La mano de nuestro Dios estaba sobre nosotros, y nos libró de mano del enemigo y de las emboscadas en el camino.
Esdras 8:31
Mis ovejas oyen Mi voz; Yo las conozco y Me siguen. Yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de Mi mano.
Juan 10:27