Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir (juzgar) los pensamientos y las intenciones del corazón.
Hebreos 4:12
¿No es Mi palabra como fuego," declara el SEÑOR, "y como martillo que despedaza la roca?"
Jeremías 23:29