La tentación del éxito

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Apocalipsis 3, estamos leyendo las cartas de Jesús a las iglesias. Jesús para principiar el libro de Apocalipsis quiso dar un mensaje a todas las iglesias hasta que él viniera, un mensaje de ánimo y también de advertencia, porque Dios sabía que el enemigo iba a tratar todas las artimañas posibles para neutralizar a la iglesia de Jesucristo. Y por esto hay 7 cartas a iglesias dilucidando las estrategias del diablo, enseñando a la iglesia cómo ser una iglesia vencedora. Digamos esto juntos, vencedora, en el nombre de Jesús el Señor quiere que nosotros seamos una iglesia vencedora.

Hemos leído ya de las estrategias que el diablo usa para quitar el poder de la iglesia de Jesucristo. Puede ser enseñanza falsa, el diablo envía Apóstoles, súper Apóstoles con enseñanza falsa y si la gente lo cree pueden perder el Evangelio y que nos avergoncemos del Evangelio porque es el poder de Dios para la salvación de todos.

El diablo también trató de usar persecución y matar cristianos, tratando de intimidarlos, y Jesús le daba mensajes a las iglesias, sé fiel hasta la muerte, porque hay otra vida que te espera. También el diablo levantó profetas falsa, un Balaán y profetizas falsas, una Jezabel, para engañar cristianos enseñándoles que está bien hacer lo que la Biblia que no está bien. Sabemos que esto está pasando mucho hoy en día, enseñanza falsa, justificando pecado aún en el nombre de la Biblia. Tenemos que ser astutos.

Pero ahora vamos a leer la carta a la iglesia en Sardes y esta estrategia es más peligrosa que todas. El diablo usa la tentación del éxito para una iglesia. Alguien aquí quiere una iglesia exitosa? Amén. Yo quiero que seamos una iglesia exitosa. El diablo inventa formas de hacer que la iglesia se conforme con le éxito humano y pierda el poder divino. Yo no quiero ser solamente una iglesia exitosa, yo quiero que seamos una iglesia vencedora. Pero para esto hay que tener cuidado, hermanos, hay que leer esta carta con el corazón y cuidarnos de la tentación de estar cómodos y conformes.

La tentación de estar satisfecho con el éxito humano, porque Dios tiene más para nosotros. Amén. No queremos ser una iglesia exitosa y dormida. El diablo ni se preocupa por la iglesia dormida porque está auto satisfecho que él ni tiene que tirar dardos, ya están dormiditos, para qué desperdiciar un profeta falso con una iglesia dormida? Para qué intentar perseguirlos si están durmiendo? Esto es una tentación súper peligrosa y vamos a leer de Apocalipsis capítulo 3, la carta a la iglesia de Sardes, diciendo:

“Escriba el ángel de la iglesia en Sardes, el que tiene los 7 espíritus de Dios y las 7 estrellas dice esto: Yo conozco tus obras que tienes nombres de que vives y estás muerte. Sé vigilante y afirma las otras cosas que están para morir porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios. Acuérdate pues, de lo que has recibido y oído y guárdalo y arrepiéntete pues si no velas vendré sobre ti como ladrón y no sabrás a qué hora vendré sobre ti. Pero tienes unas pocas personas en Sardes que no han manchado sus vestiduras y andarán conmigo en vestiduras blancas porque son dignas. El que venciere será vestido de vestiduras blancas y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles.”

Señor, nosotros queremos ser una iglesia preparada para ese día delante de tu trono, cuando de verdad los nombres en los cielos sean leídos. Háblanos hoy, Señor, háblame a mí, te lo pido en el nombre de Jesús. Amén. Amén.

La conformidad mata. La conformidad es peligrosa porque juntamente con la conformidad viene el descuido. Puedes poner la foto de un hombre conforme y tranquilo leyendo su periódico porque todo está en paz. El Señor no quiere personas tan tranquilas que nos ponemos descuidados. La fama, esta iglesia fue conocida, tenía nombre de estar viva, era una iglesia famosa. León de Judá, somos un poquito famosos, hay un alcalde que quiere venir aquí con nosotros. Los gobernadores, un senador que otro que viene. Tu viajas en los Estados Unidos y hablas con iglesias y muchos han escuchado de León de Judá que es una iglesia viva. Esto es lo que piensa la gente que piensa Dios.

Yo no quiero ser persona con nombre en la tierra sin nombre en los cielos. El Señor quiere vida de verdad. El Señor quiere que estemos despiertos, no resignados a las cosas como son, no satisfechos con los logros que ya se han hecho.

Complacencia, estar conformes. Es peligroso. No sabemos la historia del rey David, una historia muy seria, muy peligrosa. Este hombre cuando joven tenía hambre del espíritu, él escribía los salmos, cantaba Jehová es mi pastor, nada me faltará. Venía el oso y el león para matar las ovejas y David peleaba en el nombre de Dios. Cuando David cuando joven escuchó a Goliat maldiciendo al nombre de Jehová él se enojó y dice, pero quién se cree este Goliat? Yo me pongo a pelear con él, ni necesito armadura, yo voy con mis piedrecitas y lo venzo en el nombre del Señor. Un guerrero.

Y después él llegó a ser una persona importante. El rey Saúl trató de matarlo por mucho tiempo, él corriendo, escondido en cuevas con sus hombres, aprendiendo a guerrear, a luchar. Un hombre que aprendió lo que es confiar en Dios en la batalla, y llegó a ser un gran rey en Jerusalén y conquistaba sus enemigos y trajo al arca a Jerusalén con danza y alabanzas. Y una vez que él ya estaba seguro en su trono, en la primavera, la época que los reyes van a pelear en la guerra, David decidió quedarse a reposar un poquito en el palacio. Y un día él se levantó de su cama al atardecer, tal vez pasó la noche en no sé qué, tal vez una siestita, no sé qué, pero ahí en su techo, ahí tengo fotos de él en su techo. Ahí está David y él mira algo que no debe de mirar. Sabemos la historia. Es que él estaba conforme y seguro y se descuidó. Tenía nombre de ser un gran rey de Dios y por eso se reposó y bajó la guardia y sufrió por esto por muchos años.

Esta iglesia es como David. Es que David tenía que saber que había más salmos que escribir, había más peleas y batallas del Señor para pelear. Lo mejor estaba por venir pero él se conformó con el éxito que él ya había logrado. Esta iglesia en Sardes era lo mismo. Era una iglesia exitosa, una iglesia que creció, una iglesia que adquirió un nombre de fama, pero era una iglesia que se quedó conforme con lo que ya tenía y no se esforzaba más.

Es que nuestro Dios no había terminado con ellos. Nuestro Dios siempre tiene más. Mire el principio de esta carta en el versículo 1 dice, “el que tiene los 7 espíritus de Dios y las 7 estrellas.” Nuestro Dios tiene 7 espíritus en la mano. Qué significa eso? qué significan los 7 espíritus de Dios? Yo me puse a pensar porque el libro de Apocalipsis comienza diciendo, “te saluda el que era, el que es y el que ha de venir y también te saludan los 7 espíritus ante el trono de Jehová.”

Los 7 espíritus están en cierta manera dando la revelación del Apocalipsis. En otro texto en Apocalipsis 4:5 dice “del trono de Dios salían relámpagos y truenos y voces y delante del trono ardían 7 lámparas de fuego que son los 7 espíritus de Dios.”

Puedes pensar en otro momento en la Biblia cuando vemos espíritu que está en muchos fueguitos, en muchas lenguas de fuego, en el momento de pentecostés. El Espíritu Santo entró y se dividió y se repartió en lenguas de fuego sobre cada uno, porque es un solo espíritu pero puede estar en todo lugar a la misma vez. Y 7 es el número de la perfección, los 7 espíritus de Dios que pueden estar en cada persona, en cada momento el espíritu del Señor.

Dice la palabra que Jesús en el libro de Apocalipsis es como un cordero inmolado que tiene 7 cuernos y 7 ojos, y la Biblia dice que estos son los 7 espíritus de Dios que son repartidos en toda la tierra. El cuerno es el poder del cordero, el ojo es la presencia del cordero, el espíritu que va en la tierra dice que el poder de Jesús y la presencia de Jesús está con nosotros en el Espíritu Santo. Y este espíritu no se acaba fácil, son 7 espíritus de Dios que están aquí. Dios siempre tiene más de su espíritu para su iglesia, las 7 estrellas, los 7 pastores y líderes de la iglesia. Siempre hay más si tu quieres.

Cuántos sabemos la parábola que Jesús contó? Él dice, quién de vosotros…ustedes tienen un amigo sinvergüenza que va a la casa en la noche y dice, ‘mira, tengo visitas y necesito unos panes prestados para servirles unos pastelitos. Regálamelo, yo tengo que servirles.’ Y el amigo en la casa dice, ‘ya estamos todos en cama, no vamos a levantarnos para darte nada.’

Jesús dice, este hombre se levanta y le da todo lo que quiere no por ser su amigo, sino por este amigo ser tan molestoso, por ser un amigo sinvergüenza, dice el griego literal. Por ser sinvergüenza le da todo lo que quiere. Dios quiere que seamos un poquito más sinvergüenzas con él. Es que tenemos vergüenza, somos demasiado apropiados a veces.

Yo digo esto como un gringo con corbata, somos demasiado apropiados. Tenemos que ponernos un poquito más inoportunos con nuestro Dios. Jesús dice, pedid y se os dará. Tocad y se te abrirá. Todo el que pide recibe, todo el que busca halla, el que llama se le abrirá.

Jesús dice, quién de ustedes si su hijo te pide pan le dará una piedra? Si tu hija te pide un pescado le das una serpiente? Si tu siendo tan malo como tu eres sabes dar buenas dádivas a tus hijos, cuánto más tu Padre en los cielos dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan. Dios quiere dar su espíritu a la iglesia pero aquí está el punto importante, la iglesia tiene que desearlo.

Tu tienes todo del espíritu que quieres, si estás conforme quedarás con lo que tienes, pero si tienes sed hay un vaso que no tiene límite, de vino de los cielos, vino que te emborracha en buena manera, vino bueno de los cielos y nuestro Dios puede cambiar hasta el agua en vino, y él guarda lo mejor para el último. El mejor vino está por delante, si tu lo quieres, si yo lo quiero, si estamos satisfechos nos quedamos.

La iglesia en Sardes se conformó con el éxito humano y no quería más del vino. Jesús dice, “yo conozco tus obras, sé vigilante y confirma las cosas que están para morir porque no he hallado tus obras bien acabadas delante de Dios.”

Hay más. Es que ellos pensaban por todos sus esfuerzos, se habían esforzado, me imagino, su iglesia había crecido, ganó renombre de ser una iglesia viva. Y después de eso, de tener un buen nombre, tal vez un edificio, se descansaron pensando ya llegué. Hay un dicho que yo aprendí muy profundo, creo que está en Proverbios, dice camarón que se duerme… Yo leí esto en Proverbios no sé qué. Un poco de sueño, dormitar otro poco, otro poco, descansar mano sobre mano y así te llegará la miseria como un vagabundo.

La iglesia que no está echándose para adelante está corriendo para atrás, hermanos. Esta iglesia había llegado a medias con Dios. Algunos aquí conocen el nombre de Taré. Has escuchado este nombre? Está en la Biblia, está en el libro de Génesis 11, era el papá de Abraham. Y la Biblia dice que Taré tomó su familia y todas sus cosas, él vivía en Ur, y él se echó en un camino largo para llegar a Canaán. Este hombre con su hijo Abraham y los demás quería llegar a la tierra prometida de Canaán.

Pero la Biblia dice que él no sabemos por qué, pero cuando llegó a un lugar que se llama Arán se quedó ahí y ahí murió. Su hijo, Abraham, recibió un llamado, ‘toma todo lo que tienes y vete por la tierra de Canaán y yo te haré una gran nación y tendrás descendientes y haré tu nombre grande y así en ti todas las naciones serán bendecidas.’

Yo me pregunto si Taré tenía ese llamado primero, no sé. La Biblia no dice por qué él iba en camino al lugar prometido, lo único que sabemos es que él comenzó un viaje que él no terminó, se quedó a medias, pensó que había llegado cuando Dios tenía otro lugar, otro destino para él.

León de Judá hemos pasado muchas cosas para llegar aquí. Hay algunos de ustedes que llevan 30 años en esta iglesia. Se han sacrificado mucho por edificar estos edificios, se han ganado muchas almas. Hay culto en inglés, multiétnico ahora, tantas cosas, ministerios en la ciudad, aquí está la pregunta, ¿hemos llegado? Se hizo todo eso para llegar aquí ahora. Hermanos, tengo buenas noticias para ti, todavía hay más para León de Judá.

Hermanos, no hemos llegado. No se hizo todo lo que se ha hecho para esto, se edifica toda un arca pero ahora es tiempo para la lluvia. A ver cómo funciona esta máquina. Eso es como una nave espacial pero ahora ya vamos. Hermanos, no quedémonos aquí. Es peligroso. Después de mucha lucha, mucho esfuerzo, quedarnos dormidos aquí cuando Dios tiene lo mejor por delante, hermanos. No hemos comenzado a ver la gloria que Dios quiere derramar aquí. No lo hemos visto. Despiértate porque tu no quieres perder lo que está por pasar, hermano. Yo quiero ser parte de eso, yo no quiero estar ahí y ver algo pasar. Todavía el león quiere rugir más y yo quiero ser parte de eso, hermanos.

Hay que vigilar. Hay que recuperar ese ojo feroz, el ojo de luchados. En la mañana hablé mucho de una película que me gusta, la película Rocky, ese boxeador que comenzó luchando, pero después él gana y gana y gana, y después se pone cómodo y viene otro que sí tiene ojo malo, el ojo con el tigre viendo que le mira y él mirando para abajo como no sé, porque él perdió. Él tiene el hambre todavía. es que Rocky ni podía mirarle a los ojos, miraba para abajo porque le daba miedo. Rocky tenái que volver al gimnasio donde hay sudor, donde apesta, y él tenía que luchar para recuperar esta fuerza, hermanos. Algunos de nosotros comenzamos con hambre y nos estamos poniendo tranquilitos y ya es tiempo de recuperar el ojo feroz, el ojo para luchar, luchar para Dios. Vamos a sudar otra vez.

Tal vez no vamos a oler muy bien, pero vamos a ganar la batalla. La Biblia dice, acuérdate pues, de lo que has recibido y oído y guárdalo y arrepiéntete. Acuérdate. Yo creo que ellos no se habían olvidado del Evangelio, yo creo que no se olvidaron ni de su historia, pero se habían olvidado del hambre que tenían, de cómo ellos habían recibido la palabra al principio.

Yo hablé de estos unos meses atrás. Recuerda cómo tu estabas cuando recién aceptaste a Cristo. El loco para Cristo que tu estabas. A mí me encanta estar con nuevos creyentes y los jóvenes en nuestra iglesia que tu les das un libro y ellos lo comen vivo. Tu les enseñas de Levítico y ellos como ya, yo quiero más. Tienen hambre, hambre del Señor, hambre del espíritu.

Yo tengo un perro que tiene mucha hambre. Él come lo que sea. Él comió mi cargador de computadora, con chispas y todo. Él es como el súper perro ahora porque tiene poderes. Es que nosotros somos un poquito picky después. Dios quiere que tengamos hambre del espíritu.

Yo recuerdo recién convertido, yo creo que compartí el testimonio, 16 años, acepté a Cristo y escuché enseñanza del bautismo en el Espíritu Santo. Yo escuché enseñanza que hay más del espíritu si tu lo buscas y que podemos orar por ti e imponer manos y tal vez vas a hablar en lenguas. Yo dije, sounds good, vamos a hacerlo. Metámonos! Así que oraron por mí todos gritando, orando en lenguas, y yo, ‘Señor, quiero más de ti!’ nada. Pero no quedé conforme. Yo quiero intentar otra vez otro día. Cantaban, clamaban, yo ahí con los ojos cerraditos. Nada. Después de semanas y semanas un grupo de jóvenes estaban ahí y había unos adultos, tal vez el Señor esperó a mover con unos adultos, y oraron por mí y había palabra profética y yo manejando el carro después comencé a hablar unas palabras que yo no las sabía. Yo pensé, me volví loco? Estoy inventando eso? porque es tan natural. Yo esperaba un trance pero era tan natural que yo hablaba.

Después llegué a la casa y fluyendo un lenguaje que yo no entendí. Y yo entré en la casa medio borracho y mamá me mira y dice, ‘Gregory, qué ustedes hacen en estas reuniones?’ Y yo le dije, ‘Mami, ahora yo hablo en lenguas.’ Y yo creo que se los dije, ‘Gregory, no se lo digas a tu papá que él va a llamar al psicólogo de niños.’ Yo me quedé esa noche, no dormí nada, orando, como enamorado, hablando con quién sea de Jesús. Tenía hambre.

Yo recuerdo la fecha, fue diciembre 5 de 1984. Hace solamente 32 años atrás pero queda la pregunta, y desde entonces qué? Después de recibirlo… yo quiero, si alguien me pregunta cuándo tu fuiste lleno del Espíritu Santo? Yo quiero decir hoy en la mañana cuando estaba orando, no quiero decir hace 30 años atrás, yo quiero decir hoy. Hay más para hoy. y después sabes que mañana hay otro vaso de vino esperándote en la mañana también. Y es bueno, es vino de Sudamérica, vino bueno como debe de serlo, vino del Señor. Gracias a Dios.

Yo quiero parte de estos 7 espíritus de Dios, poner a Cristo todos los días. Descansar en él, para estar vivo. Estar vivo y ser activo no es lo mismo. Puede haber mucha actividad sin unción y parece estar vivo sin vida. Yo no quiero la apariencia de vida, queremos la realidad de vida y por esto hay que orar. Los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas.

Y es una actividad que no agota, porque es por otro poder, el poder de Dios y no mi esfuerzo humano. Hermanos, yo quiero eso. Hay que quedarse despiertos porque hermanos, el tiempo es corto. El Señor viene, pues si no velas, Jesús dice, vendré sobre ti como ladrón y no sabrás a qué hora vendré sobre ti. Así como ladrón en la noche, cuidado de la conformidad.

Dice la palabra, el día del Señor vendrá, así como ladrón en la noche. Cuando digan, paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina. Cuidado de negocios como siempre. Jesús dijo, entonces estarán dos en el campo, uno será tomado y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo en un molino, una será tomada y la otra será dejada. Velad pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.

Hermanos, el tiempo es corto. Ya la máquina está corriendo el reloj de las últimas horas antes del Señor. No es el tiempo de dormir sobre éxitos pasados. Es tiempo de velar y desvelar esperando su venida. Y esto sí debe asustarnos un poquito porque el ladrón en la noche, pero yo le doy gracias a Dios, nuestro Jesús es un ladrón bueno. Podemos esperarlo no con temor sino con anticipación, como este niño esperando a capturar a Santa Claus o a los tres Reyes en la noche antes de llegar.

Niñitos gringos hacen eso. No sé qué hacen los latinos. Pero están ahí esperando a Santa y no quieren dormir porque no lo quieren perder, hermanos. Tal vez lo has hecho con los 3 Reyes, no sé cómo se hace, tal vez esperar la llegada de los Reyes. Bueno, nosotros estamos esperando un rey de verdad, el rey de reyes y Señor de Señores. Y él viene. Tened vuestras cinturas ceñidas y vuestras lámparas encendidas. Sed semejantes a hombres que aguardan que su Señor regrese de las bodas para que cuando llegue llame y le abran enseguida.

Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su Señor cuando venga halle velando. De cierto os digo que se ceñirá y hará que se sienten a la mesa y vendrá a servirles. Hermanos, yo no quiero perder ese momento porque va a ser rico y lindo, cuando nuestro Señor venga. Quedémonos despiertos. Mantengamos nuestros uniformes limpios.

Dice la palabra, hay más en esta carta que tenemos que leer. “Pero tienes unas pocas personas en Sardes, dice Jesús, que no han manchado sus vestiduras y andarán conmigo en vestiduras blancas porque son dignas.”

Parte de estar despierto es mantener el uniforme puesto y listo para que yo pueda servir cuando me toque. Qué es el uniforme de vestiduras blancas? En el Antiguo Testamento quiénes eran las personas que andaban en vestiduras blancas? Los sacerdotes. El sacerdote principal, él tenía un uniforme especial, pero los normales sacerdotes tenían vestiduras blancas, de lino fino.

Jesús está diciendo que tu tienes un llamado para ser más que un cristiano, tu eres un sacerdote, tu eres llamado a ser alguien que entra en el lugar santo en las cortes de Jehová y que seamos un pueblo a través del cual la gloria shekina de Jehová se pueda manifestar en la tierra. No estamos para ser una institución humana. Esta iglesia existe como cualquier iglesia real para ser como la lámpara que tiene el fuego quemando. Somos sacerdotes de la gloria de Jehová. Y tu tienes un trabajo que hacer en eso. el pastor es una partecita, cada uno de nosotros somos llamados a ser ministros en el templo de Jehová.

Y queda la pregunta aquí, cómo están tus vestiduras? Aquí dice que algunos en Sardes no habían dejado manchar sus vestiduras, pero la mayoría por descuido tenían vestiduras sucias. Ahora, esto hace referencia a que el sacerdote para servir en la gloria de Dios tiene que estar limpio bajo las reglas ceremoniales de la ley de Moisés. Y todo sacerdote se ensuciaba a veces por cualquier cosita, por tocar una comida no limpia, por tocar un cuerpo muerto, por una llaga que tiene, tal vez sus vestiduras pueden ser manchadas. Para mantenerse limpio el sacerdote tenía que estar cuidado todos los días de observar su caminar y cuando se ensuciaba, como todo se ensuciaba, de pasar por los ritos que estaban en la Biblia de purificación.

Así que Dios sabía que para nosotros estar dispuestos a servir tenemos que estar atentos y pendientes a él todos los días velando, y nos vamos a ensuciar a veces, porque andamos en un mundo caído y los pies se van a ensuciar con el lodo en la calle, pero gracias a Dios hay un jabón que Dios inventó, hay un detergente que puede sacar cualquier mancha de tu vestidura, la sangre de Jesús puede limpiar todo pecado que tenemos.

Hermanos, hay un templo aquí en este mundo y nosotros podemos lavar nuestras ropas y blanquearlas en la sangre del Cordero. El éxito humano no tiene nada que ver a veces con el éxito espiritual, con ser una iglesia sobrenatural, una iglesia limpia, una iglesia que despierta, una iglesia con la vestidura blanca, lista para servir. El Señor nos llama a ser una iglesia así. Una iglesia exitosa en la tierra tiene nombre en la tierra, pero una iglesia vencedora tiene nombre en los cielos.

Y Jesús promete, “yo te prometo que no borraré su nombre del libro de la vida.” Si tu has aceptado a Cristo como tu Señor y salvador, si tu lo has recibido tu nombre está escrito en ese libro y es con tinta indeleble, una tinta que no se borra, porque tu nombre está ahí, yo quiero que mi nombre esté en ese libro. Nos espera una graduación como ninguna otra graduación.

No sé cuántos se han graduado y han sentido el gozo, tal vez en el discipulado o en una escuela, y tu escuchas tu nombre y los amigos gritan y hacen bulla, hay una graduación que nos espera, hermanos. Hay algo ahí y yo quiero que mis ojos sean marcados con esta visión de la eternidad, porque allí se va a determinar qué de verdad valía en los ojos de la eternidad.

Mucho éxito humano será irrelevante ante el trono de Dios pero muchas cosas que no se notan en este mundo van a ser celebradas ahí con clamor, con aplausos, con gozo, no solamente con Dios sino con todos los cristianos de la historia y los cientos y miles y miles de ángeles alrededor.

Dice que vosotros, en cambio, os habéis acercado al monte Sión, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén, la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscriptos en los cielos. Y Dios llama tu nombre y dice, bien hecho, siervo, sierva útil, entra en el gozo de tu Señor.

Hermanos, que seamos una iglesia así, exitosa en los ojos de Dios más que todo, no conforme con lo que Dios ya ha hecho sino hambrientos de lo que Dios va a hacer. León de Judá apenas está comenzando, hermanos, apenas estamos comenzando a hacer la obra que Dios ha llamado que esta iglesia haga. Y tu eres parte de eso, si estás aquí, no pienses que puedes esconderte. Cada uno tiene una parte que jugar en eso, hermanos. Cómo está tu uniforme? Hay que blanquearlo.

Vamos a cerrar este tiempo y yo voy a orar e invitar personas si quieren tomar una decisión ahora mismo, pero después vamos a cerrar con la santa cena porque gracias a Dios hay solución para nuestro pecado. Nosotros tenemos que venir no una vez sino una y otra vez. Si tu has tenido un tiempo duro y has hecho cosas que te avergüenzan Dios tiene solución para ti. Dios tiene la cura de todo pecado. Él quiere que tu seas un ministro ante su gloria shekina, tu y tu casa, así que venga a la mesa y deja que este jabón, esta sangre de Cristo te limpie y así de verdad tendremos nombre, un nombre no en la tierra sino en los cielos.

Yo te invito a orar conmigo. Invito a todos a cerrar sus ojos y yo quiero invitarte, si tu estás aquí y todavía no has aceptado a Cristo como tu Señor y salvador, yo te invito a ser como este joven que fue como un boxeador ganador ante nosotros, yo te invito a tomar un paso de fe ahora mismo y decir, Cristo, yo quiero que mi nombre esté escrito en ese libro, yo quiero escuchar mi nombre en los cielos, yo quiero estar listo para tu venida.

Yo te invito a tomar este paso de fe y tenemos santa cena, no te voy a invitar a acercarte al frente, pero te invito ahí donde estás a levantar tu mano delante de Dios y decir, Señor, apunta mi nombre. Yo quiero verlo ahí. Que Dios le bendiga, hermana. Otra persona que quiera aceptar a Cristo, nunca lo has hecho y ahora tu quieres recibir a Jesús en tu corazón como tu Señor, levanta tu nombre bien alto como un ganador en el Señor para que podamos orar por ti.

Hay algunos más que quieren tomar este paso de fe? Yo te invito a no dejar pasar este momento. Tu Dios no ha terminado contigo. Hay algunos más que quieren hacerlo? Okay, vamos a orar y prepararnos para la mesa.

Padre, en el nombre de Jesús yo te digo, Señor, que yo quiero todo lo que tu tienes para mí. Yo no quiero parte, yo quiero todo de tu espíritu para mí, Señor. Señor, yo confieso que en tantas maneras me he descuidado y he dejado manchar mi vestidura, pero yo te pido Jesús, que tu con tu sangre seas mi Señor y salvador y me limpies y que me hagas calificado para servir delante de tu trono en el avivamiento que viene y en el trono delante de los cielos.

Señor, visítanos hoy. Yo te pido por una limpieza y un espíritu de renovación, te pido que seamos, Señor, una iglesia con hambre y sed de justicia, una iglesia que no está conforme, Señor. Despiértanos donde nos hemos descuidado, Señor, levántanos Señor, delante de ti y visítanos en esta mesa, te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.