Avivamiento

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Segundo de Crónicas capítulo 29 nos habla acerca del Rey Ezequías, un rey muy distinguido, muy hermosa su historia. Quiero hablarles acerca de avivamiento en esta tarde, avivamiento. Y en el versículo primero dice: "Comenzó a reinar Ezequías siendo de veinticinco años, y reinó veintinueve años en Jerusalén. El nombre de su madre fue Abías, hija de Zacarías" y aquí está lo importante acerca de este hombre de Dios "e hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho David, su padre." Eso es muy significativo porque hubo varios reyes en una larga letanía de reyes que se comportaron malamente y entre esos reyes hubieron unos cuantos que hicieron bien, pero de muy pocos de ellos se dice que hicieron conforme a todas las cosas que había hecho David, su padre porque David, por su generosidad para con Dios, su corazón amante en una forma desesperada de Dios había servido como la norma. Muy pocos reyes habían tenido esa pasión y esa entrega para con Dios como David.

Y por eso es significativo que dice aquí que Ezequías mostró la misma integridad, la misma entrega, la misma pasión para con Dios que David su padre, su antepasado espiritual en otras palabras. "En el primer año de su reinado, en el mes primero, Ezequías" otra cosa interesante "abrió las puertas de la casa de Jehová y las reparó, e hizo venir a los sacerdotes y levitas y los reunió en la plaza oriental, y les dijo: oídme levitas, santificaos ahora, y santificad la Casa de Jehová, el Dios de vuestros padres, y sacad del santuario la inmundicia."

"Porque nuestros padres se han rebelado y han hecho lo malo ante los ojos de Jehová nuestro Dios, porque le dejaron y apartaron sus rostros del tabernáculo de Jehová, y le volvieron sus espaldas. Y aún cerraron las puertas del pórtico, y apagaron las lámparas. No quemaron incienso ni sacrificaron holocausto en el santuario del Dios de Israel. Por tanto la ira de Jehová ha venido sobre Judá y Jerusalén, y los ha entregado a turbación, a execración y a escarnio como veis vosotros con vuestros ojos."

"Y he aquí nuestros padres han caído a espada, y nuestros hijos, nuestras hijas, nuestras mujeres fueron llevados cautivos por esto. Ahora pues yo he determinado hacer pacto con Jehová, el Dios de Israel para que aparte de nosotros el ardor de Su ira. Hijos míos, no os engañéis ahora porque Jehová os ha escogido a vosotros para que estéis delante de Él, y le sirváis, y seáis Sus ministros, y le queméis incienso."

"Entonces se levantaron los levitas" y ahí vienen los nombres de estos levitas y sus familias que obedecieron al llamado de Ezequías, versículo 15: "Estos hombres reunieron a sus hermanos y se santificaron, y entraron conforme al mandamiento del Rey y las Palabras de Jehová para limpiar la Casa de Jehová. Y entrando los sacerdotes dentro de la Casa de Jehová para limpiarla, sacaron toda la inmundicia que hallaron en el templo de Jehová al atrio de la Casa de Jehová, y de allí los levitas la llevaron fuera al torrente de Cedrón" último versículo que voy a leer, 17: "Y comenzaron a santificarse el día primero del mes primero al pórtico de Jehová, y santificaron la Casa de Jehová en ocho días, y en el día dieciséis del mes primero terminaron." Bendiga el Señor Su Santa Palabra.

Yo no sé usted pero cuando yo leo ese texto como que tiene olor a algo verdaderamente histórico, algo que verdaderamente sucedió. Mucha gente dice que la Biblia es como una fábula y cosas que solamente hay que interpretarlas espiritualmente pero que no hablan de eventos reales que sucedieron en la historia, pero cualquiera que lee ese texto se da cuenta de que no, que esto verdaderamente registra un evento que se dió en la historia y en la vida de la nación de Israel, podemos confirmar que esto es algo verídico y real.

Pero a la misma vez que recordamos que esto fue un evento específico en la vida de Israel no podemos tampoco olvidar que estas cosas se registran en la Biblia para ser ejemplo para nosotros, ser estímulo para nosotros, enseñarnos verdades espirituales para que nosotros aprendamos también cómo movernos en las cosas del espíritu.

Ezequías es un personaje en un sentido simbólico, es un personaje ejemplar cuyo ánimo para con Dios, pasión para con Dios nosotros también tenemos que interpretar. Y una de las cosas acerca del rey Ezequías es que fue el originador de un poderoso avivamiento en todo Israel, en un tiempo en que la nación había decaído totalmente en su vida espiritual. Un tiempo en que el templo había caído en absoluto descuido. Los sacerdotes y levitas se habían ido para sus casas, se habían olvidado de sus ministerios.

Es como si hoy en día digamos y de paso no estamos muy lejos de la realidad, las iglesias se cerraran ¿cuántas iglesias hoy en día no se cierran por falta de gente? y los Pastores, y los siervos de Dios se metieran a guiar taxis y a trabajar en los supermercados como cajeros, etc. y se olvidaran de sus llamados espirituales porque no hay pueblo, no hay templos donde adorar al Señor; no por persecución sino por dejadez y porque los gobernantes de la nación han decidido simplemente no darle seguimiento a las cosas del espíritu.

Estamos no muy lejos de hecho de esa realidad en muchas partes. Ahora mismo en muchas partes del mundo en países como Europa hay inmensas catedrales que hoy en día costarían cientos de millones de dólares hacerlas y están vacías, o si acaso viene gente son turistas para ver esas catedrales y meramente como objetos meramente históricos y arqueológicos pero no hay vida en ellos. Europa de hecho es un cementerio de iglesias y de misiones, y Estados Unidos si Dios no mete Su Mano está bastante cerca también de ese destino porque también hay gobernantes, y hay Pastores, y hay líderes espirituales que han decaído en su ánimo para con el Señor.

Y entonces imagínese que en ese ambiente de total abandono espiritual, donde los animales corren por el patio y los precintos del templo, no hay nadie que barra la Casa de Dios, las hierbas han crecido alrededor, quizás hasta dentro del mismo santuario, han penetrado por los pisos no limpiados, todo tipo de hierbas y animales, y ratones, y cosas corren en el santuario porque hay un abandono total.

El papá de Ezequías era un hombre idólatra, un hombre totalmente pecaminoso y vendido al pecado, y a la idolatría. Y durante su reinado el templo cayó en total desuso y la religión nacional dejó de existir prácticamente. Había total abandono de las cosas espirituales. En ese ambiente de total esterilidad espiritual surge este hombre llamado Ezequías, tenía apenas 25 años cuando sube al reinado.

Entonces miremos eso ¿no? de que hay una necesidad en ese ambiente, de renovación y de avivamiento. Y el Señor puso en mi espíritu este pasaje y este tema esta mañana, siempre le pido al Señor que me dé las palabras específicas para nosotros, no simplemente porque estamos predicando una serie o porque, hay muchos sermones que uno puede predicar y yo siento verdaderamente que esta Palabra es una Palabra específica para tu vida y para nuestra Congregación en este tiempo en que estamos viviendo, donde Dios nos ha hablado mucho de que Él quiere que nuestra Iglesia sea un foco de avivamiento para Su gloria, de que nosotros seamos usados para promover renovación espiritual en nuestra ciudad y en nuestra región.

Y eso es lo que Dios les está diciendo a ustedes y a mí hermanos, que Dios como a Ezequías nos está llamando; tenemos un deber sagrado de ser fuente de avivamiento para nuestra ciudad y para nuestra región. ¿Cuántos pueden decir amén a esa declaración?

Y déjeme decir algo más para no tener que repetirlo y que quede claro, me curo en salud. Yo no creo que nosotros somos el único show que hay aquí en Boston espiritualmente, hay muchas iglesias, hay muchas buenas iglesias, hay muchos buenos hombres y mujeres de Dios en otros ámbitos y otras congregaciones que están haciendo trabajo excelente y tienen un corazón adecuado para con Dios. No somos el único pero yo puedo hablarles a ustedes porque estamos en casa, estamos en familia y puedo dirigirme a ustedes en esa manera, y no tengo que estar haciendo demasiadas aclaraciones. Uno sabe que Dios escoge diferentes personas, diferentes congregaciones para hacer Su Obra.

Lo segundo que quiero decir es que Dios no nos ha llamado a nosotros porque seamos la mejor Iglesia ni la gente más santa, ni porque merezcamos eso. Es más, a veces Dios nos escoge porque somos los más pequeños y somos los más en un sentido, insignificantes en una manera, y porque somos los que quizás menos merecemos esa bendición porque la gloria y la honra son para Él y no para nosotros. Así que nunca caigamos en ningún tipo de orgullo hermanos, de estar hablando por allí de León de Judá o de esto, o de lo otro. Yo renuncio a ese espíritu inmediatamente y tenemos que hacerlo, porque si nos engrandecemos y nos llenamos de orgullo la caída no se hará esperar. Lo que hagamos es porque a Dios le place hacerlo y lo haremos con santo temor, y siempre apuntando hacia Él, y nunca atención para nosotros mismos ¿amén?

Sabiendo también dos cosas: que al que mucho se le da mucho se le exige primeramente, y en segundo lugar que así como los ojos de Dios se posan sobre la gente que está sirviendo al Señor los ojos del enemigo también se posan, y hay que caminar con sumo cuidado y con suma pulcritud, porque mientras uno más pueda estar haciendo para el Señor más guerra también puede haber contra nosotros. Y esto no lo digo para que nos llenemos de miedo o que nos pongamos paranóicos sino que para que andemos con un santo temor delante del Señor, porque el que hace la obra de Dios tiene que cuidarse mucho de caminar rectamente para que Satanás no pueda acusar a nadie, y precisamente aquí tenemos un llamado bien claro a la pulcritud, a la santidad, a la integridad delante de Dios como uno de los prerequisitos para cualquier avivamiento que Dios quiera traer a nuestras vidas.

Y por eso estoy yo compartiendo este llamado con nosotros hermanos, es un llamado de Dios directamente para nosotros. Estas semanas han sido tiempos de una bella visitación. Como hemos anticipado con la apertura de este santuario que hemos elaborado tan arduamente y que nos dejó agotados hasta cierto punto, sabiendo que Dios tenía y tiene un propósito con este lugar, y hemos visto Su gloria. El principio fue lento pero yo creo que el tren ha comenzado a coger velocidad y hemos tenido unos tiempos preciosos de visitación de parte del Señor. Nuestros servicios están siendo tocados por el Espíritu Santo, vemos una apertura.

La semana de ayuno y oración que tuvimos fue gloriosa y parte fue porque ustedes vinieron ¿sabe? como les digo, porque Dios siempre está preparado. El Señor Jesucristo le dijo a Sus discípulos: El espíritu siempre está dispuesto, la carne es débil. Y la carne es cuando tú el miércoles en la noche en vez de venir a la Casa del Señor te quedas allí aplatanao' comiendo un sancocho y viendo la televisión en vez de venir a la Casa de Dios y buscar la Presencia de Dios en tu vida y tu familia. Hermanos, es así.

Déjeme decirles, yo creo que una de las cosas acerca del avivamiento es un pueblo que ora y clama al Señor. Yo creo que parte de lo que está pasando aquí en la Iglesia es porque nos hemos dedicado a buscar de Dios y a clamar al Señor. Hay algo que sucede cuando el pueblo de Dios alaba y ora, y declara las grandezas de Dios, nos sacrificamos y venimos a la Casa del Señor cuando hay una santa convocación.

Hermanos: el diablo no va a soltar las armas a menos que no sea con una pelea. La Biblia dice que el hombre fuerte no se le saquea la casa a menos que no sea atándolo primero, y atar a Satanás se hace por medio de la oración, del clamor, de la entrega, del sacrificio, de la consagración a Dios, de la santificación del pueblo de Dios.

Y yo les insto en el Nombre del Señor, les he dicho a los hermanos: Dios ha puesto eso en mi corazón. Yo tengo el gran deseo de que un día el servicio de los miércoles esté mejor asistido y más lleno que este domingo ahora mismo como lo vemos acá. ¿Se atreve a creerle a Dios por eso?

Ahora mismo hay una cámara grabando a todos esos que aplaudieron y yo voy a estar buscándolos aquí chequeando nombres el miércoles que viene (risas). Se los digo por experiencia propia hermanos, antes de yo ser Pastor yo venía a la Casa de Dios los miércoles ¿sabe? y venía todos los días así que no les estoy pidiendo algo que yo no he hecho en mi propia vida, y he visto los resultados y la bendición. Cuando uno sirve, hermanos al Señor y se da, Dios entonces te pone en lugares de honor y te usa, y bendice a tu familia, y bendice tu casa, tus finanzas, tu vida emocional, pero hay que pagar un precio por eso. Hay que poner al Señor encima de todas las demás cosas.

El capítulo anterior a ese, no se hubiera esperado que un joven viniendo de una familia tan endemoniada como la de su padre, cuando llegara al reino hiciera algo parecido y sin embargo así fue. Otra de las cosas que uno ve en este pasaje es que había dos clases sacerdotales en Israel: los levitas y los sacerdotes en sí.

Los levitas se especializaban en todos los asuntos materiales del santuario: el cuidado, la limpieza, la propiedad, mantener brillantes los utensilios del santuario, las cosas puramente del mantenimiento eran provincia de los levitas. Los que se especializaban en la adoración misma y en el ministerio eran los sacerdotes.

Cuando Ezequías convoca esta gran convocación espiritual y esta gran renovación, dice que los levitas fueron más diligentes en santificarse y en prepararse que los sacerdotes, y por lo tanto a ellos les fue permitido hacer muchas cosas que normalmente no se les permitiría. Porque cuando llegó el momento de realmente celebrar los sacrificios y comenzar a iniciar el avivamiento los sacerdotes no estaban preparados y no había suficiente gente para administrar los sacrificios, y para hacer todas las cosas que había que hacer, y entonces tuvieron que llamarlos a ellos para que oficiaran también.

Y eso me dice algo hermanos y es que, Dios lo que está buscando hombres y mujeres que tengan un corazón perfecto para con Él. Dios no está buscando a los especialistas de la religión, Dios no está buscando a gente con PhDs ni con doctorados en teología, Dios está buscando simplemente gente que lo ame desesperadamente y lo busque a Él, gente que esté dispuesta a pagar el precio. Gente que separe alrededor de ellos.

Ezequías tuvo el valor de decir: ¿sabes qué? yo no me voy a dejar llevar por lo que mis padres hicieron, no me voy a dejar llevar por lo que hizo mi familia. Yo voy a ser cabeza espiritual y voy a separarme. No voy a estar mirando alrededor qué hace la cultura donde yo vivo, qué hicieron los otros reyes, qué hizo mi papá. Yo serviré, como dijo Josué creo que fue, yo y mi casa serviremos a Jehová. Hagan ustedes lo que ustedes quieran, allá ustedes, pero yo voy a servir al Señor.

Y yo creo que en este tiempo se necesitan congregaciones y se necesitan hombres y mujeres que digan lo mismo porque estamos en tiempos de decaimiento espiritual. Estamos en tiempos donde muchas iglesias se están yendo tras la cultura, muchos ministerios están poniendo su dedo al aire para ver por dónde el viento sopla y se están yendo en esa dirección.

¿Sabes qué? Dios está buscando gente que busque la Palabra, ¿qué dice la Palabra de Dios? no lo que dice la gente allá afuera, no lo que dicen los profesores de teología, ¿qué es lo que dice la Palabra del Señor? Y esa es la gente que Dios quiere usar. Dios puede usar una Iglesia como la nuestra para traer avivamiento no solamente en la comunidad hispana, sino avivamiento a las naciones, avivamiento a la región de Nueva Inglaterra.

Dios puede comenzar un avivamiento acá que llame la atención de muchos diferentes lugares. No es imposible. No pensemos que porque somos gente que no hay muchos entre nosotros que tengan mucho dinero ni mucha influencia Dios no nos pueda usar. Este miércoles tuvimos la bendición de ver gente venir de Hong Kong, Japón, Corea, Australia, estaba esto lleno aquí de gente de Asia de diferentes países que se reunieron acá. En un momento estuvimos traduciendo de coreano a inglés, y a español. Un bello pentecostés.

Y esta gente que viene de tan lejos nos dió Palabra profética de que Dios iba a comenzar un gran avivamiento en este lugar, y esto no es solamente una Palabra de una sola persona, esto ha sido mucha gente a través de muchos años hablando de que Dios quiere hacer algo en este lugar y a través de esta Congregación.

Y por lo tanto, sus prioridades. Yo siempre he creído que en el gobierno de una nación lo primordial es lo espiritual. Un gobernante, un Presidente lo primero que debe pensar es ¿dónde están sus prioridades espirituales? Han habido presidentes en el pasado que lo primero que hicieron fue por ejemplo, legalizar por ejemplo la homosexualidad dentro de las fuerzas armadas porque quería darle un mensaje a su nación ¿cree usted que eso es un buen ejemplo para una nación? ¿qué dice eso de dónde están las prioridades?

Un gobernante puede tener muchas otras limitaciones hermanos, pero si por lo menos es una persona temerosa de Dios hay esperanza para él. Dios puede cambiar su corazón o bendecir a su nación a pesar de él y sus errores porque su corazón está en el lugar correcto. David no era un hombre perfecto, David cometió muchos errores. Como papá fue un fracaso, como esposo fue un desastre. Cometió graves errores, Dios no le permitió construirle Casa porque había matado demasiada gente, imagínese; pero tenía un corazón que amaba a Dios desesperadamente y siempre se arrepintió y reconoció sus pecados. Y por eso Dios lo amó y lo honró, y bendijo su nación. Nunca hubo más prosperidad y más gloria para la nación de Israel que cuando David estuvo como gobernante ¿por qué? porque su corazón, él era la cabeza de una nación.

Y cuando las acciones de un hombre, un gobernante ofenden a Dios y promueven la impiedad y la prostitución de un pueblo moral y espiritual, a mí no me importan cuan buenas sean sus intenciones sociales hermanos. yo sé que ese país está condenado al fracaso. No va a haber ni justicia ni tampoco va a haber buena espiritualidad porque la prosperidad, la justicia de una nación depende de sus fundamentos espirituales.

Una nación que se especializa en corromper a las demás naciones del mundo con sus doctrinas demoníacas nunca va a ser bendecida ni prosperada, recuerde eso. No importa cuan inteligente sea esa persona, cuan bien preparada, cuan bien educada, cuantas buenas intenciones de justicia social, y nosotros no nos vendemos hermanos a una raza. Si viene un dominicano y se planta ahí en la Presidencia y no refleja los valores del Señor el primer dominicano que lo va a rechazar soy yo, porque yo no me vendo a ningún partido ni a ninguna persona. Nosotros tenemos que respaldar los valores de la Palabra de Dios.

Y a mí me encantan que lo primero que hizo Ezequías fue abrir las puertas del templo y corregir la corrupción espiritual y el descuido de la Casa de Dios, porque él entendía que la prosperidad dependía de una relación correcta con Dios. Dice aquí que abrió las puertas del templo. Esto quiere decir que abrió las puertas espirituales de la nación. Puso un sign ahí: open for business, abierto para negocio sobre el dintel del santuario. Y Dios nos ha llamado a nosotros hermanos a abrir las puertas de este santuario para avivamiento a la Iglesia de Jesucristo.

Una de las cosas que está clara en mi corazón es que esta Iglesia no es solamente para servicio de León de Judá. Nosotros tenemos que compartir este santuario que Dios nos ha dado, y en la medida en que nosotros compartamos y seamos generosos con estos espacios Dios nos va a bendecir más.

Confiamos en que no nos iban a romper las sillas pero eso quiere decir que entonces en la noche, más tarde, tiene que venir gente a limpiar para que el templo esté limpio por la mañana. Y esto va a requerir también más dinero para mantenimiento, para limpieza, para reparación, para más uso del equipo de la Iglesia y todas estas cosas. Es decir que tenemos que pedirle al Señor mucha sabiduría pero a la misma vez también mucha generosidad, porque cuando damos y damos el Señor nos da más, y el Señor se encargará de proveer.

Y eso también quiere decir que nosotros vamos a tener que ser más generosos con Dios, pero yo le prometo hermanos que todo lo que usted invierta para el Reino de Dios, Dios lo va a dar con creces y lo va a bendecir, porque Dios honra y bendice a los que se preocupan por Su Casa, a los que se preocupan por Su Iglesia. Este mundo está necesitado, esta comunidad está necesitada de gente generosa y gente que se dé para bendecir porque hay hambre y sed en el pueblo de Dios.

Este sábado viene un grupo de hermanos de una institución cristiana y estarán acá de 7 a 9:30 orando allá en el cuarto piso porque ven la ciudad y quieren interceder por la ciudad desde ahí desde esa vista preciosa que hay allí en el cuarto piso, gloria al Señor, qué bueno ¿no? El 20 y de paso les anuncio esto: el 19, sábado antes del domingo de resurrección va a haber aquí 350 a 450 jóvenes universitarios coreanos que vienen a orar por avivamiento en Nueva Inglaterra.

Y de paso va a estar conmigo mi gran amigo Paul Jay Lee, el doctor Paul Jay Lee que no solamente es un Pastor allí en la ciudad de Plymouth sino que es un historiador de avivamiento en Estados Unidos. Ha escrito libros y da charlas en la casa estatal, y es uno de los grandes exponentes acerca de la historia de los peregrinos y los puritanos. Su Iglesia todos los años hace un festival. Este año vinieron 250.000 personas en la semana de Acción de Gracias para recordar la venida de los puritanos y los peregrinos aquí a Estados Unidos, y es un evento de gran, gran excelencia, y mi esposa y yo pudimos ir este año, y la verdad que nos quedamos sorprendidos.

Pero él va a estar acá el sábado 19, a las 9 de la mañana va a comenzar el tiempo y él va a dar una charla que yo lo invité, para que nos diera una charla acerca de avivamiento, la historia del avivamiento, y no va a haber traducción desgraciadamente porque es mas bien orientado para; pero él quiere que nosotros vengamos, eso es lo que quiero decir. Si usted habla inglés o si simplemente quiere venir y ahí sazonarse en una atmósfera de adoración, venga, y ellos quieren que nuestra Iglesia nos respalde, y eso va a ser de nuevo, sábado por la mañana y después en la tarde ellos van a estar orando en coreano y en sus idiomas por avivamiento aquí en la ciudad. 350 a 400 jóvenes universitarios, qué cosa más linda y ellos quieren estar acá con nosotros, se está anunciando ya en diferentes partes. Vengamos y apoyemos este evento.

Pero podría mencionar muchas cosas. El día nacional de oración va a celebrarse acá dentro de unas tres semanas, no recuerdo ahora la fecha y muchas otras cosas que podría mencionar, pero gloria a Dios que Dios está usando nuestra Iglesia para avivamiento.

Vamos a ver: "Y les dijo: oídme levitas, santificaos ahora y santificad la Casa de Jehová, el Dios de vuestros padres y sacad del santuario la inmundicia." Pero hay otro más claro más adelante donde él les dice a ellos que ellos no pueden escapar del llamado que Dios les ha hecho. Mírenlo aquí, es el versículo 11: "Hijos míos" y así le dice el Señor a nuestra Iglesia, "Hijos míos, no os engañéis ahora porque Jehová os ha escogido a vosotros para que estéis delante de Él y le sirváis, y le queméis incienso."

Ezequías apela a estos levitas y a estos sacerdotes que han abandonado su llamado, que se han ido a hacer sus trabajos seculares como los discípulos, que cuando crucificaron a Jesús volvieron a sus redes en pescadores y el Señor cuando resucita los encuentra otra vez convertidos en pescadores.

Y entonces Ezequías les dice: "Hijos míos" como con una palabra de amor paternal pero también de un llamado solemne, "no se engañen, no pretendan que ustedes tienen otro destino y otra identidad, su identidad es una identidad especial." ¿Usted entiende?

Mírate a ti mismo, te estoy hablando a ti. No mires al lado, ni atrás, ni adelante, no, a ti. Y el Señor así mismo te dice: Mira, no te engañes a ti mismo. Tú no eres una persona común y corriente. Tú te estás identificando con un ministerio que tiene un solemne llamado de Dios y tú no puedes vivir en una forma común y corriente.

La Biblia dice que nosotros somos reyes y sacerdotes, nación santa, pueblo escogido por Dios para que anunciemos las virtudes de aquél que nos llamo de las tinieblas a su luz admirable. Tú tienes un propósito, tú tienes un destino, tú tienes un llamado, tú perteneces a algo muy especial, y eso también requiere pagar un precio. Que tú te purifiques, que te santifiques. Lo primero que él llama a los sacerdotes: hey, primero ustedes.

¿Sabe dónde comienza el avivamiento? ¿sabe cuándo va a tener Satanás que soltar a los cautivos allá afuera? cuando la Iglesia se santifique. Cuando cada creyente diga: ¿sabe qué? yo tengo que dejar de jugar a evangélico y tengo que asumir una identidad de sacerdote, de sacerdotisa, de siervo, sierva del Señor, que tengo que limpiarme. No puedo andar por allí colgándome debajo de las, usted sabe lo que es. Tengo que hacer mis ejercicios espirituales. Yo represento un ejército escogido.

Esta mañana el hermano Camilo nos hablaba de que él fue educado entre jesuitas y los jesuitas tenían un himno que decía: compañía de Jesús, vamos a la línea de guerra para arrebatarle su estandarte al enemigo y poner el estandarte de Cristo Jesús. Nosotros pertenecemos a un ejército, pertenecemos a una compañía militar espiritual.

Yo les insto en el Nombre del Señor así como lo hago para mí mismo, a nuestros Pastores, a los adoradores, a los músicos, alguien me decía porque usted sabe que yo a veces soy un poquito sincero e impulsivo, que a veces habían visto en los videos, a veces nuestros músicos están por ahí haciendo chistes y todo eso, no nos damos cuenta que nos están grabando, el mundo nos ve.

Cuando estamos en deber, cuando un soldado está bajo deber no puede andar por allí como si fuera un mangansón comportándose como un cualquiera, somos príncipes y sacerdotes, tenemos que tomarnos en serio para gloria del Señor, tu vida. Mujeres de Dios, comiencen a vestirse como mujeres santas de Dios dice la Palabra del Señor, sí, lo digo. Con amor paternal les sugiero que por lo menos para venir a la Casa del Señor nos vistamos. ¿Sabe? yo no me considero un santurrón y no ando por ahí todo el tiempo con la cabeza para abajo dando a la gente tres dedos cuando le doy la mano, no. Pero hay cosas que tenemos que tener cuidado.

Yo les pido en el Nombre del Señor hermanos, vamos a caminar como hijos, como siervos de Dios. Hombres por igual, no solamente las mujeres. Si Dios lo ha bendecido con algo que provoque tentación pues vístase bien también, compórtese como un hombre santo, una persona escogida por Dios.

Esto quiere decir también: seamos los primeros en la línea. Cuando hay que dar algo para el Señor, cuando hay que servir al Señor, cuando hay que acuerpar para una reunión, cuando hay que ser voluntario para algo, hey: usted es un soldado del Reino de Dios, usted es un siervo. Su identidad primera es siervo del Señor.

Pablo siempre que escribía decía: Pablo, esclavo de Jesucristo, siervo de Jesucristo. Elías cuando hablaba decía: vive Jehová ante cuya Presencia estoy. Elías sabía que siempre estaba ante la Presencia del Señor. Y nosotros donde quiera que vayamos, yo le pido al Señor, es pesado, es una Palabra pesada, me cae a mí primero, Señor: ayúdanos a santificarnos, ayúdanos a ser una Congregación que pueda con autoridad convocar y ser ejemplo e inspirar a otros, porque caminar en los caminos del Señor y ser pueblo escogido por Dios es algo serio pero es algo precioso, usted no se lo quiere perder.

Yo amo a mis hermanos cuando veo hombres jóvenes que se están santificando y entregando sus matrimonios al Señor, cuando veo mujeres jóvenes que están tomando ya esa forma de mujeres santas y comprometidas con Dios, eso es precio, eso es bello. Dios quiere eso porque Dios quiere anidar, Dios quiere visitarnos. Dios quiere visitarnos pero hay que prepararse. Dios quiere traer un avivamiento. Yo he vivido esperando ese avivamiento, esperando esa visitación muy poderosa de Dios.

Yo sé que algunos de ustedes han pensado que a veces como que no doy suficiente atención a ciertas cosas típicamente pentecostales pero siempre se los digo, no es porque yo no crea sino porque creo demasiado en ellas y soy sumamente cuidadoso de que nada ficticio, porque yo quiero el estándar el oro hermanos, porque yo no tengo que estar fabricando avivamientos por allí para mantener a la gente creyendo que hay unción. El día que la unción de Dios cae nadie puede dudar de ella. Cuando Dios está moviéndose y haciendo milagros no hay que estarlos maquillando ni añadiéndoles más, son milagros convincentes.

Y como yo sé que eso se da I hold off until the real, genuine thing. Me gusta apretar, hay que echarle agua al altar ¿sabe? ese es el principio bajo el cual yo siempre he vivido. Elías le echó agua al altar y hubieran dicho: pero ¿cómo va a haber fuego si le está echando agua, hombre? porque Elías quería que fuera evidente a todo el pueblo de que lo que iba a caer era de Dios y no del hombre, y por lo tanto lo hizo artificialmente difícil porque, cuando Dios cae, Él lame toda el agua y hasta quema las piedras, y derrite todo lo que hay porque el fuego de Dios es abrumadoramente poderoso.

Pero yo sé, lo he esperado y siento como que estamos llegando. El bebé ya casi se le oye gritando dentro de la madre. Hay que pedirle a Dios: rompe el agua, rompe el agua para que salga ya lo que va a salir. Pero hay que prepararse, hay que santificarse. Prepárate. Esta Iglesia tiene que ser un lugar donde el Señor se sienta cómodo habitando y tenemos que comenzar, el llamado de Dios: santifícate, santifícate, santifícate. Pueblo de Dios: limpien el altar, quiten toda la inmundicia. Esos vasos, esos utensilios que han estado descuidados, olvidados.

¿Cuáles son los utensilios? Dios siempre me ha hablado. Los utensilios del templo son los dones del Espíritu Santo, son las armas de nuestra guerra, nuestra milicia. Y lo primero que el diablo neutraliza son los utensilios, por eso cuando el exilio babilónico, Nabucodonosor cogió todos los utensilios del templo y se los llevó a Babilonia, y los metió en el depósito nacional. Y cuando el pueblo tenía que salir de nuevo lo primero que hicieron fue liberar esos utensilios.

Y si usted mira aquí una de las cosas que dice que hicieron los sacerdotes y los levitas fue limpiar y restaurar los utensilios del templo. Los utensilios son la adoración, los utensilios son las acciones proféticas, los utensilios son el ayuno, la oración y el clamor extendido, la guerra espiritual. ¿Dije la santidad? el darle al Señor generosa y proféticamente, darle para que Dios o haga o algo explote pero hay que ponerle presión al Señor porque a Él le gusta, no porque lo vamos a obligar a hacer nada pero Él quiere un pueblo que forcejee con el ángel hasta que suelte la bendición.

Estas son las cosas. Ahora ¿estamos tomando a Dios en serio? yo quiero tomar a Dios en serio hermanos y tú también. Vamos a santificarnos, vamos a consagrarnos al Señor ¿ok? y consagrar nuestros corazones. No es que andemos allí con faldas largas y lenguas largas sino, balance (risas) lenguas cortas y faldas largas ¿ok? sea hombre o sea mujer, lo que sea. Que haya amor entre nosotros; sinceridad, buen trato, gentileza, compasión, misericordia, bondad, aceptación mutua, humildad de corazón. Estos elementos tienen que estar unidos para que Dios pueda visitar verdaderamente un pueblo, pero yo sé que avivamiento ha de venir y Dios nos va a usar, no nos vamos a quedar atrás.

Bajemos nuestras cabezas. Únete a mí en esta tarde y consagra tu vida al Señor ahora mismo. Padre: decimos amén a Tu llamado, queremos ser como Ezequías. Queremos ser un pueblo escogido que acepte su destino y que se una a Tus propósitos. Recibimos este mensaje Señor como que viene de Ti y no del hombre. Nuestros corazones los enfocamos en una sola cosa: amarte desesperadamente, amarte de todo corazón, servirte con integridad.

Padre: ten misericordia de nosotros al declarar mensajes de esta naturaleza, que ni una sola palabra caiga a tierra. Entregamos a León de Judá, entregamos su destino, entregamos este momento de su vida congregacional a Ti Señor, y aceptamos los propósitos y el llamado para nosotros. Y te pedimos que nos ayudes a caminar con sumo temor delante de Ti y con gran pulcritud, y que nos ayudes a consagrarnos Señor a Ti; mente, cuerpo, alma, intelecto, voluntad, memorias, vida íntima. Nuestros hogares, nuestras finanzas, nuestros momentos de descanso y de diversión Padre. Ayúdanos a vivir como ese pueblo escogido Tuyo con humildad.

Y Padre desde ahora mismo nosotros decimos de nuevo que toda la gloria y toda la honra son Tuyos solamente, no merecemos, no merecemos ningún privilegio que podamos gozar de ello, no lo merecemos. Sólo por Tu Gracia y Tu misericordia Padre, al contrario. Nos hemos especializado muchas veces en ofenderte y descuidarte, y descuidar Tus atrios, pero por Tu Gracia inexplicable escoges lo débil para avergonzar a lo fuerte y escoges lo necio para avergonzar a los sabios.

Y nunca daremos gloria a ningún hombre, y nos rehusaremos a darle gloria a esta Congregación o a ninguno de sus líderes, la gloria y la honra son exclusivamente para Ti Señor, y sólo te pedimos: no nos permitas ser vergüenza a Tu Nombre y perdona nuestros pecados Señor, perdona a esta Congregación, perdona a este pueblo Padre. Perdona nuestra necedad, perdona nuestra dejadez, perdona nuestra tibieza, perdona nuestra impureza, perdona nuestra haraganería espiritual Señor, perdona nuestra comodidad espiritual, perdona nuestros corazones mezclados con otras sustancias que no son la lealtad y el amor exclusivos para Ti, y límpianos cada día más y más.

Lávanos Señor de nuestra maldad, límpianos de nuestro pecado porque te hemos ofendido Señor, te hemos descuidado. Nuestros hogares no han sido los lugares santos que deben ser, nuestros matrimonios no han revelado muchas veces los valores de Tu Palabra. Nuestras diversiones, nuestros pensamientos, nuestras conversaciones no han traído honra a Tu Nombre y nuestra vida como Congregación ha dejado mucho que desear ante Tu Trono, cuando los comparamos con los valores de Tu Reino y te pedimos Señor.

Lávanos, límpianos, purifícanos, sánanos, ten misericordia de nosotros, escóndenos dentro de Tu Mano, Padre, líbranos de las acusaciones del diablo, de sus tentaciones, de sus maquinaciones y acechanzas, y ayúdanos a caminar rectamente delante de Ti. Purifícanos, sánanos, y ayúdanos a ser un pueblo aceptable delante de Ti Señor. Ayúdanos a caminar en una forma que Tú te agrades de nosotros y que traigamos agrado a Tu Corazón ofendido de Padre descuidado por Tus hijos.

Perdónanos Señor en el Nombre de la Iglesia en toda la Tierra, te pedimos perdón Señor, primero por nuestros propios pecados y después por los pecados de Tu familia que no te hemos dado la gloria que Tú mereces Señor. No te hemos tratado con la delicadeza, la preferencia, el honor, la pulcritud, la atención que Tú mereces. Perdónanos Señor y no nos tomes en cuenta nuestros pecados, pero queremos agradarte Padre. Perdónanos, sánanos y prepáranos entonces para ser portadores de Tu unción Señor, ser vasijas puras en las cuales pueda depositarse Tu aceite, Tu unción Señor. Prepáranos para ser buenos administradores Señor de Tu Gracia y daremos toda la gloria, toda la honra al único que la merece: nuestro Señor Jesucristo. Gracias Señor, gracias. Amén, amén, gloria a Dios, gracias Señor Jesús, gracias Cristo. Vamos a ponernos de pie para ser despedidos.