Amo al SEÑOR, porque oye Mi voz y mis súplicas. Porque a mí ha inclinado Su oído; por tanto Le invocaré mientras yo viva.
Salmos 116:1
Cuando ores, entra en tu aposento, y cuando hayas cerrado la puerta, ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Mateo 6:6