Ciertamente ninguno de los que esperan en Ti será avergonzado; Sean avergonzados los que sin causa se rebelan.
Salmos 25:3
Nos vimos atribulados por todos lados: por fuera, conflictos; por dentro, temores. Mas Dios, que consuela a los abatidos, nos consoló con la venida de Tito.
2 Corintios 7:5