Obedece, y te irá bien, y vivirás

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Les invito a abrir sus Biblias en el Libro de Jeremías capítulo 38. La semana pasada mis hermanos, el Pastor trajo un mensaje poderoso, un mensaje clave sobre la obediencia basado en Jeremías 35, el relato de los recabitas, una gente que Dios alabó y bendijo por su obediencia radical en contraste triste con el pueblo de Jerusalén que estaba a punto de sufrir un terrible juicio por causa de su desobediencia.

¿Cómo termina esta historia? En el capítulo 38 encontramos la última conversación entre el profeta Jeremías y Sedequías, el último rey de Judá antes del exilio a Babilonia y poco antes de que descendiera el juicio del Señor. Podemos aprender mucho mis hermanos de este intercambio.

Tal vez nunca ha leído este pasaje pero para muchos de nosotros esta conversación, aunque jamás hemos leído este pasaje, nos va a parecer muy reconocible, nos vamos a ver, yo me veo reflejado en esta conversación.

A propósito, este comentario no está en mis notas. Tal vez este mensaje le va a parecer un poco fuerte, y lo es, pero les animo mis hermanos, oigan bien la voz de amor, escuchen atentamente la Voz suave del amor de Dios entretejida en esta Palabra.

Jesús: yo me cubro con tu sangre en este momento, soy el primero que me someto a esta Palabra postrándome delante de Ti declarándote Rey, pidiendo Tu misericordia y pidiendo que tengas misericordia de todos nosotros que anhelamos amarte como Tú deseas ser amado. Sopla Espíritu de Dios sobre esta Palabra, vivifica nuestras almas a través de ella en el Nombre de Jesús. Thank you brother.

Versículo 14, Jeremías 38 versículo 14: "Después envió el rey Sedequías e hizo traer al profeta Jeremías a su presencia en la tercera entrada de la Casa de Jehová; Y Dijo el rey a Jeremías: te haré una pregunta, ¿no me encubres ninguna cosa?"

Se cree que la tercera entrada del templo, mis hermanos, era una entrada dedicada al uso del rey, su propio conector entre el palacio del rey y el templo, tal vez hasta un lugar extremadamente privado donde se reunía con los sacerdotes, tal vez en un tiempo, su propia recámara, su propio lugar a donde el rey, diseñado para que el propio rey de Judá estuviera a solas con Dios, un lugar especial. Esta es una de las últimas conversaciones que se lleva a cabo en ese lugar.

Allí el rey Sedequías tuvo su tercera y última conversación con Jeremías. Versículo 15: "Y Jeremías dijo a Sedequías: Si te lo declarare ¿no es verdad que me matarás? y si te diere consejo, no me escucharás. Y juró el rey Sedequías en secreto a Jeremías diciendo: Vive Jehová que nos hizo esta alma" un juramento fuerte, "que no te mataré ni te entregaré en mano de estos varones que buscan tu vida."

La primera vez que Jeremías le trajo a este rey una Palabra de Jehová lo azotaron y lo metieron preso en la casa de Jonatán, y por poco muere. La segunda vez lo echaron en una cisterna llena de lodo y por poco muere. Se entiende si el pobre Jeremías dice: ya bueno, aquí vamos otra vez, ¿ahora qué? ¿me ahorcarán, la silla eléctrica? you gotta be kidding me, here we go again. Pero el rey insiste: te juro, nadie te hará mal, ¿qué dice el Señor? dice el rey, ¿qué quiere Él de mí?

Hermanos: ¿no se ponen a pensar por qué insiste el rey en oír Palabra de Dios de parte de Su profeta si ya lo ha oído dos veces? ha oído el mismo mensaje y no le cayó bien, y aún preguntándole, ustedes quizás son mejores teólogos y comentaristas, ustedes sabrán muy bien por qué él insiste en preguntar lo mismo una y otra vez, porque nosotros muchas veces le preguntamos lo mismo a Dios una y otra vez.

Y yo diría dos razones muy importantes. Primeramente, porque las cosas no le van bien a Sedequías. Él no encuentra solución a pesar de todos los consejos baratos a su alrededor que le dicen lo que quiere oír. Él reconoce que hay poder, hay vida en la Palabra de Dios y en sus huesos reconoce que la única esperanza viene de allí. Como que no tiene otra alternativa, tengo que oír lo que Dios desea aunque no me guste.

Pero, dos: él espera que tal vez Dios ha cambiado de idea, tal vez Dios dirá: just kidding! fue broma; le dirá algo más cómodo, algo que le cueste menos. Pero Dios no ha cambiado de idea. (Tomando agua) No sé de quién es el agua pero gloria a Dios para siempre (risas). Dios no ha cambiado de idea, no ha cambiado de mensaje, Él recibe la misma Palabra.

Versículo 17: "Entonces Jeremías dijo a Sedequías: así ha dicho Jehová, Dios de los Ejércitos, Dios de Israel: Si te entregas en seguida a los príncipes del rey de Babilonia tu alma vivirá, y esta ciudad no será puesta a fuego, y vivirás tú y tu casa. Pero si no te entregas a los príncipes del rey de Babilonia, esta ciudad será entregada en mano de los caldeos y le pondrán a fuego, y tú no escaparás de sus manos."

Como ha hecho con muchos de nosotros, tarde o temprano como hará el Señor con todos nosotros, Dios le dió a Sedequías a escoger, le dió a escoger. Dios le dice esto, tal vez usted lo ha oído: Sedequías tiene que hacer algo difícil, quizás la cosa más difícil que haz hecho en tu vida, algo que tal vez no tiene sentido para ti, es contra todo lo que sientes, es contra todo lo que deseas pero si lo haces, estaré contigo. Si lo haces vivirás, salvarás tu familia y a toda esta ciudad, pero si no me crees, si no me haces caso, si no me obedeces lo perderás todo. Tarde o temprano a la larga Dios nos da a escoger.

Tal vez usted conoce este momento ya, tal vez usted está viviendo este momento ya. ¿Qué escogió Sedequías? Versículo 19: "Y dijo el rey Sedequías a Jeremías: tengo temor de los judíos que se han pasado a los caldeos, no sea que me entreguen en sus manos y me escarnezcan." Aah, por fin, después de tres conversaciones. Por fin el corazón de Sedequías a la luz del día.

Y ¿sabe mi hermano? a la larga se revelará lo que habita en cada corazón y al fondo del corazón de Sedequías encontramos temor. Si no obedecemos, yo sugiero, no es por falta de información o falta de revelación, sino por temor.

Sedequías temía que los caldeos lo entregarían a estos judíos que ya se habían pasado a ellos, tal vez hasta colaborando con los caldeos, y estos judíos tomarían como solía pasar en estas guerras, represalias contra él. A pesar del hecho de que Dios le da Su Palabra, Dios le da Su Palabra de todo lo contrario.

Versículo 20, y si este mensaje tiene un versículo clave es el versículo 20 de este capítulo, "Y dijo Jeremías: no te entregarán, oye ahora la Voz de Jehová." Esa Palabra que usted ve ahí "oye ahora" me llama la atención que al traducirla es "shemá", shemá, oye ahora. ¿Por qué me llama la atención? porque sé que es la primera palabra de la oración más sagrada en todo el mundo, en toda la cultura judía, la primera palabra que aparece en Deuteronomio 6:4: "Shemá Israel, Adonai Eloeinu, Adonai Ejad, Oye oh Israel, el Señor es Dios, el Señor uno es" Shemá, oye, otra palabra: presta atención, o en otras palabras: haz caso, o en otras palabras: obedece, obedece la Voz de Jehová que yo te hablo y te irá bien, y vivirás. Obedece y te irá bien, y vivirás.

"Pero si no quieres entregarte esta es la Palabra que me ha mostrado Jehová: he aquí que todas las mujeres que han quedado en casa del rey de Judá serán sacadas a los príncipes del rey de Babilonia y ellas" esto es una humillación, "ellas mismas dirán: te han engañado y han prevalecido contra ti, tus amigos hundieron en el cielo tus pies, se volvieron atrás; Sacarán pues a todas tus mujeres y tus hijos a los caldeos, y tú no escaparás de sus manos, sino que por manos del rey de Babilonia serás apresado y esta ciudad quemada a fuego. Y Sedequías responde a Jeremías: esto es entre nosotros. Nadie sepa estas palabras y no morirás."

¿Qué entiende usted? esto entiendo yo: Sedequías teme a estos judíos más que a Dios. Sedequías teme a la opinión de los príncipes y los oficiales más que a Dios, aunque al fin lo que él más teme es lo que le aconteció. ¿Sabe por qué mis hermanos? porque a la larga a quien o a que usted teme usted obedece. A quien usted teme usted obedece.

And this is where it gets though, es un patrón muy reconocible. Tememos o reverenciamos algo, más que a Dios, aunque nos esté destruyendo, aunque termine en nuestro propio mal, es un patrón que se encuentra en todo el relato entre el pueblo de Dios y Su Creador, es un patrón que tarde o temprano nosotros oímos. Pastor, aunque sé que Dios jamás bendecirá esta relación, sé que me está secando o destruyendo, o está destruyendo mi hogar, temo que si dejo esta persona me muero, el mundo se me hará pedazos. Dios responde: obedece y te irá bien, y vivirás.

Pastor: sé que me está llamando a dejar esta adicción sea pornografía o drogas, o alcohol, o el juego, pero temo lo que dirán de mí, temo meterme en un programa y fracasar. Dios responde: Obedece y te irá bien, y vivirás. Pastor, temo perdonar al que me hirió y m engañó, no sé cómo vivir sin estos resentimientos. Mi hermano, mi hermana Dios te responde: Obedece y te irá bien, y vivirás.

Pastor: temo llegar a esta cita de mi caso de inmigración y decir la verdad, temo que me deporten, temo perderlo todo, y yo veo héroes aquí que han vivido esto, y el Señor le ha dicho, y ellos respondieron: obedece y te irá bien, y vivirás.

Pastor: temo que si dejo esta práctica que Dios aborrece, mentir o estafar, o engañar, o usar a otros puedo perder mi trabajo, puedo perder mi puesto ¿y cómo nos defenderemos? Dios responde: Obedece y te irá bien, vivirás. ¿Ven el patrón? Por menos sentido que tenga, por más que sienta que morirá si lo llega a hacer Dios responde: Obedece y te irá bien, y vivirás.

Ahora hermano: ¿no se ha puesto pensar por qué tanto énfasis en la obediencia? y la obediencia, obediencia, obediencia, ¿por qué esta obsesión con la obediencia, por qué tanto sobre la obediencia?

Es inescapable, a propósito, desde las primeras páginas de Génesis, en todo el relato de Dios con Israel en el Antiguo Testamento y el mensaje de Cristo en todos los Evangelios y en todo el Nuevo Testamento hasta las últimas palabras de Apocalipsis veo lo mismo. Si hay un mensaje consistente en la Palabra de Dios es este: un Dios anhelando y esperando un pueblo que lo obedezca. ¿Por qué? aquí ofrezco un par de razones.

Primeramente, la obediencia es su lenguaje de amor. La obediencia es el lenguaje de amor que profiere Dios. ¿Qué quiero decir con eso? y aquí estoy haciendo una promoción, Gary Chadman (el Pastor levanta el libro, lo muestra a la Congregación), Gary Chadman en su libro "Los cinco lenguajes de amor" el cual lo recomiendo para cualquier pareja, es un libro muy accesible, "The five love languages" léelo en el original, es excelente. Gary Chadman en su libro "Los cinco lenguajes de amor" dice que cada uno de nosotros tenemos nuestro preferido lenguaje de amor.

Son cinco, palabras de afirmación es una, "te quiero, te respeto, te admiro" etc. tiene la idea. "Tiempo de calidad" o sea, apagar el partido de fútbol y salir caminando de la mano por el parque, el malecón, got the idea? Tercero, regalos: flores, traje nuevo el día del padre. Actos de servicio, varones: sacar la basura. Toque físico: tomarle la mano, un besito en el cachete, etcétera, etcétera, etcétera (ríe). La clave aquí es esta idea. El secreto de amar, aún entre nosotros, el secreto de amar no es imponer mil lenguajes de amor sobre mi cónyugue sino aprender y amarla conforme a la suya. O sea, no es (en voz grave) "amarla a mi manera".

Tal vez prefiero escribirle a Marina un poema y, I can do that, o traerle un ramo de flores, okay? las flores no faltan en casa, dándome un poquito unos puntos (risas). Pero cuando lavo los trastes o recojo las hojas de la acera o doblo la ropa de la secadora Marina entiende: "Oh baby ooh, yeah!" (risas). Ese es su lenguaje de amor.

¿O cuántos se han quejado de padres que dicen "yo los amé a mi manera" ¿cuántos se quejan? "no les faltó techo, no les faltó casa, no les faltó comida", ¡pero papá no estaba cuando necesitábamos, no amaste a mamá, no nos diste cariño! no es amar a nuestra manera, especialmente a Dios.

Amar esa Palabra, amar no es cualquier cosa que nosotros digamos que sea. La Palabra que quiere decir lo que mejor nos parezca que diga a la larga no quiere decir nada ¿oyó? Dios es amor, Él es amor. Sólo Él tiene derecho de definir el amor y qué es amar, y para el ser humano, la suprema expresión del amor es amar a Dios. La suprema expresión para un serh humano es amar a su Dios, amar a su Dios con todo vuestro corazón, con toda vuestra alma, con toda vuestra fuerza, con toda vuestra mente. Antes de amar a nuestro prójimo, antes de amarnos a nosotros mismos, amad a Dios a Su manera. Y Dios ha sido claro a través de toda la Palabra, Su lenguaje de amor es obediencia.

El amarlo es obedecerlo primero y sobre todo. El que dice que ama a Dios, yo no dudo de su sinceridad pero sepamos lo que estamos diciendo. El que dice que ama a Dios, el que llama a Jesús "su Señor" o sea "su dueño, su amo" y explícitamente se compromete en obedecerlo, en obedecerlo. "Si me amáis" declara Jesús en Juan 14:15 "guardad" o en otras palabras obedeced Mis mandamientos. Y en el Antiguo Testamento en Primera de Samuel cuando Saúl intenta amar a Dios a su manera con palabras lindas, ofreciéndole a Dios una ofrenda del fruto de su desobediencia, imagínese, el profeta de Dios lo instruye en el lenguaje de amor de Dios, y le explica: "Ciertamente obedecer es mejor que los sacrificios."

Él recibe su sacrificio pero detrás de ese sacrificio, detrás de esa ofrenda el Señor está buscando obediencia. El obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. Y de nuevo, Jesús al final del Sermón del Monte en el Evangelio de Mateo, habiendo predicado un mensaje que una u otra cosa garantizaba que iba a caer el mar sobre esta gente, sobre esta multitud para que sepan que él hablaba muy en serio, y donde Él estaba parado, Él concluye el sermón con estas palabras: "No todo el que me dice Señor, Señor entrará en el Reino de los Cielos sino el que hace" o sea el que obedece "la Voluntad de mi Padre que está en los cielos."

"Muchos dirán" dijo Él "en aquél día: Señor, Señor ¿no profetizamos en Tu Nombre y en Tu Nombre echamos fuera demonios, y en Tu Nombre hicimos milagros? Y entonces les declararé: no los conocí" nunca fuimos íntimos, nuestros corazones no tocaron. Nunca intercambiamos amor. No me amaste, no hablaste Mi idioma de amor, no te conozco. Apartaos de Mí hacedores de maldad." Fuerte, pero ¿qué está detrás de eso?

No os conocí, ¿por qué? Porque el pueblo de Dios se conoce por la obediencia. ¿Qué quiero decir con esto? y este es el propósito de Dios, y por esto, ah, you have to trust your dad, tienes que confiar en tu papá, Él sabe lo que Él trae detrás de esto y por qué esto es tan importante para Él y para ti, y para nuestra eternidad.

El autor C.S. Louis en su libro: "Mere cristianity" lucha con la idea de ¿por qué Dios creó, nunca se ha puesto a pensar usted en esto? ¿por qué Dios creó un ser capaz de desobedecerlo? Si a Él le importa tanto la obediencia ¿por qué Dios creó?

No sé si se han puesto a pensar en la ilustración del Pastor la semana pasada, el huerto del Edén, el Señor crea estos seres en el mero centro del huerto del Edén, el bendito árbol ahí, saludándole cada mañana diciéndole hello, what was God thinking? C.S. Louis lucha con esto, ¿por qué haría Dios esta locura?

¿Sabe por qué? porque algunos de esos seres obedecerán. Alguno de ellos lo obedecerán. Vanessa believe it or not I'm coming in for a landing, I'm more surprised than anybody else, porque alguno de esos seres lo obedecerán a pesar de la era en que ellos vivan, o en la cultura en que ellos vivan, o las costumbres en que ellos vivan, sea en Corinto o en Roma, en Nueva York o en Boston, cueste lo que les cueste; su reputación, sus trabajos, sus carreras, sus familias, o les cueste prisión o la gula, o el gladiador y las bestias del coliseo, o la espada de Isis, o la cruz, cueste lo que cueste esta gente rara elige obedecer a Dios. Siempre han habido, un pequeño remanente pero siempre surge una gente rara que va contra todo lo que ellos ven, contra leyes que les permiten otras cosas, contra una cultura liberal y libertina, ¡y eligen amarlo, eligen obedecerlo! ¡lo eligen sobre todo, cueste lo que cueste!

Y Dios declara: Esta gente me obedece, esta gente me ama y las puertas del infierno no prevalecerán contra un pueblo así. Es cierto. Ese es el registro de la historia.

El que les predica, si el Señor le hubiera permitido una vida alternativa sería un profesor de historia en algún lugar, I love history, y el registro de la historia es claro. El que obedece a Dios está en el lado correcto de la historia, porque la historia comienza y termina con Dios. Permítanme una frase o dos en inglés: to obey God is to be on the right side of history, because history begins and ends with God ruling and Lord of all in His Throne, reigning over the universe. The light of the stars extinguished and God ruling over His people, His people worshipping Him. To choose Him, to follow Him, to obey Him is to be on the right side of history.

Cuando los gobiernos de este mundo se reduzcan a polvo y sus grandes instituciones olvidadas en el viento, Jesús seguirá por la eternidad sobre Su Trono, Su ley gobernando el universo, por eso esto importa. Es más, la corte suprema de Massachussets, etc. etc. es casi una distracción, lo es, es una gigantesca distracción y por eso Jesús nos implora: obedece por Dios, obedece y te irá bien, y vivirás. Niégate a ti mismo, dice, toma tu cruz, sígueme y te irá bien, y vivirás. A propósito, yo nunca he predicado un mensaje que define más el amor de Dios que el que le estoy predicando hoy, nunca, Él conoce tu vida, Él conoce tu drama.

Tarde o temprano la obediencia te llevará al punto que la obediencia te cuesta, cada uno. ¿Cómo sabes que llegaste allí mi hermano? tal vez usted ya ha oído decir esto, ¿cómo sabes que llegaste a ese punto de crisis? ¡Señor si hago lo que pides de mí me muero! si hago lo que pides que haga, ¡me muero!

Él te escucha, y ese es el punto. Habrán partes de nosotros que al obedecer al Señor, morirán, lo vuelvo a decir. Habrán partes de nosotros que al obedecer al Señor, morirán. Y Sedequías descubrió: el que quiera salvar su vida la perderá, esta es la frontera de la fe, esta es la cuerda floja de la fe, obediencia radical. Y si has llegado allí, mi hermano, mi hermana, si usted mi hermano ha llegado allí a ese punto deje que lo que tenga que morir, deje que lo que tenga que morir se muera.

El Señor que lee los corazones, recibe esta Palabra tú que estás en esa crisis, tú que lo estás pensando, tú que lo estás luchando, te felicito porque estás tomando a Dios en serio, te felicito porque acabas de oír la invitación del Señor, sígueme, sígueme, quiero que seas Mi discípulo. Quiero que entres en otra etapa de tu existencia, de tu vda, sígueme, sígueme.

Él, el Señor que lee los corazones, que ve nuestro drama te oye diciendo: Señor esto me va a matar pero esto lo hago por Ti Jesús, no lo quiero hacer, no lo deseo hacer, es contra todo lo que entiendo, es contra todo lo que conozco pero si Tú lo dices, si Tú lo pides, si esto es lo que Tú quieres de mí esto lo hago por Ti, ¡esto lo hago por Ti Jesús! ¿Sabe? Él se te acerca, Él te echa Su brazo y te asegurará: Hija/hijo, confía en Mí, te irá bien y vivirás, y vivirás.