca de cómo podía él ser salvo. Su dinero no le había provisto paz, su influencia social tampoco. Su importancia, su éxito, su moralidad, nada le había provisto descanso a su alma. Se acerca a Jesús y le dice: Señor ¿qué tengo que hacer para ser salvo? Y el Señor le mete una trampa y él dice: Pero Señor ¿que tengo que guardar los mandamientos? eso es, yo he hecho eso toda mi vida. El Señor le dice: Entonces lo único que te falta es, toma tu dinero me imagino que habrá dicho entre paréntesis que tanto amas, toma tu dinero, toma tus bienes véndelos, coge todo el caudal y entrégaselo a los pobres y vas a encontrar la salvación que estás buscando.

Mire lo que dice aquí cuando este joven le dice al Señor: "Todo esto lo he guardado desde mi juventud" dice el versículo 21 que: "Entonces Jesús mirándole le amó" ahí es donde me impactó eso, siempre me ha impactado "mirándole le amó." ¿Por qué dice ahí que mirándole le amó? de nuevo ahí está esa capacidad de mirar primero, ponerse a tono con una persona. Cuando el Señor le dice guarda los mandamientos Él sabe que él los ha guardado y Él sabe lo que le va a decir después de eso, le va a decir: vende tus bienes, dáselo a los pobres y Él sabe que ese joven le va a decir: no, no puedo porque amo demasiado mi dinero.

Entonces cuando el Señor lo ve dice: yo he guardado todos los mandamientos y Él sabe que la verdadera atadura de ese joven es su amor al dinero y a los hombres, a la sociedad, a lo que piensan de él, él está enmarañado en la vanidad del mundo y no puede salirse de allí; está en un gran dilema y el Señor al conocer, al intuir lo que este joven, su atadura y su incapacidad para encontrar la felicidad porque está como un animal enjaulado. Quiere su libertad pero no puede salirse de su jaula porque su jaula lo ha dictado.

Entonces el Señor lo mira, yo creo que cuando lo miró en realidad es una mirada de compasión, es el papá que ve al hijo que está por mal camino: no lo puedo detener. Mirándolo lo amó, tuvo compasión de él y entonces finalmente el joven se va triste porque no puede deshacerse de su dinero. Quizá un día lo hizo y espero que sí pero en ese momento el Señor sabía su condición y en vez de criticarlo, de atacarlo, de condenarlo lo amó porque Él sabe que es difícil deshacerse de las cosas que uno ama.

Para uno encontrar la libertad que uno necesita hay un precio que pagar y esa es la lucha que nosotros tenemos. Yo creo que cuando nosotros ministramos, les pastoreamos, tratamos con ellos uno de nuestros instintivos debe ser eso: entender a cada individuo, su lucha por librarse de sus ataduras, sus luchas del pasado, sus temores y nosotros tenemos que caminar con ese individuo. Le podemos diagnosticar, le podemos recetar la medicina pero hay un proceso que esa gente tiene que seguir y nosotros tenemos que estar dispuestos a acompañarlos en ese proceso y en vez de golpearlos o acicatearlos o condenarlos demasido rápidamente tenemos que amarlos y caminar con ellos.

Ahora manteniendo la verdad siempre firme y clara, el Señor no cejó en eso, le dijo: esto es lo que tú tienes que hacer pero te va a ser difícil, mirándolo le amó. Otro pasaje que me gusta mucho es Lucas 7 versículo 13 el pasaje de la viuda de Naím ¿recuerdan? Dice que esta mujer había perdido su único hijo, lo estaban enterrando, el único hijo de su madre que era viuda. Y cuando el Señor la vió se compadeció de ella y le dijo: No llores y entonces procedió a resucitar a su hijo. El Señor se compadeció de ella porque entendió; una viuda. ¿Sabe lo que era ser una viuda en tiempos bíblicos? Desamparada totalmente. No hay seguro social, eres una carga para tu familia, no tienes mucho prospecto de volverte a casar, estás desamparada verdaderamente pero encima de eso te quitan tu único hijo. Quizás tu esperanza de sustento pero más que eso tu fuente de compañía y simplemente eso que tú tanto amas.

El Señor ve ese espectáculo, Él podía haberse quedado tranquilo pero entendió la situación de esta mujer, se estremeció con su desamparo, se compadeció de ella, se acercó a ella y usó Su vasto e ilimitado poder para resucitar a tu hijo. "Joven a ti te digo: levántate" se incorporó el que había muerto, comenzó a hablar y lo dió a su madre." Qué lindo ese punto.

Siempre veo Jesús es el Pastor de los detalles. No simplemente lo sanó y bueno, hasta luego que le vaya bien. Cogió al resucitado y se lo dió a su mamá otra vez, qué lindo gesto. Me hace pensar en otro acto de misericordia del Señor cuando sanó a la mujer con flujo de sangre, que se acercó detrás de Él, tocó ilegítimamente Su, no le pidió permiso, tocó el manto del Señor, ya se iba a escurrir en su vida escurridiza que había vivido toda su vida y el Señor se volteó y dijo: ¿Quién fue el que me tocó?

Y entonces dice que la mujer le contó todo, toda su vida. Sus años de ser un paria de la sociedad, de haber sido desgastada, rechazada y el Señor no quería que esta mujer se fuera meramente con una sanidad física sino que también fuera sanada mentalmente, espiritualmente y cuando termina la mujer de decirle su drama le dice: mujer tu fe te ha salvado vete en paz.

Al Señor siempre le gusta poner esos toques finales, nosotros tenemos que ser así gente delicada en el trato de las almas. Cuando vemos el dolor, cuando vemos el desamparo de la gente tenemos que expresar esa compasión y quedarnos el tiempo que sea necesario, zurcir finamente hasta que complete la obra. No hay límite para el hombre, la mujer con un corazón pastoral. Nosotros tenemos que hacer así con nuestros hijos. Padres estoy hablándome a mí padre y a ti también hombre. Esa compasión, esa delicadeza, esa ternura hay que tratar de encontrarla, está ahí adentro de nosotros pero hay que encontrarla.

El último texto que me gusta porque todos estos textos nos refuerzan esa idea de un Dios compasivo que se manifiesta a través de Su Hijo Jesucristo, Marcos capítulo 6 versículo 34 en el famoso pasaje de la alimentación de los 5.000, la multiplicación de los panes y los peces, en este pasaje vemos a Jesús con Sus discípulos preparándose para irse de vacaciones después de un tiempo de ministerio y Él le dice a Sus discípulos: vamos a un lugar apartado. Vamos a pasarnos allí un tiempecito, vamos a bañarnos en una piscina, vamos a comer bien; vamos a engordar un poquito después de esos días de trabajo, vamos a escuchar buena música y ellos van lo más entusiasmados.

Se montan en la barca.y cuando llegan al otro lado allí está toda la gente meneando la colita para pedirle que los sane, que los ministre, los toque porque se dieron cuenta de que Él había ido al otro lado y se mandaron corriendo y lo esperaron al otro lado. Óigame cuando usted está anticipando un tiempo de descanso y viene, como nos pasa a veces a los que ministramos, a veces queremos escurrirnos porque, la razón que sea y quizás estoy revelando demasiado (risas). Pero nos damos cuenta de que nos falta tiempo todavía para ministrar y no hay palabra, es más las palabras duelen, literalmente es un dolor cerebral, las uñas le duelen a uno a veces, el sistema nervioso está quemado ya.

Pero ¿sabe cómo reacciona el Señor cuando ve esa multitud esperándolo cuando están ahí en esa barca? Dice: "Salió Jesús, vió una gran multitud" versículo 24 "y tuvo compasión de ellos" porque eran como ovejas y comenzó a enseñarles muchas cosas. Se puso a tono, Él vió esta gente. Yo me imagino que superó su inicial molestia, vió esta gente con sus miradas ávidas de una Palabra de consuelo, de afirmación, de valor. Sus líderes religiosos les habían traicionado, les había descuidado, les habían hecho sentir como que no valían nada, habían usado la ley como un bastón para darles por la cabeza y este es Cristo que les decía que Dios les ama, hay un Padre para quien ustedes tienen significado y que les voy a enseñar, los tocaba, los sanaba.

Y en ese momento al ver los ojos de esta multitud se puso a tono con ellos y sintió como que eran ovejas sin pastor, ese fue el diagnóstico que Su compasión le dictó. Bajó los brazos, se remangó la camisa y dijo: vamos a trabajar. Se pasó todo el día ministrándoles y al final inclusive se dió cuenta de que tenían hambre. Entonces esa es la diferencia entre los discípulos y Jesús, el corazón pastoral y no pastoral. Es que al final del día cuando ya había terminado; imagínese ya habían terminado ¿qué más quieren? que se vayan para la casa y nos dejen tranquilos.

El Señor dijo: no, no dénles de comer. Tienen hambre hay que darles de comer no podemos mandarlos así, vamos a darles de comer. Compasión, misericordia. ¿Cómo podemos nosotros manifestar eso en nuestros pastorados familiares, nuestra paternidad, nuestra maternidad? Nos faltaría tiempo para hablar de Saqueo, el hombre aparentemente poderoso, corrupto se pone a tono con su drama: baja de ahí Saqueo voy a comer en tu casa. Bartimeo: Señor Hijo de David ten misericordia de mí; los discípulos: déjalo tranquilo ya no hay más, se cerró la tienda ¿qué quieres que te haga? Señor cúrame, recibe vista. Dios misericordioso y compasivo.

Hay un último pasaje que es muy revelador y muy profundo teológicamente, Hebreos capítulo 4 acompáñeme un minuto, termino con las ilustraciones. 4:15 y 16, vamos al 14 por qué no se lo voy a dar de ñapa ese, dice: "Por tanto teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos" ¿cómo traspasó el Señor los cielos? vino desde arriba para abajo, "traspasó los cielos" detengamos nuestra procesión mire lo que dice: "Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras necesidades."

Yo me imagino que el Señor, ahí hay una pequeña crítica implicada hacia los sumos sacerdotes que habían usado su posición sacerdotal para engrandecerse, enriquecerse, separarse de la gente, no entender sus necesidades. El sumo sacerdote que tú y yo tenemos en Cristo Jesús sabe cómo compadecerse de nosotros, de tu debilidad. Él conoce tu condición y se acuerda de que tú eres polvo y por eso tú puedes venir confiadamente al Trono de la Gracia y nosotros tenemos que dar ese mismo privilegio a nuestros hijos.

Dice: "Que no pueda compadecerse de nuestras debilidades sino que fue tentado en todo según nuestra semejanza" pero sin pecado "acerquémonos pues confiadamente al Trono de la Gracia para alcanzar misericordia y dar gracia para el oportuno socorro." Es decir, el Señor Jesús a través de Su encarnación participó de todas nuestras aflicciones, tentaciones. El Señor es un micro cosmo de la humanidad en Su encarnación por eso lo llamaban el Hijo del Hombre porque era hombre en Su esencia misma.

Él se sometió a todas las tentaciones de un sistema nervioso, experimentó todas las tendencias, tentaciones por un momento, sin pecado dice la Biblia pero las registró todas en Su computadora. Cuando ascendió al cielo las tenía aunque Dios las sabe objetivamente, abstractamente no es lo mismo usted experimentar que saber. Dios quería sentir y por eso Cristo cuando está arriba en el cielo intercede por nosotros. Íntimamente Él conoce.

Nosotros tenemos que padres, hombres de Dios tenemos que en todo lo posible sentir el drama de nuestros hijos porque cada uno de nuestros hijos tiene un drama dentro y tiene un llamado, tiene unas luchas y tiene un camino a seguir y tiene unas contradicciones; tendrá sus tragedias, su sufrimiento y sus padecimientos y hay cosas que ese muchacho, esa muchacha va a tener que padecer y no vamos a poder evitárselo. Cada uno está constituído diferente y nosotros tenemos que conocer su drama, tratarlos, amarlos, perdonarlos y compadecernos de ellos aún cuando eso afecta esta autosuficiencia de los jóvenes hoy en día.

Se creen que porque saben de los iPads y iPhones saben más que nosotros de la vida pero be humored then, hay que tener misericordia y compadecerse de ellos porque nosotros hemos estado allí donde ellos están ¿verdad que sí? Hemos estado donde ellos han estado. Eso no quiere decir que no les digamos la verdad, que no los confrontemos, que no los corrijamos, que no los disciplinemos eso es part del amor y de la compasión también. Si usted deja que su hijo se desboque no lo ama ¿no?

Pero aún mientras usted disciplina, confronta, habla clara y lúcidamente, administra la verdad, suministra la verdad también usted se compadece y entiende que está luchando con un ser que va a tener que ser tomado y quebrado por la vida y hay que compadecerse de ellos, hay que seguir pegado a ellos. Entonces vemos esto ¿no? el Padre y el Hijo se caracterizan por esa compasión profunda.

De nuevo esa disposición a ponerse a tono con la condición de los hijos, a sentir lo que sienten aún cuando quizá ellos mismos no están concientes de su verdadera condición el padre misericordioso va más allá inclusive de la conciencia y la introspección que el hijo conoce. Ese mismo pasaje que yo leí del Salmo 103 usted lo lee en toda su plenitud, dice: "Misericordioso y clemente es Jehová, lento para la ira y grande en misericordia."

Entonces hermano la aplicación de este pasaje vuelvo y le repito nosotros los hombres, las mujeres también pero me dirijo a ti padre, varón. Debemos hacer todo lo posible porque esa misma característica pase a ser el distintivo de nosotros también sobre todo en lo que respecta a nuestra paternidad, en lo que respecta al trato de nuestros hijos y nuestras familias. En vez de explotar, oprimir, intimidar, ser egoístas, pensar en nosotros mismos primero debemos ser todo lo contrario. Debemos amar, servir, afirmar, condolernos, proteger, pensar primero en nuestro cónyugue, en nuestros hijos como Cristo.

¿Sabe lo que dice Efesios? Dice: "Como Cristo amó a la Iglesia" así debemos amar a nuestras mujeres. Es una tall order, una prescripción alta para nosotros pero piense cómo Cristo ama y amó a la Iglesia. Se dió por ella dice y desgraciadamente a muchos les falta mucho. Los varones, las mujeres tienen sus propias cosas, otro día les toca a ustedes (risas) pero les aseguro que yo mismo me siento muy implicado en esto que estoy diciéndoles ¿no? Ustedes saben los consejeros que nos sentamos en las oficinas de consejería escuchamos, escuchamos el dolor de las mujeres que no se sienten comprendidas por sus maridos.

Se sienten usadas sexualmente por sus maridos, no tenidas en cuenta, tratadas áspera físicamente. Abusivos y abusivas. Hijas sexualmente abusadas por sus padres, hijos con padres distantes traumatizados por el abuso que viven las mamás y a nosotros nos duele el padre como han dicho varias porque muchas veces sabemos que nos están transfiriendo el dolor que nos transfirieron a nosotros.

Maldiciones generacionales que llevamos en nuestras culturas, subestimar a la mujer y verla como una ciudadana de segunda clase en el matrimonio; que la mujer es un ser que debe ser domado y acostumbrado a nuestro señorío así es que se educa a la gente. Y la Palabra del Señor es totalmente, pone eso de cabeza. Es un llamado al hombre a ser como Cristo, un líder siervo. Uno que encabeza por ejemplo no por decreto y que se da a sí mismo por aquéllos por quienes tiene cierto nivel de autoridad.

Esa explotación de nuestro liderazgo, ese abuso es una pérdida de nuestra propia humanidad y nos roba el privilegio de nosotros ser como Dios, de desvivirnos por aquéllos a quienes nosotros ha puesto bajo nuestro liderazgo y de llevarlos al nivel más alto de su propia potencialidad. Creo que todo hombre debe ser un protector de vida; eso es lo que nosotros somos, protector y un facilitador de vida, eso es lo que tú eres, eso es lo que Cristo te ha llamado a hacer, eso es lo que tu padre te ha llamado a hacer. Tenemos que comenzar con nuestros hijos, con nosotros mismos.

Hermanos feligreses de nuestra Congregación, la gente de nuestra comunidad. La Iglesia de Cristo tiene que ser así, para mí eso es lo más importante. Si no amamos y tenemos compasión no servimos para nada olvídese por más Biblia que tú sepas, por más dinero que ostentes de nada te sirve, inmundicia a los ojos del Señor. El amor, contra eso dice que no hay ninguna ley. El diablo no sabe qué hacer con una persona que ama ¿sabes? que ama en Cristo y en el espíritu de Jesús, es el arma más poderosa que nosotros tenemos el amor en Cristo, no amor simplemente en una forma artística y romántica, el amor en Cristo.

Lo último que digo entonces es eso ¿no? que la compasión y misericordia deben distinguirnos en todo lo que nosotros hacemos. Pienso en este pasaje y los dejo con ese pasaje en Filipenses capítulo 4 versículo 5. Filipenses 4:5 dice: "Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres" vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. ¿Sabe lo que debe distinguir a una comunidad como esta? La gentileza.

El griego original es epieikes que quiere decir: generosidad, gracia es la misma idea. Este fin de semana tuvimos con nosotros aquí unos hermanos de la Iglesia Metodista Libre, Free Methodist Church una denominación aquí en Estados Unidos y nos pidieron si podían usar nuestro santuario para su convención anual de esta área del Noreste y dijimos: claro que sí, bienvenidos úsenlo. Invertimos los recursos de nuestra Iglesia, el espacio, los recursos humanos, los talentos y dijimos: este lugar es suyo, úsenlo y el sábado por la mañana los hermanos hablaban de lo impactados que habían sido por esa actitud de generosidad nuestra.

No los conocíamos, fuimos presentados por medio de alguien que conocemos pero hermano yo siempre he creído que una comunidad como la nuestra tiene que distinguirse por ser una comunidad generosa y donde quiera que el Señor nos permita compartir lo que de gracia hemos recibido ahí tenemos que estar presentes y decir: sí. Y cuando nosotros vivimos así despojándonos y dando ¿sabes qué? Dios no se cansa de darnos a nosotros.

¿Tú quieres ser feliz? se un dador alegre. Comparte, ten misericordia, perdona, olvídate de ti mismo y da en el Nombre de Jesús y nunca te faltará. El Señor siempre te dará más para que des más.

Yo creo que nunca debemos estar ni demasiado ocupados ni demasido desprovistos de recursos para dar, siempre tenemos que tener para dar. Coge el plátano ese y pártelo por la mitad y da un pedacito a otro y Dios te dará la satisfacción que tú necesitas. Vive siendo compasivo, misericordioso, tierno, generoso con los demás y el Señor se gozará en darte a ti y abrir las ventanas de los cielos hasta que sobreabunde, ese es el secreto de la felicidad.

Entonces nosotros en nuestra paternidad, nuestra amistad, nuestra hermandad tenemos que ser gente compasiva, misericordiosa a tono con las necesidades de los demás siempre. Toda persona que ha sido verdaderamente tratada por el Espíritu de Dios se caracteriza por esa capacidad para sentir el dolor ajeno preventivamente, continuamente y tratar a los seres humanos con amor y compasión. Les dejo con las palabras de nuevo del Salmo.

"Misericordioso y clemente es Jehová, lento para la ira y grande en misericordia. No contenderá para siempre ni para siempre guardará el enojo. No hay hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. Porque como la altura de los cielos a la tierra engrandeció Su Misericordia sobre los que le temen. Cuanto está lejos el Oriente del Occidente quizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. Como el padre se compadece de los hijos se compadece Jehová de los que le temen porque Él conoce nuestra condición, se acuerda de que somos polvo."

Que el Señor les bendiga. Hombres de Dios, mujeres de Dios hagamos de la compasión un arte distintivo, nuestra característica esencial, aquéllo por lo cual seamos conocidos. Gente de misericordia, gente de compasión gente perdonadora, gente que no esté cobrando las deudas continuamente. Como el Padre nos perdonó perdonemos nosotros también, nos compadezcamos nosotros de los demás. Que el Señor les bendiga y que la compasión del Padre inunde nuestros corazones.

Yo les pido que bajemos nuestras cabezas un momentito ahora que nos ha hablado acerca de la compasión, del sentir lo que el otro siente, identificarnos con la debilidad del otro, no tomarle en cuenta a la gente sus deudas para con nosotros. Padre haznos así, hazme a mí ahora. Llena mi corazón de compasión ahora. Que yo pueda sentir lo que Tú sientes primeramente, que lo que te quebranta Tu corazón quebrante mi corazón, que lo que te dé alegría me dé alegría.

Danos Señor la capacidad para intuir el dolor ajeno, danos eminente discernimiento de los corazones y de la condición de los demás, que al nosotros compadecernos y sentir y hablar desde nuestra compasión nuestra palabra tenga una capacidad para sanar, restaurar, levantar al caído. Haznos una Iglesia de verdad y de condición. Llénanos con Tu Santo Espíritu Señor Jesús, que la crueldad no tenga lugar aquí. Que el legalismo no tenga lugar en este lugar sino el espíritu recto, vertical, perfectamente aplomado, Tu Palabra Jesús.

Llénanos ahora mismo de Tu carácter compasivo Señor. Ayúdanos a ser padres, hombres tiernos, hombres siervos, hombres como Cristo, hombres de misericordia, hombres frágiles y a la vez fuertes en Ti Señor; transparentes, vaciados de nosotros mismos para que Tu aceite al ahuecarnos a nosotros mismos, que Tu Poder pueda entrar a nosotros y manifestarse a través de nosotros. En este día te celebramos como el Padre por excelencia, no hay otro padre que se asemeje a Ti Señor. Gracias por tolerarnos y compadecerte de nosotros y gracias Jesús por venir a este mundo a sentir lo que nosotros sentimos y luego ascender y escucharnos, compadecerte de nosotros. Te alabamos, gracias Señor en el Nombre de Jesús amén y amén. Les bendigo mis hermanos, que la Gracia del Señor sea con ustedes, amén.